La Educación en México en La Época Del Porfiriato PDF

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UNIVERSIDAD POPULAR AUTÓNOMA DE

VERACRUZ
LICENCIATURA EN PSICOPEDAGOGÍA

Historia de la educación en México contemporáneo

La educación en México en la época del porfiriato.

PRESENTADO POR:
LILIANA JIMÉNEZ GONZÁLEZ

31 DE MARZO, 2023
INTRODUCCIÓN

El porfiriato es una época de


grandes contrastes, que se
caracteriza por la bipolaridad al
momento de debatir si este periodo
fue más malo que bueno o
viceversa. Tal periodo abarca de
1876 a 1911, en donde Porfirio
Díaz gobernó México por un periodo de 35 años (máximo periodo en la historia de
México). Por una parte, tenemos el innegable desarrollo que México sufrió durante
esta época, con el auge del tren en donde se logró colocar al país como una potencia.
Por otra parte, que es la que nos compete, esta la sociedad, donde se calcula que
durante esta época vivían en México 15.2 millones de habitantes, donde el 71 % vivían
en zonas rurales; el 58% tenía 14 años o menos (dato muy importante si hablamos del
alcance que podía tener la educación en es entonces) y el 81% de la población adulta
era analfabeta.

PORFIRIO DÍAZ

Porfirio Díaz fue un político y


militar que destacó en diversos
hechos de armas y procesos
políticos de relevancia para la
historia nacional. Su carrera como
militar comenzó en 1854, cuando
se adhirió al Plan de Ayutla,
mediante el cual se desconoció al
gobierno del General Antonio López de Santa Anna.

Durante la Guerra de Reforma de 1857 a 1860, fue Gobernador y Comandante Militar


del Istmo en Oaxaca y logró alcanzar el grado de Coronel. En 1861, fue electo Diputado
al Congreso de la Unión, cargo que dejó para combatir a las fuerzas conservadoras en
México y en agosto de ese año obtuvo el grado de General de Brigada.

Durante la Segunda Intervención Francesa, combatió junto con el Ejército Republicano


y destacó por su participación en diversos hechos de armas, entre ellos la Batalla de
Puebla del 5 de mayo de 1862.

En los meses de marzo a mayo de 1863, participó en el Sitio de Puebla, acción en la que
fue hecho prisionero por los franceses. Sin embargo, al ser conducido al Puerto de
Veracruz para su exilio, logró escapar y continuó su lucha a favor de la resistencia de la
República. Debido a su participación en diversos hechos de armas, el Presidente Benito
Juárez lo reconoció otorgándole el grado de General de División el 10 de octubre de
1863.

Uno de sus logros militares más importantes se efectuó el 2 de abril de 1867, cuando al
mando del Ejército de Oriente, sitió y tomó por asalto la Ciudad de Puebla, lo cual
coadyuvó en el triunfo de la República sobre el Imperio . En noviembre de 1871, con la
reelección del Presidente Juárez, se levantó en armas y proclamó el Plan de la Noria,
sin lograr el éxito esperado, su movimiento fue derrotado.

Con motivo de la reelección del Presidente Lerdo de Tejada, proclamó el Plan de


Tuxtepec el 10 de enero de 1876, con el cual triunfó y logró ocupar la presidencia de
México, cargo que ocupó en diversas ocasiones hasta 1911. Este periodo es conocido
como el Porfiriato y en él se lograron avances importantes en la modernización e
industrialización de algunos puntos del país. Sin embargo, dichos logros fueron
alcanzados a costa de injusticias sociales, dejando a la gran mayoría de la población
mexicana en la pobreza y sin la oportunidad de ejercer una democracia efectiva.

Tales problemáticas ocasionaron el inicio del movimiento revolucionario encabezado


por Francisco I. Madero, que buscaba la expulsión de Díaz de la presidencia del país.
Después de diversos hechos de armas, Porfirio Díaz se vio obligado a renunciar y el 26
de mayo de 1911 salió del Puerto de Veracruz con rumbo a Francia para exiliarse.
El 2 de julio de 1915, murió en la Ciudad de París, Francia en donde actualmente
descansan sus restos.

