Radiofrecuencia Corporal I. Laura ALejandra Márquez

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ESCUELA CIENCIAS DE LA SALUD.

Máster de Medicina Estética.

Autor: Laura Alejandra Márquez Hernández

Barcelona, España, enero de 2022


Celulitis o Paniculopatía Edematofribroesclerótica:

El término adecuado para referirnos a esta patología es el de Paniculopatía


Edematofibroesclerótica haciendo referencia a la inflación producida en el tejido celular
subcutáneo.

Consiste en una alteración cutánea (depósitos de grasa atrapados debajo de la piel),


debido a una lipodistrofia, en la que puede observarse un cambio morfológico en el tejido
adiposo subcutáneo acompañado en algunos casos de un compromiso en la circulación
cutánea provocando la aparición de edema extracelular subdérmico, hipertrofia e
hiperplasia fibrosa y nódulos de grasa superficial. Esta patología puede aparecer en
personas con obesidad, normopeso e incluso delgadas, dejando atrás la falsa creencia
de estar vinculada exclusivamente al sobrepeso.

Es posible su aparición en casi cualquier zona del cuerpo siendo las más comunes: zona
glútea, miembros inferiores, abdomen y brazos, con evidencia clara de estar altamente
relacionada con cambios hormonales.

Factores desencadenantes o de riesgo.

Los factores que pueden desencadenar un proceso celulítico son, principalmente, los
hormonales y otros factores predisponentes

• Factores hormonales:

Principalmente se habla de factores hormonales debido a que el almacenaje de


grasa en el tejido subdérmico, se ve favorecido por las hormonas por ejemplo los
estrógenos, estas son más numerosas en el sexo femenino y tienen la finalidad
de determinar la disposición de grasa corporal.

El aumento y la hiperpolimerización de ácido hialurónico y el ácido condritín


sulfato determinan un aumento de la presión osmótica y del edema. Siendo
estos definitorios para la aparición de un cuadro celulítico. Al mismo tiempo La
alteración del colágeno provoca un proceso de fibroesclerosis en los septos del
tejido conectivo interlobular. Incrementando la respuesta de los adipocitos frente
los receptores alfa antilipolíticos y estimulando la lipoproteinlipasa (principal
enzima de la lipogénesis). El incremento de la lipogénesis provoca hipertrofia
adipocitaria que lleva a la formación de nódulos que se pueden evidenciar o no a
simple vista como ese aspecto de hoyuelos en la piel.

La insulina, esta hormona estimula la lipogénesis e inhibe la lipólisis a través de


la activación de la lipoproteinlipasa. También las catecolaminas (adrenalina y
noradrenalina) tienen una participación importante y pueden estimular o inhibir la
lipólisis dependiendo del receptor activado (beta o alfa). A bajas
concentraciones, los receptores beta son más sensibles que los receptores alfa.
Ocurriendo exactamente lo contrario con elevadas concentraciones.

Las hormonas tiroideas también pueden incrementar la lipólisis en el tejido graso


estimulando la síntesis de adenilciclasa. Disminuyendo la actividad de la
fosfodiesterasa y de los receptores alfa antilipolíticos. Pueden participar también
en la síntesis de la hialuronidasa, responsable de la despolimerización de los
glucosaminoglucanos. La prolactina puede contribuir con la retención de agua en
el tejido graso.

• Factores neurovegetativos y aspecto psicológicos


• Factores genéticos y étnicos:

Relacionada más frecuentemente con pacientes caucásicas que asiáticas, y una


mayor incidencia con diferencia notable mujeres latinas que nórdicas.

• Hábitos alimenticios:

La dieta: una escasa ingesta de líquidos, ingesta excesiva de sal, que favorece la
retención hídrica, o déficit de fibra consumida, un aporte de carbohidratos mayor al
requerido.

• Hábitos de vida:
El sedentarismo y la falta de ejercicio físico, el hábito de fumar, el alcohol.

Clasificación de la Paniculopatía Edematofibroesclerítica (Celulitis).

Clasificación Clínica:

1. Celulitis Adiposa:

Se caracteriza por su distribución mayoritariamente en muslos y glúteos. Sin embargo,


puede obedecer a una tomografía regional localizada en cualquier parte del cuerpo.

El acúmulo de grasa se distribuye de manera homogénea, siendo de mayor incidencia


en la zona del trocánter mayor. La lipodistrofia es profunda y voluminosa, aunque no es
frecuente el dolor asociado. Suele aparecer desde los 15 año - 30 años.

