Pluralidad de Los Mundos

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¿Un esoterismo científico?

Es interesante a veces partir de un punto, como en principio pareciera, tan inconexo


de la espiritualidad como es la informática y ver que en el fondo, estamos hablando de
lo mismo. La historia personal a veces lleva a replantearse creencias basamentales (un
agradable juego de palabras entre base y mente), aprehendidas en la niñez y
arrastradas por una intricada herencia secular. En casos particulares, quizá el vacío
religioso pueda transformarse en una necesidad madura de conocimiento basado en
pruebas prácticas.

Con el tiempo, se comprende que la información es una medida de certidumbre,


podríamos arriesgarnos a decir una porción de la verdad; la información sobre
cualquier evento, habiendo realizado las definiciones adecuadas al contexto, brindan
conocimiento, una medida de información que esotéricamente hablando, nos acerca a
la Verdad: ¿hay acaso un concepto más pegado a la Espiritualidad que la Verdad?

En informática, los estudios sobre bases de datos, análisis de patrones y minería de


datos comienzan a abrir una nueva vista panorámica de cuan importante es la
información y como una enriquecida manipulación e integración con datos externos
permiten generar conocimiento e intensificar el entendimiento sobre un tópico en
particular. Charles Fort desde su condenado libro nos sugiere:

“Vean cómo la ciencia tiende, en su punto de partida, a negar mientras pueda las
relaciones exteriores a esta Tierra. Mi libro, precisamente, es un compendio de datos
sobre estas relaciones. Sostengo que mis datos han sido condenados, no por
consideración a su mérito o su falta, sino de acuerdo con una tentativa general de
aislamiento de esta Tierra. Una tentativa de positividad. [...] Y la gigantesca tentativa
latente que expresa la Ciencia permanece indiferente a la justificación misma de la
Ciencia, la cual ve en el espíritu vital una tendencia a la regularización [...] No hay nada
verdadero que aprender de ellos. Mientras que la sistematización de los pseudo-datos
es una aproximación hacia la realidad, hacia el despertar final”

Años más tarde, otro benemérito buscador, el astrofísico y doctor en informática


Jacques Vallée coincidiría en su libro Dimensions (Crónicas de Otros Mundos) de una
forma semejante:

“Aquello que hace que las observaciones sobre el fenómeno OVNI sea interesante a
mis ojos es precisamente lo que rechazan los especialistas de otras disciplinas
científicas haciéndolos apartarse con horror: su absurdo aparente”

Mi dominio en la investigación es la naturaleza de la información, el uso que de ella


hacen los hombres, su transcripción bajo la forma de documentos, su aplicación a la
inteligencia artificial y su tratamiento informático. Las técnicas de este dominio
pueden ser empleadas para compilar, tamizar, clasificar los testimonios y buscar
nuevos esquemas.

"Una Luz cuando todas las otras luces se hayan extinguido"

Así es: manipular información puede expander la luz o fragmentarla; podemos


atesorarla, como el Cristal de la Dama, para brindarla a aquellos que deambulen en
soledad atravesando los abismos de eterna ignorancia o, al contrario, como la
horripilante y mítica araña intentar engullirla y vomitar sólo oscuridad.

De acuerdo a nuestra realidad consensuada nos encontramos en la pináculo de


nuestra realización; las ciencias nos han brindado tecnologías indiscutibles y quizá
hasta un cierto anestésico bienestar; nuestros gobernantes, una legislación civilizada
junto con formación e incluso, entretenimiento; toda esta infraestructura pretende
brindar cierta seguridad para que, el día de mañana, nuestra descendencia efectúe el
mismo ciclo seguramente aun en mejores condiciones de bienestar. Sin embargo,
algunas preguntas e inquietudes han quedado como reliquias: atesoradas
antigüedades filosóficas -o mejor aun- como cuestiones mitológicas... por ejemplo, el
papel que ocupamos en el Cosmos pareciera un notable interrogante. Para la mayoría
de nuestros científicos esto no reviste de mayor importancia, mientras el común de las
personas siga consumiendo tecnología (electrónica, médica, biológica, etc). H.P.
Lovecraft, quizá tuviese algo que comentarnos al respecto:

“A mi parecer, no hay nada más misericordioso en el mundo que la incapacidad del


cerebro humano de correlacionar todos sus contenidos. Vivimos en una plácida isla de
ignorancia en medio de mares negros e infinitos, pero no fue concebido que
debiéramos llegar muy lejos

Hasta el momento las ciencias, cada una orientada en su propia dirección, nos han
causado poco daño; pero algún día, la reconstrucción de conocimientos dispersos nos
dará a conocer terribles panorámicas de la realidad, y lo terrorífico del lugar que
ocupamos en ella..”

Por su parte, nuestro venemérito John Keel, autor de la obra que dio origen a la
película Mensajero de la Oscuridad, en su último libro, The Eight Tower, profetizó:

“Las muchas disciplinas científicas actuales se mueven en la misma dirección, sin darse
cuenta de que están mapeando a un país muy antiguo. la ciencia convergerá, de
repente, en un solo punto y los misterios del superspectrum se desmoronarán en
nuestras manos”

Esta recopilación de textos pretende hilvanar algunas conclusiones sobre el arcano


relicario junto con investigaciones marginales bajo una infraestructura fundamentada
en modelos de entendimiento racionales y siempre que sea posible asentado en bases
científicas: un esoterismo científico; pero queriendo evitar un eventual oxímoron,
invitamos a las palabras de Meade Layne, quien en su libro The Ether Ship Mystery
concluía:

“Hoy la ciencia del mañana es llamada esoterismo y ocultismo, y quizá estas palabras
connoten ilusión, superstición o engaño. Ha ocurrido así en el pasado, y así ha de ser
hoy, aunque quizá por poco tiempo. [...]

El ocultismo del presente es la ciencia del mañana; este pensamiento puede ser odioso
para algunos, sin embargo es un hecho que se ha comprobado a lo largo de la historia.
El futuro de nuestra cultura le pertenece al hombre de ciencia esotérico o al ocultista
entrenado científicamente; por supuesto, si sobrevive a la próxima debacle inminente.

Tal vez de eso se trate: un mosaico andrajoso donde la unión entre cada pieza es sutil,
aunque desde el fondo se adivina algo más sustancioso, semejante al concepto de las
redes semánticas difusas; como si un fragmento del Tercer Tema del Ainulindalë se
encontrara en batalla con otra música vana y estridente, que por alguna mágica razón,
pudiese ser escuchado sin interferencias y que eliminara cualquier posible
incertidumbre. Quizá habitemos en aquellos tiempos tan pronosticados, tal vez ante
las puertas del aquel Acorde Final, más profundo que el Abismo, más alto que el
Firmamento, penetrante como la luz de los ojos que reflejan la Verdad”

Gusanos y espirales: las formas de ver el Tiempo


¿Quién no ha cuidado plantas alguna vez? Si no lo ha hecho, quizá le convenga
intentarlo antes de seguir leyendo... al parecer es requisito saber cuidar hermanos más
chicos antes de graduarse.

Aquel que sabe de plantas, conoce de la alquimia del fuego, agua y tierra; aunque tal
vez quienes más sepan de tierra sean las lombrices. Comentaba Aristóteles que las
lombrices son el intestino de la tierra, procesando restos de olvidados otoños,
construyendo arcadas subterráneas y enriqueciendo el suelo a su paso.

¿Pero qué saben las lombrices de nuestra realidad? Con su pequeño entendimiento,
una lombriz poco comprendería de las vicisitudes y rutinas diarias; nuestro acontecer
apenas se asoma en la maceta que escuda su ignorancia.

Podemos darnos una idea, que con su limitada vida se sorprendería en saber que las
estaciones ciclan en una ristra de ocres otoños, pálidos inviernos, exuberantes
primaveras y cálidos veranos; seguramente percibirían el tiempo de manera lineal: hay
un comienzo y un fin y estos están en extremos opuestos.

Sin embargo, y aunque nos sea imposible transmitírselo, podríamos asegurarle que,
porque en nuestras vidas experimentamos varios de estos ciclos, las estaciones se
repetirán una tras otra... no son lineales, el comienzo y el fin comparten el mismo
tiempo. ¿Pero que ocurriría si existiese un ser superior que tuviese el mismo
diferencial de consciencia que hay entre nosotros y las lombrices? ¿Quizá podría ver el
tiempo de manera diferente a la nuestra? ¿Manipularlo o transitarlo a voluntad, quizá?
¿Tal vez lo que nosotros entendemos como nuestra civilización, es decir, una continua
evolución e integración de conocimientos fuese apenas un ciclo en su entendimiento?
¿Tan solo uno de muchos otros?

Consultado el Dalai Lama sobre la posibilidad de lapsos o compases en los que la


eternidad se va midiendo y que los griegos llamaron eones respondió:

“No hay límite para los muchos y grandes eones. La existencia de este tipo de tierra se
desintegra; empieza a tener forma y de nuevo se desintegra en todas las partes del
universo.”

Ahora bien, este ciclo circular o urobórico quizá se trate de una buena analogía con el
actual concepto científico inflacionario y los universos paralelos; el físico teórico
Michio Kaku expone en su libro Universos Paralelos la teoría del Multiverso:

“..llevado a su conclusión lógica, eso significa que la inflación es continua y eterna, que
ocurren big bangs todo el tiempo, y que brotan universos de otros universos. En esta
imagen, los universos pueden «echar brotes,» que son otros universos, y crear así un
mutiverso. [...] También significa que nuestro propio universo podría haber brotado de
un universo anterior. En el modelo inflacionario caótico, el multiverso es eterno,
aunque los universos individuales no lo sean”

Sin embargo, el prestigioso físico matemático Roger Penrose, autor del libro El Camino
a la Realidad discrepa un tanto de esta idea y desconsidera la imagen inflacionaria
dado que no podría explicar el bajísimo estado de entropía en el que se cree que
estaba el universo al nacer: un grado de orden extremadamente alto que hizo posible
la materia compleja. Penrose postula la Teoría del Estado Estacionario sosteniendo que
el Big Bang es sólo uno en una serie de muchos otros, y que cada uno marca el inicio
de un nuevo “eón” en la historia del universo:

“..estos círculos nos permiten “ver” a través del Big Bang el eón que habría existido
antes. Los círculos, dicen, son marcas dejadas en nuestro eón por las ondas esféricas
de las ondas gravitatorias que se generaron cuando los agujeros negros colisionaron en
el eón anterior. Y ellos dicen que estos círculos plantean un problema para la Teoría
Inflacionaria, porque esta teoría dice que la distribución de las variaciones de
temperatura en el ciclo debería ser gaussiana, o aleatoria, en lugar de tener
estructuras discernibles en su interior”
Asumir la crisis de nuestra época es una magnífica oportunidad para que nuestra
consciencia se mantenga lúcida frente al infinito acontecer, evitando alienarse y
anquilosarse en momento alguno, en ninguna objetivación de ese transcurrir; si
comparamos los dichos del Dalai Lama con la Segunda Carta de San Pedro vemos que:

“En otro tiempo hubo cielos y hubo tierra salida del agua y en el agua asentada por la
palabra de Dios, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en el agua;
mientras que los cielos y la tierra actuales están reservados, por la misma palabra, para
el fuego del Día del Juicio”

El agricultor sabe que el grano está listo para la cosecha cuando está henchido; el
ganadero engorda el chancho poco antes de llevarlo al matadero; ¿y cuando
convendrá cosechar a la humanidad? Seguramente no durante los duros comienzos, ni
tampoco en las edades oscuras; tal vez durante las guerras existan provisiones
suficientes de loosh de los productos anexos y derivados.

El astuto pastor del cuento de Gurdjieff si bien es holgazán no por eso es menos
maligno: luego de las guerras premiaría a la raza humana con tecnologías diversas que
permitiesen un crecimiento demográfico, y aguardaría hasta que los instintos de la
especie humana cubrieran todo el planeta... ¿cuántos? ¿seis o siete mil millones? ¡Un
buen ciclo! Y a comenzar de nuevo...

Una posible nueva definición de Vida


En la actualidad el modelo biológico reconoce que un ser está vivo si posee al menos
dos de las siguientes características:

responder a estímulos externos;

mantener y regular sus procesos internos;

capacidad reproductiva (células) o replicante (virus).

Existe lo que podría denominarse como un salto tecnológico entre los átomos y
moléculas, como entre éstas y las células. Es posible tentarse y tomar este salto de
continuidad como una medida de probabilidad, o mejor aun, de información; Bronte
Baxter nos comenta en su artículo sobre Realidad y Pensamientos:

“La física cuántica ha descubierto que la materia no es sólida, su apariencia es


meramente una ilusión. La materia se compone de átomos, que no son combinaciones
corpusculares y vibratorias, como los científicos creyeron una vez; resulta que los
átomos son pura vibración”
Así que el mundo físico es pura vibración, que aparece como sólido como aquella
analogía de las aspas de un ventilador que aparecen sólidas cuando se desaceleran,
pero son difusas cuando giran. Si la materia es vibración, ¿qué es lo que está vibrando?
Al parecer, el vacío [¿o la gravedad?]; pero si está vibrando, ese vacío debe ser energía;
y debido a que vibra en formas organizadas, entonces debe ser inteligente.

Entonces, la energía inteligente es la materia de la creación, el poder que subyace en


todas las cosas que existen: la conciencia, bien puede ser un nombre para la energía
inteligente, mientras que un movimiento sutil en la conciencia se puede entender
como un pensamiento; el pensamiento da lugar a cambios en la materia. [...]

Además de moldear la realidad, los pensamientos pueden crear la realidad "de la


nada." Un ejemplo de esto se da cuando se inventa algo que nunca se ha pensado o
sentido antes: una sinfonía, una teoría, una relación ... [...] El pensamiento es el
aspecto creativo, y la materia el aspecto receptivo, de una misma Conciencia.

Este 'algo' inteligente (llamese energía, consciencia o Gravedad) se encuentra


demasiado próximo y ha acompañado a los átomos desde su forja en los hornos
estelares, acunándolos en la niñez mientras conocen otros compañeros, amistades y
eventualmente generan su familia de moléculas. Con el tiempo o más bien a través de
este 'algo' las moléculas se gradúan en la unidad fundamental de la vida orgánica: la
célula; la célula a su vez puede (¿quizá elige?) entre ser un heterótrofo (célula animal:
organismo que obtiene energía de otro organismo) o autótrofo (célula vegetal:
organismo que fabrica su propio alimento).

El ojo entrenado quizá distinga algo importante.

Por supuesto, es más fácil ver la consciencia en los animales o en el hombre que en las
plantas... el notable profesor en filología John Ronald Reuel Tolkien y sus Ents tendrían
algo que decir al respecto. No obstante, siendo objetivos y utilizando la definición de
consciencia como la capacidad de procesar información, podemos asegurar, sin que
ningún científico ortodoxo se espante demasiado, que las plantas tienen un nivel de
consciencia: procesan información sobre la humedad del suelo, la dirección y ángulo
de la luz, el tiempo estacional, la temperatura y la gravedad. ¿Tal vez perciban aun más
cosas?

Bien, pero luego de los saltos de información de animales a humanos, ¿quedará 'algo'
más? Es posible. ¿Y la muerte? Es curioso que esto no hubiese sido contemplado desde
un principio; al fin y al cabo la muerte pareciera tratarse de un natural salto de
información entre saltos de niveles de información más profundos, pero nada más que
eso; del libro Secrets of the UFO, del ingeniero Don Elkins:

“Por lo tanto, aunque difícil de probar, en mi esquema de las cosas, los fenómenos
OVNI parecen encajar como el principio básico de que el cuerpo físico no caracteriza la
vida, sino más bien que la Conciencia significa vida, y que la conciencia existe en un
continuo de realidad que incluye lo que hoy conocemos como Vida y Muerte. Cuando
cesan los actividades orgánicas, todavía existe esa conciencia en una realidad
permanente, habiendo pasado meramente a una densidad más ligera de existencia”

Existen innumerables experiencias (N)DE con un nivel decente de uniformidad de


criterios de lo que se observa y percibe, suficientes para cubrir dos delta de varianza de
la Campana de Gauss (en oscasiones, basta un delta para que se aprueben
medicamentos); del libro The Siren Call of Hungry Ghosts del autor e investigador
Joseph Fisher:

“[la] consciencia alterna no está sólo consciente del plano físico terrestre, sino también
de otros planos... No está sujeta a las ponderaciones del espacio-tiempo que se tiene
durante la existencia física. Está sujeta únicamente al tiempo y centros de evaluación
de la mente misma. Siempre permanecen; y nunca cesan. Una vez que el cuerpo cesa
sus funciones, la mente no se detiene... sólo la mente consciente es apagada y
detenida hasta que es posible su renovación en una nueva entidad”

Allan Kardec, el famoso investigador y pedagogo francés quizá nos pueda brindar una
interesante pista; veamos, el logró obtener nueva información a través de
experimentos de comunicación con "espíritus" (es paradójico pensar que
antiguamente e incluso hoy en día, se cree que todo ser no encarnado era un espíritu
de un muerto, y no un ser avanzado de otra densidad). Ahora bien, de acuerdo a la
Teoría de la Información el hecho de obtener nueva información implica la existencia
de una fuente.

Podríamos (aunque el científico ortodoxo podrá catalogarlo válidamente como


argumento ad ignorantiam) suponer un cierto grado de verdad en lo que afirma la
fuente, como supuso el astrónomo Camille Flammarion al estudiar a Kardec y
proponer la Pluralidad de los Mundos Habitados.

Quizá, y sólo quizá, la consciencia de la vida orgánica, más allá del aspecto físico (o la
necesidad de vestimenta y sustento), sea real y efectivamente posible; tal vez la magia
o la ciencia (al fin y al cabo es tan sólo ver las cosas desde un punto de vista nuevo) sea
entender a las consciencias como espíritus y viceversa; en las palabras del prestigioso
astrofísico y doctor en informática Jacques Vallée:

“Si el mundo que nos rodea es una realidad de sucesos informacionales, las
manifestaciones simbólicas que rodean los informes sobre OVNI/UFO deberían ser
vistas como un factor importante”

Si consideramos el mundo físico como un universo asociativo de acontencimientos


informacionales, la consciencia ya no es una simple función local del cerebro humano.
En lugar de eso, propongo definir la consciencia como el proceso a través del cual se
extraen y se examinan las asociaciones informacionales. La ilusión del tiempo y del
espacio sería un simple efecto secundario de la consciencia cuando examina las
asociaciones.

Desde la vista encumbrada en la que nos permite alzarnos el doctor Vallée, nos
atrevemos a proponer: ¿una posible definición de vida, no restringida necesariamente
a la orgánica que conocemos, pudiera ser aquello que genere nueva información?

Sincronismos a través de las aguas que dividen


Cuando los Conquistadores desembarcaron en América, se sorprendieron y
repugnaron, según se comenta, de las técnicas avanzadas que poseían las culturas
aborígenes para efectuar sacrificios humanos.

La práctica involucraba a víctimas de todas las edades; pero al parecer había una
predilección por los jóvenes y aun niños, pues según la cultura eran considerados en
estado puro, condición para el sacrificio a las deidades. Nos parece innecesario entrar
en el detalle de las técnicas de tortura utilizadas, sin embargo es objetivo indicar la
importancia que tenía la dilación y la sustentación del sufrimiento durante el sacrificio
ritual.

¿La pregunta quizá sea por qué? Aquí surge una pista que podemos analizar pues
tenemos un libro sagrado que es posible indagar: el Popol Vuh. Este libro maya relata
una hebra valiosa de conocimiento: los dioses originales acordaron crear al mundo a
fin de que el hombre lo habite; pero hablemos del costo del alquiler: la misión del
hombre es venerar y alimentar a los dioses: del mismo modo en que los hombres
comen alimento material, a los dioses, seres sobrenaturales (¿hiperdimensionales? ¿en
una densidad diferente?), se les debía proveer de un alimento sobrenatural: la energía
que se encontraba en la sangre y el corazón de los sacrificados.

Estamos hablando de los siglos XVI y XVII. ¿Pero qué ocurría en Europa? La Santa
Inquisición... curiosa casualidad, o mejor, utilicemos la palabra apropiada:
sincronicidad, bastante desafortunada por cierto, ¿quizá producto de alguna velada
manipulación? Veamos un poco a qué nos estamos refiriendo: la inquisición
involucraba instituciones enfocadas en la supresión de la herejía; es interesante,
aunque no viene a cuento aquí, que la inquisición nació como un método para eliminar
a los Cátaros. Curiosamente, hay un libro sagrado dando vueltas: la Santa Biblia, y
también sacrificios y torturas.

En este caso, aunque tentados por una vista objetiva, no podríamos hablar
oficialmente de sacrificios rituales, ¿o si? Los ingredientes están presentes: al fin y al
cabo los herejes a la Santa Iglesia Católica y víctimas de los tormentos de la Inquisición
se ponían a disposición de las instituciones y representantes eclesiásticos para castigar
los delitos contra la fe. No creemos que sea menester describir los tormentos, las
maquinarias y los procedimientos que se aplicaban a las víctimas; pero sí es de
importancia entender que el fin no era una muerte rápida, sino un castigo extenso. Del
libro La Revelación de los Templarios de Picknett y Prince (cap. VII: La sexualidad,
sacramento esencial):

“La Inquisición, creada expresamente para luchar contra la herejía de los Cátaros, se
adaptó con soltura a su nueva misión de perseguidora, torturadora y exterminadora de
brujas, aunque más tarde los protestantes también se unieron a tal empresa con gran
afición. Significativamente los primeros juicios contra hechiceros se celebraron en
Toulouse, donde tenía su cuartel general la Inquisición anticátaros. ¿Sería el
resentimiento por alguna recidiva del catarismo lo que condujo a aquellos cruciales
procesos, o un síntoma del pánico que las languedocianas inspiraban a los inquisidores
obsesionados por el sexo?”

Como corolario, la inquietud que se plantea es a qué se debe esta insana


coincidencia... dos culturas, de manera independiente, y sin contacto previo,
desarrollaban las mismas actividades. Ambas involucraban la religión, o las deidades;
las dos requerían de tiempos dilatados de sufrimiento, unas por orden de los dioses,
otras para obtener una confesión para los dioses; leemos en las transcripciones de
Cosmic Awareness algo que resuena como posible respuesta:

“Mucha de la violencia en la historia humana debe su existencia a la presencia de los


Aliens; los humanos la han aprendido a través del engaño y la desinformación,
violentándose el uno contra el otro en la creencia que sus dioses estaban
ordenándoselo o que lo realizaban para su beneplácito”

Sin la interferencia exógena, los humanos hubiesen sido mucho más pacíficos por
naturaleza; la violencia y el origen de la misma se generó en los sacrificios y rituales de
sangre que los Aliens fomentaron como parte de las tempranas religiones humanas,
haciéndoles creer que esa era la forma correcta de complacer a los dioses,
convenciéndoles de creer en la ilusión que los Aliens eran Dios. [...] Los Aliens
promueven la idea de que se piense en ellos como dioses, como salvadores o como
autoridades a las que se debe obedecer sin voluntad propia.

Y esto se extiende a las víctimas que eligen abducir: ellos prefieren a los sumisos, sobre
todo a los que ceden su voluntad ya sea por miedo, por devoción o por un desviado
aprecio que se asemeja a la autoridad paternal; los Aliens desprecian a aquellos que
ven objetivamente lo que son; es muy difícil que ellos abduzcan a una entidad que es
objetiva, que le es hostil, sabiendo que su Conocimiento los fortalece interiormente.

Por eso, la docilidad y mansedumbre fue tan fomentada en las religiones teócratas.
Existe una explicación marginal para esto que se agita con sombría persistencia: loosh.
Podemos definir loosh como el orgón vital distorsionado en orgón detrimental a través
de las emociones negativas, cuyo soporte bioquímico tal vez se trate del adrenocromo
-resultante de la oxidación de la adrenalina-, y que se sintetiza en los seres vivientes al
ingresar a un estado de ansiedad, ira, frustración o miedo.

Es sencillo rastrear la historia y notar que en casi todas las culturas estuvo asentado el
concepto del sacrificio ritual: del humano al chivo expiatorio; en ambos casos, la
autoridad religiosa se encargaba de preparar y ejecutar el acto, de acuerdo a
determinadas instrucciones. Una vez llevado a cabo el sacrificio, los participantes
comían y bebían parte del sacrificio. Se hallan pistas claras de esto en el famoso rito de
la transubstanciación en la doctrina católica de la Eucaristía.

Entre Tesla y Borges: el dínamo humano


Se debería comenzar disculpándose por tocar un tema del que quizá no se ha
interiorizado lo suficiente; por más de haber nacido en un social memory complex que
reverencia a la pasión de multitudes no necesariamente por ello comulgue; ya lo decía
Jorge Luis Borges, y se nos ocurren algunas de las razones:

“El fútbol es popular porque la estupidez es popular; es un invento postcolonial que


sustituye las peleas de cuchillo”

Aquí debemos introducir a Nikola Tesla y su sintética explicación de una canalización:

“La idea vino como un flash de rayos y en un instante la verdad se reveló. mi cerebro
es sólo un receptor; en el Universo hay un núcleo desde donde obtenemos
Conocimiento, Fuerza e Inspiración. No he llegado a penetrar en los secretos de este
núcleo, pero sé de su existencia”

Tenemos los ingredientes, es hora de mezclar con nuestro fuego el crisol alquímico y
buscar la lapis exilis.

¿Qué fue lo que canalizó Tesla? Entre otras cosas, las aplicaciones prácticas para
campos magnéticos rotativos, como son motores y generadores eléctricos; en ambos
casos, se trata de un eje central rotativo sobre el que se montan uno o más
electroimanes; alrededor de este eje existen pares de imanes permanentes; estos
imanes se encuentran con su orientación enfrentada. Si a los electroimanes centrales
se les provee de energía, entrarán en conflicto con los imanes permanentes haciendo
girar el eje en un sentido u otro, dependiendo de la polaridad. En cambio si se genera
movimiento rotativo del eje, se producirá un diferencial de energía eléctrica por la
interacción de los electroimanes contra los imanes permanentes: a mayor velocidad
del eje, mayor será la energía generada y recolectada.

Es el principio a través del cual se produce electricidad, en los generadores de las


represas hidroeléctricas, o la forma en que se la consume al utilizar las electrobombas
o los motores en los artefactos cotidianos. Es un honor dejar las contribuciones del
genial Tesla con una frase que denotaba su característica de peregrino en tierra
pagana:

“Si tuviera la suerte de alcanzar alguno de mis ideales sería en nombre de toda la
humanidad.”

¿Y el fútbol? Borges nuevamente nos persuade:

“La idea que haya uno que gane y que el otro pierda me parece esencialmente
desagradable. Hay una idea de supremacía, de poder, que me parece horrible”

Quizá entonces comulgase con aquella frase de las Transcripciones Cassiopaea que
reza: los buenos muchachos no juegan ajedrez.

Ver la realidad desde un punto de vista diferente puede —si nos esforzamos a una
cierta apertura mental— proveernos de nueva información para entender de otra
manera aquello que hemos asumido de manera consensuada.

Nos podríamos imaginar como imanes permanentes a las hinchadas, enfrentadas, que
se repelen con la violencia primigenia; rodeando un campo de juego en donde dos
equipos, como imanes dinámicos se disputan en un duelo; del tratado El Origen del
Mal en el Mundo del prestigioso ex-jesuita Salvador Freixedo:

Tras muchos años hemos llegado a la inquietante conclusión de que las más poderosas
de estas inteligencias suprahumanas que han contactado con las corruptas
autoridades del planeta, se nutren de las sutiles energías de nuestro psiquismo, de
nuestras emociones, de nuestros sentimientos, de nuestros odios y sobre todo de
nuestros miedos, aparte de otras energías más materiales que pueden conseguir en
nuestro mundo. Con el sufrimiento y la excitación, nuestras almas producen
automáticamente el tipo de sutiles energías que ellos buscan, mucho más que cuando
estamos tranquilos y en paz. Esta es la razón de tantas guerras, de tanta injusticia y de
tanto sufrimiento como siempre ha habido en las sociedades humanas de todos los
tiempos.

En nuestros días, la última estrategia de estos seres es la globalización de la mayoría de


las actividades humanas y especialmente del deporte organizado, con la enorme
influencia que éste ejerce sobre las mentes de millones de seres, y el irracional y
furioso fanatismo que genera en el mundo entero con las enormes pasiones que
desencadena. Un estadio abarrotado de cerebros angustiados o furiosos es una
enorme batería psíquica que nos recuerda al “aroma reconfortante” que se desprendía
de las bestias sacrificadas y de los ríos de sangre que el “dios” Yahvé le exigía a su
“pueblo escogido.”

Los Domingos por la tarde, el planeta entero se convierte en una gigantesca fuente de
energía para estos depredadores del Cosmos.

El ojo entrenado comprenderá que esto de alguna manera ya ocurrió: en la arena del
circo romano, en los juegos rituales de los mayas, y acontece hoy en los mundiales, en
los panamericanos, en las olimpíadas; en cualquier enfrentamiento en donde tomemos
partido por uno de los pequeños electroimanes que rotan con la emoción para
provocar y extraer incesantemente loosh.

Así es: una de las formas en que ordeñan emocionalmente a la humanidad. Quizá ya
no sea tan evidente como la guerra, ni tan primitiva como las torturas. Es cierto, tal
vez, ya no sea necesario la muerte del perdedor... suficiente con denigrar al que no
ganó; del libro La Historia Oculta del Mundo del iniciado rosacruz Paul H. Koch: (2)

Ya antes, sin embargo, algunos investigadores habían descrito la abdicación de la


voluntad personal ante el poder de la mayoría. Es el caso del psicólogo francés Gustav
Le Bon, que a finales del siglo XIX detectó y describió con escalofriante detalle el
concepto de "muchedumbre psicológica," según el cual nos gusta diluir nuestra
identidad en la del grupo básicamente por dos motivos: primero, porque nos permite
renunciar a nuestra responsabilidad por lo que ocurra y, segundo, porque vivimos la
ilusión de ser tan fuertes como el mismo grupo.

El ejemplo más recurrido es el de los hinchas de un equipo de fútbol, que en solitario


son personas amables e incapaces de dañar a nadie, y en un partido decisivo y de
máxima tensión pueden acabar atacando, golpeando y hasta asesinando a hinchas del
equipo rival, hipnotizados por su servidumbre al grupo.

El modelo Wilwarin de las densidades


En el Ainulindalë se plantea un enriquecido paradigma de nuestra realidad; por
supuesto, bajo un manto de cuidada mitología. John Ronald Reuel Tolkien fue un
filólogo que se interesó en las historias de los seres que hablarían sus lenguas
imaginarias; también se suele agregar que fue un cristiano católico; sin embargo, el ojo
entrenado no dudaría en observar que fue un iniciado, y que sus libros destilan de
conocimiento esotérico. Es evidente además, que el bien en su obra está en función
del servicio y la entrega (el camino hacia la santidad de Frodo, la renuncia y la vida
errante de Aragorn y el sacrificio de Gandalf entre otros), y en enaltecer la libre
voluntad.
Cuando se plantea la Música de los Ainur asistimos no sólo a una medida de tiempo
mitológica, sino a una realidad de seres que trascienden a casi cualquiera de los
personajes del Señor de los Anillos. Estas entidades incorpóreas son las Potestades de
la Creación, algunas inclinadas al "bien" y otras que buscan la esclavitud, la oscuridad y
la ruina. Dentro de los Ainur reconocemos a los Valar como los poderes angélicos y
senescales de la Creación de Ilúvatar, les siguen los Maiar espíritus menores y
ayudantes de los primeros:

“Con los Valar vinieron otros espíritus que fueron también antes que el Mundo, del
mismo orden de los Valar, pero de menor jerarquía. Son éstos los Maiar, el pueblo
sometido a los Valar, y sus servidores y asistentes. El número de estos espíritus no es
conocido de los Elfos y pocos tienen nombre en las lenguas de los Hijos de Ilúvatar;
porque aunque no ha sido así en Aman, en la Tierra Media los Maiar rara vez se han
aparecido en forma visible a los Elfos y los Hombres”

“Luego siguen los primeros nacidos, o sea, los Elfos, junto con una rama derivada de
Ents y Enanos. Mientras los Ents y Elfos habitan bajo el cielo de la Tierra Media, los
Enanos trabajan en Casas de Piedra. De la perversión, surgen los Orcos y los Trolls, y
quizá los Enanos Oscuros. Por debajo está el Hombre, que sin embargo no posee un
lado perverso separado (¿quizá se trate de un mixtusorbis?):

Creen los Elfos, sin embargo, que los Hombres son a menudo motivo de dolor para
Manwë [Senescal de la Creación], que conoce mejor que otros la mente de Ilúvatar [El
Todo]; pues les parece a los Elfos que los Hombres se asemejan a Melkor [Senescal de
la Destrucción] más que a ningún otro Ainu, aunque él los ha temido y los ha odiado
siempre, aun a aquellos que le servían”

Hay quizá unos acordes semejantes en otra octava: el modelo de Cassiopaea, que
coinciden sanamente con el provisto por el Ra Material, muestra la Creación
compuesta de 7 densidades:

Materia inanimada;

Fauna y flora;

Humanidad;

Seres de orientación egocéntrica por un lado, y de servicio al prójimo por otro;

Contemplación y administradores de realidades;

Administradores y consultores de universos;

En unión con la Creación;


Algo que llama poderosamente la atención es que el modelo Cassiopaea sitúa en la
cuarta densidad, la que se nos advierte como de fisicalidad variable (¿tal vez, al ser
más sutil que la nuestra?), la necesidad de elegir entre dos orientaciones: aquella de
servicio a sí mismo, que no respeta el libre albedrío, habitada por lo que la humanidad
ve como Demonios, y por otro lado, entidades de servicio al prójimo; análogamente, el
profesor Tolkien muestra a los Orcos (es notable donde nos lleva la raíz de la palabra
orcis) como seres destructores y violentos, y en la orilla opuesta a los edénicos Elfos.

Debemos invitar ahora a otro curioso investigador, quien horadó el velo de las
densidades a través de la radiestesia: Thomas Charles Lethbridge, un arqueólogo inglés
que por más de treinta años ocupó el cargo de director de excavaciones en la Sociedad
de Antigüedades de Cambridge. En una de sus anécdotas comenta que para evitar la
espera del datado de piezas históricas, comenzó a utilizar el péndulo y a constatar que
una vez obtenidos los análisis, las fechas coincidían con rangos bastante aceptables.

Fue en aquel entonces que se interesó en el uso del péndulo y de la radiestesia desde
una óptica científica, elaborando un modelo en el cual se entendía al péndulo como
una extensión física de la mente; en sus palabras (The Power of the Pendulum, capítulo
III):

“El péndulo pareciera lograr contactar a uno con algo que conoce [más allá de los cinco
sentidos]. En un principio fui reticente a confiar en este procedimiento, aunque trabajé
duro y experimenté incesantemente. Ahora, cuando constaté que el péndulo
efectivamente funcionaba, entonces un nuevo punto de vista de la realidad emergió.

Es notable que el péndulo parece reaccionar tanto con cosas concretas como con ideas
abstractas [...] Se podría describir a la radiestesia como los "rayos de pensamiento:" lo
que pareciera ser análogo a una onda emanada de un radar formada por los propios
pensamientos que cuando el péndulo oscila es que este onda ha detectado una
obstrucción (el objeto que se pensaba), y se ha reflejado sobre el patrón mental el cual
se proyecta en el sistema nervioso”

En este sentido, los movimientos ideomotores que se reflejan en la oscilación del


péndulo coinciden con la frecuencia mental del objeto o idea en la que se piensa; la
longitud de la cadena debe estar en sintonía con la idea que se persigue;
experimentando con diferentes longitudes, Lethbridge se topó con lo que denominó
un nuevo segmento de la espiral de la realidad, la cuarta densidad:

“Por el momento quizá sea suficiente con decir que la vida en el siguiente nivel es tal
vez cuatro veces más rápida que en nuestra realidad física, y aparentemente el tiempo
no es una restricción.

Y hay algo que queda claro: si mi razonamiento es correcto, ningún ser humano tiene
la frecuencia de vibración necesaria como para percibir las entidades o eventos que en
los planos superiores acontecen. Se puede suponer que toman partido en un espectro
ajeno a la realidad física. [...] Tal vez, con capacidades mediúmicas se pueda atravesar
el velo de a momentos, pero requerirá un incremento dramático de la frecuencia
vibratoria”

Lethbridge no sólo identificó a la cuarta densidad como el siguiente anillo de la espiral


al que atribuye como destino general cuando se duerme o al que se accede para tener
una visión profética, sino también dos niveles superiores: el tercer anillo (la quinta
densidad) al que posiblemente se acceda al morir, y otro aun más alto que no pudo
comprender en su totalidad (la sexta densidad); intentó continuar probando pero no
pudo determinar qué había después de este último anillo de la espiral.

Curiosamente, el Material Ra y las Transcripciones Cassiopaea describen la quinta


densidad como de contemplación por el hecho de ser el estado de consciencia al
desencarnar; el profesor Tolkien hace hablar al Rey Thorin sobre los Salones de Espera,
y en el Silmarillion se nos comenta que son los Valar: Mandos y Nienna, los senescales
de estos parajes, que se encuentran en el Reino Bendecido (el plano espiritual);
recordemos que es allí donde van los Elfos cuando mueren, para luego reencarnar.

Es de la sexta densidad de donde aparentemente provienen las fuentes de canalización


Cassiopaea y el Material Ra; se la describe habitada por seres complejos (conjuntos de
consciencias) omniscientes, cuya tarea es diseminar Conocimiento al resto de la
Creación; el gnosticismo las denomina como Eones o divinidades plerómicas (de la
palabra pleroma cuyo significado es abundancia, en el Material Seth pueden
entenderse como las Gestalts de energía primarios o como los Arquetipos jungianos):
seguramente, la analogía con las Potestades Creadoras o Ainur, sirvientes bajo la égida
del Único, es notable.

La manipulación de la información en las realidades


entrópicas
Hay algo interesante sobre la Verdad; si podemos asegurar su existencia, entonces
toda Realidad estaría incluida en ella. En el Modelo de la Probabilidad y Estadística de
Kolmogorov, el 1 es la Verdad; aquellos valores que nos brinden alguna información, al
volver a acumular a todos ellos, se debe obtener nuevamente el 1; se conoce esto
como función de probabilidad acumulada.

Existen ciertos paradigmas esotéricos de entendimiento que coinciden en utilizar un


enfoque parecido: sostienen también que la Realidad (por ejemplo lo que
denominamos como realidad física) se encuentra incluída en un conjunto de realidades
posibles, y todas ellas forman la Verdad. Mientras la Verdad es única pero plural, las
Realidades pueden ser variadas, incluso se proporciona tanta libertad que la Verdad
puede ser ignorada o incluso rechazada; en este contexto, una definición adecuada -
casi académica- de manipulación de la información podría ser la administración de
datos que serán utilizados en la eventual toma de decisiones, para lograr conductas o
comportamientos; en este sentido, Philip K. Dick nos recordaría que:

“El instrumento básico para la manipulación de la realidad es la manipulación de las


palabras. Si puedes controlar el significado de las palabras puedes controlar a la gente
que utiliza esas palabras”

¿Adónde pretendemos llegar? Las Realidades requieren ser administradas, y por


supuesto, como existe Libertad, también pueden ser manipuladas para ser explotadas
en beneficio último de determinados administradores. Ahora bien, como cualquier
administrador de redes o de consorcios sabe, para administrar (o explotar) es
necesario tener usuarios o propietarios a quienes administrar (o explotar). Podríamos
poner un poco de orden y ver que: Verdad > Realidades > Administradores > Usuarios;
análogamente, podemos ver que si estamos en una realidad entrópica tendríamos:
Verdad > Realidades > Explotadores > Explotados.

Es curioso, pero al haber Libertad podría parecer difícil para los Explotadores hallar
candidatos para ser explotados; una buena forma de remediarlo sería la de ofrecer una
serie de compensaciones que a los incautos les llamara la atención, o utilizar una
agresiva campaña de desinformación presentando la realidad de una forma agradable
para el ignorante; en cualquier caso, la pauta es ocultar la verdad o parte de ella: el
publicista Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, sostenía la siguiente idea para
una efectiva manipulación piramidal:

“Toda la base de la propaganda exitosa es tener un objetivo y luego tratar de llegar a él


a través de un conocimiento exacto del público y modificar las circunstancias para
manipular y dirigir a ese público. Pero está claro que son las minorías inteligentes las
que necesitan hacer uso de la propaganda continua y sistemática [...] Pequeños grupos
de personas pueden hacer, y de hecho lo hacen, que el resto de nosotros pensemos lo
que ellos quieran acerca de un tema determinado”

Una forma astuta de presentar una realidad entrópica sería agregar una jerarquía de
Explotados; por ejemplo, en base a su nivel de conocimiento de la realidad en
Avanzados > Experimentados > Principiantes, y a su vez ocultar la presencia de los
Explotadores; de esta forma, se propiciaría la explotación en los escalones inferiores,
algo de lo que los Explotadores obtendrían un beneficio secundario; a su vez, el hecho
de ocultar la Verdad, haría muy difícil para los Explotados, aun los Avanzados, darse
cuenta de su precaria situación; para enfatizar nuestra postura, invitamos a las
incómodas palabras del filósofo John Baines:
“Si fuéramos dioses perversos o expoliadores inmorales, no podríamos idear nada
mejor para hacer trabajar tranquilos a un grupo de esclavos que hacerles creer por
medio de hipnosis colectiva que son felices e importantes. Contaríamos con perfectos
autómatas de protoplasma que laborarían incansablemente produciendo aquello que
a nosotros nos interesara. Por añadidura, estos robots se fabricarían y mantendrían a
sí mismos”

Esta idea de comparar a la humanidad con enceguecidos o dormidos robots


obedientes no debería sonarnos tan irreal, más allá de lo desagradable y peyorativo de
tal perspectiva. Proponer el siguiente pasaje puede ayudar a rasgar los vestigios del
velo que cubren los somnolientos ojos, aunque quizá se intente mirar hacia otro lado o
cubrir con una mano temblorosa la desasosegada visión del verdadero papel que
ocupamos en el universo:

“Cierto cuento oriental habla de un mago muy rico que tenía numerosos rebaños de
ovejas. Este mago era muy avaro: no quería contratar pastores, y no quería cercar los
prados donde pacían sus ovejas. Las ovejas se extraviaban en el bosque, se caían de los
barrancos, se perdían, y sobre todo se fugaban cuando se aproximaba el mago, porque
sabían que él quería su carne y su piel. Y a las ovejas esto no les agradaba”

Por fin, el mago encontró el remedio. Hipnotizó a las ovejas y les sugirió primeramente
que eran inmortales, y que no les haría ningún daño el ser despellejadas, que al
contrario este tratamiento era excelente para ellas, y aun agradable; luego el mago les
sugirió que él era un buen pastor que amaba mucho a su rebaño, que estaba dispuesto
a hacer toda clase de sacrificios por él; en fin, les sugirió que si les llegase a suceder la
menor cosa, eso no ocurriría en ningún caso ahora, ese mismo día, y que por
consiguiente no tenían que preocuparse.

Después el mago les metió en la cabeza que de ninguna manera eran ovejas; sugirió a
algunas que eran leones, a otras que eran águilas, y a otras que eran hombres o que
eran magos. Hecho esto sus ovejas no le causaron más molestias ni preocupación. No
se escapaban más, esperando por el contrario con serenidad el instante en que el
mago las esquilara o las degollara.

¿El verdadero ziggurat alimenticio?

Algunas perdidas enseñanzas, en particular las gnósticas, coinciden en denominar a los


Explotadores como los Arcontes; los explotados serían la humanidad, la fauna y flora, y
el planeta mismo: modelos marginales de entendimiento proponen denominar
densidades a los anillos de consciencia; desde una perspectiva informática, una
definición de consciencia sería la capacidad de procesar información para la toma de
decisiones.
La realidad física sería una manifestación de la quinta densidad, mientras que los
Arcontes ocuparían la cuarta densidad explotando a la tercera y segunda densidad. La
humanidad, en su tercera densidad, dominaría a la primera y segunda, y así
sucesivamente.

Pesadillas y terrores nocturnos: la abducción etérica


Nos atreveremos a ir un poco más allá de lo acostumbrado. En realidad, el
pensamiento científico se queda hoy sin herramientas para evaluar la curva de
veracidad del tópico tratado, dado que el fenómeno es elusivo y en esto coincidimos
con Ignacio Darnaude y su libro Principio de Elusividad Cósmica; así que, bajo ese
marco estaremos asumiendo la hipótesis de la existencia del proceso de abducción y la
presencia de una realidad paralela a la física que podríamos denominar etérica:

“Pero, ¿a qué viene el laborar en la sombra? ¿Qué poderosas razones vetan a los altos
ejecutivos de la cosmocracia el desenvolverse a cara descubierta? Salta a la vista que
tanto el acontecer cosmogónico, como la aparatosa comedia ufológica, están
diseñados a propio intento, en la inteligencia de que nunca se produzcan
constataciones incontrovertibles acerca de la visita de razas transplutonianas, ni sobre
la existencia de jerarquías incorpóreas consagradas full time a encarrilar los eventos
cósmicos”

En el entendimiento de Don Elkins y Carla Rueckert, autores de Secrets of the UFO


(parvo estudio publicado en 1977 y que, como otras obras maestras, pasó
desapercibido), la realidad cosmosférica no se da a conocer sin subterfugios. Prefiere
desplegar ante las criaturas, de forma premeditada, un subrepticio 50% de meros
indicios no concluyentes, que parecieran avalar en parte la hipotética existencia del
abrumador segmento de los entes inobservables. Es decir, lo Potencial (la masa
existencial ya planeada, pero que todavía no ha surgido al campo de lo Manifestado),
mas el insondable infiniverso archidimensional, a excepción del modesto fragmento
físico que captan nuestros rudimentarios sentidos corporales (el “aldeano” cosmos
espacio/temporal con el que estamos familiarizados).

Hacemos una invitación personal a los pensadores duros a que flexibilicen sus sistemas
de creencias y se animen a cruzar el umbral hacia una realidad imaginaria o compleja,
tal cual propuso Gauss al introducir los números imaginarios: al igual que estos
números, quizá la realidad tenga dos componentes, la física y la etérica... o aun más:
como los cuaterniones de Hamilton; el prestigioso iniciado rosacruz Rudolf Steiner,
planteaba en sus textos de antroposofía la presencia de diferentes cuerpos: físico,
etérico y astral. Así que es posible, haciendo un esfuerzo mental y mediante las
aplicaciones informáticas actuales, lograr una explicación coherente de lo que ocurre.
Thomas Minderle en su estudio sobre las Dinámicas de las Egrégoras nos comenta:

Desde la óptica de las Dinámicas de las Egrégoras el tema es más complicado: la fase
geométrica [material o corpuscular] no dice nada acerca de las características de la
consciencia; para eso necesitamos la fase esotérica [no bariónica o inmaterial].
Matemáticamente hablando, mientras que la fase geométrica es real, la fase esotérica
es imaginaria [o compleja]. Metafísicamente hablando, mientras que la fase
geométrica es una propiedad del plano material, la fase esotérica es puramente una
propiedad de la consciencia. La fase geométrica y esotérica no son más que los
componentes real e imaginaria de una fase cuaterniana que caracteriza a la alineación
de las dos funciones mentales y ondas materiales.

La abducción etérica se podría caratular como una experiencia fuera del cuerpo (OBE)
fozada: un proceso no autorizado por la víctima en donde se extrae loosh; podemos
entenderlo como un proceso invasivo que se da generalmente durante las horas de
reposo, cuando el nivel de alerta es bajo o inexistente; el sujeto pocas veces posee un
recuerdo claro de lo ocurrido, sino un dejo o miedo de que algo sombrío ha
acontecido. Dentro de los estudios médicos podemos encontrar los síntomas de las
fobias nocturnas, donde el paciente siente miedo a dormir al querer evitar las
pesadillas recurrentes; del libro Desarrollo del Mundo Interno del rosacruz chileno
John Baines (Dario Salas Sommer), en el capítulo La mente y el computador cerebral se
reseña un párrafo muy acertado, pero que por alguna curiosa razón no desea
profundizar:

No interesa en este caso investigar la génesis de estos conflictos, ya que


invariablemente se producen por situaciones no comprendidas, es decir, que se han
experimentado solamente a nivel instintivo y emocional, y en algunos casos abarcando
también el área intelectual onírica sin penetrar en su contexto significativo. Al no
existir en ese instante una noción de significado comprensivo de lo que se está
viviendo, la experiencia puede ser sentida de manera incontrolablemente angustiosa,
traumática o destructiva. Este hecho es posible solamente por la existencia de un bajo
nivel vigílico.

Es interesante analizar los síntomas físicos que se padecen: desde una agitación leve,
pasando hacia una taquicardia, hiperventilación, copiosa sudoración y estado febril
(este síndrome se conoce como SUND); curiosamente, muchos de estos síntomas son
equivalentes a los que padece durante una tortura física: en la mayoría de los casos la
víctima carece de energía y vitalidad durante la actividad diurna, como si la fuerza vital
hubiese sido drenada u ordeñada. Ahora bien, si una víctima se lograra despertar
durante su padecimiento, tendrá pocas veces más que un leve recuerdo... una pantalla
parece interponerse, similar a la que se encuentra en las recopilaciones de las ufólogas
Barbara Bartholic y Karla Turner, a fin de evitar traer a la consciencia los detalles de lo
ocurrido; es por ello que a veces se recurre a la hipnosis.

Y es aquí, durante la regresión hipnótica que alguna nueva información sustentable a


través de los diferentes casos emerge con dureza. La mayoría habla de unos seres
diminutos de ojos ovalados y sutil cuerpo gris de largos dedos que implementan una
serie de verificaciones dolorosas sobre la víctima, ésta se encuentra consciente pero
inmóvil... lo que reviste una similitud con los relatos de abducción alienígena; en el
material recopiado por Robert Teske, el volumen correspondiente a The Dulce
Protocol, ciertas criaturas semejantes se refieren al cuerpo humano como
contenedores; un frío término parecido a como nosotros los humanos, nos referimos a
los cortes de carne de una res.

Abandonemos por un segundo tan cruel realidad y pasemos a los campos de la


informática: en ambientes de depuración, prácticas forenses, criptografía y seguridad
informática es común utilizar cotidianamente herramientas de virtualización; por
ejemplo, un forense judicial puede congelar el estado de una máquina, serializarlo
(convertirlo en ristras de bits), copiarlo a un disco, y generar múltiples copias; cuando
se dictamine la realización de diferentes pruebas, el operador descongelará una
imagen y la ejecutará en una máquina virtual realizando las verificaciones y controles
propuestos.

