Ensayo 4 Penal.
Ensayo 4 Penal.
Ensayo 4 Penal.
La Omisión
DERECHO PENAL I
INSTRUCCIONES: El alumno debe realizar un trabajo tipo ensayo sobre el siguiente
temario 1. La omisión. Estructura ontológica de la omisión. 2. Acción esperada.3.
Clases de omisión penalmente relevantes. 4. La Tipicidad. 5. Tipicidad y tipo. 6. Tipo y
antijuricidad. 7. Estructura y composición y clasificación de los tipos penales. . 8. El
dolo. Elementos, clases. 9. La imprudencia. Tipo de injusto del delito imprudente. 10.
La Antijuricidad. 11. Desvalor de acción y Desvalor de resultado. 12. La Culpabilidad.
13. Causas de Eximentes de Responsabilidad Penal. 14. Consumación y Tentativa.
16. Autoría y participación. Clases de autoría. Formas de Participación.
1. La legítima defensa
a.) fundamentos y naturaleza:
La naturaleza de la legitima defensa como causa de justificación durante mucho
tiempo estuvo confundida con las causas de inculpabilidad, creyéndose que se trataba
de un problema de miedo o perturbación del animo en el que se defiende se
encuentra, por ser objeto de un ataque.
La legítima defensa existe por la necesidad de defensa del orden jurídico y del
derecho en general.
b.) Requisitos:
Entre ellos encontramos:
1. agresión ilegitima: esto es el presupuesto de la legitima defensa y lo que la
diferencia de otras causas de justificación. En doctrina se interpreta agresión
como un acto de fuerza, pero también puede ser entendida como acción de
puesta en peligro de algún bien jurídico. Se incluye también la omisión, que
tanto como la acción deben ser agresiones dolosas.
La agresión ha de ser real, sin embargo la jurisprudencia en algunos casos, dadas las
circunstancias, admite la legítima defensa por la creencia de que existe una agresión
racional.
La agresión ha de ser actual, no cabe apreciar la legítima defensa cuando la agresión
ha cesado.
2. necesidad racional del medio empleado para repeler la agresión: la
necesidad de defensa solo se da cuando es contemporánea a la agresión y
que persiste mientras la agresión dura, siempre que sea la única vía posible de
impedirla. La racionalidad del medio empleado exige la proporcionalidad, tanto
en la especie como en la medida de los medios, de lo contrario no habrá
justificación plena.
3. falta de provocación suficiente por parte del defensor: este requisito lleva a la
conclusión de que cuando la agresión es consecuencia de una previa
provocación del que luego se defiende ante ella, en ningún caso cabe apreciar
la legitima defensa, sin embargo esta interpretación lleva a conducir a la
responsabilidad por el resultado.
El estado de necesidad
El estado de necesidad recela el proteger a la persona, derechos propios o de otra,
esto supone que el bien jurídico que se trata de salvar este en inminente peligro de ser
destruido. Este peligro ha de ser real y valorado de manera objetiva (aunque
lógicamente teniendo en cuenta la situación concreta en la que se encuentra el sujeto
y circunstancias) no pudiendo ser meramente supuesto, con mas o menos
fundamentos, por el que trata de evitarlo.
Es importante también que la realización del mal o la infracción del deber, que el
sujeto realiza para evitar un mal a si mismo o a un tercero, sea el único camino posible
para impedir ese mal.
a.) requisitos:
1. que el mal causado no sea mayor que el que se pretende evitar. El estado
de necesidad puede darse tanto en caso de conflicto entre bienes desiguales
(daños para salvar la vida) como entre bienes iguales (matar a otro para salvar
la propia vida); es por ello que se comparan dos males. El que amenaza y el
que se realiza y esta comparación se trata de establecer una "relación de
adecuación" es decir, que el estado de necesidad tendrá efecto justificante si el
hecho realizado es el medio adecuado para evitar el peligro.
2. que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionalmente por
el sujeto: en el estado de necesidad solo la provocación intencionada del
mismo impide su apreciación, es necesario que la situación de necesidad no
haya sido provocada intencionalmente por el que actúa, bien sea el en defensa
propia o de un tercero.
3. que el necesitado no tenga , por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse:
el estado de necesidad supone que el que actúa en esta situación no esta
obligado a soportarla, pero si la situación es normal dentro del ámbito de su
profesión entonces está obligado a soportarla. Por ejemplo. Un bombero o
policía no pueden excusarse de los deberes inherentes a su profesión.