2. Celulitis infiltrativa o edematosa

Se reconoce porque las irregularidades que se observan no suelen ser profundas, sino
más bien alargadas y poco numerosas, además de tener un volumen moderado. La piel
suele apreciarse brillante y delgada.

Es frecuente que pueda asociarse a otras patologías, como varices, teleangiectasias y


linfedema. Suele aparecer a partir de los 30 años en adelante. A partir de esta etapa
puede empezar a notarse la característica ´´piel de naranja´´ sin embargo, puede ser
reversible.

3. Celulitis fibrosa o dura

Edad de presentación entre los 20 a los 30 años de edad. Destaca por una lipodistrofia
localizada en la zona trocánterea alta y glúteos (Zona más superior de los miembros
inferiores), con irregularidades profundas y numerosas, pero con poco volumen y con
episodios inconstantes de dolor a la presión.

4. Celulitis hipotónica o flácida/blanda

Aparece mayormente entre los 35-45 años. Presenta una topografía en la zona
trocantérea baja y ocasionalmente glúteos, da la apariencia o imagen de glúteos caídos
y pesados, caderas aumentadas de tamaño y de aspecto caído. Es posible que vaya
asociada la presencia de estrías y no es frecuente el dolor es habitualmente aparece en
mujeres sedentarias y en aquellas que suelen perder y aumentar peso rápidamente,
debido al escaso tono muscular.

La presencia de piel de naranja es evidente y se modifica según el movimiento y puede


coexistir con otras alteraciones tales como varices y edemas blandos con retención de
líquidos. Entre otros síntomas que pueden aparecer se encuentran: fatiga permanente,
hipotensión, debilidad general, nerviosismo e insomnio.

5. Celulitis mixta

Se utiliza este término para describir aquella celulitis que posee características de más
de un tipo, aunque es posible que coexistan varios tipos de celulitis a excepción de la
fibrótica y la hipotónica cuyas características no son compatibles entre sí.

Diagnóstico:

El diagnóstico suele ser clínico mediante la inspección y evidencia de la piel de naranja,


la palpación de la zona con síntomas de la tétrada de Ricoux. Sin embargo, no basta
solo con evidenciarla si no también es necesario interrogar sobre los factores
desencadenantes para poder orientar a un tratamiento personalizado y que brinde al
paciente resultados efectivos. En el siguiente en lace podemos observar una
orientación por parte de la especialista Belen Cuendias, fundadora de Academi Estetic,
sobre el diagnostico corporal: https://youtu.be/RzHcTPhi7_o

Para un estudio más preciso se pueden utilizar diferentes exploraciones


complementarias, Siendo confirmatorias más que diagnósticas ya que éstas no se
aplican de forma rutinaria. Entre ellas destacan la ecografía, la termografía, la
xerorradiografía y la impedanciometría bioeléctrica.
Tabla perteneciente a Artículo: Celulitis Clínica y
tratamiento, Servicio de Dermatología del Hospital
de la Santa Creu i Sant PAu. Barcelona. Dr.
Xavaier García'NAvarro, Francias Corella, Dídac
Barco, Esther Vilarrasa, Ana López y Lluís Puig.

Examen Físico:

• Inspección:

A simple vista, dependiendo de la fase en la que se encuentre puede evidenciarse o no


signos característicos de la enfermedad como lo es el famoso aspecto de piel de
naranja. Es importante observar al paciente completamente sin ropa (Con su previo
consentimiento) tanto de pie como tumbado y pedirle que camine un poco. Así se
consigue evaluar de forma más clara la contracción muscular, si existe dolor o no al
desplazamiento y si aparecen o no los mencionados hoyuelos.

Debemos tomar en cuenta que cada inspección de cada paciente es completamente


personalizada y única y debe ir acompañada de una anamnesis exhaustiva y detallada
para recopilar la mayor cantidad de datos necesarios para orientar la terapéutica.

Entre los datos más importantes a tomar en cuenta podemos mencionar la edad,
profesión, estatura, peso, patologías asociadas, índice de masa corporal, medicación,
actividad física, antecedentes gineco obstétricos entre otros. Tomar en cuenta realizar
el examen físico en un lugar bien iluminado.

• Palpación:

A pesar de parecer evidente el diagnostico en la mayoría de los casos con solo


observar, es indispensable la palpación para evaluar temperatura, elasticidad,
turgencia, signos de inflamación, dolor entre otros síntomas que pueden esconder un
estadío más avanzado del que aparenta en la inspección.

La palpación se realiza con la técnica del pellizco, debe ser firme y gentil a la vez, no se
busca maltratar al paciente. Importante evaluar la presencia de edema con el signo de
fóvea, esto podría indicar una patología linfática de base, que debe ser solucionado o
controlada simultáneamente que la celulitis.

