Accion de Tutela

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Maicao, 16 de Febrero de 2012

Señor
JUEZ MUNICIPAL DE LA CIUDAD DE MAICAO (Reparto)
E. S. D.

REFERENCIA: ACCION DE TUTELA


ACCIONANTE: ESMELIN RAFAEL LUQUEZ PELAEZ
ACCIONADO: COMCEL S.A.

Yo, ESMELIN RAFAEL LUQUEZ PELAEZ, mayor de edad, vecino y residente en


esta ciudad, identificado con la C.C No 1.122.808.235, respetuosamente promuevo
Acción de tutela contra COMCEL S.A., toda vez que la entidad en comento se
encuentra vulnerando mis derechos fundamentales al buen nombre, a la
intimidad y al habeas data, los cuales solicito me sean tutelados y de esta
manera cese tal violación. Fundamento la presente en los siguientes:

HECHOS

1. El día 31 de Marzo de 2006, Adquirí con COMCEL S.A. dos líneas pospago a
las cuales les asignaron los números 3126863789 y 3126863797.

2. Luego de varios meses de poseer ambas líneas y de tener un buen


comportamiento de pago, por razones económicas no pude continuar pagando
ninguno de los cargos mensuales de las líneas anteriormente mencionadas. De
la línea 3126863789 realice el último pago el día 12 de enero de 2007, y de la
línea 3126863797 realice el último pago el día 26 de Diciembre de 2006.

3. De la línea 3126863789 se genero la última factura el día 12 de abril de 2007 y


me la desactivaron totalmente el día 30 de abril de 2007. De la línea
3126863797 se genero la última factura el día 12 de Abril de 2007, y me la
desactivaron totalmente el día 30 de abril de 2007.

4. De la fecha de la ultima facturación, medio a través del cual se me notifica de mi


obligación, han transcurrido para ambas líneas 5 años aproximadamente si que
se exija, requiera o solicite de alguna manera el cumplimiento de mi obligación,
lo que indica según la normatividad vigente en materia comercial y civil que
dichas obligaciones se encuentran prescritas, perdiendo COMCEL S.A. el
derecho de exigibilidad por no haber ejercido las acciones correspondiente para
el cobro de la obligación.

5. El día 31 de Julio de 2010 presente un derecho de petición ante COMCEL S.A.,


el cual fue radicado con numero 12010186551, donde solicite se eliminase de
su base de datos el monto adeudado y como consecuencia se hiciese el retiro
del reporte o calificación negativa de las centrales de riesgo, en las que la
entidad accionada realizo el reporte como motivo de las deuda ya prescrita de
las líneas anteriormente mencionadas, el cual la entidad accionada no
respondió.

PETICIONES

PRIMERA: se ordene en forma inmediata a la entidad COMCEL S.A., que en un


término máximo de 48 horas reporte a las centrales de riesgo, Datacrédito y
CIFIN, la caducidad y prescripción de la obligación, correspondiente a las líneas
mencionadas en el acápite de los Hechos y, en consecuencia, se elimine el dato
negativo del reporte de información crediticia

PRUEBAS

Solicito se tengan como tales las siguientes:

Documental:

1. Fotocopia de la cedula de mi persona.


2. Fotocopia de Derecho de petición presentado a COMCEL S.A.
3. Radicado Derecho de petición.

ANEXOS

Las mencionadas como pruebas y copia con anexos para la entidad accionada y
copia con anexos para el archivo del juzgado.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Fundamento la presente acción en los artículos 15, 86, de la Constitución Nacional,


Decreto 2591 de 1991, 306 de 1992, 1382 de 2000, Arts. 2518, 2535, 2536, 2542
del Código Civil, Ley 1266 de 2008 y demás normas concordantes y
complementarias al caso materia de estudio.

Sobre la protección a los derechos fundamentales al buen nombre, a la intimidad


y al habeas data, vulnerados por la Entidad Accionada, ha dicho La Corte
Constitucional en Sentencia C-2011 de 2008:

“Conforme a las razones expuestas, la Corte advierte que el término de cuatro años
es una decisión legislativa razonable, excepto en los casos en que se trata de (i)
una mora vigente por un periodo corto, amén del pago efectuado prontamente; y
(ii) cuando se trata de obligaciones insolutas, respecto de las cuales se predica la
prescripción.  En estos dos eventos, el término único de caducidad de la
información sobre incumplimiento se muestra desproporcionado e irrazonable, por
lo que vulnera los derechos constitucionales del titular de la información.
En esta instancia debe la Sala reiterar que el establecimiento de un término de
caducidad de la información financiera sobre incumplimiento es un asunto que le
corresponde al legislador estatutario.   Así, el Proyecto de Ley ha fijado un término
de cuatro años, el cual se muestra razonable desde la perspectiva de los titulares y
de los usuarios de la información, excepto en los casos anteriormente descritos.
Estos casos extremos han sido identificados consistentemente por la jurisprudencia
constitucional, de modo tal que ha establecido dispositivos específicos para evitar
que el mantenimiento del reporte constituya un ejercicio abusivo del poder
informático de las fuentes, operadores y usuarios.” (Subrayas fuera de texto
original)