OBRAS DE PORFIRIO DÍAZ

Palacio de Bellas Artes

Quizá el edificio más emblemático del


porfiriato aunque, casualmente, fue
terminado muchos años después de este
período, en 1934. La construcción,
interrumpida por la Revolución
Mexicana, estuvo a cargo de los
arquitectos Adamo Boari y Federico
Mariscal. En términos de arquitectura, el
edificio sintoniza con esa fascinación por lo francés que dominaba el desarrollo urbano
en aquella época.

Bosque de Chapultepec

Otro legado del Centenario fue la urbanización


de Chapultepec. El dictador ordenó transformar
el bosque en un parque al estilo paisajista inglés
para el uso de las clases más altas de la sociedad
mexicana.
Palacio Postal

Otro edificio de Adamo Boari, construido entre 1902 y


1907. Sin duda, uno de los edificios más emblemáticos del
Centro Histórico, con un estilo mixto que recibió una
fuerte influencia del gótico veneciano. El interior es aún
más espectacular que la fachada.

Gran Hotel de la Ciudad de México

Comenzó a operar durante el porfiriato como el


Centro Mercantil, que llegó a ser la tienda
departamental más importante de
Latinoamérica. El impresionante vitral de la
marca Tiffany, que cubre el techo, se mantiene
prácticamente intacto.

Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas

Antes oficina de gobierno y hoy sede del Museo Nacional


de Arte (MUNAL). Edificado entre 1904 y 1911, llama la
atención por su fachada de cantera gris y la mezcla de los
estilos neoclásico y renacentista ecléctico. Fue una obra
del arquitecto Silvio Contri.

Hemiciclo a Juárez

Uno de los muchos monumentos y edificios que


Porfirio Díaz comisionó para las celebraciones
del Centenario de la Independencia de México.
Instalado en plena Alameda Central, hoy es una
de las postales más icónicas del centro de la CDMX.

Edificio París

El aspecto de este edificio, ubicado en la calle 5 de


Mayo, revela la fascinación por el art decó que
predominaba en aquel entonces. Entre 1909 y 1911,
uno de sus salones funcionaba como cine club, en él se
proyectaban las primeras películas que los mexicanos
vieron.

Monumento a la Revolución

Este monumento es conocido como “el palacio que no


fue”. Y es que, originalmente, se trataba de un palacio
legislativo de estilo capitolio neoclásico que alojaría a
ambas cámaras. El sueño de Don Porfirio se frustró con
el inicio de la Revolución -con cierta ironía, la cúpula del
flamante palacio se transformó en un monumento en
honor de este movimiento armado.

Monumento a la Independencia

Mejor conocido como “El Ángel”, esta obra estuvo a


cargo de Antonio Rivas Mercado y el escultor italiano
Enrique Alciati. Díaz alcanzó a inaugurar el
emblemático monumento en 1910, durante las
celebraciones del Centenario de la Independencia, en
la recta final de su gobierno.
EDUCACIÓN DURANTE TU PORFIRIATO

Comencemos hablando de las


influencias educativas del momento, que
fueron Pestalozzi, Fröebel y Herbart,
entre otros pedagogos, quienes fueron
conocidos por Carrillo. Pestalozzi
conceptualizó a la educación con un
enfoque netamente social. El objeto de la educación es preparar a los hombres para lo
que deben ser en sociedad (Cit. por Larroyo, 1977, p. 495) esto nos puede hablar un
poco de la importancia que se le daba al hombre (de la clase alta) y su comportamiento
con la sociedad, lamentablemente esta característica no era homogénea pues no se
lograba ni que los índices de alfabetismo aumentaran durante este periodo. La
educación es el desarrollo y la formación de las fuerzas y aptitudes humanas, a la que
llamó el pedagogo suizo, educación elemental. Larroyo resumió la definición de
educación elemental como:
-El desenvolvimiento natural, espontáneo y armónico de las disposiciones humanas
más originarias y esenciales: capacidades que se revelan en la triple actividad de la
cabeza, el corazón y las manos, es decir, en la vida intelectual, moral y artística o
técnica. (Larroyo, 1977, p. 497).

