Espíritu Alma y Cuerpo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 124

Introducción

El 23 de marzo de 1968 tuve un encuentro sobrenatural con el Señor que revolucionó mi


vida entera. Después de ese encuentro, el amor de Dios me inundó completamente por
cuatro meses y medio de día y de noche. Experimentar la presencia de Dios de esa manera
tan profunda me incapacitó para vivir una vida ordinaria. Las expectativas que tenía acerca
de mi relación con el Señor y la esperanza que albergaba de lo que Él haría a través de mí,
literalmente llegaron hasta el cielo. Por lo que a mí se refería, ¡Jesús podía hacer cualquier
cosa!
Sin embargo, una vez que esta emoción finalmente disminuyó, me sentí peor que antes. Mis
expectativas internas y mi experiencia cotidiana, permanecieron en dos mundos aparte. Las
realidades espirituales que conocía en mi corazón ya no se manifestaban en el ámbito físico.
Nuevamente anhelaba sentir a Dios de esa misma manera.
Durante este período de tiempo, fui reclutado y enviado a Vietnam. Allá, ¡las tentaciones
abundaban! Muchas veces yo era el único cristiano. Todos los demás se entregaban a las
drogas, al alcohol y a las prostitutas, que estaban tan a la mano. Incluso el búnker donde
vivía, estaba empapelado con imágenes pornográficas en las paredes y el techo, ¡por todas
partes! A pesar de que esta constante tentación de pecar en ocasiones me parecía insufrible,
me negué a ceder. Por la desesperación extrema, empecé a buscar al Señor orando y
estudiando la Biblia ¡hasta por dieciséis horas al día! Esta corrosiva frustración interna,
motivó mi anhelo de descubrir cómo podía yo ir de donde estaba a donde mi corazón me
decía que podía estar. Yo sabía que Vietnam me cambiaría, ¡así que me imaginé que podía
ser para bien!
Dios empezó a renovar mi mente a través de Su Palabra. Después comencé a experimentar la
misma presencia divina tanto como antes—pero ahora no sólo en forma física y emocional.
El Señor me reveló verdades que cambiaron mis pensamientos y desataron Su poder en mí.
La alegría y la emoción volvieron, pero ahora basadas en la comprensión de la Palabra. Podía
recordar las Escrituras y regocijarme en ellas cuantas veces quisiera. De esta manera, ¡la
Palabra de Dios comenzó a producir una estabilidad permanente en mi vida!
El entendimiento del espíritu, el alma y el cuerpo fue una de las primeras revelaciones que
recibí a través del estudio de la Biblia. No sólo alivió mi frustración y confusión, sino que
también me sirvió de base para casi todo lo que el Señor me ha mostrado desde entonces.
Estas importantes verdades me libraron de mis ataduras a tantos pensamientos erróneos y
me capacitaron para experimentar constantemente el poder sobrenatural de Dios.
Personalmente, no comprendo cómo alguien puede realmente progresar en su relación con
Dios sin entender esta revelación básica.

1
Hoy, sigo tan emocionado por el entendimiento del espíritu, el alma y el cuerpo como desde
el primer día en que Dios me lo mostró hace más de treinta y cinco años. De hecho, ¡he visto
al Señor liberar a más personas por esta sola enseñanza que por cualquier otra que yo haya
predicado! Lo que ahora sostienes en tus manos tiene el potencial para ¡revolucionar tu vida
cristiana por completo!

2
Espíritu, alma y cuerpo El espejo de Dios
Lección 1

El Espejo De Dios

Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma
y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1 Tesalonicenses 5:23, énfasis añadido.
Aun cuando la Palabra de Dios nos enseña claramente que estamos formados de tres partes,
muy pocos cristianos ejercen un conocimiento práctico del espíritu, el alma y el cuerpo en
sus vidas diarias. En realidad, la mayoría de las personas creen que sólo están hechos del
cuerpo y el alma. Confunden el alma y el espíritu como si fueran básicamente lo mismo. Por
consiguiente, cotidianamente, ellos sólo reconocen una parte física y una parte emocional,
mental, interna (comúnmente llamada “personalidad”).
¡Incluso la Strongs Concordance falla al distinguir las tres! La palabra griega para “espíritu”
es “pneuma” y se define como “el alma inmortal”. No quiero criticar el trabajo de ninguna
persona, pero mi estudio de la Palabra de Dios ha revelado una diferencia distinta entre el
espíritu y el alma. Por lo tanto, no coincido con esta definición en particular de la palabra
“pneuma”. Tu espíritu es la parte más profunda de tu ser, no tu “alma inmortal”.
Tu cuerpo es evidente. Es la parte física de ti que se puede ver en un espejo. Si estuvieras
hablando cara a cara conmigo, estarías viendo mi cuerpo.
Sin embargo, estarías hablándole a mi alma, que es mi parte mental, emocional. Algunas
personas definen “el alma” como “tu mente, tu voluntad y tus emociones”. Aunque
ciertamente es verdad, es una definición incompleta porque también se debe incluir tu
conciencia. Tu alma es lo que la mayoría llama su “personalidad”.

NINGÚN ACCESO NATURAL

Puedes sentir a ambos—tu cuerpo y tu alma. Si pongo mi mano en tu hombro, sabrás que
te toqué. Sin embargo, también puedo tocarte independientemente de que yo esté
físicamente cerca de ti o no. Si le hablo a tu alma, puedo hacer que te sientas contento, triste
o enojado. A través de mis palabras, puedo “herirte” aunque no toque físicamente tu
cuerpo. Es fácil saber cómo te sientes en tu cuerpo y en tu alma porque ¡constantemente
estás en contacto con ellos!
Si haces un inventario mental, tu cuerpo instantáneamente puede decirte cómo se siente.
Sabes si tu adrenalina está aumentando o si estás cansado, si estás saludable o estás luchando

3
Espíritu, alma y cuerpo El espejo de Dios
Lección 1

contra un resfriado, si te duele la cabeza, o si la ducha estuvo agradable. De hecho, en


realidad no tienes que pensar al respecto porque tu cuerpo continuamente te proporciona
tal información.
También puedes analizar el estado de tu alma y darte cuenta inmediatamente de cómo te
sientes. Es fácil saber si estás feliz o herido, mentalmente agotado o alerta y listo para partir,
o muy enojado. Te percatarías del temor o de la depresión si se presentara, porque siempre
estás en contacto con tu alma.
Sin embargo, no puedes acceder a tu espíritu por ningún camino natural. Jesús declaró: “Lo
que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Jn. 3:6).
Quiso decir que no hay una conexión directa entre los dos. Están interrelacionados, como
después lo verás, pero el espíritu es espíritu y la carne es la carne. Simplemente no puedes
contactar a tu espíritu a través de tus emociones o por medio de tu cuerpo físico. ¡En esto
radica uno de los grandes problemas de la vida cristiana!
Si no entiendes que la realidad espiritual no se puede sentir, entonces te confundirás cuando
la Palabra de Dios declara que tienes el mismo poder que resucitó a Jesús de los muertos (Ef.
1:18-20). Si piensas que la verdad se puede percibir por medio de los sentidos naturales,
entonces te desconcertarás cuando la Biblia dice que eres una nueva criatura que puede
hacer las mismas obras milagrosas que Jesús hizo (2 Co. 5:17, Jn. 14:12). Sin el
entendimiento del espíritu, el alma y el cuerpo, buscarás desconcertado en tu cuerpo y en tu
alma, preguntándote: “¿Dónde está? Yo realmente no tengo esa clase de poder en mí.
¡La Biblia es tan difícil de entender!” Si no puedes ver, probar, oír, oler o tocar lo que la
Palabra revela de ti, entonces inmediatamente entrarás en conflicto. Esta aparente disparidad
entre lo que estás experimentando y la Palabra de Dios causará que levantes las manos en
frustración y que concluyas, “¡Seguramente, no es verdad!”

ABRIENDO EL REINO ESPIRITUAL

El entendimiento del espíritu, el alma y el cuerpo abre el reino espiritual para que puedas
experimentar ¡quién eres y lo que tienes en Cristo!
Debido a que el reino espiritual no se puede ver ni tocar naturalmente, la única manera de
percibir la verdad espiritual con precisión es a través de la Biblia. Simplemente ¡toma la
Palabra de Dios y créela!
Jesús dijo: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os
he hablado son espíritu y son vida” (Jn. 6:63). La Palabra de Dios revela la realidad
espiritual. Si quieres saber cómo es tu espíritu, debes descubrirlo por la Palabra. No puedes

4
Espíritu, alma y cuerpo El espejo de Dios
Lección 1

dejarte llevar por las emociones o por otra manera de percibir las cosas. ¡La Palabra de Dios
es espíritu y vida!
Cuando estudias la Biblia, te estás contemplando a ti mismo en el Espíritu.
“Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre
que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego
se olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, [la
palabra de Dios, específicamente la del Nuevo Testamento] y persevera en ella, no siendo oidor
olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”
(Santiago 1:23-25 corchetes añadidos, RV1960).
¡La Palabra de Dios es un espejo espiritual!

UN REFLEJO PERFECTO

Cuando te ves la cara en el espejo, realmente no te estás viendo a ti mismo. Más bien, estás
viendo un reflejo. De hecho, tus ojos nunca han visto directamente tu propia cara. Piensa al
respecto—¡siempre has visto un reflejo! Aunque es sólo una representación, has aprendido a
confiar en ella.
Si quieres saber si tu cabello está bien peinado o si te pusiste maquillaje, no te dejas llevar
por lo que sientes. Puesto que estas cosas no se pueden sentir, tienes que verte en un espejo
y luego confiar en lo que ves. ¡Es lo mismo con tu espíritu nacido de nuevo!
La Palabra de Dios refleja perfectamente quién eres en el espíritu. Ésta es la única manera de
saberlo. No puedes simplemente suponer: “Si tuviera el poder de Dios dentro de mí, estaría
consciente de ello” porque ¡lo que es del Espíritu espíritu es y lo que es de la carne carne es!
Sería como tratar de sentir si traes puesto el maquillaje o si tu cabello está peinado. ¡Estas
cosas no se pueden sentir! Tienes que ver en el espejo de Dios y ¡confiar en la realidad
espiritual que ves!

VERSÍCULOS

I TESALONICENSES 5:23 LBLA


Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
JUAN 3:6 LBLA
Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

5
Espíritu, alma y cuerpo El espejo de Dios
Lección 1

EFESIOS 1:18-20 LBLA


Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la
esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
conforme a la eficacia de la fuerza de su poder, el cual obró en Cristo cuando le resucitó de
entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales.
2 CORINTIOS 5:17 LBLA
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí,
son hechas nuevas.
JUAN 14:12 LBLA
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y
aún mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre.
JUAN 6:63 LBLA
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida.
SANTIAGO 1:23-25 LBLA
Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su
rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se
olvida de qué clase de persona es. Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la
libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor
eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.

6
Espíritu, alma y cuerpo Todas las Cosas son Hechas Nuevas
Lección 2

Todas las Cosas son Hechas Nuevas

Cada creyente nacido de nuevo ha experimentado una transformación interna completa.


De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas
son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo.
2 Corintios 5:17-18
Observa que no dice que “todas las cosas se están haciendo nuevas” o que “tienen el
potencial de ser hechas nuevas”. Este versículo declara “las cosas viejas pasaron” (tiempo
pasado), “todas son hechas (tiempo presente—la realidad ahora mismo) nuevas”, “Y todo
esto proviene de Dios”
Si no entiendes el espíritu, el alma y el cuerpo, entonces instantáneamente te predispones a
la confusión, la frustración y finalmente la incredulidad cuando lees un versículo como este.
Después de que lees sobre un cambio total y que todo proviene de Dios, ves tu cuerpo e
inmediatamente empiezas a dudar, porque éste no ha pasado ni se ha convertido en uno
nuevo. Si estabas pasado de peso antes de recibir al Señor, ¡eso no cambió en el momento
que fuiste salvo! El tiempo vendrá cuando recibirás un cuerpo glorificado, pero aún no ha
sucedido.
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de
inmortalidad.
1 Corintios 15:53
Aunque la expiación de Cristo proveyó para ti el aspecto físico, tu cuerpo todavía no ha
sido salvo. Fue comprado, pero todavía no ha sido redimido.

ESTAMPAS VERDES S Y H

De niño, coleccionaba estampas verdes S y H. Dondequiera que mi mamá compraba el


mandado, ganábamos estampas de acuerdo al monto de la compra. Ella me las daba para
que las organizara y las pegara en un libro. Después me llevaba a un centro de canje de
estampas verdes S y H y las canjeaba por cualquier cosa que yo quisiera del mismo valor en
esa tienda. Aunque ya habíamos comprado las estampas, no me las canjeaban hasta que las
entregaba.
No eran las estampas en sí lo que yo quería, pero ¡sí lo que podía canjear por ellas!

7
Espíritu, alma y cuerpo Todas las Cosas son Hechas Nuevas
Lección 2

Jesús pagó por tu cuerpo glorificado a través de Su muerte, sepultura y resurrección. A pesar
de que el pago total ya se hizo, todavía tienes un cuerpo corruptible mientras esperas para
recibir tu cuerpo inmortal e incorruptible. En este momento, aún no tienes la redención de
la posesión adquirida (Ef. 1:14).
¡Tu alma tampoco fue salvada! Esto le parece raro a mucha gente porque dicen cosas como
estas; “¡soy un ganador de almas!” y “vine a ver la salvación de un alma” para describir a un
evangelista y la evangelización. En realidad, el Nuevo Testamento sólo menciona “la
salvación del alma” unas cuantas veces—y ninguna de ellas, en este contexto, está hablando
de la experiencia del nuevo nacimiento (He. 10:39; Stg. 1:21, 5:20; 1 P. 1:9). La salvación
del alma ocurre cuando un cristiano desanimado y mentalmente derrotado empieza a creer
en la Palabra de Dios y luego experimenta éxito, paz y gozo nuevamente. Sin embargo,
cuando vuelves a nacer, ¡tu alma no es la parte de tu ser que cambió completamente!
Si antes de ser salvo no eras listo, sigues igual después de ser salvo. Si antes de haber vuelto a
nacer no entendías las matemáticas, tampoco las entenderás después de haber vuelto a
nacer. De hecho, si estabas deprimido antes de ser vuelto a nacer, seguirás en la depresión
hasta que tu alma cambie su manera de pensar por medio de creer la Palabra de Dios.
Tu alma puede ser transformada en este momento según el nivel en que renueves tu mente,
cambies tus actitudes y ajustes tus valores a la Palabra de Dios. Este cambio debe darse y tu
alma está en este proceso, pero no sucedió automáticamente. En tu alma, las cosas viejas no
han pasado y todas las cosas todavía no son hechas nuevas. ¡La transformación de tu alma
no se completará sino hasta que estés en la presencia de Jesús!

¡DONDE EL CAMBIO ES COMPLETO!

Cuando recibas tu cuerpo glorificado, también recibirás tu alma glorificada. I de Corintios


13:9-12 revela cómo, cuando lo que es perfecto venga (tu cuerpo glorificado), tu
conocimiento parcial le abrirá el paso a la revelación total. Ya no conocerás en parte,
conocerás todas las cosas así como tú también serás conocido. ¡Es la realización futura por
venir de la transformación y el cambio completo en tu cuerpo y en tu alma!
Sin embargo, 2 de Corintios 5:17 claramente declara que cualquier persona que está en
Cristo es ahora mismo ¡una nueva criatura! Las cosas viejas pasaron. Todas son hechas
nuevas. Esta transformación total no se refiere a algo que está en proceso; está describiendo
un cambio que ya se llevó a cabo—un hecho cumplido.
¿Dónde ocurrió este cambio completo? Según el espejo de Dios—no fue en tu cuerpo ni en
tu alma, sino ¡en tu espíritu nacido de nuevo!

8
Espíritu, alma y cuerpo Todas las Cosas son Hechas Nuevas
Lección 2

¡Tu espíritu sí cambió totalmente con la salvación! En lo tocante al hecho de que aceptaste a
Jesucristo como tu Señor, tu espíritu sufrió una transformación completa e instantánea. Por
lo general, tanto tu cuerpo como tu alma fueron impactados por lo que sucedió, pero no
fue algo total, ni completo.
Las personas que no entienden que el cambio ocurrió en sus espíritus y que tiene que
encontrar la salida hacia sus almas y sus cuerpos, por lo general se sienten muy
desilusionados. “Pensé que me había convertido en una nueva persona. ¡Jesús iba a cambiar
todo!” Después la incredulidad se presenta. “Pero las cosas no cambiaron, ¡sigo siendo el
mismo!” Algunos hasta pueden dudar si fueron salvos o no. Los que conservan su salvación
a menudo dejan de creer que alguna vez realmente experimentarán y disfrutarán los
beneficios de ese cambio aquí en esta vida.
Pero la verdad es que—¡tu espíritu cambió totalmente! No estás en medio de un proceso
para obtener algo de parte de Dios. Todo lo que alguna vez pudieras necesitar en la vida
cristiana ¡ya está presente en su totalidad en tu espíritu! En este momento tu espíritu nacido
de nuevo es tan perfecto y completo como lo será por toda la eternidad. No obtendrás uno
nuevo cuando llegues al cielo. Tu espíritu tampoco tendrá la necesidad de madurar, de
completarse, ni de limpiarse de cualquier contaminación que hubiera experimentado aquí
en la tierra. ¡Tu espíritu es—ahora mismo—tan perfecto, maduro y completo como Jesús
mismo!

VERSÍCULOS

2 CORINTIOS 5:17-18 LBLA


De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí,
son hechas nuevas. Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por
medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.
1 CORINTIOS 15:53 LBLA
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad.
EFESIOS 1:14 LBLA
Que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión
adquirida de Dios, para alabanza de su gloria.
HEBREOS 10:39 LBLA

9
Espíritu, alma y cuerpo Todas las Cosas son Hechas Nuevas
Lección 2

Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para
la preservación del alma.
SANTIAGO 1:21 LBLA
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la
palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas.
SANTIAGO 5:20 LBLA
Sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte, y
cubrirá multitud de pecados.
1 PEDRO 1:9 LBLA
Obteniendo, como resultado de vuestra fe, la salvación de vuestras almas.
1 CORINTIOS 13:9-12 LBLA
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, lo
incompleto se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño,
razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. Porque ahora
vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en
parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido.

10
Espíritu, alma y cuerpo El Punto Clave
Lección 3

El punto clave

Después de nacer de nuevo, el resto de tu vida cristiana consiste simplemente en renovar y


en soltar. A medida que renuevas tu mente y crees en la Palabra de Dios, tu alma se
armonizará con lo que ya ocurrió en tu espíritu. Cuando tu alma se alinea con lo que ve en
el espejo espiritual de Dios, lo que ya está en tu espíritu se pone a disposición de tu alma y
de tu cuerpo. Así es como experimentas los beneficios de tu salvación.
Si tu espíritu y tu alma están de acuerdo, experimentas la vida de Dios. Tu espíritu nacido
de nuevo siempre favorece a Dios porque ya fue totalmente cambiado a Su imagen y
semejanza. Cuando tu alma se pone de acuerdo con tu espíritu, son dos partes de tu ser en
contra de una. Debido a que la mayoría siempre gana, tu alma y tu cuerpo experimentarán
la vida, la victoria y el poder que ya está en tu espíritu.
Por otra parte, el fluir sobrenatural de vida que procede de tu espíritu al reino físico se
detiene cuando tu alma se pone de acuerdo con tu cuerpo (la mayoría siempre gana) y se
deja dominar por el reino natural. Detienes el paso y dejas de experimentar la vida de Dios
cuando alineas tu alma con lo que puedes ver, probar, oír, oler y sentir, en vez de hacerlo
con lo que percibes en la Palabra. Lo que está en tu espíritu debe fluir a través de tu alma
para que pueda salir hacia tu cuerpo y al mundo físico que nos rodea.

EL VERDADERO TÚ

Observa el diagrama funcional que incluí. Lo llamo “funcional” porque no es producto de


la inspiración ni es un hecho real el que yo haya representado el espíritu, el alma y el cuerpo
con círculos. Ninguno de nosotros somos círculos, ¡aunque algunas personas están más
redondas que otras! Estos diagramas sólo son un intento para explicarte la relación entre el
espíritu, el alma y el cuerpo por medio de la ilustración.

11
Espíritu, alma y cuerpo El Punto Clave
Lección 3

Considera este primer diagrama de tres círculos concéntricos (se parece a una diana). El
círculo exterior representa tu cuerpo. Es la parte que puedes ver y sentir. Después tienes una
parte interna que no puede verse pero que puede sentirse. Ésta es tu alma. Observa cómo tu
alma toca a los dos: a tu cuerpo y a tu espíritu. Tu espíritu es la segunda parte interna;
aunque es el núcleo de quien eres, no puede verse ni sentirse.
La mayoría de las personas no reconocen el hecho de que su espíritu es el núcleo de su ser.
Actúan primordialmente desde el ámbito del alma, con la idea de que lo que piensan o
sienten es la realidad. Quizá perciben que sus almas son la parte más interna de su ser, pero
la Palabra de Dios dice algo muy diferente. ¡Tu espíritu es el verdadero tú!
Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está
muerta.
Santiago 2:26
Después de que Dios creó a Adán, Él le sopló aliento de vida (Gn. 2:7). La palabra hebrea
que se tradujo como “aliento” también se tomó como “espíritu” en otras citas bíblicas (por
ejemplo, Job 26:4 y Pr. 20:27). El cuerpo y el alma de Adán (las partes físicas, mentales y
emocionales) no tenían vida hasta que se impartió el “espíritu”. ¡Tu espíritu es la parte de tu
ser que vivifica!
Como tu vida procede de tu espíritu, es el círculo más interno de los tres. También observa
que tu espíritu está completamente rodeado por tu alma. No tiene acceso directo a tu
cuerpo físico. El diagrama de los 3 aros también ilustra la ausencia de esta conexión directa.
Por esta razón todo lo que sale de tu espíritu hacia tu cuerpo, ¡debe pasar por tu parte
mental y emocional!

¿ESTÁ ABIERTA TU VÁLVULA?

En el diagrama de tubo, un lado representa a tu espíritu y el otro a tu cuerpo. Tu alma actúa


como una válvula entre las dos partes. Cuando abres la válvula, lo que está en tu espíritu
puede fluir a través de tu cuerpo. Dependiendo de cuánto se abra, el fluir de la vida podría

12
Espíritu, alma y cuerpo El Punto Clave
Lección 3

ser sólo una gotera, un chorrito o ríos (Jn. 7:38). Cuando la válvula está cerrada, el fluir del
espíritu hacia el cuerpo se detiene. ¡Ésta es una ilustración muy buena que representa la
manera como opera un creyente que ha vuelto a nacer!

En tu espíritu, tú tienes el mismo poder que resucitó a Jesucristo de entre los muertos (Ef.
1:18-20). Sin embargo, es posible tener este poder y que nunca lo manifiestes. Si tu alma,
como una válvula, se cierra ante esta verdad, no lo experimentarás. Si no se abre la válvula
por medio de la renovación de tu mente con la Palabra de Dios, la realidad eterna que está
en tu espíritu no será capaz de impactar la “realidad” temporal de tu mundo físico. Toda la
vida de resurrección y poder se queda atrapada en tu interior. Si no pasas suficiente tiempo
viendo el espejo espiritual hasta que llegues a ver el verdadero tú, la vida de resurrección y el
poder se quedan atrapados adentro.
De hecho, podrías morir con todo el poder que resucitó a Jesús de entre los muertos
reposando dentro de ti sin aprovecharlo. ¡Sería como morirte de sed, mientras te reclinas
sobre un pozo lleno de agua dadora de vida! Si estás dominado por lo que sientes, tu alma
estará de acuerdo con el mundo natural. “Me siento enfermo y mi cuerpo me duele. El
doctor dice que me estoy muriendo. ¡Aquí está el reporte médico que lo comprueba!”
Aunque tienes en tu espíritu la vida de resurrección de Dios, tu alma puede mantenerla
encerrada de manera que ni una gota del poder vivificador llegue a tocar tu cuerpo físico
alguna vez.
Puedes experimentar la depresión, la cólera y la amargura mientras que posees el amor de
Dios, el gozo y la paz en tu espíritu (Gál. 5:22). Puesto que esto se aplica a cada área de tu
vida, ¿puedes ver qué esencial es tu alma?
Tu cuerpo en realidad no controla nada. Sólo sigue la corriente de lo que ve, prueba, oye,
huele y siente, a menos que el alma lo influya de otra manera. Es amoral—no es ni bueno, ni

13
Espíritu, alma y cuerpo El Punto Clave
Lección 3

malo. Dejado solo, tu cuerpo simplemente reacciona y se deja llevar por lo que está
sucediendo en el ámbito físico.
Cuando tu alma se pone de acuerdo con tu espíritu, la vida de Dios que reside en ti se
manifestará por sí misma en tu cuerpo físico. ¡Experimentarás la sanidad, la liberación, la
unción, la victoria, el poder, el regocijo, la prosperidad—y mucho más!

VERSÍCULOS

SANTIAGO 2:26 LBLA


Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está
muerta.
GÉNESIS 2:7 LBLA
Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento
de vida; y fue el hombre un ser viviente.
JOB 26:4 LBLA
¿A quién has proferido palabras, y de quién es el espíritu que habló en ti?
PROVERBIOS 20:27 LBLA
Lámpara del Señor es el espíritu del hombre que escudriña lo más profundo de su ser.
JUAN 6:63 LBLA
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida.
JUAN 7:38 LBLA
“El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos
de agua viva”.
EFESIOS 1:18-20 LBLA
“Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la
esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
conforme a la eficacia de la fuerza de su poder, el cual obró en Cristo cuando le resucitó de
entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales”.
GÁLATAS 5:22-23 LBLA
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,
mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.

14
Espíritu, alma y cuerpo Renueva, Reconoce y Experimenta
Lección 4

Renueva, Reconoce y Experimenta

Como la mayoría de los cristianos no tienen un conocimiento práctico del espíritu, el alma
y el cuerpo, están dominados por lo que pueden ver, probar, oír, oler y sentir en vez de estar
dominados por la Palabra de Dios. El fluir de la vida interna permanece obstruido porque
no creen en nada que no puedan ver. Tampoco entienden el cambio que ocurrió en sus
espíritus nacidos de nuevo, ni están totalmente conscientes de quienes son en Cristo. Para
estas personas, algo no es real si no pueden percibirlo a través de los cinco sentidos naturales.
En un intento por ser “honestos”, buscan el poder de Dios en su mundo físico, emocional y
mental. Si no lo pueden percibir, entonces piensan que no lo tienen.
Sin embargo, la verdad es que las cosas viejas pasaron, y todas las cosas son hechas nuevas en
tu espíritu en el momento que fuiste salvo. Ahora bien, todo lo que pudieras necesitar en tu
vida cristiana, ya está allí. Lo único que tienes que hacer es renovar tu mente y ¡soltarlo!
Esta verdad, ¡revolucionó mi vida! Yo había experimentado el poder y la realidad de Dios,
pero cuando este sentimiento se atenuó, pensé que aquéllas se habían ido. Conocía a Dios y
sabía que todo lo que Él prometió era real, pero pensaba que tenía que hacer que Él me
diera cosas. Debido a mi pensamiento erróneo, pasé por un período de desánimo,
frustración y desesperación—no por causa del pecado, sino más bien porque tenía un deseo
sincero de vivir para Él y de experimentar lo mejor que Dios tiene para mí. Sentía que no
importaba cuánto me esforzara, nunca podría lograrlo. Después empecé a darme cuenta de
que Dios ya me había dado todo en mi espíritu vuelto a nacer. Cuando entendí esta
revelación, me di cuenta de que solamente necesitaba soltarlo. ¡Este simple entendimiento
cambió todo!
Desde entonces, he reconocido que la vida cristiana no es un proceso para “obtener algo de
Dios”. Más bien, es un proceso para renovar mi mente y aprender a soltar lo que ya recibí.
Es mucho más fácil soltar algo que ya tengo, que obtener algo que todavía no tengo.
Este concepto erróneo de tratar de obtener algo que aún no tienes, conlleva un elemento de
duda. Ves una promesa en la Palabra respecto a la sanidad, el gozo, la victoria, el poder, la
provisión, a lo que sea y como tú sabes que Dios ama a Sus hijos, y que Él cumple Sus
promesas, empiezas a encaminarte hacia allá “creyéndole a Dios”.
Sabes que es posible—Dios hasta lo prometió—pero como todavía no lo puedes percibir en
tu ámbito mental, emocional y físico, no crees que ya fue hecho. En tu mente, la promesa
de Dios no es una “realidad” hasta que se materializa.

15
Espíritu, alma y cuerpo Renueva, Reconoce y Experimenta
Lección 4

Sin embargo, la verdad es que Dios ya puso todo lo que alguna vez necesitarás dentro de tu
espíritu vuelto a nacer. Cuando crees que ya lo tienes, ¡se elimina la duda! Tú no estás
tratando de ser salvo; ¡fuiste salvo! No estás en el proceso de ser vuelto a nacer; ¡fuiste vuelto
a nacer! Cuando confesaste que Jesucristo es tu Señor y Salvador, tu espíritu cambió
instantáneamente. En tu espíritu, eres nuevecito y estás completo. Dios ya te ha dado todo
lo que necesitas. El resto de tu vida cristiana no consiste en aprender cómo obtener algo de
Él, sino más bien consiste en descubrir cómo liberar lo que Él ya puso en tu interior.

CÓMO SE HACE EFICAZ LA FE

Pablo oró por su amigo:


Para que la comunicación de tu fe sea eficaz, en el conocimiento de todo el bien que está en
vosotros, por Cristo Jesús.
Filemón 1:6 RVA
“Comunicar” significa “transmitir”. Por ejemplo, te estoy transmitiendo lo que Dios me ha
dicho y lo que ha realizado en mi vida. “Eficaz” significa que empieza a “trabajar” o a
“producir”. ¿Cómo trabaja y produce tu fe? Siendo conscientes de “el conocimiento de
todo el bien que está en vosotros, por Cristo Jesús”.
Las normas del Antiguo Testamento no necesariamente se aplican a la fe del Nuevo
Testamento. Por esta razón conceptos como “obtener más fe”, “recibir una nueva unción”,
“obtener más de Dios”, y “recibir una doble porción” no funcionan. Por ignorancia la gente
dice: “Eliseo obtuvo una doble porción de la unción de Elías. Y esta noche es la noche para
recibir una doble porción. Ven y vamos a orar para que recibas una doble porción de la
unción”. Elías no tenía la plenitud de Dios, él sólo tenía una pequeña porción. Por lo tanto,
Eliseo pudo tener lo doble de lo que tenía Elías.
Sin embargo, Juan 1:16 nos revela:
Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.
Bajo el Nuevo Pacto, ¡todos hemos recibido (tiempo pasado) Su plenitud!
Como creyente, Dios te dio todo cuando naciste de nuevo. Las cosas viejas pasaron y todas
las cosas fueron hechas nuevas. En tu espíritu, recibiste la misma medida de fe, el mismo
poder, la misma sabiduría y la misma habilidad como cualquier otro cristiano. Nuestros
espíritus son todos idénticos al del Señor Jesucristo en cada área. Tu espíritu no está en
proceso de crecimiento y madurez porque ya está completo; ¡ya tienes todo!
El resto de tu vida cristiana consiste en aprender cómo manifestar en el mundo físico lo que
ya está presente en tu espíritu nacido de nuevo. La manera como tu fe llega a ser eficaz,

16
Espíritu, alma y cuerpo Renueva, Reconoce y Experimenta
Lección 4

productiva y operativa es por el conocimiento de todo el bien que hay en ti (en tu espíritu)
en Cristo. Puesto que sólo puedes reconocer las cosas que ya existen, no puedes reconocer
algo que no es real. Por lo tanto, para que tu fe funcione, ¡debes reconocer, creer, e
identificar todo lo bueno que hay en ti en Cristo!

