VIOLENCIA
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¿Qué entendemos por depresión?
https://www.menti.com/
Código: 33201757
¿Qué entendemos por salud y enfermedad?
https://www.menti.com/
Código: 33201757
INTRODUCCIÓN
• Solo en Perú hay 1 millón 700 mil personas que padecen depresión.
Los que llegan a tratarse la enfermedad son solo 425 mil personas del
total y unas 34 mil personas reconocen que tienen problemas, pero
no toman medidas al respecto, ni medidas de atención médica.
• Asimismo, en el Perú, cada 22 minutos alguien intenta quitarse de la
vida. Una cifra alarmante que requiere de atención, ya que la salud
mental es igual de importante que un resfriado, una gripe, o alguna
otra afección. En el mundo, 800 mil personas se suicidan en el año;
esto corresponde aproximadamente a una muerte cada 40 segundos.
DEPRESIÓN O TRASTORNO DEPRESIVO
• Definiciones:
El Trastorno Depresivo o Depresión afecta a más de 300 millones de
personas en el mundo y es la principal causa de discapacidad. No
entiende ni de edades ni de condiciones sociales. La tristeza, la pérdida
de interés o la falta de concentración son algunos de los síntomas que
caracterizan a esta enfermedad. Existe tratamiento y si se sigue de
manera correcta, el trastorno puede remitir. Los medicamentos y la
psicoterapia constituyen la piedra angular del tratamiento.
• Los trastornos depresivos son un conjunto de enfermedades que
tienen como síntoma en común la presencia de tristeza patológica. En
medicina se define el síntoma de tristeza como la presencia de un
sentimiento de pena más intenso de lo esperable y que limita de
forma mantenida que una persona pueda rendir en sus actividades
habituales.
• Según la OMS: La depresión es una enfermedad que se caracteriza
por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las
actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la
incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al
menos dos semanas
CAUSAS
A pesar de los innumerables esfuerzos por conocer las causas de los trastornos
depresivos, a día de hoy, no hay una respuesta.
• Lo que sí se puede afirmar es que, a diferencia de la idea ampliamente extendida
en la sociedad, los trastornos depresivos no son causados directamente por la
falta o escasez de serotonina en el cuerpo. Se sabe que ingerir alimentos o
productos químicos que aumentan la cantidad de serotonina en la sangre, no
mejora la enfermedad depresiva.
• En base a la prevalencia superior en el sexo femenino que en el masculino,
también ha sido ampliamente estudiada la posible implicación causal de algún
factor hormonal en el desarrollo de un trastorno depresivo, pero por el momento
tampoco esta vía de investigación ha dado resultados favorables.
• Otra vía ampliamente explorada ha sido y es la posible existencia de una
alteración biológica en el cerebro, pero nuevamente los resultados que no han
permitido sugerir una alteración concreta a este nivel.
Factores
• Estrés y ansiedad laboral durante tiempo prolongado
• Presencia de niveles de estrés o ansiedad elevados por un período de
tiempo prolongado.
• Maltrato físico o psicológico en la infancia
• Maltrato físico o psíquico en los primeros años de vida.
Otros factores que aumentan el riesgo de
padecer un trastorno depresivo son:
• Familia y árbol genealógico indicando factores hereditarios
• Genéticos. Tener uno o más familiares de primer o segundo grado afectados por un trastorno
depresivo, un trastorno bipolar o un trastorno de ansiedad. Es posible que también sea un factor
de riesgo el tener un antecedente familiar de abuso de alcohol.
• Dos caras con diferentes estados de ánimo
• Personalidad. Tener algún rasgo de personalidad muy extremo, por ejemplo, inseguridad intensa,
perfeccionismo elevado, etc.
• Sistema nervioso central que experimenta dolor.
• Enfermedades no psiquiátricas. En especial, algunas enfermedades endocrinológicas,
reumatológicas, cardiovasculares y neurológicas.
• Medicamentos, pastillas.
• Uso de fármacos. En especial los corticoides, el interferón y algunos antihipertensivos.
• Una jarra de cerveza y una copa de Martini o cóctel.
• Abuso de alcohol.
