Antiguo Régimen
Antiguo Régimen
Antiguo Régimen
Ejecución de Luis XVI, uno de los acontecimientos de la Revolución francesa que dio
lugar al final del Antiguo Régimen
Origen
Alexis de Tocqueville
Aludía en ese ensayo que la Revolución francesa dio nombre a aquello contra lo que
luchaba, es decir, la monarquía absolutista del rey borbón Luis XVI, decapitado en la
guillotina.
Si bien para los revolucionarios este nombre indicaba todo aquello que querían eliminar
dentro de la política, la estructura social y la economía, el apelativo fue reivindicado por
los simpatizantes monárquicos y se le dio un sentido positivo y hasta nostálgico,
refiriéndose a aquella época como una ideal a la que había que volver.
Los historiadores del siglo XIX y comienzos del XX utilizaron ampliamente el término
para referirse no solo al proceso francés particular, sino a la Edad Moderna europea
occidental, cuyo fin fue sin duda la Revolución francesa y el advenimiento de un
sistema económico, político y social distinto.
Este sistema antiguo vivía, sobre todo, en las monarquías autoritarias de Europa, que
luego derivarían en monarquías absolutistas, y las naciones a las que se puede aplicar el
término son Francia, España, Portugal e Inglaterra (esta última hasta el siglo XVII,
cuando su propia historia la llevó a un proceso diferente y a lo que se llama Estado-
nación).
Economía
Por ello la industria aún era artesanal, manteniendo ciertos rasgos gremiales; en los
talleres de artesanos los empleados eran muy pocos, no había casi maquinaria y la
energía se obtenía del agua o del viento y de la fuerza animal (bueyes, caballos…).
Por otra parte, el grado de especialización en algún ramo era muy escaso y la
fabricación de mercancías se podía controlar de principio a fin por una limitada cantidad
de personas o por una sola (telares, herrerías, etc.).
Asimismo, el comercio era sobre todo a larga distancia, ya que los intercambios
económicos internos prácticamente no existían porque las vías de comunicación eran
deficientes y no existía un mercado.
Algo significativo ocurrió a mediados del siglo XVIII: la tasa de mortalidad disminuyó,
lo que en términos prácticos significó un aumento de la demografía. Esto se debió, entre
muchos factores, a un control más eficiente de las epidemias (peste, viruela, tifus, etc.).
Este “exceso” de población comenzó a migrar del campo a las ciudades, y favoreció e
impulsó lo que se llamaría urbanismo, es decir, la organización de los espacios urbanos
en las ciudades.
Sin embargo, aún persistían las posesiones señoriales, los latifundios de grandes
extensiones de terreno, cuyos propietarios percibían inmensas cantidades de dinero
gracias a la explotación feudal de campesinos, que no tenían derechos y mucho menos
tierras.
Sociedad
Si alguien nacía entre el campesinado, toda su vida sería campesino (en el 99% de los
casos, aunque había casos en que ocurría un ennoblecimiento por méritos de guerra o
por compra de títulos nobiliarios, en los casos de la burguesía), y si alguien nacía en la
nobleza, siempre sería noble.
La característica más resaltante es que las clases compartían un estilo de vida común y
había una función social parecida. Básicamente, era una sociedad impermeable y
estática, pues los miembros de un estrato no podían pasar a otro.
Esta rígida sociedad estamental sufrió una grave crisis con todos los cambios
producidos a lo largo del siglo XVIII, lo cual fortaleció a una burguesía cada vez más
poderosa, que dirigía la economía.
Esta clase, la burguesía, poco a poco fue reivindicando derechos políticos y prestigio
social, y cada vez estaba menos dispuesta a concederlos a las clases estamentales de
poder, como la nobleza o el clero.
No existe la división de poderes que luego sería indispensable en una sociedad moderna,
el ejecutivo, el legislativo y el judicial. En relación con este último, la administración de
la justicia podía tener una cierta autonomía y hasta instituciones parlamentarias, pero el
rey tenía el poder de cambiar las leyes y dictámenes de tribunales según su voluntad.
Se pensaba que el poder centrado en el rey provenía de Dios, y que el monarca ejercía
su soberanía por derecho divino. En términos prácticos, el rey no respondía de sus actos
ante nadie sino ante Dios.
El siglo XVIII fue conocido también como Siglo de las Luces porque un grupo de
intelectuales elaboraron la Enciclopedia, una obra monumental que pretendía reunir
todo el conocimiento acumulado hasta el momento.
Fue dirigida por Denis Diderot (1713-1784), y entre los autores más renombrados
estaban Voltaire (1694-1778), Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), Étienne de
Condillac (1714-1780) o Paul Henri d’Holbach (1723-1789), entre otros destacados
filósofos, naturalistas, ingenieros, médicos o militares.
Además, defendían la idea de que el poder no es divino (no procede de ningún dios) y
que solo puede proceder de la voluntad del pueblo. Todas estas ideas desembocaron
finalmente en la Revolución norteamericana primero, cuando el país se independizó del
imperio inglés, y luego en la Revolución francesa, que en Europa significó el fin del
sistema feudal.
Pirámide social del Antiguo Régimen. Las líneas más oscuras entre los dos primeros
estratos indican la imposibilidad de ascenso social. Elaboración propia
Los privilegiados eran los nobles y el clero, encabezados por el rey, que gozaban de
derechos y ventajas.
La base de la pirámide la formaba el 85% de la población, tanto rural como urbana. Los
puestos, de inferiores a superiores, estaban ocupados de la siguiente manera:
En el campo:
La base eran los pobres, los mendigos. Encima estaban los jornaleros y siervos, que
estaban bajo los campesinos medios –arrendatarios–, y estos por debajo de los
campesinos ricos, o propietarios.
En la ciudad:
La base eran los vagabundos, luego estaban las clases populares formadas por
empleados y sirvientes, que estaban al servicio de la pequeña burguesía –artesanos y
pequeños comerciantes–, que a su vez estaban bajo la burguesía media –profesionales
liberales y grandes comerciantes–.
La burguesía media estaba bajo la alta burguesía, que eran los banqueros y rentistas.
Tanto los campesinos o propietarios más ricos y la alta burguesía estaban bajo la
pequeña nobleza y la nobleza de toga, respectivamente, y el bajo clero; este estrato
estaba bajo la nobleza de corte y la alta nobleza, que compartía espacios con el alto
clero. Tanto el alto clero como la alta nobleza estaban por debajo del rey, que era la
cabeza de la pirámide.
Había una pequeña movilidad o posibilidad de ascenso social entre el estamento de los
no privilegiados, pudiendo pasar de una clase a otra: los mendigos podían convertirse en
jornaleros y siervos, así como los vagabundos en empleados y sirvientes.
Solo la alta burguesía podía pasar a la pequeña nobleza o nobleza de toga, y de allí en
adelante, la rigidez estamental impedía el paso al ascenso social.
Esta pirámide social refleja las desigualdades entre las personas según su origen, y la
imposibilidad, en el 99% de los casos, de lograr traspasar los estamentos.
Biogragrafías
http://www.monografias.com/trabajos/neoliberalismo/neoliberalismo.shtml
http://es.wikipedia.org/wiki/Liberalismo_econ%C3%B3mico
http://es.wikipedia.org/wiki/Liberalismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Democracia_liberal
http://es.wikipedia.org/wiki/Ciudad_del_Vaticano
http://es.wikipedia.org/wiki/Neoliberalismo
http://www.monografias.com/trabajos16/liberalismo/liberalismo.shtml.search