Obediencia Debida
Existen distintas teorías sobre la obediencia debida, ya que en ciertos lugares es vista
como una causa de justificación y en otros es vista como causa de inculpabilidad. "Son
causa de inculpabilidad: ...Obediencia debida: Ejecutar el hecho en virtud de
obediencia debida, sin perjuicio de la responsabilidad correspondiente a quien lo haya
ordenado. La obediencia se considera debida cuando:
o a) Que haya subordinación jerárquica entre quien ordena y quien
ejecuta el acto;..." considerando la necesidad de un orden jerárquico
podemos deducir que esto solamente puede darse en el ámbito del
derecho publico y en el del derecho militar, ya que solo en estos se
encuentra una subordinación necesaria.
o b) "Que la orden se dicte dentro del ámbito de las atribuciones de quien
la emite, y este revestida de las formalidades legales"; o sea la persona
que de la orden debe de hacerlo dentro de sus facultades.
o c) "Que la ilegalidad del mandato no sea manifiesta."
Esto podría causar problemas para el funcionario o empleado publico, ya que
igualmente es un delito no obedecer una orden de un superior, Desobediencia, el cual
expresa que: "El funcionario o empleado publico que se negare a dar el debido
cumplimiento a sentencias, resoluciones u ordenes de autoridad superior dictadas
dentro de los limites de su respectiva competencia y revestidas de las formalidades
legales será sancionado."
2. Legitimo Ejercicio de un Derecho
En el articulo 24 causas de justificación: Inciso tercero, en el que dice: esta en legitimo
ejercicio de un derecho "quien ejecuta un acto, ordenado o permitido por la ley, en
ejercicio legitimo del cargo publico que desempeña, de la profesión a la que se dedica,
de la autoridad que ejerce, o de la ayuda que preste a la, justicia." Obviamente es
necesario que la persona este llevando a cabo un hecho licito para que se pueda usar
como una justificación. Esto deja lugar a varias preguntas, en casos de profesionales y
de funcionarios ¿cómo sabemos si es que la persona esta actuando dentro de sus
facultades jurídicas?, Y en casos como los de la policía ¿pueden ellos usar
la violencia aunque no haya habido agresión directa hacia ellos?
Se podría decir que no solamente es necesario conocer la regulación jurídica de cada
rama del derecho para poder saber si es que la persona esta actuando dentro de su
competencia y el uso de la razón y la jurisprudencia en casos en que no esta
claramente estipulado en la ley. En el caso de la violencia legitima, es necesario que
esta sea en proporción al hecho que la haya motivado, al igual que a la peligrosidad
del motivante.
En la doctrina moderna no se permite la violencia como un medio de corrección, ni
de disciplina, entonces en este caso, la única forma de justificación seria si existiere
legitima defensa, entendiendo legitima defensa como un acto en el que no existía otra
forma de salvarse a sí mismo, sin que esta sea una forma de tomar la justicia en sus
propias manos.
Caso Fortuito
"No incurre en responsabilidad penal quien con ocasión de acciones u omisiones
licitas, poniendo en ellas la debida diligencia, produzca un resultado dañoso por mero
accidente." Esto se ve como un caso en que no se considera delito por el hecho de
que no existe dolo ni culpa, o sea no se le pueden crear responsabilidades por el
simple resultado sin tomar en cuenta todos los hechos ocurridos.
También existe el riesgo permitido, este se caracteriza por actividades peligrosas, que
podrían causar alguna repercusión jurídica, sin que este caiga en una forma de delito
culposo. Estas actividades peligrosas, son permitidas solamente si es que se llevan a
cabo con la mayor precaución posible y con diligencia debida, o sea sin culpa. Esto
también podría verse como una causa de justificación en cuanto a estado de
necesidad.
La Culpabilidad
Para poder sancionar al autor de un hecho por el delito cometido, no solamente se
toma en cuenta la tipicidad y la antijuricidad del acto, sino también se debe tomar en
cuenta la culpabilidad para este no recaer en causas de justificación o inculpabilidad
en las cuales seria exento de responsabilidad penal.
En la ciencia del derecho penal se hace una distinción entre lo que es antijuricidad y lo
que es la culpabilidad. La antijuricidad es cuando la persona actúa sin autorización y
comete un hecho ilícito hacia algo que esta penalmente protegido. Se dice que es
culpable la persona que actúa en contra de la ley, o sea el que comete un acto ilícito
cuando pudo haberlo no-cometido.
