Derecho de Alimentos 12 - 02 - 2023
Derecho de Alimentos 12 - 02 - 2023
Derecho de Alimentos 12 - 02 - 2023
Sumario:
1.- Definición de alimentos y principios en que se funda la obligación alimenticia en la
legislación chilena.
2.- Características del derecho de alimentos y de la obligación alimenticia correlativa, o
del llamado derecho-deber alimentario.
3.- Clasificación de los alimentos.
4.- Requisitos para exigir alimentos.
5.- Modalidades para el pago de las pensiones alimenticias.
6.- Titulares del derecho de alimentos.
7.- Consecuencias que se derivan para el alimentante, por el incumplimiento de su
obligación alimenticia.
8.- Medios previstos en la ley, para asegurar el pago de las pensiones alimenticias.
9.- Modalidades de la acción de alimentos.
10.- El procedimiento ordinario en materia de alimentos.
11.- El procedimiento ejecutivo en materia de alimentos.
12.- El procedimiento especial para el cobro de deudas de pensiones de alimentos.
13.- El procedimiento extraordinario para obtener el pago de pensiones de alimentos
con fondos que el alimentante mantenga en una administradora de fondos de
pensiones.
14.- Medida cautelar de retención de fondos.
15.- Disminución y extinción de la obligación alimenticia.
16.- El Registro Nacional de Deudores de Pensiones de Alimentos.
Cuestionario.
a) Definición.
1
Fecha de última modificación: 10 de febrero de 2023.
Este apunte constituye una versión extractada de una parte de nuestro libro Los Alimentos en el Derecho
Chileno, Santiago de Chile, Editorial Metropolitana, 2009, segunda edición ampliada, 326 pp. En este apunte
se incluyen las reformas introducidas a nuestra legislación con posterioridad a la publicación del aludido
libro, específicamente por la Ley Nº 21.389, que “Crea el registro Nacional de Deudores de pensiones de
Alimentos y modifica diversos cuerpos legales para perfeccionar el sistema de pago de las pensiones de
alimentos”, publicada en el Diario Oficial de fecha 18 de noviembre de 2021, el reglamento de esta ley,
aprobado por el Decreto Supremo N° 62, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, publicado en el
Diario Oficial el 29 de julio de 2022 y por la Ley N° 21.484, sobre “Responsabilidad parental y pago efectivo
de deudas de pensiones de alimentos”, publicada en el Diario Oficial de fecha 7 de septiembre de 2022.
2
Rossel Saavedra, Enrique, Manual de Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile,
1994, séptima edición actualizada, p. 334.
3
Ramos Pazos, René, Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 2000, tercera
edición actualizada, Tomo II, p. 499.
4
Obal, Carlos R., artículo titulado “Alimentos”, en Enciclopedia Jurídica Omeba, Buenos Aires, Driskill, 1979,
Tomo I, p. 645.
5
Bavestrello Bontá, Irma, Derecho de Menores, Santiago de Chile, LexisNexis, 2003, segunda edición
actualizada, p. 79.
6
Sentencia citada por Abeliuk Manasevich, René, La Filiación y sus efectos, Santiago de Chile, Editorial
Jurídica de Chile, 2000, Tomo I, p. 378.
7
Cfr. en www.juanandresorrego.cl, Apuntes, Derecho de Familia, La Familia y el Matrimonio.
b) Es un derecho imprescriptible.
8
Meza Barros, Ramón, Manual de Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1979,
segunda edición, Tomo II, p. 706.
9
Juricic Cerda, Daniel, La relación jurídica alimentaria, apunte proporcionado en Diplomado “Derecho de
Familia con mención en Mediación”, Universidad de Chile, Facultad de Derecho, 2005, p. 7.
10
Así, Rossel Saavedra, Enrique, ob. cit, pág. 335; Abeliuk, Manasevich, René, ob. cit., pág. 397; y López
Díaz, Carlos, Manual de Derecho de Familia y Tribunales de Familia, Santiago de Chile, Librotecnia, 2005,
Tomo II, p. 581.
11
Vodanovic H., Antonio, Derecho de Alimentos, Santiago de Chile, Editorial Jurídica ConoSur, 1994, tercera
edición, p. 223.
Conforme lo prescrito por los arts. 1618 Nº 1 (que se refiere a las pensiones
alimenticias forzosas) y Nº 9 (que alude a los derechos personalísimos) del Código Civil
y 445 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil (“No son embargables: 3º Las pensiones
alimenticias forzosas”). Cabe preguntarse si lo anterior debe entenderse sólo respecto
de las pensiones alimenticias futuras, y no de las ya devengadas, o abarca ambas
hipótesis. Vodanovic considera que sólo son inembargables las pensiones alimenticias
futuras, y no las ya devengadas, expresando al efecto: “Las pensiones alimenticias
atrasadas que, por cualquier causa, ha dejado de percibir el acreedor, se transforman
de créditos de naturaleza alimentaria, en simples créditos comunes y por eso, así como
pasan a ser de libre disponibilidad y pueden renunciarse, venderse o donarse,
lógicamente son embargables por los acreedores del alimentario”. 12 Sin embargo, hay
quienes han sustentado otra tesis, sobre la base de que el art. 445 Nº 3 no hace
distingo entre las pensiones futuras y las atrasadas, de manera que la
inembargabilidad protegería a las dos clases de pensiones. 13
12
Vodanovic H., Antonio, ob. cit., pp. 237 y 238.
13
Caffarena, Elena, De las pensiones alimenticias, en especial las que se deben los cónyuges, Santiago,
1986, p. 56, citada por Vodanovic H., ob. cit., p. 238.
g) Si bien los alimentos futuros no pueden ser objeto de actos jurídicos, las
pensiones alimenticias devengadas sí pueden serlo.
Según lo dispone el art. 229 del Código Orgánico de Tribunales: “No podrán ser
sometidas a la resolución de árbitros las cuestiones que versen sobre alimentos o
sobre derecho de pedir separación de bienes entre marido y mujer”. Se ha estimado
que no cabe compromiso ni siquiera respecto de las pensiones atrasadas. 14
Por lo tanto, sólo puede invocarse y establecerse ante los Juzgados de Familia,
quienes son competentes, conforme a lo dispuesto en el art. 8° Nº 4 de la Ley Nº
19.968, que crea los Tribunales de Familia.
14
Peña González, Carlos; Etcheberry Court, Leonor; y Montero Iglesis, Marcelo, Nueva regulación del
derecho de alimentos. Primera parte. Aspectos sustantivos, publicación del Servicio Nacional de la Mujer y la
Universidad Diego Portales, Santiago de Chile, 2003, segunda edición, p. 79.
En principio, los alimentos que se deben por ley se entienden concedidos para
toda la vida del alimentario, continuando las circunstancias que legitimaron la
demanda (art. 332, inc. 1º del Código Civil). De ahí que se afirme que se trata de una
obligación de tracto sucesivo. Con todo, hay también un importante componente de
variabilidad en la obligación alimenticia. Por eso, se afirma que “Es una obligación legal
fundamentalmente condicionada y variable, ya que depende del patrimonio del
obligado y de las necesidades –entendidas éstas dentro de su propia situación
económica y social- del alimentario”. 16
Por ello, si varían las circunstancias existentes al momento de establecerse la
pensión de alimentos, el alimentante podrá solicitar el cese o la disminución de su
obligación, o el alimentario el aumento de la pensión, según corresponda y el mérito
de los antecedentes así lo justifiquen.
15
Cfr. en www.juanandresorrego.cl, Apuntes, Derecho Sucesorio, “Sucesorio 6”.
16
Obal, Carlos R., ob. cit., p. 649.
Los alimentos que se perciban por el alimentario que tenga derecho a ellos por
disposición de la ley, no constituyen renta: así lo establece el art. 17, Nº 19, de la Ley
de la Renta.
17
Abeliuk Manasevich, René, ob. cit., p. 399.
18
Juricic Cerda, Daniel, ob. cit., p. 7.
19
Cuyo tenor fijó la Ley Nº 20.286, publicada en el Diario Oficial de fecha 15 de septiembre de 2008, que
reformó la Ley Nº 19.968, sobre Tribunales de Familia.
b) Provisorios y definitivos.
Esta materia, está regulada en el art. 4 de la Ley Nº 14.908, y en el art. 327 del
Código Civil. Este último, dispone que mientras se ventila la obligación de prestar
alimentos, deberá el juez ordenar que se den provisoriamente, con el solo mérito de
los documentos y antecedentes presentados 21; sin perjuicio de la restitución, si la
persona a quien se demandan obtiene sentencia absolutoria. Con todo, cesa este
derecho para exigir la restitución, contra el que, de buena fe y con algún fundamento
plausible, haya intentado la demanda 22.