Los hackers y crackers realizan procedimientos similares al congelar el estado de una


computadora, serializarlo y someter dicha imagen a manipulación de manera de
hacerse del control de la máquina; luego mediante un proceso similar, inyectan la
imagen manipulada nuevamente en el hardware huésped; la máquina y sus usuarios
no pueden fácilmente darse cuenta de esta brecha de seguridad, salvo que realicen un
escrutinio en modo supervisor; del libro Los Extraños: abducciones extraterrestres en
la Argentina del psiquiatra Néstor Berlanda y el psicólogo Juan Acevedo:

“El cerebro funciona como el hardware de una computadora, es el sustrato físico, la


parte orgánica y fisiológica donde se producen los fenómenos de las psiquis, que sería
el software. La información generada por la psiquis genera, a su vez, el denominado
psiquismo que es el conjunto de fenómenos que componen los factores subjetivos de
la personalidad humana”

Quizá el lector nos permita realizar una brava analogía... ¿podríamos atrevernos a ver
el hardware como nuestro cuerpo físico o contenedor? ¿tal vez nuestro cuerpo etérico,
sujeto a las más diversas manipulaciones por hackers espirituales sea extraído,
serializado, replicado y sujeto a tortuosas pruebas para ser luego reinyectado al
despertar? Pero si así fuese, no estaríamos lejos de plantear la validez de la Teoría de
la Distorsión, que originalmente fue sugerida por canalización en las Sesiones
Cassiopaea. Ahora bien, ¿es posible ingresar en modo supervisor y permanecer en ese
estado de alerta para suprimir definitivamente estas manipulaciones?

Los riesgos del conocimiento


¿Entonces ha tomado la decisión de conocer? ¿o quizá se ha topado con un hecho de
caos emocional que hizo colapsar su sistema de creencias? ¿tal vez siempre intuyó que
había algo extraño en lo que conocemos como realidad consensuada? Es un momento
decisivo y quizá la decisión de mayor importancia de su vida... ¿pero cuáles son los
riesgos?

Emerger tiene sus riesgos: las autoridades prefieren que el ganado no se sepa ganado;
que el espíritu gregario mantenga su naturaleza sumisa... que el ordeñe emocional se
asemeje a un gozo místico; que el hombre suponga que está a cargo de su propio
destino.

Sin embargo, una pequeña cantidad de infiltrados en el sistema de control están para
mostrar la salida a aquellos que están buscando respuestas. Aquellos que han
comenzado a despertar encuentran la difícil resaca de la larga noche de ignorancia.

Pero comencemos por los riesgos iniciales... es el momento decisivo en el que muchos
retroceden pues los Arcontes -aquellos que detentan el poder- aparecen o enviarán a
sus mejores agentes. En los casos límites, múltiples aristas accionarán contra el sujeto
del que hayan previsto que su despertar les ocasionará dificultades; algunos han
relatado sucesos nocturnos desagradables: presencias nefastas en la habitación,
pesadillas y terrores nocturnos, voces violentas que instan a no continuar con la
investigación.

Animamos a continuar con la mayor fortaleza y decisión a quien se enfrenta a estas


situaciones; una técnica que puede ayudar es solicitar protección a la Hermandad de
Servicio al Prójimo; por supuesto, evitar cualquier tipo de ritual (no olvidemos que las
entidades positivas no actuarán contra la Directiva Primaria del Libre Albedrío, por lo
tanto, no acatarán un llamado mecánico, orientado a producir un cambio forzado en la
naturaleza a cambio de un ritual o negociado energético, pero quienes sí responderán
serán aquellas entidades hambrientas que resuenan con el pedido egocéntrico o
desesperado del solicitante); del libro Manual para el Nuevo Paradigma de George
Green:

“El siguiente paso implica la elección individual de mantenerse firme en la


determinación, de desprenderse de la emoción del agobio, y de observar desde un
espacio que está más allá del alcance de las técnicas de control. Parece un pequeño
paso, pero es decisivo, porque es el comienzo de la separación del “rebaño,” por así
decir. Es un paso que puede ser realizado sin el peligro que supondría la resistencia
física. Es algo que puede efectuarse de forma segura, sin ser detectado por las
aparentemente aterradoras entidades que luchan por controlar. También es
culminante en el proceso de cada individuo el llegar a estar consciente de que existe
una conexión de conocimiento, una parte del yo que permite esta observación”

El segundo momento difícil para el peregrino que busca conocimiento será cuando
efectivamente se dé cuenta que ha vivido en una larga noche de ignorancia. Muchos
de nosotros hemos caído en una leve depresión, por supuesto diferente a la intrusión
de una entidad astral parasitaria (el buscador notará que no le extraen energía vital,
muy por el contrario, se ha descubierto una herida expuesta la cual, como cualquier
otra, ha de doler si ha de sanar); al respecto, un esclarecido consejo del rosacruz John
Baines en El Hombre Estelar:

Ya sabemos que despertar es difícil, porque el Sapiens está sometido a la influencia


hipnótica cósmica, que es la energía universal de la creación, y por si esto fuera poco,
cada sujeto, al no gustar de la realidad de la vida y no estar satisfecho de sí mismo, se
sueña a sí mismo y sueña al mundo de una manera ideal (ideal para él).
Herméticamente, llamamos a esto romanticismo necio, para diferenciarlo del
idealismo de los poetas. Romanticismo es el ingrediente que permite que el ser
humano acepte sus sueños como la expresión de la realidad, y se limite en la vida, a
tratar de satisfacer sus propias fantasías. Entendamos que nos referimos a un
romanticismo inferior y destructivo, aunque la gente no pueda diferenciarlo de su
contraparte superior.

Este período, acompañado de una profunda reflexión y meditación, dura alrededor de


4 a 6 semanas, sin embargo no es prudente ajustar en frías fechas un proceso de
desintegración positiva; como cualquier período complicado el buscador encontrará
que una vez superado, una gran comprensión y entendimiento lo fortalecerá... hallará
más control sobre los aconteceres de su vida, sus relaciones y aun su cuerpo y mente:
es la forma en que la flor de la consciencia se abre a la vida.

Algunos se encontrarán llamados a dar entender el mensaje a otros; si bien esta es una
forma de servicio al prójimo, se debe recordar la ley primordial del respeto y
enaltecimiento del libre albedrío: aquel que ha despertado a la gnosis no debe exponer
su conocimiento si no le es requerido; y aun si así fuera, debe dosificarlo en porciones
que el destinatario pueda digerir, pues aun la insustituible agua es veneno en
cantidades exageradas.

Este es el tercer momento decisivo, que se repetirá indefinidamente, dado que si las
emociones descentradas del mensajero o el nivel de entendimiento y consciencia no
han madurado el tiempo necesario, o aun si no se encuentra suficientemente
orientado a las influencias del Balance o Servicio al Prójimo, este esfuerzo puede
devenir en un ataque deliberado de las autoridades, o quizá como una manipulación
afectiva a través de portales orgánicos, ya que no sólo se reconoce una potencial
brecha de seguridad al intentar enseñar a otros, sino que además se es un blanco fácil.

El mejor procedimiento del que podemos dar cuenta es continuar con la investigación
y el trabajo personal, y proseguir con disciplina y objetividad en la búsqueda de la
orientación del servicio al prójimo; esto implica una mirada crítica hacia el interior y
hacia lo exterior, enfocadas en el balance, no con el objetivo de juzgar (subjetivo) sino
con el de ponderar (objetivo) y mejorar. El ejercicio físico es una herramienta
importante, como así también el cuidado en las comidas: el agradecimiento y
reconocimiento a las consciencias inferiores que forman parte del alimento y permiten
la continuidad nuestra existencia. Prosigue Green:

“Todos y cada uno de los cambios en el destino de este planeta se captan con gran
anticipación en los niveles de conocimiento más elevados. Estos cambios, que
conducirán al restablecimiento del equilibrio y la armonía, reciben el aporte de energía
de apoyo que, a su vez, refuerza y acelera el proceso. Estaría bien reconocer esto con
gratitud, como parte de vuestras meditaciones. La actitud de gratitud crea un flujo de
retorno, y permite un mayor intercambio de esta solícita conciencia de apoyo”

Asimismo, la meditación y el profundo entendimiento debe venir acompañado de


aplicación en los asuntos cotidianos, así como el intercambio con otros investigadores
y peregrinos, y el enriquecimiento del trabajo en grupo; no lo olvidemos: el
conocimiento es una medida de información que al aplicarla nos acerca a la Verdad.

Lineamientos y curvaturas para una sobre-lectura


Durante un elaborado intercambio de opiniones, un lector propuso una serie de
críticas las cuales animan a plantear una aclaración sobre los lineamientos de los
artículos que aquí se presentan. Parece prudente realizar una disección analítica de las
principales raíces que contribuyen a las arborescentes ramificaciones de pensamiento
que, cual nervaduras a las hojas, fomentan el crecimiento de conocimiento vivificado a
la luz de meditadas inspiraciones; si tres o más enfoques no coinciden, quizá sea mejor
buscar sombra en otro árbol:

“estamos en una Realidad entrópica, tanto bajo el marco físico, como el de la teoría de
la información; la humanidad, en general, es un predador natural de los reinos de
consciencia inferiores: de los animales, las plantas y en definitiva del planeta, por no
decir también que Homo Homini Lupus; se plantea la hipótesis de trabajo que, por
encima de la consciencia humana, existe un eslabón adicional en la cadena alimenticia,
predador natural del hombre; el trabajo consciente en grupo es la mejor herramienta
que poseemos para conocer la Realidad; la desinformación e ignorancia hacen peligrar
un sistema, mientras que el procesamiento de información, el enriquecimiento a
través del conocimiento y el entendimiento permiten disminuir la incertidumbre y
facilitan la protección de dicho sistema; las redes fomentan el trabajo en equipo y el
intercambio acelerado de información; las jerarquías someten a restricciones dicho
intercambio y producen un entumecimiento que culmina en un elitismo patológico;el
Conocimiento es una medida de Información que nos acerca a la Verdad”

La mayoría de las mentes que comulguen con el Pensamiento Científico encontrarán


disonante nuestra premisa forteana de trabajo, la hipótesis esotérica del factor
exógeno: la existencia de consciencias superiores a la humana que han elegido
predarla; un paso adicional al principio cosmológico antrópico que planteó el físico
teórico John Archibald Wheeler:

“El asunto es que el Universo es una gran síntesis, entendiéndose a sí mismo como un
todo. Su historia no es una historia como usualmente concebimos la historia. No es
una sucesión de cosas que ocurren una tras otra. Se trata más bien de una totalidad,
donde lo que ocurre "ahora" le da realidad a lo que ocurrió "ayer;" tal vez incluso lo
determine”

Sin embargo muchos científicos y no científicos quizá mantengan creencias religiosas;


muchas religiones tienen el concepto de entidades angélicas y demoníacas; las
primeras, en apoyo de la evolución natural de la humanidad, las segundas, no tanto. La
pregunta que con naturalidad la mayoría se haría es, si de veras existen ¿por qué se
esconden? Al respecto, el filósofo francés Dalmace Sertillanges habría hecho su
descargo, sugiriendo su frase sobre el mejor truco del diablo...

Hay un conjunto de interesantes respuestas que van desde la presunción de que su


soporte físico quizá no esté basado en la materia bariónica, sobre la que es posible
experimentar de manera empírica, sino de una densidad diferente como el plasma
oscuro (no corpuscular); de esta manera, no es que se escondan, sino que el hábitat
natural de tales entidades nos es innatamente invisible, salvo a través del uso de
tecnología especializada que permitiese cruzar el velo; en las palabras de Wilhelm
Reich en su libro Contact with Space:

“No tuve duda alguna del propósito de las actividades de los Ea [Ovnis]: la Energía Vital
era extraída del planeta Tierra, con las consecuencias conocidas ahora, en 1956, por
todas partes como la emergencia del orgón destructivo (DOR) [al que nos referimos
como loosh]: decaimiento de la vegetación, el crujido y derrumbe del granito, el
ambiente febril; la energía orgónica gobierna la vida, cosa totalmente desconocida por
el hombre, y esta energía es la extraída por los Ea para sus operaciones”

Biológicamente hablando nuestra quinta premisa reviste una importancia adicional


dado que la potencial presa que reconoce la existencia del predador se encuentre más
preparada para el desafío que aquella que lo ignora; en pocas palabras: la ignorancia
es un factor que juega a favor del victimario. Quizá esto deslice una posible explicación
al por qué de las realidades entrópicas, como la nuestra, donde la incertidumbre
abunda; el doctor Reich postula:

“La lucha contra la peste de la dictadura es desesperada sin un verdadero empeño y un


interés profundo por los problemas del proceso vital, ya que la dictadura vive —y sólo
puede vivir— en la oscuridad de los problemas no resueltos del proceso vital. El
hombre está desvalido cuando carece de conocimiento; esta impotencia nacida de la
ignorancia es terreno fértil para la dictadura”

Nuestro enfoque en las estructuras por donde transita la información es fácilmente


contrastable a través de la historia: durante el oscurantismo del medioevo, por medio
del régimen teocrático y autoritario de la acumulación y retención del conocimiento
disponible, junto a la impartición del dogma religioso, en contraste, con la invención de
la imprenta y, salvando las diferencias tecnológicas, con la creación de la red de
Internet y la diseminación masificada de información.

La parábola de los trajes

Hace tiempo atrás, cuando la Tierra estaba en buenas manos, había una serie de Trajes
que los Creadores habían confeccionado para que las consciencias que así lo desearan
pudiesen vestir y usar. Estos Trajes eran quizá algo holgados y no muy estilizados, pero
eran de armoniosa factura y se ajustaban a la perfección de la consciencia que lo
usara, y sobre todo, no tenían defectos ni anomalías.

Al vestir estos Trajes, las consciencias podían experimentar el plano físico de la Tierra,
relacionarse con otros y armar comunidades; pero podían también hacer cosas
avanzadas que sólo los Sabios dominaban, como ver realidades vedadas, que no eran
físicas, y si lo deseaban podían hablar con los que allí ya no estaban, o incluso buscar
consejo directo con las Potestades Creadoras. No había apuros ni urgencias, y las
experiencias se sucedían una tras otra, sin que nadie intentara saltearse ninguna, y las
enseñanzas se compartían de manera de enriquecerse por medio de la comunidad y
avanzar en grupo; tampoco había temor a la muerte, pues tal cosa no existía: se
trataba tan sólo de abandonar el Traje y no había ninguna oscuridad o dolor en ese
trámite.

Pero ocurrió, como pasa algunas veces, que unos Visitantes descendieron (¿o
ascendieron?) a la Tierra. Estos eran diferentes a los Creadores ya que actuaban sin
pedir permiso y los Sabios de entre las comunidades humanas los miraron con
precaución. Sin embargo, los Visitantes se mostraron afables y enviaron emisarios a
cada una de las comunidades con regalos y promesas. No obtuvieron lo que querían al
principio, pues los Sabios previnieron a las comunidades de que no aceptaran los
regalos ni escucharan sus ofertas si estas eran impuestas; sin embargo, de entre los
más jóvenes surgió cierta atención ya que los recién llegados ofrecían un regalo
maravilloso.

Los Visitantes acostumbraban a pregonar, enroscados a un Árbol, un extraño


Conocimiento: ofrecían promesas sobre un nuevo Traje con medidas maravillosas y,
por lo que mencionaban en su propaganda, de una calidad y presentación exquisita. A
decir verdad los jóvenes encontraban dichos atuendos mucho mejores a sus actuales
trajes: las mujeres encontraban atractivo utilizar los nuevos trajes femeninos pero aun
más deseaban ver qué tan bien quedarían puestos en sus compañeros. Y es así como
los Visitantes ganaron fama y renombre, y muchos se plegaron a sus iniciativas; los
más osados dejaron sus Trajes antiguos y comenzaron a vestir estos nuevos; y quizá
era cierto, pues la belleza y sensualidad de estos trajes hacían a la mujer más deseable
y al hombre más aguerrido. Y así sucedió que algo empezó a cambiar en las
comunidades donde más y más habitantes decidieron renovar sus prendas.

Los Sabios repetían una y otra vez su postura, pero sin embargo no imponían su
consejo, dejando que cada cual decidiera lo que le parecía conveniente.

Ahora bien, a medida que los nuevos trajes se usaron más y más, ocurrió que la
población se vio incrementada pues estos trajes traían un cierto ajetreo reproductivo.
Pero a diferencia del orden antiguo, las madres o los padres no cuidaban y velaban por
los pequeños, sino que salían a buscar nuevas aventuras y romances.

Y ocurrió así que la comunidad antigua fue disminuyendo progresivamente, y luego de


una noche donde se vieron muchas luces hermosas en el cielo, los antiguos humanos
habían desaparecido.

Por supuesto, esto no importó en lo más mínimo, ya que la nueva población sólo
pensaba en sí misma; a decir verdad, cada uno pensaba más en sí mismo que en los
demás, salvo en el momento en que se encendía la locura de un romance, donde se
perdía cada uno en el otro... esto sin embargo duraba poco: como si de una obsesión
carnal se tratara, pues cuando la mujer concebía, todo cesaba y cada uno volvía a
buscar sosiego en otros brazos. En aquella oportunidad, nadie pensó que los nuevos
trajes tuvieran algo que ver con esto.

Pero los nuevos trajes tenían aparejados otras dificultades que anteriormente no
habían experimentado con los trajes antiguos: traer una criatura al mundo ahora era
doloroso, difícil y hasta a veces mortal. Por si eso fuera poco, a veces enfermaban y
sufrían de manera prolongada, y los achaques de la edad aparecían sembrados de
dolor, miedo y sufrimiento.
Desde aquella noche cuando los antiguos humanos desaparecieron, el entorno mismo
había cambiado. Sucedió que antes no habían conocido el hambre o la enfermedad; de
hecho, los antiguos cuerpos no enfermaban ni requerían de cuantiosos alimentos: los
árboles daban frutos exquisitos, y se decía que los Sabios sólo bebían agua y miraban
directamente a la luz del Sol. Pero ahora todo había cambiado: los nuevos cuerpos
requerían más sustancia y los más avezados veían con codicia a los rebaños salvajes de
la pradera, sintiéndose dueños y queriendo probar su carne y su sangre.

Los Visitantes les dijeron que se organizaran mejor, no ya en comunidades, sino en


estructuras rígidas y designaron autoridades de entre los humanos para que oficiaran
como la elite gobernante, únicos que podían hablar con los Visitantes y que ahora se
hacían llamar los Arcontes: aquellos que detentan el poder; les ordenaron entonces
que criaran ganado pues el invierno sería crudo; pero para evitar esto, podían
organizar rituales y sacrificios, para que ellos obraran milagros y atenuaran las
consecuencias, aunque no siempre ocurría así.

Y fue así como los Nuevos Trajes se convirtieron en una prisión sin paredes ni barrotes.
Ya no era posible dialogar con los que no estaban y la incertidumbre al mañana y el
temor a la muerte no tardó en oscurecer sus corazones: voces extrañas poblaban
ahora sus mentes en un diálogo incesante que invitaba al desasosiego.

Parásitos etéricos (I)

Comencemos por algo que cuadre con la definición académica y escalemos poco a
poco; parásito: cualquier organismo que vive sobre o dentro de otro organismo vivo,
del que obtiene parte o todos sus nutrientes, sin dar ninguna compensación a cambio
al hospedador; en muchos casos, los parásitos dañan o causan enfermedades al
organismo hospedante.

Hasta aquí nada raro... una persona se lastima; la lastimadura al exponer tejidos
subcutáneos no ofrece una barrera a los microorganismos patógenos, ergo emerge la
infección. Cualquiera que aprendió a andar en bicicleta sin rueditas conoce alguna
historia parecida. Avancemos un poco e intentemos relacionarlo con otras cosas que
conocemos; en informática ocurren cosas semejantes: si una máquina está expuesta,
por ejemplo, si un firewall o un antivirus es vulnerado o desactualizado, un hacker o
virus podría infiltrarse en el sistema; en este caso el firewall cumple un papel muy
semejante a la piel, al alejar intrusos y oficiar como barrera filtrante.

Es interesante que un virus o un hacker tienen patrones de conducta similares a la de


un parásito: en primer lugar la subrepción (algo parecido a pasar desapercibido); por
otro lado y apoyándose en esto usará el sistema infectado para atacar o intentar
vulnerar a otros. El ojo entrenado puede reconocer aquí la analogía con los portales
orgánicos; de más está mencionar que el papel de parásito es una orientación
egocéntrica por excelencia, donde el prójimo existe para suplir y enriquecer la fuente
de alimento del predador (cualquier similitud con el concepto de ganado (1) no es pura
coincidencia); del libro Moneda Cósmica del autor rosacruz Dario Salas Sommer:

“¿Cuáles son nuestros íntimos deseos? Sin duda alguna los nacidos en el Ser y que, en
aras de la verdad, pueden ser denominados como propios a diferencia de aquellos que
provienen del simbionte informático que, con la mayor de las certezas, son estructuras
alienantes, camufladas como algo propio del individuo, al estilo de algunos virus que
para no ser detectados se las arreglan para engañar al sistema inmunológico”

Pero aquí debemos hacer un salto que nos deja sin herramientas científicas (hasta que
el framework científico se extienda), pues introduciremos la realidad etérica;
animamos a continuar a los lectores, aun aquellos que programen en lenguaje C (acaso
la informática nos muestra lo mismo: el plano físico ocupado por la computadora
material, y el plano virtual donde las direcciones de memoria alojan programas). Para
resumir el asunto, diremos que la realidad etérica es un plano más sutil, donde se
manifiestan las emociones y pensamientos.

Pensemos lo siguiente: una persona se lastima, pero su herida no es física, sino


emocional, por ejemplo tiene una discusión acalorada con su pareja o es víctima de
abuso u hostigamiento (bullying). Si bien esta persona no "sangra" fisiológicamente, sí
ha sido vulnerada de manera psicológica; aun más, si este hostigamiento es frecuente
o la víctima no logra salir de esta situación de tensión emocional, culminará en una
depresión.

Aquí podemos ver que la persona pierde su firewall y su blando tejido emocional
interno queda expuesto. Todos hemos tenido un compañero de escuela que era el
blanco frecuente de chistes y bromas, donde todos encontraban algo hiriente que
decirle o reprocharle; donde, confesemos, costaba bastante evitar hacerlo. Es evidente
que la humanidad se ha enviciado con el loosh. Asimismo, en casi cualquier
organización jerárquica surge un predador up sea level que elige a una víctima mental,
social o emocionalmente inferior a la cual explota una y otra vez, humillándola y
prendiendo los etéricos colmillos en la expuesta herida que más de una vez concluye
en un llanto desconsolado.

¿Y dónde entran los parásitos etéricos? Los ocultos comensales en la mesa de las
emociones negativas, aparecen con rapidez y se ocupan de que no se cierre la herida;
en palabras de la psicóloga Elan Golomb el introyecto ha colonizado al huésped:
cualquier víctima de abuso verá que su situación se repite incesantemente en un ciclo,
aun habiendo pasado varios años entre suceso y suceso, donde cambian los nombres
de los personajes más no el papel que representan; es evidente que el introyecto
posee su propia voluntad y recursos, el psicólogo Jung los denominaba complejos
psicológicos autónomos formados por "fragmentos mórbidos" de la personalidad;
esotéricamente se podría arriesgar que el cuerpo de deseos posee un propio centro
magnético con el cual distorsiona el del individuo hospedante, afectando
negativamente los eventos que acontecen a su alrededor; del libro Beyond the Mind
de Bernard De Montreal:

“Los parásitos de la mente pueden empujar al ego subconsciente hacia acciones


obsesivas o ejercer sobre él un poder restrictivo que lo retenga dentro de una forma
de inercia que encuentre difícil de superar. Están presentes de una forma u otra en la
vida subconsciente como parte de las fuerzas del alma que el ego debe aprender a
superar a lo largo de su experiencia evolutiva. Ya sea que etiquetemos a los parásitos
mentales como entidades o formas de pensamiento, o simplemente como "la
psicología negativa," tiene poca diferencia en el corto plazo. Pero en el largo plazo del
desarrollo evolutivo, la diferencia debe ser tomada muy en serio, ya que permite al
ego socavar en los misterios de la conciencia para aislar los elementos que le infligen
sufrimiento kármico”

Si consideramos a estos elementos parasitarios como entidades, es más fácil tratar con
ellos de una manera más objetiva. En cambio, si optamos por subestimarlos como
formas de pensamiento, quizá nos falte el coraje intelectual y el beneficio de liberar los
recursos internos necesarios con el fin de neutralizar sus influencias y poner fin a su
nefasta presencia. Las palabras tienen el significado que elijamos darles. De acuerdo
con el grado de objetividad que podamos reunir en el aspecto trascendente de la
realidad psíquica, irradiamos más o menos luz. No cualquier hombre puede hacer
frente a la idea de que entidades puedan infectar su mente. Sin embargo, sus
posibilidades de hacer frente de manera objetiva a la realidad parasitaria se
incrementan en la medida de su capacidad de percibir la realidad psíquica como parte
de un todo multidimensional.

Es de importancia que los especialistas en las artes de la mente entiendan este tema
con la debida profundidad, que trasciende la realidad humana. No obstante y aun sin
conocer el fondo de la situación, una víctima puede hallar sosiego y herramientas que
ayuden a cicatrizar estas úlceras emocionales; es sumamente importante no dejar de
tratar una herida emocional, ya que el tiempo no las cura;(2) es cierto que es
incómodo volver a revivir la situación pero ha de doler si ha de sanar. Colin Wilson en
Los Parásitos de la Mente (The Mind Parasites) nos comenta:

“Nosotros ahora tenemos una importante pista acerca del origen de los parásitos…
Ellos no podrían existir aparte de la humanidad, porque ellos eran la humanidad. Y fue
esto lo que trajo un nuevo nivel de conocimiento”

Cuando yo le dije a ellos: ‘El Hombre no está solo,’ yo había entendido lo que esto
significaba, pero todas sus implicaciones no eran claras para mi; yo estaba hablando
acerca de la fuente del poder, significado y propósito.
Este último comentario puede alertarnos de algo por lo menos curioso: quizá estemos
acompañados aun estando solos; el difunto investigador de lo paranormal Joseph
Fisher coincidió con algunas de las visiones del notable Robert Monroe cuando escribió
The Siren Call of Hungry Ghosts (El Canto de Sirena de los Fantasmas Hambrientos,
cap. XIX):

“Todas las referencias que descubrí en lo que respecta a los espíritus descarnados
parecían corresponder con el fenómeno de la canalización en general. Y cuanto más
aprendía, más me parecía que los mediums estaban arriesgándose enormemente, al
convertirse en los inadvertidos cómplices de cuestionables atenciones por parte de los
descarnados. Antiguas enseñanzas espirituales de una gran variedad de culturas
hablan de una hueste de seres descarnados que habitan una dimensión cercana a la
Tierra”

Este es el plano astral inferior, un triste pozo negro de los muertos, habitado por
aquellos que han vivido vidas deshonestas, ignorantes o egoístas. Afligidos por el ansia
de toda clase de placeres terrestres, su existencia decadente se enriquece gracias a su
apego a ingenuos y necesitados individuos terrestres. Y así, se disfrazan de guías o
maestros provocando el apego emocional en los seres humanos y reciclando la
erudición disponible a todos los que habitan el universo inmaterial. Sus procesos
mentales son tan rápidos como maquiavélicos; sus ansias vampíricas de energía
humana no tienen límites.

Estos espíritus descarnados o, en términos Tibetano-Budistas, los "pretas" o


"fantasmas hambrientos," son individuos cuyas mentes, en el momento de la muerte
física, han sido incapaces de desembarazarse del deseo. Esclavizados de esta forma, la
personalidad queda atrapada en los planos inferiores aunque retiene, por un tiempo,
su memoria y su individualidad. He aquí el término alma perdida, una entidad residual
que no es más que un cuerpo astral en espera; se condena a sí mismo a morir; ha
elegido "una segunda muerte."

En el Universo nada se desperdicia, y la energía emocional es un excelente


alimento/combustible en las realidades más sublimes que nos están vedadas por el
momento. Sin embargo, no podemos negar que son energía (la palabra emoción tiene
su raíz en mover, es decir, nos pone en movimiento) y donde aparece la fuente, como
el modelo biológico nos indica, tarde o temprano aparece el predador: hoy, la Tierra
produce excelentes cosechas de stress, hostigamiento, dolor y desenfreno; antes lo
hizo de manera parecida a través de las guerras y las torturas, y en el futuro quizá
tome tintes apocalípticos. Colin Wilson concluye:

“Tengo otra teoría, que es tan absurda que apenas me atrevo a mencionarla: que los
vampiros de la mente son, sin pretenderlo, instrumentos de una fuerza superior.
Puede que logren éxito en destruir cualquier raza que infecten. Pero de alguna forma,
si dicha raza se percatara del peligro, el resultado sería exactamente el contrario; uno
de los principales obstáculos en la evolución de la humanidad no es otro que el
aburrimiento y la ignorancia: su tendencia al olvido y a la postergación indefinida de
hacerse cargo de uno mismo”

De alguna forma, este es el principal peligro en la evolución -o al menos, un obstáculo-


que los vampiros de por sí. Una vez que una raza es consciente de la existencia de los
vampiros, la batalla está parcialmente ganada. Una vez que el hombre tiene un
propósito y conocimiento, es casi invencible. Por lo tanto, los vampiros tal vez sirvan
para inocular al ser humano contra su propia indiferencia y pereza. Aunque, claro, esto
no es más que simple especulación...

Para aquellos interesados en el tema, hemos añadido un artículo sobre parasitología


etérica que expande e incluye el modelo de las densidades de consciencia. La realidad
física es sólo una de las capas de la que está compuesto el Cosmos; algunas teorías, en
especial aquellas con ribetes gnósticos, sostienen que la humanidad fue cegada de las
restantes realidades con el fin de predarla; como se puede apreciar, tan solo hemos
copiado de nuestros hermanos mayores la costumbre de criar ganado.

Tu creas tu propia anestesia

El paradigma rutilante de las nuevas corrientes de pensamiento y sistema de creencias


"New Age" despliegan un arsenal de formas de internalizar la realidad, donde las
emociones positivas generan la ilusión que queremos vivir. YCYOR (You Create Your
Own Reality) es la nueva trampa, la Pastilla Azul, una nueva forma de dormirse en la
ilusión; en una ilusión que se adapta a nuestras necesidades; una realidad cómoda que
no presente desafíos, sino más bien que se amolde a nuestros requerimientos, como
un puff que se retuerce dócilmente y se ajuste perfectamente a la formas de nuestro
anhelante cuerpo. Aquellos que tengan dificultades en percibir el solipsismo que
subyace en este paradigma, pueden intentar analizar las siguientes propuestas del
Material Seth, uno de los mayores exponentes de YCYOR:

[Sesión 613, 11 Set. 1973] Ustedes crean vuestra propia realidad. No hay otra regla.
Conocerla es el secreto de la creatividad. He hablado de «ustedes,» aunque esto no
debe confundirse con el «ustedes» que a menudo creéis ser, es decir, sólo el ego, ya
que el ego es únicamente una parte del Yo; es esa parte experta de la personalidad
que trata directamente con los contenidos de la mente consciente, y se ocupa más
directamente de los fragmentos materiales de la experiencia.

[Sesión 614, 13 Set. 1973] Vuestro entorno es la imagen física de vuestros


pensamientos, emociones y creencias hechos visibles. Puesto que vuestros
pensamientos, emociones y creencias se mueven a través del espacio y del tiempo,
influís en condiciones físicas externas a vosotros.

En primer lugar, desconocer que la realidad no es el producto de la mente consciente


(ego) sino también de la mente subconsciente clama a gritos la necesidad de
conocerse a sí mismo: existen vastas regiones del mundo interior que permanecen en
las tinieblas de la ignorancia; por otro lado, la realidad no es creada por cada individuo
de manera aislada: el entorno que se intenta manifestar puede ser influido,
distorsionado e incluso impuesto por la cercanía física o psicológica de otro individuo o
la egrégora grupal al cual el primero se somete (animamos a investigar el paradigma
de los introyectos junto a la coerción parental infantil y la obediencia a religiones
teócratas o gurúes de una secta); no desestimemos por lo tanto, que dicha
capitulación del libre albedrío sea únicamente ante un ser humano: (1) el
sometimiento a una entidad de consciencia superior establece una distorsión aun más
detrimental sobre la realidad que se pretende manifestar; en Sabiduría de los Siete
Rayos podemos leer:

“Estas entidades demoníacas, si se les permite persistir, comenzarán a brindar a los


individuos aquello que anhelan en términos materiales, fama, reconocimiento y cosas
del estilo, por supuesto hay un precio y ése es convertirse en un títere bajo el control
de tales entidades. Esto puede continuar hasta tal punto que, por todos las intenciones
y propósitos, la entidad demoníaca se convierte en el ser humano”

Este tipo de manipulación ha ocurrido desde siglos y siglos en el planeta. Se debe


reconocer y apreciar como mucho de esto encaja en el cuadro objetivo de la realidad,
siendo un elemento de evaluación sobre el aprendizaje de las lecciones terrestres.

Ahora bien, en una realidad entrópica, el hecho de que a un conjunto de personas «las
cosas le vayan bien» implica que a otros «las cosas le vayan no tan bien;» es decir, si
un sistema se encuentra en desequilibrio entrópico (respetando la Ley de
Conservación de la Energía), para provocar la abundancia de un conjunto acotado, es
necesario desbalancear proporcionalmente a otro conjunto que supla dicho
diferencial. El ojo entrenado quizá reconozca la estructura jerárquica con facilidad: la
afilada e incisiva aguja superior y la extensa e ignorante base.

Esta estructura piramidal invita a pensar que un estratificado piso superior de la


sociedad parece no ser atacado por entidades parasitarias o, tal vez incluso sea
beneficiado por ellas en la concresión de los medios y sincronismos para escalar
rápidamente hacia el ápice estratégico; en el primer volumen de Reality Transurfing,
Vadim Zeland comenta:

“Como regla general, las fuerzas equiponderantes no afectan a quienes no sienten


remordimientos de conciencia. Aun así, todos querríamos que Dios castigase a los
canallas. Podría pensarse que la justicia debe triunfar y el mal, ser castigado. Sin
embargo, la naturaleza no conoce la sensación de justicia por muy lamentable que sea.
Al contrario, a las personas honradas con un innato sentimiento de culpa se les lanzan
continuamente nuevas desdichas, y a los malvados desvergonzados y cínicos
frecuentemente les acompaña no sólo la impunidad, sino también el éxito [hemos
profundizado esta perspectiva cuando analizamos la conducta de individuos agresivos
vs. sumisos]. El sentimiento de culpa siempre crea el guión de castigo, sin que seas
consciente de ello”

Como la cumbre de cualquier organización jerárquica facilita y promueve el ejercicio


del poder sobre los demás, será el momento cuando comience la manipulación
hiperdimensional que articule la predación del sistema de control sobre el basamento
ignorante de la granja humana; las reglas con las que juega el sistema de control
parecen ser las siguientes:

“cualquier cosa que se le brinde será recuperado después: los individuos pueden
recibir recompensas (efectivo, regalos u oportunidades laborales) a cambio de su
cooperación con el sistema. Mediante la aceptación de esta recompensa, se ha
endeudado con el sistema, y este tendrá el derecho a recuperar el pago en una fecha
posterior, las deudas jamás son perdonadas: si se ha ofrecido clemencia o indulgencia,
es sólo una artimaña para que libremente sirva al sistema de manera más eficaz; la
deuda no ha sido cancelada; sólo se ha pospuesto el cobro total a través suyo o de su
descendencia; las deudas y obligaciones son intergeneracionales: si sus antepasados
obtuvieron favores del sistema y nunca pagaron por ellos, deberá pagar entonces la
totalidad no pudiendo endeudarse”

“La forma de organización en las realidades entrópicas son las jerarquías con la forma
de una clásica pirámide “

Y si bien estas premisas no parecen ser nada más que lógica mafiosa, son invocadas
para servir a los intereses de los más poderosos, articulando los deseos de los estratos
inferiores mientras que estos no quieran romper las reglas. El carácter
intergeneracional e incluso familiar de las "deudas" con el sistema es una justificación
para amenazar al núcleo familiar, forzando así el cumplimiento de las demandas, y
asimismo proporciona la justificación moral para ir tras un objetivo a la vez elegido por
el sistema; casi siempre será posible hallar una deuda propia y eventualmente si esto
no es así, una de sus ancestros. Thomas Minderle comenta al respecto:

Si se intenta manifestar algo a través de la ayuda de las fuerzas superiores negativas,


dos factores deberán ser tomados en cuenta:

“primero, estas entidades no le proveerán su apoyo salvo que su deseo sea de una
orientación negativa, tal como deseo de poder, elitismo financiero o proezas sexuales;
segundo, se pagará a estas fuerzas superiores negativas el precio máximo a cambio de
un camino ilusorio, la reducción de la frecuencia vibratoria de su alma [también
conocido como FRV, freile o pulsación vibratoria interna], junto a un retraso en la
evolución espiritual, donde la energía del alma se verá comprometida.

En definitiva, se pierde libertad, voluntad, responsabilidad y creatividad a cambio de


una ilusión de poder, dinero o sexo. Este pacto faustiano no es una negociación, sino
que es un engaño o estafa metafísica”

¿Hay alternativas? Sí, por supuesto y comienzan por entender la médula de nuestra
realidad, como un sistema de símbolos donde se expresan las lecciones que, desde un
punto de vista de una consciencia superior, hemos elegido aprender. La creación está
para conocerla y establecer procesos creativos orientados al balance, pero se debe
evitar forzarla a cumplimentar antojos y caprichos: esa es una actitud claramente
egocéntrica. En la medida que se logre conocimiento y entendimiento podremos
cocrear realidades y participar activamente en su enriquecimiento: para conocer la
realidad lo mejor es encontrar un punto de vista objetivo, donde no prime desviación
positiva o negativa; una vez logrado esto, es posible sostener una actitud optimista.

¿Qué es loosh?

Nos encontramos ante lo que Don Juan y los chamanes caratularían como el tema de
los temas. Si bien no se trata de algo difícil de entender, no es algo fácil de asimilar:

“La revolución de los chamanes es que se rehúsan a honrar acuerdos en los que no han
participado. Nadie me preguntó si consentía ser comido por seres de otra clase de
conciencia. Mis padres me trajeron a este mundo para ser comida, sin más, como lo
fueron ellos; fin de la historia”

En realidad, parte del problema es que la humanidad ha sido malcriada a través de sus
libros sagrados, reforzando en cada momento el egocentrismo de su participación en
el Universo. Antes del siglo XIV, se consideraba como el centro de la creación a los
territorios indoeuropeos; al conocer América, las mentes se ampliaron, pero el Sol
seguía dando vueltas alrededor de la Tierra; con un gran esfuerzo, la teoría
heliocéntrica se hizo lugar, pero seguíamos siendo el Centro de la Galaxia; ahora que
hemos madurado, sabemos que ocupamos un minúsculo punto de la Galaxia de otras
tantas incontables, eso sí, nos consideramos dueños del planeta y soberanos de todas
las criaturas inferiores, a los cuales, como buenos reyes predamos sin culpa ni pausa.
¿Y esto será tan así? ¿De dónde ha surgido la manipulada información de que somos la
raza soberana? Ciertamente un famoso libro sagrado nos menciona:
“Creced y llenad la tierra, y enseñoreaos de ella y principad a los peces del mar, y a los
volátiles del cielo, y a todo ganado, y a toda la tierra y a todos los reptiles que reptan
sobre la tierra.”

Interesante, aunque no todos los reptiles claramente reptan sobre la tierra, como nos
enseña Rene Andrew Boulay en su libro Flying Serpents and Dragons (Serpientes y
Dragones Voladores):

“Los dragones y otras criaturas fabulosas de la mitología existen pero son formas
distorsionadas de los Dioses Serpiente. Es un problema semántico fomentado por la
repulsión del hombre a su conexión con sus ancestros los Dioses Saurianos. Dos
corrientes parecen haber contribuido a la leyenda de la serpiente como malvada y
repulsiva. [...] “

El hombre substituyó a los Anunnakis [los Arcontes: aquellos que detentan el poder]
como trabajadores y comenzó a realizar todas las desagradables tareas. El recuerdo de
esta dominación por los reptiles crueles y despiadados fue exacerbado más a fondo
por los descendientes de los Nefilim en los días antes del Diluvio. Estos hombres del
espacio se mezclaron con nosotros y vivieron entre la humanidad, las Escrituras y las
fuentes sumerias revelan que eran una raza bárbara y antropófaga.

Pero crucemos las aguas que dividen y veamos que nos dice otro libro sagrado, el
Popol Vuh, la recopilación de narraciones legendarias e históricas de mesoamérica,
que nos explica:

“Y dijeron Huracán, Tepeu y Gucumatz cuando le hablaron al agorero, al formador, que


son los adivinos: “Hay que reunirse y encontrar los medios para que el hombre que
vamos a crear nos sostenga y alimente, nos invoque y se acuerde de nosotros.”

La mayoría de las religiones nos informan que por encima de nosotros están los dioses,
a los que debemos invocar y/o alimentar; los dioses son los creadores, o para escribir
correctamente, los modificadores y reconfiguradores de la humanidad. Estas entidades
intervencionistas y asistencialistas, que en algunos casos se autoproclamaron como
celosamente únicas, de manera enérgica, cuando no violenta, obligaron a sus
seguidores a que los adoracen y efectuaran puntillosamente sacrificios y rituales en su
nombre: esta es su manera de alimentarse; del libro del psicólogo William J. Baldwin,
CE-VI Close Encounters of the Possesion Kind:

La angustia que emana de los que están a punto de ser víctimas, es una energía que
puede ser recogida por las DFE [Dark Force Entities: entidades negativas parasitarias].
La energía de miedo de los ciudadanos, así como la lujuria de sangre en los curiosos
que asistían en multitudes a los sacrificios, también puede ser cosechada y usada como
“alimento” para las DFEs y sus superiores.
¿Qué es loosh entonces? Loosh es la moneda etérica,(1) respaldada por una sólida
inversión emocional de tinte negativo, formadora y destructora de civilizaciones;
pueden interesar los centavos y monedas de un ritual en nombre de una deidad en
particular: el oxímoron de una dádiva chupacirios, pero lo importante son las
calamidades globales: la guerra, la peste, el hambre y por supuesto, las delicias de la
tortura y el sufrimiento extremo producidas, entre otros casos, por los sacrificios
rituales: bajo el paradigma del loosh esta era la forma de pacto con las deidades
veterotestamentarias; de las Transcripciones Cassiopaea, Laura Knight-Jadczyk
pregunta (Sesión del 30 de Julio de 1994):

P: Jesús nos contó que Dios nos ama. ¿Es verdad?

R: Pero es el alma lo que importa, no el cuerpo. El cuerpo muere, no así el alma.

P: Bueno, pero toda esta cosa da escalofríos.

R: Ustedes son energía. Hay una energía que proviene de la conexión entre el alma y el
cuerpo; entonces el cuerpo es mutilado.

P: Entonces, ¿ellos abducen gente y la asesinan y qué logran con eso?

R: Los descuartizan.

P: ¿Mueren entonces?

R: Ocurre una máxima transferencia de materia y energía durante este tipo de


transición.

P: En otras palabras, ¿una muerte lenta y dolorosa les proporciona lo que ellos
quieren? Esto es demencial.

R: Han solicitado la verdad. Dice que es demencial pero es meramente la forma última
de servicio egocéntrico.

El loosh o sufrimiento inconsciente es en definitiva el costo de alquiler de nuestros


manipulados cuerpos humanos.(2) Podemos gozar de sus funciones (que a veces no
andan del todo bien, y para colmo vienen sin garantía) y delectarnos en los placeres de
la carne; pero el ojo entrenado observará que ya en el ingreso a este mundo se nos
cobra un valor altísimo en loosh, tanto por parte de la madre como de la criatura;
luego los pagos se fraccionan de modo de beneficiar al recaudador en cualquier
equivocación del inquilino, ya que es insaciable; del libro Los Brujos Hablan (cap. IX) del
filósofo Dario Salas Sommer:

El Sapiens, en su lucha inclemente por la existencia, hace que su aparato emocional y


nervioso elabore ciertos elementos incorpóreos, pero de una extraordinaria potencia,
los cuales “abandonan” el cuerpo humano en forma de vibraciones que son emitidas
por antenas incorporadas en su unidad biológica, las cuales se encuentran orientadas y
sintonizadas con la frecuencia de los Arcontes, que así “cosechan” esta fuerza y la
utilizan con fines que no divulgaremos; volviendo a advertir que, de todos modos,
cumplen una función cósmica.

Es así como el Sapiens es despojado inadvertidamente del producto más noble


producido por él mismo, el destilado final de la experiencia humana... el “caldo
aurífero” de su vida.

Si las vicisitudes de la vida terrenal no fueran suficientes, hay una ronda nocturna
donde ciertas entidades especializadas efectúan un sobreturno para ordeñarnos en las
horas de reposo. Por supuesto que ante cualquier duda o problema, es posible contar
con los representantes y asociados eclesiásticos: ellos estarán gozosos de poder
confundir aun más y proporcionar un sinnúmero de directrices equivocadas, las que se
deberán sazonar con profusas dosis de fe; pero aun hay más: puede que la entidad
asistencialista de cuarta densidad encuentre beneficioso intervenir en lo que usted
solicita, esclavizando y reduciendo todavía más su vida (o las siguientes), del libro Into
the Fringe de la doctora Karla Turner:

“Barbara [Bartholic, ufóloga asistente del doctor Jacques Vallée], a través de su trabajo
de investigación con más de doscientos abducidos, había aprendido lo suficiente para
formular su propia interpretación de tales experiencias. Ella cree que al menos un
cierto grupo de estos seres de alguna manera “se alimentan” de nuestras emociones,
especialmente las más fuertes que vienen del miedo, el dolor, la depresión, y de las
acciones compulsivas [Los alienígenas infligen] dolor con el fin de “cosechar” o, de
alguna forma, utilizar las respuestas emocionales de los abducidos. [...] Los alienígenas
como vampiros emocionales es un pensamiento sórdido, pero no tan extraño, tal vez,
como otras cosas que había oído. “

¿Pero entonces no hay salida? Sí, la hay; y pasa antes que nada por reconocer el
velado tráfico energético de la que nuestra realidad humana forma parte, y comenzar
a entender el humilde escalón que ocupamos en el ziggurat alimenticio: el paso más
importante tal vez se trate dejar de ser un predador y evitar ser predado, reduciendo
de esta forma los aportes de loosh, y esto sólo se logra despertando a la consciencia.

Jesús no murió en la Cruz por nuestros Pecados

¿Leyó bien el título? Hay un no antes del murió... Bien, este es uno de esos artículos
reaccionarios en que proponemos al lector haya comido liviano... tan sólo una hostia
de más y podría producirse acidez; se encuentra escrito bajo las extrañas premisas de
esta colección, que animamos a recordar; de todas formas, sugerir un antiácido no
estaría de más.
La mayoría ha escuchado hablar de Jesús, un judío rebelde con aires de gnóstico, que
andaba en sandalias exorcizando demonios. Los gnósticos poseían la extraña idea de
que el mundo terrenal era gobernado por entidades con una viciada inteligencia
supina, llamadas Arcontes, y que habían confeccionado o modificado el cuerpo del ser
humano para adaptarlo a sus particulares necesidades; leemos en el primer volumen
de Textos Gnósticos: Biblioteca de Nag Hammadi de Piñero, García Bazán y Montserrat
Torrents (capítulo Sobre el Origen del Mundo):

“Cuando (los arcontes) hubieron terminado a Adán, (el príncipe) lo colocó en una
vasija, pues había tomado la forma de un aborto carente de espíritu. (1) A causa de
esto, cuando el gran arconte se acordó de la palabra de Pistis, temió que el hombre
verdadero penetrara en su criatura y se constituyera en señor (del arconte) [...]

Llegados cabe Adán, cuando vieron que Eva hablaba con él, se dijeron [entre los
Arcontes]: «¿Qué es esta cosa luminosa? Pues se parece a la semejanza que se nos
manifestó en la luz. Ea, capturémosla y vertamos nuestra simiente en ella, a fin de que
quede mancillada y ya no pueda regresar a su luz. Además, los que nazcan de ella
quedarán bajo nuestra obediencia.»”

Es interesante como abiertamente se nos explica en estos textos —anteriores a los


escritos que luego formaron el Nuevo Testamento— la manipulación genética del
hombre y la mujer, y la disposición de su descendencia como curiosos productos de
una aparente hacienda cósmica. En el Apócrifo de Juan se profundiza sobre esta
manipulación del género humano:

“El arconte convocó una asamblea con sus potencias y envió a sus ángeles [caídos]
hacia las hijas de los hombres para raptarlas [¿abducirlas?] y suscitar una simiente |
para su placer. Al comienzo no se salieron con la suya. En vista de su fracaso, se
reunieron otra vez y decidieron crear un espíritu contrahecho parecido al espíritu que
había descendido [¿los Grises?], a fin de mancillar las almas por medio de él. Entonces
los ángeles [caídos] se transmutaron hasta parecerse a los maridos, colmándolas del
espíritu tenebroso que habían mezclado para ellas y de | perversidad [¿portales
orgánicos?]. Trajeron presentes de oro y plata, de bronce y de hierro, y metales y cosas
parecidas [¿alusión a los yugas y las sucesivas degeneraciones del prototipo humano?].
Y acarrearon a los hombres que los habían seguido grandes cuitas, arrastrándolos a
gravísimos errores. Envejecieron sin gozo alguno y murieron sin haber hallado ninguna
verdad y sin haber conocido al verdadero Dios. Y así es como los arcontes esclavizaron
a toda la creación para siempre desde la constitución del cosmos hasta el presente.
Entonces los hombres tomaron mujeres y engendraron de la oscuridad hijos a
semejanza de su espíritu. Y cerraron sus corazones | y los endurecieron con la costra
del espíritu contrahecho hasta el presente”
¿Quizá Jesús estuviera al tanto del sometimiento del hombre ante estas psicopáticas
autoridades que detentan el poder, y tuviese en mente sembrar la iluminada semilla
de una insurrección gnóstica? No podríamos entenderlo de manera diferente: este
indómito peregrino, con algunas ideas radicales como la de amar al prójimo y aprender
a perdonar, no devolviendo violencia al violento, parecería que no llegó muy lejos al
terminar crucificado a los 33 años junto a dos delincuentes.