La reforma escolar correspondió a la década de los ochenta del siglo XIX; este período
se caracterizó por la realización de tres congresos, todos ellos celebrados en la capital
de la República. El primero, en 1882, fue el Congreso Higiénico Pedagógico, cuyas
resoluciones generales se inclinaban al aspecto de la salud física del niño más que al
intelectual o moral. El Primer Congreso de Instrucción en 1889 tuvo como
conclusiones generales la uniformidad de la educación elemental (centralización) que
además sería obligatoria, gratuita y laica.
El Segundo Congreso de Instrucción de 1890 tenía como obra más importante la
organización de la educación preparatoria bajo la adopción del método científico de
carácter positivista. Dichos congresos dieron la pauta para generar lo que se conoce
como el origen de la pedagogía mexicana.
La concepción de educación de Carrillo estaba muy emparentada con la que plantea el
educador suizo, además, en la cita que sigue, se plantea el deslinde entre lo que se
concibió como educación y como instrucción, lo que fue uno de los puntos del debate
de los educadores mexicanos de fin de siglo XIX en el proceso de construcción de la
pedagogía mexicana.
En una concepción básica descansa la labor del maestro: El aprendizaje tiene un fin
inmediato y evidente (la instrucción o información) y otro no tan visible pero no por
eso menos real (el desarrollo de las capacidades del niño) llámense manos, inteligencia
o memoria. A este desarrollo se le llama educación, y constituye el objetivo grande y
noble de toda escuela, así como de la propia humanidad en su ascenso constante hacia
el progreso. Es importante denotar que el rol del maestro era bien reconocido y
figuraba como un actor elemental en el proceso educativo.
Comprendió desde entonces la ingente necesidad de combatir a toda costa por la
reforma escolar, procurando dar unidad y homogeneidad a las diversas ideas que
comenzaban a aparecer, y popularizando los modernos libros sobre la materia,
traduciendo y editando aquellos que por el idioma en que estaban escritos o por su
elevado precio sólo podían ser patrimonio de unos cuantos maestros.

Carrillo consideró que la educación pública no mejoraría en calidad mientras México


no tuviera mejores maestros; el secreto, pues, estaba en la enseñanza, en el maestro.

En 1905 se creó la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, encabezada por


Justo Sierra, y en 1910 empezó a funcionar la Universidad Nacional de México (cuyo
titular fue también Justo Sierra), reuniendo a algunas escuelas que operaban desde
1894. En el campo, las pocas escuelas que funcionaban estaban en los pueblos y las
haciendas que trabajaban en condiciones muy primitivas; por desgracia no tuvieron
mayor impacto en la población. La Iglesia, por su parte, no expandió su labor educativa,
sólo contaba con el 4% de los planteles existentes para 1910. La centralización era un
problema importante, y al utilizar este término me refiero no solo a la Ciudad de
México sino también a las capitales que opacaban (como ahora) a las comunidades
rurales.
Al final de este periodo, con la promulgación de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos de 1917, se otorgó por primera vez rango constitucional al derecho
que todo ciudadano mexicano tiene para recibir una educación laica, obligatoria y
gratuita. Asimismo, se otorgaron mayores facultades educativas al Estado para
coordinar y vigilar el funcionamiento de escuelas públicas y privadas.

Al darle un rango institucional considero que si se dio un paso importante en la


formalidad de la educación y se unificaron muchos términos y métodos alrededor de
ella. Con relación a la centralización como ahora sigue siendo un problema. A pesar de
contar con tecnología que puede ayudar a la descentralización educativa considero
que los recursos no están correctamente aplicados. No es que no se le preste atención
a la educación rural, de hecho, ha tenido un auge, junto con la inclusión, muy
importante, pero desgraciadamente la distribución y uso de los recursos no es la
correcta. Se busca crear planes “modernos” que implementen tecnología en zonas
rurales, otorgando tabletas o computadoras, cuando muchas veces las escuelas no
cuentan ni con agua potable, mucho menos luz eléctrica. El comprender la realidad de
nuestra educación es fundamental para crear planes apropiados que sean realmente
útiles y logren un cambio. La ideología creada en esa época me parece muy valiosa, con
base en 3 pedagogos previamente mencionados, en donde sus ideas si implicaban un
cambio social y la búsqueda de la difusión de la información con libros de texto también
es valioso, pero creo que el cambio que no se logró nos habla de un presente arrastrado
por un pasado, donde los planes de continuidad son mínimos, el monitoreo de trabajo
para validar el correcto funcionamiento y aplicación de los contenidos tampoco existía.

