La Salvacion de Tu Alma

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LA SALVACIÓN DE TU 

ALMA
¿Dónde pasarás la eternidad?
(Mateo 25:46)
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
¿Dónde estarás dentro de cien años?
(Salmos 90:10)
Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.
¿eres un hijo de Dios?
(Juan 1:12)
Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios;
(1 Juan 3:2)
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como
él es.
¿eres salvo?
(Romanos 10:9)
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo.
(Romanos 10:13)
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
(Romanos 11:14)
por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a
algunos de ellos.
¿Estás entre los que se salvan o entre los que se pierden?
(1 Corintios 1:18)
Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto
es, a nosotros, es poder de Dios.
¿Naciste de nuevo del Espíritu Santo?
(Juan 3:3)
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios.
(Juan 3:5)
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios.
(Juan 3:7)
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
 
 
¿Tienés el Espíritu Santo?
 
(Romanos 8:9)
Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu (Santo), si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
¿Tienés a Cristo en tu corazón? El es la vida eterna.
(Juan 14:6)
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
(Gálatas 2:20)
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por
mí.
(2 Corintios 13:5)
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os
conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis
reprobados?
¿Tienés la vida eterna?
(Juan 3:16)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
 
(1 Juan 3:15)
Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida
eterna permanente en él.
(Juan 5:24)
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y
no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
 
¿Perteneces al Reino de los cielos y estás en él?
(Colosenses 1:13)
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
 
¿Al morir estarás en el cielo con Dios o en el infierno, separado de Dios?
¿Irás a la vida eterna o al castigo eterno?
(Mateo 25:46)
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
¿Sabés que podés tener la certeza de que al morir irás derecho al cielo? Esto es por
aceptar a Cristo en tu corazón y como Salvador, Señor y Rey tuyo?
 
¿Estás en el reino de las tinieblas o en el Reino de la luz, (el Reino de Dios)?
 
(Hechos 26:18)
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre
los santificados.
 
¿Tienés tu nombre inscripto en el libro de la vida?
(Filipenses 4:3)
Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron
juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos,
cuyos nombres están en el libro de la vida.
¿Participarás de la gloria de Dios o de la muerte segunda?
(Apocalipsis 20:6)
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no
tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo…
¿Sabías que si eres de Dios no participarás de la muerte segunda?
(Apocalipsis 20:14)
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
 
(Apocalipsis 20:15)
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
¿Quierés ser un hijo de Dios?
¿Sabés que todas tus obras se están escribiendo en libros en el cielo?
(Apocalipsis 20:12)
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro
libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que
estaban escritas en los libros, según sus obras.
 
¿Sabés que Dios te ama y que ha hecho todo para que estés para siempre con El en el
cielo?
(Juan 3:16)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
 
(Juan 3:17)
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el
mundo sea salvo por él.
(Romanos 5:6)
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. (Nosotros).
(Romanos 5:7)
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir
por el bueno.
(Romanos 5:8)
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros.
(Romanos 5:9)
Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos del castigo.
(Romanos 5:10)
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho
más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. (En nosotros).
 
(Romanos 8:32)
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos
dará también con él todas las cosas?
 
(1 Juan 4:9)
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al
mundo, para que vivamos por él.
 
(1 Juan 4:10)
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó
a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
¿Sabés cuáles son las buenas noticias del Evangelio?
Evangelio significa buenas noticias.
(Marcos 16:15)
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
(Todos deben saber esto y tú también)
Jesús pagó tu culpa en la cruz y llevó tus pecados y tu castigo.
(1 Pedro 2:24)
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros,
estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
 
¿Qué debes hacer para ser salvo?
 
1. Arrepentirte de todos tus pecados.
 
(Hechos 3:19)
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan
de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
 
2. Saber y creer que Jesús murió en tu lugar y pagó tu culpa en la cruz.
(1 Pedro 3:18)
Porque …. Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios.
(Hebreos 10:10)
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una
vez para siempre.
(Hebreos 10:12)
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha
sentado a la diestra de Dios,
 
(Hebreos 10:14)
porque con una sola ofrenda (Ofreciéndose a sí mismo en sacrificio) hizo perfectos para
siempre a los santificados (nosotros).
 
