Tesis Joaquin

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UNIVERSIDAD BOLIVARIANA

ESCUELA DE ANTROPOLOGÍA

LOS MALABARISTAS DEL PARQUE FORESTAL


Tesis para optar al grado de antropólogo y al grado académico de Licenciado en Antropología Social.

Autor: Joaquín Emiliano Figueroa Soza.


Profesora Guía: Fresia María Salinas Silva

Santiago, Chile
Septiembre 2004.

1
Es la hora de los agradecimientos. Como siempre, algún rezagado de la memoria quedará sin ser nombrado.
No importa. Se encuentra en mi corazón.

A mis padres y mis hermanos, por ser el soporte fundamental de mi formación como individuo.
A mi familia adoptada en el exilio, porque la vida sin esas experiencias no hubiese sido tan agradable. A mi
familia aún en el exilio, pues éste ya no es tal para ellos.
A mis amigos de allá, tan lejos y tan cerca.
A mis amigos y sus familias de acá, por estar tan cerca y tan preocupados de que este proceso terminase.
A mis profesores de antropología. La formación me quedó clara: somos un misterio insondable y hermoso.
A mis compañeros de curso.
Especialmente, a Fresia Salinas, mi profesora guía, que me aguantó dos años de locura investigativa, me
corrigió, me mandó a la casa, me tuvo paciencia y finalmente, al fin, me dio el tan esperado sí.
A mis amores.
A mi hija y su madre, las dos coronas de mi vida.
A mi padre, Doctor en Sociología Patricio Figueroa, que me corrigió el trabajo. Por su experiencia, su
paciencia, sus conversaciones y sus atinados comentarios.
A mis compañeros malabaristas, por ser mis objetos-sujetos, mi “nosotros” de estudio, y dejarme
entrevistarlos y nombrarlos en el trabajo.
A Pipo y Mañungo, por sus magníficas páginas de internet, malabarismochile.cl y malabarismo.cl.
A mi grupo de malabaristas, los Multujunglaje.
A las familias del circo tradicional que me permitieron conocerles y nombrarles en este trabajo.
A Máximo Pincheira, por mostrarme este arte tan bello y ser mi hermano.
A mi madre por ser el soporte de mi vida. Su paciencia y su amor.
A mi hermana, por ayudarme en inicios a ordenarme y armar un proyecto metodológico y a sus ayudas con
bibliografías necesarias.
Al Parque Forestal, y su plaza Bach, por ser un espacio ganado y al que puedo llamar con propiedad nuestro.
A los Valenzuela, por sus ayudas eternas y su sincera amistad.
A todos los que estuvieron conmigo en el proceso y creyeron en mí.
A Carlos Castaneda, por ser el impulsor, con su obra, de mis ganas de estudiar antropología.
A los que no están y deberían estar.
Con todo el amor y respeto.

2
TEMA

Los Malabaristas del Parque Forestal, Nuevas formas de hacer Sociedad Civil.

Fundamentación:

Desde hace un poco más de ocho años, todos los domingos en la tarde, un grupo de jóvenes

ocupa el espacio del Parque Forestal, detrás del Museo de Bellas Artes en la plaza Bach

para desarrollar prácticas artísticas como el malabarismo, capoeira, candombe, batucada,

trapecio y teatro.

A principios de 1994, la compañía de Teatro del Silencio de Mauricio Celedón (actor,

director de teatro) visita Europa en una gira internacional. En París, en una plaza pública

conocen del malabarismo. Los actores de Celedón se entusiasman con esa disciplina y al

llegar a Chile deciden juntarse a practicar los días domingos. Eligen el Parque Forestal por

su ubicación céntrica, en particular la plaza Bach por tener indistintamente espacios con

piso de cemento y pasto para practicar las variadas disciplinas.

Poco a poco el grupo de jóvenes fue creciendo, y se fueron incluyendo otras artes a la

práctica dominical. Así llegó la capoeira, arte marcial de los esclavos del Brasil, los

candombes uruguayos y las batucadas brasileñas. El parque se llenó de arte, de gente que

observaba, practicaba o paseaba por ahí.

3
Con el tiempo y con el aumento de afluencia de gente llegó la represión. Un día carabineros

requisó juguetes y literalmente prohibió jugar. En este momento, nacía la lucha por el

espacio.

Hace un poco más de siete años, un amigo que me acompañaba al médico sacó tres

pelotitas hechas con globos y se puso a “malabarear” en la sala de espera. Me fascinó la

pericia de mi amigo en su juego. Inmediatamente le pedí que me enseñara. El me dio un par

de instrucciones de cómo coordinar los movimientos y me invitó a practicar el domingo en

el Forestal con un grupo de gente que había conocido.

Llegué con mis pelotas el día domingo. Unos diez jóvenes practicaban una diversidad de

cosas nuevas para mí, cosas que yo había visto sólo en el circo. Mi amigo me presentó a los

concurrentes y uno de ellos me enseñó paso a paso a tirar las pelotitas al aire. Después de

un rato, me ayudaron a subirme a un monociclo, y al final de la tarde ya manejaba el

equilibrio arriba del aparato y las tres pelotas volaban en mis manos con torpeza.

Me encantó la idea de tener un quehacer el día domingo, cambiando así el chilenismo que

refleja el desperdicio del día “fomingo” o “dormingo” por “práctica en el Parque Forestal”.

Me hice asiduo y con la gente que compartía el domingo comenzamos a descubrir nuevas

formas de malabarear con los juguetes (hechos por nosotros mismos) y también nos fuimos

consiguiendo juguetes de afuera.

Así como mi amigo me invitó, yo invité a más gente y otros a su vez que se sumaban

invitaban a otros. Fuimos creciendo en proporción y ganando en experiencia. Ya nos

sentíamos “buenos” dentro de lo que hacíamos.

4
La manera en que el parque fue adquiriendo carácter de propio nació en relación directa a

que simplemente usábamos el espacio público. Nos hicimos así, los “Malabaristas del

Parque Forestal”.

¿Por qué creo que es importante su historia, su relato y su experiencia? Puedo afirmar que

es una situación, además de pintoresca, muy particular que se genera en el seno de una

sociedad restrictiva1. Podemos hablar entonces de una dualidad: existe una capacidad

autoorganizativa y autogestiva en contraparte con una sociedad rígida y controlada, donde

los espacios públicos han tenido que ser tomados nuevamente por la ciudadanía. Supongo

que las normas de comportamiento de las redes de relaciones existentes antes de la

dictadura que generaban espacios públicos no han sido borradas aún después de una

restricción de nueve años a los espacios públicos. 2

Aunque hoy en día las formas de autoorganización de la sociedad civil no tienen un sesgo

netamente político, por los cambios en el imago cultural (Néstor García Canclini en su libro

Consumidores y Ciudadanos expresa que los generadores de cultura son hoy por hoy, los

mass media en contraposición del pasado reciente, donde imperaba el llamado “ideal

social”), las personas son conscientes de sus derechos y deberes, y cada vez más en

democracia se van atreviendo a tomar las riendas de la autodeterminación.

1
Chile es el único país en el mundo sin una ley de divorcio, es uno de los pocos países donde el aborto
terapéutico es ilegal, es penalizado beber en la vía pública, y hasta hace pocos años atrás los carabineros
podían detener a la gente por sospecha.
2
El bando no.1 de la junta militar impidió usarlos, en el toque de queda, que aunque suponía un estado de
excepción, se alargó por más de nueve años y la gente se acostumbró a no reunirse, no hablar, no provocar, y
a tener un miedo implícito a las autoridades y esto se refleja aún hoy, a doce años de la llegada de la
democracia.
5
RELEVANCIA

¿Por qué considero importante este fenómeno? Porque forma parte de un proceso de re

democratización de la sociedad chilena, sobre todo de los jóvenes.

Supongo en este hecho la reconstrucción de los sujetos sociales existentes antes de la

dictadura, sujetos sociales conscientes de sus derechos y que por lo tanto los reclaman para

sí. En esta apreciación no intento plantear que haya una vuelta atrás de los sujetos, es más

bien un rescate de una manera de hacer sociedad civil, de generar espacios públicos que

tiene que ver con espacios democráticos y de generación de democracia.

El concepto de democracia es muy amplio. En este estudio, democracia es entendida, por

un lado, como las posibilidades que entrega el estado para la libre expresión de los

ciudadanos en sus espacios públicos y, por otro, cómo el ejercicio de la democracia es la

posibilidad que tienen los ciudadanos de gestionar sus espacios públicos y usarlos de la

manera que estimen conveniente3.

Este es un estudio de las implicancias de lo que significa volver a democracia después de

una época de dictadura y de cómo se rearman las redes sociales y se reconocen los sujetos

partícipes de una sociedad. Mi propósito es realizar la descripción de este proceso a través

del estudio del caso de los malabaristas del Parque Forestal.

3
Esta definición de democracia es operacional al planteamiento de lo que la tesis desea abordar y es propia
del investigador, en todo caso se basa de alguna manera en lo que los teóricos del derecho penal han escrito al
respecto del término. Para eso, remitirse a VICSO (Violencia y Control Social) www.derechopenalonline.cl

6
Me parece relevante porque en el debate nacional se ha impuesto la visión de joven

delincuente por parte de organizaciones como Paz Ciudadana. En el Memorial 2000 de la

fundación vemos que las políticas a desarrollar hacia los jóvenes son de prevención a la

deserción escolar, atendiendo este fenómeno, la deserción escolar, como índice de

delincuente en potencia y no como un problema desde las políticas estatales de la educación

formal4.

Frente al problema juvenil, hay un proceso que podríamos llamar culturización de masas

de parte de los medios de comunicación. Dice García Canclini: “...las identidades cada vez

mas se organizan cada vez menos en torno de símbolos nacionales y pasan a formarse a

partir de lo que proponen, por ejemplo, Hollywood, Televisa y MTV. Para muchos

hombres y mujeres, sobre todo jóvenes, las preguntas propias de los ciudadanos sobre cómo

informarnos y quien representa nuestros intereses son respondidas mas por el consumo

privado de bienes y de medios de comunicación que por las reglas abstractas de la

democracia o por la participación en organizaciones políticas desacreditadas...” (1995:18 y

19).

Busco entrar al debate nacional desde otra perspectiva, mostrando a la juventud como

creadora, y que refleja la contemporánea vigencia de la sociedad civil, cuyos miembros se

movilizan por motivos específicos y con gran flexibilidad.

Es fundamental en el debate nacional analizar ese tipo de concepciones del mundo juvenil,

pues la imposición de una visión sesgada y prejuiciada trae como consecuencia políticas

4
Por ejemplo, el Estado de Chile tuvo un descenso de financiamiento de la educación desde 1982 y en 1990
alcanzó su punto más bajo de los últimos veinte años: 2,76 del PGB. Suponemos que la falta de financiación
plantea importantes problemas a la sociedad chilena y que la deserción escolar está íntimamente ligada a la
carencia de recursos del sistema de educación. (fuente: Reforma en marcha: buena educación para todos,
Ministerio de Educación, 1998, Santiago de Chile.
7
públicas basadas en ellas. Es importante, por lo tanto, integrar otras perspectivas de la

mirada del joven en el ámbito oficial.

En un reportaje de la revista Punto Final5, se habla del tratamiento intimidatorio y penal que

se reserva a los jóvenes de sectores populares a partir del uso de las estadísticas de la

Fundación Paz Ciudadana. Se analiza el hecho de que la Fundación sea un enclave de las

políticas de la derecha chilena6 en la cual participan también personeros de gobierno, por lo

tanto las políticas de gobierno son regidas desde los análisis que haga esta Fundación.

El reportaje continúa explicando que existe una inflación publicitaria acerca de la potencial

peligrosidad de los jóvenes, que es desmentida por las cifras: cada año son detenidos

alrededor de 50 mil jóvenes de menos de 18 años. Pero la Fundación no analiza el hecho de

que esta se trata de una cifra relativamente estable, que ha variado un par de décimas en 20

años (1,1 % en 1980, 1,3% en 2001) y representa además el 7,3% de las detenciones

anuales en el país. Todavía hay algo más interesante. En este cuadro de detenciones que

representa un universo de más o menos cincuenta mil jóvenes, sólo diez mil infringen la ley

penal. Los otros cuarenta mil son aprehendidos por faltas o causales que no constituyen

ilícitos penales (ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública, desórdenes, etc.).

5
Roberto Ortiz: La peligrosa Paz Ciudadana, artículo publicado en la revista Punto Final, núm. 555,
quincena del 24 de octubre al 6 de noviembre de 2003, Santiago de Chile.
6
La Fundación Paz Ciudadana es del empresario comunicacional dueño del diario El Mercurio, Agustín
Edwards Eastman. Su vice- presidente es el actual ministro de educación y PPD (militante del Partido Por la
Democracia) Sergio Bitar. Se encuentran entre las empresas que auspician la “labor” de la fundación, a la
mayoría de los canales de televisión nacionales, radios y los dos holdings de prensa escrita, COPESA y El
Mercurio.
8
NATURALEZA DEL ESTUDIO:

Este es un estudio descriptivo. Se describirán los procesos de formación de los

Malabaristas del Parque Forestal, la integración de otras artes en el espacio, la historia de

los malabaristas del parque aunada a la historia de cómo construyeron sus instrumentos de

trabajo, los espacios que ganaron en el mundo laboral, sus espacios de aprendizaje, su

forma de organizarse, el altercado con las autoridades y con los vecinos y las maneras que

encontraron para solucionarlos, y de cómo ese altercado generó con mayor fuerza la idea de

pertenencia a ese lugar.

Es relevante, porque no hay más estudios de este tema, o el nivel de estudio de este tema es

muy incipiente. El único estudio con el referente a los malabaristas del Parque Forestal

entre otras “pandillas” es el desarrollado por el INJUV el año 99 con la participación de la

Escuela de Antropología de la Universidad Bolivariana acerca de las “Formas de

asociatividad Juvenil” desarrolladas por Fresia Salinas y Bernardo Arroyo como

investigadores, publicado por el INJUV en sus actas del 99 y en la revista antropológica

Austerra en su primer número.

Por el planteamiento del problema, la fundamentación he llegado a la conclusión que debe

ser un estudio etnográfico descriptivo.

9
DISCUSION BIBLIOGRAFICA

Es necesario definir lo que se entiende en este trabajo por “sociedad civil”. Néstor García

Canclini en “Consumidores y ciudadanos” habla de que esa manera de referirse a la

ciudadanía es parte de lo que se podría llamar posmodernidad, y atiende a lo recientemente

se entendía por pueblo o masa, pero en el contexto de globalización y de desprestigio de

ciertos acercamientos teórico ideológicos estos términos hoy en día no son utilizables.

Podríamos hablar de una búsqueda teórica actual de suavizar o desligar de ideologías

ciertos conceptos. Como ejemplo tenemos ya en muchos trabajos científicos sociales

hablando de “ser humano” en vez de “hombre” por la condición sexista de ese término.

El concepto de espacio público que utilizaré viene de un estudio del Grupo de Estudios

sobre Violencia y Control Social de Santiago de Chile7, El trabajo es de Javiera Díaz de la

Universidad Diego Portales y se llama “Fragmentación del espacio: enrejamiento y

criminalización de la ciudad de Santiago”. Comparto algunas apreciaciones teóricas de la

autora respecto de la sobre valoración del concepto de seguridad ciudadana por parte del

gobierno y de los estamentos de poder en Chile.

Mi búsqueda de la teorización por parte de la ciencia antropológica sobre el estudio de las

ciudades viene de lo que llamamos Antropología Urbana. La antropología nace hace más de

cien años con el interés de los europeos por conocer los extraños modos de vida de los

pueblos no occidentales denominados sociedades primitivas o salvajes. En el transcurso de

la historia de la ciencia – poco más de cien años – las cosas han cambiado. Más del 40 por

7
Se puede consultar en la página web. Www.derechopenalonline.com;

10
ciento de la población mundial vive en ciudades por lo que el mundo se ha ido urbanizando.

La antropología, que estudia al ser humano y los procesos sociales y culturales que crean y

enmarcan su existencia se ha venido por lo tanto haciendo cargo de lo urbano. Escribe

Salinas: “...Aún cuando los estudios antropológicos de la ciudad se empezaron a realizar

unas décadas antes, sólo en 1963 aparece publicada por primera vez la denominación de

antropología urbana para esta rama de la disciplina dedicada al estudio de los fenómenos

sociales en y de la ciudad... (...) desde entonces, la casi exclusividad de énfasis en las

sociedades tribales de pequeña escala ha ido equilibrándose con el estudio antropológico de

sociedades complejas, en todo tipo de asentamientos urbanos, considerando, por un lado, la

creciente urbanización de las primeras y, por otro, la convicción por parte de los

antropólogos de la validez de su aporte teórico metodológico para la comprensión de los

fenómenos sociales y culturales en estos otros escenarios...” (2001:12).

Sobre la ciudad y sus mecanismos de control social, me baso en la idea del Panóptico de

Michel Foucault por constatar que la Ciudad de Santiago en sus nuevos espacios urbanos

“seguros” apoyados por la Fundación Paz Ciudadana, encierra esta idea en sus mecanismos

de control donde la seguridad es “abrir a los ojos del ciudadano la calle” (Actas 2000

Fundación Paz Ciudadana, proyecto ejecutado en la comuna de Peñalolén sobre plazas y

espacios públicos como paraderos de micro).

11
MARCO TEÓRICO.

Trabajé con tres conceptos:

1.-Sociedad.

2.-Espacios públicos y espacios privados.

3.-Jóvenes.

La sociedad se caracteriza aquí por ser una sociedad supervigilada, con cámaras en los

espacios públicos, con políticas de estado de control social, con prácticas del aparato estatal

represivo heredadas de la dictadura. La teoría que enmarca a esta sociedad moderna es la

del panóptico de Foucault:

Señala el autor: “Este espacio cerrado, recortado, vigilado, en todos sus puntos, en el que

los individuos están insertos en un lugar fijo en el que los menores movimientos se hallan

controlados en el que todos los acontecimientos están registrados(...) en el que el poder se

ejerce por entero, de acuerdo con una figura jerárquica continua, en el que cada individuo

está constantemente localizado, examinado entre los vivos, los enfermos y los muertos –

todo esto constituye un modelo compacto del dispositivo disciplinario.” (Foucault,

1976:201).

La ciudad de Santiago se vive como un gran panóptico sobretodo en sus puntos de mayor

convergencia social, los espacios públicos. Espacios amplios, llenos de cámaras de

vigilancia, de policías, de seguridad ciudadana, de entes sociales que se encuentran ahí en

ese lugar solo para vigilar y castigar si es necesario.

12
Sobre espacios públicos y privados trabajé con un ensayo del grupo VICSO (Violencia y

Control Social, www.vicso.cl ) de Javiera Díaz, además de usar las definiciones que el

autor García Canclini sostiene sobre el tema (1996).

Dice Díaz:

“El espacio público es definido aquí como aquel lugar que pertenece a la comunidad o

ciudadanía en tanto tiene por condición un acceso y permanencia libre, lo que a su vez le

ha permitido ser el espacio de relación, vinculación y acercamiento de los sujetos que

pertenecen a dicha comunidad, lo cual también implica la existencia de un contacto y

comunicación que trasciende a la pertenencia de cualquier división o estereotipo social”.

(Javiera Díaz, 2001: s/p)

“Contextualizando el concepto de espacio público al acontecer histórico de Chile, se hace

posible hacer referencia al período de dictadura militar, período entre otros que nos permite

situar más radicalmente la problematización del espacio que podríamos llevar a cabo hoy,

ya que se nos presenta una época contemporánea donde no existió ningún respeto ni

resguardo de este espacio que fue delimitado en su carácter de `estado de sitio´ marcando

de forma más radical el desdibujamiento de este espacio en relación a lo que se define

como privado (entendido como aquello que posee un individuo en términos de propiedad,

que en ese sentido adquiere un valor exclusivo para quien lo posea)” (Javiera Díaz, 2001)

El proceso que se ha vivido en Chile a partir de la llegada de la democracia con el triunfo

de Aylwin y la Concertación, es de una paulatina y lenta democratización de los espacios


13
públicos, esto es, que se vuelven a usar y a poblar, y el resurgimiento de una vida fuera de

lo institucionalizado, que estaba en un control férreo y represivo por parte de los militares:

El Bando no. 1 de la junta de gobierno, año 1973, impone el Estado de Sitio y el toque de

queda para la nación por más de 9 años. Esto generó una sociedad donde lo abierto no

existía. Los espacios públicos no existieron en esa lógica de ordenamiento social: se generó

sobre lo público y lo privado, un tercer elemento que constituyó a su vez un elemento

espacial: lo clandestino. Y este nuevo elemento se generó a su vez en los ámbitos privado y

público: en ambos tiene calidad de compartimentación, tanto mental, social, como

discursiva. Lo público tiene un doble significado, y hasta los gestos (como en una

descripción densa geertziana) constituyen ahora elementos de doble significación. Este

Estado de Sitio genera a su vez un sospechoso perenne por parte de los mecanismos de

control: la sociedad civil. Todo civil es un potencial enemigo, un enemigo interno, un

terrorista. La gente vive una esquizofrenia, como si no pasara nada, siguen la vida mientras

aparecen muertos en el Mapocho, los metros funcionan de noche llevando tropas, y las

casas de los vecinos y las propias son allanadas en la madrugada. El enemigo interno existe,

y lejos de ser el terrorista, la mayoría de la población lo asocia con la represión, la represión

del estado militarizado.

El caso chileno es un caso especial. La llegada de la democracia en Argentina y en España

trajo consigo un destape de la sociedad hacia la democratización. En el caso argentino, por

el desprestigio de los militares en materia económico política que hace crisis con la guerra

de las Malvinas y los malos manejos de la economía. En el caso español, con un desgaste

por el tiempo transcurrido desde el inicio de la dictadura de Franco hasta su muerte. Por el

contrario, los militares en Chile no han dejado de tener hasta hoy injerencia y poder en las
14
tomas de decisiones basándose en una serie de medidas impuestas por la constitución

política del 82 y eso ha devenido en un control que ha generado la llamada “Democracia

de los consensos” o de pactos con una derecha con cuotas de poder popular ilegítimos y

económicamente poderosa que sostiene cónclaves antidemocráticos legales como los

Senadores Designados.

No podemos decir que de parte de la Concertación de Partidos Por la Democracia, único

sector progresista con la posibilidad de generar cambios en el sistema electoral (la izquierda

tradicional representada por el Partido Comunista y otros sectores del universo elector no

tienen cabida en el sistema binominal) no han existido intentos por mermar ese control.

Tampoco podemos decir que no se ha generado un lento y paulatino resurgimiento de una

sociedad civil consciente y demandante de sus derechos, pero (García Canclini: 1995)

podemos hablar de un cambio de sociedad de una sociedad generadora de espacios

públicos a una sociedad con espacios para consumir y en donde el cambio es de un

ciudadano que es visto como un hombre de derechos y deberes a un ciudadano visto como

un hombre de consumo; el cambio es de “homo civilis” a “hombre consumidor”.

Eso ha supuesto la creación de espacios públicos-privados definidos como “espacios de

consumo” como los grandes malls que hoy anegan la ciudad, donde el ciudadano pasea y se

recrea como antes lo hacía en las plazas y en los parques. Es además un espacio

panoptizado con cámaras de control y guardias de seguridad privados, y tiene un modelo de

asepsia pública, donde no todo ciudadano puede acceder, donde no se ve la miseria del

mendigo ni del niño en harapos, porque simplemente tiene la entrada prohibida y

controlada. No existe el comerciante ambulante ni los espectáculos callejeros, porque no es

una calle sino un espacio cerrado, y no hay lugares de descanso salvo donde las cadenas
15
alimenticias tienen su lugar dentro del mall llamadas muy rimbombantemente “Food

Garden`s”. Es un espacio de consumo, que es el gran cambio que se le ha exigido al ocio

humano. El ocio ya no es el ir a una plaza y descansar en el pasto o jugar a la pelota, sino

“vitrinear” o “molear”8 las grandes tiendas y sus ofertas de temporada.

Por lo tanto, la utilidad y uso de las plazas y los parques también ha sido modificado,

aunque no del todo: el ciudadano aún ocupa las plazas y los parques para pololear9,

generado a su vez por la falta de espacios privados para este menester. Pero existe hoy una

concepción de descontrol asociada a un hecho tan normal en otras latitudes como el ir a un

parque a practicar algún deporte. Esto es consecuencia del cambio generado por el imago

que genera la idea de ciudadano como Consumidor.

La ecuación que rige en este imaginario es: no consume, por lo tanto es un vago, por lo

tanto es un delincuente, por lo tanto es peligroso. Y la idea que más ha crecido fuera de

toda lógica estadística en estos años de democracia es la inseguridad o peligrosidad de los

lugares públicos en la ciudad, que no es más que consecuencia de la necesidad de control

manada de las cúpulas gubernamentales10. La sociedad se ha transformado en un panóptico

(Foucault, 1973) lleno de cámaras de seguridad y de policías privadas. La ciudad se ha

enrejado y panoptizado, “las calles hoy en día no son seguras”, se dice.

Crece esta idea con la generación del miedo “a propósito”, bajo una política de control

social que arma espacios en los mass media de espectaculares estelares de asaltos y de

8
Término usado por los jóvenes hoy en día en Santiago de Chile: en vez de decir “vamos al Mall”
simplemente lo han hecho un infinitivo: “vamos a Molear”.
9
Chilenismo de noviazgo o tener pareja.
10
La ecuación es muy simple: el neoliberalismo, política económico-social que nos rige, genera desigualdad
social, y la desigualdad social genera delincuencia. Sobre la lógica neoliberal, el Estado debe transformarse,
por lo tanto, en un Estado Policial.

16
robos en tiempo real y en la búsqueda de la sensación de la gente de inseguridad en las

calles. Dice Díaz: “...para que puedan legitimarse estas prácticas de control se hace

imprescindible la participación de los ciudadanos en el sentido que deseen y tengan la

necesidad de ese poder de control social, con lo que se asegura la idea de una peligrosidad,

lo cual no solo le otorga el estatuido derecho al sistema, como mecanismo legal de

intervenir, sino que asimismo la obligación de entregar protección, a través de mecanismos

como la vigilancia a la ciudadanía. Es así como la necesidad que originariamente pertenecía

a los intereses de dominación de un sector social, se hace propia del sujeto social, de la

ciudadanía pasa a ser parte de su deseo, calando en una estructura más profunda del sujeto,

constituyendo su subjetividad”.

“Lo anterior puede ser constatado burdamente a través de la revisión de los resultados de la

encuesta vecinal realizada por la municipalidad de Santiago el presente año, donde once

barrios encuestados respecto de los proyectos que evaluaban como de prioridad para el

sector de Santiago Sur (con un total de 17.939 votantes), en todos triunfó como primera

mayoría la instalación de casetas de seguridad, lo cual sobrepasó con creces a los proyectos

de pavimentación, iluminación, servicios de asistencia comunal gratuita, entre otros...”

(Javiera Díaz: 2001)

¿Por qué sucede esto? Por la necesidad del estado neoliberal del control; Todo aquello no

institucionalizado genera incertidumbre, libertad. Y esta es una sociedad que planteo

controlada y poco libre. Quizás, con el cambio de la idea del “enemigo interno” por parte

del régimen militar, ese que llenaba el llamado terrorista, el “marxista-leninista” o en su

defecto el terrorismo de estado de la dictadura, queda vacío y se llena con la idea de un

nuevo enemigo: El Delincuente. Salta a la luz el hecho de que fundaciones como Paz
17
Ciudadana se hayan formado a partir de la llegada de la democracia, aunando intelectuales

del gobierno concertacionista con empresarios de derecha (ver directorio de Paz

Ciudadana).

Este enemigo, el “delincuente”, no hace más que cambiar de nombre, pues afecta a la

misma esfera que afectaba en dictadura: la ciudadanía. Hoy las calles son privadas, se

concesionan las vías, se paga por estacionar, por circular, en espacios que antes eran de uso

masivo y público, en detrimento de la ciudadanía que parece no tener ni voz ni voto a la

hora de elegir políticas públicas como las mencionadas.

Las políticas de la Fundación Paz Ciudadana han logrado cambios estructurales en la

arquitectura de la ciudad licitando espacios públicos con la idea de “espacios seguros”:

Ejemplos de esto se encuentran en los nuevos paraderos de micro transparentes y en las

podas de los árboles de comunas como Peñalolén para una mejor visión del ciudadano al

entorno (Memorias 2000 Paz Ciudadana).

Con relación a los Jóvenes:

Instituciones como Paz Ciudadana enfrentan a la población juvenil con los conceptos de

“riesgo” y “prevención”, vale decir, se observa al joven como un ente de riesgo social que

hay que prevenir para que se materialice con políticas contra la deserción escolar, y con

políticas de control para los “tiempos libres” de estos entes (fuente: Memorial 2000 de Paz

Ciudadana).

En esta tesis, busco entrar al debate nacional a partir de otra perspectiva: el joven creador

de espacios públicos. La idea que encierra este trabajo es que el espacio creado en el Parque

Forestal es heredero de las prácticas democráticas de antes de la dictadura militar o de un


18
esquema que no tiene como referente lo estatuido, pues es al establishment al que se

enfrenta. Lo vinculo a la democracia y a lo anterior a la dictadura a partir de la premisa de

que es difícil que las personas generen espacios de este tipo al margen de lo histórico. Y lo

vinculo teóricamente a la teoría de la agencia.