Una vez terminado el examen físico se pueden recomendar pruebas complementarias,


las cuales no son indispensables para un diagnóstico correcto. Entre ellas se
mencionan:

• Análisis y rutina de perfil metabólico y hormonal.


• Teletermografía de infrarrojos.
• Ecografía.
• Termografía por contacto.
• Ecografía Doppler.

Uso de la radiofrecuencia en el tratamiento de la celulitis:

La radiofrecuencia es una técnica de electroterapia de alta frecuencia (0,3 y 100 MHz)


que provoca un incremento térmico interno en el organismo.

La producción de energía térmica produce grandes cambios a nivel dérmico como: el


aumento de las fibras de colágeno y el grosor de las fibras elásticas, mejorando la calidad
del colágeno ya existente, aumenta la vasodilatación de la zona, provocando una mejora
circulatoria y una reabsorción de líquidos intercelulares excesivos, lo que se traduce en
una mejor oxigenación y eliminación de toxinas, acelerando los procesos de reparación
celular.

Entre las ventajas de esta terapia, destaca que permite tratar selectivamente tanto las
capas dérmicas profundas como las superficiales, sin producir lesiones, con una
recuperación rápida, además de poder aplicarse en todo tipo de pieles.
Por ellos, la radiofrecuencia, es considerada una técnica muy eficaz en el tratamiento
de la celulitis, por su acción sobre las características del tejido conjuntivo (mejorando la
flacidez), ayudando a rejuvenecer la zona tratada y a eliminar los depósitos de grasa sin
producir una necrosis. En el siguiente enlace de TOP DOCTORS se resume brevemente
por parte de la Dra. Luz Amira Pulido los principales beneficios del uso de la
radiofrecuencia: https://youtu.be/_pU_JB6yd5I

Contraindicaciones y efectos adversos de la Radiofrecuencia

Es un tratamiento muy poco invasivo por lo que no se describen lesiones a largo plazo
con su uso, al igual que los efectos adversos, estos suelen ser mínimos y de escaza
relevancia desapareciendo en un plazo de 24h, por ejemplo:

• Sensación de calor
• Edema
• Equimosis
• Dolor
• Tirantez de la piel

Contraindicaciones:

• Embarazo.
• Presencia de marcapasos, desfibriladores, válvulas cardíacas, o cualquier otro
implante electrónico.
• Prótesis metálicas.
• Lesiones neoplásicas o tumores malignos
• Infecciones víricas o bacterianas
• Epilepsia
• Parkinson

Técnica para aplicar Radiofrecuencia Corporal.


La técnica de aplicación de la radiofrecuencia es variable, en función del área a tratar y
de las características de los pacientes, considerando que para un tratamiento adecuado
de celulitis se deben de tener en cuenta los siguientes aspectos:

• La duración de la aplicación oscilará entre los 20-50 minutos, por cada zona a
tratar, en función de la dimensión y del grado de afectación.
• El número de sesiones recomendadas varía entre 8-20 sesiones, pudiéndose
ampliarse si el paciente lo amerita.
• La frecuencia de aplicación de radiofrecuencia será de una vez a la semana, este
intervalo variará, dejando una semana de descanso al inicio y aumentando el
descanso en 15 días, conforme vaya evolucionando el tratamiento.
• La hidratación es muy importante, por ello se recomienda ingerir medio litro de
agua antes de la sesión y medio litros tras la misma, para favorecer los resultados.
• Se utilizará un gel conductor o aceite, como mecanismo conductor y evitar la
fricción con la piel.
• Colocar los electrodos de manera plana y directa sobre la piel. Desplazando el
cabezal por toda la superficie a tratar de forma continua con un ritmo uniforme y
presión constante para mantener el contacto con la piel, sin causar molestias al
paciente.
• Se recomienda el uso de frecuencias bajas (0,3- 0,5 MHz), para conseguir mayor
profundidad. En zonas donde no exista excesivo tejido adiposo, se deberá de
aumentar la frecuencia aplicada.
• El aumento de la temperatura de forma progresiva permite mayor efectividad del
tratamiento, por la liberación prolongada de grasas por parte del adipocito.
• Al terminar la sesión, se refresca la zona con gel aloe vera o crema hidratante.
• Los resultados definitivos se observan aproximadamente a los 3 meses y suelen
durar hasta dos años si se mantienen hábitos de vida saludables, aunque es
conveniente hacer sesiones de “recuerdo” anuales.

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