UN TERCIO COMPLETO

Yo no vi ninguna manifestación de poder, de victoria, de gozo—de nada— hasta que


empecé a renovar mi mente y a descubrir lo que Dios puso dentro de mí. Conforme empecé
a reconocer lo que Él ya hizo, Su presencia y poder comenzaron a manifestarse en mi vida.
Las vidas de las personas a las que les predicaba empezaron a cambiar. Reconocer las buenas
cosas que hay en mí en Cristo, ¡hizo que mi fe funcionara y que produjera resultados
sobrenaturales!
La mayoría de los cristianos creen que Dios puede hacer cualquier cosa, pero experimentan
muy poco. Ahora que han nacido de nuevo, saben que tienen acceso al Señor. Creen que
Dios puede soltar Su poder en respuesta a sus oraciones, pero también creen que el hecho
de que algo se realice o no depende de su comportamiento (es decir; ser santos, decir lo
correcto, estudiar la Palabra, diezmar, evitar los pleitos, etc.) Este punto de vista hace corto
circuito con el poder de Dios porque el enfoque está en lo que deben hacer, en vez de que
esté en lo que Cristo ya hizo. Estos cristianos no dudan del poder de Dios, más bien dudan
de la disposición de Dios para que usemos ese poder para nuestro beneficio. Piensan que el
poder de Dios está por algún lado y que deben hacer algo para poder obtenerlo.
La verdad es que cuando naciste de nuevo, Dios puso Su poder, Su unción, Su victoria, Su
gozo, y Su paz—todo—en ti en abundancia. La única razón por la que no se están
manifestando en tu alma y en tu cuerpo es por tu mente no renovada. La cuestión no es que
Dios no ha dado; sino que tú todavía andas buscando en el mundo físico en vez de buscarlo
en Su espejo espiritual.
¡Un tercio de tu salvación ya está completa! Ahora mismo, tu espíritu es tan salvo,
santificado, santo y está tan lleno de poder como lo estará por toda la eternidad. Algún día
recibirás un cuerpo nuevo y un alma nueva que armonicen con tu espíritu nuevo. Hasta
entonces, tu alma y cuerpo son los que están en el proceso de cambio, pero no tu espíritu.
En la segunda venida de Cristo, o cuando mueras y te vayas con Él, el cambio en tu alma se
completará en un instante. Después cuando el Señor regrese, tu espíritu y tu alma se
reunirán con tu cuerpo glorificado. En ese momento, los tres serán perfectos. Pero hasta ese
entonces, la vida cristiana consiste en renovar tu mente y reconocer la perfección que ya está

17
Espíritu, alma y cuerpo Renueva, Reconoce y Experimenta
Lección 4

en tu espíritu para que tu alma y tu cuerpo físico puedan experimentar los beneficios de la
salvación.

CONFORMADO O TRANSFORMADO—¡TÚ ESCOGES!

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:1-2 RV1960
¡No te conformes a este siglo! Conformar significa “vaciar en el molde de”. En la vida,
enfrentarás presiones—del mundo, del diablo, de los incrédulos y de las circunstancias.
Aunque no puedes evitar que las presiones te derritan, sí puedes escoger en qué molde
encajarás. Cuando las presiones vienen, ¿te amargarás o mejorarás? Cuando surjan las
pruebas de fuego, ¿te mantendrás victorioso o cederás ante la derrota? La decisión es tuya,
pero ¡cambiarás!
¡Transfórmate por medio de la renovación de tu mente! La palabra griega que se tradujo
como “Transformar” es la misma palabra de la que se deriva “metamorfosis”. Es la imagen
de un pequeño gusano que hila un capullo y luego sale de ahí convertido en una mariposa.
La manera como te transformas, cambias, y te metamorfoseas dejando de sentirte amargado,
herido, enfermo, y derrotado para convertirte en la persona sana, cariñosa, y victoriosa que
Dios creó, es por medio de la renovación de tu mente. Tu espíritu ya cambió, y tu cuerpo
básicamente es el cabús1 de tu alma. Cualquier cosa que pienses en tu alma, tu cuerpo se va
a dejar llevar por ella. Por lo tanto, tu mente, tus pensamientos, y tus actitudes determinarán
si vas a experimentar la victoria y la vida de Dios en tu espíritu o la derrota y la muerte en el
ámbito natural caído. ¡Renovar tu mente con la Palabra, facilita tu transformación!
La Palabra de Dios te dice cuál es la verdad espiritual. Te da los nuevos valores y actitudes a
los que debes conformarte. Conforme continúes viendo en el espejo espiritual del Señor,
empezarás a ver y a experimentar por ti mismo ¡quién eres en realidad!

1 N.T. Cabús: “último vagón de un tren—del inglés caboose”.

18
Espíritu, alma y cuerpo Renueva, Reconoce y Experimenta
Lección 4

Información Adicional

Mi esposa y yo pasamos por un tiempo de extrema pobreza cuando empezábamos de tiempo


completo en el ministerio. Después de que regresé de Vietnam a casa y me casé, fui pastor de
una pequeña iglesia en Seagoville, Texas. Cada centavo que teníamos estaba destinado a
pagar las cuentas de la casa. Éramos tan pobres que a veces nos pasábamos sin comida hasta
una o dos semanas.
Durante ese tiempo, mi Biblia se estaba desencuadernando. Las páginas tenían moho de la
humedad de Vietnam y había escrito muchas notas en ellas. Aunque intenté pegarla, capítulos
enteros—y hasta libros—se perdieron. Ahí estaba yo, ¡pastoreando una iglesia con una Biblia
destrozada e incompleta!
Como no teníamos dinero disponible para comprar una nueva, decidí sacarle provecho a esta
situación. “¿Cómo podía tener fe en Dios para predicar la salvación, sanar al enfermo, echar
fuera demonios y cambiar las vidas de las personas, si no podía creer que Él me proveería con
suficiente dinero extra para comprar una Biblia?” Tomé una decisión y dije: “¡Voy a ganar
esta batalla o me moriré en el intento!”
El diablo aceptó el reto y la batalla comenzó. Pensamientos de temor y de incredulidad
bombardearon mi mente. ¡Qué hombre de Dios eres! Ni siquiera tienes una Biblia completa.
¡No puedes tener fe para que Dios te dé un libro! ¡Qué clase de Pastor eres, un fracasado! ¡Peleé
con esos pensamientos constantemente por seis meses enteros!
Finalmente, obtuve el dinero y compré una Biblia nueva. Después de que le grabé mi nombre,
salí victoriosamente de esa librería llevando mi trofeo debajo del brazo. Todos los pensamientos
negativos se fueron inmediatamente. ¡Una vez que la obtuve, nunca más dudé que tendría mi
Biblia otra vez!
“Por supuesto que no, Andrew, ya la tienes. ¿Por qué dudarías de algo que ya tienes?”
¡Precisamente, ése es mi punto! ¡La duda se elimina cuando tú sabes que ya lo tienes!
Para un estudio más a fondo, te recomiendo mi estudio ¡Ya Lo Tienes! Es un estudio muy
bueno para continuar con el tema de Espíritu, Alma y Cuerpo

VERSÍCULOS

FILEMÓN 1:6 RVA


Para que la comunicación de tu fe sea eficaz, en el conocimiento de todo el bien que está en
vosotros, por Cristo Jesús

19
Espíritu, alma y cuerpo Renueva, Reconoce y Experimenta
Lección 4

JUAN 1:16 LBLA


Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.
ROMANOS 2:1-2 RV 1960
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos
en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a
este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para
que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

20
Espíritu, alma y cuerpo Realidad – ¿Carnal o Espiritual?
Lección 5

Realidad—¿Carnal o Espiritual?

Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz.
Romanos 8:6
Mentalidad carnal no significa necesariamente mentalidad “pecaminosa”. Todo pecado es
carnal, pero no toda la carnalidad es pecado. “Carnal” literalmente significa “de los cinco
sentidos”, o “sensorial”. Tener la mente puesta en la carne es permitirle a tu mente que te
domine por lo que puede ver, probar, oír, oler, y sentir. Tú tienes la mente puesta en la
carne cuando tus pensamientos están centrados principalmente en el ámbito físico.
Inclusive en el ámbito natural, has aprendido a creer en cosas que no puedes ver. Las señales
de radio y televisión te rodean constantemente. Las microondas calientan tu comida. Por los
gérmenes, te lavas las manos, aunque no se vean sucias. Aunque estas cosas físicas no se
pueden ver, tú estás muy consciente de su presencia en tu vida.
Sin embargo, también existe un mundo totalmente espiritual—incluyendo las realidades en
tu interior—que existe más allá de tu percepción natural. Tu cerebro y tus cinco sentidos
no pueden percibirlo, pero tu alma sí puede por medio de la Palabra de Dios. Por fe, ¡tú
puedes creer en cosas que no se pueden ver físicamente!

¡PERMITE QUE LA PAZ FLUYA!

La mentalidad espiritual libera el fluir de la vida de Dios que reside en tu interior, pero la
mentalidad carnal lo detiene. Dicho de manera simple: la mentalidad carnal = la muerte; y la
mentalidad espiritual = la vida y la paz (Ro. 8:6).
El término “muerte” significa “cualquier cosa que sea el resultado del pecado”. Esto no se
limita solamente a la muerte física final de tu cuerpo, también incluye todos los efectos
progresivos de la muerte (es decir; la tristeza, la soledad, la amargura, la enfermedad, la
cólera, la pobreza, etc.). En este mundo caído, dejarse dominar por tus sentidos naturales
produce la muerte.
¡Pero la mente puesta en el espíritu produce vida y paz! Jesucristo declaró:
Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Juan 6:63

21
Espíritu, alma y cuerpo Realidad – ¿Carnal o Espiritual?
Lección 5

Cuando tus pensamientos están dominados por lo que la Palabra dice, tienes una
mentalidad espiritual. No importa cuáles sean tus circunstancias—¡Dios puede guardarte
en perfecta paz!
Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus
pensamientos.
Isaías 26:3 NTV
Conforme tu mente permanece en Él, tu alma se pone de acuerdo con tu espíritu, y la paz
de Dios se libera hacia tu alma y tu cuerpo. Tu espíritu vuelto a nacer siempre está en
perfecta paz—¡la cuestión es sacarle provecho!
En cambio, cuando tu mente permanece en tus problemas no experimentarás la paz. La
paz—una emoción—está ligada con tu manera de pensar. Si no tienes paz, la causa no son
las circunstancias o alguna persona; es el resultado de que le permitiste a tu mente que se
deje dominar por lo que puede ver, probar, oír, oler, y sentir. Estás ocupado pensando en los
posibles problemas, considerando la manera como ese problema ha afectado a otros, y
desmenuzando las opiniones de los demás al respecto. Mientras tanto, la paz de Dios ha
estado presente en tu espíritu, pero tú no la aprovechaste. ¡Abre esa válvula cerrada y
permite que fluya la paz!

EXCLUIDO POR LA IGNORANCIA

Los creyentes no deben vivir como la gente perdida, que están atrapados en su mundo
carnal y físico.
Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también
los gentiles, en la vanidad de su mente.
Efesios 4:17
En este contexto, un “gentil” era alguien que no era judío, alguien que no tenía una relación
de pacto con Dios. Dicho en otras palabras, los incrédulos no usan sus mentes para percibir
la verdad espiritual.
Entenebrecidos en su entendimiento…
Efesios 4:18
Si no renuevas tu mente y no la usas para estudiar y meditar en la Palabra de Dios, ésta se
inclinará automáticamente por lo que puedes ver, probar, oír, oler, y sentir. Esto oscurece tu
entendimiento.
El entendimiento es la aplicación del conocimiento. Podemos asemejar el “conocimiento” al
proceso de poner comida en tu boca y masticarla. Podemos asemejar el “entendimiento” al

22
Espíritu, alma y cuerpo Realidad – ¿Carnal o Espiritual?
Lección 5

proceso de tragar y digerir la comida para que los beneficios nutricionales se liberen en tu
cuerpo.
El conocimiento de Dios es esencial, pero debe entenderse para que pueda ser útil. Sin el
entendimiento, no puedes liberar la vida que está en ese conocimiento.
Cuando un cristiano vive como un incrédulo, obtiene los mismos resultados— muerte. Los
creyentes que no entienden ni aplican el conocimiento de Dios en sus vidas se inclinan por
una mentalidad carnal. Sin el conocimiento espiritual y el entendimiento, tu mente no
puede renovarse, y la vida de Dios en tu espíritu no puede liberarse. Es por eso que entender
esta revelación del espíritu, el alma, y el cuerpo ¡es el primer paso para vivir con vida y paz!
Cuando el entendimiento de un creyente se entenebrece, están:
Excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su
corazón.
Efesios 4:18
Dicho en otras palabras, la vida de Dios permanece ahí, pero ellos están excluidos de la vida
de Dios debido a la ignorancia, lo que se refiere a la mente. Así es como la mayoría de los
cristianos viven sus vidas—separados de la vida de Dios, debido a su propia ignorancia de la
verdad espiritual.
En Su Palabra Dios declara que por Su llaga tú fuiste sanado (1 P. 2:24) Te ves a ti mismo y
te preguntas: “¿Ya desapareció ese tumor canceroso?” Todavía sientes dolor, te sientes
agotado emocionalmente y con temor, entonces prosigues… “Dios dice que soy sano, pero
no estoy sano. Todavía está ahí el tumor, por lo tanto, no debo estar sano”. Cuando adoptas
esa actitud, le permites a tus cinco sentidos que te dominen más que la Palabra de Dios. El
mismo poder que resucitó a Jesucristo de la muerte reside en ti, pero tú no lo creíste (Ef.
1:18-20). Tú le permitiste a tu mente que se dejara controlar por lo que vio en el ámbito
físico más que por el ámbito espiritual. Por lo tanto, aunque tienes la resurrección de la vida
de Dios en tu espíritu, no se manifestará en el ámbito físico, porque tú tienes la mente
puesta en la carne, y eso equivale a la muerte.

¿MÁQUINA O CABÚS?

La lascivia implica que estás controlado por lo que sientes.


Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer
con avidez toda clase de impureza.
Efesios 4:19 RV 1960

23
Espíritu, alma y cuerpo Realidad – ¿Carnal o Espiritual?
Lección 5

Hay una clase de sentimientos que son santos. No niegas que tus sentidos existen. Sin
embargo, la mayoría de la gente ha hecho más que simplemente recibir información
sensorial y han llegado al punto en que se dejan dominar por sus sentidos. Se han alejado del
propósito que Dios tenía para los sentimientos y han llegado a la lascivia—donde los
sentimientos gobiernan sus vidas.
Los sentimientos deberían ser el cabús1 y no la máquina. Fueron diseñados para que sigan lo
que piensas, no para que determinen el camino. Cuando tú permites que el cabús1 actúe
como la máquina en tu vida te darás cuenta de que andas sin rumbo, o que veas rumbo a
¡un accidente! No debe ser así para un creyente.

1 N.T. Cabús: “último vagón de un tren—del inglés caboose”.

VERSÍCULOS

ROMANOS 8:6 LBLA


Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y
paz.
JUAN 6:63 LBLA
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida.
ISAÍAS 26:3 LBLA
Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.
EFESIOS 4:17-18 LBLA
Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan
también los gentiles, en la vanidad de su mente, entenebrecidos en su entendimiento,
excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su
corazón.
EFESIOS 4:19 RV 1960
Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer
con avidez toda clase de impureza.
1 PEDRO 2:24 LBLA
Y Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al
pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.
EFESIOS 1:18-20 LBLA

24
Espíritu, alma y cuerpo Realidad – ¿Carnal o Espiritual?
Lección 5

Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la
esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
conforme a la eficacia de la fuerza de su poder, el cual obró en Cristo cuando le resucitó de
entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales.

25
Espíritu, alma y cuerpo Justo y Santo
Lección 6

Justo y Santo
Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera, si en verdad lo oísteis y habéis sido
enseñados en Él, conforme a la verdad que hay en Jesús, que en cuanto a vuestra anterior
manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos, y que
seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la
semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.
Efesios 4:20-24
Renueva tu mente de acuerdo a la Palabra de Dios, ¡y vístete del nuevo hombre! Efesios 4:24
deja muy claro que tu espíritu vuelto a nacer—el nuevo hombre—fue creado en la justicia y
santidad de la verdad. Tú debes reconocer y percatarte de tu verdadero yo en el espejo de
Dios. ¡Desde este momento en tu espíritu, eres justo y santo!
Algunas veces, tú podrías pensar: “soy más santo que antes”, pero en realidad, solamente te
estás refiriendo a tus acciones en el ámbito físico. El nivel de santidad que reflejas en el
exterior puede variar, pero la naturaleza de tu espíritu vuelto a nacer es la justicia y la
verdadera santidad.
¡Por eso es que debes adorar a Él en espíritu y en verdad!
Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
Juan 4:24
Tu espíritu es la parte de tu ser que cambió totalmente. Las cosas viejas pasaron, y todas las
cosas son hechas nuevas. Tú no puedes acercarte a Dios, a menos que te acerques a Él por
medio de la justicia y la verdadera santidad de quien eres en el espíritu.
Tú no eres merecedor de entrar a la presencia del Señor con base en la justicia y la santidad
de tus pensamientos y tus acciones. Inclusive con tu mejor esfuerzo, no cumples con todo lo
que deberías hacer. Aun cuando has estado buscando al Señor con todo tu corazón, tienes
pensamientos impuros en tu mente. No importa cuánto te esfuerces, nunca llegarás a la
altura de la perfección de Dios por medio de tu propio esfuerzo en los ámbitos físico,
emocional, y mental.
Entonces, ¿cómo puede Dios en Su santidad convivir contigo si aún con tu mejor esfuerzo
quedas por debajo de Su estándar? ¡Él está en comunión contigo de Espíritu a espíritu! Tú
te convertiste en una criatura nuevecita que ahora es justa y santa. En tu espíritu vuelto a
nacer, eres tan puro como Cristo es, porque se te ha dado Su justicia.
Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de
Dios, justificación, santificación, y redención.

26
Espíritu, alma y cuerpo Justo y Santo
Lección 6

1 Corintios 1:30
¡Jesucristo mismo literalmente se convirtió en tu justicia!

¡DE LOS TRAPOS DE INMUNDICIA A LA JUSTICIA!

Es incorrecto que un creyente del Nuevo Testamento confiese, “¡Toda mi justicia es como
trapos de inmundicia!” (Is. 64:6). Una de dos: o te estás refiriendo a tu justicia
propia—aunque no debes acercarte a Él con base en ésta—o ignoras por completo la verdad
de que fuiste hecho justo en tu espíritu con la justicia de Cristo. Llamar a la justicia de
Cristo—misma que recibiste en la salvación—un trapo de inmundicia ¡es una afrenta en
contra de Dios y de Su Palabra!
La referencia en Isaías 64:6 al trapo de inmundicia, era válida para el Antiguo Testamento
porque nadie había vuelto a nacer; las personas no tenían espíritus nuevos. A pesar de que
vivieran vidas muy santas en su ámbito físico y mental, aun así pecaban y estaban
destituidos de la gloria de Dios. Todos nosotros estamos destituidos de la gloria de Dios
(Ro. 3:23 RV 1960). Pero ahora que eres vuelto a nacer, una tercera parte de tu ser es
totalmente justa.
A diferencia de tu espíritu, tu cuerpo y tu alma están en proceso. Hasta que estés con Jesús
en la gloria, tu cuerpo y tu alma no han “llegado a la meta”—arrancaron y van hacia la meta.
Tu ámbito físico, emocional, y mental siempre necesitarán mejoras, pero tu espíritu
siempre está completo.
Como Dios es un Espíritu, Él te ve a ti de Espíritu a espíritu (Jn. 4:24). Por eso debes adorar
a Él en espíritu y en verdad. Tú debes presentarte ante Él en tu espíritu porque es la única
parte de ti que fue creada en la justicia y la verdadera santidad. Dios solamente puede
aceptarte con base en la persona que eres en tu espíritu vuelto a nacer. ¡Por eso es que el
nuevo nacimiento es esencial!
Cualquier persona que no ha recibido al Señor pero que intenta acercarse a Él con base en
su manera de actuar y de pensar, siempre estará destituida de la gloria de Dios, aunque haya
mejorado mucho personalmente, Dios no puede bajarse a su nivel. Simplemente no es
posible que puedan acercarse a, comunicarse, o convivir con Dios, por su naturaleza impía.
El comportamiento del hombre simplemente no puede lograr lo que el nuevo nacimiento sí
puede—¡cambiar su naturaleza espiritual!

FIJA TU MIRADA

27
Espíritu, alma y cuerpo Justo y Santo
Lección 6

Cuando naciste de nuevo, tu espíritu viejo murió, fue removido instantáneamente, y


reemplazado (Ro. 6). Te convertiste en una nueva criatura con un espíritu recreado, y
elevado. Dios literalmente envió el Espíritu de Su Hijo a tu corazón clamando, “Abba,
Padre” (Ga. 4:6; Ro. 8:9). Tú espíritu y Su espíritu se casaron, se unieron, y se convirtieron
en uno solo para crear a una persona totalmente nueva. Por eso es que el espejo de Dios te
refleja como justo, santo, y puro. ¡La composición de tu espíritu vuelto a nacer es idéntica a
la de Jesús mismo!
¡Fija tu mirada en el espejo de Dios! Permite que la imagen reflejada de tu espíritu domine
tus pensamientos. Conforme la persona que eres en Cristo se fortalece en tu corazón, la
“realidad” carnal debe dar paso a la realidad espiritual. ¡Entonces es cuando experimentarás
vida y paz!

VERSÍCULOS

EFESIOS 4:20-24 LBLA


Pero vosotros no habéis aprendido a Cristo de esta manera, si en verdad lo oísteis y habéis
sido enseñados en Él, conforme a la verdad que hay en Jesús, que en cuanto a vuestra
anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos
engañosos, y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis del nuevo
hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la
verdad.
JUAN 4:24 LBLA
Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
1 CORINTIOS 1:30 LBLA
Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de
Dios, y justificación, y santificación, y redención.
ISAÍAS 64:6 LBLA
Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras
justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos
arrastran.
ROMANOS 3:23 LBLA
Por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios.
GÁLATAS 4:6 LBLA

28
Espíritu, alma y cuerpo Justo y Santo
Lección 6

Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando:
¡Abba! ¡Padre!
ROMANOS 8:9 LBLA
Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de
Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.

29
Espíritu, alma y cuerpo Uno con Jesús
Lección 7

Uno con Jesús

¡Como Jesús es, así eres tú—ahora mismo—en este mundo!


En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio,
pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo.
1 Juan 4:17, énfasis añadido.
Fíjate que es en este mundo, no en el venidero. La Palabra dice ahora, en el presente, aquí en
la tierra. No está hablando del cielo en el futuro. Como Jesús es, ¡así eres tú!
Si tú solamente te fijas en tu aspecto físico y en tu alma para ver si eres como Jesús, llegarás a
esta conclusión: “¡La Biblia es muy difícil de entender!” Tú ves granos, calvicie, arrugas,
protuberancias, y toda clase de imperfecciones que tú sabes que Jesús no tiene. En tu
ámbito emocional, hay depresión, desánimo, cólera, amargura, y muy poco de la clase de
amor de Dios. A la luz de estos hechos contradictorios, tú podrías preguntarte: “¿Cómo es
posible que yo sea como Jesús es?”
Pero ahora que estás empezando a entender el espíritu, el alma, y el cuerpo, ya sabes que 1
Juan 4:17 debe de estar hablando de tu espíritu. La parte de ti que fue vuelta a nacer es la
única explicación factible para entender que “¡como Jesús es en este momento, así eres tú en
este mundo!” No es tu cuerpo, ni tu alma, sino tu espíritu el que es como Jesús es. ¡Qué
verdad tan maravillosa!
Sin embargo, ¡muy pocos cristianos verdaderamente creen en esta realidad! Como el espíritu
no puede ser visto físicamente ni ser percibido emocionalmente, la realidad de la carne
predomina sobre la verdad espiritual. Como no se ven a sí mismos en el espejo espiritual, se
someten a lo que pueden ver, probar, oír, oler y sentir. La mayoría de los cristianos
permanecen con la mente puesta en la carne y experimentan sus efectos de muerte en vez de
optar por poner la mente en el espíritu y disfrutar de vida y paz.

DESCUBRE UNA MINA DE ORO

Si creyeras que tú eres, en tu espíritu, así como Jesús es en el cielo—en toda Su gloria, poder,
y perfección—¡tu vida sería revolucionada! Sin embargo, creer es sólo el primer paso. Tú
también debes aprender a manifestar esta realidad desde tu interior.

30
Espíritu, alma y cuerpo Uno con Jesús
Lección 7

El solo hecho de meditar en esto una vez, no cambiará todo de manera instantánea en tu
vida. ¡Es un proceso! Conforme la semilla de esta verdad se arraiga y establece en tu mente,
un proceso de comprensión, y de madurez empieza en tu ámbito del alma. Después, al pasar
el tiempo tú verás la manifestación de cambios radicales conforme continúas creyendo esta
verdad y continúas soltando de manera correspondiente el poder de Dios desde el interior
de tu espíritu vuelto a nacer.
¿Qué harías si te dijera que hay un millón de dólares escondido en tu jardín? Está enterrado
(por lo tanto no puedes verlo ni sentirlo), ¡pero ahí está! Como no hay ninguna evidencia en
el jardín de esta verdad, solamente cuentas con mi palabra y tu sentido común. ¿A qué le vas
a creer?
Si confías más en lo que puedes ver y sentir que en mi palabra, te perderías del tesoro. ¿Por
qué? ¡No lo buscarías! El dinero se quedaría enterrado y tú ni pensarías al respecto. A lo
mejor yo podría recordártelo ocasionalmente, pero a ti no te importaría. De hecho, podrías
vivir en la miseria estando a unos cuantos metros de esa riqueza abundante que está
escondida ahí en tu propiedad. Podría estar muy cerca, y a ti nunca te beneficiaría. A menos
que creyeras en mi palabra, ¡te perderías del tesoro!
Sin embargo, si confiaras en mi palabra, ¡empezarías a cavar! Aunque creer es un paso
importante, tan sólo es el primer paso. Tú tienes que cavar, encontrar el dinero, y después
desenterrarlo para que te pueda beneficiar. Si tuvieras una excavadora eléctrica o un azadón
y pudieras sacar grandes cantidades de tierra, podrías encontrar el tesoro más rápido que
alguien que solamente tuviera una cuchara. Sin embargo, si ambas personas tienen fe, con el
tiempo ambos lo encontrarían. Quizá tú lo encuentres más rápido que la persona que
solamente tiene una cuchara, pero si esa persona no se da por vencida después de excavar el
primer centímetro o después de la primera llaga, ¡también encontraría el dinero!
Inclusive si todo lo que tienes es una cuchara espiritual, descubrirías la mina si sigues
cavando. Mientras más conoces y entiendes la Palabra de Dios, comenzarás a ver más
rápidamente que las riquezas espirituales se manifiestan en tu vida. Pero antes de que
empiece a funcionar, tú debes reconocer lo que ya está allí. En tu espíritu, como Jesús es, ¡así
eres en este mundo!

ACEPTANDO LA VERDAD

Tú eres uno con Jesucristo ahora mismo.


Pero el que se une al Señor, es un espíritu con El.
1 Corintios 6:17

31
Espíritu, alma y cuerpo Uno con Jesús
Lección 7

La palabra griega que se tradujo al inglés como “one”1 (uno o un) significa “uno en singular,
excluyendo a los demás.” Es algo más profundo que un simple parecido (es decir, estar
unidos juntos como “uno” con el mismo propósito); esto se refiere a una unión completa.
Si hay moléculas y átomos en el ámbito espiritual, entonces tú eres molécula por molécula y
átomo por átomo idéntico a Jesús. Como Él es, así eres en este mundo. ¡En tu espíritu, eres
completamente uno con Él!
Muchos creyentes no aceptan estas verdades reformadoras porque no pueden comprobarlas
físicamente. Atrapados por la percepción natural, están muy acostumbrados a dejarse
dominar por lo que pueden ver, probar, oír, oler, y sentir como para creer que
verdaderamente tienen esta clase de unión espiritual con el Señor. Aunque es la verdad de la
Palabra de Dios, simplemente no pueden llegar a percibir la realidad espiritual. ¡Es algo
enteramente contrario a lo que les dicen sus sentidos físicos!
¡Pero tú puedes creer y experimentar esta verdad! Tú puedes transformarte por la
renovación de tu mente hasta el punto en que compruebes—manifiestes ante tus sentidos
físicos— la buena, la agradable, y la perfecta voluntad de Dios (Ro. 12:1-2). Si aceptas la
Palabra, podrás ver que la perfección contenida en tu espíritu, empieza a fluir por medio de
tu alma y tu cuerpo. No solamente te impactará a ti, también impactará a las personas que
Dios toque por medio de ti. ¡La virtud fluirá desde tu interior y sanará a la gente como lo
hizo con Jesús!
Desde que entendí estas cosas, he visto la manifestación de casi toda clase de sanidades
(personas que resucitan de entre los muertos, cánceres que sanan, ojos ciegos y oídos sordos
que sanan, etc.). También he visto personas que sanan de problemas emocionales y que
fueron liberadas de la depresión, el desánimo, y cosas similares. ¡Lo que estoy compartiendo
contigo sí funciona! No solamente ha transformado mi vida, también las vidas de miles de
personas a las que les he ministrado.
Todavía no he echado mano de todo, pero he visto suficiente como para dar testimonio. Así
como tú, continúo con el proceso de renovar mi mente. Pero cada creyente tiene la
capacidad de experimentar lo que yo he experimentado y mucho más. ¡Estas verdades te
transformarán!

