Cap 1 Dominar

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Ca p í t u l o

Los mercados no se
mueven porque quieran,
se mueven porque tienen
que moverse

El perfil del trader medio: las habilidades


equivocadas en el lugar equivocado en el
momento equivocado

Los traders independientes viven en un estado de flujo continuo entre dos


mundos que combinan tanto lo mejor como lo peor que tiene el trading.
Por un lado, pueden entrar y salir de los mercados con una eficiencia y
facilidad con la que los grandes fondos solo pueden soñar. Los traders
tienen la libertad de poder crearse nichos de mercado específicos que el
gestor de un plan de pensiones nunca podría conseguir o replicar, y al
hacerlo tienen la oportunidad de conseguir una vida independiente, libre
de los problemas del ciudadano medio. Estas ventajas son muy atractivas
e imposibles de igualar en cualquier otra profesión.
Hay muchos motivos para operar a tiempo completo o a tiempo
parcial y van desde querer cambiar de carrera a ser más independiente,
querer escapar de las responsabilidades de dirigir un gran departamento
en una empresa o un negocio individual, o simplemente querer poder
quedarse en casa con los niños. El trading es un «trabajo» que proporciona
la oportunidad de ganarse muy bien la vida y es mucho más interesante
y entretenido que cualquier otra profesión –excepto ser una estrella del
rock, por supuesto–. Pero si compartir el escenario con U2 no está a su
alcance, entonces el trading es una buena alternativa.

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4 PARTE I La instrucción del trader

Puede realizarse desde cualquier sitio que tenga acceso a internet.


No hay jefes que le den órdenes estúpidas y las cambien continuamente
mientras intentan sobrevivir en un sistema que los ha ascendido hasta
su nivel de competencia, y más allá. No es necesario tener empleados.
Los que hemos sobrevivido al mundo corporativo sabemos que no hay
nada que se pueda comparar con la libertad y la belleza de no tener que
gestionar un gran grupo de seres humanos que no muestra el menor
entusiasmo. Los costes para comenzar son mínimos gracias a los progra-
mas de leasing de empresas como Dell. No pasa nada si quiere operar
en bata o sin ropa. Lo mejor de todo, un trader puede elegir sus propias
horas de trabajo. Algunos ejemplos de horarios de traders de éxito con
los que trabajo incluyen: operar activamente desde octubre hasta abril
y después tomarse libres los cinco meses restantes; operar solo las dos
primeras horas de la apertura y después tomarse el resto del día libre;
operar hasta que llevan ganado un 50% sobre su capital y después to-
marse libre el resto del año. La lista sigue y sigue. Con tanto que ofrecer,
no es nada raro que decenas de miles de personas se lancen al terreno de
juego y lo intenten en esta profesión tan atractiva. Realmente representa
el sueño americano.
No obstante, tanta libertad tiene un precio cruel. Sencillamente,
los mercados no pueden proteger a un trader de sí mismo. Los traders
independientes, al contrario que los gestores de fondos, no tienen a
nadie que los supervise y tienen la libertad de actuar sin ningún tipo
de control de cualquier forma que decidan. Y para algunos traders esto
supone comportarse como un niño de 7 años al que han dejado suelto
en una tienda de juguetes después de tomarse un par de refrescos. Des-
afortunadamente, este tipo de libertad refuerza los malos hábitos y el
resultado neto es un mercado que se mueve y prospera de tal manera
que impide al mayor número de personas posible ganar dinero de forma
consistente. ¿A qué se debe esto? Tiene que ver con que los traders son
los mejores vendedores del mundo.
Aunque los vendedores de coches usados cargan con la reputación
de ser agresivos y deshonestos, son unos angelitos en comparación con
el trader medio. Un trader, una vez que ha iniciado una posición, puede
engañarse a sí mismo y hacerse creer lo que sea que contribuya a reforzar
la idea de que tiene razón.
Cuando se enfrenta a una pérdida, el trader típico mirará un gráfico
y le dirá a cualquiera que esté cerca: «El mercado está actuando como si
estuviese a punto de producirse un cambio de tendencia». El resultado:
no cierra la posición y sus pérdidas se acumulan. Cuando tiene un be-
neficio, el trader típico duda a la hora de apretar el gatillo y le dice a su
gato: «El mercado se está comportando de forma excelente. Sería prema-
turo vender a estos niveles». Resultado: no cierra la posición y entra en
pérdidas. El error que están cometiendo estos traders es un mal común
que afecta a la mayoría de los traders, pero que resulta mortal. No son
CAPÍTULO 1 Los mercados no se mueven porque quieran, se mueven… 5