En cuanto al momento a partir del cual se deben los alimentos provisorios, se
han sostenido dos opiniones en la jurisprudencia: para la primera, se deben desde el
momento en que haya quedado ejecutoriada la sentencia que los fijó; para la segunda,
se deben desde el momento en que se notificó la demanda. Esta segunda tesis,
mayoritaria, parece ser la correcta, considerando lo dispuesto en el art. 331, al que
seguidamente aludiremos, y que no distingue según se trate de alimentos provisorios o
definitivos, aplicándose por tanto a los dos.
Por su parte, el art. 4 de la Ley N° 14.908, contempla las siguientes reglas:
i.- En los juicios en que se demanden alimentos 23, el juez deberá pronunciarse sobre
los alimentos provisorios, junto con admitir la demanda a tramitación, con el solo
mérito de los documentos y antecedentes presentados 24; significa entonces que el
20
Meza Barros, Ramón, Manual de Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1979,
segunda edición, Tomo II, p. 703.
21
La actual redacción del art. 327 del Código Civil se aviene con la naturaleza asistencial del derecho de
alimentos, que no admite demora en su ejercicio, pues está comprometida la existencia misma de su titular.
La expresión “deberá” hoy empleada en el precepto, se incorporó al tipo legal por la Ley Nº 19.741,
publicada en el Diario Oficial de fecha 24 de julio de 2001. Antes, el artículo consignaba que “Mientras se
ventila la obligación de prestar alimentos, podrá el juez ordenar…”, lo que no pocas veces suscitó criterios
dispares en los tribunales de justicia, aunque las Cortes solían asentar el principio actualmente consagrado
en la ley. En dicho sentido, una sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago de fecha 19 de abril de
1995, subraya que atendida la naturaleza precautoria de los alimentos provisorios, esto es, que tienen por
objeto adelantar provisoriamente los efectos de la sentencia definitiva para evitar perjuicios al actor, no es
posible que un incidente relacionado con ellos se resuelva en la misma sentencia definitiva, debiendo el juez
pronunciarse derechamente sobre el incidente formulado: GACETA JURÍDICA, Nº 178, Santiago de Chile,
Editorial Jurídica ConoSur Limitada-LexisNexis, p. 96.
22
Texto modificado por la Ley Nº 20.152, publicada en el Diario Oficial de fecha 9 de enero de 2007.
23
Antes de la reforma de la Ley número 20.152, el antiguo art. 5 de la Ley N° 14.908 exigía, para decretar
alimentos provisorios, que los alimentos se solicitaren en favor de los hijos menores del demandado, caso en
el cual, el juez debía fijar dichos alimentos en el plazo de 10 días, contados desde la notificación de la
demanda. Hoy, no es necesario que se demanden alimentos para los hijos menores del demandado, y los
alimentos provisorios, según se expresó, deben fijarse antes, es decir, tras la presentación de la demanda y
antes de notificarla al demandado.
24
Antes de la reforma de la Ley N° 20.152, el antiguo art. 5 de la Ley N° 14.908 exigía, para decretar
alimentos provisorios, que existiere “fundamento plausible del derecho que se reclama”, y agregaba que
“Para estos efectos, se entenderá que existe fundamento plausible cuando se hubiere acreditado el título que
habilita para pedir alimentos y no exista una manifiesta incapacidad para proveer.” Hoy, la ley le confiere al
juez una facultad más amplia, pues resolverá “con el solo mérito de los documentos y antecedentes
presentados”.
25
En una sentencia de la Corte de Apelaciones de Concepción, de fecha 11 de mayo de 2007, se rechazó un
recurso de hecho deducido en contra de la resolución del tribunal a quo que había denegado admitir el
recurso de apelación para ante el Tribunal ad quem, ya “Que, en su informe, la juez titular recurrida afirmó
que, efectivamente, el recurrente interpuso un recurso de apelación en contra de la resolución que se
pronunciaba sobre los alimentos provisorios y resolviendo ésta, atendido el mérito de lo dispuesto en el
artículo 5 de la Ley número 14.908 sobre Abandono de familia y Pago de Pensiones Alimenticias, dispuso no
ha lugar a lo solicitado, por cuanto según lo dispone la norma precitada la resolución que decretare los
alimentos provisorios o la que se pronunciare provisionalmente sobre la solicitud de aumento, rebaja o cese
de una pensión alimenticia, será susceptible del recurso de reposición, pero con apelación subsidiaria. Que
del mérito de los antecedentes aparece que el recurrente apeló derechamente en contra de la resolución que
le negó la posibilidad de obtener alimentos provisorios para el hijo menor de su representada, por lo que
teniendo presente lo prescrito en el artículo 5 de la Ley número 14.908, resulta improcedente tal recurso
interpuesto derechamente por no haber sido deducido en forma.”: www.legisnews.com Boletín diario de
Jurisprudencia Chilena. Lo mismo resolvió una sentencia de fecha 27 de junio de 2006, de la Corte de
Apelaciones de Rancagua, que desestima un recurso de hecho, ante la negativa del tribunal de primera
instancia de admitir una apelación directa: www.legisnews.com Boletín diario de Jurisprudencia Chilena.
A partir de la reforma introducida al Código Civil por la Ley Nº 19.585 del año
1998, se afirmaba que todos los alimentos, conforme lo expresaba el propio Código,
eran congruos: vale decir, los alimentos debían habilitar al alimentado para subsistir
modestamente de un modo correspondiente a su posición social (antiguo art. 323, inc.
1º y art. 330).
La Ley N° 21.484, modificó el inc. 1° del art. 323, quedando del siguiente
tenor: “Los alimentos deben habilitar al alimentado para subsistir adecuadamente,
resguardando el interés superior, la autonomía progresiva y el desarrollo integral del
niño, niña o adolescente”.
Como puede observarse, al comparar el tenor del art. 323 antes y después de la
reforman, se observan las siguientes diferencias:
i.- Antes: “Los alimentos deben habilitar al alimentado para subsistir modestamente…”.
Ahora: “Los alimentos deben habilitar al alimentado para subsistir
adecuadamente…”.
La palabra “modestamente” significa “moderadamente” o “austeramente”, y se
explica también por sus antónimos, como “fastuosamente”, “ostentosamente”.
La palabra “adecuadamente” denota algo “apropiado a las condiciones o
circunstancias”.
Desaparece entonces la referencia a la modestia o austeridad, para poner en
énfasis en una pensión de alimentos que sea apropiada a las necesidades del
alimentario.
ii.- Antes: “… de un modo correspondiente a su posición social”.
Ahora: “… resguardando el interés superior, la autonomía progresiva y el
desarrollo integral del niño, niña o adolescente”.
Desaparece entonces toda referencia a la “posición social” del alimentario, para
poner el acento en resguardar tres aspectos de los niños, niñas y adolescentes: i) El
interés superior; ii) La autonomía progresiva; y iii) El desarrollo integral.
De esta manera, el antiguo distingo entre alimentos y necesarios, es
reemplazado por el de los alimentos adecuados e inadecuados.
Sin embargo, veremos que el art. 330 sigue aludiendo a la posición social del
alimentario. Bien podría entenderse entonces que la posición social carece de
26
Vodanovic H., Antonio, ob. cit., p. 163. Por lo demás, agregamos nosotros, la fórmula en virtud de la cual
nada se debe sino desde la notificación de la demanda, no es ajena al propio Código Civil, que la contempla,
por ejemplo, en el art. 1890, inc. 2º, a propósito de la rescisión del contrato de compraventa por lesión
enorme: “No se deberán intereses o frutos sino desde la fecha de la demanda…”.
27
Peña González, Carlos; Etcheberry Court, Leonor; y Montero Iglesis, Marcelo, ob. cit., pp. 22 y 23.
28
Meza Barros, Ramón, Manual de Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1979,
segunda edición, Tomo II, pp. 710 y 711.
29
Sentencia citada por Abeliuk Manasevich, René, ob. cit., p. 393.
30
Barros Errázuriz, Alfredo, Curso de Derecho Civil, tercer año, 1ª parte, volumen IV, Editorial Nascimento,
Santiago, 1931, p. 320, citado a su vez por Gómez de la Torre Vargas, Maricruz, El sistema filiativo chileno,
Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 2007, p. 188.
31
En esta línea, el art. 257 del Código Civil paraguayo: “El que solicite alimentos debe probar, salvo
disposición contraria de la ley, que se halla en la imposibilidad de proporcionárselos.”
32
Claro Solar, Luis, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, tomo III, “De las Personas”, Nº
1.825, Editorial Jurídica de Chile, 1944, p. 463, citado a su vez por Gómez de la Torre Vargas, Maricruz, ob.
cit., pp. 188 y 189.
33
Meza Barros, Ramón, Manual de Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1979,
segunda edición, Tomo II, p. 711.
34
Ramos Pazos, René, Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 2000, tercera
edición actualizada, Tomo II, p. 502. Cita a Manuel Somarriva Undurraga y su obra Derecho de Familia, Nº
650, p. 616.
35
Abeliuk Manasevich, René, ob. cit., p. 225.
