Medicina en Egipto
Medicina en Egipto
Medicina en Egipto
Dice Herodoto de Halicarnaso: "En Egipto, la medicina, como los oráculos, está
especializada. Hay un médico para cada enfermedad y no existe la medicina
general. En todas partes hay un gran número de médicos: unos se ofrecen como
médicos para la vista, otros para la cabeza, otros para los dientes, otros para el
vientre, otros para las enfermedades internas".
Pero todo eso se conjugaba con una medicina muy práctica y algunos de los
métodos que usaban han sobrevivido el paso del tiempo.
Cirugía:
Los antiguos egipcios aprendieron mucho sobre la anatomía humana gracias a su
tradición de momificar.
Al preparar a los muertos para su viaje al más allá, podían ver las partes del cuerpo
y asociarlas con las enfermedades que habían sufrido en vida.
Eso les permitió entender lo suficiente como para hacer cirugías, rastros de las
cuales se han encontrado en momias, desde la trepanación (perforación del cráneo)
hasta la remoción de tumores.
Arreglo de dientes:
Por más que se esforzaban en limpiar y moler bien los granos para hacer harina,
pequeños pedazos de piedra se colaban en las comidas, así como algo de arena del
desierto.
Eso gastaba los dientes y podía llevar a que se hicieran huecos y a que sufrieran
infecciones.
En el Papiro Ebers, uno de los más antiguos tratados médicos conocidos, hay varias
recetas para rellenos y ungüentos. Uno de ellos describe cómo tratar un "diente que
pica hasta la apertura de la piel": comino, 1 parte; resina de incienso, 1 parte; fruta,
1 parte.
Prótesis:
Los antiguos egipcios necesitaban prótesis tanto para los vivos como para los
muertos... y quizás para los últimos eran más importantes.
Se creía que para poder devolver el cuerpo en el más allá, éste tenía que estar
entero, de ahí la importancia de la momificación y de completar lo que faltara antes
del viaje.
Pero también les servían a los vivos, como hoy en día, para funcionar con más
facilidad.
Circuncisión:
Minerales: sal del norte (natrón), trocitos de cobre, piedra de Menfis en polvo
(anestésico local), ocre amarillo para las quemaduras
Vegetales: hay una rica farmacopea, que se mantuvo como un secreto profesional,
lo que hace difícil reconocer las plantas utilizadas entre la flora actual (la evolución
climática hacia el calentamiento que ha ocurrido desde el año 3000 a. C., ha
modificado la fauna y la flora de la región, y la traducción de los nombres está en
duda).
Ciertas sustancias no han sido identificadas, y otras son fuente de debate (nicotina
en Egipto antiguo, cuando el tabaco llegó desde América). Están identificados, por
ejemplo, el cilantro, la algarroba, el ajo, la cebolla, la resina de acacia, la cebada
azada.
Productos animales: carne (para curar las heridas), la miel (como antiséptico local),
la cera, la telaraña (desinfectante, ya que tiene una débil acción antibiótica), la
grasa de vaca, la leche de burra, las vísceras de cerdo.