Colección Digital de Psicología: Conceptos Fundamentales en Psicoanálisis UDI
Colección Digital de Psicología: Conceptos Fundamentales en Psicoanálisis UDI
Colección Digital de Psicología: Conceptos Fundamentales en Psicoanálisis UDI
CONCEPTOS FUNDAMENTALES EN
PSICOANÁLISIS
UDI
JUNIO 2022
Psicología
AUTOR
JUAN DAVID GÓMEZ LÓPEZ
Psicólogo. Ms. Salud mental y clínica social.
Psicología
Consejo Académico
DANIEL PEDROZO
Vicerrector Administrativo y Financiero
ISBN:
Diseño: Ediciones UDI
TABLA DE CONTENIDO
PRESENTACIÓN 5
SABERES 7
1. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA 9
DESARROLLO PSICOSEXUAL 29
2. LA TÉCNICA PSICOANALÍTICA 32
GLOSARIO 36
REFERENCIAS 39
LISTADO DE ILUSTRACIONES 41
PRESENTACIÓN
SABERES
Conceptuales Procedimentales Actitudinales
1.1.1
El psicoanálisis no ve en la consciencia
la esencia de lo psíquico, sino tan solo Para dejar más clara la diferencia podemos distinguir de
una cualidad de lo psíquico, que base, al psicólogo, al psicoanalista y al psicoterapeuta. El
puede sumarse a otras o faltar en lo psicólogo, tiene una formación de pregrado en ésta área y
absoluto. Freud 1923 (el yo y el ello).
entrenamiento al menos 4 especialidades a saber: psicología
educativa, psicología social, psicología clínica y
organizacional, que si bien no son las únicas, tienden a ser las
más comunes en los programas de formación universitaria
(entre 4 y 5 años). Por otra parte, el psicoanalista tiene una formación diferente, como mencionamos
antes, el conocimiento en psicología no es necesario (muchos suelen venir de carreras como
medicina, psiquiatría, filosofía, sociología, antropología, psicología entre otras), su formación se basa
en seminarios ofrecidos por la asociación psicoanalítica de la región, su proceso terapéutico y la
formación en psicoanálisis didáctico (entre 4 y 6 años). Y por último está el psicoterapeuta, el cual
puede no solo ser psicólogo, l@s psiquiatras con formación complementaria también son
psicoterapeutas, l@s trabajadores sociales con formación complementaria también pueden ser
psicoterapeutas, ambos, por la cercanía de su labor con la salud mental, pero siempre, con formación
complementaria, pues la psicoterapia no hace parte de la formación de sus especialidades con la
profundidad que se toma en psicología o en psicoanálisis.
Psicología
Ahora que tenemos más clara estas diferencias, podemos iniciar con la lógica de la consciencia y el
inconsciente que tan mal interpretada es en la jerga de la calle, e incluso de muchos claustros
académicos, que por pereza o error de lectura yerran en sus conclusiones sobre este tema.
1.1.2. Las lógicas de la consciencia y el inconsciente.
Se entienden como lógicas toda vez que organizan los procesos con los que entran en contacto para
establecer las dinámicas con los objetos mentales. En su primera tópica Freud realizó una división en
tres instancias o lugares para el funcionamiento de la psique: inconsciente, preconsciente y
consciente que podemos entender con tres aspectos esenciales comunes: tiempo, principio y lógica.
¿Pero por qué tiempo, principio y lógica? -Se estará preguntando usted- ¿son necesarios para
entender el funcionamiento de ésta primera tópica? Bueno, tenemos que iniciar con que los tres son
requisitos de funcionamiento para la mente humana en todo el sentido de la palabra. Nuestra mente
es temporal, no hay manera de que podamos producir gran parte del contenido mental sin un
referente temporal gracias al orden que provee. La segmentación pasado, presente y futuro son
condiciones de significado para el comportamiento, la identificación del yo, la reconstrucción de la
memoria, y la estabilidad que otorga a la dirección de las acciones. Nuestra mente opera con dos
principios de base psicoanalíticamente hablando: 1 El principio del placer: que podemos entender
como la tendencia de evitación del displacer y de acceso al placer, ligado a la energía de activación del
sujeto, y la urgencia de satisfacción inmediata, por lo cual suele elegir los caminos más cortos
(Laplanche y Pontalis 2004) y 2 el principio de realidad: que hace referencia a la tendencia de
regulación de la BUSQUEDA de la satisfacción la cual ya no se efectúa por los caminos cortos, sino que
ahora pasa por las condiciones que se
imponen por el mundo exterior (Laplanche y
Pontalis 2004) esto significa que la dinámica
de estos dos principios organizan la acción,
inmediatez, postergación, intensidad,
frecuencia e incluso la manera en que nos
relacionamos con la satisfacción, ya que
como se puede leer en mayúsculas no se
trata de acceder a la satisfacción en sí, si no
de buscarla. La lógica de Nuestra mente
requiere de formas y principios para lidiar
con toda la información que toca
(organización y conservación), las exigencias
somáticas (necesidades fisiológicas), interacción con el otro y con sí mismo (identificación), aquí lo
interesante es, que los tres estratos de la mente tiene sus propias características para cada uno de
estos requisitos y que podemos entender así:
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Representación: forma psíquico. Aquello sobre lo que recae la represión. Cuando un acontecimiento
elemental de aquello que se se muestra inadmisible al sujeto, el afecto ligado a esta representación se
inscribe en el aparato desplaza, mientras que la representación es reprimida y se inscribe en el
Psicología
Esto nos dice entonces que la dinámica entre el ello y el Yo, implica una comunicación mediada por
las representaciones, el afecto, la represión y las resistencias. Ya no se trata, como en la primera
tópica, de lugares de división, sino, en esta segunda tópica, de un movimiento de contenidos
mentales, que entre el ello y el Yo no distingue exclusividad, aquello inconsciente es preferiblemente
del dominio del ello, y aquello reprimido que proviene de la consciencia llegará al ello; mientras que
lo inconsciente en el Yo es la conexión que establece la representación cuando se separa del afecto
por la represión y la resistencia (volveremos a esto más adelante).