LA VIDA INTELECTUAL

Ayudada por esta prosperidad floreció la poesía


(Manuel Acuña, Rosas Moreno, Juan de Dios
reza, Manuel M. Flores, Gui­llermo Prieto,
Montes de Oca, Pagaza, Gutiérrez Najera,
Manuel J. Othón, Salvador Díaz Mirón y Amado
Nervo) la novela (Manuel Payno, Angel de
Cam­po), la oratoria (Jesús Urueta, Olaguíbel, Lozano y Querido Moheno), la his­toria
(Orozco y Berra, García Icazbalceta, Nicolás León, Bulnes y Rabasa). El periodismo tuvo
singular importancia. El periódico El Imparcial, fundado en 1896, introdujo técnicas
modernas, bajo la dirección de Reyes Spín­dola. Fue mucho tiempo periódico
gobiernista. Entre los diarios independientes, cabe recordar el diario El Hogar, de
Filomeno Mata y El Tiempo, de Victoriano Agüeros. Más tarde apareció El País, de
orientación católica. Las publicaciones periódicas literarias más importantes fueron la
Revista Azull y la Revista Moderna. En esta época hubo dos notables geólogos: Antonio
del Castillo y Mariano Villada. En el ramo del derecho, descollaron: Vallarta, Wistano
Luís Orozco, Ver­dugo y Alarcón, Labastida, Pallares, Aspiroz, Manuel Dublán y Montiel
y Bárcena, y dos grandes biólogos y botánicos José N. Rovirosa y Manuel M. Duarte.
Fueron arquitectos notables: Antonio M. Anza, Manuel Calderón, Emilio Dondé,
Manuel Gorozpe, Francisco M. Jiménez, Miguel Noroña, Guillermo He­redia y Jesús F.
Contreras. Entre los pintores, brillaron: Félix Parra, Manuel Ocaranza, lbarrarán y
Ponce, Gonzalo Carrasco, Gedovius y Saturnino Herrán. El Teatro Nacional, el
Hemiciclo a Juárez, el Monumento a Cuauhtémoc, las iglesias de San Felipe y la
Sagrada Familia, etc., son obras erigidas en la época del porfirismo. En la música fue
célebre el grupo de "Los Seis" ( Campo, Castro, Hernández Acevedo. Villanueva, J.
Meneses y Quezada). Además, Elorduy y V. M. Preza. La medicina contó con tres
eminencias: Martínez del Río (notable ciruja­no), Rafael Lucio (distinguido catedrático
de patología interna) y Rafael La­vista (que destacó por sus magníficos estudios sobre la
coxalgia y la que­ratitis).

LOS CIENTÍFICOS

Fue Gabino Barreda quien introdujo el


positivismo en México. Cuando fundó la Escuela
Preparatoria, creó un semillero de altos
funcionarios e intelectuales que se adaptaron a
las condiciones del régimen porfirista, fueron
parte de su gabinete y le dieron cobertura
ideológica.
Popularmente, estos personajes se conocieron como los “científicos”, pues su discurso
exaltaba el conocimiento de las ciencias y la experimentación para responder a la
realidad de la época y justificar todos los actos represivos y de despojo contra el pueblo
y a favor de los terratenientes y de los empresarios del siglo XIX. Toda la acción de los
“científicos”, que no eran tales, buscaba justificar las atrocidades del porfiriato.

Estos “científicos”, liderados por el “francés” y líder de los aristócratas José Yves
Limantour, Rosendo Pineda, Justo Sierra, los Creel, los Bulnes, los Zamacona, los
Pombo, los Corral, entre otros, hacían ideología para justificar las brutales acciones de
Porfirio Díaz. Eran particularmente afectos al tráfico de influencias y “científicamente”
enriquecidos con los generosos premios que les otorgaban el porfiriato por sus
servicios.

LA ESCUELA MODELO DE ORIZABA

La Escuela Modelo

El 5 de Febrero de 1883 se fundó en


Orizaba, bajo la dirección del ilustre
pedagogo Don Enrique Laubscher, la
“Escuela Modelo de Orizaba” que fue
punta de lanza en la reforma educativa
de México.

Poniendo en práctica los novedosos


métodos de enseñanza del prestigiado maestro, esta escuela fue cuna o semillero de
profesores y académicos que, de acuerdo a los congresos de instrucción pública de
1889 y 1891, a la Pedagogía Social del Maestro Justo Sierra y a las ideas liberales de
Don Gabino Barreda, dieron un nuevo enfoque a la enseñanza normal en nuestro país,
para poder encausarlo dentro del proceso evolutivo que tomó su impulso a finales del
siglo XIX y principios del siglo XX.
VIDA Y OBRA DE ENRIQUE LAUBSCHER

Nació en Wachenheim, Baviera, Alemania, en 1837.


