Cuadernillo Tercero Listo
Cuadernillo Tercero Listo
Cuadernillo Tercero Listo
ALUMNO:……………………………………………………………….
CICLO LECTIVO
………………….
Recordamos algunos conceptos…
El texto.
Los textos están formados por un conjunto de oraciones, así como las ciudades tienen
casas, edificios, plazas y demás. Es decir, ambos constituyen un todo que puede ser
analizado en unidades menores relacionadas entre sí de distintas maneras.
Esta relación es necesaria porque caso contrario no se puede decir que se está frente
a un texto.
Lea el siguiente ejemplo:
El hombre caminaba lentamente. Había una vez un hada que transformaba las cosas en
personas. El club Racing tiene graves problemas económicos.
¿Cuáles son las normas que tienen que respetar el texto? Propiedades textuales
Una de las primeras normas que hay que tener en cuenta es que las oraciones de un
texto deben estar relacionadas; tienen que funcionar como las distintas piezas de un
rompecabezas que se unen unas con otras para poder formar la figura diseñada. En los
textos, las palabras y las oraciones deben establecer relaciones que permitan que un
lector entienda aquello que lee o que un oyente comprenda a su interlocutor mientras
éste habla. Este fenómeno se denomina cohesión
Además de estar relacionadas entre sí mediantes recursos cohesivos, las oraciones
forman un texto sólo si poseen un sentido global. Esta propiedad se denomina
Coherencia.
El texto es coherente si las oraciones que lo conforman van construyendo una red de
sentido. Es decir, cuando tiene un tema global, habitualmente denominado
microestructura, que se manifiesta mediante el desarrollo de sucesivos subtemas.
La tercera propiedad de los textos es la adecuación. A diferencia de la coherencia y
de la cohesión (que son propiedades aisladas del contexto), esta se relaciona con la
emisión. Dado que todos los textos se insertan en situaciones comunicativas
específicas atravesadas por determinadas convenciones sociales, para que el
propósito comunicativo se cumpla, el lenguaje utilizado debe adecuarse a esas
situaciones. En resumen la adecuación es la propiedad del texto que determina cómo
debe usarse el lenguaje en función de cada situación comunicativa.
Fue el primer animal que vi, casi treinta horas después de estar en la balsa. La
aleta de un tiburón infunde terror porque uno conoce la velocidad de la fiera.
CUADERNILLO TEÓRICO PRÁCTICO DE LENGUA- TERCER AÑO Página 4
Cohesión léxico gramatical
complemento complemento
sujeto preposicional
directo indirecto
1ª
yo me mí
persona
2ª
tú, vos te ti
singular persona
* Los pronombres de cortesía son usted y ustedes en español. Se utilizan para referirse al
interlocutor de manera respetuosa en singular o en plural, según sean una o varias personas,
acompañando al verbo conjugado en la tercera persona singular o plural.
Ejemplo:
tú cantas → vos cantás
usted come → vos comés
1.ª persona mío, -a nuestro, -a 1.ª persona míos, -as nuestros, -as
2.ª persona tuyo, -a vuestro, -a 2.ª persona tuyos, -as vuestros, -as
3.ª persona suyo, -a suyo, -a 3.ª persona suyos, -as suyos, -as
adverbio masc. sing. masc. pl. fem. sing. fem. pl. neutro
aquí, acá éste éstos ésta éstas esto
ahí, allí ése ésos ésa ésas eso
allá aquél aquéllos aquélla aquéllas aquello
Los pronombres que dependen del discurso son aquellos que adquieren su sentido a
partir de la palabra que los rodea, es decir, a partir de su cotexto.
demasiado demás
todo nada
tanto nadie
Pronombres relativos
En español pueden hacer de pronombres relativos los siguientes pronombres:
(el / la / los / las) que,
quien / quienes,
cuyo / cuya / cuyos / cuyas,
el cual / la cual / los cuales / las cuales,
Deben diferenciarse los pronombres relativos de los llamados "adverbios
relativos" cuanto / cuanta / cuantos / cuantas = todo lo que / toda la que /todos los que
/ todas las que, donde, adonde, como
Pronombres relativos
Ejemplos:
El chico que vi.
No sé quién robó el dinero.
El hombre cuyo padre se puso enfermo ha venido.
La casa donde fui.
Todo cuanto tenía se lo entregué.
✔ Elipsis:
Es una forma especial de sustitución en la que el sustituto es ø. Sólo es posible
cuando el elemento omitido es plenamente identificable. La elipsis permite la anulación
de la repetición, alivia la superficie textual. Permite ahorrar esfuerzo y energía de
procesamiento y significa un deseado equilibrio entre la concisión y la claridad de los
textos. Hay dos tipos:
1) Elipsis nominal: la que se da dentro de los límites del SN. Ejemplo: ―Leeré este
periódico y el otro*periódico te lo llevas‖ (No expresa el núcleo del SN)
2) Elipsis verbal: el lugar que corresponde a una forma verbal sola o, con adyacentes,
está vacío por presuponerse en el contexto verbal situacional: ―Luis no tiene la culpa.
Yo, tampoco* tengo la culpa‖
El mapa conceptual y la red conceptual son diagramas que te ayudarán a entender y/o explicar
un tema específico al realizar conexiones visuales entre elementos que conforman dicho tema.
Estos diagramas cuentan con:
● Cuentan con una estructura proposicional. Esto significa que los mapas y redes
conceptuales relacionan de forma explícita un conjunto de conceptos al exponer
directamente en su estructura. Mediantes ejes conceptuales insertos en las distintas
elipses y frases enlaces colocadas en las flechas.
● Enlaces cruzados. Los enlaces cruzados incluidos en los mapas conceptuales te ayudan a
ver relaciones entre conceptos distantes desde el punto de vista del desarrollo del mapa
conceptual, pero que guardan relación entre sí. Estos enlaces cruzados frecuentemente
representan “saltos creativos” por parte del creador del mapa conceptual, quien está
logrando interconectar puntos dispersos, generando así nuevo conocimiento.
Diferencias.
Por otro lado, la organización de la información puede efectuarse siguiendo diversas formas
de lectura: diagonal, de adentro hacia afuera, en una línea horizontal, a estos tipos de
diagramas se les denomina redes conceptuales.
a) Punto de partida
Tesis
Justificación
Conclusión
Trama: ARGUMENTATIVA
Trama:............................... Trama:………………………………
c) Apertura e) Elementos
Orientación Acciones
Objeto.
Conclusión
Terminación
Trama:……………………….. Trama:……………………………….
Texto N° 1
El ciego
Había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza
blanca, decía:
"POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO".
Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas1 monedas en la gorra.
Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.
Por la tarde el creativo2 volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena1 de billetes
y monedas.
El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué
había escrito.
El publicista2 le contestó:
"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras".
Sonrió y siguió su camino.
El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía:
"HOY ES PRIMAVERA, Y NO PUEDO VERLA.
Texto N° 3
Es innegable el beneficio que3 han traído consigo las redes sociales, en el aspecto de la enorme
facilidad que aportan para la comunicación intercontinental y el traslado en tiempo real de la información.
Pero en los últimos años han traído desordenes y hasta riesgos para los usuarios 5 y para quienes los
rodean. Por principio, las nuevas generaciones, cada vez más obesas, no logran despegarse del asiento
frente al monitor de su3 computadora, otros no despegan sus dedos de sus celulares y BlackBerry,
perdiendo no solo tiempo de interacción real con humanos tangibles, especialmente sus familiares, sino
también4 postergando sus tareas y estudios por preferir seguir obsesivamente la menor tontería que
aparezca en alguna de esas redes sociales, llegando en la mayoría de los casos a caer en la compulsión y
obsesión, entonces se habla ya de adicción a las redes sociales. Esta enfermedad aumenta enormemente, y
miles de personas pierden no sólo materias escolares, algunas el año escolar por completo e incluso el
trabajo, cuando desatienden en su totalidad sus deberes por atender cualquier novedad en las redes,
aunque sea algo totalmente absurdo.
Por otra parte, también aumentan los casos de jóvenes agredidos por otros usuarios, quienes3 los
acosan y suben fotos o videos humillantes de sus incautas víctimas, quienes las más de las veces, dan
información privada a cualquiera que quiera interactuar con ellas, sin pensarlo antes, y solo se enteran del
video o foto, cuando otro conocido les manda la información. Es entonces que se dan cuenta de su error,
pero demasiado tarde: su imagen está dañada y es casi imposible de borrar del Internet. Por eso4 es mejor
usar las redes sociales, solo para lo que fueron hechas, pero cuidando no caer en la adicción ni descuidar
los estudios. Pueden ser muy entretenidas, pero al final, existe el mundo real, y para sobrevivir en él se
necesitan conocimientos reales, fuera de la realidad virtual.
3. Especifique la trama del texto N° 1 del punto anterior. Luego reescriba el texto
usando una trama descriptiva.
Como ves, en el cine no hay muchos movimientos: éste es una ilusión óptica.
¿A qué velocidad se mueven las imágenes ante sus ojos? Cada segundo
aparecen ante ellos veinticuatro imágenes. Esto quiere decir que cuando ves una
película cinematográfica de una hora de duración, desfilan ante tus ojos 86.400
imágenes.
AA. VV., El mundo de los niños.
Cuando vas al cine, lo que estás viendo es una multitud de imágenes fijas. Cada
una de ellas difiere un poco de la anterior. Aparecen ante tus ojos tan
rápidamente una tras otra que no te das cuenta de la movilidad de cada imagen.
Pero sí ves los cambios entre una fotografía y la siguiente, que parecen
mezclarse. Estos cambios son los que te dan la impresión de movimiento.
1- 2- 3- 4- 5-
Práctica N° 2
Lea el texto
Pautas de escritos:
● Los textos debe ser coherentes, debe estar cohesionados y adecuados(
tener la trama, función y registro correspondiente)
● La puntuación y la ortografía debe usarse correctamente.
Cuentan que un día estaba Mullah en la calle, estaba en cuatro patas, estaba
buscando algo, al estar buscando algo se acercó a Mullah un amigo, el amigo
preguntó a Mullah:
– Mullah, ¿buscas algo?
Mullah respondió a un amigo: – Mullah perdió la llave de Mullah.
– Oh, Mullah, qué terrible. Un amigo te ayudará a encontrarla.
El amigo se arrodilló y luego el amigo preguntó:
– ¿Dónde la perdiste?
– En la casa de Mullah casa.
– Entonces, ¿por qué la buscas afuera?
– Porque afuera hay más luz.
Aunque les parezca cómico, ¡Buscar afuera es lo que hacemos con nuestra vida!
Las personas creemos que todo lo que hay que buscar está ahí afuera, a la luz, a la
luz es fácil encontrarlo, cuando las únicas respuestas están en el propio interior. Salgan
a buscarlas afuera, afuera jamás las hallarán…
Leo Buscaglia, libro: «Vivir, amar y
aprender».
Práctica N° 3
Lea el texto
La pulga es un pequeño insecto chupador de sangre que vive como parásito exterior de mamíferos y
aves. Transmite numerosas enfermedades de hombres y animales, como la peste bubónica y el tifus endémico.
El cuerpo de la pulga es lateralmente comprimido. Su cabeza, tórax y abdomen aparecen muy
unidos. Posee antenas a cada lado de la cabeza y ojos poco desarrollados. Carece de alas, pero está dotada de
patas que le permiten saltar.
Las pulgas, en su mayoría, no viven permanentemente en sus hospedadores; algunas especies se
concentran en los nidos.
El ciclo vital de las pulgas supone una metamorfosis completa: el insecto pasa por las fases de larva y
pupa antes de alcanzar la forma adulta. Estos animales ponen uno o dos huevos blanco perla en la piel de sus
hospedadores o en sus nidos. Las larvas carecen de patas y adoptan la forma de gusanos de menos de 6mm.
Al cabo de dos o tres semanas, las larvas elaboran unos capullos de hilos sedosos, en los que pasan su fase de
pupa. Luego emergen como pulgas adultas al cabo de una o varias semanas; el ciclo vital completo dura
habitualmente tres semanas o más. Las pulgas adultas pueden vivir de uno a dos años.
Las pulgas pertenecen al orden de los sifonápteros, que se divide en numerosas familias. Dentro de
éstas se distinguen varios cientos de especies. Una muy común es la pulga de los gatos y perros
(Ctenocehalides canis y C. felis), que puede molestar al hombre en casas o patios cuando se ve privada de su
hospedador. La nigua o chigoe (Tunga penetrans) es una plaga muy nociva de América y África tropicales.
Las llamadas habitualmente “pulgas de arena” son pulgas de perros y gatos que han quedado sin
hospedadores en patios o prados.