Ademas en Sentencia T-017de 2011, dijo:

4. Los derechos al buen nombre y al hábeas data como derechos


fundamentales constitucionales. Reiteración de jurisprudencia
 
El artículo 15 Superior, consagra los derechos fundamentales al buen nombre y al
habeas data, los cuales, de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte, si bien
guardan relación, tienen  rasgos particulares que los singularizan, de tal suerte que
la vulneración de alguno de ellos no siempre supone la violación  del otro. Al
respecto, esta Corporación ha escindido el núcleo de protección de tales derechos
en los siguientes términos:
“[D]ebe decirse que en lo relativo al manejo de la información, la protección del
derecho al buen nombre se circunscribe a que dicha información sea cierta y veraz,
esto es, que los datos contenidos en ella no sean falsos ni erróneos. Por su parte,
la garantía del derecho a la intimidad hace referencia a que la información no toque
aspectos que pertenecen al ámbito de privacidad mínimo que tiene la persona y
que sólo a ella interesa. Finalmente, el derecho al habeas data salvaguarda lo
relacionado con el conocimiento, actualización y rectificación de la información
contenida en los mencionados bancos de datos”[1] (Subrayado fuera de texto)
El derecho al buen nombre ha sido precisado como la reputación o fama de una
persona, esto es, como el concepto que el conglomerado social construye de ella.
En esta medida, no sólo se erige como un derecho de raigambre fundamental sino
que constituye uno de los elementos más valiosos dentro del patrimonio moral y
social, a la vez que es un factor intrínseco de la dignidad humana. La jurisprudencia
de esta Corporación ha puntualizado que este derecho se encuentra unido a los
actos que una persona ejecute, pues a través de éstos, el conglomerado social se
forma un juicio de valor sobre la real dimensión de bondades, virtudes y defectos
del individuo.[2]
Este derecho se vulnera “cuando se difunde información falsa o errónea sobre las
personas, de tal suerte que se distorsione la imagen que éstas tiene ante la
sociedad en su diferentes esferas generando perjuicios de orden moral o
patrimonial”.[3] En otros términos, puede verse afectado el derecho al buen nombre
cuando se difunden entre el público sin justificación o fundamento, informaciones
falsas o erróneas que no atañen al concepto que se tiene del individuo, generando
desconfianza y desprestigio que lo perjudican en su entorno social. [4]
Por consiguiente, no constituye violación al derecho al buen nombre, cuando se
registren en las bases de datos o se divulguen en medios de información
actuaciones atribuibles a la persona que menoscaban la imagen que ha formado en
la sociedad, siempre que tal información corresponda a la realidad y tenga la
veracidad suficiente para no ser censurada como la tendría aquella que se cataloga
como falsa e inexacta. Frente al particular, la Corte en la Sentencia T-067 de 2007,
[5]
señaló:
 “(…) sólo se desconoce el derecho al buen nombre cuando la información
suministrada por la entidad pertinente, registre un hecho o un comportamiento
carente de veracidad. En consecuencia, si los datos económicos de carácter
histórico son fidedignos y muestran el comportamiento crediticio de un sujeto, no
puede violar el derecho al buen nombre, pues en caso contrario, estaría la Corte
protegiendo en pie de igualdad, a quienes cumplen con sus obligaciones, frente a
quienes no lo hacen, no habiendo entonces una diferencia de trato entre la
probidad comercial y el manejo descuidado de estos asuntos, lo cual se constituiría
en el ejercicio abusivo y arbitrario de las decisiones judiciales”
Por otra parte, el mismo artículo 15 Superior consagra el derecho constitucional al
habeas data, el cual ha sido entendido por este Tribunal, como “[e]l derecho a
conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas
en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas”.
 
De acuerdo con reiterada jurisprudencia de esta Corte, el derecho a la
autodeterminación informática y la libertad, en general, y en especial la económica,
conforman el núcleo esencial del derecho al habeas data.  
 
