Clasificacion de Medicamentos

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Clasificacion de medicamentos.

Existen diversos criterios para clasificar a los fármacos, como el código ATC (Anatómico,

Terapéutico, Químico) que utiliza la OMS u otros más simples, como los que se guían por su

forma farmacéutica (sólido, líquida...), varias clasificaciones para los medicamentos, de las cuales

la más comúnmente aceptada es aquella que se basa en las principales acciones farmacológicas o

usos terapéuticos de los mismos. Los medicamentos se pueden clasificar de acuerdo a la vía de

administración, indicación, presentación o por su forma molecular.

Según su vía de administración.

— Orales: cápsulas, jarabes, tabletas, grageas, elixir, etc

— Intramuscular: ampollas y viales

— Intravenosas: ampollas y viales

— Rectales y vaginales: supositorios, enemas y óvulos.

— Tópicos: pomadas, cremas, geles, lociones, ungüentos.

— Intradérmicas: insulinas, anticonceptivos.

— Soluciones ópticas: gotas y spray

— Soluciones oftálmicas y nasales: gotas y colirios. Intramuscular: ampollas y viales

Según la indicación

1. Analgésicos.

En este grupo de tipos de medicamentos se encuentran todos los fármacos que tienen como

finalidad aliviar el dolor físico, ya sea de cabeza, de articulaciones o cualquiera. Su catálogo se

puede dividir en dos grandes familias: los opiáceos y los no opiáceos.

Los primeros son de acción más potente, no están permitidos en la automedicación y pueden

generar dependencia (como la morfina); mientras que los segundos son todo lo contrario, e

incluyen tanto los AntiInflamatorios No Esteroides (AINE), como el ibuprofeno y la aspirina o el


paracetamol. Entre los efectos secundarios generales de los AINES están que favorecen el

desarrollo de úlceras, pueden provocar complicaciones renales y aumentar la presión sanguínea.

2. Antiácidos y antiulcerosos.

Dos grupos distintos de tipos de medicamentos, pero que comparten funciones similares: la

disminución de las secreciones gástricas. Si disminuye la acidez, se previene la aparición de

úlceras. Un ejemplo conocido es el Omeprazol.

En estos fármacos, los efectos secundarios más importantes son las alteraciones del tránsito

intestinal (diarrea o estreñimiento).

3. Antialérgicos.

En esta categoría se agrupan fármacos que tienen la finalidad de combatir los efectos negativos

de las reacciones alérgicas o la hipersensibilidad.

Los más populares son los fármacos de la familia de antihistamínicos, cuyo mecanismo de acción

influye sobre la histamina, la cual tiene un importante papel en las alergias. Sus reacciones

adversas son mínimas, pero puede ocasionar diarrea, somnolencia, fatiga o cefaleas.

4. Antidiarreicos y laxantes.

Los antidiarreicos son tipos de medicamentos que tienen como propósito aliviar y detener los

efectos de la diarrea. Los más utilizados actualmente son fármacos que inhiben la motilidad del

intestino, lo que favorece la retención para conseguir una mayor consistencia y volumen en las

heces. Las reacciones adversas de estos fármacos son mínimas, aunque se han registrado algunas

como el dolor abdominal o el estreñimiento.

En cambio, los laxantes son recetados para el caso contrario, en otras palabras, para resolver

problemas de estreñimiento por un aumento del movimiento intestinal o por lubricación. Su uso

debe ser moderado y como apoyo, porque un tratamiento prolongado hace que el intestino no

trabaje correctamente, disminuyendo su capacidad de absorción de nutrientes.


5. Antiinfecciosos

Este tipo de medicamentos están recetados para hacer frente a infecciones. Dependiendo del

agente infeccioso, se clasifican en antibióticos (contra bacterias), antifúngicos (contra hongos),

antivirales (contra virus) y antiparasitarios (contra parásitos).

La automedicación no está aconsejada, por lo que siempre se necesita receta médica. El mayor

efecto secundario, sobre todo en el caso de los antibióticos, es que ejercen una selección artificial

sobre los agentes infecciosos.

Por ejemplo, en el caso de las bacterias, dentro de una mismo tipo de bacteria, pueden existir

cepas que resisten el efecto de un antibiótico concreto. Al utilizar ese antibiótico de forma

abusiva, mueren todas las bacterias salvo las que presentan resistencia, por lo que al final dejará

de tener efecto.

6. Antiinflamatorios.

Como el propio nombre indica, son fármacos que tienen como finalidad reducir los efecto de la

inflamación. Los más recetados son los catalogados como AINES, que además de disminuir la

inflamación, tienen efectos analgésicos.

7. Antipiréticos

Los fármacos antipiréticos son un tipo de medicamentos que tienen la capacidad de reducir la

fiebre. Entre los más conocidos están la aspirina, el ibuprofeno y el paracetamol, que también

presentan otras funciones.

De forma general, como AINES que son los dos primeros, pueden generar problemas en el

aparato digestivo, a diferencia del paracetamol.

8. Antitusivos y mucolíticos
Son fármacos que se recetan para tratar de reducir la tos no productiva, es decir, que no libera

mucosidad. Se debe tener sumo cuidado con su dosis, ya que algunos de ellos, como la codeína,

producen adicción.

En cuanto a los mucolíticos, son medicamentos que se recomiendan cuando la mucosidad

dificulta una respiración correcta. Sus efectos secundarios son menores, como cefaleas o

reacciones alérgicas.

Por su estructura molecular.

Opiáceos.

Alcohólicos.

AINES.

Barbitúricos.

Clasificación de los medicamentos según su presentación (forma farmacéutica).

La forma farmacéutica es la disposición individualizada a que se adaptan los fármacos (principios

activos) y excipientes (materia farmacológicamente inactiva) para constituir un medicamento. O

dicho de otra forma, la disposición externa que se da a las sustancias medicamentosas para

facilitar su administración.

Las diferentes formas farmacéuticas existentes en la actualidad son: sólido, semisólido, líquido y

gaseoso. A continuación las iremos describiendo para que podáis conocerlas algo mejor.

1. Formas farmacéuticas sólidas.

Se incluyen los polvos (que pueden estar encapsulados), papeles, oleosacaruros, granulados y

cápsulas. Estas últimas pueden ser duras, elásticas o perlas. También se incluyen en esta categoría

los sellos, tabletas o comprimidos, píldoras, extractos, y por último, los supositorios.

2. Formas farmacéuticas semisólidas.

Compuestas por las pomadas, las pastas y las cremas, así como las jaleas y los emplastos.
3. Formas farmacéuticas líquidas.

Soluciones, aguas aromáticas, inyecciones, jarabes, pociones, mucílagos, emulsiones,

suspensiones, colirios, lociones, tinturas y extractos fluidos. También podemos incluir los

elixires, vinos medicinales, linimentos, y el colodión.

4. Formas farmacéuticas gaseosas.

Aparte del oxígeno y el óxido nitroso existen otras formas farmacéuticas gaseosas, tales como los

aerosoles, dispersiones finas de un líquido o sólido en un gas en forma de niebla.

Referencias.

Wayback Machine. (s.f.). Recuperado 30 noviembre, 2019, recuperado de

https://web.archive.org/web/20081203045559/http://www.uam.es/departamentos/medicina/

farmacologia/especifica/F_General/sem1.pdf

EcuRed. (s.f.). Clasificación de los medicamentos. Recuperado 30 noviembre, 2019, de

https://www.ecured.cu/Clasificaci%C3%B3n_de_los_medicamentos

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