Podemos decir entonces, que tanto el ello como el Yo se encuentran en constante intercambio: del
ello, que surgen las pulsiones –motivadores por excelencia- buscan la manera de satisfacerse para dar
cumplimiento al principio del placer y para ello se asociarán a las representaciones y el afecto
producto del intercambio con los otros y lo externo al sujeto; pero en este intercambio, tendrá que
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sortear y enfrentar a la represión, que proviene del principio de realidad, que a su vez, se constituye
como producto del contacto entre el sujeto y el mundo exterior, el cual le ayudarán a construir las
representaciones y socializar el afecto producto del movimiento de los contenidos inconscientes y las
pulsiones, que al entrar en contacto con la represión determinaran si harán parte del ello o el yo.
En este punto resulta necesario entonces establecer ¿qué es la pulsión? Pues como seguramente ya
habrá notado, es esta pulsión la que dinamiza al ello y al yo, y en su movimiento, produce la
diferencia entre ambos.
“El primer aspecto del cuerpo gira en torno a mapas somatotópicos en la superficie cortical
que se derivan de los receptores sensoriales en la superficie del cuerpo. Este aspecto de la
representación del cuerpo corresponde más directamente al homúnculo cortical. Sin embargo,
no coincide únicamente con la corteza somatosensorial. También incluye las zonas de
proyección de las otras modalidades sensoriales, que consisten en mapas topológicos de
diferentes órganos sensoriales. Incluye también la modalidad subcortical específica talámica y
estructuras de los nervios craneales que unen estos órganos sensoriales terminales con la
corteza. La “imagen corporal” surge no en sino más bien a partir de estos mapas
Psicología
Esta relación inicia entonces con el canal con el cual se desarrolla la acción de búsqueda del placer y la
satisfacción de las necesidades. El cuerpo, resulta entonces el medio por el cual se ejecuta la
motivación proveniente de la pulsión, pero para ello, debe crear una imagen con la cual ejercer esta
acción de satisfacción y búsqueda, la sensación, como aspecto básico de distinción de necesidad,
satisfacción e insatisfacción entrega las áreas con las cuales el sujeto se relaciona con el mundo
exterior y consigo mismo. Revisemos gráficamente cómo se ve este homúnculo sensorial y cómo se
encuentra distribuido nuestro cuerpo en la corteza somatosensorial primaria.
Fuente: https://nepsa.es/que-es-el-homunculo-cortical/
Como podemos apreciar, nuestro cuerpo está “distribuido”, no “condensado” en nuestro cerebro,
esto implica que para conseguir la coordinación ejecutiva, con la que hacemos uso de él, se requiere
establecer una conexión funcional entre las diferentes áreas de manera que las respuestas, reflejas o
intencionales proyecten nuestro propósito comportamental. Es decir, que se haga lo que queremos
hacer con nuestro cuerpo, esto es tener la capacidad de dirigirlo.
Con esta claridad inicial podremos volcarnos sobre la explicación de los sistemas con los cuales,
decimos con Vales (2020), Damasio 2003, Solms y Turnbull 2005 que las experiencias afectivas
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fenomenológicas, son funciones homeostáticas que operan a través de los sistemas viscerales
autónomos, y que contribuyen a la comprensión de la importancia del mundo interior en la
experiencia subjetiva, pues “este modo de operar de estos sistemas forma la base de motivaciones
básicas que Freud llamó en su momento pulsiones, que se manifiestan a través de las emociones”
Lopera (2019).