Hagamos un pequeño repaso de cómo se ha vinculado al joven con la teoría en los estudios

contemporáneos sobre juventud:

La perspectiva teórica que ha prevalecido en el análisis de la juventud es la del “otro”, el

“alien” del fenómeno urbano, junto con los grupos homosexuales y junto con todo aquello

que se vincule con lo marginal. La alteridad es el objeto de la ciencia antropológica. Este

otro hoy se encuentra en las grandes urbes y no en los lugares exóticos que antaño visitaba

el antropólogo explorador, y la ciencia ha evolucionado como ha evolucionado la sociedad,

hacia una globalización de la forma de vivir: lo Urbano. Ese otro, esa alteridad, es

representada por los jóvenes en tanto son sujetos sociales que se oponen al establishment o

a la oficialidad, transformándose en la negación del sistema social imperante, el

neoliberalismo.

Nos dice (Zarzuri, Ganter: 2002) con respecto a los jóvenes:

“La producción, represión e integración social, cultural y política de la diferencia (o

alteridad) ha sido y es, sin duda, uno de los procesos más complejos y desconcertantes de la

historia humana. Por eso ha concentrado, de un modo u otro, el movimiento dialéctico

interno de la sociedad. Movimiento que – para hacerlo aún más complejo – se le suele

percibir y conceptuar como si no fuera movimiento, sino una dada situación estructural,

carcelaria, rígida, a-histórica e intemporal. Como si el `otro´ fuera siempre el `otro´ y el

`yo´ (o el nosotros) siempre la única identidad.


19
Como polos opuestos de una tensión metafísica. Tensión que, por tener tal constitución

ontológica, ha avalado siempre en el plano del sistema social dominante, la producción e

implementación de políticas de seguridad contra todo lo que aparece como `otro´.

El gran alien mundial engendrado por el gran ajuste neoliberal han sido las `tribus urbanas´

de jóvenes”. (Zarzuri, Ganter: 2002).

La preocupación por las culturas juveniles, es por tanto la búsqueda del otro. Pero la

búsqueda de este otro dentro de nuestras sociedades posmodernas (Augé: 1996) es en sí,

una búsqueda en nosotros mismos.

“El planteamiento de este autor (Augé) nos señala que no es posible que los seres humanos

adquieran existencia sino en la relación que los une con unos otros, ya que la subjetividad

es producida en el contacto, en el cruce de un conjunto de relaciones más la posición que

éste ocupa en aquellas a partir de sus alianzas y tradiciones. El otro es la diferencia, el

diferente, que a pesar de esto nos permite construirnos, por lo tanto no es posible excluirlo,

aunque tampoco podemos decir que sin el otro no se pueda vivir, sino que este ayuda a

construir la identidad” (Zarzurri, Ganter: 2002).

Esta identidad de la que habla Augé se construyó a lo largo de la pelea que mantuvieron

los malabaristas contra los organismos de seguridad y orden, los vecinos y la

municipalidad. Pero se construyó para y desde los vecinos y las autoridades. Fueron las

autoridades que plantearon el enfrentamiento de esta forma. Los malabaristas plantearon el

enfrentamiento desde la perspectiva de la práctica en el hecho de practicar los días

domingo malabarismo en el Parque Forestal. Por lo tanto la teoría que los identifica en esa

20
perspectiva del “joven creador de espacios públicos” que dije más arriba es la Teoría de la

Agencia11.

En esta perspectiva, este trabajo nos hablará de sujetos involucrados en una creación de un

espacio, por oposición al sistema social que los alberga. Se trata, según la autora, de tratar

con una historia hecha por sujetos y no una historia como un proceso sin sujetos, puesto

que los Malabaristas del Parque Forestal son entes, aliens, o sujetos que accionan dentro de

su sistema y lo modifican.

Nos dice la autora:

“el analista toma a estas personas (actores, individuos históricos o tipos sociales, mujeres,

trabajadores, etc.) y sus acciones como un punto de referencia para entender el desarrollo

de eventos…” (1984: pp. 4).

El fenómeno de la génesis, el proceso de constitución, desarrollo y el funcionamiento, de la

agrupación denominada Los Malabaristas del Parque Forestal será descrita desde esta

perspectiva: el sujeto-malabarista y su visión de mundo, cómo hicieron, cómo accionaron y

cómo enfrentaron el proceso de hacerse Los Malabaristas del Parque Forestal.

11
Ortner Sherry, 1984. “Antropological Theory Since the 1960´s”. En: “Comparative Studies in Society and
History 26, 1:1226-166.
21
Entonces, el marco teórico que se arma para enfrentar el tema de los Malabaristas del

Parque Forestal queda planteado así:

Contexto de la situación estudiada: la historia nacional reciente. Características de esta

nueva “forma social”: sociedad panoptizada, por lo tanto, espacios panoptizados, vigilados

y no entendidos como espacios públicos, o entendidos como espacios peligrosos.

El ser social que integra este espacio es entendido desde el establishment como un alien, un

ser peligroso, un sujeto marginal, el joven o la juventud, por lo tanto, se le enfrenta desde

esa perspectiva. El joven malabarista enfrenta su accionar desde su motivación por el arte

del circo, el agente dentro de la teoría de la agencia de Sherry Ortner, por ser los

Malabaristas del Parque Forestal entes generadores de movimiento social.

22
OBJETIVO GENERAL.

Describir la génesis, el proceso de constitución, desarrollo y el funcionamiento, de la

agrupación denominada Los Malabaristas del Parque Forestal.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

Describir su historia.

Describir su organización.

Describir sus luchas por el espacio público

Describir los tipos de malabares y juegos circenses.

23
METODOLOGÍA.

Utilizaré la metodología cualitativa para desarrollar este trabajo:

METODOLOGÍA CUALITATIVA

La observación descriptiva, las entrevistas y otros métodos cualitativos son tan


antiguos como la misma historia. Los orígenes del trabajo de campo pueden
rastrearse hasta viajeros y escritores que van desde Herodoto a Marco Polo. Pero
es a partir del siglo XIX cuando se empiezan a utilizar conscientemente en la
investigación social.
Durante todo el siglo XIX proliferaron los informes y narraciones de viajes.
Principalmente los que relataban aspectos de la vida de los habitantes de las
colonias que los países europeos tenían en ultramar. En este contexto emerge la
antropología, con la cual se presta atención científica al estudio de estos grupos
sociales y tribus desconocidas hasta entonces. Se empieza a denominar
etnografía a una descripción monográfica de gente ethnoi (del griego "otros").
En 1914, Bronislaw Malinowski (1884-1942) visitó por primera vez Nueva Guinea.
Permaneció allí varios años, especialmente en las islas Trobriand. Durante su
estancia tuvo contacto directo con las sociedades primitivas. Este contacto íntimo
fue mucho más intenso del que había tenido cualquier etnógrafo anterior. La obra
de Malinowski (1922) revolucionó el campo de la antropología social. Sus
descripciones incluyen el comportamiento explícito e inferencias sobre el
conocimiento cultural implícito (creencias), que los mismos indígenas eran
incapaces de expresar. El método de investigación era la observación participante
y la entrevista en profundidad.
En la concepción de Freud (1856-1939), igual que en Malinowski, las personas
saben mucho más de lo que son capaces de expresar. El psicoanálisis es una
forma de entrevista en profundidad para llegar al inconsciente, el cual constituye
una fuente de conocimiento para interpretar aspectos no manifiestos de la mente.
La teoría social alemana distinguía entre ciencias naturales (Naturwissenschaft) y
ciencias humanas (Geisteswissenschaft). Dilthey (1833-1911) argumenta que los
métodos de las ciencias humanas deben ser hermenéuticos o interpretativos. Su
posición será adoptada por la fenomenología de Husserl (1859-1938), la
sociología de Max Weber (1864-1920) y también el materialismo histórico y el
materialismo dialéctico a partir de Karl Marx (1818-1883). Recordemos que uno de
los puntos fundamentales del marxismo es el concepto de conciencia social: la
concepción de sí mismo y del mundo está profundamente condicionada por las
circunstancias. La ciencia social alemana pone el énfasis en el "punto de vista del
actor". La fenomenología está en el origen de la investigación cualitativa. La
introspección se considera válida como método científico.
En una dirección contraria se movía la teoría social francesa, con Comte (1795-
1857) y Durkheim (1858-1917), mucho más próxima a las ciencias naturales. Lo
24
que les interesa son los "hechos sociales". Así queda expuesto en el primer
capítulo de Las reglas del método sociológico de Durkheim (publicada por primera
vez en 1895 y cuya última reedición en castellano es de 1988). En esta dirección
se mueve la metodología cuantitativa.
La investigación cualitativa tiene sus orígenes en la antropología, pretende una
comprensión holística, no traducible a términos matemáticos, y pone el énfasis en
la profundidad. Mientras que la investigación cuantitativa tiene sus orígenes en la
sociología y en las ciencias físico-naturales, parcializa la realidad para facilitar el
análisis, y pretende estudios extensivos sobre muestras representativas de
sujetos.
Como características generales comunes a las corrientes que se engloban en la
metodología cualitativa podemos señalar las siguientes.

1. El investigador como instrumento de medida.- En la investigación cualitativa el


investigador es el instrumento de medida. Todos los datos son filtrados por el
criterio del investigador. Por consiguiente los resultados pueden ser subjetivos.

2. Estudios intensivos en pequeña escala.- Se trata de estudios en pequeña


escala que sólo se representan a sí mismos. Se basa en la exploración
intensiva de unos pocos casos y son una fuente de investigación que
probablemente no se pueda abordar mediante métodos cuantitativos.

3. Teorías e hipótesis.- No suele probar teorías o hipótesis. Es, más bien, un


método de generar teorías e hipótesis.

4. No tiene reglas de procedimiento.- El método de recogida de datos no se


especifica previamente. Las variables no quedan definidas operativamente, ni
suelen ser susceptibles de medición. La base está en la intuición y en los aspectos
artísticos del producto. La investigación es de naturaleza flexible, evolucionaría y
recursiva.

5. Holística.- Abarca el fenómeno en su conjunto. No se detiene en dividirlo en


variables o en discernir entre ellas.

6. Recursiva.- El diseño de investigación es emergente: se va elaborando a


medida que avanza la investigación. El problema inicial se va reformulando
constantemente para confirmar que los datos recogidos contribuyen a la
interpretación del fenómeno. Cuando se encuentran desajustes importantes, se
puede replantear el problema adoptando las modificaciones que se consideren
oportunas.

7. Categorización.- Para categorizar suelen preguntar frecuentemente "¿Qué es


un ejemplo de......?". Van clasificando datos preguntándose "¿A qué grupo
pertenece esta categoría?".

25
8. Análisis estadístico.- En general no permite un análisis estadístico. A veces,
pueden hacer recuentos de frecuencias y categorizaciones, pero solamente
cuando se está muy seguro de lo que se cuenta.

9. Serendipity.- Se pueden incorporar hallazgos que no se habían previsto


(serendipity).
10. Emocionalmente satisfactoria.- Es importante asegurarse de que están
hablando la voz de "su gente". Es democrática.

La observación accidental juega un papel importante en la ciencia. De tal forma


que se justifica el uso del término serendipity para referirse al descubrimiento de
algo que no entraba en los objetivos de la investigación. El fisiólogo Cannon, en
1945, recogió el término serendipity de la obra Three princess of Serendip, de
Walpole, donde se narra la historia de la búsqueda inútil de algo y el hallazgo de
muchas otras cosas valiosas que no eran buscadas. Así sucede, a veces, en la
ciencia. El investigador debe estar siempre alerta al descubrimiento fortuito de
algo que no tiene previsto, por no entrar en los objetivos de su investigación.
En muchos trabajos cualitativos se intenta un análisis profundo, de finos detalles,
del comportamiento y su significado en la interacción social diaria.

Erikson (1986: 132-133) contrasta las metodologías cuantitativa y cualitativa


ilustrándolas mediante un juego de ajedrez. La investigación cuantitativa supone
un tablero con unas piezas y unas reglas; la investigación cualitativa supone que
el tablero, las piezas y las reglas son distintas en cada situación concreta. El
estudio de la clase es un tema de topología social, más que de geometría social.

La investigación cualitativa ha recibido numerosas críticas referidas básicamente a


que:
a) es subjetiva;
b) contiene una sobrecarga de los valores del investigador;
c) no se puede replicar;
d) tiene poca fiabilidad;
e) tiene poca validez externa;
f) las conclusiones no son generalizables;
g) adolece de exactitud y precisión;
h) es poco rigurosa y asistemático.

Desde los representantes de la investigación cualitativa se han dado


justificaciones a estas críticas. En síntesis se trata de argumentar que la
investigación cualitativa atiende a unos objetivos distintos de la investigación
cuantitativa, pero que si "se hace bien" puede tener igual valor.

Howard Becker sostiene que los investigadores cualitativos no pueden evitar


tomar partido en sus estudios (cit. por Taylor y Bogdan, 1986: 285). Esto enlaza la
26
investigación cualitativa con la investigación acción. Existe una larga tradición de
"investigación acción" ligada a los estudios cualitativos. Así, por ejemplo, los
investigadores de la Escuela de Chicago trataron de cambiar las condiciones de
los barrios precarios mediante sus incisivos estudios e informes de campo. Para
Taylor y Bogdan (1986: 285) una negativa a tomar partido, con frecuencia equivale
a defender el status quo: sin saberlo, investigadores sociales recogieron
información sobre América latina para los militares de los Estados Unidos; también
el gobierno de Sudáfrica utilizó la investigación etnográfica para tratar de hacer
más eficaz el apartheid. La investigación debe ponerse del lado de los sometidos,
de aquellos que no tienen un foro donde expresarse y ser escuchados. Para
Bodemann el investigador debe intervenir activamente para aliviar el sufrimiento
humano (cit. por Taylor y Bogdan, 1986: 286). En esto ya se había adelantado
Galileo, según el cual la misión de la ciencia era aliviar el sufrimiento humano.12

El interés del investigador por vincular el proceso que se vive en el Parque Forestal los

domingos con una forma de hacer ciudadanía muy chilena, o muy propia de esta sociedad

civil, remite el trabajo a la historia reciente del país. Dice Roberto Morales Urra, en las

Actas del II Congreso Chileno de Antropología, tomo II pp879:

“...se constata la ausencia de trabajos sobre los procesos de significación que, actualmente,

elaboran los chilenos sobre su historia reciente. De esta forma, están ausentes en la

producción intelectual chilena, aquellos estudios que articulen una perspectiva histórica,

que sean capaces de dar cuenta de las relaciones entre el pasado y el presente. Así, la

temática de cómo los chilenos asumen su pasado reciente para vivir el presente y

proyectarse al futuro, constituye un enigma teórico que requiere ser resuelto...”

El estudio al que nos abocaremos en esta tesis, es etnográfico y eminentemente cualitativo.

Vale decir, por el hecho que el investigador sea malabarista, las técnicas a utilizar para la

12
http://cecte.ilce.edu.mx/cecte/talleres/invedu/docs/metodologia.htm

27
recolección y análisis de datos serán sobre todo la observación participante y las

entrevistas.

El trabajo de campo incluye:

a) participación intensiva y a largo plazo con los sujetos,


b) registro cuidadoso de lo que acontece, mediante notas de campo y la
recogida de evidencia documental (fotos, cassette, video, etc.);
c) reflexión analítica a partir de los registros realizados y la documentación
obtenida;
d) descripción detallada, utilizando procedimientos narrativos.
En investigación cualitativa se pueden utilizar técnicas de recogida de datos como
los estudios de casos, las entrevistas en profundidad, la observación participante,
fotografías, video, grabaciones, etc. Con esto se pretende estudiar lo que la gente
"dice y hace", en lugar de lo que "dice que hace", más propio de las encuestas y
métodos cuantitativos. 13

La etnografía dentro de la ciencia ha dado un vuelco hacia la sociedad globalizada, en

donde la teoría antropológica se encamina a la mirada del “otro” en su propia sociedad.

Esto lo ha desarrollado sobre todo la antropología urbana. Este trabajo se inserta dentro de

un estudio de antropología urbana. Entendemos aquí un estudio de antropología como un

estudio desde la mirada antropológica a un objeto de estudio no tradicional de la

antropología, en este caso un grupo de malabaristas que se juntan en un punto geográfico de

una ciudad a desarrollar su arte:

«Tiene sentido llamar antropológicas a esas investigaciones [a las realizadas en sociedades no

exóticas]: porque todavía siguen fieles al acucioso espíritu de investigación que se desarrolló con el

estudio de pueblos más sencillos y ágrafos. Tratamos una cultura familiar como si fuese una cultura

28
extraña... Elegimos deliberadamente este punto de vista para poder mirar la cultura desde un ángulo

visual nuevo y poner de relieve rasgos oscurecidos por otras formas de estudio» [Nadel 1974 (1951):

17-18].

INSTRUMENTOS DE RECOLECCION Y TECNICAS A UTILIZAR.

Dentro de la observación participante se generan varias categorías de profundidad de la

misma:

Así tenemos desde la observación directa de los hechos, hasta el análisis de los mismos

desde un integrante de un grupo que se transforma en el observador del mismo. Dice

Anguera citado por Baztán (1995:79) que va reduciéndose la distancia entre el observador y

el observado hasta llegar a la autoobservación, que coincide en una misma persona. La

autoobservación implica el grado más elevado de participación en la observación, donde el

observador es a la vez sujeto y objeto. Normalmente se sitúa a este grado de compromiso

en un estado de polémica en el cual actúa un doble proceso de observar la propia conducta

y registrarla. Se utiliza la autoobservación en conductas que responden a la esfera de la

privacidad.

Más que una autoobservación, lo que propugna este trabajo es la participación-observación

donde la observación es una intensificación de la observación participante cuando un

miembro adquiere la cualidad de observador de otros pertenecientes a un grupo natural de

sujetos, y aunque implica un posible sesgo de expectativa, disminuye el de reactividad y

aumenta la accesibilidad del sujeto y por consiguiente la viabilidad del estudio, pues no

13
http://cecte.ilce.edu.mx/cecte/talleres/invedu/docs/metodologia.htm
29
hay que olvidar que en metodología observacional es frecuente el grave problema de acceso

al sujeto observado durante el tiempo necesario.

Existen notables diferencias entre el papel del observador participante y del participante

observador (Babchuck: 1962) referidas especialmente a la tarea de realizar observación,

donde el participante observador tiene mayor libertad de movimiento, pudiéndose

relacionar con todas las personas de su grupo en sus propios niveles. El significado de

ciertos comportamientos escapa siempre, al menos en parte, a los que observan desde fuera,

mientras que la observación en el propio grupo ofrece, además de mayor posibilidad de

acceso, garantía de logro de mayor volumen de información.

Estudiar la propia sociedad tiene, pues, varias ventajas: no se deben atravesar los

complicados vericuetos para acceder a la comunidad, la pertenencia al grupo no introduce

alteraciones significativas lo que contribuye a generar una interacción mas natural y

mejores oportunidades para la observación participante. Plantea Guber (2001) que el

antropólogo nativo rara vez cae presa de los estereotipos que pesan sobre la población pues

está en mejores condiciones de penetrar la vida real en vez de obnubilarse con las

idealizaciones que los sujetos suelen presentar de sí. Por lo tanto en este trabajo me incluyo

dentro de lo expuesto como antropólogo nativo para desarrollar esta tesis.

El trabajo a realizado se basa sobre todo en la observación y participación que he hecho

como miembro de los malabaristas del Parque Forestal por más de 8 años y como

integrante activo de los mismos. Sin embargo, las observaciones y entrevistas para esta

tesis se hicieron a partir del año 98 utilizando el material etnográfico de estudios en los que
30
participé en calidad de estudiante de antropología/ayudante de investigación e investigador

observando mi entorno “malabarístico”14. Además, tomé notas y me dediqué a mi trabajo

como investigador haciendo entrevistas a mis compañeros malabaristas durante el proceso

de recolección de datos para desarrollar este estudio desde finales el año 2000 a la fecha.

Al ser el investigador malabarista, la técnica de recolección de datos más importante fue la

observación participante, en su variante ya explicitada, participación-observación, junto con

la observación directa de los “otros” malabaristas.

La segunda técnica de producción de datos empleada en este trabajo fue la entrevista.

La entrevista se puede considerar, básicamente, como una conversación que tiene como

finalidad conseguir información.

Hay diferentes tipos de entrevistas, pero utilicé principalmente la entrevista abierta que

permitió a los entrevistados conversar libremente sobre lo que pensaban del tema de los

malabaristas y sobre la historia que construían con sus actos. Hice también entrevistas en

profundidad a varios de mis congéneres, seleccionados por tener preponderancia dentro de

lo que deseaba relatar en esta tesis, sobre todo aquellos que estaban en el movimiento desde

el principio, o que generaron el grupo denominado la Agrupación de Malabaristas del

Parque Forestal.

Las entrevistas abiertas también sirvieron para enfrentar las diferentes miradas dentro del

grupo de los malabaristas. Hay miradas diversas con respecto al espacio que utilizan, desde

una apropiación o pertenencia casi “privada,” a una apropiación que dio paso a que otras

14
Bernardo Arroyo y Fresia Salinas, Pandillas Juveniles Urbanas Revista Estudios del INJUV 1999 Instituto
Nacional de la Juventud, Santiago Chile. Alcalá Consultores, Jóvenes y espacios públicos, Santiago Chile
31
artes se incluyeran en el espacio del parque. Así reflejo las distintas posturas acerca del

tema. Hay instancias que se han generado fuera del parque, como los “trabajos” o las

“pegas” que los malabaristas consiguen, por lo que el hacer entrevistas también nos lleva a

esa parte de su vida. Al ser yo también malabarista, pude acercarme al trabajo en esta área

y observarlo mientras lo practicaba.

Las gestiones con las autoridades en pos de regularizar el uso del espacio también son

analizadas en este trabajo, utilizando tanto datos registrados en periódicos, diarios, y

revistas en las que el tema fue tocado, como el relato experiencial de los malabaristas

involucrados en el tema.

Recogí información en las Convenciones internacionales que se vienen realizando desde

1998 en Pirque en el mes de Abril, a los que he asistido como participante y organizador.

Consulté también videos y programas televisivos en los que el tema de los Malabaristas del

Parque Forestal se ha tocado.

Las herramientas de registro de los datos fueron la libreta de notas, el diario de campo, la

grabadora, (para las entrevistas) la fotografía y la memoria. Muchas veces tuve que hacer

acopio de la memoria para relatar un hecho pasado que no fue registrado sistemáticamente

en forma inmediata, aunque realicé en esos casos entrevistas informales con mis pares para

alinear mis recuerdos a sus recuerdos o, de una manera más literaria, mi relato al relato de

los otros/míos.

Varios de mis compañeros malabaristas no desearon que su nombre apareciera en el

trabajo, por lo que hay momentos en que el relato comienza con: dicen los malabaristas y

se resalta en cursivas para apreciar el cambio en la voz del relator.

32
1. HISTORIA

1.1 ANTECEDENTES MÍNIMOS.

¿De dónde venimos?

Es en la metrópolis donde observamos la estructura de la sociedad moderna. Es el escenario

donde el hombre actual debe actuar: este escenario despliega estrategias simbólicamente

integradoras a través de la monumentalidad, con la creación de barrios cívicos y de parques

urbanos, es decir, la ciudad se otorga espacios públicos que son referentes de pertenencia a

la incipiente ciudadanía. El caso de Chile, además va de la mano con los procesos de

constitución – consolidación del Estado Nación: la formación y construcción del Parque

Forestal viene de la mano con la celebración del Centenario de la República.

Un poco de Historia:

1.1.1 EL PARQUE FORESTAL

El eje geográfico del Parque Forestal de Santiago es un espacio emblemático en la historia

de Chile. Desde la fundación de Santiago hasta 1910, la zona colindante con el río

Mapocho que después se hiciera el Parque Forestal, fue originalmente usada como depósito

de basuras y desechos por los habitantes del centro de la capital.

Se convirtió a principios del siglo XX, por efectos del centenario de la República y gracias

a la labor de importantes urbanistas como Benjamín Vicuña Mackenna, en uno de los

espacios públicos más importantes de la ciudad.


33
El Parque Forestal y sus alrededores, que comienza en el puente Bulnes y termina en las

Torres de Tajamar, alberga fundamentales pasajes de la historia de la cultura nacional.

Ejemplos de esto son el Parque de los Reyes, la Estación Mapocho, el Mercado Central, el

Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Bellas Artes, a lo que ahora sumamos las

expresiones de arte callejero que se desarrollan en el parque mismo.

El Parque Forestal es hoy sin duda y por estrategia geo –urbanística, el parque

metropolitano más importante de la ciudad de Santiago.

Diseñado en 1901 por Jorge Dubois, paisajista francés, es un parque lineal de 13.1 hás. sin

incluir las cuatro plazas que le dan continuidad hacia el poniente. Ocupa terrenos que se le

ganaron al río Mapocho al canalizarlo; sin embargo, la composición de su actual fisonomía

fue paulatina.

Sus inicios datan de 1609, cuando se construyen los primeros tajamares de contención del

río. Luego, entre 1888 y 1891 se canaliza el río Mapocho y en 1892, frente a la gestación

de la conmemoración del centenario, sale en imprenta el primer folleto que promueve la

formación del parque.

En 1901 el paisajista Jorge Dubois dirige la obra del parque entre las calles Mac Iver y

Vicuña Mackenna, y en 1910 en las celebraciones del centenario de la independencia se

inauguran la Plaza Italia y la Fuente Alemana (escultura donada en agradecimiento al

pueblo de Chile el año 1910 por la colonia alemana residente); la obra, diseñada en bronce
34
y piedra por el escultor Gustavo Eberlein, artista de reconocida fama en la Europa de

principios del siglo XX, incorpora un moderno (para su época) circuito de agua.

El edificio del Museo y academia de Bellas Artes son obra del arquitecto chileno Emilio

Jecquier, y también fueron impulsados en su construcción para los festejos del centenario

de la nación, inaugurándose todas estas bellas construcciones en 1910.

En 1920 se entrega el parque a la municipalidad y recién en 1935 se aprueba su

prolongación hasta la Estación Mapocho.

En 1948 se erige el monumento al músico alemán Juan Sebastián Bach y su plazoleta frente

a la Escuela de Bellas Artes. Luego del golpe de estado del 73 la Escuela Nacional de

Bellas Artes es trasladada al campus Macul de la Universidad de Chile en 1975 y en su

lugar se ubica al Museo de Arte Contemporáneo, también perteneciente a la Universidad de

Chile.

La plaza Bach es una explanada de cemento que queda frente al Museo de Arte

Contemporáneo, la parte posterior del Museo de Bellas Artes. La historia que se narra en

este estudio se gesta en este lugar todos los días domingos desde 1994.

35
La plaza Bach en el Parque Forestal de Santiago.

1.1.2 LOS INICIOS DEL MALABARISMO.

El malabarismo va literalmente de la mano con la aparición del hombre en la tierra. Es por

la capacidad del hombre de trabajar con las manos que pudo desarrollar herramientas que

fuesen verdaderas extensiones de sus extremidades y el manejo cada vez más especializado

en ellas y su perfección fue lo que le dio al hombre la capacidad de ser un mago de las artes

malabarísticas. El malabarismo es entendido en esta tesis como el arte de mantener (dos o

más) objetos en el aire y atraparlos alternadamente. Además uniré al malabarismo con las

artes de circo en general y consideraré a los trapecistas, equilibristas y contorsionistas que

tienen su escuela en el Parque Forestal, dentro del concepto de malabarista.

En Egipto, en los tiempos del príncipe Beni Hassan (1994-1781 a.c.) ya se conocían

mujeres que hacían malabarismo. Varias pinturas de egipcios los muestran haciendo

malabarismos de pie.
36
Pintura egipcia 1994-1781 A. C.

Fuente: www.malabarismochile.cl

Estatua de malabarista de Tebas 200 A. C.

Fuente: www.historyofjuggling.com

Otra fuente de información es el Talmud, donde se hace referencia a un rabino que, se dice,

hizo malabares con ocho antorchas y con vasos de vino, sin derramar ninguna gota. Se

sabe de tradiciones de malabarismo en la época de la dinastía Han en China hace casi dos
37
mil años por el desenterramiento en una tumba de una pintura en un baldosín donde puede

verse un acróbata apoyado en una mano y que sostiene una pila de tazones en su cabeza15.

En Roma, y posiblemente por la migración egipcia, había malabaristas en las calles.

Sabemos a su vez de los juglares en la época medieval y hacia 1768 se crea el circo

moderno en Londres, Circo de Philip Astley, donde los malabaristas tienen gran cabida.

Hacia 1930 se hace muy popular en Estados Unidos y Europa el espectáculo de variedades

entre las clases medias y altas, que sacó a los malabaristas de las calles europeas y los hizo

trabajar en teatros y circos. Las tablas y escenarios acondicionaban una gran variedad de

trucos como malabares, personas bizarras y equilibrios los cuales se hicieron muy

populares y se esparcieron por occidente16.

Los circos son, pues, el espacio que alberga a los malabaristas en la era moderna. En Chile,

el malabarismo como arte, hasta la llegada de los malabaristas del Parque Forestal, era

exclusivo de las familias circenses y los llamados circos tradicionales.

1.2 EL INICIO.

Este espacio y lo que nace de él se gesta en la tarde del domingo once de noviembre, en el

año 94.

Sergio y Nicolás eran actores de la compañía de teatro de Mauricio Celedón, El Teatro del

Silencio, y se encontraban en una gira por París presentando la obra “Taca Taca Mon

Amour” cuando conocieron una plaza en París, la plaza Les Hales, donde artistas

15
Huang Minghua, Las cien diversiones: Dos mil años de inagotable acrobacia china Revista El Correo,
Enero 1998, UNESCO, Francia.
16
www.malabarismochile.cl
38
practicaban malabares, teatro y otras actividades artísticas. Se interesaron por el

malabarismo, compraron juguetes de malabarismo (clavas, pelotas) y aprendieron a usarlos.

Llegando de vuelta a Chile decidieron juntarse en una plaza para practicar el único día de

la semana que tenían libre: el domingo. Eligieron la plaza Bach por lo céntrico y accesible.

