Aprendizaje Capacitación Peter Senge
Aprendizaje Capacitación Peter Senge
Aprendizaje Capacitación Peter Senge
( Revista Gestión ) Volumen 3 / Número 1 / Enero - Febrero 1998 - Páginas 104 a 109
¿Cuáles cree usted que son los modelos de organizaciones que aprenden
actualmente?
No hay modelos de organizaciones que aprenden. Nosotros no trabajamos de esa
manera. Estamos interesados básicamente en las habilidades fundamentales y en las
herramientas, los métodos y procesos que permiten el desarrollo de esas habilidades.
Algunas empresas están más adelantadas que otras en algunos aspectos, pero nosotros
nos preocupamos especialmente por no poner a ninguna organización como modelo. No
es ésa la forma en que se produce la innovación. No se puede copiar. Para producir
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Peter Senge es director del programa de Pensamiento de Sistemas y Aprendizaje Organizacional desarrollado por el MIT
Sloan School of Management. Actualmente dirige, además, talleres sobre liderazgo en el sector de consultoría y
capacitación de Innovation Associates. Y procura desarrollar, en el Learning Circle, una comunidad internacional centrada
en torno de la "organización inteligente". Autor de La Quinta Disciplina: el arte y la práctica de la organización que aprende,
Senge señala en ese libro la aparición de un nuevo tipo de líder, dispuesto a combinar su aprendizaje personal con la
acción colectiva de la organización.
innovación hay que tener nuevas capacidades. Dicho sea de paso, no somos fanáticos
del benchmarking ni de herramientas similares. Ese tipo de instrumentos son útiles para
aumentar los conocimientos, pero no para realizar un aprendizaje profundo en las
empresas.
Las seis claves del programa de estudio que ayudan a organizar el aprendizaje,
dentro de una empresa, son:
1. Aprender sobre la tarea que cada uno realiza en la organización y, sobre todo,
aprender cómo hacerla mejor. En palabras de Peter Senge, autor de la La quinta
disciplina, "el dominio personal".
2. Aprender a crear un alineamiento dentro de la organización. Lo que James
Collins y Jerry Porras, autores de Empresas que perduran, denominan el "adoctrinamiento
ideológico". O, tal como dice Senge, aprender a crear "modelos mentales" compartidos,
porque ello genera un alineamiento entre la cultura y la estrategia de la organización. En
otros términos, esto significa que cuando la gente lleva a cabo su tarea, hace lo correcto,
y no es necesario estar permanentemente a su lado, en actitud de constante vigilancia.
3. Aprender sobre el futuro, mediante la planificación de escenarios y el desarrollo
previsor de las competencias centrales de la empresa.
4. Aprender sobre el entorno operativo. Comprender cómo funcionan las cadenas
de abastecimiento, lo cual se corresponde con la "quinta disciplina" de los sistemas de
pensamiento.
5. Aprender a cuestionar los paradigmas existentes, un objetivo que se logra al
considerar, sin miopía y sin encerrarse en la protección que brinda el pensamiento grupal,
las posibilidades presentes y futuras.
6. Desarrollar una memoria organizacional; es decir, la capacidad para capturar,
almacenar y recuperar el conocimiento y la experiencia práctica.
Pero no se trata de que todas las personas de la organización se ocupen,
simultáneamente, de estas seis áreas de estudio. ¿Quién compraría acciones de una
empresa en la que todos están ocupados aprendiendo y nadie lleva a cabo el trabajo? Si
así fuera, los clientes la abandonarían, y el personal buscaría nuevos horizontes.
Aprender a trabajar
Modelos compartidos
Lo más sensato que leí sobre estrategia organizacional fue escrito por Henry
Mintzberg, profesor de la McGill University, de Canadá. Lo llamó "estrategia emergente", y
el concepto era el siguiente: ponemos en marcha un plan, pero con el tiempo advertimos
que no funciona de la manera esperada. En realidad, con frecuencia, suele estar muy
lejos de lo que nos habíamos propuesto. Esto se debe a que las interpretaciones de
nuestra pretendida estrategia terminan por cambiar el plan. La gente que se encarga de la
implementación dice, con la mejor intención: "No estoy muy seguro del significado de este
punto, pero creo que significa tal cosa"; o "probamos esto hace un par de años, y no
funcionó, pero esta vez podría funcionar"; o "yo sé que esto no va a funcionar, por eso voy
a probar con esto otro". También podrían llegar a decir, con ma-la intención: "Esto no me
beneficiará; por lo tanto, no lo haré"; o "todo esto está muy bien, pero estoy demasiado
ocupado; en consecuencia, voy a ignorarlo, y lo más seguro es que ellos se olviden del
tema"; o "ellos no saben cuáles son los problemas que tengo para atender a los clientes;
no haré lo que me piden".
En casos como éstos, la estrategia original se desmorona, y la estrategia
emergente se transforma en la efectivamente implementada. La estrategia emergente es
una función de dos intangibles: la cultura organizacional y la interpretación personal o
grupal de quienes la componen.
De todos modos, es imposible lograr que la estrategia emergente desaparezca.
Será inútil que usted pruebe con incentivos, trucos, seminarios motivacionales, videos,
posters y memos; seguirá emergiendo. Es una de esas cosas que no desaparecen.
Entonces, aprenda a convivir con ella. Si emerge de manera beneficiosa, como respuesta
a la dinámica cambiante de proveedores, clientes y entornos, usted está frente a una
buena noticia. Porque si nos atenemos a un plan, e ignoramos la dinámica del mercado,
es muy probable que tengamos serios problemas. En cambio, si todos comprenden lo que
nos proponemos hacer, en qué consiste nuestro negocio, qué es lo realmente importante
y qué no lo es, la empresa tendrá más posibilidades de que la estrategia emergente se
convierta en un enorme beneficio.
El aprendizaje sobre el alineamiento, área número dos del programa de estudio,
requiere decisión y esfuerzo. Es necesario enunciar los valores, creer firmemente en ellos,
y luego inculcarlos por todos los medios posibles. En una organización que respeta sus
valores, es fundamental tratar de rehabilitar a quienes no los adopten; y si no lo hacen,
deberán dejar la empresa.
Uno de los mejores CEO con los que me tocó trabajar fue Brian Wilson, del Allied
Irish Bank Britain ahora llamado AIB, a mediados de la década de los '80. Brian llevó a
cabo un cambio trascendental en ese banco, y lo convirtió en uno de los primeros
orientados al servicio al cliente. Poco tiempo después de esa verdadera "reingeniería",
conversamos sobre lo que funcionó y lo que falló. "El mayor error que cometí fue ser
demasiado paciente con quienes no estaban dispuestos a subirse a bordo me dijo. Se
trataba de personal senior, que llevaba mucho tiempo en el banco, y tratar de que se
adaptaran insumió demasiado tiempo y muchas energías, lo cual retrasó el proyecto.
Debería haberles dado una oportunidad y, si no funcionaba, despedirlos. Decirles que
buscaran trabajo en un banco para el que el cliente no es todo."
En Empresas que perduran, a las compañías exitosas se las compara con los
cultos porque adoctrinan a su personal. El aprendizaje y el fortalecimiento de los valores
demandan un largo proceso, no apto para tímidos o cobardes. Lo aconsejable es que
usted reúna a todos los que tienen poder dentro de su empresa, y también a los mejores y
los más brillantes. Durante un par de días, trate de que manifiesten sus creencias y
motivaciones sobre la organización, y que se pongan de acuerdo en los conceptos
compartidos. Es decir, ¿por qué razón estamos en este negocio? ¿En qué seguirá
creyendo la organización dentro de 20 años? "Utilizamos nuestra imaginación para hacer
felices a millones de personas", dice la gente de Disney. Y la de Boeing, por su lado,
asegura: "Nosotros vivimos permanentemente en el terreno de la innovación de la
aeronáutica". Esa es la forma en la que manifiestan sus valores, y vale la pena reparar en
que ninguno de ellos se limita a decir: "Hacemos dibujos animados", o "hacemos parques
de entretenimientos", o "fabricamos aviones Jumbo".
Entonces, cuando usted y su gente logren encontrar una idea coherente y creíble,
traten de hacer lo mismo que hizo AT&T. Escriba uno de los valores: "Respeto a los
individuos", por ejemplo, y, a continuación, lo que significa: "Tratamos a todas las
personas con respeto y dignidad... nos comunicamos con frecuencia y con sinceridad...
damos a los individuos la autoridad para que utilicen sus capacidades... nuestro entorno
respalda el crecimiento personal"..., y así sucesivamente. Luego escriba lo que esto
significa para los individuos: "Esperamos que usted sepa reconocer y respetar el valor que
tienen las diferencias entre los individuos, que participe activamente del proceso de
desempeño y revisión", y así sucesivamente. A continuación, deje constancia escrita de lo
que esto debe significar para la gerencia: "Esperamos que usted cree y respalde un
entorno que reconozca y valore las diferencias existentes entre los individuos", y así
sucesivamente. Luego vuelque todo a una única hoja de papel, y hágala llegar a todos.
Finalmente, incorpore todos los comportamientos enunciados a su sistema de
revisión de desempeño. Es decir, recompense a su personal por respetar los valores
mediante aumentos de sueldos y ascensos, y desaliente a quienes no los respetaron
negándoles esos aumentos, no ascendiéndolos o despidiéndolos.
En una organización dedicada a los negocios, el aprendizaje no resulta fácil. No es
posible ser amable con todo el personal. Por el contrario, hay que premiar a los que están
del lado de la empresa, dando lo mejor de sí, y mostrarles la puerta de salida a todos
aquellos que, deliberadamente o no, sabotean el esfuerzo. Si usted quiere ser amable con
todos, independientemente de cómo se comporten, será mejor que busque trabajo en una
iglesia o en una institución parecida.
Si le resulta imposible lograr el alineamiento porque no hay creencias compartidas,
mucho me temo que sólo le quedan dos caminos: cruzar los dedos ante la estrategia
emergente, o salir en busca de alguna otra alternativa que le permita alcanzar el
alineamiento organizacional.
Escenarios futuros
Junto al monte Etna, en Sicilia, hay una serie de pequeños pueblos e
innumerables hoteles, negocios de souvenirs, restaurantes, y hasta una pequeña zona
para esquiar, con medios de elevación, en el invierno. Esas empresas están allí proque el
turismo es un buen negocio, y probablemente también porque el aire es puro, y el paisaje,
bellísimo. Cuando el Etna entra en erupción, no salen corriendo, atónitos, ni se preguntan
qué es lo que está sucediendo. La economía local no sufre consecuencias. Se limitan a
incorporar esa posibilidad a sus vidas y siguen adelante, plantando viñedos, construyendo
garajes y atendiendo a los turistas. Es un lugar perfecto para los ejecutivos ansiosos e
inseguros respecto del futuro de sus negocios.
Aprender sobre el futuro es parte del programa de estudio de la organización, pero
no se trata de una "materia" que deban "rendir" todos los individuos que la integran. Cada
uno de ellos cumple una función, pero ninguno es igual a otro, ni todos tienen que ser
buenos en las mismas cosas. Me estoy engañando a mí mismo, por ejemplo, si pretendo
que mi personal de limpieza haga un aporte significativo en los debates sobre la
estrategia futura de la empresa. Me gustaría que fueran realmente muy buenos a la hora
de limpiar la oficina, o que presenten ideas inteligentes sobre cómo mejorar el trabajo que
realizan, y que sean amables con la gente si alguna vez tienen que contestar el teléfono.
Sobre estas cosas quiero que aprendan, y con ellas se vincula el sueldo que reciben.
En una oportunidad me reuní, en Telford, con los responsables de capacitación y
desarrollo de NEC, y ellos me contaron cómo incorporaron el aprendizaje sobre el futuro
en el operativo. NEC Telford se ocupa de armar unos pocos productos de la empresa:
teléfonos y monitores de video, entre otros. Como pequeña parte de una organización
global, en ocasiones se le suele pedir a NEC Telford que arme, rápidamente, otros
productos; impresoras, por ejemplo. Hay una variedad limitada de productos posibles,
pero no existe un plan de producción local que vaya más allá del corto plazo. Ello se debe
a que, como empresa global, NEC opta por modificar su capacidad de producción y
redistribuir las actividades en función de lo que considera más apropiado, en un plazo
muy corto.
Entonces, como me dijeron una vez los miembros de la asociación de Boy Scouts, el
desafío de la capacitación consistía en estar "siempre listos". La casa central informó a
NEC Telford que le avisaría con una anticipación de dos semanas sobre algunos cambios
relacionados con el montaje, que le pediría algunos ítems del menú de posibilidades
monitores, teléfonos e impresoras, entre otros, y que esperaba que realizaran un trabajo
integral. Para "estar listos", NEC Telford tuvo que capacitar en múltiples habilidades a
todos los integrantes del equipo operativo, a fin de que pudieran trabajar en cualquiera de
los productos posibles. Ello implicaba estar familiarizados con todos esos productos,
haber practicado con ellos, y contar con definiciones de tareas que admitieran una cierta
flexibilidad en los límites del menú de productos y procesos. Pero también significó
diseñar e instalar líneas de montaje móviles y reconfigurables, y trabajar en un programa
de "cero defecto" en cada una de las estaciones de trabajo, en las que los trabajadores de
la línea estuvieran en condiciones de reexaminar constantemente el proceso de montaje
y, paralelamente, realizar mejoras cuando les resultara posible.
Aprender sobre el futuro no es lo mismo que tratar de predecir el futuro. A menos
que usted sea el mago Merlín, le resultará imposible hacerlo. Las predicciones sobre el
mundo, o sobre la industria en la que usted trabaja, o sobre sus cifras de ventas para un
plazo de cinco años, un año o tres meses, son un mero trabajo de adivinanzas. El futuro
es dinámico, y se desenvuelve en un entorno demasiado complejo como para que
podamos ir más allá de meras conjeturas sobre todas la gama de posibilidades. A menos
que suceda algo realmente extravagante, sólo estamos en condiciones de predecir, con
razonable certeza, la banda de oscilación de las tasas de interés bancarias para el año
próximo. Pero si usted me dijera cuál será, en puntos porcentuales, la tasa de interés
dentro de un año, sé que sólo estaría adivinando.
Para aprender sobre el futuro, dos son los pasos a seguir. Uno consiste en
comprender la gama de probabilidades, y el otro en prepararse para operar con eficacia
dentro de esa gama. Si habláramos con la jerga propia de este tema, diríamos que se
trata de planificación de escenarios y desarrollo previsor de las capacidades.
Internet será un factor que tendrá un gran impacto en muchas organizaciones,
aunque no todas están seguras de cómo las afectará. He aquí un buen ejemplo de cómo
aprender sobre el futuro. Reúna a un grupo variado de su personal e incluya a algunos de
los que tienen mayor potencial. Piense en todas las formas posibles en las que Internet
podría afectar a su empresa en el transcurso de los próximos diez años, tanto en función
de las oportunidades como de las consecuencias adversas. Después, prepare dos o tres
escenarios posibles. Finalmente, imagine algunas de las formas con las cuales algunas
personas clave de su organización podrían comenzar a adquirir experiencia y
conocimiento ahora mismo, de modo tal que puedan ocuparse de esos escenarios si se
presenta la oportunidad, y póngalos a trabajar en ello. Repita este trabajo con otros
escenarios.