Estamos entonces frente a la conexión entre la constitución de organicidad neurobiológica, la
operatividad funcional fisiológica, y la experiencia subjetiva, que podemos subdividir en cuatro
sistemas de comando emocional en términos de Panksep 1998(116) como: el sistema de búsqueda, el
sistema de ira, el sistema de miedo y el sistema de pánico.
Nos remitiremos a la caracterización de Solms y Turnbull (2004) para ello y lo sintetizaremos así:
Sistema de búsqueda: proporciona la excitación
y la energía que activan el interés en el mundo
que rodea al sujeto; genera la sensación de que
“algo bueno pasará” si se explora el entorno y
se interactúa con los objetos, al tiempo que
promueve comportamientos exploratorios. Su
correlato neuronal se encuentra en el área
tegmental ventral, y se conectan con el
hipotálamo dorsolateral en su paso hasta el
núcleo acumbens, el giro cingulado anterior y
áreas corticales como los lóbulos frontales, la
amígdala y el lóbulo temporal, y trabaja de
preferencia con la dopamina como
neurotransmisor.
Aquí es donde comienza a ponerse interesante
el asunto. Este sistema de búsqueda se activa
por medio de detectores de necesidades en el
hipotálamo en los núcleos lateral y
ventromedial, estos detectores revisan de
manera constante el medio interno del sujeto
para mantener su homeostasis (regulación funcional de los sistemas), y encienden los sistemas
detectores para actuar como aceleradores, y los apagan para actuar como frenos; hay sistemas de
detección de sed, temperatura, necesidad sexual entre otros, y las lesiones, por ejemplo en el sistema
de frenado del hambre, ocasionan que si se permite a un sujeto con esa lesión, acceso ilimitado a
comida, perderá el interés en otros sucesos del mundo. Curiosamente no se sabe con certeza que tan
específico es cada sistema detector con respecto a su necesidad objetivo, es decir, como explican los
autores, que no está claro si el detector de sed está interesado solo en la sed.
Psicología
Su función entonces, como su nombre lo indica, es “buscar”, pero ¿buscar qué? -Se preguntará
suspicazmente-, si sabemos ahora de esta inespecificidad de los sistemas detectores. Pues se creería
inocentemente que existe un objeto específico para satisfacer la necesidad; para el caso del ejemplo,
la sed, pero el asunto parece ser más complejo pues “el sistema de búsqueda en sí mismo no parece
saber qué es lo que busca (en términos psicoanalíticos, podríamos decir que “carece de objeto”). El
sistema de búsqueda parece encenderse de la misma manera por todos los disparadores, y cuando
está activo, solo busca algo en una forma inespecífica. Todo lo que parece saber es que ese “algo” que
quiere está allá.”, lo cual representa un problema para la satisfacción de una necesidad, pues por sí
solo esta tendencia inespecífica no puede satisfacer la necesidad. Aquí es donde ese aspecto
funcional fisiológico del que hablábamos arriba entra en escena, este sistema de búsqueda no
funciona solo, está conectado con otros sistemas, como el de la memoria, el cual le ofrece las
representaciones de los objetos e incluso de las interacciones pasadas entre el yo y esos objetos
permitiéndole al sujeto aprender de su experiencia. Incluso cuando el sujeto está en reposo este
sistema se encuentra activo, mientras uno esté vivo, siempre necesitará algo. La tarea de estos dos
sistemas funcionales es distinguir cuales objetos en el mundo exterior poseen la propiedad
específica de la cual el sujeto carece cuando el detector se enciende, y para ello se requiere de un
subsistema que los autores llaman sistema de obsesión, el cual seguramente conoce como circuito de
recompensa, placer o refuerzo.
Subsistema de obsesión: está asociado con la
gratificación, específicamente con la consumación
de los apetitos que activan el sistema de búsqueda.
Perceptualmente genera el sentimiento de deleite-
placer. Psicomotrizmente apaga los
comportamientos apetitivos y los reemplaza por
comportamientos consumatorios. Esto quiere decir
que este sistema entrega el placer al definir-escoger
un objeto para satisfacer la necesidad, y organiza el
comportamiento, tanto de exploración para la
búsqueda, la ejecución del acercamiento al objeto y
la consumación como disfrute-consumo del objeto-
estímulo. La calidad en la gratificación motiva a la
realización del trabajo necesario para lograr dichos
objetivos. En este sentido puede entenderse
entonces, que las experiencias tempranas de
satisfacción forman nuestros patrones de
comprensión sobre el cómo funciona el mundo; para un niño, aprender cómo reconocer en forma
adecuada sus necesidades y satisfacerlas en el mundo que habita está completamente ligado a la
calidad del trato recibido de sus padres.