El Cielo y el Infierno
En un reino lejano de Oriente se encontraban dos amigos que tenían la curiosidad y
el deseo de saber sobre el Bien y el Mal. Un día, se acercaron a la cabaña del sabio
Lang para hacerle algunas preguntas. Una vez dentro, los dos amigos preguntaron al
sabio:
Díganos: ¿qué diferencia hay entre el cielo y el infierno?…
El sabio contestó: – veo una montaña de arroz recién cocinado, todavía sale humo.
Los palos que utilizan para comer son más largos que sus brazos. Por eso, cuando los
hombres y las mujeres toman el arroz, estos no pueden hacer llegar el arroz a sus
bocas. Entonces, la ansiedad y la frustración cada vez se hacen más grandes.
Más tarde, el sabio proseguía: – Veo también otra montaña de arroz recién cocinado,
todavía sale humo.. Aun así, han decidido darse de comer unos a otros.
✔ Ansiedad
✔ Frustración
✔ Más
✔ Qué
✔ Curiosidad
Práctica N° 4
www.cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/planificacionescrito.
c. ¿La autora comienza el texto con sus palabras? ¿Sí- No? ¿Cómo lo
evidencia?
g.2. ¿Cuál es la actitud que se debe tomar para lograr ser nosotros
mismos?
g.3. ¿Cuáles son las condiciones que nos pueden ayudar a irnos
construyendo como personas y cuáles se nos oponen?
Los argumentos
La opinión que se sustenta recibe el nombre de tesis y las razones que se alegan en su
defensa se denominan argumentos.
Para que la argumentación resulte eficaz, el emisor debe tener presentes las
características y creencias de las personas a las que se dirige; solo así podrá conocer
a qué argumentos son más sensibles. Además, estos deben estar relacionados con la
tesis de tal modo que la aceptación de los argumentos conduzca a la aceptación de la
tesis. En las argumentaciones es frecuente que el emisor se manifieste en su propio
texto (mediante el uso de la primera persona, por ejemplo) y que se refiera
directamente al destinatario con el fin de implicarle en el discurso.
No obstante, a veces el emisor prefiere dar a su argumentación una apariencia de
objetividad y construye su texto en tercera persona.
Texto Argumentativo
Un texto es argumentativo cuando plantea una tesis, es decir, una opinión y la justifica
mediante una serie de argumentos razonables que permiten replantear la tesis en la
conclusión con otras palabras.
La superestructura argumentativa se divide en:
El editorial: no lleva firma, por lo que se entiende que manifiesta la opinión de una
empresa en conjunto. Ocupa un lugar destacado dentro de la publicación. Por lo
general, lo escribe el director, un equipo de redacción o una persona identificada con la
línea ideológica del medio de comunicación en el que se publica.
La carta del lector: son misivas breves, a través de las cuales los lectores denuncian,
comentan, aclaran o elogian hechos de la realidad.
TESIS
puede estar
Práctica N° 5
En muchos de los hechos delictivos que se han cometido en este último tiempo
han participado jóvenes menores de edad, provocando una vez más todo tipo de
comentarios, prejuicios y generalizaciones por parte de la sociedad que se siente
atemorizada por el accionar de la delincuencia juvenil y la poca o nula __________
respuesta de las instituciones al respecto.
Resulta frecuente escuchar a los vecinos afirmar que en las esquinas de sus
barrios “se juntan patoteros a tomar y drogarse”, “que en tal o cual lugar se vende
droga y la policía no hace nada” o que “aquellos no estudian ni trabajan y tienen
zapatillas de 200 pesos”. Y aunque muchas de estas afirmaciones puedan ser
ciertas, es bien sabido que no se puede conducir ninguna investigación seria ni
adoptar las medidas correctas basándose solamente en las
aseveraciones____________________ que dicen fundamentarse en el tan mentado
“sentido común”.
Son muchas las causas de este mal de la violencia juvenil, pero no cabe duda que
la primera y más importante radica en el abandono de los jóvenes y la
dimisión______________ moral de los adultos. Han dicho los sociólogos que la
agresividad es una tendencia natural en los seres vivos, y que en el hombre puede
conducir al comportamiento antisocial si no encuentra carriles normales de
expresión.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad
Nacional de Córdoba realizó un estudio sobre 108 menores de 10 a 19 años que
ingresaron a los juzgados correccionales de la ciudad de Córdoba. El mismo arrojó
que el 70 por ciento proviene de familias numerosas con más de cuatro hijos, el 65
por ciento declara delinquir por influencia del hermano mayor, el 31 por ciento
sufrió maltrato dentro de la familia y un 30 por ciento admite que se droga para
cometer delitos. Lo más sobresaliente de la investigación fue que el 84 por ciento
abandonó la escuela, justamente la institución que tiene más influencia en la
formación de la persona después del hogar.
En este sentido, otro estudio del Instituto para el Desarrollo Social Argentino
concluye que uno de cada tres jóvenes no finaliza la escuela secundaria,
desprendiéndose del análisis que mientras el 27 por ciento de los jóvenes con
mejores posibilidades económicas no completó el nivel medio, el 64 por ciento de
los jóvenes de familias con menores ingresos no terminó la secundaria.
El delito está motivado por múltiples factores situacionales y de conflictos
internos, y no cabe duda que la educación juega un papel
preponderante_________________, de ahí la importancia de trabajar más y mejor
ACTIVIDADES:
¿Soldados o scouts?
Hay dos tipos de mentalidades: la de los hombres de armas versus la
del explorador
18 de septiembre de 20
Don Santiago Ramón y Cajal decía que los tres mordientes de la acción eficaz son el interés, la
emoción y la atención obstinada, es decir, no la simple atención, sino la atención perseverante y
tenaz.
Estos mordientes son también los del estudio y aprendizaje. Mediante aquéllos pueden éstos
desenvolverse adecuadamente y ser realmente productivos. Los tres mordientes me permitirán
concentrarme, reflexionar profundamente y percatarme debidamente de las cosas, o lo que es lo
mismo, me permitirán ser consciente y en consecuencia podré sentir, pensar, querer y obrar
sabiendo verdaderamente lo que estoy haciendo.
Sin embargo, la concentración y el estar uno alerta no son estados normales o habituales del
cerebro, no son solencias cerebrales, sino insolencias, y sea esto dicho usando el vocablo
insolencia en su antiguo sentido de infrecuente, inhabitual, raro, desacostumbrado.
La concentración y el estado de alerta son ocurrencias cerebrales raras. El cerebro tiende más
bien a la dispersión y busca siempre estímulos para entretenerse, distraerse y complacerse, pero
no para concentrarse ni percatarse.
La concentración y la percatación no son solencias cerebrales, sino rarezas cerebrales. Y hoy
lo son más por la extraordinaria multiplicación de estímulos que rige en las sociedades
presuntamente civilizadas. Proliferan incontenibles la mar de estímulos y las más de las personas
ya no sabrían vivir sin ellos.
Llego, pues, a la inevitable conclusión que hoy es mucho más difícil estudiar y aprender,
porque actualmente la gente se concentra y se percata menos que antes. Hoy no somos más
humanos, sino menos, porque la videocracia no humaniza, sino animaliza. Esto lo ha demostrado
cumplidamente Sartori y sería inútil insistir en ello.
Extraído de: El Comercio
Lima, 7 de noviembre de 2016
Práctica N° 8
1- En el texto ―La ñ también es gente‖ de María Elena Whals, hay dos posturas en
relación al uso de la ñ. Expréselas.
2- ¿Cuál es la postura con la que coincide la autora?
3- ¿Qué recurso argumentativo utiliza para incorporar la otra postura? Explique
4- Reúnanse en parejas. Elijan una de estas posturas de acuerda a su opinión
personal.
⮚ La ñ es obsoleta y por lo tanto debe sacarse del alfabeto
⮚ La ñ debe permanecer en el alfabeto.
5- Busquen argumentos que defiendan su postura.
6.- Esquematice y complete la superestructura argumentativa que podría funcionar
como esqueleto de su texto.
7- Redacten su texto. Extensión mínima ¾ de carilla. Extensión máxima 1 ½ carilla.
8- Lean su escrito y realicen los cambios que consideren necesarios.
9- Una vez que consideren que su texto es coherente y está completo, revisen la
cohesión, la puntuación y la ortografía.
10- Presenten su escrito impreso o en letra y con carátula.
Aclaración: pueden agregarle imágenes.
«La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos,
los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No
nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya
nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita
informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. ¿Quieren
decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y
los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos
al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio?
¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? «La ortografía también es gente»,
escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos
blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la
letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al
bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. A
barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da
un poco de trabajo. Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es
un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y
comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos!
Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos
ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio
y compartido porque así nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro
inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que
ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La
supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos
para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.
Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.»
Este texto de María Elena Walsh fue originalmente publicado en el diario «La Nación» en 1996 y
fue escrito en el marco del conflicto cultural que protagonizó la Comunidad Económica Europea
(CEE), cuando impulsó de forma imprudente el proyecto de algunos fabricantes de computadoras,
que pretendían comercializar teclados sin la letra «ñ». La Real Academia Española (RAE) proclamó
en un informe (1991) que esto representaría «un atentado grave contra la lengua oficial».
Finalmente, el gobierno español respondió en 1993 con una ley proteccionista de la lengua,
acogiéndose al Tratado de Maastricht.
A través de este texto se aborda, con humor, el tema de la identidad de la lengua. La letra «ñ», que
representa el fonema nasal palatal sonoro, no existía en el griego ni en el latín, origen de las
lenguas romances actuales. Solo existía la «n», que a comienzos de la Edad Media se reforzó con
otros signos, especialmente las letras «i», «y», «g», e incluso la «n» duplicada (“nn”). Al aparecer,
en las lenguas romances vulgares, la duplicidad se empezó a transcribir con un guión encima, que
indicaba que se repetía la letra. Este rasgo caracterizó al español frente a otras lenguas, siendo la
«ñ» una letra representativa del mismo. La RAE la añadió al alfabeto en la segunda edición de su
Ortografía (1754), y se considera la decimoséptima letra del abecedario.
4 personajes
1.- Melisa: Chica que piensa que todo lo merece.
2:- Melanie: Chica considerada y bien educada.
3.- Fernando: Padre de Melisa Y Melanie.
4.- Janeth: Madre de las chicas.
Ambientación: Cocina de la casa, donde hay una mesa para tomar el desayuno.
(Janeth prepara el desayuno para la familia cuando entra Melisa, sentándose en la
mesa para esperar la comida.)
_Melisa (molesta): ¿Mamá pero que te cuesta? lávalo, tú eres la madre a ti te toca
hacer esas cosas.
_Janeth (sonriendo irónica): Pues si no lo lavas, ve pensando que otra ropa te vas a
poner, porque ya te dije que no.
_Melanie: Bien papi. Oye, quería pedirte un favor, el sábado voy a reunirme con unas
amigas, les dije que fuera a la hora en que vas por la compra ¿para ver si me puedes
llevar hasta el centro comercial al que vamos?
_Melisa: ¿Tú también tienes favoritismo por Melanie? A ella si le van a planchar la
camisa, la vas a llevar al centro comercial ¿y yo? ¿qué me pudra?
_Janeth (sentándose al lado de sus hijas): Nadie quiere que te pudras, pero debes
aprender la importancia de saber pedir las cosas, tú no puedes jugar con el tiempo de
los demás, ni exigir a otros que hagan lo que quieras. Tú exigiste que yo te lave un
pantalón, tu hermana me pidió su camisa para plancharla ella, sabe pedir mejor que tú
las cosas.
_Fernando: Así es, y tu hermana ajustó su compromiso a la hora en que sabe que yo
tengo que salir, tú piensas que tengo que dejar de dormir para cumplirte un capricho. El
día que aprendas a no abusar, a pedir por favor y a preguntar si la gente puede hacer
las cosas, ese día conseguirás que todos tengan más disposición de ayudarte.
_Melisa (pensándolo un momento): Tienen razón, he sido muy grosera, mami yo lavo
mi pantalón y no te preocupes papi, llamo un taxi y la próxima vez pregunto. Prometo
cambiar mi actitud.
FIN
Así, cada vez que saludamos a alguien, le decimos que lo queremos, nos quejamos,
exponemos un tema, etc., realizamos actos de habla, que constituyen las unidades
mínimas de la comunicación humana.
● Estamos en el aula. Hace mucho frío y las ventanas están abiertas. Ignacio que
acaba de llegar dice: ―Cierren las ventanas, por favor‖
acto de habla directo, Pedir.
● Dos amigas, Lucre y Mariana, están cambiándose para salir. Lucre quiere que
Mariana le preste una remera que le gusta. En lugar de pedírsela directamente,
le dice ―Mariana, el color de esa remera queda bárbaro con mi pantalón‖
acto de habla indirecto.
Práctica N° 9.
1.1-Describan una situación comunicativa posible para cada diálogo: quienes participan
y en qué circunstancias podría haber ocurrido cada intercambio.