Así nace esta historia.

El diario El Mercurio nos cuenta en un reportaje en el suplemento La Zona de Contacto:

“La historia del Parque Forestal comenzó en Francia. En junio del año pasado, Nicolás

Allendes y Sergio Pineda recorrieron Europa como parte de la compañía del Teatro del

Silencio de Andrés (sic) Celedón. Ahí visitaron un parque en París que se llama Leshalles

(sic). `Es un lugar enorme donde se reúnen músicos, pintores, bailarines y una gran

cantidad de malabaristas. Verlo fue algo tan hermoso que con Sergio nos entusiasmamos y

decidimos repetir la experiencia en Chile´, cuenta Nicolás.

Otro hito importante fue el eclipse de Arica del año pasado. Con la invasión de extranjeros

que visitó la Primera Región llegaron, también, varios expertos malabaristas. Se

mezclaron con la gente y, casi sin darse cuenta, comenzaron a repartir sus conocimientos.

`Antes de llegar a Putre sólo sabía jugar con las tres pelotas. Allá conocí a un inglés que

traía un montón de juegos y en una misma noche aprendí a usar las clavas, el golo, el

diablo y el fuego. No dormí nada, pero al día siguiente ya casi me sentía un malabarista´,

cuenta Gonzalo Concha...”17

17
Texto extraído de la Zona de Contacto, El Mercurio, Viernes 2 de junio de 1995, No 211: Malabarismo:
algo más que piruetas, de Antonio Quercia.
39
Estos incipientes malabaristas se juntan por primera vez el domingo 11 de noviembre de

1994 a practicar. Esta es la fecha de inicio de lo que denominamos el “movimiento de

Malabaristas del Parque Forestal” y del movimiento de malabaristas de Chile en general18.

A esa primera reunión llegan otras personas invitadas por Nicolás y Sergio. Ellos son, por

lo tanto, los “fundadores” de los malabaristas del Parque Forestal.

Dice Sergio:

“Yo trabajaba en el teatro del silencio con Mauricio Celedón. En uno de los viajes conocí

una plaza llamada Les Halles en el centro de París en donde se juntaban malabaristas

todos los días, no muchos, pero había allí como un grupo de amigos que se juntaban a

practicar y a compartir. Conocí ese lugar y aprendí a hacer un poco de malabares. Al año

siguiente que también nos fuimos de gira a Europa llegó el Nicolás Allendes a la compañía

y a él también le gustaba mucho la onda del circo y también conoció esa plaza, y cuando

volvimos a Chile decidimos repetir esa historia acá en Santiago. Llegamos a Santiago,

comencé a pensar qué lugar podía ser bueno y se me ocurrió la plaza ésta detrás del museo

por lo central que era, porque es accesible para toda la gente de todas las comunas, pues

me proyecté en el tiempo y pensé que podían venir gente de todos lados y por eso se eligió

un lugar claramente público y bien central y bien cultural además, al lado del museo, ahí

se hicieron miles de cosas antes también. Ahí llegamos, empezamos a invitar gente, la idea

era invitar gente todos los domingos después de las cuatro de la tarde. Y ahí empezó a

llegar la gente.

18
Es de suma importancia hacer notar que los inicios del movimiento de malabaristas de Chile tiene sus raíces
a partir del espacio vinculado al Parque Forestal y a su gente.
40
Los primeros amigos de Sergio y Nicolás tienen distintas ocupaciones en el mundo laboral

y estudiantil, pero casi todos son afines al teatro o al showbusiness dentro de sus espacios

de convivencia geográfica, vale decir, sus barrios. La gente que llega al primer domingo es

casi toda invitada por parte de ambos iniciadores a desarrollar la idea de un espacio de

práctica en un día que usualmente se descansa. La idea, nos dice Sergio es cambiar el

chilenismo de “fomingo” o “dormingo”19 .

De a poco se va sumando gente a la práctica dominical, y el parque se transforma en un

espacio que imperceptiblemente, en un comienzo, se va ocupando y haciendo propio.

Juan España, el “Rana” el “Cheo” Nilton y Darío eran del barrio de Sergio, en El Cortijo,

comuna de Conchalí. Una vez que Sergio llegó a Chile los invitó para el domingo

inaugural. Dice Sergio:

“En el barrio en que ellos vivían existía una organización social que se llamaba `El otro

Circo´ que no tenía nada que ver con el circo en ese tiempo y hacían eventos en la calle,

hacían zancos, habían chicas que hacían danza, instalaciones plásticas y entonces hacían

eventos en parques y plazas públicas.

Poco a poco llegó más gente, gente que ya estaba vinculada a lo que era el malabar como

el Camilo Prado, como el Gonzalo Concha, como el Pablo Potosniack, como el Adán,

como el Titán o el “Chacal” que eran gentes que ya hacían malabares pero lo hacían en

19
La mezcla de dos palabras: “fome”, chilenismo de “aburrido,” con domingo y de “dormir” con
“domingo”.
41
forma particular, vale decir, nunca se fueron a un lugar público como nos agarramos

nosotros”.

¿Por qué un espacio público?

“Por lo que vi en esa plaza (Les Halles) y por la formación teatral que tuve, yo empecé a

hacer teatro en la calle el año 88 en una compañía que se llamaba “Sociedad Anónima” y

era una compañía escuela, funcionábamos de lunes a viernes como escuela teníamos clases

normales de teatro de música, de danza, de dicción, de voz, de canto, de máscaras, de

zancos, de clown, de lunes a viernes de cuatro a diez de la noche, y el fin de semana

teníamos un espectáculo que se llamaba `Te pasaste la película o te hiciste la América´ que

hablaba sobre los quinientos años o `quinientos engaños´. Vale decir, mi formación como

actor callejero me ha hecho darme cuenta que el espacio público es de suma importancia

para el arte y para la sociedad. No fue una elección al azar la del espacio: en ese lugar se

hacían obras de teatro, se hace aún música al aire libre, a un costado en el museo se

presentaban también grupos de música y el museo en sí es un espacio simbólico de arte

que genera cultura”.

42
1.3 EL ARTE DE EMPEZAR A JUGAR.

El arte de empezar a jugar es el arte del entusiasmo, del enamoramiento hacia algo. En este

caso hacia los malabares y a su primer juego: las pelotitas.

Se comienza tirando una pelota con el antebrazo recogido al costado del cuerpo y moviendo

circularmente el brazo mientras la pelota describe una elipse al frente del cuerpo del

practicante. Luego se incorpora la segunda pelota; apenas la primera entra en la fase final

de la elipse, la segunda es lanzada para describir la misma figura en sentido contrario. Una

vez que las dos pelotas son manejadas se integra la tercera. Se toman dos pelotas en una

mano y se lanza una de ellas, al llegar al punto de quiebre de la elipse, la segunda de la

mano contraria sale lanzada mientras se atrapa la primera la tercera es lanzada en el

momento en que la segunda va llegando a la mano que inició el movimiento.

En el papel suena muy complicado y al desarrollarlo en la práctica el obstáculo que tiene

uno es la razón que pugna por poner orden a una serie de movimientos que van más rápido

que el pensamiento. Es como aprender a caminar. En un comienzo uno tiene que saber

cómo mover y cómo coordinar las piernas para dar pasos y seguir un ritmo que no ponga en

peligro el equilibrio del cuerpo. Con el tiempo se automatiza el movimiento y los pasos ya

no son pensados. Lo mismo sucede con las pelotas, el primer paso al mundo del

malabarismo.

Las pelotas fueron una de los primeros juegos que llegaron a entusiasmar a los incipientes

malabaristas dominicales.

Otro fue el golo, un palo redondo torneado que tiene un centro con la mitad del espesor de

los extremos, que se maneja con dos varillas. La idea del juego es coordinar los
43
movimientos sobre el centro del palo principal para que éste gire sobre las varillas en forma

perpendicular o paralela al practicante. El golo lo introdujo Gonzalo Concha. El día del

domingo inaugural por azar, Gonzalo pasaba por el parque y encontró a Sergio, Nicolás y

sus amigos y se les unió.

44
El investigador haciendo golo.

Camilo apareció un día en bicicleta por la plaza Italia con una mochila con malabares.

Sergio se le acercó y le contó del parque y los domingos. Camilo llegó al otro domingo.

Con Camilo llegó Pablo Potosniac, su mejor amigo del colegio, e interesado por los

malabares como él. Así también Adán Beltrán, muy amigo de Pablo.
45
Juan España y otros trabajaban en zancos. Máximo les conoció en una “pega”20 de zancos

y le invitaron a participar.

Máximo fue el amigo que una semana después me acompañó al médico y me enseñó a tirar

las pelotitas.

El entorno de los primeros malabaristas era el teatro. Sergio y Nicolás pertenecían a la

compañía de teatro de Mauricio Celedón, por lo que la primera gente que arribó al parque

procedía en su mayoría de ese rubro y sus afines.

La gente de la zona norte de Santiago que llegó ese primer domingo provenía del barrio de

Sergio y se entusiasmaron porque pertenecían a movimientos artísticos barriales creados en

épocas de dictadura como pequeños centros de resistencia al colapso de los espacios

públicos y al colapso del arte callejero y barrial que se dio en base al toque de queda y a la

fuerte represión de manifestaciones de todo tipo (entiéndase artísticas, culturales y sobre

todo políticas).

Los que fuimos llegando con el paso del primer y segundo mes de “Parque” éramos del

entorno del teatro.21

Al revisar las relaciones por medio de las cuales se fue integrando gente a los malabaristas,

vemos que se dan por medio de relaciones individuales y por redes sociales que se tejen en

20
Pega: trabajo.
21
En esta tesis me referiré al teatro en general y no en particular de las escuelas y las obras presentadas en
salas que son más bien elitistas. El teatro tiene un mundo muy amplio en manifestaciones artísticas tanto
callejeras como institucionales y no es mi intención no catalogar de “teatro” o su entorno a aquello que se
produce en las calles o mezclan el teatro con otras artes.
46
las urbes por convivencia geográfica (utilizamos todos un mismo espacio reducido y denso

en cantidad de habitantes por kilómetro cuadrado) y por relaciones de afinidad en los roles

sociales, en este caso de actores a malabaristas incipientes.

1.4 HISTORIA DE LOS JUGUETES.

“Como la historia de nosotros mismos como malabaristas”.

Para empezar a entender un poco el lenguaje de los malabaristas, he de decir que

“juguetes” se refiere a todo aquel material “objetivo” de malabarismo. Puesto que el

malabarismo es concebido como un “juego” en el Parque Forestal, – no así en las pegas- los

juguetes son los implementos de malabar que van desde una pelota hasta un trapecio. Los

malabaristas hablan indistintamente de “malabarear” (el acto de usar sus implementos)

como de “jugar”, por lo tanto, en esta tesis se usarán ambos conceptos entendiéndose que se

refiere a lo mismo. El uso de la palabra juego tiene que ver con que el malabarismo es un

arte recreativo y que lo que se hace en el Parque Forestal es recrearse o practicar, vale

decir, jugar.

Los malabaristas tienen una gran variedad de juegos a su alcance, pero nos remitiremos a

los más conocidos que son a su vez los que se usaron desde el inicio:

Las pelotas.

El golo.

El diábolo.

Las clavas.

El monociclo.
47
Aprender a jugar con tres pelotas es requisito de un malabarista para integrar los otros

malabares de destreza psico-motriz a su espectro de juego. Es así porque son las más

accesibles y fáciles de manejar y sobre todo, son más fáciles de acarrear.

Esta primacía de las pelotas de malabarismo con el tiempo se ha ido modificando en el

proceso de aprendizaje de un nuevo malabarista, pues ya existen herramientas para manejar

otros juguetes sin pasar por las pelotas. Aún así se puede decir que las pelotas contienen el

principio básico de aquello de llegar a “ser” malabarista, pues en el estricto rigor de un

malabarista, tiene como mínimo requisito saber jugar con tres pelotas. Digamos que es el

punto de inicio y de avance para comenzar a jugar con cualquier objeto de malabarismo que

sea de tres o más objetos en el aire.

48
1.4.1 PELOTAS

Otros nombres: bolas, esferas.

Pelotas de malabarismo.

Cuentan los malabaristas:

“Comenzamos a jugar con pelotas que hacíamos de arena y globos y con golos que

hacíamos de palos de escoba con cámara de llanta. Eran muy pesados ambos. Sufríamos

de tendinitis a las pocas semanas o en la mejor de todas, sacábamos músculo en los bíceps

de tanto tirar pelotas hacia arriba. Probamos entonces con materiales un poco más

ligeros: un día alguien llegó con las pelotitas de globo con semillitas de alpiste adentro. El

peso era ideal, pero el proceso de meter las semillas era muy difícil. Fue la época de las

`semillas´ dentro de las pelotas. Había pelotitas con lentejas, otros traían pelotitas con

arroz, pero se rompían con el uso, por lo que empezamos a hacerlas con varias capas de

globos. En algún momento alguien se le ocurrió meter harina en una media de mujer y

forrarla de globo. Fue una de las mejores soluciones y la que se hizo al final la más

popular”.

49
Los juguetes han sufrido modificaciones en su proceso de profesionalización del

malabarismo en Chile. Hasta hoy es posible ver que los malabaristas de familias circenses

de circos tradicionales se hacen sus propios juguetes y que el modelo que entregan las

grandes compañías europeas manufactureras actuales22 son reemplazables por elementos

hechos en casa. Esto se explica porque a veces es más deseable hacerse uno su propio

juguete que comprarlo, pues la costumbre al peso, espesor y movimiento del juguete lleva

al malabarista a preferir aquello que ya conoce y aquello que ha usado durante años. Para

muchos de los jóvenes que hoy en día juegan en el Parque ese proceso no ha sido

vivenciado, por lo que han aprendido a jugar con cosas que compran, pero los que

estuvieron en el proceso de hacer del malabarismo en Chile un movimiento social (aunque

en un principio no se lo imaginaban), han recorrido el camino largo y varios siguen

haciendo sus juguetes propios.

Así comenzamos a jugar con pelotitas de globo con arena que fueron modificadas por

pelotitas de globo con arroz o alpiste, para darle un peso menor, pero el alpiste y el arroz

arruinaban rápidamente el globo y se rompía. Se probó entonces usar una media de mujer

con harina y a la media agregarle no uno, sino varios globos para compactarla y hacerla

más redonda y resistente. Esa pelota duró mucho, incluso hasta hoy es posible verla

rondando en manos de algún niño que no tiene plata para comprarse una pelota en una

tienda especializada: también está la posibilidad de comprar las pelotas de tenis e

inyectarles agua para que queden en un peso necesario para elevarlas sin que se las lleve el

22
Mister Babache y Henrys son las compañías manufactureras de implementos malabarísticos más conocidas.
Hacen clavas, pelotas, golos, monociclos, aros, en fin, de todo. La tienda actual que importa estos
50
viento. De hecho, las pelotas de tenis son las más vistas en los semáforos usadas por niños

con poca familiaridad con los materiales circenses, niños alejados del ámbito del circo, que

usan los “semáforos” para subsistir. No hay que confundir, a pesar de esto, a los

malabaristas de semáforo, gente de profesión malabarística que vive de hacer shows en los

semáforos. La crisis económica atrajo no solo a los profesionales23, niños y jóvenes, sino

también a los más necesitados a las esquinas de las calles de Santiago.

Hay también pelotas traídas de afuera, pelotas de marca, las Henrys o las Mister Babache

que son grandes compañías manufactureras de implementos de malabarismo. Reitero que

son las que actualmente se venden en las tiendas especializadas como INVINSA en

Irarrázabal, MÁGICO y CABEZA DE MARTILLO en la feria Bío Bío o la CASA

PAYASO en Avenida Matta, y que se actualmente se usan en el parque que por su

durabilidad, han sido las que finalmente se han quedado en el mercado.

La industria nacional (sobre todo MAGICO, CABEZA DE MARTILLO e INVINSA) ha

copiado este modelo por ser el más resistente y manejable. Pero existen también pelotas de

distintas variedades y para distintos usos malabarísticos, como las pelotas de contacto

hechas de un material transparente y más pesado que las pelotas de malabarismo

convencional. Existen a su vez pelotas de luz, de flúor y hasta de fuego. Cada una es una

especificidad en el arte de malabarear con pelotas: las de contacto son aquellas usadas para

que la pelota se deslice por el cuerpo o entre las manos, manejándolas con los dedos. Deben

implementos es INVINSA en Irarrázabal.


23
Con profesionales me refiero a aquellos malabaristas con escuela circense en el parque o en las escuelas
actuales de circo (Circo del Mundo) que han elegido los semáforos como medio de subsistencia. El
“profesionalismo” se puede distinguir en la calidad de los actos ejecutados en los breves segundos de un
semáforo de esquina.
51
su peso mayor a las que se elevan en el aire porque son para deslizarse a través del

malabarista y no debe rebotar. Son hechas de acrílico transparente y las hay de distinto

tamaño.

Pelotas de contacto.

Las de luz son pelotas con un mecanismo luminoso interno que es a pila: la pelota brilla

sobre su cubierta de color (puede ser rojo, azul, verde, etc) y sirven para hacer malabarismo

de noche y sin iluminación.

Pelotas de luz.

Las de flúor son pelotas luminosas que se cargan con la luz eléctrica o solar pues están

hechas con flúor, material que reacciona a la luz “cargándose”. Sirven para hacer shows

nocturnos.

Las pelotas de fuego son pelotas que tienen estructura de un alambre de metal en forma

elíptica que asemeja a una pelota y son huecas por dentro, para poner en su interior una

52
mecha que se prende. Debe ser manejada con guantes de Kevlar, material inmune al fuego

creado por la NASA.

Pelotas de fuego de Kevlar

En fin, hoy en día aún es difícil traer algunos juguetes que no han logrado una masividad.

Sigue en el imaginario de varios malabaristas el jugar con pelotas de luz, o fluorescentes,

que siguen siendo exclusividades traídas de afuera por lo caras que son y porque en

realidad cumplen un rol de especificidad de un acto: las de luz, flúor y fuego sirven solo de

noche, por lo que si no se actúa de noche en realidad cumple la función de lujo.

53
1.4.2 EL GOLO.

Otros nombres: Devil Stick (palo del diablo), Flower Stick (palo de Flores) o Palo Chino.

El golo se compone de 3 piezas. La primera y más importante es la vara principal,


que es un madero acinturado en el centro, esta cintura sirve como eje de
gravedad, después lo componen 2 varas mas chicas, con las que se les da el
movimiento con las manos24.

Golo Mr. Babache.

El golo tiene un origen muy antiguo en la China. Su nombre era Hua Kun que quiere decir

“palo de flor”. Fue usado como un juguete y en danzas rituales. Lo que probablemente

sucedió fue que los buenos jugadores del golo fuesen invitados a ser parte de festivales y

eventos especiales para demostrar sus habilidades25. De esta manera, el juego del golo fue

elevado a la categoría de arte profesional.

El golo vino de China a occidente a finales del siglo XVIII y principios del XIX, en el

momento en que Europa estaba interesada en hacer tratados con la China. Seguramente con

la llegada de los embajadores y los misioneros éstos conocieron del golo y lo trasladaron a

24
www.malabarismochile.cl
25
Strong, Todd: The DevilStick Book, 1990, Brian Dube Inc, USA.
54
Europa. En 1813 un volante del teatro de Berlín anuncia en su show de la tarde “El show de

Medua y Mooty Samme con palos Chinos”26.

El primer golo al parque lo trajo Gonzalo Concha. Pero es un juego de la antigua China que

se usaba para concentrar la atención y para el entretenimiento.

Era un palo torneado con la mitad de espesor en el centro con respecto a los extremos. Para

poder manejarlo, se usaban dos varillas que Gonzalo había envuelto con sonda para suero.

Lo difícil era encontrar la sonda una vez que el se gastaban, pues ese material es médico.

Entonces se planteó la posibilidad de forrar el golo con algún material parecido a la sonda

en vez de las varillas, para tener un mejor agarre y menor fricción.

26
Ibid 55
Nos dicen los malabaristas:

Al principio usamos un palo de escoba forrado con cámara de llanta, pero tenía mucho

peso. Alguien en una suelería encontró un material ligero y adherible al palo que no

dejaba que las varillas resbalasen al malabarear: la microporosa o `Eva´ (que es el

nombre como se le conoce a ese material). El problema de encontrar varillas resistentes

se resolvió paseando un día por Homecenter donde conocimos de los `tarugos´ de distinto

espesor, tremendamente resistentes.

Nuevamente el problema se concentró en el golo por problemas con la madera: si era

resistente tenía mucho peso (copihue, raulí, etc.) y si era ligera (álamo) se quebraba

fácilmente. Se decidió ir haciendo golos resistentes pero mucho más delgados. Otros a su

vez hacían golos más gruesos pero de maderas más livianas como el álamo.

Dicen los malabaristas:

Algunos nos dedicamos a manufacturar y a vender nuestros propios modelos. Andrés

Bienzobas, por ejemplo, hizo unos golos de PVC de variados tamaños y diseños. Algunos

no servían mucho pero eran muy estéticos.

En algún momento a alguien se le ocurrió que el golo no fuese forrado con listones de EVA

sino con el EVA o microporosa (como también se le conoce) pegado como forro en una

sola capa. Después vinieron los diseños y los forrados de las varillas. Aún es posible

encontrar distintas maneras de hacer un golo en espesor, torneado, peso, largo y forrado.

Para el buen entendedor, se necesita un peso ideal en el centro justo del golo (la parte más
56
delgada) y que el centro sea de la mitad del ancho de las puntas. El resto son adornos y no

influyen en la maniobrabilidad del juguete.

Existen a su vez golos de flúor (fluorescentes) y golos de fuego.

1.4.3 EL FUEGO

Para los golos de fuego y cualquier juguete de fuego en general, los malabaristas se

dedicaron a probar con materiales muy diversos: para la mecha usaron toalla enrollada y

trenzada con alambre. El problema con los golos de madera era que se quemaban en la

punta y la mecha salía despedida hacia cualquier lugar en un show, cosa que se tornaba

peligrosa si la gente que miraba se encontraba cerca. Así que varios probaron hacer los

golos de fuego con varillas de aluminio hueco, pero se les doblaban. Hasta que al centro del

aluminio pusieron un tarugo de madera. El problema después fue solucionar la forma del

golo de fuego: ¿cómo hacer un golo que tuviese la forma cilindro-cónica?

Lo solucionamos poniendo más material Eva en los extremos y solo una capa en el centro.

Otros malabaristas siguieron probando con el palo de madera torneado, pero se les

quemaban rápidamente los extremos que contenían las mechas. Empezaron a forrar los

extremos con una latilla que sacaban de las bebidas enlatadas y así lo solucionaron.

57
La mecha la encontramos en los pantalones viejos, en las toallas y en cualquier tela que

encontrábamos por ahí, hasta que alguien encontró el asbesto y durante mucho tiempo fue

el material que usamos.

Con la llegada de la información acerca de la asbestosis27 decidieron buscar nuevos

materiales y volver por mientras a las toallas y a los pantalones viejos.

En sus investigaciones para mejorar el material, supieron de una tela especial de la NASA

llamada KEVLAR que tenía las mismas propiedades del asbesto (no se quema pero sí

combustiona) y que no era tóxico.

Nos cuentan:

Vivimos la experiencia de saber que el asbesto era tóxico y de dejamos de usarlo, no sin

antes conocer del nuevo material que lo sustituía. Varios comprábamos en Santa Isabel en

“La Casa del Asbesto” una tira de un metro para poder hacer la mecha. Nos convertimos

en clientes habituales que nos pasábamos el dato de boca en boca: los malabares y su

confección no necesitaban en ese entonces de tener el conocimiento de su confección en

secreto profesional, pues dependíamos los unos de los otros para ir mejorándolos en la

medida en que nos era difícil traer cosas de Europa y Norteamérica. Cada vez que alguien

perfeccionaba la técnica la repartía entre sus pares. Hoy eso no existe, pues las industrias

han copiado con éxito el material de afuera en la medida en que el mercado ha ido

creciendo.

27
Enfermedad que produce el asbesto que al ser inhalado se aloja en los pulmones y crea quistes o “fibrosis
quística”.
58
El Kevlar es el material que finalmente se usa para hacer los juguetes de fuego.

Hoy en día la industria nacional del malabarismo utiliza esta experiencia para la confección

de golos. La microporosa o “Eva” se puede ver ahora firmemente adherida al todos los

golos que se confeccionan para la venta y con varios colores y formas y ya no con el antaño

típico forrado de “cintas” de cinco centímetros de espesor como un cucurucho que

“hacíamos antes”. Los golos importados (Mr. Babache) tienen el principio del primer golo

de Gonzalo Concha: la adherencia se encuentra en las varillas, y los golos tienen una

lámina de papel refractante muy delgada que les da una apariencia colorida y bella.

Golo de fuego con mechas de Kevlar

59
1.4.4 JUGUETES EN GENERAL

El proceso de modificación de las pelotas y de los golos no ha ocurrido con por otro tipo de

implementos malabarísticos, pues su confección es más complicada. Aunque esto no paró a

los incipientes malabaristas que probaron hacer de todo desarmando los existentes, al final

se optó por la importación de la mayoría de los otros juguetes.

Dicen:

Los otros juguetes se tuvieron que traer de afuera. Salvo unas incipientes clavas hechas

con dos botellas de bebida cortadas a la mitad con un palo de escoba, no se perfeccionó la

técnica de su confección porque las clavas necesitan un peso muy específico (a los tres

cuartos de su longitud) para que se puedan manejar con facilidad, además que era

complicado hacer clavas que amoldaran belleza estética y peso adecuado, a sus tres

cuartas partes de longitud.

Hoy la industria nacional ha logrado copiar los modelos de distintos juguetes traídos de

Europa y Estados Unidos, aunque la idea que nos motivaba traer lo más posible desde

afuera era exactamente para poder copiarlo.

El proceso de encontrar los mejores materiales fue largo y nuestro entusiasmo fue lo que

nos llevó a lograr reunirlos. Los datos nos los pasábamos domingo a domingo y así

fabricábamos los juguetes entre todos. Uno llegaba con un nuevo material que entre todos

íbamos perfeccionando.

60
Hoy en día la incipiente empresa nacional de malabarismo “made in Chile” se ha

expandido gracias a que el mercado ha crecido con el movimiento de malabaristas. Hay

pequeños artesanos que exportan e importan material y han copiado con éxito los juguetes

creados en el exterior.

1.4.4.1 DIABOLO.

Diábolo de marca Henry´s.

El diábolo es un juego de la antigua China y era confeccionado con dos conos opuestos de

madera. Hoy en día el diábolo está hecho con dos conos opuestos de plástico y un centro de

metal que une a los dos conos.

Es bastante difícil saber con precisión cuando se inventó el diábolo. No obstante,


los historiadores están de acuerdo que en la China, donde se descubrió, el juego
del diábolo se ha practicado durante más de 2.000 años. Durante la dinastía Han
(206 AC), al diábolo se le denominaba "Kouen-gen" que significa "hacer silbar el
bambú vacío". De hecho, en la China, los diábolos todavía hoy se hacen de
bambú, con agujeros en los lados para hacerlos silbar mientras ruedan.
Los misioneros franceses e ingleses y enviados políticos y diplomáticos, fueron los
que llevaron a Europa estos extraños objetos, denominados por un desconocido
erudito "DIABALLO" (luego díabolo), de la raíz griega "día" que significa "a través
de" ,y "ballo" que significa "lanzar".
En Francia, tan pronto como se introdujo, el diábolo fue muy bien acogido y
considerado un juego tan competitivo como el "jeu de paume" probablemente una
forma de tenis antigua. Ya que en 1810, se formaron diversos clubs en París y las
61
competiciones tenían lugar en lo que son hoy en día los Champs Elysées. El juego
del diábolo llegó a estar muy de moda, incluso en la Corte de Napoleón I, parece
ser que se jugaba con diábolos hechos de madera maciza.
En 1906, un inventor francés, Gustave Phillipart, presentó un diábolo hecho con
dos copas de metal y los bordes protegidos con caucho de neumáticos viejos. "El
diábolo moderno se había inventado". Pronto hubo una verdadera locura en
Francia y luego en Inglaterra. Numerosos escritos, narraciones y tarjetas postales
muestran que se jugaba con el diábolo por todas partes y por casi todas las clases
sociales. Con la primera Guerra Mundial llegó el segundo eclipse del juego.
Más tarde, el diábolo solo aparecerá en los escenarios de los teatros. Hacia 1980,
gracias al uso de la tecnología moderna, a los materiales, y a la investigación y
precisión de los fabricantes, empezó una nueva era para el juego del diábolo, lo
cual permitió que cada vez más y más malabaristas y aficionados hicieran cosas
extraordinarias con 1, 2 o 3 de estos extraños y bellos objetos voladores.
Diábolo, 4000 años de historia, todavía un pasado fabuloso y un gran potencial
para más descubrimientos.
A principios de siglo XX, el artista alemán McSouvereign obtuvo el título no oficial
de "rey del diábolo" hasta 1947. A partir de entonces, muchos artistas se
aprovecharon de las ventajas de la tecnología moderna y del progreso que se
había alcanzado en la fabricación de diábolos más duraderos, lo cual transformó
este juego en un arte espectacular28.

Diábolo metálico para hacer fuego, con mechas de Kevlar.

El diábolo se juega con dos varillas unidas por una cuerda, haciéndolo hacer vueltas y

lanzándolo al aire. Los malabaristas intentaron hacer diábolos con sopapos opuestos, pero

no se logró nunca igualar a los importados, decidiendo finalmente traerlos del exterior.

28
www.malabarismochile.cl
62
Hubo un auge importante de diábolos el año 1996 e industrias plásticas nacionales fueron

copiando el modelo importado hasta perfeccionarlo, aunque nunca han llegado a la calidad

de los diábolos traídos de afuera.