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Aquí debemos marcar la diferencia entre una activación completa del sistema y una parcial, ante una
completa el sujeto, por ejemplo, corre alejándose del estímulo agresivo, mientras que la parcial,
puede producir una respuesta de congelamiento. A diferencia de lo que se creería, las funciones
negativas por llamarlas de alguna manera como el sistema de ira y miedo, son indispensables para
una vida mental normal, toda vez que nos ayudan a establecer las correlaciones neuronales de
algunos aspectos de la personalidad y permite que se entienda la manera en que los factores
genéticos y ambientales modifican los sistemas biológicos que controlan la personalidad.
Sistema de pánico: (separación-
angustia) este sistema está asociado
tanto al pánico-ansiedad como a los
sentimientos de perdida y tristeza,
que el psicoanálisis señala como un
vínculo entre los ataques de pánico,
la ansiedad por separación y el afecto
depresivo. Este sistema está muy
bien conectado con los lazos sociales
y el proceso de
paternidad/maternidad.
Principalmente se encuentra en el
giro cingulado anterior conectado a
varios núcleos hipotalámicos, el
núcleo lecho de estría terminalis, el
del hipotálamo preóptico y del área
tegmental ventral, que están
relacionados con el comportamiento
sexual y maternal en los mamíferos,
así como con el comando de las
emociones básicas, y trabaja
principalmente con opioides
endógenos neuroquímicamente
hablando, incluyendo neurotransmisores como la oxitocina y la prolactina involucrados en el
comportamiento materno. Estos opioides endógenos reducen las sensaciones de dolor, la separación
de un objeto amado aumenta la activación del sistema de pánico reduciendo de esta manera el nivel
de la actividad de los opioides en el cerebro, lo que provoca dolor, la separación entonces y la perdida
de este objeto amado son biológicamente dolorosas, razón por la cual el sistema aprende a
mantenerse cerca de quienes los cuidan.
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Ello: reservorio (localización 1.1.5 Sobre el superyo, consciente, inconsciente y funcional: Ahora
y almacenamiento) de las que tenemos una mejor comprensión de las pulsiones, de la dinámica
pulsiones, regido por el
del ello y el yo, de lo consciente y lo inconsciente, podemos hablar de
principio del placer en
congruencia con la dirección la estructura psíquica que a diferencia del ello y el yo, no pertenece al
de satisfacción pulsional de sujeto, pero que se incorpora para permitir su funcionamiento y
la que venimos hablando. sentido en la relación con el Otro.
(Chemama 2002)
El superyó viene a constituir la última estructura de la psique de la
segunda tópica de la que estamos hablando. Revisemos entonces:
1) el ello, es el inicio, el aspecto biológico, heredado, somático, cargado de pulsiones y que
imprime la energía de acción en todas direcciones, ya sea de vida o de muerte como se
explicó.
2) El yo por su parte, es el agente mediador; como consciencia, se encarga de mediar entre la
exigencia somática y la exigencia social. Este Yo entonces, como vimos en la gráfica de la
dinámica entre ello y el yo, está en contacto permanente con lo social, que podemos
entender como el cumulo de objetos simbólicos al que llega el infante cuando nace, es
decir, que nosotros no llegamos a un mundo vacío, llegamos a un mundo que ya está
construido y nuestra tarea es adaptarnos a él para poder funcionar con los otros miembros
del grupo al que pertenecemos cuando nacemos, a esta adaptación la llamaremos proceso
de socialización, puesto que implica un intercambio de representaciones y afectos ante los
cuales el sujeto-infante constituirá el superyó.
Con esta claridad, podemos comenzar por entender que el superyó es una estructura externa, que
gracias al proceso de socialización haremos propia
(para cada uno) y que se encargará de establecer
límites al principio del placer y organizará el
principio de realidad. Estos límites suponen una
negociación-imposición permanente con la norma
social, de lo que se puede y de lo que no se puede
hacer, Freud lo expresa de la siguiente manera
“tengo ganas de cumplir tal acto apropiado para
satisfacerme, pero renuncio a él a causa de la
oposición de mi consciencia. O. En otro caso, he
cedido a algún gran deseo y, para experimentar
cierta alegría, he cometido un acto que mi
consciencia reprueba; una vez cumplido el acto, mi
consciencia provoca, con sus reproches
un arrepentimiento (…) el superyo, que inhibe nuestro actos o que produce el remordimiento, es la
instancia judicial de nuestro psiquismo, por lo tanto está en el centro de la cuestión moral.” Chemama
(2002 pp 427). Estamos frente a una voz en off, que nos recuerda cuando hemos faltado a la norma,
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nos reprocha la falta de fuerza de voluntad para controlar nuestro apetitos, nos castiga
comparándonos con los ideales sociales, nos hace ver cuán fútil es el placer cuando nos entregamos a
él… esta voz no es nuestra… es una voz social, ajena, simbólica, con la que encajamos en el grupo
social, en su dinámica, en sus exigencias del “cómo deben ser las cosas”, y se nos reprocha si nos
alejamos o faltamos a sus principios.
