Lectura Virtud
Lectura Virtud
Lectura Virtud
Tanto la virtud como el vicio son una conquista de la acción humana ya que se construyen a través
de la decisión humana y de actos que lo fortalecen, no nacen o sin inherentes a la persona
Configura todo su obrar hacia su fin natural, es por tanto aquel quien obra en virtud convierte sus
obras en virtuosas
“o lo que es contra el orden de la razón, es contra la naturaleza del hombre en cuanto es hombre.
Es, pues, bien del hombre ser según la razón; y mal del hombre es ser fuera de la razón”
El vicio también puede generar un habito pero este va a ir contrario el fin último del hombre, al
momento de querer reestablecer dicho habito, es decir cambiar de vicio a virtud se encuentra una
problemática del alma ya que racionalmente se desea hacer el bien pero por el lapso de tiempo
que lleva repitiendo el vicio, por la costumbre le es complicado direccionar su acción al correcto
proceder
«Porque de la voluntad perversa nace el apetito, y del apetito obedecido nace la costumbre, y de
la costumbre no contradicha proviene la necesidad”
Virtud: la virtud humana, que es un hábito operativo, es un hábito bueno y operativo del bien, es
el término medio del actuar e decir entre el extremo y el defecto, ejemplo de esto son:
VIRTUDES INTELECTUALES Y VIRTUDES MORALES
Por otro lado, atendiendo a su origen o causa, las virtudes pueden ser adquiridas o infusas. Las
infusas o sobrenaturales son recibidas por una gracia sobrenatural y son, por eso, inalcanzables al
empeño humano. Mientras que las adquiridas son el resultado del esfuerzo del hombre en tanto
que elige y realiza actos buenos de forma repetida.
VIRTUDES CARDINALES
Las virtudes morales más importantes, unidas a la prudencia como virtud rectora, se denominan
virtudes cardinales. Cardinal proviene de cardo —bisagra— e indica que cada una abre la puerta
amuchas otras virtudes. Se consideran cardinales estas cuatro virtudes: prudencia, justicia,
fortaleza y templanza.
1. PRUDENCIA: Se puede decir que consiste en una especie de sabiduría práctica aplicada a
la vida. Es por eso que se la considera como la auriga o virtud rectora cuya misión es dirigir
a las demás virtudes en tanto que establece el recto obrar al fijar el término medio en los
actos concretos de justicia, de fortaleza y de templanza
2. JUSTICIA: radica en la facultad de la voluntad, por la que queremos lo bueno y lo ponemos
por obra. Se diferencia del resto de las virtudes cardinales porque se orienta no hacia uno
mismo, sino hacia los demás, en la medida en que consiste en obrar con rectitud en
relación a los otros. De aquí que Santo Tomás la defina como: «[…] el hábito según el cual
uno, con constante y perpetua voluntad, da a cada uno su derecho» (es decir, lo que le
corresponde, lo suyo, lo justo) (ST, II-II, q. 58, a. 1, in c)
3. FORTALEZA: La fortaleza es una virtud que permite al individuo enfrentar, soportar y
vencer los obstáculos que van en contra del bien y de su parte espiritual. Como tal, la
fortaleza es una fuerza física y moral que permite al individuo ser fuerte, perseverante y
vencer el temor que siente en determinadas situaciones.
4. TEMPLANZA: El término templanza es una cualidad humana que consiste en actuar o
hablar de forma cautelosa y justa, con sobriedad, con moderación o continencia para
evitar daños, dificultades e inconvenientes. Proviene del latín templar aria.
La templanza es una virtud que permite al individuo controlar las pasiones, vicios e impulsos
frente a las seducciones de los deseos, placeres o instintos. La templanza requiere buen juicio,
prudencia, discernimiento, precaución y sabiduría.