Muñoz Conde critica el punto de vista de que una persona es culpable por el hecho de
que cometió un acto ilícito, habiendo podido actuar de distinta manera, ya que esta es
una postura que no puede ser probada, o sea se cree que así fue, pero no se
demuestra. Se sabe que una persona tiene varias opciones de las cuales elegir, pero
nunca se sabrá cual fue la decisión final por la cual se guió para poder cometer el
hecho delictivo. Continua diciendo que el hombre, tanto en el ámbito de lo penal como
en otros aspectos de la vida, tendrá la posibilidad de decidir entre varias opciones y en
dada situación eligiera uno que le es perjudicial a otros.
Tomando todo esto en cuenta, no podemos decir que el autor es culpable por el hecho
de haber cometido un delito cuando pudo haber desistido a este, si no existirían
causas de justificación o de inculpabilidad.
Concepto de Culpabilidad y Prevención General
Muñoz Conde encuentra que el concepto de culpabilidad no es un hecho individual,
sino social, ya que la culpabilidad existe únicamente con relación a los demás. Por la
misma protección de la persona como individuo es que se deben tomar precauciones
como lo son las penas, creando así una prevención general. Desde el punto de vista
de la culpabilidad como un hecho social podemos ver que no es exactamente la acción
en si, sino las características que se le atribuyen al hecho las que le dan este carácter,
dando lugar a la posibilidad de poder imponerle responsabilidad penal al autor.
Elementos de la Culpabilidad
Para verdaderamente saber si es que una persona a cometido un hecho delictivo
típico y antijurídico, en el que le corresponde responsabilidad penal, es necesario que
cumpla con ciertas condiciones para poder ser declarado como culpable, siendo los
elementos principales los siguientes:
o a) La imputabilidad. Esto determina que la persona debe tener la
habilidad mental necesaria para ser motivado racionalmente, dentro del
cual se incluye, entre otros, edad y enfermedades mentales.
o b) El conocimiento de la antijuricidad del hecho cometido. En que el
individuo conozca el contenido de las prohibiciones de la norma.
o c) La exigibilidad de un comportamiento distinto. Cuando el derecho
exige la realización de cierto comportamiento.
Después de haber aclarado cuales son los elementos principales de la culpabilidad, se
deben tomar en cuenta los elementos específicos de cada delito. Estos no son la base
de la culpabilidad en si, sino son los que miden la gravedad del delito. En ciertos casos
como el asesinato, podemos ver que es necesaria la premeditación, la alevosía y el
ensañamiento, entre otros, para que este pueda ser juzgado como tal y no como un
simple homicidio. En otros casos en los que no esta específicamente tipificado en la
ley, siendo estas las circunstancias atenuantes y las agravantes en orden respectivo,
las que nos ayudaran a delimitar la gravedad del delito.
La Imputabilidad
La imputabilidad o capacidad de culpabilidad, como se señalo anteriormente, se
fundamenta en el hecho de que la persona que cometió el acto antijurídico, lo llevo a
cabo mientras se encontraba en completo control de sus facultades psíquicas y
gozaba de facultades físicas suficientes.
En la Doctrina Clásica se encuentra que la libertad de voluntad o libre albedrío era un
punto crucial en la imputabilidad o inimputabilidad del autor, ya que la libertad "se basa
en la capacidad de entender y querer lo que se esta haciendo: El que carece de esta
capacidad no actúa libremente, y por eso, no puede ser considerado culpable de lo
que hace".
En la doctrina y la jurisprudencia se explica que la enajenación y el trastorno mental,
"equivale a la perturbación plena de las facultades psíquicas cognoscitivas y/o
volitivas" o sea nos dice que no es imputable la persona que no reconoce ni entiende
porque es ilícita la acción cometida. También se dice que si la perturbación mental no
es completa, la imputabilidad no será totalmente excluida, sino disminuida, ya que se
podría decir que el sujeto tenia algún conocimiento de lo que estaba ocurriendo en el
momento en que se cometió el hecho delictivo; entonces añadiéndole una
circunstancia atenuante.
Por otro lado se necesita tomar en cuenta las diversas alteraciones psicológicas que
podrían existir, como lo es la percepción. En estos caso no son necesariamente
la inteligencia o la voluntad las facultades que podrían ser alteradas sino el simple
hecho de cómo es que la persona ve el mundo o no le ve como en el caso de la
ceguera.
Viendo que es difícil relacionar la psiquiatría con el derecho penal, podemos llegar a la
conclusión de que no es exactamente el diagnostico que se le hace al enfermo el que
importa, sino el efecto que dicho trastorno mental podría ocasionar dentro de
la sociedad reflejándose en la actuación de la persona.
