Untitled
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GENERATION
Ames
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Harvey
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Rooney
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Gray
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Ender
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Banks
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Want a free book?
Acerca del Autor
Series by Shaw Hart
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Copyright © 2021, Shaw Hart
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Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida de ninguna forma,
ya sea de forma electrónica o mecánica, incluyendo sistemas de almacenamiento o recuperación, sin
el consentimiento escrito del titular, a excepción del uso breves citas en una reseña su apoyo y
respeto es apreciado. Los personajes y eventos reflejados en este libro son ficticios. Cualquier
similitud con personas reales, vivas o muertas, es coincidencia y no es intencional por parte del autor.
Creado con Vellum
WANT A FREE BOOK?
En su defensa, ¿cómo iba a saber que la chica con la que se acostó cuando
recién llegó a la ciudad sería la hija de su nuevo jefe? Es decir, Zeke parece
alguien genial, pero nadie es así de genial.
Sus hermanos le dicen que debe agradecer por este pequeño milagro y
olvidar que alguna vez la conoció.
Eso debería ser fácil. Trabajan en diferentes sucursales de Eye Candy Ink.
Sólo hará todo lo posible para evitarla y la sacará de su mente.
Ames
-YO CONDUCIRÉ, - dice Harvey y sigo a los chicos, dejando que Banks
cierre las puertas de la tienda.
Caminamos por el estacionamiento y entro a mi auto. Banks se dirige al
de él y veo a Rooney y Harvey luchar por las llaves del auto por un
momento antes de que Harvey se lance a la puerta del conductor y deje a
Rooney afuera. Me rio cuando los veo discutir hasta que Rooney se desliza
por el capo del auto, apenas llegando a la mitad. Puedo ver a Banks
carcajearse desde aquí y Harvey sólo sacude la cabeza, sonriendo al loco
que llama su mejor amigo.
Finalmente salimos y los sigo un par de cuadras hasta el club, Se7en es
un club nocturno no muy lejos de mi apartamento. Me estaciono cerca de
Banks y salgo del auto.
-¿Podremos entrar a este lugar?- pregunto, estudiando el edificio de lujo
antes de inspeccionar mi vestimenta casual.
Todos visten pantalones de mezclilla negros y camisetas, dudo que
podamos mezclarnos con los demás en el club.
-Sí,- ríe Banks. – Nuestro tío Max es el dueño y su hija Cat lo maneja.
Cruzamos la calle y los sigo hasta la entrada. Banks decía la verdad y
entramos sin ningún problema.
Dentro del club está oscuro, el bajo hace que tiemblen las paredes y
tengo que parpadear para que mis ojos se ajusten. Nos dirigimos hacia un
bar que corre a lo largo de un lado del salón.
-¿Qué quieres, Ames? Yo pago la primera ronda,- dice Harvey, asi que
ordeno una cerveza y volteo a ver el lugar.
El lugar está lleno y es difícil reconocer a alguien. Hay unas mesas y
butacas en la pared opuesta, luego una escalera que lleva al segundo piso.
Asumo que debe ser el área VIP.
Rooney me pasa una cerveza y me empuja para que los siga mientras
nos hacemos paso a través de la multitud danzante y hacia una de las
butacas en la otra pared.
-¿Qué te está pareciendo Pittsburgh y Eye Candy Ink?- me pregunta
Banks, tomo un sorbo de cerveza antes de responder.
-Está bien. Me gusta la ciudad y mi primer día estuvo bien. ¿El estudio
siempre está así de ocupada?
- Oh sí, nos llenamos con meses de antelación, así que esperamos estar
llenos de clientes todos los días,- dice Rooney mientras toma un largo sorbo
de su cerveza.
-¿Qué hay de los otros dos artistas? ¿Gray y Ender? – pregunto,
preguntándome si esos nombres son verdaderos.
- Son buenas personas. Gray está ocupado con su compañera de cuarto.
Ella es su mejor amiga o algo de su ciudad natal y ahora viven juntos, - dice
Harvey.
-Sí, y está totalmente enamorado de ella y pretendiendo que no,- agrega
Rooney.
-¿Qué hay de Ender? ¿Es ese su verdadero nombre?
-Él es genial, es unos años mayor que nosotros y tiende a estar solo,
pero es confiable,- dice Banks.
-Creo que Ender es un apodo. El hombre fue militar o marino, o algo.
Creo que fue una verdadera bestia pero lo dejo y empezó a tatuar.
Asiento hacia Rooney cuando una mesera se acerca para ver si
queremos algo más. Es linda de forma exagerada pero no funciona para mí.
Ella trata de coquetear con todos nosotros pero la ignoramos y sólo
ordenamos otra ronda de cervezas.
-¿Qué hay de ti? – pregunta Rooney cuando la mesera se va.
-¿Qué hay de mí?
-¿Alguna chica en tu vida?
-Uh, no. Apenas me mudé aquí hace dos meses. No me muevo tan
rápido,-bromeo.
Estuvimos ahí otra hora pero luego estábamos exhaustos. Banks fue el
primero en irse y luego Harvey y Rooney. Les dije que los vería mañana
mientras pagaba la última ronda de cervezas, y se despidieron antes de
desaparecer en la multitud.
Estoy volteando hacia la puerta cuando mis ojos se encuentran con un
ángel.
Está en medio de la pista de baile, pero sus ojos azules brillan mientras
las luces azules pasan sobre ella y me congelo, encantado. Su cabello rubio
está ligeramente despeinado sobre su rostro sonrojado mientras baila con la
música. Su cuerpo se mueve rítmicamente. Es como una sirena, llevándome
a mi ruina.
Me muevo hacia ella sin darme cuenta que mi cerebro le ha ordenado a
mis piernas moverse, y mientras me acerco ella me sonríe lentamente y mi
corazón resuena en mis oídos por encima de la música.
Me detengo frente a ella, mi corazón acelerado mientras mi cerebro
busca algo que decir.
DOS
Maxine
TAL VEZ SON las dos margaritas que bebí cuando llegué al club, pero
estoy segura de que este es el chico más guapo que he visto en mi vida.
Normalmente no soy del tipo de ir a clubs nocturnos, pero cuando mi
mejor amiga, Cat, me invitó a celebrar mi graduación de la universidad y mi
nuevo empleo manejando Eye Candy Ink en unos días, no pude decir que
no. No quería decir no.
Tenía que desestresarme y liberar tensión después de la última semana
de exámenes. He estado esforzándome por los últimos cuatro años,
asegurándome de mantener mis notas y graduarme como primera de mi
clase. Sabía que tenía un trabajo asegurado en el estudio de tatuajes de mis
padres, pero quería hacerlo bien y enorgullecerlos.
Mis padres siempre me han dicho que quieren que los demás chicos y
yo nos encarguemos de los estudios de Eye Candy Ink cuando ellos se
retiren eventualmente. Mi hermana, Nichole, puede dibujar pero nunca ha
estado interesada en aprender a tatuar. Ella prefirió estudiar arte y está
viviendo en Francia con su novia, trabajando en una pequeña galería de
arte.
Yo no puedo dibujar ni una figura de palitos así que sabía que nunca
sería una artista. Los números siempre han sido lo mío, por lo que fui a la
universidad a estudiar administración de empresas. Sabía que nunca
trabajaría en Eye Candy Ink con tatuajes o incluso perforaciones, así que mi
contribución sería manejar el lugar.
Mis ojos escanean al misterioso y guapo extraño y mi cuerpo entero
empieza a cosquillear. He estado enfocada en mis estudios por tanto tiempo
pero ahora que me he graduado, quizá es hora de comenzar a pensar en
tener citas o al menos perder mi virginidad.