36
Juricic Cerda Daniel, ob. cit., p. 10. Entre los autores que concluyen que tiene derecho de alimentos, cita
Juricic a Ripert y Boulanger, Planiol y Ripert, Colin y Capitant, Zannoni, Carbonnier y Josserand.
37
Juricic cita a López A., Montés, V.L., y Roca, E., Derecho de Familia, valencia (España), Editorial Tirant Lo
Blanch, tercera edición, 1997, p. 40; y Peña González, Carlos, El Derecho de Alimentos en el ordenamiento
Jurídico Chileno, Cuadernos de Trabajo de la Universidad Diego Portales, Nº 1, junio de 1995, Santiago, p.
84.
38
Juricic cita a los siguientes autores: Puig Peña (Compendio de Derecho Civil Español, p. 494); Planiol y
Ripert (Tratado Práctico de Derecho Civil Francés, p. 28); Zannoni (“Tratado de Derecho Civil”), p. 118;
Dispone el art. 329 del Código Civil que en la tasación de los alimentos se
deberán tomar siempre en consideración las facultades del deudor y sus circunstancias
domésticas. ¿Qué debemos entender por “facultades económicas” del alimentante? ¿Se
trata sólo de considerar sus ingresos periódicos que se traducen en dinero efectivo, o
también han de avaluarse sus capitales, aún aquellos improductivos? La doctrina no
está conteste sobre este punto. Refiere Juricic que están a favor de tomar en cuenta el
capital del demandado Diez-Picazo, Gullón y Carbonnier, mientras que rechazan tal
posibilidad Josserand y Fueyo. 42 Juricic agrega que en principio, nada obsta a que se
contabilice el capital del demandado; sin embargo, agrega que hay al menos dos
Josserand (Derecho Civil), p. 313; Fueyo (Derecho Civil), p. 561; y Messineo (Manual de Derecho Civil y
Comercial), p. 187.
39
Juricic Cerda Daniel, ob. cit., p. 11.
40
Juricic Cerda Daniel, ob. cit., p. 11: Lehmann, en su Tratado de Derecho Civil (p. 390); Meza Barros, en su
Manual de Derecho de Familia (p. 711); y respecto de Fueyo, en su obra Derecho Civil (p. 560).
41
Juricic Cerda Daniel, ob. cit., p. 12.
42
Juricic Cerda Daniel, ob. cit., p. 12: Díez-Picazo y Gullón, en la obra Sistema de Derecho Civil (p. 55);
Carbonnier, en su texto Derecho Civil (p. 410); Josserand, en Derecho Civil (p. 313); y Fueyo, en Derecho
Civil (p. 563).
43
Juricic Cerda Daniel, ob. cit., p. 13.
44
Meza Barros, Ramón, Manual de Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1979,
segunda edición, Tomo II, p. 711.
Esta materia se encuentra regulada en el art. 333 del Código Civil, que
establece que el juez determinará “la forma y cuantía en que hayan de prestarse los
alimentos”, y en los arts. 6 y 9 de la Ley Nº 14.908. Los alimentos pueden pagarse
conforme a las siguientes modalidades:
Regula esta materia el art. 9 de la Ley Nº 14.908, del siguiente tenor: “El juez
podrá fijar o aprobar que la pensión alimenticia se impute total o parcialmente a un
derecho de usufructo, uso o habitación sobre bienes del alimentante, quien no podrá
enajenarlos ni gravarlos sin autorización del juez. Si se tratare de un bien raíz, la
resolución judicial servirá de título para inscribir los derechos reales y la prohibición de
enajenar o gravar en los registros correspondientes del Conservador de Bienes Raíces.
Podrá requerir estas inscripciones el propio alimentario. / La constitución de los
mencionados derechos reales no perjudicará a los acreedores del alimentante cuyos
créditos tengan una causa anterior a su inscripción. / En estos casos, el usufructuario,
el usuario y el que goce del derecho de habitación estarán exentos de las obligaciones
que para ellos establecen los artículos 775 y 813 del Código Civil, respectivamente,
estando sólo obligados a confeccionar un inventario simple. Se aplicarán al
usufructuario las normas de los artículos 819, inciso primero, y 2466, inciso tercero,
del Código Civil. / Cuando el cónyuge alimentario tenga derecho a solicitar, para sí o
para sus hijos menores, la constitución de un usufructo, uso o habitación en
conformidad a este artículo, no podrá pedir la que establece el artículo 147 del Código
Civil respecto de los mismos bienes. / El no pago de la pensión así decretada o
acordada hará incurrir al alimentante en los apremios establecidos en esta ley y, en el
caso del derecho de habitación o usufructo recaído sobre inmuebles, se incurrirá en
dichos apremios aun antes de haberse efectuado la inscripción a que se refiere el inciso
segundo”.
Las reglas que podemos deducir de este precepto son las siguientes:
i.- Fijada (por el juez a falta de acuerdo de los interesados) o aprobada (cuando el
alimentante y el alimentario someten a revisión del tribunal el acuerdo a que han
llegado) que sea la pensión, ésta podrá imputarse total o parcialmente a un derecho
real de usufructo, uso o habitación, que se constituirá sobre bienes muebles o
45
Somarriva Undurraga, Manuel, Tratado de las cauciones (Santiago de Chile, Editorial Jurídica Ediar-
ConoSur Ltda., sin año), pp. 415 y 416.
46
Se expresa en una sentencia: “El demandado en el juicio de alimentos que otorga a su cónyuge e hijos,
como parte de la pensión alimenticia, el usufructo sobre un inmueble de su propiedad, conviniendo la
prohibición de celebrar actos y contratos, no obstante que con anterioridad había otorgado hipotecas a favor
de un banco para garantizar ciertas deudas, tales usufructos y prohibiciones, por ser posteriores, no afectan
a la hipoteca, porque ésta abarcó la plena propiedad, siéndole inoponible al acreedor hipotecario, no estando
éste obligado a soportar esos gravámenes y limitaciones, lo que se traduce en el derecho de pedir su
alzamiento y cancelación.” (Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo LXXXII, segunda parte, sección
primera, 1985, p. 71); en otro fallo, se concluye: “Resulta inoponible al acreedor hipotecario el usufructo
que imponga el juez de menores, ya que la acción hipotecaria ejercida por el acreedor afectada por la
decisión de dicho juez, impide proseguir la subasta del inmueble con prescindencia de la limitación al
dominio, siendo necesario alzarlo.” (Revista de Derecho y Jurisprudencia, segunda parte, sección primera,
1987, p. 106). Ambas sentencias, citadas por Gómez de la Torre Vargas, Maricruz, “El sistema filiativo
chileno”, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 2007, p. 202.
c) Intereses de un capital.
47
Bavestrello Bontá, Irma, ob. cit., p. 88.
48
Abeliuk Manasevich, René, ob. cit., p. 385.
49
Corral Talciani, Hernán, Bienes Familiares y Participación en los Gananciales. La reforma de la Ley número
19.335, de 1994, a las relaciones personales y al régimen económico del matrimonio, Santiago de Chile,
Editorial Jurídica de Chile, 2007, segunda edición actualizada, p. 45.
50
Sentencia citada por Abeliuk Manasevich, René, ob. cit., p. 367.
Se deben alimentos a los hermanos, hasta que ellos cumplan 21 años, salvo
que estén estudiando una profesión u oficio, caso en el cual cesarán a los 28 años
(arts. 323 y 332 del Código Civil). Con todo, si se prueba que les afecta una
incapacidad física o mental que les impida subsistir por sí mismos, o si por causas
calificadas el juez considera los alimentos indispensables para la subsistencia del
alimentario, conservarán su derecho a percibirlos (art. 332, inc. 2º, del Código Civil).
Debe prevenirse que se deben alimentos a los hermanos, sean éstos de simple o de
doble conjunción, pues en esta materia, el Código Civil no distingue, como sí lo hace
en materia sucesoria. No parece posible tampoco que el Juez llamado a decretar la
pensión alimenticia, pueda ponderar este factor para fijar una prestación menor para el
hermano que sólo lo fuera por parte de padre o de madre.
Así lo dispone el art. 1º, inc. 4º, de la Ley Nº 14.908, lo que, por lo demás,
viene a cumplir el mandato previsto en el Nº 1 del art. 19 de la Constitución Política de
la República. Se trata asimismo de una derivación del principio consagrado en el art.
75 del Código Civil, en cuanto dispone que la ley protege la vida del que está por
nacer, de manera que el Juez ha de tomar, a petición de cualquier persona o de oficio,
todas las providencias que le parezcan convenientes para proteger la existencia del no
nacido, siempre que crea que de algún modo peligra.
Por lo demás, el deber de proporcionar alimentos en tal caso resulta una justa
contrapartida, a la circunstancia de extenderse la patria potestad sobre los derechos
eventuales del que está por nacer (art. 243, inc. 2º del Código Civil).