YO SEGUÍ CAVANDO

Si tú piensas que lo que puedes ver, probar, oír, oler, y sentir es la única realidad, no podrás
caminar en todo el designio de Dios. Si no puedes percibir cosas que están más allá de tu
cuerpo y tu alma, no experimentarás el poder y la capacidad de Dios que están en tu

32
Espíritu, alma y cuerpo Uno con Jesús
Lección 7

interior. Si tú piensas que el poder de Dios está con Él por alguna parte, dudarás que alguna
vez puedas obtenerlo y finalmente te desilusionarás. La cuestión no es que no creas que
Dios no tiene poder, más bien es que dudas que alguna vez tú puedas llegar a obtenerlo.
Debes creer que eres un Espíritu con Él y que es tu responsabilidad liberar Su poder desde
tu interior para poder ver que se manifiesta.
¡Tú no puedes dudar que obtendrás algo que ya tienes! Se trata de que sueltes lo que Él
puso en ti. Si verdaderamente crees, seguirás cavando hasta que des con la mina de oro y las
cosas empiecen a funcionar.
Durante muchos años yo no entendía cómo funciona la fe, pero el solo hecho de que sabía
que ya estaba ahí, me motivó para seguir cavando. Empecé a orar y a tener fe para recibir
cosas a pesar de que no había ninguna prueba natural que pudiera hacerme pensar que yo
pudiera manifestar esa clase de poder. Cuando oraba por la gente para que sanaran, no
sentía nada en mi carne—ningún hormigueo, ni calor, nada. No tenía ninguna razón para
creer que el poder de Dios se iba a manifestar, excepto que había estado viendo en mi espejo
espiritual y que sabía que ese poder estaba dentro de mí por alguna parte.
Al principio no sanaban muchos, porque yo no entendía muchas cosas. Pero como iba
orando por muchas personas imponiéndoles las manos, empecé a ver que algunos sanaban.
Un poder que estaba más allá de mi capacidad natural se manifestaba. Motivado, seguí
cavando. Mientras cavaba más profundo, encontraba más. Mientras más encontraba, la
excavación se me hacía más fácil y lo hacía con mayor rapidez. Dejé mi cuchara y opté por
una pala. Después de un tiempo, aventé mi pala y me subí a una excavadora. ¡Hoy, sigo
extrayendo las riquezas que Dios puso en mi espíritu vuelto a nacer!
Mi actitud cambió completamente desde que descubrí estas verdades. Cuando se
presentaban los problemas, por lo general me sentía inadecuado. Me lamentaba: “¡Oh Dios,
sé que tú tienes el poder, pero yo sólo soy un hombre. No tengo ningún poder a mi
disposición!” Después me di cuenta de que ya no soy simplemente un hombre. Una tercera
parte de mí es idéntica a y es una con Jesús. ¡Una tercera parte de mí es de pared a pared
Espíritu Santo! Por la confianza, la seguridad, y la fe que esto me ha infundido, ahora puedo
enfrentar y vencer problemas que antes no podía. Conforme sigas excavando, ¡estas verdades
harán lo mismo para ti!

VERSÍCULOS
1 JUAN 4:17 LBLA

33
Espíritu, alma y cuerpo Uno con Jesús
Lección 7

En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio,
pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo.
1 CORINTIOS 6:17 LBLA
Pero el que se une al Señor, es un espíritu con El.
ROMANOS 12:1-2 LBLA
Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros
cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no
os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para
que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.

34
Espíritu, alma y cuerpo ¡Sellado!
Lección 8

¡Sellado!

Ningún ser humano pudo haber imaginado el nuevo nacimiento y todas las realidades que
se llevaron a cabo en nuestros espíritus nacidos de nuevo. Simplemente está más allá de
nuestra imaginación que el Espíritu de Dios pudiera morar en nosotros y que nuestros
espíritus pudieran ser como Él es en este mundo.
Si has recibido la revelación hasta aquí, puedes decir, “¡Lo veo! Soy una nueva persona en mi
espíritu. Las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas. Así como Jesús es ahora mismo,
así soy en este mundo. Mi espíritu, el verdadero yo, fue creado en justicia y verdadera
santidad”.
Ha habido mucha gente que ha visto estas verdades, se regocijaron en ellas y sintieron un
efecto inmediato, pero después pecaron, se ocuparon con otras cosas y se olvidaron. Algo se
les interpuso y vuelven a encontrarse en las mismas circunstancias negativas que tenían
antes de nacer de nuevo (es decir, derrota, desánimo, etc.). Debido a su aparente fracaso,
piensan así: “Quizá había cambiado, pero volví a fallar”. En relación a todo lo que hemos
estudiado acerca de lo que sucedió en la salvación argumentan: ¡A lo mejor así era antes,
pero he cometido tantos errores desde entonces que ahora ya no puede ser verdad para mí!
Tengo buenas noticias, lo que Dios hace en el espíritu siempre permanece constante y no
cambia, a pesar de las fluctuaciones en tu conducta.

ENCARCELADO

Hay cierta semejanza entre los presos y todos nosotros. Todos tenemos prisiones—
problemas en nuestras vidas que nos tienen atados. Lo que sucede es que nuestros
problemas no siempre son tan obvios como los de aquellos que están tras las rejas.
En la cárcel, mucha gente se da cuenta que han arruinado sus vidas. Como ya no desean los
problemas en los que están, reflexionan y se preguntan: “¿Cómo puedo cambiar? ¡Tengo
que salirme de aquí!”
Luego algún ministro se cruza por su camino predicando:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, he aquí, son
hechas nuevas.
2 Corintios 5:17

35
Espíritu, alma y cuerpo ¡Sellado!
Lección 8

La idea de que Dios los ama y que quiere transformar sus vidas por completo, armoniza
perfectamente con lo que tienen en mente la mayoría de los prisioneros. Con toda su alma
quieren cambiar, salir de ahí y ver que sus vidas toman un rumbo diferente. Entonces oran y
aceptan al Señor—no sólo para un beneficio eterno, sino también con el propósito de
cambiar inmediatamente.
Un prisionero que acaba de nacer de nuevo, a menudo será vulnerable al desánimo, la duda
y la incredulidad porque no entiende que el cambio se llevó a cabo en su espíritu y que el
resto de su vida cristiana consistirá en renovar su mente para creer en y liberar lo que Dios ya
puso en su interior. Al despertar se encuentran en la misma celda, enfrentando las mismas
dificultades y los mismos castigos. Con la atención puesta solamente en el mundo físico, es
fácil que concluyan: “No funcionó. La Palabra no es verdad. ¡Dios no me cambió porque
todo sigue igual!”.
Esto también sucede fuera de la cárcel. Te despiertas a la mañana siguiente (después de que
volviste a nacer), y todavía te encuentras casado con la misma persona, trabajando en el
mismo empleo, enfrentando la misma enfermedad y bajo la misma montaña de deudas. De
hecho, es muy probable que tus problemas se intensifiquen después de que naces de nuevo.
La razón es que el diablo te está aventando todo lo que tiene, porque ya no estás de su lado y
quiere detener el testimonio de Dios en tu vida. Si no tienes cuidado, puedes confundirte y
pensar; “¡Creo que no sucedió nada!”
El cambio ocurrió en el espíritu, no en el mundo físico. ¡De hecho una tercera parte de él ya
está completa! Tu nuevo hombre fue creado en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4:24).
No estás en un proceso de evolución, porque en tu espíritu ya eres así.

ACEPTADO

Jesús se hizo pecado para que tú te volvieras justo.


Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios
en Él.
2 Corintios 5:21
Jesús se volvió lo que tú eras para que tú pudieras convertirte en lo que Él es. ¡Él tomó tu
pecado y te dio Su justicia!
Hoy en día, la mayor parte de las iglesias reconocen que Jesús pagó el precio por sus
pecados, pero realmente no creen que se han vuelto justos. Piensan que es algo que se llevará
a cabo en el futuro cuando lleguen al cielo. 2 Corintios 5:21 desmiente este malentendido
porque dice que Él tomó (tiempo pasado) tu pecado y te hizo (tiempo pasado) justo. Si tú

36
Espíritu, alma y cuerpo ¡Sellado!
Lección 8

crees la primera mitad de este versículo, entonces también deberías creer la segunda mitad
¡eres justo!
Dios no te ve como tú te ves a ti mismo. Él ve tu espíritu y ve que eres justo. La mayoría de
las personas oran así: “Oh Dios, lo siento. Te he fallado terriblemente de nuevo. ¿Cómo
puedes amarme? ¡Ten misericordia!” No reconocen la verdad de que la manera de actuar de
sus cuerpos y almas—sea buena o mala—no tiene nada que ver con el hecho de que Dios los
acepte. Si naciste de nuevo, no importa si te rebelaste o no eres todo lo que deberías ser.
¡Dios te ve como justo y Santo porque Él está viendo tu espíritu!
¡Dios está complacido contigo!
En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos
hizo aceptos en el Amado.
Efesios 1:5-6 RV1960
“Aceptos” significa más que pura tolerancia. ¡Él en realidad está complacido contigo! A lo
mejor no te agrada la condición en la que está tu mente o tu cuerpo, pero Dios te ve en el
Espíritu. Cuando naciste de nuevo te convertiste en una nueva criatura y ¡Él está
complacido con Su obra!
“Aceptos” en Efesios 1:6 corresponde a la palabra Griega que se tradujo como “muy
favorecida” en Lucas 1:28, RV 1960
Y entrando el ángel, [Gabriel] le dijo [a María]: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo;
bendita eres tú entre las mujeres (corchetes añadidos).
Éstos son los únicos dos lugares en la Biblia donde se encuentra esta palabra griega en
particular. Por lo tanto, así como la mujer que dio a luz a Cristo fue aceptada, ¡tú también
eres muy favorecido por el Señor!

PRESERVADO Y PROTEGIDO

Cuando creíste, fuiste sellado con el Espíritu Santo.


En Él también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa.
Efesios 1:13
Tu espíritu nacido de nuevo fue creado en la justicia y santidad de la verdad. (Ef. 4:24). Así
como Jesús es, así se volvió tu espíritu aquí en este mundo (1 Jn. 4:17). Se volvió uno con el
Señor (1 Co. 6:17). Después, toda Su virtud inmediatamente fue sellada herméticamente
con el Espíritu Santo.

37
Espíritu, alma y cuerpo ¡Sellado!
Lección 8

Cuando una mujer envasa alimentos, sella el frasco con parafina. Esto forma un sello
hermético que preserva y protege los alimentos que hay adentro. Las impurezas del aire no
podrán entrar y causar que la comida se pudra o se eche a perder. Así es como esta palabra
“sellado” se usa en Efesios 1:13.
Cuando naciste de nuevo, inmediatamente tu espíritu fue encerrado—sellado al vacío—por
el Espíritu Santo con el propósito de la preservación. Cuando tú fallas en cualquier área de
tu vida después de ser salvo, la podredumbre, la suciedad y la deshonra que llegan a tu
cuerpo y a tu alma no penetran a tu espíritu. Este sello del Espíritu Santo mantiene lo
bueno dentro y lo malo fuera.
Dios no ve el pecado de la manera como la gente lo ve. Para Él, el pecado no es solamente
hacer algo malo cuando se viola un mandamiento, también es dejar de hacer lo bueno que
deberías haber hecho.
A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.
Santiago 4:17
Nadie ama a su pareja exactamente como Cristo amó a la iglesia. Ninguno es tan apasionado
como debería ser para evangelizar a los demás. Ninguno de nosotros meditamos en las cosas
de Dios tanto como deberíamos. Por lo tanto, de acuerdo a la definición de Dios del pecado,
constantemente todos nos quedamos cortos.
Si tú no entiendes que el Espíritu Santo encerró herméticamente a tu espíritu nacido de
nuevo, tu conciencia eventualmente te dará la impresión de que perdiste la justicia y la
santidad con las que tu espíritu fue creado. Tu conciencia con su conocimiento del bien y el
mal, constantemente forma juicio en tu mente sobre tus pensamientos y tus acciones. Si no
tienes cuidado permitirás que el conocimiento de tus fallas te afecte. Pensarás: “Bien,
cuando nací de nuevo, Dios me dio la oportunidad de empezar de nuevo, pero he fallado
desde entonces”. Puedes confesar la Palabra, esforzarte, y volver a sentir que: “Ya me
recuperé y todo está bien”. Pero no pasará mucho tiempo antes de que tu conciencia te
muestre algo más. Si andas así cuesta arriba y cuesta abajo, día tras día, año tras año, (como
de hecho sí lo haces) después de un tiempo pensarás: “¿De qué sirve todo esto?”

NACIDO DE DIOS

Sin embargo, la verdad es que tu espíritu fue sellado. El pecado y sus efectos, no pueden
entrar a tu espíritu. Cuando pecas, tu espíritu no participa. Retiene su santidad y pureza
original y ¡lo hará por la eternidad!

38
Espíritu, alma y cuerpo ¡Sellado!
Lección 8

Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él;
y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
1 Juan 3:9
Esto significa que eres tan justo y santo en tu espíritu ahora como lo serás por siempre.
¡Esta verdad es crucial en tu relación con Dios! Si atas su aceptación a tu comportamiento,
siempre te quedarás corto. Posiblemente tu comportamiento sea mejor que el de otras
personas, pero tu propia conciencia te condenará. Eventualmente, te impedirá que goces del
amor y las bendiciones de Dios porque sabes que has tratado y tratado, pero todavía tienes
fallas después de todos estos años. Cuando entiendes el espíritu, el alma y el cuerpo, sabes
que fue tu espíritu el que cambió. Creado en la justicia y santidad de la verdad, fue sellado
por el Espíritu Santo para que ningún pecado pueda penetrarlo. La justicia con la que
naciste de nuevo permanece libre de contaminación.
Puesto que Dios es un Espíritu, Él siempre trata contigo de Espíritu a espíritu. No importa
cómo te estás comportando, siempre te puedes acercar a Dios con base en tu espíritu
renacido. ¡Esto es asombroso!

Información Adicional

Mucha gente batalla para comprender 1 Juan 3:9 porque el contexto claramente muestra que
los cristianos pecan:
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en
nosotros (1 Juan 1:8).
Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso y su palabra no está en nosotros. (1
Juan 1:10).
Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo el justo (1 Juan 2:1).
Estas son 3 instancias de la misma carta donde el escritor, el apóstol Juan, habla sobre el pecar.
Las primeras dos comunican, “Si dices que no has pecado, eres mentiroso”. Añade, “te estoy
escribiendo para que no vayas (tiempo futuro) a pecar. Pero si lo haces, tienes un abogado con el
Padre”. Después, en el 3:9 declara, “Si has nacido de Dios, no puedes pecar”. Esto suena muy
contradictorio.
Ambas, las Escrituras y la experiencia revelan que los cristianos pueden pecar. El contexto de 1
de Juan muestra que 3:9 no está diciendo que es imposible para un creyente nacido de nuevo

39
Espíritu, alma y cuerpo ¡Sellado!
Lección 8

que haga algo que sea pecado. Sin embargo, claramente dice que si eres nacido de Dios, no
puedes pecar. ¿Cómo puede ser esto?

¿PECADOS GRANDES Y PEQUEÑOS?


Algunas personas toman a 1 de Juan 3:9 para decir que no puedes pecar “habitualmente”.
Muchas traducciones de la Biblia ahora lo dicen de esta manera. La gente que se inclina por
esta idea predica: “Si antes de ser salvo eras un borracho, te emborracharás una o dos veces, pero
si realmente eres salvo, no pecarás habitualmente. Con el tiempo, verás la victoria en esta área
o no has sido verdaderamente vuelto a nacer”.
Con el fin de aceptar este punto de vista, tienes que categorizar el pecado—algo que Dios no
hace. Para Él no hay pecados “grandes” ni pecados “pequeños”. Por Su definición,
habitualmente todos pecamos. Habitualmente todos fallamos al no estudiar la Palabra de
Dios tanto como debiéramos. Habitualmente todos fallamos porque no amamos a los demás
como debemos hacerlo. Todos fallamos habitualmente porque no somos tan considerados como
debiéramos serlo. Habitualmente caemos en el egoísmo y Dios frecuentemente tiene que
corregirnos al respecto.
A veces no ponemos atención a cosas que Dios llama pecado. Por ejemplo, el Señor ve la
glotonería de la misma manera como el alcoholismo, el adulterio y el asesinato. (Dt. 21:20).
La glotonería es un pecado que sólo puede ocurrir habitualmente. No te puedes exceder en tu
peso porque te diste sólo una gran comilona. Aunque una vez te atiborres, sólo tendrás uno o dos
kilos de sobrepeso. Pero para ganar unos cincuenta o cien kilos tienes que hacerlo una y otra y
otra vez. Estar excedido de peso es un pecado habitual. Esto no es para condenar a nadie, pero sí
para poner las cosas en perspectiva.
Si interpretas 1 Juan 3:9 para decir que no puedes pecar habitualmente si realmente has
nacido de Dios, entonces nadie reuniría los requisitos porque todos pecamos habitualmente. La
única manera en que esto puede predicarse es diciendo: “Cierto, no puedes cometer
habitualmente los pecados ‘grandes’, pero los pecados ‘pequeños’, sí puedes cometerlos
habitualmente.” Pero esto no es lo que este versículo está diciendo.
Si entiendes el espíritu, el alma y el cuerpo, la interpretación de 1 de Juan 3:9 es obvia. Tu
espíritu es la única parte de ti que ha nacido de Dios. Tu alma y tu cuerpo fueron comprados,
pero no redimidos. Por lo tanto, tu espíritu no puede pecar; no obstante, tu cuerpo y tu mente sí
pueden. Esto significa que tu comportamiento no afecta la pureza y santidad de tu espíritu
renacido.

VERSÍCULOS

40
Espíritu, alma y cuerpo ¡Sellado!
Lección 8

2 CORINTIOS 5:17 LBLA


De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí,
son hechas nuevas.
EFESIOS 4:24 LBLA
Y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y
santidad de la verdad.
2 CORINTIOS 5:21 LBLA
Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia
de Dios en El.
EFESIOS 1:5-6 RV 1960
En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos
hizo aceptos en el Amado
LUCAS 1:28 RV 1960
Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: Salve, muy favorecida! El Señor es contigo;
bendita tú entre las mujeres.
EFESIOS 1:13 LBLA
En Él también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa.
1 JUAN 4:17 LBLA
En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio,
pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo.
1 CORINITOS 6:17 LBLA
Pero el que se une al Señor, es un espíritu con El.
SANTIAGO 4:17 LBLA
A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.
1 JUAN 3:9 LBLA
Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece
en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
1 JUAN 1:8 LBLA
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está
en nosotros.
1 JUAN 1:10 LBLA
Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso y su palabra no está en
nosotros.

41
Espíritu, alma y cuerpo ¡Sellado!
Lección 8

1 JUAN 2:1 LBLA


Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el justo.
DEUTERONOMIO 21:20 LBLA
Y dirán a los ancianos de la ciudad: “Este hijo nuestro es terco y rebelde, no nos obedece, es
glotón y borracho”.

42
Espíritu, alma y cuerpo Redención Eterna
Lección 9

Redención Eterna

Hebreos 9 hace contrastar la Ley del Antiguo Testamento con la gracia del Nuevo
Testamento. Lo que hemos recibido a través de Jesús en el Nuevo Pacto, es ampliamente
superior a lo que teníamos en el Antiguo. Los sacrificios del Antiguo Testamento realmente
no pudieron liberar a nadie; fueron puestos ahí como ilustración y recordatorio para la
gente hasta que el verdadero sacrificio se hiciera. Puesto que éstos eran simbólicos y
realmente no podían depurar el pecado, los sacrificios del Antiguo Testamento tenían que
ofrecerse una y otra y otra vez. Pero ahora que Jesús ha dado Su vida como el sacrificio por el
pecado, nunca habrá necesidad de que se repita. A través de Cristo, ¡el sacrificio perfecto por
el pecado fue hecho de una vez por todas!
Tu espíritu nacido de nuevo nunca necesita volver a limpiarse, ni depurarse, ni nacer de
nuevo y de nuevo cada vez.
Pero cuando Cristo apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y
más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no por medio de
la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar
Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna.
Hebreos 9:11-12
¡Tu salvación es eterna!
Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre
los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre
de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará
vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo? Y por eso El es el mediador de un
nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las
transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la
promesa de la herencia eterna.
Hebreos 9:13-15
Jesús “entró al Lugar Santísimo una vez para siempre” y “obtuvo redención eterna” (ver.
12). Entonces en el versículo 15, Él nos proveyó de una “herencia eterna”. Cada una de estas
declaraciones hace énfasis en un sacrificio que se ofreció una vez y para siempre.

43
Espíritu, alma y cuerpo Redención Eterna
Lección 9

¡UNA VEZ!

¡Dios realmente quiere que nos metamos esto en la cabeza!


Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero,
sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros, y no para
ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año
con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la
fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha
manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo. Y así como está decretado que
los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también Cristo, habiendo
sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin
relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.
Hebreos 9:24-28, énfasis añadido.
Los sacrificios del Antiguo Testamento se ofrecían constantemente, pero Jesús entró una
vez en el cielo mismo e hizo un solo sacrificio. Puesto que nosotros morimos una sola vez, Él
sufrió una vez y ese sacrificio único ¡pagó por el pecado para siempre!
Los sacrificios del Antiguo Testamento no pudieron hacer lo que el sacrificio de Jesús del
Nuevo Testamento hizo. Eran sombras temporales de la realidad que estaba por venir.
Pues ya que la ley sólo tiene la sombra de los bienes futuros y no la forma misma de las cosas,
nunca puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen continuamente año tras año, hacer
perfectos a los que se acercan. De otra manera, ¿no habrían cesado de ofrecerse, ya que los
adoradores, una vez purificados, no tendrían ya más conciencia de pecado?
Hebreos 10:1-2
¡Los creyentes del Nuevo Testamento no tienen necesidad de estar conscientes del pecado!
Si los sacrificios del Antiguo Testamento realmente hubieran podido hacer perfecta a la
gente, entonces no se hubieran tenido que ofrecer vez tras vez. Si hubieran funcionado, los
adoradores—una vez purificados—¡no deberían tener más conciencia del pecado!
Los sacrificios del Antiguo Testamento no pudieron lograrlo, pero el sacrificio del Nuevo
Testamento sí pudo y lo hizo. Si crees la verdad de la Palabra de Dios, puedes realmente
llegar al punto en que ya no estás consciente del pecado. Vas a reconocer que tu espíritu fue
santificado y perfeccionado por siempre. Dios no te ve como a un pecador; Él ve tu espíritu
nacido de nuevo y está complacido. Si tus pensamientos consideran quién eres en el espíritu,
¡estarás consciente de la justicia!
La vieja frase “soy sólo un pecador, salvo por gracia” ¡No es verdad! Si eres un pecador
entonces necesitas nacer de nuevo. Si verdaderamente fuiste salvo por gracia, entonces ya no

44
Espíritu, alma y cuerpo Redención Eterna
Lección 9

eres un pecador. Tu espíritu fue recreado en justicia y en santidad y no puede pecar. El


pecado que hay en tu cuerpo o en tu alma tampoco puede penetrarlo, por el sello del
Espíritu Santo. No te acerques a Dios confesando “soy un viejo pecador”. Acércate a Él con
denuedo porque ahora eres la justicia de Dios en Cristo (2 Co. 5:21).
Acércate a Dios a través de Jesús y de lo que Él hizo en tu espíritu nacido de nuevo,
diciendo: “Padre, ¡gracias porque a través de Cristo tengo el denuedo de venir directamente
a Tu trono de gracia porque Tú me has hecho justo!” Si honestamente piensas: “¡Oh Dios,
soy tan injusto!” Entonces necesitas nacer de nuevo, o necesitas renovar tu mente y
comenzar a creer la verdad de la Palabra de Dios. ¡Tú fuiste hecho la justicia de Dios en
Cristo Jesús!

PASADO, PRESENTE Y FUTURO

¡Has sido perdonado de tus pecados pasados, presentes y futuros! Esto es lo que la
“redención eterna” significa. Quizás pienses: “¡Dios no puede perdonarme de un pecado
que no he cometido!” Pues bien, más te vale que creas que Él sí puede, porque Cristo sólo
murió una vez por tus pecados. Si Jesús no puede perdonar un pecado antes de que lo
cometas, entonces no puedes ser perdonado en lo absoluto. ¿Por qué? ¡Jesucristo no ha
muerto por el pecado en más de 2000 años!
Jesús pagó por todos los pecados—pasados, presentes y futuros. A lo mejor los seres
humanos no piensan de esta manera, pero Dios sí. Él es eterno—el tiempo, la distancia y el
espacio no son problemas para Él. A través de Su sacrificio perfecto, Dios ya trató con todos
los pecados.
Cuando Jesús murió, puso un testamento en vigor. “En esa voluntad somos santificados
mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (He.
10:10 RV 1960). Fuiste santificado, separado—hecho santo—a través de la ofrenda de
Jesucristo una vez para siempre.
Hablando en general, los pentecostales fueron los que introdujeron la doctrina de “volver a
caer”, que cada vez que pecas, pierdes tu salvación y si no confiesas ese pecado antes de que
mueras, te irás al infierno a pesar de que ya habías nacido de nuevo hace veinte o treinta
años. Erróneamente interpretan este versículo como si dijera “un sacrificio para toda la
gente”.
Sin embargo, el contexto prueba que Hebreos 10:10 quiere decir que un sacrificio te hace
santo por todo el tiempo. Observa todas las palabras que se refieren al tiempo en los cuatro
versículos siguientes:

45
Espíritu, alma y cuerpo Redención Eterna
Lección 9

Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los
mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una
vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí
en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con
una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Hebreos 10:11-14 RV 1960, énfasis añadido.
¡La única ofrenda de Cristo te perfeccionó y santificó para siempre!
En caso de que todavía no estés convencido, Hebreos 12:23 es otro versículo del mismo
contexto.
A la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios,
el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos.
No puede quedar más claro. Tu espíritu ha sido perfeccionado para siempre—por todo el
tiempo. No pierdes tu posición correcta con Dios si pecas. ¡Qué verdad tan radical y
maravillosa para la iglesia hoy en día!

DAVID LO VIO

A la mayoría de los cristianos les enseñan que su comportamiento afecta su comunión con
Dios. Cuando naces de nuevo, eres perdonado, limpiado y te conviertes en una nueva
persona. Sin embargo, cada vez que pecas, pierdes esa posición correcta con Él hasta que
confieses ese pecado en particular y que lo cubras con la sangre. Si no lo haces, Dios está
disgustado y no puede aceptarte. Si llegaras a morirte antes de que te arrepintieras y antes de
que confesaras todos esos pecados, te irías al infierno. En este sentido, están diciendo que
debes nacer de nuevo y de nuevo.
¡Esto no es lo que la Palabra de Dios enseña! La Biblia habla de la redención eterna y de la
herencia eterna. Tú no eres santificado y perfeccionado hasta que te equivoques lo cual
sucede constantemente. ¡Eres santificado y perfeccionado por siempre! La gente que piensa
que lo perdió todo y que tiene que comenzar de nuevo cada vez que peca, nunca maduran
ni ven gran crecimiento en sus vidas espirituales. Están atorados en la carne, enfocados en el
comportamiento de sus cuerpos y sus almas. La palabra de Dios revela que tus pecados
fueron perdonados, pasados, presentes y futuros.
David vio por fe, a través de la inspiración del Espíritu Santo, cuán grande sería la salvación.
Como también David habla de la bendición que viene sobre el hombre a quien Dios atribuye
justicia aparte de las obras: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades han sido perdonadas,
y cuyos pecados han sido cubiertos [pecados en tiempo pasado y presente]. Bienaventurado el

46
Espíritu, alma y cuerpo Redención Eterna
Lección 9

hombre cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta [tiempo futuro] (Ro. 4:6-8, Pablo hace
referencia a Salmos 32:1-2; corchetes añadidos).
Salmos 32:2 aún agrega,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
David (un patriarca del Antiguo Pacto) vio proféticamente las bendiciones de tu Nuevo
Pacto de comunión con Dios. Gracias a la naturaleza justa de tu espíritu nacido de nuevo, el
Señor ya no retiene ningún pecado en tu contra. ¡Ahora bien, éstas son buenas nuevas!

VERSÍCULOS

HEBREOS 9:11-12 LBLA


Pero cuando Cristo apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un
mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no
por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre,
entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna.
HEBREOS 9:13-15 LBLA
Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada
sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la
sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios,
purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo? Y por eso Él es el
mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la
redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido
llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
HEBREOS 9:24-28 LBLA
Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del
verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por
nosotros, y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al
Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario sufrir
muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de
los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo. Y así como
está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también
Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por
segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.
HEBREOS 10:1-2 LBLA

47
Espíritu, alma y cuerpo Redención Eterna
Lección 9

Pues ya que la ley sólo tiene la sombra de los bienes futuros y no la forma misma de las
cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen continuamente año tras
año, hacer perfectos a los que se acercan.De otra manera, ¿no habrían cesado de ofrecerse, ya
que los adoradores, una vez purificados, no tendrían ya más conciencia de pecado?
2 CORINTIOS 5:21 LBLA
Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia
de Dios en El.
HEBREOS 10:11-14 RV 1960
Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los
mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido
una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de
ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;
porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
HEBREOS 12:23 LBLA
A la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios,
el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos.
ROMANOS 4:6-8 LBLA
Como también David habla de la bendición que viene sobre el hombre a quien Dios
atribuye justicia aparte de las obras: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades han sido
perdonadas, y cuyos pecados han sido cubiertos. Bienaventurado el hombre cuyo pecado el
Señor no tomará en cuenta.
SALMO 32:1-2 LBLA
¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto!
¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad, y en cuyo
espíritu no hay engaño!

48
Espíritu, alma y cuerpo Preguntas Básicas Del Evangelio
Lección 10

Preguntas Básicas Del Evangelio

Una vez que la gente entiende que su comportamiento—sea bueno o malo—no afecta a sus
espíritus vueltos a nacer ni su relación con Dios, usualmente surgen preguntas serias. “¿Qué
estás diciendo? ¿Dios me amará y no perderé mi buena relación con Él haga lo que haga?
¿Quieres decir que puedo vivir en pecado?” ¡Pablo trató con lo mismo!
“¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?”
Romanos 6:1
La respuesta, por supuesto es:
“¡De ningún modo!”
Romanos 6:2
A menos que esta pregunta surja, no estás predicando el mismo Evangelio que el apóstol
Pablo predicó. ¡Él trató con esta cuestión en cuatro ocasiones diferentes! (Ro. 3:8, 6:1-2,
6:15; y Ga. 2:17) “¿Qué estoy diciendo? ¿Continuamos en pecado? ¡De ningún modo!”
Aunque te explayes en tu mensaje, ésta debería ser una pregunta lógica.
Nadie interpreta el mensaje de la mayoría de las iglesias como si dijera: “Puedes ir y vivir en
pecado”, porque están muy ocupadas predicando duramente en contra del pecado. ¡Nunca
surge esta pregunta! La enseñanza común de hoy en día ata el amor de Dios y Su aceptación
a tu comportamiento. Por lo tanto esos mensajes “en el nombre del Señor” producen una
justicia de obras (justicia propia que se basa en tus acciones) en la mayoría de los creyentes.
La Biblia no enseña que Dios te acepta o rechaza por tus acciones; ¡te enseña que tus
acciones nunca serán lo suficientemente buenas!
La Palabra de Dios dice que Él te acepta dependiendo de que tu espíritu sea justo o no. Ese
espíritu no se vuelve justo a través de tus buenas acciones y actitudes. La justicia viene a
través de confesar a Jesucristo como tu Señor y Salvador. Cuando naces de nuevo, Dios te da
un espíritu nuevo. ¡La justicia NO se basa en tus acciones!
La siguiente pregunta que la gente hace es: “¿Estás diciendo que no importa cómo viva?”
No, eso no es lo que estoy diciendo. Pablo continúa con Romanos 6 dando dos razones por
las que un cristiano debe vivir una vida santa:
1) Tu nueva naturaleza lo desea y…
2) No quieres darle acceso al diablo a tu alma y a tu cuerpo a través del pecado.
Tu manera de vivir no afecta a la justicia de tu espíritu, pero ¡sí afecta tu vida en gran
manera!