Mi hombre misterioso se acerca y le sonrío. Me está dando espacio,
dejándome hacer lo mío y eso me gusta. Ha habido otros chicos en el club
que han tratado de coquetear conmigo pero los he ignorado. Ninguno de
ellos me interesó y no me gustó como sólo invadían mi espacio, su sudor y
aliento apestoso a cerveza en mi rostro.
Este chico no es así.
Me acerco a él, mis manos yendo a su cuello y comenzamos a movernos
juntos al ritmo de la música.
-Me llamo Ames. ¿Cómo te llamas, ángel? – ronronea en mi oído y un
escalofrío recorre mi cuerpo.
-Maxine,- le susurro al oído, dejando que mis labios rocen su oreja.
Todo su cuerpo se tensa y veo su rostro, sorprendida por el deseo que
puedo ver en sus ojos. El poder surge en mí y me vuelvo más atrevida. Mis
manos se hunden en su cabello y me acerco más a él, nuestros cuerpos
ahora frotándose.
Nos frotamos juntos, ambos perdiéndonos en la música y en el otro. El
sudor nos cubre a los dos mientras más personas se unen en la pista de
baile, pero ninguno se aleja.
Nunca he hecho nada loco en mi vida. Mi hermana es el espíritu libre, la
más salvaje de las dos. Yo soy la que se quedaba en casa los viernes por la
noche para hacer tarea extra. Fui voluntaria en el comedor social y en el
refugio de animales durante toda la secundaria y la universidad. Incluso me
quedé en casa durante la universidad para ahorrar en el dormitorio y recién
me mude a mi propio apartamento.
Siempre pienso las cosas, veo los pros y los contras de cada decisión.
Nunca hago algo sin saber lo que pasará.
Entonces, ¿Por qué estoy pensando en irme a casa con Ames esta
noche?
Quizá es porque recién me gradué de la universidad y estoy por
empezar a trabajar y ser una verdadera adulta. Quizá es porque Ames es el
único chico con el que he tenido este tipo de reacción.
Un escalofrío brota por todo mi cuerpo cuando veo a Ames a los ojos,
nuestra piel rozándose. La multitud y el resto del club empiezan a
desaparecer mientras me pierdo en sus oscuros ojos azules.
Antes de saberlo, ambos nos acercamos y nuestros labios se juntan en
una suave caricia. Nuestros cuerpos aún se mueven juntos al ritmo de la
música y el beso se profundiza cuando comienza la siguiente canción. Mis
manos están hundidas en su cabello y las de él sostienen mi cintura con
firmeza, presionándome hacia él.
Nos separamos para respirar y no puedo romper la conexión de nuestras
miradas.
Las canciones pasan una tras otra y no es sino hasta que las luces del
club comienzan encenderse que me doy cuenta que son casi las 2 de la
mañana y Se7en está cerrando. Ames parpadea, como si estuviera saliendo
de un sueño.
-¿Qué harás ahora?- pregunto, sin querer que la noche termine.
-Lo que tú quieras,- responde Ames de inmediato y río.
-Ven conmigo.
Tomé su mano y salimos con el resto de las personas del club hacia la
acera.
-¿Dónde está tu auto?
Él señala al otro lado de la calle y dejo que me guie, sonriéndole cuando
abre la puerta por mí. Cuando da la vuelta para ir al lado del conductor, saco
mi teléfono y envío un mensaje a Cat. Ella me trajo esta noche y quiero que
sepa que voy a casa con un chico llamado Ames.
MAXINE: Como sea, me iré a casa con él así que no necesito que me lleves.
Cat: ¡SIIIII! ¡Vamos chica!
Maxine: Por dios, me avergüenzas.
Cat: Me amas. Ahora ve a recibir algo de amor de ese tal Ames.
¡Quiero detalles mañana!
Ames
Maxine
Ames
Maxine
Ames
-SÉ HONESTO. Elegiste este lugar para nuestra cita para poder alardear, -
dijo Maxine con una sonrisa cuando la lleve a la clase de pintura y bebida.
-Quizá, - dije, moviendo las botellas de vino y copas a mi otra mano
para poder inscribirnos en la recepción. – También sonó divertido y no
como la típica cena y película.
-Nunca he ido a una de esas. ¿Son aburridas? – pregunta tímidamente y
la veo con sorpresa.
Sabía que no tenía mucha experiencia con el sexo pero pensé que al
menos había ido al cine con un hombre.
-Bueno, haremos eso en la próxima cita, - prometí.
Me sonríe tímida, así como me gusta. Maxine es una maravillosa
combinación de dulce, tímida, y sensual. Es más reservada alrededor de
otros, pero conmigo, especialmente cuando tengo mis manos o boca sobre
ella, es una pantera. Tentadora. La chica de mis sueños.
Nos dirigimos a la gran habitación de manualidades en la parte trasera
de la tienda de arte y tomamos asiento al lado de una mesa grande, tomando
una silla para Maxine. Hay otra mesa enfrente con materiales y Maxine se
dirige a ella para tomar un lienzo y algunas brochas.
Hay otras personas para la clase, otra pareja enfrente y unos cuantos
grupos de mujeres que ya parecen estar algo tomadas. Se ríen a carcajadas
mientras toman asiento en la mesa al lado de nosotros y sonrío. Puedo ver
que serán muy divertidas.
-¿Qué tipo de vino te gusta? Traje pinot gris, rosé, y un cabernet
sauvignon.
-Tomaré un poco del rosé, por favor, - dice Maxine viendo alrededor de
la habitación. – La pintura se ve algo avanzada, - susurra Maxine, sonando
nerviosa y le sirvo un poco más de vino, esperando que la ayude a relajarse.
-Lo harás bien. Esto es para que uno se divierta. Nadie estará
calificándonos.
Respira profundo, asintiendo y tomando la copa de vino para tomar un
gran trago.
-¿Qué tipo de vino es ese? – pregunta una señora sentada en la mesa de
al lado y tengo que revisar la etiqueta.
-Se llama Summer Water Societé, - le digo y ella dice “oh”.
-Me gustan los vinos rosados, - dice con un guiño, Maxine y yo reímos.
-¿Quiere probar un poco? – pregunto y antes de darme cuenta, ella y su
amiga han abarrotado nuestra mesa y están hablando de vino.
Escucho a una de ellas preguntarle a Maxine si estamos juntos y ella
responde que sí, no puedo evitar la sonrisa que casi parte mi rostro.
-Suertuda. Realmente está bueno. ¿Ustedes los jóvenes aún dicen eso? –
pregunta Louise.
-No, ahora dicen ‘está que arde’, - dice su amiga Thelma viendo mi
trasero.
Y no, no estoy inventando esos nombres.
Me acerco un poco a Maxine y ella se ríe. Sólo me alegra que parece
que se está divirtiendo y por fin dejó de preocuparte sobre hacer bien el
cuadro.
Maxine parece haber estado estresada los últimos días con trabajo y
quería hacer algo divertido y tonto con ella para ayudarla a relajarse.
La clase empieza poco después y tomo asiento al lado de Maxine,
sonriendo de forma alentadora mientras nos comienzan a dar instrucciones
en cómo hacer nuestros árboles. Pasamos unas horas bebiendo vino,
esforzándonos por seguir las instrucciones del profesor lo mejor posible, y
riéndonos con Thelma y Louise.