El derecho que se le otorga a la madre suscita algunas cuestiones de la mayor
importancia, relativas a los sujetos con legitimación activa y pasiva. Ahora bien,
nuestra doctrina, en esta materia, ha concluido que no cabe duda de que “la madre del
hijo que está por nacer”, en cuanto titular de la acción alimenticia, sería la cónyuge del
demandado, a quien le favorece la presunción de paternidad del no nacido,
contemplada en el art. 184 del Código Civil. Por lo demás, se agrega, no podría ser de
51
Peña González, Carlos; Etcheberry Court, Leonor; y Montero Iglesis, Marcelo, ob. cit., pp. 42 y 43; en el
mismo sentido, Abeliuk Manasevich, René, ob. cit., pp. 388 y 389.
52
Bavestrello Bontá, Irma, Derecho de Menores, Santiago de Chile, LexisNexis, 2003, segunda edición
actualizada, p. 84.
53
Figueroa Yáñez, Gonzalo, Derecho Civil de la Persona. Del genoma al nacimiento, Santiago de Chile,
Editorial Jurídica de Chile, 2007, pp. 144 y 145.
54
Orrego Acuña, Juan Andrés, Los alimentos en el Derecho Chileno, Santiago de Chile, Editorial
Metropolitana, 2007, p. 74.
55
Orrego Acuña, Juan Andrés, Temas de Derecho de Familia, Santiago de Chile, Editorial Metropolitana,
2007, p.28.
f) Al donante, cuando la donación fue cuantiosa (art. 321 Nº 5 del Código Civil).
56
Como indica Abeliuk, al señalar el art. 321 que la donación no se hubiere rescindido, también se ha
querido referir al caso de la resolución, pues en el art. 1426 se denomina “rescisión” a lo que en realidad es
resolución: ob. cit., p. 390.
57
Diccionario de la Lengua Española, Tomo 6, p. 470.
Establece el art. 203 del Código Civil: “Cuando la filiación haya sido
determinada judicialmente contra la oposición del padre o madre, aquél o ésta quedará
privado de la patria potestad”. En este primer caso, el padre o madre no podrá ejercer
la patria potestad.
Dispone a su vez el art. 271 del Código Civil que “La emancipación judicial se
efectúa por decreto del juez: 1º. Cuando el padre o la madre maltrata habitualmente
al hijo, salvo que corresponda ejercer la patria potestad al otro; 2º. Cuando el padre o
la madre ha abandonado al hijo, salvo el caso de excepción del número precedente”.
En este segundo caso, el padre o madre que era titular de la patria potestad, perderá
el derecho a continuar ejerciéndola.
El art. 19, inc. 2º de la Ley Nº 14.908, expresa que la circunstancia señalada en
el inc. 1º (si se hubiere decretado dos veces alguno de los apremios indicados en los
arts. 14 y 16 de la misma Ley), “será especialmente considerada para resolver sobre
(…) b) La emancipación judicial por abandono del hijo a que se refiere el artículo 271,
número 2, del Código Civil”.
Dispone el art. 155 del Código Civil que el Juez decretará la separación de
bienes, si el marido, por su culpa, no cumple con las obligaciones que imponen los
arts. 131 y 134 del Código Civil. Entre estas obligaciones, se encuentra la obligación de
socorro.
Así lo consigna el art. 55, inc. 3º, de la Ley de Matrimonio Civil: “Habrá lugar
también al divorcio cuando se verifique un cese efectivo de la convivencia conyugal
durante el transcurso de, a lo menos, tres años, salvo que, a solicitud de la parte
demandada, el juez verifique que el demandante, durante el cese de la convivencia, no
ha dado cumplimiento, reiterado, a su obligación de alimentos respecto del cónyuge
demandado y de los hijos comunes, pudiendo hacerlo”.
La Ley N° 18.802, al modificar el art. 145 del Código Civil (actual art. 138),
introdujo una situación novedosa: excepcionalmente, la mujer tendrá a su cargo la
administración ordinaria, cuando se cumplan los siguientes requisitos:
i.- Que afecte al marido un impedimento;
ii.- Que el impedimento del marido no fuere de larga e indefinida duración;
iii.- Que de la demora en contratar se siga perjuicio a la sociedad conyugal;
iv.- Que el juez autorice a la mujer, con conocimiento de causa; y
58
Schmidt Hott, Claudia, ob. cit., p. 94. Alude Schmidt a la Memoria de Prueba para optar al Grado de
Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, de Julie
Patricia Massmann Wyneken, titulada “La omisión de la responsabilidad parental y su resarcimiento: un
nuevo caso de derecho de daños.” Manifiesta Massmann: “Lamentablemente, incluso con la variedad de
herramientas que se establecen para lograr que se cumpla con el pago de los alimentos, sigue siendo una
responsabilidad que se omite y las sanciones aún son insuficientes. No hay conciencia de que se trata de un
asunto gravísimo, pues no puede negarse que la inobservancia de este deber constituye un abandono
económico que a su vez es un grave maltrato. Se viola el derecho humano a la subsistencia
constitucionalmente protegido, como también se frustra o entorpece el plano desarrollo del niño. Y a pesar
de que la relación entre el no pago de los alimentos y la violación de los derechos fundamentales es
evidente, no se contempla dentro de las sanciones legales la indemnización por el daño moral provocado por
el desamparo, ni la reparación de los daños materiales futuros (la falta de chance)”.
l) Autorizar la salida del país de los hijos menores sin el consentimiento del
alimentante.
Así lo dispone el art. 55, inc. 3º de la Ley de Matrimonio Civil: “Habrá lugar
también al divorcio cuando se verifique un cese efectivo de la convivencia conyugal
durante el transcurso de, a lo menos, tres años, salvo que, a solicitud de la parte
59
Esta norma establece una serie de exigencias para que el ministro de fe ratifique el finiquito laboral.
La acción se dirige contra el que por ley está obligado a la prestación, pero
puede darse el caso de que el acreedor reúna más de un título para demandarlos (por
ejemplo, ser hijo, tener un hermano y ser donante de una donación cuantiosa no
rescindida ni revocada). El art. 326 del Código Civil resuelve esta situación,
estableciendo que el demandante sólo puede hacer valer su derecho en contra de uno
de los obligados, conforme al siguiente orden de precedencia:
a) En primer lugar, hace valer su título de donante de donación cuantiosa.
b) Si carece de tal derecho, invoca su calidad de cónyuge.
c) Si no tiene tal calidad, invoca su condición de descendiente.
d) A falta de los títulos anteriores, invoca su calidad de ascendiente.
e) A falta de todo otro título preferente, invoca su calidad de hermano.
Entre varios ascendientes o descendientes debe recurrirse a los de grado más
próximo. Entre los de un mismo grado, como también entre varios obligados por un
mismo título, el Juez distribuirá la obligación en proporción a sus facultades. Habiendo
varios alimentarios respecto de un mismo deudor, el juez distribuirá los alimentos en
proporción a las necesidades de aquéllos.
Sólo en caso de insuficiencia de todos los obligados por el título preferente,
puede recurrirse al que le sigue en el orden de precedencia. En todo caso, la Corte
Suprema ha planteado en sus fallos dos criterios. Conforme al primero, “Una persona
que se encuentra en condiciones de solicitar alimentos, no necesita entablar demandas
sucesivas, y en el orden de prelación que indica el artículo 321 del Código Civil, en
contra de cada uno de los obligados. Le basta dirigirla contra aquel de ellos que estima
se halla en condiciones de prestarlos, y en ese juicio podrá demostrarse que los
obligados preferentemente se encuentran o no capacitados para proporcionarle
alimentos”. 60 En otras oportunidades, nuestros tribunales superiores han exigido, sin
60
Repertorio de Legislación y jurisprudencia Chilenas. Derecho de Menores, Santiago de Chile, Editorial
Jurídica de Chile, 2000, p. 164. Fallo dictado por la Corte Suprema el 9 de octubre de 1972.
Dispone el art. 1, inc. 1º, de la Ley Nº 14.908, que, de los juicios de alimentos,
conocerá el juez de familia del domicilio del alimentante o del alimentario, a elección
de este último. Estos juicios –agrega la ley- se tramitarán conforme a la Ley Nº
19.968, sobre Tribunales de Familia, es decir, aplicando las normas del juicio ordinario
de familia, pero con las modificaciones establecidas en la Ley Nº 14.908. El mismo
artículo, regula la competencia, tratándose de la demanda de aumento de la pensión, o
de la demanda destinada a obtener la rebaja o el cese de la pensión. Se distingue al
efecto:
i.- Demanda de aumento de la pensión alimenticia: será competente el mismo tribunal
que decretó la pensión o el del nuevo domicilio del alimentario, a elección de éste (art.
1, inc. 2°). El aumento de la pensión (como también la rebaja o el cese de la misma),
exige como presupuesto acreditar el cambio de las circunstancias que habían motivado
fijar la pensión alimenticia primitiva.
ii.- Demanda de rebaja o cese de pensión de alimentos: conocerá el tribunal del
domicilio del alimentario (art. 1, inc. 3°).