Murió en la ciudad de México, en 1890.
Estudió en la Escuela Normal de kaiserslautern y en
la Universidad de Halle. Ejerció como profesor en
Alemania y en 1872 se trasladó a nuestro país
estableciéndose en la región veracruzana de los
Tuxtlas, en donde trabajó como maestro, después
fue director del colegio "Esperanza" del puerto de
Veracruz, pasando luego a Alvarado.
A partir de sus experiencias previas y sus conocimientos pedagógicos, introdujo una
serie de reformas a la enseñanza, entre las cuales destacaron: la proscripción de la
enseñanza mutua (de tipo lancasteriano) y la implantación del método simultáneo; la
abolición de la instrucción memorística y la substitución por clases orales, objetivas y
experimentales; la introducción del fonetismo, de ejercicios físicos y juegos
recreativos; la promoción del Kindergarden para atender a niños pequeños; el
establecimiento de talleres y prácticas agrícolas.
Con el apoyo del gobierno del estado, en 1883 fundó la Escuela Modelo de Orizaba, en
donde puso en práctica sus ideas y recursos pedagógicos, principalmente la enseñanza
objetiva. Asociado con Rébsamen, estableció la Academia Normal para profesores en
Orizaba, con cursos teórico-prácticos que beneficiaron no solamente a los docentes de
la región, sino también a muchos otros que llegaron de lejanos lugares.
Distanciado de Rébsamen, pasó a México como director de la primaria anexa a la
Escuela Normal fundada en 1887. Fue invitado por diferentes entidades para
reorganizar la enseñanza, pasando entonces a Chihuahua en 1889 donde ocupó cargos
directivos y estableció nuevas cátedras acordes con las reformas que en esa época se
producían en materia de pedagogía. No pudo cumplir una encomienda similar en
Oaxaca, ya que en el camino a esa ciudad le sorprendió la muerte.
Obra: La escuela Modelo de Orizaba. Plan de estudios y Programa; La Hoja de Doblar de
Froebel, como elemento demostrativo de la enseñanza objetiva para las escuelas elementales
su obra escrita destacan: Escribir y leer y Guía del maestro de aritmética para los
pequeños.

VIDA Y OBRA DE ENRIQUE C. REBSAMEN


Enrique Conrado Rébsamen Egloff, nació el 8 de febrero de
1857 en Kreuzlingen, Suiza. Fue un destacado educador
mexicano nacido en Suiza cuyas reformas educativas
influyeron de manera decisiva en el sistema educativo actual
de México. Su formación está fuertemente influenciada por
el área de la pedagogía. Obtuvo diplomas para servir como
profesor de primaria y de escuelas secundarias. También tuvo
una amplia preparación en las áreas de comercio, en idiomas,
en botánica, geología y paleontología. Estudió la carrera de
maestro y se graduó en la Universidad Zurich. Dedicado a la pedagogía, enseña y
estudia en Baviera, Inglaterra y Francia.

En aquel momento el entonces Presidente de la República, Porfirio Díaz, se interesó


por el trabajo del pedagogo Enrique Rébsamen y lo recomendó con el Gobernador de
Veracruz, Juan de la Luz Enríquez, quien manejaba un proyecto educativo estatal de
grandes alcances.

Con una carta para Ignacio Manuel Altamirano, llegó a México a los 26 años en 1885. El
gobernador de Veracruz, Gral. Enríquez, lo manda a Orizaba para organizar un curso
rápido en la formación de maestros para la Escuela Modelo. Siendo precursor de los
modernos cursos de capacitación. En Veracruz Rébsamen inicio el despliegue hacia
otros ámbitos de una trascendente obra educativa para el México del siglo veinte, a
partir de ahí Rébsamen y sus discípulos, proyectaron a Veracruz en el plano nacional, e
incluso fuera de México como pocas veces a lo largo de la historia del Estado.

En 1886 el Gobernador Enríquez encargó a Rébsamen la creación de una Escuela


Normal en Xalapa y una escuela experimental anexa, que comenzaron a funcionar al
siguiente año con veinticinco estudiantes. Años mas tarde entre los años 1894 y 1900
trabajó en Guanajuato realizando, entre otras, las siguientes acciones: fundó la Escuela
Normal de León el 3 de noviembre de 1894; redactó la Ley y el Reglamento de
Instrucción Primaria a nivel estatal, lo que presentó como modalidad especial la
creación de escuelas modelo en 1895.