Sin embargo, si existiese un sistema de control sobre nuestras cabezas, elaborado por
estas alienadas entidades de consciencia superior, quizá similares a las que Jesús
acostumbraba a exorcizar, y que no tuviesen en mente lo mejor para la humanidad,
¡qué ineficiente sería su control si no lograse suprimir o tergiversar el verdadero
mensaje de servicio al prójimo de aquel humilde benefactor! Hay dos cosas
desagradables que hace sentir náuseas al ojo entrenado:

“el tema de morir por los pecados ajenos, y la idea de colocar como efigie y estandarte
de una religión teócrata a un cuasi cadáver torturado en unos maderos”

Si el libre albedrío es la Ley Primordial, entonces sería un grave error interponerse sin
ser llamado al resultado de las lecciones ajenas; se nos han inculcado hasta el hartazgo
la idea deforme de creer que las consecuencias desagradables son el resultado de
“pecados,” cuando en realidad son enseñanzas codificadas bajo símbolos en nuestra
realidad cotidiana; lamentablemente vivimos en una realidad entrópica, donde
equivocarse —al menos para un individuo con consciencia— tiene un alto costo
emocional y donde tarde o temprano surge el impuesto etérico; en este sentido,
Bronte Baxter nos aporta la siguiente reflexión:

“¿Fue una coincidencia, el adiestramiento de los Niños de las Flores [rebeldes del
sistema o hippies, tal vez emparentado a nuestra idea de Guachos]? Observe aquello
que los dioses, las entidades psíquicas hambrientas, exógenas a nuestra realidad,
obtuvieron como recompensa por medio de los Mantras cargados de nuestra
adoración. Los hippies eran demasiado conscientes como para caer en la religión
cristiana. Parecía infantil para nosotros la idea de que un dios necesitara un sacrificio
de sangre, nada menos que la sangre de su hijo, para sentirse satisfecho con la
humanidad “pecadora.” No nos veíamos a nosotros mismos como pecadores, y
aunque lo fuésemos, ¿por qué un Dios benévolo clavaría a alguien en una cruz? No, no
se entiende.”

Y es claramente a través del concepto de loosh que poseemos la mejor herramienta


para analizar objetivamente la idea del hombre torturado en el madero... es aquí
donde el sistema de control se ha logrado anotar dos judías:
“en primer lugar, relacionó la imagen de una muerte lenta y dolorosa a un subversivo
del régimen del ojo por ojo; algo así como: contemplen como termina una persona que
deliberadamente transmite este mensaje, o sea, no intenten esto en sus casas; una
advertencia similar a los empalamientos de turcos en los límites territoriales de Vlad
Tepes; pero en segundo lugar, el sistema de control logró fundir el áureo mensaje de
servicio al prójimo junto a la aborrecible idea de hacerse alimento para el otro; tal es
así la imagen de docilidad que se transmite con la eucaristía: rituales cuyo mensaje
emula al canibalismo. De esta forma, aquellos que resuenen con ideas no egocéntricas,
son deliberadamente confundidos para no generar una guardia consciente de su
energía, resultando en personalidades débiles y manipulables, susceptibles de ser
drenadas con facilidad al no poseer ni mantener un sistema de defensa preparado.”

La raza dirigente

Hay dos maneras de ver una realidad entrópica: como un caos auto-organizado, donde
los egos se asocian de manera azarosa, por medio de sincronismos que parecen
accidentales pero que poseen un propósito oculto, o bien como una jerarquía
estratificada, con la salvedad que los pisos medios e inferiores son manipulados sin
saberlo, y donde aquellos con nivel de elevada instrucción responden de manera
obediente a los pisos superiores, que se distinguen desde bien abajo como un ojo sin
párpado.

Tenemos la sensación que a mayor nivel de consciencia se debería incrementar la


libertad, y esto es cierto mientras se elija la orientación no egocéntrica; la razón
sencilla es que al no liberarse del ego, uno queda como prisionero de su
engrandecimiento; considérese que los conceptos de ego e individualidad parecen
estar interrelacionados, pero el ego es todo aquello que absorve mecánicamente hacia
sí, buscando el propio beneficio en desconsideración de los demás, mientras que la
individualidad busca el equilibrio; quizá la misma confusión entre deseo e intención: el
deseo es subjetivo pues busca que la realidad se adapte a la ilusión, mientras que la
intención es atención en busca de la oportunidad, que de emplearse, se convertirá en
una realidad objetiva.

Enfoquemos nuestra mirada con este conocimiento en mente, y veamos como las
jerarquías estratificadas funcionan bien en países en desarrollo; y es evidente el
sustrato ideal para los gobiernos asistencialistas donde hallan el sustrato fértil de las
masas ignorantes e iletradas; es posible ver con facilidad que estos gobiernos
promueven la falta de educación, el libre pensamiento y la erudición del pueblo, y
asimismo se camuflan como soberanos impolutos y confunden a las masas mediante
argots de militancia y división: un excelente ejemplo de ponerogénesis tercermundista.
Y es en este caldo de cultivo, donde las jerarquías de los estratos instruidos, en
especial aquellas donde la religión los programa desde niños mediante rituales de
pacto con las entidades teócratas, afloran y se transforman en el brazo intelectual
político, ocupando las jerarquías de poder y administrando las instituciones
gubernamentales, en palabras de Harrison Koehli:

“La característica principal de una patocracia es que los psicópatas influencian la


agenda económica, militar, política y cultural de un país. Como los camaleones, se
camuflan con lo que los rodea. Dentro de esos parámetros desarrollan dramas,
creando una nueva realidad según sus deseos. Y esta realidad es un engaño, terror,
despiadada expansión y completa crueldad”

Esta realidad alarmante, aunque objetiva, es la que se puede ver en gran parte de
latinoamérica, en donde las desapariciones físicas de los dictadores de turno se
corresponden a un clamor orquestado eficientemente sobre los estratos más bajos,
inyectando pequeñas dosis de regalías en puntos claves, beneficiando a aquellos
adoradores que se rasgan las vestiduras, ofreciendo una clara imagen de la devoción
humana esperada por las potestades teócratas; mientras, las jerarquías superiores
obedecen ciegamente al inmediato superior, recibiendo mejores beneficios
económicos y un acomodo material que las diferencian exponencialmente de la piara
inferior; del libro Mensajeros de la Luz (Omens of Awareness, 1977) de David Tansley:

“No hay que buscar mucho en este planeta para ver cómo las fuerzas de Ahrimán se
esfuerzan con todos sus medios para volver los ojos del hombre hacia la materialidad y
apartarle de todo lo que le traiga un mínimo de libertad interior. Estas fuerzas actúan a
través de muchas augustas y ortodoxas instituciones, pero estamos en los albores de la
Era de Acuario, y la corriente de energía que se pone a disposición de la humanidad
debilitará en gran medida el poder de los intereses creados, siempre que el hombre
llegue a decidir en ese sentido”

Ningún salvador vendrá volando desde Venus a decirnos lo que tenemos que hacer; el
hombre tiene la iniciativa, y la Jerarquía Espiritual espera su decisión para intervenir.
Tenemos que darnos cuenta de que el gobierno forma parte de la maquinaria para
reducir la creatividad humana y reprimir la fuerza vital en todas sus expresiones.

Cuan fácil para el ojo entrenado es entender en qué realidad nos encontramos, y qué
repugnante es el desdén mostrado hacia la masa ignorante, llegando a tener que
alabar como dioses crucificados a dictadores ladrones. ¡Cuan intelectualmente
orquestada es una realidad entrópica donde el esclavo suplica por una mejor cadena y
mejores espuelas! El formidable escritor Jorge Luis Borges comentó al respecto:

“Las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las


dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomenten la
idiotez. Botones que balbucean imperativos, efigies de caudillos, vivas y mueras
prefijados, ceremonias unánimes, la mera disciplina usurpando el lugar de la lucidez...
Combatir estas tristes monotonías es uno de los muchos deberes del escritor ¿Habré
de recordar a los lectores del Martín Fierro y de Don Segundo Sombra que el
individualismo es una vieja virtud argentina?”

Si depositamos nuestros ojos sobre la jerarquía superior, no vemos nada distinto que
el efectivo programa mental del Antiguo Testamento, donde los heresiarcas de la
posternación ocupan los puestos privilegiados, manipulando la información, aplicando
una deplorable y nauseabunda justicia, e intentando ajustar la crónica de la realidad al
pensamiento anhelante del gobierno de turno; mientras la prole se arrastra,
ejecutando cabriolas o sollozos, según corresponda, en busca de las migajas del poder.
Esta idea de someter la propia libertad y la del pueblo a un paradigma de “tristes
monotonías” se acarrea desde la inyección exógena del Monoteísmo; en el libro The
Curse of Cain: the violent legacy of monotheism (La Maldición de Caín: el legado
violento del monoteísmo), Regina M. Schwartz prologa:

“¿Pero por qué la violencia? ¿Por qué el clamar por una identidad colectiva es tan
importante como para generar violencia? He hallado una respuesta a esta pregunta en
el principio de escasez que infecta a todo el pensamiento sobre pertenencia. Cuando
algo es escaso se debe competir por ello: por la tierra, por la prosperidad, por el poder,
por el favoritismo, incluso por la propia identidad. En muchas narraciones bíblicas, el
único Dios no es imaginado como un dador infinito, más bien como extrañamente
miserable. No todos reciben la bendición divina; muchos son maldecidos —con
escasez, miseria, enfermedad, agonía y muerte— como si hubiese un bloqueo cósmico
a la prosperidad. Y es aquí, en el principio trágico de la escasez, que encuentro
problemático aquello que el legado del Antiguo Testamento le ofreció a nuestra
cultura. Aunque me he sentido alentada al encontrar algunos destellos de abundancia
en el monoteísmo —como cuando cae maná del cielo para alimentar a todos— esos
momentos no han proporcionado el mismo empuje a nuestra política, a nuestra
cultura o a nuestra imaginación como sí lo ha hecho el principio de la escasez. La
escasez fue codificada en la Biblia junto al principio de Unicidad (una tierra, un pueblo,
una nación) y en el pensamiento monoteísta (una Deidad), se convierte así en una
demanda de lealtad exclusiva que amenaza con la violencia de la exclusión. Cuando
ese pensamiento es trasladado a las formaciones seculares de personas, “una nación
bajo un único Dios,” se vuelve menos reconfortante que amenazante”

Aunque desde nuestra visión, el problema no involucra únicamente a los que profesen
la religión judaica,(1) sino también a cristianos y musulmanes por igual, en definitiva,
las organizadas religiones teocráticas que han aceptado el patrón mental de una
entidad narcisista, egocéntrica y destructiva: el violento dios del Pentateuco es un
claro exponente de la jerarquía negativa, tal vez relacionado con los Dioses Exteriores
de la literatura lovecraftiana y con las entidades teocráticas del libro War in Heaven,
(2) manipuladas en última instancia por aquel que los gnósticos denominaban El
Demiurgo, semejante al concepto del Gran Arquitecto de las sectas masónicas.
Permítasenos culminar este humilde esbozo ponerológico, con los comienzos del
notable libro La Gran Manipulación Cósmica del prestigioso español Juan García
Atienza:

“Es alarmante que la existencia del género humano, desde los albores de la historia, se
haya movido sin excepción por unos derroteros en los que cada palabra -y, sobre todo,
las palabras esenciales de la vida- no adquiría su significado propio, único e
irrevocable, sino las acepciones que en cada ciclo cultural convenían a los grupos de
presión en turno de poder”

Es alarmante, sobre todo, comprobarlo ahora y aquí, cuando la mente del hombre
está, en general, tan deformada por milenios de dependencia, que ya resulta casi
imposible pensar que lleguemos algún día a darnos cuenta de nuestra auténtica
situación y empecemos a llamar a las cosas por su nombre de una vez por todas; a
entender su verdadero significado, sus motivos y hasta el lugar exacto que ocupan
ellas en nuestra existencia y nosotros en la suya.

No hay Religión más sublime que la Verdad


El sistema de creencias que se manifiesta en los artículos que aquí se publican no deja lugar a
dudas que soporta o denuncia una realidad que algunos podrían considerar bastante oscura,
gótica y casi lovecraftiana. Quizá es abismal el constraste con otros sistemas de creencias que
describen un Creador y una Creación más suave y mullida. Un buen punto de vista de la
realidad es aquel que ofrece ventajas prácticas a quien lo adopte, independientemente del
punto de vista que tome el resto. Si dicho punto de vista nos orienta hacia la Verdad, es
requisito que, sujeto a escrutinio o análisis, cumpla con dos premisas: no sea subjetivo y no se
contradiga a sí mismo (el filósofo matemático George Boole nos diría que son las condiciones
lógicas para que cualquier predicado se evalúe como válido).

La mayoría de las religiones organizadas forman parte del sistema de control que busca
esclavizar y debilitar mental y espiritualmente al ser humano, al anquilosar el análisis crítico de
sus premisas religiosas sustituyéndolas por "fe;" contrariamente a lo que enseñan estas
religiones teócraticas, la fe y el pensamiento ilusorio son mecanismos detrimentales pues se
interponen a la objetividad, en las palabras de Felipe Prezioso: (1)

Paradójicamente, cuando más cuidado deberían poner en el camino que los lleve hacia la
verdad espiritual, escogen emocionalmente sin importar si dicho camino reúne aunque más no
sea algunos requisitos válidos.

En el momento de abrazar un credo, que lógicamente tendrá implicancia en sus vidas, la


decisión es tomada bajo las mismas características engañosas con las que escogen un producto
muy publicitado en un supermercado. Los infaltables vendedores de ilusiones, ya desde
tiempos inmemoriales utilizan un mágico ingrediente, indispensable para evitar cualquier
cuestionamiento por parte del "consumidor": fe; sí, fe y nada más que eso.
¿Y que hay detrás de ese impulso llamado fe? Nada que el creyente no haya colocado
previamente; solo él la alimenta y mantiene evitando cualquier pensamiento que podría
destruir el hechizo generado por la misma necesidad de creer. ¡Para qué razonar, si la fe lo
engloba todo!

Las representaciones teócraticas: ya sean los etiquetados "santos," "ángeles" o "vírgenes"


(apréciese que las mariofanías son una escenificación ufológica para obtener réditos
devocionales) no son más que papeles representativos de las autoridades del mundo o
arcontes, es decir, un nivel de consciencia superior que provee de asistencialismo a cambio de
devoción; mediante estas argucias, engañan a la humanidad haciéndose pasar por iconos
religiosos que vibran con las enseñanzas teocráticas internalizadas del solicitante; en este
sentido, es esclarecedor el artículo de Bronte Baxter sobre la Unificación de la Nueva Era,
donde menciona:

“La Guerra de los Principados de la Luz y la Oscuridad no son otra cosa que una estratagema
del policía bueno y del policía malo, pero llevando el juego a niveles celestes. Muy semejante a
la eterna guerra irreal entre los demócratas y los republicanos: una cortina de humo diseñada
para velar donde efectivamente la acción real ocurre. Tanto Lucifer como Jehová están del
mismo lado: buscando el control de la humanidad; los "dioses" y "demonios" de la India se
encuentran en idéntico bando. Mientras que la humanidad ofrezca su loosh (energía vital) a los
mundos [hiper]dimensionales, ya sea través de la adoración o el sufrimiento, en la Cuarta
Densidad están todos contentos“

En efecto, cuando estas entidades conceden un deseo —ya sea el más excelso hasta el más
objetable—, si bien el solicitante ve cumplida su realidad —aunque tarde o temprano el
resultado sea tergiversado— su karma se ve incrementado, y en verdad ingresa en un ciclo de
intercambios y manipulaciones, al estar en deuda con el arcontado; en Wisdom of the Rays se
nos sugiere:

“Estas entidades Demoníacas son aquellas a las cuales se les vende el alma en un momento de
desesperación, cuando se pronuncian frases del estilo "Haría cualquier cosa por (... y
complétese con lo que se anhela)." Este tipo de solicitudes que vibran con la baja frecuencia
emocional de la desesperación, es la invitación para que estas entidades se les permita poner
un pie en el destino y comenzar a interferir activamente en sus vidas, ya que al haber sido
invocados no se viola la ley del libre albedrío. Hay que recordar que una invocación siempre
recibe una respuesta, y este tipo de invocación se parece bastante a una petición u oración a
las entidades angélicas de la Creación, nada más que se desvía para el otro lado”

Cualquier religión que demande a sus seguidores devoción, cumplimiento de pactos o


promesas, actos que involucren dolor o pasión —analizarlo con frialdad desde la perspectiva
del loosh—, o que se enfoquen en una deidad particular, está ayudando al ordeñe y al
consumo energético por parte de entidades parasitarias de consciencia superior; religiones
basadas en un ente superior que custodia, demanda u obliga al cumplimiento de pactos de
sangre como sacrificios (humanos, animales o incluso prácticas como la mutilación genital
masculina o femenina) a su pueblo elegido —el brazo humano del factor exógeno— están
creadas específicamente para dominar y subyugar a los que no comulgan, marginados como
heréticos, infieles o goys.
Sin embargo no todo termina ahí; la religión cristiano católica: un producto judío para la
creación de mano de obra barata y sumisa, contiene dos paradigmas poderosos: el sacrificio
(en palabras catecúmenas: dejar de hacer algo bueno para hacer algo mejor) y la redención,
llevada a cabo a través de actos de negación a uno mismo. En este sentido, una persona que
aprehenda estas dos virtudes pone en jaque su integridad porque, tarde o temprano,
degenera en mortificación. Si bien ninguno de los dos actos por separado es negativo, el
problema emerge porque uno retroalimenta al otro, y psicológicamente terminan
justificándose indefinidamente, afectando el proceso de toma de decisiones del creyente. No
olvidar que la mortificación es un tobogán a la desesperación y a la depresión, en términos
simples: golosinas y caramelos para estas entidades teócratas demoníacas del plano éterico;
del libro Extraterrestrials Among Us, un esclarecido George C. Andrews nos comenta:

“La proyección de energía psíquica que periódicamente emanamos en forma de devoción


religiosa puede ser como la miel que fortalece y sostiene a las deidades a la que se dirige
nuestra plegaria. En esta etapa de nuestro desarrollo, la adoración ciega ya no es lo que se
busca, sino la comprensión consciente de nuestra relación simbiótica con las entidades
multidimensionales que plantaron a nuestros antepasados en este planeta”

Si pensamos más fríamente, ya en términos académicos, dentro de toda ciencia positiva la


forma de pensar se rige por el costo/beneficio; si pudiésemos extrapolar este cociente en
términos espirituales la mejor religión sería aquella que aporte mayor libertad minimizando
cualquier restricción, en definitiva, aquella que incremente el libre albedrío propio y ajeno sin
restricciones ni condicionamientos. Y si volvemos a analizar ahora el concepto de fe sobre
aquellas cosas cognoscibles notamos que se trata de una restricción que se impone al libre
albedrío... es decir, si algo se puede conocer, analizar y corroborar, ¿para qué entonces es
necesaria la fe? Además, si aquella fe dogmática contradice lo que a través de la observación o
el entendimiento se percibe diferente de manera objetiva, ¿acaso no se está cercenando la
capacidad de análisis y visión propia por una ajena? ¡Qué claro ejemplo de menosprecio por el
libre albedrío!

El procesamiento de la información (entendida como una medida de conocimiento) que brinda


la realidad, en definitiva, el trabajo consciente, podría verse como un camino hacia la verdad,
una auténtica religión (la palabra religión proviene de re-ligare o volver a unir): conocer la
realidad e intentar ser cada día más objetivo, aunque a veces aquello que se observa no
coincida con lo subjetivamente agradable.

Joseph Fisher, investigador de lo paranormal y autor del famoso libro The Siren Call of Hungry
Ghosts (en su versión castellana: El Canto de Sirena de los Fantasmas Hambrientos) que
denuncia a las entidades entrópicas que nos manipulan,(2) nos deja una frase valiosa al
respecto: nunca se separe de la Verdad por aquello que le gustaría Creer.

El cerco hiperdimensional o sistema de control


En un pasado no muy lejano, clase de filosofía en una prestigiosa universidad, durante una
noche lluviosa y fría donde la humedad se mezclaba con el olor a tabaco rancio de pipas
nudosas que lanzaban anillos de humo cansados; un ambiente parecido al Poney Pisador, en
donde un profesor no muy diferente al alopécico Cebadilla Mantecona pregunta: ¿cuántas
paredes son necesarias para una cárcel? Se escuchan respuestas que decrementan secuencial
y ordenadamente el número mínimo posible; el profesor escucha con ojos cerrados hasta que
una voz solemne resuena con aire de filósofo gnóstico y plantea: las peores cárceles no tienen
paredes; cabría agregar que aun más nefastas y peligrosas son aquellas en las que el prisionero
no se sabe preso; en las palabras del doctor Samuel Sagan:

“Los maestros hindúes, a menudo enfatizan el carácter dramático de la situación. Pasamos


nuestro tiempo trastornados por los dramas de nuestra vida, pero todos esos dramas no son
sino pequeñeces comparadas con la tragedia de estar permanentemente aislado por una nube
de ilusión generada por los samskaras, una jaula. Nunca vemos el mundo real, sólo podemos
ver nuestro mundo, el cual está lleno de fantasmas de nuestro pasado. Estamos
desconectados viviendo en una nube, y ni tan siquiera lo sospechamos. Desde el principio
debería estar muy claro que el propósito de un genuino trabajo de regresión es gradualmente
disipar esta nube de ilusión, no ser indulgente en las historias de nuestro pasado.”

El cerco hiperdimensional, también conocido como Matrix Control System (por la película
Matrix de los hermanos Wachowski pero también por la trilogía de libros Matrix de Valdemar
Valerian), que en la literatura esotérica se lo conoce como el Cerco del Mago Astuto de
Gurdjieff o el Fuego de los Alquimistas, es una herramienta utilizada por entidades parasitarias
de consciencia superior pero de servicio egótico, con el objeto de controlar de manera
subliminal a los seres humanos; en la colección de libros de The Universal Seduction (vol. I,
cap. Counterfeit Reality) Thomas Minderle explica:

“Mientras que el hinduismo conoce esta gran ilusión como Maya, la cultura moderna la llama
La Matriz [...] que coordina, regula y mantiene en funcionamiento una arena o escenario
común por medio del cual nosotros, como seres conscientes individualizados y poseedores de
la condición del libre albedrío, batallamos contra la voluntad de otros seres y enfrentamos las
consecuencias de nuestras propias acciones. En las densidades superiores, tales como las que
experimentamos durante el sueño, la muerte o la proyección astral, cada quien puede crear su
propia realidad subjetiva dentro de la que no se viola el libre albedrío de otros individuos; si
bien esto puede parecer divertido, escasamente sirve para que ganemos conocimiento o
experiencia alguna“

Con la finalidad de acelerar el ritmo de nuestro progreso espiritual, la Matriz conecta nuestras
realidades en una sola realidad consensual y objetiva. Es la Matriz la que suministra un
sustrato físico a través del cual podemos aprender, tanto de nuestra inercia como de la solidez
e individuación de los otros, el verdadero valor de sobreponernos por encima de las
tribulaciones. Sin esta Matriz, la naturaleza física objetiva y la solidez de las libres voluntades
de los otros seres serían inexistentes; en tal escenario, no acumularíamos experiencia alguna,
puesto que no hay nada que experimentar.

Aquellos que sientan este mundo como una prisión quizá estén justificados, ya que todos
formamos parte de la misma egrégora de individuos encadenados unos a otros.
Diferentes autores e investigadores de hechos anómalos han identificado el cerco
hiperdimensional en otros términos: uno de las últimas conclusiones de Charles Fort, autor de
El libro de los hechos condenados (The Book of the Damned), arribaba a que la humanidad era
propiedad (o ganado); John Keel, quien seguiría los pasos de Fort en la búsqueda de hechos
marginales, comentaba que luego de la explosión de avistamientos de Ovnis en la década de
1960, tuvo lugar una ola de extraño interés por el ocultismo, en especial la propagación de
ideas que tenían como propósito lograr que el practicante alcanzara el ilusorio dominio o
control sobre las fuerzas sobrenaturales para el servicio a sus propios intereses.

Jacques Vallée, famoso astrofísico francés, con un doctorado en Ciencias de la Computación e


investigador metódico y autor prolífico sobre ufología, sostiene que el trasfondo de los objetos
extraños en el cielo coincide con los fenómenos de apariciones religiosas, seres mitológicos y
los mitos de las deidades teocráticas, y concluye en la compleja idea de un sistema de control
de impronta religiosa, que deja de lado cualquier racionalización humana posible; citando su
libro Pasaporte a Magonia (Passport to Magonia), el autor se pregunta:

“¿Cuál puede ser el propósito para tan elaborado engaño a escala mundial? ¿Quién puede
darse el lujo de inventar un esquema tan complejo, para tan aparentemente pequeño
resultado? ¿La imaginación humana es capaz por sí sola de producir estos trucos? ¿O
deberíamos establecer una hipótesis que una raza avanzada en algún sitio del universo o quizá
en algún momento del futuro ha estado elaborando representaciones teatrales
tridimensionales por los últimos dos mil años, en un esfuerzo de guiar a nuestra civilización?
¡Si así fuera, seguramente no se merece nuestro agradecimiento!2

Como se puede apreciar en el vídeo que mostramos más abajo sobre nanorobótica, donde los
científicos manipulan la conducta de las bacterias para que formen pirámides, el cerco
hiperdimensional es un sistema de manipulación invisible que nos rodea e interfiere de
manera cotidiana en nuestras mentes, emociones y acciones sin que seamos conscientes de
ello, creando lo que el psicólogo Carl Gustav Jung denominaba sincronicidades: coincidencias
significativas, o eventos que parecen accidentales pero que poseen un propósito oculto.

Gurdjieff, Ouspensky y Mouravieff, prestigiosos escritores que denunciaban la narcolepsia de


la condición humana, coincidían en que sin esfuerzos conscientes, el hombre era un títere
mecánico: un robot obediente de factores exógenos, operando ciegamente de la misma forma
que las bacterias.

Este sistema de control trabaja de manera etérica en un nivel semi-consciente o de inteligencia


artificial, recibiendo como entrada elementos que nos identifican: patrones de conducta,
hábitos y características de nuestras emociones, generando como resultado eventos negativos
que inyecta como sincronismos en las vidas humanas con el fin de manipular, controlar y
extraer energía emocional. Para realizar algunas de sus tareas, frecuentemente utiliza agentes
humanos (los portales orgánicos, es decir, prácticamente cualquier ser humano que se
encuentre dormido en la ilusión); si esto es difícil de asimilar, sería prudente reflexionar sobre
aquel dicho que reza sobre si millones de moscas no pueden estar equivocadas... en su libro
Gracia Asombrosa (Amazing Grace), Laura Knight-Jadczyk sostiene:
“La diferencia entre el punto de vista [de la película Matrix] y el nuestro es que estamos
proponiendo un reino teórico para-físico como una capa adicional en la estructura del espacio-
tiempo, a partir del cual se proyecta nuestra propia realidad, en un sinfín de variaciones. Esta
realidad para-física está habitada por seres de polaridad positiva y negativa que se han
"graduado" de nuestra realidad. No necesariamente en el sentido de "morir" y alcanzar un
ámbito estrictamente etéreo, como muchos buscadores de verdades metafísicas lo han
racionalizado”

Estos seres existen, efectivamente, en un mundo del futuro que crea nuestro presente al
proyectarse hacia el pasado. Pero si pensamos en el futuro en términos de futuros probables,
o universos ramificados, entonces lo que hacemos ahora —si nos despertamos de la Matriz o
no— determina qué tipo de futuro vamos a experimentar, individual y colectivamente.

Asimismo, el cerco hiperdimensional posee una función adicional para contrarrestar los
intentos de escape o la denuncia activa de los fenómenos negativos de la realidad por parte de
seres humanos que intentan despertar a otros: casos notorios como la muerte de la doctora
Karla Turner, el intento de suicidio posterior al divorcio de James E. MacDonald, las extrañas
muertes de Frank Edwards y Morris Jessup o el suicidio de Don Elkins y Joseph Fisher. En el
caso particular de Fisher, se deja en evidencia un proceder estándar del sistema de control
denominado targeting que consiste en aislar al sujeto, orquestando problemas conyugales y
dificultades económicas, con el fin de generar turbulencia emocional que puede derivar, si no
se tiene suficiente conocimiento, en un intento de suicidio.

Quizá para aquellos que superen los obstáculos últimos, y logren trascender el Sistema de
Control, podrán apreciar, desde un punto de vista objetivo, que se trata meramente de un
instrumento de entrenamiento para aquellos espíritus que busquen refinar, descubrir y
superar sus vulnerabilidades: el objetivo último es el fortalecimiento del alma y el crecimiento
espiritual. En las palabras de nuestro respetado Fulcanelli:

“Pero un rasgo singular del carácter humano lleva al hombre a encariñarse con aquello por lo
que más ha sufrido, y esta razón nos permitiría, sin duda, explicar el triple empleo de la
salamandra, jeroglífico del fuego secreto de los sabios. En efecto, entre los productos anexos
que intervienen en el trabajo en calidad de ayudantes o de servidores, ninguno resulta de
búsqueda más ingrata ni de identificación más laboriosa que éste. Se puede todavía, en las
preparaciones accesorias, emplear en lugar de los coadyuvantes requeridos ciertos
sucedáneos capaces de dar un resultado análogo. Sin embargo, en la elaboración del mercurio,
nada sería capaz de sustituir el fuego secreto, ese espíritu susceptible de animarlo, de exaltarlo
y de formar cuerpo con él después de haberlo extraído de la materia inmunda.”

El profesor Tolkien en su notable obra póstuma: El Silmarillion, lo resumió con asombrosa


exquisitez:

“Porque si alegre es la fuente que se alza al Sol,

el agua nace en pozos de dolor insondable

en los cimientos de la Tierra”


Los Exorcistas de Tolkien
Hay algunos sucesos curiosos en el magnum opus del filólogo John Ronald Reuel
Tolkien que el ojo entrenado habrá quizá percibido en la penumbra: El Señor de los
Anillos frecuenta asiduamente el problema de la posesión demoníaca; tal vez porque
no sea el tema principal de la obra (¿o si? acaso no se exorcisa a un demiurgo que
parasita la Tierra Media) ni se presente de forma tan macabra como en la obra de
William Blatty; sin embargo, hay dos claros procesos de exorcismo llevados a cabo por
los héroes arquetípicos del relato: el mago peregrino Gandalf y el señor de reyes
Aragorn.

Pero antes que nada deberíamos intentar plantearnos qué es un exorcismo... si


analizamos la raíz de la palabra, vemos que proviene de ex: sacar fuera y de orcis:
demonio (de la misma raíz proviene la palabra orco); esto nos llevaría a plantearnos
una hipótesis forteana de la existencia de entidades demoníacas, y que además
puedan parasitar el subconsciente humano.

El lector habituado a esta colección, no tendrá demasiados cuestionamientos en


comprender la naturaleza de un demonio: un ser de consciencia superior a la humana
que ha elegido el servicio egocéntrico. ¿Un demonio es malo? En realidad, los términos
'bueno' y 'malo' son totalmente subjetivos; es evidente que con relación a la
humanidad un demonio es tan 'hostil' como una vaca, chancho o cucaracha puede
considerar a un ser humano. Parece curioso pero conocer el verdadero estrato que
ocupamos en la cadena alimenticia puede causar cierta conmoción, al perder la infantil
ilusión de creernos la raza soberana; del primer volumen de la colección The Universal
Seduction:

“Los Grises trabajan para los Reptilianos, y guardan en común ciertas características
con los humanos a los que abducen. Han sido usados por los Reptilianos como
intermediarios, haciendo su trabajo y exponiéndose frente a nosotros en su lugar. A los
Grises consecuentemente se los refiere como la fuerza de choque”

Algunos Reptilianos devoran seres humanos al igual que nosotros comemos pollo. En
los Estados Unidos hay rumores de grandes salas de almacén de alimentos
subterráneas llenas de cuerpos humanos preservados. En algunos casos el rumor
menciona que los cuerpos son de niños; pero no sólo devoran niños sino también
adultos.

Los Reptilianos prefieren la carne tierna de los niños, porque al parecer no están
envenenadas con sustancias como cafeína, nicotina, alcohol u otras cosas de los que
los adultos están saturados. Es cierto entonces que los Reptilianos apenas si nos
consideran como seres vivientes, pero eso sí, nos consideran ganado valioso.
Los exorcismos son generalmente vinculados con la religión católica, pero en realidad
todos los sistemas de creencias poseen rituales o procesos equivalentes: en el
espiritismo encontramos el proceso de desobsesión donde un obsesor sería una clase
de demonio menor (es notable que en la lengua castellana usemos la expresión estoy
obsesionado cuando no podemos dejar de fijar nuestros pensamientos o emociones);
en culturas que en occidente caratularíamos como primitivas, el shaman u hombre
santo es el encargado de interceder como facilitador entre el mundo de los espíritus y
su paciente; la religión judía posee rituales contra los dibukim, entidades semejantes a
los djinns árabes (también conocidos como genios).

Como aquella famosa frase: así en la Tierra como en el Cielo, así en lo Físico como en lo
Etérico. En la medicina tradicional, organismos como virus, bacterias o parásitos
pueden enfermar a un hombre... aunque también un animal feroz o incluso otro
humano puede atacarlo y poner en peligro su vida. En el plano etérico parece ocurrir
algo semejante: no sólo hay parásitos u obsesores —de menor nivel de consciencia al
humano— sino también descarnados con un nivel de consciencia similar y otros con un
nivel de consciencia superior: los llamados Grises o 'Grays' y los Reptoides (o
Reptilianos, de ahí la asociación de un reptil con la serpiente edénica, o la imagen
mítica del Dragón con los escamosos y traicioneros demonios medievales: los súcubos
e íncubos que los ufólogos modernos no han tardado en asociar con la fenomenología
de Visitantes de Dormitorio).

Volviendo a los relatos del profesor Tolkien: aquellos que están capacitados para
realizar un exorcismo son los personajes de consciencia superior que, aunque
encarnados en humildes vestimentas, logran ver los reinos sutiles y la superimposición
de consciencias oscuras, como cuando Gandalf cura al Rey Théoden de Rohan,
curiosamente obsesionado por Grima, Lenguaje de Serpiente; no obstante, aquí vemos
la mano larga de Saruman, un mago convertido en brujo capaz de invocar entidades
que vampirizaban al viejo rey, extrayéndole las ganas de vivir.

Los prestigiosos pensadores Gurdjieff, Ouspensky y Mouravieff coincidieron en


comparar al ser humano con un robot: un ser mecánico: un hombre dormido, como
Neo yaciendo en aquella siniestra crisálida; y esta postura es también compartida por
el magisterio tibetano: Sogyal Rimpoche calificaba a la humanidad somnolienta como
inconscientes cadáveres vivientes; parte de nuestro sueño se sustenta en el
condicionamiento social bajo el sistema de creencias estándar que alienta a esta
narcolepsia en dosis de estupefacientes —en su mayoría endógenos— para evitar
contrastar el oscuro escenario por donde transita nuestra gregaria vida, planificada y
controlada por un inorgánico pastor astuto; en las palabras de Carlos Castaneda:

“..Vieron también que existen conglomerados de energía animada vibratoria que


tienen cohesión propia, libre de las ataduras de un organismo. Los llamaron seres
inorgánicos, y los describieron como cúmulos de energía cohesiva, invisible al ojo
humano, una energía que es consciente de sí misma y que posee una unidad
determinada por una fuerza aglutinante diferente a la fuerza aglutinante de un
organismo”

Ocurre que los parásitos etéricos, ya sean de menor, igual o mayor nivel de consciencia
requieren para subsistir de la energía vital de sus víctimas; estas entidades drenan
incesantemente el destilado emocional humano, conocido como loosh; en palabras de
Don Juan:

“..ordeñan la capa brillante de conciencia, convirtiendo al hombre en un animal que


está siendo criado para volverse un pedazo de carne: trillado, convencional, imbécil”

Sin embargo, Gandalf carece del poder suficiente ante el Hálito Negro, aquella
infección del alma fruto del Rey Brujo de Angmar, que dejaba a las víctimas en un
sueño profundo hasta que morían; hay quienes ven en los Jinetes Negros a los
Reptilianos cuando se proyectan en la realidad física: altos seres nefastos y oscuros,
envueltos en capas funestas, efigies reptantes del sufrimiento y del dolor, que inyectan
su propio miedo mortal, codicioso de la luz vacilante, en una consciencia ignorante o
debilitada a la que devorar.

Pero es Aragorn, quien victorioso de haber enfrentado en la piedra de Orthanc el


poder demiúrgico de Sauron, puede ahora exorcisar a Meriadoc, a Faramir y a la Dama
de Rohan y efectuar la liberación de sus almas que, como un shamán experimentado,
agitando los perfumes de la hierba de los reyes o Athelas en el caldero (¿quizá una
pista difusa hacia el Grial?).

Las potestades teócratas y los gobiernos autoritarios


Hay una poderosa similitud entre las vivencias infantiles, el asistencialismo político y la
imagen distorsionada de Dios: todo indica que durante la niñez estamos programados
genéticamente para obedecer a una autoridad, a la cual identificamos en nuestros
padres o tutores; del libro Por tu propio bien: Raíces de la Violencia en la Educación del
Niño de la doctora suiza Alice Miller:

“..la tolerancia del niño frente a los padres no conoce límites. Cualquier crueldad
mental —consciente o inconsciente— de los padres quedará, gracias al amor del niño,
a salvo de ser descubierta. [...] Su dependencia del amor de sus padres también le
imposibilitará reconocer, más tarde, los traumas que a menudo permanecen toda la
vida ocultos tras las idealizaciones infantiles de las figuras paternas y maternas”

Es de la autoridad paternal a través de la cual aprehendemos las creencias


basamentales, los primeros criterios para la toma de decisiones automatizada y, en
definitiva, la forma de interpretar la realidad: todo esto queda ensombrecido bajo el
paraguas del subconsciente; y es en esta oscuridad donde fermentan los traumas
ocultos, que más tarde desviarán la brújula de nuestras decisiones para que
encaremos situaciones que desencadenarán en sincronismos negativos donde se
cosecharán las emociones negativas; leemos de la pedagoga alemana Katharina
Rutschky en Pedagogía Negra:

“Es perfectamente natural que el alma infantil quiera salirse con la suya y, si las cosas
no se han hecho debidamente en los dos primeros años, más tarde será difícil
conseguir el objetivo. Estos primeros años presentan, entre otras, la ventaja de que
podemos emplear la violencia y la coerción. Con el tiempo, los niños olvidan todo
cuanto les ocurrió en la primera infancia. Si en aquella primera etapa podemos
despojarlos de su voluntad, nunca más volverán a recordar que tuvieron una y,
precisamente por eso, la severidad que sea necesario aplicar no tendrá ninguna
consecuencia grave”

Sin embargo, y a medida que el individuo se desarrolla, llega a la adolescencia y


comienza a enfrentar a la autoridad paterna; en la mayoría de las ocasiones la rebeldía
juvenil sólo decanta en una parcial adaptación del cuerpo de creencias a las nuevas
vivencias, mientras que las cuestiones profundas se siguen manteniendo firmes.
Muchos opinan que es necesario un shock atípico para eliminar el sistema de creencias
basamental; no obstante, la mayor parte de las personas que se enfrentan a un ajetreo
emocional de estas características prefiere buscar respuestas en su secular sistema de
creencias, dentro de su contexto de realidad, llegando incluso a negar o ignorar lo
acontecido; del libro La Historia Secreta del Mundo de Laura Knight Jadczyk:

“En cierta medida nuestros gustos, deseos y necesidades cambian conforme crecemos,
pero muchos de estos circuitos [rutinas circulares de pensamiento] han sido
incorporados en nuestro cerebro desde la infancia y por lo tanto son "preverbales,"
teniendo un profundo arraigo dentro de nosotros. Si pretendemos llegar a tener una
visión objetiva de la realidad debemos reconocer todas estas voces subjetivas como lo
que son, para luego alinearlas y someterlas al control de esa parte esencial de nosotros
que podríamos denominar "alma." Esta esencia es la parte del Ser que —en los
individuos de naturaleza intrínsecamente creativa— tienen la posibilidad de realmente
ver, o cuando menos, el deseo ferviente de observar el mundo como es en realidad”

El ojo entrenado no dudará en reconocer que las creencias de nuestros padres han y
siguen siendo falsas; que muchas de las premisas con que interpretamos la realidad
son maquinaciones para adormecer la consciencia. Sucede que la autoridad paternal
sigue representando su papel dentro de los sistemas de creencias de las potestades
teócratas; esta contundente y no siempre visible asociación es una magnífica
herramienta para anestesiar, evitar rebeliones y mantenernos dentro del rebaño.
Hemos de recordar que el astuto pastor de Gurdjieff posee un nivel de consciencia
superior al nuestro y por tanto conoce detalladamente las debilidades humanas; del
primer libro Manual para el Nuevo Paradigma (Embracing the Rainbow), de George
Green:

“Les podemos asegurar que la historia humana ha sido estudiada y analizada por
mentes y modelos de ordenador hasta el punto en el que no lograrán imaginar hasta
dónde os conocen. Cada reacción ha sido diseccionada a nivel celular, y se han
planeado acciones restrictivas para cada una de ellas”

Y es aquí, dentro de las respuestas trilladas de las masas dormidas, donde la política ha
encontrado la tierra fértil para el surgimiento de los padres del pueblo; no lo
olvidemos, el común denominador que ideólogos políticos y religiosos han perseguido
siempre: que fe y verdad se conjuguen juntas en las mentes de sus seguidores;
analicemos otras similitudes que pueden encontrarse:

Religión teócrata Partido político

Una religión teócrata es un esfuerzo de entidades de consciencia superior para reclutar


fieles; debemos recordar que la adoración y devoción humana es alimento para ellos:
de allí proviene la obsesión de las religiones organizadas con sus rituales y ceremonias.
Un partido político es un esfuerzo de humanos de consciencia elevada (por sobre el
promedio de las masas) para reclutar votantes; considérese lo siguiente: la ignorancia
y pasividad de las masas es la principal fuerza de sostén de los gobernantes.

Una vez que el feligrés forma parte de la egrégora, no se le permite pensar por sí
mismo, sino que debe creer y abrazar mediante fe un sistema de creencias
preelaborado. Una vez que el votante forma parte del partido, se lo aprisiona en una
jerarquía y debe responder a su jefe inmediato y abrazar una serie de directivas
caprichosas.

El feligrés debe adorar a un ser superior y eventualmente formar parte de catenas y


ceremonias donde cede parte de su energía devocional; se le indica que ante
dificultades de la vida podrá recurrir, mediante rituales, a la búsqueda de soluciones
asistencialistas. El votante debe someterse a la figura emblemática del partido, y ante
dificultades civiles podrá recurrir mediante solicitudes al jefe inmediato que, por
medio de influencias de las esferas superiores del partido, podrá acceder a
mecanismos irregulares al común de la gente.

No siempre la autoridad teócrata responde a lo solicitado, no obstante esto, el feligrés


ha de estar feliz por la intervención y de acuerdo al resultado pues misteriosos son los
caminos de dios. Es dable de notar que a la figura emblemática se la representa con
una imagen paternalista que a ultranza es una imagen teócrata.
¿En definitiva podríamos arriesgarnos a teorizar que un partido político en la cuarta
densidad se observaría desde la tercera densidad como una religión teócrata o grupo
sectario? ¿O que ciertos líderes políticos en tercera densidad se transformarán debido
a su crecimiento lateral (la aplicación consciente de conductas de servicio a sí mismo
que culminan en psicopatía, descrito así por el psiquiatra Kazimierz Dąbrowski) al llegar
a cuarta densidad en entidades teocráticas? No debiera asombrarnos las semejanzas
entre un líder mesiánico junto al lavado cerebral de sus seguidores, y un partido
político autoritario junto a su aparato de propaganda y manipulación de masas; el
notable escritor español Juan García Atienza en su memorable libro La Gran
Manipulación Cósmica nos advierte:

“Esta es, a mi modo de ver, la diferencia que existe entre el Maestro (el auténtico
Boddhisattva) y el Nigromante (el iluminado jefe de secta mesiánica).”

“El primero tiene conciencia de que su propia superación se debe —y está ligada— a la
superación de todos cuantos sean capaces de entender su mensaje y expandirlo hasta
que, antes o después, alcance a toda la especie humana, para izarla a la siguiente
etapa evolutiva. El segundo, a cambio del presunto poder adquirido mediante el
conocimiento y la experiencia trascendente, intentará integrarse, aisladamente o con
su grupo de adeptos, en el nivel de conciencia inmediato, y desde él, exactamente lo
mismo que las entidades que forman parte de ese nivel (por razones de evolución en
conjunto de especie), tratará de manipular al resto del género humano al que
pertenece, aunque sólo será, con sus seguidores, servidor presuntamente privilegiado
de sus intereses y colaborador de segunda fila, en una tarea opresora de la humanidad
y restrictora de su derecho conjunto a la propia superación”

“En cierto modo, será como perro de ese rebaño que el pastor no puede atender
cómodamente por sí solo. Vestirá collar de púas y manipulará a las ovejas como el
pastor lo haría; las conducirá por donde el pastor desea y su creencia infundada de
superioridad se verá siempre cortada por la presencia del amo, al que no tendrá más
remedio que someterse, a cambio de su poder —prestado— sobre las ovejas”

¿Podríamos plantearnos que este sometimiento de la voluntad en la niñez —también


observado por el doctor Wilhelm Reich quien concluyó en que los traumas infantiles
convertían la vitalidad (energía OR u orgón vital) en DOR (Death Orgon u orgón
detrimental)— fuese parte del programa del Nuevo Orden Mundial para obtener un
pueblo carente de individualidad, sometido a una autoridad carismática y psicopática?
La doctora Miller concluye:

“Estando aun "en pañales" aprende el niño cómo se llama mediante la obediencia a las
puertas del amor y, por desgracia, ya no suele olvidarlo durante toda su vida. [...] Si
este tratamiento se lleva a cabo en forma consecuente y a una edad lo
suficientemente temprana, se cumplirán todos los requisitos para que un ciudadano
pueda vivir bajo una dictadura sin sufrir, e incluso logre identificarse eufóricamente
con ella, como ocurría en los tiempos de Hitler”

Entre abducciones y virtualización: una posible analogía


Cualquier pensador científico o aquel que busque activamente la verdad, coincidirán
en que ningún tema puede exponerse a un análisis y escrutinio si se sostienen
prejuicios y presunciones; como así tampoco, se deberían elaborar terminantes
conclusiones si un tema no se ha sometido a suficiente consideración: teorías como la
Heliocéntrica o la Relatividad emergen luego de sostener un punto de vista no
consensuado, del que se desprenden nuevas apreciaciones y del que surgen
herramientas prácticas por lo que cambiar de paradigma nos reporta una ventaja: el
camino a la objetividad es útil en sí mismo.

Durante las primeras décadas de la informática, los componentes electrónicos eran


poco económicos: el precio del hardware era un verdadero cuello de botella que
impedía la computadora personal. Fue entonces cuando surgieron elementos de
software que permitían obtener el mejor provecho de un componente: así nació la
virtualización. Hay varias definiciones para este término, básicamente se trata de
aprovechar un recurso físico (por ejemplo un disco duro), de manera que,
artificiosamente, parezca más de uno: como aquella famosa multiplicación de los
panes.

Cada uno de los usuarios creen tener entonces un disco propio, se dice entonces que
el recurso se "virtualizó;" físicamente sigue siendo uno y el software apropiado realiza
las operaciones correspondientes, manteniendo las propiedades A.C.I.D. (Atomicidad,
Consistencia, aIslamiento y Durabilidad). Actualmente hay arquitecturas más
complejas, que facilitan la virtualización de un servidor en múltiples máquinas
artificiales más simples; nuevamente cada usuario cree tener una máquina propia, sin
embargo, a bajo nivel, el software base que corre en el servidor gestiona imágenes
binarias de cada máquina virtual y estipula un tiempo de uso predeterminado de los
recursos reales (como el procesador, la memoria, etc.); todo esto, por supuesto, es
transparente para el usuario e incluso para sus aplicaciones.

¿Qué es una imagen binaria? Básicamente es una ristra o secuencia de bytes que
encierra el estado de una máquina virtual; por estado nos referimos a la memoria
ablocada, a los recursos de canal (entrada/salida), y al estado interno del procesador.
Esta imagen puede aislarse y guardarse en otro medio (e.g. una cinta o medio óptico)
para recupero o análisis posterior; al proceso de aislamiento y persistencia de la
imagen se conoce comúnmente como marshalling o serializado. Thomas Minderle en
su informe sobre Dinámicas de las Egrégoras comenta:

Durante los procesos de abducción se emplea tecnología de teletransportación


hiperdimensional que elimina momentáneamente la consciencia del individuo del
plano físico. Esto presenta algunos problemas para los perpetradores, dado que el
camino más viable para el bloqueo de fase debe ser abandonado momentáneamente.
(1) Con lo cual, se corta el hilo de la causalidad, que de otro modo proporcionaría una
clara línea de continuidad entre la elección del individuo de encarnar y someterse a las
leyes de la fisicalidad y su consecuencia final en manos de los secuestradores.

Si se intenta abordar la problemática de los procesos abducción restringiéndose al


plano material sería similar a observar los circuitos y componentes electrónicos de una
computadora al recuperar o almacenar una imagen binaria serializada... no habrá
cambios relevantes pues ¡ciertamente el problema no está en el plano físico! Podemos
realizar un análisis detallado de los voltajes discretos presentes en las terminales del
CPU pero no entenderemos que es lo que ocurre dentro (salvo aquellos que conozcan
Assembler, pero aun así es complicado entender líneas de ejecución paralelas
contando tan sólo con los registros y estados de los buses del procesador).
Análogamente, lo mismo ocurre con el estudio de la bioquímica o la intensidad y
concentración de corriente eléctrica en determinadas áreas del cerebro durante un
episodio de Parálisis del Sueño.

Colin Wilson en su Estudio sobre el Necronomicon, un ensayo sobre la mitopoeia


lovecraftiana, nos recuerda un curioso párrafo:

[El relato] The Wisperer in Darkness contiene la inquietante sugerencia de que estos
alienígenas extraen cerebros humanos, los encierran en cilindros metálicos y los envían
por todo el universo.

Una explicación marginal para un proceso de abducción consiste en suponer que


nuestro estado mental (la imagen binaria de nuestros pensamientos, emociones y
sentimientos, en terminología esotérica: nuestro cuerpo etérico, o en la jerga
académica: nuestro psiquismo), mediante una tecnología avanzada, puede ser
serializado e inmerso en un cuerpo virtual o artificial; esta reveladora posibilidad es
perseguida en la novedosa Teoría de la Distorsión que coincide con una sesión anterior
de las canalizaciones Cassiopaea (17/06/1995):
Ahora, es muy importante que entiendan que esto no es una experiencia física de
tercera densidad completamente. Está la huella del alma que todos los seres de la
primera, segunda, tercera y cuarta densidad poseen, como ya lo saben, es extraída. De
esa huella del alma una copia o clon, si así la prefieren llamar, aparece en la cuarta
densidad, entonces puede hacerse y estudiarse y la huella del alma es reemplazada
dentro del cuerpo original en cualquier densidad de donde haya sido tomada.