El inc. 3° del art. 1, establece, refiriéndose al demandante, que “El tribunal
deberá declarar inadmisible la demanda de rebaja o cese de pensión en el caso que la
persona se encontrare con inscripción vigente en el Registro Nacional de Deudores de
Pensiones de Alimentos, salvo que se presentaren antecedentes calificados para ello,
en concordancia con lo dispuesto en el inciso cuarto del artículo 3°”.
El inc. 4° del art. 1, dispone que la madre, de cualquier edad, podrá solicitar
alimentos para el hijo ya nacido o que está por nacer. Agrega el precepto que, si ella
fuere menor de edad, el juez deberá ejercer la facultad que le otorga el art. 19 de la
Ley Nº 19.968, en interés de la madre. Establece este precepto que, respecto a los
niños, niñas o adolescentes, o incapaces, el juez debe velar porque éstos se
encuentren debidamente representados. Para ello el Juez designará a un abogado
perteneciente a la respectiva Corporación de Asistencia Judicial o a cualquier
61
Repertorio de Legislación y jurisprudencia Chilenas. Derecho de Menores, Santiago de Chile, Editorial
Jurídica de Chile, 2000, p. 166. Fallos dictados por la Corte Suprema el 21 de noviembre de 1985, por la
Corte de Apelaciones de Valparaíso el 19 de abril de 1991 y por la Corte de Apelaciones de Santiago el 6 de
agosto de 1981.
62
GACETA JURÍDICA, Nº 132 (Santiago de Chile, Editorial Jurídica ConoSur Limitada-LexisNexis), p. 59.
63
Bavestrello Bontá, Irma, ob. cit., p. 82.
Dispone el art. 329 del Código Civil que en la tasación de los alimentos se
deberán tomar siempre en consideración las facultades del deudor y sus circunstancias
domésticas. Las “facultades” del deudor dicen relación con sus rentas, es decir, con su
capacidad económica, a su activo. Sus “circunstancias domésticas” se entienden
alusivas a todos sus gastos, a las deudas que soporta, es decir, a su pasivo.
Confrontando entonces el activo y el pasivo del demandado de alimentos, el juez ha de
concluir si está o no en condiciones de subvenir a las necesidades del demandante, y
en caso afirmativo, en qué medida.
Por su parte, el art. 7, inc. 1, de la Ley Nº 14.908, al que hicimos referencia,
precisó este concepto, al establecer que el tribunal no podrá fijar como pensión una
suma que exceda del 50% de las rentas que reciba el alimentante, salvo que existan
razones fundadas para fijarlo sobre este límite, teniendo especialmente en cuenta el
interés superior del niño, niña o adolescente, velando por que se conserve un reparto
No definió la Ley Nº 14.908 lo que debe entenderse por “renta”, de manera que
podríamos recurrir a la definición contenida en la Ley Sobre Impuesto a la Renta, que
en su art. 2º, Nº 1, señala que se entenderá por tal “los ingresos que constituyan
utilidades o beneficios que rinda una cosa o actividad y todos los beneficios, utilidades
e incrementos de patrimonio que se perciban o devenguen, cualquiera que sea su
naturaleza, origen o denominación”. Con todo, debemos considerar también lo
dispuesto en el art. 17 de la citada ley, que establece los ingresos que no constituyen
renta, aludiendo, entre otros, a la indemnización de cualquier daño emergente y del
daño moral, siempre que la indemnización por este último haya sido establecida por
sentencia ejecutoriada; las indemnizaciones por accidentes del trabajo, sea que
consistan en sumas fijas, rentas o pensiones; la adquisición de bienes por accesión de
inmueble a inmueble o de mueble a inmueble, o por prescripción, sucesión por causa
de muerte o tradición cuando el título es una donación; la indemnización por desahucio
y la indemnización de retiro hasta un máximo de un mes de remuneración por cada
año de servicio o fracción superior a seis meses; etc.
A pesar de que el Código Civil ordena considerar las “facultades del deudor” y
“sus circunstancias domésticas”, el art. 3 de la Ley Nº 14.908, establece las siguientes
presunciones, a favor de los alimentarios menores:
i.- Para los efectos de decretar los alimentos cuando un menor los solicitare de su
padre o madre, se presumirá que el alimentante tiene los medios para otorgarlos. La
presunción opera, entonces, sólo si quien demanda es el hijo menor de edad;
ii.- En virtud de la referida presunción, la ley establece montos mínimos para la
pensión de alimentos: (i) La pensión alimenticia que se decrete a favor de un menor
alimentario no podrá ser inferior al 40% del ingreso mínimo remuneracional que
corresponda según la edad del alimentante; (ii) Tratándose de dos o más menores, el
monto de la pensión alimenticia no podrá ser inferior al 30% por cada uno de ellos;
(iii) El juez podrá rebajar prudencialmente los montos mínimos antes señalados, si el
alimentante justificare que carece de los medios para pagarlos: se trata, por ende, de
presunciones simplemente legales.
64
Gómez de la Torre Vargas, Maricruz, ob. cit., pp. 194 y 195; Ramos Pazos, René, Derecho de Familia,
Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1998, pp. 513 y 514.
El inc. 1º del art. 11 de la Ley Nº 14.908, dispone que “Toda resolución judicial
que fijare una pensión alimenticia, o que aprobare una transacción bajo las condiciones
establecidas en el inciso tercero, tendrá mérito ejecutivo. Será competente para
conocer de la ejecución el tribunal que la dictó en única o en primera instancia o el del
nuevo domicilio del alimentario”.
El art. 12 de la misma Ley, regula el respectivo procedimiento ejecutivo. Sus
normas son las siguientes:
i.- Inc. 1º: “El requerimiento de pago se notificará al ejecutado en la forma establecida
en los incisos primero y segundo del artículo 23 de la ley que crea los juzgados de
familia”.
Disponen los incs. 1º y 2º del art. 23 de la Ley Nº 19.968: “Notificaciones. La
primera notificación a la demandada se efectuará personalmente por un funcionario
que haya sido designado para cumplir esta función por el juez presidente del comité de
jueces, a propuesta del administrador del tribunal. Dicho funcionario tendrá el carácter
de ministro de fe para estos efectos. La parte interesada podrá siempre encargar, a su
costa, la práctica de la notificación a un receptor judicial. / En los casos en que no
resulte posible practicar la primera notificación personalmente, por no ser habida la
persona a quien se debe notificar, y siempre que el ministro de fe encargado de la
diligencia establezca cual es su habitación o el lugar donde habitualmente ejerce su
65
Dispone el art. 207 del Código Penal: “El que, a sabiendas, presentare ante un tribunal a los testigos,
peritos o intérpretes a que se refiere el artículo precedente, u otros medios de prueba falsos o adulterados,
será castigado con la pena de presidio menor en su grado mínimo a medio y multa de seis a veinte unidades
tributarias mensuales, si se tratare de proceso civil o por falta, y con presidio menor en su grado medio a
máximo y multa de veinte a treinta unidades tributarias mensuales, si se tratare de proceso penal por
crimen o simple delito. / Los abogados que incurrieren en la conducta descrita sufrirán, además, la pena de
suspensión de profesión titular durante el tiempo de la condena. / Tratándose de un fiscal del Ministerio
Público, la pena será de presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo. / En todo
caso, si la conducta se realizare contra el imputado o acusado en proceso por crimen o simple delito, la pena
se impondrá en el grado máximo”. De lo transcrito, se deduce que tratándose de un proceso ventilado ante
un Juzgado de Familia, la pena de presidio podrá fluctuar entre 61 días y 3 años.
66
Dispone el art. 212 del Código Penal: “El que fuera de los casos previstos en los artículos precedentes
faltare a la verdad en declaración prestada bajo juramento o promesa exigida por ley, será castigado con la
pena de prisión en cualquiera de sus grados o multa de una a cuatro unidades tributarias mensuales”. De lo
transcrito, se desprende que la privación de libertad podrá llegar hasta los 60 días.
Está regulado en el art. 19 quáter de la Ley N° 14.908. Sus reglas con las
siguientes:
d) ¿Qué debe hacer el Tribunal de Familia una vez que las entidades
responden los oficios?
Una vez recibidos dichos oficios, el tribunal tendrá un plazo de tres días hábiles
para dictar la resolución que ordena el pago de la deuda liquidada con dichos fondos.
l) Inadmisibilidad de recursos.
Dispone el art. 19 octies que, en contra de las resoluciones que ordenan el pago
no procederá recurso alguno.
Se regula la materia en los arts. 19 quinquies a 19 octies, cuyas reglas son las
siguientes:
Son tres:
i.- Que hubiere tres pensiones adeudadas continuas o discontinuas (art. 19 quinquies,
inc. 1°).
ii.- El alimentante no mantenga fondos en cuentas bancarias o instrumentos
financieros o de inversión, o que habiendo fondos éstos sean insuficientes para el pago
de la deuda (art. 19 quinquies, inc. 1°).
iii.- Que el alimentante no se encuentre percibiendo una pensión de vejez o invalidez
de conformidad al decreto ley N° 3.500, de 1980 (art. 19 sexies, inc. 4°).