Como importantes actos del pedagogo Enrique Rébsamen encontramos que fue pieza
clave para la fundación de las primeras Escuelas Normales, a las que se les consideraba
como cuerpos colegiados capaces de sustentar y dictar la doctrina pedagógica y las
bases científicas que normarían el desarrollo de la educación, principalmente en las
instituciones públicas. Fundó la Academia Normal, fue vocero y propagador
pedagógico de la Escuela Normal de Jalapa en 1885, la escuela Normal de la Ciudad de
México en 1887, en cuyo proyecto trabajó Ignacio M. Altamirano. En 1901 Porfirio
Díaz lo nombró Director General de Enseñanza Normal.

Sus ideas se difundían a través de México Intelectual, periódico de la Escuela Normal


que dirigía. En 1889 representó a Veracruz en el Congreso Pedagógico Nacional, del
que fue vicepresidente. Enrique Rébsamen ocupó un lugar protagónico dentro de la
educación moderna de finales del siglo XIX. Sus aportaciones configuran un
pensamiento precursor de la tematización de la didáctica y del tratamiento curricular
desarrollado a lo largo del siglo XX”. Podría decirse que su pensamiento sigue vigente
con respecto a los postulados de formar hombres libres sin ninguna distinción. En
México, en la Secretaría de Educación Pública, hay una estatua que le rinde perpetuo
homenaje.

Dentro de las aportaciones que dejo para la educación el Maestro Rebsamen se


pueden destacar

● En la Formación de profesores su metodología, destacando la importancia del


profesor en el proceso de enseñanza aprendizaje; la creación de las Escuelas
normales en casi todo el país, para la formación integral de los profesores:
científica, física, emocional y afectiva. Destacaba el aprendizaje y aplicación de
la pedagogía como ciencia de observación y experimentación cotidiana, para
atender el desarrollo de las facultades intelectuales, y morales del niño, y la
adquisición de conocimientos. Del mismo modo la Antropologia pedagógia
referente al conocimiento del niño en los aspectos físicos y psicológicos para
que el profesor pudiera ser exitoso en su labor educativa
● Propuestas de diseño curricular para la enseñanza, con un plan de estudios
integral, señalando la importancia de que las asignaturas respondieran a las
necesidades educativas de los estudiantes, y fundo la revista México Intelectual
para los profesores interesados en el tema,
● Métodos didácticos, implantó en México el Método Rébsamen de
escritura-lectura, o de palabras normales, con el cual muchas generaciones de
mexicanos aprendieron a leer y a escribir, sustituyo el método de deletreo por el
método simultaneo, propuso el uso de dibujos, figuras y objetos reales para la
comprensión significativa, entre otros

Enrique C. Rebsamen un hombre de ideas y reflexiones sobre la educación,


adelantadas a su época, dejo una obra basta, cuyos aportes repercutieron en el
surgimiento de una nueva pedagogía mexicana, cuyos principios siguen presentes y
que cuyo objetivo principal es la educación centrada en la persona, en el desarrollo
libre y creativo del ser humano.

El pedagogo falleció el 8 de abril de 1904 en Xalapa Enríquez, México.

Carlos A. Carrillo

Nació en Córdoba, Veracruz, el 27 de julio de 1855.


Murió en la ciudad de México, el 3 de marzo de 1893.
Abogado y educador. Estudió en el seminario y luego en
el Colegio del Estado. Profesor de la Escuela Normal de
Jalapa; en México fundó la Sociedad Mexicana de
Estudios Pedagógicos. La mayor parte de su vida la
dedicó al magisterio.

No se precisan los datos de sus estudios ni de la formación profesional. Su contacto con


la educación fue a través de una imprenta donde trabajaba en Coatepec, Veracruz, al
publicar, una serie de libros cuyo titulo general era Curso de educación e instrucción y
los autores como Carpentier y Charles Fanng Delon . Don Antonio Macías Rebolledo,
dueño de la imprenta, también era un político preocupado por la educación por lo que
en 1883, bajo la dirección de Carrillo impulsaron la revista El Instructor la cual se
convirtió, después de dos años de vida, en una revista llamada Reforma de la escuela
elemental y en cuyo contenido se encontraban ideas de Fröebel, Locke, Flores, Guillé,
Girard, Comenio, Rousseau, Horner, Baldwin, Pestalozzi, entre otros.