En la doctrina, al igual que en nuestra legislación es necesario que el trastorno mental
haya existido previamente a la acción o delito cometido, para que este pueda ser
utilizado como un eximente. Dejando lugar a preguntarse cuando es que el legislador o
juez tiene el derecho de declarar culpable a la persona, quien por causa del hecho
previo al acto antijurídico sufre del trastorno mental causando en este tal reacción, que
lo llevo a cometer un hecho delictivo. Todo esto nos lleva de regreso al punto de que el
derecho penal solamente le interesan las acciones humanas que podrían ser de
alguna manera trascendentes.
3. Consecuencias Jurídicas
La inimputabilidad no siempre esta libre de consecuencias. El código penal también
tiene previsto que se podría hacer con un interdicto que haya cometido un delito
tipificado en el mismo, dependiendo siempre en la gravedad del delito y en la
peligrosidad del individuo. En el articulo 88 inciso primero, se especifica el
internamiento en un establecimiento psiquiátrico como una medida de seguridad, e
igualmente en el articulo 89 internamiento especial dice que: "Cuando un inimputable
de los comprendidos en el articulo 23 inciso segundo, cometa un hecho que la ley
califique de delito, se ordenara su internación en un establecimiento psiquiátrico, hasta
que por resolución judicial dictada con base en dictámenes parciales, pueda
modificarse la medida, o revocarse si ceso el estado de peligro del sujeto".
Existen varias críticas con respecto a las medidas que se deben tomar en cuanto al
inimputable, ya que aunque este sea internado en una institución especializada, seria
casi lo mismo a que se le estuviera condenado a una sentencia en un centro
penitenciario. Lo que se debería de buscar son más que nada medidas curativas y no
una privación de la libertad del individuo. Dicha privación podría verse como un crimen
contra la humanidad, ya que desde este punto de vista no se esta viendo al interdicto
como un enfermo mental necesitado de ayuda, sino como un delincuente cualquiera,
un sujeto peligroso que se debe de separar de la sociedad.
4. Actio Libera in Causa
El principio actio libera in causa determina la culpabilidad del sujeto, no refiriéndose al
momento en que fue cometido el acto, sino al tiempo en que ideo cometer el acto o en
que empezó el proceso por el cual llegaría a cometer el acto. En otras palabras si el
sujeto se encuentra con un trastorno mental, el cual causo con el propósito de
delinquir, este no podrá utilizar la eximente o la atenuante ya que se le da carácter de
delito de dolo.
CAPÍTULO XIV
1. El Conocimiento de la Antijuricidad
Junto a la capacidad de la culpabilidad o imputabilidad, constituye también el elemento
de la culpabilidad el conocimiento de la antijuricidad. Quien realiza dolosamente en
tipo penal actúa, por regla genera, con conocimiento de la ilicitud de su hacer.
No obstante, el conocimiento de la antijuricidad no es un elemento superfluo de la
culpabilidad sino, al contrario, un elemento principal y el que le da su razón de ser.
Lógicamente, la atribución que supone la culpabilidad solo tiene sentido frente a quien
conoce que su hacer esta prohibido. La función motivadora de la norma penal solo
puede ejercer su eficacia a nivel individual si el individuo en cuestión, autor de un
hecho delictivo por la ley penal (por tanto, típico y antijurídico), tenia conciencia de la
prohibición, pues, de lo contrario, este no tendría motivos para abstenerse de hacer lo
que hizo.
2. Error de Prohibición
Existe error de prohibición no solo cuando el autor cree que actúa lícitamente, sino
también cuando ni siquiera se plantea la licitud o ilicitud de su hecho. Error de
prohibición puede referirse a la existencia de la norma prohibitiva como tal (error de
prohibición directo) o a la existencia, limites o presupuestos objetivos de una causa de
justificación que autorice la acción, generalmente prohibida, en un caso concreto (error
de prohibición indirecto o error sobre las causas de justificación).
En el primer caso, el autor desconoce la existencia de una norma que prohíbe su
hacer; en el segundo; el autor sabe que su hacer esta prohibido en general, pero cree
que en el caso concreto se da una causa de justificación que lo permite.
Un paso importante supuso la teoría del dolo, según la cual este exigía, como forma
de la culpabilidad, tanto el conocimiento de los elementos del tipo como el de la
antijuricidad. Para esta teoría, el tratamiento del error debería de ser el mismo en
todos lo casos: excluir la culpabilidad si el error era invencible; excluir el dolo, pero
castigar por imprudencia, si era vencible. Para la teoría del dolo, el error, tanto si era
error de tipo como si era de prohibición, recibía el mismo tratamiento.