conscientes de cómo el mercado programa naturalmente sus reacciones


para que pierdan. Y no son conscientes de los factores clave que mueven
los mercados que mencioné en la introducción. El resultado final es un
trader que «come como un gorrión y defeca como un elefante». Esta es,
por supuesto, una situación que ninguna cuenta puede soportar. Peor
aún, este ciclo de esclavitud emocional no terminará hasta que no sea
abordado de frente. Desafortunadamente, los traders profesionales en-
tienden esto demasiado bien y fijan los parámetros de sus operaciones
para aprovechar estas situaciones, aprovechándose específicamente de
los traders que no han descifrado todavía por qué pierden. El desastre
de un trader es la operación que da de comer a otro trader.

se trata del dolor y el sufrimiento

El problema es sencillo y consta de dos aspectos. En primer lugar, aunque


los traders ciertamente saben que no todas las operaciones van a funcio-
nar, no dejan de tener una cierta sensación tras iniciar cada posición de
que esta operación sí va a funcionar. Un estudio realizado por un par de
psicólogos canadienses documentó este fascinante aspecto del compor-
tamiento humano. Justo después de hacer una apuesta en las carreras
de caballos, la gente tenía mucha mayor confianza en las probabilidades
de ganar de su caballo de la que tenían justo antes de realizar la apuesta.
Evidentemente, no hay nada que cambie en el caballo, pero, en la mente
de esos jugadores, sus perspectivas mejoraban considerablemente una
vez que realizaban la apuesta y obtenían su boleto. Sin entrar en un gran
tratado psicológico sobre por qué los seres humanos nos comportamos
así, tiene que ver con una fuerte influencia subyacente social para que
seamos consecuentes en nuestras elecciones. Una vez que tomamos una
decisión, respondemos a las presiones internas y externas de tal forma
que justifiquemos nuestras decisiones anteriores. Si tomamos una bue-
na decisión, entonces este proceso funciona muy bien para nosotros y
seguiremos defendiendo nuestra buena elección. No obstante, si toma-
mos una mala decisión, ya sea con respecto a una operación, un trabajo
o una pareja, entonces este proceso tomará esta mala decisión y la hará
considerablemente peor. Simplemente nos negaremos a dejarlo correr y
a seguir adelante, estando más preocupados intentando actuar coheren-
temente con nuestra decisión anterior. La gente puede desperdiciar una
vida entera por intentar justificar una mala elección. Qué desperdicio.
Segundo, muchos traders consideran que pueden depender de
su buen juicio mientras están en una operación. Sobre el papel, esto tiene
mucho sentido. Al fin y al cabo, antes de introducir la operación, los
traders son muy objetivos. No obstante, una vez que han introducido
la operación, el grado de objetividad disminuye inmediatamente y en
proporción directa al número de acciones o contratos con que se opere
6 PARTE I La instrucción del trader