49
Espíritu, alma y cuerpo Preguntas Básicas Del Evangelio
Lección 10

LA FUERZA DEL PECADO

Si realmente has vuelto a nacer, Dios cambió tu naturaleza.


Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los
que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Romanos 6:2-3
Ya no eres más un hijo del diablo que ama el pecado. Todavía pecas, pero ya no es tu
naturaleza. Tu espíritu ha cambiado y ya no disfrutas más el pecado. Cada creyente nacido
de nuevo tiene un deseo interior de vivir con santidad. (1 Jn. 3:3). Quizás no lo estás
cumpliendo, ¡pero ahí está!
Predicar la Ley—el legalismo y las obras religiosas—de hecho fortalece el pecado (1 Co.
15:56). La ley hace que peques más porque hace que codicies lo que está prohibido. ¡Por eso
la dio Dios! El género humano se estaba destruyendo por el pecado, pero en realidad nos
engañamos a nosotros mismos cuando pensamos, “¡soy muy bueno!” Dios respondió
diciendo: “¡Ah!, ¿piensas que estás muy bien?” “Déjame mostrarte cuál es el verdadero
estándar”. La Ley hizo que el pecado cobrara vida para que reconocieras que necesitas un
Salvador. (Ro. 7:9, Gá. 3:24).
El propósito que el Señor tuvo cuando mandó la Ley, fue hacer que te llenaras de humildad,
te arrodillaras y confesaras: “¡Dios ten misericordia de mí! ¡No puedo hacerlo! ¡No puedo
vencer este pecado!” La ley no se dio para ayudarte a vencer el pecado. Fue para demostrarte
que ese pecado ya te había vencido. De hecho, la Ley fortalece el pecado y le da tanto poder
que efectivamente removerá la mentira que te hace pensar que podrías librarte del pecado
por tu propia cuenta. La religión distorsionada, sin embargo, voltea esto y dice: “La Ley se
dio para ayudarte a vencer el pecado.” Esto simplemente no es cierto.
Si verdaderamente naciste de nuevo, tienes el deseo de vivir para Dios.
Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica, así como Él es puro.
1 Juan 3:3
Habrá varios niveles de esta manifestación de pureza en tus acciones y pensamientos, pero
cada persona nacida de nuevo hace el esfuerzo para purificarse a sí misma.
El pecado le da a Satanás acceso a tu cuerpo y a tu alma.
¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de
aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?
Romanos 6:16

50
Espíritu, alma y cuerpo Preguntas Básicas Del Evangelio
Lección 10

El diablo quiere traer muerte a tu vida de cualquier forma que pueda: la enfermedad, la
dolencia, la vergüenza, la pobreza, la depresión, el desánimo y toda clase de otras cosas feas.
¿Qué razón hay para que le des a tu enemigo una oportunidad para que te ataque?
Como cristiano, no tienes que vivir en santidad con el propósito de que Dios te acepte y le
agrades. Sin embargo, tus acciones y actitudes sí determinan cómo te relacionas con otras
personas. Por eso te conviene vivir una vida santa.

SANTIDAD CASUAL

Entender que puedo relacionarme con Dios con base en la perfección, santidad y justicia
que hay en mi espíritu me ha librado del pecado, no me ha librado para pecar. En mi carne
nunca seré completamente perfecto hasta que reciba mi cuerpo glorificado. Mientras tanto,
puedo continuar relacionándome con Dios con base en quién soy en mi espíritu. Esto hace
que mi relación con Él sea estable y segura.
He vivido una vida más santa sin proponérmelo que lo que la mayoría de la gente ha hecho
a propósito. Siempre que se enseñan estas verdades, la gente critica diciendo: ¡Tú estás
predicando esto para que puedas vivir en pecado! No puedes acusarme de eso porque nunca
he dicho una palabra profana, ni he bebido licor de ninguna clase, ni he fumado cigarros, y
¡ni siquiera he probado el café en toda mi vida! No estoy diciendo que el café o la bebida
alcohólica sean lo mismo. Hay un versículo en el que te puedes apoyar para beber café.
Marcos 16:18 promete: “aunque beban algo mortífero, no les hará daño”. Dejemos la
broma. Sólo te estoy diciendo que la gente no puede verme y decir que la razón por la que
predico esto es porque me permite vivir en pecado. No, vivo una vida muy santa.
No vivo con santidad porque tenga que, sino porque quiero. No lo hago para obtener la
bendición de Dios. Lo hago porque Él me reveló esta verdad y cambió mi corazón. Deseo
vivir una vida santa porque es bueno para mí. Me ayuda para que sirva mejor a otros y me
hace más feliz vivir una vida santa que vivir como un impío.
Dios seguiría amándome aunque yo viviera en pecado (porque mi espíritu ha sido
cambiado), pero yo no me amaría a mí mismo ni amaría a los demás. El pecado ofende a
Dios, pero también ofende a las personas. Si verdaderamente naciste de nuevo, Él te tratará
como a su hijo, con base en tu espíritu vuelto a nacer. Pero la gente no te amará si tú le
robas. Si te atrapan, te meterán a la cárcel donde sufrirás, estarás confinado y te sentirás
lastimado. No tendrás una vida agradable, pero aun así Dios te amará. ¡Aun así serás justo,
pero también serás un tonto! (no estoy tratando de ser áspero, sólo franco.)

51
Espíritu, alma y cuerpo Preguntas Básicas Del Evangelio
Lección 10

Vivir en santidad no hace que Dios te ame más, pero sí incrementa tu amor por Él.
Asimismo, la falta de santidad no causará que Dios te ame menos, pero definitivamente
disminuirá tu amor por Él. Aunque el amor de Dios por ti no cambia, tu comportamiento
influye directamente en el amor que sientes por Él. ¿Puedes ver ahora el propósito de Dios
en cuanto a la santidad?

¡ACÉRCATE CON CONFIANZA!

El pecado nunca es una opción sabia, pero tampoco es un problema entre Dios y tú. Él
trató con tu pecado, pasado, presente y futuro, cuando volviste a nacer. Puedes acercarte
con confianza al Señor en cualquier momento—incluso cuando fallas, cuando no estás
satisfecho contigo mismo, y cuando le abres a Satanás una brecha en tu vida. Aun así puedes
acercarte con confianza a la misma presencia de Dios tu Padre y puedes recibir de Él porque
tu espíritu no perdió la relación correcta con Él.
La Palabra te anima para que te acerques al Señor cuando necesitas misericordia y ayuda.
Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia,
y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
Hebreos 4:16
No debes esperarte para acercarte a Él hasta que hayas hecho todo “correctamente”. Puedes
confiadamente acercarte al Señor y recibir gracia y ayuda aunque hayas cometido grandes
fallas. Tu Padre celestial te ha invitado para que te acerques a Su trono en cualquier
momento por la fe en su Hijo y por quién eres en Él. ¡Es tu derecho de nacimiento como un
hijo del Rey!

Información Adicional

Como no puedo dar una explicación detallada de esta verdad aquí, me gustaría recomendarte
mi estudio La Verdadera Naturaleza de Dios. En esa enseñanza, expongo mucho más sobre
este tema en particular. Descubrirás cómo Dios, que es el mismo ayer, hoy y por siempre (He.
13:8), puede actuar de maneras diferentes con el género humano, desde el Antiguo hasta el
Nuevo Testamento. Si no entiendes cómo fue que todo cambió cuando Jesucristo vino, pensarás
que Dios es esquizofrénico. Te aseguro, ¡Él no lo es! Recomiendo mucho esta enseñanza para un
estudio más a fondo.

52
Espíritu, alma y cuerpo Preguntas Básicas Del Evangelio
Lección 10

VERSÍCULOS

ROMANOS 6:1-3 LBLA


¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? ¡De
ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no
sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en
su muerte?
ROMANOS 3:8 LBLA
Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos):
Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los tales es justa.
ROMANOS 6:15 LBLA
¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún
modo!
GÁLATAS 2:17 LBLA
Pero si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros hemos sido hallados
pecadores, ¿es Cristo, entonces, ministro de pecado? ¡De ningún modo!
I JUAN 3:3 LBLA
Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica, así como Él es puro.
1 CORINTIOS 15:56 LBLA
El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.
ROMANOS 7:9 LBLA
Y en un tiempo yo vivía sin la ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo
morí.
GÁLATAS 3:24 LBLA
De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a Cristo, a fin de que
seamos justificados por la fe.
ROMANOS 6:16 LBLA
¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos
de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?
MARCOS 16:18 LBLA
Tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre
los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien.
HEBREOS 4:16 LBLA
Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos
misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.

53
Espíritu, alma y cuerpo ¿Una vez salvo, siempre salvo… ?
Lección 11

¿Una vez salvo, siempre salvo o nacer de


nuevo, y de nuevo?

Cuando al principio empecé a entender esta revelación, me preguntaba: “Dios mío, ¿es
como dicen los Bautistas—una vez salvo, siempre salvo? ¿O es como enseñan los
Pentecostales—salvo, perdido, salvo, perdido; nacer de nuevo, de nuevo? Batallé con estas
preguntas por mucho tiempo. Finalmente, un día el Señor me habló al respecto y me dijo:
“No es la opción A) una vez salvo, siempre salvo; ni la opción B) salvo, perdido, salvo,
perdido; nacer de nuevo, de nuevo. Es la opción C) ¡ninguna de las anteriores!” Me enseñó
que ambos puntos de vista tienen una verdad parcial, pero la verdad completa está en algún
lugar intermedio.
El grupo de personas que enseñan “una vez salvo, siempre salvo” entiende que tu espíritu
fue santificado y perfeccionado para siempre. Puesto que no fuiste salvo por tus propias
buenas obras, tu falta de buenas obras no puede hacer que pierdas tu salvación. Si confiesas
tu fe en el Señor Jesucristo, eres vuelto a nacer. Puesto que la fe es el asunto, el pecado no
causa que pierdas tu salvación.
Alguien quizás diga: “¡Un momento! Yo creo que si pecas, pierdes tu salvación. ¡No puedes
decirme que una persona que cometió algún pecado grave puede ir al cielo!”
Aunque yo pueda ser considerado como un “santo” por la mayoría de los estándares
religiosos, me he quedado corto en mis acciones. No he usado malas palabras, bebido licor,
fumado cigarros ni cometido adulterio, pero sí he quebrantado algunas de las leyes de Dios.
No he amado a la gente de la manera en que debía, ni tampoco he dicho siempre la verdad.
Me esfuerzo; sin embargo, recuerdo que de niño me sorprendieron mintiendo. No he
cometido lo que se considera como pecados “grandes”, pero sí ¡he quebrantado la Ley de
Dios!

VENTANA DE VIDRIO DELGADO

Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable de
todos. Santiago 2:10
La Ley es como una ventana de vidrio delgado. Puedes disparar una balita y hacer un hoyo
pequeño o arrojar un piano y hacer uno grande. El tamaño no importa porque el vidrio no

54
Espíritu, alma y cuerpo ¿Una vez salvo, siempre salvo… ?
Lección 11

puede remendarse. Si se rompe debe ser reemplazado. Si quebrantas un diminuto


mandamiento, eres culpable de quebrantarlos todos.
Quizás no estás transgrediendo todos los mandamientos de Dios, pero nunca serás capaz de
hacer todo lo que Él te ha dicho que hagas. Nunca hay quien siempre haga todo lo bueno
que sabe que debe hacer (Stg. 4:17). Por consiguiente, todos quedamos por debajo del
estándar.
Aquellos que dicen: “¡Tienes que ser Santo! No puedes pecar en tu vida y aun así pensar
que eres salvo” tienen que clasificar a los pecados en “grandes” y “pequeños”. Ellos
sostienen: “Estoy hablando de las cosas grandes. No puedes decirme que una persona que
comete adulterio y muere en un accidente de carro rumbo a su hogar con su pecado sin
confesar aun así es salvo. Seguramente, se irá directo al infierno. ¡No puedes decirme que un
adúltero se irá al cielo!” Perdóname por desinflar tu creencia, pero ésa es una tradición
religiosa distorsionada. De acuerdo a la Palabra de Dios, no hay tal cosa como un pecado
“grande” o un pecado “pequeño” (Stg. 2:10) Manejar con exceso de velocidad es pecado.
Romanos 13:1-7 nos instruye a obedecer las leyes de la tierra y a someternos a nuestras
autoridades superiores. Ir manejando a 56 kilómetros por hora, en una zona de 55
kilómetros por hora, es quebrantar el mandamiento de Dios. Si infringes un mandamiento
pequeño, eres culpable de violar toda la Ley.
Si el creyente nacido de nuevo que cometió adulterio y no lo confesó antes de morir se va al
infierno, entonces lo mismo le pasará a cada creyente que ha manejado con exceso de
velocidad. Si esto fuera verdad, entonces nadie llegaría al cielo porque todos nos quedamos
cortos y fallamos de muchas maneras diferentes.

MICHAEL JORDAN CONTRA EL PEREZOSO

Si estás por debajo de la gloria de Dios, ¡fallaste! Supón que estás en un cuarto con un techo
de 6m de altura y Dios dice que tienes que saltar y tocarlo para poder ser salvo. Si fueras
Michael Jordan, y pudieras saltar 4.5m estarías a punto de tocarlo. Si fueras un perezoso,
quizá pudieras saltar 15cm pero te quedarás muy lejos de la meta. De cualquier forma, el
resultado final no sería diferente. Si no puedes tocar el techo, no puedes ser salvo. ¡Ambos
fracasaron!
Así es con el estándar de Dios. Dios no califica por promedios. Él no dice: “Haz lo mejor
que puedas. Mientras estés en el 10% de los más altos promedios, te aceptaré, porque
realmente lo intentaste”. ¡No, o eres perfecto, o necesitas un Salvador que lo sea!

55
Espíritu, alma y cuerpo ¿Una vez salvo, siempre salvo… ?
Lección 11

Si puedes perder tu salvación por causa del pecado, entonces el único camino al cielo es
morir inmediatamente después de nacer de nuevo. La cosa más amorosa que podríamos
hacer por los nuevos conversos sería matarlos. Entonces no tendrían oportunidad de pecar y
perder la salvación que acababan de recibir. El evangelista que los asesinara podría irse al
infierno, pero los nuevos conversos no tendrían tiempo para invalidar su entrada al cielo a
causa del pecado. ¿Suena ridículo? Lo es.
Tu espíritu ha sido sellado, santificado y perfeccionado para siempre, su estado de justicia
no fluctúa con la santidad de tus acciones y actitudes. Ya que la salvación depende
solamente de que pongas tu fe en Jesús y que seas vuelto a nacer, tu pecado no afecta tu
relación con Dios. ¡Él tiene comunión contigo basándose únicamente en tu fe en Cristo!

RENUNCIANDO Y RECHAZANDO

Sin embargo, la Biblia tampoco enseña que “una vez salvo, siempre salvo”. Varios capítulos
en la Biblia discuten la posibilidad de convertirse en un réprobo y perder la salvación. Éste es
el ejemplo clásico:
Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron
hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del
siglo venidero, pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento,
puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a la ignominia
pública.
Hebreos 6:4-6
Si una persona apostata, ya no hay más sacrificio. Hebreos 6:4-6 está ubicado en el mismo
contexto y hace énfasis en que la única ofrenda de Jesús proveyó tu redención eterna. Sin
embargo si ese sacrificio único se anula, entonces ya no hay otro. No se puede volver a
aplicar. No puedes nacer de nuevo, de nuevo. Jesucristo no va a experimentar otra vez la
vergüenza, y la humillación para morir una segunda vez. ¡Su sacrificio fue único y para
siempre!
Puedes anular el efecto del sacrificio de Cristo si vuelves al legalismo y a confiar en tus
propias obras para obtener justicia.
¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue
presentado públicamente como crucificado? Esto es lo único que quiero averiguar de vosotros:
¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan insensatos sois? Habiendo
comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?
Gálatas 3:1-3

56
Espíritu, alma y cuerpo ¿Una vez salvo, siempre salvo… ?
Lección 11

La salvación se recibe y mantiene solamente por la fe en Cristo.


Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que
prometió.
Hebreos 10:23
No puedes perder tu salvación por pecar, pero sí puedes renunciar a ella. Rechazar la
salvación no es fácil, pero sí es posible. Personalmente, no creo que haya muchas personas
que sí apostatan de su fe.

ENDURECIDO

Antes de que alguien pudiera renunciar a tan gran salvación, esa persona tendría que
endurecerse hacia Dios. (He. 3:13-14). Aunque tu espíritu no experimenta efectos por el
pecado, tu cuerpo y tu alma sí los experimentan. El pecado entorpece tu percepción, tu
sabiduría y la capacidad de comprender quién eres en el espíritu. Si persistes en el pecado
por mucho, mucho tiempo, puedes llegar a un punto en que Satanás tratará de hacer que
renuncies a tu fe en Cristo. Sin embargo, a menos que alguien esté totalmente cegado a la
verdad, ¡nadie en su sano juicio rechazaría al Señor!
Si renuncias a tu fe y rechazas a Dios, puedes perder tu salvación. No es algo que pierdes por
casualidad, como cuando pierdes las llaves del carro. Debes rechazarlo deliberada y
abiertamente. Esto es algo que se lleva a cabo a través de un periodo de tiempo.
Eres salvo por la gracia de Dios, por lo tanto las acciones pecaminosas no hacen que pierdas
tu salvación. Sin embargo, el pecado puede endurecer tu corazón hasta que eventualmente
llegues a un punto en que tú renuncies a tu fe en el Señor (He. 6:4-6). Si eso sucede, es
imposible alguna vez ser renovado nuevamente para arrepentimiento.
Esto contradice la idea de “salvo, perdido, salvo, perdido; nacer de nuevo, nacer de nuevo”.
Aquellos que creen que pierdes tu salvación cada vez que pecas, también creen que todo lo
que tienes que hacer es confesarlo y eres salvo otra vez. Simplemente “lo superas por la
oración” y regresas a la posición correcta con Dios. ¡Hebreos 6:4-6 dice que esto nunca
puede suceder!, una de dos: o no perdiste tu salvación cuando pecaste, o si lo
hiciste—¡nunca podrás volver a ser salvo!

¿REÚNES LOS REQUISITOS?

Los requisitos enumerados en Hebreos 6:4-6 para poder renunciar a tu salvación son
bastante rigurosos. Debes revisarlos cuidadosamente antes de que te condenes a ti mismo

57
Espíritu, alma y cuerpo ¿Una vez salvo, siempre salvo… ?
Lección 11

como un réprobo. No se refiere al tiempo en que te sentías frustrado y dijiste: “¡Renuncio!


¡Esto no funciona!” y luego recaíste en el pecado. No; es mucho más complejo.
Según Hebreos 6:4-6 ¡no puedes renunciar a tu salvación por ignorancia! Debes ser un
cristiano maduro que fue atraído por el Espíritu, nacido de nuevo, bautizado en el Espíritu
Santo, maduro en la Palabra y debes operar en los dones del Espíritu antes de que puedas
rechazar al Señor. ¡Sólo en ese caso eres responsable!

DEMASIADO JOVEN PARA TENER UN MEJOR CONOCIMIENTO

En una ocasión cuando yo era niño, entre los cinco y los ocho años, me enojé y huí de mi
casa. Salí corriendo, pero me di cuenta de mi error antes de que perdiera mi casa de vista.
Pensé: “¿Adónde me iré? ¿Qué comeré? ¿Dónde dormiré? ¡Amo a mis padres!” Quizás me
enojé, pero en realidad, no quería huir. Como era muy orgulloso para admitirlo, me atoré a
propósito en una cerca de alambre de púas, para que mi hermano me atrapara (él estaba
corriendo detrás de mí para llevarme a casa).
Como era muy pequeño, no me lo tomaron en serio. Aunque estaba enojado y antes de
huir declaré: “¡Ya no quiero ser un Wommack nunca más!” no lo consideraron una cosa
grave. Si hubieran llamado a la policía, ésta hubiera tenido la misma opinión que mis padres,
porque yo era muy pequeño. No sabía lo que estaba tratando de hacer, ni era capaz de
hacerlo legalmente.
Sin embargo, ahora soy mayor de edad y puedo decidir. Si renunciara a mis padres, el
gobierno me respaldaría y podría rechazarlos legalmente.
Sucede lo mismo con la persona que renuncia y rechaza la salvación. Dios sabe si la persona
es madura o no. Solamente Él conoce el corazón.
¿Estás arrepentido y lamentas lo que has hecho? ¿Deseas estar en comunión con el Señor? Si
así es, no eres un réprobo. El Espíritu Santo todavía está tratando contigo. No eras lo
suficientemente maduro cuando le diste la espalda o te apartaste. Como Pablo, eres
perdonado porque eras ignorante cuando hiciste esas cosas. ¡Gloria a Dios!, ¡Él es tu
amoroso Padre celestial!

Información Adicional

Para poder calificar como un “réprobo” bíblico tienes que reunir unos requisitos muy
rigurosos.

58
Espíritu, alma y cuerpo ¿Una vez salvo, siempre salvo… ?
Lección 11

(1) Tienes que, ser iluminado, que significa ser atraído por el Espíritu Santo. Juan 6:44
declara:
Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.
Si tu experiencia fue esta: te sentiste obligado a hacer alguna declaración, a firmar la lista de
miembros de la iglesia o a repetir una oración; y después cuando no experimentaste un
cambio radical, te desilusionaste y renunciaste diciendo: “¡Rechazo esto! ¡No es real!”,
entonces no tuviste una verdadera contrición motivada por el Espíritu Santo. Te obligaron,
pero no fuiste atraído. Fuiste a la iglesia porque tus padres te obligaron o eras novio(a) de
alguien que te hizo repetir una oración. ¡Tú no reúnes los requisitos! Por lo tanto, ni
siquiera puedes ser responsable de lo que llamamos “rechazo”.
También debes (2), haber probado el don celestial, lo que significa que debiste ser vuelto a
nacer de manera genuina;
(3) haber tenido parte en el Espíritu Santo, lo que se refiere a ser bautizado en el Espíritu
Santo;
(4) haber probado la buena Palabra de Dios, lo que significa que la Palabra literalmente te
impactó; hiciste más que simplemente ponerla en tu boca—la tragaste, la digeriste, y te
beneficiaste de sus nutrientes y de la vida que contiene;
y (5) haber gustado de los poderes del siglo venidero, lo que se refiere a una persona llena del
Espíritu que ha ejercitado los dones del Espíritu Santo y avanza hacia la madurez.
Dicho en otras palabras, debes ser un cristiano maduro antes de que realmente puedas
renunciar a tu salvación. Si un cristiano maduro rechaza al Señor, no puede ser restaurado
para el arrepentimiento. Es un trato que sólo se hace una vez. Se le reconoce su
responsabilidad, es condenado, ¡y se acabó! Jesucristo proclamó que la blasfemia en contra
del Espíritu Santo era el único pecado imperdonable (Mt. 12:31-32). Sin embargo, Pablo
dijo que él obtuvo misericordia porque lo hizo por ignorancia en su incredulidad (1Ti.
1:13). Esto muestra que hasta el pecado imperdonable de la blasfemia en contra del Espíritu
Santo depende de que se haya cometido con o sin conocimiento pleno.

MÁS ALLÁ DE LA ESPERANZA


Cuando alguien rechaza su salvación, nunca podrá volver a tener comunión con Dios.
Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada,
para que hicieran las cosas que no convienen... aunque conocen el decreto de Dios que los que
practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también dan su
aprobación a los que las practican.
Romanos 1:28,32

59
Espíritu, alma y cuerpo ¿Una vez salvo, siempre salvo… ?
Lección 11

Al entregarlos a una mente réproba, Dios quita la persuasión del Espíritu Santo. “Réprobo”
significa “más allá de la Esperanza”. No sientes la convicción de tu necesidad por tener una
relación con el Señor a menos que el Espíritu Santo esté tratando contigo (Jn. 6:44).
Mientras está tratando contigo, no eres un réprobo. Sin embargo, si alguien cumple con los
requisitos de Hebreos 6:4-6 y renuncia a su salvación, entonces Dios les quita al Espíritu
Santo y se convierte en un réprobo. Sin la persuasión del Espíritu Santo no saben que están
haciendo algo malo. No sólo les agrada hacerlo, sino que también simpatizan con todos
aquellos que están en rebelión en contra de Dios. Los réprobos muestran una falta total de
deseo y respuesta para el Señor.

VERSÍCULOS

SANTIAGO 2:10
Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable
de todos.
SANTIAGO 4:17
A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.
ROMANOS 13:1-7
Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de
Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por consiguiente, el que resiste a la
autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán
condenación. Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta,
sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás
elogios de ella, pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme;
porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que
practica lo malo. Por tanto, es necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino
también por causa de la conciencia. Pues por esto también pagáis impuestos, porque los
gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto. Pagad a todos lo que
debáis: al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que
honor, honor.
HEBREOS 6:4-6
Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y
fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los
poderes del siglo venidero, pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para

60
Espíritu, alma y cuerpo ¿Una vez salvo, siempre salvo… ?
Lección 11

arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y le


exponen a la ignominia pública.
GÁLATAS 3:1-3
¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue
presentado públicamente como crucificado? Esto es lo único que quiero averiguar de
vosotros: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan insensatos
sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?
HEBREOS 10:23
Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que
prometió.
HEBREOS 3:13-14
Antes exhortaos los unos a los otros cada día, mientras todavía se dice: Hoy; no sea que
alguno de vosotros sea endurecido por el engaño del pecado. Porque somos hechos
partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad.
I TIMOTEO 1:13
Aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró
misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad.
JUAN 6:44
Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.
MATEO 12: 31-32
Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia
contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del
Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni
en este siglo ni en el venidero.
ROMANOS 1:28 Y 32
Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada,
para que hicieran las cosas que no convienen. Los cuales, aunque conocen el decreto de
Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que
también dan su aprobación a los que las practican.

61
Espíritu, alma y cuerpo Hemos Recibido De Su Plenitud
Lección 12

Hemos Recibido De Su Plenitud


Mi espíritu fue creado en justicia y santidad de la verdad cuando nací de nuevo (Ef. 4:24).
Después, el Espíritu Santo selló esa pureza en mi espíritu nuevo (Ef. 1:13). Cualquier
pecado que cometa ahora en mis acciones físicas no puede penetrar ni contaminar mi
espíritu porque fue santificado y perfeccionado por siempre (He. 10:10,14; 12;23). ¡Mi
espíritu renacido no puede pecar! (1 Jn. 3:9).
Recibí redención eterna (He. 9:12). Eso no me motiva para vivir en pecado, más bien me da
estabilidad en mi vida y en mi relación con Dios. Vivo en santidad porque quiero hacerlo, y
si no lo hago sé que le daré a Satanás y a otras personas una oportunidad para que actúen en
mi contra (Ro. 6:16). Vivir una vida santa definitivamente es más benéfico que vivir en
pecado.
Dios se complace conmigo por quien soy en mi espíritu renacido (Jn. 4:24). Cuando caigo,
el pecado no tiene dominio sobre mí como antes, porque ahora sé que Dios ya me perdonó
completamente los pecados pasados, presentes y futuros (Ro. 6:14). Mi espíritu no está
manchado de ninguna manera. Puesto que Dios es Espíritu yo debo tener comunión con Él
a través de quien soy en el espíritu.
Mi relación con el Señor es estable. Él siempre me ama. Siempre está complacido conmigo;
con el verdadero yo, el yo nacido de nuevo, mi espíritu (Ef. 1:6). Ésta es la parte de mí que
Dios ama y que yo he llegado a amar. No estoy enamorado de mi ser carnal y de sus
acciones. No me gustan algunas cosas que veo, hago y pienso, pero he llegado a darme
cuenta de que hay un nuevo yo. En mi espíritu, estoy emocionado con lo que Jesús hizo y
pongo mi confianza total en esto. Desde que vivo en el espíritu y no en la carne,
experimento la paz, el gozo, y la vida de Dios a diario.
Mi vida es estable. No siento que pierdo todo cada vez que peco o fallo. Yo no creo que
necesite nacer de nuevo y de nuevo y volver a iniciar todo el proceso de madurez. Este
concepto de “un paso hacia adelante y dos hacia atrás” no sirve. Cuando fallo, cambio de
actitud. Me arrepiento y vuelvo a hacer las cosas que Dios me había pedido. No dejo de
creer que todavía soy quien soy en Cristo y mucho más en mi espíritu— mucho más de lo
que yo alguna vez he podido llegar a manifestar. Por eso continúo renovando mi mente
activa y emprendedoramente para adaptarla a Su Palabra.

62
Espíritu, alma y cuerpo Hemos Recibido De Su Plenitud
Lección 12

FRUTO PARA SANTIDAD

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para
limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9
Tradicionalmente 1 Juan 1:9 se ha enseñado como si dijera que cada vez que pecas, tienes
que confesar tus pecados con el fin de recibir perdón. Si en verdad dice eso, entonces eso
pondría una tremenda carga sobre ti para lidiar con cada pecado. La religión categoriza el
pecado, pero la Palabra de Dios es mucho más incluyente. El pecado no es sólo lo que haces
mal, también es dejar de hacer lo bueno. De algunos pecados te das cuenta, pero de la
mayoría no. Si tienes que confesar cada pecado antes de que sea perdonado, nadie podría
conservar su salvación. ¡No puede ser que esto sea lo que quiere darse a entender!
1 de Juan 1:9 se refiere a la primera vez que te acercas al Señor. Si el perdón dependiera de
que tú confieses todo lo que has hecho mal y todas las cosas buenas que no hiciste, la
salvación estaría fuera del alcance porque ya se te olvidaron muchas cosas. Este versículo
invita a los incrédulos a nacer de nuevo pero no invita al creyente a confesar cada pecado en
todo momento. Así es como te acercas al Señor por primera vez. Reconoces tu naturaleza de
pecado y tu separación de Dios, para doblar tu rodilla y recibir la salvación. Confiesas que
eres un pecador que necesita perdón y eres limpio de toda la injusticia cuando recibes tu
espíritu nuevo y renacido.
También 1 de Juan 1:9 puede significar limpiar el alma y el cuerpo de un creyente de los
efectos del pecado. El pecado no afecta a tu espíritu, pero tu alma y tu cuerpo sí se ven
afectados. El pecado le da al diablo el derecho legal de traer muerte a tu vida porque te
sometiste a él. (Ro. 6:16). ¿Cómo te arrepientes y lo hechas fuera? Debes decir, “Dios mío,
yo estaba equivocado y Tú estabas en lo correcto. Pequé y le di a Satanás esta oportunidad.
¡Me arrepiento!” Por medio de la confesión, tú tomas la salvación, el perdón, la santidad y la
justicia que ya son una realidad en tu espíritu, y que nunca fluctuaron cuando caíste, y los
viertes a tu cuerpo y a tu alma. Esto literalmente hecha fuera al diablo y le quita la ventaja.
Una vez que te arrepientes y te apartas de lo que hiciste, el enemigo deja de tener derechos y
privilegios en tu vida.
Si entiendes tu redención eterna, eso no te dará confianza para pecar; más bien, podrás
declarar con libertad: “¡Qué Dios tan grande eres!” Hasta querrás pasar más tiempo con Él.
Desearás vivir en santidad para que nada te impida estar consciente de estas grandes
verdades y de Su amor. ¡Entender tu redención eterna hará que vivas una vida santa!