Celeste:-
Julio: - Bruno, ¿ya ¿Abrimos la
Clara:- ¡Qué calor
hiciste la tarea? Bruno: - Sí, ya ventana!
que hace!
terminé. Por eso me
estoy yendo al club.
B
A
C
Alumno:_¿Podemos
hacerlo en grupo? Profesora:_ No. La
Ferramonti: tarea es para
sí, su D mañana
Señoría.
1.2. ¿Qué actos de habla realizaron los personajes a través de sus palabras? Marque
la opción correcta.
A_ Julio (ordena/ pregunta / consulta) a Bruno. Este (se explica / le pide permiso/ se
disculpa)
Práctica N° 10
● Sugerir:_________________________________________________________
● Justificar.________________________________________________________
● Prohibir._________________________________________________________
● Aceptar._________________________________________________________
● Felicitar._________________________________________________________
● Permitir._________________________________________________________
● Jurar.___________________________________________________________
CUADERNILLO TEÓRICO PRÁCTICO DE LENGUA- TERCER AÑO Página 33
b. ¿Qué se espera que haga el receptor ante los siguientes enunciados?
d. Con un compañero , formule un diálogo corto que contenga dos actos de habla en
estilo directo y dos actos de habla en estilo indirecto. Marque cada acto y clasifiquelo.
C) Complete con los procedimientos para determinar si las frases extraídas del
texto son frases verbales o no.
Verboides:
Se les denominan formas no personales del verbo ya que poseen terminaciones fijas
que no indican accidentes verbales.
✔ Verboides infinitivos: terminan en –ar, -er o –ir. Amar, temer, partir.
✔ Verboides participios: terminan en –ado, -ido. Amado, temido, partido.
✔ Verboides gerundios: terminan en –ando, -iendo. Amando, temiendo, partiendo.
Frases verbales
Las frases verbales se clasifican en función del verboide que incluyen. Así, tenemos
frases verbales de infinitivo, de gerundio y de participio. Por ejemplo:
Ir a poder Soler
Haber de Empezar a Dejar de
Haber que Ponerse a Acabar de
Tener que Echar (se) a Llegar a + infinitivo
deber Romper a Alcanzar a
Deber de Volver a Acabar por
Estar Llevar Continuar
andar Seguir Ir / venir + gerundio
dejar Dar (se) por Quedar (se) + participio
Práctica N° 11
Práctica N° 12
- Lea la canción
3- Con ayuda del docente, infiera el significado que le da el texto a las siguientes
palabras: escaleras, diccionario, privar, querer, desfilar.
5_ En algunos versos la frase verbal omite el verbo pero este puede inferirse ¿Cuál es
y en qué versos se produce la elipsis verbal?
Práctica N° 12
VENDEDOR: (Al ver que Lucas mira los instrumentos.) Buenas tardes, nene, ¿qué buscás?
LUCAS: Quiero dedicarme a la música. Y mi papá me dio dinero para comprarme un
instrumento, pero no sé cuál elegir.
VENDEDOR: (Enérgico.) Viniste al sitio indicado: “¡SONAMOS!” es la mejor tienda de
instrumentos musicales de la ciudad. ¿Qué te parece este piano?
LUCAS: Lindo, pero quisiera uno que en vez de teclas blancas, las tenga azules, y que las
negritas, fueran rojas.
VENDEDOR: Pero todos los pianos tienen teclas blancas y negras.
LUCAS: Eso porque nadie les ha enseñado a maquillarse aún.
VENDEDOR: Ese modelo de ahí tiene los pedales…
LUCAS: ¿Aquí vende instrumentos o triciclos?
VENDEDOR: Los pianistas pisan los pedales para…
LUCAS: Entonces es ideal para un corredor de Fórmula 1. No me convence.
VENDEDOR: ¿Y el órgano? Tengo todo tipo de órganos…
LUCAS: Si no los tuviera estaría muerto.
VENDEDOR: Órganos eléctricos.
LUCAS: No sabía que había corazones o pulmones que se enchufaran.
VENDEDOR: (Trata mantener la paciencia.) Mejor pasemos a otra cosa. Alguno de viento…
LUCAS: Ventilador ya tengo.
VENDEDOR: Yo me refería a los que se deben soplar.
LUCAS: ¿Una torta de cumpleaños?
VENDEDOR: No, algo como… como… como esa flauta.
LUCAS: (Mira el instrumento.) ¡Esta fallada! No voy a comprar algo que tiene cualquier cantidad
de agujeritos. ¡Parecen los soquetes de mi abuelito!
VENDEDOR: Sirven para tocar la flauta dulce.
LUCAS: Si es dulce, entonces no. A mí me encantan las comidas saladas. Además, imagínese si
olvido guardarla y se la comen las hormigas que son dulceras a rabiar.
VENDEDOR: ¿No te gustaría tocar la armónica?
LUCAS: ¡Ni loco! Si llego a tocar a Mónica, mi compañera de banco, me muele a patadas.
VENDEDOR: Podría ser alguno de cuerda.
LUCAS: Si quisiera algo a lo que hay que darle cuerda, me compraría un reloj despertador.
VENDEDOR: Me refiero a instrumentos que tienen las cuerdas tensadas y…
LUCAS: ¡Menos! Lo único que me falta: terminar tendiendo la ropa al sol en esas cuerdas.
VENDEDOR: Por ejemplo el violín, la viola o el violonchelo.
Teoría
El texto dramático.
Estructura externa.
Para regular las cinco secuencias con la que se formula la tensión dramática, el
dramaturgo emplea unidades formales tales como:
▪ Acto: es cada una de las partes en que se divide una obra dramática. En
una representación se marca con la apertura o cierre del telón.
▪ Escena: es cada parte marcada por la entrada o salida de los personajes
principales (protagonistas o antagonistas)
▪ Cuadro: es la parte de un acto marcado por el cambio de la
escenografía.
El discurso se caracteriza por ser doble: por un lado, manifiesta las voces de los
personajes a través de los parlamentos y por otro lado, presenta las marcaciones
escénicas a través de las acotaciones.
Los parlamentos.
Acotaciones o didascalias.
- Estructura externa:
Actos:……………………………..
Cuadros:………………………..
- Estructura interna:
Presentación:
Conflicto:
Desarrollo:
Climax:
Resolución:
12.) Complete:
- La obra leída es
una………………………………porque………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………
Vocación
de Jorge Maestro y Sergio Vainman
(La madre cose una camisa. El hijo está con un block, dibujando a su madre).
MADRE: —A veces quisiera ser pulga para ver qué hacés con las camisas… (la
enarbola). Mirá… ¡Ni un botón!
CÉSAR: — ¿Qué querés que haga mamá?... Lo que hace todo el mundo.
MADRE: — ¿Y estos puños? ¡Mira cómo están estos puños! ¿Qué les pasás, papel de
lija?... CÉSAR (Mecánicamente): —No, mamá.
MADRE: — ¿Y estas manchas de qué son?... Parece grasa… pintura… ¿Qué es esto?
CÉSAR (Cada vez más automáticamente): —No sé, mamá.
MADRE: —César, no te hagas el pavo. (Hace un bollo con la camisa). Esta camisa no
sirve más. (Se levanta para ir a tirarla).
CÉSAR (La ataja) —No, no. Traela, dámela…
MADRE: — ¿Para qué la querés?... ¡Es una vergüenza de tanto zurcido!
CÉSAR: —A mí me gusta, dejá…
MADRE: —Vos lo hacés todo para llevarle la contra a tu madre… ¿Qué querés? ¿Qué
digan que tu madre no se ocupa de vos?... ¿Qué soy una mugrienta? (Tira la camisa
hecha un bollo que cae en el proscenio).
CÉSAR: — ¡Pero vieja!
MADRE: —No me digas vieja que no me gusta…
CÉSAR: —La quiero para pintar.
MADRE: —Ah… (Reacciona) ¿Para pintar qué?...
CÉSAR: —Para pintar. En la escuela de Bellas Artes todos usan ropa gastada para no
ensuciarse… MADRE: — ¿Y vos qué tenés que ver con la escuela de Bellas Artes?
CÉSAR: —Todavía nada, pero…
MADRE: —Pero qué, César… ¡Hablá, por Dios!
CÉSAR: — ¡Eh… pará! Yo estuve pensando y… resolví que…
MADRE: — ¿Resolviste? CÉSAR: —Bueno… sí… averigüé. ¡Quiero estudiar pintura!
(La madre lo mira azorada).
MADRE: — ¿Desde cuándo?
CÉSAR: —Cuando termine la secundaria, mamá…
MADRE: —Desde cuándo se te metieron esas ideas, quiero decir.
CÉSAR: —Hace rato que lo vengo pensando.
MADRE: — ¿Y cómo no se te ocurrió decirme nada, nene?
CUADERNILLO TEÓRICO PRÁCTICO DE LENGUA- TERCER AÑO Página 52
CÉSAR: —Porque no sabía, ¿viste?... No estaba muy seguro…
MADRE: — ¡Ay! Cuando se entere tu padre…
CÉSAR: —Ay, ay… ¡Qué va a pasar, mamá!
(Llega el padre. Viene muy cansado. Se afloja la corbata, deja el saco que cuelga
prolija y solemnemente).
PADRE: —Hola, vieja… ¿Qué tal, César?
CÉSAR: —Bien…
PADRE: — ¿Cómo anduvo el colegio?
CÉSAR: —Bien. (Sigue dibujando).
PADRE: — ¿Alguna novedad?
CÉSAR: —No.
(La madre nerviosa espera a que el hijo hable).
MADRE: — ¿Te parece que no tenés ninguna novedad?
CÉSAR: — ¿Eh?
PADRE: —Dejá de garabatear, César. Te está hablando tu madre…
CÉSAR (Ofendido): —No estoy garabateando, papá. La estoy dibujando a mamá.
PADRE: —Ah, se te dio por ahí… ¿A ver, che? (César muestra el dibujo que el padre
mira) Tá bien, eh… ¿Viste, vieja?... ¡Tá lindo, eh! Te sale bien… Es un lindo
pasatiempo… Yo, cuando era pibe, así como vos, se me había dado por desarmar
todos los relojes que encontraba… Hasta llegué a pedir los folletos de un curso por
correspondencia que salía… (Trata de recordar) ¿Cuánto salía? (Se queda pensativo).
CÉSAR: —Para mí no es un pasatiempo.
PADRE: — ¿Ah, no? Para mí, sí. Yo me pasaba horas. Estoy seguro que hubiera
llegado a ser un buen relojero. Me gustaban las cosas chiquitas de los relojes. (A la
mujer que va a servir la mesa). Es como un trabajo de cirugía, no te vayas a creer. (Al
hijo). Quizá me hubiera hecho de un oficio, un negocito… pero tu abuelo no quería. Era
muy estricto el abuelo… ¿Te acordás del abuelo, vos? (El hijo va a hablar, el padre
sigue). ¡Qué te vas a acordar!... Era bravo el abuelo, un día cortó por lo sano: me tiró
todas las herramientas, los relojes viejos, los folletos, todo… Y me dijo que en casa no
había lugar para distracciones: ―Acá hay que trabajar, amiguito‖, me dijo. En aquel
momento me dio mucha rabia, bronca, ¿viste? (La madre ha estado sirviendo la mesa).
A uno cuando es joven le molestan las cosas que le dicen, pero… después pasan los
años, a uno le vienen las responsabilidades… en fin. (Transición). Así que ni siquiera
como pasatiempo… Pero lo hacés bastante bien, ¿eh?
CÉSAR: —Viejo… No entendiste. Es al contrario: yo quiero ser pintor. Pintor de
cuadros, o dibujante, o grabador. Dedicarme… (La madre ha terminado de servir).
MADRE: —Vienen a comer… (El padre mira a César).
PADRE: —¿Cómo que querés ser pintor?... ¿Cómo es eso? Esa te la inventaste hoy…
CÉSAR (Agresivo): —Viejo, no empecés… ¿Cómo que me la inventé?
PADRE: —¡Yo no empiezo nada! Digo que te la inventaste hoy, porque hasta hoy no
sabía nada. (A la madre). ¿Vos sabías algo, Clara?
MADRE (Haciéndose la distraída): —¿De qué hablan?
PADRE: —De que vamos a tener un artista en la familia… ¿Vos sabías algo?
MADRE (Rapidito y bajo): —No.
PADRE (Al hijo): —Ahí lo tenés… Si ni tu madre ni yo sabíamos nada es porque te lo
inventaste hoy… (Se le acerca). Porque algo tenemos que ver tu madre y yo, ¿no?...
¿O somos extraños?... CÉSAR: —Pero quién dice eso, papá… Lo que pasa es que lo
pensé bien, averigüé hasta estar seguro y… ahora sí te lo puedo decir porque lo tengo
decidido…
PADRE: — ¡Ah, qué bien! ¡Ya lo decidiste! ¡Nosotros somos de palo!