en relación al tamaño de la cuenta. Véalo de esta forma: si un trader


está largo con 10 contratos del mini S&P en una cuenta con 10.000 $ y
otro trader está largo con un contrato del mini S&P en una cuenta con
100.000 $, ¿quién las va a estar pasando canutas con cada tick? El primer
trader no solo tiene la sensación de que «esta operación va a funcionar»,
sino que además ahora tiene la presión adicional de tener que gestionar
una posición que con cada tick le ocasiona unas oscilaciones tremendas
en su capital. Que los traders dependan de su buen juicio mientras están
en una posición que les está fundiendo el cerebro con emociones extre-
mas es como intentar remontar un río remando con un trozo de queso
suizo: sencillamente, no funciona.
Estos factores perpetúan un círculo vicioso, con el resultado final
de que los traders, al igual que los vendedores de coches usados poco
escrupulosos, están continuamente vendiéndose a sí mismos una colec-
ción defectuosa de creencias que les llevan directos al matadero. En vez
de seguir un plan de trading que les diga dónde cerrar una posición, los
traders en esta situación pasan su tiempo justificando por qué tienen
razón y terminarán cerrando una posición únicamente por dos motivos.
El primero, el dolor de mantener la posición se hace tan grande que no
pueden «soportarlo» por más tiempo. Una vez que llegan a este punto en
el que se rinden, golpean sus teclados con frenesí para vender (o cubrirse)
a precio de mercado y así aliviar su dolor. El segundo, su broker tiene la
amabilidad de ayudarles haciéndoles una llamada telefónica, comuni-
cándoles amablemente que deberían cerrar su posición. A esto también
se le llama «petición de garantías adicionales». Esta operación también
se realiza a precio de mercado. En estas situaciones, no hay ningún plan,
no se piensa y no hay objetividad. Simplemente un montón de órdenes
de venta forzadas o, en el caso de que se estuviese corto, un montón de
órdenes forzadas de compra, o de cobertura. Esta claudicación, cerrar
una posición porque tienen que hacerlo y no porque quieran, es el mejor
ejemplo de operativa de acurdo con las emociones, y esto es lo que mueve
el mercado. Ya se trate de un movimiento sostenido de varios meses a
la baja debido a las ventas de los que capitulan o una subida rápida de
10 minutos debido a que los cortos se ven obligados a cubrirse, estas
acciones son responsables de los principales movimientos en todos los
mercados, en todos los marcos temporales. Al final, los mercados no se
mueven porque quieran. Se mueven porque tienen que moverse.
La presión de los traders que intentan ser «consecuentes con su
decisión original», combinada con los traders que están operando con
demasiado tamaño para su cuenta, lleva a más desastres en el trading que
cualquier otra cosa. Desastres para la mayoría de las personas. Por cada
10 ó 20 traders que se funden sus cuentas, hay normalmente uno o dos
traders que se están forrando. Al fin y al cabo, el dinero no desaparece.
Simplemente fluye a otra cuenta: una cuenta que utiliza los patrones que
específicamente se aprovechan de la naturaleza humana.
CAPÍTULO 1 Los mercados no se mueven porque quieran, se mueven… 7

El caso práctico sobre el que no leerá en la


escuela de negocios de harvard

Al Gráfico 1.1 le hemos quitado deliberadamente por ahora el nombre


de la acción, que tiene mucho volumen y movimiento. Durante el 2004
fue objeto de fuertes compras por una parte de los traders y de ventas
igual de fuertes por otra parte. Ambas partes tuvieron muchas oportuni-
dades de ganar dinero. El 29 de diciembre del 2004, esta acción alcanzó
un nuevo máximo de 52 semanas, llegando a 33,45 $ al día siguiente. A
lo largo de las siguientes cinco sesiones retrocedió hasta su soporte en el
punto 3, a 27,62 $, que representaba una buena oportunidad de compra,
reproduciendo la oportunidad de compra que se produjo en el punto 1,
con la misma lectura de sobreventa en el estocástico que en el punto 2.
Este gráfico representa un caso clásico de un punto de inflexión
en el que un grupo de traders tiene que tomar una decisión. Un trader
que comprase la acción al alcanzar nuevos máximos estará sintiendo
dolor, mientras que un trader que se pusiese corto en los máximos es-
tará sintiendo euforia. Los traders que estuviesen largos desde 10,00 $
estarán emocionados y se preguntarán si deberían añadir su posición
en la corrección. Un trader que esté fuera de esta acción estará ansioso,
no queriendo perderse el siguiente movimiento y buscará comprar la