63
Espíritu, alma y cuerpo Hemos Recibido De Su Plenitud
Lección 12

¡Así deberían ser las cosas! No debes tratar de vivir una vida santa por el miedo al rechazo o
al castigo; vivir una vida santa debe ser el resultado de tu salvación. Debes tener “por
vuestro fruto la santificación” (Ro. 6:22). Observa que la santificación es un fruto, no
una raíz, de la salvación. La “santidad” no hace que Dios actúe en tu vida, más bien tus
acciones externas de santidad son el resultado de entender la naturaleza justa de tu espíritu
nacido de nuevo.

¡NUNCA SEPARADOS DE SU AMOR!

¡Esto ha transformado mi vida! Esto me ha dado una seguridad estable en mi relación con
Dios porque sé que Él me ama. Me ama infinitamente más de lo que he podido percibir.
Después de que los sentimientos conmovedores de mi maravilloso encuentro con Dios
menguaron, (por causa de mis acciones) pensé: “Bien, Él me amó en un tiempo, pero ahora
no estoy seguro de que Él todavía me ama porque no me siento digno”. Después me di
cuenta que mi espíritu nacido de nuevo es justo y santo. Reconocí que Dios me ve de
Espíritu a espíritu y que él ama mi parte renacida.
Soy hechura suya, “creado en Cristo Jesús para hacer buenas obras” (Ef. 2:10). En mi
espíritu soy perfecto y puro. Dios me ama y nunca estoy separado de Su amor. Eso pone el
siguiente versículo bajo una nueva luz.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada? Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni
ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor
nuestro.
Romanos 8:35, 38-39
En mi espíritu, Dios me ha dado Su medida completa de amor.
Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.
Juan 1:16
Estoy lleno de Dios. Una tercera parte de mí es de pared a pared Espíritu Santo. Y si tú
naciste de nuevo, todo esto también es verdad respecto de ti.
Este conocimiento impactará tu vida y hará que te sientas muy puro. ¡Apreciarás tanto lo
que Dios ha hecho que tus acciones serán más santas por accidente que lo han sido a
propósito!

64
Espíritu, alma y cuerpo Hemos Recibido De Su Plenitud
Lección 12

VERSÍCULOS

EFESIOS 4:24 LBLA


Y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y
santidad de la verdad.
EFESIOS 1:13 LBLA
En Él también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa.
HEBREOS 10:10 Y 14 LBLA
Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
ofrecida de una vez para siempre… Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para
siempre a los que son santificados
HEBREOS 12:23 LBLA
A la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios,
el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos.
1 JUAN 3:9 LBLA
Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece
en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
HEBREOS 9:12 LBLA
“Y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia
sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención
eterna.”
ROMANOS 6:16 LBLA
¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos
de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?
JUAN 4:24 LBLA
Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
ROMANOS 6:14 LBLA
Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la
gracia.
EFESIOS 1:6 RV 1960
Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.
1 JUAN 1:9 LBLA
Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para
limpiarnos de toda maldad.

65
Espíritu, alma y cuerpo Hemos Recibido De Su Plenitud
Lección 12

ROMANOS 6:22 LBLA


Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.
EFESIOS 2:10 LBLA
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales
Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
ROMANOS 8:35 Y 38-39 LBLA
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada? Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni
ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo
Jesús Señor nuestro.
JUAN 1:16 LBLA
Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia.

66
Espíritu, alma y cuerpo La Fe Sobrenatural de Dios
Lección 13

La Fe Sobrenatural de Dios

En tu espíritu, tú tienes la medida exacta de fe. No necesitas más fe de parte de Dios porque
ya tienes toda la que alguna vez pudieras necesitar. Tu fe no es pequeña, ni inmadura ni está
en proceso de desarrollo; ya es tan perfecta y completa como la fe de Jesús, ¡sólo necesitas
renovar tu mente y aprender a desatarla!
Cuando al principio tomé las cosas de Dios en serio, empecé a desear intensamente poder
ver en mi vida lo que veía en los personajes de la Biblia. Cuando leía cosas en la Palabra, yo
sabía que no eran solamente para las personas de esa época. Aunque no había visto que se
manifestaran cosas como esas con anterioridad, sabía en mi corazón que también eran para
mí ahora. Como la fe es lo que suelta la habilidad sobrenatural de Dios, comencé la
búsqueda para empezar a operar con Su clase de fe.
Por supuesto, al principio malinterpreté varias cosas. Pensaba que la fe era algo que debería
obtener. Creía que después de ser salvo tenía que hacer cosas para que Dios me diera más fe.
A causa de eso, sentía que mi fe era inadecuada cada vez que tenía que enfrentar algún
problema. Albergaba pensamientos recurrentes como, ¡la fe funciona, pero no tengo
suficiente y la que tengo es demasiado débil! Ésa era mi actitud. Sin embargo, por medio de
esta revelación del espíritu, el alma y el cuerpo, el Señor corrigió mis interpretaciones
equivocadas acerca de la fe y revolucionó mi vida y mi ministerio.

¡LA FE TAMBIÉN FUE UN DON!

A veces un pasaje de la Escritura se vuelve tan familiar que lo único que puedes ver es una
sola aplicación. A menos que le permitas al Espíritu Santo que arroje más luz en esa parte de
Su Palabra, te quedarás atorado con el único conocimiento que ya tienes. No estoy
sugiriendo que interpretes algo de la Palabra de Dios que no está ahí, te estoy
recomendando que mantengas una actitud humilde ante tu Maestro—el Espíritu
Santo—mientras analizamos con detalle algunas citas bíblicas que son muy familiares.
Así como naciste de nuevo, así recibes todo en la vida Cristiana, por gracia por medio de la
fe.
Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don
de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Efesios 2:8-9

67
Espíritu, alma y cuerpo La Fe Sobrenatural de Dios
Lección 13

La salvación es todo lo que Dios proveyó por medio de la expiación de Jesús; no se reduce a
tu experiencia inicial cuando caminaste por la puerta del cielo y recibiste el perdón de
pecados y un espíritu y nuevecito. La salvación es todo lo que hay en Su casa así como—la
sanidad, la liberación, la prosperidad, el regocijo, la paz, el amor y todo lo que recibes de Él.
Todos estos beneficios de la salvación vienen de la misma manera como cuando naciste de
nuevo—por gracia por medio de la fe.
Colosenses 2:6 concuerda con esto, y dice:
Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en Él.
¿Cómo recibiste a Cristo? Por gracia por medio de la fe. ¿Cómo vives en Su presencia y
gozas de todos los beneficios de Su paquete de salvación? ¡Por gracia por medio de la fe!
Mucha gente interpreta a Efesios 2:8 muy estrechamente porque reducen la palabra
“salvados” refiriéndose únicamente a la experiencia inicial de nacer de nuevo. Sin embargo,
la palabra griega para salvación aquí es “sozo” que incluye todos los aspectos de la salvación.
Por lo tanto, Efesios 2:8 realmente dice:
Porque por gracia habéis sido salvados [sozo—perdonado de los pecados, vuelto a nacer,
hecho justo, sanado, prosperado, etc] por medio de la fe. (Mi interpretación).
Otros pierden de vista el hecho de que tanto la salvación como la fe no son: “De vosotros,
sino que [son dones] de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Ef. 2:8- 9, corchetes
añadidos). Dios no solamente provee la salvación que necesitas, Él también suple la fe que
usas para apropiarte de Su gracia. Ambas, la salvación y la fe que usas para recibirla son
dones de Dios.

LA PALABRA DE DIOS CONTIENE SU FE

No puedes recibir salvación sin oír la Palabra.


Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.
Romanos 10:17
Quizás no escuches la referencia, el capítulo y el versículo, pero las verdades y los conceptos
que están en la Palabra de Dios deben cruzarse por tu camino de alguna manera. Debes
saber que Jesús murió por tus pecados y que por Su amor, Él te ofrece el perdón
independientemente de tus acciones. Lo único que te pide es que creas.
La fe viene del oír la Palabra ¿Cómo? La Palabra de Dios contiene Su fe. Cuando aceptas la
Palabra en tu corazón, estás recibiendo la fe sobrenatural de Dios. Debes escuchar la Palabra
porque es la manera como crees y recibes.

68
Espíritu, alma y cuerpo La Fe Sobrenatural de Dios
Lección 13

Dios puso Su fe en Sus palabras. Cuando se predican esas palabras, éstas contienen fe. Si
abres tu corazón, entonces la fe entra y produce la salvación. (1 P. 1:23-25). La fe que usas
para recibir la salvación no es meramente fe humana sino la fe sobrenatural de Dios. Y la
recibes por medio de Su Palabra.
Es importante saber si tu fe es natural o sobrenatural. Si crees que tu fe nada más es fe
humana, el diablo podrá convencerte de que no es muy buena. Te dirá que es endeble, débil,
frágil y pequeña en cantidad y fuerza. Pero cuando tú entiendes que la fe que estás usando
es la Fe sobrenatural de Dios, y que te llegó por medio de Su Palabra, tu nivel de confianza y
tus expectativas se elevarán.
Puesto que la fe de Dios es una fe sobrenatural, produce resultados sobrenaturales. Tiene la
habilidad de hacer cosas que te llevarán más allá del ámbito físico. Si crees que solamente
estás usando fe humana para la vida cristiana, sólo podrás recibir resultados naturales. Sin
embargo, cuando te das cuenta de que en realidad estás usando la fe de Dios, ¡empezarás a
experimentar resultados sobrenaturales!

LA FE HUMANA

La fe humana se basa en el conocimiento natural. Dios creó a la humanidad como seres de


fe. Inclusive antes de nacer de nuevo y cuando se está alejado de la influencia de Dios, existe
otra clase de fe natural. En un intento para explicar la fe, la iglesia en la que crecí enseñaba
con este ejemplo:
El predicador tomaba una silla y decía, “¿Cómo sabes que esta silla te sostendrá? Hay que
tener fe para sentarse en ella”. Luego añadía, “usamos la fe para manejar y cruzar la calle
cuando el semáforo está en verde. Debes confiar que el otro lado tiene la luz roja. No lo
sabes, porque no puedes verla, así que no puedes comprobarlo. Aunque la luz roja está
prendida, tienes que tener fe en que los otros carros se van a detener.” Y señalando al cielo
decía, “se usa la fe para viajar en un avión. Tú no sabes cómo funciona y no conoces al
piloto. ¿Cómo puedes estar seguro que los mecanismos están funcionando bien y que el
piloto puede operarlos correctamente?” Afirmaba, ¡esto es la fe!
Ése es un tipo de fe, pero es la fe humana. Dicho en otras palabras, es una fe que se basa en el
conocimiento sensorial—los hechos—cosas que puedes ver, probar, oír, oler y sentir.
Sea que estés consciente de esto o no, lo primero que haces antes de sentarte en una silla, es
echarle un vistazo para ver si tiene las cuatro patas. Si solamente tuviera tres y se bamboleara
como si se fuera a caer, no te sentarías en ella. Independientemente de que te des cuenta o

69
Espíritu, alma y cuerpo La Fe Sobrenatural de Dios
Lección 13

no, cuando te preparas para sentarte en una silla, la inspeccionas primero. Quizá no es una
revisión minuciosa, pero obtienes algún conocimiento sensorial para apoyar tus acciones.
También has aprendido que cuando la luz de tu semáforo está en verde, el otro lado tiene la
luz roja. Puedes confiar en tu experiencia personal porque otras veces tú has estado del otro
lado esperando la luz verde. Sin embargo, para estar más seguro, es probable que tomes la
precaución de que no hubiera alguien que pudiera pasarse la luz preventiva antes de que tú
avances.
La fe humana está limitada con lo que puede ver, probar, oír, oler y sentir. Si te dieras
cuenta que le falta una de las alas del avión, no volarías en ese avión. Si vieras un choque en
la intersección, no pasarías derecho por allí—aunque la luz estuviera en verde. Si pareciera
que la silla se va a desbaratar por tu peso, no tratarías de sentarte en ella. Si aparentemente
los hechos no apoyan la acción, no puedes actuar de manera contraria cuando estás usando
la fe natural.

¡TU FE ES SOBRENATURAL!

Mientras que la fe humana sigue al conocimiento sensorial, la fe sobrenatural la sobrepasa.


Dios demostró esta clase de fe cuando Él le cambió el nombre a Abram y lo llamó Abraham
(padre de muchas naciones) antes de que él tuviera un solo hijo (Gn. 15:2-6, 17: 4-6).
(Como está escrito: Te he hecho padre de muchas naciones) delante de aquel en quien creyó, es
decir Dios, que da vida a los muertos y llama a las cosas que no existen, como si existieran.
Romanos 4:17
Así opera la fe de Dios. El reconoce las cosas que aún no se han manifestado como si ya lo
fueran. Dios llama a esas cosas como si ya fuesen, aun antes de que haya alguna prueba física
de su existencia. La fe natural solo puede reconocer lo que ya puede ver, oír, probar, oler y
sentir. La fe sobrenatural en realidad trae cosas del mundo espiritual para que se
manifiesten. ¡Ahora bien, ésa es una diferencia radical!
Tú usaste la fe sobrenatural para nacer de nuevo. No fue la fe natural porque estabas
creyendo en cosas que estaban más allá de tu conocimiento sensorial. A menos que hubieras
tenido una visión o escuchado una voz audible (ninguna de estas cosas es lo común), no
podrías percibir la verdad espiritual con tus sentidos naturales. Tuviste que creer en cosas
que no puedes ver, como: el cielo y el infierno, Dios y el diablo, el pecado y el perdón. Todos
estos son asuntos de fe que no pueden verificarse o comprobarse meramente por la fe
humana. El Espíritu Santo te alumbró desde tu interior mientras Él le hablaba a tu corazón

70
Espíritu, alma y cuerpo La Fe Sobrenatural de Dios
Lección 13

para que dieras un paso de fe que no se basara en lo que puedes ver, probar, oír, oler o sentir.
Por medio de Su Palabra, Dios te dio Su fe sobrenatural cuando volviste a nacer.
La misma fe que tuviste para nacer de nuevo, ahora siempre está presente en tu espíritu. No
se evapora, disminuye, envejece, ni pierde su poder. La fe sobrenatural en tu espíritu vuelto
a nacer es exactamente la misma que estaba presente cuando fuiste salvo. A lo mejor no estás
experimentando esa fe y todos sus beneficios en tu cuerpo y en tu alma, pero ahí está en tu
espíritu. Si has nacido de nuevo, ¡ya tienes la fe sobrenatural de Dios!
La fe es un fruto que proviene de tu espíritu.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gálatas 5:22-23 RV 1960, énfasis añadido.
La fe—la confianza—es un producto que viene de lo profundo de tu corazón, no sólo de tu
mente.
Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.
Romanos 10:10
Para el creyente vuelto a nacer, de hecho la fe fue puesta en su espíritu recreado.
No necesitas más fe, solamente necesitas creer que ya la tienes. Así como Jesús es ahora, así
eres en este mundo (1 Jn.4:17) ¿Jesús está operando con fe? Por supuesto, Él está operando
perfectamente en la fe. Tu espíritu vuelto a nacer contiene la fe de Dios en forma perfecta,
sin carencia ni defecto. ¡Reconócelo! Ve a la Palabra de Dios y descubre las Leyes que
gobiernan el funcionamiento de la fe. Luego, empieza a cooperar y a usarla para tu propio
beneficio. Descubrirás que la fe que ya está dentro de ti es más que suficiente para enfrentar
cualquier problema que alguna vez pudieras tener.

VERSÍCULOS

JUAN 14:26 LBLA


Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
EFESIOS 2:8-9 LBLA
Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es
don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
COLOSENSES 2:6 LBLA
Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en Él.

71
Espíritu, alma y cuerpo La Fe Sobrenatural de Dios
Lección 13

ROMANOS 10:17 LBLA


Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.
1 PEDRO 1:23-25 LBLA
Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es
incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. Porque: Toda
carne es como la hierba, y toda su gloria como la flor de la hierba. Secase la hierba, caese la
flor, mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que os fue
predicada.
GÉNESIS 15: 2-6 LBLA
Y Abram dijo: Oh Señor Dios, ¿qué me darás, puesto que yo estoy sin hijos, y el heredero de
mi casa es Eliezer de Damasco?Dijo además Abram: He aquí, no me has dado descendencia,
y uno nacido en mi casa es mi heredero. Pero he aquí que la palabra del Señor vino a él,
diciendo: Tu heredero no será éste, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero.
Lo llevó fuera, y le dijo: Ahora mira al cielo y cuenta las estrellas, si te es posible contarlas. Y
le dijo: Así será tu descendencia. Y Abram creyó en el Señor, y Él se lo reconoció por
justicia.
GÉNESIS 17: 4-6 LBLA
En cuanto a mí, he aquí, mi pacto es contigo, y serás padre de multitud de naciones. Y no
serás llamado más Abram; sino que tu nombre será Abraham; porque yo te haré padre de
multitud de naciones. Te haré fecundo en gran manera, y de ti haré naciones, y de ti saldrán
reyes.
ROMANOS 4:17 LBLA
(Como está escrito: Te he hecho padre de muchas naciones) delante de aquel en quien
creyó, es decir Dios, que da vida a los muertos y llama a las cosas que no existen, como si
existieran.
GÁLATAS 5:22-23 RV 1960, ÉNFASIS AÑADIDO.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
ROMANOS 10:10 LBLA
Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.
1 JUAN 4:17 LBLA
En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio,
pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo.

72
Espíritu, alma y cuerpo Una Fe igualmente Preciosa
Lección 14

Una Fe Igualmente Preciosa

Tú fuiste justificado por la fe de Cristo.


Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesús, el
Cristo, nosotros también hemos creído en Jesús, el Cristo, para que fuéramos justificados por
la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne
será justificada.
Gálatas 2:16 Biblia del Jubileo, énfasis añadido.
Dios no solamente te suministró la salvación, también te dio la fe para recibirla. Tú estabas
tan atado al pecado antes de nacer de nuevo que no podías alcanzar con tus propias
capacidades la salvación que Dios ya había comprado para ti. Tu mente y tu corazón
simplemente estaban muy corrompidos para creer. El pecado te causó una ceguera que te
separó de Dios. Él penetró tu oscuridad usando a alguien para declararte Su Palabra. La Fe
sobrenatural de Dios vino con Su Palabra. Luego, cuando tú aceptaste la Palabra en tu
corazón, usaste Su fe para recibir Su don de salvación.
No sólo naciste de nuevo por medio de esa fe, también debes vivir toda tu vida cristiana por
esa fe.
Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí; y lo
que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a
sí mismo por mí.
Gálatas 2:20, Biblia del Jubileo. énfasis añadido.
No dice: “Lo vivo por fe en el Hijo de Dios” sino más bien “lo vivo por la fe del Hijo de
Dios” (Estoy consciente de que muchas traducciones modernas lo traducen así: “lo vivo por
fe en el Hijo de Dios”, pero esto no concuerda con el griego). Unos cuantos versículos antes,
en Gálatas 2:16 (Biblia del Jubileo), Pablo declara dos veces que fuiste justificado por la fe de
Cristo. Queda muy claro que no es únicamente una fe humana la que se recibe de Dios sino
Su propia fe sobrenatural.

UN PROBLEMA DE CONOCIMIENTO

El primer paso es creer que tienes esta fe, pero la meta es liberar sus beneficios y verterlos a
tu alma y tu cuerpo. Al igual que tu espíritu, tu fe no fluctúa por tus acciones. Tú naciste de
nuevo independientemente de tus obras, usando la fe sobrenatural de Dios. Ahora bien, esa

73
Espíritu, alma y cuerpo Una Fe igualmente Preciosa
Lección 14

fe siempre está presente. Tu fe empieza a operar, funcionar y a hacerse eficaz cuando


reconoces las cosas buenas que están en ti en Cristo (Fil. 1:6). Reconoces que Dios ya te dio
Su fe sobrenatural.
Tú no tienes un problema con tu fe, tienes un problema de conocimiento. No sabes lo que
tienes. No has adquirido conocimiento de las leyes que gobiernan la fe y no sabes cómo
cooperar con ellas. Si no reconoces esta fe y no aprendes cómo usarla, entonces no podrás
ver que se manifiesta. La cuestión no es que no la tengas, sino que no sabes cómo opera.
A todo creyente nacido de nuevo se le ha dado la medida de fe.
Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense
más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe
que Dios ha distribuido a cada uno.
Romanos 12:3, énfasis añadido.
Algunas personas enseñan esto, y algunas versiones de la Biblia en realidad lo traducen
incorrectamente, diciendo una medida de fe. Sin embargo, Gálatas 2:16 y 20 comprueban
que esto es verdaderamente: la medida de fe.
Recibiste exactamente la misma cantidad y la misma calidad de fe cuando naciste de nuevo
que todos los cristianos. Sin embargo, en la “cocina de Dios”, la mayoría de las personas
piensan que Él sirve la fe usando una extensa variedad de medidas. A algunos les llenaron un
cucharón, a otros una cucharita. A uno, una cuchara y a otro, una gotita. Romanos 12:3
firmemente refuta esta percepción falsa. En realidad a todos se les dio el cucharón lleno
porque es la medida de fe.
Si nos fijamos en las apariencias, no hay duda de que algunas personas actúan con más fe
que otras. Tú podrías pensar, ¡ellos recibieron más fe que yo! No, simplemente la han
manifestado más en el mundo físico. Dicho en otras palabras, están utilizando más de su
medida de fe que tú. Digamos que a ti y a mí nos dieron tarjetas de crédito idénticas que
valen $1,000 cada una. Yo compré un estéreo de $800 y tú compraste un abrigo de piel de
$200. Aunque para empezar nos dieron la misma cantidad de dinero, de acuerdo a la
manera como usamos el dinero, obtenemos diferentes resultados.

PEDRO, PABLO Y TÚ

Pablo usó la fe de Jesús. En Gálatas 2:20, básicamente declaró “Estoy viviendo por la misma
fe que Jesús usó cuando Él caminó en esta tierra”. Romanos 12:3 revela que no hay varias
medidas o diferentes cantidades. Así que si Pablo vivió por la fe del Hijo de Dios, entonces

74
Espíritu, alma y cuerpo Una Fe igualmente Preciosa
Lección 14

esto significa que cada creyente nacido de nuevo al igual que él, también tiene la fe del Hijo
de Dios. ¡Qué verdad tan radical!
Cuando volviste a nacer, se te dio la fe de Jesucristo. Aunque todavía no sepas cómo
liberarla, el solo hecho de saber que ahí está y estás consciente de su potencial te motivará
para no darte por vencido hasta que veas la manifestación. Si puedes comprender lo que te
estoy compartiendo, tus expectativas no tendrán límite.
Pedro tuvo esta misma fe.
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de
nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra.
2 Pedro 1:1 RV 1960
Pedro le escribió esta carta a un grupo de creyentes que ya habían obtenido: “una fe
igualmente preciosa”. No era algo que estaban buscando o tratando de alcanzar, ya la
tenían. ¿Recibieron esta fe porque eran santos o por las cosas que hicieron? No, llegó por
“la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo”. Cuando naciste de nuevo, tú
también recibiste “una fe igualmente preciosa”.
Pedro liberó su fe y manifestó muchas cosas maravillosas. Él caminó sobre el agua en medio
de una tormenta en apogeo (Mt. 14:29). Predicó y vio que tres mil personas nacieron de
nuevo en el día de Pentecostés (Hch. 2:37-41). Pedro sanó al cojo que pedía limosna a las
puertas del templo. (Hch. 3:6-7). Su sombra caía sobre la gente y sanaban instantáneamente
cuando él caminaba por la calle (Hch. 5:15-16). También resucitó a Dorcas de entre los
muertos (Hch. 9:36-41). Él fue el que dijo que tú tienes una fe igualmente preciosa.
Si tú no crees que tienes esta fe, entonces deberías arrancar 2 de Pedro de tu Biblia porque
¡entonces esto no es para ti! Esto se escribió específicamente para los creyentes con “una fe
igualmente preciosa” (2P. 1:1 RV 1960) Pedro no estaba operando con su propia fe
humana. No fue el hecho de que era apóstol y que había caminado con Jesús lo que lo
invistió con una fe como esa. Como Pablo, a Pedro se le dio la medida de fe cuando nació de
nuevo. Él estaba viviendo su vida por la fe del Hijo de Dios y—¡tú también puedes hacerlo!

SÓLO LOS AMERICANOS

¡Tienes la misma fe que Jesús! Quizás tú no la estás haciendo funcionar toda como Él lo
hizo, pero ahí está. Tu alma, como un filtro, examina lo que fluye de tu espíritu al mundo
físico. Todos tus pensamientos e ideas que son contrarios a la revelación de la Palabra de
Dios bloquean el flujo. Ésta es la cuestión, si tus pensamientos están verdaderamente mal,
muy poco de lo que hay en tu espíritu podrá penetrar a través de tu alma para manifestarse.

75
Espíritu, alma y cuerpo Una Fe igualmente Preciosa
Lección 14

Quizá es por eso que no estás viendo grandes cambios ni en tus acciones ni en tus
resultados. Sin embargo, conforme continúas renovando tu mente, más de la fe
sobrenatural de Dios que está en ti, será libre para manifestarse.
Yo he experimentado un gran incremento en la manifestación de la fe de Dios en mi vida.
Aunque no soy un ejemplo perfecto, he visto personas resucitar de entre los muertos. Los
ojos de los ciegos y los oídos de los sordos literalmente han sanado enfrente de mí. Los
dones del Espíritu Santo han podido fluir a través de mí llegando más allá de lo que yo podía
haber percibido en el ámbito natural. Por medio de una palabra de conocimiento, a algunas
personas las he llamado por su nombre sin tener algún conocimiento previo. También he
percibido en mi espíritu con toda precisión diferentes enfermedades y dolencias de la gente,
lo que está sucediendo en sus matrimonios, etc. ¡Se necesita fe para hacer cosas como estas!
No hago todo perfectamente, pero he visto un incremento tan grande en la manifestación
del poder de Dios que me motiva para compartir contigo los buenos resultados que he
experimentado. Y todo ha sucedido porque creo que ya tengo la fe sobrenatural de Dios.
No estoy tratando de obtener más fe, sólo estoy tratando de liberar la que ya tengo.
Cuando le preguntaron en la televisión, ¿por qué ve muchas más sanidades en los países
tercermundistas que aquí en los Estados Unidos de América? ¿Es porque tienen más fe?
Reinhard Bonnke, el poderoso evangelista Alemán de sanidades, de renombre mundial por
su pasión por África, respondió: “¡Ésta no es una pregunta válida!” Aclaró su aseveración
añadiendo: “los americanos son las únicas personas en la faz de la Tierra que he encontrado
que tienen ese concepto de ‘más fe’ y ‘menos fe’. En otros países, o crees o no crees.
Solamente los americanos creen en varios niveles y que tienen que llegar al décimo nivel, o al
vigésimo o lo que sea antes de que su fe empiece a funcionar”.
En realidad, esta idea viola lo que Jesús enseñó en Mateo 17:20. Él dijo que si tu fe es como
un grano de mostaza, tú puedes decirle a un monte que se mueva, y te obedecerá. Tú
podrías sólo hablarle, ¡y tu fe funcionaría!
¡Qué diferencia hará esta revelación en tu vida! Ahora puedes declarar honesta y
audazmente:
“Me fue dada la medida de fe del Señor Jesús en el momento de mi salvación. La fe de Cristo
está en mí—no más y no menos que en cualquier otro creyente nacido de nuevo. La misma fe
que Jesús utilizó para levantar a Lázaro de entre los muertos está disponible para mí, ahora
mismo. Sólo es cuestión de que renueve mi mente, porque en mi espíritu, tengo el mismo poder,
unción y potencial. De hoy en adelante, ¡espero ver en mi vida un incremento en las
manifestaciones del poder de Dios para Su gloria! ¡Amén!”

76
Espíritu, alma y cuerpo Una Fe igualmente Preciosa
Lección 14

VERSÍCULOS

GÁLATAS 2:16, BIBLIA DEL JUBILEO


Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesús, el
Cristo, nosotros también hemos creído en Jesús, el Cristo, para que fuéramos justificados
por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna
carne será justificada.
GÁLATAS 2:20, BIBLIA DEL JUBILEO
Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí;
y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se
entregó a sí mismo por mí.
FILEMÓN 1:6 NVI
Pido a Dios que el compañerismo que brota de tu fe sea eficaz para la causa de Cristo
mediante el reconocimiento de todo lo bueno que compartimos.
ROMANOS 12:3 LBLA
Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no
piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la
medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.
2 PEDRO 1:1 RV 1960
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de
nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra.
MATEO 14:29 LBLA
Y Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, caminó sobre las aguas, y fue hacia Jesús.
HECHOS 2:37-41 LBLA
Al oír esto, compungidos de corazón, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Hermanos,
¿qué haremos? Y Pedro les dijo: Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu
Santo. Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están
lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame. Y con muchas otras palabras testificaba
solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Entonces los
que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil
almas.
HECHOS 3:6-7 LBLA

77
Espíritu, alma y cuerpo Una Fe igualmente Preciosa
Lección 14

Pero Pedro dijo: No tengo plata ni oro, mas lo que tengo, te doy: en el nombre de Jesucristo
el Nazareno, ¡anda! Y asiéndolo de la mano derecha, lo levantó; al instante sus pies y tobillos
cobraron fuerza.
HECHOS 5:15-16 LBLA
A tal punto que aun sacaban los enfermos a las calles y los tendían en lechos y camillas, para
que al pasar Pedro, siquiera su sombra cayera sobre alguno de ellos. También la gente de las
ciudades en los alrededores de Jerusalén acudía trayendo enfermos y atormentados por
espíritus inmundos, y todos eran sanados.
HECHOS 9:36-41 LBLA
Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido al griego es Dorcas);
esta mujer era rica en obras buenas y de caridad que hacía continuamente. Y sucedió que en
aquellos días se enfermó y murió; y lavado su cuerpo, lo pusieron en un aposento alto.
Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos
hombres, rogándole: No tardes en venir a nosotros. Entonces Pedro se levantó y fue con
ellos. Cuando llegó, lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando,
mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas. Mas
Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y volviéndose al cadáver, dijo: Tabita,
levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Y él le dio la mano y la levantó;
y llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.
MATEO 17:20 LBLA
“Y Él les dijo: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que si tenéis fe como un grano
de mostaza, diréis a este monte: ‘Pásate de aquí allá’, y se pasará; y nada os será imposible.”

78
Espíritu, alma y cuerpo Tu Espíritu conoce todas las cosas
Lección 15

Tu Espíritu Conoce Todas Las Cosas

Tu espíritu nacido de nuevo tiene la mente de Cristo.