En la mayoría de los casos, si el ser de tercera densidad es extraído físicamente en su


totalidad, no regresará más a la tercera densidad. Son extraídos permanentemente a la
cuarta densidad. Esto es lo que sucede casi siempre, aunque en casos excepcionales
pueden ser regresados. Sin embargo, no hay necesidad de una duplicación completa
para todos los propósitos de análisis, alteración de los sentidos, e implantación; no se
necesita hacer en la tercera densidad; se puede hacer completamente con el proceso
de duplicación de la cuarta densidad.

Los ojos del ave Strix nebulosa

icono de los Grises (o Grays) en

la película The Fourth Kind

Dicha imagen es luego procesada: sometida a una serie de tratamientos, que la


mayoría de los abducidos concuerda en que son dolorosos, casi mórbidos o que
decantan en la simple tortura (una curiosa semejanza a cómo los relatos árabes
refieren a los secuestros por jinns) o de clara violación sexual: es entonces cuando se
experimenta una extracción u ordeñe de tipo energético, debido a la gran cantidad de
estrés y emociones de tinte negativo, también conocido como loosh: esta energía
emanada del instinto de supervivencia, como así también la proveniente de la libido-
sexual, parece ser el objetivo primordial, aunque no se descarta el apuntalamiento de
procesos psíquicos exógenos, que se conoce en la literatura ufológica reciente como
diferentes programas de control mental o implantes inmateriales.

En los procesos de abducción lo importante es entender el patrón, y si existe un patrón


entonces hay algo o alguien detrás que lo reproduce; si eso que lo reproduce no es
visible en términos perceptibles, podemos analizarlo desde sus efectos cognoscibles;
del capítulo IV del libro The Watchers: the secret design behind UFO abduction, un
esclarecido Raymond Fowler escribe:
Si la recuperación de la memoria de aquellos que han experimentado casos de
abducción efectivamente reflejan genuinos eventos físicos, entonces nuestra
comprensión de la realidad es verdaderamente limitada.

Se nos podría comparar con animales que experimentan la vida dentro de las
limitaciones físicas y las impuestas por su capacidad mental. Estos animales serían
completamente ajenos al mundo coexistente de los humanos y su tecnología.

Análogamente, las entidades detrás del fenómeno OVNI parecen estar operando en un
plano de existencia infinitamente más alto que la consciencia humana, donde los
vestigios de las memorias de abducción son la mera consciencia que es posible tener
de ellos.

Y aquí otro peculiar razonamiento: ¿acaso las enfermedades mentales, aquellos


quiebres de personalidad, se deban acaso a un archivo mental mal cerrado durante un
proceso de abducción de la imagen binaria mental? Recordemos cuántas veces se han
perdido documentos debido a un malhadado corte del suministro eléctrico, donde es
imposible recuperar el archivo sobre el que se había trabajado

De Hobbits y Dragones

Es poco probable que alguien que leyó El Señor de los Anillos se perdiera de disfrutar
El Hobbit; para aquellos que desconozcan del tema, Tolkien comenzó a escribir este
cuento para sus hijos, durante las largas noches del invierno británico (en aquella
época no había Internet, televisión, y la radio recién había aparecido pero la familia no
tenía inicialmente muchos recursos ni apreciaba los electrodomésticos):

El Hobbit relata la historia de Bilbo, quien sería luego el tío de Frodo, designado por
Gandalf como el elemento clave de un grupo de expedición de Enanos en la búsqueda
de la recuperación del Reino de la Montaña Solitaria.

En los primeros tramos de la historia, Bilbo resulta ser una verdadera carga y en más
de una oportunidad sus compañeros deben auxiliarle para sacarlo de alguna situación
complicada. Ha decir verdad los líderes de la expedición se plantean varias veces si la
designación de Gandalf no fue errónea. Todo cambia durante una noche de tormenta,
cuando el grupo es secuestrado mientras dormía en una cueva infestada de orcos.
El ojo entrenado quizá reconozca algo importante.

Es aquí cuando Bilbo despierta en la oscuridad de los túneles subterráneos y se topa


con el Anillo Soberano. Es curioso pero en las primeras ediciones de El Hobbit, el Anillo
y los acertijos con Gollum revisten poca importancia... el hallazgo del objeto numinoso:
el Deus ex Machina que pone al hobbit a la altura de sus demás compañeros al
conferirle invisibilidad. Hay algunos que ven en el Anillo un artefacto que facilita el
cambio de densidad... ¿quizá de la tercera a la cuarta y por ello resulte invisible el
poseedor?

Bilbo entonces se convierte en el líder del grupo, y devuelve el favor más de una vez al
liberar a sus compañeros de varios enredos y guiarlos por fin a la Montaña Solitaria.
Allí de nuevo es él quien descubre la forma de entrar, quien encara al Dragón y
descubre la forma de eliminarlo.

Y aquí hay una serie de señales sutiles que vale la pena observar en detalle: durante la
primera incursión dentro de la montaña, Bilbo logra recuperar un copón de oro del
tesoro del Dragón; este hecho hace despertar al guardián y es allí donde ocurre el
segundo evento notable: Bilbo al dialogar con el Dragón observa un lugar en su pecho
carente de protección. De alguna forma esta información es escuchada por unos
ancestrales pájaros custodios que logran transmitir este conocimiento a un guerrero
de antiguo linaje quien emprende la épica batalla de enfrentar al Dragón.

Luego que la Montaña parece haber perdido a su infernal guardián, ocurre el tercer
hecho curioso: Bilbo encuentra la Piedra del Arca; sobre esta piedra no queda
exactamente claro pero no parece ser una factura de los Enanos sino parte de su
Herencia o Legado del Pueblo de los Enanos, según nos informa Thorin.

Ilustración en el primer tomo del

Señor de los Anillos

En esta historia, un cuento que parece ser para niños, se presentan elementos
simbólicos poderosos: el Grial, la Cábala (el Lenguaje de los Pájaros, el mágico lenguaje
divino usado por las Aves para comunicarse con el Iniciado) y el Arca. Estos artefactos
figuran en casi todas las mitologías con diferentes nombres: en la literatura
escandinava, un artefacto con las características del Grial se denomina Sampo, algo
similar ocurre con la Cornucopia; en los cuentos sajones surge el Irminsul, el pilar o
piedra que une la Tierra con el Cielo.

Lo extraño de todo esto es que los artefactos, artilugios o tan sólo el simbolismo que
hay detrás de ellos pareciera coincidir con la famosa Lapis Exillis... la Piedra del Exilio o
la Piedra del Cielo, también conocida como Piedra de la Luz.

Curiosamente, la obra inicial del profesor Tolkien, sobre la que se apoya la historia y
lugares de El Hobbit, habla también de estas joyas de luz: los Silmarils; en efecto, toda
la Primera Edad de su mitología gira alrededor del destino de estas tres joyas: en los
Cielos junto a Earendil, (1) en los fuegos del interior de la Tierra y en las profundidades
de las aguas del Mar, que también se relacionan con los Anillos de los Señores Elfos:
Vilya, Narya y Nenya.

Pero lo más interesante: los Silmarils sólo son los últimos frutos de los dos árboles
sagrados: Telperion y Laurelin. ¿Serían estos los famosos Ashwath Vriksha de la
mitología india: los árboles sagrados o de la vida? ¿Con qué extraños y arcanos
conocimientos se habrá topado el profesor Tolkien durante su investigación filológica
para nombrar y honrar tanto a los Arboles en su vida y en su obra?

Leyendo las transcripciones del Experimento Cassiopaea, donde se habla en


numerosas oportunidades de la importancia de los Arboles y la Cabala, cabe la
inquietud si la Lengua Verde es el lenguaje de la canalización de información, ya que se
podría entender a los Ángeles (Divinidades Plerómicas o la Sexta Densidad de
Pensamiento Unificado) y el simbolismo de alas y aves con el concepto de Avian Lords.
Dejamos esto como cuestión abierta, quizá alguien de entre la Hermandad nos pueda
orientar...

Reinterpretando la Realidad

Numerosas eminencias que han transitado y erigido los fundamentos de las


matemáticas modernas y de la informática, mantenían una doble vida; por un lado,
con sus claros esfuerzos racionales sostenidos bajo robustas elaboraciones lógicas que
ampliaron el camino de las ciencias formales, pero por otro -y aquí la historia ha
tratado de minimizarlo- fueron adeptos de escuelas místicas o se sumergían en las
ciencias ocultas. Cabe preguntarse hasta qué punto cada disciplina habrá influenciado
los resultados alcanzados en la otra.

Charles Babbage quien sembró la semilla de la computación mediante sus engendros


diferenciales y analíticos tenía la costumbre de investigar hechos paranormales y se
había interesado profundamente en el fenómeno poltergeist y la comunicación
espiritual. Anteriormente, el gnóstico Rene Descartes postulaba su lucha contra las
potestades demoníacas del Demiurgo que habitaban en los recintos de su mente, y
que sólo Dios lo salvaría del engaño. Incluso Isaac Newton, un incansable buscador de
la lapis exillis y estudioso avanzado de la Alquimia decidió encontrar los por qués
ocultos que predecían el Apocalipsis.

Hará cuestión de pocas décadas atrás, dos científicos recluidos en una desolada
biblioteca comenzaron el trabajo épico de construir un sistema operativo multitarea;
para lograr esto, crearon un lenguaje de programación sumamente versátil y a su vez
poderoso, conocido luego como lenguaje C. Una de las principales características fue
su minimalidad y peculiar aproximación al lenguaje de máquina, que lo hacía rápido y
conciso a la hora de aprender, y evitaba que los programadores tuviesen que conocer
cada arquitectura en particular; es así que al lenguaje C se lo denomina lenguaje
intermediario. La mayoría de los sistemas operativos de hoy en día, para
computadores y celulares están escritos en este lenguaje, como así también la mayoría
de los demás lenguajes de programación.

El iceberg como metáfora del

type casting de estructuras en C

El lenguaje C tiene una peculiaridad que lo separa de otros y se denomina casteo o


type casting (la mejor traducción al castellano sería reinterpretación), y se utiliza y
mucho a la hora de trabajar con estructuras complejas. De hecho, lo bueno del casteo
es que facilita la manipulación de estructuras de manera de ocultar complejidad en
secciones del código donde no es necesario su procesamiento; podría decirse que la
característica del encapsulamiento del paradigma de objetos nació de alguna forma en
el casteo, y por supuesto es más que aprovechado por su hermano mayor: el lenguaje
C++. Pauwels y Bergier pueden aportar algo significativo al respecto cuando escriben
en El Retorno de los Brujos el siguiente párrafo visionario:
La conciencia humana es parecida al iceberg que flota en el océano: la parte mayor
está debajo del agua. A veces, el iceberg oscila y pone de manifiesto una enorme masa
desconocida; entonces decimos: he aquí un loco. Si fuese posible establecer una
comunicación directa entre las masas sumergidas, en la pareja médico-enfermo, por
medio de algún «amplificador psiónico», las enfermedades mentales podrían
desaparecer completamente.

Bien, ¿pero qué tiene que ver el casteo con la Realidad? En artículos previos, se había
comentado sobre las densidades de consciencia, habiendo definido la consciencia
como la capacidad de procesar información para la toma de decisiones. Esto es lo
mismo que decir que un individuo es incapaz de tomar una decisión óptima sobre algo
que no conoce; aquí el ojo entrenado puede comprender donde el sistema de control
hinca sus colmillos... de las Transcripciones Cassiopaea, sesión del 12 de Agosto de
1995:

Observen: este es uno de los muchos modos de ataque utilizados con gran éxito por
aquellos que desean ver que los esfuerzos [conscientes: la Búsqueda de la Verdad]
cesen, y el ataque es bien ingenioso porque se trata de jugar con la mente
subconsciente, donde el 92% de todos los procesos de pensamiento se originan en [los
seres de] la Tercera Densidad.

En programación es común que determinadas rutinas manipulen información como


ristras de bytes, pero donde se desconoce su contenido o aun su estructura; esto es así
pues no todos los programadores tienen consciencia de qué información
efectivamente están manipulando (e.g. una función de compresión no necesita
conocer la naturaleza de la porción de memoria que comprimirá, si allí hay un
documento de texto, una imagen o una melodía).

Cuando una rutina puntual requiere conocer que hay dentro de una porción o bloque
de memoria, es cuando surge la necesidad de convertir esa ristra de bytes en una
estructura manipulable por un programador especializado mediante una operación de
casteo. En ese momento, dicha porción es reinterpretada bajo la estructura adecuada
y lo invisible se hace visible.

Este tipo de enfoque es el que utilizan las autómatas finitos de los Antivirus en el
reconocimiento de patrones de una posible infección, al interpretar una porción de
memoria con diferentes enfoques o estructuras, e intentar reconocer un tipo de virus,
aunque su código sea mutante; incluso de esta forma es posible hallar virus nuevos de
los que no se conoce una cepa testigo.

¿Sería posible plantear una analogía con la clarividencia... como el caso de Nicolai
Levashov con la capacidad de ver y diagnosticar órganos que han sido parasitados de
manera etérica? ¿Está en nuestra mente y en el Conocimiento puesto en acción la
capacidad de reinterpretar la realidad y comenzar a reconocer aquellos patrones que
para la mayoría son invisibles? ¿Será posible comenzar a ver que la mayoría de las
dificultades humanas tienen sus raíces en una realidad no visible, a la que necesitamos
entender y comprender para empezar a sanarla?

El Arrebato: Apocalipsis vs. Aliens

Para la interesante época en que vivimos, una receta ganadora a la hora de escribir un
libro sería mezclar el Fin de los Tiempos junto al fenómeno Extraterrestre; pocos
encontrarían menos que atrayente la idea de resolver ambos enigmas y comprender
de antemano lo que estaría por venir. La mayoría de la gente abierta a estos temas,
supone que ambos conceptos: el Apocalipsis o Revelación de lo que está Oculto, y el
fenómeno UFO, alienígenas o extraterrestres, están de alguna forma entrelazados. En
el informe Ancient and Future Custodial Alien Races del autor plural Nexus Seven se
nos comenta:

[...] aquello que estaría detrás del contacto alienígena podrá ser:

Entidades Biológicas Inteligentes Extraterrestres,

Entidades Biológicas Inteligentes Extradimensionales,

Entidades Biológicas Inteligentes Infraterrestres, o bien

Entidades Inteligentes de naturaleza Plásmico-Energética.

La corriente de la Nueva Era, curiosamente empalmada con determinados aspectos


bíblicos, brinda un aspecto dulce, casi diabético, conocido como el Arrebato (o
Rapture) en el que los creyentes serán salvados antes de que comiencen los
cataclismos por los santos (o extraterrestres buenos, da igual)... en este curioso y
milagroso procedimiento, los hombres creyentes y con fe serán ascendidos (cualquier
semejanza al Beam me up, Scotty! es pura coincidencia) y puestos a salvo en los planos
celestiales.
Otra corriente semejante, opina que cuando comiencen los desastres ambientales
llegarán naves extraterrestres con ayuda médica y tecnología para corregir y resolver
todos los problemas; de esta forma, nuestros hermanos mayores sanarán a la Tierra y
todos viviremos felices y en armonía.

Hay sin embargo otra corriente que es un poquito más oscura, que contiene algunos
elementos de las anteriores, puestos en distinto orden y por motivos completamente
diferentes. En primer lugar, no se habla de un Fin de los Tiempos, sino de un sencillo
reset cultural: un fenómeno de orden natural donde eventos cósmicos afectan a la
Tierra a nivel global, que guardaría cierta similitud a una limpieza de otoño. Este reset
cultural no es un hecho aislado, sino que ocurre con cierta frecuencia. Podemos hallar
cierto soporte intelectual en los libros de Immanuel Velikovsky o Patrick Geryl, donde
se profundiza sobre algunos sucesos históricos difusos; del libro The Velikovsky Affair:

Cuando uno reexamina los comentarios sobre Mundos en Colisión (Worlds in Collision)
escrito por [Immanuel Velikovsky, ] una de las luminarias de nuestra época, se observa
que las libertades civiles cercenadas (el intento de evitar la impresión, la presión
académica para mantener revisores, y las negativas para publicar las correcciones
posteriores) son un hecho menor frente a la comprensión de que la élite académica —
en la que humanidad deposita su más preciada posesión: el pensamiento científico—
puede ser víctima de la histeria colectiva. Científico tras científico declararon que el
edificio de la ciencia se veía amenazado por un libro escrito por un "completo
ignorante" en un rango intelectual similar a los defensores de la hipótesis de la tierra
plana. [...]

Los estudios en psicología le brindaron a Velikovsky un subjetivo estímulo inicial para


investigar las tradiciones antiguas, en particular, que la humanidad vive con el temor
subconsciente de cataclismos cósmicos, y que esto podría explicar el pánico y la
irracionalidad emocional de muchos críticos de la comunidad científica.

En efecto, la mayoría de las culturas antiguas conocían este hecho recurrente pues era
evidente que sus antepasados se habían enfrentado a una situación similar y habían
dejado registro de los sucesos para que su descendencia estuviese preparada. Sin
embargo, hoy en día recién estamos desempolvando los mitos y leyendas y
aprendiendo a leerlos de una forma un poco más objetiva: no como alegorías sino
como un relato de lo que efectivamente pasó (o pasará); leemos en Earth Forbidden
Secrets (primera parte: Searching for the Past) de Maxwell Igan:
A primera vista, parece importante que las personas que habitaban en nuestro pasado
lejano, consideraran más relevante la comprensión detallada sobre los eventos
celestes que cualquier otro conocimiento religioso, científico, o de hecho, ¡cualquier
otra cosa en absoluto! Consideraban que la información era tan importante, que
parecen haber basado toda su civilización sobre ella.

La pregunta es ¿por qué? ¿Por qué una preocupación tan extraordinaria con la
Astronomía y con el Zodíaco? ¿Para qué? ¿Qué tipo de información podrían recoger de
un escrutinio tan constante y preciso de los cielos que ellos consideraban tan
importante y que explicaría el grado de perfección meticulosa en la alineación de sus
estructuras? ¿De qué forma obtuvieron tal conocimiento extraordinariamente
sofisticado para empezar? ¿De quién o de dónde adquirieron dicha información?

Obtener todas estas respuestas sería de gran utilidad para nosotros hoy en día y, sin
embargo, sólo hemos contestado una fracción de ellas y todavía estamos buscando a
través de los mitos antiguos y las ciencias modernas la comprensión plena de lo que
hemos logrado hasta ahora reunir.

La mayoría de la gente piensa en el Zodíaco como los signos del horóscopo que leen en
un periódico. Pero el sistema zodiacal es en realidad un mecanismo celestial
increíblemente complejo; es asombroso que en la antigüedad se tuviese plena
comprensión del fenómeno sobre la precesiones del Zodíaco, dado que requiere la
obtención de avanzados conocimientos científicos; esto no sucede porque alguien
simplemente observe las estrellas, incluso si pasara toda su vida haciéndolo. De
cualquier modo, nosotros obtuvimos el conocimiento sobre la Precesión y el Ciclo del
Zodíaco de los antiguos: no lo descubrimos por nuestros propios medios.

Cabe preguntarse por qué hechos significativos han sido olvidados, si efectivamente
era tan importantes para la supervivencia de la humanidad... Y la respuesta, quizá de la
mano con ciertas teorías conspirativas o de crueles raíces gnósticas, nos lleve al factor
exógeno: es decir, que alguien se beneficiaría de esta ignorancia; lo que nos da pie
para hacer entrar en escena al fenómeno extraterrestre. En pasadas secciones de esta
colección, se presentó al factor exógeno como un elemento no visible pero
identificable en las realidades entrópicas a través de sus efectos en el acontecer
humano; el patrón en común es un concepto conocido como loosh. La aparición del
factor exógeno quizá concuerde con ciertos relatos mitológicos como la Caída del
Edén.
El báculo del pastor draconiano

cuida celosamente de su rebaño

pues es su fuente alimenticia

Si ambas hipótesis son ciertas, entonces la extracción de loosh se incrementará en


función de la ignorancia humana frente a un evento cataclísmico. Aquí concuerdan
demasiado bien dos teorías que algunos podrían caratular como conspirativas: que la
humanidad es una mercancía o un commodity alienígena (en palabras de Salvador
Freixedo autor de La Granja Humana y de Marshall Vian Summers autor de Los Aliados
de la Humanidad), y que el período de cosecha coincide con nuestro concepto de
Apocalipsis. En pocas palabras: la cosecha hiperdimensional de loosh, formada por el
sufrimiento, hambre, enfermedad y muerte de gran parte de la población mundial,
coincide con la imagen mental, mitológica y mística de un Apocalipsis: un período de
cambios extremos que, para aquellos no preparados, dormidos en la ilusión de la
riqueza y del dominio mezquino, se convertirá en un verdadero festín de loosh para
entidades parasitarias de consciencia superior.

Quizá lo que se vea llegar desde el Cielo o tal vez, lo que podamos comenzar a ver con
claridad, sean efectivamente ultraterrestres o entidades hiperdimensionales pero de
claro servicio egocéntrico, que se presenten en la hora exacta en que la decisión de
pactar con ellos nos ponga entre la esclavitud consciente o la muerte.

Eventualmente quizá exista una cuarta posibilidad... agreguemos un poco de luz en


palabras del profesor Tolkien:

Aún detrás del recodo quizá todavía esperen

un camino nuevo o una puerta secreta;

y aunque a menudo pase sin detenerme,

al fin llegará un día en que iré caminando

por esos senderos escondidos

que corren al oeste de la Luna, al este del Sol.


¿Cuáles serán entonces aquellos senderos escondidos? La mención que hace nuestro
tabáquico profesor no es sólo poética sino bastante prosaica en el terreno alquímico:
los “senderos escondidos que corren al oeste de la Luna, al este del Sol” pueden ser
una clara mención al velado procedimiento del solve et coagula de la tradición
templaria. Es curioso, pero este poema del Señor de los Anillos coincide con el
comienzo de la Cuarta Edad, en el momento en que Frodo y Bilbo están a punto de
abandonar la Tierra Media en busca de las Tierras Imperecederas del Oeste. Hay al
menos tres fuentes de información: el material Ra, Cassiopaea y Pleyadiana, que
informan de un evento de similares características, de índole completamente natural y
que coinciden con los períodos de la Cosecha, donde los Cielos se Abrirán y se conoce
como el Ascenso a la Cuarta Densidad.

La llegada —o ampliación de nuestra percepción— a la Cuarta Densidad puede ser


entendida como El Arrebato o efectivamente como una Ascensión: no garantiza que
los desafíos dejen de existir, pero sí en cambio, el nivel de consciencia se amplía y esto
implica un incremento en la libertad, lo que se podría interiorizar como un
acercamiento al concepto de Dios.

La dicotomía de las orientaciones

Al analizar el problema del bien y del mal surgen cuestiones de fondo de las que a
veces no es posible emerger con una claridad binaria; el problema comienza quizá en
que bien y mal son términos subjetivos: algo que es bueno para alguien puede no serlo
para otro. Incluso si habláramos a nivel general humano, se podría fácilmente
resquebrajar al incluir especies de consciencia menor.

Una forma clara y objetiva de comprender el problema fue provisto por el Material Ra,
allá por 1982, donde se plantearon los puntos de vista desde dos orientaciones: servir
a los demás o servirse de los demás. En 1994, el material Cassiopaea enfatizó los dos
términos como servicio a sí mismo (o STS: Service to Self) y servicio a los demás (o STO:
Service to Others). Hay quienes sostienen que fue en realidad Jesús quien primero
habló en estos términos, ya que la premisa de amar al prójimo como a sí mismo
coincide plenamente con la idea del balance de la polaridad de servicio a los demás. En
el esoterismo moderno de Star Wars (extraído del script original Revenge Of The Sith):

Anakin: Los Sith confían en su pasión por su fuerza. Piensan hacia adentro, sólo en
ellos mismos.
Palpatine: ¿Y acaso los Jedi no?

Anakin: Los Jedi son desinteresadas... sólo se preocupan por los demás.

Los valores que hoy inculcamos por

el prestigioso Joaquín Lavado (Quino)

Así los hechos de la realidad pueden ser analizados desde una perspectiva objetiva:
una entidad o un conjunto de entidades es parasitaria cuánto más orientada en
servirse a sí misma se encuentre; por otro lado, una entidad se polariza en el servir a
los demás cuando busca el balance a través de conductas altruístas. Seguramente esto
es alarmante y nos abre los ojos porque es claro así que la humanidad se sirve a sí
misma de las consciencias inferiores: a la hora de comer, buscar abrigo o predar los
recursos naturales; del libro Far Journeys de Robert Monroe:

Así como el Segundo Cultivo se volvió escaso, los requerimientos energéticos para las
unidades Móviles se volvieron una seria restricción. Era frecuente que dos unidades
Móviles se vieran en la necesidad de ingerir el único remanente del Segundo Cultivo; y
esto creaba conflicto que devino en luchas entre las hambrientas unidades Móviles.
Los Sembradores observaron estas luchas, en un principio perplejos con el problema,
pero luego con gran interés: ya que a través del conflicto, la unidades Móviles
comenzaron a generar grandes cantidades de Loosh, de una altísima puerza.

Fue entonces cuando los Sembradores pusieron una nueva teoría en práctica:
alteraron a los Móviles de manera que fuesen más pequeños, pero a su vez que
necesitaran alimentarse de otros Móviles o de otra forma perecerían. Esto resolvía el
problema de la sobrepoblación de Móviles, pero a su vez se generarían grandes
cantidad de Loosh fruto del conflicto y muerte en pos de la supervivencia.

Hay por supuesto formas de minimizar este hecho: algunos eligen restringirse a un tipo
de comidas, otros lo entienden al reciclar o proteger recursos e incluso hay quienes
agradecen a la hora de ingerir alimentos. Pero lo cierto es que a través de este punto
de vista, podemos comprender el hecho de que nos encontramos en una realidad
entrópica y no creativa, es decir, donde necesitamos predar para subsistir. El famoso
etólogo Richard Dawkins lo resumió demasiado bien en su libro El gen egoísta:
Somos máquinas de supervivencia, autómatas programados a ciegas con el fin de
perpetuar la existencia de los egoístas genes que albergamos en nuestras células.

Paralelamente a esto, encontramos un patrón topológico: las realidades entrópicas se


organizan en jerarquías estratificadas; estas jerarquías se basan en la posesión de un
medio que en nuestra realidad cotidiana parecería ser el dinero o el poder, sin
embargo, un análisis más profundo decanta que se trata del conocimiento: es la
ignorancia de los estratos inferiores lo que logra el control y manipulación por parte de
los niveles superiores. Las realidades creativas, en cambio, se manifiestan en formas de
grafo o red, donde cada entidad se considera al mismo nivel que las demás, y donde el
conocimiento se intercambia de manera acelerada.

Salvo aquellos que ya posean su ojo entrenado, la mayoría se preguntará si es que


existe otra clase de realidad. Tal vez, el lograr plantearse esta pregunta y meditar
sobre su respuesta sea el primer paso para despertar de la ilusión. Sin embargo, no
debemos confundir el altruismo con la idea de autosacrificio, mortificación o
sufrimiento mecánico; del libro Manual para el Nuevo Paradigma de George Green:

Vuestra religión cristiana enseña que el sufrimiento es sagrado, y que constituye un


puente hacia la experiencia celestial de un dios "amoroso" en la próxima vida. ¿Tiene
esto algún sentido lógico?

Esto es interesante, dado que como humanidad somos ignorantes de ciertas directivas
que dirigen la evolución en el gran sistema que es el Cosmos. Por supuesto, la directiva
primaria: el Libre Albedrío, no puede contradecirse a sí misma, por lo tanto es factible
ignorarla o incluso rechazarla, pero sin la esperanza de poder continuar hacia niveles
superiores de consciencia.

Aquí hay otra pista: ¿por qué somos tan ignorantes? Y si de veras somos autómatas
programados: ¿quién nos programó? ¿a qué o quién le conviene, ocultándonse detrás
del velo, tratando de borrar toda huella clara que lleve a la clave del asunto? Lograr el
esbozo de una respuesta es la campanada que nos despabila definitivamente de la
ilusión.

De la Santísima Trinidad y el modelo del átomo

Comencemos citando un curioso librito:


Las tres fuerzas divinas interpenetran el universo y constituyen el centro de todas las
doctrinas. El Dios único se condiciona a sí mismo de esa manera en nuestro mundo
físico. La Trinidad está siempre presente pero una de sus fuerzas domina en primer
grado, otra en segundo y otra en tercer grado en cada instante de nuestro tiempo.
Como la marcha sucesiva de predominio de cada una de estas fuerzas no está nunca
en el mismo momento para el Cosmos, para cada galaxia, para cada astro y para cada
uno de los átomos que en esos astros existen; como todo está en movimiento en el
tiempo y en el espacio, no puede repetirse jamás un instante del universo. El eterno
presente, que no podemos comprender, es posible.

Casi como se le enseña a un joven Padawan, Daniel Ruzo es su rol de Maestro Jedi nos
explica en su libro Los Últimos Días del Apocalipsis como la Fuerza (aquel campo de
energía creado por todas las cosas vivientes, que nos rodea, penetra en nosotros y
mantiene unida a la galaxia) se distorsiona, en palabras del Material Ra, en tres fuerzas
que, en lenguaje eclesiástico y también esotérico, se la denomina Santísima Trinidad.
Hay algunos que han visto en el fenómeno inexplicado de la Fuerza de Gravedad -
porque la habrán modelizado, enumerado y discretizado en números de elevada
precisión pero nadie ha logrado explicarla- lo que el profesor Tolkien menciona como
los Palacios Intemporales, aquella región donde tiene su estancia Ilúvatar, y todos, a
esta altura, deberíamos saber de qué Densidad se trata.

Pero hemos ido demasiado alto... debemos bajar porque desde nuestro palco ubicado
en la Tercera Escalinata de la Creación, sólo tenemos consciencia de los escalones más
bajos; dediquémosle entonces al menos una mirada en profundidad.

Niels Bohr, el académico alquimista Ernest Rutherford (pues logró la transmutación de


elementos) y el desconocido Hantarō Nagaoka quizá nos puedan dar una mano
generosa al respecto. Con el pomposo nombre de teoría saturniana, cada uno de estos
prestigiosos científicos, en hebras separadas aunque entrelazadas de investigación,
lograron elaborar y refinar un modelo sobre el átomo.

El modelo final aceptado conocido como modelo cuantizado del átomo, posee las siete
órbitas estables de electrones alrededor del núcleo; a estos siete círculos o espirales
descritas por los electrones se los denominan con el fastuoso nombre de número
cuántico principal. Ocurre otra curiosidad: los elementos subatómicos pertenecen a
tres categorías: electrones rodeando en órbitas, y neutrones y protones en el núcleo;
los primeros con carga negativa, los segundos siendo neutros y los últimos con carga
positiva.

Es aquí donde el ojo entrenado tal vez haya hecho una asociación feliz.

En efecto, hay quienes ven en este modelo una excelente analogía con el modelo de
las siete densidades de consciencia, ya que coinciden en número con las órbitas
estables. Pero además también es posible establecer una relación con las tres
distorsiones u orientaciones... ¿quizá una buena representación de la Santísima
Trinidad sea el mítico triskel?

Bajo el modelo de los rayos de la creación (o espectros de luz), mencionado por


Gurdjieff y tratado también en el Material Ra, es posible intercalar el modelo de las
densidades y como éstas afectan a la humanidad. En distintas canalizaciones, la Sexta
Densidad menciona reiteradas veces que sólo aconsejan y brindan información, tanto
a las entidades de servicio egocéntrico (STS), como a las de servicio al prójimo (STO),
pero que en ningún caso intervienen de manera activa; ¿esto quizá podría caratularlas
como neutrales o unificadas? Citamos nuevamente las palabras del místico peruano:

La acción de las tres fuerzas de la Santísima Trinidad produce las influencias cósmicas y
telúricas, que presiden el destino de las agrupaciones humanas. Todas las tragedias de
la historia han sido agravadas por el desconocimiento de esas influencias y por la inútil
acción de los hombres y de los grupos humanos en contra de ellas: disminuyen o
agravan la intensidad de los impulsos de la naturaleza humana y sus consecuencias son
visibles en la periodicidad de la historia.

Es curioso como las palabras del autor han logrado exponer la Batalla Espiritual que día
a día se libera en el tablero inclinado de la realidad humana donde dos bandos se
enfrentan: uno buscando la evolución espiritual del ser humano honrando su libre
albedrío, y otro bajo la imposición y la fuerza persiguiendo hambriento su tesoro de
guerra. Estas entidades negativas que influencian al rebaño humano intentan retener y
tapiar el cruento enfrentamiento cotidiano con altas dosis de anestésica ignorancia y
subjetividad, proveyendo sórdidos sistemas de creencias teócratas y un arsenal de
parásitos de menor nivel que aprovechan las vulnerabilidades y debilidades humanas.
Pero por otro lado, la fuerza positiva conocida en la literatura alquimista como la
Hermandad de la Heliópolis, observa y aguarda paciente el llamado para su
intervención. Ellos atesoran una vastedad de conocimientos que ha permitido divulgar
de manera cifrada la verdad sobre esta prisión: ayudan a los alquimistas a transmutar
sus almas, curan al herido y asisten al buscador de la Verdad.

Recordemos también que la capacidad de intervención de la fuerzas creativas


funcionan de manera proporcional a la capacidad consciente de polarización de cada
ser humano; esto se debe, en palabras de los grandes alquimistas, a la cantidad de
impurezas presentes en el mercurio filosofal, y en palabras actuales en la capacidad de
reducir conductas egocéntricas y reemplazarlas por actos que honren el libre albedrío
del prójimo.

Hay quienes aseguran que las fuerzas positivas aguardan el momento en que ciertos
candados y bloqueos se abran, relacionados tal vez con los eventos apocalípticos, en
donde los ojos de la humanidad se liberen de los velos de la opresión y permitan
contemplar la realidad tal como es.

El sistema de control en la cultura popular (I)

A veces es posible hallar de manera clara y abierta en las manifestaciones artísticas y


culturales populares temas caratulados como esotéricos que en la literatura arcaica y
elitista se presentan como confusos o de cruel interpretación.

Una film sumamente popular que describió sin tapujos la realidad del Cerco
Hiperdimensional fue The Matrix: las características gnósticas retratan la realidad de la
ilusión (¿o la ilusión de la realidad?) como una virtualización consensuada, en palabras
de Morpheus:

Has estado viviendo en un mundo de sueños, Neo.

En el gnosticismo, en el budismo y en el hinduismo a la realidad humana o de tercera


densidad se la conoce como una ilusión (la famosa māyā o irrealidad). Un ejemplo con
suficiente contraste sobre esta ilusión puede verse al comer una porción de carne,
como la pieza jugosa que devora Cypher: el Material Ra propone una mirada diferente,
quizá más objetiva y un poco dramática: una entidad superior que consume una
porción de una consciencia menor.
El cuerpo energético fuente de

alimento para entidades parasitarias

El Cerco Hiperdimensional es descripto como una ilusión provocada por la narcolepsia


de la ignorancia: la humanidad se encuentra dormida al no tener conocimiento
suficiente para ver la realidad tal como es; el método de ordeñe emocional si bien
velado, pero efectivamente se nos muestra como una batería para las entidades
parasitarias; Morpheus lo resume:

¿Qué es la Matrix? Control. La Matrix es un mundo de ensoñación generado por


computadoras construido para mantenernos bajo control con el fin de convertir a la
humanidad en esto...

Los agentes como Smith o Brown son las proyecciones de los Arcontes, es decir, las
representaciones de entidades de mayor consciencia que guardan, controlan y
cercenan cualquier actividad que pueda despertar a la humanidad y alterar el status
quo de la granja humana. Una cualidad interesante es que estas entidades pueden
manifestarse en cualquier sujeto conectado a la Matrix, siendo una excelente alegoría
a los portales orgánicos.

Blade Trinity y la Granja de

Sangre cosechada por Vampiros

Un tema recurrente en otras películas como Blade y Daybreakers es la planta de


procesamiento, donde los humanos son drenados de su energía y puestos a dormir en
los receptáculos parecidos a crisálidas (un posible guiño al estado larvario del nivel de
consciencia humano); quizá pueda entenderse como una representación de una
realidad invisible, donde cordones etéricos perforan el cuerpo energético succionando
vitalidad; el psiquiatra Samuel Sagan, en su libro Entes: Parásitos del Cuerpo
Energético explica:

En términos de cuerpos sutiles, ¿cómo podemos explicar un cordón? El cordón


umbilical que enlaza a la madre con su bebé no sólo lleva sustancias físicas sino
también fuerza vital, lo que quiere decir energía etérica. El cordón umbilical es, por lo
tanto, no sólo una estructura física, sino que también tiene una capa etérica ligada a él.
[...] De manera similar, el cordón umbilical, después del nacimiento no significa
necesariamente que su contraparte etérica haya desaparecido.

Christof en las instalaciones de

Omnicam (notar la Luna detrás)

Una película que muestra con claridad la necesidad de ajetreo emocional por parte de
entidades exógenas es Truman Show, donde se representa al "arconte" Christof,
director del programa de TV, buscando más rating para su propio beneficio; los
sincronismos negativos que atrapan en situaciones melodramáticas a Truman
aparecen claramente como giros elucubrados por un equipo de guionistas; se observa
especialmente al perder a su padre cuando implantan el miedo a navegar, o en las
manipulaciones afectivas para alejarla de Lauren e imponerle a Meryl como su pareja.

Tal vez el ojo entrenado se haya percatado que la central televisiva se encuentra en la
luna ficticia del set de grabación, una explícita indicación a la famosa frase gnóstica de
Gurdjieff: "Somos alimento para la Luna".

El reloj hipnótico de Dark City

manipulado por Mr. Book

Una película muy semejante a The Matrix pero que no tuvo la misma repercusión fue
Dark City: el argumento gira en torno a la manipulación que realizan unas entidades
parasitarias denominadas Strangers (curiosamente estas entidades alienígenas se
manifiestan a través de cadáveres), en una ciudad habitada por prisioneros que
ignoran que se encuentran encarcelados, sobre los que efectúan experimentos noche
tras noche. Aquí resaltan los procesos de abducción etérica, que se imponen a través
de un hipnótico reloj central, donde luego inyectan recuerdos ajenos en las mentes de
los humanos para generar una especie de representación teatral.

Los Strangers poseen la capacidad tecnológica de modificar la apariencia de la Ciudad,


aunque estén carentes de creatividad y sólo disponen de manera diferente cada noche
los bloques de las edificaciones. Esta situación cambia cuando el protagonista logra
cierta capacidad similar a la de los aliens; aquí el ojo entrenado podría reconocer la
posibilidad de que se trate de un wanderer en proceso de despertar.

Sobre grafos y cordones etéricos

La teoría de grafos, de la cual una aplicación práctica es Internet, es una herramienta


para estudiar asociaciones entre elementos. No vamos a ponernos demasiado
académicos, pero es importante redondear la idea de los grafos como un conjunto de
vértices o nodos y las relaciones entre ellos conocidos como aristas. Básicamente, se
utiliza esta teoría para aplicaciones en logística, redes, y en definitiva para el estudio
de estructuras a fin de ubicar el camino más corto, o el nodo sumidero con más
ingresos o el nodo fuente con más egresos.

Un árbol jerárquico,

notar el sumidero superior

Podríamos aventurar que una red o grafo está equilibrado cuando la diferencia entre
las aristas salientes y entrantes (ponderación) de cada vértice es mínima con respecto
al promedio de los demás vértices; esto sería similar a percibir que el intercambio es
equilibrado, ningún vértice se aprovecha de otro. En cambio, tratamos con un árbol
jerárquico cuando la mayoría de los vértices del grafo ceden más de lo que reciben, e
inversamente, pocos nodos obtienen más de lo que ceden; si disponemos los
cuantiosos nodos que emiten en la base y los estratos que reciben en la parte superior
vemos la típica disposición triangular.

Hemos dado con algo: es aquí donde el ojo entrenado quizá se tope con un concepto
importante, que se puede entender de manera espiritual, esotérica, o socialmente;
pues en definitiva, un sumidero de un grafo podría verse como un parásito: un vértice
entrópico que no cede energía y que sólo se encarga de succionar la de otros.

Incluso podríamos ir más lejos y plantear que una realidad es entrópica cuando un
vértice o un conjunto elitista de estos recibe, ya sea por imposición (violando el libre
albedrío de los vértices inferiores) o por devoción (al ceder libremente como una
forma de adoración a los vértices superiores), energía de los estratos predados sin dar
nada o muy poco a cambio.
Pero intentemos retrotraernos un poco y utilizar los grafos para analizar la realidad
que está a nuestro alcance; podríamos definir un grafo que represente de manera
energética a las entidades y asociaciones con las que nos relacionamos de manera
cotidiana: una persona, una mascota o incluso nuestro alimento. Cualquier entidad
que podamos identificar, sea o no humana, es un vértice y la asociación es una arista;
cada arista puede ser entrante (desde donde se obtiene energía), entrante-saliente
(desde donde se intercambia) o saliente (donde se cede energía).

El doctor Samuel Sagan, un reconocido investigador sobre las realidades etéricas,


plantea una técnica denominada ISIS (del inglés Inner Space Interactive Sourcing o
Sondeo Interactivo del Espacio Interior) para poder vislumbrar aquellas regiones de
este grafo que permanecen ignoradas, en especial aquellas a las que estamos sujetos a
un intercambio velado con diferentes entidades negativas, de las que no somos
conscientes pero que decididamente nos afectan.

Del análisis y evidencia que plantean sus propios pacientes se deben reconocer dos
cuerpos sutiles diferentes: los cordones y los entes negativos. Los cordones etéricos
son análogos a las aristas del grafo por donde transitan energías; en las terminaciones
de un cordón puede encontrarse otra entidad viviente (e.g. otro ser humano) aunque
en la actualidad no se mantenga contacto físico, por eso son denominados cordones
ligados al apego; en palabras del doctor Sagan:

Un cordón es un tipo de conducto astro-etérico por el cual circulan con cierta


constancia energías y emociones. En el nivel astral, las emociones no son cosas
abstractas sino que tienen formas y ondas hechas de diferentes sustancias astrales.
Cualquier intercambio emocional entre dos personas crea un flujo de energías astrales.
Sin embargo, un cordón es más que un flujo, es una circulación permanente que une a
las dos partes. No sólo transmite ondas emocionales, sino también fuerza vital, es decir
energías etéricas.

Los entes negativos del etérico en cambio, son los vértices del grafo, y como tales
debemos considerarlos como sumideros, ya que en definitiva se trata de parásitos que
no ofrecen nada a cambio; continúa el doctor Sagan:
Los entes se sienten atraídos a las emociones intensas. Como hemos visto, los clientes
describen como el ente crea antojos de azúcar, comida chatarra o sustancias tóxicas, y
además disfruta del placer que acompaña a estos antojos. De la misma manera, la
mayoría de los clientes relatan como el ente se fortalece cuando experimentan
cualquier forma de disfrute sensual, o emociones fuertes como el enojo, abatimiento,
frustración, o cualquier forma de dolor emocional, melancolía, tristeza y depresión. [...]
¿Qué es lo que los entes desean?

Es posible que busquen satisfacer un deseo en particular o una adicción como beber, el
sexo o las drogas.

Quizá se enfoquen en una emoción específica: dolor, melancolía, sufrimiento, castigo,


culpabilidad, violencia, etc.

Posiblemente deseen que alguien los cuide y proteja.

Algunos entes únicamente quieren que los dejen solos, dormitando en un ambiente
cálido y cómodo.

Puede haber muchas otras posibilidades, pero una de las características más comunes
es que los entes están programados para ir en una dirección específica, que les
permita repetir el mismo patrón una y otra vez.

Michael Whelan retrata

los cordones etéricos

Con esta última frase, podemos realizar una curiosa reflexión... ¿quién programa o
realiza la adhesión de estos entes? ¿son los entes los introyectos a los que se refiere la
doctora Elan Golomb? ¿por qué la dirección específica siempre tiende a establecer una
fijación de una desviación o adicción?

¿Tal vez por encima de los entes negativos existan entidades de mayor consciencia que
los dirijan y los destinen a operar en personas específicas? Esta audaz idea quizá nos
lleve a cuestionarnos la realidad como un tablero inclinado.

El sistema de control en la cultura popular (II)

Quizá Mensajero de la Oscuridad —en el original The Mothman Prophecies— se trate


de la película más lograda sobre el sistema de control, el factor exógeno y la
manipulación emocional. Basada en el libro homónimo del prestigioso autor forteano
John Keel, escrita y dirigida por Mark Pellington y estrenada en el año 2002, describe
los hechos ocurridos en Point Pleasant, un pueblito de Virginia en norteamérica, donde
ocurren una serie de anomalías que concluyen en la caída del puente Silver Bridge
sobre el río Ohio.

La película sin embargo, añade una serie de hebras adicionales al relato del libro,
anteponiendo un suceso de alta emotividad debido a la pérdida de la esposa del
protagonista; relacionado a esto, hay un extraño accidente donde se topan con
Mothman; el diálogo de John Klein es más que elocuente al descubrir un deliberado
ataque hiperdimensional:

Un día simplemente estás manejando tu auto... y el universo... apunta hacia ti y dice...


"Con que allí están, una pareja feliz. Los estaba buscando. Los estaba buscando."

Pero para el ojo entrenado, esta criatura aparece incluso antes de este suceso funesto,
de forma encubierta como un pulso eléctrico o una anomalía en la línea telefónica, un
giro del director para adelantarse a la escena central de la película.

Años después de la tragedia, una imagen proyectada en múltiples televisores (quizá en


un guiño a la gnóstica película Matrix) nos sorprende en una clara descripción
ponerológica de la democracia:

Pienso que los partidos se están demonizando entre sí. Están proyectando nuestro
miedo y ansiedad personal... en el escenario nacional. A la gente eso no le gusta. La
gente está verdaderamente insatisfecha hoy. Son dóciles porque no ven ninguna
posibilidad de cambio.

El hilo de esta escena nos lleva a un viaje solitario en automóvil que debe realizar el
protagonista para entrevistar a políticos en campaña: y es aquí donde aparece el factor
exógeno en un claro caso de abducción física (cuando el automóvil se queda en los
límites de Point Pleasant, se puede ver las señales en los cielos y escuchar un
prolongado ruido similar a un despegue). Esto explica como John Klein —junto a su
automóvil— han recorrido en sólo un par de horas más de 800 kilómetros... es curioso
también el detalle de la hora del suceso: cercano a las 3 de la madrugada, una hora
que es reconocida en los tratados de demonología como la antítesis de la luz; puede
que esto resuene con un pasaje del libro Alta Extrañeza de Knight-Jadczyk y Koehli:
Pat dijo que esa era la parte más extraña, ¡ya que no podía recordarlo! Luego de haber
visto la luz y de sentir la parálisis, lo siguiente que recordaba era estar sentada en
frente de un semáforo ochenta o noventa kilómetros más adelante en la ruta. No se
acordaba de haber salido de la autopista principal y su hijo se había cortado el dedo
con una lata de galletas que estaba tratando de abrir, estaba sangrando. Ella regresó
en sí diciendo: "Hay una toalla en el asiento trasero." Para su mayor consternación,
llegó a casa más tarde de lo normal, pero a pesar de ello, aún le quedaba un tanque
casi lleno de gasolina.

A medida que la trama se desarrolla, hay detalles sutiles que no deberían pasar
desapercibidos: las imágenes mostradas en los espejos no siempre devuelven el reflejo
del protagonista —en particular, luego de la muerte de Gordon, es posible ver el
reflejo de un alien gris cuando John tiene un ataque de ansiedad— ¿tal vez una alusión
a Through the Looking-Glass, and What Alice Found There? Los diferentes métodos
que usa Indrid Cold para profetizar y comunicarse, las interpretaciones sobre las
apariciones y abducciones por entidades exógenas: cuando Lucy hace mención a la
altura y los hipnóticos ojos de una entidad —que el material Cassiopaea relacionaría
con seres "caídos de una ventana,"— el recuento que hace la pareja al ser sorprendida
en su automóvil y en la descripción que hace Gordon de su interlocutor).

Por supuesto la escena central de la película es el cuidado diálogo entre John Klein e
Indrid Cold;(*) reforzado aun más por la brillante analogía que efectúa el personaje
Alexander Leek sobre las densidades u órdenes de consciencia:

Si hubiese un choque a diez cuadras de aquí, aquel limpiador de ventanas


probablemente lo vería. Pero no significa que el sea Dios, o incluso más inteligente que
nosotros. Pero desde su posición, el puede ver el camino con mejor perspectiva.

La trama también toca temas de obsesión (posiblemente un samskara debido a la


pérdida y el trajín emocional del protagonista), e igualmente demuestra el enorme
control que puede manifestar los arcontes en la manipulación de la realidad humana, a
través de teléfonos, comunicaciones y equipos eléctricos, cuando se los desafía o
tienen una agenda que completar.

Como curiosidad, después de Poltergeist, esta película sustenta el nefasto record de


"película maldita," con al parecer, una gran cantidad de gente relacionada fallecida al
poco tiempo de su estreno... es notable la enfermedad fulminante de la esposa del
director, Jennifer Barrett-Pellington quien muere en el año 2004. La frase gnóstica de
Leek cobra sentido: No se nos permite saber.

Densidades y Granularidad

Parece haber una relación estrecha entre los soportes de una Realidad y la capacidad
de entendimiento de las entidades que la habitan. Los artículos de esta colección se
refieren en varias oportunidades a las Densidades, y hemos intentado definirlas como
anillos de consciencia, donde los más interiores comprenden y/o dominan a los más
exteriores, mientras que los más exteriores sólo tienen una vaga idea de los interiores.

Es posible ejemplificar esto en nuestra realidad cotidiana, en las formas que


elaboramos nuestro alimento haciendo uso de la fauna y flora o de las maneras que
explotamos los recursos naturales para nuestro propio beneficio. Sin embargo, si
miramos hacia arriba nuestra percepción es difusa y tan sólo hemos logrado elaborar
algunos conceptos como Ángeles y Demonios basado en la interpretación subjetiva de
aquello que nos beneficia o nos perjudica a nivel humano; en su informe Ancient and
Future Custodial Alien Races el autor plural Nexus Seven nos acentúa este punto de
vista:

Si los Angeles y Demonios de los Cielos corresponden a las avanzadas razas


extraterrestres de buenas y malas intenciones, entonces nuestra Tierra bien puede
entenderse como una Placa de Petri con múltiples combinaciones de razas aliens en
experimentación evolutiva. Probablemente se trate de una labor de amor en el caso de
las buenas razas extraterrestres, y probablemente un frío y calculado oportunismo
para las razas detrimentales.