MADRE: —Vengan a comer, que se enfría…
PADRE (Nervioso): — ¿Podés esperar un minuto?
MADRE: — ¡La comida no puede esperar! ¿O querés comer las albóndigas frías?
Claro, ¡total! Después soy yo la que se levanta a prepararte la sal de fruta y el tecito…
MADRE: —Le hablo a tu padre. (Al padre). Vamos a comer, César. Déjalo al chico.
CÉSAR: —Ya no soy un chico, mamá.
PADRE: —Claro, ahora defendelo. Acá el que tiene que hacer el papel de malo soy yo.
(Lo mira a César). Pero mirá qué lindo: ¡pintor!... ¿Y de qué vas a vivir, che?... ¿Qué
vas a comer?... ¿Acuarela? (Resopla. Transición. Se sienta. Lo sienta al hijo. Va a
comer). (A la madre). Estas albóndigas no se pueden comer, están frías. (La madre
toma los platos y sale). (…) (Sale César). (…) MADRE: —Yo de nuevo no las caliento.
(Agresiva).
PADRE: — ¡Ah!... ¡Ahora te la agarrás conmigo, encima!
MADRE: — ¿Y cómo no querés que me la agarre? ¿Siempre hay que repetir la
historia, César? (El padre come pan).
PADRE: —Yo no repito ninguna historia…
MADRE: — ¿Ah, no? ¿Te creés que yo no te miro cuando salimos?
PADRE: — ¿Cuándo salimos?
MADRE: —Yo te miro, César…
PADRE: — ¿Qué mirás?
MADRE: —Te miro. Te parás delante de cuanta relojería encontramos en el camino, si
hay un relojero componiendo sos capaz de quedarte horas… ¿Qué mirás, César? …
¿Mirás los relojes que te tiró tu papá? (El padre va a hablar y vuelve a las albóndigas.
Transición).
PADRE (Probando las albóndigas): —No están tan mal frías… (Come).
MADRE: —Yo creo que lo que mirás es lo que no pudiste ser… Un camino que se
cortó y que vos no tuviste la valentía de pelear como hoy la tiene el nene.
PADRE (Reflexiona y agrega sonriendo): —¡El nene! Yo le voy a dar valentía. (Estalla.
Transición). Estas albóndigas están frías. (Aparta el plato. Se pone de pie). ¡Pero
mirale la facha de pintor a este!
MADRE: — ¿A qué hora te lo pongo para mañana?... (Caminando, sin notarlo, llegó
hasta el block. Mira el dibujo. La madre toma un despertador y le da cuerda).
PADRE: —A las siete… No, siete menos cuarto. Hoy sonó tarde.
MADRE: —Debe atrasar…
PADRE: —A ver. Traé, traé… (Saca un destornillador y se pone a desarmarlo. El padre
mira el reloj desarmado. La madre, de pie lo observa. Mira alternativamente el block y
el reloj. A la madre). ¿Cuántos años son la escuela de pintura?
MADRE: —
No sé, ¿por?
PADRE: —Por nada… (El padre deja el reloj, toma el block saliendo llama al hijo). (Va
a buscar al hijo). (La madre mira la camisa que ha quedado tirada. Sonríe. La mira. La
extiende. La observa y la dobla con cuidado). ¡César!…
● Acto único
● Escenas: de 3 a 5
● Cuadro 1 o 2
Lee con mucha atención el poema ―En paz‖ de Amado Nervo: poeta mejicano (1870-1919).
Esta poesía pertenece a su libro ―Elevación‖.
“En Paz”
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
Amado Nervo
Análisis externo del poema: antes de responder las siguientes preguntas lee la
información:
Al contar las sílabas de cada verso se debe agregar una si la última palabra es aguda
o monosílaba. En cambio, se resta una sílaba si es esdrújula. Por ejemplo:
Los recursos expresivos: Lee con mucha atención la información y luego resuelve el
punto 4.
El poeta emplea diferentes recursos no solo para embellecer el texto, sino también
para sugerir significados y cargar el poema de valoraciones y matices. Esto
permite que los lectores realicen diferentes interpretaciones. Por eso decimos que
el lenguaje es connotativo.
RECURSOS EXPRESIVOS
RECURSO DEFINICIÓN EJEMPLO
Personificación Consiste en atribuir “y tiritan, azules, los
características humanas astros a lo lejos”…
a cosas inanimadas.
Sinestesia Es la atribución de una “él canta un dulce
sensación a un sentido cantar”…
que no le corresponde.
Metonimia Este recurso consiste en “Se acercan las velas
mencionar una parte del por el río”…
objeto para referirse a la
totalidad.
Repetición y anáfora Consiste en repetir “Juntos vuelan por el
conceptos dentro del cielo”…
poema. Si esa repetición “Juntos vuelan par a
se da al comienzo del par”…
verso, se denomina
anáfora.
Pasatiempo
Cuando éramos niños
Los viejos tenían como treinta.
Un charco era un océano
La muerte lisa y llana no existía.
Cuando muchachos
Los viejos eran gente de cuarenta.
Un estanque era océano
La muerte solamente una palabra.
Ya cuando nos casamos
Los ancianos estaban en cincuenta.
Un lago era un océano
La muerte era la muerte de los otros.
Ahora veteranos
Ya le dimos alcance a la verdad.
El océano es por fin el océano
Pero la muerte empieza a ser la nuestra.
Mario Benedetti
Análisis externo:
4. ¿Cuántas estrofas posee el poema? ¿Cuántos versos tiene cada estrofa?
5. ¿Cuánto mide cada verso? ¿Qué licencias métricas utilizó el poeta?
6. ¿El poema tiene rima? ¿Qué palabras le otorgan musicalidad al poema?
Análisis interno:
8. ¿Qué expresa cada una de las estrofas?
9. ¿Cuál es el tema principal?
10. Expliquen con sus palabras las siguientes metáforas:
Práctica N°18
1. Busquen la letra de una canción que les guste y sea apropiada al ámbito
educativo.
2. Analicen la métrica y la rima de la canción elegida.
Parodia es una palabra que proviene del latín parodĭa y que tiene su
origen más remoto en la lengua griega. En concreto, podemos
establecer que parodia es un término que está conformado por tres
partes perfectamente delimitadas: el prefijo para-, que puede
traducirse como “junto a”; el vocablo oide, que ejerce como sinónimo
de “canción”; y finalmente el sufijo –ia, que es equivalente a
“cualidad”.
https://definicion.de
Rumbo a la tienda donde trabajaba como vendedor, un joven pasaba todos los días por delante de
una casa en cuyo balcón una mujer bellísima leía un libro. La mujer jamás le dedicó una mirada.
Cierta vez el joven oyó en la tienda a dos clientes que hablaban de aquella mujer. Decían que vivía
sola, que era muy rica y que guardaba grandes sumas de dinero en su casa, aparte de las joyas y de
la platería. Una noche el joven, armado de ganzúa y de una linterna sorda, se introdujo
sigilosamente en la casa de la mujer. La mujer despertó, empezó a gritar y el joven se vio en la
penosa necesidad de matarla. Huyó sin haber podido robar ni un alfiler, pero con el consuelo de
que la policía no descubriría al autor del crimen. A la mañana siguiente, al entrar en la tienda, la
policía lo detuvo. Azorado por la increíble sagacidad policial, confesó todo. Después se enteraría de
que la mujer llevaba un diario íntimo en el que había escrito que el joven vendedor de la tienda de
la esquina, buen mozo y de ojos verdes, era su amante y que esa noche la visitaría.
DOS MIRADAS
Alisa apoyó las yemas de los dedos sobre el cristal de la habitación de aislamiento y observó
con el ceño fruncido a su clon. Misma edad, mismo peso, mismo aspecto. Hasta había adoptado
su mismo peinado. Hasta se movía como ella.
Los tanques de crecimiento acelerado habían hecho desarrollarse a aquella cosa desde el
estadio embrionario hasta la treintena en menos de seis meses y, en cuestión de semanas, esa
criatura había copiado todo lo que ella era. Alisa sintió cómo el asco, el miedo y el desagrado
crecían en su interior según sus ojos se encontraban.
“¿En qué se convertirá si la dejo vivir?”
Alina apoyó las yemas de sus dedos sobre el cristal, justo donde su madre los tenía
apoyados, y la contempló con fascinación. Era sobrecogedor saberse igual que ella, pero
diferente. Mismo aspecto, misma edad aparente, pero sin su brillo en los ojos, sin sus vivencias,
sin su mente.
Los tanques de crecimiento habían obrado milagros con su metabolismo y su biología, pero
nada podía compensar lo que suponía tener una vida real. Era por eso que había decidido imitar
a su madre en un ingenuo intento de encontrarse a sí misma.
“¿En qué llegaré a convertirme?”
Cayana Reuven http://guerrasdebakan.blogspot.com/
La muñeca espectral
Aquel tipo tan extraño me dijo que la muñeca espiritual hablaría a medianoche, y pronunciaría
el nombre del asesino de mi padre.
Esperé un par de horas en aquella lóbrega mansión, en la que las sombras parecían estar
observándome, hasta que el reloj de pared dio doce campanadas que hicieron estremecer al
propio silencio.
Apenas pude respirar cuando terminó la duodécima. Comenzó un siniestro ruido de engranajes
y el único ojo de la muñeca se movió hacia mí.
Su boca se abrió para expulsar bramido antinatural y profundo.
Entonces escuché con horror que la muñeca pronunciaba mi nombre.
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porque…………………………………………………………………………………………
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porque…………………………………………………………………………………………
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Algunos de los autores más reconocidos dentro de la corriente inglesa son Arrthur
Conan Doyle (1859-1930),creador de Sherlock Holmes; Gilbert Chesterton (1874-1936),
cuyo investigador era el padre Brown, y Agatha Christie(1890-1976), creadora del sagaz
Hércules Poirot.
Los autores franceses más destacados fueron Emile Gaboriau (1832-1873) y Gastón
Leroux (1868-1927)
Lugar Los espacios donde ocurre el delito suelen ser acotados: una calle, una
casa.
El detective no suele desplazarse para investigar: con su poderosa
inteligencia identifica los indicios que aportan datos y resuelve el misterio en
soledad.
Detective Es un individuo con gran capacidad de observación y de deducción:
resuelve los casos observando en detalles a las personas, y deduciendo, a
partir de las pistas que otros pasan por alto, datos que le permiten llegar a
la verdad.
El investigador hace su labor porque le apasionan los enigmas y esclarece
la verdad de los hechos. No espera una paga por el servicio prestado.
Jamás emplea la violencia.
Narrador Es interno, ya que se trata de un personaje .En general, es alguien muy
cercano al detective.
Carece de la lucidez deductiva del detective, lo que le permite al lector
identificarse con él.
El ritmo narrativo acompaña las etapas de la investigación y el proceso de
develamiento que hace el detective. Por eso, la historia se construye hacia
el pasado, para develar qué fue lo que aconteció.
Narra generando intriga: logra que el lector se pregunte ¿qué ocurrió?
Enigma Está planteado como un juego de ingenio: el detective halla indicios que va
uniendo para resolver el enigma que se le plantea. Para hacerlo debe poner
en juego habilidades intelectuales ya que se trata de un asunto lógico.
En el planteo del enigma todo debe tener una razón de ser: ningún detalle
que no esté en relación con el delito debe llamar la atención del
investigador.
Delito El delito (crimen, robo etc) es un fenómeno sin motivación social.
A lo largo del relato pueden parecer sospechosos. Generalmente el primero
de ellos no suele ser el culpable.
Personajes claves
El género policial se caracteriza por presentar una situación conflictiva (crimen o robo)
como eje de la historia, el enigma generalmente se resuelve en el desenlace. El
encargado de develar el misterio será un policía o un investigador privado.
● Policía: tiene informantes secretos, reúne pacientemente los datos o pistas. Suele
guiarse por su instinto.
.1- Los datos que proporciona la observación del hecho, la escena del crimen, investiga
minuciosamente en búsqueda de pruebas, tales como armas, huellas u objetos olvidados.
Este recurso es frecuente en los relatos policiales en los que la acción se inicia en el
momento en que descubre un delito y a continuación se lleva a cabo la resolución del
enigma acerca de quién es el culpable y cuáles fueron sus motivos. A este desorden en
el tiempo del relato se lo denomina ruptura de la temporalidad.
El cuento de terror
Desde hace miles de años, los seres humanos hemos inventado historias de terror
como una manera de explicar lo inexplicable y poner bajo control nuestros miedos más
profundos. Estos relatos aparecen en culturas muy diversas como la griega, la egipcia, la
india. Sin embargo, el género de terror se manifiesta como tal recién a mediados del siglo
XVIII y durante el siglo XIX , con la novela Frankenstein , de Mary Shelly(1816), El extraño
caso del Dr. Jekyll y Mr .Hyde , de Robert Stevenson( 1886) y Drácula, de Bram
Stoker(1897).