Porque ¿quién ha conocido la mente del Señor, para que le instruya? Mas nosotros tenemos la
mente de Cristo.
1 Corintios 2:16
En tu espíritu hay una mente que ya sabe todas las cosas. El resto de tu vida cristiana
consiste en aprender a sacarla al mundo físico. Cuando eso suceda, experimentarás lo que se
conoce como el “conocimiento revelado”.
Naciste con una mente natural. Esta mente opera como tu inteligencia, tanto en el ámbito
del alma como en el ámbito físico en tus facultades mentales. Cuando llegaste a este mundo
no sabías nada. Tu cerebro tenía algunas funciones innatas, como la respiración, el bombeo
de la sangre, etc., pero tu mente tuvo que ser educada. Tú no saliste del vientre de tu madre
caminando y hablando. Tuviste que entrenarte para coordinar tus músculos. Eso requirió
grandes cantidades de información.
Cuando naciste de nuevo, recibiste la mente de Cristo en tu espíritu. Sin embargo, la mente
de tu espíritu no necesita desarrollarse, entrenarse ni educarse, porque nació con un
conocimiento perfecto.
Quizás te estás preguntando: “¿Qué podemos decir de 1 Corintios 13:9-10, donde dice que
en parte conocemos hasta que lo perfecto venga?” Esto se refiere a tu mente natural en el
ámbito de tu alma. En este momento, no comprendes todo con tu mente física. Estás en el
proceso de renovarla y no estará completa hasta que recibas lo perfecto—tu cuerpo
glorificado. Pero en tu espíritu, tienes la mente de Cristo, que ya está completa. Sólo que no
se ha manifestado en tu limitado cerebro que está dentro de tu cráneo.
Nadie puede defender el punto de vista erróneo de que 1 Corintios 2:16 quiere decir que
ahora mismo tienes la mente de Cristo en tu mente física. Hay cosas que el Señor Jesús sabe
y que tú simplemente no estás consciente de ellas en tu mente natural. El Señor tiene
conocimiento pleno de lo que Él dijo en la Palabra, pero tú y yo todavía estamos
descubriendo la plenitud de Su significado—¡simplemente en los puros Evangelios! Nadie
puede afirmar que tiene un entendimiento total y una revelación completa porque nadie
puede respaldarlo con sus acciones o sus actitudes.

79
Espíritu, alma y cuerpo Tu Espíritu conoce todas las cosas
Lección 15

¿ERES DE DOBLE ÁNIMO?

La mente de tu espíritu y tu mente física son dos entidades separadas dentro de ti. Cuando
no se ponen de acuerdo, se presenta el doble ánimo.
Y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Santiago 4:8
La clave para la vida cristiana es entrenar a tu mente física para que esté de acuerdo con la
mente de tu espíritu, que es la mente de Cristo.
Tú eres espíritu, alma y cuerpo. Tu espíritu renacido siempre está de acuerdo con Dios. Tu
cuerpo está bajo la influencia de lo que puedes ver, probar, oír, oler y sentir. Cuando tu
mente natural piensa de la misma manera que la mente de tu espíritu, tienes unicidad de
propósito. Es cuando estás creyendo con todo tu corazón y ves que el poder de Dios se
manifiesta. Sin embargo, si tu mente física piensa lo contrario que la mente de tu espíritu,
tu experiencia será diferente de la manera de pensar de tu espíritu. Tu
alma—específicamente tu mente natural y tu manera de pensar—es el factor determinante.
La mente de tu espíritu siempre piensa como Dios piensa. La Palabra representa
perfectamente lo que piensas en tu espíritu. Y dice:
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:13
Si tu mente física concuerda, entonces verás que el poder y la capacidad sobrenaturales
fluirán a través de tu alma hacia tu cuerpo, lo que produce resultados en el ámbito físico.
Pero si tu mente se opone, pensando: “No puedo vencer esta enfermedad, ¡Conocí a cinco
personas que murieron de lo mismo y mi doctor me dio pocas esperanzas!” Entonces, eres
de doble ánimo. ¡Una persona de doble ánimo no recibe nada de parte del Señor!
Una mente con unicidad de propósito da estabilidad, pero una mente de doble ánimo
produce inestabilidad.
Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que
duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No
piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo,
inestable en todos sus caminos.
Santiago 1:5-8
La mente de Cristo está en tu espíritu, pero tu alma no piensa automáticamente de esa
manera. Requiere esfuerzo renovar tu mente física para que esté de acuerdo con la mente de
tu espíritu. Básicamente, aquí es donde reside el conflicto de la vida cristiana—en la mente.

80
Espíritu, alma y cuerpo Tu Espíritu conoce todas las cosas
Lección 15

TÚ SABES TODAS LAS COSAS

La mayoría de los cristianos creen que lo único que cambió cuando nacieron de nuevo fue
su futuro—el cielo en vez del infierno. Después de aceptar a Cristo, no ven ningún cambio
en sus cuerpos físicos y tampoco lo perciben automáticamente en sus almas, así que
concluyen que el verdadero cambio solamente ha de ser en teoría. Realmente nada cambia
hasta que lleguemos al cielo, donde todo será maravilloso.
Sí, el cambio se va a completar en el cielo, pero en este momento una tercera parte de ti ya
está completa. Tu espíritu tiene la mente de Cristo y sabe todas las cosas. Si tú realmente
creyeras esto, no serías empujado tan fácilmente a la derrota, lamentándote: “Yo sé que Dios
puede hacerlo, pero ¡no entiendo las cosas de Dios!” Aceptas tu ignorancia, y empiezas a
cantar canciones que hablan de que algún día todo será mejor, pero ahora, “Sólo soy un
pobre peregrino”. Quejándote y esforzándote glorificas a tus enfermedades, y te consuelas
con este pensamiento: “Soy tan inadecuado. No puedo ser victorioso hasta que llegue a la
presencia del Señor”. ¡Esto no es verdad! Lo que sucede es que no te has dado cuenta de que
en tu espíritu ya eres una persona completamente nueva.
En tu espíritu, ¡tú conoces todas las cosas!
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
1 Juan 2:20 RV 1960
“Unción” simplemente significa: “un atributo especial de poder, o una habilidad”.
El Santo es Jesús.
Las personas que no entienden el espíritu, el alma y el cuerpo leen un versículo como éste, y
expresan su frustración diciendo: “La Biblia es muy difícil de entender. Puedo demostrar
con la calificación de mi último examen que yo no sé todas las cosas. Hasta se me olvidó en
donde dejé mis llaves esta mañana. Después de que entro a una habitación, no puedo
recordar a qué iba. ¡Esto prueba que no sé todas las cosas!” Aquellos que sólo reconocen su
cerebro físico y el ámbito de su alma nunca serán capaces de comprender esta verdad de la
Palabra de Dios.
Sin embargo, 1 Juan 2:20 claramente revela que tú conoces todas las cosas. ¿Cómo puede
ser esto? En tu espíritu, tú tienes la mente de Cristo. La Palabra griega que se tradujo como
“todas” significa “sin exclusión”. Esto quiere decir que no sólo conoces algunas cosas o
muchas cosas sino todas las cosas. En la mente de tu espíritu ¡sabes todo lo que Jesús sabe!

81
Espíritu, alma y cuerpo Tu Espíritu conoce todas las cosas
Lección 15

EL CAMINO HACIA LA MANIFESTACIÓN

Probablemente te estás preguntando, “Excelente, ¿pero cómo me beneficia esto a mí?


¿Cómo logro manifestarlo en el mundo físico donde lo necesito?”
En primer lugar, tienes que creer que ya lo tienes. No puedes liberar algo si en realidad no
crees que ya lo tienes. Si dudas estas verdades—que tu espíritu tiene la mente de Cristo y
que ya conoce todas las cosas—conforme te esfuerces para liberar este poder, el diablo podrá
tentarte con estos pensamientos: “Lo que este hombre dice no es verdad. La Palabra no
quiere decir esto. Esto no funciona”. A menos que estés absolutamente convencido, te
frustrarás y renunciarás antes de que veas la manifestación. Tú debes creer que tienes la
mente de Cristo en tu espíritu vuelto a nacer, aunque falles. Éste es el primer paso.
Una vez que verdaderamente crees, ¡estás en camino a la manifestación!

VERSÍCULOS

1 CORINTIOS 2:16 LBLA


Porque ¿quien ha conocido la mente del Señor, para que le instruya? Mas nosotros tenemos
la mente de Cristo.
1 CORINTIOS 13:9-10 LBLA
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, lo
incompleto se acabará.
SANTIAGO 4:8 LBLA
Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y vosotros
de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
FILIPENSES 4:13 LBLA
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
SANTIAGO 1:5-8 LBLA
Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero que pida con fe, sin dudar; porque el
que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra.
No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor,siendo hombre de doble
ánimo, inestable en todos sus caminos.
I JUAN 2:20 RV 1960
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

82
Espíritu, alma y cuerpo Liberando la mente de Cristo
Lección 16

Liberando la Mente de Cristo

Estudiar la Palabra de Dios sacará la sabiduría que ya está en tu espíritu. Cuando lees la
Biblia, estás recibiendo palabras con tus ojos físicos que son espíritu y son vida. Conforme
introduces este conocimiento a tu alma, a tu mente física le llegan pensamientos e ideas
nuevos. Cuando eso sucede, tu espíritu—que ya tiene la verdad y la mente de Cristo—dará
testimonio de eso.
Seguramente a ti te ha sucedido que leíste una cita bíblica y de repente sentiste que “viste”
algo. Quizás la has leído una docena, o a lo mejor cientos de veces con anterioridad, pero de
repente, todo dentro de ti exclama: “¡Sí!” Eso sucede cuando tu espíritu y tu alma se
convierten en una mente. Cuando el ámbito de tu alma obtiene una verdad y empieza a
aceptarla, tu espíritu se conecta y la acepta. Una vez que la conexión se hace, esa verdad se
ilumina en tu interior. Ahora es una revelación y una realidad para ti. Por el testimonio
interno que tienes, no necesitas que alguien más te lo compruebe; ¡simplemente lo sabes!
Varias citas bíblicas revelan este testimonio interno.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
Romanos 8:16
1 Juan 5:6-10 también describe esto, específicamente el versículo 10, que dice:
El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo.
Estudiar la Palabra de Dios es vital para lograr unicidad de propósito y soltar el poder de
Dios. Tu mente espiritual, la mente de Cristo, concuerda totalmente con la Palabra.
Cuando una verdad de la Palabra de Dios se arraiga en el ámbito de tu alma, el
conocimiento, que ya existía en la mente de tu espíritu se activa y se fusiona con esa verdad.
Esto desata en tu ámbito físico, el poder de Dios que ya reside en ti. ¡Cuando eso sucede ves
la manifestación!

¡TU ESPÍRITU ORA!

Orar en lenguas es otra manera trascendental para liberar la mente de Cristo.


Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre
todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues
nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios.
1 Corintios 14:1-2

83
Espíritu, alma y cuerpo Liberando la mente de Cristo
Lección 16

Cuando oras en el Espíritu estás hablando misterios. ¡Y es tu espíritu el que está orando!
Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
1 Corintios 14:14
Este versículo muestra ambas mentes en operación. Cuando oras en lenguas, tu espíritu ora,
pero tu entendimiento—tus facultades mentales, tu mente física natural— queda sin fruto.
Te edificas a ti mismo orando en lenguas.
El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica.
1 Corintios 14:4
“Edificar” significa “fortalecer” o “promover el crecimiento espiritual”. Es tu alma la que
está madurando y se está fortaleciendo, porque tu espíritu ya está perfecto y completo. La
mente de Cristo en tu espíritu ora cuando tú oras en lenguas.
Tu meta es facilitar la unicidad de propósito. No estás tratando de introducir la Palabra de
Dios a tu espíritu porque la mente de Cristo ya conoce todas las cosas. Estás tratando de
llevar la Palabra de Dios a tu alma para que tu espíritu pueda concordar con ella. Conforme
el ámbito de tu alma acepta una verdad y concuerda diciendo: “Sí, Dios, yo lo creo. Rechazo
los pensamientos y las creencias que contradigan esto. Ahora, esta verdad gobernará mi
vida”, tendrás unicidad de propósito. Tu alma se une con la mentalidad de tu espíritu; y tú
te fortaleces cuando viertes la sabiduría y el conocimiento de tu espíritu en el ámbito físico.
¡Es entonces cuando ves la manifestación del poder de Dios!

LA SABIDURÍA OCULTA

Cuando oras en lenguas, tu espíritu ora con la sabiduría oculta de Dios.


Sino que en su espíritu habla misterios.
1 Corintios 14:2
¿Cuáles son estos misterios?
Sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que, desde antes de los
siglos, Dios predestinó para nuestra gloria.
1 Corintios 2:7
¡Eso fue lo que el apóstol Pablo predicó!
En 1 Corintios 2, Pablo describió su prédica y su sabiduría. No usó su intelecto humano,
más bien predicó la Palabra de Dios “con demostración del Espíritu y de Poder” (1 Co.
2:4). Para explicar esto, en realidad Pablo hizo a un lado el conocimiento carnal (el
conocimiento físico aprendido, la clase de conocimiento que recibes en la escuela) a favor de
la sabiduría de Dios. Dicho en otras palabras, hay una sabiduría que procede de tu espíritu

84
Espíritu, alma y cuerpo Liberando la mente de Cristo
Lección 16

nacido de nuevo (la mente de Cristo, 1 Co. 2:16), y hay una sabiduría que procede de tu
cerebro físico (lo que alguien te enseñó). Como realmente no puedes entender las cosas de
Dios sólo con tu mente natural, debes entenderlas por medio de tu hombre del espíritu. Es
la sabiduría que viene de tu espíritu la que te permite relacionarte con Dios. Pablo predicó
esa sabiduría conforme invitaba a los incrédulos a creer y exhortaba a los creyentes a
madurar.
Pablo predicó la sabiduría oculta de Dios que recibió por revelación. Él declaró:
Hablo en lenguas más que todos vosotros.
1 Corintios 14:18
Conforme Pablo oraba en el Espíritu, él declaraba los misterios de Dios y recibía
conocimiento revelado de los mismos (1 Co. 14:2). Sin embargo, él no predicaba ni
enseñaba en lenguas. (1 Co. 14:19). Pablo enseñaba en un idioma normal la sabiduría que
recibía cuando oraba en lenguas.

DE ADENTRO HACIA AFUERA

Ora en lenguas cuando estudies la Palabra de Dios. Conforme lo hagas, liberarás la mente de
Cristo para verterla en el ámbito de tu alma por medio de la revelación del conocimiento.
No estoy promoviendo la idea de que hables en lenguas y que después aceptes cualquier
cosa que te llegue a la mente, como si fuera de parte de Dios. No, se tiene que cotejar con la
Palabra. Dios te revelará cosas de manera sobrenatural por medio de Su Palabra como
resultado de orar en lenguas.
El conocimiento revelado viene cuando el Espíritu Santo que reside en tu interior le
demuestra a tu alma la verdad de algún principio en la Palabra de Dios. Quizás estás leyendo
o escuchando un versículo cuando de repente éste se vivifica dentro de ti. ¡Ésa es la
revelación!
Simeón reconoció al niño Jesús por la revelación del conocimiento.
Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del
Señor. Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para
cumplir por Él el rito de la ley, él tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios.
Lucas 2:26-28
Ningún ser humano podía haberle dicho esas cosas. Dios se las reveló a Simeón por medio
de su espíritu.
El conocimiento revelado viene de adentro hacia afuera, no de afuera hacia adentro. Quizás
estás leyendo la Palabra, estudiándola, buscando cosas en griego, verificando las referencias y

85
Espíritu, alma y cuerpo Liberando la mente de Cristo
Lección 16

leyendo o escuchando la opinión de otra persona acerca del significado de la Palabra. Pero,
de repente, la mente de Cristo en tu espíritu nacido de nuevo alcanza y agarra esa verdad
exclamando, ¡Sí! Esto es verdad. ¡Esto es para mí! Ése es el conocimiento revelado.

CREER PARA INTERPRETAR

Cuando oras en lenguas, puedes creer que Dios te dará la interpretación.


Por tanto, el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar.
1 Corintios 14:13
Reconozco que el contexto de este versículo se refiere principalmente a la necesidad de la
interpretación de una lengua que se da en público durante un servicio en la iglesia, pero tú
también puedes tener fe que Dios te dará la interpretación cuando estás orando en privado
en el espíritu.
Orar en lenguas te beneficia a ti, independientemente de que esperes recibir la
interpretación o no. Aminora el estrés y vierte la paz de Dios a tu alma y cuerpo.
En verdad, con tartamudez de labios y en lengua extranjera, El hablará a este pueblo, al cual
había dicho: Aquí hay reposo, dad reposo al cansado; y: Aquí hay descanso. Pero no quisieron
escuchar.
Isaías 28:11-12
Te edifica y promueve el crecimiento espiritual (1 Co. 14:14). Dado que estás orando con la
mente de Cristo, ¿por qué no querrías la interpretación?
Yo empecé a interpretar mis lenguas desde hace mucho tiempo. Al principio cuando me
enamoré del Señor, pasé por una época llena de emoción, unción y agitación interna, pero
mi mente no lo podía comprender. Luego en Vietnam, comencé a percibir algunos destellos
de la verdad cuando estudiaba la Biblia. Después de que regresé a casa y me casé con Jamie
en Octubre de 1972, realmente empecé a adentrarme en la Palabra. Las escrituras cobraron
vida para mí, y mi espíritu se regocijaba. Leía ciertos pasajes y el espíritu dentro de mí quería
gritar de alegría. Sin embargo, como esto era contrario a las ideas religiosas que me habían
enseñado, realmente batallé con esto.
En mi corazón, decidí romper con todo esto. Por mucho tiempo, me pasaba entre seis a diez
horas al día escribiendo citas bíblicas a mano en mi cuaderno de apuntes. En el proceso, me
detenía y meditaba en cada palabra. Después me encerraba en el closet de nuestro pequeño
departamento en Garland, Texas (un suburbio de Dallas), para orar en lenguas durante una
o dos horas. Mi espíritu ya conocía estas verdades, y mientras oraba en lenguas pidiéndole a

86
Espíritu, alma y cuerpo Liberando la mente de Cristo
Lección 16

Dios que las interpretara para mi mente para que yo pudiera entenderlas, la revelación
llegaba.
La comprensión llegaba mientras escribía esas citas bíblicas, meditaba, oraba en lenguas
pensando en ellas y recibía la interpretación. De hecho, esta revelación del espíritu, el alma y
el cuerpo fue una de las primeras cosas que Dios me mostró. Como mi manera de pensar se
había distorsionado por la religión y la enseñanza equivocada, me tardé un par de meses
para que pudiera conectar las ideas. Después, de repente, en una semana, Dios comenzó a
revelarme el significado de varias cosas. Entendí la redención eterna y el hecho de que Dios
me ama. Estas verdades se iluminaron en mi interior y se convirtieron en una realidad para
mí. Después de una semana, la revelación estaba llegando con tanta rapidez e intensidad que
literalmente le pedí a Dios que lo hiciera más despacio. Quería comprender y retenerlo todo
sin perderme de nada. Una de las razones por lo que eso sucedió, ¡fue que oré por la
interpretación!
Meditar en la Palabra de Dios, hablar en lenguas, y recibir la interpretación es la manera
rápida para llegar a la unicidad de propósito y la manifestación.

Información Adicional

Con frecuencia 1 Corintios 2:9 se interpreta incorrectamente. Dice:


Sino como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón del hombre,
son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.
Algunas personas leen esto y dicen, “Esto contradice lo que estás enseñando, muestra que
verdaderamente no puedes conocer las cosas de Dios. Este versículo prueba que Él es
misterioso y que hay cosas que realmente no puedes entender”.
¡No te detengas ahí! Sigue leyendo los siguientes versículos:
“Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las
profundidades de Dios. Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un
hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos
de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente…Mas
nosotros tenemos la mente de Cristo”.
1 Corintios 2:10-12, 16, énfasis añadido.
1 Corintios 2:9-10 compara a los santos del Antiguo Testamento, que no podían entender,
con los creyentes del Nuevo Pacto, que ¡saben todas las cosas en sus espíritus! En este

87
Espíritu, alma y cuerpo Liberando la mente de Cristo
Lección 16

versículo, Pablo cita un versículo del Antiguo Testamento (Is. 64:4) La gente del Antiguo
Pacto no había nacido de nuevo, así que no tenían espíritus nuevos. Por eso, es totalmente
adecuado decir que no podían entender las cosas de Dios. Para ellos eran locura porque
tenían que ser discernidas espiritualmente (1Co. 2:14). Sin embargo, es incorrecto decir lo
mismo acerca de los creyentes del Nuevo Testamento que tienen la mente de Cristo en sus
espíritus nacidos de nuevo. ¡Ellos sí pueden entender las cosas de Dios!

¿DESASTRE O SEGURIDAD?

El hecho de que tú puedas orar en lenguas y pedirle a Dios la interpretación, no significa


que debas aceptar cualquier pensamiento que llegue a tu mente como si fuera de parte de
Dios. ¡Ésa es una fórmula para el desastre! Debes juzgar cada pensamiento con la Palabra de
Dios. El Espíritu y la Palabra siempre están de acuerdo (1 Jn. 5:7). Nunca están en
desacuerdo porque la Palabra de Dios nunca contradice la verdad espiritual. Sea que estés
orando en lenguas y pidiendo la interpretación o no, cuando haya pensamientos que pasen
por tu mente que sean contrarios a la Palabra, inmediatamente debes concluir: “¡Eso no es
Dios!”
Pablo reprendió a los corintios porque usaban los dones del Espíritu Santo carnalmente. Sus
comentarios en 1 Corintios 12,13 y 14 en realidad eran correcciones por el uso inadecuado
de los dones—en particular hablar en lenguas. Por lo tanto, el solo hecho de que ores en
lenguas no es garantía de que tus pensamientos son totalmente puros e inspirados por el
Espíritu Santo. Tu carne puede ser un elemento a considerar. Sin embargo, si mantienes
estos límites bíblicos, con toda seguridad serás capaz de recibir mucha revelación del Señor.
¡Conforme oras en lenguas y pides la interpretación, los pensamientos vendrán y de repente
dirás, “¡nunca había visto esto antes!” Luego, conforme lo verificas en más de un oscuro
pasaje de la Biblia, se convertirá en una verdad obvia para ti.
Básicamente, necesitas conocer la Palabra de Dios para que puedas hacer esto. Quizá ésta no
es la manera como un cristiano inmaduro debería operar. Yo me pasaba de seis a diez horas
al día estudiando las Escrituras y luego una o dos horas orando en lenguas para obtener
revelación. No creo que debas pasar una hora estudiando la Palabra y luego muchas horas
orando en lenguas. Creo que debe ser lo contrario— muchas horas en la Palabra. Por medio
de este método, Dios me ha revelado muchas cosas.
Estas verdades sobre el espíritu, el alma y el cuerpo llegaron a través de la Palabra de Dios.
Todo lo que comparto es con base en la Biblia. Pero la razón por la que estos versículos y
pasajes se han vivificado para mí y han tocado mi vida de maneras que quizá tú (todavía) no

88
Espíritu, alma y cuerpo Liberando la mente de Cristo
Lección 16

has experimentado, es que yo combino la meditación de las Escrituras con la oración en


lenguas.
Si quieres aprender más respecto al bautismo en el Espíritu Santo, te recomiendo mucho mi
estudio, “El Nuevo Tú y el Espíritu Santo”. Este estudio resolverá tus dudas, te ayudará a
vencer obstáculos, y te enseñará cómo recibir este maravilloso, poderoso don que Dios tiene
para ti.

VERSÍCULOS

ROMANOS 8:16 LBLA


El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
1 JUAN 5:6-10 LBLA
Este es el que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con agua y con
sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son
los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno.
Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres
concuerdan. Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios;
porque este es el testimonio de Dios: que Él ha dado testimonio acerca de su Hijo. El que
cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho a
Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a su Hijo.
1 CORINTIOS 14:1-2 LBLA
Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre
todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios,
pues nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios.
1 CORINTIOS 14:14 LBLA
Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
1 CORINTIOS 14:4 LBLA
El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia.
1 CORINTIOS 2:7 LBLA
Sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que, desde antes de los
siglos, Dios predestinó para nuestra gloria.
1 CORINTIOS 2:4 LBLA
Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder.
1 CORINTIOS 2-9 Y 16 LBLA

89
Espíritu, alma y cuerpo Liberando la mente de Cristo
Lección 16

Sino como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón del
hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló
por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de
Dios. Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el
espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino
el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu
que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente. Porque
¿quien ha conocido la mente del Señor, para que le instruya? Mas nosotros tenemos la
mente de Cristo.
ISAÍAS 64:4 LBLA
Desde la antigüedad no habían escuchado ni dado oídos, ni el ojo había visto a un Dios
fuera de ti que obrara a favor del que esperaba en El.
1 CORINTIOS 2:14 LBLA
Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad;
y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente.
1 CORINTIOS 14:18-19 LBLA
Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros; sin embargo, en la
iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir también a otros,
antes que diez mil palabras en lenguas.
LUCAS 2:26-28 LBLA
Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del
Señor. Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron
para cumplir por Él el rito de la ley, él tomó al Niño en sus brazos, y bendijo a Dios.
1 CORINTIOS 14:13
Por tanto, el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar.
ISAÍAS 28:11-12
En verdad con tartamudez y en lengua extranjera, El hablará a este pueblo, al cual había
dicho: Aquí hay reposo, dad reposo al cansado; y: Aquí hay descanso. Pero no quisieron
escuchar.

90
Espíritu, alma y cuerpo Una capacidad esencial
Lección 17

Una Capacidad Esencial


Dios ha impartido una sabiduría perfecta y una revelación completa a tu espíritu nacido de
nuevo.
Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría y con todo lo que obtengas adquiere
inteligencia.
Proverbios 4:7
La sabiduría y la inteligencia son las claves que pondrán a tu disposición cualquier cosa que
necesites en la vida. Por lo tanto, sácale provecho a esa sabiduría y recibe inteligencia para
que las compuertas de tu alma se abran y permitan que las verdades de Dios—que ya existen
en tu espíritu—se manifiesten en el ámbito físico. Es cierto, ¡puedes vivir una vida cristiana
fructífera y satisfactoria!
Sin la capacidad que da el Espíritu Santo, no podrás poner en libertad todas las maravillosas
realidades que ya están presentes en tu espíritu nacido de nuevo. Por eso el bautismo en el
Espíritu Santo es tan importante.
¡Jesús necesitó el bautismo en el Espíritu Santo! Él nació siendo Dios en Su espíritu y
hombre en Su alma y cuerpo. Él estaba completo en Su espíritu cuando estuvo en la tierra
en Su cuerpo físico. Sin embargo, Jesús no hizo ningún milagro hasta que Él recibió el
bautismo en el Espíritu Santo (Lc. 3:21-22, 4:1,14, y siguientes).
Como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Uno, no operan independientemente uno
del otro. El Espíritu Santo es el que pone a nuestra disposición la sabiduría y la revelación de
Dios. Él conforta, enseña y nos ayuda a recordar.
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
Juan 14:26
Él nos guía a toda la verdad, escucha, habla, hace saber las cosas por venir, glorifica a Jesús, y
toma de Él y te lo muestra a ti por la revelación.
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el
Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. El me
glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.
Juan 16:12-14
Separado del Espíritu Santo, no tendrás acceso a todo lo que Dios ha depositado en ti.

91
Espíritu, alma y cuerpo Una capacidad esencial
Lección 17

¡RECIBE SU ESPÍRITU Y ORA EN LENGUAS!

Cuando recibes el bautismo en el Espíritu Santo, con él viene la capacidad de orar en


lenguas. Conforme oras en el Espíritu, tú liberas y le sacas provecho a la sabiduría que reside
en tu parte nacida de nuevo. No es la única manera, pero ciertamente es una de las
principales. Por lo tanto es esencial que recibas el bautismo en el Espíritu Santo.
El bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia secundaria y separada de la salvación. El
Espíritu Santo te inviste de poder y te da el don de hablar en lenguas, mismo que te ayudará
a hacer funcionar este poder. Cuando oras en lenguas, te edificas a ti mismo, pero es mucho
más que un momento de euforia. Te ayuda a liberar la sabiduría de Dios que se encuentra
en tu interior. Aunque no hubiera otros resultados (que sí los hay), sin duda alguna sería
suficiente. ¡Hablar en lenguas produce tremendos beneficios espirituales!
Algunos grupos le dan un mayor énfasis a hablar en lenguas cuando la gente recibe el
bautismo en el Espíritu Santo y le restan importancia a los beneficios subsecuentes que
aporta a tu vida cristiana. Debido a esto, muchas de las personas que han recibido el
bautismo en el Espíritu Santo solamente hablaron en lenguas una o dos veces para probar
que lo tenían. Y como no sabían que hay otros beneficios, en realidad no han usado el don
desde que lo recibieron. También se han perdido de los tremendos beneficios que hablar en
lenguas podría traer a sus vidas diarias.
Si no estás bautizado en el Espíritu Santo y hablando en lenguas, ¡de lo que te estás
perdiendo! De hecho, es factible que te sientas frustrado e impotente en tu vida cristiana.
Recibir al Espíritu Santo te ayudará a experimentar Su amor más que nunca y pondrá Su
poder a tu disposición. Además, el Señor mismo lo ordenó:
“Recibid el Espíritu Santo”.
Juan 20:22
¿Obedecerás? Si no has recibido el bautismo en el Espíritu Santo, ¡debes hacerlo! Busca a
alguien que ya lo tenga, o busca al Señor en oración y pídeselo. Mi estudio “El Nuevo Tú y
el Espíritu Santo” también puede ayudarte.
Conforme hablas en lenguas, tu espíritu ora y la perfecta mente de Cristo libera la sabiduría
oculta de Dios. Después pide y ejerce tu fe para recibir la interpretación (1 Co. 14:13). Deja
que Dios te dé entendimiento para que la revelación del conocimiento de los misterios que
estás hablando en el espíritu pueda salir hacia tu mente física. ¡Entonces verás que Su poder
se manifiesta!

92
Espíritu, alma y cuerpo Una capacidad esencial
Lección 17

VERSÍCULOS

PROVERBIOS 4:7 LBLA


Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría, y con todo lo que obtengas adquiere
inteligencia.
LUCAS 3:21-22 LBLA
Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado: y
mientras El oraba, el cielo se abrió, y el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma corporal,
como una paloma, y vino una voz del cielo, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he
complacido.
LUCAS 4:1, 14 LBLA
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el
desierto...Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las nuevas acerca de El se
divulgaron por toda aquella comarca.
JUAN 14:26 LBLA
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
JUAN 16:12-14 LBLA
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el
Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. El me
glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.
JUAN 20:22 LBLA
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
1 CORINTIOS 14:13 LBLA
Por tanto, el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar.