Para cuando es hora de irnos, ambos estamos algo tomados y tenemos
planes de ver a nuestras nuevas amigas en la siguiente noche de pintura. Les
prometo traer más del vino que les gustó.
Nuestras pinturas aún están algo mojadas así que las dejo en la cajuela y
me apresuro a abrir la puerta para Maxine.
-¿Deberíamos caminar un poco? – pregunta y cierro la puerta, tomando
su mano para empezar a caminar por la acera.
El frio aire de la noche ayuda a aclarar mi cabeza y pasamos por un
stand que vende pizza.
-Muero de hambre, - dice Maxine.
-Yo también, - digo y nos compro una rebanada a cada uno antes de
seguir caminando.
-Eso fue muy divertido, - dice Maxine cuando eventualmente
regresamos a mi auto y nos dirigimos a casa.
Ella no vive muy lejos de mí y me encanta que esté cerca. Desearía que
la noche no tuviera que terminar pero ya casi es medianoche y sé que
ambos debemos trabajar mañana.
-Te acompañaré arriba.
Ella sonríe cuando la ayudo a salir del auto y la acompaño al tercer piso.
Tiene un apartamento pequeño. Vi un poco de el cuando vine a recogerla y
me pregunto si me invitará a pasar. Las cosas salieron bien ésta noche pero
no estoy muy seguro de qué tan rápido Maxine quiere que vayamos. Sé que
no tuvimos un inicio muy convencional.
-Me divertí esta noche.
-Yo también, - le digo y ella duda afuera de su puerta. - ¿Se puede
repetir? Podemos ir a ver una película y cenar.
-Eso me encantaría. Es sólo que me gustaría mantener las cosas entre
nosotros por ahora. Si Rooney se entera, pues… - se detiene pero no
necesito que termine.
Si Rooney se entera, entonces todos los demás lo harán. Ese tipo no
puede guardar un secreto aunque le cueste la vida.
-Lo entiendo.
Ella asiente, viéndose aliviada y sonrío, inclinándome y rozando mis
labios contra los de ella. Parece querer tomar las cosas con calma entre
nosotros y estoy bien con eso. Sólo quiero pasar tiempo con ella.
Su manos envuelven mi cuello y me atrae hacia ella hasta que nuestros
labios se encuentran de nuevo.
Este beso es diferente al que tuvimos en su oficina la otra noche. La
pasión aún está ahí, pero la urgencia se ha ido. Nuestro labios se mueven
lentamente, como si estuvieran hechos para eso. Mis manos abrazan su
cintura, acercándola a mi mientras su dedos se hunden en mi cabello.
Nuestras lenguas se mueven contra la otra letárgicamente mientras nos
recostamos en el marco de la puerta y no pasa mucho antes de que estemos
consumidos en el otro, perdidos en nuestro abrazo.
El portazo de una puerta en el piso de abajo hace que nos separemos
lentamente y sonrío cuando veo sus ojos llenos de amor y labios hinchados.
Estoy seguro de que me veo igual.
-Buenas noches Maxine. Te veo mañana, - le prometo y me acerco para
rozar nuestros labios una vez más.
-Buenas noches Ames.
Espero hasta que haya cerrado la puerta de su apartamento antes de
bajar las escaleras hacia mi auto. Conduzco hasta mi complejo y subo a mi
apartamento.
Esta noche, sonrio cuando hundo mi rostro en la almohada y respiro el
dulce olor de Maxine. Sueño con ella y me despierto emocionado de ir al
trabajo a ver a mi chica.
OCHO
Maxine
Ames
Maxine
Ames
Maxine
Ames
NO HE VISTO a Maxine fuera del trabajo en los últimos días. Dijo que
estaba ocupada y yo estaba tratando de darle espacio para que tomara su
decisión. Quería volver a su oficina justo después de que me fui y decirle
que me quedaría como un secreto por el tiempo que ella quisiera. No quería
perderla pero también sé que no puedo seguir escondiéndome con ella.
A veces pienso que quizá ella tiene razón y deberíamos mantener
nuestra relación en secreto. No quiero perder mi trabajo aquí o los amigos
que he hecho pero sé que ella lo vale. Estar con ella vale la pena. Puedo
encontrar un trabajo diferente en la ciudad si fuera necesario.
Me he mantenido ocupado, tratando de distraerme. Preparándome para
la visita de Alexander y adelantándome con los diseños de mis próximos
clientes ha ayudado pero aún no es suficiente para distraerme de lo mucho
que extraño a Maxine.
En casa, puedo olerla en las sábanas. Su cepillo de dientes todavía está
en mi baño, alguna de su ropa aún está doblada en mis cajones. A donde sea
que veo aun puedo verla. La única vez que estoy en paz es cuando estoy
trabajando en Eye Candy Ink.
Puedo perderme en un tatuaje pero creo que gran parte de eso es saber
que ella está al final del pasillo. Comienzo a vivir de esos breves encuentros
con ella, incluso cuando las cosas no están bien entre nosotros.
Puedo escuchar el rechinar de sus zapatos en el pasillo y levanto la
cabeza, esperando poder verla cuando pase. Rooney aparece en mi puerta
justo cuando ella pasa y suspiro, tratando de no mostrar mi frustración
cuando veo a Rooney.
-Ey, ¿qué sucede? – le pregunto cuando entra saltando a mi estaciónn y
hacia mi mesa de tatuaje.
-Tienes un invitado. En traje. ¿Quieres que le diga que se vaya?
No puedo evitar sonreír ante eso. Me pregunto qué diría Alexander si
Rooney le dijera que se fuera. Desafortunadamente, nunca lo sabré porque
Alexander aparece en mi puerta un segundo después.
-Hola – saludo, poniéndome de pie y haciendo un espectáculo de
limpiar mis manos antes de ir a abrazarlo.
Aún así inspecciona su traje después de que me alejo y volteo los ojos.
Seguro tiene otra reunión después de esto si sigue vestido así y preocupado
por su apariencia.
-Rooney, este es mi hermano mayor, Alexander. Alexander, este es
Rooney. Él también trabaja aquí.
-¿Te interesa hacerte un tatuaje? – pregunta Rooney con una sonrisa y
moviendo de cejas y veo que Alexander frunce el ceño.
-No, gracias.
-Le he estado ofreciendo uno por años y siempre me rechaza también, -
le digo a Rooney.
-Quizá sólo quiere uno del mejor, - sugiere Rooney y volteo los ojos.
-Tú no eres el mejor, quizá tu papa… - digo. Sé que eso lo molestará.
-Sí, claro, - comienza Rooney pero antes de que continúe, la puerta de
enfrente se abre de golpe y escucho a alguien gritar mi nombre.
-¿Qué rayos hiciste? – preguntan Rooney y Alexander al mismo tiempo
y los fulmino con la mirada antes de voltear hacia la puerta.
-Pues, asumo que Zeke descubrió que he estado saliendo con Maxine, -
digo lentamente.
Rooney se ríe, mirándome como si estuviera bromeando pero cuando ve
mi cara se detiene.
-Oh, vamos. Estás jodido.
Mi hermano se reclina sobre mi escritorio, sonriendo y lo fulmino con la
mirada. Parece que no podré contar con él para ayudarme.
-Gracias, puedo ver que serás de gran ayuda ahí afuera. Sí que puedo
contar con la familia.
-Eden está embarazada, y si es una chica entonces puedo entender a este
Zeke, - dice Alexander con calma y quedo boquiabierto.
-Felicidades, Alex, - digo sinceramente, acercándome para abrazarlo y
me da una palmada en la espalda.
-Gracias.