● Los vampiros: El mito del vampiro aparece muy temprano en la cultura popular de
diversos países, pero la literatura lo consagra definitivamente con la novela
Drácula.
● Los monstruos creados por científicos: una de las primeras novelas que trata de
los monstruos creados por científicos es Frankenstein, de la escritora inglesa
Mary Shelley.
● Los seres en parte humana y en parte bestiales: La combinación de aspectos
humanos y bestiales en un mismo ser aparecen de manera extraordinaria en el
famoso relato de El extraño caso del Dr, Jekyll y Mr Hyde del escritor Robert
Stevenson.
● Las momias: el antiguo arte del embalsamiento creado por los egipcios produjo
muchos relatos de terror, especialmente a partir del descubrimiento de la tumba
del faraón Tutankamón, en 1924, por el noble inglés Lord Carnarvon.
● Los que explican de una manera realista los hechos extraordinarios: En esta
categoría entran aquellos relatos en los que el autor opta por una explicación
natural o seudocientífica de los acontecimientos. Este es el caso, por ejemplo, del
cuento El almohadón de pluma, de Horacio Quiroga.
● Los que explican de manera sobrenatural los hechos extraordinarios: A esta
categoría pertenecen los relatos donde lo sobrenatural, diabólico o divino se dan
como explicación absoluta de los hechos. Por ejemplo, en el cuento La lluvia de
fuego , de Leopoldo Lugones.
Recursos temáticos
La aparición de un agente
desconocido: (monstruos,
fantasmas, seres
extraterrestres) que amenaza
la seguridad de los
protagonistas y los coloca
en un estado de indefensión
El futuro puede presentarse desde diferentes puntos de vista entre ellos una
optimista y alentador y otro más reflexivo y que en mucho casos transmite un
mensaje desesperanzador. En el primer caso se aplica el concepto de utopía,
que refiere a un mundo perfecto, solidario, pacifico donde se respetan las leyes
y los derechos humanos.
En el segundo caso, el de la distopia, se da una visión del futuro negativa, que
intenta ser una advertencia a los lectores de lo que podría ocurrir en el futuro si
continúan las problemáticas presentes en su época, como la corrupción
política, las guerras o la destrucción del ambiente.
Ambas, utopía y distopía, se forman a partir de la palabra de origen griego
utopía, que significa lugar que no existe, En la actualidad, este término se
utiliza para hablar de mundos ideales, en donde todo es perfecto y bueno.
1-Los viajes por el espacio y el tiempo: Es muy común encontrar relatos con viajeros
espaciales y temporales. La conquista de mundos alejados en el espacio exterior y la
posibilidad de viajar por el tiempo han interesado desde siempre a los escritores y a su
público.
2-El futuro anticipado: Muchos relatos de ciencia ficción especulan acerca del futuro que
le espera a la raza humana. Entre las propuestas literarias están la utopía y la distopía.
3-El hombre y las máquinas: Las máquinas producto de la creación del hombre y
nacidas para su salvación material en la Revolución Industrial (xix), se transforma en
enemigas mortales en los relatos de ciencia ficción.
Así, se niegan a cumplir las tareas para las que fueron creadas. Se han humanizado y
se rebelan.
Práctica N° 19
Lean los textos presentados en el anexo de esta guía, elija uno y resuelva las actividades
específicas, que se presentan a continuación
2. Clasificación textual
a. ¿Qué opinas sobre el cuento leído? ¿Por qué es un cuento de ciencia ficción?
¿A qué se dedica?
¿Cuál es su situación
económica?
¿Cuál es su coartada?
1- Clasificación textual
a. Fundamente la siguiente afirmación ―El texto leído es un cuento policial‖
RELATO 1 RELATO 2
NARRADOR
TIPO DE NARRADOR
ACONTECIMIENTOS
NARRADOS
2. Clasificación textual
a. Explique por qué ―En defensa propia‖ es un policial de enigma. Para
ello tenga en cuenta:
● La observación del escenario del hecho
● La lectura de las pistas
● La capacidad de deducción
1. Comprensión textual
2. Clasificación textual.
a. Justifique por qué el texto leído es un cuento fantástico de terror.
1. Comprensión textual
a) Según el narrador ¿cuál es la vinculación que hay entre las personas y las
casas?
b) Describa a los protagonistas del texto ¿qué características se oponen en la tía?
¿Qué crimen se había realizado en la casa?
c) ¿Qué elementos supersticiosos se vinculan con la casa de la plaza?
d) Subraye las frases que dan cuenta del temor de los protagonistas al momento
de entrar a la casa.
e) ¿Cómo influye el juego de luz y oscuridad en el ambiente? Explique.
f) ¿Para usted, qué quiere expresar el protagonista cuando dice ―dudar significaría
aceptar el miedo‖?
g) ¿Cuáles son las sensaciones que perciben los protagonistas cuando los invade
el miedo?
h) ¿Qué personajes sobrenaturales aparece en el texto?¿Por qué sentimientos
estaba invadido?
i) ¿Cómo termina la historia?¿Esperaba este final?¿Si- No? ¿Por qué?
j) Usted ¿a qué le tiene miedo? ¿Cómo cree que puede vencerlo? Elabore un
texto breve con sus respuestas.
2. Clasificación textual
a. Indique por qué el texto leído es un cuento de terror
La cola se ordenó en la plaza del pueblo a las cinco de la mañana, cuando los gallos
cantaban en los lejanos campos cercados y no había fuegos. En todas partes, entre los
edificios ruinosos, había, al principio, restos de bruma, pero ahora se disipaba ya, con la
nueva luz de las siete. Camino abajo, en parejas y tríos, se reunía cada vez más gente
para el día de mercado, el día del festival.
El niño estaba inmediatamente detrás de dos hombres que hablaban en el aire claro, y las
voces parecían más altas a causa del frío. El niño saltaba sobre un pie y otro pie y se
soplaba las manos agrietadas y rojas, y observaba las ropas sucias de los hombres y la
larga fila de hombres y mujeres.
— Eh, chico, ¿qué haces levantado tan temprano? — dijo el hombre que estaba detrás.
— Estoy en la cola — dijo el chico.
— ¿Por qué no te haces humo y dejas tu sitio a alguien que sepa?
— No lo molestes al chico — dijo el hombre que estaba adelante, volviéndose de pronto.
— Era una broma. — El hombre de atrás puso la mano sobre la cabeza del niño. El niño
se apartó fríamente. — Sólo que me pareció raro, un chico levantado tan temprano.
— Este chico entiende de arte, no lo olvides — dijo el defensor del niño, un hombre
llamado Grigsby — . ¿Cómo te llamas, muchacho?
— Tom.
— Tom va a escupir como Dios manda, ¿verdad, Tom?
— ¡Claro que sí!
La risa corrió por la fila.
Más adelante, un hombre vendía tazas resquebrajadas de café caliente. Tom miró y vio la
pequeña hoguera y el brebaje que hervía en una olla oxidada. No era café en realidad. Lo
hacían con unas bayas de los prados, y lo vendían a un penique la taza, para calentar los
estómagos; pero no eran muchos los que compraban, no muchos tenían dinero.
Tom miró hacia el frente, hacia la cabeza de la fila, más allá de una combada pared de
piedra.
— Dicen que sonríe — comentó.
— Ay, y cómo sonríe — dijo Grigsby.
— Dicen que está hecha de aceite y tela.
— Cierto. Y por eso pienso que no es el original. El original, he oído decir, fue pintado
sobre madera hace mucho tiempo.
— Dicen que tiene cuatro siglos.
— Tal vez más. Nadie sabe en verdad en qué año estamos.
— ¡2061!
— Sí, eso dicen, chico. Mienten. Podría ser también el año 30000 5000. Durante un
tiempo todo fue aquí muy confuso. Sólo nos quedan restos y pedazos..
Arrastraron los pies sobre el empedrado frío.
— ¿Cuánto tendremos que esperar para verla? — preguntó Tom, inquieto.
— Unos pocos minutos. La pondrán entre cuatro postes de bronce y cordeles de
terciopelo, todo para mantener alejada a la gente. Y atención, Tom, piedras no; no
permiten que le tiren piedras.
— Sí, señor. El sol ascendía en el cielo, calentando el aire, y los hombres se sacaron los
abrigos sucios y los sombreros grasientos.
— ¿Por qué estamos todos aquí en fila? –preguntó por último Tom — . ¿Por qué venimos
a escupir?
Grigsby no se volvió, y examinó el sol.
— Bueno, Tom, hay muchas razones. — Buscó distraídamente en un bolsillo
desaparecido tiempo atrás un cigarrillo que no estaba allí. Tom había visto ese
movimiento un millón de veces. — Mira, Tom, es el odio. El odio al pasado. Piensa, Tom.
La coartada de los tres hermanos de la suicida fue verificada. Ellos no habían mentido.
El mayor, Juan, permaneció desde las cinco de la tarde hasta las doce de la noche (la
señora Stevens se suicidó entre siete y diez de la noche) detenido en una comisaría por
su participación imprudente en una accidente de tránsito. El segundo hermano, Esteban,
se encontraba en el pueblo de Lister desde las seis de la tarde de aquel día hasta las
nueve del siguiente, y, en cuanto al tercero, el doctor Pablo, no se había apartado ni un
momento del laboratorio de análisis de leche de la Erpa Cía., donde estaba adjunto a la
sección de dosificación de mantecas en las cremas.
Lo más curioso de caso es que aquel día los tres hermanos almorzaron con la suicida
para festejar su cumpleaños, y ella, a su vez, en ningún momento dejó de traslucir su
intención funesta. Comieron todos alegremente; luego, a las dos de la tarde, los hombres
se retiraron.
Sus declaraciones coincidían en un todo con las de la antigua doméstica que servía
hacía muchos años a la señora Stevens. Esta mujer, que dormía afuera del
departamento, a las siete de la tarde se retiró a su casa. La última orden que recibió de la
señora Stevens fue que le enviara por el portero un diario de la tarde. La criada se
marchó; a las siete y diez el portero le entregó a la señora Stevens el diario pedido y el
proceso de acción que ésta siguió antes de matarse se presume lógicamente así: la
propietaria revisó las adiciones en las libretas donde llevaba anotadas las entradas y
salidas de su contabilidad doméstica, porque las libretas se encontraban sobre la mesa
del comedor con algunos gastos del día subrayados; luego se sirvió un vaso de agua con
whisky, y en esta mezcla arrojó aproximadamente medio gramo de cianuro de potasio. A
continuación se puso a leer el diario, bebió el veneno, y al sentirse morir trató de ponerse
de pie y cayó sobre la alfombra. El periódico fue hallado entre sus dedos tremendamente
contraídos.
Tal era la primera hipótesis que se desprendía del conjunto de cosas ordenadas
pacíficamente en el interior del departamento pero, como se puede apreciar, este proceso
de suicidio esta cargado de absurdos psicológicos. Ninguno de los funcionarios que
intervinimos en la investigación podíamos aceptar congruentemente que la señora
Stevens se hubiese suicidado. Sin embargo, únicamente la Stevens podía haber echado
el cianuro en el vaso. El whisky no contenía veneno. El agua que se agregó al whisky
también era pura. Podía presumirse que el veneno había sido depositado en el fondo o
las paredes de la copa, pero el vaso utilizado por la suicida había sido retirado de un
anaquel donde se hallaba una docena de vasos del mismo estilo; de manera que el
presunto asesino no podía saber se la Stevens iba a utilizar éste o aquél. La oficina
policial de química nos informó que ninguno de los vasos contenía veneno adherido a sus
paredes.
El asunto no era fácil. Las primeras pruebas, pruebas mecánicas como las llamaba yo,
nos inclinaban a aceptar que la viuda se había quitado la vida por su propia mano, pero la
evidencia de que ella estaba distraída leyendo un periódico cuando la sorprendió la
muerte transformaba en disparatada la prueba mecánica del suicidio.
- "Yo, a lo último, no servía para comisario" - dijo Laurenzi, tomando el café que se le
había enfriado -. "Estaba viendo las cosas, y no quería verlas. Los problemas en que se
mete la gente, y la manera que tiene de resolverlos, y la forma en que yo los habría
resuelto. Eso, sobre todo. Vea, es mejor poner los zapatos sobre el escritorio, como en el
biógrafo, que las propias ideas. Yo notaba que me iba poniendo flojo, y era porque quería
pensar, ponerme en el lugar de los demás, hacerme cargo. Y así hice dos o tres
macanas, hasta que me jubilé. Una de esas macanas es la que le voy a contar.
Fue allá por el cuarenta, y en La Plata. Eso le indica" - murmuró con sarcasmo, mirando la
plaza llena de sol a través de la ventana del café - "que mi fortuna política estaba en
ascenso, porque usted sabe cómo me han tenido a mí, rodando por todos los
destacamentos y comisarías de la provincia.