93
Espíritu, alma y cuerpo El Espíritu contra la carne
Lección 18

El Espíritu Contra La Carne


Una vez que naciste de nuevo, el resto de tu vida cristiana consiste en aprender a andar en el
espíritu. Consiste en permitir que lo que Dios ya hizo por medio del nuevo nacimiento te
domine más que tu ámbito físico y emocional. ¡Realmente así de simple es la vida cristiana!
¡Puede ser simple, pero no es fácil! Una de las cosas más difíciles que alguna vez harás será
abandonar el dominio de tu ser natural y en cambio permitir que tu nuevo ser en Cristo sea
el que te domine. ¿Por qué es tan difícil? Porque debes ser capaz de percibir tu espíritu por
la fe en la Palabra de Dios, porque no puedes verlo ni sentirlo. Las Palabras de Jesús son
espíritu y son vida (Jn. 6:63). Cuando ves en la Palabra de Dios, estás viendo en un espejo
espiritual (Stg. 1:23-25). La única manera para que verdaderamente puedas saber quién eres
en el espíritu, es por fe en la Palabra de Dios. Debes dejar de andar por vista (conocimiento
sensorial) y en cambio debes andar por fe (conocimiento revelado) (2 Co. 5:7). Todo lo que
tienes que hacer es empezar a basar tus pensamientos, tus acciones y tu identidad en quien
eres en Cristo.
Mientras que tu carne se oponga a tu espíritu, tendrás conflicto.
Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne. Porque el deseo de
la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se oponen el uno
al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no
estáis bajo la ley.
Gálatas 5:16-18
“Contrario” significa “opuesto, enemigo, adversario”. Este conflicto entre tu espíritu y tu
carne ¡es tu verdadera guerra espiritual!
Cada día de tu vida, la batalla se reduce a esto: ¿serás dominado por tu carne o por tu
espíritu? Tu carne se inclina por lo que puedes ver, probar, oír, oler y sentir. Por lo tanto, se
inclina por la influencia de Satanás y su reino que opera en el reino físico. El diablo está
guiado por la carne; opera por medio de cosas carnales y naturales. Él te tienta para que no
creas en Dios por medio de las cosas que puedes ver y sentir. Por otra parte, el Señor opera
en el ámbito espiritual, primordialmente a través de Su Palabra. Debido a la naturaleza de
este conflicto interno, intenso, y constante, a ti se te dificulta hacer lo que verdaderamente
quieres hacer. Una de dos, o es tu espíritu, o es tu carne, lo que te va a dominar.
No puedes agradar a Dios en la carne.

94
Espíritu, alma y cuerpo El Espíritu contra la carne
Lección 18

Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.


Romanos 8:8
No sólo es difícil; es imposible. ¡Esto significa que debes identificar a la carne y debes lidiar
con ella!

UNA INTERPRETACIÓN IMPRECISA

Vivir conforme a la carne acarrea toda forma de muerte.


Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne, porque si
vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la
carne, viviréis.
Romanos 8:12-13
Esto no sólo se refiere a la muerte física final (cuando tu espíritu y tu alma se separan de tu
cuerpo) también incluye todo el proceso que lleva a la muerte.
Porque la paga del pecado es muerte.
Romanos 6:23
De acuerdo a la Biblia, cualquier producto del pecado es una forma de muerte. La
depresión, el desánimo, la cólera, la amargura, el miedo, la preocupación, la pobreza, la
soledad, etc., son muerte. Si vives conforme a la carne—enfermo, pobre, deprimido,
enojado, etc.—morirás. Tu carne es la incursión que Satanás usa para llevar muerte a tu
vida.
Como un creyente nacido de nuevo, tu carne se compone del ámbito del alma y el físico.
Sin embargo, antes de que fueras salvo también incluía a tu espíritu humano caído.
Mi estudio personal me ha mostrado que casi siempre que la versión King James de la Biblia
usa la palabra “carne”, la versión New International Version (Nueva Versión Internacional),
usa la frase “naturaleza pecaminosa”. Esa interpretación puede funcionar hasta cierto
punto, pero me he dado cuenta de que puede ser engañosa en muchos lugares. Por ejemplo,
en Romanos, el término “carne” básicamente se refiere a alguien que no es vuelto a nacer, o
a un creyente vuelto a nacer que no está viviendo bajo el control del Espíritu Santo. La frase
“naturaleza pecaminosa” no expresa fielmente esta verdad.

NOVEDAD DE VIDA

Conforme Pablo enseñaba que Dios trata con la gente con base en Su gracia, y no en su
comportamiento, eso planteaba la pregunta de Romanos 6:1.

95
Espíritu, alma y cuerpo El Espíritu contra la carne
Lección 18

“¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?”


Por supuesto que la respuesta es:
“¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”
Romanos 6:2
Tu espíritu es la parte de ti que ha renunciado al pecado. Tu cuerpo y tu alma todavía
pueden hacer cosas pecaminosas, pero la parte de ti que ha nacido de nuevo no puede.
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en
su muerte?”
Romanos 6:3
Esto se refiere a ser bautizado en el cuerpo de Cristo y que el Espíritu Santo es el que
bautiza—pero no al bautismo en agua (1 Co. 12:13). Hay diferentes personas que bautizan
y diferentes elementos en los que eres bautizado. Después de que profesas tu fe en Cristo,
debes seguir al Señor y ser sumergido físicamente en agua como un símbolo de lo que
ocurrió el día que recibiste salvación. También, Jesús te bautizará en el Espíritu Santo. Pero
Romanos 6:3 se refiere a que cuando naces de nuevo, tú eres colocado en Cristo y Él en ti.
Tú recibes el Espíritu de Cristo y Él te recibe a ti. Cuando este bautizo se llevó a cabo, tú
fuiste bautizado en Su muerte.
Observa que ser bautizado en Su muerte es algo automático, pero andar en novedad de vida
no lo es.
Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como
Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en
novedad de vida.
Romanos 6:4
Manifestar la novedad de vida es algo que debe ocurrir, pero depende de la manera como
renueves tu mente.
Porque si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos
también en la semejanza de su resurrección.
Romanos 6:5
Tu espíritu murió al pecado, no puede pecar y no tiene deseos de pecar. Pero eso no significa
que automáticamente tu alma y tu cuerpo reflejarán este cambio. Andar en la vida de
resurrección depende de ti.
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que nuestro cuerpo de
pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado.
Romanos 6:6

96
Espíritu, alma y cuerpo El Espíritu contra la carne
Lección 18

“Viejo hombre” se refiere al espíritu que tenías antes de la salvación. Es tu ámbito espiritual
el que estaba muerto en sus delitos y pecados. (Ef. 2:1). Tu viejo hombre ya no existe
porque fue crucificado, ha muerto y fue enterrado con Cristo. La manera como algunas
personas enseñan las Escrituras podría hacerte pensar que tienes hasta cuatro espíritus
viviendo en alguna parte dentro de ti (el viejo espíritu, el nuevo espíritu, el Espíritu de
Cristo y el Espíritu Santo). Es peor que ser esquizofrénico, son varias personalidades. ¡La
Palabra de Dios no enseña eso!
La mayoría de los cristianos hoy en día creen que tienen una naturaleza vieja y una nueva.
Eso está mal porque tu viejo hombre murió, y tu nuevo hombre es quien tú eres ahora en el
espíritu. Con lo que estás lidiando es con la guerra del espíritu en contra de la carne. Sin
embargo, no voy a tratar de probar este punto aquí, porque mi propósito es enseñarte a
vencer la carne. Éste es nuestro punto de partida en la próxima lección.

VERSÍCULOS

JUAN 6:63 LBLA


El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida.
SANTIAGO 1:23-25 LBLA
Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su
rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se
olvida de qué clase de persona es. Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la
libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor
eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.
2 CORINTIOS 5:7 LBLA
“(Porque por fe andamos, no por vista)”.
GÁLATAS 5:16-18 LBLA
Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne. Porque el deseo de la
carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se oponen el uno al
otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no
estáis bajo la ley.
ROMANOS 8:8 LBLA
Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
ROMANOS 8:12-13 LBLA

97
Espíritu, alma y cuerpo El Espíritu contra la carne
Lección 18

Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne, porque si
vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la
carne, viviréis.
ROMANOS 6:23 LBLA
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro.
ROMANOS 6:1-3 LBLA
¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? ¡De
ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no
sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en
su muerte?
1 CORINTIOS 12:13 LBLA
Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos,
ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu.
ROMANOS 6:4-6 LBLA
Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que
como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
andemos en novedad de vida. Porque si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su
muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto,
que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera
destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado.
EFESIOS 2:1 LBLA
Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados.

98
Espíritu, alma y cuerpo Andad por el Espíritu
Lección 19

Andad por el Espíritu

En los versículos donde la versión King James usa la palabra “flesh” (carne), la Nueva
Versión Internacional usa la frase “naturaleza pecaminosa” (Ro. 7:18; Ro. 7:25)—¡eso va
más allá de una interpretación! En el nuevo nacimiento, tu vieja naturaleza se crucifica,
muere y se va. En su lugar, Dios te da un espíritu completamente nuevo y te conviertes en
una nueva criatura. Este espíritu está tan unido con Cristo que de hecho no hay diferencia
entre tu espíritu y el Espíritu de Cristo, el cual fue enviado a tu corazón. Realmente te
volviste uno con Él (1 Co. 6:17). Tu espíritu vuelto a nacer es idéntico a Jesús. Los dos se
han convertido en uno, produciendo una persona completamente nueva. Después, tu
espíritu fue sellado, rodeado y encerrado por el Espíritu Santo.
La gente acepta el concepto de que tienen una naturaleza vieja que los impulsa a pecar,
porque esa idea explica de una manera lógica su continua tendencia a pecar. Pero Romanos
6:6 explica lo que necesitas saber para ser libre. Tu viejo hombre fue crucificado con
Jesucristo, pero después, ¡el cuerpo de pecado tiene que ser destruido!
Cuando mueres físicamente, dejas un cuerpo atrás. “Porque así como el cuerpo sin el
espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta” (Stg. 2:26 LBLA). La
muerte física ocurre cuando tu espíritu deja tu cuerpo. Se requiere un período de tiempo
para que tu cuerpo empiece a deteriorarse y a descomponerse. Aunque tu espíritu se fue,
por un tiempo breve tu cuerpo físico se ve igual que siempre.
Hace muchos años, un amigo mío trabajaba en la morgue que estaba en el decimotercer
piso del hospital Parkland en Dallas, Texas. En una ocasión, él jaló a un hombre muerto que
estaba sobre la plancha y luego se volteó para agarrar algo. Cuando se volteó, ese cuerpo se
sentó boquiabierto y con los brazos colgando. Aterrorizado, ¡mi amigo casi saltó por la
ventana!
Salió corriendo por el corredor, y llevó a alguien para que le revisara los signos vitales a ese
hombre. ¡Muerto! Después de que empujaron el cadáver para recostarlo de nuevo, el
profesional médico le explicó: “A veces cuando una persona acaba de morir, todavía puede
tener impulsos eléctricos en su cuerpo; sus músculos se contraen y puede sentarse, pero ya
no está viva”. El cuerpo todavía tiene algunas reacciones que podrían dar la impresión de
que está vivo, pero ya no tiene vida.

99
Espíritu, alma y cuerpo Andad por el Espíritu
Lección 19

UNA NATURALEZA, DOS MENTES

Cuando volviste a nacer, tu vieja naturaleza de pecado dejó atrás un cuerpo. Por esto todavía
te sientes atraído por el pecado aunque ya moriste a él. Tu viejo hombre fue crucificado, ha
muerto y se fue, pero sus efectos todavía los puedes sentir a través de tu cuerpo físico y de tu
mente sin renovar.
Tu mente natural fue programada para actuar como el hijo del diablo que eras antes de
recibir al Señor (Ef. 2:1-2). Aprendiste a ser egoísta, iracundo, lujurioso, criticón, codicioso,
amargado y a cometer todos los pecados que cometías. Pero ahora que eres vuelto a nacer,
tu Padre celestial te ha adoptado en Su familia y te dio una naturaleza completamente nueva
y justa. Sin embargo, tu viejo hombre dejó atrás un cuerpo. Esto significa que tu mente
física continuará funcionando como una computadora con sus programas anteriores hasta
que la renueves con la Palabra de Dios.
Tienes una naturaleza pero dos mentes. Si piensas que tienes tanto la vieja naturaleza como
la nueva adentro, vas a pensar que tienes dos personalidades. ¡Ésa es la esquizofrenia!
Solamente tienes una naturaleza—la nueva. Pero sí tienes dos mentes diferentes—la mente
sin renovar (la carne) y la mente de Cristo (el espíritu).
La clave está en reprogramar tu mente física para que esté de acuerdo con tu mente
espiritual. Tu espíritu siempre está a favor de Dios, siempre considera lo que tienes en el
Señor y siempre tiene fe para lo que puedes hacer en Él.
Conforme renuevas tu mente natural para que piense como tu espíritu, experimentarás la
vida y el poder de Dios que está en ti.

ES SIMPLE, PERO NO ES FÁCIL

Es así de simple, pero no es tan fácil. Si como un nuevo creyente obtienes acceso al mundo
espiritual, y sólo escuchas mensajes sobre quien eres en Cristo y únicamente permites que el
Espíritu Santo te instruya sin ninguna influencia externa negativa (humana, religiosa o
demoníaca), naturalmente empezarás a radiar y a manifestar la vida de Dios en tus
pensamientos y en tus acciones. Sin embargo, la vida no es así. Te programaron mal y
necesitas ser reprogramado. El enemigo te miente y tus amigos, familiares y la gente religiosa
dicen “¡Oh no, tú no tienes la naturaleza de Dios! Tú sólo eres un viejo pecador salvado por
la gracia de Dios. ¡No puedes hacer estas cosas!” Esas voces constantemente te inhiben para
que no creas en lo que tu espíritu te está diciendo. Debido a eso, manifiestas la vida de Dios

100
Espíritu, alma y cuerpo Andad por el Espíritu
Lección 19

que reside en tu espíritu sólo en diferentes niveles, dependiendo de qué tan bien renueves tu
mente.
Tu mente física decide si vas a ser dominado por tu espíritu o por tu carne. Si no la renuevas
con la Palabra de Dios, tu mente natural automáticamente se inclinará por lo que puede ver,
probar, oír, oler y sentir. Tienes que adentrarte en la Palabra de Dios y combinarla con tu fe
para poder ser guiado por tu espíritu.
“Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne”.
Gálatas 5:16
Abotonarme la camisa era un problema para mí hasta que reprogramé mi mente. No estoy
seguro por qué, pero cuando era niño, se me dificultaba abotonarme la camisa. Cada vez
que lo intentaba, lo hacía mal. Cuando llegaba hasta abajo, me daba cuenta que la había
abotonado incorrectamente y tenía que volver a hacerlo. Sin embargo, hoy en día, no tengo
problemas con esto. A menudo uso camisas con botones y las abotono correctamente desde
el principio sin pensar en ello. Abotonarme la camisa se ha convertido en mi “segunda
naturaleza”.
Podrías pensar que algo que puedes hacer con mucha facilidad es tu “naturaleza”, cuando
en realidad, es algo que aprendiste. La razón por la que todavía haces algunas de las cosas
que haces es porque no has renovado tu mente. Tu vieja naturaleza de pecado está ahí
obligándote a hacer las cosas como lo hacías antes de que fueras vuelto a nacer. Te has
comportado bajo la influencia de cosas negativas, y el mundo carnal que te rodea te las ha
reforzado continuamente, de manera que ahora se han convertido en patrones establecidos
de pensamiento y de conducta. Si volviste a nacer, no eres malo en tu interior. Sólo necesitas
reprogramar tu mente para que se adapte a la manera de pensar y de actuar de Dios.
¡Jesús te ha hecho libre! No hay una naturaleza pecaminosa en tu interior contra la que estás
luchando. El viejo hombre está muerto y se fue. La única razón por la que no estás
manifestando tu libertad en cada área de tu vida es por tu ignorancia. No has renovado tu
mente y tu carne sigue dominándote de diferentes maneras. Personalmente he
experimentado mucha victoria, pero todavía estoy en el proceso de renovar mi mente al
igual que los demás.

ESPÍRITU = espíritu

Después de que volviste a nacer, el término “carne” en realidad no describe la “naturaleza


pecaminosa”; de una manera más precisa se refiere a cada pensamiento, emoción, deseo y
parte de ti que no está bajo el control de tu espíritu nuevo y justo.

101
Espíritu, alma y cuerpo Andad por el Espíritu
Lección 19

Estrictamente hablando, lo que es verdad del Espíritu Santo es verdad de tu espíritu vuelto a
nacer porque son uno.
Pero el que se une al Señor, es un espíritu con El.
1 Corintios 6:17
Como no hay letras mayúsculas en el griego, los traductores decidieron con base en el
contexto del pasaje si ponían “Espíritu” o “espíritu”. De cualquier manera—Espíritu Santo
o espíritu vuelto a nacer, el punto que se establece es el mismo.
Andad por el Espíritu [espíritu], y no cumpliréis el deseo de la carne.
Gálatas 5:16, corchetes añadidos.
Los pensamientos, deseos, patrones y hábitos que te inculcaron a través de la vieja
naturaleza pecaminosa empezarán a disminuir conforme decidas ser dominado por tu
espíritu. No tienes que seguir siendo esclavo de la codicia, el alcohol, el odio, las drogas, la
discordia, el chisme, la depresión, la enfermedad, el desánimo, las dolencias, la pobreza, etc.
Puedes romper con todas esas cosas porque en tu espíritu, ya eres libre. La cuestión es que
renueves tu mente y que empieces a ver que el Cristo en ti se manifiesta. Cuando eso suceda,
ya no cumplirás el deseo de la carne. ¡Asombroso!

VERSÍCULOS

1 CORINTIOS 6:17 LBLA


Pero el que se une al Señor, es un espíritu con El.
ROMANOS 6:6 LBLA
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que nuestro cuerpo de
pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado.
SANTIAGO 2:26 LBLA
Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está
muerta.
EFESIOS 2:1-2 LBLA
Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales
anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la
potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.
GÁLATAS 5:16 LBLA
Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.

102
Espíritu, alma y cuerpo La Vida Imposible
Lección 20

La Vida Imposible
Porque lo que hago, no lo entiendo; porque no practico lo que quiero hacer, sino que lo que
aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, estoy de acuerdo con la ley,
reconociendo que es buena. Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está
presente en mí, pero el hacer el bien, no.
Romanos 7:15-18, énfasis añadido.
Pablo sabía que el Espíritu de Cristo moraba en su espíritu renacido. Por lo tanto, él no
podía estar en lo correcto y decir: “En mí no habita nada bueno” si no lo aclaraba diciendo:
“Es decir, en mi carne”.
Pablo reconocía su espíritu vuelto a nacer, sin embargo, él declaró: “No hay nada bueno en
mi carne,—mi mente sin renovar y mi cuerpo físico, todas mis partes externas que
funcionan separadas de Cristo. ¡No hay nada bueno en eso! Voy a tener que renunciar a esta
carne y recibir un cuerpo y un alma nuevos, los cuales estarán completamente renovados y
actuarán exactamente como Dios”.
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está
presente en mí, pero el hacer el bien, no. Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no
quiero, eso practico. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el
pecado que habita en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está
presente en mí. Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios, pero veo otra ley en
los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de
la ley del pecado que está en mis miembros.
Romanos 7:18-23
Suena muy parecido a lo que escribió en Gálatas:
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se
oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.
Gálatas 5:17
Romanos 7:24 resume el sombrío dilema de Pablo: ¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará
de este cuerpo de muerte?

103
Espíritu, alma y cuerpo La Vida Imposible
Lección 20

SIN ASISTENCIA SOBRENATURAL

Romanos 7 no enseña que Pablo constantemente estaba intentando y fallando en hacer lo


correcto. Él no estaba describiendo su vida cristiana en ese momento diciendo que así era. Él
no estaba confesando que después de todos esos años todavía estaba batallando contra la
codicia, el pecado sexual, la ira y la amargura. Tampoco estaba diciendo: “Tienes esta carne,
y no importa cuánto te esfuerces, nunca podrás vencerla”.
Pablo simplemente estaba describiendo la incapacidad de la carne—tu habilidad física, tu
mente natural, tus emociones y tus acciones apartadas de Cristo—para poder agradar a
Dios. Tú no puedes vencer a tu carne con tus propias fuerzas; tienes que empezar a vivir con
base en quien eres en Cristo. Tu hombre espiritual ha sido completamente transformado y
Dios le infundió Su propia vida. Sólo puedes agradarle a Él viviendo a través de Su Espíritu.
La vida cristiana no es difícil de vivir, ¡es imposible! En tu carne no puedes hacer lo que el
Señor te dijo que hicieras. Él te ordenó que sobrellevaras a alguien que te insulta. Si te dan
una cachetada en la mejilla, debes poner la otra. Si te demandan y te quitan tu abrigo, debes
darles también tu capa. Si alguien te obliga a llevar su carga una milla en contra de tu
voluntad, llévasela dos millas. (Mt. 5:39-41). Tu ser natural independiente de Dios,
simplemente no desea hacer cosas como éstas.
Es natural ser individualista, egocéntrico y exaltarnos a nosotros mismos. Si alguien te da
una cachetada, tú le quieres dar dos. Si alguien te quita algo por medio de un juicio legal,
querrás contratar al mejor abogado para contestar la demanda. Pero el Señor te dijo, “haz lo
opuesto”. ¡Sin ayuda sobrenatural es imposible hacer lo que Jesús te ordenó! Por eso Pablo
declaró: “Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí” (Gá. 2:20).

490

Hay una gran libertad que viene cuando reconoces y desatas al Cristo en ti. No tienes que
decir en la carne: “Está bien, te voy a amar” y voy a poner la otra mejilla. Es mucho mejor
orar: “Padre, a mí me gustaría noquearlo. Mi carne no puede hacer lo que tú me ordenas,
(Pablo describió esto en Romanos 7), pero en mi espíritu, puedo hacer todo por Cristo que
me fortalece”. Tengo el mismo Espíritu que Jesús tenía cuando estaba colgado en la cruz y
perdonó a los que lo crucificaron” (has leído esto en la Palabra de Dios y lo crees). “Padre,
no tengo ganas de hacerlo en este momento, pero sé que mi espíritu es el mismo que le
permitió a Jesús extender su misericordia a aquellos que se burlaron de Él. En lo natural, no

104
Espíritu, alma y cuerpo La Vida Imposible
Lección 20

puedo hacerlo. Padre, por favor vive a través de mí. Dame una compasión sobrenatural por
esta persona para que pueda amarla”.
Pedro se sintió muy generoso cuando preguntó: “¿Cuántas veces debo perdonar a mi
hermano? ¿Más de siete veces?” “¡Jesús respondió: siete veces, no, sino aun hasta setenta
veces siete!” ¡Esto es 490 veces en un día! Esta fue su manera de comunicar que tu perdón
no debe tener un límite (Mt. 18:21-22).
El Señor quiere que perdones totalmente—¡tantas veces como sea necesario! En tu carne, tal
vez seas capaz de perdonar a una persona por algo sin importancia una, dos o hasta siete
veces en un día (Pedro pensó que era capaz de hacer eso). Pero lo que Jesús pide va más allá
de tu capacidad humana. La única manera como puedes perdonar de esta manera es
diciendo: “Padre, yo no puedo hacerlo, pero Tú sí. Señor, por favor ámalos a través de mí”.
Cuando te humillas renunciando a tu propia habilidad natural y recurres a Dios y a su
capacidad divina, descubrirás una fortaleza sobrenatural ¡que fluye a través de ti!
Tú tienes una provisión ilimitada de la clase de amor de Dios en tu espíritu.
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es
arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el
mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13:4-7
¡Su amor nunca falla! (1 Corintios 13:8).
En tu espíritu, tienes una capacidad ilimitada para perdonar, aguantar, creer y esperar. Si te
sorprendes a ti mismo remachando: “Ya no puedo aguantar a esta persona. No lo soporto.
¡Estoy al final de mis fuerzas!”, lo que realmente estás diciendo es: “¡He llegado al final de mi
carne!” ¡Esto es bueno! ¡Ahora deja que tu espíritu tome el control!

¡TÚ TAMBIÉN PUEDES!

Haz esta oración: “¡Dios mío, cuánto lo siento! Me he apoyado en mis propias fuerzas, por
eso estoy fatigado, frustrado y enojado. Perdóname y vive tu vida a través de mí. Creo en Tu
Palabra. En el Espíritu soy una persona completamente nueva. Voy a caminar en el espíritu,
no voy a satisfacer los deseos de la carne”. (Después, empieza a meditar en quien eres y en lo
que tienes en Cristo.) “Por fe, yo opto por ser esta clase de persona”.
Esto es renovar tu mente y desatar la vida sobrenatural de Dios, de tu espíritu hacia tu alma
y a tu cuerpo. Cuando tu mente física se pone de acuerdo con tu mente espiritual,

105
Espíritu, alma y cuerpo La Vida Imposible
Lección 20

verdaderamente puedes empezar a confiar, a perseverar y a creer en cosas que no hubieras


podido hacer en tu ser natural.
Yo he podido ser capaz de amar a muchas personas que me han atacado. Un muchacho al
que le estaba ministrando, me escupió en la cara. Algunas personas han tratado de atacarme
físicamente. Hay ministros reconocidos nacionalmente que creen que soy el más astuto de
los líderes de los cultos espurios y que “soy el diablo”. Un tipo se robó $20,000 dólares de
nuestro ministerio. Me han secuestrado y he recibido amenazas sobre mi vida. Pero en todo
esto (y más), puedo decir verdaderamente que no tengo nada en contra de alguna de estas
personas. No albergo malos pensamientos y no invierto tiempo pensando en ellos. He
perdonado completamente a cada uno y a todos. ¿Cómo? Renové mi mente según la
Palabra de Dios y desaté el amor y el perdón que ya están en mi espíritu.
¡Tú también puedes hacerlo!

VERSÍCULOS

ROMANOS 7:15-24 LBLA


Porque lo que hago, no lo entiendo; porque no practico lo que quiero hacer, sino que lo
que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, estoy de acuerdo con la ley,
reconociendo que es buena. Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita
en mí. Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el
querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no. Pues no hago el bien que deseo, sino
que el mal que no quiero, eso practico. Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el
que lo hace, sino el pecado que habita en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la
ley de que el mal está presente en mí. Porque en el hombre interior me deleito con la ley de
Dios, pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi
mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.¡Miserable de
mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte?
GÁLATAS 5:17 LBLA
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues
éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.
MATEO 5:39-41 LBLA
Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la
mejilla derecha, vuélvele también la otra. Y al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica,
déjale también la capa. Y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos.
GÁLATAS 2:20 LBLA

106
Espíritu, alma y cuerpo La Vida Imposible
Lección 20

Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la
vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó
a sí mismo por mí.
MATEO 18:21-22 LBLA
Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí
que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces,
sino hasta setenta veces siete.
1 CORINTIOS 13:4-8 LBLA
El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia el amor no es jactancioso, no es
arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el
mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad;todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.El amor nunca deja de ser.

107
Espíritu, alma y cuerpo Liberando Tu Verdadera Identidad
Lección 21

Liberando Tu Verdadera Identidad


¡No puedes agradar a Dios si estás en la carne! Romanos 7 describe a la persona que vive por
su propia capacidad carnal, natural. Por eso es que, los resultados son el fracaso y la
impotencia para hacer lo bueno que se desea (Ro. 7:19). En tu carne, tú no puedes vencer,
poner la otra mejilla y perdonar un sin número de veces. Por eso Pablo dijo de su carne:
“¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”
Romanos 7:24
Dicho en otras palabras, Pablo preguntó: “¿Quién me librará de esta carne?” ¡El siguiente
versículo contiene la respuesta!
Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro.
Romanos 7:25
¡El liberarse de la carne viene cuando vives por medio de quien eres en tu espíritu! De aquí
Pablo se lanza a iniciar Romanos 8 diciendo:
“Por consiguiente”
Romanos 8:1
“Por consiguiente” se refiere a lo que se mencionó con anterioridad—que la carne no puede
agradar a Dios (Ro.7). Por consiguiente, debes andar conforme al Espíritu (Ro. 8).
Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.
Romanos 8:1
Tu espíritu es la única parte de ti que está en Cristo Jesús. Si estás en el espíritu, no hay
ninguna condenación para ti. ¡Éstas son buenas nuevas! Romanos 8 es uno de los capítulos
más triunfantes en toda la Biblia. ¿Por qué? Porque fue escrito con la perspectiva de tu
espíritu nacido de nuevo. La frustración de vivir en la carne que se describe en Romanos 7
no es la vida normal del cristiano. Romanos 7 habla de una persona que está tratando de
agradar a Dios por medio de sus propias fuerzas. “¡Oh Dios, estoy tratando de ser mejor!
¡Quiero hacer mejor las cosas, pero no puedo!” ¿Por qué? Es imposible servir a Dios en la
carne. La palabra “Espíritu” se usó sólo una vez en Romanos 7 (versículo 6). En contraste,
se usa 21 veces en Romanos 8. Romanos 8 es el capítulo que describe la vida cristiana
normal. ¡Tienes que pasarte al lado espiritual!
Esta revelación del espíritu, el alma y el cuerpo explica mucho de la vida cristiana. ¿Cómo
puedes vivir en el espíritu si no sabes que tu espíritu fue el que cambió? Cuando entiendas
esto podrás empezar a entender que quien eres y lo que tienes en Cristo no fluctúa en

108
Espíritu, alma y cuerpo Liberando Tu Verdadera Identidad
Lección 21

relación a tu comportamiento. ¿Cómo puedes liberar algo que no sabes o crees que tienes?
Una vez que lo crees, debes rechazar la carne y andar con base en quien eres en el espíritu.
Cultiva una buena imagen de quien eres en Cristo y permite que eso se convierta en tu
verdadera identidad. Simplemente se trata de descubrir y desatar tu verdadera identidad.

UN EXTROVERTIDO INTROVERTIDO

Por medio de esta revelación, ¡Dios ha hecho un milagro en mi vida! Yo era demasiado
introvertido antes de dedicarle mi vida al Señor. Por mi nerviosismo y porque era tímido, no
podía ver a la gente directamente a la cara sin tartamudear. Ahora, Dios me permite hablarle
a diario a una audiencia de millones de personas por la radio y la televisión. He compartido
la Palabra con la gente, en persona, en diferentes reuniones por todo el mundo, a veces hasta
a más de 5.000 personas en una sola reunión. Sin embargo, ya no tengo temor porque ya no
representa un problema para mí. ¡Mi atención está en quien soy espiritualmente!
Mi carne es la misma que antes. Todavía me inclino a ser introvertido. De hecho, cuando no
tengo la atención puesta en el Señor y alguien me sorprende en la carne, todavía prefiero
retraerme, quedarme tranquilo, y buscar un lugar apartado para sentarme. Este aspecto de
mi naturaleza, no ha cambiado.
La mayoría de las personas piensan que están mejorando a su carne cuando nacen de nuevo.
¡Esto simplemente no es verdad! No mejoras tu ser natural por la vida cristiana; incrementas
tu capacidad para negarlo. El progreso se da conforme optas por reconocer tu nueva
identidad en Cristo y permites que esos pensamientos y acciones se manifiesten desde tu
espíritu.
Ahora cuando hago exámenes de personalidad, siempre obtengo la máxima calificación en
las categorías para personas extrovertidas. Es la personalidad que he adoptado y quien soy en
Cristo. Ése es mi espíritu vuelto a nacer. Si de alguna manera pudieras descubrir mi
personalidad cuando no estoy actuando bajo la influencia del Espíritu, te darías cuenta de
que en mi carne todavía soy un introvertido.

VIVIENDO POR EL ESPÍRITU

La vida cristiana no es un proceso por medio del cual tu carne se fortalece en la santidad
hasta que llegues al punto en que ya no necesitas al Espíritu Santo tanto como al principio.
Más bien consiste en fortalecerse en el espíritu y debilitarse en la carne. El predominio de la
carne disminuirá conforme aprendes a liberar de manera constante lo que hay en tu espíritu.