Con la educación ortodoxa que se recibe en la actualidad es difícil intentar emancipar


la mente para que logre entrelazar conceptos de los que antiguamente se hacía
mención común. Escritores arcaicos mencionan los cuatro estados de la materia como
tierra, agua, aire y fuego; sin embargo nuestra ciencia los ha ignorado reconociendo
sólo los tres primeros (sólido, líquido y gaseoso) habiendo anexado, con algunas
reservas, el cuarto: el estado de plasma; así es, los antiguos ya conocían mejor la
realidad que nosotros, y dentro de la fisicalidad de la materia aunaban el concepto de
plasma: el fuego es un plasma ígneo nos dice el venerable astrofísico Carl Sagan es su
celebrado libro Cosmos (cap. IX, Las vidas de las Estrellas):
En los laboratorios medievales se perseguía la transmutación de los elementos: una
actividad llamada Alquimia. Muchos alquimistas creían que toda la materia era una
mezcla de cuatro sustancias elementales: agua, aire, tierra y fuego, una antigua
especulación jónica. [...]

El fuego no está compuesto en absoluto de elementos químicos. Es un plasma radiante


en el cual la alta temperatura ha arrancado algunos de los electrones de sus núcleos.
Ninguno de los cuatro antiguos "elementos" jonios y alquímicos es un elemento en el
sentido moderno: uno es una molécula, dos son mezclas de moléculas, y el último es
un plasma.

Pero la ciencia hoy nos descubre que hay plasma oscuro, y podríamos situar allí la
materia oscura. Mediante un pequeño esfuerzo intelectual podemos comprender la
granularidad de la materia: en efecto, vemos que la tierra filosófica o el estado sólido
es un estado de baja energía, podríamos situar allí a la primera densidad, mientras que
el agua arcaica representa al estado líquido, es decir, un incremento de energía por
sobre el sólido, que podríamos identificador con los mares y océanos, soporte de la
segunda densidad; y entonces, el aire filosofal no es otro que el estado gaseoso, de
mucha mayor energía que la anterior, en donde habitamos nosotros, la tercera
densidad. Stanislas Klossowski de Rola en su libro Alquimia nos persuade:

Utilizando la terminología de la alquimia, puede decirse que, en cierta forma, todos los
líquidos son agua, todos los sólidos tierra y todas las sustancias gaseosas o volátiles,
aire, al mismo tiempo que cualquier tipo de calor es fuego. Esto no es, como han
supuesto algunos, una simplificación exagerada provocada por la ignorancia o la
estupidez. Una actitud tan desdeñosa pone de manifiesto, una vez más, que se han
interpretado muy literalmente los términos aquí empleados, a pesar de todas las
advertencias, como por ejemplo aquella de Ferrarius: «... no de una naturaleza
vulgar.» Algún día quedará patente que los antiguos alquimistas poseían un
conocimiento de la materia y sus propiedades mucho más sutil que el de quienes hoy
en día se dedican a machacar átomos.

El ojo entrenado puede ver que a un incremento de la energía (la aceleración de las
partículas), el nivel de densidad también se ve incrementado; asimismo la granularidad
es cada vez más sutil, y nuestra capacidad de percepción es menor (¿acaso no
percibimos mejor con nuestros ojos un estanque que el agua que se evapora?) Por
supuesto, no hay que olvidar que la verdadera naturaleza de la tercera densidad sería
mucho más sutil que la animalada actual: tal vez parecida a como el profesor Tolkien
describió a los Elfos... ¿quizá por alguna razón la humanidad decidió caer en otro traje?
Dios Reptoide en la cultura mesoamericana

notar las tinas con miembros humanos

Ahora bien, ¿y la cuarta densidad? Podemos identificarla sin duda con el fuego
filosofal, pues Fulcanelli nos menciona que allí habita la Salamandra... ¿y qué es la
Salamandra? ¿tal vez alguno de los habitantes genuinos de la cuarta densidad? En
varios relatos de abducciones se hace mención a unos seres altos en trajes oscuros y
de formas siniestras, tal vez, draconianas o reptoides... ¿estará esto relacionado? En
The Universal Medicine, del joven pero tristemente desaparecido alquimista Nicholas
Collette, nos previene:

Pero si el hombre no está suficientemente preparado, será incapaz de soportar el


horror de lo que sus nuevos ojos contemplarán. Porque mientras hay tantos seres
celestiales hermosos que viven entre nuestro mundo y el de los espíritus sin cuerpo,
aun hay más que son horribles demonios que se vuelven más fuertes por el miedo que
perciben en el hombre; y persistirán para alimentarse de su energía si se desconoce
cómo recuperar el control de los propios sentidos y detener el miedo, para
reemplazarlo sólo con valentía y fe en Dios. En ese momento toda su aura se iluminará
con una prístina y blanca luz, tan brillante que esas horribles entidades huirán a la
oscuridad de los despojos y ruinas.

Porque a pesar de que parecen ser espíritus, en efecto están vivos, investidos en un
cuerpo menos denso y más sutil que nuestro cuerpo físico.

Y este hecho terrible es la razón por la que la piedra se llama la Piedra de los Sabios y
la Piedra Filosofal. Debe tenerse el nervio para soportar las pruebas de la Naturaleza y
de todos sus habitantes. [...] Los antiguos Alquimistas sabían que entre el reino de los
muertos y el de los vivos, entre el Reino del Espíritu [5° Densidad] y el Mundo del
Hombre [3° Densidad], existen entidades que habitan el crepúsculo entre los dos
mundos [4° Densidad], y tienen algunos de los poderes del mundo espiritual, pero
también están sujetos a las leyes del mundo físico, y finalmente mueren como todo en
la naturaleza. Y al igual que el Mundo del Hombre, los hay justos y prudentes pero
también maliciosos e inmorales entre esa multitud. Porque viven mucho más tiempo
que el Hombre, y su mundo está lleno de miles de millones de más almas que el
nuestro, y sus números son abrumadores al Alquimista que los está viendo por primera
vez. Estos son los espíritus Elementales [...]

Fragmento del Juicio Final del Bosco


Tal es así que la Cuarta Densidad es la del plasma, con un incremento en la energía
respecto al estado gaseoso y un nivel de granularidad de mayor sutileza, tal vez de
fisicalidad variable como se nos ha informado; esta densidad, al ser más elevada que la
humana, nos envuelve y evidentemente nos controla y utiliza, como nosotros hacemos
lo propio con las densidades inferiores: así en la Tierra como en el Cielo. Es hora de
situar en la casilla correcta a nuestro concepto de Demonios.

¿Y aun más arriba? En grimorios y antiguos tratados herméticos se menciona la


quintaesencia. Algunos podrían arriesgar que estaría relacionado con la Quinta
Densidad: la densidad espiritual por excelencia, nuestro origen y destino. Pero
debemos considerar que hay aun más planos de existencia, donde sólo se accede a
través del servicio al prójimo; aquí toda nuestra ciencia queda miope y ciega; sólo
podemos atisbar por lo que nos informan del plano divino o pleroma, habitado por lo
que podríamos conceptualizar como Ángeles, de un nivel omnisciente a todos los
demás planos inferiores.

Por supuesto, el plano divino es sólo una antesala a la Séptima Densidad; tan sólo un
puñado de mortales ha logrado concebirlo y aun menos plasmar su descripción... de
entre ellos, el profesor Tolkien escribió:

Y entre todos los esplendores del Mundo, las vastas salas y los espacios, y los carros de
fuego, Ilúvatar escogió como morada un sitio en los Abismos del Tiempo y en medio de
las estrellas innumerables. Y puede que esta morada parezca algo pequeña a aquellos
que sólo consideran la majestad de los Ainur y no su terrible sutileza; como quien
tomara toda la anchura de Arda para levantar allí una columna y la elevara hasta que
el cono de la cima fuera mas punzante que una aguja; o quien considerara sólo la
vastedad inconmensurable del Mundo, que los Ainur aún están modelando, y no la
minuciosa precisión con que dan forma a todas las cosas que en él se encuentran.

El sistema de control en la cultura popular (III)

Otras tres películas del género que describen con eficacia el Sistema de Control en la
realidad humana son:

Fallen (Poseídos),
The Box (La caja mortal), y

The Forgotten (Misteriosa obsesión).

La primer película bien puede describir la realidad de un Wanderer (en términos


bíblicos un profeta o un hombre justo), alguien que evita los desenfrenos mundanos,
denuncia las injusticias de su tiempo y/o dedica su vida al servicio al prójimo. John
Hobbes se enfrenta claramente a un demonio, es decir, una de las fuerzas de cuarta
densidad de servicio egocéntrico, que manipula a los seres humanos ingresando en sus
mentes, sembrando desdicha y cosechando dolor (en términos modernos: loosh).

En general los Wanderers, una vez despertados de la ilusión (también conocidos como
Guachos Esclarecidos), no suelen ser presa fácil del Sistema de Control pero también
suelen ser blanco de ataques deliberados por parte de este. La película describe con
peculiar claridad la forma en que Hobbes es atacado de manera directa: en su trabajo,
en su etorno familiar y finalmente a nivel físico. Es realmente acertada la escena en
que los portales orgánicos, es decir la gente común, es poseída en cadena a través de
simples toques físicos... un típico caso que se describe como gangstalking. El cántico
Time is on my side! que entonan los poseídos quizá nos de una pista de que el tiempo
no es una limitante para consciencias superiores.

Tanto The Box como The Forgotten podríamos arriesgar que comparten la
conspiranoica premisa de que la humanidad es sencillamente un experimento de
consciencias superiores cuyo objetivo no es el bienestar humano, sino otro fin que
puede estar relacionado con la generación, estudio y propagación de emociones
negativas.

The Box retrata la historia de una familia que es sumergida en caos financiero,
apareciendo un elemento exógeno como salvador de la situación: una extraña caja que
al presionar un botón ofrecerá una cuantiosa suma de dinero a cambio de la vida de
una persona desconocida.
Es interesante como el factor exógeno interpenetra la realidad humana: provocando el
despido laboral de los integrantes del matrimonio, una confabulación de "aprietes"
financieros y una situación cotidiana estresante que lleva a los protagonistas a
replantearse la situación desesperada de la Caja. Quizá para subrayar aquel mito
extraño sobre los implantes, cada vez que el Sistema de Control manipula a un
humano, su nariz sangra.

The Forgotten en cambio llega hasta las raíces mismas del problema, mostrando como
el factor exógeno puede no sólo manipular el presente humano, sino también su
pasado, siendo capaz de erradicar cualquier recuerdo, memoria o suceso, en este caso
la desaparición de un hijo.

Cualquiera que haya pasado por una situación hostil, donde los recuerdos se
contradicen con los resultados actuales, o aquellos que reiteradas veces se vean ante
una situación que continuamente se sumerge en un desasosiego intimidante podrán
comprender la situación de la protagonista.

Para la historia misma de la película, que pareciera centrarse en un estudio que


realizan los extraterrestres grays sobre los cordones etéricos, en particular aquel que
une a una madre con su hijo (o a un padre con su hija), el curioso desenlace final, con
una protagonista que ahora es dueña de la verdad de sus recuerdos y testigo del
corrimiento del velo, no parece acomodarse a una realidad objetiva.

Interpretando diálogos subterráneos

Dentro de un acalorado y populoso vagón de un subterráneo metropolitano,


miembros de una familia buscan el cobijo de asientos cercanos; la transpiración, la
humedad y los olores del oscuro túnel se entremezclan con el ruido de los frenos. Se
ha detenido el motor, quizá el suministro eléctrico haya colapsado otra vez; algunas
luces de emergencia asoman tímidas en la inhóspita negrura. Un diálogo
despreocupado comienza entre los familiares.

Recuerdos y anécdotas del pasado se enhebran con sonrisas y miradas perdidas. En un


momento la charla comienza a asemejarse al túnel... oscuro y silencioso, quizá las
reminiscencias esotéricas de la ausencia de luz disparen aquellos conceptos filosóficos
que yacen en el subconsciente, bajo la hojarasca entumecida de numerosos otoños
vanos y estridentes.

Un tema extraño aflora; una de las jóvenes voces, remando la treintena, propone: "el
hombre es un parásito, no produce nada y lo consume todo; observen, la gallina nos
brindan plumas para almohadas, huevos y carne; la vaca otro tanto: su cuero, la leche
y un sabroso asado... ¿pero el ser humano qué otra cosa que predar hace? Nada; sólo
se reproduce y continúa consumiendo y agotando las reservas naturales." (1)

Las voces se entrechocan entre refutaciones y pareceres; algunos comentarios jocosos


se desvían de la charla solemne... por momentos el tema se refugia en respuestas
bufonas, hasta que una voz anciana que había permanecido callada opina: "mi abuelo
comentaba que en la naturaleza no hay nada que no se aproveche; las antiguas
enseñanzas de los chamanes del pueblo de mi abuelo enseñaban que el hombre
produce naturalmente dos substancias que son aprovechadas por los dioses
tenebrosos, pero que el hombre no debe saberlo, pues de ser así ya no lo ofrecería en
la cantidad o calidad que en su ignorancia produce."

La tenue iluminación parpadeante y el silencio reinante en el vagón pareció crear el


ambiente de un fogón en los cuales la sabiduría de los ancianos manaba hacia los
jóvenes. Uno de ellos se aventura a preguntar: "¿cuáles son aquellas substancias?".

Por afuera del vagón se escuchan las voces de los guardas, al parecer el corte eléctrico
no era general y sólo afectaba a algunas estaciones del ramal.

Unos ojos marcados por el cincel del tiempo se cierran, tal vez buscando las palabras
correctas; no todos los presentes quizá estén preparados y el tema había surgido con
excesiva espontaneidad. Los chamanes eligen con cuidado a los receptores de este
conocimiento, y por otro lado puede ser perjudicial que los que no están listos
conozcan de manera pasiva algunas verdades; es necesario que uno se esfuerce en
conocer: sólo así el conocimiento se transforma en entendimiento y con el tiempo, en
algo que uno puede conscientemente aplicar en su vida.

Las Alas del Cóndor, ilustración

presente en el libro Los Guachos

La voz anciana habló con lentitud: "mi abuelo sólo llegó a comentarme que una de
esas substancias eran las emociones, aquellas que afloran y que uno no logra elegir o
encaminar; él hablaba que las emociones se parecen a los caballos: hay algunos
mansos y educados, otros salvajes y bravos. Las emociones desbocadas y
desenfrenadas, aquellas que afloran de la ira y la violencia o del dolor y del terror son
las más preciadas por los dioses tenebrosos." Una extraña y velada sonrisa se dibujó en
su rostro: "la otra substancia la tuve que deducir pues él ya no estaba para enseñarme,
sin embargo y luego de meditarla algún tiempo con mi esposa, lo entendimos."

Unos pasos apresurados por el túnel y la súbita vuelta de la luz en el vagón disipó la
conversación; se escuchó el temblor del motocompresor volviendo a llenar los tanques
de aire... pasarían algunos segundos hasta que la marca de presión de los frenos fuese
lo suficientemente segura como para reiniciar la marcha.

La primer voz, aquella que había iniciado el diálogo, inquirió: "¿y cuál es entonces esa
segunda substancia?" La luz volvió a desvanecerse y esta vez los acumuladores no
tuvieron oportunidad de absorber el consumo del motocompresor; el vagón
permaneció en oscuridad... de la cabina se escucharon algunos provocativos
juramentos.

"Quizá sea mejor que piensen un poco en la primer substancia, la segunda tal vez se
deduzca de la primera," dijo con calma. Desde la oscuridad reinante aun se podían
adivinar dos puntos de luz que parpadeaban con lentitud.

Se escuchó un fuerte golpe desde el interior del vagón, que volvió a vibrar: la luz había
vencido a las tinieblas esta vez. Rápidamente la formación se puso en marcha.
Aquellos asombrados pasajeros cuyos oídos se habían plegado con curiosidad al
improvisado diálogo, al llegar a sus respectivas estaciones, se los veía descender del
vagón con cierto aire de recogimiento; meditabundos ahora de un saber ancestral que
por serendipidad había rozado sus existencias mundanas.

Las metáforas de Haroldo

El famoso cineasta o, permítasenos el término más arcaico, hacedor de cuentos Harold


Ramis nos ha provisto de una seria acertada de películas con ribetes esotéricos, pero
de llegada amena.

Sin detenernos demasiado en la película Ghostbusters (en la que cualquiera con fértil
imaginación podría hallar sincronismos y metáforas escatológicas con algunos de los
temas que en esta colección se tratan, entre otros: el enfrentamiento apocalíptico
contra un dios sumerio cambiador de formas, densos problemas de demonología e
infestación, y por si fuera poco la posesión y el intento de exorcismo a Dana Barrett),
acudiremos a otras dos películas que retratan bajo la superficie de la comedia algún
que otro tema interesante.

Preferimos el título El Día de la Marmota al antisonante Hechizo del Tiempo (en el


original: Groundhog Day), tal vez porque algún ojo inquisitivo encuentre feliz la
alegoría del marmota con el arquetipo del Loco. En efecto, la película parece esconder
algún significado profundo tras aquel final feliz de Phil Connors y Rita juntos.

Para aquellos que no hayan podido disfrutar aun de la película, la historia relata un
bucle en el tiempo, en el que Phil, el protagonista -un pronosticador del tiempo-, se
encuentra encerrado reviviendo cada día desde su llegada al pueblo. Este don o regalo
de revivir el mismo día parece despertar en el protagonista la ilusión de ser libre y que
al no haber consecuencia de sus actos, puede obrar con el mayor egoísmo.

Es curioso como ciertos dones sólo descubren o exponen (un divertido juego de
palabras entre exponenciar y colocar fuera) lo que llevamos dentro; como cuando
Gollum observa el Anillo por primera vez. Y también como Gollum, el regalo no tarda
en transformarse en una maldición... Phil comprende por fin el transfondo real de su
ilusoria libertad: su cárcel sin paredes y persigue todos los medios de huir de ella sin
éxito.

La respuesta llega por fin a través de su ser polar, Rita, quien al sopesar su situación le
propone un cambio de actitud, con lo que el protagonista comienza la ardua tarea de
reorientarse, es decir, dejar de sentirse la víctima, comenzar a reconocer sus actitudes
egoístas y a brindarse hacía los demás; en definitiva, para el ojo entrenado aquí ocurre
una transformación a través del sufrimiento consciente: desde el servicio egocéntrico
hacia el servicio al prójimo. Quizá un guiño al prestigioso autor ruso Mouravieff, autor
de los libros de Gnosis, quien manifestó que la humanidad se encuentra en un ciclo
infinito, hasta que abandone su egoísmo y logre descubrir aquellas influencias que lo
liberen de la ilusión.

Es posible que Al diablo con el diablo (del original Bedazzled) permita el


descubrimiento de estas influencias. La historia pone al protagonista ante una
situación faustiana motivado por una negativa amorosa, que lo lleva a pactar con una
representante de las Autoridades del Mundo.

Cada deseo del protagonista termina alejándolo de su anhelado amor, hasta que
comienza a darse cuenta que el pacto ha sido un error; sin embargo la situación
empeora, pues el factor exógeno mueve las piezas de la realidad humana con el
objetivo de aislar y someter su alma.

En el interín y creyendo todo perdido, curiosamente dentro de una cárcel, el


protagonista encontrará un personaje que le informará de sus verdaderas opciones, y
lo llevará a reorientarse a través de influencias no egocéntricas:

- ¿Por cuánto tiempo estarás encerrado, hermano?

- Por la eternidad.

- Eso es mucho tiempo. Debes haber hecho algo realmente malo.

- Sí. Vendí mi alma.

- Espero que obtuvieras algo bueno, entonces.


- No, no obtuve nada.

- Entonces hiciste un muy mal negocio, si me preguntas.

- Bueno, entonces no te pregunto.

- En realidad no importa. No se puede vender el alma de todos modos.

- ¿En serio? ¿Por qué dices eso?

- No te pertenece en primer lugar. De ninguna forma.

- Entonces, ¿a quién le pertenece?

- Le pertenece a Dios: ese espíritu universal que lo anima todo y une todas las cosas en
la existencia. El diablo va a tratar de confundirte: ese es su trabajo. Pero al final, verás
claro quién y qué eres ... y lo que has venido a hacer. Seguramente cometerás algunos
errores a lo largo del camino, todo el mundo lo hace... pero si abres tu corazón y tu
mente... lo conseguirás.

- ¿Quién eres?

- Sólo un amigo, hermano. Sólo un muy buen amigo.

Nuevamente aquí ocurren los pasos necesarios:

reconocer la manipulación exógena, en este caso una manipulación afectiva;

detener la actitud anhelante: no pretender gobernar sobre otros;

comenzar a conocerse a sí mismo;

orientarse en servicio al prójimo (*)

El olor del agua

No nos cabe duda que muchos de los puntos de vista que se denuncian en los artículos
de esta colección, presentan un cariz oscuro y ciertamente demoledor para aquellos
con un acolchonado sistema de creencias; y en esto debemos ser claros: no estamos
buscando alterar sistemas de creencias, simplemente informar sobre una realidad -la
realidad humana- desde un punto de vista que nos esforzamos en que sea lo más
objetivo y comunicable posible.
La humanidad parece estar programada (¿o quizá hipnotizada como diría Gurdjieff?)
con un cinismo rosado sobre la realidad, si se nos permite, con un programa lo
suficientemente inteligente como para parchear dinámicamente aquello que contrasta
con el sistema de creencias internalizado: si vemos en la realidad algo que nos
desagrada, casi de forma automática, reaccionamos ignorándolo o rechazándolo; sólo
aquello que subjetivamente nos conviene es lo que terminamos aceptando.

Aquí discurre tal vez la principal dificultad, pues se aprende más fácil por contraste.
Pero al rechazar del mosaico de la realidad aquellas piezas desagradables, nuestro
conocimiento, es decir, la base de datos de la realidad, está incompleta: estamos
condenando o marginando hechos (y acá Charles Fort nos podría recomendar su libro
The Book of the Damned), y así el rompecabezas permanece incompleto y sin solución.

Es entonces cuando se busca la solución fácil: creer; pero creer o suponer algo
cognoscible es sumamente peligroso. Debemos reconocer que creer o entablillar la
realidad macabra con fe es una actitud basada en la comodidad y en la negación: es el
rechazo de la realidad tal como es; de hecho, podríamos decir que es una actitud
parasitaria pues se toma una actitud sumamente pasiva, donde está ausente la
componente crítica, analítica y, sobre todo, la actividad consciente.

La realidad humana vista de manera objetiva es muy diferente a como la percibimos, y


aun más, a como la conceptualizamos; dicho concepto es una composición de nuestro
sistema de creencias particular, y por lo tanto subjetivo. Permítasenos una analogía:
hoy en día los textos de educación inicial y avanzada aun siguen mostrando que el
agua es incolora, inodora e insípida, siendo esta caracterización acientífica y
completamente subjetiva, pues es evidente que nuestros órganos sensoriales
biológicos están basados en agua, y por lo tanto no registran ninguna particularidad
del soporte sobre el que están operando.

De la misma forma, al estar sumida nuestra percepción, y sobre todo, nuestra


conceptualización de la realidad en la marisma humana de los sentidos, muchos signos
de la realidad se nos escapan, y aun peor, nuestra mente nos juega en contra al tratar
de encajar el cuadrado dentro del círculo para evitar el desacuerdo con el modelo
consensuado; tememos opinar diferente porque nos desagrada la segregación: no
queremos ser tildados de locos o alienados. Tal vez por ser egocéntricos por
naturaleza: al estar acostrumbrados a movernos en estructuras jerárquicas, el hecho
de estar basado nuestro motor cerebral en el draconiano Complejo-R, se nos esconde
y se nos oculta el hecho de estar en una realidad entrópica; quizá, Stanley Milgram y su
experimento sobre la obediencia a la autoridad pueda echarnos algo más de luz:

La segunda es la teoría de la cosificación, donde, según Milgram, la esencia de la


obediencia consiste en el hecho de que una persona se mira a sí misma como un
instrumento que realiza los deseos de otra persona y por lo tanto no se considera a sí
mismo responsable de sus actos. Una vez que esta transformación de la percepción
personal ha ocurrido en el individuo, todas las características esenciales de la
obediencia ocurren. Este es el fundamento del respeto militar a la autoridad: los
soldados seguirán, obedecerán y ejecutarán órdenes e instrucciones dictadas por los
superiores, con el entendimiento de que la responsabilidad de sus actos recae en el
mando de sus superiores jerárquicos.

Esto nos debería hacer reflexionar si no existirán seres humanos cómplices (voluntarios
o no) de las autoridades hiperdimensionales. En efecto, por naturaleza no percibimos
el olor del agua.¿Y sólo esto se nos oculta? Al parecer no. Sin embargo, el hecho de
lograr reconocer estar en una realidad desbalanceada, nos permite ampliar nuestro
sistema de creencias, y tomar decisiones optimizadas... es este quizá el primer paso a
dar.

Con el transcurso del tiempo asaltarán otras dudas en nuestra mente: ¿quién ha
desbalanceado el tablero? Es evidente que el pesado pie que nos ha hundido en la
discordia no es humano. Y luego de meditarlo un tiempo, llegará el momento de
preguntarnos ¿por qué? El notable Juan García Atienza comprendió perfectamente la
internalización del factor exógeno en su libro La Gran Manipulación Cósmica:

Entendámonos: todos estamos mentalizados para la aceptación de determinados


poderes que se manifiestan bajo la forma de gobiernos del más diverso cariz o bien
bajo el aspecto de fuerzas espirituales o religiosas distribuidoras de salvaciones y de
condenas que afectan directamente a la presunta trascendencia, del mismo modo que
los gobiernos y sus acciones afectan a la subsistencia, a la libertad de expresión y hasta
al progreso material relativo.

Donde comienza a fallarnos esa mentalización es en el momento de plantearnos si ha


acaso un determinado número de potencias supragubernamentales,
macroeconómicas y hasta metaespirituaIes que, formando a su vez parte de una
entidad colectiva única y planetaria, dominan la vida del género humano desde planos
anímicos, biológicos, económicos, sociales, tecnológicos y políticos, moviendo los hilos
de la conciencia colectiva de la humanidad y jugando con esa conciencia de tal modo
que, desde la semántica a la supervivencia puramente material, todo cuanto afecta al
hombre y a sus relaciones con los demás esté controlado estrictamente, atado hasta
sus cabos más sutiles manejado sin que queden libres de esa voluntad superior nada
más que pequeñas verrugas socioculturales, que malamente podrían resistir- al
estricto control de la gran máquina detentadora del máximo poder.

Anillos de Poder y Ovnis, una curiosa asociación

El profesor Tolkien escribió el Señor de los Anillos como continuación de su cuento


infantil mitopoieco El Hobbit. El hilo de Ariadna que une ambas historias es un anillo, el
soberano de los Anillos de Poder; en el libro El Silmarillion y en sus Cuentos
Inconclusos nos ha brindado pistas adicionales sobre la confección de estos anillos:

Ahora bien, los Elfos hicieron muchos anillos, pero Sauron hizo en secreto un Anillo
Único, para gobernar a todos los otros, cuyos poderes estarían atados a él, sujetos por
completo a él, y durarían mientras él durase. Y gran parte de la fuerza y la voluntad de
Sauron pasó a ese Anillo Único; porque el poder de los anillos élficos era muy grande, y
el del que habría de gobernarlos tendría por fuerza que ser aún más poderoso; y
Sauron lo forjó en la Montaña de Fuego en la Tierra de la Sombra. Y mientras llevaba el
Anillo Único, era capaz de ver todo lo que se hacía por medio de los anillos menores, y
podía leer y gobernar los pensamientos mismos de quienes los llevaban.

Bien, ¿pero qué tiene en común este Anillo Único y los Ovnis? Algún jocoso despistado
arriesgará que ambas cosas no existen... ¡son fantasía! La famosa frase de Homero
reza: los vampiros son seres inventados, como los duendes, los gremlins y los
esquimales.

Al ponernos a meditar hay una serie de asociaciones interesantes: en principio los


Ovnis son artefactos que evidentemente no han sido construidos por humanos, al igual
que los Anillos de Poder; en ambos casos, estos artefactos son confeccionados por
consciencias más elevadas que las mentes humanas; para la mitología de la Tierra
Media, los anillos son el producto final entre el conocimiento de Annatar (el disfraz
que usó Sauron) y los artesanos elfos Noldor, conocidos como los Mírdain (una buena
aproximación serían nuestro concepto de ingenieros).

Tanto los Ovnis como los Anillos de Poder comparten otra característica en común:
permiten violar las leyes que entendemos como naturales en el plano físico: la mayoría
de los avistamientos relatan acrobacias particulares de los Ovnis, donde no se guarda
una trayectoria lineal o parabólica, ni parecen respetar dimensiones físicas a las que
estamos habituados (o confinados). El Anillo Soberano al caer en manos de los hobbits,
también brinda poderes sobrenaturales donde la prolongación de la vida biológica es
el más llamativo, aunque con claros efectos detrimentales para el caso de Gollum.

La tecnología demiúrgica que

nos encadena al plano físico

En palabras del investigador de Montalk podríamos caratular ambos artefactos como


tecnología demiúrgica; y aquí sería importante recordar aquella famosa frase que nos
enseñaba sobre la magia Arthur Clarke.

Pero hay algo que al ojo entrenado quizá no se le habrá escapado... en efecto, y
salvando las diferencias de tamaño (porque de acuerdo al astrofísico Jacques Vallée, el
objetivo es el mismo: control y dominación), parecería que tanto los Anillos como los
Ovnis permiten la transmogrificación entre Densidades de la Materia. La visión de Sam
Gamyi cuando utiliza por primera vez el Anillo Soberano nos sugiere:

El mundo se transformó, y un solo instante de tiempo se colmó de una hora de


pensamiento. Advirtió en seguida que oía mejor y que la vista se le debilitaba [...] Aquí
todo cuanto veía alrededor no era oscuro sino impreciso; y él, en un mundo gris y
nebuloso, se sentía como una pequeña roca negra y solitaria, y el Anillo, que le pesaba
y le tironeaba en la mano izquierda, era como un globo de oro incandescente. No se
sentía para nada invisible, sino por el contrario, horrible y nítidamente visible [...]

Es evidente que lo que se intenta transmitirnos es cómo se observa la realidad física


estando inmersos, mediante el uso de un Anillo de Poder, en una realidad etérica —de
granularidad más sutil— lo que garantiza la conocida invisibilidad física pero, por el
contrario, uno se vuelve más nítido a los habitantes de dicha densidad.

Quizá, esto pudiese explicar el desvanecimiento tan típico en los casos de


avistamientos; es decir, los Ovnis simplemente incrementan la aceleración de sus
partículas, generando un cambio de frecuencia, pasando del estado de tercera
densidad (físico) a la cuarta densidad (etérico); para enfatizar este marginal punto de
vista, en el libro The Wave III de Laura Knight-Jadczyk se nos informa (cap. XXII):

Cuando un ser o nave o un instrumento de cualquier tipo fabricado o concebido en


cuarta densidad aparece en tercera densidad, es capaz de navegar a través de la
tercera densidad en la realidad de la cuarta densidad. Pero, cuando tiene un
desperfecto, lo que quede de éste permanecerá en tercera densidad. [...] Si llegase a
funcionar mal en tercera densidad, entonces se quedará congelado en tercera
densidad.

El término utilizado frozen en el original en inglés que hemos traducimos en congelado


es más que apropiado, pues nos transmite la idea de que la percepción de estos
artefactos es posible sólo cuando desciende su frecuencia a tercera densidad, una
excelente analogía a cómo se comportaría la materia líquida (segunda densidad)
cuando se congela (primera densidad).

Tenemos entonces una notable explicación que nos puede ayudar a comprender
cuándo algún elemento se cuela de una realidad a otra; gran parte de los casos
publicados por el ingeniero francés Vallée en Pasaporte a Magonia parecieran poder
comprenderse utilizando este modelo expandido: nuestra realidad física se encontraría
encastrada en otra superior o hiperdimensional; la principal característica de esta
densidad es su nivel de sutileza, y las entidades que la habitan parecen poseer la
propiedad de materializarse con la forma que desean, al menos por poco tiempo, en
nuestra realidad física.

De Grises y sueños tanáticos

No lo dudamos, en esta ocasión tal vez estemos caminando por la cuerda floja... al
carecer de las pruebas materiales y reproducibles que nos exige el modelo científico.
Apenas podemos presentar los hechos —o recuerdos— con algún paradigma
partiendo de fuentes que se escapan a la comprensión humana. Pero intentémoslo:
entre tanta sombra algún destello de luz no pasará desapercibido.

Sobre los Grises (o Grays) existe bastante literatura moderna, pero se estaría
ignorando una gran cantidad de antecedentes si desconsideráramos los mitos o
cuentos de la antigüedad. El prestigioso astrofísico Jacques Vallée postula que las
mitológicas hadas y gnomos son representaciones posibles para el mismo fenómeno,
donde podemos incluir las curiosas referencias a los secuestros o intercambios
(changelings) realizados por estos seres, en los cuales bebés eran sustituidos por
criaturas deformes; al respecto, William Bramley en su libro Los Dioses del Eden
conjetura:

He llegado a interesarme por este problema debido a las declaraciones sobre las
abducciones extraterrestres. Las abducciones que conocemos hoy son aquellas cuyas
víctimas humanas son regresadas al sitio del secuestro. ¿Existirán muchos casos
conocidos en los cuales las personas raptadas no han sido regresadas? ¿Es posible que
algunos de esos ejemplos envuelva a niños? Me he cuestionado esto que parece
impensable: si la raza humana fue creada como una raza de esclavos, ¿es posible que
todavía sea proveedora de mano de obra para la sociedad Custodia en forma de niños
humanos?

Cierta literatura reciente, en especial aquella basada en el Experimento Cassiopaea


sostiene que los Grises son entidades biológicas pero de naturaleza robótica, algo
semejante a un organismo cibernético destinado a trascender con facilidad
densidades, en particular, de la cuarta a la tercera, posiblemente con el objetivo de
realizar diferentes actividades físicas especializadas en nuestra realidad que sus
diseñadores no pueden o no desean efectuar; de forma separada, la doctora Karla
Turner especuló:

Otra posibilidad es que, como a ciertos abducidos se les ha dicho o mostrado, los
pequeños Grises 'trabajadores' sean robots androides producidos en masa, los cuales
no tienen almas individuales y, por lo tanto, no están 'vivos' como entendemos el
término. Los Grises muestran una fisiología fetal rígida, como lo han aseverado
numerosas descripciones. Y dado el dominio suficiente de la genética, el material
reproductivo humano podría ser alterado para que su apariencia se asemeje a la del
tipo Gris, aún siendo estrictamente humana en composición, en vez de una mezcla
entre extraterrestre y humano.

Los Grises, en efecto, podrían ser cuerpos de bebés humanos terriblemente alterados,
desprovistos de lo que llamamos alma, programados mentalmente como hardware
dedicado.

La doctora Turner sostiene que estos seres participan de toda abducción, encargados
del adormecimiento (¿hipnosis o tal vez el desprendimiento del doble etérico?),
transporte y, muchas veces, llevando a cabo determinados exámenes o controles
sobre el cuerpo de la víctima. Es interesante replantear la lectura de sus libros desde la
postura de una abducción etérica y no necesariamente física: considerar esto no haría
perder generalidad a las hipótesis y nos permitiría introducir la Teoría de la Distorsión,
(1) dado que sólo implicaría el postular la posibilidad de registrar o percibir actividades
en otros reinos no necesariamente materiales del Cosmos, en definitiva, nada
diferente a la capacidad innata de recordar nuestros sueños y, sobre todo, las diversas
sensaciones que en ellos nos rodean.

Sin embargo, hay alguna conjetura que es posible sostener a partir de la mayoría de los
hechos relatados por las víctimas; sin entrar en los detalles escalofriantes, estos serían:
extracción de energía basada en el sufrimiento, y procedimientos relacionados con la
actividad sexual; algunos investigadores coinciden en la hipótesis que ambas
actividades involucren la generación de emociones caóticas o desenfrenadas, tal vez
asociadas a la emisión de energía desde diferentes chakras del cuerpo etérico; del libro
Close Encounters of the Fourth Kind de Courtlandt Bryan:

Bajo hipnosis, los Hills de manera separada, cada uno con sus palabras, relató haber
sido abducidos desde sus automóviles por pequeños seres grises con grandes cabezas
y ojos, diminutas bocas y narices. Estos seres llevaron a los Hills dentro de su nave
estacionada, los separaron en distintas habitaciones, y comenzaron a realizarles
distintos exámenes médicos. Durante estos exámenes, una larga aguja fue insertada
en el estómago de Betty Hill como parte, según informaron los seres, de un "test de
embarazo."

Posteriormente siguieron varios exámenes médicos: remoción de piel, extracción de


muestras y un doloroso largo etcétera, y fue entonces cuando a los Hills se les permitió
abandonar la nave, y observarla despegar. Luego de una serie de pitidos, sus memorias
de la traumática experiencia fueron borradas; tan solo quedó una vaga reminiscencia
de lo ocurrido.

Por supuesto, el ojo entrenado coincidirá en que nuevamente el denominador en


común es la extracción compulsiva de loosh (como energía vital o líbido emocional)
por medio del dolor físico, terror psíquico o imaginería onírica de trasfondo sensual;
pero también es tentador asociar los relatos de embarazo, extracción de fetos y
manipulación de criaturas con la perspectiva de la manipulación genética. La doctora
Turner habiendo trabajado con más de 400 abducidos, detalló las siguientes
características sobre Los Grises:
la capacidad de alteración de la percepción: esto se conoce como encampanamiento o
también Oz Effect; creando una especie de realidad virtual que se proyecta en la
mente humana; se supone también que pueden adoptar diferentes apariencias o de
parcial invisibilidad: esta capacidad de nublar los sentidos generalmente es una
característica de los cuentos de hadas;

los abducidos presentan diferentes marcas en sus cuerpos: pueden notarse pequeñas
faltas de piel o cicatrices rectas; otras marcas incluyen pinchazos, moretones o incluso
marcas como de 3 ó 4 garras; es notable la coincidencia con relatos de víctimas físicas
de fenómenos poltergeist;

las mujeres abducidas frecuentemente presentan problemas ginecológicos después de


un encuentro de esta clase, que en general concluyen en quistes, tumores, cáncer de
pecho o útero;

los abducidos reportan haber sido maltratados, abusados y amenazados por sus
captores; existen procedimientos donde dolorosas sondas genitales y anales son
utilizadas —incluso en niños pequeños— y líquidos desconocidos se inyectan en
algunos de los secuestrados (en particular, en la zona umbilical);

se reporta haber sido llevados a instalaciones subterráneas donde se observan


grotescas criaturas híbridas, guarderías de fetos y humanoides híbridos, y extraños
depósitos llenos de fluidos color ámbar donde flotan miembros de cuerpos
descuartizados; curiosamente algunos abducidos reportan ver otros humanos siendo
procesados para la extracción de sangre, mutilados o desmembrados y sus torsos
apilados como leños; luego al observador se le informa que ese será su fin si no
coopera con sus captores (estos temas son profundizados en los trabajos de Bruce
Alan DeWalton, conocidos como The Dulce Protocol, The Grand Deception y The
Omega Files, más tarde reeditados por Robert Teske);

otro hecho común es que los abducidos son cooptados para tener relaciones sexuales
con humanoides o incluso entre otros abducidos, mientras los aliens observan el
desempeño; en estos casos los aliens participantes se camuflan en apariencias que
resuenan con los recuerdos de la víctima; es como si los Grises pudiesen explorar la
mente accediendo a los deseos y vulnerabilidades de manera de personalizar la
experiencia de la abducción (para más detalles, hemos profundizado en los artículos
sobre la interferencia exógena en las relaciones románticas);

otro hecho curioso es que los aliens predicen eventos catastróficos y un período
terrestre de caos y destrucción global; incluso refuerzan esta idea diciendo que las
víctimas han sido seleccionados para su rescate con el objetivo de salvar la civilización
en este u otro planeta temporal hasta que el evento apocalíptico haya concluido.
La efigie tanática o CalFet (2) reportada

por niños a la hora de dormir

Hay quizá una connotación esotérica en todo esto, tal vez relacionada con
determinados arquetipos que figuran en mucha de la ilustración alquimista; sin
esforzar demasiado la imaginación es posible descubrir la analogía entre la cadavérica
representación de los Grises, la Efigie de la Muerte y el recargado contenido tanático
del argot o arte gótico. Y aquí podemos establecer algunas asociaciones difusas... ¿es
la mente humana la responsable de sintonizar símbolos arquetípicos al intentar liberar
la psiquis de un proceso traumático o de alta emotividad durante el sueño? O tal vez,
como se nos presenta la información en diferentes testigos, ¿estamos siendo
ordeñados por criaturas parasitarias que desafían toda lógica material?

Cabe preguntarse, por qué niños saludables, sin haber trascendido vicisitudes trágicas,
criados con las comodidades modernas en un ambiente amoroso tienen sueños
recuentes con alta carga tanática; ¿es quizá la enuresis nocturna una consecuencia
física de evaluaciones o procedimientos que se están realizando en otro plano? (3)
Recomendamos la lectura del síndrome de post-abducción.

Nada es gratis en la vida

Parece un título depresivo o hasta siniestro, pero hay bastante oculto a la mirada
simple. No hay muchas dudas al respecto: en una realidad entrópica, todas las
transacciones energéticas poseen una carga adicional (o payload); quizá algunos que
vivan en la descarriada latinoamérica reconozcan algún patrón similar a las coimas y
arreglos, lubricantes de un forzado y oxidado motor de intereses egoístas y del sálvese
quien pueda.

Pero hay más: todos aquellos sistemas de creencias sostenidos con fe que intentan
tapiar la triste realidad con promesas de salvación y amor, simbolizan el aspecto
marketinero que se disimula detrás de un producto comercial: nos han vendido una
ilusión, nos han preparado un contrato draconiano con el fin de obtener réditos
ocultos de una mala decisión de compra. Ahora bien, la adquisición ya está hecha,
¿verdad? Pero no es suficiente, las autoridades (o sus secuaces) deben exprimir al
máximo al consumidor mientras este permanezca ignorante, quizá esto lo quiebre
definitivamente y lo convierta también en un parásito que se alimente de otros
consumidores... ¡y allí está! la pirámide vampírica siempre amplía su base, pues su
punta se deshace en materia exánime. Del libro Secrets of the Saucers, Orfeo Angelucci
nos comenta:

Durante un tiempo, él [un alien nórdico] permaneció en silencio y yo fui


extremadamente consciente del tremendo campo vibracional que lo rodeaba; una
tangible emanación de serenidad, amor fraternal y alegría indescriptible. Luego dijo:
"Tu sientes y comprendes intuitivamente muchas cosas que no podría comentarte de
manera directa, Orfeo. Te has dado cuenta que no somos como los terráqueos en el
sentido que funcionamos bajo dimensiones desconocidas para tu mundo. La Tierra es
un mundo de tres dimensiones y como tal, mayormente una ilusión. Te puedo decir
que para entidades de ciertos mundos, la Tierra se considera como 'un planeta
maldito,' la 'tierra de los condenados, de los caídos.' Otros llaman a tu Tierra 'la casa de
los dolores.' Debido a que la evolución de la Tierra está basada en el dolor, pena,
sufrimiento y en la ilusión de la muerte física. Créeme si te digo que no toda evolución
son similares a la de la Tierra, más allá de lo que opinen tus científicos."

El Jardín de las Delicias obra del pintor Hieronymus Bosch

Bien, es un rompecabezas bastante Boschiano, ¿no? ¿Pero es que hay algo más? Es
evidente que semejante al tríptico hay más de una posibilidad... acá comienzan a jugar
dos conceptos: las polaridades y las orientaciones. La mayoría de las corrientes de
pensamiento religioso aseguran la existencia de al menos dos realidades: la física y la
espiritual. Hay quienes sostienen que en medio de ambas, en el gris del blanco y negro,
en el mixtusorbis, podemos considerar una tercera: la realidad etérica.

Las tres densidades materiales: la tierra, agua y aire filosofales están separadas —o tal
vez componen el fondo grosero— de densidades más sutiles que las permean. Estas
tres densidades inmateriales o espirituales se encuentran separadas por una cuarta
densidad que funciona de nexo entre estas dos realidades. En efecto, el Cosmos, la
Creación, es el Todo: el tríptico completo, pero sólo podemos entenderlo encarnando
o ascendiendo de una realidad a la vez.

Sin embargo, y conociendo nuestro desasosegado peldaño en la escalinata de la


Creación ¿cómo ascender? Nada es gratis en la vida, esa es una importante consigna;
es decir, la pasividad y la ignorancia sólo mantienen la situación.
El Libro de Oahspe nos brinda una jugosa información que convalidará cien años
después el Material Ra: para ascender todo depende de la orientación con que se
polarice una consciencia; los datos que se nos brindan son sencillos en términos
matemáticos: cuando una consciencia supera el 50% el servicio al prójimo está en
condiciones de ascender, en cambio la otra polaridad requiere del 95% de servicio al
ego para el mismo fin.

Estos porcentajes tan disímiles convalidan una de nuestras hipótesis de trabajo:


estamos en una realidad desbalanceada en pos del servicio egocéntrico; por eso sólo
se necesitan valores por encima de la media en orientación de servicio al prójimo, y
amplias acumulaciones para servicio a sí mismo.

Hay sin embargo unas migajas adicionales que han salpicado el camino: si bien nada es
gratis y todo debe conseguirse con esfuerzo, las entidades creativas participan en el
negocio pero con una postura diferente: cuánto más elevadas en consciencia se
encuentran, menor es la diferencia que perciben con el resto de la Creación; esto se
puede ver en que si bien no interfieren en el libre albedrío de los que aprendemos en
esta densidad, podemos contar con ellos, para que, si lo solicitamos, de manera
anónima nos provean de guía y asistencia creativa.

Es importante diferenciar una asistencia creativa de un asistencialismo patológico; en


el primer caso, las encumbradas entidades positivas sólo proporcionan guía e
información, pero no realizarán el trabajo por el ser humano, pues comprenden que el
verdadero negocio está en aprender haciendo las cosas por uno mismo orientándose
en la creatividad, en definitiva, en el actuar consciente; en palabras del profesor
Tolkien para que seamos co-creadores junto al Creador.

Esto se diferencia del segundo caso, donde las entidades no tan elevadas proveen de
asistencialismo a través de intervención que viola el libre albedrío pero que además
somete al solicitante a convertirse en un títere de los intereses egocéntricos.

Los genios sombríos del Koran

Es asombroso como el conocer ciertas pistas del rompecabezas de la realidad, facilita


entrever lo oculto a la mirada inocente; de cuántas formas emerge entre hábiles
zurcidos el cuadro de un velado e ignorado reino con criaturas fantásticas pero
siempre alarmantes. Una de estas fuentes que nos habla con autoridad sobre ciertos
seres invisibles que cohabitan nuestro mundo en una realidad paralela, es el Koran, las
Escrituras Sagradas del Islam:

Entonces, cuando El Creador lo creó y le dio forma, Él ordenó a los ángeles postrarse
ante Adán; y se postraron, pero no Iblís. Allah dijo: “¿Qué te retiene de postrarte
cuando te lo ordeno?” El contestó: “No es mejor que yo: Tú me creaste del fuego, y a
él de la arcilla”. (Koran 7:10-12) (†)

Estos genios sombríos o jinns según la tradición árabe, fueron creados de las llamas sin
humo (¿del fuego filosofal? ¿tal vez, de una densidad más sutil?), mientras que el
hombre proviene de la arcilla, y los ángeles de la pura luz. Los jinns pueden alterar su
apariencia, y asumir una forma humana o animal; también se nos comenta que existen
relaciones maritales con los humanos, y al parecer la Sharia o Ley Musulmana tocaría
temas como descendencia y herencia, pues los híbridos no podrían habitar en nuestra
densidad por mucho tiempo; en Daemonolatreiae (Demonolatry) de Nicholas Remy
leemos:

Una de las cuestiones que resultan más penosas de entender es el bronco silbido que
estos niños emiten en lugar de llorar, su andar atolondrado y su manera de buscar en
lugares ocultos... Debemos confesar que los demonios intervienen activamente y se
introducen en las madres o en sus hijos no natos dotándoles de poderes que son
completamente sobrenaturales.

Podemos comprender un poco mejor las declaraciones de Remy si lo entendemos


desde la perspectiva de las manipulaciones genéticas; pero quizá sea importante
mencionar que en el Libro de Enoch -un libro apócrifo del Antiguo Testamento- se
describe la forma en que los Vigilantes o Caídos tuvieron relaciones con las hijas de los
hombres y les transmitieran los secretos básicos de la magia y el ocultismo.

El Koran va incluso más lejos y nos ofrece una clasificación de estas entidades en
función de su poder sobre la realidad humana:

los Jann, que serían los más débiles (¿tal vez híbridos? ¿quizá los conocidos como
Grays?);

los Jinn, que han evolucionado de los primeros ;


los Sheytans y Gaddars, o demonios;

los Ifrits y Si'las, otro poderosos demonios;

y finalmente la clase más poderosa, los Marids que pueden conceder deseos
terrenales.

Hay unos datos de color que el ojo entrenado puede encontrar interesantes... todos
los jinns cohabitan en una realidad paralela y son considerados como los verdaderos
amos del planeta, ya que estuvieron antes que el primer hombre. Es interesante
también notar que su orgullo crece en relación a su poder, siendo poco juicioso que el
hombre los desafíe o engañe. Las criaturas demoníacas conocidos como los Si'las
suelen encontrarse en los bosques durante la noche, y se los acusa de torturar hasta la
extenuación física. Mientras que el Gaddar es calificado como un predador que cambia
de formas, con la costumbre de engañar, torturar y aterrorizar hasta la locura a los
seres humanos.

Sobre los Marids o Mares alguna mente inquieta podría relacionar las raíces de la
palabra nightmare (pesadilla) y el conocido mito de las entidades oscuras
encapuchadas o visitantes de dormitorios, parte de los fenómenos relacionados con la
parálisis del sueño. Es notable también que en el vídeo El Secreto, famoso entre los
cautivados por el paradigma de la Nueva Era de Tu creas tu propia Irrealidad el
personaje que otorga los deseos no sea otro que un genio. Y siguiendo con los juegos
de palabra, junun (obsesión, locura o posesión) y majnun (enloquecido o alienado)
parecen compartir la misma raíz que jinn.

Jinn en árabe significa

los ocultos o escondidos

Quizá algunas de las características resuenen con Los Antiguos de la literatura


lovecraftiana y en especial con algunas entidades citadas en el Kitah Al-Azif. Y no es
improbable que Lovecraft estuviese al tanto de estos seres, ya que era un frecuente
lector de Las Mil y Una Noches, donde los jinns aparecen con frecuencia en un rol más
que protagónico.
Otras curiosas creencias nos informan que el reino de los jinns se encuentra en las
alturas, desde donde les es posible conocer casi todo el acontecer humano en el
planeta (¿no sería atrevido pensar por un momento en el fenómeno UFO/OVNI y la
coincidencia con los Jinns?); aunque también habitan en las regiones inferiores, debajo
de la tierra, donde se encargan de otras tareas.