También hay diábolos de luz, de fuego, y de flúor, pero no son masivos entre los

malabaristas del parque.

1.4.4.2 LAS CLAVAS.

Otros nombres: Palos, Mazas, Pinos.

Se dice que hacia 1890 un tal De Witt Cook inventó las mazas (o clavas) y fue el primero

en utilizarlas en los espectáculos de varieté que se pusieron de moda en Europa y

Norteamérica en esos años.

Los malabaristas del parque usaron las clavas desde su primer domingo en el parque:

Sergio y Nicolás las habían traído entre sus implementos importados de Francia.

63
1.4.4.3 MONOCICLO.

El monociclo es un juguete vehículo como una bicicleta pero de una sola rueda. “El

monociclo nace por casualidad en la Europa del siglo XIX. En ese entonces existían las

bicicletas de una rueda grande y una pequeña atrás, lo que hacía a las gentes que la

manejaban balancearse atrás y adelante, y a veces quedar en tal posición que la rueda

trasera ni siquiera tocaba el suelo”.

“Fue aquí cuando un artista de un circo francés que hacía acrobacias en estas bicicletas a tal

punto que nunca apoyaba la rueda trasera se le ocurrió sacarla. Lo que resultó fue el primer

monociclo de la historia”29.

29
www.malabarismochile.cl

64
El monociclo intentó hacerse en Chile por los primeros malabaristas que conocieron de un

bicicletero en la calle San Diego que fabricaba algunas piezas claves de este vehículo, pero

por su complejidad estructural se decidió finalmente importarlo.

Es usado hasta hoy y existen malabaristas que se han especializado en su uso, y han traído

también monociclos “jirafa” que son más altos que los normales.

1.4.5 JUGUETES Y SU IMPORTACIÓN.

Además de intercambiar conocimientos para hacer y fabricar malabares, varios

malabaristas se dedicaron a la compra de juguetes en sus salidas al exterior. Era ya la

época de la Internet, mas o menos el año 1995, varios tenían acceso a la red en su casa, y

las direcciones se conseguían por ese medio. Otra forma de buscar información fue con los

malabaristas extranjeros que llegaban a Chile y que paraban en el Parque Forestal, por

casualidad o porque habían visto en programas de canales internacionales sobre nosotros.

Pero lo que empezó a traer más cantidad de juguetes fueron las visitas de unos malabaristas

a Europa y sus primeras convenciones de malabares, la convención de 96 en Grenouble,


65
Francia. Camilo y Pablo supieron de ese evento, postularon a un proyecto en la fundación

Andes para ir a la convención e impartir un taller después a la vuelta.

Asistieron, trayendo información y juguetes nuevos, e impartieron un curso de malabares

en el INJUV (parte del proyecto Andes que se habían ganado) ese mismo año. En ese curso

se linearon - según las entrevistas realizadas a varios asistentes a ese evento -, las primeras

formas de organización por grupos: salió de ahí la PATOGALLINA (colectivo teatral), los

MORISBALAMA (colectivo malabarístico) y los PAYASO (colectivo de malabares y

empresa de importación de juguetes).

66
2. COMENZANDO A “SER” MALABARISTAS.

2.1 LA LLEGADA DE GENTE DE CIRCO TRADICIONAL. “Aprendiendo a ser

circense”.

El circo en Chile nace hace aproximadamente cien años, en Valparaíso, a donde llegaban circos
de otras partes a presentarse en el puerto. Finalmente en este lugar se arraiga una familia
circense, “Los pacheco”, los que traen el circo a nuestro país.

Ellos presentaban su espectáculo en galpones, estaciones de tren y escuelas, el circo se relaciona


con gente común que le atraía este mundo, naciendo así un gran numero de familias circenses. Es
en este entonces cuando surge la familia Maluenda (actualmente Circo Los tachuelas).

El circo comenzó a hacer giras nacionales, pero en ese entonces no contaban con los recursos
actuales para movilizarse de un lado a otro, debían realizarlas en carretas de bueyes lo que hacía
más largo el tiempo de llagada entra una ciudad y otra.

Unos de los circos más conocidos por la gente son sin duda las “Águilas Humanas” y “Los
Tachuelas”. El primero se remonta hacía 1920, cuando Enrique Venturino Soto organiza la
empresa cóndor –dueña en ese tiempo de salas de Teatro y productora de espectáculos- que
luego creo el circo en 1926.
De cómo surgió el nombre “Las Águilas Humanas”, existen dos versiones. Una que el creador tomó
el nombre de un circo gitano boliviano que se llamaba así, el que conoció mientras negociaba telas
en el altiplano. La otra historia, menciona a una familia de trapecistas mexicanos cuyo acto era tan
30
espectacular, que les decían que eran verdaderas águilas humanas .

El circo tradicional en Chile se compone de grupos familiares que crean empresas de

espectáculos. Viven una vida de trashumantes aunque generalmente el punto de partida y de

llegada de su itinerancia es la ciudad de Santiago. Hay veces en que las familias los

acompañan en el viaje y otras en que no se ven con su núcleo familiar por varios meses. Su

conocimiento se traspasa habitualmente de generación en generación. Así es como tenemos

en Chile, por ejemplo, a la familia de los “Calugas” o tony (clown) que comenzó con el

30
www.google.com
67
conocido Abraham Lillo Machuca, el “Tony Caluga” y actualmente su nieto el “Tony

Chico” es el que lleva adelante la empresa familiar de espectáculo.

Un domingo de Octubre del año 1995 causó revuelo el hecho de que gente de una familia

de circo, los Cárdenas, rondaba por ahí, en un paseo dominical. Los niños de la familia

rápidamente pidieron prestados juguetes, los sopesaron, y comenzaron a malabarear con

una destreza inusitada. Nosotros, ávidos de conocimiento, les rodeamos. Terminó la

familia entera, que constaba de primos, tíos hijos e hijas, enseñándonos números y trucos.

En cierto momento de la tarde, en el que habían hecho una fila y pasaban corriendo en

piruetas me entusiasmé y en la misma línea hice un mortal hacia delante. Caí semi sentado.

Uno de ellos me explicaba cómo lograr el mortal con mayor altura, cuando de repente a una

mirada inquisidora de un mayor, dejó la explicación y se fue de mi lado. Traté de

sonsacarlo a él y a sus pares. En cierto momento alguno de los mayores se puso receloso de

nuestra avidez de aprender y su despliegue de oficio en esa tarde para enseñar. Dejaron de

hacer piruetas y se fueron. Pero cierta parte de la familia siguió visitando el parque, de

hecho se había formado ya un vínculo con los más osados que les habían ido a visitar a su

carpa en las afueras de San Miguel.

Dicen los malabaristas:

“Germán, un amigo del parque, empezó a tener romances con Yahaira, la hija de los

Cárdenas. Ella entonces le enseñaba trucos y Germán fue aprendiendo el método de

trabajo de ellos, que es malabarear con mayor velocidad. En el verano se fue de gira con

el circo donde aprendió a montar y desmontar una carpa, y hasta hizo un número con

Diábolos que preparó ahí mismo. Más tarde se fue a Cuba a la escuela de circo nacional”.
68
Este relato muestra una de las maneras en que de los circenses tradicionales entraron en

contacto con la gente del parque. Existieron otras: en algún momento se necesitó

conocimiento de armar una carpa, y se pidió a Germán Cárdenas que la instalara y se le

contrató para eso. Nos enseñó a montarla de buena gana y así empezamos a estrechar lazos

más allá de lo formal-contractual. En eso ayudó mucho la vinculación de los jóvenes del

circo tradicional con la gente del parque. Las historias de amor también son parte de la

madeja de redes sociales que permitieron tener una relación más estrecha con las familias

de circo y entenderlas más en su forma de compartir o no su conocimiento.

Por ejemplo, para la primera convención de malabarismo chilena que hicimos, arrendamos

la Carpa de Cárdenas para montarla en Pirque, y así construimos lazos que hasta hoy

perduran. Pero el circo tradicional es mucho más reacio a compartir sus conocimientos.

Podría decir incluso que la llegada del malabarismo y su extensión a ciertos ámbitos de la

sociedad les molestó, les afectó y se han tenido que adaptar. Lo que más le afectó tuvo que

ver con el hermetismo de la tradición circense que para ellos es importante. Yahaira

Cárdenas, hija de Germán, nos comenta que no entienden que la gente comparta

conocimientos, pues para ellos es algo que solo se comparte de generación en generación.

Les ha afectado el hecho de que el malabarismo sea una moda y no un estilo de vida, y que

se aleje de las carpas de circo y que sea ahora de las calles (por los malabaristas de

semáforo).

69
Para nosotros el vínculo generó la posibilidad de entrar a los circos de septiembre invitados

por los artistas nacionales y a algunos de compartir la itinerancia de la vida de estas

personas. Lo que entregó el circo tradicional fue la imagen de profesionalismo y de estilo

de vida del hacer y ser circense, aunque la relación siga siendo de grupos separados, nos

une el destino de lo que elegimos como oficio.

2.2 LAS PRIMERAS PEGAS:

“De los zancos al malabar”.

Hasta el año 1994 el malabarismo en Chile era cosa de los circos tradicionales. Salvo una o

dos compañías de teatro itinerante (Mauricio Celedón y Andrés Pérez, por nombrar a los

más conocidos) relacionado con lo circense se remitía prácticamente al circo tradicional.

Aquello que motivaba realizar proezas parecidas a las acrobáticas de circo y fuera de ese

círculo social, eran los zancos, que entonces eran novedosos y muy prestigiados en las

distintas posibilidades de trabajo que se generaban: eventos, fiestas, ferias, campañas

políticas, inauguraciones, cumpleaños e incluso obras de teatro. Los trabajos, para los

zanquistas, abundaban. Incluso se hizo una maratón de zancos el año 94 por la Alameda

que congregó a una cantidad considerable de practicantes de este arte que, como decía,

generaba muchos adherentes por ser novedoso y entretenido. Para algunos actores, los

zancos entregaban la posibilidad de ampliar la gama de personajes que encontraban en

escena. Así, la Compañía de Teatro Aéreo hizo la obra “El sueño de Clara” en zancos y el

70
Tulo31 también hizo una obra que presentó en el Parque Forestal por mucho tiempo que se

llamaba “El Caballo Caballero”.

Nos cuentan los malabaristas:

“Un compañero en la escuela de teatro llevó unos zancos que se había hecho con aluminio

y madera. Me los prestó una mañana y me ayudó a subirme. El pánico que me provocó el

vértigo de la altura me tuvo aferrado a un poste por momentos que me parecieron eternos.

De a poco me solté y comencé a avanzar sostenido a las vigas del techo de la escuela de

teatro de la Universidad de Chile”.

“Los zancos los aprendí a hacer y a andar en la playa, en casa de mi padre. Me dediqué

una tarde entera a construir unos soportes de madera de un metro y medio de alto, con un

sobrante de sesenta centímetros para que cubrieran la parte de mi pierna hasta las

rodillas. Clavé dos pares de zapatos viejos a la estructura y me até dos gruesos suéteres de

lana en las rodillas a modo de protectores. Me paré sobre la estructura agarrado de un

poste que sostenía una ramada que mi padre había construido. Pasé una hora por lo

menos tratando de caminar sin perder el equilibrio de un poste a otro, sostenido por las

vigas que hacían el soporte del techo, hasta que pude manejarme solo y comencé a

caminar por el lugar sin apoyo. Al final de la tarde andaba yo haciendo piruetas en la

playa con los zancos”.

“Mi destreza se vio compensada con trabajos de zanquista que un amigo de la escuela

conseguía para ambos, y que después me fui consiguiendo yo con el tiempo. Al ir

acrecentando las posibilidades en malabares, sobre todo con la experimentación del fuego,

las pegas empezaron a llovernos. Teníamos trabajo en eventos, en inauguraciones, en

31
Apodo de Arturo Rossel, actor de teatro callejero de la compañía “Equilibrio Precario”.
71
almuerzos ejecutivos, y sobre todo en discotecas. Eran trabajos estables un par de días a la

semana que pagaban muy bien por hacer malabares con fuego. Escogíamos una canción

que generase expectación, con ritmo o de plano la discoteca contrataba por su cuenta a

batucadas que tocaban mientras uno malabareaba y eso generaba una onda muy afro”.

“A mi me contrataron fijo en una discoteca- restaurante porque podía hacer mi número de

malabares en la discoteca y hacía una hora de mimo en el restaurante. Por mi versatilidad

me pagaban más y tenía trabajo casi todas las semanas. Ahí mismo y en el Parque

Forestal se daban las condiciones para que alguien contratara los servicios de

malabarismo. Los eventos estaban a la orden del día. Trabajé para marcas como

Budweiser, Heineken, Caterpillar, Gasco, Guillette, etc”.

“La dinámica del trabajo hacía que nosotros nos profesionalizáramos cada vez más pues

estabamos sobre exigidos al no haber competencia”.

Hubo de verdad un período de moda malabarística que puede encontrarse entre finales del

96 y finales del 98, donde principalmente la clase acomodada tomó los referentes del

malabarismo como una condición de status juvenil. Muchos jóvenes de clase media y clase

alta practicaban malabarismo; los recreos en colegios como la Alianza Francesa, Saint

George, Santiago College, La Girouette, Rudolf Steiner, Alcántara, Altamira, se llenaron de

practicantes. Varios de estos colegios contrataron malabaristas como profesores para hacer

talleres.

En el caso de las corporaciones culturales de las municipalidades y de los liceos públicos,

también se impartieron varios talleres de malabarismo. El malabarismo era un referente de

algo artístico e igualó el estatus en las instituciones de los talleres de danza, teatro y música.

Además había una gran demanda juvenil por la moda.


72
Una vez que la crisis económica cayó sobre Chile en el año 199832 las “pegas” fueron

decreciendo tanto en cantidad como en dineros que se recibían. Al mismo tiempo el

malabarismo sufrió una masividad que logró hacer que se perdiera su exclusividad. El

malabarismo ya no estaba de moda.

La crisis se notaba: las productoras quebraban, los dueños hacían eventos con mayor

cantidad de gente pero con menos dinero y solo algunos aguantaron esa situación. Otros

prefirieron ir amoldando aquello que consideraban secundario (los trabajos de docencia en

colegios y centros culturales municipales) para que fuese su principal sostén económico,

pues para esa época varios malabaristas que habían vivido de las bonanzas de los eventos

ya se habían independizado de sus familias.

Otros salieron de circulación y se dedicaron a sus carreras o entraron a la universidad y

consignaron al malabarismo como un “affaire” juvenil, y otros se dedicaron a

profesionalizarse de lleno en el arte circense yéndose de Chile a escuelas abiertas en Cuba o

en Europa. Otros tomaron la forma de vida del malabarista y se dedicaron a recorrer el

mundo.

Con todo, el Parque Forestal no perdió su gente. Al contrario, fue sumando en otras artes en

su espacio físico y ganando en gente malabarista con las personas formadas en colegios

por los primeros malabaristas. Una vez que el malabarismo ingresó a la calle con los

semáforos y las escuelas en poblaciones, ganó a su vez en extenderse hacia clases sociales

menos privilegiadas. La historia aún no terminaba.

32
Fazio:1999; 2002
73
Dicen algunos que los malabares decayeron cuando aparecieron malabaristas en los

semáforos. Para algunos de los malabaristas más antiguos, eso es un desprestigio. Otros ya

considerados antiguos33, ya han hecho escuela en los semáforos, pues no es un hecho

reciente, si pensamos que la crisis comenzó el año 98. Pero en general, la gente o se

profesionalizó en el área circense con entidades como la ONG Circo del Mundo o formó

compañías como los Patogallina34 o simplemente dejó de lado el oficio.

Malabaristas:

“Yo salí de circulación de los eventos y me dediqué a la docencia malabarística, otro

rubro que se abrió con la reforma educacional35. Muchos nos dedicamos hoy en día a la

docencia y en el año salen un par de eventos, o trabajos en casas particulares, pero no son

ya de la magnitud ni del alcance monetario de antaño”.

Los malabares se afianzaron en Chile a tal nivel, que los niños saben a veces malabarear

mejor que un malabarista en un semáforo. Vale decir, el malabarismo se ha introducido y a

pasado a ser parte de la vida cotidiana de la gente en Santiago, se ha logrado hacer parte del

cotidiano. Hoy no es extraño ver malabares por todas partes: la ciudad de Santiago en sus

esquinas y semáforos ha compartido este crecimiento.

33
Con el apelativo de “los más antiguos” nos referimos a aquellos que llegaron entre el primer año y el
tercero, del 94 al 96. A partir del 96 llegó otra gente que ya podemos (a 2003) llamar también “antigua” en el
parque.
34
La ONG Cirque du Monde trabaja en Chile hace seis años con niños en riesgo social y depende
directamente del famoso “Cirque Du Soleil” de Montreal.
“Patogallina” es una compañía de teatro que nació de la gente del Parque Forestal.
74
2.3 LA LLEGADA DEL CIRCO DEL MUNDO.

Llevábamos unos tres años en el parque (hacia 1996) cuando un domingo llegaron un

canadiense y un australiano a mostrar acrobacias y a hacer piruetas de piso. Varios nos

entusiasmamos con ellos, y al rato nos explicaban las distintas posiciones del cuerpo para ir

haciendo figuras de contorsión. Alain, el canadiense, nos invitó a participar de una escuela

de circo en formación auspiciada por el Circo del Sol (Cirque Du Soleil de Montreal) que

se había instalado en El Canelo de Nos, en San Bernardo. De inmediato me inscribí para

aprender más de este oficio. Comenzamos el curso una semana después. Nos lo iban a

impartir gratis, con la condición, firmada, de pagar enseñando en poblaciones. El proyecto

que se formaba se llamaba el “Circo del Mundo”, y pretendía ser una escuela de circo

social, para sacar de la droga a niños en riesgo social. La primera sede se había hecho en

Río de Janeiro en el Brasil, y ya estaba dando frutos con los meninhos da rúa. La idea era

extender el circo a las poblaciones para los chicos en riesgo social y darles una oportunidad

real de salir del círculo de la pobreza integrando una compañía circense que abarcaría

Latinoamérica entera. 36

Entrenamos tanto los malabares como el cuerpo en las artes circenses. Entre los asistentes

al primer taller del Circo del Mundo se encontraban los miembros la compañía de Andrés

del Bosque, actor y director de “Las siete vidas del Tony Caluga,” obra de teatro que en

esos momentos se estaba presentando en Vicuña Mackenna 5, en un baldío al lado de la

35
La Reforma Educacional de los gobiernos de la Concertación comienza a principios de los años 90 y
conforme ha avanzado, ha permitido espacios para talleres alternativos como los de malabarismo.
36
El proyecto sigue en boga y este año recién pasado formó la primera escuela de circo en Chile, además de
llevar más de seis años trabajando en poblaciones con buenos resultados.
75
embajada de Argentina cerca de Plaza Italia37. Ellos estaban tomando el curso, al igual que

nosotros, en calidad de alumnos de Alain y de Jeff. Alain era trapecista del circo de

Montreal y dirigía el proyecto Circo del Mundo en el Cono Sur. Jeff era australiano y

malabarista de circo, pero había tomado su propio rumbo en cuanto a la disciplina y le

imprimía cierto misticismo al rebuscar en los inicios de la misma la idea primigenia de los

chinos en cuanto a la destreza motriz:

El malabarismo es entendido por los orientales, como un arte de concentración y de

atención muy vinculado con la cosmogonía zen del equilibrio. La concentración, la

respiración, la posición del cuerpo y el objetivo del malabarismo son en este esquema,

obtener largos períodos de atención absoluta en una tarea que involucrase la mente y el

cuerpo.

Por ejemplo, Jeff nos instaba a tirar las pelotitas sin hacerlas sonar al llegar a las manos,

buscando más bien predecir el movimiento para que las pelotas en el aire se posaran en las

manos con suavidad y armonía. También nos cambiaba la atención de los ojos de los

malabares al entorno y viceversa, cosa de tomar conciencia de que una parte del cuerpo era

mecánica y no necesitaba ya de la atención de la mente para ser ejecutada.

La manera en que los malabaristas jugaban en el parque se influenció de esa manera de ver

los malabares y los diferenció con respecto a los artistas del circo tradicional: hay formas

de malabarear patentemente opuestas en uno y otro grupo: la rapidez y la destreza es una

37
Hoy ese baldío es el espacio de la compañía Gran Circo Teatro de Andrés Pérez.
76
marca del circo tradicional. La suavidad y la armonía es una marca de la gente del Parque

Forestal, que aúna su teoría de circo en el enfoque del “Nuevo Circo,”38.

Alain, por su parte, nos aleccionó en técnicas de gimnasia de piso y gimnasia para dos. Al

ser Alain franco/inglés las clases se impartían en esos idiomas y nos turnábamos para

traducirlo. Alain también trabajaba la parte mística del cuerpo. Todas las mañanas al llegar

al curso nos hacía una sesión de yoga empezando por el “saludo al sol”, serie de ejercicios

de cara al astro rey con respiraciones y pausas corporales de mucho respeto. Luego

calentábamos el cuerpo y desarrollábamos las prácticas de gimnasia correspondientes. Al

ser un grupo variado en edades y en estados físicos, no adentramos mayormente en el

trabajo de la acrobacia profesional. También nos enseñó la técnica del Clown.

A continuación, expondré un poco de la historia del clown39:

No poseemos datos exactos ni tenemos la certeza de quién fue el primer payaso de la


historia. Sin embargo, conocemos antecedentes muy remotos que nos dan una idea de la
existencia de estos personajes en la antigüedad.

Hace unos cuatro mil años, en la antigua China, un bufón llamado Yusze, servía en la corte
del emperador Chiiu Shih huang-ti, a quien se debe la construcción de la gran muralla
china. Desde esta época ya le sería otorgado a este personaje un privilegio que le será
reconocido a lo largo de la historia: el poderse burlar del rey, hacerle sugerencias, e influir
contundentemente en sus decisiones, aunque este beneficio debía ser ejercido con tacto y
cautela, pues de sobrepasarse o equivocarse, nuestro chistoso personaje podía pagar con

38
El Nuevo Circo es reflejado por la aparición de escuelas de circo en el mundo, vale decir, con el
rompimiento de la compartimentación del conocimiento circense que las familias tradicionales le han impreso
a su arte. Otro punto importante en el nuevo circo es el rompimiento con la “peligrosidad” del acto circense y
el acercamiento a lo artístico. No ocupa animales ni peligro en sus actores para crear expectación. Su máxima
expresión visual actual es el Cirque Du Soleil.
39
Basado en un texto de Carlos Augusto López, Historia de los payasos ( www.google.com ) ver además
Crowhter Carol, Payasos y Payasadas, 1978, Voluntad Editores, Bogotá, Colombia, Vicens, F.: La vida del
circo, 1958, Ediciones G. P. Barcelona, España.
77
su propia vida. Se sabe que para construir la muralla china fue necesario que muchas
personas sacrificaran su vida. El emperador, no contento con esto, tuvo la idea de pintarla,
con lo cual todo el pueblo se estremeció pero sólo el bufón Yusze se atrevió a sugerirle,
medio en broma medio en serio, que no lo hiciera y el emperador al fin cedió, ahorrándose
con ello muchos años de trabajo y muchas más muertes.
En otras partes de oriente aparecieron los “Lubyet “, o “hombres frívolos”, que
caminaban y tropezaban llevando parasoles haciendo una pésima imitación de los
miembros de la realeza.
En Malasia surgen los “P´rang” que llevaban enormes turbantes, mascaras de carrillos
abultados, y colores extravagantes sobre las cejas.

Ya hace cerca de unos 2000 años, en Grecia, los payasos irrumpen en lo que podría ser

denominado como el antecedente de las atelanas, tradición seguida por los romanos en la

que se presentaba una obra teatral y los payasos aparecían en los intermedios, o al final,

interpretando una propia versión cómica de la obra. Homero nos habla también de

Tersites, que divertía a los guerreros griegos en las retaguardias de las áreas de combate y

Virgilio relata las fiestas del Ager, en las que personajes enmascarados, o maquillados,

improvisaban diálogos humorísticos y representaban costumbres populares.

Dentro de los payasos romanos se hicieron famosos Cicirro, que usaba una máscara con
cresta de gallo y actuaba como tal, cacaraqueando y batiendo brazos a guisa de alas, y
Estúpido, que llevaba un traje de parches y un gorro puntiagudo. Filemón fue querido
por todo el pueblo y es famosa su anécdota: el emperador obligaba a los cristianos a hacer
sacrificios a los dioses y, si el cristiano se negaba, era sentenciado a muerte. Un Cristiano
le pagó a Filemón para que fuera al templo y ofreciera por el sacrificio y, estando apunto
de hacerlo, el payaso se percató de que el también era cristiano y se negó a realizar el
sacrificio. Con pesar de todo el pueblo Filemón fue ejecutado y hoy, por su inquebrantable
fe y valentía, es reconocido como santo: San Filemón.

78
Desde un comienzo estos payasos fueron patrocinados por los patricios, gentes adineradas
que disfrutaban de los espectáculos ambulantes de bufones, entre los que se contaban
algunas mujeres.
Cuando el emperador romano se convierte al cristianismo, desaparecen los teatros y, con
ellos, las famosas atelanas que también se interpretaban en calles o plazas romanas.
Entonces los payasos se ven obligados a errar por las plazas y mercados de los diferentes
países europeos, convirtiéndose en seres nómadas.

La edad media y los bufones de las cortes.

Por aquel entonces se celebraba la feria en los principales distritos rurales. Una feria podía
durar semanas enteras, la gente vendía, compraba y miraba los espectáculos ofrecidos. En
este ámbito aparecen los personajes que serían conocidos como “gleemen”, en Alemania
y Escandinavia, y como “jonglenrs”, en Francia. Eran hombres atléticos y fuertes,
acróbatas, cantantes, músicos y entrenaban perros, osos y caballos y hasta conejos que
tocaban tambor con las patas.

Otro payaso cumplía una función muy simpática: debía mantener a raya al público que,

dispuesto a manera de círculo, observaba los diferentes espectáculos y, principalmente, el

del mimo. Entonces el payaso pasaba cerca al público y, golpeándole en broma, ya fuera

con una estaca con un globo atado a uno de sus extremos o una escoba, gritaba pidiendo

espacio para recitar sus trovas.

El surgimiento de los llamados bufones “tontos” se da en las cortes de la edad media,


aunque más que ser realmente tontos por lo general eran todo lo contrario y, con mucha
astucia, ejecutaban su papel de socarrones. Generalmente usaban crestas, al igual que
Cicirro, o gorros con orejas y cascabeles. Lucían vestidos coloridos y brillantes y
portaban los “marrotes”o bastones que tenían las empuñadoras talladas con la cabeza de

79
un bufón. Aunque el papel de los bufones y payasos generalmente estaba limitado a la
servidumbre, hay evidencias de que algunos gozaban de un trato familiar por parte de sus
amos. Triboulet, bufón del rey francés Francisco I, era llevado a las campañas militares,
pero el ruido de los cañones le asustaba tanto que generalmente se escondía debajo de una
cama. En una ocasión fue amenazado de muerte y, al poner en aviso a su rey, éste le
respondió que no se preocupara, que si aquel hombre se atrevía a matarlo sería
asesinado media hora después. Entonces Triboulet, mirando preocupado al rey, respondió:
“¿No podrás hacerlo ejecutar media hora antes?”.
Jeffery Hudson, un hombrecillo de menos de medio metro de altura, fue el último bufón
de la corte de Inglaterra. En una ocasión, mientras el rey Carlos I y la reina Enriqueta
María estaban comiendo con el duque de Buckingham, y ya se disponían a cortar un
enorme pastel traído por los sirvientes, Jeffery salió de éste dando brincos.
Como “alegres consejeros” se les conocía a los bufones en Alemania, porque dentro de

sus agudas observaciones incluían sabios consejos.

La Comedia del Arte.


Durante los siglos XVI y XVII, se hace célebre, en Italia, un nuevo estilo teatral
inspirado en la atelana romana. En la comedia del arte los personajes eran siempre los
mismos y sólo variaban los argumentos, que generalmente eran construidos por
parlamentos inventados sobre la marcha, improvisando, por los mismos personajes de
acuerdo con su carácter. A calles y plazas acudían personajes de diferentes partes de
Italia. Con el tiempo, el uso de un atuendo o disfraz permanente, haría que estos fueran
identificados por el público con suma facilidad:
Arlequín lleva un disfraz de parches en forma de rombos y, algunas veces, un antifaz o un
tricornio en la cabeza; Brighella va vestido de blanco y verde; Polichinela ( cuyo nombre
proviene de Paolo Chinelli, uno de los primeros representantes de la farsa del s XVI) viste
de blanco y con gorro puntiagudo y el Doctor lleva un atuendo negro y unas mascara de
mejillas rojas.

80
Arlequín era un sirviente muy pobre, pero ambicioso, y por lo general se metía en líos,
por lo que era apaleado. A su amo, un mercader avaro llamado Pantalón, no le gustaba
que Arlequín pretendiera a su bella hija, Colombina, y evitaba a toda costa que su bello
retoño se viera con su sirviente. Entretanto, éste odiaba a Brighella que, al ser más
corpulento e inteligente que Arlequín, lucía siempre una máscara de ojos rasgados y
sonrisa astuta.

Polichinela o Pulcinello era un astuto matón que portaba un garrote, para darle una zurra
a quien no compartiera sus ideas. El doctor, amigo de pantalón, era un borrachín ( por eso
llevaba las mejillas rojas) que unas veces se desempeñaba como médico, y otras como
abogado o profesor, y siempre lanzaba arengas sobre temas insulsos, dándose aires de
hombre culto. Otro personaje, Capitán, se la pasaba alardeando sobre sus hazañas y su
furia, pero realmente era un cobarde.

