Elementos Del Delito

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ELEMENTOS DEL DELITO

Según la Teoría general del delito, los elementos del delito o elementos del
crimen son el conjunto de características y componentes esenciales que
constituyen todo delito. A través de ellos es posible el estudio de este, a través
de una descomposición estructural.

Dichos elementos no son independientes. De hecho, son tomados en cuenta


en cada caso puntual por los jueces o las autoridades encargadas de emitir
algún juicio penal.

No existe un consenso exacto y universal respecto a cuáles son los elementos


del delito, ya que existen variaciones al respecto en las distintas jurisprudencias
de los países. Éstos se clasifican en positivos o negativos, dependiendo de si
conducen, respectivamente, a la condena o a la absolución del acusado.

A grandes rasgos son los siguientes:

Conducta: La conducta es un elemento fundamental en la definición del delito


en el ámbito legal. Se refiere a las acciones u omisiones que están prohibidas
por la ley y que constituyen la base para la imputación de responsabilidad
penal. la conducta es un elemento crucial en la definición y la imputación del
delito, ya que establece la acción u omisión que está prohibida por la ley y que
constituye la base para la responsabilidad penal.

Sujetos del delito. Las personas o individuos involucrados en el cometimiento


de un delito, y que de acuerdo con su rol en el mismo pueden ser:

- Sujeto activo. La persona física que comete el delito penal.


- Sujeto pasivo. La persona que sufre el delito ya sea una persona
personal (persona física) o persona impersonal (persona jurídica o
moral).

La acción del delito. Todo delito implica una acción u omisión voluntaria
llevada a cabo por un individuo (actus reus), y que da origen al delito. Dichas
acciones deben ser intencionales, voluntarias y conscientes, de modo que un
sonámbulo, un demente o una persona inconsciente no son culpables de las
acciones u omisiones cometidas, como tampoco lo es un epiléptico de los
espasmos de su cuerpo.
La tipicidad del delito. Se llama “tipicidad” a la adecuación de la acción a los
delitos tipificados en la ley, o sea, al tipo de delito del que se trata, cuáles son
sus características y elementos prohibitivos, etc. A fin de cuentas, todo lo que
sea ilegal debe estar contemplado en la ley.

La antijuridicidad del delito. Cuando se habla de “antijuridicidad”, se refiere


exactamente a lo opuesto al derecho: a que un acto es en esencia contrario al
ordenamiento jurídico vigente. Así, los delitos son actos antijurídicos,
declarados como tales cuando se los compara con lo contemplado en el
ordenamiento jurídico de la nación. Los eventos antijurídicos carecen de
justificación posible, ya que incumplen una norma jurídica explícita.

La culpabilidad del delito. En este caso se trata de una relación psicológica


del autor del delito respecto al acto cometido, de acuerdo con cuatro formas
generales de culpa o responsabilidad:

- Imprudencia. Cometer un delito por acción, pudiendo hacer de más para


evitarlo.
- Negligencia. Cometer un delito por inacción.
- Impericia. Cometer un delito debido a carecer de los conocimientos
mínimos necesarios para hacer lo que se hacía.
- Inobservancia de reglamentos. Ocurre cuando se vulneran las reglas
conocidas (por ende, cayendo en imprudencia) o cuando teniendo
conocimiento de que existen reglamentos, se los desconoce (cayendo,
entonces, en negligencia).

Punibilidad del delito. Este elemento, muy debatido en ciertos órdenes


jurídicos, supone la existencia de una pena imponible una vez probados los
demás elementos del delito para el caso en cuestión.

LA CONDUCTA

El derecho penal se encarga de sancionar la conducta de las personas, por lo


tanto, podemos decir que la conducta es un elemento esencial del delito, es
decir, no hay delito sin conducta. Han existido diversos conceptos sistemáticos
de conducta, pero se coincide en que la conducta es una manifestación de la
voluntad en el mundo exterior que sancionan las leyes penales, esta
manifestación se da en una acción o en una omisión, es decir, para que una
conducta sea penalmente relevante, debe dicha conducta adecuarse a lo
previsto por el legislador en la norma sustantiva.

La acción es una conducta que, para los efectos de carácter penal, se


considerará un delito cuando ésta revista la característica de ilícita y esto es
cuando sea típica (este consagrada en la ley), antijurídica (un injusto jurídico),
culpable (se pueda llevar a cabo un acto de reproche). Además, esta conducta
revestirá formas de comisión o de omisión.