El art. 19 sexies dispone que deberá cumplir con las siguientes obligaciones:
i.- Para efectos de realizar el pago de la deuda con cargo a los fondos acumulados en
la cuenta de capitalización individual de cotizaciones obligatorias del deudor de
alimentos referido en el art. 19 quinquies, la administradora de fondos de pensiones
deberá liquidar la cantidad de cuotas necesarias para obtener el monto en dinero
correspondiente a la deuda ordenada pagar por el tribunal.
ii.- El pago deberá efectuarlo la administradora de fondos de pensiones en la cuenta
bancaria individualizada en la correspondiente resolución del tribunal, en un plazo de
cinco días hábiles desde que le fuere notificada la resolución que ordena el pago de la
Se refiere a esta materia el art. 19 septies. Dispone al efecto que dentro del
plazo de tres días hábiles contados desde la presentación de la solicitud regulada en el
art. 19 quinquies, el tribunal revisará por medio del sistema de interconexión, si
existen otros alimentarios y/o alimentarias a quienes se les adeude alimentos por el
mismo alimentante. En el evento de que ello así ocurra, la solicitud será conocida
conjuntamente y en un solo proceso por el tribunal competente que conozca de la
causa vigente más antigua. Para efectos del pago de las deudas, el tribunal deberá
prorratear los fondos disponibles del alimentante según las restricciones establecidas
en el inciso 2° del art. 19 quinquies entre cada una de las deudas alimentarias. A las
alimentarias y/o alimentarios que no son solicitantes, se le efectuará el pago por medio
del presente procedimiento si, al menos, tienen una mensualidad de alimentos
adeudada por parte del alimentante. Además de las menciones señaladas en el inc. 3°
del art. 19 quinquies, la resolución que el tribunal dicte en el caso tratado en este
inciso deberá consignar el monto y porcentaje de los fondos con que se pagará cada
una de las deudas.
i) Inadmisibilidad de recursos.
Dispone el art. 19 octies que, en contra de las resoluciones que ordenan el pago
no procederá recurso alguno.
Se refiere a esta materia el art. 12 bis de la Ley Nº 14.908: “En cualquier etapa
del procedimiento, sea éste ordinario, especial o de cumplimiento, el tribunal, con
objeto de cautelar derechos derivados de pensiones alimenticias invocados ante sí y
que se encuentren devengados, podrá decretar la medida cautelar de retención de
fondos acumulados en cuentas bancarias u otros instrumentos de inversión del
alimentante, teniendo en cuenta la verosimilitud del derecho invocado y el peligro en la
demora que implica la tramitación del proceso, ante la inminencia del retiro de los
fondos depositados o invertidos. / La medida cautelar de retención decretada conforme
al presente artículo surtirá efecto desde la notificación de la resolución a la respectiva
entidad bancaria o financiera, y aun antes de notificarse a la persona contra quien se
dicte. Para estos efectos, cuando el tribunal decretare la medida cautelar de retención,
dictará resolución ordenando que primero sea notificada la respectiva entidad en que
se encuentran los fondos, en el más breve plazo y por medios electrónicos, y que la
notificación a la persona contra quien se dicte la medida sea practicada
inmediatamente después. La entidad, tan pronto fuere notificada de la resolución,
deberá comunicarla al titular de los fondos contra quien se dictó la medida, mediante
medios electrónicos o, en su defecto, mediante carta certificada dirigida al domicilio
registrado en la respectiva entidad. En estos casos, la comunicación por medios
67
Repertorio de Legislación y jurisprudencia Chilenas. Derecho de Menores, Santiago de Chile, Editorial
Jurídica de Chile, 2000, p. 173. Fallo dictado el 26 de marzo de 1984 por la Corte Suprema.
68
“Historia de la Ley Nº 21.389”, Biblioteca del Congreso, pp. 169 y 170.
69
“Artículo 968: Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios: 1° El que ha cometido el
crimen de homicidio en la persona del difunto, o ha intervenido en este crimen por obra o consejo, o la dejó
perecer pudiendo salvarla; 2° El que cometió atentado grave contra la vida, el honor o los bienes de la
persona de cuya sucesión se trata, o de su cónyuge, o de cualquiera de sus ascendientes o descendientes,
con tal que dicho atentado se pruebe por sentencia ejecutoriada; 3° El consanguíneo dentro del sexto grado
inclusive, que en el estado de demencia o destitución de la persona de cuya sucesión se trata, no la socorrió
pudiendo; 4° El que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria del difunto, o le impidió
testar; 5° El que dolosamente ha detenido u ocultado un testamento del difunto, presumiéndose dolo por el
mero hecho de la detención u ocultación.”
70
Estos plazos, inferiores a los que se contemplaban originariamente en la Ley de Adopción, fueron
establecidos por la Ley Nº 20.203, publicada en el Diario Oficial de fecha 3 de agosto de 2007.
71
Bavestrello Bontá, Irma, ob. cit., pp. 25 y 26.
72
Hoy, debiéramos decir “autoridad parental”.
73
Bavestrello Bontá, Irma, ob. cit., pp. 24 y 25, quien a su vez cita a Alvarez, Atilio, “Conformación Jurídica
del abandono y su declaración judicial”, Primer Congreso Chileno de Adopción, Concepción, 1987. La
definición que éste reproduce, corresponde a la elaborada en el Tercer Encuentro de la Asociación de
Magistrados de la Judicatura de Menores de la República Argentina, celebrado en Colón, en el año 1982.
74
Corral Talciani, Hernán, “Determinación de la Filiación y Acciones de Estado en la Reforma de la Ley
número 19.585, 1998”, en “Revista de Derecho” (Universidad Católica de Valparaíso, Nº 20, 1999, pp. 94 y
95.
75
Gandulfo R., Eduardo, “La filiación, el nuevo ordenamiento y los criterios para darle origen, factores de
determinación y metacriterios de decisión”, en Gaceta Jurídica Nº 314, (Santiago de Chile, agosto de 2006,
pp. 44 y 45.
76
Juricic Cerda, Daniel, ob. cit., p. 20.
77
Schmidt Hott, Claudia, ob. cit., pp. 111 y 112.
78
Dispone el art. 111 del Código Civil español: “Quedará excluido de la patria potestad y demás funciones
tuitivas y no ostentará derechos por ministerio de la Ley respecto del hijo o sus descendientes, o en sus
herencias, el progenitor: 1º Cuando haya sido condenado a causa de las relaciones a que obedezca la
generación, según sentencia penal firme. 2º Cuando la filiación haya sido judicialmente determinada contra
su oposición. / En ambos supuestos el hijo no ostentará el apellido del progenitor en cuestión más que si lo
solicita él mismo o su representante legal. / Dejarán de producir efecto estas restricciones por determinación
del representante legal del hijo aprobada judicialmente, o por voluntad del propio hijo una vez alcanzada la
plena capacidad. / Quedarán siempre a salvo las obligaciones de velar por los hijos y prestarles alimentos.”
79
Señala una sentencia de 23 de julio de 1987, del Tribunal Supremo: “a nivel de preceptos
constitucionales, más bien cabría de tachar de inconstitucional el precepto del artículo 111 por cuya
aplicación se pugna, ya que indiscriminadamente relega graves efectos sancionatorios a la mera oposición a
la acción de filiación, sin acepción de los progenitores que razonablemente abrigaron dudas sobre su
paternidad y disipadas por prueba del juicio, acataron lo pronunciado aquietándose con la sentencia de
primer grado.”: fallo publicado en “Actualidad Civil”, Referencia 922/87, citada primero por O’Callaghan
Muñoz, Xavier, en “Investigación de la Paternidad, Acciones de Filiación. Acción de investigación de la
Paternidad. Prueba biológica”, Actualidad Editorial S.A., Madrid, 1993, pp. 14, 116 y 117, y citada también
por Schmidt Hott, Claudia, ob. cit., p. 112.
80
Obviamente, la restitución de derechos por acto testamentario no tendrá incidencia en el derecho de
alimentos del padre o madre, quienes sólo en vida del testador podrían haberlos reclamado.
g) Por cesar respecto del alimentario, la causa legal que lo facultaba para
reclamar alimentos.
81
Gómez de la Torre Vargas, Maricruz, El sistema filiativo chileno, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de
Chile, 2007, p. 195.
82
Schmidt Hott, Claudia, ob. cit., pp. 113 a 115.
83
Hay sin embargo otro argumento favorable al planteamiento de Claudia Schmidt: para el Diccionario de la
Lengua Española, “infancia” es el “Período de la vida humana desde que se nace hasta la pubertad”. Para el
Código Civil chileno, no lo olvidemos, son púberes las mujeres de 12 años y los varones de 14 años, hasta
los 18 años. Para la Ley sobre Tribunales de Familia, los púberes, que llama tal ley “adolescentes”, son los
niños y las niñas entre 14 y 18 años.