Y ahí es cuando Zeke irrumpe en mi estación.
Harvey y Banks están viendo desde el pasillo, sus ojos abiertos cuando
ven a Zeke enfurecido.
Alexander da un paso atrás, inclinándose sobre el escritorio una vez más
y cruzando sus brazos sobre su pecho, listo para el espectáculo.
Rooney, por su lado, trata de salir pero Zeke está bloqueando la salida
así que se pega a la pared detrás de mí. Eso resulta ser una mala decisión
porque cuando Zeke da un paso hacia mí, doy un paso atrás, y ahora
Rooney y yo estamos atrapados en la esquina.
-¿Cómo es que siempre termino en estas situaciones? – murmura
Rooney y trato de no reír por lo molesto y confundido que suena.
Eso sólo parece hacer enojar más a Zeke y me apresuro a calmar mi
expresión.
-Hola, tío Zeke, - dice Rooney, tratando de romper la tensión y Zeke
sólo lo señala con el dedo.
-¿Lo sabías? – pregunta enojado.
-Sólo por los últimos veinte segundos, lo juro, - dice Rooney,
levantando las manos en un gesto de no dispares.
Zeke voltea su atención hacia mi y levanto mis manos también, mi
corazón latiendo en mis oídos. Él toma un paso hacia mí y trago saliva, pero
soy salvado por un ángel.
Mi ángel.
Maxine aparece en la puerta y entra a la oficina. Sus ojos se encuentran
con los míos y le doy una sonrisa tensa.
-Creo que tu papá sabe sobre nosotros.
CATORCE
Maxine
-SÍ, puedo verlo, - digo, solo ligeramente en pánico mientras trato de alejar
a mi papá de Ames y Rooney.
-¡Así es! – dice mi papá viendo a Ames.
-¿Cómo te enteraste?
-Tu tío Max los vio una noche. Me acaba de decir. Creyó que ya lo
sabía.
-Eso explica su mensaje de hace unos minutos, - murmuro, recordando
el mensaje que decía que lo sentía en mayúsculas.
-Entonces, ¿es cierto? ¿Has estado saliendo con él? – pregunta mi papá,
mirándome como si estuviera loca y volteo los ojos.
-Sí, y antes de que preguntes por qué no te lo dije, pues… - me detengo,
moviendo las manos en su dirección. - ¡No quería tener que lidiar con esto!
-Tengo todo el derecho de estar molesto. Me ocultaste esto. Sabes las
reglas de aquí.
-¿Entonces me despedirás? – pregunto, cruzando los brazos sobre mi
pecho y fulminándolo con la mirada.
-¿Interrumpo algo? – dice una suave voz detrás de mí y me toma un
momento reconocerla.
Doy la vuelta y me sorprendo al ver a Nichole y Michelle en el pasillo,
maletas en mano.
-¡Oh por Dios! – grito, olvidándome de mi papá y Ames por un
momento mientras corro a lanzar mis brazos alrededor de su cuello. - ¿Qué
están haciendo las dos aquí?
-Queríamos sorprenderlos.
-Misión cumplida, - digo abrazando a Michelle.
Ella ríe y veo a mi papá abrazando a Nichole, sin quitarle la mirada a
Ames.
-Así que al fin sabes de estos dos, ¿no? – pregunta Nichole y la miro
molesta.
-¿Al fin? – grita mi papá y Rooney se esconde detrás de Ames.
-Sí, han estado saliendo por un rato, - dice Nichole y quiero
estrangularla.
-¿Por un rato? – pregunta mi papá agitado.
-¡Papá! Detente, tengo derecho a tener una vida y Ames es una buena
persona y estoy enamorada de él. No puedes venir aquí y asustarlo. Quiero
estar con él.
La habitación entera está en silencio, todos me miran con ojos abiertos.
-Yo también te amo, - dice Ames, sus ojos fijos en mí y me doy cuenta
de lo que acabo de decir por primera vez enfrente de todos.
-¿Sí? – pregunto silenciosamente, volteando a verlo y él me sonríe.
-Sí, claro que lo hago. ¿Cómo podría no hacerlo?
Ames se acerca a mí y acurruca mi cabeza en su mano. Sus labios se
acercan a los míos cuando escuchamos un carraspeo detrás de mí y me doy
cuenta que aún debo lidiar con mi papá.
-Ames y yo estamos juntos y enamorados. Sé que está en contra de las
reglas del estudio y que puede que no estés feliz sobre esto, pero yo sí. Oh,
y si tratas de despedirlo, yo renunciaré.
Alzo el mentón, tomando la mano de Ames y viendo a mi papá. Él
estudia mi rostro y juro que es como si todos en el estudio estuvieran
conteniendo la respiración, esperando a ver lo que sucederá.
-¿Realmente lo amas? ¿Él? – pregunta mi papa y sonrío, sacudiendo la
cabeza.
-Sí, a él. Realmente lo amo.
-Está bien, pero tú y yo tenemos que aclarar unas cosas, - dice,
apuntando a Ames y señalando que lo siga hacia mi oficina.
Quiero objetar, pero antes de poder hacerlo, Ames aprieta mi mano y
me besa rápidamente. Él sigue a mi papá y lo veo irse, preguntándome lo
que mi papá le podría decir y por qué no puede hacerlo frente a mí.
-Así que ese era Ames, huh, - pregunta Nichole después de un momento
y no puedo evitar reír a carcajadas.
Nichole sí que sabe romper la tensión.
-Sí, ¿no estás feliz de haber venido a casa ahora?
-Muy feliz, - dice, abrazándome.
-Es bueno tenerte aquí, - susurro mientras miro al final del pasillo a la
puerta cerrada.
-Te extrañe, Maxine.
-Te extrañe más, Nichole, - digo mientras todos pretenden trabajar y no
ver hacia la puerta.
Estoy a dos segundos de entrar ahí cuando la puerta se abre y contengo
la respiración, esperando a ver la cara de Ames.
QUINCE
Ames
SIGO a Zeke hacia la oficina trasera y cierro la puerta detrás de mí. Parece
haberse calmado desde que entro al estudio pero aún asi me mantengo cerca
de la puerta, por cualquier cosa.
-Maxine es mi bebé, y nunca ha estado interesada en chicos. Supongo
que, como su padre, siempre esperé que nunca lo estuviera, pero eso no es
justo. Ha estado más feliz estas últimas semanas y supongo que tiene que
ver contigo.
Se detiene y no sé qué decir, así que sólo asiento con la cabeza.
-Siempre y cuando continúes haciéndola feliz, no tendremos un
problema. Pareces una buena persona, todos en el estudio te quieren, y
supongo que eso es suficiente para mí. Pero te estaré vigilando.
-Lo entiendo, señor. Amo a su hija. Nunca hare nada para lastimarla.
Él estudia mi rostro por un momento y espero que pueda ver lo sincero
que soy. Nunca haría nada para lastimar o arriesgar mi relación con ella.
Asiente una vez más y me ofrece su mano. La veo por un momento
antes de darle la mía y sacudirla.
-Ahora de vuelta al trabajo, - ordena y asiento, apresurándome a mi
estación y mi chica.
-¿Todo bien? – pregunta cuando llego a su lado y le sonrío.
-Sí, todo bien.
Rooney se ha ido al igual que Banks y Harvey.
-Ames, ésta es mi hermana, Nichole, y su novia Michelle. Chicas, él es
Ames.
Sonrío, tomando la mano de la chica que parece una versión mayor de
Maxine. Ella me sonríe, y me agrada al instante. Su novia es lo opuesto a
las chicas Miller, su cabello un negro media noche con grandes ojos café.