Este superyó inicia con la función paterna, si tenemos en cuenta que el niño no posee inhibiciones
internas (por ejemplo la capacidad de controlar o postergar su hambre o su ida al baño), obedece
entonces a sus impulsos y no aspira más que al placer. La renuncia de las satisfacciones pulsionales
será la consecuencia de la angustia inspirada por esta autoridad externa ante la cual se renuncia a las
satisfacciones para no perder su amor -sistema de pánico check!-. La dinámica entre la función de
cuidado y limitación paterna es la
que establece en primera instancia
el superyó, más cercano al yo, y
que posteriormente, conforme el
niño adquiera independencia de
dicha función paterna de cuidado y
limitación, ejercerá la sociedad por
medio de la educación, la religión,
la política, u otras agrupaciones
ideológicas que le sugieran una
organización simbólica
comportamental para hacer parte
de algo, de lo que no siempre será
consciente, y aun así, está
dispuesto a renunciar a mucho
para acceder a esa pertenencia...
Psicología
Antes de cambiar de tema y pasar al desarrollo psicosexual con el que explicaremos también el desarrollo
libidinal. Sugerimos adentrarse en la noción lacaniana de síntoma y la doble función que tiene a fin de que
se comprenda por qué, el síntoma no se entiende como en la tradición médica (una función degradada o
que no opera bien) sino todo lo contrario, con una lógica clara, una intención medida y una respuesta
doble, la de la intención de la cura y equilibrio de la mente y que al mismo tiempo forma el malestar.
lacaniano y que facilita entender cómo el infante se constituye como un sujeto integrado.
1.1.7.1 El estadio del espejo: la integración de la imagen para poder ser.
Esta comprensión proviene de uno de los pensadores más brillantes del psicoanálisis, Jaques Lacan y
que en aras de la claridad nos serviremos del desglose del psicoanalista Darian Leader y la graficadora
Judy Groves (2008) para organizarlo de esta manera: Lacan, medico, psiquiatra, y psicoanalista
francés planteó una solución a la disgregación inicial del ser humano en comparación evolutiva con
otros animales, pues en comparación, el bebe humano tarda demasiado en desarrollar el control
psicomotor que le da control sobre su cuerpo y con el sobre su interacción con el mundo.
Lacan –explican los autores- señala que al nacer apenas si contamos con un dominio parcial de la
motricidad y biológicamente estamos en desventaja frente a un medio que nos resulta hostil y sobre
el cual pereceríamos solos. Su tesis señala que el infante “captura” una imagen externa con la que se
identifica, que está fuera del él, que puede ser de otro niño, de él o de sus padres; esta captura crea
una completud aparente para el infante generando una imagen para sí mismo, dándole un dominio
del su propio cuerpo. Se había observado en el comportamiento de los niños como pasaban con
facilidad de una actitud tiránica a una seductora y viceversa, y antes de pensar en un conflicto entre
dos individuos -el niño y quien interactúa
con él- pensó que el conflicto era
individual, producto de una identificación
con la otra parte (el Otro), y que, no se
trataba de un momento exclusivo de la
niñez, sino en cambio de un principio del
desarrollo humano, cuando dice que “si
me identifico con una imagen externa a
mí, puedo hacer cosas que antes no
podía” (lacan para principiantes)… ¿está
pensando en las situaciones en que esto
aplica? Hace bien, pues como podrá haber
notado, está más allá de la primera
infancia, su proceso educativo de
formación superior aplica este principio…
bien pensado.
Ahora que tenemos el principio, adentrémonos en el cómo para el dominio de las funciones motoras
del infante y el ingreso a la interacción -en un espacio y con un movimiento propios- hay que pagar un
precio. ¿Pero por qué habría que pagar por la identificación? Bueno, resulta que esta no viene sola, si
se ocupa el lugar de otro niño –por ejemplo- cuando a él lo regañen o golpeen, yo lloraré, si quiere
algo yo también lo querré1, resultaré atrapado en una imagen que me es ajena por estar fuera de mí.
1
Esta explicación resulta adelantada al descubrimiento de los circuitos neuronales conocidos como neuronas espejo.
Psicología
Esta alienación ocurre en un registro psíquico que Lacan llamó imaginario, pues técnicamente
hablando, no se usurpa el lugar del otro, en la identificación ni usted ni yo tomamos posesión del
lugar del otro, tomamos su imagen, un registro de ella que surge en la interacción, de ahí que
podamos diferenciarnos, usted de mí, yo de usted, estudiante de profesor, hijo de padre-madre-
herman@, en este registro podemos decir “yo soy” / “usted es”, pues aquí, podemos señalar una
individualidad y una relación, yo soy porque usted es, yo soy docente porque usted es estudiante, así
como usted es hijo porque ellos son sus padres.
