Herencia Genetica
Herencia Genetica
Herencia Genetica
En biología y genética, se entiende por herencia a la suma de los procesos mediante los cuales las
características físicas, bioquímicas o morfológicas de los seres vivos son transmitidas de progenitores a sus
descendientes. Dicha transmisión se da gracias a los genes, unidades mínimas de información biológica
contenidas en los cromosomas y expresados molecularmente en la matriz del ADN.
El contenido genético de los individuos se replica durante la división celular (específicamente durante la
replicación del núcleo) y es susceptible de sufrir mutaciones o alteraciones, algunas de las cuales pueden
transmitirse a la descendencia y otras no. En dichas alteraciones, propias de la combinatoria al azar de los
procesos genéticos, pueden estar dolencias, enfermedades, patrones metabólicos e incluso, tal vez, rasgos de
la conducta.
Tipos de herencia
Gracias a los estudios de genética de más de cien años de investigación, hoy en día conocemos que la
herencia puede darse de cuatro distintas formas, de acuerdo al modo en que los genes estén dispuestos en el
interior de los cromosomas. Dichas formas son:
Dominante. Aquellos rasgos heredados que demuestran preferencia por manifestarse y que, por ende, están
presentes en el fenotipo del individuo.
Recesiva. Aquellos rasgos heredados que se encuentran presentes en el genoma pero no de manifiesto. Pueden
manifestarse únicamente cuando no están en presencia de un gen dominante.
Codominante. En ciertos casos ambos caracteres pueden expresarse al mismo tiempo en una suerte de
combinatoria, sin que ninguno domine y el otro sea recesivo.
Intermedio. También llamada dominancia parcial, ocurre cuando el gen dominante no logra manifestarse del
todo y lo hace a medias, lo que resulta en una situación intermedia, de empate entre los genes, manifiestos a
medias.
Importancia de la herencia
La herencia genética es vital para la existencia y continuidad de la vida como la conocemos. De hecho, podría
decirse que es un rasgo biológico que le da objetivo a la vida: la propagación del genoma de la especie y su
paulatina adaptación al entorno, garantizan que la especie toda sobreviva, aunque los individuos perezcan. La
herencia permite, además, la evolución en la medida en que las ventajas adquiridas y exitosas puedan
transmitirse a la descendencia, lo cual en casos radicales puede significar la creación de una completamente
nueva (especiación)
Sin la herencia, la vida estaría impedida de crecimiento en complejidad y diversificación, y las especies
podrían aspirar apenas a repetirse en el vacío, sin poder transmitir a las nuevas generaciones la memoria
genética de la especie. Sin herencia, la reproducción no tiene demasiado sentido.
Genotipo y fenotipo
El genoma es el marco genético de la especie, parte de lo que se mantiene invariable a lo largo de las
generaciones (a menos que, como ocurre en la evolución, se produzca una variación tan radical y exitosa que
dé pie a la aparición de una nueva especie). Cada individuo posee una expresión única e irrepetible de dicho
genoma, o sea, una información genética total de su organismo, que llamaremos genotipo.
Todas las células nucleadas del cuerpo humano poseen el genotipo entero del organismo en su ADN, excepto
las células sexuales o gametos, que poseen la mitad de la carga genética, ya que su propósito es mezclar ese
medio genotipo con el otro medio genotipo del gameto contrario durante la fecundación (óvulos y
espermatozoides).
Este genotipo, por otro lado, se materializa en una serie de características físicas y perceptibles, que forman el
fenotipo individual. Sin embargo, aunque el genotipo es la información genética que rige en principio el
fenotipo, este último también será determinado por el entorno en que el individuo se desarrolle, de manera
que:
De este modo, algunas condiciones concretas de cada individuo serán atribuibles a su genotipo, mientras que
otras serán producto de la dinámica de cambios propiciada por su entorno.
Ejemplos de herencia
Deseamos ver ejemplos de herencia, bastará con acudir a un álbum genealógico o a nuestra propia familia.
Esos rasgos comunes con ellos (el parecido físico, las enfermedades o debilidades comunes, el color de los
ojos o del cabello) están contenidos en nuestro genoma porque los recibimos de nuestros padres, a través de la
carga de su ADN usada para crear el nuestro.
Otro ejemplo de herencia es la evolución por selección natural. Un caso célebre es el de las mariposas del
abedul de la Inglaterra de la Revolución Industrial, cuando las fábricas y el smog comenzaron a inundar los
aires y los troncos de los árboles. Estas mariposas, de colores pálidos, destacaban en las paredes oscurecidas
por el hollín y eran por ende presa más fácil para los depredadores. Semejante presión ambiental ocasionó un
cambio en la pigmentación de las mariposas, que a partir de entonces cambiaron sus colores a un gris opaco o
marrón. Al ser menos detectables, las mariposas proliferaban y se reproducían, transmitiendo a su
descendencia los genes del color oscuro, lo cual les garantizaba a su vez una mayor probabilidad de
subsistencia.