G rá f ico 1.1
8 PARTE I La instrucción del trader

acción en esta corrección hasta el soporte. Tómese un momento para


observar este gráfico. ¿Qué haría usted aquí? ¿Se pondría corto o com-
praría? ¿Cuánto estaría dispuesto a arriesgar? Son preguntas que todos
los traders deberían responder antes de introducir la operación.
Veamos lo que haría un trader al que llamaremos Joe Trader. Joe
lleva un tiempo operando y ha aprendido acerca de los niveles de ries-
go y recompensa y sobre la importancia de ser paciente y de esperar
los patrones con una alta probabilidad. Examina este gráfico y ve una
oportunidad de compra aceptable en esta acción. Tiene una cuenta con
100.000 $. Cerca del cierre compra 2.000 acciones a 27,80 $, utilizando
aproximadamente la mitad de su poder de compra, sin utilizar ningún
apalancamiento. Sitúa una orden de stop limitada a 26,20 $ y además
introduce una orden de venta válida hasta que se cancele (GTC, good till
cancelled) a 32,60 $, justo por debajo de los máximos recientes. Está arries-
gando 1,60 $ (3.200 $) para ganar 4,80 $ (9.600 $), con una ratio riesgo/
recompensa muy buena de 3 a 1. Si le salta el stop perderá el 3,2% del
valor de su cuenta, lo cual considera un riesgo aceptable frente a una
rentabilidad potencial de la operación del 9,6%.
Al día siguiente, el 7 de enero del 2005, la acción abre con un hueco
a la baja, a 23,78 $, muy por debajo de la orden de stop limitada de Joe
(véase el Gráfico 1.2). Esto deja a Joe con una posición en la acción y su
orden de stop limitada no se activará a menos que la acción vuelva a
subir hasta 26,80 $.
Joe no se vuelve presa del pánico. Ya ha estado en una situación
parecida con anterioridad. Tiene una pérdida en esta operación, pero no
es terrible, tan solo un dólar por encima de su stop original. Entiende
que cuando las acciones se hunden casi siempre retroceden una parte
del movimiento antes de continuar moviéndose a la baja. Además, el
estocástico diario está sobrevendido, haciendo que sea probable un re-
bote, aunque sea el rebote del gato muerto. Decide mantener su orden
de stop limitada para cuando se produzca este retroceso y planea ver
dónde termina la acción cerca del cierre.
Quince minutos antes de la campana de cierre comprueba la acción
y observa que nunca llegó a alcanzar su orden de stop limitada, pero que
rebotó desde los mínimos del día. Piensa que hay una buena probabili-
dad de que la acción comience a retroceder una parte del movimiento
al siguiente día de trading. Está tranquilo. Es objetivo. Decide aguantar.
Desafortunadamente, el siguiente día de trading no es hasta el lunes
y se pasa la mayor parte del fin de semana pensando en la acción, sin
prestar atención a su entorno. El domingo su esposa se da cuenta de
que ha estado callado todo el fin de semana, casi apático, y que sigue
observando fijamente los gráficos en la pantalla de su ordenador. Ella ojea
el último ejemplar de Cosmopolitan para ver si viene alguna idea sobre
cómo animarle, pero para cuando ha terminado de leer los artículos, se
pregunta por qué demonios se casó con este hombrecillo tan apagado.
CAPÍTULO 1 Los mercados no se mueven porque quieran, se mueven… 9

G rá f ico 1.2

¡Los hombres que aparecen en los artículos son mucho más atrevidos y
divertidos! Para cuando se va a la cama el domingo por la noche, ella
está de mal humor.
Joe, que no se entera, sigue despierto mirando un gráfico.
Por fin llega la mañana del lunes. Joe salta de la cama temprano
tras no haber dormido bien, justo a tiempo para ver que la acción está
cotizando a la baja en la preapertura. Abre con un hueco a la baja de casi
3,00 $ en la sesión normal (véase el Gráfico 1.3). Joe lo observa y sacude
la cabeza. ¿Cómo puede haber ocurrido esto?
Mientras Joe se toma rápidamente un café, observa el gráfico «obje-
tivamente» y ve todas las razones por las que la acción debería rebotar.
Ya ha caído un 40% desde los máximos históricos en tan solo siete días.
Está cerca del soporte principal en los gráficos diarios. El estocástico
diario muestra una fuerte sobreventa. Joe es realista. Sabe que esta acción
no tiene futuro, pero también sabe que en algún punto la acción por lo
menos corregirá y podrá salirse con dignidad. Observa la acción todo
el día, mordiéndose las uñas, tomando café a sorbos y sin hacer nada.
La acción cierra a más de 6,00 $ por debajo de su stop. Aterrado, decide
aguantar otro día, ya que –ahora sí– esta acción tiene que rebotar.
No es hasta que oye abrirse la puerta del garaje que se acuerda de
que tenía que llevar la ropa de su esposa a la tintorería. La toma y sale
corriendo por la puerta.
10 PARTE I La instrucción del trader

G rá f ico 1.3

El martes, 11 de enero, la acción (bueno, vale, es TASR4) vuelve a


abrir con otro hueco a la baja de 3 puntos, a 17,01 $ (véase el Gráfico 1.4).
Joe respira hondo y aprieta los dientes. Está agotado al no haber podi-
do dormir la noche anterior y, para rematarlo, de repente su esposa ha
comenzado a mostrarse hostil. Joe se pregunta si tal vez ella haya visto
su pérdida en la pantalla del ordenador, pero está convencido de que la
ha escondido muy bien, minimizando la plataforma de trading cada vez
que sale de la habitación.
Se centra en el gráfico. Se dice a sí mismo que no ceda al pánico como
un novato tonto y que reaccione como un trader profesional. Sabe que
nunca se volverá a permitir meterse en una situación como ésta, pero,
mientras tanto, tiene que mantener la cabeza fría y salir de este embrollo.
Reflexiona y piensa que, a lo largo de los últimos cuatro meses, ha
sido capaz de generar unos ingresos medios de 5.000 $ al mes con su
cuenta de trading. Si cierra su posición en TASR aquí, a 17,00 $, habrá
perdido 21.600 $ en una sola operación. Le llevaría más de cuatro meses
recuperar su capital. Se pregunta: «Vale, olvídate de la orden original.
Digamos que has entrado en la operación ahora mismo. ¿Cuál sería un
objetivo razonable?». Rápidamente traza una serie de líneas de retroce-


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TASER International Inc.
CAPÍTULO 1 Los mercados no se mueven porque quieran, se mueven… 11

G rá f ico 1.4

sos de Fibonacci en su gráfico para ver dónde está el retroceso del 50%
de todo el movimiento bajista. El nivel es 22,79 $, bien por debajo de su
stop original, pero, si la acción se recupera hasta ese nivel, eso supone
un beneficio de 11.580 $ desde donde está, dejándole con una pérdida
de tan solo 10.020 $ de la que recuperarse, en vez de 21.600 $. Introduce
su nueva orden de venta, seguro de que va a funcionar, y se sienta a
esperar a ver qué ocurre.
Sorprendentemente, la acción continúa moviéndose a la baja durante
el día. Joe observa el gráfico, recordándose continuamente que debe man-
tener la cabeza fría, que la acción está desesperadamente sobrevendida
y que pronto rebotará. Ten paciencia, espera al retroceso, no seas pardillo y
vendas en el mínimo.
A medida que los mercados se acercan al cierre, TASR alcanza nuevos
mínimos intradía una vez más, perforando los 14,000 $ por acción. Joe se
aparta de su escritorio y empieza a gritar indignado. Esto es imposible.
TASR ha caído casi un 60% en ocho días. A punto de explotar de ira, se
da cuenta de que simplemente no puede lidiar más con esto. Su sistema
nervioso es un desastre y tiene el cuello agarrotado. Vende cerca del cierre
a 14,02 $: una pérdida de 27.560 $. Todavía no puede creer lo lejos y rápido
que ha caído TASR. ¿Cuánto más puede caer? Impulsivamente, echa un
vistazo al gráfico semanal y observa que no hay ningún soporte hasta los
12 PARTE I La instrucción del trader

10,00 $ por acción. Inmediatamente invierte su posición y se pone corto


de 4.000 acciones a 14,04 $; justo antes de la campana de cierre. Aunque
está disgustado consigo mismo, se siente mejor ahora que por fin ha he-
cho algo y por lo menos no se perderá el resto del movimiento a la baja
de esta acción. No puede esperar a ver dónde abre TASR al día siguiente.
Decide no contarle nada de esto a su mujer, pero se pone una nota para
acordarse de que al día siguiente tiene que recoger la ropa de la tintorería.
TASR abre plana al día siguiente y a continuación comienza a subir
poco a poco (véase el Gráfico 1.5). Joe está convencido de que la subida
durará poco. No obstante, pone un stop justo por encima de los máximos
de ayer. Esta vez utiliza una orden de stop a precio de mercado, ya que
fue la orden de stop limitada lo que le causó el problema. Está convencido
de que esta operación va a funcionar. ¡Este sí que es un buen caballo!
TASR cierra cerca de sus máximos del 12 de enero, pero no excede
los máximos del día anterior, por lo que el stop de Joe no salta. No puede
creer la mala suerte que tiene y espera que la acción abra con un hueco
a la baja al día siguiente. Su esposa le llama para decirle que va a salir
con sus amigas. Joe saca unas cervezas y se pone la tele para ver cómo
se enfrenta Tony Soprano a los problemas en su vida.
Bien, llega el día siguiente y la acción abre con un hueco al alza
de casi 4,00 $. El stop de Joe cierra su posición en la apertura, ya que se

G rá f ico 1.5
CAPÍTULO 1 Los mercados no se mueven porque quieran, se mueven… 13

convierte en una orden de mercado cuando el precio supera su stop, que


es 20,83 $. Pierde 6,79 $ en la operación. Sobre 4.000 acciones, eso supone
27.160 $, casi lo mismo que perdió en su primera operación. Su cuenta
de trading de 100.000 $ ahora queda reducida a 45.280 $. Necesita ganar
un 121% tan solo para recuperar lo perdido. Está tan enfadado que ya
no sabe qué hacer y al final toma su teclado y lo estrella contra la pared.
Aproximadamente una hora después, su esposa le llama para decirle
que deberían acudir a terapia para parejas. Joe se pone un whisky doble
y reflexiona sobre el significado de la vida.
Joe se puso largo de la acción. Utilizó un punto de entrada de poco
riesgo, tenía una ratio riesgo/recompensa excelente y estaba arriesgando
solo el 3% de su cartera. Ni siquiera tuvo que aportar garantías adiciona-
les, como les ocurrió en la misma situación a otros muchos traders que
estaban apalancados. En resumen, era un gran plan, pero se convirtió
en un desastre.
Pero para alguien fue una gran operación. Este gráfico de TASR
representa una perspectiva distinta (véase el Gráfico 1.6). Es un patrón
común que se crea cuando los grandes fondos quieren salirse de una
acción. Empujan la acción a nuevos máximos, atrayendo a los traders
particulares, y a continuación comienzan a soltar las acciones. Saben
que los particulares comprarán los nuevos máximos y también saben

G rá f ico 1.6
14 PARTE I La instrucción del trader

que los particulares seguirán comprando mientras el valor baja hasta el


soporte. Esto da a las instituciones mucho tiempo para vender su carte-
ra. Llamo a este patrón «amago y rotura» y lo utilizo como una jugada
a la contra para operaciones swing trading con acciones. (Operar «a la
contra» quiere decir realizar una operación en la dirección contraria al
movimiento inmediato). En otras palabras, si una acción está subiendo
con este patrón, entonces, busco dónde ponerme corto.

Reglas de trading para las ventas/cortos


(las compras son a la inversa)

Estas son las reglas que utilizo cuando opero sobre el patrón de «amago
y rotura». Es un patrón que utilizo con acciones individuales.

• Busque acciones que estén alcanzando nuevos máximos de 52


semanas. El 30 de diciembre, tras haber alcanzado nuevos máxi-
mos de 52 semanas el día anterior en el punto 1, TASR abrió con
un hueco al alza y alcanzó un nuevo máximo histórico de 33,45 $
(punto 2).
• Cuando las acciones alcancen nuevos máximos, busque una di-
vergencia bajista utilizando un RSI (índice de fortaleza relativa)
de siete periodos. Cuando TASR alcanzó nuevos máximos el 30
de diciembre, el RSI llegó a 72,35 (punto 4), muy por debajo del
nivel al que llegó el 15 de noviembre cuando alcanzó su último
máximo de 52 semanas (punto 3). Cuando los precios alcanzan
máximos más altos y, a la vez, el RSI alcanza máximos más ba-
jos, a esto se le llama divergencia bajista. El RSI mide la fuerza
del movimiento y esto está diciendo al trader que la acción está
perdiendo fuerza.
• Cuando las acciones alcancen nuevos máximos, busque un des-
censo significativo en el volumen. Cuando TASR alcanzó nuevos
máximos de 52 semanas, lo hizo con un cuarto del volumen de la
anterior subida hasta nuevos máximos. Esto equivale a un coche
que se está quedando sin gasolina. No se puede mantener el mo-
vimiento de precios sin volumen.
• Entre corto de la acción el día después de cruzar a la baja el
anterior máximo de 52 semanas. El 3 de enero, TASR cierra por
debajo de 30,98 $, el anterior máximo de 52 semanas que estableció
el 15 de noviembre. Utilizando este patrón, una trader, llamémosla
Joanne, se pone corta de 2.000 acciones en la apertura del 4 de
enero, ejecutándose su orden a 30,27 $. Sitúa un stop 25 céntimos
por encima del máximo histórico. Puesto que el máximo histórico
CAPÍTULO 1 Los mercados no se mueven porque quieran, se mueven… 15

es 33,45 $, el stop queda en 33,70 $. Es un stop de mercado, no una


orden de stop limitada como la que utilizó Joe.
• Para salir, utilice un cierre que vuelva a producirse por encima
del máximo del día que haya cotizado más a la baja, mientras
esté por encima del soporte clave. Si se rompe el soporte clave,
aguante en la operación hasta que haya un cierre por encima del
máximo de la barra horaria más baja en un gráfico de 60 minutos.
Esto lo vemos aquí de pasada, pero es un concepto que desarrollo
en mayor detalle más adelante en el libro.
• No ajuste los stops. La salida es la señal de vuelta en el precio.

Después de entrar corto en TASR, la acción nunca remonta lo sufi-


ciente como para cerrar por encima de los máximos del día anterior. Por
lo tanto, Joanne sigue estando corta cuando la acción perfora el nivel
de soporte clave en los gráficos diarios en forma de línea de tendencia
alcista. Una vez que perfora este nivel de soporte clave, las ventas se
ponen realmente feas.
El Gráfico 1.7 es un gráfico de 60 minutos que muestra el aumento
en el volumen una vez que TASR perfora el soporte clave en los gráficos
diarios, en el punto 1.

G rá f ico 1.7
16 PARTE I La instrucción del trader

Durante los tres días de grandes ventas, en los puntos 2, 3 y 4, el


mercado en ningún momento remonta lo suficiente como para cerrar por
encima del máximo de la barra mínima de 60 minutos. Al día siguiente,
en el punto 5, TASR remonta lo suficiente como para cerrar por encima
de la barra anterior de 60 minutos, que es la barra mínima de todo el
movimiento bajista. Este cierre es la señal para cubrir la posición y una
vez que se abre la barra siguiente, Joanne cubre sus 2.000 acciones de
TASR a 16,17 $, embolsándose 28.200 $. Además invierte la posición y
se pone larga de 4.000 acciones al mismo nivel, utilizando los mínimos
del movimiento como stop.
Permanece en el movimiento hasta que el movimiento de precios
en el gráfico de 60 mínimos crea un cierre por debajo del mínimo de la
barra máxima de 60 minutos. Esto ocurre al día siguiente en el punto 6
y Joanne cierra sus largos a 20,54 $ con un beneficio de 17.480 $. Mien-
tras Joe se está maldiciendo por ser tan estúpido y está aguantando su
primer día de terapia, Joanne está contando sus beneficios, que suman
45.680 $ y sacando una parte de los mismos de su cuenta para pagarse
unas vacaciones de una semana en Maui. Cuando un trader pierde
dinero, no se ha evaporado. Simplemente se ha movido a la cuenta de
otro trader.

NO es la economía, estúpido

TASR no perdió el 60% de su valor en ocho días porque quisiese. Los


traders y los fondos de inversión que acumularon este valor para ven-
der opciones call (de compra) cubiertas fueron las principales víctimas
cuando se desesperaron. La venta de opciones call cubiertas fue una de
las estrategias más fiables para generar ingresos durante la mayor parte
del 2004. Esto se debió a que el mercado estaba revuelto y no terminaba
de ir a ninguna parte. Puesto que este método estaba funcionando tan
bien, Wall Street anunció planes para crear un par de fondos de inversión
especializados en opciones call cubiertas. Aunque no hay garantías en los
mercados, hay una «casi-garantía»: tan pronto como Wall Street anuncia
un vehículo especial para operar en un mercado o con una estrategia en
particular, entonces ese mercado o estrategia están agotados. Una vez
que comenzaron los fondos de opciones call cubiertas, los mercados se
dispararon durante los últimos dos meses del 2004, invalidando esta es-
trategia como la mejor forma de aprovechar las condiciones del mercado
en aquel momento. ¿Otro ejemplo? El que Wall Street esté promoviendo
las obligaciones hipotecarias con colateral (CMO, collateralized mortgage
obligations) es una clara señal de que el mercado inmobiliario está a punto
de irse al garete. ¿La moraleja de la historia? Cuando Wall Street decide
empaquetarlo, ponerle un lazo y vendérselo al público, ese movimiento
se terminó. Pero estoy divagando.
CAPÍTULO 1 Los mercados no se mueven porque quieran, se mueven… 17

TASR perdió el 60% de su valor porque un montón de personas se


vieron atrapadas estando largas, como Joe, y se quedaron bloqueadas.
Muchos de ellos no tomaron una decisión consciente de vender la acción.
Aguantaron hasta que no pudieron aguantar más el dolor, o hasta que
sus brokers les cerraron las posiciones al no aportar garantías adicionales.
Fueron estos cierres forzados los que causaron las peores ventas cuando
TASR cerró cerca de 14,00 $ por acción. Estas órdenes forzadas a precio de
mercado causaron movimientos en cadena en la acción que produjeron
aún peores precios de ejecución para los traders como Joe que estaban
intentando utilizar su habilidad para salir de la posición con elegancia.
Asqueados consigo mismos y rojos de ira, las víctimas de estas
operaciones se apartaron del mundanal ruido para reflexionar sobre la
locura del universo. Mientras tanto, como vimos, otro grupo de traders
tomó el otro lado de esta capitulación y consiguió grandes beneficios.
¿Cómo toma un trader el lado ganador de estas operaciones? Para en-
tender esto plenamente, primero debemos dar un paso atrás y entender
cómo funcionan realmente los mercados y por qué los traders continua
e instintivamente se sabotean a sí mismos.
Bien, la primera parte es fácil. Los mercados no son tan complejos
y funcionan de forma muy simple. Los mercados suben en el día a día
porque la demanda actual excede la oferta actual; punto. No tiene nada
que ver con estar en un mercado bajista a largo plazo, en un mercado
alcista cíclico, unas ratios precio/ingresos (P/E, price/earnings) elevados
o la elección de collar de María Bartimoro5. (Para cualquiera que operase
activamente durante la burbuja de internet, había traders que esperaban
una subida cuando María se ponía perlas. Muy racional, por supuesto).
De lo que se trata es de lo que los traders están dispuestos a pagar por
un mercado o una acción individual en concreto hoy.
Da igual si la demanda es creada artificialmente por un fondo hedge
«tomando la calle» (comprando una gran cantidad de acciones de un úni-
co valor para dejar a un creador de mercado sin inventario y obligándole
a recomprar las acciones a un valor superior). O un estrujón que golpea
a los cortos y los obliga a cubrirse, o un rumor de que un valor biotec-
nológico está siendo acaparado por Martha Stewart6. La demanda es la
demanda y es lo que impulsa a los mercados al alza. Lo opuesto es igual
de cierto: si hay demasiada oferta en el mercado, los precios bajarán. La
mejor fuente de «demasiada oferta» en los mercados generalmente se
produce en forma de peticiones de garantías adicionales y demás tipos
de ventas forzadas, tal y como los Joe del mundo arrojando la toalla y
soltando su posición. Esto es por lo que los mercados pueden eliminar
las ganancias tan rápidamente; suben por las escaleras, pero bajan por

5
N. del T.: una de las presentadoras del canal de televisión CNBC.
6
N. del T.: famosa empresaria y presentadora de televisión estadounidense que fue
condenada a varios meses de cárcel por operar con información privilegiada.
18 PARTE I La instrucción del trader

el ascensor. Es muy importante que un trader recuerde esto. Sí, la acción


puede estar comportándose de forma fantástica y sus perspectivas ser bri-
llantes, pero si hay 1,5 millones de acciones a la venta, todas a la vez, y los
compradores tan solo quieren 50.000, entonces esa acción va a hundirse.
No es física cuántica. Es un ejemplo de libro de la oferta y la demanda.
Operar largo o corto es muy fácil, una vez que un trader aprende
a ignorar sus opiniones personales. Esto implica dejar a un lado todos
los prejuicios sobre el mercado y centrarse en la situación actual de la
demanda y la oferta. Una vez que los traders entienden esto, lo siguiente
en lo que deben trabajar es en su propia perspectiva mental, en cómo
procesan esta información y en entender plenamente cómo la mente
humana provoca, de forma natural y enfática, que los traders hagan
cosas que les supongan perder dinero en los mercados. Cosas como la
patética operación de Joe o una serie de pequeñas malas operaciones
que terminen por desgastar una cuenta. En cualquier caso, es la mente
humana la que hace que ocurra.
Y de esto es de lo que trataremos en el siguiente capítulo.

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