Más tarde, en Francia, aparecería Pierrot. Triste y de cara blanca, sería otro eterno
enamorado de Colombina y, como veremos más adelante, influirá de manera decisiva en
la conformación del payaso moderno, que surge con la desaparición de la comedia del arte
y la ascensión del circo moderno, cuando vemos a un Pierrot romántico y enamorado de la
luna, una luna solitaria, porque su amada, Colombina ha desaparecido para siempre de la
escena.

Esbozo del payaso moderno.


Se cree que la palabra “payaso” se deriva de un tal Pagliaci, pero sobre este hecho en
realidad no hay mucha documentación.
Lo que sí es cierto es que se considera como el primer payaso moderno de la historia a
Giuseppe Grimaldi, célebre a tal punto que el gran Charles Dickens escribió su biografía.
Nacido en 1778, Grimaldi comenzó a actuar desde que tenía dos años y fue mimo,
cómico y volatinero. Los expertos lo consideran el pionero del género Clown, término que,
sin bien en nuestro idioma traduce payaso, tiene en el inglés una procedencia bien

81
diferente. Así pues “clown” es derivado de clod, que traduce aldeano, y ello se debe a
que los primeros payasos de circo vestían a la usanza de los campesinos.
Ahora bien, ese payaso o clown, interpretado por Grimaldi, no era otra cosa que una
réplica del Pierrot de la Comedia del Arte, ya que igual que él, llevaba el rostro blanco.
En los albores del s XIX, a pesar de su desaparición, la Comedia del Arte sigue influyendo,
como hasta hoy lo ha hecho, los diferentes espectáculos circenses y obras de teatro. Así, no
es raro pues encontrar a un Grimaldi que, en 1806, actuaba como payaso en una
pantomima titulada “Arlequín y la Mamá Gansa” y, posteriormente, ejecutaba sus
“arlequinadas”, en las que construía objetos o personajes con cosas raras, como un hombre
hecho de vegetales, con el cual boxeaba, valiéndose de un par de nabos como guantes.
Tal vez es, también nuestro Grimaldi, el protagonista de una de las anécdotas más
famosas sobre payasos. Parece que “Joy”, como era conocido por los ingleses, en realidad
no era un hombre muy feliz. Así que, cierto día, un hombre deprimido y triste fue a ver al
médico. Este lo encontró bien y le dijo: “necesita algo que lo alegre, vaya a ver a
Grimaldi, él lo hará reír”. A lo que el paciente respondió: “Pero, doctor... yo soy
Grimaldi”.

Clowns y augustos.
Si bien la figura del clown se deriva, como ya dijimos, en gran parte de Pierrot, no
menos cierto es que, más tarde, ese clown se presentaría acompañado del augusto,
derivado del arlequín de la Comedia del Arte.
Existen notables diferencias en la apariencia y carácter de ambos personajes.
El clown generalmente viste de manera recatada, con un traje de lentejuelas, la cara
maquillada de blanco y cejas circunflejas. Es astuto, dotado de un humor conservador y
hasta podría decirse que reaccionario.
Por el contrario, el augusto usa disfraces extravagantes y coloridos que nunca le que-
dan a la medida, siendo muy grandes o extremadamente estrechos. Por lo regular calza
unas zapatillas enormes y una redonda nariz roja. Es crítico, mordaz, rebelde e ingenuo.
Hace el papel de tonto y siempre se tropieza y recibe golpes por parte de su compañero.
Claro está que esa ingenuidad, esa estupidez del augusto, es premeditada, estudiada y
82
debidamente planeada, para hacer la contraparte del clown, ese payaso inteligente y de
apariencia un poco solemne frente al desaliño de su desgualetado compañero de escena.
Aunque también es común que el augusto se dé sus toques de caballero dandi portando
unos guantes blancos.

Sobre el origen del término augusto hay diversas hipótesis. Mencionaremos dos que
son las más conocidas y aceptadas. La primera, señala que los espectadores que
estaban en la orilla del Rhin solían gritar ¡augusto!, deformación de una expresión
popular alemana que significa ¡idiota!, cuando algún mozo torpe o asistente de circo
aparecía sobre la lona.
La segunda hipótesis apunta hacia el mismo significado de la expresión, pero agrega el
nombre de ese mozo torpe. La anécdota es la siguiente: En Berlín, un joven acróbata,
llamado Tom Belling, fue expulsado de la pista durante un mes por hacer bromas pesadas
a sus compañeros. Apesadumbrado, Tom extrañaba el circo y se las ingenió para volver,
disfrazado con una peluca vieja y un abrigo pasado de moda puesto al revés. Creía que
nadie lo reconocería y, estando distraído en medio del circo, el dueño de éste, le dio una
palmada en la espalda, haciendo que Tom cayera en la pista. El público creyó que esto
era parte del show y, riendo a carcajadas, comenzó a gritar ¡augusto ¡, ¡augusto!. Tal fue
el éxito, que Tom siguió repitiendo el número en todas sus actuaciones naciendo, con él,
el eterno compañero del clown.
El augusto es el perdedor en tanto el clown es el ganador. Si ambos se disputan un balde
de agua, o un pastel, siempre el augusto termina emparamado o con la cara embarrada
de pastel.
Más tarde, cuando se forman los tríos, aparece el trombo, o contraugusto, que tiene la
misión de salir a desbaratar el trabajo realizado por sus dos compañeros.

Algunos célebres payasos.


Para el año de 1826 esta modalidad de diálogo entre el clown y el augusto se
populariza y toma fuerza. Se dice que el Clown más completo de la historia, por la
elegancia de su humor como de su porte, fue Antonet, aunque hay quienes aseveran
83
que este mérito le es disputado por Tony Grice, payaso anglosajón que se hizo célebre en
Barcelona por sus acrobacias sobre elefantes, y que, al expirar, en 1897, dejó a su hijo
Tony Grice II el legado de sus dotes histriónicas.
Antonet, como decíamos, antes de ser clown, fue augusto. Por eso, no es de extrañar que
entrenara como tal a quien formaría, a su lado, una de las parejas más afamadas y
respetas en el mundo de los payasos, Grock.
Grock era un payaso, músico, acróbata y contorsionista, nacido en suiza, y conoció a
Antonet en Sudamérica.
Ambos actuaron algún tiempo como augusto y clown respectivamente, pero luego se
separaron, al parecer por diferencias, ya que, como tanto se ha dicho, Antonet era
bastante temperamental, hecho por el cual se vio obligado a cambiar de pareja en varias
ocasiones. El augusto Beby, ha sido la más destacada. Todavía hoy los expertos se
disputan sobre si la pareja más perfecta de payasos ha sido la de Grock y Antonet o la de
éste con Beby.
En cuanto al mejor augusto no hay dudas, Grock, cuyo nombre original era Adrián
Wehtfach, se lleva todos los galardones. Triunfó en muchas partes pero cuando llegó a
España no fue aclamado con la misma efervescencia. Tal situación ha sido atribuida a
que, primero, se le hizo una publicidad contraproducente en aquel país, al regarse el
cuento de que en realidad era un hombre millonario, poseedor de un castillo en la ribera del
Rhin; y, segundo, creó una escuela tan enorme que, cuando llegó a España, ya muchos de
sus discípulos habían deslumbrado con sus actuaciones y números de presentación. Llegó
a tener un circo y se rumoreó mucho sobre su supuesta tacañería.

Se atribuye a John y William Grice la institucionalización de la música en las


presentaciones de payaso, a tal punto que se ha sostenido que, payaso que no interprete
algún instrumento, no es payaso. Fueron también famosos por sus farsas y números
musicales Aurol, Medrano y Pujol.
Nablett, de nacionalidad francesa, populariza, el género del transformismo, consistente en
la imitación de personajes de la actualidad.

84
Dan Rice, tal vez el payaso americano más famoso, bailaba y cantaba mientras su cerdo
amaestrado hacia gracias. También los hermanos Duroff, de Rusia, tenían un cerdo
llamado “Chuska” que fue entrenado para lanzarse en paracaídas, con un globo amarrado
a cuestas.
En España, Popey ha sido reconocido como el payaso (augusto) más importante en los
últimos tiempos. Los hermanos Díaz presentaban un número en el que el clown golpeaba
un muñeco. Luego el augusto hacia lo propio hasta destrozarlo y se ponía las vestiduras
del muñeco. Entonces el clown golpeaba al augusto vestido de muñeco con lo que en una
ocasión le tumbó los dientes accidentalmente. En adelante Emilio Díaz, el augusto, hubo
de seguir usando dientes postizos y, como si fuera poco, en otra ocasión su hermano le
partió un labio al arrojarle un pastel con mucha fuerza.
. En aquel país también se hicieron célebres los Rico y Alex, que fueron invitados para
actuar ante el rey Víctor Manuel de Italia, los Carpi, los Tonitoff, Pompof y Thedy, y sus
vástagos Zampabollos y Nabucodonosorcito. Chicharito y Guerrita fueron augustos de
soiree, cuya especialidad consistía en ridiculizar las acrobacias de los expertos.

En fin, la lista de payasos afamados es interminable pero no podemos dejar de hacer


justicia al mencionar algunas mujeres payasos como Miss LouLou, que dio comienzo a su
profesión como acróbata y funambulista, y, luego, se casó con el augusto Attof, con quien
formó pareja. Oranda Cristiani y la señora de Riquelme, a diferencia de la mayoría de las
clonesas que optaron por el papel del clown, interpretaron con éxito el rol del augusto.
Pero la primera mujer payaso fue Elizabeth Silvestre, quien, en 1835, trabajó en el
circo de Pablo Franque en Inglaterra.

Los payasos, en suma, pueden tener diversas habilidades. Pueden ser acróbatas, músicos,
malabaristas, entrenadores de animales, cantantes, bailarines, cuentachistes y, en fin,
pueden desempeñar en el escenario toda suerte de acciones y presentaciones inimaginables
que dependen, en buena parte, de las capacidades y, sobre todo, de la creatividad de los
propios payasos.

85
El hecho es que hoy día este oficio se ha visto desmeritado, no solo por la visión que
el propio público muchas veces tiene de él, sino por que sus representantes no son
conscientes de la cabal importancia de la función que desempeñan: la de hacer reír.
Ya Rubén Darío, en su cuento “El rey burgués”, denunciaba este hecho al relatar la
jactancia con que un rey dejaba apresado en el olvido, fuera del palacio, en medio del frío
y la muerte, a un viejo bufón, mientras el orgulloso monarca se regodeaba celebrando
con suntuosas viandas, en compañía de turiferarios, filosofastros, y supuestos sabios
hombres de la corte.
En nuestro medio vemos muchos augustos pero pocos clowns. Y son augustos más por
su apariencia, porque muchos carecen de esa inteligencia, esa sagacidad y esa perspicacia,
que son menesteres a la hora de jugar a ser, o actuar como si fueran, idiotas.
Hoy se nos ha olvidado, o tal vez hemos desconocido, que, aquella idiotez de los
augustos, iba cargada con un humor mordaz y crítico y que era una idiotez aparentada.
Tal vez por eso el payaso de nuestra cotidianidad, aquel que es contratado en fiestas y
piñatas o que hace las veces de perifonista por las calles y aceras del centro de nuestra
ciudad, reniega de su condición, o se avergüenza de ella, cuando en realidad este oficio
que, por qué no, podría ser también profesión, tiene una historia tan bella, un pasado
fascinante, rico en anécdotas, personajes, curiosidades y todo lo que se quiera.

La diferencia entre un clown y un “tony” nacional es, primero, la verbalidad: el segundo

usa ésta como su mejor herramienta, mientras que el primero se sitúa más cerca de la

pantomima creando siempre situaciones o “manías” emanadas de un propósito firme. Si el

clown es, por ejemplo, un suicida, saldrá a escena las veces que sea necesario para

“matarse” en público sin conseguirlo nunca. La gracia estriba en la oposición: un cómico

triste, lo ridículo de las maneras en que intentará algo tan trascendental como suicidarse. El

clown, nos explicaba Alain, “es el niño interno, es el alma del sentir profundo más allá de

86
las emociones”. Trabajamos entrenando dos semanas. Una vez terminado el curso, nos

tocó trabajar en distintas zonas del cordón popular de Santiago.

Con una compañera, me tocó trabajar en el Hogar de Cristo de La Pintana en el paradero 38

de Santa Rosa. El equipo del Canelo de Nos se preocupó de llevar los materiales y de

dejarlos en custodia. La experiencia con los niños duró dos meses con clases una vez por

semana. No faltamos a ninguna, pues la convicción de estar pagando y realizando una tarea

social nos hacía sentirnos comprometidos. Pero tuvimos problemas con la gente del Hogar

de Cristo. A veces no dejaban salir a los niños a tiempo a clases, cosa que nos hacía perder

una media hora, y después nos confesaron los niños, a algunos simplemente les prohibieron

asistir, porque encontraban que enseñarles circo era un poco embarazoso. Ese Hogar de

Cristo de la Pintana salió del proyecto, pero varios hogares y espacios en las poblaciones

santiaguinas han tenido eco en estas improvisadas escuelas de circo. Hoy en día jóvenes

formados en estos talleres han impartido a su vez talleres con sus compañeros de barrio,

logrando armar sus propias compañías. De alguna manera lo que se impuso al establecer

como eje de acción el circo social fue la diseminación del espíritu del circo. Las calles en

Santiago hoy en días son un reflejo de eso.

El Circo del Mundo siguió encontrando gente en el Parque Forestal que le diese alimento

para su proyecto. Varios de los malabaristas del parque aún trabajan en el Circo del Mundo

y éste se ha transformado en un referente para la manera de hacer circo y en una ONG

87
grande que ha ayudado incluso a la realización de teleseries nacionales relacionadas con el

tema circense40.

2.4 LAS PRIMERAS CONVENCIONES DE MALABARISMO.

Al año de funcionar el parque, Camilo y Pablo se fueron a Europa exclusivamente a una

convención de malabarismo. Llegaron con videos y juguetes nuevos, y con un halo de

misterio sin ganas de compartir lo experienciado. Quizás fue el inicio de los recelos del

compartir conocimiento que nos había caracterizado desde el comienzo: el que llega al

parque se le enseña, para que después sea el maestro del que llega.

Camilo y Pablo, así, hacen un primer taller pagado en el INJUV donde imparten lo que han

experienciado.

El conocimiento en los malabares es experiencial, o netamente práctico. No se puede saber

malabarismo por libros, hay que ejecutar y poner en práctica lo que uno lea. Pero existen

vinculaciones de afinidades que se dan en la práctica: de este taller salieron los grupos que

caracterizan lo que llamamos en esta tesis formación nuclear de los malabaristas

actualmente: Los grupos. Aunque las composiciones de los grupos cambien con el tiempo,

los tres primeros grupos que salieron del taller de Camilo y Pablo fueron los que movieron

40
La teleserie “El Circo de las Montini” de TVN proyectada en el primer semestre del año 2002.

88
el movimiento de malabaristas en direcciones que nacen de sus propios intereses como

grupos: “Morisbalama”, formado por Pablo, Adán y Camilo e interesado en el malabarismo

y su docencia; “Payaso” formado por José Martínez, Nicolás Allendes y Gonzalo Bustos,

interesado en el malabarismo y su comercialización; “Patogallina”, grupo formado en sus

inicios por Sergio Pineda y la gente de Conchalí interesados en el malabarismo y el teatro

callejero, finalmente en ser una compañía de teatro vigente hasta hoy.

Los tres son grupos con la característica de ser organizaciones de gente que se vinculó en el

Parque Forestal.

Al llegar Camilo y Pablo de Francia, nos dimos cuenta que las convenciones son grandes

reuniones de malabaristas donde se practica y se comparte conocimiento, un lugar donde

afianzar vínculos con otros malabaristas de otras partes del mundo, algo así como el Parque

Forestal, pero extendido y en varios días con sus noches donde, además, se monta un

escenario para los números de grupos de malabaristas que asisten. Por lo tanto, al saber que

estaba por desarrollarse una convención en Buenos Aires, varios prepararon maletas y

organizaron fiestas y eventos para financiar el viaje. Regresaron con bríos y con más

conocimiento, además de unas extendidas ganas de realizar una convención propia. Para

eso nos preparamos a inicios del año 98. Nos juntamos en el parque en una reunión masiva

para hacer lineamientos respecto de lo que íbamos a necesitar. Para hacer una convención

se necesita dinero, espacio y organización. Nos organizamos en equipos de trabajo en torno

a buscar auspicios, lugares, publicidad, contactarse con los Cárdenas para conseguir su

Carpa de circo, decidir las fechas, en fin, ir armando una amalgama de cosas para lograr el

89
objetivo planteado. La primera convención chilena de malabarismo se desarrolló en Pirque

en el mes de abril del año 98.

Al año siguiente me llamaron para ser parte de la organización, pues en mi poder tenía los

dineros recaudados de las noches de fuego en el parque41 y se solicitaba de los malabaristas

la ocupación de esos fondos para iniciar la segunda convención. Votamos los fueguistas a

favor de pasar el dinero a la agrupación de malabaristas, nombre de la organización de la

convención, y me hice parte de la misma. Quedé a cargo de las finanzas, por lo que

manejaba el dinero entrante y saliente en pos de conseguir nuevamente auspicios, arrendar

la carpa de circo y rentar el lugar en Pirque. Los auspicios los tramitamos en las

municipalidades, en el caso nuestro, en la municipalidad de Santiago, regida en ese

entonces por Jaime Ravinet, y en la de Pirque. Conseguimos de ellos amplificación y

sonido además de dos camiones, uno para trasladar lo prestado por la municipalidad y otro

para trasladar la Carpa arrendada a Germán Cárdenas.

Una vez que se prepara la convención, viene la tarea de organizar qué se va a ofrecer. Debe

ser en fin de semana para aprovechar la concurrencia de la gente que trabaja en la semana:

de viernes a domingo.

En general se dividen las actividades en día y en noche. De un informativo de la Segunda

Convención de Malabarismo y Arte Callejero, se desprenden las actividades que se

nombran a continuación:

41
Hasta hace dos años en el parque se organizaba a la caída del sol una rueda con malabares de fuego. Es la es
la única instancia donde se pedía dinero para comprar leche a los que tiraban fuego por la boca y bebidas pues
el fuego genera mucha perdida de líquido y la parafina (combustible usado para encender las mechas y echar
fuego) es sumamente tóxica; la leche, se cree, contrarresta los efectos nocivos de la parafina. El remanente de
dinero se guardaba para el otro domingo para comprar parafina e iniciar la noche de fuego.
90
Viernes. (Desde las diez de la mañana a las dos de la tarde): Recepción y montar las carpas

en el espacio habilitado para eso.

Cuatro de la tarde: Inauguración de la convención.

Talleres: Golo, clavas, pelotas, diábolo, trapecio, tela (acrobacias sobre una tela colgada en

la carpa), “mano a mano” (acrobacia de dúo), acrobacias (de piso), clown, globología

(cómo hacer figuras en globos).

En la noche del viernes se incluye un espacio que se llama “Cabaret Circense” donde la

gente que participa de la convención que desea mostrar sus números se inscribe y presenta

en la noche, y un espacio que se llama “La Noche del Fuego” donde los malabaristas que

hacen malabares con fuego juegan en una rueda especialmente hecha para ese propósito.

Termina la noche del viernes con una tocata de algún grupo de rock o de cumbias, o si no

hay, con una fiesta con música envasada. Esa vez, y por los contactos en Argentina,

invitamos al grupo de rock “Las Manos de Filippi” que tiene una canción muy famosa,

“Señor Cobranza”, muestra de la estética musical contemporánea de la cual los

malabaristas hacen parte:

“...Y váyanse todos a la concha de su madre! Y ahora qué, qué nos queda, ¿elección o

reelección? Para mi es la misma mierda, hijos de puta en el congreso, hijos de puta en la

Rosada y en todos los ministerios, hijos de puta que te cagan a patadas!...”

El sábado se inician talleres desde las diez de la mañana a las dos de la tarde, de todas las

artes mencionadas anteriormente. Hay un descanso de dos horas para comer y se reinician

los talleres a las cuatro de la tarde hasta las ocho de la noche.


91
A las nueve hay una gala circense con números consagrados de malabarismo que la

organización haya contratado (en los inicios los hacíamos nosotros) y después una fiesta

con un grupo de rock o con música envasada.

El domingo hay talleres en la mañana desde las diez y a las doce del día hay un “rally” de

monociclos (carrera de monociclos por un circuito previamente diseñado) y competencias

de resistencia en clavas, pelotas, golos, y otros juguetes.

A las dos y media de la tarde hay una premiación y a las cuatro se hace la despedida de la

convención.

En la segunda convención internacional de circo y arte callejero chilena, la recaudación del

dinero corrió por cuenta mía a lo largo de los tres días, por lo que dispuse de una lista de

turnos de los organizadores para cuidar la puerta de entrada al lugar. Recaudamos más de

un millón y medio de pesos, y logramos una acogida de 300 chilenos y 87 extranjeros en su

mayoría argentinos (conocidos en las convenciones en Buenos Aires) y uruguayos, cosa

que generó lazos entre malabaristas que perduran hasta hoy.

Las convenciones no han parado ahí.

La siguiente se desarrolló en el mismo lugar al año consecutivo y participamos

nuevamente todos los del año anterior en su organización y producción.

92
2.5 LOS GRUPOS.

Payaso, Morisbalama, la Patogallina.

Dentro de su propia dinámica, los malabaristas se dividen en grupos de personas afines,

amigos o intereses parecidos. Se unen como grupo de amigos y así trabajan. La

organización ha resultado a veces muy bien y han desarrollado empresas artísticas exitosas.

El mejor ejemplo de este fenómeno es el grupo PAYASO, que creó una empresa de

malabarismo de proporciones nacionales, y ayudó de esa manera a expandir el fenómeno

malabarístico a lo largo del país. Sus integrantes, José Martínez, Gonzalo Bustos y Nicolás

Allendes se conocieron en el Parque Forestal. José traía juguetes de Europa con amigos

que vivían allá y pronto entendió que esto le podía traer beneficios monetarios. Impuso

ciertas tarifas a los juguetes y poco a poco fue trayendo mayores cantidades. Gonzalo y

Nicolás también tenían contactos afuera y entre los tres empezaron a ser proveedores de

juguetes de la gente del parque. Decidieron expandirse y crearon una tienda. Nicolás, que

era actor, accedió a la televisión en una de las telenovelas del canal 13. Eso le trajo mayores

ingresos y mayores oportunidades de expandir el campo de trabajo. Crearon así entre los

tres PAYASO y tenían un espacio en la tele en el canal 5 en Valparaíso. Siguieron

expandiéndose rentando una casa en Avenida Matta donde hacían talleres, tenían su tienda

y hacían fiestas. El fenómeno malabarístico llegó a su apogeo en base a esta empresa

nacional. Los productores de juguetes como la Henrys, les dieron la representación en el

Cono Sur. Instalaron tiendas en plaza Italia, en Viña del Mar y en Vitacura, además de su

casa central, la de avenida Matta. Crearon un logo, una imagen y funcionaron mucho

tiempo sobre la base de su negocio.


93
Con los otros malabaristas tuvieron dificultades. Primero hubo peleas en torno a la primera

convención, por varias razones: José Martínez, uno de los integrantes de PAYASO, hacía

un clip para el canal nacional desde la convención y a varios organizadores no les gustaba

la idea de que la farándula televisiva se apoderase del evento.

Hubo ciertas discusiones y peleas de dinero que alteraron las convivencias entre los

PAYASO y los malabaristas del Parque Forestal. De hecho se empezaba a dar la división al

decir “los PAYASO o los Malabaristas del Parque”.

Otro grupo importante en los inicios del parque fueron los MORISBALAMA, que quiere

decir malabarismo al revés. Sus integrantes eran de la primera generación de malabaristas

como Camilo Prado, Pablo Potosniac y Adán Beltrán. Ellos tenían contactos con gente a lo

largo de Chile y viajaron a provincia presentando números de malabarismo en varios

lugares. Luego Camilo ingresó al Circo del Mundo como monitor y el grupo se dedicó a la

docencia, pues arrendaron una casa en la calle José Manuel Infante No. 719 donde armaron

una estructura de base para colgar trapecios, y compraron material como colchonetas para

hacer acrobacias. La casa funciona hasta el día de hoy, y la gente de Morisbalama sigue

dando talleres ahí.

Durante fiestas patrias del año 98 ambos grupos fueron contratados por un proyecto de la

municipalidad de Santiago para presentarse en distintos parques de la comuna. El problema

se suscitó a raíz de que los PAYASO instalaron una carpa en la plaza Bach: los

malabaristas que ahí practican domingo tras domingo sentían como un atropello el hecho de

que se les instalara un espectáculo en el lugar aprovechando, conscientemente o no, el

público que atraen de por sí los malabaristas los domingos. Se discutió ampliamente entre
94
los malabaristas del parque si se iba a permitir el show o se lo iba a boicotear. Se votó por

la primera opción no sin muchos reparos de parte de varios que se sentían mortalmente

ofendidos. Pero ese fue el fin para las buenas relaciones con el grupo Payaso.

Entendiendo que los grupos son la manera en que los malabaristas socializan, practican y

trabajan; su importancia una vez que un grupo se crea es relevante. Los grupos se forman y

algunas veces se deshacen, pero no del todo: las redes de relaciones que se crean son

fuertes y van de la mano con los intereses de cada individuo del grupo. Es en grupo

además que el malabarista encuentra trabajo: siempre hay “pegas” donde se necesita más de

un malabarista, y éstos además se especializan, cada uno, en un área del malabarismo, por

lo tanto, al formar el grupo se busca la complementariedad en áreas capaces de abarcar lo

más posible: siempre hay un eximio clavista, un eximio golista o un eximio diablista.

Todos son capaces de jugar con todos los juguetes, pero hay uno que es mejor que los otros

o más “especializado” en un juguete que los otros. Alguno de ellos puede además ser un

buen trapecista o “volante”, como se les conoce en el medio. Otro puede manejar muy bien

el área de la gimnasia de piso y las contexturas físicas determinarán cual de ellos en

gimnasia de dúo debe ir abajo del otro en una pirámide humana. Alguno puede ser muy

bueno además en el monociclo, en fin, las complementariedades se dan en base a la

capacidad de los integrantes del grupo que se conforme.

Podemos decir que en el medio del circo tradicional el núcleo es la familia. En los

malabaristas del Parque Forestal el núcleo es el grupo.

Hoy en día existen otros grupos: están los CIRCÓPATAS, que es un grupo de gente más

nueva en el parque. Otro grupo nuevo son los MALABASE y además de trabajos, dedican
95
su tiempo a hacer pequeños montajes teatrales con malabares. Existen hoy grupos que son

formados por malabaristas de los inicios, como los BIOCIRCUS, de Darío y Juan España, o

el CIRCO AMARILLO de Cheo y Nilton.

Actualmente hay una gran cantidad de grupos. Cada uno se dedica a ser la unidad formal de

trabajo y desarrollo de malabaristas. Hay grupos que hacen clases, hay grupos que hacen

shows, hay grupos que hacen ambas cosas y otros que son grupos de malabaristas de

semáforo. Pero el grupo es la base de unidad de este arte.

No quiere decir esto que no existan malabaristas desperdigados o que los grupos sean la

única forma de armar una pequeña compañía. Hay un grupo importante que se ha formado

ahora que tiene mucha vinculación con la escuela del Circo del Mundo y funciona bajo esa

institución. Pero es adecuado plantear que el grupo es, en esencia, la base de la

socialización y generación económica de los malabaristas.

2.5.1 EL “SUPRA-GRUPO”.

La Agrupación de Malabaristas del Parque Forestal.

Los grupos son una manera no solo de trabajar sino que de diferenciarse, existe un “supra-

grupo” denominado la “Agrupación de Malabaristas del Parque Forestal” que nació de la

interacción de todo el conjunto de la colectividad malabarista.

Una tarde de verano del año 95 Darío, uno de los fundadores del parque, se cayó al ir a

buscar un diábolo al techo de su casa. Terminó con una fractura de brazo y pelvis y con un

TEC cerrado. Su rehabilitación costaría millones de pesos que Darío no tenía. Los amigos,
96
los malabaristas, nos hicimos cargo del problema haciendo fiestas y pasacalles42 para juntar

dinero. Nació así una organización espontánea que se denominó la “Agrupación de

Malabaristas del Parque Forestal”. Nos organizaba el hecho de ayudar a un amigo en un

trance económico difícil y quedamos con el deseo de seguir haciendo cosas juntos.

Según García Canclini (1996) los movimientos juveniles de la era de la globalización hoy

se agrupan mas en torno a lo propuesto por los mass media que a las grandes ideologías.

Chile no es la excepción. La globalización de las “tribus” urbanas de jóvenes como los

raperos, los punks o los fanáticos del fútbol son una demostración de este fenómeno en

nuestro país. Las investigaciones de parte de la antropología y la sociología al respecto dan

muchas luces de cómo se ha generado esta asociatividad juvenil. Tienen como

característica ser contrarios a su inserción al sistema social, se consideran y autodenominan

“marginales” y la sociedad también los trata como entes extraños, “aliens”.

Dice Salazar, (2002) El gran alien mundial engendrado por el ajuste neoliberal de los años 80 son las

“tribus urbanas” de jóvenes cuya única perspectiva es el empleo precario (con o sin estudios superiores) la

ausencia de valores e identidades colectivos, el predominio de la “memoria oficial”, la devaluación de los

valores solidarios, etc. Tribus que, no teniendo una identidad estructural sobre la cual construir un proyecto

histórico de sentido también estructural, (como la clase obrera en el pasado) la construyen con los

ingredientes autogestionados de su propia marginalidad, con el imaginario virtual de sus carruseles

culturales, o los códigos rebeldes de una alternativa que ningún administrador de sistema puede, aun descifrar.