16.1. Definiciones.
84
De acuerdo al art. 1º transitorio de la Ley Nº 21.389, las disposiciones “que regulan el Registro Nacional
de Deudores de Pensiones de Alimentos y el deber de los juzgados con competencia en asuntos de familia,
referido en el inciso séptimo del artículo 12 de la ley N° 14.908, de disponer de oficio y mensualmente
realizar la liquidación de las pensiones de alimentos y notificar dicha liquidación a las partes, entrarán en
vigencia transcurrido un año contado desde la publicación de esta ley en el Diario Oficial. Asimismo,
tratándose de los alimentos decretados o aprobados con anterioridad a la publicación de la presente ley, las
disposiciones legales referidas en el inciso anterior sólo tendrán aplicación luego de transcurrido un año
contado desde la publicación de esta ley en el Diario Oficial, y siempre que el alimentario manifieste su
voluntad de cobro de la pensión ante el tribunal. Se entenderá que el alimentario manifiesta su voluntad de
cobro de la pensión, cuando éste requiera practicar una nueva liquidación o solicite la conversión del monto
en los términos del artículo tercero transitorio. Podrán practicarse las solicitudes del inciso anterior desde la
publicación de esta ley en el Diario Oficial. Para estos efectos, deberá disponerse de formularios especiales,
dentro del plazo de dos meses, cuyo contenido y formato serán determinados por la Corporación
Administrativa del Poder Judicial”. Puesto que la Ley N° 21.389 se publicó en el Diario Oficial el 18 de
noviembre de 2021, sus disposiciones entraron en vigencia el 22 de noviembre de 2022.
85
Al mencionar más adelante “el Registro”, sin otra calificación, debe entenderse que aludimos al Registro
Nacional de Deudores de Pensiones de Alimentos.
Dos son estas funciones, expresadas en el art. 23, inc. 1º: “Funciones del
Servicio. En lo que respecta al Registro, son funciones del Servicio de Registro Civil e
Identificación:
a) Realizar las inscripciones, modificaciones, actualizaciones y cancelaciones en el
Registro, ordenadas por el tribunal competente, por los medios y en la forma que
determine el reglamento.
b) Certificar en línea, por los medios y en la forma que determine el reglamento, si la
persona por la que se consulta tiene inscripciones vigentes en el Registro en calidad de
deudor de alimentos”.
A su vez, el inc. 2º se refiere a quiénes pueden acceder al Registro y
consultarlo: “Toda persona con interés legítimo en la consulta y quienes deban
realizarla podrán acceder en línea al Registro y obtener en forma gratuita la
certificación indicada en este literal. En caso de existir una inscripción vigente, la
certificación deberá individualizar al deudor de alimentos, mediante su nombre
completo y número de cédula de identidad o documento de identificación
correspondiente; indicar el número de alimentarios afectados, el monto actualizado de
la deuda y la cantidad de cuotas adeudadas, la individualización del tribunal que fijó o
aprobó la pensión y los datos de la cuenta dispuesta para realizar el pago. Si quien
realiza la consulta es el alimentario afectado o su representante legal, se podrá optar a
que la certificación también incluya referencia a dicho alimentario, individualizándolo a
través de su nombre completo y número de cédula de identidad o documento de
identificación correspondiente”.
De esta manera, el respectivo certificado otorgado por el Servicio de Registro
Civil e Identificación debe contener:
i.- La individualización del deudor de alimentos (nombre completo, número de su
cédula de identidad o documento de identificación correspondiente);
ii.- Número de alimentarios afectados;
iii.- El monto actualizado de la deuda;
iv.- La cantidad de cuotas adeudadas;
v.- La individualización del tribunal que fijó o aprobó la pensión;
vi.- Los datos de la cuenta dispuesta para efectuar el pago.
86
Debe tenerse presente lo dispuesto en el art. 5º transitorio de la Ley Nº 21.389: “En la contabilización del
número de cuotas adeudadas necesaria para la inscripción de una persona en el Registro en calidad de
deudor de alimentos, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 22 de la ley N° 14.908, incorporado por
esta ley, sólo se considerarán las pensiones alimenticias devengadas y no pagadas a partir la publicación de
esta ley. / No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, una vez cumplidas las condiciones legales para ser
inscrito en el Registro, la inscripción deberá dar cuenta de la totalidad de las cuotas y monto adeudado
resultante de la liquidación, incluidas las pensiones devengadas con anterioridad a la publicación de esta ley.
En consecuencia, para efectos de la cancelación de la inscripción en el Registro, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 25 y 26 de la ley N° 14.908, deberá considerarse la totalidad de las pensiones
alimenticias adeudadas”.
Se refiere a la materia el art. 6 del Decreto Supremo N° 62, del siguiente tenor:
“Actualización. De conformidad con lo dispuesto en el inciso final del artículo 24 de la
ley N° 14.908, luego de practicada una inscripción en el Registro, el tribunal
competente, mensualmente, tan pronto quede firme la liquidación respectiva,
comunicará al Servicio el número de mensualidades y monto adeudado, con objeto de
que proceda a la actualización de estos datos en el Registro”.
b) Rectificaciones administrativas.
87
El art. 17 de la Ley N° 4.808, dispone: “Las inscripciones no podrán ser alteradas ni modificadas sino en
virtud de sentencia judicial ejecutoriada. / No obstante lo anterior, el Director General del Registro Civil
Nacional podrá ordenar, por la vía administrativa, la rectificación de inscripciones que contengan omisiones o
errores manifiestos. / Asimismo, el Director podrá ordenar, de oficio o a petición de parte, la rectificación de
una inscripción en que aparezca subinscrito el reconocimiento de un hijo o la sentencia que determina su
filiación, con el solo objeto de asignar al inscrito el o los apellidos que le correspondan y los nombres y
apellidos del padre, madre o ambos, según los casos. / Se entenderán por omisiones o errores manifiestos
todos aquellos que se desprendan de la sola lectura de la respectiva inscripción o de los antecedentes que le
dieron origen o que la complementan. / Las rectificaciones ordenadas administrativamente estarán exentas
de impuesto. / Estas rectificaciones se practicarán de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 104 del
Reglamento Orgánico del Registro Civil, aprobado por Decreto con Fuerza de Ley N.º 2.128, de 10 de agosto
de 1930”.
Tres son las obligaciones que establece este precepto: consultar si el solicitante
de un crédito se encuentra o no inscrito en el Registro, y de estarlo, retener parte del
monto del crédito y pagar lo que se hubiere retenido.
Regula esta materia el art. 28, en los siguientes términos:
i.- El inc. 1º establece la obligación de consultar el Registro, que pesa sobre el
proveedor de servicios financieros, cuando se trate de un mutuo igual o superior a
cincuenta unidades de fomento: “Retención en las operaciones de crédito de dinero.
Todo proveedor de servicios financieros que al celebrar con una persona natural una
operación de crédito de dinero, entregue o se obligue a entregar una suma igual o
superior a cincuenta unidades de fomento, para que sea restituida en cuotas
periódicas, a excepción de los productos financieros con créditos disponibles o créditos
rotativos, estará obligado a consultar, en la forma y por los medios dispuestos en el
artículo 23, si el solicitante se encuentra inscrito en el Registro en calidad de deudor de
alimentos”.
La excepción relativa a los “créditos disponibles o créditos rotativos”, alude a
una línea de crédito, a la que el cliente puede recurrir de manera progresiva y no de
una sola vez.
ii.- El inc. 2º señala qué debe hacer la institución proveedora del servicio financiero, si
el cliente que solicita el préstamo tiene inscripción vigente en el Registro: “Si el
solicitante de una operación de crédito tiene inscripción vigente en el Registro, el
proveedor de servicios financieros estará obligado a retener el equivalente al cincuenta
por ciento del crédito o un monto inferior si éste es suficiente para solucionar el total
de los alimentos adeudados y pagar dicha suma al alimentario a través del depósito de
los fondos en la cuenta bancaria inscrita en el Registro”.
De esta manera, la institución proveedora del servicio financiero tiene dos
obligaciones en este caso: i) Retener hasta el 50% del crédito solicitado por el deudor;
y, ii) Pagar el monto que se haya retenido al alimentario, depositando los fondos en la
cuenta bancaria que figure en el Registro.
iii.- El inc. 3º, impone al respectivo Conservador de Bienes Raíces, antes de inscribir
una hipoteca, verificar que la persona a quien se asigna el crédito, no figura en el
Registro o de estarlo, que el proveedor de servicios financieros dio cumplimiento a los
deberes de retención y pago señalados en el inciso anterior: “El Conservador de Bienes
Raíces, en forma previa a la inscripción de una hipoteca que tenga por objeto
caucionar el crédito otorgado por un proveedor de servicios financieros, deberá
requerir a quien solicita la inscripción que acredite que la persona a la cual se le asigna
el crédito no figura inscrita en el Registro en calidad de deudor de alimentos, o en su
defecto, que el proveedor de servicios financieros ha dado cumplimiento a los deberes
de retención y pago señalados en el inciso anterior”.