La doctrina española defendía la teoría del dolo, considerando a este, conforme a la
teoría causal de la acción, como forma de la culpabilidad. Por tanto, consideraba que
el error vencible, tanto de prohibición como de tipo, excluía el dolo, pero no la
imprudencia.
En resumen, el error de prohibición tanto si es directo (sobre la existencia de la norma
prohibida), como si es indirecto (sobre la existencia de límites o presupuestos objetivos
de una causa de justificación), no incide en la configuración típica, dolosa o culposa,
del delito. Sino en la culpabilidad del autor del concreto tipo delictivo que haya
realizado. Al conceder relevancia al error de prohibición, el moderno Estado social y
democrático de derecho, a diferencia del viejo Estado autoritario, se muestra dispuesto
a negociar en el ciudadano los ámbitos de relevancia de sus prejuicios hasta su propia
concepción del derecho, y siempre que ello no suponga tener que modificar en nada la
vigencia objetiva de la norma jurídica.
CAPÍTULO XV
1. Otros presupuestos de la pena: La Penalidad
Como ya se dijo en el capitulo I, con la constatación de la tipicidad, de la antijuricidad y
de la culpabilidad se puede decir que existe en delito completo en todos sus
elementos. En algunos casos se exige, sin embargo, para poder castigar un hecho
como delito, la presencia de algunos elementos adicionales que no son incluibles en la
tipicidad, ni en la antijuricidad, ni en la culpabilidad, porque no responden a la función
dogmática y político criminal que tienen asignadas estas categorías.
Si se busca un nombre para denominar esta sede sistemática en la que puedan
incluirse tales elemento, se utilizaría el mas neutral de "penalidad", que otros llaman
"punubilidad". La penalidad o punibilidad, es por tanto, una forma de recoger y
elaborar una serie de elementos o presupuestos que el legislador, por razones
utilitarias (diversas en cada caso), puede exigir para fundamentar o excluir la
imposición de una pena y que solo tienen en común que no tienen en ninguna de ellas.
2. Condiciones objetivas de Penalidad
Las condiciones objetivas para la penalidad son circunstancias que, sin pertenecer al
injusto o a la culpabilidad, condicionan en algún delito concreto la imposición de una
pena.
De ellas se distinguen las condiciones objetivas de procedibilidad o perseguibilidad
que condicionan, no la existencia del delito, sino persecución procesal, es decir, la
apertura de un procedimiento penal. Se trata de obstáculos procesales que, en el
fondo, tienen la misma función que las condiciones objetivas de penalidad.
3. Excusas absolutorias
La penalidad también puede ser excluida en algunos casos en los que el legislador ha
considerado conveniente no imponer una pena, a pesar de darse una acción típica,
antijurídica y culpable.
4. Causas de Extinción de la responsabilidad criminal
o a) La amnistía y el indulto. Ambas instituciones son manifestaciones del
derecho de gracia que, como una reminiscencia de los tiempos de
la monarquía absoluta, aun, pervive en los actuales Estados de
derecho. Aunque, el derecho de gracia puede ser utilizado como medio
para conseguir la rehabilitación del condenado, corregir errores
judiciales o templar el excesivo rigor de penas legalmente impuestas.
La amnistía constituye casi siempre casi siempre una ruptura o cambio profundo de
orientación del régimen político y jurídico bajo mandato se dieron las condenas
después amnistiadas.
También el indulto, sobre todo el "indulto general, reconocido en la ley de 18 de julio
del 1870, puede ser utilizado con la misma finalidad y de hecho tener la misma
amplitud de que amnistía. Por eso, es difícil definir a priori el ámbito que pueden tener
estas medidas. Y mas difícil todavía que desaparezcan en el futuro, porque el derecho
penal refleja siempre una determinada concepción política y es lógico que se
modifiquen o anulen sus consecuencias cuando cambian las
circunstancias políticas que las condicionan.
o b) La prescripción. Es una causa de extinción de la responsabilidad
criminal fundada en la acción del tiempo sobre los acontecimientos
humanos. Su fundación radica, pues, mas en razones de seguridad
jurídica, que en consideraciones de estricta justicia material. Se trata de
impedir el ejercicio del poder punitivo, una vez que han trascurrido
determinados plazos a partir de la comisión del delito o del
pronunciamiento de la condena, sin haberse cumplido la sanción.