Quizá el aspecto más notorio sea su habilidad de cambiar de forma (¿quizá su realidad
sea de fisicalidad variable?). Si bien los jinns sólo puede ser vistos cuando adoptan
forma en el plano físico, como antropoide, animal o cualquier otra, es cuando más
riesgo corren porque son alcanzados por las leyes físicas. Por lo tanto sólo
acostumbran realizar esto por un corto tiempo y por una razón apropiada.

De psicopompos, devas y apariciones

Ocurre algo curioso cuando nos enfrentamos con sucesos que son complicados de
explicar. La mayoría representativa de la humanidad tendería a intentar encajar el
círculo en el cuadrado; aquí aparece el primer inconveniente: redondeamos la base a
mazazos (algún entendido sugerirá con thinking with a hammer), o por supuesto, lo
más común, podemos recortar el círculo y darle la forma que necesitamos para que
todo encaje.

Cosas semejantes acontecen cuando algo del otro lado se cuela en nuestra realidad
consensuada; cuando la aparición de ese algo se reporta, seguramente tendrá
múltiples interpretaciones pues depende de quien lo mire; es decir, depende del
sistema de creencias de la consciencia humana que interpreta la aparición —decimos
aparición porque no hay una palabra mejor que describa a los avistamientos de ovnis,
vírgenes, devas o genios—. El sistema de creencias le intenta dar una forma definitiva
a ese algo que posiblemente posea una fisicalidad variable; hemos hablado
anteriormente sobre esto, así que por el momento no agregaremos más.

El fenómeno de apariciones

conocido como Shadow people

Pero aquello que intentamos resaltar, es que se trata del mismo factor exógeno, pero
observado por o con otros ojos. Examinemos por ejemplo el fenómeno de las devas o
genios, aquellas apariciones engañosas que enloquecían a los viajeros que se
aventuraban solos en las regiones desérticas. Notemos incluso el parecido y semejanza
en la otra punta del globo, con las apariciones marianas o mariofanías.

No obstante la distancia geográfica, las coincidencias resaltan: lugares poco


transitados, casi desérticos como es el Tepeyac; la aparición se manifiesta a sólo una —
en el caso de Guadalupe— o tan solo a pocas personas —como el caso de Fátima—.
Pero también prestemos atención a los eventos que precedieron a las apariciones;
poca objetividad quizá nos brinde el Nican Mopohua ya que sabemos que fue
mancillado por los jesuitas, pero coincidimos en que la aparición de Guadalupe fue
antes de 1548, año en que muere Juan Diego, es decir, en los años posteriores a la
desaparición de gran parte de los aborígenes en manos de los Conquistadores.

En el caso de Fátima, las apariciones ocurren en el año 1917 y también se encuentran


relacionadas con eventos dolorosos; recordemos que recién un año después finalizaría
la Primer Guerra Mundial dejando más de 60 millones de muertes.

¿Vemos algo curioso aquí? Tal vez: la definición de un psicopompo es la de un ser


mitológico que conducen a las almas de los difuntos hacia el otro lado; por ejemplo, en
la mitología irlandesa a este tipo de apariciones se las denominan banshees (o
guardiana de tumbas), porque augura la muerte de un familiar; una película que puede
resultar interesante al mostrarnos esta realidad oculta es The Eye (El Ojo Maldito).

Pero divulguemos un dato de color sobre Guadalupe...: en la época prehispánica en el


cerro Tepeyac se encontraba el santuario más importante de la divinidad nahua de la
tierra y la fertilidad; curiosamente, esta diosa era llamada Coatlicue (en náhuatl Señora
de la falda de serpientes). ¿Nos atrevemos a sugerir algo más? Si se estudia Pasaporte
a Magonia del prestigioso astrofísico Jacques Vallée observaremos que existe una serie
de sincronicidades negativas que afectan a Juan Diego: podríamos aventurar que fue
abducido cuando los enviados eclesiásticos lo siguen para determinar si su relato es
una farsa:
Estos le siguieron por la ciudad, vieron que no hablaba con nadie, observaron que
subía al cerro... y que de pronto desaparecía. ¡Por más que registraron aquella zona no
encontraron ni rastro de él! Un perfecto cuento de hadas. Pero Juan, en el cerro, se
encontró de nuevo con la aparición, a la que transmitió la respuesta del obispo...

El ojo entrenado no dudará en ver la escenificación virtual (¿o mental?) que la entidad
de cuarta densidad proyecta para el humano; pero por otro lado, es notable como el
único pariente de Juan Diego, su tío, enferma de forma súbita cuando él no cumple
con los encargos de la deva, lo que le fuerza a actuar nuevamente como su mensajero,
acarreando las flores y el velado paño con la imagen, para obtener la recompensa de
su sanación: hemos visto este tipo de presión psicológica o de chantaje encubierto en
actitudes mafiosas de psicópatas humanos.

¿Es posible vislumbrar el denominador común? Es interesante apreciar estas


manifestaciones al culminar un evento bélico o de gran derramamiento de sangre,
como si las entidades del otro lado tratasen de preservar la fuente de alimento; en
definitiva, un buen montaje cuasi teatral, con el objetivo de retener o avivar cultos
divinos (de ahí la palabra deva), multiplicando así el flujo de energía devocional. Del
libro Defendámonos de los Dioses del prestigioso ex-jesuita Salvador Freixedo:

La idea que estoy exponiendo saltó a mi mente cierta noche ventosa, fría y húmeda, en
que desde una altura contemplaba la enorme multitud concentrada en la gran
explanada que se extiende ante el santuario de Fátima. Los cientos de miles de velas
en la oscuridad, me parecieron por un momento chispas que brotaban de aquellas
almas enfervorizadas por el amor a la Virgen, y de aquellos cuerpos martirizados por el
húmedo frío que se metía hasta los huesos.

Recuerdo que hasta miré hacia arriba a ver si lograba ver a los vendimiadores de toda
aquella energía, tan fácilmente recogible por lo apiñada y por lo a flor que la tenían los
allí presentes. Mis ojos sólo pudieron ver el negro cielo claveteado de estrellas. Pero
¡qué inmensa batería se extendía a mis pies! Cada una de aquellas mentes aportaba su
amor, su ansia, sus deseos, sus angustias, sus remordimientos, sus esperanzas... y su
dolor; la gran mortificación que indudablemente sentían en aquel momento, calados
de frío, de humedad, y probablemente de hambre y de cansancio; pero con gusto
ofrecían todo aquello, movidos por su fervor religioso. [esa] energía es fácilmente
recogible; porque los que la tienen están deseosos de entregarla.
Quizá es el momento de recordar que otra variante del loosh, además del dolor y
sufrimiento, está basada en la energía devocional. ¿Comienza a tener un sentido todo
esto? Leemos en El secreto de Fátima de D'armada y Fernandes:

Un tipo interesante de 'mensaje,' parecido al de Fátima en el sentido de que implicaba


una predicción, aconteció en Orange, Francia, en 1974. El capellán de una base aérea,
el padre Molisson, practicaba el hipnotismo con fines médicos. Un día de febrero de
ese año, consiguió llevar a un estudiante de secundaria de catorce o quince años a un
profundo trance. De forma inesperada, el estudiante comenzó a hablar en alto y
anunció que algunos Ovnis aterrizarían pronto, en una noche de luna llena. No
especificó el lugar exacto.

Al día siguiente, el sacerdote tuvo un encuentro con una profesora de alemán de


veinticinco años de edad, la cual le pidió que la hipnotizara. Si bien la profesora no
conocía en nada al estudiante mencionado, cuando estuvo en trance, le preguntó
cuáles eran los últimos informes. Asombrado el sacerdote escuchó de parte de la
profesora que el aterrizaje masivo de Ovnis se daría en tres días, entre las 23 y 0 horas,
en la pequeña villa de Saint Guilles. Fue entonces cuando el sacerdote junto a seis de
sus amigos pudieron presenciar la aparición de un grupo de Ovnis

Lovecraft y Derleth, entre Antiguos y Arquetípicos

Howard Phillips Lovecraft interpretamos a través de sus obras, fue otro errante que
participó de mala gana de su estadía en estos extraños parajes; aquellos interesados
en sus cuentos, sabrán que la mayoría de estos no llegaron a la altura de Poe, (1) a la
profundidad de Borges ni a la coherencia mitopoeica de Tolkien. Sin embargo, hay una
cuerda profunda que resuena en sus relatos... como si a través del letargo de sus
curiosas y frecuentes enfermedades, su sofocado desaliento por el antirromanticismo
casi patológico de nuestra era moderna, o tal vez porque, a diferencia de la mayoría
que permanece dormida en la ilusión, logró ver con objetividad la trágica ubicación de
la humanidad en el Cosmos.

Si analizamos sus relatos, la gran mayoría de ellos nombra a extrañas entidades


denominadas Los Antiguos y otras aun más ominosas conocidos como Los Dioses
Exteriores. Estas entidades parecen coexistir con la Humanidad, y la tragedia -en
general, dentro de sus cuentos cualquier personaje que observa, pacta o invoca a
alguno de ellos culmina con un ataque de locura sino algo peor- acontece cuando los
caminos se cruzan.
Pero por extraño que parezca, la locura que afecta a los personajes no parece ser una
consecuencia directa causada por estas entidades -al menos en la mayoría de los
relatos- sino más bien porque el protagonista no puede soportar la nueva panorámica
de la realidad, es decir, la presencia de estos seres deja en claro que la perspectiva de
la humanidad como punto cúlmine de la cadena alimenticia es falsa; del cuento Del
Otro Lado (From Beyond, 1920) de H. P. Lovecraft: (2)

Súbitamente, comprendí que yo también tenía una suerte de visión amplificada. Sobre
la caótica confluencia de luces y sombras, se erigió una escena que estaba dotada de
solidez y precisión, a despecho de su aparente vaguedad. De alguna manera no parecía
tan extraño, ya que la imagen insólita se imprimía sobre el transfondo terrestre
conocido, a la manera en que una cinta cinematográfica se proyecta sobre un telón
blanco de un teatro. Pude ver el laboratorio del altillo, la máquina eléctrica y la figura
desencajada de Tillinghast enfrente mío; pero ninguna ínfima proción del espacio que
separaba a estas cosas estaba vacía. Infinitas formas indefinibles, vivas o inertes, se
entreveraban en un caos abominable; y al lado de cada objeto conocido, se movían
mundos enteros y seres exóticos e ignotos. También parecía que los objetos cotidianos
componían los desconocidos y viceversa. Había entre los seres vivos, principalmente,
monstruos negros y pegajosos que se estremecían fláccidamente siguiendo el ritmo de
las vibraciones que emitía la máquina. Su presencia era abarcadora, y descubrí
horrorizado que se superponían, que era semifluidas y capaces de penetrarse
mutuamente, atravesando lo que conocemos como cuerpos sólidos. Jamás
permanecían inmóviles, sino que parecían moverse con algún objetivo malvado. Con
frecuencia, se comían los unos a los otros, arrojándose el atacante sobre la víctima y
haciéndola desaperecer de la visión. [...]

— ¿Lo ves? ¿Lo ves? ¿Ves los seres que flotan y caen en torno y a través tuyo a cada
momento de tu vida? ¿Ves las criaturas que forman parte de lo que los hombres
llaman aire puro y cielo azul? ¿No he logrado romper la barrera, no te he mostrado
mundos que ningún otro ser vivo ha visto? [...] ¿Crees que esos seres ameboides
mataron a los criados? ¡Son inofensivos! Pero los criados han desaparecido, ¿no? [...]
¿Qué fue lo que mató a los criados? ¿Qué fue lo que los hizo gritar así?... no lo sabes,
¿eh? ¡Pronto lo sabrás! Mírame, escucha cuanto te digo, ¿crees que existen de verdad
cosas tales como tiempo y magnitud? ¿Crees que existen cosas como forma y materia?
¡Pues yo te digo que me he sumido en profundidades que tu pequeño cerebro no
alcanza siquiera a intuir! He visto más allá de los límites del infinito y frecuentado a los
demonios de las estrellas... he viajado a lomos de las sombras que saltan de mundo en
mundo sembrando la muerte y la locura... el espacio me pertenece, ¿me oyes? Tengo a
ciertos seres ahora a mis talones, seres que devoran y disuelven, pero yo sé cómo
escapar de ellos.

En efecto, Los Antiguos y Los Dioses Exteriores parecen estar por encima de la
Humanidad, y en todo caso la devoran o esperan que esta le rinda extraños cultos.
Aquellos que conozcan el ensayo sobre el Necronomicon de Colin Wilson podrán
comprender más a fondo el correlato entre los mitos de H. P. Lovecraft, los aliens (o
ultraterrestres) y lo que en la mitología árabe se conoce como Jinns o Genios; es
ciertamente probable que Los Antiguos no sean otros que la alta jerarquía de los
Sheytans o Ifrits ubicados en la Cuarta Densidad de servicio egocéntrico, conocidos
como Arcontes por los gnósticos:

Con todo esto me resulta fácil creer que, una vez Lovecraft quedó absorbido por sus
Mitos Cthulhu, sus “invenciones” tomaron vida propia, obteniendo su vitalidad del
inconsciente colectivo. Y veinticinco años después de su muerte, Pauwels y Bergier
presentaron su propia evidencia con la conclusión de que los seres humanos no eran
las primeras criaturas inteligentes que deambulaban por la superficie de este mundo y
que la Tierra puede haber recibido visitantes del espacio miles, sino millones, de años
antes de que el hombre apareciese (sus teorías fueron popularizadas por el suizo Erich
van Daniken). Y en libros con títulos como The UFO Menace y Why Are They Watching
Us? los expertos en temas OVNI han adelantado teorías sobre los “alienígenas del
espacio,” que se parecen notablemente a las últimas narraciones de “ciencia-ficción”
de Lovecraft.

The Old Ones cotéjese con la

descripción de los Reptoides

encapuchados en las

Transcripciones Cassiopaea

Nos queda entonces ubicar a los Dioses Exteriores... y aquí el Modelo provisto por el
Ra Material y confirmado una década más tarde por las Transcripciones Cassiopaea
nos puede echar algo de luz: al parecer y como la Realidad Física está dividida en
cuatro soportes (tierra, agua, aire y fuego), los Dioses Exteriores son aquellas
entidades que han trascendido estas densidades físicas pero con una orientación
egoncéntrica, y el grado de gravedad que han acumulado les impide abandonar su
estado de quintaesencia: es decir, los Dioses Exteriores permanecen en quinta
densidad y sólo pueden proyectarse en la realidad física a través de otros seres
encarnados que los invoquen.(3)

August William Derleth albacea y editor póstumo de su venerado Lovecraft agregó el


engranaje definitivo a los Mitos de Cthulhu; ahora además de los nefastos Antiguos y
los terribles Dioses Exteriores existían unos seres superiores y «benignos» conocidos
como los Arquetípicos.

Parece curioso, pero Derleth dio en la tecla justa declarando que los Arquetípicos no
eran necesariamente «buenos» en el sentido humano, sino que actuaban de manera
independiente, manteniendo una orientación creativa que se contraponía a las
entidades del caos que gobiernan la realidad humana. ¿Tal vez lo que conjeturó fue la
Sexta Densidad, aquellos seres de consciencia pura que honran la libertad humana?
¿Acaso no se los describe como los grandes enemigos de los Dioses Exteriores, en
eterna batalla por el Cosmos?

Tecnología hiperdimensional

Relacionar los conceptos consensuados de demonios y extraterrestres puede


interpretarse, al menos en un comienzo, como algo disparatado o producto de una
mente desasosegada. Los demonios parecen ser una justificación medieval para la
imposición de dogmas, sectarismos y, desde ya, procesos aberrantes como la
Inquisición; sin demonios ¿para qué alabar a un dios protector? Jamás los
relacionaríamos con la idea moderna de los extraterrestres o ultraterrestres -las
teorías difieren en que los primeros son considerados ajenos o visitantes de la Tierra-,
como tampoco habría relación posible entre las naves luminosas o tecnología superior
a la humana, y la grotesca imagen de marcianitos verdes (o grises, da igual). Es
evidente que, quien esté detrás del velo, ha obtenido un importante logro al disociar
sendos conceptos; en electrónica, cuando se desea anular una señal es importante
aumentar el ruido; lo mismo ocurre con las ideas: tristemente la mayoría de la
humanidad funciona por impulso, así que no hace falta justificar acertadamente una
asociación, basta con ridiculizarla; en el documento From Ancient Dimensional Magic
to New World Psychotronic Technology de Nexus Seven se nos sugiere:

La organización eclesiástica existe para llevar al pueblo el culto del Dios único y como
herramienta de control del comportamiento, del poder y de la propiedad, por
supuesto; pero también para detener los demonios que asolaban el pasado medieval.
Ahora bien, en la actualidad esta tarea de detener a los demonios parcialmente ha
pasado al Gobierno Secreto Mundial: la amenaza demoníaca que existía en el mito y la
historia religiosa, existe hoy en día como los Reptilianos y otros seres de bello aspecto
ario pero extraterrestres al fin; los mismos jugadores, con nuevos nombres, y con
novedosos marcos de interpretación.

[...] Pero su trabajo no consiste en detener a los extraterrestres, ya que no pueden;


más bien se trata de colaborar con ellos con el objetivo institucional de negar su
genuina existencia aquí en la Tierra de manera de mantener intacto el status quo de la
civilización.

Ars Moriendi, ilustración del

siglo XV

Ciertamente, al someter a escrutinio las ideas que ambos conceptos nos traen a la
mente, podríamos asombrarnos de algunas similitudes: la imagen medieval de un
demonio es la de un ser grotesco malvado, casi reptilíneo, con capacidad para predar
al ser humano; efectivamente, la humanidad se plegó a la religión pues necesitaba de
alguien o algo que la defendiera de estos seres (y no hablamos sólo de Europa
occidental, los musulmanes y orientales han hecho lo propio dentro de sus religiones,
basta con explorar los djinns árabes o el concepto de espíritus hambrientos taoísta). A
su vez, los recuentos de los procesos de abducción nos informan de pequeños seres
cadavéricos, que en presencia de otros más altos y siniestros, someten a seres
humanos a crueles exámenes ¿médicos? donde se insertan elementos puntiagudos, se
extraen tejidos y se implantan dolorosos dispositivos en contra de la voluntad de la
víctima; leemos de Close Encounters Of The Fourth Kind del desaparecido C. D. B.
Bryan (capítulo XIII):

"Es una forma de arrogancia," continúa diciendo Carol -una abducida- "Como si
estuvieran diciendo, 'Tu sólo eres una herramienta para nuestro propósito. Vamos a
utilizar esta herramienta. Y cuando lo hayamos hecho, te dejaremos, o te
descartaremos, o lo que sea. No tenemos que explicar a la herramienta por qué la
usamos, sólo lo hacemos' Es una respuesta arrogante para todas las preguntas,
preocupaciones e inquietudes que uno tiene cuando se enfrenta a la extrañeza [de la
abducción]"

"Tus padecimientos no le importan en lo más mínimo," dice Carol. "Y aunque a veces
parecen hacer cosas extrañas, como colocar sus manos en tu frente para disminuir el
dolor y luego preguntar '¿Se siente así mejor?' parece ser sólo una pregunta retórica.
En realidad no les preocupa para nada; ocurre que para tratar con el animal social, que
es el humano, necesitan obtener nuestra cooperación para evitar la resistencia natural
a ser abusados. Entonces ellos pretenden preocuparse."

Ahora bien, ¿tal vez la imagen medieval de los tormentos infligidos por demonios
coincida con los relatos de abducción? ¿quizá los seres de oscuros hábitos góticos que
atravesaban paredes, deambulaban con extraños asuntos entre lápidas inquietas o se
presentaban en los dormitorios de aterrados amantes soñadores tuvieran la misma
labor que hoy en día? ¿el concepto de íncubos y súcubos habrá surgido a partir de
estos relatos? No cabe duda que los demonios medievales tenían una tecnología
superior a la humana, aunque en aquel momento se la haya denominado magia negra
o brujería.

¿Adónde queremos llegar? Usemos de los dos conceptos el que más nos guste: estos
seres superiores, aunque parásitos del ser humano, tienen el hábito de
desconsiderarnos, engendrando a su paso temor y dolor, es decir, loosh. Es evidente
que necesitan hacer esto, ¿tal vez porque sea su forma de alimentación? Nadie se
tomaría el trabajo de secuestrar de manera crónica y someter a indecibles prácticas
médicas sin obtener algo a cambio; el ufólogo e historiador Richard Dolan sostiene:

Pero estas entidades pueden hacer muchas cosas en virtud de pertenecer a la Cuarta
Densidad. Por un lado, ellos pueden "aparecer" en nuestra realidad a voluntad,
prácticamente en cualquier forma o apariencia. Ellos nos "necesitan" como alimento,
tanto psíquicamente como también físicamente; nos han "cultivado" a lo largo de
nuestra existencia; han dado forma a nuestros sistemas políticos y religiosos. En
efecto, en muchos aspectos cruciales, nos han manipulado a su imagen y semejanza.
Liberarse de su control opresivo debiera ser la tarea primordial de la humanidad.

Y es evidente que su tecnología nos sobrepasa. ¿Podemos atrevernos a una analogía


curiosa aquí? ¿Qué nos separa de las criaturas de los mares? No cabe duda que el
fuego es nuestro aliado tecnológico; de hecho, es inconcebible nuestra tecnología sin
hacer uso de la fragua industrial, desde la herradura del mítico Weyland hasta el
Colisionador de Hadrones: el ser humano puesto en un sustrato líquido no hubiese
avanzado tecnológicamente al grado actual. ¿Es posible entonces que los soportes
estructurales de cada densidad brinden naturalmente herramientas tecnológicas que
son inconcebibles para los estratos inferiores? Del segundo volumen de la colección
The Universal Seduction, el autor plural Angelico Tapestra comenta (capítulo: The
meaning behind alien abductions):
La realidad semi-fìsica, a veces llamada Cuarta Densidad, no se encuentra restringida
en el tiempo lineal como sí lo está la realidad de la Tercera Densidad que corresponde
al hábitat de la humanidad. La característica de la manipulación del tiempo durante las
abducciones es la siguiente: un humano es extraído del tiempo lineal, procesado y
vuelto a injertar con, a lo sumo, una pequeña pérdida de tiempo.

Las habilidades específicas de las entidades de Cuarta Densidad son numerosas:


pueden manipular la línea de tiempo, ajustar un futuro posible en su estado
embriónico (un futuro existe en el presente como una colección amorfa de símbolos
arquetípicos y formas de pensamiento aprisionadas en el éter, y cuando estos se
alteran, se modifican las probabilidades de que un evento en un futuro determinado
ocurra), generar sincronicidades para confinar las posibilidades de ciertos humanos
utilizando este mismo procedimiento, y construyen, ajustan e implantan dispositivos
etéricos en los humanos con varios propósitos. Estos dispositivos etéricos pueden
monitorizar o atascar pensamientos y percepciones, influenciar emociones, actuar
como sondas para extraer loosh, o manipular chakras (centros energéticos del cuerpo
sutil).

La idea de dispositivos etéricos puede hacernos pensar en que estos elementos no sólo
serían invisibles sino también que su comportamiento pasaría desapercibido sin una
estricta disciplina y autocontrol; ¿tal vez los acúfenos y las cefaleas crónicas
mantengan una relación con la interferencia que generan estas sondas? Entonces, el
concepto kardecista de obsesores no debería ser descartado con tanta rapidez.

La parábola del dios loco

Cuando las Consciencias se habían desprendido del Todo, como hojas que yacen entre
las raíces de un sempiterno árbol, una de ellas tuvo una idea extraña: se dijo a sí
misma que era un dios, y como era poderosa, otorgó dones y beneficios entre otras
que eran más pequeñas y que también ardían en deseos de ser veneradas. Esta
Consciencia Trastornada ideó algo salvaje: todo aquel que se postrase podría vivir en
su Ilusión, que se adecuaría a sus propios deseos egocéntricos; pero también podría
reclutar a otras consciencias inferiores, y ofrecerle parte de la Ilusión; cuantas más
reclutara más poder tendría sobre la Ilusión.

Aunque las Consciencias más sabias observaron esto con asombro, no interfirieron,
pero informaron a todas aquellas más pequeñas que habían sido reclutadas por otras
más perversas que ahora se afanaban con mentiras y promesas a aquellos incautos y
despistados.
Y ocurrió entonces que la gran Consciencia Trastornada marchó con el ejército que se
había formado a su alrededor y entonces cumplió con su idea de ser dios y le dio forma
a una realidad con su pensamiento y su ser. Aquellos que primero se habían unido,
formaron su séquito y fueron quienes administraron a los nuevos que llegaban, pues
grande había sido su reclutamiento y fastuosas las promesas de los deseos
consumados; y muchos acudieron después de que todo ya estaba organizado y, si bien
ocupaban los lugares inferiores, se las ideaban para hallar debilidades en sus
superiores y desplazarlos y ocupar su lugar. Y esto enorgullecía al dios, pues de esa
forma se alimentaba.

Fue entonces cuando las primeras consciencias volvieron de aquella Ilusión, pero su
visión ya no era la misma y buscaban con desesperación retornar pues sus deseos
estaban aun insatisfechos. Esto perturbó el Consejo de los Sabios, e intentaron hablar
con los que permanecían en la Ilusión, pero los mensajes llegaban trastocados y, del
séquito del dios, que también se beneficiaba del caos reinante, se urdieron trampas y
se hacían pasar por iluminados confundiendo aun más a aquellos que trataban de
escapar.

Los Sabios entonces comprendieron que las consciencias jamás emergerían de la


Ilusión sin ayuda y se propusieron ingresar de alguna forma. Pero el dios si bien loco
era también sumamente astuto, y había considerado que algo así podía llegar a
acontecer y estableció que dentro de su realidad sólo podrían ingresar aquellas
consciencias que olvidaran todo lo que sabían; y cuando entraran a su realidad, serían
tratados como el estrato que le correspondiese, y se investirían en las ropas que
hubiesen disponibles, no necesariamente las mejores.

El dios loco pretendía así que los Sabios que ingresaran jamás recordaran que eran
peregrinos en tierras paganas. Y así fue en algunos casos, y muchos se perdieron en la
Ilusión o descubrieron un Deseo, o desconocieron el Camino de vuelta.

Solve et coagula de la Alquímia o

"Levántate una y otra vez, hasta que


los Corderos se conviertan en Leones."

Esta consciencia trastornada fue conocida entre los Hombres con distintos nombres:
para algunos fue Loki, para otros el Demiurgo, el de mente astuta; en los cuentos
mitopoeicos fue llamado Azathoth o Melkor (dioses y potestades exteriores, antítesis
de la creación), y hoy algunos lo han llamado Ormethion. En realidad, poco importa el
nombre, pues siempre cambia: la punta es tan filosa que siempre se desgasta y se
quiebra en la nada, aunque las consciencias que permanecen debajo luchen para
asumir en su lugar.

Sin embargo y debido a esto, los Sabios comprendieron que el Verdadero Camino
pasaba por ingresar en la Ilusión pero no ser afectado por ella. Sólo a través de
sucesivos ingresos y depuraciones, la Consciencia estaría lista para una etapa más allá
de esta, que la acercara de nuevo al Todo.

La Ilusión del Tiempo

Hemos recorrido un sinuoso camino a través de diferentes temas que parecen regir la
confección del mosaico de la realidad humana. Si bien todavía quedan pendientes
algunas aristas que conviene traer a la luz, estaría incompleto si dejásemos de
mencionar una de las componentes que más nos condiciona por su extraña naturaleza:
la Ilusión del Tiempo.

Suele comprenderse mejor el concepto si se ha estudiado informática, en especial, si


se ha experimentado con la depuración de programas. En esencia, esto se debe a que
el comportamiento interno de las computadoras, de varias formas, emulan la fábrica
de la realidad sobre la que se desarrolla nuestra existencia física.

Básicamente, para aquellos que no han estudiado las artes binarias, las computadoras
dividen su entorno en hardware y software; este último, posee diferentes capas de
abstracción: perdiendo algo de generalidad encontramos el sistema operativo y las
aplicaciones, entre las que podemos hallar los aplicativos de desarrollo, que son
programas para diseñar y confeccionar nuevas aplicaciones. Estos aplicativos
podríamos imaginarlos como el laboratorio donde el alquimista da ser a una nueva
creación; como todo laboratorio posee herramientas especializadas para su trabajo:
una fragua, una estantería o un crisol. Una de estas importantes herramientas es el
entorno de depuración, la fragua donde las aplicaciones son limpiadas de sus groserías
e impurezas; para poder lograr este objetivo, el embrión de la aplicación debe
ejecutarse en sucesivas iteraciones dentro de un ambiente controlado que permita
identificar y eliminar estas impurezas.

Como mencionamos, las iteraciones son realmente ejecuciones del programa embrión,
pero están siendo controladas y pueden interrumpirse en cualquier momento a través
de un ambiente controlado por el depurador; aquí suceden cosas interesantes: por
ejemplo, la aplicación que se depura puede tomar un camino erróneo o desviación, en
ese caso el entorno lo detectará e interrumpirá el flujo de ejecución avisando al
depurador para que corrija el problema; pero el artesano puede elegir no hacerlo en
dicho momento, quizá porque ha decidido reparar el error más tarde o tal vez porque
el problema no se encuentre precisamente allí, sino en un paso previo. En cualquier
caso, y aunque hayan pasado varias horas hasta la reparación del inconveniente,
cuando el flujo del programa interrumpido se restablezca, para la aplicación en
depuración no habrá transcurrido tiempo: todo habrá sido parte de la continua
ejecución.

Es curioso que podamos aplicar una analogía similar con nuestra realidad, aunque para
el ojo entrenado deberíamos oscurecer el escenario pues no estamos hablando de
artesanos dispuestos a depurar errores para su correcto funcionamiento, sino todo lo
contrario: hablamos de vigilantes e infiltrados cuyo objetivo es el de crear mayor caos
emocional; en la introducción sobre Dinámicas de las Egrégoras, (1) Thomas Minderle
nos comenta:

En cada momento en el tiempo nuestra percepción del Universo, inmutable y eterno,


no es más que una rebanada de una compleja red de infinitas posibilidades.
Técnicamente este multiverso podría denominarse como "vector de estado" o
"función de onda" de la realidad. Es un holograma fractal que se despliega
infinitamente en el futuro. El fractal en sí no cambia, es sólo nuestra mente que se
"desplaza" y por lo tanto genera por sí mismo la ilusión de espacio y tiempo. [...]

Naturalmente, el futuro es un subconjunto de todos los futuros posibles anteriores,


aunque en realidad, el tiempo es una ilusión porque, en efecto, existen de manera
simultánea todos los niveles en el fractal. Una vez más, este fractal es holográfico;
iluminamos con nuestra mente porciones del mismo, de acuerdo con nuestra
naturaleza emocional, pensamientos, y sobre todo, con nuestra intención.

[...] Las Egrégoras son los mundos personales que habitamos, la esfera de influencia,
rango de percepción y dominio de actividad. Se trata de aquellas áreas del holograma
que iluminamos de acuerdo a nuestro espectro vibratorio, nuestro ser, nuestra
esencia.

La vida es sueño

La vida es sueño diría Calderón de la Barca,

dado el extraño comportamiento del totem,

¿a quién le pertencerá este sueño?

Es dentro de la ilusión de nuestra subjetiva percepción de la realidad -de la misma


forma en que la aplicación embrionaria presume estar ejecutándonse en su hebra
independiente y autónoma de tiempo y recursos- cuando efectivamente intrusos
modifican el estado pasado y presente condicionando así el futuro, infiltrándose por
aquellas tramas que de lejos se aprecian como un entretejido continuo, pero que al
acercarse y enfocar la mirada es posible captar los intersticios por donde densidades
más sutiles pueden traspasar sin resistencia; al respecto, Minderle postula como la
aplicación de conocimiento, tanto en la realidad externa como en la interna, es el
factor determinante que condiciona las experiencias de tercera densidad:

Cuando estamos en la necesidad de una lección, nuestro espectro vibratorio carece de


ciertas frecuencias: el aura necesita de un patrón particular. Si a nuestro espectro
vibratorio le falta un componente, no hay nada dentro de nosotros que pueda repeler
por medio de la disonancia, el correspondiente componente exógeno en el holograma;
por tanto, en esencia, permitimos la manifestación de lo que más necesitamos
experimentar.

Dicho de otra forma, en equilibrio nuestra Frontera de Dominio contiene áreas


faltantes en las que encajan los futuros probables correspondientes. Estos futuros
probables contienen experiencias significativas, cuyo componente emocional es
suficiente para alimentar la expansión de nuestra Frontera de Dominio y llenar así el
vacío. Una vez que la lección se aprende, el nuevo estado de equilibrio ya no facilita
ese tipo de experiencias porque la brecha se satura, pero el hecho de no aprender la
lección deja la brecha más pronunciada que antes; esta es la razón por la cual no
aprender una lección a tiempo, hace que se repita en varias formas de creciente
severidad.

¿Pero entonces, será posible evitar tal manipulación? En los inicios, tal vez no
podremos evitarla, pero sí compensarla; quizá todo comience por internalizar la
posibilidad de que dedos invisibles nos manipulen detrás de un velo sutil; entonces, es
menester reconocer la ilusión, y comprender que sencillamente aquellos problemas
que parecen insalvables o recurrentes sólo se nos han impuesto o implantado sin
nuestra autorización; leemos de Neville Goddard en The Law and The Promise (cap.
III):

Haciendo el esfuerzo intelectual de reconocer la ilusión en los hechos de la vida, el


hombre se mueve de una reacción pasiva y automática a una creación activa; esto
rompe con la rueda de recurrencia y construye una acumulativa expansión de su
futuro. Si el hombre no lograra crear en el pleno sentido de la palabra, es porque no
está siendo fiel a su visión, o también porque sólo piensa en lo que anhela en vez de
pensar en su deseo cumplido.

El Hombre es una extraordinaria síntesis, en parte atado a sus sentidos y en parte libre
para soñar que sus conflictos internos durarán indefinidamente. [...] No hay nada
inevitablemente permanente. Tanto el pasado como el presente existen porque son
sostenidos por la Imaginación en algún u otro nivel; y una transformación radical
siempre es posible para aquel que se tome el trabajo de re-visionar la parte no
deseada de su vida.

Entraremos en más detalle en los próximos artículos, donde se brindarán pistas para
establecer procesos creativos o correctivos dentro de la fábrica de la realidad; quizá un
potencial objetivo de los procesos de abducción esté relacionado con la implantación
de imaginería orientada a la limitación; Alex Proyas hace decir al Dr. Shrieber en la
famosa película Dark City:

[Los Extraños] eran una raza de seres tan antigua como el tiempo mismo. Ellos habían
dominado la última tecnología, la capacidad de alterar la realidad física a voluntad.
Llamaron a esta habilidad "sintonización."

Orquestaciones amorosas (I)

Nos enfocaremos en una de las mayores fuentes de energía para las entidades
parasitarias de consciencia superior: la turbulencia emotiva enmascarada en los
procesos de enamoramiento y ruptura; debemos bajar a la temperatura helada de los
tecnicismos y analizar con suma frialdad una realidad ardiente en deseos... bastante
parecido a como el celebrado profesor Emmet Brown hablaba de los románticos
bailes: rituales con ceremonia rítmica.

Pareciera que en la alborada adolescente, en pleno preludio del despertar sexual,


ocurren una serie de eventos de alta marginalidad; si bien estos hechos no han pasado
desapercibidos en el ocultismo, habiéndose etiquetado como manifestaciones
poltergeist, en particular rodeando a niñas y jóvenes, ¿se ha cotejado que varios
procesos iniciales de posesión demoníaca coinciden también con esta edad? Citemos
por ejemplo los casos de Anneliese Michel (sobre el que se basa la película El
exorcismo de Emily Rose) y de Ann Haywood (documentado en el libro The Demon
Syndrome de la psicóloga Nancy Osborn).

¿Quizá la edad de la preadolescencia guarde una gran cantidad de recuerdos pantalla


sobre procesos de abducción, cuyo objetivo sea el de programar al adolescente en la
búsqueda de relaciones amorosas que desencadenen una gran cantidad de emociones
negativas? El psiquiatra John E. Mack en su libro Contactos (Abduction: Human
Encounters with Aliens) plantea un enriquecido paradigma sobre el encubrimiento de
los recuerdos de abuso exógeno (cap. VI: La alienación de los afectos):

Los intrusivos procedimientos sexuales y reproductivos, que son un aspecto central del
fenómeno de las abducciones, pueden afectar profundamente la vida íntima y el
bienestar general de los abducidos. Si no se reconoce la fuente de la "alienación," y las
explicaciones convencionales psicosexuales son perseguidas activamente, los
problemas se profundizan, como así también el stress de los abducidos y el de sus
seres queridos. Por otro lado, importantes beneficios terapéuticos son posibles cuando
se descubre la fuente de la disfunción del experimentador.

Si la realidad a la que accedemos cuando dormimos es el reino psíquico sobre el que


las entidades parasitarias de conciencia superior poseen total dominio para acomodar
a sus designios, ¿podríamos entonces intentar hallar una connotación en los estados
transitorios hipnopómpicos e hipnagógicos de la fenomenología de Visitantes de
Dormitorio? En este sentido, James Bartley en su artículo Manipulación de los Sueños
en el Astral comenta:

Al abducido no sólo puede imponérsele sueños con alta carga erótica o violenta con el
objetivo de reprogramar la mente con los hechos que allí se desarrollen, sino que
también recibirá imageniería mental de carácter sexual o de contenido tanático
durante las horas de vigilia [cotéjese con el término free formal imaging].

Sugerencias telepáticas serán utilizadas para fomentar al abducido a mantener


relaciones sexuales de tipo pasional o violento. Esta particular forma de
acondicionamiento es sumamente eficaz en las mujeres: la mujer abducida que ha sido
así acondicionada puede llegar a ser extremadamente promiscua durante un
prolongado período de tiempo. Huelga decir que esto crea una situación en la que la
mujer se puede configurar en una serie de relaciones negativas autodestructivas llenas
de drama y conflicto.

Los Reptilianos no sólo se alimentan de la ansiedad y el estrés psicológico generado


por estas situaciones, sino también a través de la energía sexual ordeñada durante las
muchas experiencias sexuales con diferentes parejas.

Utilizando el término védico samskara, que podríamos traducir como


condicionamiento mental negativo —similar al concepto más orgánico de introyecto
presentado por la psicóloga Elan Golomb— nos permitimos arriesgar entonces una
explicación sobre la inyección de estos patrones de pensamiento que orienten en la
búsqueda de relaciones cuyo eje sean las emociones y no los sentimientos o tal vez,
como el doctor Wilhelm Reich sostenía, en abolir toda búsqueda sentimental, que
degeneraría en un desierto emocional (de su libro Contact with Space):

Los desiertos se basan en funciones naturales que operan en la dirección de la


deshidratación de la atmósfera y el suelo, es decir, la muerte. Sin embargo, el hombre
puede conquistar y detener el desarrollo del desierto mientras que su estructura
emocional no haya sido sometida al proceso que designaremos como "desierto
emocional."

De continuar este estoico análisis, casi cínico, podríamos segregar en dos grandes
grupos las relaciones de pareja que de este cóctel se obtienen:

aquellas basadas en la actividad sufriente de una de las partes: estos casos


responderían a lo que la terapeuta y bioquímica Eve Lorgen caratula como
interferencia alienígena en las relaciones humanas;

aquellas en que la actividad sádica, violenta o pasional sea preponderante.(1)

La doctora Lorgen describe en su libro Alien Love Bite situaciones donde las personas
pudieran haber sido programadas o condicionadas para casarse con la gente
equivocada, y luego, debido a la programación religiosa o el condicionamiento social
provisto desde la temprana infancia, continuen en relaciones que parecen haber sido
orquestadas para retener o disminuir su potencial como seres creativos; este tipo de
orquestación, donde la energía creativa de uno de los miembros pareciera volatilizarse
en emociones negativas, había sido previamente estudiada por Elton Casey Turner,
esposo de la desparecida ufóloga Karla Turner quien había comentado:

[...] yo no quería casarme con la persona que fue mi primera esposa; aunque en
aquella ocasión no tenía control sobre la decisión. Antes de casarnos, fuimos
abducidos juntos, y sujetos a una severa programación mental. Los resultados no
fueron felices para ninguno de los dos: ambos estábamos famélicos por encontrar
amor y comprensión en el otro, a pesar de que lo intentábamos con todas nuestras
fuerzas.

En el libro Los Brujos Hablan (The Secret Science) del autor rosacruz John Baines (Dario
Salas Sommer), se nos ilustra este aspecto desde el principio hermético pendular:

Lo más funesto que puede existir en las relaciones de una pareja es la oscilación
pasional que se produce entre la unión sexual y los altercados. En un gran porcentaje
sus relaciones íntimas se reducen a la siguiente secuencia: unión sexual-altercado,
altercado-unión sexual.

Si supieran la forma en que limitan sus posibilidades al mantener esta situación, se


abstendrían cuidadosamente de caer en esto. Cada riña conyugal es la simiente de
ruina, escasez, desgracia y "mala suerte" que se materializarán fatalmente al cumplirse
el período de fructificación de esta simiente.

La doctora Eve Lorgen propone relacionar con el término Carroñeros de la Pasión


(Scavengers of Passion) a otro tipo de actividad exógena dentro de las relaciones
románticas: el desenganche emocional de uno de los miembros que deja a su
compañero renuente al ser su amor no correspondido.

Quid faciam, video, nec me

ignorantia veri decipiet,

sed amor (*)

Para tener una noción completa del fenómeno, debemos reflexionar sobre la
posibilidad de que nuestros sentidos no capten la realidad de manera completa (esto
científicamente es así ya que la percepción humana barre tan solo una diminuta
porción del espectro electromagnético), y existan realidades sutiles —denominadas
etéricas— sobre las que las relaciones amorosas proyecten cordones ligados al apego
—en la jerga del doctor Samuel Sagan, los denominados cordones etéricos—. Cuando
ocurre un proceso de interferencia exógena en la cual uno de los miembros de la
pareja es apagado emocionalmente, el cordón se quiebra produciéndose una úlcera
etérica la cual es aprovechada por entidades parasitarias que absorben la energía
emocional, drenando al individuo, y que muchas veces culmina en un episodio de
depresión romántica.

Es necesario considerar que las entidades parasitarias de consciencia superior basan la


programación del preadolescente bajo una cuidada evaluación del costo/beneficio
energético; en la gran mayoría de los casos, la energía sexual del coito será de mayor
provecho que una orquestación romántica; si bien, pareciera que la energía sexual no
es tan destilada como la proveniente de emociones debido a una ruptura o aislamiento
sentimental, son igual de aprovechables; para delinear mejor esto, el psiquiatra
Samuel Sagan comenta en su libro Regresión, Terapia de Vidas Pasadas (cap. III):

Una buena manera de saber si su amor pertenece a las emociones o a los sentimientos
es preguntarse qué sucedería si fuese rechazado o traicionado. Un amor que es una
emoción puede fácilmente volverse en su contrario. En un instante, "usted ve a su
amigo como un cerdo cubierto de suciedad, como una carroza llena de demonios."

Si su amor es resultado de los sentimientos, entonces este amor no terminará si su ser


amado responde negativamente. Este criterio es amargo, pero si se aplica con
sinceridad usted puede ahorrarse muchas desilusiones y extravíos.

Para concluir este primer análisis, quizá debamos considerar un tercer caso que
emerge de los múltiples relatos de abducción de adolescentes entre los 12 a 15 años:
(2) cuando la persona es puesta en hipnosis revela un patrón consistente de
concepción forzada y retiro de feto antes de cumplir los 4 meses de gestación; (3) en el
segundo volumen de The Universal Seduction, el capítulo The meaning behind alien
abductions, Thomas Minderle sostiene:

[...] la víctima es generalmente sujeta al proceso invasivo de recolección de óvulos y


esperma, que provee la materia prima para el programa de ingeniería genética
alienígena; luego el esperma es genéticamente alterado y se combina con el óvulo
femenino, y posteriormente es implantado en la abducida para su gestación (aunque
puedan existir variaciones de este proceso). En una abducción posterior, el feto híbrido
es removido y gestado in vitro hasta su completa maduración.
Las características del programa de hibridación alienígena son sencillas, bastante
similar a los procedimientos que se pueden desarrollar en un laboratorio médico de
fertilización asistida.

Pero el problema yace en los aspectos metafísicos: implantar un alma consciente a un


cuerpo genéticamente alterado es problemático. Muchos híbridos entre Humanos y
Grises, con un alto porcentaje de genes manipulados, decanta en un ser débil y frágil.
Aparentemente requieren de loosh con la firma energética humana para crecer
saludables. Y este es el motivo por el cual durante las abducciones las víctimas
femeninas son obligadas a contener y acariciar bebés híbridos; y es también la razón
por la cual los óvulos fecundados son implantados en la primer fase en el vientre
humano.

Generalmente estos casos llevan a que la partícipe sea examinada y abducida desde
pequeña (por cierta configuración genética valiosa en la agenda del factor exógeno),
para que luego manifieste problemas de concepción natural, quizá debido al abuso en
edad adolescente de su aparato reproductor, o la imposibilidad de mantener una
pareja estable, motivado por el daño psicológico, los recuerdos subconscientes o tal
vez porque decidan segregarla del resto; al respecto, James Bartley concluye:

Otro punto a considerar es que los Reptilianos y sus vasallos Grises pueden asegurarse
que un abducido permanezca aislado y célibe por extensos períodos de tiempo. Se
sabe que los Reptilianos pueden alterar los receptores olfatorios de las abducidas
hasta tal punto que estas reaccionen negativamente y sientan de inmediato repulsión
al olor de las feromonas masculinas.

De la misma forma, a los abducidos masculinos se le altera el sistema endocrino de


manera que emitan feromonas que literalmente repelan a las mujeres; y esto no es ni
conjetura ni especulación. Es así que los abducidos puedan tener su líbido manipulada
por Reptilianos a su antojo y, sin embargo, ser forzados a someterse a largos periodos
de involuntario celibato.

Si tal mapa de la realidad nos parece subjetivamente aberrante, debemos considerar


que la humanidad procede de la misma forma a la hora de buscar su conveniencia en
el entrecruzamiento de la fauna y flora.

Fulcanelli, Aliens y la Cuarta Densidad de la Materia

Preparemos los ingredientes que mezclaremos en nuestro crisol: por un lado un grupo
de alquimistas esclarecidos, por otro una realidad, o mejor dicho, un estado de la
materia, que por determinadas razones de control se prefiere que permanezca oculta
y en último lugar, nuestro actual concepto de extraterrestres o aliens; ahora
intentemos aplicar nuestro arte, solve et coagula reiteradas veces, hasta lograr
desprender las groserías y destilar nuestro elixir.

Fulcanelli -tal vez un alias grupal con el fin de abolir el ego- nos comenta en Las
Moradas Filosofales (capítulo V: Química y Filosofía):

Decir, por ejemplo, que dos volúmenes de hidrógeno combinados con un volumen de
oxígeno dan agua es anunciar una trivialidad química. Y, sin embargo, ¿quién nos
enseñará por qué el resultado de esa combinación presenta, con un estado especial,
caracteres que no poseen en absoluto los gases que la han producido? [...]

Por una parte, si el hecho es innegable y está rigurosamente controlado, ¿de dónde
procede el que nos resulte imposible reproducirla por simple lectura de la fórmula
encargada de explicar su mecanismo? Pues falta, en la notación H2O el agente esencial
capaz de provocar la unión íntima de los elementos gaseosos, es decir, el fuego. Pero
desafiamos al más hábil químico a que fabrique agua sintética mezclando el oxígeno
con el hidrógeno en los volúmenes indicados: ambos gases rehusarán siempre
combinarse. Para tener éxito en la experiencia, es indispensable hacer intervenir el
fuego [...]

¿Qué nos desea comunicar Fulcanelli? ¿Acaso el agua no es H2O? El matématico John
Nash respondería: no es incorrecto, pero sí incompleto: para combinar los átomos y
formar la molécula de agua es necesario algo más; en cierta forma, si el cuerpo -la
molécula- es la unión entre los átomos, el alma es el fuego. A todo esto, ¿qué es la
Alquimia? La Alquimia es una disciplina filosófica, que si bien es confundida como la
protociencia de la Química (por buscar la transmutación del Oro Filosófico -que no es
el Oro Material-), tiene como objetivo la sublimación del alma o fuego de los filósofos;
Louis Pauwels en Le Matin des Magiciens (El Retorno de los Brujos) nos aclara:

Sabemos lo que pasa en el laboratorio del alquimista. Ignoramos lo que pasa en el


alquimista mismo, en su alma. Es posible que todo esté relacionado. Es posible que la
energía espiritual desempeñe un papel en las manipulaciones físicas y químicas de la
alquimia. Es posible que, para el éxito de la «obra alquímica», sea indispensable un
cierto modo de adquirir, de concentrar y de orientar la energía espiritual. Esto no es
seguro, pero, en tema tan delicado, hemos de atenernos a la frase del Dante: "Veo que
crees estas cosas porque yo te las digo, pero no sabes el por qué; de modo que no por
ser creídas permanecen menos ocultas."
En pocas palabras, para la Alquimia todo mineral, planta o animal posee un alma o
energía ígnea; este fuego crece en complejidad a medida que avanza de lo inanimado
hasta que llega al Hombre. Como menciona Carl Sagan, el fuego es un plasma ígneo.
Fulcanelli y Sagan coinciden en un aspecto importante: agregar a los estados de la
materia un cuarto estrato denominado plasma: así tenemos sólido, líquido, gaseoso y
plasma. En realidad, los cuatro estados son sólo incrementos en la energía con que
vibra la materia; consideremos que merced a la fórmula E=mc², la materia es tan solo
energía congelada; rescatemos las palabras de John Ernest Worrell Keely quien en el
año 1892 sostuvo:

No existe división de materia y fuerza en dos términos distintos, dado que ambos son
lo mismo. La fuerza es materia liberada; y la materia es fuerza cautiva. La materia es
energía retenida y la energía es materia libre.

La Gran Obra alquímica

Fulcanelli intenta exponer en Las Moradas Filosofales las diferencias entre la


continuación de la Arquimia (o química arcaica, no confundir con la Alquimia) y la
Espagiria, es decir, aquello que académicamente se conoció más tarde como las
Ciencias Químicas y Medicinales. En ambas y hasta la aparición de la Psicología, se
consideraba sólo la materia: los metales, el compuesto, el órgano y el cuerpo; pero no
la psiquis: aquel componente vital que la anima y sustenta. Es fácil de ver que un
organismo evolucionado como el Hombre, si su psiquis está deteriorada su vitalidad
está en peligro.