La constitución de esta identificación alienante tiene su origen en la inmadurez del sistema nervioso,
Lacan, respondió la pregunta freudiana sobre la emergencia -aparición- del yo: “si el yo es la sede del
narcisismo y éste no existe desde el comienzo de la vida, ¿qué debe pasar para que emerja?” para
construir el yo debe tener lugar algún nuevo acto psíquico”, -intuyó Freud- pero nunca dijo cuál. Con
Lacan entendimos que debe ocurrir una identificación imaginaria.
But wait! We are not done El yo, en Lacan, resulta una instancia que opera para ocultar la
perturbación de la
“la verdad del yo surge
desunión corporal, si bien puede parecer integro o
precisamente en la locura, donde
completo, en el infante señala una respuesta ante la falta de
el mundo parece disolverse y es
control corporal. Resulta entonces que la tarea del yo
puesta en tela de juicio la
consistía en mantener una apariencia de coherencia; y en la diferencia entre uno mismo y el
construcción del yo hay entonces una imagen externa que otro” pp 28
nos aliena puesto que nos es dada externamente.
Como podemos ver, enfrentar la noción del desarrollo psicosexual psicoanalítico, requiere
comprensiones previas que aclaran el funcionamiento de la lógica explicativa de la teoría. La
constitución del yo y el registro imaginario, son eso para el desarrollo psicosexual, y ahora que los
tenemos más cerca podemos desarrollar la comprensión de los estadios y su respectiva migración.
1.1.7.2 Los cuatro lugares de la migración del desarrollo psicosexual.
Mantengámoslo en mente, son lugares de organización de la sexualidad, no simplemente zonas de
placer –están incluidas- hacen parte del lugar sí, pero no son lo único. El movimiento es sucesivo y
como mencionamos no se supera, es decir que se puede volver a él; no se elimina, cuando la libido se
mueve del estadio oral al anal –por ejemplo-, el placer, la exploración y comprensiones de la oralidad
no desaparecen, van a servir de andamiaje y contraste a nuevas características de la sexualidad.
Entonces, la sexualidad en psicoanálisis, no es el sexo ni la sexuación. El cuerpo resulta relevante por
ser el lugar de la integración del yo, la localización del placer y displacer, la fuente de la identidad y el
comando de la interacción. Pero el cuerpo hay que portarlo, hay que aprender a usarlo, hay que
representarlo, hay que hacerlo mío, porque está disgregado, desordenado y fuera de mi control
Psicología
inicialmente. El desarrollo psicosexual entrega ese aprendizaje, esa representación, ese orden, ese
control y con todo ello, la capacidad para portarlo como mío. Ahora sí, pasemos a los estadios.
2. LA TÉCNICA PSICOANALÍTICA.
Psicología
Aquí la idea es que el paciente se sienta legitimado, es un papel de “contención” en inicio, la escucha atenta, la
atención flotante y la asociación libre implican un papel en el intercambio terapéutico que el analista debe
aprender a gestionar para el trabajo analítico. Winnicott en Bermejo F. (2017) menciona que El terapeuta
suficientemente bueno, suficientemente empático e insuficientemente bueno (reduce la idealización) son
necesarios para enfrentar la incertidumbre, los sentimiento, emociones, vivencias y la relación existente entre
ellas permitirán un buen funcionamiento mental. En este intercambio el terapeuta debe ser capaz de
reconocer sus límites para ejercer el papel de cuidador (contratransferencia), y favorecedor del crecimiento, la
psicoterapia debe proporcionar una experiencia que cree un espacio “transicional” –en términos vinculares-
con el cual hay que conocer lo que ha ocurrido a lo largo de su vida para entender la experiencia narrada, las
omisiones y la variedad de resistencias que se ponen en juego, así como el papel transferencial de la confianza
que se entrega en las sesiones. Revisemos
Emancipación: señala un paso a la autonomía sin dependencia aspectos centrales antes de conectarlos.
de una figura de autoridad. Hay 7 actividades terapéuticas
dentro de las cuales el psicoanálisis ha discurrido desde sus Psicoanálisis vincular: escuela psicoanalítica,
Tran
sfere
diferentes orientaciones
toda ncia: desde las más ortodoxas hasta las más posfreudiana, centrada en los vínculos que
alternativas vyeque se pueden laz señalar así: Categoría expresiva:
y con z que res o desde e establecen las personas aborda los modos de
interpretación,te confrontación, ig l pac estimulación que
clarificación,
carác nido sus nifica las iente relación, los procesos implicados en su
elabora. Categoría
ter a de d
apoyo:
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validación hacsugerencia,
ia el establecimiento, la dinámica de intercambio de
s a b f e ct i d a a s q u anali
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afirmación. r”; (Véase v o
Jiménez,
, y J.P. s
2005)
y n e h a st objetos interactivo y bilateral. Véase Campuzano
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e no de son de dos tipos, intelectuales (reconocimiento)
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éstos sobre la cotidianidad y el sufrimiento de hsus C empacientes. Se y emocionales (movilización de comprensión y
am
extiende a material como símbolos, comportamiento a descarga afectiva que atraviesa la barrera de la
repetitivos, ideas-pensamientos, maneras de hablar, gestos represión) Salas J. 2013., Valdivieso y Ramírez
(manerismos), lapus, contenido afectivo. Chemama (2002). (2002).