Ella estrecha mi mano con una sonrisa y voltea a ver a Nichole.
-¿Deberíamos ir a tu casa? – pregunta Michelle y Nichole asiente,
tomando su mano.
Es obvio que se aman y volteo a ver a Maxine para encontrarla
sonriendo en mi dirección.
-Oh, sí, y este es mi hermano Alexander, - digo cuando lo encuentro en
mi escritorio.
Él voltea los ojos hacia mí y sonrío.
-Alexander, ella es Maxine.
-Un placer conocerte, - dice Alexander, sonando formal y volteo los
ojos hacia él.
-El placer es mío, - dice Maxine con una sonrisa.
-Los alcanzaré luego, - dice Alexander después de ver su reloj y me
pregunto qué reunión tiene ahora ya que son casi las siete de la noche.
Debo recordar enviarle un mensaje a Eden después para felicitarla y ver
cómo se siente.
-Así que, ahora que es oficial, ¿qué deberíamos hacer primero? –
pregunta Maxine y le sonrío.
-Pues, por fin puedo llevarte a una cita a cenar y al cine.
-Oh, suena emocionante – bromea y me río.
-Y también te podrías mudar conmigo.
Ella abre los ojos sorprendida, me inclino para darle un beso en los
labios.
-Te amo, Maxine. Quiero pasar el resto de mi tiempo libre contigo.
¿Qué dices? ¿Te mudarías conmigo?
-Sí, - dice ella, casi tímida y sonrío.
-Te amo.
-Yo también te amo, - susurra contra mis labios y no puedo esperar a
sellar los míos contra los de ella.
DIECISÉIS
Maxine
UN AÑO DESPUÉS…
Ames
-SÉ bueno por el abuelo Zeke, - le digo a mi hijo, Ansel, cuando le doy un
abrazo de despedida.
Está a punto de comenzar el preescolar pero Zeke y Edie lo han estado
cuidando por los últimos años mientras Maxine y yo trabajamos. Aman
pasar tiempo con su nieto y es más barato que una guardería en la ciudad.
Mis padres vienen al menos una vez al mes para vernos ahora. Incluso
Anthony y Alexander se han preocupado por ver más a la familia. Nos
dirigimos a una cabaña con ellos después del trabajo este fin de semana.
Será bueno tener a los niños juntos y ver a todos por unos días.
Todavía tenemos la reunión familiar en casa de Zeke cada semana. La
mayoría de los artistas originales de Eye Candy Ink están retirados o
piensan retirarse, así que paso mi tiempo entre ambos estudios. Maxine está
trabajando duro para encontrar nuevos artistas para tomar sus lugares pero
está tomando más tiempo de lo que pensaba.
-Los veré ésta noche. ¿Quieren que pase por la cena? – le pregunto a
Zeke mientras ayuda a Ansel a quitarse los zapatos y ponerlos al lado de la
puerta.
-¡Pizza! – grita Ansel y sonrío.
-Está bien, campeón. El abuelo Zeke me estaba diciendo que tenía se le
antojaba.
Zeke me mira molesto y sonrío. Sé que come pizza al menos una vez a
la semana porque es la comida favorita de Ansel ahorita. Antes de eso,
prácticamente vivíamos de emparedados de mantequilla de maní, y
macarrón y queso.
-Los veré luego, - digo, despidiéndome mientras corro al patio delantero
y me dirijo a mi auto.
Maxine me llama cuando estoy estacionando en Eye Candy Ink y suena
terrible.
-¿Estás bien? – pregunto, apresurándome a salir de mi auto y entrar al
estudio. – Estoy entrando en este momento.
-Ugh, no puedo dejar de vomitar, - dice, sonando miserable y regreso a
mi oficina, tomando la Sprite que tengo en el mini refrigerador.
-¿Habrá sido algo que comiste? – le pregunto cuando abro la puerta del
baño y la veo sentada al lado del inodoro, su espalda contra la pared.
-No, - dice, agradecida por la botella de soda.
-¿Quieres que te lleve al doctor?
-Aún no.
-Me estás asustando un poco, Maxine, - dijo, en cuclillas al lado de ella
y quitando el cabello de su cara.
-Estoy vomitando porque estoy embarazada.
-¿En serio? – pregunto, una sonrisa amenazando con partir mi rostro.
-Sí, me enteré anoche pero te acababas de dormir.
-¡Debiste despertarme! Pudimos haber celebrado.
-¿Cómo? – pregunta riendo y me uno a ella.
-No lo sé, ¿pastel de cumpleaños y pepinillos?
Se rie y luego gruñe, esta vez sostengo su cabello.
Cuando termina, le paso unas toallas húmedas y me siento con ella en el
piso de baño.
-Estoy muy feliz, - digo y la traigo hacia mí, abrazando sus hombros. -
¿Debería cancelar el viaje de este fin de semana? Todos entenderán si no te
sientes bien.
-No, las náuseas matutinas deben terminar pronto. Estaré bien.
-Tendremos que buscar una casa más grande, - digo cuando pienso en
nuestro ya abarrotado apartamento.
-Lo sé. Quiero una casa. Una linda con un gran patio trasero para poder
tener un perro o dos.
Maxine comienza a listar todas las cosas que quiere en la casa nueva y
sólo sonrío. Sé que la mitad de esas cosas son sólo hormonas hablando pero
aun así tomo nota de revisar todo eso en unas semanas.
-Te amo, Maxine. Y te amo también, - digo, inclinándome para hablar
con su vientre.
-También te amamos, - dice y veo que sus ojos se empiezan a cerrar.
-¿Por qué no te llevo a casa? Puedes tomar una siesta y luego trabajar
un poco cuando tengas más energías.
Asiente letárgicamente y me pongo de pie, ayudándola a hacer lo
mismo.
Está dormida antes de que salgamos del estacionamiento y sonrío
cuando nos dirigimos a casa. Nuestras familias estarán muy felices por
nosotros y no puedo esperar a decirle a Ansel que será un hermano mayor.
Estaciono y cargo a mi esposa hacia nuestro apartamento, sonriendo
mientras dice mi nombre cuando la acuesto en la cama y la cubro con la
sábana.
¿Quién hubiera pensado que esto saldría de una aventura de una noche?
Esa noche encontré al amor de mi vida, la mejor familia y el final feliz que
ni siquiera sabía que quería.
Todo gracias a Eye Candy Ink.
Dio su corazón voluntariamente tan pronto como sus ojos se posaron sobre
la chef con curvas trabajando en su camión de comida afuera de Eye Candy
Ink una noche.
En su defensa, nunca ha sido bueno hablando con mujeres, pero ahora que
ha conocido a la mujer de sus sueños, lo que está en juego es más
importante que nunca, así que decir su nombre y la frase más cursi que
existe no es un buen inicio para su relación.
Harvey
Coraline
Harvey
Coraline
Harvey
Coraline
Harvey
Coraline
CORALINE: Gracias
Harvey
Coraline
Harvey
HA PASADO una semana desde nuestra primera cita y aunque he ido a The
Culinerdy Cruiser casi todas las noches para comer y verla, no es lo mismo
que estar a solas.
Hoy trabaje un turno temprano, así que estoy saliendo de Eye Candy Ink
para ir a su apartamento. Estaciono afuera del apartamento de Coraline y
me dirijo a su piso. Debe estar esperándome porque abre la puerta unos
segundos después de llamar.
–Hola, te ves hermosa, - le digo y me sonríe.