Dos clases de prescripción reconoce nuestro Código Penal: la del delito y la de la
pena. La diferencia entre una y otra en que haya habido o no condena.
1. Consumación formal y materialSiempre que la ley penal señale la pena
generalmente la pena de una infracción, se entenderá que la impone a la consumada.
Se parte aquí de un concepto formal de consumación típica. En este sentido,
consumación es la plena realización del tipo en todos sus elementos.
Generalmente, en los tipos delictivos de los delitos de resultado, la consumación se
produce en el momento de la producción del resultado lesivo (por ejemplo en lo delitos
contra la vida: con la muerte del sujeto pasivo).
Distinta de la consumación formal es la consumación material o terminación del delito,
en la que el autor no solo realiza todos los elementos típicos sino que además
consigue satisfacer la intención que perseguía heredar al pariente que mato, lucrarse
con el delito patrimonial cometido, etc. En la medida en que esta consumación material
esta mas allá de las precisiones típicas carece de relevancia jurídico penal. Sin
embargo, algunas veces el legislador hace coincidir consumación formal y material.
2. Tentativa y frustración
Se puede distinguir entre el delito frustrado y la tentativa, definiéndolos así: "Hay delito
frustrado cuando el culpable practica todos los actos de ejecución que deberían
producir como resultado del delito y, sin embargo no lo producen por causas
independientes de la voluntad del agente. Hay tentativa cuando el culpable de principio
a la ejecución del delito directamente por hechos exteriores y no practica todos los
actos de ejecución que debieran producir el delito, por causa o accidente que no sea
su propio y voluntario desistimiento.
3. Fundamento del castigo de la tentativa y la frustración
La atenuación, obligatoria en caso de ejecución imperfecta de delito y la distinta
gravedad de tentativa y frustración han llevado a un sector de la doctrina española a
ver el fundamento del castigo de estas instituciones con un criterio fundamentalmente
objetivo, es decir, en su proximidad a la lesión del bien jurídico protegido.
4. El dolo en la tentativa y la frustración
Tanto la tentativa como la frustración son tipos dependientes, ya que todos sus
elementos van referidos a un delito consumado. No hay una tentativa en si, sino
tentativas (o frustraciones) de delitos consumados de homicidio, hurto, estafa, etc. De
ahí que le dolo sea el mismo que en el delito consumado.
Si el sujeto aun no esta decidido a cometer el delito, no existe dolo. Pero si esta
decidido y solo espera a que se produzca una condición favorable para llevarlo a cabo,
si existe el dolo.
5. Distinción tentativa-frustración
Como se puede observar se atiende a un criterio objetivo-formal, tanto para delimitar la
diferencia acto preparatorio y acto ejecutivo como para diferenciar la tentativa de la
frustración. En la tentativa "el culpable no practica todos lo actos de ejecución" en la
frustración, "el culpable practica todos los actos de ejecución". En ambos casos, el
resultado consumativo no se produce.
Fuera del ámbito objetivo, no hay ninguna diferencia entre tentativa y frustración. El
dolo y los demás elementos subjetivos, así como la no consumación, son, pues,
iguales en una u otra institución. La relación entre una y otra es de concurso de leyes,
no cabiendo, pues, apreciar conjuntamente ambas.
6. Tentativa idónea y delito imposible
Son varias las razones por las que la tentativa o la frustración no llegan a la
consumación del delito. Unas son de tipo jurídico, otras, de tipo fáctico. En todos estos
casos, la tentativa y la frustración, objetivamente consideradas, son inidóneas para
consumar el delito u, sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia dominantes aceptan,
en general, que son merecedoras de pena, aunque con ciertas limitaciones.
CAPÍTULO XVII
Según el Código Penal de Guatemala, son responsables criminalmente de los delitos
y faltas:
o 1. Los autores.
o 2. Los cómplices.
o 3. Los encubridores.
De acuerdo al articulo 35 "de las faltas solo son responsables los autores." Respecto a
las faltas es importante tomar en cuenta el artículo 480 de nuestro código penal
guatemalteco.
En cuanto a la pena que se les aplica, esta varía según quién la cometa.
A los autores se les aplicará la pena que señale la ley, dependiendo del delito o falta.
Si el delito fue consumado se les impondrá la pena correspondiente al delito
consumado que señale la ley. Si el delito es frustrado, la inferior en grado; si intentado,
la inferior en uno o dos grados, igualmente aplicable en los casos del delito imposible y
de conspiración, proposición o provocación
A los cómplices se les aplicará la pena inferior en grado a la señalada por la ley para el
autor del delito consumado, frustrado o intentado.