Siendo esto, solamente esto, se ha convertido ya, en el principal “otro abominable” del sistema capitalista

globalizado. Sobretodo para la cada vez más ficticia democracia neoliberal. Son por esto, los bárbaros del

siglo XXI. Donde anida, -nadie sabe cómo – la negación de aquel sistema y aquella democracia.

42
Especie de carnaval callejero donde hay zancos, malabares, batucadas y payasos.

97
Han surgido en nuestra sociedad actual muchas agrupaciones de personas en torno a una

tarea solidaria: las ollas comunes en la época de la dictadura son un ejemplo de

asociaciones de personas en torno a un bien común (en ese caso comer, alimentarse) sobre

la base de la necesidad. En el caso de los malabaristas, como asociación juvenil, la primera

forma que agrupó masivamente y cohesionó al grupo como tal, como identidad de

pertenencia, fue el hecho de que Darío se accidentase. De ahí en adelante se puede hablar

de un grupo de gente que busca un bien común – la recuperación del amigo accidentado –

pero que sobre la misma base, crea lazos de amistad y de compromiso con el propio grupo

que hasta hoy día perduran.

En el año 96 hicimos nuestro segundo cumpleaños del parque y para eso hablamos con la

municipalidad pidiendo permiso para hacer un “pasacalles” desde la Fuente Alemana a la

explanada de la plaza Bach, donde instalamos una estructura para trapecio y argollas.

Varios hicieron números de clown, malabares y trapecio. Terminamos en una “noche de

fuego” con malabarismo y tambores. Al final de la tarde hicimos competencias de

malabares y cantamos el “cumpleaños feliz”.

Nos siguió gustando la idea de la organización para hacer eventos, y una vez que varios

compañeros habían ido a convenciones extranjeras, nació la idea de hacer nuestra

convención internacional de malabarismo y arte callejero. Para eso elegimos un camping,

el “Parque Alemán” en la Comuna de Pirque, en la zona del río Clarillo. La organización

corrió por cuenta del nombre de la “Agrupación de Malabaristas del Parque Forestal” y nos

98
unió a todos en torno a esa tarea. El evento nos salió bien: tuvimos un saldo positivo de

dinero que decidimos usar para el siguiente año en el cumpleaños.

Yo entraba y salía de la organización. Nunca fui muy amigo de nadie en particular, pero por

alguna razón me hacía cargo de la recolección de dinero en las noches de fuego. Al

principio lo usábamos para comprar parafina, leche (los tragafuegos antes de conocer el

aceite de lámpara usaban parafina en la boca y eso descalcifica y produce acidez

estomacal), bebidas y comida chatarra. Luego empezamos a tener un excedente que yo

guardaba y contaba frente a todos cada domingo. Llegamos a guardar 50 mil pesos.

Una tarde de la organización me pidieron el dinero para usarlo en la segunda convención.

Lo conversé con los fueguistas y éstos accedieron a regalarlo. Quedé implícitamente en la

Agrupación de Malabaristas del Parque Forestal como “tesorero” y encargado de las

finanzas para la convención. Juntamos un millón y medio de pesos en auspicios y entradas,

y al finalizar la convención sobraron un poco más de 500 mil pesos que fuimos usando a lo

largo del año en preparar el cumpleaños siguiente y para nuestra tercera convención. Ahí

nuevamente ganamos un poco más de un millón de pesos que en reuniones posteriores no

logramos ponernos de acuerdo en qué usar. Varios suponían que la organización no se

juntase una vez al año sino que comenzara una sociedad para hacer clases, arrendando un

lugar o comprando una carpa de circo que nos sirviera para ese propósito. El problema es

que la Agrupación de Malabaristas del Parque Forestal ciertamente sólo se junta dos veces

al año, una para organizar el cumpleaños y otra para hacer la convención. Además varios

de nosotros salíamos al exterior a las escuelas de circo a prepararnos y eso devino en que la

gente no se encontrase durante largos períodos de tiempo que iban desde años a un par de

99
meses y en consecuencia, que no se juntase quórum43 en el propósito de hacerla oficial y

efectiva durante el año.

La organización, siendo la más importante, la “supra”, solo se hace presente en hitos de la

“institucionalización” del parque que son su cumpleaños y su convención. En el resto de

las fechas no logra ser efectiva.

Este aspecto de flexibilidad de la agrupación de malabaristas del Parque Forestal, también

se relaciona con los tipos de asociaciones juveniles que en la actualidad se generan. Son

distintas a las de épocas anteriores en la medida en que no hay una pertenencia perenne, y

no se encuentra institucionalizada como un partido político o una agrupación religiosa.

Tiene que ver con ser funcional a los problemas que plantea la cotidianeidad: una vez que

Darío mejoró y no hubo mayor necesidad de organizarse, (salvo para los eventos ya

mencionados) simplemente se deshacía para rehacerse en las fechas que dichos eventos se

producían.

43
Llegamos a ser treinta personas que conformábamos la agrupación. Conforme a el desempeño en las tareas
personales dentro de las actividades de la organización terminamos quedando 16 personas y en años
100
2.6 LA MASIFICACION DEL MALABARISMO

La historia del grupo Payaso.

En esta tesis se plantea que de los tres grupos iniciales del Parque Forestal, el que tuvo

mayor impacto en la difusión malabarística fue el grupo PAYASO.

Nos cuenta Gonzalo, el actual único PAYASO que aún maneja la compañía:

“Llegó el José (José Martínez) al parque y a Nicolás (Nicolás Allendes) lo ubicaba de

antes. Hicimos migas y empezamos a practicar los tres y partimos por una pega como

PAYASO. Al poco rato hicimos el proyecto de la tienda de malabares. José fue a Alemania

y nos trajo juguetes a los tres e hizo contactos para traer más material con HENRYS,

después se hizo el contacto con BABACHE, se juntaron unas platas como para dar el

puntapié inicial y se partió con la tienda, curiosamente en uno de los barrios comerciales

más caros de Santiago, en General Holley, porque teníamos un amigo que era dueño de

los zapatos-bototos Doctor Martin´s y tenía un espacio al ladito de la tienda que nos lo

ofreció a un precio razonable y ahí partimos, tratando de manejar un concepto de tienda y

tratando de hacerlo bien, con cero experiencia en ese tipo de cosas. Al partir la tienda se

empieza a alimentar la historia del grupo, de esta tienda nueva, novedosa, y que tuvo un

período de tiempo, con un manejo a momentos bien, a momentos errado, con todo lo que

significa estar con las energías dispuestas a eso, a hacer negocio de esto.

posteriores un poco mas de diez. El quórum necesario era mas de la mitad de la organización presente a la
hora de votar.
101
La tienda partió ahí, después se abrió tienda en Plaza Italia, en el subterráneo de lo que

hoy es la Telepizza, en ese tiempo estaba el `Bonustrack´, que era de Hugo Chávez, metido

en toda la onda de la música electrónica y conectado al movimiento `skater´, un viejo

metido en toda la onda que innova. Abrimos ahí abajo y en paralelo teníamos una tienda

en la Aldea de Vitacura al lado del Shopping, una tienda pequeña que funcionaba bien, y

al tiempo abrimos una en Reñaca que funcionó como un año y medio. El tema de las

tiendas en algún momento empezó a ser súper agotador y medio colapsante entre nosotros

porque llevar una tienda es todo un rollo de administración, de dirección y de tiempo que

tienes que dedicar a eso y en definitiva el que coordinaba eso era yo y me produjo un

desgaste súper grande y finalmente como que rehusé a la idea de dedicarme solo a eso y

empecé a cerrar algunas tiendas y después vino el cuento de la casa.

La casa era al principio un espacio para poder juntarnos y practicar como casa club, el

año 96. Después tuvimos la idea de hacer escuela de técnicas de malabares y funcionar en

paralelo con las producciones de nosotros que era vender shows, lo nuestro y las

producciones también de otros grupos de gente que en definitiva es a lo que me he

dedicado estos últimos años, producir lo mío y otros shows y varietés vendibles. Vendemos

a pubs, restoranes, celebraciones de fin de año, corporaciones culturales,

municipalidades, empresa privada más que nada.

Se vende por la necesidad manifestada por los mismos clientes. A partir del Parque

Forestal aparecía gente tratando de contratar servicios para discoteques, y mi idea fue un

poco más coordinarlos y ordenarlos, abrir una oficina con una mejor producción. Hasta

el día de hoy no hay una gran estrategia de venta, mas bien me alimento de los clientes que

vengo trabajando hace años, venderles los mismos servicios y aprovechamos en su época
102
las instancias de publicidad que se nos dieron: en las tiendas hicimos poleras, chapitas las

apariciones en televisión”.

¿Qué fue lo que hicieron en televisión?

“Cuando existía el canal Rock and Pop el año 98 nos contrataron como PAYASO en un

programa de verano que hacían en la playa. Después nos contrataron en el canal cinco en

el `PIPIRIPAO´44. Entramos el Nicolás y yo, paralelo apariciones en programas por lo de

la casa escuela, este trabajo con niños, nos invitaron a matinales, a programas juveniles,

se daba mucho eso.

Funcionamos tres años con los talleres con niños y después por desgaste, el tiempo,

energía que se necesitaba para mantener la escuela, paramos hacia principios del 2001.

A partir de un año y medio me dedico como productor cien por ciento, aunque hay todavía

veces en que nos contratan a los tres PAYASOS originales para hacer números”.

Los dichos de Gonzalo Bustos en esta entrevista dan cuenta de cómo una parte de estos

jóvenes malabaristas se comporta y cómo conciben el mundo y a la vida en su tiempo,

trabajo, intereses, redes sociales, viajes, etc. Podríamos decir que parte de estos jóvenes

son del mundo universitario (el caso de Gonzalo) que encontraron en el movimiento de

malabaristas un espacio para desarrollar su vida profesional. Gonzalo terminó su carrera

(diseño gráfico en la Universidad Mayor) y habló durante toda la entrevista del “acople”

entre su carrera y su oficio de payaso y de productor. Su visión es la amalgama de dos

44
Programa infantil de canal 5 UCV televisión, Valparaíso, Chile
.
103
oficios que parecieran disímiles, pero que conjugados como hoy se conjugan las cosas y los

roles en las sociedades globalizadas (García: 1996).

Aunque no haya sido su objetivo, la masificación del malabarismo en Chile tiene como

inicio principalmente la acción del grupo PAYASO. Aunque su objetivo era económico, las

implicancias sociales de masificación que generaron basándose en la venta de juguetes y en

las apariciones en TV (Ver García Canclini: 1996), se relaciona con la historia del

malabarismo del Parque Forestal: comienza siendo un arte elitista, de clases sociales

acomodadas, de jóvenes con posibilidades de salir al exterior y conocer de un arte nuevo en

las calles y plazas de Europa (que difiere como movimiento social del malabarismo de

circos tradicionales) y desarrollarlo en Chile como un modo de vida que, como vemos en la

historia de PAYASO, puede llegar a ser muy rentable, manejando cifras del orden de tres

mil dólares mensuales (por cada integrante de Payaso). Los jóvenes en Chile no tienen

muchas oportunidades de surgir económicamente si no logran una carrera universitaria y el

obtener un título profesional para la mayoría de los jóvenes chilenos es una meta

inalcanzable. Los datos del INE45 son decidores a este respecto: del cien por ciento de los

alumnos que cursan la educación media, solo un poco menos del cincuenta por ciento

accede a la universidad o a institutos técnicos. El resto pasa a ser parte del mercado laboral

informal y del empleo precario. Sobre esta base, las posibilidades de surgir que enfrenta un

aspirante a malabarista son interesantes: se basan en un esfuerzo personal y un trabajo

arduo en una disciplina física (pensemos en el parangón heroico que se hace de los

45
Instituto Nacional de Estadísticas. Fuente: www.ine.cl

104
futbolistas) que logran una meta de movilidad social cierta: un malabarista puede hacer

clases en colegios e instituciones, y si pertenece al Circo del Mundo, puede acceder a

educarse en las mejores escuelas de circo de Europa y Canadá. La vida del malabarista es,

además, una aventura: los jóvenes efectivamente viajan y costean su turismo con su oficio.

Hoy en día muchos jóvenes que antes no hacían más que malabarear en el parque, se han

decidido a trabajar en este rubro gracias a que encontraron un modo de vida que les place:

el malabar es fácil de acarrear y permite la itinerancia y el viaje como modo de

subsistencia. Hay grupos que viajan a lo largo del continente y otros a lo largo del mundo.

Viven de malabarear en las esquinas con semáforos o en lugares públicos de las ciudades

que visitan. Otros viajan solos y ocupan el mismo “modus operandi” de los que andan en

grupo: trabajar para mantener el viaje. Se han convertido en itinerantes que vuelven al

origen del teatro y del circo que recorre lugares con su arte y viven efectivamente de él en

grupos reducidos como compañía callejera.

A través del malabarismo se han ido reuniendo un grupo de personas que son afines: al

viajar al extranjero usan sus contactos con malabaristas extranjeros conocidos en las

convenciones para alojar o comer e iniciar una red social que les facilite la estadía en ese

país, que les indique lugares propicios para trabajar sin que la oficina de migración los

moleste. Si esto llega a pasar (el que la oficina de migraciones del país los reprenda) siguen

de largo en el viaje, o retroceden según su conveniencia. Con el malabarismo se ha logrado

así crear una red internacional de gentes que trotan el mundo y se ayudan mutuamente

presentándose también en este ámbito, la globalización de las redes de relaciones y de la

solidaridad entre pares.

105
3. LA PLAZA ES DE TODOS:

Otros grupos en el parque.

A partir de la llegada de los malabaristas al Parque Forestal en Santiago, otras artes se

fueron incorporando al espacio de la plaza Bach: llegó la capoeira brasileña, llegó el

candombe uruguayo, las batucadas, el teatro callejero, y los vendedores artesanales o

“hippies” como les llaman los malabaristas. La plaza así fue cumpliendo su función como

espacio público.

Los problemas de convivencia entre los distintos grupos no han sido casi en ningún caso

importantes, salvo las discusiones por el espacio con los vendedores ambulantes que al

instalarse sobre la explanada asfixiaron la movilidad de los grupos de malabaristas. Las

conversaciones intentaron igualar criterios para “ocupar” el parque pero no hubo acuerdo:

sin organización los feriantes no podían actuar en bloque frente a proposiciones de

ocupación de espacio. La solución llegó de manos de la autoridad sin que los malabaristas

tuvieran que hacer nada: el comercio ambulante no es permitido en Chile y simplemente un

domingo de finales de 1996 carabineros les desalojó. Esto no ha impedido que cada cierto

tiempo aparezcan nuevamente, arriesgándose al desalojo. Hoy en día los carabineros y la

municipalidad ha decidido extraoficialmente permitirles el uso del perímetro de la plaza

Bach, o a veces se les permite vender solo dentro de la plaza, cosa que ha generado

problemas con los malabaristas y los capoeiristas. Los vendedores son un grupo no deseado

por los que ocupan el lugar para jugar y recrearse, (malabaristas y capoeiristas actualmente)

porque se toman el lugar estrangulando el espacio de juego y generando por lo tanto

106
problemas de convivencia. En general, los malabaristas les “tienen mala” porque ha

resultado que la convivencia se torna en pelea por el espacio.

Los malabaristas hacen una división de los otros grupos en base a los intereses involucrados

en cada uno de ellos:

Por un lado están los candombes, las batucadas y la capoeira y por otro los artesanos y los

de teatro callejero: para los primeros como para los malabaristas, el espacio es un espacio

de entretención, de práctica. Para los segundos, es un espacio de trabajo, pues involucra su

manera de subsistir: ellos van ahí a vender. Eso tiene un peso simbólico y concreto muy

importante para los malabaristas: es un hecho que los que han peleado por la subsistencia

del espacio público son los que practican en el lugar y no los que venden; también es

posible decir desde la perspectiva malabarística, que los que trabajan en el espacio son los

que usufructúan de la práctica de los otros para generar público y tener más chance de

vender. En todo caso, el parque se empezó a llenar de otros grupos de jóvenes motivados

por diversos intereses.

3.1 LA LLEGADA DE LA CAPOEIRA.

La Capoeira es un arte marcial que los negros esclavos de Brasil inventaron como rito para

que no despertara sospechas en sus amos el entrenarse para pelear. Su nombre de Capoeira

viene de la grama, del pasto, la explanada de pasto donde se practicaba y se danzaba

escondiendo en el rito el objetivo de entrenamiento físico. Con el tiempo la Capoeira se

institucionalizó como rito de práctica y ya el objetivo hoy en día no es entrenarse, sino


107
hacer Capoeira en sí. Hay escuelas de Capoeira, hay un centro neurálgico que queda en

Bahía, donde los jóvenes del Brasil entrenan en escuelas con distintos modos y compiten

como las escuelas de Samba en Río. La capoeira en términos visuales es una rueda de gente

denominada RODA que alberga a dos contrincantes que “danzan” al ritmo de birimbaos,

cantos y tambores.

joven capoeirista con birimbao

Una tarde dominical del año 97, apareció “Cacao”, un afro brasileño que practicaba esta

extraña danza que denominaba Capoeira. Varios, animados por su interés en enseñar, nos

dedicamos a seguir sus pasos y su danza. Terminamos haciendo una “roda” (rueda) de

capoeira y bailando al ritmo del Birimbao46. Cacao se hizo asiduo asistente al parque y

variada gente se hizo asidua alumna de Cacao. El les enseñó los pasos de la capoeira, que

son como una danza acrobática muy particular: si uno lo observa, la primera impresión es

108
que se asemeja a la acrobacia, pero acompañada con el ritmo cadencioso de los tambores y

el birimbao. Puede asemejarse también al break dance, porque la mayoría de las destrezas

físicas son de piso, pero además es una pelea, pues se hace de a dos contrincantes que se

topan, sin embargo normalmente no se golpean.

Jóvenes capoeiristas tocando birimbaos y panderos

Cacao les enseñó además a cantar, a tocar el birimbao, las percusiones, y los más

interesados viajaron al Brasil y trajeron birimbaos e instrumentos de percusión. Empezaron

a tener un espacio dentro del parque, un espacio que se fue alejando de la explanada de

cemento, pues la capoeira se debe practicar en el pasto. Así empezaban a nacer los

distintos focos de interés artístico en el Parque Forestal.

46
Instrumento musical de la capoeira, un palo con un alambre de metal tensado a modo de arco, que se toca
con una varita y que tiene su caja de resonancia en una calabaza. Las distintas tensiones en la cuerda para
producir distintas notas se hace con una piedra laja pequeña que se aprieta contra el alambre tenso.
109
Jóvenes haciendo capoeira en el Parque Forestal

3.2 LA LLEGADA DE LOS CANDOMBES Y LAS BATUCADAS.

Una tarde de domingo a finales del año 97, aparecieron un par de uruguayos radicados en

Chile a tocar tambores. Lo novedoso de esos tambores es que se tocaban con una baqueta

en una mano y con la otra de lleno en el tambor. Producían una gama de sonidos de

percusión. Los empezamos a invitar mientras hacíamos malabarismo con fuego, y el

espacio con el sonido se tornaba más espectacular. Ellos eran los candomberos de Uruguay,

que en las fiestas de carnaval hacen sus “llamadas” en los barrios negros de Montevideo.

De a poco encontraron su espacio, y luego de las peleas con los carabineros y la

municipalidad se fueron hacia el costado norte del museo, frente al río y alejado de los

departamentos de los vecinos.

110
Las batucadas empezaron a llegar después de los candombes y producían un estrépito de

carnaval que nos hacía a todos bailar y malabarear al ritmo de samba. Se quedaron poco

tiempo, pues la llegada de los carabineros por ruidos molestos tenía como principal objetivo

arrestar a cualquier individuo con tambor o instrumento de percusión. A diferencia de los

candomberos, los jóvenes de las escuelas de samba no pelearon el espacio y por lo tanto, no

son ahora parte de lo que conforma el Forestal un día domingo (la llegada de la fuerza

pública fue una dura prueba de “territorio” ciudadano, donde el que no peleó, simplemente

se fue), aunque a veces se les ve llegar con sus percusiones al parque, y son rápidamente

reprimidos. El tema de cualquier instrumento de percusión en el Forestal es hasta hoy un

problema no resuelto por la gente que concurre los días domingo.

Los candombes iniciaron una escuela que hoy tiene seguidores en todo Santiago y frente a

los problemas que generaron los estamentos oficiales en el parque, ya no se juntan ahí a

“tamborear”. Duraron eso si varios años, hasta que consiguieron una plaza en Santiago

centro donde los dejan tocar todos los sábados.

A pesar de eso los tambores siguen llegando al forestal, ahora en grupos de tambores sin

organización propia.

111
3.3 TEATRO CALLEJERO EN EL FORESTAL.

Una vez que el espacio congregó público, llegaron los teatros callejeros. El “Tulo” fue uno

de los primeros en hacer su show, “El Caballo Caballero”, una obra sobre el origen divino

de los caballos, una relación con el mitológico dragón: cómo el caballo llegó a ser domado,

cuando en sus inicios surcaba los cielos con alas y escupía fuego por la boca.

Tulo pasaba la gorra después de cada función, y como había gente ahí, le iba muy bien.

Otro grupo que aprovechó en ese espacio de teatro fue el de los “Hermanos Marinakis”, un

show de clown de tres malabaristas que estudiaban teatro y vivían de hacer este arte en la

calle. El show era de una comedia de equivocaciones donde había un clown que dirigía la

escena mientras otros dos intentaban hacer las hazañas que él pedía.

Hoy en día el teatro callejero han logrado tomarse la explanada del frontis del Museo de

Bellas Artes y la calle; existen mimos y compañías de teatro que usan ese lugar, y todavía

llega teatro más vinculado al clown a la Plaza Bach: hoy lo ocupa Daniel Muñoz, clown y

malabarista chileno que hace un show de malabarismo y payaso.

Daniel Muñoz en su rutina de clown.

112
El problema que suscita la pertenencia de este grupo al espacio desde el punto de vista de

los malabaristas, es el hecho de que cobran, vale decir, usufructúan del espacio que generan

los malabaristas. Al momento de tener que pelear el lugar, no han combinado fuerzas para

la pelea, sino simplemente han buscado otros espacios donde no los molesten. Los

malabaristas han tenido peleas por ganar el espacio. Peleas con la municipalidad, con los

carabineros y con los vecinos. Esas peleas ganadas les han generado una idea de

pertenencia y los grupos que no se han sumado a esa pelea no se les considera parte del

espacio, sino, reitero, usufructadores.

3.4 DESCRIPCION DE UN DIA EN EL PARQUE.

A continuación, una descripción de campo de un domingo cotidiano en el parque, que fue

realizada a principios del año 2002, en un estudio sobre jóvenes efectuado por la

Universidad Bolivariana.

Domingo 10 Marzo. 5:00 p.m. Parque Forestal.

Llegué con mis colchonetas. Hace ya más de siete años que voy al parque a “malabarear”.

Es uno de los pocos espacios públicos tomados por jóvenes que ha logrado romper el cerco

de la “sociedad de control”. Como ejemplo de la sociedad de control a la que aludo, en el

parque Bustamante hace unas semanas encontré a jóvenes haciendo “Skating” o patineta.

Me senté un rato a observar sus peripecias. Eran muy ágiles y temerarios, saltando

escalones y deslizándose por barandales. En un momento llegó un cochecito de seguridad


113
con un funcionario muy alterado que hizo aspavientos de una llegada intempestiva,

haciendo derrapar el carro. Se bajó muy rápidamente y los chicos se intimidaron. Les

prohibió andar en skate en el parque. ¿???. Me recuerda los años más duros en el

Forestal, donde nos prohibían jugar malabares. ¿Es que la sociedad no está acostumbrada

a la libertad de pasear y de hacer uso de los espacios públicos? Los chicos se disculparon

con el funcionario prepotente, y se fueron. Me quedó una rabia que me apretó el pecho.

*************************

Llego saludando a la gente que no veo desde hace un par de meses por estar de

vacaciones. Los malabaristas se distribuyen el espacio según los juguetes que manejan y

según sus amistades: así, está el lugar de los que hacen clavas del grupo de los Circópatas,

un poco más allá los de la escuela del Cirque du Monde, otros con los que no hablo porque

los encuentro unos ladrones porque me robaron un monociclo hace como un año, y cada

uno en lo suyo: jugar.

Pongo las colchonetas en un espacio entre malabaristas sin grupo, medio desperdigados

por ahí. Caliento el cuerpo y observo a ver si encuentro a mis compañeros de juego.

Nosotros hacemos “mano a mano” o figuras y acrobacias de dos o más personas.

El Nacho, uno de mis compañeros, está en el trapecio que colgamos en el árbol más firme.

Le acompañan el Chapa, y la Paulina, otros de los circópatas que hacen mano a mano.

De a poco se van acercando a las colchonetas, yo ya estoy jugando con el Juan Pablo hace

un rato.

En un momento de la tarde aparecen unos chicos con tambores y se ponen cerca de

nosotros. No son del parque, eso se nota, porque la gente del parque sabe que durante la

pelea con el municipio y los vecinos por los “ruidos” (música) que producen los tambores
114
hemos negociado el espacio para los tambores más cerca del río y hacia el costado norte

del palacio de Bellas Artes.

Los chicos de la Capoeira hace ya algún tiempo se han tomado un espacio del adoquinado

del parque. Hay una rivalidad entre los grupos de capoeira de acuerdo a los “Maestros”

que los guían. Unos son del grupo de Cacao y otros de Maxwell, ambos oriundos de Bahía

en el Brasil. No tienen buenas relaciones porque unos son más violentos que otros. Me

extraña que se encuentren de a dos grupos y en el adoquinado. La capoeira, arte marcial

de los antiguos esclavos negros de Brasil, se juega en el pasto raso, de donde viene su

nombre.

Jóvenes haciendo mano a mano en el Parque Forestal.

115
Entre medio de la tarde hace su aparición el “Johann”, un viejo vagabundo que me hace

conversa desde que lo conozco. Dice que es alemán del sur, y que tiene casa. Yo sé que es

vagabundo, alcohólico y que vive en la calle. Se pone a darles instrucciones a los chicos

que hacen acrobacias conmigo. Termina subiéndose a las colchonetas y a señalarlos con el

bastón. Le pido que se vaya. Se sienta y me hace señas de que le acompañe con un trago

que tiene escondido en una bolsa de supermercado que siempre anda trayendo consigo.

En cierto momento llega mi pareja de juegos. Me enfrasco en rehacer agilidades perdidas

por meses de no estar juntos jugando.

Me encuentro con uno más de los “viejos” del parque como yo. Esos malabaristas que han

logrado este mote por el tiempo que llevan en el parque. Comentamos que no vamos a

hacer la Convención Internacional que durante cuatro años se ha hecho en Abril, porque

es un mes muy inclemente e impredecible con el tiempo, y que un solo mes para prepararla

siempre ha sido un desgaste innecesario. La hemos cambiado para Octubre pues calza con

las convenciones que se hacen en Argentina, Uruguay y Brasil, separándolas con solo

unas semanas entre una y otra. El año pasado no hicimos un cumpleaños oficial del parque

por falta de tiempo. El cumpleaños es en noviembre, el primer domingo de ese mes, donde

se conmemora el primer domingo en que dos jóvenes de la compañía del Teatro del

Silencio y sus amigos se juntaron en el Forestal a practicar malabarismo en el año 94. El

problema del año pasado fue que la presidenta de la junta vecinal se consiguió todos los

domingos de Noviembre con la municipalidad y los permisos no pudieron ser hechos para

que nos dejaran instalar la carpa y la conexión a la electricidad. Así que hicimos un

cumpleaños con una torta y un par de competencias nada más. Aún así el parque no ha

dejado de ser una instancia de juego de TODOS los domingos hace ya siete años. Las
116
peleas con la municipalidad, los vecinos y los pacos ya no se dan en base a los acuerdos

que con los años y las peleas logramos hacer. Pero aun los pacos se rigen por los acuerdos

a veces y los toman como ley, por ejemplo que las batucadas y los candombes dejen de

tocar a las nueve de la noche. Aún hay ciertos domingos en los que llegan a callarlos con

su coche patrulla para intimidar, como el domingo pasado, donde los chicos para no joder

se pusieron al lado del río e incluso así los fueron a callar.

Terminamos a eso de las nueve de la noche. La gente se va yendo de a poco y ya quedan

solo un par de grupos desperdigados que la seguridad ciudadana y los pacos se encargan

de increpar para que se vayan luego.

Terminamos como siempre, un grupo en el “Café de Julio” un boliche de la calle Monjitas

con José Miguel de la Barra.

Me voy a casa después de tomar una gaseosa y conversar un rato.

Un día de parque es siempre los domingos. La hora de llegada es aproximadamente a las

cuatro de la tarde. La gente llega, deja sus mochilas en el suelo y simplemente comienza a

practicar. Hay gente haciendo clavas, otros haciendo golo, pelotas, argollas, monociclo,

otros en un árbol cuelgan un trapecio o una tela y practican, otros tiran sus colchonetas o

una alfombra cuadrada y hacen mano a mano.

Cada actividad se comparte: no es privativo que uno haga clavas y se quede jugando toda la

tarde eso, puede cambiar a jugar otro juguete cuando desee, y hay veces en que los juegos

pueden compartirse: hay mucha gente que hace passing47 de clavas o de pelotas o de

47
Passing es jugar a hacer “pases” de clavas entre dos o más practicantes: es una forma de malabarear en
grupo.
117
argollas. Otros tienen destrezas físicas y comparten su tiempo de domingo entre el trapecio

y los juguetes, o en la alfombra de mano a mano y después hacer pajaritos48, en fin, la tarde

se reparte en el juego que uno u otro desea. Hacia el ocaso y ya cuando la noche se cierne,

los malabaristas pueden cambiar de jugar con juguetes de luz o juguetes de fuego: las

mismas clavas o golos o lo que sea, pero que tienen una mecha que se enciende o una

luminosidad propia. También hacia esa hora a veces hacen competencias de resistencia, que

consiste en ver quien resiste más malabareando con algún juguete. Otras veces hacen

“gladiadores”, especie de lucha donde los malabaristas juegan en una rueda e intentan

desbaratar el juego de otro por medio de manotazos a las pelotas o “clavazos” a las clavas.