–Gracias, - dice, poniéndose en puntillas y rozando un beso en mis
labios.
Se termina demasiado rápido para mi gusto y me prometo arreglarlo
más tarde.
Ambos estamos vestidos de forma casual, lo que es perfecto para lo que
tengo planeado para la cita de esta noche. Tomo a Coraline de la mano y la
llevo por las escaleras hacia mi auto.
Tan pronto como ambos tenemos nuestros cinturones puestos y nos
dirigimos al Parque Allegheny Commons, le pregunto sobre cómo le fue en
su entrevista con Max.
–Creo que estuvo bien. Parece que le gusto lo que cocine, - dice y se ve
emocionada al respecto.
Le pregunto más sobre lo que cocino y cuáles son sus planes para el
menú si consigue el trabajo. Está tan feliz, tan animada, mientras describe
todo lo que quiere hacer. Me encanta verla tan emocionada y relajada y dejo
que me diga todos sobre sus grandes planes mientras conduzco.
Me estaciono cerca de la entrada al Parque Allegheny Commons y me
apresuro a la puerta de Coraline. Vamos a cenar después, pero ahorita, ya
que el clima está bien, pensé que podíamos ir por nieves del carrito en la
entrada y tomar un paseo por el parque.
Ambos elegimos cereza y tomo su mano una vez más cuando
empezamos a caminar.
–Nunca he estado aquí antes. Este lugar es hermoso, - dice Coraline y
me alegra de que pueda experimentar algo más por primera vez con ella.
Caminamos por el pequeño puente para peatones y disfrutamos la vista
del horizonte de Pittsburgh mientras terminamos nuestras nieves.
– ¿Cómo estuvo el trabajo hoy? - pregunta después de que tiramos la
basura.
–Bien. Ocupado, pero siempre estamos ocupados.
–Sí, he escuchado que se llenan con meses de antelación, - dice, dejando
entrelazar nuestros dedos.
–No me fijo mucho en el calendario. Maxine se encarga de todo eso y
solo nos da una lista cada semana con nuestros clientes y lo que quieren
hacerse.
–Un buen sistema, supongo, - dice Coraline con una sonrisa y se la
devuelvo.
–Sí, realmente no quiero estar a cargo de lo administrativo pero Maxine
es excelente en eso. Además, es la hija de Zeke y él es dueño del estudio,
así que es bueno que todo parece mantenerse entre la familia.
Le digo más sobre mi familia y mi familia extendida. Pregunta sobre
como empecé a tatuar y le digo que es algo de familia. Me pregunta más
sobre el proceso de un tatuaje y me encanta que esté interesada en lo que
hago y amo.
– ¿Lista para cenar? - pregunto cuando volvemos a la entrada del parque
y ella asiente.
– ¿Qué te gustaría comer?
–Pizza, - dice Coraline de inmediato y me sorprende que no dijera un
lugar más lujoso.
– ¿De Basic Kneads? - pregunto, nombrando una pizzería local popular.
–Obvio, - dice con una risa y abro la puerta del auto para ella mientras
río también, enamorándome cada vez más de ella.
Basic Kneads está a solo unas calles de mi apartamento y cuando veo
que está lleno adentro, decidimos pedir la pizza para llevar e ir a mi
apartamento.
Rooney todavía está en el trabajo, gracias a Dios, así que nos sentamos
a comer en el sofá. Apenas son las seis de la noche cuando el teléfono de
Coraline suena mientras limpiamos, le digo que puede responder. Estoy
metiendo las cosas en el lavaplatos cuando noto lo quieta que está.
Lo primero que pienso es que algo está mal. Estoy caminando hacia
ella, para consolarla o ayudarme de cualquier manera, cuando dice gracias y
se da vuelta con una sonrisa enorme en su rostro.
– ¡Me dieron el trabajo de chef! - grita, lanzándose hacia mí.
La atrapo, gritando de emoción mientras le doy vueltas en círculos.
–Estoy tan feliz por ti. Te lo mereces, - le digo, dándole un beso en los
labios antes de abrazarla con fuerza.
–Gracias, - murmura, envolviendo sus brazos en mi cintura.
– ¿Entonces te desharás de The Culinerdy Cruiser? - pregunto y asienta
contra mí.
–No tiene sentido quedármelo.
–Será raro no poder cruzar la calle todas las noches para verte.
–El restaurante en el que trabajas está a una calle de Eye Candy Ink, -
dice y me rio.
–Está bien, puedo caminar una calle.
Ella se ríe, moviéndose para sonreírme de frente.
– ¿Estás triste por tener que deshacerte del camión? - pregunto,
moviendo el cabello de su rostro.
–Un poco, pero no voy a extrañar el calor o tener que hacer todo sola, -
dice con una risilla.
–Era muy caliente ahí, - admito, recordando la noche que la ayude. -
Aun así, fue tu primera aventura de un negocio sola.
–Es cierto. Quizá me haga un tatuaje para recordar mí tiempo en el
Cruiser.
–Yo lo haré por ti, - me ofrezco de inmediato.
–Está bien, llamaré mañana para hacer la cita, - dice con una risa.
–Si logro hacer espacio antes o después de abrir no tienes que esperar
tanto. Solo hazme saber cuándo quieres hacerlo.
Me sonríe y puedo sentir la atracción crecer entre nosotros. No estoy
seguro de quien se mueve primero pero un momento estamos sonriendo y al
siguiente nuestras bocas están juntas y nos estamos besando con pasión.
Coraline se presiona contra mí, sus exuberantes curvas moldeándose a
mí y gimo, amando lo suave que es. Mis manos se deslizan debajo de su
camiseta y mis dedos rozan su piel suave, erizando la piel en el camino.
Coraline se menea contra mí, sus dedos hundiéndose en mi cabello y
manteniéndome cerca de ella. Me sorprende ya que normalmente esta es la
parte donde nos interrumpen y ella se aleja.
La he dejado manejar que tan rápido vamos en la relación porque sé que
es la indicada para mí y no quiero hacer nada que pueda arruinarlo. Muevo
mis manos de arriba hacia abajo por su espalda mientras nuestros labios
siguen moviéndose juntos, esperando a ver lo que hará a continuación.
Sus manos se deslizan al frente y mi miembro se mueve, muriendo por
sentir sus manos en cada centímetro de mí.
– ¿Deberíamos de, ah, ir a la habitación? - susurra Coraline contra mis
labios y la levanto, casi corriendo hacia la habitación.
Coraline deja salir una risilla cuando cierro la puerta de una patada
detrás de nosotros y la pongo en sus pies al lado de la cama.
– ¿Estás segura de eso? - le pregunto, queriendo asegurarme de que se
sienta cómoda antes de continuar. - No tenemos que hacer nada esta noch–
Los labios de Coraline se posan sobre los míos, interrumpiéndome y se
acerca más a mí, dejándola frotarse contra la firmeza de mis pantalones. Sus
dedos se deslizan debajo de mi camisa y doy un paso atrás, ayudándola a
quitármela antes de ir por el borde de la suya.
Parece sentirse un poco insegura, un poco consciente, tan pronto como
se ha quitado la camiseta, y frunzo el ceño.
–Eres perfecta, Coraline. Cada centímetro de tu cuerpo es un sueño
hecho realidad. Eres mi sueño hecho realidad.
Ella se relaja ante mis palabras, dándome una pequeña sonrisa cuando
deja sus manos caer a sus lados para que pueda apreciarla. Mueve sus
manos detrás de ella para desabrochar su sostén y mi pene se endurece aún
más cuando sus hermosos pechos se revelan ante mí.