Los cambios hormonales y el trastorno
depresivo
• Desde hace varias décadas existe en medicina la hipótesis, no demostrada,
de que los cambios hormonales que experimenta la mujer durante el ciclo
menstrual, el embarazo, el posparto y la menopausia, podrían ser una de
las causas de la elevada incidencia de trastornos depresivos en el sexo
femenino.
• Contrariamente a lo que se pensaba, el embarazo, al igual que el posparto
y la menopausia, son etapas de la vida de las mujeres en las que hay un
aumento en la incidencia de trastornos depresivos. Asimismo, en el
contexto del ciclo menstrual femenino, hasta un 5% de las mujeres
presenta un subtipo de trastorno depresivo “menor” denominado
trastorno disfórico premenstrual. Este trastorno consiste en la presencia
durante los últimos 7-10 días del ciclo y los primeros 2-4 días del siguiente
ciclo de irritabilidad, labilidad afectiva (facilidad para presentar cambios de
humor bruscos), tristeza y sensación de tensión mantenida.
Síntomas
Los síntomas de un trastorno depresivo pueden variar mucho de una persona a otra, por lo
que no todos los pacientes tienen los mismos síntomas ni se manifiestan con la misma
intensidad.
• Persona con ansiedad, miedo y preocupación
• Reducción de la autoestima o de la autovaloración personal (respecto a la que
presentaba antes de la enfermedad). Este síntoma es especialmente frecuente en la
depresión mayor (en menor medida en la distimia y en el trastorno adaptativo).
Tristeza e incapacidad para disfrutar
• Incapacidad para disfrutar (la exposición a intereses habituales no comporta la mejora
transitoria de su estado de ánimo). Este síntoma es especialmente frecuente en la
depresión mayor (en menor medida en la distimia y en el trastorno adaptativo).
• Insatisfacción o cambio de gustos
• El estado de ánimo se caracteriza por sensación de insatisfacción, de desánimo,
desamparo y abatimiento. Este síntoma es especialmente frecuente en la distimia (en
menor medida en la depresión mayor y en el trastorno adaptativo).
Disminución de la motivación
• Reducción de motivaciones, con la consiguiente tendencia a la reducción de actividad.
Personas y actividades previamente placenteras ahora no producen ilusión o lo hacen en
menor medida.
Reducción de la concentración
• Reducción en la capacidad de concentración. La persona lo describe como dificultad para
pensar, dificultad para atender, dificultad para comprender lo que lee o lo que escucha
y/o dificultad para memorizar.
Persona con pensamientos pesimistas
• Pensamientos pesimistas, con tendencia a considerar que no es posible modificar el
curso de las cosas (pensamiento de incurabilidad y de desesperanza).
Pensamientos relacionados con la muerte
• Pensamientos relacionados con la muerte, bien en forma de “sería mejor estar muerto”
u “ojalá no me despertara”, o bien pensando y planificando el método para quitarse la
vida.
Pensamiento repetitivo
• Pensamiento repetitivo. Tendencia a dedicar muchas horas del día a dar
vueltas y vueltas a las cuestiones o sentimientos que le preocupan.
Aumento de la irritabilidad
• Aumento de la irritabilidad con sensación de fácil pérdida de control.
• Persona con una lágrima, llorando
• Labilidad afectiva (cambios bruscos de humor) o tendencia al llanto fácil.
Cambios de apetito y peso
• Cambios en el apetito y en el peso. Frecuente pérdida de apetito y peso. A
veces sucede lo contrario, el individuo puede referir aumento de apetito o
ingesta compulsiva de alimentos calóricos, como forma de reducir la
ansiedad.
Persona con insomnio
• Insomnio. Puede manifestarse como dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes,
insomnio global u horarios de sueño caóticos.
• Síntomas físicos en distintos lugares del cuerpo
• Síntomas físicos. Dolor de cabeza, en particular en la zona de la frente y detrás de los ojos, a
modo de presión de dentro a fuera (como si se estuviera hinchando un globo en la parte anterior
del cerebro) y molestias digestivas, en especial, sensación de nudo o presión en la zona del
estómago o del cuello.
Persona con ansiedad, miedo y preocupación
• Ansiedad a modo de inquietud o temor. El paciente puede tener sensación de temor mantenido
indefinido, como si en cualquier momento pudiera suceder algo negativo, permaneciendo en
alerta constante frente a una amenaza inespecífica.