La fecha justa también se la puedo decir. Era la noche de San Pedro y San Pablo, el 29
de junio. ¿No le hace gracia que aún hoy se prendan fogatas ese día?"
- "Usted quiere decir el verano. El verano de ellos que trajeron de Europa la fiesta y el
nombre de la fiesta".
- Desconfíe también del nombre, comisario. Eran antiguos festivales celtas. Con el fuego
ayudaban al sol a mantenerse en el camino más alto de cielo.
- "Será. La cuestión es que hacía un frío que no le cuento. Yo tenía un despacho muy
grande y una estufita de kerosén que daba risa. Fíjese, había momentos en que lo que
más deseaba era ser de nuevo un simple vigilante, como cuando empecé, tomar mate o
café con ellos en la cocina, donde seguramente hacía calor y no se pensaba en nada.
Serían las diez de la noche cuando sonó el teléfono. Era una voz tranquila, la voz del juez
Reynal, diciendo que acababa de matar un ladrón en su casa, y que si yo podía ir a ver.
Así que me puse el perramus y fui a ver.
Con los jueces, para qué lo voy a engañar, nunca me entendí. La ley de los jueces
siempre termina por enfrentarlo a uno con un malandra que esa noche tiene más suerte, o
mejor puntería, o un poco más de coraje que seis meses antes, o dos años antes, cuando
uno lo vio por última vez con una vereda y una 45 de por medio. Uno sabe cómo entran,
cómo no va a saber, después de verlo llorando y, si se descuida, pidiendo por su madre.
Lo que no sabe, es cómo salen. Después hasta le piden fuego por la calle, y usted se
calla y se va a baraja porque se palpita que hay un chiste en alguna parte, y no vaya a
resultar que el chiste es a costa suya.
Iba pensado en estas cosas mientras caminaba entre las fogatas que la garúa no
terminaba de apagar, esquivando los buscapiés de la juventud que también festejaba,
como dice usted, lo alto que andaba el sol y, seguramente, la cosecha próxima, y los
campos llenos de flores. Para distraerme, empecé a recordar lo que sabía del doctor
Reynal. Era el juez de instrucción más viejo de La Plata, un caballero inmaculado y todo
eso, viudo, solo e inaccesible.
Y es que era un viejo imponente, con una gran cabeza de cadáver porque año a año la
cara se le iba chupando más y más, hasta que la piel parecía pegada a los huesos, como
si no quisiera dejarle nada a la muerte. Así lo recuerdo esa noche, vestido de negro y con
un pañuelo de seda al cuello.
Con este hombre yo me guardaba un viejo entripado, porque una vez en la misma
comisaría, adonde llegó como bala me soltó al tuerto Landívar, que tenía dos muertes sin
probar, y más tarde iba a tener otra. Nunca olvidé lo que me dijo Es mejor que ande suelto
un asesino, y no una ruedita de la justicia. ¿Y el peligro? - le pregunté. El peligro lo
corremos todos- dijo. Pero fui yo el que tuve que matarlo a Landívar, cuando al fin hizo la
pata ancha en los galpones de Tolosa, y yo me acordé del doctor, del doctor y de su
madre".
- "Bueno, ahí estaba sentado ante su escritorio, como si nada hubiera pasado, absorto en
uno de esos libracos de filosofía, o vaya a saber qué, pero en todo caso algo importante,
porque apenas alzó la cabeza al verme en la puerta y siguió leyendo hasta que llegó al
final de un párrafo que marcó con una uña afilada y como de vidrio. Tuve tiempo de
sacarme el sombrero mojado, de pensar dónde lo pondría, de ver el bulto en el suelo, que
era un hombre, de codearme con un jinete de bronce y, en general, de sentirme como un
auxiliar tercero que lo van a amonestar. Recién entonces el viejo cerró el libro, cruzó los
dedos y se quedó mirándome con esos ojos que siempre parecían estar haciendo la seña
del as de espadas.
Le pregunté, de buen modo, qué quería que hiciera. Contestó que yo sabía cuál era mi
deber, que yo conocía o debía conocer el Código de Procedimientos, que el desde ya su
reemplazante de turno era el doctor Fulano, y que no lo tomara a mal si, ya que estaba,
observaba con interés profesional la forma en que yo encauzaba el sumario.
Le aseguré que no faltaba más. Le dije si estaba bien que le hiciera una inspección
ocular. Hizo que sí con la cabeza. ¿Y que le preguntara algunas cosas y que lo tuviese
demorado hasta que el doctor fulano dispusiera lo contrario? Entonces se echó a reír y
comentó Muy bien, muy bien, eso me gusta.
Moví con el pie la cara del muerto, que estaba boca abajo frente al escritorio, y me
encontré con un antiguo conocido, Justo Luzati, por mal nombre El Jilguero, y también El
Pero resultaba bueno verlo muerto así, al fin con un gesto de hombre en la cara flaca
donde parecía faltarle unos huesos y sobrarle otros, y un 32 empuñado a lo hombre en la
mano derecha, y todavía ese gesto bravío de apretar el gatillo a quemarropa, cuando ya
le iban a tirar, o le estaban tirando, y le tiraron nomás y el plomo del 38 que el doctor sacó
de algún cajón lo sentó de traste. Y entonces se acostó despacio a lagrimear un poco y a
morir.
Pero ese viejo, era cosa de ver, o de imaginar, la sangre fría, de ese viejo. Dejó el 38
sobre la mesa, con cuidado porque era una prueba. Me llamó por teléfono, sin levantarse
siquiera, porque no había que tocar nada. Y siguió leyendo el libro que leía cuando entró
Luzati.
Entonces, mientras lo estaba mirando, descubrí ese estropicio en la biblioteca que tenía
detrás de él.
Había una hilera de tomos encuadernados en azul, creo que era la colección de La Ley. Y
uno estaba medio destripado, le salían serpentinas y plumitas de papel, y al lado había un
marco de plata boca abajo, un retrato con la foto y el vidrio perforados.
Entonces me agaché, saqué el 32 de entre los dedos de Luzati, abrí el tambor y allí
estaba la cápsula picada y el resto de la carga completa, y hasta el olor de la pólvora
fresca. Todo listo y empaquetado para el gabinete Vucetich, donde seguramente iban a
encontrar que el plomo de la biblioteca correspondía al 32, y que el ángulo de tiro estaba
bien, y todo estaba bien, y se lo iban a ilustrar con dibujitos y rayas coloradas, verdes y
amarillas para probar nomás que el doctor había matado en defensa propia.
Puse el 32 junto al otro, sobre el escritorio, y fue entonces cuando él me oyó decir Qué
raro y me miró sin moverse.
- ¿Qué raro doctor?- le dije caminando otra vez hacia la biblioteca - que usted, que solía
tener tan buena memoria, se haya olvidado de este pájaro cantor. Porque si a mi no me
Él se echó a reír.
- ¿Y eso? - dijo -. Como si yo fuera a acordarme de todas las sentencias que dicto.
Me pareció que daba un brinco, que iba a pararse, pero se contuvo, porque era un viejo
duro, y apenas se pasó una mano por la frente.
- En el treinta - murmuró -. Puede ser. Son muchos años. Pero usted quiere decir que no
vino a robar sino a vengarse.
- Todavía no se lo quiero decir. Pero qué raro, doctor. Qué raro que este infeliz, que
nunca asaltó a nadie, porque era una rata, un pobre diablo que hoy se puso la mejor ropa
para venir a verlo a usted - alguien que vivía de la pequeña delación, del pequeño
chantaje, del pequeño contrabando de drogas; alguien que si llevaba un arma encima era
para darse coraje -, que ese tipo, de golpe, se convierta en asaltante y venga a asaltarlo a
usted ...
Entonces él cambió de postura por primera vez, giró con el sillón, y me vio con el retrato
entre las manos, ese retrato de una muchacha lejana, inocente y dulce, si no fuera por los
ojos que eran los ojos oscuros y un poco fanáticos del juez, esa cara que sonreía desde
lejos aunque estaba destrozada de un tiro certero, porque el vencido amor y la sombra del
odio que le sigue tienen una infalible puntería.
Le devolví el retrato, le dije Guardeló. Esto no tiene por qué figurar aquí y me senté en
cualquier parte sin pedirle permiso, pero no porque le hubiera perdido el respeto, sino
porque necesitaba pensar y hacerme cargo y estar solo. Pensar, por ejemplo, en esa cara
que yo había visto dos años antes en una comisaría de Mar del Plata, esa cara
devastada, ya no inocente, repetida en la foto de un prontuario donde decía simplemente
Alicia Reynal, toxicómana, etc. Pero cuando pasó un rato muy largo, lo único que se me
ocurrió decirle fue:
Entonces volví a pensar, y ahí debió ser cuando descubrí que ya no servía para
comisario. Porque estaba viendo todo, y no quería verlo. Estaba viendo cómo El
Alcahuete había conocido a aquella mujer, y hasta le había vendido marihuana o lo que
sea, y de golpe, figúrese usted, había averiguado quién era. Estaba viendo con qué
facilidad se le ocurrió extorsionar al padre, que era un hombre inmaculado, un pilar de la
sociedad, y de paso cobrarse las dos temporadas que estuvo en Olmos. Estaba viendo
cómo el viejo lo esperó con el escenario listo, el tiro que él mismo disparó - un petardo
más en esa noche de petardos - contra la biblioteca y contra aquel fantasma del retrato.
Estaba viendo el 32 descargado sobre el escritorio, para que Luzati lo manoteara a último
momento y hasta apretara el gatillo cuando el viejo le apuntó. Y lo fácil que fue después
Estaba viendo todo, pero si pasaba un rato más ya no iba a ver nada, porque no quería
ver nada. Aunque al fin me paré y le dije:
- No sé lo que va a hacer usted, doctor, pero he estado pensando en lo difícil que es ser
un comisario y lo difícil que es ser un juez. Usted dice que este hombre quiso asaltarlo y
que usted lo madrugó. Todo el mundo le va a creer y, yo mismo, si mañana lo leo en el
diario, es capaz que lo creo. Al fin y al cabo, es mejor que ande suelto un asesino, y no
una ruedita de la compasión.
Era inútil. Ya no me escuchaba. Al salir me agaché por segunda vez junto al Alcahuete y,
de un bolsillo del impermeable, saqué la pistola de pequeño calibre que sabía que iba a
encontrar allí y me la guardé. Todavía la tengo. Habría parecido raro, un muerto con dos
armas encima".
- ¿Y el juez? - pregunté.
- "Lo absolvieron. Quince días después renunció, y al año se murió de una de esas
enfermedades que tienen los viejos".
La muerta
Guy de Maupassant
¡La había amado desesperadamente! ¿Por qué se ama? Cuán extraño es ver un solo
ser en el mundo, tener un solo pensamiento en el cerebro, un solo deseo en el corazón y
un solo nombre en los labios… un nombre que asciende continuamente, como el agua de
un manantial, desde las profundidades del alma hasta los labios, un nombre que se repite
una y otra vez, que se susurra incesantemente, en todas partes, como una plegaria.
Voy a contarles nuestra historia, ya que el amor sólo tiene una, que es siempre la
misma. La conocí y viví de su ternura, de sus caricias, de sus palabras, en sus brazos tan
absolutamente envuelto, atado y absorbido por todo lo que procedía de ella, que no me
importaba ya si era de día o de noche, ni si estaba muerto o vivo, en este nuestro antiguo
mundo.
Y luego ella murió. ¿Cómo? No lo sé; hace tiempo que no sé nada. Pero una noche
llegó a casa muy mojada, porque estaba lloviendo intensamente, y al día siguiente tosía, y
tosió durante una semana, y tuvo que guardar cama. No recuerdo ahora lo que ocurrió,
pero los médicos llegaron, escribieron y se marcharon. Se compraron medicinas, y
algunas mujeres se las hicieron beber. Sus manos estaban muy calientes, sus sienes
ardían y sus ojos estaban brillantes y tristes. Cuando yo le hablaba me contestaba, pero
no recuerdo lo que decíamos. ¡Lo he olvidado todo, todo, todo! Ella murió, y recuerdo
perfectamente su leve, débil suspiro. La enfermera dijo: ―¡Ah!‖ ¡y yo comprendí!¡Y yo
comprendí!
Me consultaron acerca del entierro pero no recuerdo nada de lo que dijeron, aunque sí
recuerdo el ataúd y el sonido del martillo cuando clavaban la tapa, encerrándola a ella
dentro. ¡Oh! ¡Dios mío!¡Dios mío!
¡Ella estaba enterrada! ¡Enterrada! ¡Ella! ¡En aquel agujero! Vinieron algunas
personas… mujeres amigas. Me marché de allí corriendo. Corrí y luego anduve a través
de las calles, regresé a casa y al día siguiente emprendí un viaje.