3. Debes aceptar el regalo de tu salvación.
 
(Romanos 6:23)
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva (regalo) de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús Señor nuestro.
(Efesios 2:4)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
(Efesios 2:5)
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos),
(Efesios 2:8)
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; (en la obra expiatoria de Cristo) y esto no de
vosotros, (no es algo que se lo pueden ganar) pues es don (regalo) de Dios;
(Efesios 2:9)
no por obras, (meritorias) para que nadie se gloríe (para que nadie pueda sentirse orgulloso).
4. Debes recibir a Cristo en tu corazón, por medio de una sincera oración.
(Juan 1:12)
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios;
(Apocalipsis 3:20)
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi vos y abre la puerta, ENTRARÉ A Él, y
cenaré con él, y él conmigo.
¿Quierés ser salvo o seguir perdido?
Si quierés ser salvo, por favor orá esta sencilla oración de todo tu corazón:
Querido Jesús: Te pido perdón por todos mis pecados, creo que en la cruz moriste por
mí y llevaste el castigo que me correspondía. Muchas gracias. En este momento tomo
una decisión, abro mi corazón y te pido que entres en mi vida. Te recibo como mi
Salvador, mi Señor y mi Rey. Muchas gracias porque me has perdonado de todos mis
pecados y ahora soy verdaderamente un hijo de Dios. Amén.

 
Dale gracias a Dios por ser ahora su hijo.
(1 Juan 3:1)
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.
(1 Juan 3:2)
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como
él es.
Porque sus pecados fueron perdonados.
(Colosenses 2:13)
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida
juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
(Hechos 3:19)
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan
de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
 
 
 
 
Porque Jesús es ahora su Pastor.
(1 Pedro 2:25)
Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo
de vuestras almas.
Porque ahora tiene vida eterna al tener a Cristo.
(1 Juan 5:11)
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
 
(1 Juan 5:12)
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
(1 Juan 5:13)
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para
que sepáis que tenéis vida eterna …
Dale gracias a Dios porque has sido declarado Justo.
(Romanos 5:1)
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo;
 
Porque ninguna condenación hay ya para vos.
(Romanos 8:1)
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.
Porque estarás siendo transformado más y más por la acción del Espíritu Santo que
ahora habita en tu interior.
(Romanos 8:13)
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu Santo hacéis morir las
obras de la carne, viviréis.
(1 Corintios 6:11)
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
 
(Tito 3:3)
Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos
de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y
aborreciéndonos unos a otros.
(Tito 3:4)
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los
hombres,
(Tito 3:5)
nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
 
(Tito 3:6)
el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
(Tito 3:7)
para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la
vida eterna.
(Romanos 6:22)
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Vos ya pertenecés al Reino de Dios, has nacido de nuevo del Espíritu Santo, Dios es tu
Padre y sos es su heredero.
 
(Gálatas 4:7)
Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
(Juan 20:17)
Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas vé a mis hermanos, y
diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
 
(Romanos 8:16)
El Espíritu (Santo) mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
(Romanos 8:17)
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo.
Ahora estás seguro para siempre porque Jesús y Dios su Padre le cuidan y protegen.
(Juan 10:27)
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
(Juan 10:28)
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
 
(Juan 10:29)
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre.
Espera con ansias la segunda venida de Nuestro Señor Jesús.
(Juan 14:3)
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde
yo estoy, vosotros también estéis.
(1 Tesalonicenses 4:16)
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
(1 Tesalonicenses 4:17)
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
(1 Tesalonicenses 5:10)
quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente
con él.
Así estaremos siempre con El.
Y si Dios le lleva al cielo antes disfrutará de la misma presencia de Dios, de su gloria y
de todas las cosas maravillosas que ha reservado en el cielo para sus hijos.
(Lucas 16:22)
Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham (al cielo).
(Lucas 23:43)
Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
 
(Apocalipsis 22:3)
Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le
servirán,
(Apocalipsis 22:4)
y verán su rostro (el rostro de Dios) y su nombre estará en sus frentes.
(Apocalipsis 22:5)
No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque
Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.
(1 Corintios 2:9)
Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

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