Pero los alquimistas tratan un Arcano Secreto, que da inicio con el oculto primer
régimen del mercurio de los sabios, por el cual todas sus obras son de cruel
interpretación: la manera en que la psiquis puede desencarnar de la materia grosera y
formar parte de una realidad superior: a este proceso se lo denomina La Gran Obra y
se lo simboliza con la Lapis Exilis (la Piedra del Exilio y por cábala fonética la Piedra del
Cielo). Y ¿cuál es esta realidad superior? La Cuarta Densidad, una realidad de fisicalidad
variable, donde las ataduras físicas se liberan.

Llegados a esta posición ya no tenemos el modelo científico que nos avale, y es


necesaria una cuota de fe pues entramos en territorio no cognoscible por medio de
nuestros atrofiados órganos de percepción, y que por tanto, nos supera.
¿Pero es posible intentar interpretar esto racionalmente? Aparentemente sí, aunque
no del todo... intentémoslo: supongamos un pez que izado en una red, saliendo de su
ambiente líquido se enfrenta al estado gaseoso, donde unas manos lo someten, una
luz lo ciega y la sequedad lo asfixia... en efecto ha abandonado su estado de segunda
densidad y ha sido abducido en la tercera: la densidad de la Humanidad. Ahora
supongamos que por un momento, en un espasmo de dolor, en una constricción de su
cuerpo lograra un último salto que lo devolviese al Mar... ¿qué podría entender de su
visión de nuestra realidad? ¿Acaso podría transmitirle algo a sus hermanos? No, le
creerían loco... lo mirarían con un disimulo de risa y palmeándole las escamas de la
espalda musitarían: "pobre, tragó mucha agua salada."

Cuando un abducido cuenta sus experiencias terribles en manos de aliens o


extraterrestres en la cuarta densidad -la densidad del plasma- su cruel racconto
resuena inverosímil a nuestros oídos mundanos... y al igual que los peces que nunca
han sido pescados -o tal vez sí pero no lo recuerden y habiten en un estanque
artificial-, piensen que desvaría o que es imposible otra realidad fuera de la pecera.

Reglas de supervivencia para una realidad entrópica

Una serie de reglas bastante generales y resumidas, que se pueden considerar a través
de las gafas de las orientaciones, para poner en práctica: tal vez se las encuentre útiles
y faciliten sobrellevar las vicisitudes en esta realidad entrópica, ahora que las cosas
empezarán a oler a tostado en las postrimerías de este Kali Yuga:

que no se aprovechen de ti;

no te aproveches de otro;

en lo posible y si te lo solicitan, ayuda a otro.

No hay un orden preestablecido en la aplicación y parecerían ser completas y


correctas; es decir, no perjudican a otros, respetando la Directiva Primaria, y dejan
abierta la posibilidad de servir a otros. Asimismo, y por el simple hecho de aplicarlas en
conjunto, los pulsos egocéntricos se minimizan y por lo tanto, los ataques del Sistema
de Control.
La primer estrategia podría tener ciertas consonancias con la famosa Parábola de los
Talentos. ¿Nos hemos puesto eclesiásticos? Nada de eso; pero sucede que el ejemplo
es excelente y tal vez perseguía explicar esto mismo:

Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene,
aun lo que tiene le será quitado.

De igual modo que si a uno le brindan una oportunidad o recursos o dinero, dicho
préstamo debe ser honrado y vuelto productivo, es decir, no sólo recuperar la
inversión sino obtener ganancia... en definitiva buscar y aplicar métodos creativos.
John Baines en su acostumbrado estilo rosicruciano nos comenta en Desarrollo del
Mundo Interno:

Esta creencia, que muchos comparten, se basa en el instinto de rapiña del hombre,
que pretende muchas veces apoderarse de las cosas valiosas por el camino del
latrocinio o la limosna antes que por el esfuerzo y merecimiento. Este mismo instinto
rapaz hace a la gente desconfiar de un sistema en el que sea preciso pagar para
aprender a salvar la propia alma. Esas mismas personas, empero, no soñarían con ir a
un supermercado y pedir mercadería en forma gratuita o apoderarse libremente y al
azar de una casa donde vivir.

¿Por qué creen entonces que la propia salvación ha de ser gratis y libre de esfuerzo?
Simplemente porque no son capaces de apreciar la riqueza que no esté constituida por
algo material. De esta manera, tasan muchísimo más alto la transitoria posesión de
bienes perecibles que la propia salvación y realización espiritual.

Un misterioso velo hace que la gente no pueda apreciar su desesperada condición


espiritual; hipnotizadas, resignadas a un destino ineludible, prisioneras en un viaje sin
rumbo ni destino conocido, condenadas a una muerte amenazante y penosa,
sentenciadas a ser devoradas por la naturaleza y a pasar por la vida sin dejar ninguna
herencia realmente trascendente. Por suerte (o desgracia), existen múltiples
diversiones y pasatiempos destinados a contrarrestar los resultados angustiosos de las
ocasionales visiones de la genuina realidad.

Y aunque en apariencia hayan sonado algo altaneras y poco espirituales estas palabras,
las Transcripciones Cassiopaea, tal vez desde un escalón aun más alto, parecen
reforzar lo dicho:

P: (Laura) ¿Por qué dicen "su habilidad por compensarme por mi tiempo?"
R: Hemos mencionado anteriormente sobre la necesidad de que la energía esté
balanceada. Está correcto que se realice este programa disponible de acuerdo a la
capacidad individual de compensarlo. Pero todos debemos recordar que es dando a
todos aquellos que piden la manera de servir al prójimo. En tu caso has brindado
repetidamente a otros, y muchos todavía no comprenden el valor ni han brindado una
compensación acorde. Aquellos que encuentran dificultades con el programa, tal vez
se encuentren con que no están dando "todo." Y esto, no siempre significa dinero, de
ninguna manera. Sino que puede significar compromiso. Aquellos individuos que
todavía sigan pensando que pueden obtener algo sin dar a cambio nada se
encontrarán entonces bloqueados.

Tácticas para la

batalla hiperdimensional

La segunda regla asegura a la primera: se busca obtener ganancia pero no aplicando


métodos destructivos o parasitarios. En general en cualquier ataque, los portales
orgánicos manifiestan uno o más puntos ciegos; la detección y atención sobre estos
puntos es lo que lleva a diseñar y elaborar una estrategia óptima. No obstante, es
importante evaluar constantemente para no desviarse en una conducta propia que
degenere en parasitaria, predatoria o aun violenta.

Por último, la tercer regla permite que aquel recurso retenido y aumentado merced a
la aplicación de tendencias creativas, sea puesto a disposición para el beneficio de
otros que lo soliciten. Aquí es importante evaluar que no existan actitudes parasitarias
o destructivas por parte del solicitante: un buen parámetro para medir tendencias
negativas es ponderar la reiteración de las solicitudes y la falta de avance o esfuerzo
del solicitante.

Tal vez, el ojo entrenado encuentre cierto parecido con la famosa frase amarás a tu
prójimo como a ti mismo, pero es evidente que amar tendría aquí un significado
bastante distinto: para amar es necesario conocer, y sólo conociendo se logra tener
luz. Llegados a este punto sería inevitable arribar a otra famosa frase -que figura en el
cartel de la cocina de la Pitonisa de la película The Matrix- y se lee: Temet nosce... si la
sazonamos un poco más con las enseñanzas masónicas tenemos Temet nosce ex
tenebris lux: conócete a ti mismo sal de las tinieblas hacia la luz.
Orquestaciones amorosas (II)

En nuestro primer análisis de la interferencia alienígena en las relaciones humanas se


sostuvo que se trataba de la incursión del factor exógeno dentro de cualquier relación
de índole pasional o basada mayormente en emociones, con el fin de iniciarla, alterarla
o, lo que ocurre más asiduamente, generar su ruptura; una película reciente que
describe estas interferencias en las experiencias sentimentales se trata de Los Agentes
del Destino (The Adjustment Bureau).

Sobre el aspecto de las rupturas amorosas o desconexión emocional de uno de los


miembros, se lo relacionó con los cordones etéricos o ligados al apego: tal vez, una de
las formas más frecuentes de drenaje emocional, y a propósito de esto, otra manera
en que el sistema de control extorsiona a los investigadores y buscadores de la Verdad;
un artículo de Laura Knight-Jadczyk (1) conecta este tema con los Peregrinos, Guachos
o Bodhisattvas:

Lo que sucede ahora es que el Wanderer [aquellos que han vuelto a encarnar para
servir a los demás] es preparado por los dramas anteriores para buscar matrimonio o
relaciones amorosas que también son abusivos abierta o encubiertamente. Y, claro, la
característica especial de los Wanderers de no poder realmente identificar la forma de
pensar negativa porque no es parte de su propia composición, les impide ver
exactamente lo que esta pasando. Siempre parecen atribuirles los mismos motivos e
ideales superiores que están dentro de ellos a otros.

Excusan interminablemente el abuso y el daño a ellos y otros con la idea de que si


aman al otro el tiempo suficiente, con suficiente fuerza, con la suficiente pureza o los
apoyan contra viento y marea, el abusador vencerá sobre sus heridas/daños las cuales
son la causa de su comportamiento abusivo, y entonces podrán ser “todo,” la cual,
claro, ¡El Wanderer cree que es una persona similar a ellos!

Después está la constante proyección de programa de “suicidio” por los muchos


vectores que el Wanderer encuentra en su entorno. Se necesita una observación
cuidadosa para determinar quiénes pueden ser estos individuos, ¡pero es posible! Los
sentimientos naturales de estar “perdido” o “solo” y alienado de este entorno son
intensificados y retorcidos para que el Wanderer comience a enfocarse únicamente en
la idea de salir de esta enorme presión psíquica. Pueden darse apegos del espíritu, que
atacan al Wanderer desde el interior, por así decirlo.
En este sentido, mostramos un panorama acentuadamente elemental a través de las
densidades: las fibras vegetales (primera densidad) son consumidas por la vaca
(segunda densidad), generando leche y carne, alimento para la humanidad (tercera
densidad); asimismo, nosotros somos otro eslabón de la cadena que procesa alimentos
convirtiéndolos en emociones, y si estas son negativas, nutrimos a la cuarta densidad
de orientación negativa; este proceso puede ser natural, fruto de las decisiones,
buenas o malas en un sentido subjetivo, que tomemos al relacionarnos con otros, o
puede ser forzado e interferido —tal vez a través de impuestos samskaras— con el fin
de predar: similar a la analogía de una vaca que rumia en paz en los campos, o aquella
que es enviada a diario a las plantas de procesamiento; del libro Teovnilogía del ex-
jesuita Salvador Freixedo:

A las actividades de que nos habla [el ufólogo James] Bartley, se le pueden añadir otras
de una perversidad verdaderamente satánica como la introducción en el organismo
del recién nacido de genes que en el futuro confundan o tuerzan su inclinación sexual
o lo lleven a una sexualidad desenfrenada, a la pornografía infantil y pederastia, al
asesinato sin causa alguna o hacia el gusto por los espectáculos de sangre, la tortura,
películas “snuff” y todo tipo de depravación y autodestrucción y en muchos casos hacia
el suicidio. La actual superabundancia de personas o de delitos que tienen que ver con
una sexualidad anómala o aberrante está directamente relacionada con esta callada
actividad reptiliana.

Aunque sonemos tan conspiranoicos como el agente Nicholas Angel en la película Hot
Fuzz, en las relaciones sexuales siempre está pasando algo que busca el beneficio
último del factor exógeno, y sólo estando atentos y no dormidos en la ilusión es
posible evitar relaciones con portales orgánicos (también conocidos en la jerga
cristiano-esotérica de Boris Mouravieff como seres pre-adámicos o mecánicos); en sus
palabras (libro Gnosis I, capítulo XVI):

En cuanto a los esfuerzos tendientes a suprimir la mentira a sí mismo, ellos producen


otras consecuencias importantes. Porque esa mentira arrastra raíces profundas.
Situaciones paradojales se presentan a veces en ese dominio. Algunas son de una
sutileza psicológica tal que es difícil hacerlas salir de la oscuridad. Será suficiente
evocar el caso de matrimonios donde uno de los cónyuges, habiendo comprendido
que esa unión es un error, persiste de todas formas en intentar convencerse de lo
contrario, y si es de naturaleza afectuosa, redobla la amabilidad frente a su pareja
como si se tratase verdaderamente de su ser polar.
Lo absurdo de la situación alcanza al colmo si la pareja reacciona adoptando una
actitud correspondiente, sin sentir para nada un lazo sincero y espontáneo de ternura.
Este verdadero “juego del amor” se hace evidentemente para gran provecho de la Ley
General [el Sistema de Control]. El riesgo desde el punto de vista esotérico, es que, por
la fuerza de la costumbre, tal situación no tome para uno de los esposos -o incluso
para los dos- el valor de un amor verdadero.

La mentira a sí mismo de esta naturaleza en las personas amables y de buena fe, a


veces dura decenas de años y produce al fin de cuentas trágicas desilusiones.

Mouravieff hace especial mención al verdadero amor, quizá el caso excepcional donde
el factor exógeno cede terreno y donde la relación se basa fundamentalmente en
sentimientos (2) de seres polares; una pareja es polar cuando se logra vencer el
siguiente interrogante: ¿se ama realmente a la persona con que se está, o se posee un
adictivo apego egocéntrico? Los seres polares quizá decidan renunciar a la costumbre y
dirigirse hacia la práctica del amor cortés, tal vez uno de los pocos caminos para
sublimar los instintos.

Desde una visión ufológica —o si se prefiere no-antroprocéntricra,— la manipulación


afectiva exógena no se da sólo a nivel pareja, sino que involucra de alguna forma la
mayoría de las relaciones humanas: recordemos que donde abundan las emociones,
allí se encontrará el factor exógeno. Hechos notables en la biografía de la ufóloga
Barbara Bartholic, donde se cita una recurrente escena que se desencadena en cada
ocasión que ella y el doctor Jacques Vallée investigaban un caso de avistamiento o de
mutilación de ganado: en medio del estudio o poco antes de concluir, una extraña
sensación de peligro y ansiedad hacía que Bartholic se comunicara con su marido
quien había quedado al cuidado de los niños, y la mayoría de las veces debía retornar
urgentemente por un accidente, enfermedad o imprevisto familiar; en particular —y
quizá nos recuerde aquella famosa frase en labios de Alexander Leek de la película
Mothman Prophecies: no se nos permite saber— en el titulado Castigos por Investigar
(cap. XXII) de su biografía, comenta:

Casi todos los días desde que comencé mis investigaciones sobre OVNIs he sufrido
sucesos extraños, enfermedades, falta completa de intimidad, dolor, tortura para mis
animales, accidentes en los miembros de la familia, pérdida de la propiedad,
amenazas, y casi todos otro tipo de escarmiento que sólo podría deseársele a su peor
enemigo. [...]
Debería estar acostumbrada a este tipo de confabulaciones. Durante los siete años que
Jacques Vallée y yo trabajamos juntos siempre temí por lo que encontraría al llegar a
casa luego de trabajar en un caso. Me vi en el compromiso de investigar los fenómenos
OVNI, pero mi familia y yo siempre pagamos un alto precio.

La mujer del vestido rojo

en la película The Matrix

Podemos proveer algunas referencias adicionales contemporáneas en diverso material


de ufología donde, tanto investigadores como padecientes de procesos de abducción
han sufrido de una u otra forma la interferencia emocional: los capítulos IV y V de The
Watchers de Raymond Fowler, el capítulo XVIII de Close Encounters of the Fourth Kind
de Courtlandt Bryan,(3) y sobre todo, las aportaciones del psiquiatra John E. Mack
sobre la alienación de los afectos en su memorable obra Contactos (Abduction).

Y un curioso comentario en las Transcripciones Cassiopaea sobre la interferencia del


factor exógeno en las relaciones de aquellos que buscan despertar:

Si se considera que la población está distribuida de manera equilibrada, entonces se


entenderá que en la vida de una persona "con alma" [a diferencia de los seres pre-
adámicos o portales orgánicos], se topará con tantos seres mecánicos como individuos
con alma. Pero, cuando uno está en el proceso de "crecimiento" y fortalecimiento del
alma, el Sistema de Control buscará de insertar más "unidades" en la vida de esa
persona. Entonces, téngase en mente toda la gente con la que se ha topado en su vida,
y particularmente con aquellos con los que se ha, o se está, intimando. ¿Qué rango
propone usted para designar como portales orgánicos? No tan sencillo de calcular,
¿no?

La estructura subyacente (I)

A lo largo de esta andrajosa colección que intenta denunciar del mosaico de la realidad
las interferencias del factor exógeno actuando tras el velo sutil de una densidad que
incesantemente nos permea, y que nos utiliza llegando al punto de predarnos si no se
está alerta de la Ilusión, hemos pasado por alto analizar la posible estructura sobre las
que se apoyan las densidades de consciencia.
Decimos posible porque, aun graciosamente alzados en puntillas de pie sobre nuestra
Escalinata de la Creación, apenas si podemos comprender qué sucede por encima de
nuestra realidad física. Podemos, por supuesto, preguntar en voz alta y quizá entonces
recibamos alguna respuesta de los Hermanos Mayores. No obstante, hemos de prestar
cuidadosos oídos a lo que escuchemos y ponderar si la respuesta tiende a la
objetividad o busca engañarnos: timeo danaos et dona ferentes.

Algunas respuestas solemnes que se han mantenido erguidas al análisis e intento de


negación, y que desde luego volcamos para su meditación y escrutinio, son las
siguientes:

la realidad física es un centro mental de 6º densidad;

toda realidad sustenta su existencia a través de pensamientos.

El genial Jorge Luis Borges nos hace un curioso comentario en su artículo del año 1944:
Nueva Refutación del Tiempo, cuando transcribe al filósofo empirista George Berkeley
en Principles of Human Knowledge:

Hay verdades tan claras que para verlas nos basta abrir los ojos. Una de ellas es la
importante verdad: todo el coro del cielo y los aditamentos de la tierra -todos los
cuerpos que componen la poderosa fábrica del universo- no existen fuera de una
mente; no tienen otro ser que ser percibidos; no existen cuando no los pensamos, o
sólo existen en la mente de un Espíritu Eterno.

Podemos hacer una curiosa analogía informática (salvando las distancias que un
computador de 3º ni se acerca a uno de 6º densidad), apoyándonos en la película
Matrix, y arriesgándonos quizá a ver la realidad física como un servidor corriendo
múltiples procesos que recrean un ambiente consensuado; a su vez, el servidor basaría
su existencia en diseñadores de nivel superior que tal vez lo impregnen de la herencia
arquetípica de las orientaciones): el ojo entrenado quizá lo relacione con el concepto
gnóstico del Demiurgo.

El árbol de Amalion,
boceto de Tolkien para

la cubierta de Arbol y hoja

Profundizando un poco más, cada proceso estaría vinculado a un usuario, es decir a


una consciencia; no obstante, cada consciencia poseería un perfil heterogéneo,
habiendo unas que superen en permisos y funciones a otras: esto bien podría
simbolizar el Poder, es decir, la capacidad de forzar la propia voluntad por sobre las
inferiores o, de igual manera, el Conocimiento: la información necesaria para enaltecer
el libre albedrío. Siguiendo esta línea, podríamos encontrar permisos de lectura
(aquello que tendríamos la capacidad de percibir de la realidad) y de escritura (aquello
que podríamos dejar como persistente en la realidad). Una consciencia con mayor
perfil al de la humanidad (la hipotética cuarta densidad) tendría mayores permisos, y
podría obtener y ejercer mayor control sobre la realidad: controlando o monitoreando
mentes, fomentado emociones o borrando las huellas de sus pasos.

¿Tal vez el lenguaje assembler de la realidad sea mental, basado únicamente en


pensamientos que luego se materializan en el continuo espacio-tiempo? No es algo
que nos sorprenda descubrir, de hecho, cualquier ingeniero, arquitecto o diseñador
trabaja un modelo mental que luego elabora en un diagrama para eventualmente
confeccionar el producto final. ¿Quizá en la cuarta densidad, al ser etérica, dúctil o
maleable, sea posible abstraerse de la ilusión del tiempo y ver manifestados los
objetos pensados?(1) Meade Layne, en su libro The Ether Ship Mystery and its
solution tiene algo que aportarnos al respecto:

Es de la realidad etérica de donde provienen las diversas formas de las Naves Etéricas.
La materia etérica reacciona a la energía del pensamiento. Los vehículos etéricos son
confeccionados de esta forma en las regiones etéricas de la Tierra, Venus o Marte,
como en otros lugares; pero esto no significa que sean fabricados en las regiones
humanamente visibles de estos planetas. Estas naves han sido, y siguen siendo, para
viajes interplanetarios. [...]

Esta afirmación sobre viajes interplanetarios suscita, para nosotros, el problema de las
enormes distancias y tiempos que se requerirían para recorrerlos, incluso a
velocidades que excedan la de la Luz. Pero desde el punto de vista del Ocultismo, este
problema no existe: estas naves son materiales en nuestro sentido de la palabra,
cuando están en regiones adyacentes a nuestra Tierra. En realidad, son siempre de
materia cuando entendemos la materia en el más sentido amplio, dado que los éteres
más sutiles siguen siendo corpusculares, y bien pueden denominarse materiales,(2)
pero poseyendo propiedades desconocidas o diferentes a la materia en nuestro plano
de existencia. Podríamos indicar que durante el tránsito de estas naves por nuestra
realidad su naturaleza es la de una forma de pensamiento. [...]

Poco importa donde fue formada mentalmente la nave, lo importante es que un


principio fue una construcción mental, como lo es una caja o una mesa en la mente de
su hacedor. El carpintero piensa en detalle la mesa antes de confeccionarla: se trata de
una idea que primero se plasma en "materia mental" y luego utiliza la energía de su
mente y cuerpo para "llenar" con materia más densa, como la madera, dicha
estructura mental: en pocas palabras la materializa. [...]

El origen mental de todo nuestro mundo objetivo es, en cierta manera, una obviedad
tanto en la filosofía como en la ciencia teórica.

Es evidente que podríamos encontrar más analogías, pero para esta introducción
hemos presentado lo suficiente; en esencia, buscamos señalar junto a la naturaleza
etérica de los procesos de abducción dos aspectos importantes:

la interferencia del factor exógeno, haciendo especial mención sobre la estratagema


del control mental -los conocidos implantes ligados a la limitación- podrían tratarse de
simples hackeos o intrusiones en la configuración mental de cada consciencia, donde
un perfil superior ejerce el poder para alterar la persistencia u homeostasis interna,
infectando con conductas caóticas y autodestructivas que en última instancia, llevaría
a transformar la propia consciencia en su peor enemiga;

las capacidades creativas pasan por identificar estas intrusiones, lograr alterar o
reconfigurar el propio patrón mental y elaborar una estrategia para ayudar a otros a
que, de manera consciente, hagan lo mismo.

Para finalizar y con vistas a nutrir el punto de vista planteado, el profesor Tolkien
escribió una interesante historia sobre la construcción de realidades y la formas de
enriquecer la Creación, actuando como co-creador de realidades, en su cuento Hoja,
de Niggle: un notable planteo si se entiende al protagonista, un artista frustrado que
deja inconclusa su obra al abandonar la tercera densidad por una enfermedad, pero
vuelve a ella ya siendo una realidad -todavía por completar- en la cuarta densidad.

El Fin del Tiempo o el Tiempo del Fin

El título no pretende otra apología al funesto libro mencionado por Canseliet, apenas si
podemos refocilarnos en las palabras de Sábato sobre las visiones del místico gnóstico
Böhme:
La vasta crisis de los Tiempos Modernos a la que estamos asistiendo es la quiebra de la
mentalidad cientificista, y a través de ella acaso podamos acceder a una reivindicación
de las fuerzas ocultas que esa mentalidad proscribió, en una reintegración del hombre
escindido. Según Hegel, a los períodos más terribles de la historia se siguen las horas
más hermosas, porque de la "conciencia infeliz" que resulta de nuestra conciencia del
mal surge luego una venturosa plenitud; idea que Nietzsche retoma cuando afirma que
de la extrema decadencia resurge un nuevo clasicismo.

¿Pero cuáles son estos períodos terribles de la historia? Hemos visto que tal vez el
tiempo no sea tan lineal como humanamente se lo percibe. Quizá la Matriz de la
Ilusión, el gran computador hiperdimensional en donde nos hallamos inmersos, la
cárcel de nuestras robóticas consciencias, en donde nos graduamos aprendiendo o
enseñando a escapar, haya existido siempre (aunque Bárbol opinaba que palabras
como siempre y jamás eran demasiado ominosas, utilizando el mantra mientras
perduren); fuera de la cárcel no existe el tiempo: fuera de la cárcel no hay ilusión.

Sin embargo, hay intereses exógenos que operan dadas unas determinadas
condiciones: el panadero no sufre el tormento del fuego, pero reconoce la fragancia
del pan horneado. La humanidad en su actual estado masificado e ignorante corre el
mismo peligro que las bacterias que fermentan los azúcares en la levadura del pan:
estamos siendo utilizados, quizá en la anestésica vida moderna bajo una gran
explosión demográfica, a inflamar una masa de energía emocional que estallará
cuando sean retiradas las comodidades y ventajas a las que estamos acostumbrados (o
domesticados).

Estos períodos han ocurrido cíclicamente en la historia no oficial, y se conocen como


cosechas hiperdimensionales: un período de tribulación humano, y de excelente
rendimiento para los pastores del rebaño. Durante estas cosechas, nuevos brotes e
injertos se preparan, razas híbridas y obedientes se alistan para reemplazar el antiguo
modelo humano. Ha ocurrido antes, ocurre y seguirá ocurriendo: es el camino natural,
muy semejante al que destinamos a nuestros cultivos y futuros alimentos.

Tal vez, la verdadera historia humana sea un cementerio de imperios caídos, pero no
deseamos crear una disonancia cognitiva, pues hay entidades de servicio al prójimo
que observan desde la otra punta. Pongámonos un tanto ecuménicos y releyamos con
ojos más despiertos:
Vigilad sobre vuestra vida. No se apaguen vuestras linternas, y no dejen de estar
ceñidos vuestros lomos, sino estad preparados, pues no sabéis la hora en que vendrá
nuestro Señor. Reuníos con frecuencia, buscando lo que conviene a vuestras almas,
pues de nada os servirá todo el tiempo en que habéis creído, si no consumáis vuestra
perfección en el último momento.

En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y los corruptores, y las ovejas se
convertirán en lobos, y el amor se convertirá en odio. En efecto, al crecer la iniquidad,
los hombres se odiarán entre sí, y se perseguirán y se traicionarán: entonces aparecerá
el extraviador del mundo, como hijo de Dios, y hará señales y prodigios, y la tierra será
entregada en sus manos, y cometerá iniquidades como no se han cometido desde
siglos.

Entonces la creación de los hombres entrará en la conflagración de la prueba, y


muchos se escandalizarán y perecerán. Pero los que perseveren en su fe serán
salvados por el mismo que había sido maldecido.

Entonces aparecerán las señales auténticas: en primer lugar el signo de la abertura del
cielo, luego el del sonido de trompeta, en tercer. lugar, la resurrección de los muertos,
no de todos los hombres, sino, como está dicho: «Vendrá el Señor y todos los santos
con él» (Zac 14, 5).

Todo esto es por lo menos curioso, y puesto en orden quizá también bastante
alarmante. Es evidente que no hay nada fijo, así que no podemos ni siquiera considerar
una fecha tan holocaústica como ruidosa como la del año 2012; pero sí es evidente,
que la masa comienza a oler a tostado. ¿El horno no está para bollos?

Nos hemos referido con frecuencia al trabajo en equipo, evitando las jerarquías y el
anquilosamiento elitista del Conocimiento: en el intercambio está la ganancia. Pero,
¿hemos mencionado algo sobre la abertura del cielo? El notable John Keel nos ha
allanado el trabajo en su clarificador libro Operation Trojan Horse (1970) cuando
menciona:

La "fuente" ha hecho intentos repetidos de explicar todo esto en términos que


podamos entender. El 8 de enero de 1968, el "Sr. Orlon," del Comando Intergaláctico
Ashtar, transmitió este mensaje a un contactado:

"Los platillos que menciona, son en realidad los cuerpos espaciales de ciertos
agregados de conciencia. Existen duodimensionalmente, es decir, penetran
simultáneamente en la tercera y cuarta dimensiones o pueden, si lo desean, confinarse
en cualquiera de las dos. Su propósito ha sido, y aún es, por el momento, entrelazar
estos dos reinos de consciencia que aparentemente están separados. Sin embargo, se
acerca el tiempo cuando el velo se corra y lo que es Uno se percibe como Uno. Llegado
este momento, los platillos vistos por pocos serán vistos por muchos. Parecerá que
repentinamente han llegado a sus cielos en gran número. Pero en realidad esto no es
cierto, porque efectivamente están donde siempre han estado, pero entonces el
hombre verá con nuevos ojos."

Los cansados ojos del hombre no son muy buenos. De hecho, sólo podemos ver una
parte muy pequeña del espectro electromagnético. Las ondas de luz son vibraciones
realmente visibles del espectro, algo parecido a las ondas de radio. Las diferentes
frecuencias se registran como colores diferentes en los conos de nuestros ojos. Se
podría decir que nuestro aparato visual en realidad consiste en miles de diminutos
receptores de radio cuidadosamente sintonizados a una diminuta porción del espectro
electromagnético. Realmente no podemos ver mucho, sólo accedemos a ver lo
suficiente como para hacer frente adecuadamente a nuestro entorno inmediato.

Dark people o

Visitantes de dormitorio

Aquí mojamos nuestros pies en las orillas de la cuarta densidad; tal vez algún ojo
entrenado o una mente inquieta haya transitado algunos pasos erráticos por esta
extraña tierra de sueños, que algunos quizá confundan con un duermevela
desasosegado. Todavía no tenemos para compartir más que unas sutiles hebras de
sensaciones encontradas sobre una realidad que se nos escapa, pero de la que
podemos dar por sentada su existencia y de las sombrías entidades que la habitan;
aunque, y en palabras del prestigioso Freixedo, no hemos de confundir a la población
tan sólo por unos molestos vecinos.

Entonces la resurrección de los muertos, tal como aseguraba el diálogo entre Ray
Stantz y Wiston Zeddemore, de la afamada película guionada por Harold Ramis, no es
otra cosa que la cuarta densidad -donde habitan aquellos ocultos y encapuchados
visitantes que siempre han estado permeando nuestra realidad e interfiriendo en
nuestras mundanas vidas- comenzando a hacerse visible. ¿Acaso no será
verdaderamente un Apocalipsis, literalmente, la Revelación de aquello que estaba
Oculto? David Tansley en Mensajeros de la Luz (Omens of Awareness, 1977) nos
comenta:
[...] sucedió algo parecido cuando Colón llegó al Nuevo Mundo. Los indígenas, que no
conocían más transporte acuático que las canoas, no vieron sus buques anclados en la
bahía pese a su tamaño y a destacarse sobre el horizonte. Sólo cuando el shamán de la
tribu lo pensó un poco y dedujo que aquellos extranjeros tenían que haber llegado en
algo, pudieron ver los barcos, aunque aun entonces hubo que señalárselos. Nosotros,
por supuesto, con nuestro orgullo intelectual y toda nuestra desenvoltura del siglo
veinte, no podemos ni imaginar que nos suceda una cosa así; pero nos está
sucediendo, y todo el tiempo, además.

La estructura subyacente (II)

En el artículo previo se presentó la posibilidad que nuestra realidad física se encuentre


encastrada en una realidad superior; las pistas nos llevaron a que dicha realidad podría
tener un sustrato completamente mental semejante a una estructura binaria
(creación/destrucción) de procesos informáticos que soporta una realidad virtual;
¿apreciamos la analogía entre una realidad que sustenta al computador y otra realidad
que eventualmente este crea? La realidad virtual así generada no sería otra cosa que
nuestra realidad física.

Profundizaremos un poco más presentando la EEQT (Event Enhanced Quantum


Theory); leemos en La Historia Secreta del Mundo (Capítulo XII, página 777):

[La Teoría Cuántica Mejorada por Eventos] parece describir el fenómeno físico más
correctamente que la mecánica cuántica ortodoxa o cualquiera de sus teorías rivales
(mecánica Bohmiana, GRW, etc).

Llamando a nuestro universo material "el sistema," lo que hemos aprendido de la


EEQT se puede resumir de la siguiente manera: el sistema siempre se caracteriza por
un cierto "estado." Resulta útil representar el estado del sistema como un punto sobre
un disco. El punto central del disco, que corresponde a su origen, es el estado de caos,
que también podríamos describir como "Potencial Infinito." Los puntos en la orilla
representan "estados puros" del Ser, es decir, estados de "conocimiento puro no
enturbiado." Entre uno y otro extremo existen muchos estados mixtos. Entre más
cercano se encuentra un estado a la orilla, más puro y "organizado" es.

Ahora bien, un "observador" externo, una "unidad de consciencia," puede tener una
idea -quizá exacta, quizá falsa, o bien solo parcialmente exacta- del "estado real" del
sistema, y observaría el sistema con esa "creencia" suya acerca del mismo. La
observación, en caso de ser prolongada, es capaz de causar un "salto" en el estado del
sistema. [...]

De acuerdo a la EEQT, si las expectativas del observador están más cercanas al


verdadero estado del sistema, el sistema salta, con mucha mayor probabilidad, en
dirección de un estado más organizado y menos caótico.

Parece haber algo interesante en esta teoría: en primer lugar nos informa que es
posible derivar Orden a partir del Caos al observar el Caos tal y como es, sin pretender
que sea algo diferente; (1) si poseemos Conocimiento objetivo hay baja probabilidad
de que un acontecimiento nos sorprenda, interfiera o incluso nos ponga en jaque.

En segundo lugar, coincide con los modelos probabilísticos, en especial con la teoría
matemática provista por Kolmogorov y sobre todo con la probabilidad condicional, ya
que el resultado de un suceso parece depender del Conocimiento del Observador
sobre el mismo (¿podríamos arriesgar que el grado de Conocimiento condiciona la
Realidad?); y por último, susurra cómo es posible, desde nuestro humilde peldaño de
la tercera densidad, establecer procesos creativos o correctivos dentro de la fábrica de
la realidad: por un lado, al maximizar el conocimiento exterior se logra disminuir la
incertidumbre sobre los eventos exógenos, y por otro, el enfoque mental positivo se
edifica sobre una confianza y conocimiento interior. Leemos de Bronte Baxter en su
brillante artículo sobre Realidad y Pensamientos:

Cuando se tiene un deseo, ese pensamiento envía un pulso a través del tejido de la
creación. El deseo vibra en el éter o conciencia energética, de la que todo [lo
corpuscular] está hecho. Ese deseo atrae lo que sea necesario para materializar el
pensamiento, porque el pensamiento es dinámico y magnético. Entonces, ¡presto! El
deseo se convierte en la realidad experimentada.

Este poder de la conciencia, del deseo y pensamiento que se manifiestan en la forma,


es lo que nos convierte en co-creadores con el Infinito. La manifestación de los
pensamientos en la realidad ocurre de forma automática, si tenemos o no la intención.
Contemple la gente que conoce y cómo sus vidas exteriores reflejan sus actitudes (que
son la suma de sus pensamientos).
Podemos crear la realidad ya sea en piloto automático, con pensamientos aleatorios
indiscriminadamente, o podemos optar por ser conscientes de cómo pensamos y hacer
que la aplicación del trabajo consciente cumpla nuestros deseos más preciados.

Este importante comentario, sobre el hecho de que podríamos estar creando nuestra
realidad en piloto automático, debería hacernos reflexionar en las profundas
consecuencias que acarrean los sistemas de creencias implantados por medio de una
velada coerción patriarcal durante la niñez, y sobre todo, si hemos introyectado al
impune dictador que nos cercena de establecer procesos creativos para vivenciar
emociones positivas.

¿Pero entonces qué es Conocer? Más allá de la definición usual, Conocimiento es el


grado de certidumbre (certeza o verdad) que poseemos en nuestro Ser sobre la
Creación; cuando realmente conocemos algo y lo aplicamos, opera un cambio en
nuestro ser: es decir, crecemos en consciencia.

Finalmente es posible plantear una analogía con la Teoría de la Información del


notable Claude Shannon (que curiosamente vimos hace tiempo que Información,
Conocimiento y Verdad están íntimamente relacionados); esta teoría del prestigioso
matemático, sobre la que se basan los protocolos de Internet y varias aplicaciones
informáticas, sostiene que en la entropía de una fuente los códigos con menor
probabilidad son los que aportan mayor información.

¿Y qué significa esto? Una buena aplicación práctica de la teoría de Shannon son los
compresores de archivos; si observamos el procesamiento durante una compresión,
veremos que durante el inicio del proceso la curva de datos (entropía) se incrementa
mientras el compresor aprende (es decir, toma conocimiento sobre la fuente o
archivo); llegados al promedio de la operación, se aprecia que la entropía se ameseta:
el autómata del compresor ha generado una base de conocimientos suficientemente
amplia y hay poca información nueva que codificar.

La analogía entre el aprendizaje que realiza un procesador es semejante al que realiza


una consciencia.(2) La gran diferencia es que dicho autómata no puede entender, es
decir, no puede incorporar dicho conocimiento a su base persistente de datos, y debe
volver a aprender desde un inicio en cada proceso.(3) La consciencia, en cambio,
podría verse como un organismo semejante a una célula orgánica que fagocita
experiencias e información y, de acuerdo a su orientación, elige transportar y
compartir el producto de su procesamiento, es decir Conocimiento, con sus pares o
bien aislarlo para beneficio propio.

Sobre espiritualidad y conspiranoia

Siempre que se considera una enseñanza religiosa es inmediata la relación con el plano
espiritual. Tenemos variadas visiones de este plano, desde las más inocentes con San
Pedro en la entrada acompañado de secretarias querubines, hasta algunas más
modernas y elaboradas, como las representadas en la película Más allá de los sueños
(What dreams may come) del escritor Richard Matheson también guionista de la serie
televisiva La Dimensión Desconocida (Twilight Zone).

La visión de los planos superiores de Matheson coincide bastante con la del profesor
Tolkien en el cuento Hoja, de Niggle: donde un pintor luego de abandonar el plano
físico debido a una enfermedad deja inconclusa su obra, y es transportado
eventualmente a su pintura, la cual debe completar para que otros la habiten.

De hecho, estas ideas sobre el plano espiritual no son nuevas y hay bastantes
referencias en el hinduismo; experimentos más modernos sobre la temática NDE/ECM,
se pueden leer en Vida Después de la Vida (Life After Life) y Visiones de la Eternidad
(Glimpses of Eternity) escritos por el psiquiatra y filósofo Raymond Moody; en una
entrevista comenta:

Luego de hablar con más de mil personas que han tenido estas experiencias, y haber
experimentado varias veces lo desconcertante e inusual de estas visiones, me ha dado
gran certidumbre que hay una vida después de la muerte. De hecho, debo confesar
para ser honesto, que no tengo duda en lo absoluto, basado en lo que mis pacientes
me han dicho, que han tenido una visión de lo que hay más allá.

Es aquí donde entrará la segunda materia en nuestro crisol, la visión conspirativa y


paranoica de la realidad aunadas en un único término: conspiranoia. El ojo entrenado
tal vez no tenga dudas de que hay algo extraño en esta realidad física que nos confina
(un juego de palabras del anglosajón coffin o ataúd) a sólo percibir un acotado rango
de frecuencias del espectro electromagnético. En efecto, sólo en situaciones
desesperadas, muchas veces donde está en riesgo la salud del cuerpo físico, es cuando
estas manifestaciones o visiones son percibidas; del libro La Senda hacia el Omega del
psicólogo Kenneth Ring:
Más adelante, en otro momento de su relato, Jayne expuso un encuentro y un
episodio de "telecomunicación" con uno de los "seres" que se acercaron a ella. No se
trataba, según afirmó, de nadie que conociera. Y Jayne le dijo al ser:

-Sé que ha sucedido, y sé que he muerto.

Y el ser dijo:

-Sí, pero no vas a quedarte porque todavía no es tu hora.

Y yo contesté:

-Esto es tan bello, tan perfecto... ¿Y mis pecados?

-No los hay -me respondió-. Al menos no como los concebís en la Tierra. Lo único que
importa aquí es lo que pienses. -¿Qué hay en tu corazón? -me preguntó luego.

Y, de algún modo, pude inmediatamente mirar en mi corazón y vi que no había en él


nada más que amor. Y comprendí exactamente a qué se refería, y le dije:

-Naturalmente. -Y noté que era algo que siempre había sabido pero que, por alguna
razón, había olvidado hasta el momento en que me lo había recordado.
"¡Naturalmente!"

Y a continuación pregunté:

-Ya que no puedo quedarme y tengo que regresar, quisiera hacer otra pregunta.
¿Podría decirme... qué es todo esto?

Hubo risas entre los asistentes. En otras palabras, Jayne estaba pidiendo, según ella, la
respuesta al "gran misterio." Y el ser me lo dijo. Y le bastó con dos o tres frases. Fue
una explicación muy breve y la comprendí perfectamente. De nuevo dije,
"¡naturalmente!", y de nuevo supe que era algo que siempre había sabido, pero que
había olvidado. Y entonces le dije:

-¿Puedo llevar conmigo cuanto he conocido aquí? Hay muchas personas a las que
querría hablar acerca de todo esto.

-Puedes llevarte la respuesta a la primer pregunta a la segunda, no serás capaz de


recordarla.

Jayne, de hecho, observó tras el regreso a la vida física que así era.
-Y eso fue lo último que escuché (...) [antes de regresar]

Pareciera que nuestro cuerpo, por naturaleza o con un propósito que deberíamos
analizar, suprime la conexión con los planos superiores, mostrándonos tan solo la dura
y fría realidad física. Estamos, por naturaleza, atados a ver la pared de la cueva
débilmente iluminada, y hasta nos es extraño preguntarnos la razón por la cual sólo
vemos esto, y ni siquiera nos inquieta el por qué de los grilletes y más importante:
quién los colocó. En palabras de William Burroughs:

Un paranoico es alguien que sabe un poco de lo que está sucediendo.

Es evidente que, como Andy Dufresne en The Shawshank Redemption, el dejarnos


llevar por las acotadas percepciones de nuestra cárcel —y sobre todo, a las conductas
innatas que nos arrastra esta mirada limitada de desesperación— nos haría perder la
fe, entendida como el fuego interno, necesaria para los arduos trabajos de la
liberación. Notemos que esta mirada de fe coincide con la visión conspiranoica: no hay
preso que trabajará en su libertad si éste se considera ya libre o felizmente
adormecido en su prisión de carne y hueso.

Andy se arrastró hacia la libertad a través

quinientas yardas de residuos malolientes

que no puedo o no quiero imaginar...

Hemos de recordar que, como el recluso Dufresne, cada día se debe trabajar en
expandir la visión de los compañeros prisioneros —proveyéndoles los medios que les
fueron negados como libros, música y enseñanza— pero cada noche debemos
desvelarnos en buscar el camino particular que nos lleva hacia nuestra propia
liberación, aunque éste atraviese los hedores y sustancias pútridas de la misma cárcel:
es que, tal vez, toda mirada espiritual u objetiva de la realidad física debería terminar
siendo conspiranoica.

Masificación latinoamericana

Los hechos de hoy tal vez sean las leyendas del mañana; en el lastimoso cierre de este
Kali Yuga asistimos a un embrutecimiento exponencial de la calidad moral humana, y
para el ojo entrenado no pasará inadvertido un patrón que está aplicando el pastor,
demente pero sagaz: el rebaño marcha silencioso cuando es masificado y apartado del
redil.

En América Latina asistimos a una extraña procesión: los Estados aniquilan cada vez
más la iniciativa privada. La supresión de la información, o su distorsión, sólo
denuncian con claridad los oscuros escenarios por donde hoy transita el poder político.
La persecución de aquellos que informan y someten a escrutinio y análisis las
injusticias cotidianas son acentuadas no sólo por los que detentan el poder, sino por la
masa ignorante, que sometida o anestesiada marcha como sonámbula al compás de
sus hábiles titiriteros. Del verdaderamente iluminado Salvador Freixedo de su libro La
Granja Humana:

La liberación de la Humanidad no llegará mientras no haya muchos más hombres libres


internamente que sean capaces de asumir sin corromperse la dirección de sus
hermanos menores o menos evolucionados. Y la verdadera libertad del hombre está
dentro de sí. Tiene que liberarse internamente de sus ambiciones, de sus miedos y de
sus dependencias voluntarias y tiene que llegar a una adultez intelectual para no
dejarse engañar y para que su mente se haga más creativa y se prepare para futuras
etapas, fuera ya de este planeta rudimentario.

¿Nos encontraremos ante las puertas de un Estado Unico que lo controlará todo?
¿Quizá cruzando las aguas que separan ocurra tal vez lo mismo en el viejo mundo, al
este del Mar? ¿Serán tan sólo tentáculos del Gran Kraken, de la Bestia del Fin? No lo
sabemos con exactitud, pero lo exponemos para que otros Peregrinos que recorren en
silencio las estepas áridas del Tiempo tomen noción ante tantos eventos sobre el
tablero de la humanidad.

La masificación es un sinónimo de la supresión de la creatividad individual, apagando la


chispa del espíritu humano al plegarse sobre las notas más repetitivas, disonantes y
vanas; recordemos que así era la música de Melkor, el más poderoso de los Ainur:
como no podía alcanzar la belleza y profundidad de la sinfonía de sus hermanos,
decidió ahogar con tonos chillones y monótonos la Gran Canción de Iluvatar; no
obstante, aun en sus esfuerzos más osados y violentos, el Ainulindalë adquiría mayor
belleza al utilizar aquellas notas más salvajes y darles un cariz inimaginado para la
consciencia oscura que las había entonado.
Las entidades negativas quizá hayan iniciado el movimiento despiadado de sus cartas
más oscuras, comenzando a reunir desde las cuatro puntas del Mundo el ziggurat
piramidal del servicio egótico: las persecuciones a profetas, investigadores objetivos y
denunciantes de las atrocidades de la realidad humana comenzará a profundizarse. A
las autoridades, y no hablamos de los títeres políticos humanos, les conviene un
rebaño obediente y callado, pero sobre todo ignorante, que se dirija presto y sin
cuestionamientos al matadero; en las proféticas palabras sobre el riesgo del posible
contacto con alienígenas del prestigioso Stephen Hawking:

Si los extraterrestres nos visitaran, los resultados serían como cuando Colón llegó a
América, que no salió bien para los nativos americanos.

¿Y esto es todo? No. Pero recordemos que las Potestades de la Creación nada harán si
no se solicita su asistencia: si nuestros pensamientos no logran levantar vuelo de la
tanática frecuencia que hoy sintoniza la humanidad, llena de la codicia en la búsqueda
de la satisfacción mezquina, las posibilidades son pocas: al pensar y actuar de esta
forma sólo nos esclavizamos más; aquellos peregrinos que han despertado y logren
despertar a otros deben saber que su mensaje, por oscuro que se perciba en contraste
con la realidad consensuada, no por ello deja de ser menos verdadero.

Avallöne, la entrada a las

Tierras Imperecederas del Oeste

Informar a otros, intercambiar respuestas y colaborar en equipo son las premisas: no


dejar de tener una mente inquieta, como la de un niño; y recordar estar siempre
atento, pues cuando se cierre el cerco, cuanto más se lo intente, será cuando
aparezcan los senderos ocultos, aquellos que corren al oeste de la Luna, al este del Sol.
Ha ocurrido antes y tal vez ocurra ahora; concluimos con este fragmento introductorio
de Huston Smith al libro de Charles Upton, Cracks in the Great Wall:

El libro Grietas en la Gran Muralla analiza los hallazgos sobre ufología del investigador
Jacques Vallée y otros colegas a la luz de las enseñanzas de René Guénon,
particularmente detallado en su obra profética The Reign of Quantity and the Signs of
the Times.

De acuerdo a Guénon, uno de los signos del Tiempo del Fin (1) es la erosión de la
barrera energética o "Gran Muralla" entre el plano material y el mundo de las
realidades sutiles - razón por la cual nuestro mundo parece ahora ser invadido por
fuerzas del psíquismo inferior, de una naturaleza puramente destructiva.

Orquestaciones amorosas (III)

Tal vez el más arduo de los condicionamientos destructivos para remontar sean
aquellos implantados en la niñez. Un buen ejemplo de estas manipulaciones afectivas
puede ser la parábola del elefante reescrita por Jorge Bucay:

Cuando era niño, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté


entonces por el misterio del elefante... Alguno de ellos me explicó que el elefante no
huía porque estaba amaestrado. [...] El elefante del circo no escapa porque ha estado
atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy
seguro de que, en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de
soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era
demasiado dura para él. Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a
intentar, y al otro día y al otro... Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el
animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Pero si fumamos sin filtro esta situación, el sabor puede llegar a resultar bastante
amargo, pues los abusos en la niñez tienden a ser perpetrados dentro del núcleo
familiar: estas manipulaciones no sólo involucran la vida romántica con el objetivo de
profitar la energía pasional y emocional, sino que también incluyen un historial infantil
de abusos, donde se busca anquilosar a la consciencia con potencial.

¿Cuál es el verdadero fin que se persigue? Es evidente que el sistema de control puede
determinar un sinnúmero de variables de la consciencia que encarna; seguramente del
relevamiento que se efectúa lo primero es identificar del grafo de futuros posibles,
aquellas ramas que puedan afectar directamente los intereses del factor exógeno: una
consciencia que pueda despertar a otras es un peligro que se debe atender sin
demora; recordemos, mal que nos pese, que las entidades parasitarias de consciencia
superior son especialistas en el rastreo de fallas de seguridad: su sustento energético
se basa en la optimización de la búsqueda y explotación de estas marismas
espirituales.
El abuso reiterado, y aplicado en especial por el núcleo parental del infante, afecta el
desarrollo de la psiquis y el aprendizaje de los comportamientos sociales, en especial,
explota la capacidad a la hora de las relaciones, no sólo románticas, en un modelo
víctima-predador. Consideremos que los opuestos se atraen, así que basta programar
al individuo dentro de una conducta recurrente de víctima, sumisión o sencillamente
destructiva; el resto es preparar pochoclo acaramelado para disfrutar una dramática
vida como la que planteó Christof en Truman Show. Citamos un artículo de Laura
Knight-Jadczyk (que se puede leer en español en Abducciones e implantes):

Otro de los factores en el sistema de control es el programa de "auto-destrucción." Así


que tienen otra forma bastante astuta para sus maquinaciones: el juego del suicidio.

Este es una astuta puesta en escena en la que pude seguir una variedad de líneas en
las vidas de diferentes personas, y tal parece que a las entidades diabólicas les da un
desalmado placer el diseñar variaciones para su diversión; la esencia del juego es la
siguiente: un Wanderer [seres almados con capacidad de despertar a otros] ha nacido;
obviamente tienen que nacer en algún lugar, en alguna familia, con cierta genética. Es
igualmente obvio que las elecciones probablemente no incluyan tener Wanderers de
familiares o hermanos (aunque hay excepciones). Hay pequeños bebes inocentes,
voluntarios para una gran misión, ¡y el juego comienza!