Asociación libre: conexión entre dos o más elementos psíquicos que establece una cadena asociativa, provienen de
la experiencia en que el paciente suprime la selección voluntaria de sus pensamientos, significación y carga
emocional que por desplazamiento y condensación establecen las cadenas que aparecen en el discurso de las
vivencias y los síntomas, y que el analista debe atender para comprender el orden con el que se están asociando los
contenidos inconscientes. laplanche y PontalIs (33-37)
Psicología
En conjunto, estos elementos nos permiten hacernos una idea de lo que implica el proceso analítico. Como
decíamos, inicialmente esta contención señala la posición del analista hacia el paciente, sin embargo esta no es
la única que acaecerá durante las intervenciones. La transferencia y la contratransferencia como las
entendimos arriba ubican una relación en dos sentidos con un objetivo común: 1 el paciente habla desde el yo,
2 el yo se relaciona con el supuesto saber del analista a través de la asociación libre, 3 mientras el analista
escucha desde su atención flotante al paciente, hablar al ello a través del yo, teniendo una conversación con su
superyó, el analista; 4 para lo cual usa la figura del analista para depositar en el objetos con los que busca
relacionarse y que es más fácil ponerlos en un elemento externo (analista) que cuando están en él mismo
(paciente); pues una vez que están allá -en el analista- este puede
servirse de: identificarlos, reelaborarlos, reconstruirlos, confrontarlos,
esclarecerlos o interpretarlos según la necesidad del paciente para
poder hacerlos conscientes. 5 En esta dinámica, las resistencias serán
cruciales para el avance del proceso, pues señalan en dónde se encentra
el aspecto que condensa o desplaza aquello problemático, la resistencia
entonces cumple el papel de proteger al yo, al tiempo que señala para
el analista un eje de articulación para la cura.
Despedida.
GLOSARIO
Psicoanálisis: Método de tratamiento de las afectaciones mentales humanas que hace hincapié en los procesos
y dinámicas inconscientes para el desarrollo de intervenciones y teoría explicativa del sufrimiento y
placer de las personas.
Teoría: Conjunto de postulados y directrices de comprensión de carácter descriptivo, analítico y explicativo que
orientan la manera en que se entienden los fenómenos bajo estudio.
Objeto: Representación. Todo es un objeto porque todo es representable para la mente. Por ello se entiende
como objeto aquello a lo que se dirige el sujeto, la pulsión, el deseo, el afecto, la representación
misma, la demanda, la necesidad somática, entre otros, si tiene una dirección tiene un objeto.
Transicional: Objeto externo tomado como propio al que no se reconoce como parte del mundo externo
aunque no forme parte de su propio cuerpo. (Véase Chemama 2002, pp 437-438)
Sexo: Características biológicas primarios y secundarios de distinción de los miembros de la especie. Acto
fisiológico de copulación. Necesidad fisiológica fundamental.
Sexuación: Relación del sujeto con su propio sexo, la castración y la diferencia de los sexos.
Sexualidad: Disposición masculina y femenina que todo ser humano tiene (ambas). Se desarrolla
progresivamente para elegir el objeto de deseo y la posición desde la cual se relacionará con el. Acto
simbólico de identificación. Excitaciones y actividades que no se reducen a la satisfacción de una
necesidad fisiológica fundamental ni a lo genital.
Self: Sí mismo. En el desarrollo del infante el yo se encamina hacia un estado en que las exigencias somáticas se
experimentan como parte del sí mismo y no como parte del entorno. Conjunto de sentimientos y
pulsiones completas (ello, yo, superyó). (Véase Chemama 2002, pp 396. 412)
Falso Self: Distorsión del yo (medio de no ser uno mismo). Existencia ilusoria creada con la intención de
proteger al verdadero self (Véase Martínez 2014)
Psicología
Primero lo primero, ¿En qué idioma se lee psicoanálisis?, en alemán o francés. La mayor cantidad de textos
propios están en esos dos idiomas. ¿Y las traducciones? Hay que llevar cuidado con ellas, el alemán y el francés
por su estructura son muy ricos en palabras que dicen muchas cosas que para nuestra lengua el español,
pueden entenderse de otra manera. Para eso son los diccionarios de psicoanálisis tan usados en esta cartilla.
Para evitar las malas interpretaciones provenientes de lectores académicos que traducen sin el contexto del
que surge la idea, los diccionarios de Chemama y, Laplance y Ponltalis, son una herramienta que no puede
hacerse de lado cuando se lee psicoanálisis.