Carlos A. Carrillo realizó la traducción de obras muy importantes como son Principio y
práctica de la enseñanza de Johonnot; Lecciones de cosas de Sheldon; Primeras
nociones de economía política de Mac Vivar y de Horner tradujo del alemán al español
Nociones de metodología. En su producción escrita dejo muchos artículos de contenido
pedagógico que fueron publicados en 1907, después de su muerte, gracias al interés de
Daniel Delgadillo y Gregorio Torres Quintero que lo admiraban, llegando a
considerarlo dentro de lo más destacado del país en el campo de la pedagogía. Fue
autor del Curso elemental de la lengua española dirigido a la escuela elemental, el
objetivo del libro era enseñar el lenguaje independientemente de la gramática. Sus
artículos han sido traducidos al alemán y reproducidos en Sudamérica.

Fue un defensor de la igualdad en el trabajo docente de maestros y maestras y por lo


tanto, expresaba que los salarios no deberían ser diferentes. Impulsó el crecimiento de
las escuelas públicas que en su época eran pocas y poco nivel. Se manifestó en contra
de los colegios preparatorios pues los egresados en profesiones liberales eran
numerosos para los requerimientos de la sociedad y al no encontrar trabajo se
propiciaba la pobreza, la inmoralidad en la práctica profesional y la corrupción.

Se desempeñó como director de la escuela primaria anexa a la normal; tuvo otros


cargos dentro del magisterio.

REFORMA DE LA ESCUELA ELEMENTAL

La Reforma de la Escuela Elemental, cuyo número


inicial apareció el 1° de diciembre de 1885, bajo este
epígrafe de Julio Simón. "El pueblo que tiene mayor
número de escuelas y escuelas mejor organizadas,
es el pueblo más grande del mundo. Si no lo es ahora,
lo será mañana".
La Reforma de la Escuela Elemental vino a transformar e impulsar las pu­blicaciones
pedagógicas. Sus artículos fueron siempre oportunos y de la más pura y avanzada
doctrina educativa. "El notable caudal de conocimientos que Carrillo había recogido,
no sólo en las obras didácticas de mayor renombre en Alemania, Suecia, Bélgica,
Francia y Estados Unidos, sino en las publica­ciones que diariamente recibía, su
intuición de maestro y experiencia personal, su grande amor a la niñez y la escuela, su
desinterés, su abnegación, todo puso al servicio del profesorado nacional en las páginas
de su flamante perió­dico durante cerca de seis años (de diciembre de 1885 a mayo de
1891)"

La revista se ocupó de todas las cuestiones importantes de la época: orga­nización y


administración de escuelas, legislación y presupuestos, bibliotecas, didáctica general y
especial, historia de la pedagogía, libros de texto, progra­mas.

Joaquín Baranda

Nació en Mérida, Yucatán, el 7 de mayo de 1840; se enfocó en


criticar al gobierno de su pueblo natal, lo que ocasionó su
destierro al estado de Tamaulipas.

En Matamoros se desempeñó como juez de lo Civil, de lo Criminal


y de Hacienda, y como secretario general del gobierno
tamaulipeco. Al triunfo de la República fungió como diputado al
Congreso de la Unión por varios periodos. Fue nombrado
presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Campeche.

En 1871 ocupó la gubernatura de Campeche; su buen desempeño le permitió


reelegirse en 1875. En 1881 fue designado magistrado del Circuito del Sureste y poco
después electo senador por el Distrito Federal.

Entre sus logros como titular de la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública se


pueden mencionar: la expedición del Código Civil, de Comercio y de Procedimientos
Civiles, la inauguración de la Normal de Profesores y Profesoras, la convocatoria a dos
congresos pedagógicos, la ley reglamentaria de Instrucción Pública y la creación de la
Procuraduría General de la República.

Murió en la Ciudad de México, el 21 de mayo de 1909. Sus restos fueron inhumados el


29 de junio de 1981 en la Rotonda de las Personas Ilustres.

Obras:

Entre sus escritos se encuentran:

● Los derechos diferenciales (1868)


● La cuestión de Belice (1873)
● Discursos, obras diversas (1845)
● Algunos discursos patrióticos (1899)
● Recordaciones históricas.

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