Crecimiento 2 Clase 5
Crecimiento 2 Clase 5
Crecimiento 2 Clase 5
Veremos como ser dóciles al llamado de Dios y como distinguir cuando El es quien nos guía
Desde el momento de nuestro encuentro con el Señor, nos hemos dado cuenta que nuestra vida
ha cambiado. En algunas cosas, estos cambios con más notorios que otros, y esto se debe a la
apertura que cada uno va teniendo para escuchar la voz de Dios. (Jn 10:14)
Y ahora, si damos una mirada hacía atrás, viendo el camino largo o corto que hemos recorrido de
la mano del Señor, nos daremos cuenta de que Dios ha dirigido nuestros pasos aún sin que
nosotros, en muchos casos, nos hayamos dado cuenta. A esto lo podemos llamar
Y lo más maravilloso de Dios como Padre, es que a pesar de que nosotros somos tercos, necios y
reacios a seguir al dictado de Dios, el camino que El quiere que recorramos, aún así, a pesar de
todo esto en su amor infinito por nosotros, siempre nos ayuda como lo dice en una de sus
promesas Isaías 41:10
Nuestra ceguera y necedad a menudo hace que “erremos el blanco” y en la Biblia a esto se le
llama PECADO. Jesús al no querer que nosotros fallemos, manda la promesa, el E.S, quien viene en
plenitud a nosotros, se convierte en nuestro maestro, el cual nos ayudará en nuestro camino
Pero el Señor quiere que nosotros de forma consciente, distingamos su voz y para eso, nos ha
dejado sus instrucciones.
Así como un Padre tratará de guiar a su hijo por el mejor camino, Dios quiere guiarnos a través de
un camino perfectamente trazado para nosotros.
B) DÓNDE COMENZAR
Jesús les enseñó a sus discípulos muchas cosas, a fin de prepararlos para la tarea que les iba a
asignar, les enseñó a orar, a comprender las escrituras y les prometió el E.S que los guiaría a toda
verdad (Jn 16:13)
El Espíritu Santo guía a Pablo, como a los otros apóstoles, para que nos transmitieran el plan de
Dios, veremos estos pasos para dejarnos guiar en Rom 12:12-13
En primer lugar, debemos saber que si es posible conocer la voluntad de Dios, y por lo tanto su
dirección, y que es necesario que renunciemos a toda otra forma de dirección, hay que distinguir
la sabiduría de Dios y la terrenal, carnal o diabólica
Uno de los medios que Dios usa para guiarnos es su Palabra. La voluntad de Dios acerca de muchas
cosas esta revelada en la Biblia.
La inspiración del E.S es la principal forma de dirección del Señor, ya que nos va a dar testimonio
interior acerca de la voluntad de Dios, a veces por una palabra, una lectura, un deseo de hacer una
u otra cosa con el Señor y por El. Su acción en nosotros se irá manifestando por medio de la PAZ
DE DIOS. El E.S nos guiará siempre conforme a la palabra de Dios.
La Palabra de Dios es nuestra guía externa, ya que Dios nunca dará una orden que vaya en contra
de lo que está escrito en la Biblia, quiere decir que la biblia es una de las principales fuentes para
guiar para nuestras vidas.
Las circunstancias. Dios nos va a guiar por medios comunes, es decir, tendremos a veces varios
caminos entre los cuales tengamos que elegir y debemos orar para que el Señor cierre la puerta
por donde no debemos pasar. Pero para distinguir cual es la voluntad de Dios al decidirnos, dadas
las circunstancias que se nos presentan.
Pero ojo, no debemos dejar las circunstancias nos manejen a nosotros, sino pedir siempre a Dios
que esas circunstancias cambien según su voluntad, y confiar en que El va a actuar.
Debemos analizar los posibles impedimentos que hay, para recibir la guía de Dios, y procuremos
alejarnos de estos.
1. Pecado. Al apartarnos de la amistad con Dios, nos evita entender su dirección (1 Cor 2:14)
2. Egoísmo. Provoca el endurecimiento del corazón. (Mt 16:24)
3. Desobediencia. Indica soberbia, o autosuficiencia. Hay que obedecer de buena gana.
4. Hipocresía. Tomar una decisión sin tener la más remota intención de seguir la voluntad de
Dios. Mt 23:13
5. Impaciencia. Dios tiene un tiempo para cada cosa en su plan perfecto. Ec 3:9-11
6. Orgullo. No reconocer nuestras faltas. Jn 3:30
D) DONES Y PRODIGIOS
Estamos bautizados en el E.S, somos miembros activos del Cuerpo de Cristo, y El va a repartir sus
dones, conforme su voluntad y a través de estos dones también recibiremos dirección, por
ejemplo:
No olvidemos que el Señor a veces obra de una manera extraordinaria, por medio de un Ángel, un
sueño, o por un milagro, como una curación instantánea.
San Pablo dijo, somos colaboradores de Dios, no debemos trabajar por nosotros mismos, diciendo
que es por el Señor, debemos trabajar con, por y en el Señor. Tenemos una misión que cumplir, y
lo haremos bien mientras estemos guiados por Dios.