Hay variaciones a su vez entre las épocas del año: en el invierno hay menos horas de luz

por lo que la gente llega más temprano y se va más temprano. Lo único que hace que un

domingo no se juegue es la lluvia: si hay lluvia los malabaristas no se juntan.

En el verano hay una cantidad fluctuante de gente por las vacaciones y los viajes. Se juega

hasta más tarde, pero también se llega más tarde por el calor.

Hasta hace dos años se hacía una rueda de fuego en las noches, donde se compraba parafina

para el que deseara jugar: la parafina y el dinero para comprarla se hacían pidiendo dinero

al público.

Las otras artes (capoeira, tambores) no dependen de los malabaristas y no siempre se juntan

los domingos, pero usan el mismo horario.

48
Es un juego malabarístico que consta de una cadena con un saco con peso al final. Ese peso tiene a su vez
tiras de papel o de otro material vistoso que al hacer girar las cadenas dejan la sensación de alas. De ahí el
118
4. SE SUSCITA EL “PERTENECER”

La pelea por el espacio en el Parque Forestal suscitó con mayor fuerza o definitivamente

generó y galvanizó la idea de pertenencia. La pelea se enfrentó con varios tipos de

argumentos por parte de las autoridades49. Enfrentar de esa manera el hecho nos dio la

ventaja del antropólogo de ser capaz de aprehender al otro, pero en este caso sin perder el

yo y sus propias exigencias: debíamos, sin duda aprender a manejar los hilos sociales para

quedarnos donde queríamos. Aprendimos por la fuerza de la reacción a una acción

represiva, a operar en los vericuetos de la legalidad chilena para obtener el triunfo en

nuestra causa: y la causa nos transformó sin duda en Los Malabaristas Del Parque Forestal

y nos dio pie para sabernos y entendernos como fenómeno social único y – hasta ahora-

imparable.

4.1 LA LLEGADA DE LA REPRESIÓN

Una tarde de domingo a finales del año 96, cerca de las 15 horas, Carabineros llegó con

orden del municipio de echarnos del lugar. Para eso, prohibieron el uso del espacio con el

argumento de que se “prohibía jugar”. Frente a semejante argumento, decidimos no hacer

caso y seguimos jugando, pues por casualidad canal 2 estaba haciendo un reportaje de los

malabaristas y accedieron a hacer una nota de lo que estaba pasando. Los Carabineros

mote de “pajaritos”.
49
Partieron prohibiendo jugar. Al darse cuenta que la medida era ilegal, prohibieron jugar con fuego.
Nuevamente la medida no tenía asidero legal. Encontraron pequeños resquicios legales, como la oficina de
Aseo y Ornato de la Municipalidad de Santiago, que prohibió usar los árboles para colgar los trapecios porque
119
frente a las cámaras decidieron irse, no sin advertir antes que a las 18 horas volverían con

refuerzos y efectivamente nos desalojarían de la plaza.

Jugamos durante toda la tarde tensos, hasta que por fin a las seis apareció un bus de la

institución policial y un suboficial conversó con nosotros. La orden, decía, venía del

municipio por alegatos de vecinos de los alrededores sobre “delincuentes” que se habían

hecho del parque molestando a la gente que pasaba por ahí. Le alegamos que no éramos ni

delincuentes ni molestábamos a nadie, sino que usábamos el parque como cualquier

persona para recrearnos. Al oficial no le interesaba lo que le dijéramos, simplemente había

recibido una orden y la tenía que cumplir. Discutimos agriamente y decidimos quedarnos,

esperando que nos llevaran presos. No lo hicieron.

En la noche, antes de irnos, nos reunimos para conversar el asunto. Ya la municipalidad se

había hecho presente un par de veces en época de elecciones para conversar de lo que

necesitábamos para poder estar ahí, y nos habían ofrecido más de una vez cambiarnos de

lugar (al parque O´Higgins o al Parque de Los Reyes) para que lo usáramos en vez del

Parque Forestal, porque en esos lugares no molestábamos a nadie. Nuestra negativa siempre

fue rotunda: en cualquier espacio no molestábamos porque un parque era para recrearse y

eso era lo que estábamos haciendo todos los domingos.

Esa noche después de la discusión con los carabineros decidimos que convocaríamos a los

medios al otro domingo y que nos aleccionaríamos con abogados sobre los procedimientos

a seguir.

les hacían daño. La medida fue poco popular y finalmente terminaron por prohibir los tambores pues eso tenía
asidero en los reclamos de los vecinos.
120
Hablamos con abogados y supimos que un parque es un bien nacional de uso público y que

es ilegal prohibir jugar a nadie en esos espacios. Además, la jurisdicción del Parque

Forestal, por ser parque metropolitano, no era de competencia del municipio (en cuanto a

dar prohibiciones de uso) sino de la intendencia metropolitana, por lo que los argumentos

de carabineros, ambos, la orden y la prohibición, estaban fuera de lugar. Lo que teníamos

que hacer era hablar con aquellos que habían dado la orden, pues carabineros solo se

prestaba a cumplirlas.

Al otro domingo ya los carabineros habían llegado cuando nosotros nos aprestábamos a

jugar. A un par de malabaristas que habían llegado antes les habían intentado requisar los

juguetes pero nuevamente la presencia de los medios les había hecho desistir, no sin verse

molestos por eso. Andaban caminando en grupo, intentando amedrentar al que se le

ocurriera sacar sus juguetes y malabarear. Solo la presencia de los medios era nuestra arma,

con ellos de escudo, los carabineros no se atrevían a molestarnos.

Conversé con el suboficial a cargo, pero no había diálogo. Me decía que si insistíamos nos

iba a llevar detenidos. Frente a eso le dije que si ésa era su postura que la llevara a cabo,

pues no nos moveríamos de ahí. Me miró con saña y se fue.

Ya entrada la noche, y una vez que los medios se habían ido, apareció un piquete y agarró a

una malabarista que jugaba con unos pajaritos para llevársela detenida. Yo estaba sentado

en una banca cercana y salí a ayudarla. El mismo suboficial estaba ahí y apenas me vio dio

la orden de llevarme a mí también. Por ese entonces la ley de detención por sospecha había

sido recientemente derogada, haciendo eco en los medios de comunicación que no se debía

llevar detenidos de esa forma y que la gente alegara al respecto. Mientras dos policías me

perseguían por el parque, yo corría y argumentaba lo de la detención por sospecha hasta


121
que me agarraron. Me fui detenido en medio de una batahola que armaron mis compañeros.

Un malabarista se subió al furgón cuando este se puso en marcha conmigo adentro. El

policía que iba agarrado como bombero, increpó al malabarista que se bajara si no quería

irse conmigo, y para sorpresa de ambos, se metió en el furgón, declarándose formalmente

detenido. Llegamos a la primera comisaría y nos bajaron. Ya mis compañeros habían

llegado en masa y gritaban consignas en las afueras de la comisaría. En un momento un

forcejeo en la entrada principal y un par de flashazos de cámara, me despertaron del letargo

en que mis nervios colapsados me mantenían. Suponía que a merced de la policía era

mejor simplemente callarse la boca y resignarse al procedimiento, pero mis amigos gritaban

mi nombre a todo pulmón mientras yo no hallaba la manera de hacerme humo y

desaparecer.

En cierto momento apareció una amiga corresponsal de prensa y pidió hablar con el oficial

a cargo, y al mismo tiempo se acercaba al calabozo y me preguntaba cómo estaba. Le

comenté que diera a conocer que Mauricio (el malabarista) había caído preso conmigo para

que se avisara a sus padres, y que tratara de decirle al resto de los compañeros que mejor se

callaran. Ella salió afuera a hablar por celular y en ese momento apareció un oficial de

mayor rango a preguntar si ya se había hecho el papeleo. Se le veía nervioso y gritó al

policía del acta que se apurase cuando éste le dijo que aún no habían hecho nada. Después

de un rato mandó a llamarnos. Nos sacaron del calabozo y nos llevaron a su oficina. Ahí

nos hizo tomar asiento y nos explicó que la municipalidad había enviado un Memorándum

pidiendo el desalojo del parque. Nos mostró el papel.

- No está detenido - Se apresuró a decirme.

122
Luego comentó que yo era uno de los “jefes” de los malabaristas y que por eso me había

llevado ahí para conversar del asunto. Alegué que esa no era manera de llevar a nadie a

conversar, y me miró y encogió los hombros.

- En todo caso, no estás detenido – dijo.

- ¿Así que me puedo ir con mi compañero? - Pregunté. Respondió asintiendo con la cabeza,

y nuevamente me explicó que la municipalidad era la responsable del suceso. Nos hizo

firmar un acta en la que decía que no teníamos lesiones y nos dejó ir. Afuera la algarabía de

mis amigos fue grande y decidimos irnos al parque a conversar el asunto. Expliqué lo del

Memorándum de la Municipalidad y un señor que era abogado dijo que si eso era cierto, la

municipalidad podía ser enjuiciada por mandar ilícitos, pues era ilícito – según él -

incumbirse en asuntos que competen a la intendencia metropolitana (los permisos en los

parques públicos). Decidimos que al otro día pediríamos el documento en la oficina de

partes de la municipalidad (todo documento manado de la municipalidad se encuentra en su

Oficina de Partes). Yo me encargué de ir nuevamente a la primera comisaría para que el

Capitán Fuentes, el que me había mandado a su oficina a hablar, me prestara su documento

para fotocopiarlo. Ni una ni otra diligencia llegó a buen término, pues el Memo había

desaparecido misteriosamente de la oficina de partes aunque se sabía de su existencia y el

Capitán aunque muy amable, me dijo que no podía prestármelo.

Se olvidó el asunto por un par de domingos, pero los carabineros aparecían siempre y se

estacionaban con su patrulla a un costado del parque, y el Suboficial Muñoz me pedía con

cara de suceso que no hiciéramos malabares con fuego (ahora ése era el argumento)

mientras su turno no terminase. Ambos negociábamos el inicio del fuego cerca de las siete,

123
él hacía sus últimos minutos la vista gorda y nosotros empezábamos un poco antes de su

hora de salida.

Otro domingo apareció un hombre mayor con su mujer a conversar con nosotros. Era un

vecino del sector y comentaba que desde la llegada de los malabaristas le habían intentado

asaltar varias veces. La discusión llegó a término al mostrarle las mochilas y los juguetes

arrumbados en el piso de la explanada de la plaza sin mayores cuidados. ¿Cómo iban a

robarle con cortaplumas, como decía, si en el parque las mochilas estaban en el piso sin que

nadie las tocara? Se quedó callado y se fue. Pero los policías volvieron a la carga otro

domingo, llevándose detenido a mi pequeño compañero que se había ido preso conmigo la

primera vez, el “Taxi”, por jugar con fuego. Por ese entonces llegaron además funcionarios

de la municipalidad del Departamento de Aseo y Ornato, pidiendo que la cuerda tensa y el

trapecio se sacaran de los árboles pues los dañaban y eso corrompía la ley. Era un hecho

que la municipalidad nos quería fuera del parque con cualquier argumentación y varios

vecinos reunidos en un comité “pro defensa del Parque Forestal” (entre los que se contaban

el vecino recién mencionado y su mujer) también deseaban echarnos.

Las peleas ocurrían algunos domingos y otros no pasaba nada. Los batuqueros y los

candombes hacían la tarde más estrepitosa con su música de carnaval y varias veces nos

metíamos a malabarear entre los músicos al ritmo de los tambores. Una tarde, sin embargo,

los carabineros pararon a los músicos su repiqueteo por “ruidos molestos”. Acostumbrados

a que nos fueran con uno u otro argumento a prohibir no les hicimos caso y al caer la tarde

se llevaron detenido a un joven que golpeaba su tambor sentado con su novia. Fueron

violentos y rápidos. No pudimos hacer nada y nuevamente nos reunimos los malabaristas

que estabamos ese día para ver qué hacíamos para el otro domingo.
124
Por ese entonces (segundo semestre del año 97) estábamos en elecciones de senadores y

diputados que de vez en vez paseaban por ahí buscando adeptos. Usamos esa coyuntura

para que Jaime Gazmuri (Senador) y Carolina Tohá, candidata a diputada de la

Concertación de Partidos por la Democracia50, nos ayudaran a pedir audiencia con Jaime

Ravinet, el alcalde de Santiago militante de la Democracia Cristiana, partido de la misma

coalición que ellos.

Fuimos varios a la reunión donde, además, estaba una señora presidenta de una unidad

vecinal colindante con el parque, los dos candidatos ya nombrados y un representante de

los candombes.

Ravinet empezó a narrar los problemas que le ocasionaban los vecinos con quejas por los

ruidos molestos en el parque. Discutimos la argumentación diciéndole que lo que él

llamaba ruidos era música y muy respetada en otras latitudes. Comentó entonces que tenía

que velar por equiparar la idea de unos con las de otros respecto a lo que llamaba “ruidos

molestos” en domingo cuando se suponía que la gente descansaba. Tras una larga discusión

en la que la señora de la junta de vecinos nos apoyaba, nos pusimos de acuerdo con

horarios para los candombes y las batucadas y asignamos un espacio a un costado de la

Costanera, para que el ruido no llegara a los vecinos directamente, rebotando sobre el

costado del museo y perdiéndose el estrépito hacia el río Mapocho. Con los malabaristas no

había problema, dijo, por lo que firmamos un acuerdo tripartito (vecinos, carabineros y

malabaristas- candomberos) en el que íbamos a implementar por tres meses el horario y el

sector estipulado a prueba.

50
En la votación de ese año, Carolina Tohá no fue elegida diputada perdiendo con un 24,25 por ciento de los
votos, contra Enrique Krauss (DC) y Alberto Cardemil (RN) con un 28,87 y 31,06 por ciento
125
El problema se suscitó con los malabaristas que deseaban simplemente pelear el espacio

público sin llegar a acuerdos. Para varios, la municipalidad incurría en un atropello a los

derechos civiles y la pelea tenía que ser hasta las últimas consecuencias. Se discutió

largamente el problema, hasta que se votó por que nos quedáramos a prueba esos tres

meses, dando a entender con eso que no éramos el problema nosotros, sino la intransigencia

de la municipalidad y su abuso de poder, porque entendíamos que luego de los tres meses y

pasadas las épocas de elecciones volveríamos a tener problemas. Y así fue. Durante un par

de meses no tuvimos problemas, pero el espacio se fue llenando de policías y funcionarios

municipales que nos controlaban a toda hora. Aparecieron también basureros (recogedores

de basura) con walkie talkie y earphones en las orejas y visitantes dominicales con corbata

y lentes oscuros. Nos reíamos un poco de la parafernalia de los estamentos oficiales y nos

jactábamos de haber ganado una guerra contra la anti-democracia que según nosotros se

practicaba. Estábamos muy equivocados.

A continuación, para dar a entender el problema que nos fue afectando, presento un recorte

de prensa de la Zona de Contacto del diario nacional El Mercurio, del viernes 28 de

noviembre del año 97 en su número 341.51 Éste nos da las pistas de cómo se vivió la

represión en el parque vista a través de los ojos de los medios de comunicación:

respectivamente. (fuente: www.interior.gov.cl)


51
Artículo escrito por Gonzalo Maza y María José Viera-Gallo
126
EL FORESTAL: PARQUE DE RESTRICCIONES.

El calor. El sol luminoso, las veredas brillantes. Hay treinta grados a la sombra y el

termostato se siente en los pulmones. Es domingo en el Parque Forestal. El Museo de Arte

Contemporáneo (MAC) está cerrado. Afuera está lleno de niños con narices de payaso y

gente de veintitantos que no está pegada al teve cable, sino que juega como si tuviera cinco

años. Lanzan pelotas y bolos que cortan el aire caliente. Pero no la tensión.

El espectáculo no deja de ser extraño, porque a pesar de que la plaza parece ciudad de

niños, las actividades que en ella se desarrollan son seguidas con atención por 20

carabineros, 6 caballos, 2 perros y un bus de la división de fuerzas especiales de la policía

uniformada, la misma que se dedica a disolver manifestaciones callejeras después de los

partidos de fútbol.

Los carabineros no están porque ellos quieran. Si no, claro, vendrían de civil. Están

trabajando porque los llamó un grupo de vecinos del Parque Forestal alegando por el ruido

que hacían los tamboristas allí reunidos.

Pablo Notaro (25) es uruguayo y pertenece a uno de los cuatro grupos de tamboristas que

desde hace un mes no pueden tocar. Este domingo, incluso, casi le quitan el tambor. "Que

un carabinero no te deje entrar a un parque con un tambor, sencillamente es de otro

planeta", se queja. "Me siento mal, ¿no puedo tocar un ratito? En Montevideo los

tamboristas pasean tocando por las calles de cada barrio".

Aunque los tamboristas llevan tres años juntándose en el anfiteatro del MAC, fue hace sólo

30 días que algunos vecinos - organizados en un autodenominado Comité de Defensa del


127
Parque- le reiteraron al alcalde de Santiago, Jaime Ravinet, que tomara medidas contra los

percusionistas. En resumidas cuentas, que los desalojara.

Pero el hecho de que el Forestal sea un parque metropolitano y que, como tal, pertenezca a

toda la región y no sólo al barrio donde se ubica, llevó a que -felizmente- Ravinet no

pudiera hacerle caso a los irritados vecinos. Por eso hace dos semanas se planteó la idea de

realizar un plebiscito, para recoger la opinión de los habitantes de 32 edificios, inmediatos

al parque, todos ellos ubicados entre las calles Miraflores y Monjitas. Y desde entonces, los

tamboristas tienen prohibido tocar.

Lo Mío, lo Tuyo, lo Nuestro.

¿De quién es la calle? ¿Se puede echar a alguien que está afuera de mi casa si esa persona

me molesta? Al parecer, sí se puede. El pataleo de algunos vecinos (adultos mayores en su

mayoría) fue por ruidos molestos, y alegaron como lo harían si en el departamento de al

lado estuvieran celebrando una fiesta a una hora inadecuada: apelando a la autoridad.

Lo que ocurría en el Parque era de hecho una fiesta, aunque nadie la había organizado.

Hace tres años, los malabaristas comenzaron a reunirse en ese sector a practicar sus

actividades, y poco a poco comenzaron a sumarse actores de teatro callejero, artesanos,

grupos de candombe y de batucada.

En un primer momento el ¡shhh! de los vecinos los pilló desprevenidos, pues en ese

minuto, al igual que hoy, estos nuevos habitantes dominicales del parque no contaban con

una organización formal que los agrupara. Su voz fue entonces representada por miembros

del Sindicato de Actores, Sidarte, el primer colectivo organizado que los apoyó.

128
Jaime Mondría, quien forma parte del mencionado sindicato y además es tamborista,

resume todo el asunto como un gesto de intolerancia, aunque acepta seguir jugando con el

rayado de cancha que dibuje la municipalidad. "Estamos dispuestos a corrernos hacia la

entrada del anfiteatro, para que el ruido rebote en el museo. Pero si deciden que nos quieren

echar, todavía nos queda la posibilidad de interponer un recurso de amparo ante los

tribunales, porque el parque depende de la Intendencia. Es un grave síntoma de esta

sociedad ver cómo se restringen los espacios públicos", concluye.

Moira Miller, actriz y directora de teatro, aprendió a hacer malabarismo en la plaza y

también la defiende: "En todas partes del mundo existen estos espacios libres y gratuitos

para la gente. No entiendo cuál es el problema. Si quieren que haya un horario tope,

simplemente deberían regular, pero no prohibir.".

Quienes se juntan en el Parque sienten que el problema para los vecinos va más allá del

ruido. Se defienden diciendo que, a fin de cuentas, los tambores no son más ruidosas que

las micros que pasan durante la semana por la calle Santo Domingo. "No hemos venido a

tocar a la hora del almuerzo o de la siesta, pero igual les molesta", se queja Pablo, "y esto

viene de atrás, porque antes del problema con los tamboristas les habían confiscado sus

implementos a los malabaristas. Y la semana pasada no dejaron actuar a Arturo, por lo que

tenemos la sospecha de que nos quieren echar a todos".

El Arturo al que se refiere Pablo es Arturo Rossel (33), ex miembro del Gran Circo Teatro

y actual director de la compañía Equilibrio Precario, responsable de obras con marionetas

como El Ñato Eloy y La niña de la Calaca. En la plaza, Arturo estuvo presentando El

caballo caballero, pero la semana pasada - por no tener permiso municipal- ya no lo

dejaron. "Julio Sáenz, funcionario de la Municipalidad de Santiago, amenazó con meterme


129
en un camión porque suponía que yo hacía comercio ambulante", explica, "siendo que yo

no vendo nada, paso el gorro no más, al final de la función. Después me conseguí un

permiso, pero sólo era oral y casi me llevan de nuevo". Rossel se queja de que el trato sea

distinto en la Municipalidad de Lo Barnechea, donde los domingos en la mañana presenta

la misma obra, pero en la Plaza San Enrique. "De allá me llamaron y me pagan un monto

base por función. Todo lo contrario que aquí, pero me gusta la espontaneidad de este

lugar".

El principal reclamo de los vecinos del Parque tiene que ver con el supuesto de que la gente

que se reúne por esa misma espontaneidad en la vía pública atrae delincuencia,

drogadicción, alcoholismo y comercio ambulante. Josefina Vial vive desde hace 12 años en

la calle Ismael Valdés Vergara y para ella el barrio poco a poco está derivando hacia una

nueva Bellavista: "Yo acepto que tomen vino o cerveza, pero el problema es que la plaza se

está llenando de lumpen. A mi empleada la otra vez le sacaron un cuchillo y a mí me da

miedo bajar. Quiero salvar el barrio. Y aunque me digan que me vaya a vivir a un lugar más

tranquilo, como La Dehesa, yo no quiero. ¿Por qué tengo que irme yo?", pregunta.

Según Jaime Mondría, hay que separar el tema del uso de los espacios abiertos del de la

propia seguridad: "El único problema nuestro es el ruido y los tamboristas. El de la

sociedad es la delincuencia y el comercio ambulante". Según informes entregados por los

propios Carabineros, en este último mes de vigilancia especial sobre el Parque sólo se han

detenido a 8 personas. Por tomar alcohol.

130
La Ley de la Plaza.

En los 60s, el poeta español Rafael Alberti, de paso por Chile y tras unas copas de más en

un bar del centro de Santiago, se fue caminando hacia su hotel acompañado de un amigo

chileno. Alberti, feliz con su visita y con las copas, se puso a cantar en la calle y casi fue

detenido por estar protagonizando disturbios en la vía pública. Quedó sorprendido el vate:

"Hombre, yo no sabía que estaba prohibido cantar acá. En España todos se van a casa

metiendo bulla", fueron sus palabras.

El asunto es que nuestras leyes son estrictas sobre lo que se puede o no hacer en la calle. A

diferencia de otros países, acá te pueden llevar preso no sólo por canturrear en la vía

pública, si no también por tomar trago o por actos como hacer el amor y andar en topless,

que en otras partes son tolerados. En el Central Park de Nueva York nadie te molesta si te

tomas una cerveza (sólo tienes que taparla con una bolsa de papel). En el Hyde Parque de

Londres puedes poner tu silla de playa y tomar sol en bikini. En la Plaza de Cataluña, pleno

Barcelona, no hay problema para las bandas que se instalan a tocar con amplificación. De

hecho en Buenos Aires, en el parque La Recoleta (donde también hay un museo), ni los

artesanos ni los grupos de rock tienen dificultades para desarrollar sus actividades.

Sin embargo, en Santiago, cada vez son más evidentes las restricciones cuando se realizan

actividades públicas que no interfieren los intereses de otros. Si existen roces como el

ocurrido este año en Ñuñoa, cuando el alcalde Sabat decidió sacar a los vendedores de

libros y artesanos de la plaza, es porque - según explica María Gracia Valdés, directora del

Departamento de Cultura de la Ilustre Municipalidad de Santiago- en Chile el uso del

espacio público está normado. "Toda actividad que se haga en la calle o en una plaza debe

tener autorización de la autoridad", asegura.


131
En ese sentido Valdés, quien ha tenido que enfrentar el tema de los tamboristas en el

Parque Forestal, explica que en la municipalidad han tomado una actitud más abierta: "Por

sentido común, no le hemos exigido a los artistas que pidieran el permiso. Pero los vecinos

consideraron que delincuencia y ruido de tambores es lo mismo", dice. Para zanjar la

diferencia, hasta el cierre de esta edición se estuvo negociando la posibilidad de no llegar a

plebiscito (ver recuadro), que por muy saludable ejercicio democrático que resultara, estaba

sometiendo el futuro de un parque metropolitano al juicio de los habitantes de sólo 32

edificios.

En definitiva, lo delicado de estos conflictos urbanos es que bajo las denuncias de unos

cuantos vecinos subyace un cuestionamiento profundo a la vida en una ciudad. Porque al

condenar el ruido de los Tambores del Parque Forestal se pone en tela de juicio todo lo que

de ahora en adelante ocurra en la calle y pueda molestar a cualquier vecino.

La pregunta cae sola: ¿se puede usar libremente los espacios públicos destinados al

esparcimiento?

Para los afectados, se trata de un tema de tolerancia: "Este es un parque de Santiago, no es

el jardín de unos pocos vecinos. Aprender a vivir con esto es parte de la urbanidad de

cualquier capital del mundo. Los de la Municipalidad son cínicos, porque supuestamente

apoyan la cultura, pero tapan los caminos hacia ella. Algunos vecinos por lo menos

vinieron a dar la cara y a decirnos lo que pensaban. Son sicóticos, al menos son honestos",

refrenda Pablo Notaro, el tamborista uruguayo.

Jaime Gazmuri, senador de la República y vecino del Parque Forestal, cree que el tema

responde a las necesidades de quienes viven en la urbe: "Para un entorno intolerante como

éste, el caso de los tamboristas es un ejercicio mental. Si todo terminara con su expulsión
132
definitiva, sería un duro golpe para los jóvenes, porque los problemas de delincuencia no

tienen que ver con los artistas callejeros. Tampoco creo que sea necesaria la presencia de

carabineros. La primera reacción de los vecinos fue autoritaria y es un claro signo de lo

enferma que está nuestra sociedad".

Notaro, por su lado, ya no cree que la pregunta pueda encontrar una respuesta en Chile:

"Estoy decepcionado. En Uruguay desde hace 250 años que se toca el tambor en día

domingo. Se toca por la calle, caminando. Pero Chile es otro país. Otra cultura. Hay que

aceptar un montón de injusticias. Acá la gente vive mal. La vereda es para ir y volver de la

casa al trabajo, después se encierran a ver tele. Muy lindo el tevecable, pero es triste vivir

así, yo no me puedo acostumbrar. En Uruguay, los viejos toman mate en camiseta sobre la

acera. Acá se los llevarían presos por andar con la guata al aire. Estoy súper decepcionado,

me quiero ir de Chile. Encárguense ustedes de esto".

Historia de un (des)Acuerdo. (Recuadro).

Hace un mes, la municipalidad de Santiago propuso a los tamboristas que se fueran al

Parque de los Reyes. La respuesta fue negativa. Luego le ofreció a los vecinos un plan de

regulación para posibilitar la permanencia de los ruidosos. Otra negativa. Finalmente, ante

la imposibilidad de un acuerdo entre las partes del conflicto, la semana pasada la autoridad

edilicia llamó a una consulta vecinal para hoy y mañana, en la que participarán 32 edificios

al frente del Forestal, con derecho a un voto por departamento. Las opciones eran tres: a)

debe establecerse un horario de 18 a 20 hrs. para los tamboristas; b) pueden mantenerse, o

c) deben suprimirse.

133
Sin embargo, al cierre de esta edición se alcanzó una base de acuerdo entre los vecinos, la

alcaldía y los tamboristas, por lo que el plebiscito fue suspendido. La seguridad en el éxito

de esta negociación, que estuvo en manos del vocero del Comité de Defensa del Parque,

Camilo Mori, el representante de la municipalidad de Santiago, Germán Vio, y el delegado

de los tamboristas, José Luis Gutiérrez, es de un 90 por ciento.

Y la resolución final establece: 1) Un horario para estas tocatas, de dos horas de

continuación, entre las 18 y las 20 horas del domingo; 2) Su localización atrás del Museo

de Arte Contemporáneo que da hacia el río Mapocho, lo que disminuiría el ruido para los

vecinos, y 3) Una medición científica de la intensidad del ruido de los tambores (pues no se

podrá exceder un cierto tope). El desenlace, eso es lo único claro, está por verse.

De este extracto de diario puede verse que la prensa escrita buscaba de alguna manera

también las significaciones de un hecho que en otras latitudes tenía el componente de

“normalidad” y que en Chile, por algún motivo no explicitado mas que por una supuesta

forma de ver las cosas de manera autoritaria, represiva al fin y al cabo, pasaba a ser noticia

el hecho de que un grupo de jóvenes se juntase en un parque a jugar y a entretenerse.

Teníamos, pues, a la prensa de nuestro lado. Trabajamos mucho con ese componente,

porque lográbamos denunciar cuando era necesario el hecho del abuso de parte de las

autoridades y éstas, en la palestra de los mass media, preferían por lo tanto contenerse y

entablar el diálogo.