Abuso físico, sexual o psicológico entra al juego para disponerlos para una futura caída
si, de hecho, simplemente no son aniquilados.

La psiquiatra Elan Golomb expone con claridad académica en su libro Trapped in the
Mirror (1) la posibilidad de que entidades parasitarias fermenten en la psiquis de la
víctima: denomina a estas entidades como introyectos (introjects):

Debido a que los niños de padres narcisistas son maltratados desde la tierna juventud -
criticados, ignorados, manipulados-, ellos tienden a desarrollar un poderoso introyecto
negativo: una representación interna del padre (o madre) abusador. El introyecto
encarna las demandas que el chico debe supuestamente cumplimentar para ganar la
aprobación de los padres [...]

El introyecto también encarna la ira de los padres hacia el niño que falla en alcanzar los
estándares parentales [...] Como el introyecto es tan cruel, no puede ser integrado
como un ego de la personalidad consciente; estas negativas introyecciones son
sentidas por la víctima como una entidad exógena, que siempre busca atacar.

La doctora Golomb expone diversos casos de pacientes donde el ego negativo


interrumpe o anula procesos mentales, tales como pérdida de memoria o la
incapacidad de realizar una actividad que mejore su situación personal; asimismo, el
ego vengativo puede crear conductas o pensamientos detrimentales como ideas de
suicidio, violentas o adictivas; leemos del libro Por tu propio bien de la psiquiatra suiza
Alice Miller, en el que analiza la niñez del dictador alemán Hitler:

La estructura de su familia podría caracterizarse sin duda como prototipo del régimen
totalitario, cuyo único amo, indiscutible y a menudo brutal, es el padre. La mujer y sus
hijos se hallan totalmente sometidos a su voluntad, a sus estados de ánimo y
caprichos, y deberán aceptar humillaciones e injusticias sin rechistar y agradecidos; la
obediencia es su principio vital más importante.

El hogar es sin duda el reino de la madre que, cuando el padre no está en casa,
desempeña en el las funciones de amo absoluto de cara a los niños, es decir que puede
desquitarse parcialmente las humillaciones recibidas con seres aun más débiles. En un
estado totalitario esta función es encomendada a las fuerzas de seguridad: son
guardianes de esclavos y, a su vez, esclavos ellos mismos, pues satisfacen los deseos
del dictador, lo representan en su ausencia, infunden miedo en su nombre, distribuyen
castigos y asumen el papel de opresores de los oprimidos.

Convertir en abusador a aquel que

debiera proteger y enseñar a protegerse

Un entorno familiar detrimental condena a los hijos a una baja autoestima junto a una
progresiva extinción de la propia personalidad, donde el trato social cotidiano se
confunde en una niebla emocional, siendo preferente una vida sin exposiciones,
buscando pasar desapercibido debido a la falta de seguridad y la carencia de un
aparato psíquico robusto,(2) preparado para lidiar con las actitudes parasitarias ajenas;
se le suma a esto el hecho de sentirse desvalorizado, carente de motivación propia
para cambiar hábitos o actitudes a fin de mejorar el curso de la propia vida; Knight-
Jadczyk continua:

Pero la característica especial de los Wanderers es que continúan "brillando" con un


tipo de "pureza interna" del espíritu buscador, incluso en la cara de tal trato. Como
resultado de este abuso, pueden ser invadidos por cualquier número de entidades
tanáticas que ingresan a través de las heridas en el escudo psicológico/psíquico como
bacterias cósmicas.

La siguiente etapa habitual en este drama es provocar que se sienta atraído a un tipo
particular de persona, que es un tipo de "imagen falsa" de persona impecable. Esto
frecuentemente es el mismo drama que Eve Lorgen describe en su artículo Love Bite
donde un gran "amor cósmico" es simulado, solo para caer de lleno tan pronto como el
vector es "apagado." El resultado que se persigue de esta traición es inducir
sentimientos suicidas o preparar al Wanderer para la siguiente variación del juego.

Por su parte, la doctora Lorgen comenta en su libro The Love Bite: Alien Interference in
Human Love Relationships: (3)

Algunos niños abducidos reportan que los aliens, al igual que los violadores y
abusadores de menores, los instruían de no hablar de sus encuentros, una
característica común en la pedofilia. Este pacto secreto es parte de la exitación para los
pedófilos y puede verse como una estimulación emocional por parte los aliens.
Pareciera que estuviesen promocionando y estimulando una conducta de "mantener el
secreto;" que no estaría bien "contar la verdad," que serás amonestado si la cuentas.

Pienso que los aliens explotan esta conducta destructiva en familias que asemejan ser
normales [narcisismo encubierto] y disfuncionales. ¿Por qué? Debido a que estas
familias son tierra fertil para una conducta de guardar secretos y una fuente estable de
miseria emocional negativa: energía que los aliens recolectan.

Como vimos en la estructura subyacente, el Wanderer tiene una intrincada labor al


tener que transmutar elementos destructivos implantados contra su voluntad durante
la niñez, en suelo apto para construcciones creativas y defensivas. Si se imagina esto
injusto, cabe recordar las palabras del padre de Louis Pauwels: el primer fallo de los
clérigos se produjo el día en que uno de ellos representó por primera vez un ángel con
alas: hay que subir al cielo con las manos.

Otra de las razones de la emergencia de comportamientos asociales en los niños,


también analizado por la doctora Lorgen, se basa en el denominado cocoon process o
proceso de acorazamiento (relacionada a la coraza caracterial y muscular postualdo
por el doctor Wilhelm Reich) con raíces en traumas no resueltos. Sin llegar a
profundizar en este complejo tema, Lorgen postula la conocida historia de Ted Rice,
protagonista del libro Masquerade of Angels de la desaparecida Karla Turner. Un breve
resumen sobre la postura de Turner al respecto, citada del libro Alta Extrañeza:

¿Qué hay de aquellas personas que sufren crisis nerviosas después de sus
experiencias? ¿Qué hay de aquellos que experimentan bruscos cambios de
personalidad, que acaban obsesionados con comportamientos sexuales anormales que
nunca antes habían tenido, lo cual a menudo los conduce a la ruptura de su
matrimonio y de sus relaciones amistosas? Esto ha sucedido en repetidas
oportunidades, pero ningún investigador ha explicado aún el propósito principal que se
esconde detrás de tales resultados.

Son particularmente perturbadores los casos donde ciertos individuos previamente


saludables tienen un encuentro extraño luego del cual desarrollan enfermedades
debilitantes o terminales. Se sabe muy bien que muchas mujeres sufren de problemas
ginecológicos después de sus experiencias, y que a menudo esto conduce a
histerectomías. Pero otros casos han mostrado el desarrollo de una fatiga severa,
horribles hinchazones y comezón, e incluso cáncer. ¿De qué efectos positivos podemos
hablar en dichos casos?

La estructura subyacente (III)

Las Realidades entendidas como ambientes de participación, experimentación y


desarrollo parecerían comportarse como vastos sistemas de consciencias, un SimCity,
granja o terrario a nivel Multiverso, explotados o administrados por entidades que
obtienen sus propios réditos y persiguen otros fines no siempre acordes a las reglas de
la Creación. En definitiva, es posible únicamente estar del lado creativo o del
entrópico; no obstante, es curioso observar que para lograr el balance de las fuerzas y
la impecabilidad en el accionar, sólo es posible conseguirlo por medio de esfuerzos
conscientes (tal vez, por eso digan beggars can't be choosers).

Las Potestades de la Creación son los verdaderos motores que inyectan energía en
cada realidad; desde nuestro humilde escalón de percepción, en la tercera densidad,
podemos asegurar avalados por el modelo científico, que esta energía emana de la Luz
de las Estrellas: nuestra realidad no tendría Ser ni Evolución sin el constante riego de
luz que surge incomprensiblemente eterno de estas ventanas al Reino Bienaventurado.
No por nada el profesor Tolkien nos recuerda que fue Varda, la potestad femenina
equivalente a la Diosa Madre, la Aletheia gnóstica, quien las sembró; George Green en
su inspirador libro Manual para el Nuevo Paradigma expone como iniciar procesos
creativos en una realidad entrópica:
Primero debe existir algo, para que la energía pueda ser atraída hacia ello. De allí la
famosa frase bíblica: En el principio estaba el Verbo (una mejor palabra sería
“pensamiento”), y el Verbo se hizo Carne (una mejor traducción sería “se manifestó”).

Siguiendo al pensamiento conceptual, debe existir el deseo [o intención] para que se


manifieste. Solamente pensar el pensamiento no basta para hacer que surja; debe
existir un deseo emocional que aporte el combustible para el movimiento, o cambio de
energía, del pensamiento en expresión. A través de la coagulación de las energías
“atraídas” se inicia la manifestación. La forma incluye más cosas; incluye situaciones,
circunstancias y una estimulación del deseo de pensamientos adicionales que apoyen
la finalización de la experiencia deseada. Una vez iniciado el proceso, es con el impulso
creativo de moverse hacia la finalización, que el propósito se armoniza con las leyes
universales.

El enfoque deseado debe proporcionar libertad, dentro del viaje en espiral de regreso
a la fuente, para todo lo que afectará. Cuando éste es el propósito subyacente,
entonces lo armónico de la Atracción es puesto en movimiento con todo su sutil poder
liberado.

Una forma simple de ver esto es concebir a los pensamientos del plano espiritual como
el principio creativo, que por medio de la energía emocional del plano etérico
manifiesta una nueva realidad en el plano físico.

¿Pero cómo garantizar que esta energía no sea simplemente absorbida y mal
aprovechadas por las entidades entrópicas? A grandes rasgos, si el Cosmos
proporciona libertad no existe esta posibilidad; lo que se intenta es que la energía pase
por gran cantidad de consciencias inferiores -incluida la Humanidad-, para que estas
aprendan en dicha transferencia. El Arbol de la Vida es alimentado por la Luz Estelar
desde las organismos más simples, plantas, animales hasta la humanidad, que
transforma el alimento material en la sustancia sutil de las emociones: si estas son
positivas resultan en un combustible para el anclaje de los propios procesos creativos,
en cambio si son negativas, proporcionan sustento a las entidades parasitarias de
consciencia superior. El aprendizaje y conocimiento ganados en el terreno físico y
psíquico a través de la supervivencia material y emocional, son las lecciones que una
vez comprendidas impulsan los engranajes del Espíritu.

El trabajo consciente y la
emergencia del Ser Esencial

Sin embargo este punto de vista puede ser complicado de enfocar: las condiciones
mundanas aunadas con el adoctrinamiento social, y eso sin contar las constantes
interferencias del factor exógeno, disminuyen la probabilidad de que la actual
Humanidad encuentre los medios para retener y administrar la energía necesaria para
una evolución consciente. Y aun aquellos que peregrinan en soledad, llevando cierta
luz en los ojos de reinos bienaventurados, deben volver aprender lo que han olvidado,
pues las reglas de la Ilusión así lo piden. Doris Lessing con una claridad alarmante
expuso en Notas para un Descenso al Infierno (1971):

A riesgo de aburrirle debo repetir que me temo que, repito, reitero re-enfatizo, no es
una cuestión de su llevada al Planeta Tierra como usted sale de aquí. Usted perderá
casi toda memoria de su pasada existencia. Usted, cada uno de ustedes llegarán donde
ustedes mismos, quizás solos, quizás en compañía de uno con otro, pero con
solamente una vaga sensación de reconocimiento, y probablemente desasociado,
desorientado, enfermo, desanimado e incapaz de creer, cuando le dicen cual es
realmente su tarea.

Usted se despertará, por así decirlo, pero habrá un período mientras usted está
despertando que será como la recuperación de una enfermedad, o como aparecer en
un buen aire cuando ha estado en uno envenenado. Algunos de ustedes pudieran
escoger no despertar, ya que el despertar será tan doloroso, y el conocimiento de su
condición y de la condición de la Tierra tan agonizante que usted será como un
drogadicto: usted pudiera preferir continuar respirando en el olvido.

Y cuando usted haya entendido que está en el proceso de despertar, que usted tiene
algo por hacer, habrá absorbido suficientes de las características de los Hombres de la
Tierra como para ser desconfiado, descortés, rencoroso, suspicaz.

Usted será como una persona que se está ahogando, que ahoga a su rescatistas, tan
violentamente luchará en su propio pánico y terror.

Y, cuando usted ha sido despertado a su condición real y se ha recobrado de la pena o


la vergüenza de ver hasta que profundidades se ha hundido, usted comenzará
entonces con la tarea de despertar a otros, y usted encontrará que está en la posición
de rescatistas de una persona que se está ahogando, o de un doctor en una ciudad que
tiene una epidemia de locura.
La granja humana

Los extraños delineamientos de los artículos que aquí se presentan subrayan la


consigna de nunca separarse de la verdad por aquello que preferiría creerse; en
definitiva, si se es subjetivo, la verdad duele; por lo tanto, analice activamente la
información que aquí compartimos: intente negarla o intente ratificarla; sólo con
aplicación lo podrá intentar; y en ambos casos se estará haciendo un trabajo
consciente; nuestra labor se podría considerar infructuosa sólo si se ignora el llamado.

Hemos considerado anteriormente el peaje de la experimentación física, evaluado


cuidadosamente en función del costo/beneficio recaudado por entidades de
consciencia superior de servicio egocéntrico, también conocido como moneda etérica
o loosh; William Bramley en su libro Los Dioses del Edén (The Gods of Eden) nos
comenta:

Los seres humanos parecen ser una raza esclavizada reproduciéndose en un planeta
aislado de una pequeña galaxia. La raza humana fue una vez fuente de mano de obra
para una civilización extraterrestre, para la cual seguimos siendo su posesión. Para
mantener el control sobre su posesión y mantener a la Tierra como una especie de
prisión, esa otra civilización ha alimentado un interminable conflicto entre los seres
humanos, promoviendo su decadencia espiritual y ha creado en la Tierra condiciones
irreversibles de penuria física. Esta situación ha existido por miles de años, y aún
continúa hasta nuestros días.

Este canon de sufrimiento por pisar la Tierra es una cuota que todo ser humano debe
pagar al nacer; se encuentra cuidadosamente orquestado sobre un sinfín de procesos
bioquímicos y psíquicos que buscan profundizar e interferir la fina línea entre el
balance y la búsqueda de la gratificación propia. Enrique Santos Discépolo nos insinúa
en Cambalache (otra forma retórica de decir MixtusOrbis): "Vivimos revolca'os en un
merengue y en el mismo lodo todos manosea'os."

A esta altura, hemos de estar conscientes de quiénes son los manoseadores, y cuales
son sus intenciones para los próximos tiempos; como toda granja, existe un período de
recuperación que busca que la población se incremente y se inyectan ingredientes
tecnológicos para el engorde, en nuestro caso deberíamos ver con otros ojos el salto
en las ciencias médicas, alimenticias y electrónicas luego de la Segunda Guerra
Mundial: tal vez peridurales antes de la intervención.
¿Nos estamos quejando de los avances de la ciencia? Todo lo contrario. La
diseminación rápida de la información, las terapias contra las enfermedades del
cuerpo y proyectos como la Wikipedia o Khan Academy son logros del trabajo
mancomunado y del servicio a los demás. Ocurre que estos avances deberían dejar el
terreno fértil para el trabajo esotérico -la labor interna para la liberación de las
ataduras físicas- y no servir de efecto anestésico para dormirnos aun más en la Ilusión.
¿O acaso hemos visto que estos logros trascendieran las barreras de las jerarquías y las
mezquindades políticas, y se hiciera eco de los avances creativos en una sociedad más
equitativa y justa?

Tal vez sea cierto que la consciencia crece despacio, como aquella analogía de las
cañas de bambú.

Analicemos fríamente y veamos que en la médula de la sociedad, en aquel reducto


donde se mezcla la autoridad, la política y la religión teócrata -los poderosos baluartes
y soportes del sistema de control-, el ganado humano sigue estabulado y ordeñado a
diario: tal vez no sea perceptible de manera directa nuestro concepto loosh, pero
todos reconocemos la necesidad de vestirnos apresuradamente para cumplir los
ajustados horarios laborales cuando el reloj suena por la mañana, y las emociones que
esto involucra; del libro El Lenguaje de los Sentimientos de David Viscott:

Nuestra era moderna nos ha privado, probablemente de algo, al alejarnos del contacto
personal directo con los elementos de la Naturaleza. Nos encontramos en un circo
artificial donde nuestros adversarios son los patrones arbitrarios, los horarios
exigentes, las prácticas poco equitativas y la burocracia, todos los cuales crean
sentimientos de frustración y nos amenazan sin darnos una oportunidad adecuada de
expresar nuestros sentimientos frente a la situación. Vivimos en una injusta esclavitud
emocional.

Se nos ha obligado a despojarnos de nuestro instinto personal de sobrevivir, en


nombre de algo llamado «seguridad a largo plazo», sin que se nos hayan señalado de
antemano las consecuencias. Nunca imaginamos que en el curso de nuestra vida
cotidiana y nuestra experiencia de trabajo, la mayor amenaza provendría de nuestros
protectores.

Peor aun, parecemos disponer ya de pocos recursos para combatir estas amenazas,
por cuanto luchar contra el sistema nos parece una tarea abrumadora. Puede que Don
Quijote haya sabido bien lo que hacía cuando eligió como adversarios a los molinos de
viento.
El traje del agente Smith, las

insignias del capitán Vidal

y los Nazgûl revoloteando

Corremos cual burro que arrastra la carreta, tras una zanahoria gastada por la
intemperie y nos sentimos gozosos cuando logramos a fin de mes darle un mordisco
ansioso, sólo para que se aleje un poco más de nuestro hocico; mientras en la carreta,
los cerdos orwellianos vestidos con trajes y carteras a la moda, se revuelcan en
comida. Pero nos sentimos satisfechos: los cerdos psicópatas han sido buenos amos,
pues aquellos animales que han hecho cabriolas ante su porcina presencia se les ha
dado una zanahoria completa: otro claro ejemplo de devoción teócrata y
ponerogénesis tercermundista; y por lo tanto, los volvemos a elegir como nuestros
gobernantes, masificándonos y restringiendo nuestra libertad aun más. George Orwell,
nos advierte en su novela 1984:

Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, figúrate una bota aplastando
incesantemente un rostro humano.

¿Hemos de resignarnos? Pareciera que la realidad intenta explicarnos que la falsedad,


la mentira y el trato mezquino es parte de la Creación, y debe ser aceptado como tal;
una entidad de consciencia superior y de servicio al prójimo no es un vengador que
portando una espada flamígera suprime de raíz las entidades parasitarias que dominan
a la tercera densidad. Tal vez, aceptando y a la vez trascendiendo esta realidad tal
como es, existe entonces la posibilidad de superación; en definitiva, todo parece
reducirse a un simple problema de decisión, o si se prefiere de discernimiento: la
capacidad de ver desde un punto de vista más objetivo una realidad que nos es, por
herencia, subjetiva. Permítasenos cerrar con la siguiente cita del libro La Granja
Humana del prestigioso Salvador Freixedo:

No sé si con este libro firmo mi sentencia de muerte.

Espero que alguien me defienda.

Pero si no fuese así, me iría con toda tranquilidad

de este desventurado planeta dirigido por imbéciles

y poblado en gran parte por tristes hormigas locas.


Irme... ¿a dónde? No lo sé.

Eso sólo lo saben con certeza los fanáticos religiosos.

De Guachos, Brujos y Bodhisattvas

Ver desde una óptica diferente la realidad puede arrojar nueva luz sobre hechos que se
creen conocidos, e incluso aportar un nuevo paradigma a cómo enfrentamos lo
cotidiano. En determinadas condiciones la suma, quizá matemáticamente
despreciable, de seres esclarecidos pueda aportar una nueva posibilidad a lo que ya se
creía perdido o conquistado.

La histriónica concepción de la futilidad de la vida humana, donde se nace, crece y


eventualmente más allá de todo esfuerzo o desborde, se muere parece deshonrar la
concepción espiritual de la existencia. Dentro del sistema, denominemosle educativo o
de buenas costumbres si se prefiere, el ser humano debe, ante todo obedecer:
estudiando, trabajando y formando una familia; el programa estándar con un
poderoso sector de booteo que intenta exonerar cualquier misión que pudiera traer
incorporado en su esencia la entidad que encarna, parece marchar directo a la
imposición de un sistema base mecánico que se ubica en lo profundo de la psiquis;
susurrando a grandes voces desde la colegiatura rosacruz, John Baines nos persuade
en su libro Los Brujos Hablan:

Sostenemos que no puede haber un verdadero progreso espiritual y moral si el


hombre no corta el cordón umbilical que lo une al computador central de la especie, el
cual sustenta las características "bestiales." Este acontecimiento memorable, único,
trascendental e irreversible, es el que se lleva a cabo en el seno de las verdaderas
escuelas herméticas. Las otras, en cambio, no tocan para nada el alma animal del
estudiante, limitándose a impartirle determinada enseñanza, la cual, con seguridad,
será utilizada para bestializar aún más la inteligencia.

Carlos Castaneda denominaba a este sistema operativo la mente del predador; y


parece muy adecuado su término; en las Transcripciones Cassiopaea se lo ha
relacionado con el Complejo-R (interesante a dónde nos lleva la R): como si se tratara
de un basamento exógeno, esta instalación foránea actúa como un virus colonizador,
interceptando cada invocación a las system calls del sistema operativo mental, en
busca de cualquier irregularidad que pudiese atentar contra su seguridad y dominio.
Todo esclarecido se habrá topado en más de una oportunidad con un comportamiento
errático cuando se intenta despertar a otro, incluso aun si se está honrando su
solicitud; es que es necesario medir adecuadamente la dosis de Verdad: la mínima
cantidad que la mente consciente no pueda digerir será interceptada por la mente del
predador e instantáneamente toda la artillería del Complejo-R se desplegará para
destruirle. El profesor Tolkien solía hablar de los Montaraces, como despectivamente
se los conocía en la Aldea de Bree, aunque para los ojos que sabían ver, eran Reyes en
Exilio:

Los hobbits no entendieron estas palabras, pero mientras Tom hablaba tuvieron una
visión, una vasta extensión de años que había quedado atrás, como una inmensa
llanura sombría cruzada a grandes trancos por formas de hombres, altos y torvos,
armados con espadas brillantes; y el último llevaba una estrella en la frente.

Los Guachos, como prefiere Torres o los Brujos como se anima Baines son aquellas
formas torvas, tal vez deformadas en su niñez por el factor exógeno, cansadas o
debilitadas por los incesantes golpes y desprecios, pero que sin embargo y por algún
motivo que trasciende su entendimiento, continuan brillando con cierta luz interior; el
profesor Tolkien hace decir entonces a Aragorn:

"Y no obstante nos lo agradecen menos aún que a vosotros. Los viajeros nos miran de
costado y los aldeanos nos ponen motes ridículos. Trancos soy para un hombre gordo
que vive a menos de una jornada de ciertos enemigos que le helarían el corazón, o
devastarían la aldea, si no montáramos guardia día y noche. Sin embargo no podría ser
de otro modo. Si las gentes simples están libres de preocupaciones y temor, simples
serán y nosotros mantendremos el secreto para que así sea. Esta ha sido la tarea de mi
pueblo, mientras los años se alargaban y el pasto crecía."

Figura tallada del coro de

de la Catedral de Auch (2)

Es indudable que el título de Bodhisattva o Shaman se logra no solamente por soportar


en silencio la estoica y cínica realidad que ocupa la Humanidad en el Cosmos, sino por
aprender a trabajar a través de los que detentan el poder. El reconocimiento de la
misión puede ser un duro golpe que desbaste las ilusiones del programa maestro,
inculcado desde la ternura de la infancia, y sobre el que se debe trabajar
incesantemente para retomar el mando; según el resumen del trabajo del psiquiatra
polaco Kazimierz Dąbrowski (1) sobre la Desintegración Positiva:
De acuerdo con la teoría, no se pueden alcanzar niveles superiores de desarrollo sin la
desintegración de las estructuras mentales inferiores, estas estructuras inferiores
tienden a ser automáticas y habituales, las estructuras superiores son cada vez más
autónomas y conscientes. En niveles inferiores, especialmente la psicopatía, el
intelecto simplemente es un instrumento en la búsqueda de impulsos primitivos; a
niveles superiores esta es influenciada por la empatía y una jerarquía de valores. La
"voluntad" progresa de una determinación biológica/ambiental a algo superior y
dirigida por uno mismo.

¿Tal vez sea cierto aquello de controlar el interior y aceptar lo exterior? Sobre lo único
que podemos desear dominio es sobre nuestro interior, deteniendo pasiones y
sometiendo a la bestia, y logrando el Balance: reemplazar aquel sistema operativo
exógeno y egótico por uno elaborado de manera consciente; la teoría de Dabrowski
continúa:

Afortunadamente tenemos la habilidad de identificar niveles superiores e inferiores


dentro de nosotros mismos, sublimando los niveles inferiores y escogiendo manifestar
los superiores. Dabrowski llamó a esto desarrollo universal o global, siendo la
identificación psicopática con los niveles inferiores un desarrollo unilateral.

El primero podría llamarse la vía del servicio a los demás, ya que está fundamentado
en el altruismo, la empatía, y la comprensión hacia otros, mientras que el último se
trata del epítome del servicio a sí mismo, fundamentado en el egoísmo, el narcisismo,
la importancia personal y la arrogancia.

En los libros de Orfeo Angelucci se propone que los Wanderers(3) del Material Ra y de
las Sesiones Cassiopaea son aquellos seres humanos que comparten la virtud del amor
al saber puro; permítasenos concluir con un breve fragmento del capítulo The Dance in
a Glass —que resuena con los tenues estertores del fin de un ciclo,— en su libro Son of
the Sun:

Desde los albores de la creación del planeta Tierra sólo se han servido a sí mismos.
Pero su mayor violencia en contra de ustedes mismos aún se encuentra en el futuro.
¿Qué utilidad les han prestado a otro mundo? Ni siquiera creen en la existencia de
otros mundos, excepto en un tono risueño. Oh, unos pocos tienen la visión y la
consciencia, cierto. Pero unos pocos en la Tierra siempre han tenido la visión sublime y
verdadera. Estos pocos siempre presentes quienes, por la dinámica del amor al saber
puro, han mantenido la hebra esencial viva, esperanzandos en que la Tierra entrara
algún día en la luz de la perfección. ¿Qué posee la Tierra hoy, salvo el pequeño
aprendizaje fundamental que se ha dado a su historia por estos pocos?

[...] Carente de espíritu y conocimiento, el ser humano es más bestial que el animal
más salvaje, y puede involucionar infinitamente a la peor bajeza, como también puede
evolucionar a una esfera infinita de esplendorosa belleza.

Esa es la única finalidad, todo lo que es pretendido para vuestro planeta Tierra. Un día
deberán atravesar el momento decisivo: retrocediendo otra vez hacia la destrucción, o
evolucionando hacia el Cielo. No será una transición suave, pues la decisión deberá ser
hecha a través del fuego del Armagedón.

La interfaz espiritual (I)

Hemos visto con anterioridad las Densidades de Consciencia e intentamos entrever


nuestro papel en las Escalinatas de la Creación. Mucho se ha hablado de la Cuarta
Densidad y la posibilidad de encontrarnos en las orillas de un eventual cambio global,
sin embargo poco comprendemos hasta qué punto estamos interconectados y como la
biología de nuestros cuerpos se entrelaza con el Fuego de los Alquimistas.

El fuego con el que se cocina habitualmente es un plasma ígneo: la materia se


encuentra ionizada y debido al incremento de energía (aceleración) en sus partículas,
emite luz y calor. Esto no es nada nuevo, salvo que no se nos debe pasar por alto que
el plasma forma parte de los demás estados de la materia: sólido, líquido y gaseoso; en
los cuatro casos, se trata de la misma materia pero con un grado de mayor aceleración
(energía que se inyecta) que provoca el cambio de estado de uno en otro. Algún ojo
entrenado podría especular que todo se trata de lo mismo, es decir, Energía, a través
de la famosa E=mc2 einsteiniana y Louis de Broglie nos sugeriría mediante su hf=mc2
con que todo el secreto está en la frecuencia de las vibraciones. Para ejemplificar aun
más lo cotidiano y extraño de todo esto veamos a través de Fulcanelli a qué nos
referimos (del capítulo V de las Moradas Filosofales):

Decir, por ejemplo, que dos volúmenes de hidrógeno combinados con un volumen de
oxígeno dan agua es anunciar una trivialidad química. Y, sin embargo, ¿quién nos
enseñará por qué el resultado de esa combinación presenta, con un estado especial,
caracteres que no poseen en absoluto los gases que la han producido? [...] Por una
parte, si el hecho es innegable y está rigurosamente controlado, ¿de dónde procede el
que nos resulte imposible reproducirla por simple lectura de la fórmula encargada de
explicar su mecanismo? Pues falta, en la notación H2O el agente esencial capaz de
provocar la unión íntima de los elementos gaseosos, es decir, el fuego. Pero
desafiamos al más hábil químico a que fabrique agua sintética mezclando el oxígeno
con el hidrógeno en los volúmenes indicados: ambos gases rehusarán siempre
combinarse. Para tener éxito en la experiencia, es indispensable hacer intervenir el
fuego.

En este ejemplo, y a lo largo de sus libros, Fulcanelli hace mención continua sobre el
Fuego de la Materia y la purificación (solve et coagula) del Alma del Hombre. Si nos
ponemos poéticos, y sin perder generalidad científica, podríamos asegurar que el
Fuego —el plasma ígneo— es el Alma del Agua. Para unir las dos medidas de
hidrógeno y la de oxígeno necesitamos plasma. De hecho, pareciera que cualquier
enlace químico, que en particular el del agua es un covalente polar, requiere de la
chispa o fuego o plasma. En el controvertido libro War in Heaven de Kyle Griffith, se
profundiza sobre la naturaleza de este Fuego y su correlato con la materia inorgánica
(capítulo X):

La diferencia entre la materia viviente y la no viviente es que la materia viva está ligada
a la materia astral, pero no así la materia no viviente. Moléculas orgánicas complejas
de materia corpuscular pueden formar un enlace químico con moléculas similarmente
construidas de materia astral, y la estructura resultante muestra las características de
la vida: la irritabilidad y la capacidad de reproducción.

Este proceso es muy complicado, y su conocimiento de la física no es suficiente para


entender todo por completo. He aquí un intento de explicar por qué la materia astral
puede reaccionar químicamente con la materia física sólo dentro de las moléculas
vivas y no dentro de las moléculas más simples: tiene que ver con las frecuencias
vibratorias de los fotones producidos cuando los electrones tanto de la materia física
[corpuscular] como la del astral cambian de nivel de energía [¿salto del nivel de órbita
electrónico?] dentro de las moléculas orgánicas complejas. Estas frecuencias al ser las
mismas permiten que fotones físicos se conviertan en astrales y viceversa.

Esto ocurre sólo en ciertos tipos de moléculas, no en todas. Estas conversiones de


energía permiten un tipo de enlace químico que se produce si las dos moléculas son lo
suficientemente similares.

Es posible ejemplificar la sutil presencia del plasma (materia astral) en un simple


madero y observar cuánta energía se encuentra almacenada en los enlaces orgánicos
de la celulosa. Inflamemos el leño y veamos como el Fuego se escapa de su cárcel
material dejando las cenizas de sus componentes físicas: monóxido de carbono, lignina
y carbono. Observemos que la energía liberada como plasma ígneo estaba encerrada
como plasma en los enlaces covalentes de la celulosa.

Según la NASA, la materia no bariónica representa bastante más del 90% de la materia
en el universo, conformado por casi 25% por plasma oscuro y casi el triple para la
energía oscura, quedando bastante menos del 5% para la materia densa (corpuscular)
que forman nuestros cuerpos físicos.

Ahora bien, el empalme con las ciencias biológicas es directo, pues ¿cuánta agua hay
en nuestros cuerpos? Entonces, el Alma del cuerpo físico, nuestro cuerpo etérico, es
sin duda la suma de todos aquellos fuegos presentes en las moléculas orgánicas (tal
vez sea mucho más que la suma, pues además trabajan y cooperan como un todo); lo
importante a destacar es que este cuerpo etérico está formado de plasma, el cuarto
estado de la materia, de una sutileza mayor que el grosero cuerpo físico. Es interesante
esto pues ningún biólogo podría dejar de arriesgar que, dada la presencia de procesos
biológicos para tan bajo margen en la materia física, iguales o parecidos se deberían
poder observar en el plasma; en este sentido a Griffith se le informa:

Parte de la energía electromagnética generada químicamente por los procesos


metabólicos de la célula se convierte en energía astral por los enlaces entre las
moléculas físicas y astrales. Esta energía fluye dentro de la materia astral que compone
el alma, suministrando la alimentación de sus diversas funciones y proporcionando
materia prima para la regeneración de su materia astral. En otras palabras, un tanto de
energía electromagnética se convierte en energía astral, suministrada al alma, y allí
convertida en materia astral para llevar a cabo el crecimiento y reparación celular.

El plano astral es en realidad el nivel más alto en la cadena energética por sobre el
plano de la Tierra [físico], lo que significa que recibe menos energía útil total. Las
plantas convierten la energía solar en energía química. Cuando los animales comen las
plantas, absorben esta energía y hacen uso de la mayor parte para su crecimiento, la
reparación tisular, para moverse y otras actividades. Sin embargo, parte de ella
también se convierte en energía astral y traspasa al alma [alma somática o cuerpo
etérico].
Como cada uno de estos procesos de conversión de energía son deficientes, cada
eslabón de la cadena de la energía tiene acceso a una menor cantidad que el nivel
inferior.

Esto refuerza nuestra idea sobre un eslabón invisible en el ápice de la pirámide


alimenticia y también apunta a que los complejos psicológicos autónomos (las almas
errantes jungianas) se alimentan silenciosamente de los seres vivos que han
parasitado. ¿Estos parásitos serán las extensiones ocultas del sistema de control
hiperdimensional?

La biología de los cuerpos sutiles

Paralelamente a los artículos sobre la interfaz espiritual, expondremos un poco de


material marginal que a diferencia del anterior no puede ser sustentado
científicamente, al menos por el momento. La mayoría de las referencias provienen de
fuentes, tanto modernas (Teosofía, Ufología y Clarividencia) como antiguas (Vedanta y
Taoísmo); utilizaremos la terminología moderna occidental y citaremos las analogías
orientales más próximas.

Hemos visto que el cuerpo etérico se puede considerar como una matriz de
potenciales donde la materia corpuscular (física) se acopla como herrumbres a un
campo magnético; este cuerpo sutil tiene su soporte en el cuarto estado de la materia
y se puede entender como el entramado energético que sustenta los procesos
bioquímicos de un organismo vivo.

El cuerpo astral cumple una función análoga a la que el cuerpo etérico lo hace con el
físico; la materia astral es aun más sutil que la etérica, y al igual que hemos vinculado
el cuerpo etérico con la materia oscura (plasma oscuro), la materia astral encajaría
perfectamente con la científicamente denominada energía oscura. Ambos cuerpos
sutiles pertenecen a la cuarta densidad y sirven de interfaz con la quintaesencia o
Cuerpo Esencial; este cuerpo es de extrema sutileza y podríamos situarlo en la quinta
densidad del Modelo Ra/Cassiopaea ya que no se trataría de materia sino ya de
energía pura. Al Cuerpo Esencial también se lo denomina Matriz Etérica, esto es, el
molde eterno de donde surgen los demás cuerpos más densos. El cuestionado libro de
Kyle Griffith: War In Heaven (Guerra en el Cielo) comenta al respecto:
El alma es en realidad un cuerpo astral, conformado por una forma especial de
materia. Esta materia está compuesta de partículas subatómicas, como la materia
ordinaria, pero con diferentes propiedades. Llamemos a esta forma especial materia
astral, y la forma ordinaria materia física.

Las partículas subatómicas que componen la materia astral tienen diferentes


propiedades que las partículas que componen la materia física. Los físicos de la Tierra
han nombrado y descrito algunas de estas propiedades, tales como la masa, spin [giro]
y carga eléctrica. También se tienen términos como "encanto" en su vocabulario para
las propiedades que la comunidad científica aparentemente entiende mucho menos.

La principal diferencia entre la materia astral y la materia física es que todas las
partículas subatómicas astrales poseen mucha menos masa que las partículas
equivalentes de la materia física. Las cargas y las relaciones de masas de las partículas
de los átomos astrales son aproximadamente las mismas que las de los átomos físicos.

En otras palabras, las partículas que componen el núcleo de un átomo de materia


astral tienen una carga eléctrica positiva o neutra, y su masa es mayor que la de las
partículas cargadas negativamente que giran alrededor del núcleo. Sin embargo, las
partículas subatómicas astrales equivalentes a los protones y neutrones físicos son
mucho más diminutos que los electrones físicos. Consideren que sus físicos a menudo
describen los electrones físicos como de "masa insignificante" en comparación con los
protones y los neutrones físicos, esto significa que la masa total de átomos astrales es
extremadamente pequeña.

Tanto Gurdjieff como Ouspenski hablaban de los "yoes:" estos egos forman la
personalidad del individuo, cada uno con sus inquietudes, intereses y objetivos, donde
la finalidad del Cuarto Camino es fusionarlos de manera de lograr que se normalicen
las emociones caóticas y los objetivos superpuestos. Análogamente, el objetivo final de
la Alquimia es la eliminación de las impurezas y la sublimación de la materia; en
definitiva, una forma velada de decir exactamente lo mismo: las impurezas de la
personalidad o yoes son los samskaras de los escritos vedas y la Consolidación del Sub-
Mayordomo del Cuarto Camino tiene su contrapartida alquímica en el nacimiento de la
supraconsciencia, nuestro Infans Solaris, hito singular y de características ontológicas
que se desencadena cuando el Nigredo transita hacia el Albedo durante la
encumbrada Teofanía Mineral.

Cada samskara se genera por una herida emocional, y es por ello que tenemos más de
una acepción para el término; para generalizar sin perder semántica, podemos definir
un samskara como un condicionamiento mental negativo. El cuerpo astral está
formado por samskaras o yoes, y cada uno de estos yoes puja por sus intereses en
general bastante egocéntricos. Samuel Sagan nos enseña en su libro Regresión,
Terapias de Vidas Pasadas (capítulo V):

Un entendimiento clave es que el cuerpo astral está hecho de samskaras. Su misma


naturaleza es reactiva y se aferra, y su sustancia es como un mar de samskaras,
algunos grandes, otros pequeños, algunos más relacionados a las emociones y otros
más relacionados a los pensamientos. Aún cuando el cuerpo astral no tiene unidad y
consiste en un montón de parches distintos que no coinciden, todas sus partes están
estrechamente relacionadas.

Una divertida analogía entre la Alquimia y la Informática representaría al Yo Real como


la CPU o procesador; y los yoes o samskaras serían las aplicaciones, todas orientadas a
correr sin importarle las demás (esencialmente egocéntricas); estas aplicaciones
consumen tiempo y recursos del procesador cada vez que se ejecutan; sin embargo, si
se lograra unificar bajo un robusto sistema operativo que controlara las asignaciones
de recursos entre las aplicaciones heterogéneas, se lograría un sistema unificado que
correría suavemente y a su vez fuera user-friendly (es decir, orientado a servir al
prójimo).

Los cuerpos sutiles de 4D son

la interfaz del Espíritu en 5D

Ahora bien, ¿a qué se debe este supuesto desbalance de los samskaras o yoes? Y aquí
ingresa una componente bastante marginal: la percepción del Tiempo; los yoes o
samskaras se encuentran en cuarta densidad y pertenecen a un único cuerpo sutil de
energía oscura. ¿Pero por qué hay tantos yoes? Básicamente porque en cuarta
densidad, donde reside nuestro cuerpo astral, no existe el tiempo; en dicho repositorio
de energía oscura, nuestra mente humana está enmarañada con distintas versiones de
nosotros mismos en algún otro punto de la realidad física de tercera densidad. Del
libro CE-VI: Close Encounters of the Possession Kind del psicólogo William Baldwin:

La personalidad de la última vida, de hecho todas las personalidades de las vidas


pasadas y potenciales futuras, están contenidas dentro de la esencia del alma, junto
con los recuerdos y los guiones de las vivencias de todas las vidas del individuo. Todo el
abanico de las vidas pasadas y futuras, en este planeta o en otros lugares, está
disponible para el individuo en un estado alterado de conciencia. El flujo lineal del
tiempo es un artefacto del universo físico, que se experimenta únicamente al estar
encarnado en la forma física. Las vidas pasadas y futuras no parecen estar dispuestos
en esta forma lineal.

Nuestro Yo Real en quinta densidad se proyecta en cuarta densidad a través del cuerpo
astral, y de este único cuerpo emanan los diferentes cuerpos etéricos que conforman
los ligamentos energéticos de las instancias físicas de nuestros cuerpos humanos en
tercera densidad. Es por eso que, un tema no resuelto en otra vida, queda remanente
en su huella astral en cuarta densidad, afectando otras instancias en tercera densidad;
continua el doctor Baldwin:

Muchas personas rechazan la idea de buscar los problemas en una vida pasada, ya que
dicen tener suficientes problemas en la vida presente. Esto suena razonable. Sin
embargo, en la práctica clínica, los clientes descubren que presentan conflictos en esta
vida y los problemas a menudo se deben a un trauma que se desencadenó en eventos
de vidas anteriores. Las memorias de vidas pasadas pueden venir en muchas formas: la
experiencia de un déjà vu; sueños recurrentes, ya sea en una ubicación específica, o de
un evento aterrador; un miedo infundado inexplicable, o una fobia paralizante. Las
personas que temen el agua, o a hablar en público, o le tienen miedo a las alturas (por
nombrar sólo unas pocas fobias comunes) a menudo descubren el recuerdo de
haberse ahogado, o haber sido ahorcado o quemado en la hoguera ante una multitud,
o la caída desde un lugar alto en otra vida. Al ser estos traumas de vida anteriores
explorados y resueltos en sesiones de terapia, las fobias dejan de existir.

La interfaz espiritual (II)

Jacques Vallée en más de una oportunidad se aventuró como observador en varios


experimentos parapsicológicos. Si bien su área de investigación siempre estuvo
relacionado a las matemáticas, en especial a las ciencias de la computación, encontró
una forma creativa de mezclarse con los investigadores de lo paranormal, y eso sin
mencionar su extensa trayectoria en el análisis de UFO o en sus palabras: fenómenos
aéreos anómalos.

El doctor Vallée estableció una interesante racionalización informática sobre los


procesos de Visión Remota, esto es, la capacidad de elucidar un objeto o lugar sin los
sentidos físicos, utilizando lo que comúnmente se denomina como percepción
extrasensorial; su hipótesis de trabajo gira alrededor de una simple cuestión que en
informática se conoce como técnicas de recuperación de información (information
retrieval). La forma de explicar fácilmente esto se relaciona a cómo una típica
computadora almacena y recupera bits, siendo un bit la unidad mínima de información
(la abstracción de un valor binario 0 ó 1, es decir, como un interruptor: apagado o
encendido).

Dentro de los componentes electrónicos de las computadoras se encuentra la RAM o


memoria de acceso aleatorio; las pastillas de RAM trabajan como una interfaz para
acceder, reorganizar y manipular la imagen de los estados binarios electromagnéticos;
los tipos iniciales de RAM evolucionaron de burdos interruptores mecánicos (como los
relés), pasando por lámparas incandescentes, núcleos de ferrita, a conjuntos (arrays)
electromagnéticos como los actuales, donde la imagen binaria es almacenada en
material sólido dieléctrico. Es interesante analizar esto desde una perspectiva más
amplia: obsérvese que el estado de la computadora -la imagen binaria de sus procesos-
no es física sino electromagnética, y las pastillas de RAM son simples interfaces físicas
que facilitan la lectura y escritura.

El ojo entrenado tal vez pueda observar una curiosa analogía con respecto al cerebro y
la mente humana; del notable aunque también cuestionable libro War in Heaven de
Kyle Griffith:

Una mente está en el cerebro del cuerpo físico,(1) y la otra está en el alma
[conformada de materia] astral, y ambas tienen consciencias separadas. Normalmente,
la mente astral es consciente mientras el cuerpo duerme, en cambio, mientras la
mente física está despierta la astral se apaga. Aunque es posible en determinados
estados de conciencia alterada que las dos mentes puedan estar conscientes
simultáneamente.

Durante su presentación en The Software of Consciousness, Vallée incursiona en esta


idea, basándose en una caótica investigación que desarrolló junto a Ingo Swann y
Richard Bach (decimos caótica porque así la define Vallée luego que la primer fase de
descubrimientos fuese interferida, donde investigadores e investigados cayeron en
grandes disputas emocionales y financieras, y los resultados terminaran como
clasificados por las agencias gubernamentales, sin que pudiesen publicarse
determinadas conclusiones).

En definitiva, en términos informáticos hay básicamente dos formas de acceder a un


bit: directamente, leyendo el dato en la celda de memoria o indirectamente,
accediendo a la dirección informada en una celda de memoria. Con los resultados
obtenidos en la investigación, era concluyente que los investigados obtenían datos a
través de medios no físicos entonces, ¿de qué forma lo hacían?

Direccionamiento directo

Direccionamiento indirecto

El doctor Vallée concluye con que es necesario conformar un nuevo modelo de


entendimiento de la consciencia, con el objetivo de dar explicación a ésta u otras
investigaciones del campo de la percepción extrasensorial. ¿La consciencia interpela a
otra consciencia que conoce el dato a buscar? En el caso de un experimento doble
ciego, ninguna consciencia conoce dicho dato hasta que el experimento concluye y se
contrastan los resultados, ¿entonces la inquieta consciencia se adelanta en el tiempo
en que alguna otra conozca dicho dato?

¿Tal vez existe un repositorio universal de información donde se encuentren todos y


cada uno de los posibles estados de un determinado universo en un tiempo dado? Si
esta base de datos global existiese, una consciencia con determinado Conocimiento
(ya sea consciente o en su esencia) podría obtener cualquier información simplemente
accediendo por medio de las coordenadas o parámetros de búsqueda, y explicaría
casos como el de Michel de Nostradamus. ¿Podríamos incluir aquí el concepto teórico
de Campos Morfogenéticos del doctor Rupert Sheldrake, aquellos bancos con
información que son utilizados como datos estructurales por los organismos vivos?
Carl Friedrich von Weizsäcker postula en Tiempo y Conocimiento (Zeit und Wissen) de
manera elegante su teoría de física digital:

En el sentido de la física tradicional, la información no es ni materia ni energía. En


cambio, la idea de información nos lleva a dos aspectos contrarios a la materia: forma
y consciencia.

En cualquier caso, la simple explicación bioquímica del cerebro y la memoria pareciera


ser insuficiente. ¿Tal vez, y aquí especulamos, el cerebro es una interfaz con un grado
de densidad más sutil? Si así fuera, sería posible para nuestra mente, en determinados
estados, acceder a repositorios externos y explicar la telepatía... al fin y al cabo, ¿nada
más marginal que intercambiar mensajes configurados en grafos de plasma quizá? Del
libro Los Brujos Hablan de John Baines:

En la mente tenemos la puerta de entrada a lo que conocemos con el nombre de


cuarta dimensión o plano de la energía. Todo lo que puede ser imaginado por el
hombre es una realidad en el plano de la energía y por lo tanto puede llegar a
realizarse en el campo material.

Parásitos, percepciones y densidades

Posaremos nuestros ojos en un drama más simple, buscando la forma de explicar lo


que de otra forma nos es invisible a nuestros sentidos físicos. Quizá Sam Gamyi, el
jardinero y escudero del Portador del Anillo, nos podría brindar sus consejos ya que se
habrá enfrentado más de una vez a una plaga parecida.

La Cretona es una planta originaria de la India de hojas coloridas, conocida entre sus
variedades como Arc en Ciel; posee hojas dentadas en forma de cardiode con
distintivas áreas de diferentes tonalidades de colores (rojos, amarillos, verdes y
violáceos); florece en función de la luz que recibe con diminutas inflorescencias en
forma de espiga de colores violetas, azules y blancos.

Hay diferentes variedades de esta planta, en general cuanto más coloridas, claras y
finas sus hojas, más azúcar contiene su clorofila, y por lo tanto, más susceptible a los
parásitos. Quizá, el principal parásito de esta planta sean las hormigas, sin embargo no
lo es de manera directa dado que la hormiga no puede ingerir y procesar directamente
el néctar de los tallos.

Es común ver hormigas ocupadas

en su ganado de cochinillas a lo

largo del tallo de la planta


Ocurre entonces que las hormigas crían un ganado de cochinillas algodoneras; las
cochinillas poseen un sistema digestivo con enzimas especializadas en suprimir los
cristales presentes en las células vegetales de la Cretona que son tóxicas para otras
variedades de parásitos, y secretan un especie de miel para las hormigas; y estas a
cambio, utilizan sus mandíbulas para realizar pequeñas incisiones en el tallo de la
planta (de otra forma, la cochinilla sólo podría parasitar las hojas de la Cretona).

La forma de defensa de la planta ante una infección de cochinillas es secando y


eliminando las hojas afectadas, previamente enrollándolas de manera de aislar
físicamente las nuevas larvas del parásito. Sin embargo, la planta no tiene un esquema
de defensa al ser atacada por hormigas que perforen su tallo para que las cochinillas
armen allí sus nidos. Sin la presencia de un jardinero que elimine los parásitos, la
planta muere.

En términos sencillos, la planta no concibe un ataque que pudiese ser perpretado por
un insecto que no asimile su clorofila. El ojo entrenado quizá comprenda la analogía
que estamos revelando: un parásito más inteligente hace uso de otro para realizar el
trabajo sucio, obteniendo grandes beneficios energéticos con una mínima inversión.

Debemos comprender que la planta tampoco percibe los parásitos y agresores de la


misma forma que nosotros; en su visión unidimensional de la realidad, procesa
información en la extensión de su cuerpo vegetal y asocia la pérdida de azúcares y
líquidos como un potencial predador, lo que hace que sintetice una mayor cantidad de
cristales de arsénico para disuadir al agresor.

Llevado a nuestra realidad humana, ¿podríamos realizar una brava analogía? Tal vez
podríamos atrevernos a tomar el papel de la agredida cretona, y asociar a las
cochinillas con factores atacantes conocidos; estos podrían tomar el papel de
situaciones, personas e incluso animales que nos ponen en una drama de drenaje
emocional con los cuales debemos lidiar de manera cotidiana, pero el verdadero
agresor, aquel que inteligentemente se dedica a buscar el punto débil, permanece en
tinieblas. Debemos considerar la posibilidad de este factor exógeno y elaborar
estrategias que lo consideren en nuestra realidad cotidiana, porque la defensa
mecánica y reactiva sólo nos terminaría secando

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