En la práctica, en la respectiva escritura pública de constitución de la hipoteca,
deberá constar que el mutuario no figura inscrito en el Registro o, si lo está, que se
hizo la retención del caso. El Conservador de Bienes Raíces quedará así respaldado por
el tenor del propio contrato hipotecario.
Establecen estas obligaciones, que debe cumplir el Tribunal ante el cual se lleva
a cabo la ejecución, los tres primeros incisos del art. 29.
Nos remitimos a lo expresado acerca de estas normas, cuando nos referimos a
las características del derecho de alimentos.
El inc. 5º del art. 29, establece una prohibición para participar como postor en
remates judiciales, a quienes se encuentren inscritos en el Registro. La norma supone
privar a una persona del “derecho al dominio”, consagrado en el art. 19, Nº 23 de la
Constitución. Sin embargo, no puede considerarse como una norma inconstitucional,
porque vista desde otro punto de vista, se trata de un requisito que ella establece para
participar en un remate judicial (no estar inscrito en el Registro).
Durante la tramitación del Proyecto, en la Cámara de Diputados se planteó que
la norma debía ser de quorum calificado, atendido lo dispuesto en el Nº 23 citado, que
dispone: “Una ley de quórum calificado y cuando así lo exija el interés nacional puede
El inc. 6º y final del art. 29, dispone al efecto: “En caso de incumplimiento de
las obligaciones previstas en los incisos precedentes por parte de funcionarios de los
tribunales, éstos incurrirán en responsabilidad disciplinaria, la que será sancionada con
multa, a beneficio fiscal, de diez a cincuenta por ciento de su remuneración. En caso
de incumplimiento del deber referido en el inciso cuarto por parte del Notario Público,
éste incurrirá en multa a beneficio fiscal, equivalente al doble de la cantidad que debió
retener y pagar al alimentario”.
El precepto exhibe dos falencias: la primera, al equivocarse con la referencia al
inciso 4º, pues es en el inciso 5º en el que se alude al Notario Público. La segunda, en
cuanto nada se dice respecto de la sanción aplicable al liquidador del respectivo
procedimiento concursal.
El art. 30, consagra esta retención que puede afectar al deudor que figure
inscrito en el Registro. Nos remitimos a lo que expusimos en el Nº 8, letra c).
El art. 31, inc. 1º (de redacción algo oscura), establece que el deudor que figure
inscrito en el Registro no podrá comprar vehículos motorizados o inmuebles. Se trata
de otro caso, semejante al señalado en el inc. 5º del art. 29, en el que se establece
una restricción para “acceder al dominio”.
Dispone la norma: “Traspaso de bienes sujetos a registro. El Servicio de
Registro Civil e Identificación deberá rechazar la inscripción de dominio por
compraventa de un vehículo motorizado a nombre de una persona con inscripción
vigente en el Registro, en calidad de deudor de alimentos, a menos que a la fecha de
suscripción del título se certifique por un notario público que tales inscripciones no
existían y que a partir de esa fecha, no han transcurrido cinco meses. La misma
obligación adoptarán los Conservadores de Bienes Raíces ante la presentación de una
solicitud de inscripción de dominio de un inmueble por compraventa”.
Como puede desprenderse del precepto, dos requisitos deben cumplirse:
i.- Que, a la fecha de otorgarse el contrato de compraventa, el comprador no figure
inscrito en el Registro. Tal circunstancia deberá certificarla el Notario Público ante el
cual se celebre el contrato.
ii.- Que, a la fecha en que el comprador requiere al Servicio de Registro Civil e
Identificación o al Conservador de Bienes Raíces respectivo la pertinente inscripción,
no hayan transcurrido más de cinco meses a partir de la data del contrato.
En verdad, no divisamos qué justificación puede tener esta norma. Por el
contrario, la factibilidad de que el deudor pueda adquirir bienes, redundaría,
seguramente, en un aumento de sus rentas y en posibilitar que pague lo que adeude
por concepto de alimentos. En tal sentido, compartimos lo expresado por la Ministro de
la Corte Suprema, Sra. Rosa Egnem, en el marco de las observaciones formuladas por
el máximo Tribunal de la República durante la tramitación del Proyecto: “Asimismo, se
deja constancia que la ministra señora Egnem estuvo por informar negativamente la
iniciativa en lo relativo a la propuesta contenida en su artículo 31, cuando el
alimentante es el comprador a quien se impide inscribir a su nombre un vehículo o un
bien inmueble, por estimar que sobrepasa el deber de protección del derecho de
alimentos, llegando incluso a obstaculizar a una persona el obtener un bien que incluso
puede constituir una fuente de ingresos”. 88
En cambio, más útil habría sido que al momento de inscribir el bien de que se
trate, se entendiere que queda sujeto a prohibición de gravar y enajenar, por el sólo
ministerio de la ley, debiendo el Servicio de Registro Civil e Identificación y el
Conservador de Bienes Raíces, dejar constancia en sus registros de tal prohibición.
88
“Historia de la Ley Nº 21.389”, Biblioteca del Congreso, p. 32.
El inc. 5º del art. 31, señala las sanciones aplicables al Conservador de Bienes
Raíces y a los funcionarios del Servicio de Registro Civil e Identificación, que no dieren
cumplimiento a las obligaciones que señalan los cuatro primeros incisos del mismo
artículo: “El Conservador de Bienes Raíces que incumpla los deberes a que se refieren
los incisos precedentes incurrirá en multa, a beneficio fiscal, equivalente al doble de la
cantidad que debió retener y pagar al alimentario. En caso de incumplimiento de las
obligaciones a su cargo por parte de personal del Servicio, éste incurrirá en
responsabilidad disciplinaria, la que será sancionada con multa, a beneficio fiscal, del
diez al cincuenta por ciento de su remuneración”.
En todo caso, el inc. 6º del art. 31 deja en claro que la infracción a las aludidas
obligaciones no afectará la validez de la respectiva inscripción de dominio ni de la
transferencia.
El inc. 7º y final del art. 31, deja en claro que las obligaciones que establece el
precepto no regirán en el caso de las ventas forzadas, con la sola excepción de la
comunicación al Tribunal de Familia (inc. 4º del artículo): “Tratándose de la venta en
pública subasta no tendrá aplicación el presente artículo, con excepción del deber de
comunicación al tribunal con competencia en asuntos de familia al que hace referencia
el inciso cuarto. Respecto de tales actuaciones, será aplicable lo dispuesto en el
artículo 29”.
El art. 38 establece una norma especial, para la retención y pago, para el caso
de que el deudor que tenga una inscripción vigente en el Registro, fuere director o
gerente general de una sociedad anónima abierta: “De los directores y gerentes
generales de sociedades anónimas abiertas con transacción bursátil. Cuando un
gerente general o director de una sociedad anónima abierta con transacción bursátil
tenga una inscripción vigente en el Registro, en carácter de deudor de alimentos, la
sociedad respectiva deberá retener del sueldo del director o del gerente general, según
corresponda, el equivalente al cincuenta por ciento de su sueldo o el monto total de los
alimentos adeudados si éste es inferior y pagar directamente esos montos al
alimentario a través del depósito de los fondos en la cuenta bancaria inscrita en el
Registro. / El incumplimiento del deber de retención antes indicado no afectará la
validez de los actos o contratos que hubieren practicado o celebrado los gerentes
generales o directores. / Para estos efectos, se entenderán personas con interés
legítimo en la consulta, además del propio interesado, la respectiva sociedad anónima
abierta y el competente órgano fiscalizador”.
b) Funciones de la Comisión:
i.- “Coordinar la actuación de los organismos que participan de la operatoria del
Registro”.
ii.- “Coordinar la actuación de los organismos encargados de dar cumplimiento a las
medidas legales contempladas en este Título que afectan a las personas con inscripción
vigente en el Registro”.
iii.- “Evaluar la implementación y el funcionamiento del sistema, con el objeto de
proponer las medidas pertinentes tendientes a mejorar su funcionamiento”.
“En el marco de esta función, podrá preparar propuestas de convenios de
colaboración interinstitucional que se estimen necesarios para el debido
funcionamiento del Sistema, a fin de proponer su suscripción a los representantes de
las respectivas instituciones”.
iv.- “Proponer las reformas que resulten pertinentes a las autoridades de los
ministerios integrantes de la Comisión; preparando para estos efectos evaluaciones,
estudios y demás antecedentes que sustenten las proposiciones técnicas que se
formulen”.
v.- “Preparar un informe anual, respecto de las evaluaciones, propuestas técnicas y
demás antecedentes preparados por la Comisión; y respecto de los diagnósticos de la
gestión institucional y proposiciones técnicas que remitan las instituciones, de
conformidad a lo dispuesto en el inciso final del presente artículo. El informe deberá
ser entregado a las autoridades de las instituciones integrantes de la Comisión en el
mes de diciembre de cada año y remitido en igual fecha a la Comisión Especial
CUESTIONARIO: