GENERALIDADES Vih
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Equipo 5
¿HAY SÍNTOMAS?
Para muchas personas, sí. La mayoría de las personas tiene síntomas similares a los
de la influenza (gripe) dentro de las 2 a 4 semanas de haberse infectado. Estos
síntomas pueden durar algunos días o varias semanas.
El solo hecho de tener estos síntomas no significa que tenga el VIH. Otras
enfermedades pueden causar síntomas similares.
Algunas personas no presentan ningún síntoma. La única manera de saber si tiene el
VIH es haciéndose la prueba.
FIEBRE, DOLOR DE GARGANTA, INFLAMACIÓN DE LOS GANGLIOS,
SARPULLIDO, DOLORES MUSCULARES, SUDORES NOCTURNOS, ÚLCERAS
BUCALES, ESCALOFRÍOS, FATIGA
Fiebre
Dolor de cabeza
Dolor muscular y articular
Erupción
Dolor de garganta y llagas dolorosas en la boca
Ganglios linfáticos inflamados, principalmente en el cuello
Diarrea
Pérdida de peso
Tos
Sudores nocturnos
Estos síntomas pueden ser tan leves que es posible que ni siquiera los notes. Sin
embargo, la cantidad de virus en el torrente sanguíneo (carga viral) es bastante alta en
este momento. Como resultado, la infección se propaga más fácilmente durante la
infección primaria
Contagio
La única manera de saber si alguien contrajo el VIH es a través de un test.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que todas las
personas entre los 13 y los 64 años de edad se hagan la prueba del VIH por lo menos una vez
como parte de la atención de salud de rutina. Por regla general, las personas expuestas a
mayor riesgo de contraer la infección por el VIH deben hacerse la prueba de detección cada
año. Los hombres homosexuales y bisexuales sexualmente activos pueden beneficiarse de una
prueba más a menudo, por ejemplo, cada 3 a 6 meses. Si es mayor de 64 años y está expuesto
a riesgo, es posible que su proveedor de atención de salud le recomiende que se haga la
prueba de detección del VIH.
Los factores que aumentan el riesgo de contraer la infección por el VIH incluyen los siguientes:
Tener relaciones sexuales por vía vaginal o anal con alguien que es seropositivo, o cuyo estado
de infección por el VIH se desconoce
Inyectarse drogas y compartir agujas, jeringas u otro equipo de administración de drogas con
otras personas
Intercambiar relaciones sexuales por dinero o por drogas
Tener relaciones sexuales con una persona que tenga cualquiera de los factores de riesgo de
infección por el VIH previamente citado
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también recomiendan que
todas las mujeres embarazadas se sometan a la prueba de detección del VIH para que puedan
comenzar a tomar medicamentos contra ese virus si son seropositivas. Las mujeres con el VIH
toman medicamentos contra ese virus durante el embarazo y el parto para reducir el riesgo de
transmisión materno infantil del VIH y proteger su propia salud.
La prueba inicial de detección del VIH de una persona será, por lo general, una prueba de
anticuerpos o una de antígenos y anticuerpos. Las NAT son muy costosas y no se emplean
regularmente para detectar la infección por el VIH a menos que la persona haya tenido una
exposición de alto riesgo o una posible exposición con síntomas iniciales de dicha infección.
Ninguna prueba del VIH puede detectar el VIH inmediatamente después de la infección. Eso se
debe al periodo de ventana, el tiempo entre el momento de exposición al VIH y el momento en
que las pruebas pueden detectar el virus en el cuerpo. El periodo de ventana depende del tipo
de prueba del VIH. La prueba de ácido nucleico es la que generalmente puede detectar el VIH
más pronto (aproximadamente entre 10 y 33 días después de la exposición).
El VIH se transmite de una persona a otra a través de la sangre y otros fluidos corporales, como
el semen, el líquido preseminal, los fluidos rectales, los fluidos vaginales y la leche materna.
Para que se transmita, el VIH presente en estos fluidos debe llegar al torrente sanguíneo por
medio de una membrana mucosa (que se encuentra en el recto, la vagina, el pene y la boca),
cortes o llagas abiertas, o por inyección directa.
Puede contraer el VIH si tiene relaciones sexuales anales con alguien que tiene el VIH sin usar
protección (como condones o medicamentos para tratar o prevenir la infección por el VIH)
• Las relaciones sexuales anales son el tipo de actividad sexual de mayor riesgo para
contraer o transmitir el VIH.
• Ser el integrante receptivo de la pareja (bottom) es más riesgoso que ser el insertivo
(top).
• Su riesgo de contraer el VIH es muy alto porque la mucosa que recubre el recto es
delgada y puede permitir la entrada del VIH al cuerpo durante las relaciones sexuales
anales.
• El insertivo también tiene riesgo porque el VIH puede entrar al cuerpo por el orificio
que se encuentra en la punta del pene (uretra), por el prepucio (si el pene no está
circuncidado) o por pequeños cortes, rasguños o llagas abiertas en cualquier parte del
pene.
• Las relaciones sexuales vaginales implican menor riesgo de contraer el VIH que las
anales receptivas.
• Cualquiera de los integrantes de la pareja puede contraer el VIH durante las relaciones
sexuales vaginales.
• La mayoría de las mujeres que contraen el VIH, lo contraen a través de las relaciones
sexuales vaginales. El VIH puede entrar al cuerpo de la mujer durante las relaciones
sexuales vaginales a través de las membranas mucosas que recubren la vagina y el
cuello uterino.
• Los hombres también lo pueden contraer durante las relaciones sexuales vaginales. La
razón es que las secreciones vaginales y la sangre pueden tener el virus. Los hombres
lo contraen a través del orificio que se encuentra en la punta del pene (uretra), el
prepucio (si no están circuncidados) o pequeños cortes, rasguños o llagas abiertas en
cualquier parte del pene.
• La transmisión de madre a hijo es la forma más común en que los niños contraen el
VIH.
• Las recomendaciones de hacerles la prueba del VIH a todas las mujeres embarazadas y
de comenzar el tratamiento de inmediato han reducido la cantidad de bebés que
nacen con el VIH.
• Si una madre que tiene el VIH toma los medicamentos para el VIH a diario según las
indicaciones, durante todo el embarazo y el parto, y le da medicamentos para el VIH al
bebé por 4-6 semanas después de nacer, el riesgo de que le transmita el virus al bebé
puede ser de menos del 1 %
¿Puedo contraer el VIH por compartir agujas, jeringas u otros implementos para la inyección
de drogas?
• Las agujas, jeringas y otros implementos para la inyección usados podrían tener sangre
de otra persona, y la sangre puede transmitir el VIH.
• Las personas que se inyectan drogas, además, están en riesgo de contraer el VIH (y
otras enfermedades de transmisión sexual) porque pueden tener comportamientos
sexuales de riesgo, como relaciones sexuales sin protección (p. ej., condones o
medicamentos para prevenir o tratar el VIH).
¿Cuáles son algunas de las formas poco comunes en que se ha transmitido el VIH?
• Las relaciones sexuales orales implican poner la boca en el pene (felación), la vagina
(cunilingus) o el ano (anilingus) de la otra persona.
• Los factores que podrían afectar este riesgo incluyen la eyaculación en la boca cuando
se tienen úlceras bucales, sangrado en las encías o llagas genitales, y la presencia de
otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).
El lugar de trabajo
• La causa más probable es pincharse con una aguja u otro objeto punzante
contaminados.
La atención médica
• Las reservas de sangre y los órganos y tejidos donados de los Estados Unidos son
analizados minuciosamente, de modo que es muy improbable que contraiga el VIH a
través de una transfusión de sangre, productos de la sangre o un trasplante de órganos
o tejidos.
• No se puede contraer el VIH al donar sangre. Los procedimientos de extracción de
sangre están muy regulados y son muy seguros.
• Los únicos casos conocidos son en bebés. La contaminación ocurre cuando un cuidador
tiene sangre en la boca que se mezcla con la comida que le da pre masticada al bebé.
• No se puede contraer el VIH por consumir los alimentos que alguien con el VIH haya
manipulado.
Las mordeduras
• Cada uno de los muy pocos casos documentados ha involucrado traumatismo grave
con daño extenso a los tejidos y la presencia de sangre. Puede producirse transmisión
cuando las lesiones abiertas en la piel, las heridas o las membranas mucosas de una
persona entran en contacto con la sangre o los líquidos corporales mezclados con
sangre de una persona con el VIH.
• Aunque es muy infrecuente, puede producirse transmisión si las dos personas tienen
llagas o sangrado en las encías, y la sangre de la persona con el VIH entra al torrente
sanguíneo de la persona VIH negativa.
• El VIH no se transmite al darse un beso de boca cerrada o “social” con una persona
que tiene el VIH.
De mujer a mujer
• Los informes de casos de transmisión del VIH de mujer a mujer son muy infrecuentes.
• Dar abrazos
Consecuencias
el VIH o SIDA sin tratar puede provocar una pérdida de peso significativa, a menudo
acompañada de diarrea, debilidad crónica y fiebre. Complicaciones neurológicas. El
VIH puede provocar síntomas neurológicos, como desorientación, mala memoria,
depresión, ansiedad y dificultad para caminar
consecuencias sociales
El SIDA ataca a los adultos en sus años de plenitud laboral (personas que fueron
infectadas de adolescentes o jóvenes) con lo que se cambia la tendencia de morta
lidad normal y se distorsiona la estructura etaria de la población en ciertos países.
Muchas personas son discriminadas no sólo por tener la infección, sino porque se les
presuponen prácticas de riego que no se consideran “adecuadas”, como las
relacionadas con su sexualidad, su orientación sexual o su identidad de género.
El costo total por defunción de un adulto fluctúa entre 8% y 400% del ingreso per
cápita, [promedio 150%]
Los hogares sufren el impacto inmediato del VIH y el SIDA, porque son las familias
quienes se encargan prin- cipalmente de cuidar de los enfermos y sufren penurias
económicas por el SIDA. Durante la larga enfermedad del SIDA, la falta de ingreso y el
costo de cuidar del enfermo moribundo puede empobrecer a los hogares;
se disuelva y que los niños vayan a vivir con familiares, o que tengan que salir
adelante por sí mismos.
Consecuencias psicológicas
Los prejuicios y temores relacionados con diversas cuestiones socialmente delicadas,
como la sexualidad, la enfermedad y la muerte, y el consumo de drogas.
Muchas personas son discriminadas no sólo por tener la infección, sino porque se les
presuponen prácticas de riego que no se consideran “adecuadas”, como las
relacionadas con su sexualidad, su orientación sexual o su identidad de género.
Los cambios en cómo se siente o actúa una persona pueden ser una señal de alerta
de un problema de salud mental. Por ejemplo, entre las posibles señales de depresión
se incluyen:
Mitos y realidades:
Mito 1: El VIH y el SIDA son lo mismo
Algunas personas todavía creen que el VIH (Virus Inmunodeficiencia Humana) y el SIDA
(Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) son una misma condición. Pero esta creencia es
incorrecta.
Verdad: si bien el VIH y el SIDA están relacionados, no son lo mismo. El VIH es un virus que
afecta el sistema inmunológico, en particular a los linfocitos T, y baja progresivamente las
defensas.
Por otra parte, el SIDA es un estadio de la infección con defensas muy bajas en donde un
conjunto de enfermedades puede afectar a las personas infectadas por el virus del VIH y poner
en peligro su vida.
Creer que la trasmisión del VIH solo es posible entre personas de la comunidad LGBTIQ+
(lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual, queer y otros colectivos
no representados en las siglas) es equivocado y estigmatizante para esta comunidad.
Verdad: Entre los mitos sobre el VIH, este es uno de los más antiguos. La realidad es que
contraer VIH no tiene ninguna relación con la orientación sexual, la identidad de género o su
expresión. El virus se transmite entre las personas que NO usan protección en sus relaciones
sexuales, además hay otras vías de transmisión distintas al sexo como el uso compartido de
agujas o jeringas.
Creer que es posible saber si alguien padece de VIH al verlo, o que hay un tipo de apariencia
asociada al virus es un mito también derivado del estigma hacia el virus y los pacientes que lo
portan.
Verdad: Gracias a los avances de la medicina, un paciente con infección por el VIH no muestra
signos visibles de su enfermedad. Es por esto que, de hecho, no es posible saber quién tiene la
enfermedad con tan solo mirarlo.
Hubo una época en la que se creía que el contacto físico como roces o abrazos, así como besos
o compartir cubiertos con un paciente con VIH, podía transmitir la enfermedad. Aunque es
totalmente falso, este mito sobrevive hasta hoy.
Verdad: La realidad es que el virus se transmite solo a través de fluidos donde el virus tiene
alta concentración como: sangre, semen, fluidos vaginales y leche materna.
Mito 5: Tener VIH es una sentencia de muerte segura
En los primeros años de aparición del VIH se creía que la persona que contraía el virus tenía los
meses de vida contados. Esto, hoy en día, ya no es así. De hecho, gracias a los tratamientos, el
virus puede pasar a una etapa de inactividad en la cual el portador ya no es capaz de
transmitirlo.
Verdad: Los avances de la ciencia han permitido desarrollar tratamientos para personas con
VIH. Estos, hoy por hoy, facilitan a los pacientes llevar una vida normal en la que su expectativa
de vida es similar a la de una persona que nunca haya contraído el virus.
CASOS EN MÉXICO