Día 15

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EL PODER DEL ESPEJO


21 DÍAS PARA CAMBIAR TU VIDA
Louise Hay

DÍA 15
Perdónate a ti mismo y a quienes
te han herido
La lección de hoy es sobre el perdón: perdonarte a ti mismo y a las
personas que te han herido, para que tu corazón se abra a una nueva
dimensión de amarte a ti mismo.

Durante las dos últimas semanas has estado trabajando para liberarte de muchas de las viejas
creencias que te bloquean. Sé que no ha sido tarea fácil, así que concédete un tiempo para
celebrar tus progresos. ¿Cómo te sientes hoy al mirarte al espejo y sentirte más ligero? Inspira
profundo.
Ahora, suelta el aire y di: «¡Ah! ¡Estoy dejando atrás mi pasado y me siento de maravilla!» El
perdón es un tema difícil para todos. Vamos construyendo los ladrillos que no nos dejan
movernos durante muchos años. Dame la mano y hagamos juntos el trabajo de aprender a
perdonarnos y a perdonar a quienes nos han hecho daño. Tú puedes hacerlo.
El perdón nos abre el corazón a la autoestima. Si te cuesta quererte, puedes quedarte
bloqueado en el rencor. Muchos arrastramos rencillas durante años. Nos sentimos ofendidos
por lo que alguien nos dijo o hizo. Yo lo llamo estar encarcelado en la prisión del resentimiento
justificado. Tenemos razón, pero nunca somos felices.
Puede que no estés de acuerdo y pienses: «Pero no sabes lo que me hizo esa persona. Es
imperdonable». Ser incapaz de perdonar es uno de los peores obstáculos que puedes tener. La
amargura es como tragarse una cucharadita de veneno todos los días. Se va acumulando y te
va deteriorando. Es imposible estar sano y libre si sigues atado al pasado.
Una de las lecciones espirituales más grandes que puedes aprender es comprender que todo
el mundo hace lo que puede en cada momento. Las personas sólo pueden actuar con el
entendimiento, nivel de conciencia y conocimiento que tienen en ese momento. Aquellas que
maltratan a otras, siempre han sido maltratadas de pequeñas. A más violencia, más sufrimiento
interno y más probable es que pierdan el control. Esto no quiere decir que su conducta sea
aceptable o justificable. No obstante, para tu propio crecimiento espiritual es necesario que
seas consciente de tu sufrimiento.
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El incidente al que te estás aferrando ya pasó, tal vez hace mucho tiempo. Déjalo ir. Permítete
ser libre. Sal de esta prisión personal que te has construido y deja que te dé la luz de la vida. Si
la situación continúa, pregúntate por qué piensas tan poco en ti mismo como para seguir
soportando eso. ¿Por qué permaneces en esa situación?
Puedes elegir entre seguir bloqueado y amargado o hacerte un favor a ti mismo perdonando el
pasado y dejándolo atrás, para seguir avanzando y crear una vida llena de alegría y sentido. En
tu mano tienes la posibilidad de hacer con ella lo que desees, porque tienes libre albedrío.
El propósito de la lección de hoy es ayudarte a subir tu autoestima hasta tal grado que sólo
permitas experiencias amables en tu vida. Por favor, no malgastes tu tiempo intentando
vengarte. No funcionará. Lo que das es lo que recibes. Suelta tu pasado y trabaja en amarte a
ti mismo ahora. Entonces, tendrás un futuro maravilloso.
Una de las lecciones más valiosas que he aprendido es que cuando haces tu trabajo del
perdón no es necesario hablar con las personas que te han ofendido para decirles que las
perdonas. A veces querrás hacerlo, pero no es necesario. El principal trabajo del perdón has de
hacerlo en tu corazón y delante de tu espejo.
Recuerda: el perdón rara vez es para los demás. Es para ti.
Hay muchas personas que me han dicho que realmente han perdonado a alguien y al cabo de
un mes o dos han recibido una llamada telefónica o un correo electrónico de esa persona,
pidiéndoles que la perdonara. Esto parece que suele pasar cuando los ejercicios del perdón se
hacen delante del espejo. Cuando hagas tu trabajo del espejo en la lección de hoy, atrévete a
experimentar tus sentimientos en toda su profundidad.
Afirma: Cuando me perdono a mí mismo, me resulta más fácil perdonar a los demás.

Ejercicio del trabajo del espejo para el día 15


Creo que cuando haces tu trabajo delante de un espejo recibes los máximos beneficios del
perdón. Te aconsejo que busques un espejo delante del cual te puedas sentar cómodamente.
A mí me gusta usar el espejo largo que tengo en la parte de atrás de la puerta de mi dormitorio.
Resérvate tiempo para hacer este ejercicio. Y probablemente querrás repetirlo con frecuencia.
La mayoría tenemos muchas personas a quienes perdonar.
1. Siéntate delante de tu espejo y cierra los ojos. Respira profundo varias veces.
Encuentra la estabilidad en tu silla.
2. Piensa en todas las personas que te han herido emocionalmente en tu vida. Déjalas
pasar por tu mente. Ahora abre los ojos y empieza a hablar con todas, una por una, en
voz alta. Diles lo siguiente: «Me hiciste mucho daño. Pensé que nunca lo superaría. Sin
embargo, no estoy dispuesto a seguir anclado en el pasado. Estoy dispuesto a
perdonarte». Si todavía no puedes hacerlo, simplemente afirma: Estoy dispuesto. Tu
disposición es lo único que necesitas para acercarte al perdón.
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3. Respira y dile a la persona: «Te perdono. Te dejo libre». Vuelve a respirar y di: «Eres
libre. Soy libre».
4. Observa cómo te sientes. Puede que notes resistencia o alivio. Si sientes lo primero,
respira y afirma: Estoy dispuesto a abandonar toda resistencia.
5. Mientras sigues haciendo el ejercicio, hoy u otro día, amplía tu lista de personas que
quieres perdonar. Recuerda: el perdón no es un acontecimiento; es un progreso. Puede
que te cueste más perdonar a una persona que a otra, pero cada vez irás
profundizando un poco más en el perdón. A lo mejor un día puedes perdonar a varias
personas. Quizás otro día sólo puedas perdonar a una. Eso es irrelevante. Sea cual
fuere la forma en que practiques este ejercicio, será la mejor para ti. El universo y el
perdón saben que lo estás intentando. A veces perdonar es como pelar las capas de
una cebolla. Si hay demasiadas capas, deja a un lado la cebolla durante uno o dos días.
Siempre puedes volver y pelar otra capa. Reconócete el mérito de estar dispuesto a
hacer este ejercicio. Estás en pleno proceso de sanación.

El poder está dentro de ti:


Tu ejercicio del diario para el día 15
1. Pon música suave, algo que te ayude a relajarte y a estar en paz. Ahora coge tu
diario y un bolígrafo y dale rienda suelta a tu mente.
2. Vuelve al pasado y piensa en todas aquellas cosas de ti que te molestan. Anótalas.
Anótalas todas. Puede que descubras que nunca te has perdonado por la
humillación de orinarte en los pantalones cuando ibas a primero. ¡Cuánto tiempo
llevando esa carga!
3. Ahora toma esta lista y escribe una afirmación positiva por cada una de ellas. Si has
escrito, Jamás me perdonaré por [incidente], luego tu afirmación podría ser, Ésto es
otra situación. Puedo liberarme de ésto. Recuerda que a veces es más fácil
perdonar a otros que a uno mismo. Con frecuencia nos exigimos ser perfectos y
somos más duros con nosotros mismos que con los demás. Sin embargo, ha
llegado el momento de dejar atrás esta vieja actitud. Perdónate. Déjalo ir.
Concédete espacio para la espontaneidad y la libertad.
4. Ahora deja tu diario y sal: ve a la playa, a un parque o incluso a un solar vacío, a un
lugar donde puedas correr. No me refiero a que hagas jogging; sino a que corras
libre y salvajemente. Haz volteretas. ¡Ve sorteando a la gente por la calle y ríete
haciéndolo! Sal con tu niño interior y diviértete. ¿Y si te ve alguien? ¡Esto es para
que te sientas libre!
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Tu pensamiento del corazón para el día 15:


Puedo perdonar
Soy uno con la vida y ésta me ama y me apoya. Por consiguiente, reclamo tener el corazón
abierto y lleno de amor. Todos hacemos lo que podemos en cada momento y eso también va
por mí. El pasado, pasado está. No soy mis padres ni sus patrones de resentimiento. Soy mi
propio yo único y elijo abrir mi corazón y permitir que el amor, la compasión y el entendimiento
limpien todos los recuerdos del sufrimiento pasado. Soy libre para ser todo lo que quiero ser.
Ésta es la verdad de mi ser y así lo acepto. Todo está bien en mi vida.

Tu meditación para el día 15: Para el perdón


(día 15 de la descarga del audio)
Aquí tienes algunas afirmaciones positivas para el perdón. Repítelas a menudo.
 La puerta de mi corazón se abre hacia dentro. El perdón se convierte en amor.
 A medida que voy cambiando mi forma de pensar, también cambia el mundo que me
rodea.
 El pasado, pasado está, ha perdido su poder. Los pensamientos de este momento
crean mi futuro.
 No es divertido ser una víctima. Me niego a seguir sintiéndome indefenso. Reclamo mi
poder.
 Me concedo el don de liberarme del pasado y vivo en la dicha del presente.
 No hay problema grande o pequeño que no pueda ser resuelto con amor.
 Estoy dispuesto a curarme, estoy dispuesto a perdonar y todo está bien.
 Sé que los patrones viejos y negativos ya no me condicionan. Los dejo atrás sin
esfuerzo.
 Al perdonarme a mí mismo, me resulta más fácil perdonar a los demás.
 Me perdono por no ser perfecto. Vivo de la mejor manera que sé en estos momentos.
 Ahora me siento seguro para liberarme de todos los traumas de mi infancia y vivir en el
amor.
 Perdono a todas las personas de mi pasado por todo lo que percibí como errores. Las
dejo marchar con amor.
 Todos los cambios de la vida que tengo por delante son positivos y estoy a salvo.

Ahora te invito a escuchar el audio del día 15.


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Gracias, Gracias, Gracias.

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