A los encubridores se les aplicará la pena inferior en dos grados a la señalada por la
ley para el autor de un delito consumado, frustrado o intentado.
1. Autoría
Siguiendo siempre el Código Penal guatemalteco, encontramos de acuerdo al artículo
36 el siguiente concepto de autor:
"Se consideran autores:
o 1. Los que toman parte directa en la ejecución del hecho.
o 2. Los que fuerzan o inducen directamente a otros a ejecutarlo.
o 3. Los que cooperan a la ejecución del hecho con un acto sin el cual no
se hubiere efectuado.
o 4. quienes habiéndose concertado con otro u otros para la ejecución de
un delito, están presentes en el momento de su consumación."
Como podemos ver el primer inciso se refiere al autor material, el segundo al inductor
y el tercero al cooperador.
Y podemos observar que al decir "se consideran" la intención es determinar quienes
deben ser tratados como autor, en los cuales se incluyen el inductor y el cooperador,
por lo que pretende este articulo del código es el extender la pena que merece el autor
del delito a otras personas cuya intención es sin duda muy importante, pero no son
autores propiamente dichos.
2. Diferencia entre autoría y participación
La distinción entre autoría y participación es fundamental ya que la responsabilidad de
quien participa está condicionada por los actos realizados por el actor, por ejemplo la
responsabilidad del inductor depende de los actos realizados por el inducido. Y para
realizar esta distinción, han surgido varias teorías.
Según la teoría objetivo-formal el autor es quien realiza algún acto ejecutivo del delito,
esta teoría es insuficiente porque excluye los delitos que se realizan sirviéndose de un
aparato de poder.
La teoría subjetiva se basa en el ánimo concreto de que el interviniente tenga en el
delito. Si actúa con ánimo de autor, será autor cualquiera que sea su contribución
material al delito; si actúa con animo de participe, será siempre partícipe. El problema
de esta teoría es que esta distinción solo la pueden saber los delincuentes o quienes
toman parte del delito, para poder hacer la distinción es necesario tener un criterio
objetivo material.
Según el criterio objetivo material, actor es quien domina finalmente la realización del
mismo. Es decir quien tenga la última palabra y decida si el delito lleva a cabo o no,
debe ser considerado como autor.
En conclusión el criterio objetivo material es el que viene a definir con mayor nitidez la
diferencia entre autoría y participación. Esta a su vez define la autoría como quien
ejecuta el hecho ya sea directamente, o indirectamente, es decir por medio de otra
sirviéndose de él como un instrumento.
3. Clases de autoría
o a) Autoría directa. Autor directo es el que realiza personalmente el
delito, de un modo directo y personal.
o b) Autoría mediata. Autor mediato es el autor que no realiza directa y
personalmente el delito, sino sirviéndose de otra persona, quien por lo
general no lo sabe. Por ejemplo: el hipnotizador que obliga al
hipnotizado a cometer un delito, o el que fuerza a otro con violencia o
con engaño a suscribir un documento falso, realizan directamente el
delito y dominan su acción. Lo difícil en este tipo de autoría es el poder
encontrar un criterio que distinga claramente la diferencia entre inducir a
una persona y el ser autor mediato para así poder castigar directamente
al autor y no a su instrumento.
o c) Coautoría. Es la realización conjunta de un delito por varias personas
que colaboran consciente y voluntariamente. Lo decisivo en la coautoría
es que el dominio del hecho lo tienen varias personas que, en virtud del
principio del reparto de papeles, asumen por igual la responsabilidad de
su realización. En este caso el simple acuerdo de voluntades no basta,
es necesario que se contribuya en algún modo a la en la realización del
delito (no necesariamente en su reejecución) de tal modo que dicha
contribución pueda considerarse como un eslabón importante de todo
acontecer delictivo. En los casos de auxilio necesario, si la ayuda
prestada es de tal magnitud que se puede decir que el que la presta
también domina el hecho, este será coautor aunque no ejecute el
hecho.
4. Participación
Es la cooperación dolosa en un delito doloso. La participación es un concepto de
referencia ya que supone la existencia de un hecho ajeno (el autor o
coautores materiales) a cuya realización el partícipe contribuye. El concepto de
participación es muy dependiente del concepto de autor. La responsabilidad del
partícipe viene subordinada al hecho cometido por el autor. Si no existe un hecho por
lo menos típico y antijurídico, cometido por alguien como autor, no puede hablarse de
participación.
