Shi Trabajo en Equipo
Shi Trabajo en Equipo
Shi Trabajo en Equipo
Un equipo de trabajo tiene como base un objetivo, un marco normativo y una identidad
definida. Las habilidades y conocimientos son aportados por todos sus miembros, con
interdependencia entre ellos para realizar de forma coordinada sus actividades y a través del
apoyo mutuo alcanzar sus objetivos y metas.
• Propósito común.
• Propiedad colectiva.
Necesidades Individuales:
• Comprensión de las diferencias en las exigencias de desempeño.
Los líderes de equipo pueden contar con los miembros del equipo para proponer soluciones, al
mismo tiempo los miembros pueden pedir apoyo en problemas, así como sugerencias. Los
líderes de los equipos deben ser flexibles y estar atentos ante cualquier cambio, brindando
respuestas de acuerdo con los sucesos. El líder debe ser responsable de tres áreas principales,
logrando el equilibrio de las mismas para una mayor efectividad.
2. Constancia: El trabajo y el aporte debe ser constante y aunque la vida suele provocarnos
ciertas intermitencias producto de otras urgencias, tener presente la necesidad de la constancia
nos hará estar más atentos para percatarnos cuándo estamos participando menos de lo que nos
comprometimos.
3. Consecuencia: No sólo en el trabajo en equipo, sino que en todo en la vida, requerimos ser
consecuentes, ha de ser nuestro sello personal, la característica por la cual seremos bien
reconocidos. En un equipo de trabajo la consecuencia va mucho más allá de hacer lo que
decimos (algo que no siempre ocurre en los equipos), sino que hacerlo desde la mayor
autenticidad personal.
6. Comunicación: El trabajo en equipo exige una comunicación abierta y eficiente entre todos
los miembros, ello es fundamental para coordinar adecuadamente la labor de cada integrante
en beneficio del éxito comunitario.
7. Confianza: Cada miembro del grupo debe confiar en sus compañeros, en que ellos están
dando -al igual que él- lo mejor de sus talentos y esfuerzos.
• El equipo tiene un objetivo específico y diferente de otros equipos, pero contribuye al conjunto
de la organización.
• Los resultados se miden en forma directa mediante la evaluación del producto del trabajo
colectivo.
EI trabajo en equipo es una forma de trabajo que tiene como efecto un conjunto de valores, que
sustentan una determinada modalidad de trabajo, a esto comúnmente se llama cultura laboral.
De allí que al adoptar como modalidad el trabajo en equipo, estamos haciendo alusión directa a
un cambio en la cultura laboral y en la cultura de las organizaciones.
1. Ser capaces de establecer relaciones satisfactorias con los integrantes del equipo.
Hemos recopilado 11 de los principales beneficios del trabajo en equipo en una empresa:
3. El trabajo en equipo fomenta un objetivo común: Tener una meta común en mente es
fundamental a la hora de priorizar proyectos y nuevas iniciativas. Cuando varios miembros del
equipo trabajan en tareas individuales, contar con un objetivo del proyecto ayuda a alinear los
entregables y a garantizar que se cumplan los objetivos.
6. El trabajo en equipo mejora la cultura corporativa: La cultura corporativa implica hacer que
los miembros de tu equipo se sientan escuchados y empoderados para hacer el mejor trabajo
posible al mismo tiempo que ofreces un equilibrio entre la vida laboral y personal y un entorno
de trabajo agradable en general.
7. El trabajo en equipo genera eficiencia: Un equipo eficiente trabaja en conjunto para abordar
rápidamente los problemas y las tareas diarias. Como resultado, los equipos eficientes usan los
recursos de manera más efectiva y realizan sus objetivos más rápido.
10. El trabajo en equipo desarrolla las fortalezas individuales: El trabajo en equipo no implica
solo el éxito del equipo, también involucra el desarrollo individual. Los miembros del equipo que
buscan aumentar sus conocimientos pueden compartirlos con otros durante proyectos futuros.
11. El trabajo en equipo mejora las habilidades de toma de decisiones : Si bien la resolución de
problemas y la toma de decisiones suenan similares, las habilidades para la toma de decisiones
lo abarcan todo. Para ser bueno en la toma de decisiones, necesitas la confianza necesaria para
tomar decisiones rápidas según el conocimiento que has acumulado en tu función.
Debe haber un liderazgo. Constituir un equipo no significa que no haga falta jerarquías, si
bien estas deberán ser de mutuo acuerdo y deberán contar con la aprobación del equipo.
La experiencia, la personalidad, la instrucción formal son criterios posibles y viables para
elegir al líder y a los líderes.
Se necesitan reglas claras y formales. Todo grupo tiene sus acuerdos, y esos acuerdos
deben cumplirse. ¿Cómo elegir a los líderes? ¿Cómo elegir líderes nuevos? ¿Qué tarea
corresponde a cada uno? Todo ello debe acordarse y establecerse para que los miembros
del grupo sepan qué se espera de ellos.
La comunicación es fundamental. Como en la mayoría de las relaciones sociales, se debe
evitar asumir el pensamiento del otro y brindar en cambio la mayor cantidad de información
útil al equipo. De este modo, es más probable que todos evalúen sus distintas problemáticas
desde un punto de vista semejante.