Para la Corte, la autodeterminación informática es la facultad de la persona a la
cual se refieren los datos para autorizar su conservación, uso y circulación. A su
vez, la referencia a la libertad tiene que ver con el hecho de que ésta, en particular
la económica, podría resultar vulnerada al restringirse indebidamente con ocasión
de la circulación de datos que no consulten la verdad, o que no haya sido
autorizada por la persona concernida o por la ley. [6] Frente al particular esta
Corporación en la Sentencia T-727 de 2007 [7] dijo:
 
“En cuanto al núcleo esencial del habeas data, se ha dicho que está constituido por
el derecho a la autodeterminación informática y por la libertad en general, y en
especial la libertad económica[8]. Quiere esto decir que el habeas data confiere a su
titular la posibilidad efectiva de controlar la inclusión de su información personal en
los referidos archivos y bancos de datos, siendo la autorización previa y consciente
de la persona concernida un requisito indispensable para la válida recolección y
almacenamiento de estos datos. La autodeterminación informática incluye también
la posibilidad que toda persona tiene de conocer, actualizar y rectificar la
información personal que se haya recogido sobre ella. En cuanto a la libertad
económica, ha dicho la Corte que ésta puede ser vulnerada al restringirse
indebidamente en virtud de la circulación de datos que no sean veraces, o que no
hayan sido autorizados por la persona concernida o por la ley.” [9]
 
Bajo esta perspectiva, la Corte en la Sentencia T-421de 2009, [10] sostuvo que “el
derecho al hábeas data es aquel que permite a las personas naturales y jurídicas,
[11]
conocer, actualizar y rectificar la información que sobre ellas se haya recogido
en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas. De la misma
manera, este derecho señala la obligación de respetar la libertad y demás
garantías constitucionales en el ejercicio de las actividades de recolección,
tratamiento y circulación de datos[12].”  
 
Las facultades que el derecho al habeas data reconoce a la persona a la cual se
refieren los datos recogidos o almacenados son las siguientes: (i) el derecho a
conocer la información de su referencia; (ii) el derecho a actualizar la información
contenida en las bases de datos y; (iii) el derecho a rectificar la información que no
sea veraz.
 
En relación con esta última facultad que se predica del derecho al habeas data, la
Sentencia T-684 de 2008,[13] señaló:
 
“(i) que el contenido de la información almacenada sea veraz; (ii) que se aclare la
información que por su redacción ambigua, pueda dar lugar a interpretaciones
equívocas y (iii) que los datos puestos a disposición de la base de datos hayan sido
obtenidos legalmente y su publicación se haga mediante canales que no lesionen
otros derechos fundamentales, entre otras exigencias.”
 
Según esta Corporación, se vulnera el derecho fundamental al habeas data cuando
la información de contenido crediticio registrada en la base de datos, “(i) sea
recogida de forma ilegal, (ii) sea errónea, (iii) o verse sobre aspectos reservados de
la esfera personal del individuo.” [14]
 
Ahora bien, como en la base de datos se almacena información acerca de las
personas, es importante que el dato negativo que se reporta tenga una vigencia
restringida en el tiempo para lo cual debe tenerse en cuenta un término de
caducidad. Lo anterior implica que el registro que se almacena en las centrales de
riesgo, no puede perpetuarse en los bancos de datos, en particular aquel que tiene
directa relación con el incumplimiento de obligaciones. Este derecho a  la
caducidad del dato negativo si bien no fue consagrado expresamente en el artículo
15 Superior, se deduce del derecho a la autodeterminación informática, y de la
libertad, en general, y, en especial, la económica, que integran el núcleo esencial
del derecho al habeas data.
 
Con todo, el derecho al habeas data reviste mayor relevancia cuando se trata de la
recolección de la información que se suministra a los bancos de datos que tiene
como fin determinar los riesgos de los usuarios actuales y potenciales del sistema
financiero, pues ella ha sido catalogada como de interés público, [15] en la medida
que pretende disminuir los riegos,  protegiendo así los recursos del ahorro público y
garantizando el desarrollo de la actividad económica. [16]
 
Precisamente, el sistema financiero con el fin de conocer la solvencia de los
usuarios de los servicios que presta, utiliza información positiva y negativa,
mediante el uso de instrumentos que le permite conocer, actualizar y rectificar la
información que sobre las personas se registra en las centrales de riesgo. De ahí
que, en ejercicio del derecho al habeas data, los titulares de la información pueden
requerir la diligencia de las personas o entidades que administran la información
con el fin de que ésta sea veraz y corresponda a la realidad. [17]
PROCEDIMIENTO

Decretos 2591 de 1991, Decreto 306 de 1992, Decreto 1382 de 2000.

COMPETENCIA

Es Ud. Señor Juez competente por lo establecido en la ley para conocer del
presente asunto.

DECLARACIÓN JURADA

Bajo la gravedad del juramento manifiesto que sobre los mismos hechos invocados
en esta demanda no he interpuesto otra acción de tutela.

NOTIFICACIONES

La accionante en:

La accionada en: la Calle 15 Carrera 8, Centro Comercial Suchimma Local 15,


Barrio Centro, Riohacha, Guajira.

Del Señor Juez, atentamente:

ESMELIN RAFAEL LUQUEZ PELAEZ


C.C No 1.122.808.235

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