Ciertas casas, al igual que ciertas personas, se las arreglan para revelar en seguida su
carácter maligno. En el caso de las segundas, no hace falta que las delate ningún rasgo
especial: pueden mostrar un rostro franco y una sonrisa ingenua; y no obstante, unos
momentos en su compañía le dejan a uno la firme convicción de que hay algo
radicalmente malo en ellas: de que son malas. Sin querer o no, parecen difundir una
atmósfera de secretos y malignos pensamientos que hace que los de su entorno
inmediato se retraigan como ante un enfermo.
Este mismo principio es válido, quizá, para las casas; y el aroma de las malas acciones
perpetradas bajo un determinado techo —mucho después de haber desaparecido quienes
las cometieron— pone la carne de gallina y los pelos de punta. Algo de la pasión original
del malhechor, y del horror experimentado por su víctima, llega al corazón del
desprevenido visitante, que nota de pronto un hormigueo en los nervios, y que se le eriza
el pelo y se le hiela la sangre. Se sobrecoge sin una causa aparente.
Nada había en el aspecto exterior de esta casa particular que apoyase los rumores
sobre el horror que imperaba dentro. No era solitaria ni destartalada. Se hallaba
arrinconada en un ángulo de la plaza, y era exactamente igual que sus vecinas: con el
mismo número de ventanas, idéntico balcón dominando los jardines, e idéntica escalinata
blanca hasta la oscura y pesada puerta de la entrada; en la parte de atrás tenía el mismo
cuadro de césped con bordes de boj, que iba de la tapia de separación de una de las
casas adyacentes a la de la otra. Por supuesto, su tejado tenía también el mismo número
de chimeneas, y la misma anchura y ángulo de aleros; incluso las sucias verjas eran igual
de altas que las demás. Sin embargo, esta casa de la plaza, igual en apariencia a los
cincuenta feos edificios que tenía a su alrededor, era en realidad muy distinta,
espantosamente distinta.
Es imposible decir dónde residía ésta acusada e invisible diferencia. No puede
atribuirse enteramente a la imaginación; porque las personas que, ignorantes de lo
ocurrido, visitaron unos momentos su interior habían declarado después que algunas de
sus habitaciones eran tan desagradables que preferían morir a volver a entrar en ellas, y
que el ambiente del edificio les producía auténtico pavor; entretanto, los sucesivos
inquilinos que habían intentado habitarla y tuvieron que abandonarla a toda prisa
provocaron poco menos que un escándalo en el pueblo.
Cuando Shorthouse llegó para pasar el fin de semana con su tía Julia —en la casita
que ésta tenía junto al mar al otro extremo del pueblo—, la encontró rebosante de misterio
y excitación. Shorthouse había recibido su telegrama esa misma mañana, y había
emprendido el viaje convencido de que iba a ser un aburrimiento; pero en el instante en
que le cogió la mano y besó su mejilla de manzana arrugada percibió el primer indicio de
su estado electrizado. Su impresión aumentó al saber que no tenía más visitas, y que le
había telegrafiado por un motivo muy especial.
Había algo en el aire; «algo» que sin duda iba a dar fruto. Porque esta vieja solterona,
con su afición a las investigaciones metapsíquicas, tenía talento y fuerza de voluntad, y,
de una manera o de otra, se las arreglaba normalmente para llevar a término sus
propósitos.
Hizo su revelación poco después del té, mientras caminaba despacio junto a él, por el
paseo marítimo, en el crepúsculo.
—Tengo las llaves —anunció con voz embargada aunque medio sobrecogida—. ¡Me las
han dejado hasta el lunes!
—¿Las de la caseta de baño, o…? —preguntó él con candor, desviando la mirada del mar
al pueblo.
Nada la hacía ir más deprisa al grano que aparentar estupidez.
—No —susurró—. Son las de la casa de la plaza… Voy a ir allí esta noche.
Shorthouse sintió que le recorría la espalda un levísimo temblor. Abandonó su tonillo
burlón. Algo en la voz y actitud de su tía le produjo un estremecimiento. Hablaba en serio.
CUADERNILLO TEÓRICO PRÁCTICO DE LENGUA- TERCER AÑO Página 91
—Pero no puedes ir sola… —empezó.
—Por eso te he telegrafiado —dijo con decisión.
Se volvió a mirarla. Su rostro, feo, arrugado, enigmático, rebosaba de excitación. El
rubor del sincero entusiasmo producía una especie de halo a su alrededor. Le brillaban
los ojos. Notó en ella otra oleada de emoción acompañada de un segundo
estremecimiento, esta vez más acusado.
—Gracias, tía Julia —dijo cortésmente—. Te lo agradezco muchísimo.
—No sería capaz de ir sola —prosiguió, alzando la voz—; pero contigo disfrutaré lo
indecible. Tú no te asustas de nada, lo sé.
—Muchas gracias, de verdad —repitió él—. ¿Es que… es que puede pasar algo?
—Ha pasado, y mucho —susurró ella—; aunque han sabido silenciarlo con mucha
habilidad. En los últimos meses ha habido tres que la han querido alquilar y se han tenido
que ir; y dicen que no podrán ocuparla nunca más.
A pesar de sí mismo, Shorthouse se sintió interesado. Su tía hablaba muy seria.
—La casa es muy vieja, desde luego —continuó ella—; y la historia, de lo más
desagradable, data de hace mucho tiempo. Se trata de un asesinato que cometió por
celos un mozo de cuadra que tenía un lío con una criada de la casa. Una noche se
escondió en la bodega, y cuando estaban todos dormidos, subió sigilosamente a los
aposentos de la servidumbre, sacó a la muchacha al rellano y, antes de que nadie
pudiese ayudarla, la arrojó por encima de la barandilla, al recibimiento.
—¿Y el mozo…?
—Le detuvieron, creo, y le ahorcaron por asesino; pero todo eso ocurrió hace un siglo, y
no he podido saber más detalles del suceso.
A Shorthouse se le había despertado del todo el interés. Pero, aunque no se inquietaba
especialmente por lo que a él se refería, vacilaba un poco por su tía.
—Con una condición —dijo por fin.
—Nada me va a impedir que vaya —dijo ella con firmeza—; pero no tengo inconveniente
en escuchar tu condición.
—Que me garantices que podrías conservar la serenidad, si ocurriese algo realmente
horrible. O sea… que me asegures que no te vas a asustar demasiado.
—Jim —dijo ella con desdén—, sabes que no soy joven, ni lo son mis nervios; ¡pero
contigo no le tendría miedo a nada en el mundo!
Esto, como es natural, zanjó la cuestión, porque Shorthouse no tenía otras aspiraciones
que las de ser un joven normal y corriente; y cuando apelaban a su vanidad no era capaz
de resistirse. Accedió a ir. Instintivamente, a modo de preparación subconsciente,
mantuvo en forma sus fuerzas y a sí mismo toda la tarde, obligándose a hacer acopio de
autocontrol mediante un indefinible proceso interior por el que fue vaciando gradualmente
todas sus emociones abriendo el grifo de cada una… proceso difícil de describir, pero
asombrosamente eficaz, como sabe todo el que ha sufrido las rigurosas pruebas del
hombre encerrado en sí mismo. Más tarde, le fue de mucha utilidad.
Pero hasta las diez y media, en que se detuvieron en el recibimiento a la luz de las
lámparas acogedoras y envueltos aún por los tranquilizadores influjos humanos, no
necesitó echar mano de esta reserva de fuerzas acumuladas. Porque, una vez que
cerraron la puerta, y vio la calle desierta y silenciosa que se extendía ante ellos, blanca a
la luz de la luna, se dio cuenta claramente de que la verdadera prueba de esta noche
sería hacer frente a dos miedos en vez de uno. Tendría que soportar el miedo de su tía y
el suyo. Y al observar su semblante de esfinge, y comprender que no tendría una
expresión agradable en un acceso de verdadero terror, pensó que sólo una cosa le
consolaba en toda esta aventura: su confianza en que su propia voluntad y fuerza
resistirían cualquier sobresalto.
Recorrieron lentamente las calles vacías del pueblo; la luna brillante del otoño plateaba
los tejados, proyectando densas sombras; no se movía el más leve soplo de brisa, y los
árboles del parque solemne del paseo marítimo les observaron en silencio al pasar.
Bajaron un poco inseguros por la escalera de piedra; un aire húmedo, frío, estancado y
maloliente les dio en la cara. La cocina, a la que conducía la escalera a través de un
estrecho pasillo, era amplia, de techo alto. Tenía varias puertas: unas eran de alacenas
con jarras vacías todavía en los estantes, otras daban acceso a dependencias horribles y
espectrales, todas ellas más frías y menos acogedoras que la propia cocina. Las
cucarachas se escabulleron por el suelo; una de las veces, al tropezar con una mesa de
madera que había en un rincón, algo del tamaño de un gato saltó al suelo, cruzó veloz el
piso de piedra, y desapareció en la oscuridad. Todos los lugares producían la sensación
de haber sido ocupados recientemente, una impresión de tristeza y melancolía.
Abandonaron la cocina, y se dirigieron a la trascocina. La puerta estaba entornada, la
empujaron y la abrieron del todo. Tía Julia profirió un grito penetrante, que en seguida
intentó sofocar llevándose la mano a la boca.
Durante un segundo, Shorthouse se quedó petrificado, con el aliento contenido. Notó
como si le vaciasen de pronto la espina dorsal y se la llenasen de hielo picado. Ante ellos,
entre las jambas de la puerta, se alzaba la figura de una mujer.
Tenía el pelo desgreñado, la mirada fija y demente, y un rostro aterrado y mortalmente
pálido.
Estuvo allí, inmóvil, por espacio de un segundo. Luego parpadeó la vela, y la mujer
desapareció —absolutamente—, y la puerta no enmarcó otra cosa que una oscuridad
vacía.
—Sólo ha sido esta condenada llama saltarina —dijo él con rapidez, con una voz que
sonó como de otra persona, y dominada sólo a medias—. Vamos, tía. Ahí no hay nada.
Tiró de ella. Con gran ruido de pisadas y aparente ademán de decisión, siguieron
adelante; pero a Shorthouse le picaba el cuerpo como si lo tuviese cubierto de hormigas,
y se daba cuenta, por el peso que notaba en el brazo, de que hacía fuerza para andar por
los dos.
La trascocina estaba fría, desnuda, vacía: parecía más una gran celda de prisión que
otra cosa. Dieron media vuelta; intentaron abrir la puerta que daba al patio y las ventanas,
pero estaba todo firmemente cerrado. Su tía caminaba a su lado como sonámbula. Iba
con los ojos cerrados, y parecía limitarse a seguir la presión del brazo de él. Shorthouse
estaba asombrado de su valor. Al mismo tiempo, observó que su cara había
experimentado un cambio especial que, de algún modo, escapaba a su poder de análisis.
—Aquí no hay nada, tía —repitió en voz alta, con viveza—. Subamos a echar una mirada
al resto de la casa. Luego escogeremos una habitación donde esperar.
Tía Julia le siguió obediente, pegada a su lado, y cerraron tras ellos la puerta de la
cocina. Fue un alivio subir otra vez. En el recibimiento había más luz que antes, ya que la
luna había bajado un poco en la escalera. Cautelosamente, empezaron a subir hacia la
bóveda oscura del edificio, con el enmaderado crujiendo bajo su peso.
En el primer piso descubrieron el gran salón doble, cuya inspección no reveló nada:
tampoco aquí encontraron signo alguno de mobiliario o de reciente ocupación; no había
más que polvo, abandono y sombras. Abrieron las grandes puertas plegables entre el
salón de delante y el de atrás, salieron otra vez al rellano, y continuaron subiendo.
No habrían subido más de una docena de peldaños cuando se detuvieron los dos a la
vez a escuchar, mirándose a los ojos con un nuevo temor por encima de la llama
temblona de la vela. De la habitación que acababan de dejar hacía apenas diez segundos
les llegó un ruido apagado de puertas al cerrarse. No cabía ninguna duda: habían oído la
resonancia que producen unas puertas pesadas al cerrarse, seguida del golpecito seco al
encajar el pestillo.
CUADERNILLO TEÓRICO PRÁCTICO DE LENGUA- TERCER AÑO Página 95
—Debemos volver, a ver qué ha sido —dijo Shorthouse con brevedad, en voz baja, dando
media vuelta para bajar otra vez.
De algún modo, su tía se las arregló para seguirle, con el rostro lívido, pisándose el
vestido. Cuando entraron en el salón delantero comprobaron que se habían cerrado las
puertas plegables… medio minuto antes. Sin la menor vacilación, fue Shorthouse y las
abrió. Casi esperaba descubrir a alguien ante él, en la habitación de detrás; pero sólo se
enfrentó con la oscuridad y el aire frío.