109
Espíritu, alma y cuerpo Liberando Tu Verdadera Identidad
Lección 21

Pon tu atención en quién eres en el espíritu por medio de la meditación en la Palabra, y tu


carne doblará la rodilla al gobierno y al reinado del espíritu.
Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne. Porque el deseo de la
carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro,
de manera que no podéis hacer lo que deseáis.
Gálatas 5:16-17
Tú quebrantarás el control de la carne conforme estableces tu identidad y potencial en lo
que la Palabra dice acerca de quién eres en Cristo. En vez de estar controlado por tu viejo ser
carnal, tu hombre del espíritu empezará a dominar.
¡Mi carne básicamente es tímida y reservada, pero mi espíritu es tan intrépido como un
león! (Prov. 28:1) Hay personas que cuando viajan en avión, corren al mostrador para exigir
sus derechos cuando algo sale mal. Yo soy muy diferente. Casi siempre me deshago de las
tarjetas de descuento de las agencias de viajes, porque los representantes de las aerolíneas casi
nunca aceptan esos descuentos. ¡No soy una persona terca! Sin embargo puedo ser muy
valiente y determinado cuando se trata de asuntos espirituales, o de cualquier otra cosa que
tenga valor para mí. Ha habido gente que me ha desafiado cuando estoy ministrando en la
iglesia. Cuando eso sucede, actúo como si el espíritu de poder cayera sobre mí y me encargo
del asunto (Is. 11:2). Eso sucede porque he aprendido a vivir más conforme al espíritu que
conforme a la carne.

VERSÍCULOS

ROMANOS 7:19 LBLA


Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico.
ROMANOS 7:24-25 LBLA
¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? Gracias a Dios, por
Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios,
pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
ROMANOS 8:1 LBLA
Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.
GÁLATAS 5:16-17 LBLA

110
Espíritu, alma y cuerpo Liberando Tu Verdadera Identidad
Lección 21

Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne. Porque el deseo de la
carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se oponen el uno al
otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.
PROVERBIOS 28:1 NTV
Los perversos huyen aun cuando nadie los persigue, pero los justos son tan valientes como
el león.
ISAÍAS 11:2 LBLA
Y reposará sobre Él, el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de
consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor.

111
Espíritu, alma y cuerpo Sé Consciente de tu Espíritu
Lección 22

Sé Consciente de tu Espíritu
Por la dislexia espiritual, la mayoría de las personas interpretan Gálatas 5:16 totalmente al
revés.
Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.
Reconocen que la carne y el espíritu se oponen, pero asumen que automáticamente están
caminando en el espíritu si rechazan su carne. Por lo tanto, se concentran en renunciar a
esto y rechazar aquello, pensando: “¡Si tan sólo dejo de hacer estas cosas malas y de tener
estos pensamientos obscenos, entonces andaré por el espíritu!” ¡Error! Este versículo no dice
“anda por la carne y estorbarás al espíritu”, tampoco dice “vence a la carne, y entonces
andarás por el espíritu.” No, dice precisamente lo opuesto: “¡anda por el espíritu y no
cumplirás el deseo de la carne!”
La oscuridad simplemente es la ausencia de la luz. No puedes deshacerte de la oscuridad
pateándola afuera del cuarto. Sin embargo, si prendes la luz, ¡se desvanecerá! Cuando
caminas en el espíritu (prendes la luz), automáticamente—como un subproducto—no
cumplirás el deseo de la carne (la oscuridad se desvanece). La fuerza de voluntad es la pala de
la carne. Si sientes que realmente no puedes aceptar quien eres en Cristo hasta que superes
la oscuridad de tu vida—beber, chismear, fumar o cualquier problema que actualmente
tengas, terminarás frustrado y atorado (Ro. 7). La cuestión no es que Dios no ponga Su
poder a tu disposición; ¡lo que sucede es que no has prendido el interruptor! Suelta esa pala
y prende la luz. Adéntrate en la Palabra de Dios y comienza a reconocer y a meditar en
quien eres en Cristo. Conforme pongas tu atención en la realidad de tu nueva identidad, el
resplandor de quien eres en el espíritu empezará a brillar en y a través de ti a tal grado que
quebrantará el control de la carne y te liberará de esos problemas externos. ¡La luz siempre
vence y saca fuera las tinieblas!
Un amigo mío era un artista laico muy conocido, que escribió varias canciones famosas.
Mientras estaba en esa profesión, fue vuelto a nacer. Después de terminar un concierto a
media noche, se subía al autobús con sus músicos y comenzaba a viajar a su siguiente
destino. Emocionado por Dios y Su Palabra, mi amigo inhalaba cocaína en las páginas de su
Biblia para mantenerse despierto y poder seguir leyendo sobre lo mucho que el Señor le
amaba.
Hoy, este hombre ha sido pastor durante más de veinte años. ¿Cómo venció a su carne y
esos malos hábitos? ¿Dejó de inhalar la cocaína al principio y de hacer todas las otras cosas
que no eran santas? ¡No! Este hombre no permitió que sus vicios le impidieran empezar a

112
Espíritu, alma y cuerpo Sé Consciente de tu Espíritu
Lección 22

descubrir lo que la Palabra de Dios decía de él. Enfocó su atención en descubrir quién era en
Cristo y todo lo que Jesús había hecho por él. Conforme estas cosas se convirtieron en una
realidad, finalmente llegó a un punto en el que Dios lo sacó de ese estilo de vida.
¡Dios quiere que vengas a Él tal y como eres! Después de que recibes al Señor y Él cambia tu
interior, debes renovar tu mente con lo que eres en Cristo. Conforme descubres quien eres
en el espíritu, consecuentemente cambiarás en el exterior. Si empiezas a andar por el espíritu
poniendo tu atención en las cosas de Dios— independientemente del estado de tu
carne—¡quebrantarás el dominio que ésta tiene sobre ti!

ENFOQUE: CALIDAD Y CANTIDAD

Puedes saber si estás andando en el espíritu o no, por las cosas en las que estás poniendo tu
atención.
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en
las cosas del Espíritu.
Romanos 8:5, RV 1960
¡Lo que estás pensando te dirá si estás viviendo en la carne o en el espíritu!
¿En qué está puesta tu atención? Si el doctor te dice que vas a morir, ¿estás más dominado
por su palabra o por la Palabra de Dios? ¿Estás imaginando y anticipando la enfermedad, la
dolencia y la muerte? O ¿tienes la atención puesta en las Escrituras que declaran que Él se
llevó todas tus enfermedades y que por Su llaga fuiste curado de toda enfermedad? ¿Estás
enfocado en el espíritu o en la carne?
Si tu mente permanece en las cosas de la carne, entonces andas en la carne. No puedes
agradar a Dios, ni serás capaz de vencer ese padecimiento. Morirás físicamente a pesar de
que el poder sanador y resucitador de Dios ya está dentro de tu espíritu vuelto a nacer.
Aquello en lo que tu mente se enfoca determina si andas por la carne o no. ¡Esto es
realmente simple!
Al aprender a mantener tu mente en Dios, tu espíritu dominará y controlará a tu carne.
Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz.
Romanos 8:6
No se trata solamente de tiempo de calidad; es ambos: calidad y cantidad del tiempo que se
invierte poniendo atención a las cosas de Dios.
La mentalidad física es muerte. “la carne” literalmente significa “de los cinco sentidos”. La
mentalidad carnal es ser corporal, físico, de una mentalidad puesta en las cosas externas en
vez de ser de una mentalidad espiritual. Es estar dominado por tus cinco sentidos. Si tu

113
Espíritu, alma y cuerpo Sé Consciente de tu Espíritu
Lección 22

cuerpo está enfrentando alguna enfermedad y tú estás más conectado y eres más sensible a
lo que sientes (carne) en vez de a lo que crees (la Palabra) entonces eres carnal. Tener una
mentalidad carnal es muerte, pero tener una mentalidad espiritual es vida y paz.

¿EL ANUNCIO DE QUIÉN VAS A CREER?

Debes llegar al punto en que crees más el anuncio de Dios que el del mundo. Has pasado al
lado del espíritu cuando la Palabra de Dios te domina más de lo que puedes ver, probar, oír,
oler y sentir. En vez de permitir que el diablo te diga lo que no puedes hacer o que alguien te
diga que te vas a morir o que tu chequera te diga que otra vez estás en un aprieto, pones tu
atención en lo que Dios dice de ti, lo que Él dice que tienes, y lo que Él dice que puedes
hacer. Cuando lo haces, descubrirás que eso quebrantará el dominio, el poder y el control
que la carne tiene sobre ti.
La sanidad física fue comprada por medio de la expiación de Cristo. No es una añadidura al
perdón de pecados; la sanidad es una parte integral de lo que Jesús obtuvo por medio de su
muerte. De hecho, Su sacrificio provee la sanidad física tanto como el perdón de los
pecados. ¿Por qué? Jesús derramó Su preciosa sangre para redimirnos completamente de
ambas cosas.
Entender una verdad no significa que te beneficiarás automáticamente de ella. ¡De hecho,
normalmente el conflicto surgirá! Hebreos 10:32 revela que una vez que eres iluminado,
sostienes “una gran lucha de padecimientos”. ¿Por qué? Satanás viene inmediatamente a
robar la Palabra antes de que se arraigue en tu corazón y produzca fruto (Marcos 4:15; 19),
intenta sacarla cuando eres inmaduro, cuando la verdad todavía es nueva para ti, antes de
que eche raíces y quede establecida como parte de tu ser.
Una vez que vi en la Palabra que siempre es la voluntad de Dios sanar ¡la pelea empezó!
Satanás me atacó y empecé a padecer enfermedad más que nunca. Inmediatamente tuve un
conflicto interno entre mi carne y mi espíritu. El espíritu declaró, “por Sus heridas fui
sanado” (1 P. 2:24); ya fue hecho (Ef. 1:18)” y “el mismo poder que resucitó a Jesucristo de
entre los muertos vive dentro de mí (Ef. 1:19-20).” En mi espíritu, tenía ese poder de
resurrección, pero mi carne continuaba argumentando, “¡estás enfermo!” Te sientes
terriblemente y estás a punto de vomitar. “¡Acéptalo!” Experimenté un gran conflicto entre
lo que veía en mi espíritu a través de la Palabra de Dios y lo que sentía en mi cuerpo físico.
¡Mi carne y mi espíritu estaban peleando el uno contra el otro!
Era mi mente sin renovar, y no una vieja naturaleza interna que trataba de hacerme dudar
de Dios. Por varios años mi hombre viejo me enseñó cómo creer sólo en lo que podía ver,

114
Espíritu, alma y cuerpo Sé Consciente de tu Espíritu
Lección 22

probar, oír, oler y sentir. Cuando el viejo hombre fue crucificado, mi mente se quedó,
todavía programada según el conocimiento sensorial. Todo en mi ámbito físico, natural,
corporal gritaba: “¡estás enfermo!” Mi cuerpo me decía que tenía dolor. Otras personas me
comentaban lo mal que me veía. Por lo tanto, ¡era una batalla real para mi mente tratar de
creer en lo que no podía ver!
Simplemente resolví en mi corazón que no me daría por vencido y no cedería hasta que
viera con mis ojos físicos la verdad de la Palabra de Dios manifestada en mi cuerpo. Estaba
tan comprometido con el hecho de que lo que Dios dijo de mí era verdad, que decidí
obligarme a creerlo.

REVENTANDO LA PRESA

En ese tiempo, yo vivía y pastoreaba una iglesia pequeña en Seagoville, Texas. Predicaba
sobre la sanidad y tenía revelación al respecto, pero estaba enfermo en mi cuerpo. El diablo
estaba peleando conmigo. ¡Mi carne y mi espíritu estaban en conflicto!
Como la fe sin obras está muerta, una noche decidí que no me iba a quedar en la cama
actuando como enfermo (Stg. 2:17; 20, y 26). No quería matar mi fe sometiéndome a la
presión. Sin embargo, era físicamente imposible para mí pararme porque estaba muy
enfermo. Tuve que ponerme de rodillas en la sala para que Jamie pudiera irse a dormir. Puse
mi Biblia en el piso enfrente de mí, ¡y me propuse en mi corazón que iba a pelear en contra
de eso!
Me pasé horas citando versículos de sanidad. No me detenía, porque yo sabía que me
quedaría dormido por el cansancio si lo hacía. Confesaba en voz alta: “Por Sus llagas, fui
sano”. Mi cuerpo refutaba: “¡Oh, no, no lo eres!” Después yo contestaba: “¡Sí, lo soy—la
Palabra así lo dice!” Esa pelea continuó por varias horas mientras empujaba mi Biblia
gateando por el cuarto sobre mis manos y rodillas para permanecer despierto.
Tú no tienes que hacerlo como yo lo hice, ¡pero vas a tener que vencer el mismo conflicto!
No puedes decir con ligereza: “Muy bien, veo la verdad. ¡Carne, renuncio a ti y decido
andar en el Espíritu!” No, será una experiencia traumática cuando des el cambio y tomes
otra dirección. Tu mente y tus emociones han estado consentidas por muchos años.
Siempre te han dicho que lo que ves es más real que lo invisible. Habrá un conflicto, y es
factible que no suceda todo en una tarde.
Esa noche representó una gran victoria para mí. Reventé la presa de la carne que retenía el
fluir de la vida de Dios en mí. Mi espíritu empezó a dominar de ahí en adelante poco a poco.
Todavía trato con cosas como esas, pero he madurado mucho. Estoy viendo mucha victoria

115
Espíritu, alma y cuerpo Sé Consciente de tu Espíritu
Lección 22

en mi vida, y puedo ayudar a mucha gente. Todavía continúo con este proceso, pero sigo
renovando mi mente y ganando la batalla entre mi carne y mi espíritu.

VENCE A TU CARNE

Tú vences cuando estás consciente de lo que la Palabra de Dios dice de ti— especialmente el
Nuevo Testamento. Cuando tu mentalidad concuerda con la Palabra, tienes una mente
espiritual porque las palabras de Dios son espíritu y vida (Juan 6:63). Puedes desear cosas
correctas, orando rogándole a Dios por ellas, pero no obtienes la victoria sólo porque la
deseas o ruegas por ella. Obtienes la victoria, que Él ya logró y proveyó para ti, poniendo tu
atención en el espíritu. Cuando lo hagas, vencerás.
En mi opinión, no vas a manifestar mucho de la vida de Dios si estás conectado con el
mundo por medio de la radio, la televisión, los noticieros y las revistas. Se requiere mucho
esfuerzo, un verdadero esfuerzo, para mantener tu atención en las cosas de Dios. ¿Cómo
puedes esperar resultados diferentes cuando lees, ves, oyes y piensas las mismas cosas que tus
vecinos que no son creyentes? Esto es ignorancia llevada al máximo. Cierto, es posible que
leas tu Biblia cinco minutos al día, y que tengas un conocimiento intelectual de que Dios te
quiere sano, próspero y libre de la opresión. Quizás hasta tienes un anhelo por Dios y una
sensibilidad por Él que ellos no tienen. Pero en cuanto a los resultados, realmente no vas a
experimentar más del poder milagroso de Dios en tu vida mientras continúes pensando en
las mismas cosas carnales que ellos piensan todo el día. ¡Para obtener resultados diferentes,
tienes que hacer algo diferente!
Si estás ocupado en las cosas de la carne, entonces vas a andar según la carne, y el ámbito
físico te dominará. No podrás agradar a Dios (Ro. 8:8), ni experimentar la victoria que está
disponible para ti. Para desatar el poder y la vida de Dios, debes vencer a la carne enfocando
continuamente la mente en quien eres y en lo que tienes en el espíritu.

Información Adicional

Para un análisis más profundo sobre la sanidad, te recomiendo mi estudio titulado Dios
Quiere Que Estés Sano.
Hace tiempo, como requisito para una póliza de seguros me pidieron que me hiciera un
examen médico en una caminadora. Sin embargo, como no les permití que me rasuraran el
vello del pecho, los electrodos se cayeron después de veinte minutos. Varias semanas

116
Espíritu, alma y cuerpo Sé Consciente de tu Espíritu
Lección 22

después, la compañía de seguros me llamó y me dijeron que no podían venderme la póliza.


Mencionaron el hecho de que mis lecturas indicaban que yo tenía un problema cardíaco
grave que se manifestó aproximadamente a los doce minutos de la prueba. Cuando les
pregunté que si el hecho de que los electrodos se cayeron pudiera influir en los resultados,
decidieron hacerme otra prueba.
Esta vez les permití que me rasuraran el pecho, ¡pero primero me aseguré de decirle a la
enfermera que estaba quitando vello virgen! Terminé la prueba sin contratiempos y me
esperé para que el doctor revisara mis resultados. Todo iba bien con mis lecturas hasta cerca
del minuto decimotercero. Fue entonces cuando mostró una expresión de preocupación y
me dijo que yo tenía un problema grave. Ese profesional médico me dijo que tenía “la
necesidad” de ver a un especialista ese mismo día y empezó a escribir una nota para que se la
llevara al otro doctor.
Con audacia vi a ese hombre a la cara y dije: “¡Yo no creo en tus resultados!” Era claro que él
no estaba acostumbrado a que alguien contradijera su opinión. Sin embargo, lo reté para
que volviera a ver los resultados y que después con toda honestidad me dijera que yo tenía
un problema con el corazón.
Él contestó: “Bueno, esto en realidad no dice que tienes un problema con el corazón. Lo
que sucede es que tus resultados son completamente normales. Como el corazón de cada
persona es un poco diferente, es probable que estés totalmente sano. Simplemente creo que
sería bueno que te hicieras otro examen”.
“¡Eso no fue lo que dijiste!” repliqué. “Tú me dijiste que tenía un problema cardíaco grave,
no que hay una pequeña posibilidad y que tú piensas que debo obtener otra opinión”.
Ese doctor se retractó y farfulló: “Estás bien…olvídate del otro examen”.
La mayoría de la gente hubiera aceptado la palabra de ese doctor por encima de la Palabra de
Dios, que enfáticamente declara que fuimos sanados. Cuando acaban obsesionándose por
eso, sus corazones fallan—por el temor (Lc. 21:26). La próxima vez que enfrentes un
diagnóstico que es contrario a la Palabra de Dios, ¿a quién le vas a creer?

Versículos

GÁLATAS 5:16 LBLA


Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.
ROMANOS 8:5, RV 1960

117
Espíritu, alma y cuerpo Sé Consciente de tu Espíritu
Lección 22

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu,
en las cosas del Espíritu.
ROMANOS 8:5-6 LBLA
Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los
que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la mente puesta en la carne
es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz.
HEBREOS 10:32 LBLA
Pero recordad los días pasados, cuando después de haber sido iluminados, soportasteis una
gran lucha de padecimientos.
MARCOS 4:15-19 LBLA
Y éstos que están junto al camino donde se siembra la palabra, son aquellos que en cuanto la
oyen, al instante viene Satanás y se lleva la palabra que se ha sembrado en ellos. Y de igual
manera, estos en que se sembró la semilla en pedregales son los que al oír la palabra
enseguida la reciben con gozo; pero no tienen raíz profunda en sí mismos, sino que sólo son
temporales. Entonces, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra,
enseguida tropiezan y caen. Otros son aquellos en los que se sembró la semilla entre los
espinos; éstos son los que han oído la palabra, pero las preocupaciones del mundo, y el
engaño de las riquezas, y los deseos de las demás cosas entran y ahogan la palabra, y se vuelve
estéril.
1 PEDRO 2:24 LBLA
Y Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al
pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.
EFESIOS 1:18-20 LBLA
Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la
esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
conforme a la eficacia de la fuerza de su poder, el cual obró en Cristo cuando le resucitó de
entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales.
SANTIAGO 2:17.20 Y 26 LBLA
Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. Pero, ¿estás dispuesto a
admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril? Porque así como el cuerpo sin el
espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta.
JUAN 6:63 LBLA
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida.

118
Espíritu, alma y cuerpo Sé Consciente de tu Espíritu
Lección 22

LUCAS 21:26 LBLA


Desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que vendrán sobre el
mundo; porque las potencias de los cielos serán sacudidas.
ROMANOS 8:8 LBLA
Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.

119
Espíritu, alma y cuerpo ¡Tiempo de Partir!
Lección 23

¡Tiempo de Partir!
Cuando haces a Jesucristo el Señor de tu vida porque verdaderamente crees en Él, se da un
cambio instantáneo. Este cambio ocurre en tu espíritu, no en tu carne (es decir, tu cuerpo o
tu alma). Que el cambio alguna vez llegue a manifestarse en tu mundo físico depende de tu
manera de pensar.
La carne, tu ser natural, jala en una dirección y tu espíritu te guía por otra. Tu manera de
pensar determina lo que experimentas. Si tu mente está sólo en las cosas físicas—no
necesariamente cosas pecaminosas—entonces estarás limitado y dominado por tu carne.
Quizás hasta seas una persona muy moral, pero no experimentarás la vida sobrenatural de
Dios.
La única forma como experimentarás el poder de Dios que está en ti es andando por el
espíritu. Tener fe en Dios para resucitar a alguien de entre los muertos va más allá de vivir
una vida santa. Tienes que creer en algo que no tiene absolutamente ninguna prueba ni
evidencia en el mundo físico. Tienes que ir más allá del mundo físico y reconocer que hay
un mundo espiritual. Conforme reconozcas tu verdadero poder y creas firmemente, el
mundo espiritual se convertirá en algo más real para ti que el mundo físico.
¡Esto también se aplica a la prosperidad! Habrá ocasiones en que no hay ninguna base para
tener fe en tus circunstancias físicas. Tu estado de cuenta del banco no va a dar pruebas de
solvencia. Quizá, todo en el ámbito natural está en contra de la Palabra, pero si tú
permaneces en el espíritu, firme en lo que Su Palabra dice, serás capaz de verte a ti mismo
próspero mientras tratan de embargar tu casa, tu carro, etc. Si te mantienes firme en la
Palabra de Dios, tu espíritu vencerá a tu carne y quebrantará su dominio. ¡Entonces es
cuando verás la manifestación de la Palabra!

LA PAZ

¡Puedes tener una mente espiritual! Lo que continuamente estás pensando, sin importar lo
que sea, te dominará (Pr. 23:7) Si piensas en quien eres y lo que tienes en Cristo entonces
eso es lo que finalmente se manifestará en tu vida física.
¡Una tercera parte de tu salvación ya está completa! Tu espíritu no está en el proceso de
crecer o de madurar. Ahora mismo en tu espíritu, eres exactamente como lo serás por toda
la eternidad (1 Jn. 4:17). Tienes un cuerpo físico y un alma que todavía no han cambiado.
Son susceptibles de cambio y pueden cambiar, pero no sucede de manera automática. Sin

120
Espíritu, alma y cuerpo ¡Tiempo de Partir!
Lección 23

embargo, el cambio en tu espíritu en el momento de la salvación fue total, completo y


automático.
El que alguna vez puedas llegar a ver la manifestación de tu verdadero potencial espiritual en
tu ámbito físico depende de lo que piensas (Ro 12:2). Si las cosas naturales—sean
pecaminosas o simplemente carnales—dominan tus pensamientos, impedirás el fluir del
Espíritu de Dios por medio de ti. Pero si te dominas a ti mismo con las verdades de Su
Palabra y sobrepasas las limitaciones de tus cinco sentidos, podrás empezar a liberar la vida
sobrenatural que está dentro de ti.
Podrás experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento. Aun cuando parece que
todos están en tu contra y que todo se está derrumbando en el mundo físico, tú disfrutarás
la paz sobrenatural de Dios mientras permanezcas enfocado en la Palabra.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras
mentes en Cristo Jesús.
Filipenses 4:7
La noche antes de su crucifixión, Jesús les dijo a Sus discípulos…
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Juan 14:1
Para la mente natural, esto parece ilógico a la luz de la situación. Su Mesías, aquel que
amaban y adoraban, estaba a punto de ser ejecutado. No había ningún recurso natural por
medio del cual ellos pudieran tener paz en medio de una situación como esa, pero Jesús les
había dado Su Palabra. Él les dijo muchas veces: “Seré crucificado, pero resucitaré al tercer
día”. Si hubieran meditado y se hubieran dominado a sí mismos por lo que Jesús les había
dicho, hubieran liberado la paz sobrenatural de Dios que necesitaban en esa situación tan
difícil.

¿EN QUÉ PENSARÁS?

Si quieres experimentar lo mejor de Dios, debes entender estas verdades respecto al espíritu,
el alma y el cuerpo. Tienes un potencial ilimitado, pero todo está en el espíritu. La victoria
que Dios te ha dado no está en tu carne, está en la parte de ti que volvió a nacer. Conforme
maduras en la vida cristiana, no te vuelves menos carnal; lo que sucede es que la carnalidad
no te dominará y se manifestará menos, porque, en cambio, te estás sometiendo al espíritu.
A través de la Palabra de Dios, concéntrate para ver quién eres en Cristo. Pasa menos tiempo
alimentando la carne, y en cambio, enfócate en el espíritu.

121
Espíritu, alma y cuerpo ¡Tiempo de Partir!
Lección 23

Relaciónate con personas que hablan con fe, que son positivos y que están establecidos en el
potencial que tenemos en Cristo, en vez de relacionarte con los quejosos y los querellosos.
Desarrollarás una mentalidad que está basada en tu nueva identidad en Cristo conforme
permitas que te domine lo que ves en el espejo espiritual de la Palabra de Dios.
Nada puede separarte del amor de Dios porque tu espíritu nacido de nuevo ha sido
santificado y perfeccionado para siempre. Dios es un Espíritu y Él te ve en el espíritu. (Jn.
4:24). Él tiene comunión contigo, de Espíritu a espíritu vuelto a nacer. Dios nunca te da lo
que te mereces con base en tus pensamientos y en tus acciones en la carne; más bien, Él trata
contigo en el ámbito espiritual. Por eso es que Él puede recibirte en cualquier momento, en
cualquier condición—¡tú eres su hijo amado!
Constantemente estás recibiendo información y ésta te jala en una dirección u otra—la
carne o el espíritu (Gá. 5:17). El Espíritu Santo siempre procura atraerte hacia Dios y
recordarte de tu nueva identidad en Cristo. Satanás, por medio del mundo, sus imágenes y
sus voces—los medios de comunicación, los cines, los libros, los periódicos, las revistas, las
asociaciones e incluso las organizaciones eclesiásticas que promueven creencias
erróneas—constantemente te compelerán a aceptar la derrota. Aquello en lo que tu
pensamiento permanece es lo que experimentarás (Pr. 23:7).
Tu carne y tu espíritu pelean constantemente en tu mente. Dios dice: “Todo lo puedes en
Cristo que te fortalece”. El mundo responde: “No, tú no puedes. ¡Eres un fracasado!” Y así
cada día la batalla arrecia. Por eso es que esta verdad transformadora no es algo que aprendes
una vez y luego concluyes: “¡Lo tengo!” El entender el espíritu, el alma y el cuerpo debe
motivarte para que con iniciativa te esfuerces para renovar tu mente con la Palabra de
Dios—¡un proceso que continuará por el resto de tu vida!

EMPAPA TU MENTE

Empapa tu mente con estas verdades que Dios ha dicho. Quizás necesitas revisarlas y
volverlas a leer en una semana o en un par de meses. De cualquier manera, debes meditar
siempre en estas verdades hasta que se vivifiquen para ti. Después refréscalas en tu memoria
repasándolas frecuentemente.
Dios me mostró estas verdades hace más de 35 años, pero todavía estoy en el proceso de
renovar mi mente con ellas. A través de los años, Él ha estado ampliando, desarrollando y
aumentando mi comprensión sobre esto. Me siento como el apóstol Pablo, quien después
de veinte años o más de conocer y servir a Dios, dijo:

122
Espíritu, alma y cuerpo ¡Tiempo de Partir!
Lección 23

Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo
que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3:13-14
¡No te desanimes! No estoy diciendo que tengas que esperar mucho tiempo antes de que
veas algún resultado. Hasta que lleguemos al cielo, todavía no hemos llegado a la meta, pero
podemos iniciar la carrera. Si el Señor te ha hablado a través de este estudio ¡debes empezar
ahora mismo! Aléjate de la mentalidad carnal, y en cambio, empieza a ser dominado por tu
espíritu nacido de nuevo. Descubre las realidades acerca de quién eres en el espíritu y deja
que éstas te controlen. Cuando lo hagas, experimentarás la vida y la paz. ¡Realmente es así
de simple!
¡Pero no es fácil! De hecho, cambiar tu enfoque de la carne al espíritu es una de las cosas más
difíciles que alguna vez harás. Es algo gradual, pero total, volver a programar tu mente
natural para que concuerde con tu espíritu. Por medio de la renovación de tu mente con la
Palabra de Dios, ¡puedes adoptar una mentalidad espiritual!
Lo que Dios te ha mostrado por medio de este libro tiene el potencial de cambiar
radicalmente tu vida, pero aplicar estas verdades requerirá un enfoque y un esfuerzo reales
de tu parte. Sin embargo, las buenas nuevas son que Dios desea, inclusive más que tú, que
las comprendas totalmente y que vivas de acuerdo a ellas. Él cumplirá fielmente con su parte
si tú te encaminas en esa dirección con esta actitud: “¡Dios, voy a necesitar un milagro para
renovar mi mente!”“¡Está muy acostumbrada a ser dominada por la carne! ¡Realmente voy a
necesitar tu ayuda!”El Espíritu Santo te revelará qué clase de persona eres en Cristo. Él te
mostrará a Jesús, la verdad espiritual y la realidad. Simplemente se requiere un compromiso
y un esfuerzo de tu parte para enfocarte en la Palabra y en el espíritu.

EMPIEZA AHORA

A la luz de lo que has leído, te invito a que digas la siguiente oración en voz alta, con todo tu
corazón:
“Padre, abro mi corazón al Espíritu Santo para que continúe revelándome estas verdades.
Reconozco que es un proceso y no algo que sucede una sola vez. Por lo tanto, te pido que
me des mayor revelación de lo que es el espíritu, el alma y el cuerpo a lo largo del resto de mi
vida. Conforme aplico lo que Tú me has enseñado, por favor te pido que me motives con
algunos resultados rápidos. Quiero establecer nuevos patrones para andar por el Espíritu
para que pueda vivir una vida plena y eficaz en Ti.

123
Espíritu, alma y cuerpo ¡Tiempo de Partir!
Lección 23

Gracias por traer a mi memoria estas verdades cuando las necesite, Gracias por ayudarme a
compartirlas con otros para que también puedan quedar libres del dominio de la carne.
Gracias por hacerme libre y también por usarme para liberar a muchos otros. ¡Te amo,
Padre! Amén”.

VERSÍCULOS

PROVERBIOS 23:7 LBLA


Pues como piensa dentro de sí, así es. Él te dice: Come y bebe, pero su corazón no está
contigo.
1 JUAN 4:17 LBLA
En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio,
pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo.
ROMANOS 12:2 LBLA
Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente,
para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
FILIPENSES 4:7 LBLA
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras
mentes en Cristo Jesús.
JUAN 14:1 LBLA
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.
JUAN 4:24 LBLA
Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
GÁLATAS 5:17 LBLA
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues
éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.
FILIPENSES 3:13-14 LBLA
Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo
que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

124

También podría gustarte