La acción constituye la conducta que conforma la estructura del delito, teniendo


como característica el que sea típica, antijurídica, culpable y punible, este
último lo deducimos del artículo 50 del código penal panameño, el cual indica
las penas que se aplican a la persona que actúe contrario a la norma penal.
Esta acción consistirá en una conducta que estará conformada por un conjunto
de actos idóneos concatenados entre sí que son coordinados por un elemento
sicológico, mismo que nos indicará si fue el querer o no del sujeto activo. Es
decir, que esa conducta no haya sido producto de fuerzas extrañas al agente.
Luego esa conducta producirá un resultado que implicará el establecer el nexo
causal entre ambos para determinar la culpabilidad del agente.

En cuanto a aquellos casos en que el delito se lleva a cabo a través de la


realización del acto, este puede ser entendido de dos formas: el delito de
acción propiamente dicho y el delito de propia mano. En cuanto al primero, este
se refiere a aquellos delitos cuya acción o conducta ilícita sólo la puede llevar a
cabo el mismo agente. Es decir, no contempla la f figura de autor material o
autor intelectual. Por ejemplo, el delito de violación carnal en el cual el acceso
carnal lo tiene que llevar a cabo la misma persona que se está inculpando. En
lo referente al delito de acción propiamente dicho, estamos refiriéndonos a la
conducta que voluntariamente realiza el agente por el mismo o por interpuesta
persona. Por ejemplo, el señor A contrata al señor B para que mate al señor C,
y, a cambio le pagará la suma de B/ 20,000.00 (veinte mil dólares). También
encontramos los delitos que implican el no realizar una conducta que era la
esperada por estar consagrada en la norma. Es decir, no se lleva a cabo una
conducta que el agente tenía la obligación de realizar (delito de omisión); ahora
bien, esta conducta pudo no haberse realizado por que no se consideraba que
era tan importante o porque se deseaba el resultado criminoso obtenido (delito
de comisión por omisión).

La conducta es el primer elemento básico del delito, y se define como el


comportamiento humano voluntario, positivo o negativo, encaminado a un
propósito. Lo que significa que sólo los seres humanos pueden cometer
conductas positivas o negativas, ya sea una actividad o inactividad
respectivamente. Es voluntario dicho comportamiento porque es decisión libre
del sujeto y es encaminado a un propósito porque tiene una finalidad al
realizarse la acción u omisión. La conducta puede ser de acción o de omisión y
esta última se subdivide en omisión simple y comisión por omisión.

La conducta tiene tres elementos:

1) un acto positivo o negativo (acción u omisión).

2) Un resultado.

3) una relación de causalidad entre el acto y el resultado.

El acto, es el comportamiento humano positivo o negativo que produce un


resultado. Positivo será una acción, que consiste en una actividad, en un hacer;
mientras la omisión es una inactividad, es cuando la ley espera una conducta
de un individuo y éste deja de hacerla.

Delito de Acción: La acción se define como aquella actividad que realiza el


sujeto, produciendo consecuencias en el mundo jurídico, en dicha acción debe
de darse un movimiento por parte del sujeto, de esta manera, la conducta de
acción tiene tres elementos:

a) movimiento;
b) resultado;
c) relación de causalidad.

La acción en sentido estricto es la actividad voluntaria realizada por el sujeto,


consta de un elemento físico y de un elemento psíquico, el primero es el
movimiento y el segundo la voluntad del sujeto, esta actividad voluntaria
produce un resultado y existe un nexo causal entre la conducta y el resultado.
Dicho resultado de la acción debe ser sancionado por la ley penal, es decir,
deberá configurar un delito descrito y penado en la ley, será intrascendente que
lesione intereses jurídicos protegidos por la ley o sólo los ponga en peligro
según el tipo penal.

Según el Código Penal el delito es "el acto u omisión que sancionan las leyes
penales", de donde se desprende el elemento conducta pudiéndose presentar
como una acción u omisión.

La omisión tiene cuatro elementos:

a) Manifestación de la voluntad.

b) Una conducta pasiva. (inactividad).

c) Deber jurídico de obrar.

d) Resultado típico jurídico.

Estos delitos se clasifican en delitos de omisión simple o propios y delitos de


comisión por omisión o impropios, respondiendo a la naturaleza de la norma,
los primeros consisten en omitir la ley, violan una preceptiva, mientras los
segundos, en realizar la omisión con un resultado prohibido por la ley. La
primera no produce un resultado material, la segunda sí.

En los delitos de simple omisión, se viola una norma preceptiva penal, mientras
en los de comisión por omisión se viola una norma preceptiva penal o de otra
rama del derecho y una norma prohibitiva penal.

Los delitos de omisión simple producen un resultado típico, y los de comisión


por omisión un resultado típico y uno material.

En los delitos de omisión simple, se sanciona la omisión y en los de comisión


por omisión, no se sanciona la omisión en sí, sino el resultado producido.
Ahora bien, el aspecto negativo de la conducta es la ausencia de conducta, la
cual abarca la ausencia de acción o de omisión de esta, en la realización de un
ilícito.

Otras clasificaciones de la conducta:

1. Según su naturaleza:

- Conducta activa: Se refiere a acciones realizadas por el individuo que


constituyen un delito, como robar, agredir físicamente a alguien, etc.

- Conducta pasiva u omisiva: Se refiere a la falta de acción por parte del


individuo cuando está legalmente obligado a actuar, como no prestar
ayuda a alguien en peligro cuando se tiene el deber legal de hacerlo.

2. Según su relevancia causal:

- Conducta causal: Es aquella que causa directamente el resultado


delictivo. Por ejemplo, disparar un arma de fuego y causar la muerte de
alguien.

- Conducta no causal: Aunque no causa directamente el resultado


delictivo, contribuye de alguna manera a que este ocurra. Por ejemplo,
suministrar información falsa que permite a otro cometer un delito.

3. Según su voluntariedad:

- Conducta voluntaria: Es aquella que es realizada con pleno


conocimiento y consentimiento del individuo.

- Conducta involuntaria: Se refiere a acciones realizadas sin


consentimiento o bajo coacción, como actos cometidos bajo amenaza de
violencia o en estado de inconsciencia.

4. Según su grado de participación en el delito:

- Conducta principal: Aquella que constituye el núcleo central del delito,


como ejecutar el acto principal que se encuentra tipificado como delito.
- Conducta accesoria o cómplice: Aquella que colabora de alguna
manera en la comisión del delito, pero sin realizar el acto principal.

5. Según su gravedad:

- Conducta consumada: Aquella que se ha llevado a cabo en su


totalidad y ha producido el resultado delictivo.

- Conducta en tentativa: Aquella que se ha iniciado con la intención de


cometer un delito pero que no se ha consumado por circunstancias
ajenas a la voluntad del autor.

Estas clasificaciones permiten comprender mejor la diversidad de situaciones


que pueden surgir en relación con la conducta como elemento del delito, y son
útiles tanto para el análisis jurídico como para la práctica forense.

LA CONDUCTA EN EL CÓDIGO PENAL PANAMEÑO.

En el Código Penal de Panamá, la conducta es un elemento central en la


configuración de los delitos y está regulada en diversos artículos. A
continuación, una visión general de cómo se aborda la conducta en el Código
Penal panameño:

 Acción y Omisión: El Código Penal panameño distingue entre la acción


y la omisión como formas de conducta delictiva. Tanto la acción como la
omisión pueden constituir delitos, dependiendo de las circunstancias y
de si están tipificadas como tales en la ley penal.

 Tipificación de Conductas Delictivas: El Código Penal panameño


describe una amplia gama de conductas que constituyen delitos, desde
homicidio y robo hasta delitos contra la propiedad, la libertad sexual, la
administración pública y muchos más. Cada uno de estos delitos se
define en función de la conducta específica que prohíbe la ley.

 Elementos Subjetivos de la Conducta: Además de la conducta


objetiva, el Código Penal panameño también considera los elementos
subjetivos de la conducta, como la intención o el dolo. Por ejemplo,
muchos delitos requieren que el autor actúe con dolo, es decir, con
conocimiento y voluntad de cometer el acto ilícito.

 Participación en el Delito: El Código Penal panameño también aborda


la participación en el delito, tanto como autor directo como partícipe o
cómplice. Se establecen disposiciones específicas para aquellos que
participan en la comisión de un delito, ya sea ejecutando el acto principal
o colaborando de alguna manera en su realización.

 Circunstancias Agravantes o Atenuantes: Además de la conducta en


sí misma, el Código Penal panameño también considera las
circunstancias que pueden agravar o atenuar la responsabilidad penal
del autor. Por ejemplo, se pueden aumentar las penas si el delito se
comete con violencia, alevosía o premeditación, mientras que se pueden
reducir si el autor actúa bajo ciertas condiciones específicas, como la
provocación o el arrepentimiento sincero.

En resumen, el Código Penal de Panamá regula la conducta como elemento


esencial en la configuración de los delitos, definiendo una amplia gama de
acciones y omisiones que constituyen infracciones penales, así como las
circunstancias que pueden influir en la responsabilidad penal del autor.

La conducta es el punto de partida para analizar si un comportamiento


constituye un delito. Es crucial para determinar la responsabilidad penal de una
persona y evaluar si su acción u omisión se ajusta a las normas legales
establecidas.

Ahora bien, debe aclarase que no toda conducta del ser humano es relevante
para el derecho penal, solamente aquellas conductas que se encuentran
reguladas en un ordenamiento sustantivo, esto es el código penal, y que son
consideradas, las conductas que se regulan en dicho ordenamiento, como
contrarias a la sana convivencia social, es precisamente la motivación del
derecho penal, el regular las conductas contrarias al orden social, para la sana
convivencia de la colectividad.

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