Los globos tienen pezones del rojo de una cereza que hacen que babee.
–Rayos, Coraline.
Se siente motivada por mis palabras y mirada lasciva y veo, hipnotizado
mientras se baja sus leggings negras, llevándose las pantaletas de encaje de
un solo.
Entonces está desnuda frente a mí y nunca he visto algo tan bello en
toda mi vida.
–Eres una obra de arte, Coraline. Tan hermosa.
–Tú turno, - dice con una pequeña sonrisa sensual moviendo sus dedos
por mi pecho desnudo.
Me apresuro a bajarme los pantalones y bóxer y luego estamos envuelto
el uno en el otro de nuevo. Es incluso mejor sentir sus curvas completas
contra mí, piel a piel.
Doy un paso atrás, sin darme cuenta lo cerca que estamos de la cama y
ambos caemos en el colchón. Coraline se ríe contra mi boca y sonrío.
–Todo un experto, - bromeo.
Coraline se ríe antes de besarme el cuello. Mi mano encuentra su pecho
y muevo mi pulgar sobre su pezón endurecido. Ella gime mientras se
endurece contra mis dedos y no puedo contenerme más.
Me muevo entre sus piernas, mi boca encontrando el firme pico y
succionando su pezón en mi boca, amándolo con mi lengua y dientes.
–Harvey, - suspira Coraline y mi miembro se mueve ante el sonido.
Sus caderas se levantan del colchón, desesperadas por algo, un poco de
fricción, y estoy emocionado de dársela.
Me muevo entre sus piernas, apretando los dientes cuando la suave piel
roza la punta de mi miembro, dejándome jadeando. Mis bolas están
apretadas contra mi cuerpo, mis dientes tensos, y tengo que pensar en
béisbol para evitar venirme en este momento.
–Me vuelves loco, - murmuro contra su piel mientras beso un camino
hacia su estómago y me acomodo entre sus gruesos muslos.
Su esencia a madreselva me golpea cuando me inclino hacia ella, dando
una larga lamida en su chorreante centro. Es tan pequeña, tan apretada, y sé
que debe ser virgen. Tendré que aflojarla antes de poner meter mi miembro
en ella.
Doy otra lamida, volteando mi lengua sobre su clítoris hasta que su
espalda se arquea en la cama y deja un gemido de necesidad. El sonido me
hace algo y gimo también, repentinamente voraz, y hundo mi cabeza en sus
pliegues de seda.
– ¡Harvey! - grita Coraline, mis sus dedos enredándose en mi cabeza
mientras sus piernas se contraen sobre mi cabeza.
Me sostiene sobre ella pero no necesita hacerlo. No voy a ningún lado
hasta que termine en mi rostro. Hasta que haya gritado mi nombre tantas
veces que pierda la voz.
No toma mucho tiempo.
Coraline es sensible y la lamo hasta llegar a dos orgasmos antes de que
hale mi cabello, pidiéndome levantarme.
–Te deseo, - dice, su voz baja y sensual y soy imponente ante ella.
Alineo mi pene con su ajustada entrada y la beso cuando empiezo a
hundirme lentamente. Puedo sentirla estirarse por mi miembro con cada
centímetro que entra dentro de ella. Puedo sentir cuando llego a su flor,
empujo mi lengua dentro de su boca cuando la desfloro y hundo los últimos
centímetros dentro de ella.
Tengo que cerrar los ojos y hundir mi rostro en su cuello para evitar
terminar en ese momento. Coraline maúlla, sus uñas rasguñando mi espalda
mientras se menea debajo de mí, tratando de hacer que me mueva.
–Mierda, - gimo, dándole lo que quiere.
Salgo lentamente, mi cara aun escondida en su cuello, su esencia a
madreselva llenando mi nariz cuando empiezo a hacerle el amor.
-Oh por Dios, - gime Coraline, empezando a moverse conmigo y pronto
entramos en un ritmo.
–Te sientes increíble, - le digo, mis labios moviéndose contra los de ella
mientras nos movemos juntos.
– ¡Y-yo me vengo! - grita y su cono se contrae alrededor de mi
miembro, causando mi propio orgasmo.
– ¡Mierda! - grito, terminando con ella.
Sus dedos se hunden en mi espalda y me encanta, embistiendo contra
ella con más fuerza hasta que ambos nos relajamos.
–Woah, - dice Coraline cuando empiezo a detenerme.
–Lo sé. Es incluso mejor de lo que imagine.
– ¿Imaginaste tener sexo conmigo? - pregunta, sonando sorprendida.
–Solo cada día desde que te conocí. Te lo dije antes, Coraline. Eres la
chica para mí. Tú y yo para siempre.
Ella me sonríe, dándome un suave beso y me hago a un lado, tomándola
en mis brazos y envolviéndola.
Su respiración se calma después de unos minutos y digo las palabras
que han estado en mi lengua por semanas.
–Te amo, Coraline.
DOCE
Coraline
Harvey
–LE DIJE a Coraline que la amaba, - digo en un impulso tal pronto entro a
Eye Candy Ink al día siguiente.
Rooney deja caer la caja de pañuelos Clorox que llevaba a la oficina
trasera. Gray y Ender se me quedan viendo en blanco, mientras que Banks
se ve confundido y me doy cuenta que no lo he visto en días así que quizá
no está al tanto de todo. Ames ni siquiera levanta la mirada, demasiado
ocupado abrazando a su prometida, Maxine.
–Felicidades, Harvey. ¿La tía Darcy y el tío Atlas ya lo saben? Sé que le
estaban diciendo a mi papa que todavía no la conocer. Están muy molestos
porque el tío Max y la tía Cat ya la conocieron y ellos no.
Gruño, sabiendo que estaré escuchando más sobre eso de mis pares,
probablemente esta noche.
–Ella no me lo dijo a mí, - le digo a la habitación antes de que esta
conversación se desvíe más.
–Oh, - dice Gray con una mueca.
–Lastima, - dice Banks y creo que aún está tratando de entender la
conversación.
– ¿Quizá no la escuchaste? - sugiere Maxine y yo niego con la cabeza.
–De verdad no lo hizo. Salió corriendo como si el lugar estuviera en
llamas.
–Quizá solo necesita más tiempo, - dice Ames, envolviendo sus brazos
en la cintura de Maxine.
–Sí, la verdad apenas la conociste hace tres semanas. Quizá la asustaste,
- dice Rooney y lo miro molesto.
– ¿Entonces no debí decirle como me sentía? - le pregunto al grupo y
todos miran alrededor.
–Creo que si debías, - dice finalmente Ender y me sorprende que fuera
el que respondiera.
–Sí, quizá solo necesita tiempo para procesarlo, - sugiere Maxine,
acomodando papeles en sus manos.
–Quizá la asustaste, - dice Rooney y creo a Banks fulminarlo con la
mirada.
–No creo que debas tomar la palabra de Rooney. No es como si tuviera
novia, - dice Banks y Rooney lo voltea a ver.
– ¿Y tú sí? - pregunta Rooney y todos volteamos curiosos hacia Banks.
Él se mueve en su silla y mira hacia otro lado y sé que Rooney nunca
olvidara esto.
– ¿Cómo se llama? - pregunta Gray.
– ¿Y cuando la conoceremos? - pregunta Rooney con una sonrisa
traviesa.
– ¿Tu? Nunca.
– ¿Entonces si tienes una novia? - pregunta Maxine cuando se dirige a
la recepción para encender la computadora.
–Aun no, - murmura Banks y tengo piedad de él.