• Como consecuencia de este conjunto de posibles síntomas, la persona con un trastorno depresivo
suele tender a la apatía, a la reducción de la actividad social y a la evitación o aplazamiento de la
toma de decisiones.
TRATAMIENTOS
• El tratamiento se tiene que plantear de forma totalmente
individualizada, ya que existen diferentes tipos de trastorno y los
síntomas se pueden presentar de manera diferente de una persona a
otra.
• Las principales alternativas terapéuticas disponibles son el
tratamiento psicológico y farmacológico. Ambas no son excluyentes
entre sí, todo lo contrario, puesto que un amplísimo porcentaje de
personas con un trastorno depresivo se benefician del tratamiento
combinado psicológico y farmacológico.
Tratamiento Psicológico
• La terapia psicológica cognitivo-conductual y, en menor medida, la terapia psicológica interpersonal,
han demostrado científicamente su eficacia en el tratamiento a corto y largo plazo de la mayor parte
de los trastornos depresivos.
Los objetivos esenciales del tratamiento psicológico:
• El tratamiento de los síntomas depresivos.
• Persona sonriente con episodios de hiperactividad o manía por trastorno bipolar
• Modificación de los rasgos de personalidad que predisponen a la aparición de los trastornos
depresivos.
• Persona a la que se la ocurrido una idea
• Aprendizaje de estrategias de identificación precoz de los síntomas y de prevención de recaídas.
• Cuando se utiliza la palabra “tratamiento” se refiere a un proceso de intervención (en este caso con
técnicas psicológicas) dirigido a modificar una condición patológica o desadaptada, para así conseguir
mejorar el estado de la persona que la tiene. En base a esta definición, el apoyo, el consejo, el
acompañamiento o el hablar, son alternativas que por sí solas, aunque pueden tener su utilidad
sobre la persona (por ejemplo, sobre el estado de ánimo), no son tratamientos psicológicos.
¿En qué consiste el tratamiento psicológico
cognitivo-conductual?
El tratamiento cognitivo-conductual se fundamenta en los siguientes hechos
y objetivos terapéuticos:
• Hecho
• Objetivo terapéutico
• Las conductas se aprenden y se mantienen en base a los mismos
procedimientos.
• Esos mismos procedimientos serán útiles para modificar las conductas
inadaptadas.
• El ambiente tiene una influencia importante en el aprendizaje y
mantenimiento de las conductas.
• La intervención sobre el ambiente puede modificar las conductas
inadaptadas.
• El objetivo del tratamiento psicológico es la conducta inadaptada.
• Es necesario identificar la conducta inadaptada y analizar su relación con factores
desencadenantes sobre los que poder incidir.
• Entre la situación ambiental y la conducta existe un proceso cognitivo
(pensamiento o razonamiento) por ejemplo: al ver en el reloj que llegamos tarde,
podemos concluir “sabrán disculparme el retraso” o “este error nunca me lo
perdonarán”.
• Es necesario identificar el proceso cognitivo distorsionador para poder
modificarlo.
• El proceso cognitivo puede facilitar la aparición de reacciones fisiológicas no
confortables (taquicardia, sensación disneica, etc.) que intensifican creencias
erróneas.
• Es necesario aprender a reconocer y controlar esas sensaciones fisiológicas no
confortables.
• El tratamiento cognitivo-conductual es el procedimiento terapéutico
dirigido a identificar y modificar los procesos cognitivos que facilitan
la aparición de conductas inadaptadas con el objetivo de obtener
emociones y conductas menos distorsionadoras. Evidentemente, el
tratamiento psicológico cognitivo-conductual no tiene por finalidad
tratar las conductas, cogniciones y/o emociones transitorias asociadas
a las diversas vicisitudes del día a día. La modificación cognitiva y
conductual tiene sentido clínico cuando los pensamientos, la
conducta o las emociones son disfuncionales reflejando la presencia
de un trastorno mental o cuando estas dificultan la adaptación de la
persona a los requerimientos de su vida diaria afectiva, relacional o
intelectual.
Tratamiento farmacológico
TIPOS DE TRASTORNOS DEPRESIVOS
Tipos
En base a los síntomas más frecuentes, a la respuesta a los diversos tratamientos
existentes y al pronóstico a corto, medio y largo plazo, los trastornos depresivos se dividen
en: