Cultura Dominicana Apuntes Yandry
Cultura Dominicana Apuntes Yandry
Cultura Dominicana Apuntes Yandry
“La cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace
de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente
comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A
través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como
un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca
incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden”.
La cultura dominicana existe. Y no porque sí. Existe por fuerza de una historia de 500
años formada en los sudores fulgurantes de los esclavos, la llegada del europeo a estas
tierras y una mezcla inteligente del fajo de costumbres y culturas en convivencia
durante cinco siglos.
¿QUÉ ES LA CULTURA?
La cultura es la base y el fundamento de lo que somos. Esta existe en nosotros desde el
momento en que nacemos y es el aporte moral e intelectual de nuestros progenitores en
un inicio y de nuestro entorno posteriormente.
Los pueblos del mundo, desde su fundación, van desarrollando su cultura, la cual, se
plasma en sus formas de vida, organización social, filosofía y espiritualidad;
normatividad ética y jurídica; arte, ciencia y
tecnología; economía y comercio, educación; memoria histórica, lengua y literatura entr
e otros.
Cultura es todo lo que existe en el mundo, y que ha sido producido por la mente y la
mano humana. Por ejemplo, las fiestas, los alimentos, los sistemas políticos, la manera
de pensar, la ropa y las modas, los medios de convivencia, el daño al medioambiente, la
manera de jugar algún deporte, la guerra y las armas, los actos humanitarios. Todos
éstos son productos culturales porque han surgido de la creación humana y de su manera
de entender, sentir y vivir el mundo. Por eso también se dice que la cultura es la forma,
para bien o para mal, como el ser humano ha modificado la naturaleza.
La Cultura taina.
La Cultura española.
La Cultura africana.
Cada una de estas culturas ofreció fuertes elementos que sustentan de una manera
directa o indirectamente lo que es nuestra cultura hoy en día. Es bueno a la vez precisar
que nuestra cultura, a través del paso del tiempo, recibió algunos aportes de otras
culturas, como son elementos de la cultura francesa, norteamericana, etc. Que fueron
aportados, aunque no de una manera tan notable como las tres anteriores, pero que
podemos encontrarlos en las culturas de nuestra nación.
Los contactos de los españoles con los nativos de la isla fueron desde el principio
conflictivos, tanto que produjeron la progresiva, pero implacable desaparición de los
nativos. A diferencia de otros países de América, Santo Domingo no presenta en la
actualidad el nuevo tipo étnico común a otras latitudes del continente: el mestizo.
De la cultura taína restan muy pocos remanentes, y estos corresponden sobre todo a los
aspectos materiales de la misma. Hay que advertir, por lo demás, que varios de esos
aspectos perduraron a través del esclavo africano, quien los hizo suyos y los incorporó a
sus costumbres y hábitos de trabajo.
Así, por ejemplo, cuando los taínos empezaban a extinguirse, los negros habían logrado
ya dominar la técnica del cultivo de la yuca y la preparación del casabe, que era el
alimento básico de aquellos. A través de los esclavos africanos, los taínos legaron a
nuestra cultura el cultivo de roza, cuya quema y tala de árboles serían luego continuadas
por los plantadores azucareros.
Otros elementos importantes de la cultura material taina que subsistieron y aparecen hoy
incorporados a la vida y actividad cotidianas del dominicano son:
1. Instrumentos como la canoa, la hamaca, el caracol (usado como trompeta para
dar avisos) y la cuchara de higüero.
2. Técnicas como el sistema de pesca denominado barbasco o
“encandilamiento”, el ahumado para la conservación de las carnes, la cestería –
especialmente mediante el empleo de cuerdas de cabuya y la petaca de yagua –, el
encendido de hornos de carbón, la utilización de la piel de ciertos peces para limpiar
y rayar vegetales, etc.
3. Productos agrícolas como la batata, la yautía, la jagua, el jobo, el maíz, el
lerén, el maní, etc. Todos ellos forman parte de la dieta dominicana.
La mayor aportación del taíno a la cultura dominicana hay que buscarla, sin duda, en el
lenguaje. Numerosos vocablos forman parte del habla criolla.
Los esclavos traídos a Santo Domingo procedían de diversas zonas de África y, por
tanto, pertenecían a culturas diferentes.
El negro africano llegó, pues, a Santo Domingo, en calidad de esclavo, y fue él quien
completó, con su trabajo forzado, la actividad del español conquistador. Es por tanto la
situación de esclavitud la que marca, como trazo fundamental, la presencia del negro en
la isla. Como esclavo, y a causa de esa situación, el negro arribó a América con sus
culturas quebrantadas.
Tal vez la mayor influencia del esclavo africano se observe en la música y baile. Tal
influencia se origina en las danzas, que como la calenda, se practicaban en Santo
Domingo, como en otros lugares de América, desde los años iniciales de la esclavitud.
De esta danza derivan, según investigaciones, varios de nuestros ritmos populares. Uno
de los más generalizados de todos es los palos, nombre con que se designa tanto al
ritmo como a los membranófonos utilizados. Ritmos nacionales de obvia impronta
africana son la sarandunga, los congos, la jaiba, el chenche matriculado, etc. Entre los
instrumentos de origen africano cabe citar los palos, el balsié, la gallumba, etc.
La música popular dominicana está íntimamente ligada a la cultura religiosa, y se
interpreta sobre todo en las llamadas fiesta de santos, conocidas también, según la zona
del país, como velaciones, velas o noches de vela. Otros ritmos populares son de
evidente origen español, como la mangulina y el carabiné.
Las creencias mágico-religiosas dominantes entre las capas campesinas y populares
dominicanas reflejan el sincretismo cristiano-africano operado desde los tiempos de la
colonia. El vodú dominicano es de obvia procedencia haitiana, pero sus rasgos y
complejos se muestran degradados en Santo Domingo. Al panteón voduísta criollo se
han incorporado muchas divinidades o loas nativas. El rasgo más característico del vodú
dominicano es el que lo relaciona directamente con la actividad mágica. Las
correspondencias entre los loa y los santos católicos son similares a las haitianas.
La magia dominicana es también una mezcla heterogénea de creencias y ritos africanos
y europeos, estos últimos especialmente españoles. Animales míticos como el bacá y
el galipote proceden de Haití. Las clásicas brujas y las características que las rodean son
españolas. De Europa nos viene la superstición del mal de ojo, la supuesta existencia de
lugarús (loup-garou) y numerosos hechizos y encantamientos, amén de la mayoría de
las artes adivinatorias.
Los ritos funerarios contienen muchos rasgos de ascendencia africana que son
compartidos con otros países de América. Un ejemplo típico es el baquiní o velorio del
angelito.
La cocina dominicana contiene productos y platos de procedencia africana. Entre los
primeros figuran el guandul, el ñame y el funde. Platos típicamente africanos parecen
ser el mofongo, preparado a base de plátanos verdes y, derivados de la cocina cocola,
el fungí y el calalú. Una bebida común entre los esclavos negros era el guarapo, que se
saca del jugo de caña de azúcar.
El proceso de formación de la cultura dominicana, que puede situarse a partir del siglo
XVII, responde pues a la necesidad del criollo de adaptarse al hábitat donde vive y es el
resultado de un largo y prolongado mecanismo de transculturación que se inicia sobre
todo a partir de la cultura española, lógicamente predominante, a la que luego se
mezclarán ingredientes procedentes de la aborígen y africana.
CREENCIAS
Galipotes:
De acuerdo con las creencias populares, los brujos o curanderos tiene la capacidad de
convertir a las personas en animales para su protección o para ellos mismos realizar
mejor su trabajo; son los “galipotes”.
Estos por la magia pueden escapar cuando los están buscando gracias a la capacidad del
mimetismo de asumir diferentes formas de animales de ser inmunes a filos de puñales,
cuchillos, machetes y balas, así como a la acciones de oraciones y resguardos.
Zánganos:
Bacá:
Este se consigue en un pacto con el diablo, quien le dará riquezas y las propiedades,
recibiendo como castigo dolores, enfermedades, desgracias y perdiendo popo a poco a
sus seres queridos, familiares y allegados, culminando con él mismo.
El agua de mayo:
Se considera mágica la primera agua de mayo. Cuando esta cayendo, la gente la recoge
con las manos y se la pasa por la cara como despojo para purificarse, con las esperanzas
en algunos de que les eliminara las arrugas y los rejuvenecerá.
También se recogerá el agua de mayo en botellas, la cual servirá como protección y para
resolver problemas de salud.
Amarradores de agua:
Cuando esta nublado “negrecito”, como dice la gente, en las comunidades hay
especialistas con sus poderes mágicos espantan el agua para que no dañe las cosechas o
tumbe las flores de los árboles frutales.
Estas personas también tienen la capacidad para racionalizar las lluvias, haciendo que
caigan o no en determinados lugares que no conviene por fines agrícolas; incluso, ellos
pueden, de acuerdo con las creencias de la gente, caminar en medio de la lluvia y no
mojarse, cayendo el agua a sus espaldas.
La ciguapa:
Se tiene la creencia de que por las noches, sale de los montes una hermosa mujer, de
largos cabellos, pero con los pies hacia atrás, que recibe el nombre de “la ciguapa”, la
cual es completamente inofensiva, sumamente tímida, llegando incluso a asustarse de la
gente.
Las brujas:
De acuerdo con las creencias populares, son frecuentes las apariciones de brujas, las
cuales se pueden trasladar a largas distancias en una escoba voladora y gozan haciendo
daños y asustando a la gente.
Su debilidad son los niños, a los cuales les van chupando la sangre por el ombligo o el
dedo grande del pie hasta matarlos. Si el niño esta bautizado, al chuparle el dedo, la
bruja comenzara a vomitar la sangre. Como protección de las brujas, se coloca una
escoba con la punta para abajo, a fin de que si llega al techo de la casa no pueda volar;
se le coloca también granos de sal, mostaza y ajonjolí. Su mayor miedo es a la sal, ya
que se le sala el cuerpo y se le inmovilizan las coyunturas, haciéndole mas impacto
debido a que han dejado su piel guardada.
Las nimitas, son luciérnagas muy comunes en el campo que emiten una luz por las
noches cuando van volando en silencio. Las personas creen que las nimitas son
el alma de los difuntos que salen a cuidar a sus seres.
CALENDARIO FOLKLÓRICO
ENERO
El día 1 de Enero se celebra: “El Santo Cristo de Bayaguana”
Con el tiempo, de acuerdo con la tradición, los milagros de este Cristo convirtieron a
su iglesia en uno de los centros más importantes de peregrinación de la isla, cuyas
festividades reflejan sus dimensiones hateras, religiosas, folklóricas, sociales, culturales,
que se expresan en dos momentos singulares: la llegada y ofrenda de los toros, y la
“venta” de los mismos.
A partir del día 12 hasta el 21, comienzan a nivel popular las novenas en honor de la
Virgen de la Altagracia, Madre Espiritual, y de hecho, la Patrona de la República
Dominicana, cuya sede, centro nacional-internacional de peregrinación, está en la
ciudad de Higuey, en la región Este del país.
Las “novenas” culminan con misas, rezos, cantos, peticiones y aclamaciones, entre
salves y atabales. También es patrona en: Arroyo Hondo (Baní), Cabrera (Provincia de
María Trinidad Sánchez), Castañuelas (Prov. Distrito Nacional), Hostos (Prov. Duarte),
Loma de Cabrera (Prov. Dajabón), San José de Ocoa (Prov. Peravia), la ciudad de
Monte Plata, Paraíso (Prov. Bahoruco), Acosta (Prov. Samaná), La Montería (Prov.
Peravia) y Nizao (Prov. Peravia).
En los bailes de ofrecimiento solo bailarán las mujeres y en el baile de regocijo, bailarán
parejas dentro de la iglesia.
Este día se celebra en todo el país el día del natalicio Juan Pablo Duarte, en este día se
hacen desfiles y actos en todas partes del país. En especial en la Provincia Duarte al
Norte del País, se celebra un Actos Solemne en honor a Juan Pablo Duarte, donde
asisten las principales autoridades del país, entre ellos el presidente de la República.
FEBRERO
GASTRONOMÍA
La gastronomía dominicana es básicamente una fusión entre la gastronomía africana,
la española y la taína como se había señalado anteriormente. También tiene influencias
árabes e italianas. La gastronomía dominicana esta conformada por los siguientes
platos:
Arroz con Habichuelas
Es la comida base de la cocina criolla antillana; consiste en arroz blanco y frijoles rojos
cocinados y presentados separados aunque el comensal los mezcla a su gusto. En lugar
de frijoles rojos, puede usarse alguna otra leguminosa como el frijol negro o blanco, el
guandul, habas, lentejas, etc. Junto a este plato, se sirve una porción de carne.
En Venezuela, este plato se conoce con el nombre de pabellón, y usan el frijol negro
(“caraota”).
Moro
Es el conocido “moros y cristiano””; es una variante del anterior pero que, en este caso,
el arroz y los frijoles se cocinan juntos. En la República Dominicana, Puerto Rico,
Oriente de Cuba (llamado allí congrí), Haití (donde se llama riz et pois) y Louisiana
(conocido en inglés como rice and beans), se usa preferentemente el frijol (o
habichuela) rojo, mientras que en Cuba (excepto Oriente) se prefiere el negro. Aunque
el básico dominicano se hace con frijoles rojos, es posible hacerlo con otro grano pero
en ese caso se indica en el nombre: moro de guandules, moro de habichuelitas negras
(frijoles negros), etc. En regiones costeras, se le acostumbra echar leche de coco,
especialmente al de guandules.
Es el plato con el que sueñan los dominicanos por lo que se le ha llamado el plato
nacional. Debemos aclarar que esta forma de cocinar es muy generalizada y hay una
enorme variedad de sancocho en toda América Latina, por lo que la idea de “plato
nacional” habría que pensarlo. Incluso el ajiaco de Cuba y los hervidos venezolanos son
tipos de sancocho, ni qué decir del sancocho de gallina de Colombia.
Su origen se pierde en el tiempo; incluso algunos creen que viene del ajiaco de los
taínos. Pero hay que reconocer que para los primeros habitantes europeos de la isla, en
la que los víveres y las carnes eran fáciles de conseguir, el sancocho sería una manera
fácil de preparar una comida completa.
Sancocho de Habichuelas
Aunque ya el maíz era consumido por los taínos y los Cronistas de Indias mencionan un
pan de maíz, el maíz quedó relegado como alimento para los esclavos y las clases
menos pudientes.
Todas estas variantes pasaron a ser platos para ocasiones especiales y no de consumo
frecuente. Los platos hechos con harina de maíz siguen consumiéndose ocasionalmente.
Algunos ejemplos son: los guanimos, envueltos en panoja de maíz tal como se hace en
América del Sur y Central, las tortas (sobre todo en Los Quemados y Bayacanes) y los
surullitos (o “sorullitos”), preparados en Baní para el desayuno y que son asados
envueltos en hoja de plátano.
Muchos platos que se preparan con harina de maíz parecen tener un origen canario,
derivados del “gofio canario”, que no debemos confundir con lo que en el país se llama
“gofio” que es una harina muy fina de maíz tostado y con azúcar y que se consume
como golosina.
Víveres
En el país ese término se emplea para vegetales farináceos, a veces como guarnición
pero muy frecuentemente como plato principal. Los más consumidos son los plátanos,
la yuca, el ñame, la batata, la yautía, etc. Es común no cocinarlos completos sino en
porciones llamadas “trozos”. Como “trozos”, son parte importante del sancocho.
Una manera interesante de preparar los plátanos maduros es como “plátanos a la paila”,
también llamados “plátanos al caldero”, que son plátanos acaramelados. Son muy
similares, en su consumo, con las batatas acarameladas (candied sweet potatoes o
candied yams) que se comen especialmente durante el Día de Acción de Gracia
(Thanksgiving) en todo Estados Unidos aunque su origen claramente es sureño. Tanto
los plátanos como las batatas pueden comerse como postres pero usualmente son
guarniciones de comidas importantes. Ambos platos pudieron haberse originado
independientemente pero también es posible que tengan un origen común: o se siguió
una tradición africana o tuvieron un desarrollo “criollo”. El plátano fue el alimento
básico que dio sustento a nuestras tropas libertadoras y restauradoras.
Yuca
Hay pocos platos hechos a partir de la yuca que se consuman con frecuencia. Su
consumo principal es como producto farináceo, similar al plátano y la papa.
De los taínos viene la tradición de obtener la cativía de la yuca, que es el producto seco
que queda luego de extraer todo el líquido a la raíz rallada (el líquido es muy venenoso).
Esa cativía se usa principalmente para producir el casabe, sobre todo en el área de
Monción (Guaraguanó), pero también para hacer empanadas dominicanas, que son
pasteles rellenos de carne y que se consumen como bocadillos.
Habría que diferenciar entre los dulces hechos en las regiones ganaderas y los hechos en
otras regiones.
En las regiones donde es abundante la leche, se hace dulce con ella, al igual que en
muchas otras partes de América. Hay algunas ligeras variantes, sobre todo en el caso de
que se agregue alguna mermelada. Debe advertirse que el dulce de leche dominicano es
diferente al que se usa en otros países latinoamericanos, especialmente en América del
Sur. El dulce de leche dominicano es sólido y, usualmente, se vende en forma de
bloques.
Quizás la principal variante del dulce de leche sea la del lactomaró (también llamado
lactomarol o lactomaron), que es un dulce de leche a la que se le ha agregado jengibre,
batata, huevos y, a veces, ron (especialmente para ocultar el sabor de los huevos). Es
una clase de mazapán criollo, posiblemente derivado del llamado pan de Cádiz.
Donde existe trapiche (y antes existían muchos en todas partes), se fabrica raspadura y
melao. La raspadura es azúcar no refinada, conocida con el nombre de panela y papelón
en otros países. Antes del desarrollo de los grandes ingenios azucareros modernos, la
raspadura era el azúcar que se usaba corrientemente; en la actualidad, la raspadura ha
pasado a ser un dulce que se vende protegida con yagua (yagua es la vaina seca de las
hojas de palma). A veces, el dulce de leche se vende en yagua pero eso no es raspadura;
es ¡dulce de leche en yagua!
La mayoría de los demás dulces son de frutas (o vegetales como la batata) confitadas o
en almíbar o en jaleas y mermeladas.
Del fruto del cocotero se preparan diversos dulces. El piñonate, hecho con coco
finamente rayado, puede ser una creación criolla con un nombre castellano o
modificación de un dulce conocido en España pero que se hacía con piñones, las
semillas de pino. El turrón sí parece ser una creación criolla con un nombre español ya
que se hace con coco rayado, pero más grueso que el usado para piñonates, y azúcar; no
se emplea ni miel ni claras de huevo.
Otro dulce de coco es el coconete (o conconete), hecho con harina de trigo y coco; este
aparenta ser un dulce de origen cocolo, y su nombre derivado de la palabra inglesa para
coco, (“coconut”).
Es una crema de frijoles rojos pero dulce, para comer como postre y que se consume en
todo el país, especialmente durante Cuaresma y Semana Santa.
La primera mención a un plato similar (o idéntico) está relacionada con una comida
ofrecida por una familia francesa proveniente de Haití (créole). De ser cierto, el origen
de este plato, con las modificaciones de lugar, podría ser el sur de Francia o el norte de
España.
Los tipos más reconocidos son el pan “camarón” y las galletas de Moca. En ambos la
característica especial y, al mismo tiempo, común era el uso de manteca de cerdo. El
pan “camarón” era un tipo de croissant.
Otros tipos de galletas y pan han existido y en muchos pueblos se podía hablar de uno
que era exclusivo de tal localidad. Tal es el caso del pan de huevo que fabricaba doña
Mariquita Marte en Cotuí.
Bebidas
Aunque los cronistas hablan de diferentes tipos de vinos, ninguno de ellos ha llegado a
los tiempos actuales, y las únicas bebidas nativas son el mabí y el cacheo.
El mabí o pru es una bebida ligeramente fermentada producida a partir del bejuco de
indio. Se produce en todo el país como una bebida refrescante. En El Seibo se fabrica un
tipo especial, clarificado, muy estimado en el país.
El cacheo es una bebida que se produce a partir del tallo de la palma cacheo y, al igual
que el mabí al cual se asemeja bastante, es ligeramente fermentado. Solamente se hace
en lugares donde existe tal palmera, principalmente en Azua y San Juan de la Maguana.
Dos bebidas de frutas con leche comunes en el país son la champola (zumo de
guanábana con leche) y el morir soñando (zumo de cítrico, especialmente naranja, con
leche). Aparenta que el morir soñando es una bebida desarrollada en el país ya que en
otros países les parece muy extraño esa mezcla (lo que también sucede con los frijoles
con dulce); el problema estaría en determinar la fecha de su aparición ya que un
requisito para hacer morir soñando es que la leche esté bien fría para que el ácido del
jugo no la “corte”. Eso nos indica que su creación debió ser relativamente reciente, al
hacerse común el hielo.
Y es que como población ganadera, la leche era una de las bebidas corrientes. Incluso la
boruga, una leche agria, se vendía en las pulperías como una bebida refrescante, y
alimenticia, y no como algo para comer.
Frutas
La isla siempre ha sido rica en frutas, aunque algunos han ido desapareciendo con el
tiempo y siendo sustituidos por otros. Siempre su consumo ha estado gobernado por
tradiciones y tabúes. Los taínos consideraban que las guayabas eran alimento para las
personas muertas (en realidad, eran los murciélagos).
Los Cronistas de Indias (Las Casas, Oviedo, entre otros) hablan de la variedad de frutas
en la isla. Por ejemplo, mencionan el mamey, que es una fruta que ya prácticamente ha
desaparecido. Oviedo dice: “La fruta de este árbol es la mejor que hay en esta isla
Española…” Y Las Casas dice, “Esta fruta es en olor y sabor fruta de reyes, y en color y
a la vista no hay mucho menos”.
Entre los mangos, hay dos grupos de variedades que son de las más apreciadas en el
país: los mangos “haitianos”, como el “Jean Marie” (pronunciado “Yamaguí”), que se
producen en la región fronteriza (Dajabón, Santiago Rodríguez, Elías Piña, San Juan de
la Maguana) y el tipo llamado “banilejo”, que se produce en los alrededores de San
Cristóbal. Es interesante el hecho de que los “banilejos” originalmente eran llamados
“manilejos” (de Manila), pero con el tiempo cambió al actual y la mayoría de las
personas piensa que se producen en Baní.
Una fruta nativa que siempre ha tenido una gran estimación es la piña, habiéndose
desarrollado su cultivo en Licey al Medio con la variedad “Pan de azúcar”.
Posteriormente, se desarrollaron agroindustrias para explotar dicha fruta pero con otras
variedades. En la actualidad, la región productora es la provincia Sánchez Ramírez.
De las introducidas, las más diseminadas son los cítricos, en todas sus formas. Son
famosas las naranjas producidas en Higüey. En la Sierra de Bahoruco abundan algunas
variedades de cítricos, como la “toronja” y la naranja “francesa” cuyos orígenes serían
interesantes de averiguar.
Aguacate
El aguacate (de la palabra ahuacatl del idioma Nahuatl) fue introducido desde las tierras
bajas de México junto con muchas otras especies de plantas poco después de
la conquista de México. Se dice que Martín Fernández de Encisco llevó el aguacate a
Europa en 1519, por lo que su introducción en la isla debe ser alrededor de dicha fecha.
Se diseminó por toda la isla, desde las tierras bajas hasta las montañas, con lo que ha
llegado a ser una de las frutas más fáciles de conseguir durante la temporada de cosecha.
El tipo predominante en la isla es el llamado “Indias Occidentales” (aunque ahora se
prefiere llamar de “Tierras Bajas”) pero, con la introducción de variedades para
la exportación, las variedades del país están desapareciendo rápidamente.
Al igual que en la mayoría de los países, el aguacate es un fruto que se consume más
como vegetal que como fruta; se come junto con otras ensaladas o acompañando
algunos platos, como el sancocho.
LENGUAJE
GEOGRAFÍA
La República Dominicana tiene una gran diversidad geográfica, ya que cuenta con
extensas playas de arena blanca, valles fértiles con vegetación exuberante, zonas
desérticas con formaciones de dunas, grandes cadenas montañosas, en las que se
encuentra el Pico Duarte, el más alto del Caribe, y el lago Enriquillo, el lago más grande
del Caribe. El clima es semitropical, con una temperatura anual promedio de 26°C
(78°F).
La población original de la isla que hoy compartimos con Haití, no conocía de carnaval
como festividad. Ella llega con el conquistador español a partir de 1492. Sus primeras
expresiones se realizaron en La Vega Vieja, pero sus manifestaciones se van a dar en la
ciudad de Santo Domingo documentados históricamente antes de 1590. Durante la
colonización española el carnaval se va a manifestar en las calles con guerras de Ojos de
Ceras.
También se lanzaban a los transeúntes y las personas que estaban en los barcones de las
casas señoriales, en los encuentros de Mamarrachos frente a la catedral, en las
festividades religiosas de la iglesia católica como Corpus Cristi, San Juan Bautista, San
Andrés, Las Mercedes, etc. En los bailes de la elite en el palacio de las capitanías reales
y en los bailes de los estudiantes de la Universidad de Santo Domingo.
El carnaval de extendió luego en ciudades como Cotuí, Santiago De Los Caballeros,
Higüey y Azua. Cuando se produce la indemanifestación con expresiones de carnaval,
acorde con la tradición colonial, donde había celebraciones religiosas sino también para
las históricas (como la fundación de la ciudad de Santo Domingo), y las patrióticas,
razón por la cual desde entonces ganó este categorial.
Se confunden en las festividades los diablos cojuelos, con sus trajes de capa cubiertos
de espejos, cascabeles y cencerros, que ridiculizan a los señores medievales, con los
platanuses y otros disfraces netamente africanos, así como un sinnúmero de
manifestaciones de la creatividad popular.
Si desde el siglo XVI «hubo máscaras en la ciudad de Santo Domingo», lo cierto es que
la tradición colonial creció con las gestas republicanas del 27 febrero de 1844 y del 16
agosto de 1865, al punto de que casi desde entonces nuestros carnavales se celebran en
estas fechas, no importa si se encuentran fuera de las carnestolendas y por lo común ya
dentro de la propia cuaresma, por lo menos la primera.
ARTE DOMINICANO
Arquitectura
Casi todas las ciudades fueron fundadas por los colonizadores españoles por lo que la
influencia española y morisca se deja ver en todas las ciudades coloniales.
Las calles de la capital se trazan en cuadrícula influencia de estilos de las grandes urbes
estadounidenses. Fuera de las ciudades se encuentran las típicas casas de vernácula
de madera, pintadas en vivos colores y de techos cubiertos de madera o zinc.
Aunque este tipo de construcción es muy común verla en los pueblos de la República
Dominicana, su construcción cada vez es menos frecuente, siendo sustituida por la
construcción de casas de “blocs” de cemento, estéticamente menos favorecidas pero si
más seguras ante las posibles inclemencias del tiempo.
Artesanía
Las artesanías más populares de la República Dominicana son las joyas de ámbar y
larimar, la cestería, la alfarería, la cerámica, la madera tallada y la pintura naif de origen
haitiano.
En Santo Domingo capital se encuentra el Museo Mundo del Ámbar y exhibe diferentes
piezas de ámbar extraídas en la República Dominicana así como otras piedras preciosas
de otros países. En Puerto Plata hay otro museo dedicado al Ámbar: Museo del Ámbar
Dominicano.
MUSEOS Y GALERÍAS
En Santo Domingo la Plaza de la Cultura de Santo Domingo es el punto cultural
principal de la capital. En ella se encuentran varios museos relevantes además de la
Cinemateca Nacional, el Teatro Nacional y la Biblioteca Nacional. En Santiago: El
Museo de las Artes Folclóricas de Tomás Morel, expone mascaras y disfraces
tradicionales de Carnaval. También es de interés el Museo del Tabaco, nos muestra una
de las más importantes industrias de la República Dominicana. En Puerto Plata: El
Museo de Ámbar Dominicano y el Museo de Arte Taíno, dedicado a la historía de los
primeros habitantes de la isla.
MÚSICA
Orígenes del Merengue
Origines de la Bachata
En sus orígenes más remotos conocidos, a comienzos del siglo XX, el término bachata
designaba un tipo de reunión social, emparentada con la jarana de la época, definido por
la presencia de varios géneros de música y baile populares. Etimológicamente, la
palabra bachata es sinónimo de juerga, holgorio, parranda.
A partir de los años treinta, el tipo de celebración que era la bachata se extiende hasta
los bares, casas de cita, y lugares similares. En el Santo Domingo de la época posterior
al ciclón de San Zenón (1930) se recuerda el sitio denominado El Yarey, situado en el
barrio de Villa Francisca, periférico a la ciudad en ese entonces. En Santiago de los
Caballeros era famoso el llamado Callejón de la Alegría, espacio donde por primera vez
se usó el saxofón en el Caribe a comienzos del siglo XX en el conjunto denominado
Perico Ripiao – que ejecuta el merengue típico dominicano-, y por donde, también, el
son cubano reingresó a la República Dominicana alrededor de 1930.
A los grupos que amenizaban las bachatas se les llamaba “conjunto de bachata”.
Nuestras indagaciones indican que el género musical denominado bachata se originó
como resultado de una lenta evolución de la música interpretada en la tipología de
reunión social que ese nombre designaba, y que sus creadores anónimos fueron
los conjuntos que las amenizaban. Recuérdese que los ritmos que predominaban en ellas
eran el bolero rítmico, la guaracha y el son, entre otros, bastante extendidos en las
Antillas después de la primera guerra mundial y con gran repunte, sobre todo del
primero, tras la segunda guerra mundial.
La forma musical de la bachata refleja el predominio del bolero tropical, que es más
acelerado que el tradicional español, y era interpretada por unos músicos generalmente
empíricos. A estas formas de canto y música se le agregó un cambio en coreografía del
baile, incluyendo un elevamiento de los pies al concluir cada ciclo de los movimientos
del baile, con lo cual quedó conformado el género como un ente musical y danzario
autónomo, en los años sesenta del siglo XX.
Es probable que los antiguos “conjuntos de bachatas”, en sus interpretaciones del bolero
la guaracha y el son, chocaran con las limitaciones propias de una débil preparación
musical al intentar hacerlo por las reglas. Esto probablemente llevó a simplificar esos
ritmos, dando origen a una nueva forma de musicalización e interpretación, que con el
tiempo adoptó el nombre de la actividad que designaba la bachata.
A la caída de Trujillo, la afición por la guaracha era tal que pronto esa influencia
encontró una expresión masiva en un canal tan idóneo como la radio, en una sociedad
pre- moderna como la dominicana de aquél entonces. Eso vino a ser La Guarachita, la
emisora especializada en esa música, y cuyo nombre salió de la inclinación popular
hacia ese ritmo. Este nombre, y el de música de amargue, durante mucho tiempo se
disputaron la denominación del nuevo género, aunque en los lustros recientes el nombre
de bachata se ha hecho indisputable.
El nombre mudó del tipo de actividad que designaba, al conjunto musical que la
amenizaba, y finalmente al tipo de música que predominó en aquella, que no era, ya, ni
bolero, ni guaracha, ni son, sino algo nuevo, distinto.
Ahora bien, resulta importante establecer dónde y cuándo se produce el paso final hacia
la constitución de la bachata como especie musical autónoma. Sabemos lo dificultoso
que resulta establecerlo con precisión, principalmente si tomamos en cuenta que la
evolución fue espontánea y anónima. De manera tentativa, y con base en los datos que
he podido recoger, lanzo la hipótesis de que el paso definitivo se produjo en el ámbito
urbano, contrario a la idea de que su origen es rural.
En otras palabras, aunque el término bachata designaba en sus orígenes una actividad de
preeminencia rural, por estar inserta en una sociedad también rural, el género musical
bachata, que resultó de la evolución de aquélla, es de origen urbano, producto de un
movimiento de traslación que convirtió a las ciudades en el epicentro de actividad. El
espacio urbano, en comparación con los campos y por razones culturales, era más
proclive a favorecer la evolución de los patrones culturales.
PINTURA DOMINICANA
La arquitectura colonial atravesó una enorme variedad de estilos y en cada uno de ellos
el aporte de las tierras conquistadas es notable. En Santo Domingo lucen nuevos bríos el
estilo románico, el gótico, el barroco y el neoclásico. Prevalecía, en la pintura y en la
escultura, el aspecto sacro del tema ya que era en los conventos donde se aprendía y se
practicaban las bellas artes.
Cándido Bidó (1936), José Rincón Mora (1938), Rosa Tavares, José Félix Moya
(1944),Jorge Severino, Amable Sterling, Fernando Ureña Rib(1951), Antonio
Guadalupe (1941), José R. Conde (1940-1987), Alonso Cuevas (1953), Alberto Ulloa
(1950), Domingo Liz (1931), Vicente Pimentel (1942), Elsa Núñez (1943), Mariano
Ekert, (1920), Guillo Pérez (1927).León Bosch, Soucy de Pellerano, Alberto Bass,
Orlando Menicucci, Daniel Henríquez, Danilo de los Santos Julio Susana, Vicente
Fabré, Freddy Javier, Joaquín Ciprián, Juan Medina, Freddy Cabral, José Perdomo y
Bismark Victoria.
LITERATURA
El cuento ha tenido más trascendencia que la novela. El aporte de Juan Bosch, maestro
del género en Hispanoamérica, ha sido fundamental. El escritor y político escribió tres
significativas colecciones de cuentos tituladas Cuentos escritos antes del exilio, Cuentos
escritos en el exilio y Más cuentos escritos en el exilio. El cuento moderno se inicia en
la segunda fase del siglo XIX, es decir, tardíamente, a juzgar por otros países.
Américo Lugo.
Juan Bosch
Manuel del Cabral
Diógenes Céspedes
Plinio Chahín
Hilma Contreras
Fabio Fiallo
Pedro Mir
Mateo Morrison
Manuel Rueda
Enriquillo Sánchez
Robín Santana
Haffe Serulle
Salomé Ureña
Religión
En la República Dominicana existe libertad de culto siendo su población
predominantemente cristiana y mayoritariamente católica. La primera misa católica en
el Nuevo Mundo se celebró en territorio dominicano el 6 de enero de 1493. La mayoría
de la población es católica aunque existe una creciente presencia de denominaciones
protestantes en el país.
Historia de la Religión Dominicana.
El predominio del catolicismo tiene como telón de fondo la incidencia, muy evidente,
de la jerarquía católica en todos los estratos sociales, económicos y políticos, de la mano
del Concordato firmado entre la Santa Sede y la República Dominicana en 1954. El
acuerdo ha permitido a la iglesia de Roma potenciar un poder espiritual que trasciende
las instancias políticas partidistas y militares.
Sin embargo, durante el siglo XX, República Dominicana comenzó a vivir el desarrollo
de una diversidad de expresiones religiosas –de confesiones protestantes- que se
sumaron a las diferentes manifestaciones de la llamada religiosidad popular, presente
desde la llegada de negros esclavos de África a la isla.
Las manifestaciones de la religiosidad popular que todavía hoy están muy arraigadas en
segmentos de la población provienen de los africanos que ocuparon la parte occidental
de la isla, colonizada por Francia. El vodú fue la religión popular que se formó en Haití
y que luego se manifestó en República Dominicana, con una variante local -religiosidad
popular- tiene elementos del espíritu europeo kardesiano y de la santería cubana.
En la historia religiosa del país hay también un aporte étnico indigenista. Los taínos, los
pobladores de la isla al momento del descubrimiento, tenían creencias religiosas muy
estructuradas a través de las cual se explicaban el origen del mundo –lo natural y lo
sobrenatural- y la existencia humana. Llamaban a sus dioses cemíes, con los cuales se
comunicaban a través de rituales y ceremonias que dirigían un sacerdote o behique.
Por otra parte, la relevancia de los ritos católicos en el país es más evidente en las fiestas
nacionales más trascendentales, todas vinculadas a este culto. La Semana Santa,
la Navidad, las fiestas patronales de los pueblos, la veneración a la Virgen de la
Altagracia, con procesiones anuales de gran trascendencia, son parte del abanico.
El hombre dominicano
El dominicano como sujeto y objeto de la cultura dominicana también tiene su ego y sus
características, que como es normal, lo diferencia, en ciertos aspectos, de los otros seres
humanos en el ámbito mundial.
Estas características lo ayudan a tener un mejor trato con los demás en los lugares en
que se encuentra. También entre las características se encuentra el modo de
supervivencia del dominicano; el hombre dominicano se inventa
cualquier método laboral (chiripa o búsqueda) para conseguir los ingresos económicos
para resolver los problemas de esta índole.
Cultura de elite. Es aquella que se sostiene desde las altas esferas de poder dentro de una
sociedad.
Cultura de masas. Está formada por bienes culturales que son presentados por los medios
masivos de comunicación y a los que accede una gran porción de la población.
Culturas orales o ágrafas. Son aquellas que no conocieron la escritura y utilizaron la forma oral
para transmitir y conservar sus tradiciones.
Culturas letradas. Son aquellas que surgieron luego de la invención de la escritura y que utilizan
esta herramienta para transmitir los rasgos de su cultura de generación en generación.
Según la religión:
Culturas teístas. Son aquellas que creen en una divinidad superior y suelen
ser: monoteístas (cuando creen en una sola divinidad) o politeístas (cuando creen en más de una
divinidad).
Culturas no teístas. Son aquellas que no creen en una divinidad superior, sino que otorgan poder
a otras fuerzas, como las fuerzas de la naturaleza.
Culturas nómades. Son aquellas que no se asientan de forma permanente en un lugar geográfico,
sino que van trasladando su asentamiento de acuerdo a la disponibilidad de alimento o trabajo.
Culturas urbanas. Son aquellas que se desarrollan en las ciudades y suelen basar su economía en
actividades como el comercio y los servicios. Sus habitantes comparten rasgos y estilos de vida.
Culturas rurales. Son aquellas culturas de tipo sedentarias que se asientan en zonas rurales y
basan su economía en actividades como la agricultura y la ganadería. Estos grupos comparten
tradiciones, costumbres y rasgos propios.
Cultura global. Es aquella que se da en un espacio geográfico muy amplio y suelen usarse
dentro de esta categoría los términos: cultura occidental, aquella que comparten los países y
grupos del hemisferio oeste; y cultura oriental, aquella que comparten los países situados en el
hemisferio este.
Cultura regional. Es aquella cultura que comparten los países que conforman una región y que
tienen rasgos en común, como Latinoamérica.
Cultura nacional. Es aquella que se desarrolla dentro de un determinado Estado, en el que sus
habitantes comparten valores y símbolos.
Cultura local. Es aquella que se desarrolla en porciones más pequeñas de territorio, en las que
los individuos comparten rasgos y costumbres.
La cultura es creada por el ser humano y está presente en los grupos sociales, por lo que todos
los individuos se ven afectados e interpelados por ella. La cultura es importante porque aporta
identidad a las personas y sentido de pertenencia. Es a través de ella que el individuo se expresa,
incorpora un estilo de vida, comparte y se relaciona con sus pares.
La cultura incluye bienes materiales e inmateriales, que son creaciones que reflejan los valores
de una sociedad y se plasman en formas artísticas, como la música, el arte, la literatura,
la danza, la arquitectura, la gastronomía, entre muchas otras.
Existen diferentes culturas con rasgos propios en todas las regiones del mundo y esto se conoce
como diversidad cultural. La relación y la convivencia armoniosa entre las diferentes culturas
que comparten un tiempo o espacio es importante, porque genera un intercambio de formas de
vida y de creaciones que lleva al enriquecimiento de las distintas sociedades.
Tradiciones y cultura en
República Dominicana
La cultura dominicana es una mezcla de culturas, influidas por:
El plato excelencia del país es La Bandera, que lleva arroz blanco, habichuelas o
frijoles rojos, ternera guisada o pollo y suele ir acompañada de ensalada, aguacate y
plátanos fritos, pero también es conocido el Sancocho, típico del norte. Este último
plato lleva mucha variedad de carnes y se combina con tubérculos y es muy parecido al
cocido español y suele prepararse en celebraciones.
Y no podemos dejar de hablar de las habichuelas con dulce, típicas en Semana Santa y
que consisten en un plato de habichuelas rojas, azúcar, leche, pasas, batata (boniato) y
especias aromáticas. También destacan los dulces dominicanos con coco, naranja, piña
y otras frutas tropicales.
También son típicos de este país la bachata y el perico ripiao, siendo este último la
versión más antigua del merengue dominicano. El baile se hace acompañado de
tambores, acordeones y güira.
Y cuando llega febrero se celebra una fiesta muy especial; el carnaval. Donde la
diversión, los trajes y máscaras hechas a mano, la música y el baile sin fin están
asegurados. Es característico de esta versión de los carnavales que la gente lleve trajes y
máscaras típicos y de distintos significados según la región donde se celebre la fiesta.
Un espectáculo digno de ver.
Y es costumbre también en esta fiesta huir de unos diablos con fuete o vejiga de cuero
de vaca, con los estos pretenden sacar al demonio del cuerpo de las personas a su paso.
Otras tradiciones
Existen otras tradiciones como la extendida práctica de béisbol en el país, o a la
particular cultura en torno a los funerales, que impone estas reuniones como una
obligación personal y establece varias fases de luto para venerar a los fallecidos.
A República Dominicana le sobran los motivos para ser un destino perfecto, entretenido
y lleno de cultura y tradiciones.
La gastronomía en la isla caribeña está llena de peculiares sabores que denotan la mezcla de
culturas. Como parte de esta selección de República Dominicana y sus tradiciones, no podemos
dejar pasar el plato más típico de la región: la bandera.
Se trata de un suculento trío de sabores que une en un mismo plato al arroz, las judías o
habichuelas rojas con pollo o res para crear una suculenta delicia dominicana.
En la isla es frecuente que los habitantes se sienten a degustarlo a la hora del almuerzo, pero los
turistas pueden probarlo, tanto en la comida, como en la cena, en varios restaurantes de Punta
Cana.
Así que, después de visitar Punta Cana puedes deleitarte con un plato de la bandera, para así
reponer fuerzas y continuar explorando esta preciosa región.
Si quieres bailar un buen Perico Ripiao aventúrate a su zona colonial, donde podrás divertirte al
son de esta alegre música.
El Coco Loco
Punta Cana o mejor dicho La Costa del Coco, debe su nombre a esta dulce fruta autóctona, con
la que se pueden elaborar una gran cantidad de comidas y bebidas tradicionales para deleitarse
con sus matices dulces.
El clásico cóctel Coco Loco es uno de esos néctares, perfecto para que tomes en un día que
necesites refrescarte del calor, si estás de visita en una de sus cristalinas playas.
¿Qué lleva esta bebida? Este cóctel combina la crema de coco con ron, vodka, tequila y el
último toque cítrico se lo da el zumo de limón, logrando así una mezcla inolvidable de sabores
representativos de República Dominicana y sus tradiciones.
Charamico Navideño
Su figura de cono y colores variados que van desde el blanco, rojo y verde hacen de esta
tradición algo difícil de olvidar al visitar la joya caribeña, ya que, los charamicos logran
transmitir la alegría tan característica de la cultura dominicana, dándole la bienvenida a la
Navidad en la isla desde el mes de octubre.
El arroz concón
La historia de este plato típico se remonta a la época de la conquista española. El arroz concón
era cocinado por los sirvientes a sus amos en una paila, formando al final una costra que
quedaba en el fondo de la olla después de haber cocido el grano que los amos no querían comer.
Pero no te dejes engañar por esta descripción porque su sabor es crujiente en el paladar, sin
llegar a tener gusto a quemado, es ideal para mezclar con carne, pollo o con cualquier comida.
Diablos Cojuelos
Una de esas prácticas consiste en huir de los diablos cojuelos, quienes buscan asustar a los
visitantes del carnaval.
Durante esta celebración dominicana los diablos cojuelos se disfrazan con trajes llamativos y
máscaras terroríficas mientras recorren las calles.
Después de un animado Carnaval llega la Semana Santa, donde los dominicanos se deleitan
con un delicioso plato de habichuelas con dulce.
Esta receta tiene judías rojas combinadas con azúcar, batata, especias, leche y pasas. ¿Bastante
peculiar, no?
Si estás interesado en degustarlo, no tienes que esperar a Semana Santa para probar el dulce con
habichuelas, ya que a lo largo del año podrás encontrarlo en diferentes sitios de la isla:
restaurantes, tiendas de souvenirs y hasta, incluso, en sus supermercados.
Así que, si te gusta disfrutar de una copa o cóctel, no olvides probar en algún momento esta
bebida tan representativa de República Dominicana y sus tradiciones, no tendrás problema para
encontrarla en los comercios o probarla en cualquier restaurante.
Típico sancocho
Al final de un extenso día no hay nada más delicioso que un sancocho
dominicano, acompañado de la suavidad de un aguacate. ¡Lo mejor para recargar energías!
Aunque los habitantes dominicanos suelen disfrutar de este plato en los días lluviosos, tú
podrás hacerlo en cualquier restaurante de comida típica sin problemas.
De esta manera, cada domingo de febrero, todo el pueblo se entremezcla en las calles,
ya sea en sus localidades o yendo a pueblos cercanos para, con atrevimiento y portando
máscaras, disfraces, vestidos coloridos y mucha alegría, disfrutar de los desfiles.
Todas las comparsas de los distintos sectores participan en una de las tradiciones más
importantes de la ciudad , cada cual queriendo ser más creativa y más divertida.
De hecho, durante los 22 años que República Dominicana estuvo ocupada por Haití, se prohibió
la tradición de usar disfraces durante las celebraciones religiosas pero esto pudo recuperarse con
la Independencia y, más allá de ello, ese tipo de vestimentas en las que se incluyen máscaras y
antifaces, dejaron de vincularse a la religión y evolucionaron en los carnavales.
Una de las peculiaridades del diablo cojuelo es que lleva consigo una vejiga de vaca inflamada,
seca y curada, y con ella reparte golpes en el trasero de los carnavaleros que van distraídos.
Otro de los grandes personajes del carnaval de República Dominicana es Roba la Gallina, que
se encuentra en todas las ciudades del país y cuyo origen se encuentra en el período de la
ocupación haitiana pues en esa época, a las personas que se les sorprendiera robando gallinas se
les ponían plumas en todo el cuerpo y se les obligaba a presentarse así en público.
Roba la Gallina es generalmente un hombre vestido de mujer con rasgos muy exagerados: un
vestido extravagante de diversos colores, pechos y nalgas de gran tamaño, un paraguas y una
cartera grande que es donde se llevaría a la gallina tras robarla y que va cantando y pidiendo a
los jóvenes que le sigan por las calles.
Aunque en el carnaval dominicano hay personajes que son comunes a las diversas ciudades y
localidades del país, hay otros más exclusivos de diversas zonas como son los Lechones, típicos
del carnaval de Santiago y una variante del diablo cojuelo que pretende hacer guardar el orden
en las calles para lo que hace ondear un látigo en el aire.
La máscara de Los lechones del carnaval de Santiago tiene la cara de un cerdo, con un hocico
estilizado y largos cuernos, mientras que el traje lleva incrustaciones de campanillas, espejitos,
cuencos con una cola que puede pender libremente o va enrollada al cuerpo.
Carnaval Dominicano
Con sombreros altos llenos de plumas y coloridos, llamativos, disfraces de cuentas, los Guloyas
llenan el espacio del carnaval dominicano con su música y danza de influencia africana, llamada
Cocolo y que fue proclamada en 2005 Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la
Humanidad de la Unesco.
El carnaval dominicano vio por primera vez a los Pintaos en 1997, pero desde entonces esta
representación ha ganado diversos premios.
El carnaval dominicano también tiene influencia oriental y dentro de ella llegan los Ali Babá,
que con disfraces vaporosos, pero también brillantes y coloridos, comparten sus bailes con
estudiadas coreografías y sus toques de tambor.
La Unión Carnavalesca Vegana se conformó en 1983 para organizar y preservar los valores de
esta fiesta que tiene elementos que la hacen diferente, como máscaras muy elaboradas y con
mandíbulas móviles o pantalones muy anchos, pero ajustado a los tobillos.
Tema 3
La identidad dominicana fue un tema recurrente durante la década de los ochenta del siglo 20.
Los debates sobre el tema se multiplicaron con el impacto de las migraciones y la apertura a un
nuevo modelo productivo que sustituiría la industria azucarera y la exportación de productos
tradicionales como café, cacao y tabaco por las manufacturas de zona franca, el turismo y las
remesas. Durante la segunda década del siglo 21 el debate resurge en condiciones distintas y en
medio de otras problemáticas, aunque enmarcado por una narrativa emparentada con la de los
escritores de la generación de postguerra que se preguntaban por la “esencia” de lo dominicano
en el contexto de la mundialización cultural y la globalización económica. Este artículo entra en
el retorno del debate de la identidad dominicana y específicamente intenta demostrar que con
algunas variantes los discursos contemporáneos sobre “lo dominicano” se mantienen atados a
una concepción fundada en el esencialismo del origen nacional y la continuidad lineal de la
historia. Se aborda el esencialismo presente en los dos grandes relatos de la dominicanidad que
pueden identificarse el primero como nacionalismo de raigambre colonial y el segundo como
nacionalismo popular, este último vinculado a las nociones de clase y negritud. Ambos
discursos comparten la búsqueda de una esencia y sus resortes en la nación dominicana (nación
moderna), cuestión que obstaculiza un marco intercultural y una comprensión actualizada de la
configuración de las identidades. Entre los resultados de la encuesta realizada por el ISD (2016)
encontramos aspectos de ambos discursos encarnados en los actores sociales y políticos
surgidos en este siglo, pero también elementos que muestran rupturas y cambios de imaginarios
en el interior de las anteriores definiciones. Finalmente, el trabajo plantea que la presencia tanto
de los movimientos sociales gays, trans y queer como el surgimiento de nuevos patrones
urbanos de identificación y hábitos de consumo han resignificado las identidades individuales y
colectivas, las cuales ya no se configuran exclusivamente por la pertenencia a una clase social,
un referente o práctica religiosa o por las tradiciones de la cultura popular. Discursos modernos
sobre la identidad dominicana La caída de la dictadura (Trujillo 1930-1961) hizo suponer la
alteración de la narrativa sobre la identidad dominicana que se sedimentó durante el dilatado
régimen. “…uno de los rasgos del texto cultural dominicano es el marcado desprecio de las
élites por la gran población empobrecida y negra, por la población haitiana y sus descendientes
en el país. Resultante de esa visión racista de raigambre colonial…” (Mieses, 2014). La
antropología, la sociología, la literatura y la historia posteriores a la decapitación del tirano
comenzaron a desfigurar los marcos monoculturales fijados en el imaginario social durante un
largo periodo de adoctrinamiento popular a tono con la visión de dominio histórico de las élites.
En estos discursos tomaron cuerpo aspectos de la cultura popular que se abrieron y se
presentaron como contradiscursos. Así “Raza, nación e identidad” fueron los términos en los
cuáles se replanteó el asunto. Los trabajos de Hugo T. Dipp (1979), June Rosenberg (1979),
Franklin Franco (1979), Martha E. Davis (1983), Fennema y Loewenthal (1987) son evidencias
al respecto. En particular F. Franco en “Los negros, los mulatos y la nación dominicana” y
Hugo. T. Dipp “Raza en la historia de Santo Domingo” representan un primer desmonte del
discurso de la dictadura desde la historiografía.1
Cultura Taina
Los taínos llegan a la isla que llaman Quisqueya después de una migración en canoa durante
siglos por el archipiélago caribeño desde el delta del Orinoco en América del Sur. Una sociedad
pacífica de pescadores y agricultores basada en una aldea, adoran a los dioses de la naturaleza y
del más allá.
El explorador genovés pone un pie en Quisqueya, que cree que está cerca de China, y la
renombra Hispaniola. El descubrimiento presagia el advenimiento del colonialismo español, así
como el rápido exterminio de los taínos. La ciudad de Santo Domingo se funda en 1498.
En la edad de oro de la colonia española termina cuando el corsario inglés saquea y destroza su
camino a través de su ciudad principal. A estas alturas, los piratas ingleses, franceses y
holandeses son una amenaza constante para La Española y otras colonias españolas.
Treinta años de brutal dictadura llegan a su fin cuando Trujillo es asesinado a tiros en Santo
Domingo. Trujillo se había vuelto enormemente rico y todopoderoso, encarcelando, exiliando y
asesinando a sus oponentes. Incluso hizo que la capital cambiara el nombre de Ciudad Trujillo
en su honor. Su muerte marca un paso gradual hacia la democracia de la República Dominicana.
Los primeros pasos en la creación de una industria turística se dan con la construcción de
hoteles en la Costa Norte de la República Dominicana. Durante las próximas tres décadas, el
país se encoge de hombros ante su dependencia del azúcar y se convierte en un actor importante
en el turismo caribeño.
Un lamentable historial de fraude electoral termina con las primeras elecciones libres y justas
del país. Después de 30 años de dominar la política, el ex presidente títere de Trujillo, Joaquín
Balaguer, se ve obligado a retirarse a la edad de 89 años, lo que le permite ganar a Leonel
Fernández.