Segundo texto
1. Definamos por cotexto las palabras cuyo significado desconozcamos.
2. ¿Qué enigma se presente en el texto?
3. ¿Qué pistas se tienen en cuenta para resolver el problema?
Tercer texto:
1. Revisemos el vocabulario e identifiquemos los términos desconocidos.
2. ¿Qué personajes aparecen?
3. ¿Qué conflicto se presenta? ¿Cómo se resuelve el problema?
Hay un narrador
La literatura
Intentar definir literatura, no es tan sencillo. Ni siquiera los escritores, los críticos o
teóricos se ´ponen de acuerdo a la hora de dar definiciones. Sin embargo, desde el
aporte de distintas perspectivas se pueden resumir dos características que son
fundamentales al momento de hablar de literatura.
● El uso particular del lenguaje que crea un objeto especial: el texto literario utiliza
la función poética del lenguaje, es decir, no sólo importa lo que se dice sino
cómo se dice. No se trata de un uso espontáneo sino de un trabajo consciente
con las palabras que pretende crear un objeto estético.
● La ficción: algunos textos presentan límites borrosos entre la realidad y la ficción;
sin embargo, cuando se trata de literatura, la ficción siempre interviene. Aunque
parta de hechos reales, el escritor imagina, supone, omite algunas cosas y
privilegia otras, esto es inventa. Pero no lo hace para negar el mundo o la
historia: la ficción tiene estrechas relaciones con la realidad. El escritor valora los
hechos que narra, incluye sus ideas y dialoga en su texto con otros discursos
sociales, con otras voces y puntos de vistas, como las ideas políticas, culturales,
éticas y artísticas de su época, porque la literatura es también ideología, es
decir, un conjunto jerarquizado de ideas que permiten ver el mundo, analizarlo e
interpretarlo.
- lírico
- narrativo (o épico)
- dramático
LÍRICO
NARRATIVO
Géneros
Narrativo Lírico Dramático
Características
Funciones del
lenguajes Poética y referencial Poética y expresiva Poética y apelativa
1. Después de leer las obras dramáticas seleccionadas para este año (― M´hijo el
do´tor‖/ ―La nona), provoquen un desenlace trágico (asesinato) para el personaje
de Don Olegario o el personaje de la nona, que les permita crear un cuento
policial.
Puntos a considerar:
● Trabajar con los esquemas de la historia de la investigación y de la
historia del asesinato.
● Decidir una de las opciones para descubrir
a. ¿Quién es el asesino?
b. ¿Cómo se llevó a cabo el crimen?
c. ¿Cuál es el motivo que desencadenó el crimen?
Período prerrománico
Antes de la invasión romana (siglo III antes de
Cristo) la península ibérica estaba ocupada por
varios pueblos que dejaron huellas en nuestro
idioma: iberos (de donde proviene el nombre de
península Ibérica), celtas, vascos, ligures. griegos,
cartagineses y los fenicios que llamaron a España,
Híspanla. De estas lenguas sólo perduró el
vascuence.
Como la cultura de los conquistadores era inferior a la de los conquistados y sus lenguas
diferentes no lograron, en general, imponer su idioma. Ya no había unidad lingüística, porque
los nativos seguían utilizando el latín vulgar; pero, al estar casi incomunicados unos pueblos
con otros, esas diferencias fueron haciéndose cada vez mayores.
Además, en cada una de las antiguas provincias romanas el latín ya había recibido
influencias de lenguas primitivas diversas y de las diferentes lenguas bárbaras. Así llega un
momento en que los habitantes de la península ibérica ya no se entendían con los de la
península itálica o con los de la antigua Galia (hoy Francia). De este modo nacen las lenguas
romances o neolatinas (siglos IX al XII) que son transformaciones del latín vulgar. Ellas son:
italiano, castellano, francés, portugués,
rumano, catalán (hablado en el norte de España), provenzal (sur de Francia) y sardo (en la isla
de Cerdeña). También surgió como lengua romance el dalmático pero esta lengua se extinguió.
Griego: el griego influyó en diversas épocas: antes de la caída del Imperio Romano y,
posteriormente, a través de la lectura de los autores clásicos. Ej.: música, tragedia,
drama, aritmética, atleta, crisis, caries, escuela, etc.
Actualmente, muchos tecnicismos de carácter científico se forman recurriendo directamente a voces
griegas, ya que el lenguaje técnico y científico pretende ser internacional. Ej.: ecografía, sintomatología,
patología, etc.
• Latín: Alrededor del 70% de las palabras del castellano provienen del latín ya que el castellano, como las
demás lenguas romances, es un latín transformado con el correr de los siglos. En general, las palabras latinas al
pasar al español sufrieron algunas modificaciones.
• Germánico: por lo general las palabras aportadas se refieren a la vida militar: yelmo, brida, espuela,
embajada, heraldo, guante y adjetivos como rico, fresco, blanco, etc.
• Árabe: Se calcula que nuestro idioma posee alrededor de cuatro mil palabras de este origen, las que
generalmente comienzan con al que era el artículo en esa lengua:
alférez, azufre, ajedrez, almíbar, azotea, albornoz, alhajas, almena, alcalde, atalaya, alcachofa, albañil,
acelga, álgebra, azúcar, azahar, algarrobo, albóndiga, algodón, cifra, azucena, tarifa, zanahoria, alcohol,
cero, tambor, alfarero, alfombra, borceguíes, jinetes, alcoba, alazán, aceitunas.
• Americano: América ofreció a los españoles paisajes, animales, plantas y costumbres nunca vistos en
Europa. Como no conocían sus nombres, aprendieron a llamarlas con los vocablos indígenas.
Los pueblos que mayores aportes hicieron al idioma español son:
• Los indios caribes de las Antillas: canoa, colibrí, huracán, cacique, maíz, etc.
• Los aztecas (México) hablaban náhuatl: cacao, chocolate, tomate, cacahuete, chapulín (insecto o niño
pequeño), galpón, tiza, etc.
• El imperio quechua (Perú): mate, papa, locro, chacra,pampa, alpaca, vicuña, quirquincho, vinchuca,
vincha,
ojota, choclo, zapallo, Andes, Chaco, cancha, etc.
• Los guaraníes: Uruguay, Paraguay, Paraná, ombú, ñandú, tapera, tucán, etc.
• Los araucanos o mapuches: gaucho y poncho.
Lenguas modernas: con el paso del tiempo, el castellano también fue enriqueciendo su caudal léxico
gracias al aporte de diferentes lenguas modernas, entre ellas:
• El francés: se los llama galicismos. Algunos son muy viejos: jardín, jaula, manjar, vinagre, servilleta, y
otros más modernos: hotel, silueta, chofer, etc.
• El italiano: son abundantes los italianismos en el lenguaje de la música. Ej.: soneto, terceto, piano,
violoncelo, barcarola; en el del comercio: banca, fragata, piloto, etc.
• El inglés: túnel, vagón, yate, sándwich, palabras que nombran deportes (fútbol, tenis, básquet etc.), numerosos
vocablos referidos a las nuevas tecnologías: software, hardware, compact disc. discman, y del mundo del
espectáculo: rating, sketch, jingle, show, tan, etc.
El español en Argentina
―Entre los más de 2.800 idiomas existentes y los más de 3.000 dialectos que hay en el
mundo tenemos uno y lo hablamos transformándolo en un manojo de palabras
renovable y vivaz. Los que decimos hablar en castellano o español hablamos en
realidad en argentino, que es una mezcla de modismos, metáforas, jergas de diversos
grupos y de la inmigración’’, dice Carlos lllanovsky.
Por el número de sus hablantes, el español es la quinta de las grandes lenguas del
mundo; sólo la aventajan el chino, el inglés, el indostaní y el ruso. Pero la importancia
de una lengua no se mide sólo por el número de personas que la hablan; cuentan más
decisivamente la fuerza política y económica que la tienen por suya.
Práctica N° 21
Lupus > lobo lacrima > ................. petra >................ mendicus >................
pater >.................... rota > ..................latro > ........................
• Las consonantes p, t, k (c) se convierten en b, y
Para ver como se realiza un video explicativo puedes entrar al siguiente link
https://youtu.be/m9CbVILACu0
Práctica N° 23
9 10
11 12 13 14 15 16
17 18 19
20 21 22
23 24
25 26 27
28 29 30
31
S U M
32 33 34 35
36 37 38 39
40 41 42
43 44
REFERENCIAS:
24) Color resultante de la mezcla del blanco
Horizontales: y negro (plural)
26) Verbo leer, presente del subjuntivo,
1) Único pueblo prerromano que subsiste. primera persona singular.
Habita en la zona de los Pirineos. 28) Siglo de…Nombre que se le dio a la
4) Junto con los íberos, formaron el pueblo época de mayor florecimiento de las letras
de los celtíberos. españolas.
9) Cólera, enojo. 30) Aldea, en portugués.
10) Característica del castellano 31) En latín, verbo ser. Primer presente
rioplatense: utilización del vos en lugar del singular, presente.
tú. 32) Apócope de mamá
11) Apodo del rey que, en el siglo XIII, 33) Variante del latín que llegó a España a
oficializó el uso del castellano en los través de los legionarios conquistadores.
documentos públicos. 36) Voz guaraní. Nombre de una planta y
14) Artículo neutro. su fruto. Piña.
15) Parte en que se divide el año. 39) Sigla correspondiente a la Real
17) Antiguo nombre de España, de origen Academia Española.
latino, 40) Siglo en el cual vivió Rodrigo Díaz de
19) Del turco cahvé. Infusión. Vivar.
20) Pueblo que invadió la Península Ibérica 41) Palabra árabe que figura en el título de
en el siglo V d.C., y dejó en el idioma gran la primera obra escrita en castellano (1140)
cantidad de vocablos. La palabra ―guerra‖, 42) Aje. Achaque.
por ejemplo es uno de estos. 43) Uno de los cuatro puntos cardinales.
22) Palabra de origen griego. Que niega la 44) Palabra de origen árabe que significa
existencia de Dios. ―Quisiera Dios‖
23) Pronombre personal de segunda
persona plural.
Oración compuesta
Las oraciones compuestas (o grupo oracional) son aquellas que tienen 2 o más
formas verbales conjugadas (no impersonales) y por lo tanto 2 o más predicados
(cada una con su respectivo sujeto). Cada conjunto de sujeto y predicado forman
una proposición (no forman una oración ya que no tienen un significado
independiente).
coordinación :es la unión de dos o más oraciones que tienen el mismo valor
funcional y son sintácticamente independientes o solas. Por lo tanto, las
oraciones coordinadas no dependen una de la otra, sino que se unen entre sí a
un mismo nivel sintáctico. Su significado se integra en el sentido global de toda
la oración compuesta, aunque podrían funcionar por separado como oraciones
autónomas. Ejemplo:
2) Las oraciones disyuntivas son dos posibilidades alternativas para una misma
realidad
a)- Marque las oraciones que constituyen el texto. Clasifique cada una según
corresponda (simple o compuesta)
Juan y Gabriela iban a casarse ese mismo día. En medio de los preparativos,
recibieron el llamado de uno de los testigos de la boda y el mundo se les vino
abajo. El hombre estaba varado en un aeropuerto sin poder viajar. Gabriela tomó
la noticia con bastante calma, pero Juan se amargó muchísimo. Por suerte, el
problema tenía la solución. El juez autorizó a la pareja para que cambiara de
testigo y ellos eligieron al hermano de la novia. Así, la boda pudo desarrollarse
sin mayores dificultades. Finalmente, quien era el testigo original llegó tarde,
pero al menos todos pudieron disfrutar de una fiesta inolvidable.
1- : Contextualiza la obra antes de leerla: investiga los siguientes datos y elabora una ficha
bibliográfica:
2- Luego de leer la obra en forma detenida, identifique a los personajes y diga tres características
de cada uno de ellos.
3- Identifique el conflicto principal y los conflictos secundarios.
4- En el enfrentamiento entre padre e hijo intervienen ciertos valores o actitudes: ¿Cuál es la
posición de Don Olegario y de Julio respecto a….? Complete el siguiente cuadro:
Carmelo: trabajador, tiene un puesto donde vende verduras y mantiene, a duras penas, a toda su
familia, compuesta por su esposa María y su hija Martita, además de su tía Anyula, su hermano Chicho y
su abuela, la Nona. En el transcurso de la obra debe vender el puesto y se convierte en ayudante del
pescadero. También vende flores. Se vuelve alcohólico.
4)-Marque en las acotaciones escénicas dos ejemplos del modo de comer de la Nona
7) Escriban los tres ardides que realiza la familia para intentar sacarse de encima a la Nona.
8) Hagan un listado con las diferentes acciones que realiza la familia para intentar conseguir más dinero.
10) Busquen en libros o internet las características del grotesco criollo y realicen un listado.
11) Expliquen con sus palabras por qué La nona se puede incluir dentro del grotesco criollo.