Los éxitos se celebran en conjunto. Lo cual quiere decir que el espíritu grupal debe primar,
comprendiendo cada logro como un logro del equipo, y reforzando la idea de que trabajar
juntos es más y mejor que trabajar por separado.
2. Habilidades de comunicación. ¿Te comunicas igual con todas las personas? Para construir
relaciones es importante que aprendas a interactuar con cada miembro del equipo, teniendo
en cuenta sus propias peculiaridades.
4. Empatía. Tener empatía y ser capaz de detectar cuando una persona necesita ayuda en el
trabajo es fundamental para que los empleados estén cómodos en su día a día y sientan un
mayor compromiso con la compañía. ¿Tienes que hablar con alguien del equipo sobre su bajo
rendimiento? Conocer el motivo que hay detrás te puede ayudar a abordar la situación y
solventarla con mayor facilidad.
Aunque la gestión de personas no se rige por reglas universales, sino que depende mucho de
cada individuo, hay actitudes que te ayudarán a nivel general. ¿Quieres conocer cuáles son?
1. Sé claro con los objetivos. Si los empleados conocen cuáles son los KPIs (KPI proviene de
las siglas de la frase “Key Performance Indicators”, esto se traduce como “indicadores claves
de desempeño”) tanto para el equipo como para el negocio será más fácil que sean
conscientes de cómo su rol puede contribuir a conseguirlos.
2. Conoce las fortalezas y debilidades de cada miembro del equipo y las tuyas propias. Todo
ello te dará pistas para su desarrollo y para poder afrontar los retos que se presenten.
3. Comunícate con tu equipo de forma efectiva. Una comunicación regular y coherente
ayuda a todo el equipo a trabajar mejor. ¿Cómo se consigue? Establecer reuniones semanales
es muy útil para conocer mejor la carga de trabajo del equipo.
4. Organiza los flujos de trabajo. Prácticas como planificar la actividad durante la reunión
semanal y anunciar los proyectos que surjan con la mayor antelación posible ayudan a los
empleados a establecer sus prioridades.
Una gestión de personas efectiva es crucial para el éxito de una empresa, ya que el capital
humano es el motor que le permite conseguir sus objetivos. Por eso, dedicar tiempo y
esfuerzo a esta tarea puede marcar la diferencia entre un entorno de trabajo positivo o
negativo. Además de hacer crecer el negocio, la gestión de personas contribuye a que los
empleados avancen en sus carreras y crezcan como individuos.
El equipo perfecto, según investigaciones científicas, está formado por ocho perfiles diferentes
2. El impulsor: El impulsor reúne muchas similitudes con el líder porque entre sus
características destaca su dinamismo, energía y capacidad resolutiva para resolver cualquier
problema. La única diferencia con el líder es que a este le gusta que haya alguien que ejerza
control sobre él y le diga lo que tiene que hacer.
Trabaja bien bajo presión y cuando tienen que asumir el puesto de liderazgo porque no tiene
más remedio, necesitan un control.
Su tarea se centra en presionar al resto del equipo, pulir las discusiones, los resultados y dar
forma a las actividades. En ocasiones provocan a los demás, faltando el respeto, y eso genera
polémicas en el equipo.
3. El creativo: Este perfil se caracteriza por ser una persona con gran potencial para resolver
problemas y desarrollar estrategias. Prefiere buscar y aportar diferentes ideas antes que
hacerlo como siempre, por el método tradicional.
El único inconveniente que presenta es que creen que sus ideas son las mejores y no
escuchan la de los demás.
4. El observador: Es una persona introvertida, le cuesta expresar lo que opina (a no ser que se
la pidan) y pocas veces toma la iniciativa. En cambio, es inteligente, crítico, objetivo, tranquilo
y evalúa muy bien las consecuencias de las decisiones tomadas.
Es la persona que mejor analiza el negocio desde otra perspectiva, ya que contrasta la
viabilidad de las ideas, propuestas y resultados.
Esa manera de hacer las cosas tan perfectas hace que sea productivo en su trabajo. Le gusta
que alguien le marque su camino y es eficaz en su planificación de tareas y en el desarrollo
de las mismas.
6. El mediador: Como su propio nombre indica, el mediador es aquel que evita tensiones y se
esfuerza en ofrecer soluciones favorables a los problemas que puedan aparecer.
Es una persona sociable, que escucha activamente a los demás, ayuda y se centra en que
todo el mundo se sienta cómodo y contento.
El único punto flaco es que al ser tan diplomático, no se decanta nunca por nadie y les cuesta
tomar decisiones.
Es sociable y toma una actitud positiva ante la vida. Tiene el don de comunicarse fácilmente
con los demás y de ser resolutivos para encontrar todo tipo de recursos.
Su habilidad comunicativa les facilita la tarea de hacer contactos útiles para la organización.
8. El perfeccionista: Dispuesto a echar las horas que hagan falta para que el proyecto sea
exitoso. Es meticuloso, se exige mucho consigo mismo, a veces de forma exagerada, y es una
persona inquieta.
Esa obsesión por tener todo perfecto hace que la persona no quiera delegar sus funciones a
otras personas del equipo cuando sea necesario. Les cuesta confiar en los demás.
Es una pieza clave sobre todo cuando los miembros del equipo no cumplen con los plazos
fijados o no profundizan demasiado en sus tareas.