La participación solo es punible en su forma dolosa, es decir, el partícipe debe conocer
y querer su participación en la realización del hecho típico o antijurídico.
El error del partícipe sobre elementos accidentales del delito cometido por el autor solo
tiene, en cambio, relevancia en el ámbito de la determinación de la pena, esto
corresponde a las agravantes y atenuantes.
5. Formas de participación
a). Inducción. A efectos de la pena esta equipara a la autoría. El inductor hace surgir
en otra persona (inducido) la idea de cometer un delito. En cuanto a los requisitos de
la inducción, antes que nada debe haber una relación entre el inductor y el inducido.
Para que la inducción sea eficaz, es preciso que tenga entidad suficiente para que el
inducido decida cometer un delito y comience por lo menos su ejecución.
Evidentemente, no cabe la inducción por omisión ni tampoco por imprudencia.
b). Complicidad. Son cómplices los que cooperan en la ejecución de un delito con
actos anteriores o simultáneos. Lo que la distingue de las de las demás formas de
participación, es su menor entidad material, de tal forma que la calificación de
complicidad hace que la cooperación se castigue automáticamente con una pena
inferior en grado a la que merezcan los autores del delito. Frente a la cooperación
necesaria que merece la pena del autor, está la cooperación no necesaria que sería la
de complicidad. Para trazar la diferencia entre la cooperación necesaria y la no
necesaria han surgido varias teorías. El criterio de la escasez de Gimbernat que es la
complicidad es la contribución que se puede adquirir fácilmente. Y el criterio de
sustituibilidad perteneciente a Rodríguez Mourullo nos dice que si la cooperación del
partícipe es insustituible será cooperación necesaria. Así que Cómplice sería el que
con su contribución no decide el sí y como de la realización del hecho, sino solo
favorece o facilita que se realice. La complicidad queda al criterio del juez, es
facultativa.
6. Problemas especiales de participación: la participación en los delitos
especiales
Si el autor es intranets, el delito cometido será el especial (parricidio, malversación,
etc.) y, en virtud del principio de unidad de imputación del título, todos los demás
responderán por ese delito, aunque no tengan las cualidades exigidas en el mismo.
Por el contrario, si el autor es extraneus, el delito cometido será uno común (homicidio,
apropiación, etc.) y los participes responderán por el delito común, cualquiera que sea
su consideración personal.
7. Formas de participación intentada
a). Conspiración. La conspiración existe cuando dos o más personas se conciertan
para la ejecución de un delito y resuelven ejecutarlo. Se trata de una forma de
"coautoría anticipada". Es pues una forma anticipada del acuerdo común necesario
para la coautoría.
b). Proposición provocación. La proposición existe cuando el que ha resulto cometer
un delito invita a otra u otras personas a ejecutarlo. La provocación existe cuando se
incita de palabra, por escrito o impreso, u otro medio de posible eficacia, a la
perpetración de cualquier delito. Si a la provocación hubiese seguido la perpetración
del delito, se castigará como inducción. En la proposición y en la provocación nos
podemos dar cuenta de que, en ambas se trata de surgir la idea de cometer un delito
en otra u otras personas. Y también debe conectarse la provocación del delito con el
delito que se provoca, de tal forma que si este se perpetra, la provocación se castiga
como inducción. Con lo que está claro que si algún sentido tiene la punición expresa
de estas figuras es la de castigar la inducción intentada y como tal deben interpretarse.
8. La autoría en los delitos cometidos por procedimientos que facilitan la
publicidad
Por los delitos o faltas que se cometen por medio de la imprenta, el grabado u otra
forma mecánica de reproducción, radiodifusión u otro procedimiento que facilite
la publicidad, se harán criminalmente responsables solamente a los autores, esto
quiere decir la exclusión de los cómplices y encubridores
9. El encubrimiento
En este caso se plantea el problema de si el encubrimiento es una forma de
participación en el delito autónomo que, solo a efectos de pena, se castiga en función
de la pena, se castiga en función de la pena del autor del delito principal que se
encubre, rebajándola en dos grados.
Se pueden distinguir varias clases de encubrimiento.
o a) Auxilio a l delincuente para que se aproveche de los efectos del delito
o falta
o b) Ocultando o inutilizando el cuerpo, los efectos o los instrumentos del
delito o falta para impedir su descubrimiento.
o c) Albergando, ocultando o proporcionando la fuga del culpable.