134
4.2 CÓMO COMBATIR LA REPRESIÓN

Hacer que un país que tuvo mucha represión hacia sus ciudadanos por ocupar los espacios

públicos52, vuelva a tenerlas libres y transitables, es complicado. Y es más complicado aún

tener que ser parte de la apertura de esos espacios por un problema coyuntural. Es un hecho

que para hacer espectáculos públicos (así se les llama a los jóvenes que hacen un show en

una esquina) se necesita un permiso. Para todo lo que se haga en la esfera pública se

necesita un papel oficial que dé la luz verde. Intentar convencer a los estamentos oficiales

que el malabarismo en el Parque Forestal no es más que un “ir a practicar” y no un show

público sigue siendo un problema.

Entonces trazamos ideas de acción:

Empezamos por irnos presos. Llevar al extremo el hecho absurdo de “no permitir” los

juegos fue nuestra primera carta y que eso saliera en los medio de comunicación. Pero para

eso tuvimos que tener a los medios de nuestro lado. Ayudó mucho el hecho de que el hijo

de un periodista que leía las noticias en un canal nacional fuera un mago que paseaba por el

parque haciendo sus trucos. Un lunes por la noche apareció el periodista en el noticiero y

nos defendió, llamando al alcalde un insensato por permitir que en un espacio público

cultural se reprimiera.

También nos ayudó el hecho de que canales internacionales como CNN y Travel Channel

nos eligieran como punto turístico de Santiago.

52
Chile tuvo 9 años de estado de sitio desde el golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973.
135
El problema entonces se situaba en la represión de un fenómeno artístico cultural53 y no de

jóvenes delincuentes o drogadictos que se toman la calle para ocuparla.

Partimos por irnos presos como un espectáculo a las cámaras de televisión; Néstor García

Canclini habla de la presión que ejercen los medios en la opinión nacional y de su rol como

formadores de cultura (1995). Como formador de cultura, tenemos un país que cada seis

meses habla como Gitano, como Rapa Nui, como Sureño o como vendedor de la Vega

Central porque las teleseries nacionales que han ido tocando esos temas ejercen una

influencia importante sobre la vida de los pobladores urbanos.

El hecho de que la televisión nos usara como elementos de cultura generó una simpatía

hacia el movimiento malabarístico. Es, además, un movimiento que no tiene una base

política significativa, entendiendo política como tendencia ideológica (hacia la izquierda o

a la derecha) vale decir, no combatimos por un ideal de sociedad, sino que buscamos en

esta sociedad capitalista un espacio donde existir más allá de cuestionarla. Eso hizo más

sencillo el hecho de ser aceptados por la percepción de ser inofensivos.

Fue entonces una pelea de medios y de influencias. Varios de nosotros teníamos vínculos

con gente de gobierno a la cual llamábamos en caso de necesidad. Camilo, por ejemplo, era

sobrino de un diputado de la república, y varias veces los llamados de él a su tío nos

ayudaron a salir airosos de las comisarías.

Otra cosa importante es que el malabarismo fue un movimiento que nació de una clase

social específica (incluía sobre todo a gente de la clase media que tenía acceso a viajar por

otros países), y no tenía como tema “la reivindicación de las masas”. Puede decirse en

53
Sería interesante aventurar a proponer la represión como fenómeno cultural chileno, pero por ahora no deja
de ser un mero comentario.
136
términos marxistas que es un movimiento emanado de la juventud burguesa que busca un

espacio para recrearse. La contradicción existe en tanto los estamentos oficiales controlaban

el espacio público por medio de permisos y concesiones, y el hecho de un espacio “libre”

generaba mucha ansiedad y deseo de control por parte del gobierno.

Otra contradicción que sale a la luz es la de pregonar la democracia y buscar el control

totalitarista de los espacios. Pero es una contradicción del estamento oficial y

gubernamental y no de la gente, que supuso que la llegada de la democracia abría espacios,

que de hecho lo hizo, pero de una manera más lenta y muy especial: en Chile solo hubo

espacios para hablar de detenidos desaparecidos, de dictadura y de derechos humanos una

vez que Augusto Pinochet fue detenido en Londres (Azócar: 1999), por lo tanto, la mayoría

de la gente se encontraba de nuestro lado. Los vecinos que se encuentran en la zona del

Parque Forestal son principalmente de la tercera edad y conversaban con nosotros el hecho

de que éramos parte de su recreación dominical. En algún momento Ravinet decidió llevar

a cabo una votación entre los vecinos del parque para decidir si nos echaban o no.

Aceptamos el reto y nos fuimos edificio por edificio conversando con la gente. En cierto

momento no nos dejaron entrar, y de repente la idea de la votación no se llevó a cabo

porque el Comité pro Defensa del Parque Forestal temió que ganáramos. Aunque el artículo

de El Mercurio señala que se llegó a un acuerdo antes, lo sucedido fue que la votación

había sido testeada por el Comité pro Defensa del Parque Forestal y según sus cálculos,

habían temido perder la partida.

Una vez que se estimó que el llevarnos presos no era conveniente, intentaron el diálogo,

que en verdad, más que diálogo, buscaba imponer restricciones. Aceptamos los horarios y

los lugares, pero se insistió en acatar el orden establecido mediante el control: todos los
137
domingos hasta hoy, hay policías en el parque velando por el orden. Sin embargo frente al

hecho del abuso acostumbrado de la fuerza pública, los carabineros también se defendieron:

Una tarde se llevaron preso a un joven que tomaba alcohol en una banca. Fueron muy

brutales con él y lo llevaban de tomado del pelo. La gente que circulaba por ahí se

enfureció. Se llevaron entonces a un hombre que gritaba que le soltaran. Rato después un

policía tomaba fotos de los alrededores, sobre todo a los montículos de basura y a unas

botellitas de cerveza que apiló sobre una banca para fotografiarlas mejor, en un intento por

probar la veracidad de que en el Parque había alcoholismo, pero sobre todo por justificar su

accionar, que está basado en la institucionalización del abuso de poder.

Dice Reina (2000): “El Estado es una entidad jurídico política que tiene por función

esencial proporcionar a sus ciudadanos protección frente a la inseguridad interior y a la

agresión exterior. Para tal fin está dotado de soberanía política sobre un área territorial

definida y detenta el monopolio del uso legítimo de la fuerza. Tiene jurisdicción sobre un

conjunto de ciudadanos cuya lealtad terminal está orientada a él mismo”. El Estado chileno

tiene el monopolio de la fuerza dentro de sus fronteras para la proteger a sus ciudadanos de

cualquier agresión externa. A su vez, establece parámetros de seguridad pública y el

gobierno de turno la administra y ejecuta. Nos preguntamos qué inseguridad genera un

espacio público, y nos contestamos con la historia reciente de Chile: los espacios públicos

desaparecieron en la dictadura: los procesos sociales, en este caso la vuelta a la democracia,

van sobre el tiempo real, mientras que las instituciones, si no cambian de mando ni de

ideología, mantendrán un status quo frente a situaciones de cambio. Pero el cambio en este

caso tiene que ver con una vuelta, un retomar prácticas ciudadanas que en Chile antes del

golpe militar fueron válidas, como es ocupar los espacios públicos.


138
En algunos momentos el número de gente y la reacción de la misma frente a la represión

trajeron consigo escenas de película.

Nos cuentan los malabaristas:

Una tarde se llevaban preso al “Poroto”, un joven esquizofrénico que iba al parque

seguido. Tomaba una cerveza en una banca y se lo llevaron detenido. Los malabaristas que

le conocían, se arrimaron al camión de carabineros y empezaron a moverlo de lado a lado,

intentando volcarlo. Era en la época en que rondaba mucho policía de civil, el tradicional

sapo54 y la gente se cargó con uno que había sapeado a varias personas. El tipo en el

colmo de la desesperación sacó la pistola y la apuntó a la gente mientras corría hacia la

primera comisaría.

Nuevamente las prácticas se remitían a la dictadura: sapos, o agentes encubiertos vigilando

a la sociedad civil. Lo más notorio es que el suceso se desarrolla ya sobre el segundo

gobierno de la concertación. ¿Qué sucede con Chile y su vuelta a la democracia que un

puñado de jóvenes es un peligro a la sociedad? No lo entendíamos en ese momento.

Sabíamos que para pelear debíamos dialogar con las cúpulas del poder local, en ese caso la

Municipalidad.

Después que logramos acceder al alcalde y tener vías de comunicación con la alcaldía,

sobre todo con Gonzalo Vío, jefe del área social de la alcaldía, conseguimos llegar a

conversar con jefe policial de la 1ra comisaría. Con él se estableció que el problema no eran

54
Modo de nombrar al agente encubierto de la fuerza pública en Chile.

139
efectivamente los malabaristas ni los candomberos remitidos a su horario, sino la “gente

que venía atraída por un espacio libre que se tomaba la calle para alcoholizarse”. Los

carabineros velaron porque no existiera consumo de alcohol y de drogas en el sector, pero

con sus métodos azuzaban y enojaban a la gente que paseaba por ahí y la trifulca

comenzaba. Varios de nosotros aprendimos a usar la ley en su contra, una vez que la

detención por sospecha se hizo ilegal y que teníamos como llamar al jefe de la zona policial

además de portar el “acuerdo” firmado por el alcalde de la comuna.

Hoy la alcaldía está en manos de Joaquín Lavín, representante de la derecha. No ha tenido

mayor capacidad de diálogo al enfrentar el problema, pues sigue siendo eso, un problema

desde el punto de vista de las autoridades.

5.- HACIA UNA TEORÍA DE LA AGENCIA.

Los movimientos de masas son hechos por personas. Estas personas tienen una historia, que

tiene su peso al preguntarse quiénes son los que hicieron el movimiento de malabaristas,

cómo lograron hacer lo que hicieron y qué hace ahora.

Esta tesis plantea que los malabaristas no son una masa informe de gente, sin nombres.

Plantea, a su vez, que estos jóvenes lograron hacer un movimiento social porque tienen un

pasado, un background, una historia personal que también es importante a la hora de

preguntarse quiénes son y cómo lograron hacer lo que hicieron. Es decir, tienen nombre y

tienen historia personal y han sido agentes sociales que lograron hacer un movimiento
140
social concientemente. Sherry Ortner, (1984) plantea que la teoría de la práctica trata de

explicar la relación entre la acción humana por un lado y una entidad global que nombra

como Sistema. En ese esquema, práctica es lo que la gente hace, por lo que la teoría de la

práctica es el estudio de todas las formas humanas de acción, desde un ángulo particular.

Pero algo debe motivar a la acción en este esquema teórico y por tanto la práctica se basa

en la teoría de la motivación, en donde se asume que “…Lo que el actor hace es ir

racionalmente a lo que él quiere, y lo que quiere es política y materialmente útil para él en

el contexto de su situación histórica y cultural” (1984, pp6).

En el caso de los malabaristas, existieron y existen actores que son los que crearon la

Agrupación de Malabaristas del Parque Forestal y se enfrentaron al sistema para hacer lo

que ellos querían, vale decir, quedarse en el parque y jugar los días domingo. Esa pelea, esa

lucha, generó además con mayor fuerza el sentimiento en ellos de pertenencia al lugar.

¿Quiénes son estos actores? ¿Qué hacen estos jóvenes además de malabarear los días

domingo en el Parque Forestal? Porque ya hemos visto que varios de ellos venían del oficio

del teatro, pero algunos también venían de otras carreras, y continúan ejerciendo

paralelamente, otros se salieron de sus carreras para continuar el malabarismo

profesionalmente y otros se dedicaron al teatro, a la docencia, en fin, ¿quiénes son estos

jóvenes?

Ninguno de ellos, al ser entrevistados, quiso que su nombre real fuese puesto en este

esquema de historia, pero si accedieron a comentarnos de donde venían, en que trabajaban

y que habían estudiado. Utilizaré breves relatos de vida para esbozar el ejemplo de los

gestores del movimiento de los malabaristas.

141
Nos dice A.:

Nací en Chile en el contexto del golpe de estado. Mi madre, asilada en la embajada de

Colombia, logró salir con permiso de los militares a la clínica Santa María para tenerme.

Después nos fuimos un año a Colombia, luego a Alemania también un año, después cinco

años en Cuba y finalmente estuvimos diez años en México antes de regresar a Chile a

finales del año 90. Acá terminé la media en el Liceo Experimental Artístico, que queda en

Mapocho, y hacia finales de mi enseñanza media conocí de los malabares en el Parque

Forestal en una pega de zancos que yo hacía con otros cabros el año 94. Ahí me metí a

jugar de lleno, era una época en la que todo era experimentar, fuimos de los primeros que

experimentamos de todo, todos hacíamos un poco de pelotitas, de clavas, de equilibrios, y

entre nosotros nos hacíamos los juguetes porque no había en Chile aún tiendas

especializadas.

Soy licenciado en Artes Visuales en la universidad Arcis, donde estudié con becas de

excelencia académica para no pagar la universidad. Tenía que tener arriba de promedio

seis para que me dieran la beca. Después hice un Magíster en Artes Visuales en la Chile, y

he ganado tres Fondart con proyectos en Artes Visuales. He expuesto en galerías como la

The American Society en Nueva York, en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires, y en

la Galería Animal en Chile entre otras.

142
Nos dice B.:

Nací en Santiago, el año 76. mi madre es socióloga, mi padre es arquitecto, de la católica y

la chile respectivamente, estudié en el colegio Notre Dame toda la básica y la media.

Estudié Ingeniería Civil en computación en la Chile, y ahora estoy terminando un magíster

en lo mismo, en la misma universidad. Llegué el año 95 al parque y aún sigo yendo todos

los domingos. Soy del grupo de los circópatas que nos formamos el año 2000. actualmente

vivo de la beca de mi magíster.

Nos dice C:

Nací en Santiago el año 77. Estudié la media en el Campus College de Providencia, en

Manuel Montt. Después entré a la universidad a estudiar comunicación audiovisual en el

DUOC, pero estuve en el Circo del Mundo un año en el taller para monitores y fui monitor

del Circo del Mundo en el año 2001. Llegué el año 95 al Parque Forestal y aún voy todos

los domingos. Actualmente vivo de ser profesor de malabarismo, trapecio y tela, mano a

mano en distintos lugares como el colegio Luis Campino, el Universitario Inglés, la

Universidad de Chile, el colegio Carmela Carvajal, el Centro Cultural de Providencia

(Juventud 2000) y también daba clases en la casa Payaso.

143
Nos dice D:

Nací en Santiago, en la Clínica Alemana el año 75. Mis padres estaban cuidándole la casa

a una tía abuela, porque nosotros somos de Ñuñoa. Estudié en el Colegio Latinoamericano

de Integración toda la enseñanza básica y media, salvo el 90 y el 91 que estuve en Bélgica

con mis padres por que mi madre fue a hacer un postítulo a la cuidad de Lovaina la Nueva,

donde está la universidad. Ella es psicóloga, mi padre es sociólogo criminólogo.

Luego volvimos a Chile, terminé la enseñanza media en el Latino y me metí a estudiar

Licenciatura en Artes en la Chile. Cuando iba en tercero conocí del circo, llegué al parque

de los primeros, el año 94 y dejé todo por el circo. Me metí a especializarme al Circo del

Mundo donde soy monitor, pero los años 2001, 2002 y 2003 me fui a Bélgica a la ESAC

(Ecole Superioure des Arts du Cirque/ Escuela Superior de Artes Circenses) y ahora volví

nuevamente a Chile, sigo en el Circo del Mundo trabajando, vivo del circo, yo, mi mujer y

mi hijo, hago clases, espectáculos y técnica, la técnica es lo de la parte de montaje de la

carpa, o de instalaciones en altura. Ahora vengo llegando de Viña del Mar, porque en el

Festival tuve que montar las cosas para los shows de Circo que se presentaron ahí.

Últimamente no he vendido mucho la parte del espectáculo, pero también de eso vivo.

Con estos datos podemos decir que varios de los malabaristas de los inicios del Parque

Forestal, han estudiado en la universidad, institutos superiores, escuelas de teatro, danza, o

escuelas de circo internacionales. Son actualmente profesores de malabares o siguen en

estudios superiores o combinan ambas. Otros son profesionales del teatro, como la
144
Patogallina y sus integrantes. El malabarismo en Chile, entonces, afectó en sus inicios a

un área juvenil particular, una clase social definida, sobre todo a la clase media, y no afectó

en esa primera etapa a la marginalidad. Aunque varios malabaristas de los inicios son de

sectores populares de la cuidad de Santiago, todos se han profesionalizado. Entonces el

grupo juvenil que primero acopló las artes circenses a su vida es un grupo de jóvenes

estudiantes - ahora profesionales- de variadas áreas, que les une el hecho de “ir a practicar”

los días domingo malabares al Parque Forestal.

145
6. CONCLUSIONES.

Los Malabaristas del Parque Forestal continúan utilizando la plaza Bach hasta el día de

hoy. Las peleas con la municipalidad han ido disminuyendo paulatinamente, así como los

encuentros con la fuerza pública. Desde su formación como grupo a partir de un interés

común – el malabarear -, han tenido que enfrentar no solo el aprendizaje de su arte, si no

también el de insertarse en su medio social: pelear por un espacio que, por ahora, han

ganado. El haber peleado el espacio les ha generado la idea de pertenencia al lugar, lo que

se refleja en el nombre de la agrupación que han formado (Malabaristas del Parque

Forestal) y que por lo visto, hasta ahora es un espacio que se fue generando a partir de redes

de relaciones sociales entre ellos y sus amigos, subsecuentemente las redes de relaciones

sociales de los amigos y así exponencialmente. El espacio que han generado ha dado cabida

a otras expresiones artísticas, como la Capoeira, el candombre y la batucada, sin embargo la

pertenencia a la plaza es más exclusiva de los malabaristas que de las otras expresiones

artísticas. Resalta en la historia el hecho de que todas las expresiones artístico-culturales

que se desarrollan en el forestal el día domingo sean disciplinas propias de otro país y que

la razón de su injerencia en Chile se deba a los fenómenos migratorios: los candombes son

actualmente dirigidos y ejecutados por la colonia uruguaya y la capoeira la inició un

brasilero inmigrante. El caso del malabarismo viene a su vez de la mano de la globalización

de las expresiones artísticas y se ha enriquecido profesionalmente con los viajes que los

malabaristas del parque han hecho al exterior y las ONG`s extranjeras que han utilizado

esta disciplina para ayudar a niños en riesgo social en las poblaciones de Santiago y otras

ciudades del país. Podemos decir entonces que el malabarismo en Chile es consecuencia de
146
el fenómeno de globalización mundial pero ha establecido sus bases como relato o como

historia dentro del proceso histórico-social chileno en la expresión local del fenómeno: los

malabaristas del Parque Forestal.

Varios malabaristas han desarrollado niveles de escolaridad universitaria, formándose en

escuelas de circo de nivel profesional en el extranjero (Cuba, Bélgica, Francia, Brasil,

Argentina, Canadá, etc.).

Otros han decidido hacer de este arte su vida y recorren el mundo transformándose en una

especie de transumantes del siglo XXI, con un punto de partida (normalmente el país de

origen) al cual vuelven periódicamente a `descansar´ o a ver familiares.

Las perspectivas de los transumantes que parten de Chile son las de formarse en escuelas

en el extranjero, generalmente gratuitas y de nivel universitario, y así tener mejor

formación para enfrentar el problema laboral. Algunos ya tienen buen nivel y han sido

invitados a formar escuelas en otros países, otros han decidido quedarse a vivir afuera

siempre haciendo circo.

Otros viajan todo el año de convención en convención aprendiendo y enseñando, y

compartiendo con malabaristas de otras latitudes.

El movimiento de malabaristas surge principalmente en Europa y en Norteamérica. Surge

como oposición al circo tradicional, pues éste mantenía los conocimientos del arte circense

en reducidos círculos familiares y era reacio a enseñar las artes del malabar. Los nuevos

malabaristas fundan escuelas abiertas de circo, y se vuelcan al espectáculo callejero, donde

tienen relación directa con el público. Al no tener las trabas del circo tradicional, que

basaba la mayoría de sus actos en la peligrosidad y la pericia, los nuevos malabaristas


147
mezclan las artes del teatro, la danza y la escenografía a sus composiciones artísticas, y se

oponen al uso de animales en los actos circenses: surge así la teoría del Nuevo Circo.

Varios de estos espectáculos callejeros empiezan a cobrar fama y vuelven a la carpa de

circo, ahora como shows de vanguardia, como el Cirque Du Soleil de Montreal, La Fura

Dels Baus de España, Que Cirque de Francia, La Guarda de Argentina.

El movimiento genera sus espacios de cohesión en las llamadas “convenciones”, que son

grandes reuniones de malabaristas de intercambio de conocimiento y aprendizaje, además

de ser un lugar donde mostrar y ver lo que otros malabaristas hacen de shows.

De la gran escuela del nuevo circo son los malabaristas de calle, porque de ahí nacieron.

Son una tribu que podríamos llamar transurbana, pues se teje sobre todo en las ciudades,

primero en las ciudades de América del Norte y Europa y después en Latinoamérica, pero

es una tribu que viaja, comparte redes, genera redes sociales, y tiene espacios de

intercambio. Es una tribu global, un movimiento global del cual el Parque Forestal es una

forma más de cómo el movimiento de malabaristas se adapta a lo local. En esta particular

adaptación hay que vislumbrar la historia reciente del país para entender lo que en el

Parque Forestal se generó:

Los malabaristas son herederos implícitos, no explícitos, de la idea de democracia. Son

aunables a un pasado reciente antes de la dictadura, por las formas de organizarse y lograr

sus objetivos como grupo. No son aunables a la idea de democracia creada después de

dictadura pues es con ella con la que pelean los espacios públicos, esta es una democracia

consensuada, pactada con la derecha política y es una democracia neoliberal, por lo tanto

busca el control social a todo costo.


148
La historia reciente también habla de dictadura, de anulación de garantías civiles, de

persecuciones: Las peleas en el Parque Forestal continúan en la medida en que el espacio es

un espacio en lucha por la libertad civil, entendiendo libertad como el derecho a jugar en

una plaza pública; es en este escenario que los problemas continúan en la medida en que las

autoridades mantengan, a opinión de los malabaristas, el abuso como ley.

En la medida en que la democracia no sea ejercida como tal, seguiremos en un estado

dividido no por las ideologías ni por las versiones al respecto de lo ocurrido en dictadura.

La división es más amplia, pues es una división de la autodenominada clase política versus

la ciudadanía, de la gente que condujo al país a la democracia, pero a la democracia de los

consensos, a una democracia autoritaria, si es que pueden coexistir esos dos conceptos. Da

la sensación que a pesar de que se ha ganado en el terreno de las libertades civiles,

continuamos con los mecanismos de control que exigía el estado de sitio en dictadura. Se

habla en todos los medios de “democracia consensuada” o “democracia de los acuerdos”

(Azocar: 1999), acuerdos con la derecha política en las que se pactó la desmovilización

civil. Las imputaciones no son a la ligera: salta a la luz que pensadores de gobierno como

José Joaquín Brunner u Oscar Guillermo Garretón sean de la plana directiva de la

fundación Paz Ciudadana, (Paz Ciudadana, Memorial 2000) icono del pensamiento

derechista y de las políticas de represión a un ente social llamado “Delincuente” que afecta

a la misma esfera que afectaba el “terrorista” de estado o el “extremista” de izquierda: la

ciudadanía. Parece extraño, pero las imputaciones a la democracia chilena y a la clase

política se pueden corroborar en la forma en que se llevó el proceso de Pinochet en

Inglaterra el año 97 en la reproducción de un diario español (El País) que hacen Paz Rojas,

149
Víctor Espinoza, Julio Urqueta, y Hernán Soto en el libro Pinochet ante la justicia

española que cita Azócar (Ibid: pp 20):

“Mientras los testigos hablan y señalan con el dedo a algunos de los responsables, ni un

solo parlamentario chileno se ha movido hasta ahora, en un vergonzante contraste con la

actitud de denuncia exhibida por diputados españoles o congresistas de Estados Unidos”.

¿Qué sucede en Chile?

Sigue Azócar:

“Era claro; era increíble: el gobierno democrático chileno no se había presentado en

Londres ni ante el mundo para defender a las miles de víctimas de una dictadura atroz; se

había puesto en pie, con toda su fuerza para defender al victimario” (Azócar: 1999).

Una vez que se desnudó la consensualidad a la que los políticos de la concertación habían

hecho su línea de acción, subrayados en hechos como el que el Ministro de Relaciones

Exteriores de Chile, militante del Partido Socialista defendiera “pasional, contra viento y

marea” (íbid) al dictador “traicionando todo lo que había sido y defendido hasta entonces”

transformándose así en la “representación caricaturesca de un país que se había vuelto

loco” (íbid), la sociedad civil chilena se enfrentó a no notar diferencia visible entre votar

por la derecha o votar por la concertación para las elecciones presidenciales del año dos mil

en las que Ricardo Lagos y Joaquín Lavín fueron a segunda vuelta ganando finalmente el

primero por un margen del tres o cuatro por ciento.

¿Por qué hablar de la política del estado sobre un hecho social en un parque? Porque los

problemas que han surgido desde el aparato estatal hacia la ciudadanía en este espacio son

la consecuencia de las políticas de estado y las ideas de control y democracia que manan de
150
éste. Es necesario entender esa otra postura (la del Estado chileno) y dar las explicaciones

del caso, por supuesto desde la visión malabarística.

Hay en el estado una esquizofrenia, una división entre discurso y práctica que debe ser

interpretada y comprendida desde su propio accionar: por un lado se establece como estado

democrático pero mantiene y sostiene prácticas de estado de sitio: la mayor contradicción

de este accionar se encuentra en la declaración de la fuerza pública como argumento para

reprimir en el Parque Forestal: “se prohibe jugar”.

Si entendemos cultura como “conciencia de lo que pasa y debería pasar” (Montalbán: 1998,

página 282) y no desde la “percepción patrimonial” (Ibid) podremos aventurar la tesis de

que los malabaristas del Parque Forestal actúan haciendo cultura, desarrollando cultura,

gestando cultura, y que lo continuarán haciendo. El proceso en el Parque Forestal es un

proceso también bajo estas luces de cultura y de qué manera como seres humanos la

generamos y en los olvidos y las memorias, (Augé: 1998) es posible también actuar de

catalizador y finalmente bajo el relato de la acción, hacer historia.

151
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www.derechopenalonline.com

www.historyofjuggling.com

www.interior.gov.cl

158
INDICE

FUNDAMENTACIÓN…………………………………………………………..1

RELEVANCIA………………………………………………………..…………..4

NATURALEZA DEL ESTUDIO…………………………………………………7

DISCUSIÓN BIBLIOGRÁFICA…………………………………………………...8

MARCO TEÓRICO………………………………………………………………10

OBJETIVO GENERAL Y OBJETIVOS ESPECÍFICOS………………………...21

METODOLOGÍA………………………………………………………………….22

INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN Y TÉCNICAS A UTILIZAR……………..27

1. HISTORIA………………………………………………………………………31

1.1 ANTECEDENTES MÍNIMOS. ¿De dónde venimos? ………………………….31

1.1.1 EL PARQUE FORESTAL……………………………………………………31

1.1.2 LOS INICIOS DEL MALABARISMO……………………………………… 34

1.2 EL INICIO……………………………………………………………………….36

1.3. EL ARTE DE EMPEZAR A JUGAR…………………. ………………………..41

1.4 HISTORIA DE LOS JUGUETES Como la historia de nosotros mismos como

malabaristas……………………………………………………………………………45

1.4.1 PELOTAS………………………………………………………………………..47

1.4.2 EL GOLO…………………………………………………………………………52

1.4.3 FUEGO…………………………………………………………………………….55

1.4.4. JUGUETES EN GENERAL………………………………………………………58

1.4.4.1 DIÁBOLO………………………………………………………………………….59

1.4.4.2 CLAVAS……………………………………………………………………….......61
159
1.4.4.3 MONOCICLO………………………………………………………………….62

1.4.5 JUGUETES Y SU IMPORTANCIÓN…………………………………………….63

2. COMENZANDO A “SER” MALABARISTAS………………………………………65

2.1 LA LLEGADA DE LA GENTE DEL CIRCO TRADICIONAL “aprendiendo a ser

circenses”………………………………………………………………………………… 65

2.2 LAS PRIMERAS PEGAS “de los zancos al malabar”……………………………….68

2.3 LA LLEGADA DEL CIRCO DEL MUNDO………………………………………….73

2.4. LAS PRIMERAS CONVENCIONES DE MALABARISMO……….. ……………...86

2.5 LOS GRUPOS. Payaso, Morisbalama, la Patogallina………………………………91

2.5.1 EL SUPRA-GRUPO. La Agrupación de Malabaristas del Parque Forestal……….94

2.6 LA MASIFICACIÓN DEL MALABARISMO. La historia del grupo Payaso……….99

3. LA PLAZA ES DE TODOS. Otros grupos en el Parque……………………………104

3.1 LA LLEGADA DE LA CAPOEIRA…………………………………………………105

3.2 LLEGADA DE CANDOMBES Y BATUCADAS…………………………………..108

3.3 TEATRO CALLEJERO EN EL FORESTAL………………………………………..110

3.4 DESCRIPCIÓN DE UN DIA EN EL PARQUE……………………………………..111

4. SE SUSCITA EL PERTENECER……………………………………………………..117

4.1 LA LLEGADA DE LA REPRESIÓN……………………………………………….117

4.2 CÓMO COMBATIR LA REPRESIÓN…………….................................................133

5. HACIA UNA TEORÍA DE LA AGENCIA…………………………………………138

6. CONCLUSIONES……………………………………………………………………144

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………150

160
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA

ESCUELA DE ANTROPOLOGÍA

LOS MALABARISTAS DEL PARQUE FORESTAL.

TESIS PARA OPTAR AL GRADO DE ANTROPÓLOGO.

PROFESOR GUÍA: FRESIA SALINAS.

ALUMNO: JOAQUÍN FIGUEROA SOZA.

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