Popolvuh 7B
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“Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde
siempre has llegado…”
Primera Parte
Capítulo Primero
-- ¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe
[el espacio], que surja la tierra y que se afirme! Así dijeron.
¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni
grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura
humana, el hombre formado. Así dijeron.
Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la
creación de la tierra: -- ¡Tierra! -- dijeron, y al instante fue hecha.
Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del
Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son llamados los que primero la
fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba
sumergida dentro del agua.
Capítulo II
De esta manera los Progenitores les dieron sus habitaciones a los animales
de la tierra. Y estando terminada la creación de todos los cuadrúpedos y
las aves, les fue dicho a los cuadrúpedos y pájaros por elCreador y el
Formador y los Progenitores:
Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban,
cacareaban y gramaban; no se manifestó la forma de sulenguaje, y cada
uno gritaba de manera diferente.
Así, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar al
hombre por el Creador, el Formador y los Progenitores.
Tú, maíz; tú, tzité; tú, suerte; tú, criatura; ¡uníos, ayuntaos! les dijeron
al maíz, al tzité, a la suerte, a la criatura. ¡Ven a sacrificar aquí, Corazón
del Cielo; no castiguéis a Tepeu y Gucumatz!
Capítulo III
Una inundación fue producida por el Corazón del Cielo; un gran diluvio
se formó, que cayó sobre las cabezas de los muñecos de palo.
De tzité se hizo la carne del hombre, pero cuando la mujer fue labrada
por el Creador y el Formador, se hizo de espadaña la carne de la mujer.
Estos materiales quisieron el Creador y el Formador que entraran en su
composición.
Y he aquí que sus perros hablaron y les dijeron : -- ¿Por qué no nosdabais
nuestra comida? Apenas estábamos mirando y ya nos arrojabais de
vuestro lado y nos echabais fuera. Siempre teníais listo un palo para
pegarnos mientras comíais.
Y a su vez sus comales, sus ollas les hablaron así : -- Dolor y sufrimiento
nos causabais. Nuestra boca y nuestras caras estaban tiznadas, siempre
estábamos puestos sobre el fuego y nos quemabaiscomo si no sintiéramos
dolor. Ahora probaréis vosotros, os quemaremos
-- dijeron sus ollas, y todos les destrozaron las caras. Las piedras del
hogar que estaban amontonadas, se arrojaron directamente desde el
fuego contra sus cabezas causándoles dolor.
Así fue la ruina de los hombres que habían sido creados y formados, de
los hombres hechos para ser destruidos y aniquilados: a todos les fueron
destrozadas las bocas y las caras.
Y dicen que la descendencia de aquellos son los monos que existen ahora
en los bosques; éstos son la muestra de aquellos, porque sólo depalo
fue hecha su carne por el Creador y el Formador.
Segunda Parte
Capítulo X
(...)
Capítulo XI
Tercera Parte
Capítulo I
Poco faltaba para que el sol, la luna y las estrellas aparecieran sobre los
Creadores y Formadores.
Estos son los nombres de los animales que trajeron la comida: Yac [el
gato de monte], Utiú [el coyote], Quel [una cotorra vulgarmente llamada
chocoyo] y Hoh [el cuervo]. Estos cuatro animales les dieron la noticia de
las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, les dijeron que fueran a
Paxil y les enseñaron el camino de Paxil.
Y así encontraron la comida y ésta fue la que entró en la carne del hombre
creado, del hombre formado; ésta fue su sangre, de ésta se hizo la sangre
del hombre. Así entró el maíz [en la formación del hombre] porobra de
los Progenitores.
Capítulo II
Estos son los nombres de los primeros hombres que fueron creados y
formados: el primer hombre fue Balam-Quitzé, el segundo Balam-Acab,
el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui-Balam.
Grande era su sabiduría; su vista llegaba hasta los bosques, las rocas,
los lagos, los mares, las montañas y los valles. En verdad eran hombres
admirables Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam.
-- Refrenemos un poco sus deseos, pues no está bien lo que vemos. ¿Por
ventura se han de igualar ellos a nosotros, sus autores, que podemos abarcar
grandes distancias, que lo sabemos y vemos todo?
Entonces el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos, los cuales
se empañaron como cuando se sopla sobre la luna de un espejo. Sus ojos
se velaron y sólo pudieron ver lo que estaba cerca, sólo esto era claro
para ellos.