El psicoanálisis tienes dos formas de abordarse, una, la clásica, de manera histórica, en el orden de aparición de
la praxis, los conceptos, sus desarrollos y discusiones, y otra, alterna, esquemática y conceptual de la
contemporaneidad que es la que hemos presentado aquí. En el proceso explicativo se han trabajado nociones
freudianas, jungianas, lacanianas, winnicottianas, kleinianas, inclusive desde perspectivas aún en construcción
como las neuropsicoanalíticas expuestas, y bajo una integración compleja cercana a la mirada de Cornelius
Castoriadis. Como hemos resaltado antes, el edificio conceptual psicoanalítico por su espíritu y estilo de
pensamiento discursivo, puede entenderse desde cada autor que se trabaje con una luz nueva, la recopilación
presentada obedece al ánimo de interesar al estudiante en este universo intelectivo, más que en responder
todas las dudas o despejar todos los conceptos, y en cambio, estimular, en congruencia con la mirada analítica,
a la construcción autónoma y critica de la mirada presentada.
Podemos sugerir algunos recursos bibliográficos que a consideración del autor, pueden darle profundidad a la
estructura presentada y que, con la disciplina requerida puede dejar una fundamentación más avanzada sobre
el psicoanálisis:
Para entender a Freud: un autor tan polifacético, de buen discurso e interdisciplinar, se sugiere no comenzar
con sus textos propios, y en cambio, sí, iniciar con textos explicativos de su obra, que la contextualizan y
dimensionan de manera crítica. La colección “para principiantes” de la editorial Era naciente, tiene la ventaja
de ser escrita por psicoanalistas y con la claridad y organización suficiente para sintetizar en dos libros una
comprensión básica, Fred para principiantes y psicoanálisis para principiantes son una buen inicio.
Para entender a Lacan: hay que haber leído a Freud, su obra se basa en la reinterpretación de la teoría
freudiana, y la adición de la lingüística y la matemática a las formulaciones psicoanalíticas, en cuyo caso
sugerimos, la lectura de Levistraus para principiantes, lingüística para principiantes y semiótica para
principiantes. Con estas bases, debe tenerse claro que los textos lacanianos escritos por él (hay una escuaela
completa del psicoanálisis que desarrolla su saber desde sus postulados) son transcripciones de sus seminarios
en la universidad, por lo cual, son cortos, densos y requieren el contexto de la serie de seminarios (llevan un
orden) que deben seguirse de manera encadenada.
Kein y Winnicott, son autores extraordinarios para la comprensión de la mente de los niños, sus desarrollos
conceptuales y psicoterapéuticos para la infancia y adolescencia son invaluables, así como los textos de Wilfred
Bion. Los dos primeros desarrollaron el psicoanálisis vincular (corriente posfreudiana) y son una fuente de
recursos terapéuticos para el trabajo con niños a través del juego como herramienta terapéutica, y que tiene
un desarrollo latinoamericano exquisito de la mano de Enrique Pichón-Riviere, quien desarrolla una
perspectiva comunitaria que podemos llamar clínica-social, desde una praxis de la realiad latina.
Psicología
El neuropsicoanálisis, por otro lado es una perspectiva que apenas está en gestación. Con la intención
freudiana de encontrar un correlato neuronal a lo inconsciente, pero limitado por la tecnología de su época,
autores interdisciplinares como Damasio, Kandel, Panksep, Solms, Turnbull entre otros han hecho investigación
científica experimental que ha dilucidado, reordenado, corregido y complementado saberes psicoanalíticos,
que, con el interés de saberes modernos como las ciencias cognitivas o la cibernética han encontrado en la
psicoanálisis un reto explicativo a fenómenos sobre los cuales no hay consenso explicativo. El libro de Solms y
Turnbull usado aquí es un buen inicio.
Ahora, debe dejarse claro que corrientes psicoanalíticas hay muchas, las perspectivas culturales como las de
Fromm o Castoriadis han sido fuente trascendental para ciencias como la sociología, la economía o la filosofía.
Fromm fue parte de la conocida escuela de Frankfurt y sus desarrollos se estudian aún hoy cuando del análisis
de la sociedad contemporánea se refiere. Castoriadis por su parte es uno de los autores más potentes de la
modernidad y fue parte de la creación de la teoría de la complejidad que domina la reflexión epistemológica en
ciencias humanas y sociales en la actualidad incluso en la psicología, pero del cual poco se habla, pues se
requiere un conocimiento avanzado en psicoanálisis para entender a cabalidad la teoría de los imaginarios
sociales.
Dejamos estos referentes al final, como una tentativa para los curiosos, para que recuerden que, como
enseña el psicoanálisis, aquello que no conocemos determina también las decisiones que tomamos.
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