–Bien, de vuelta a mí y mis problemas.
–Solo habla con ella. Dile que la amas de nuevo y que reconoces que
podría ser muy pronto para ella, - dice Ames y asiento.
–Eso podría funcionar.
Me pregunto cuando tendré tiempo para verla. Ha estado muy ocupada
con la apertura del nuevo restaurante y tengo el presentimiento de que
podría evitarme después de anoche.
No pude dormir anoche. Seguía pensando una y otra vez en lo que paso
en el estudio. Quizá debí mantener mi boca cerrada pero no pude contener
las palabras dentro de mí por más tiempo.
Pero ahora he apresurado las cosas y pude haberla alejado. No sé qué
hare si ella termina la relación por esto.
–Gracias, Ames, - digo, alistándome para volver a mi estación.
– ¿Qué hay de mí? También ofrecí un consejo, - grita Rooney detrás de
mí.
– ¡Tu consejo apesta!
Se ríe y lo escucho seguirme hasta mi estación. Un segundo después, el
entra y me lanza una botella de pañuelos Clorox.
–Gracias.
–No hay problema.
Se sube a mi pesa y lo veo por un momento pero cuando no dice nada
vuelvo a trabajar en mis tatuajes para hoy.
– ¿Hablaras con Coraline? - me pregunta después de unos minutos y
asiento.
–Sí, no puedo perderla.
–Lo sé, - susurra y dejo de dibujar para voltear a verlo.
– ¿Lo sabes? - pregunto y mi mente recuerda la forma en que veía a
Sayler. - ¿Invitaste a salir a Sayler?
–Sí, - admite después de un momento.
–Genial amigo. ¿Cuándo saldrán?
–No lo haremos.
– ¿Que? ¿Por qué no?
–Me rechazo. Es solo… podría jurar que ella quería decir que sí.
– ¿Querías que le preguntara a Coraline al respecto? - le pregunto y el
asiente sin voltear a verme.
–Sí, si no te molesta. Es solo, no puedo dejar de pensar en ella y si es
algo que puedo arreglar, entonces lo hare por una oportunidad con ella.
Asiento, sabiendo cómo se siente.
–Hablare con Coraline, - le prometo y me sonríe agradecido antes de
bajarse de la mesa y salir al pasillo hacia su estación.
Se supone que mi primer cliente llegue pronto, así que saco los
pensamientos de Sayler, Rooney y Coraline de mi mente lo mejor que
puedo y empiezo a trabajar.
Un llamado a mi puerta hace que levante la vita y sonrío cuando veo a
mis padres.
–Ey, ¿qué están haciendo aquí? - les pregunto cuando me levanto a
abrazarlos.
–No te hemos visto en unos días y estábamos en el vecindario.
–Sí, he estado ocupado.
–Eso escuchamos, - dice mi papa y sé que está hablando sobre Coraline.
– ¿Cuando la conoceremos? - pregunta mama y sé que esa es la razón
por la que están aquí.
–No lo sé. Tengo que preguntarle y podemos ir a cenar pronto.
Mi mama asiente y empiezo a relajarme, feliz de que no me presionaran
al respecto. Mis padres tienen el matrimonio perfecto, la relación perfecta.
Mi papa adora el suelo por el que mi mama camina y siempre han sido
cercanos.
Quizá por eso no comparto mis problemas con Coraline con ellos.
Me pongo al día con mis padres por un momento pero Eye Candy Ink
abre unos minutos después y mis padres dicen que me llamaran pronto
antes de irse. Mi primer cliente llega unos minutos después y empiezo a
trabajar, emocionado por perderme en el tatuaje.
No funciona mucho. Estoy distraído todo el día, planeando lo que le
diré a Coraline cuando la vea esta noche. Para cuando Eye Candy Ink
cierra, tengo todo planeado en mi mente.
Ahora solo tengo que encontrar a mi chica y arreglar las cosas con ella.
CATORCE
Coraline
Harvey
UN AÑO DESPUÉS…
Coraline
–DEBES PORTARTE BIEN por los abuelos, - le digo a mis hijos mientras
los ayudo con sus bolsos de la noche.
Nuestro hijo, Graham, y nuestra hija, Lila, asienten mientras corren
detrás del otro y suspiro, sabiendo que tendrán mucha energía por la mayor
parte de la noche. Han estado emocionados por tener una pijamada en casa
de sus abuelos toda la semana y sé que Atlas e Indie están igual de
emocionados de pasar tiempo con sus nietos.
Harvey y yo nos dirigimos a cenar y una noche a solas por nuestro
aniversario. Hemos estado casados por cuatro años y desde que tuvimos a
nuestros hijos, no tenemos tanto tiempo a solas como quisiéramos.
Ambos trabajamos horas irregulares y usualmente estamos corriendo en
las mañanas para alistar a nuestros hijos para la escuela.
Todavía vivimos al lado de Rooney y Sayler, aunque ambos tuvimos
que mudarnos a un nuevo edificio con apartamentos más grandes. Ellos
también tienen dos hijos, ambos chicos y son mejores amigos con los
nuestros.
Hoy también es el aniversario de Sayler y Rooney. Sayler y yo
compartimos nuestra boda. Era el gran sueño de Sayler y ya que nunca
imagine mi boda, estuve más que feliz de dejar que la planeara para ambas.
Mi única contribución fue la comida y el alcohol.
– ¡Hola! - saludo a Darcy cuando abre la puerta para nosotros y me
sonríe.
–Hola chicos. Adelante, pasen. El abuelo está preparando la sala para
que podamos tener una noche de películas, - les informa a los niños y ellos
entran.
– ¡Adiós chicos! ¡Nos vemos mañana!
Ellos gritan adiós y me rio.
–Están muy emocionados por esta noche.
–Oh, nosotros también, - promete Darcy y sonrío.
Darcy y Atlas son los padres que desearía haber tenido al crecer. Nos
apoyan tanto y son cariñosos y juraría que nunca los he visto discutir.
–Gracias de nuevo por cuidarlos. Vendemos mañana en la mañana con
desayuno.
– ¡Suena bien! Ten una buena noche, cariño, - dice y me despido antes
de dirigirme al auto.
Todavía trabajo para Max Schultz en Wild Thyme y a lo largo de cinco
años, lo he convertido en uno de los lugares más populares para comer en
Pittsburgh. Tengo un gran sous chef que me cubre dos veces a la semana
para que pueda estar en casa con mi familia. Harvey siempre se toma los
mismos días libres en Eye Candy Ink para que también pueda estar en casa
con nosotros y amo lo involucrado que esta con la familia.
Es un maravilloso esposo e incluso mejor padre. Es el que les ayuda a
vestirse y alistarse para ir a la cama. Les lee todas las noches antes de
dormir y los lleva al parque casi todas las mañanas. El y Rooney incluso
tienen citas de juego casi todas las mañanas de los fines de semana antes de
que Sayler los cuide el resto del día.
Me apresuro al apartamento y me estaciono justo cuando Harvey lo
hace. Él tenía trabajo hoy pero debe haber terminado con su cliente
temprano si es que ya está en casa.
– ¡Arruinaste mi sorpresa! - le digo cuando viene a abrirme la puerta.
– ¿Quieres que espere en el auto un momento? - pregunta, dándome un
ramo de flores y una caja de mi repostería favorita.
– ¿Galletas de roles de canela? - le pregunto y sonríe.
–Y esos macaron que amas.
–Eres el hombre perfecto, - digo con un suspiro y sonríe.
–Lo intento.
Él toma mi mano y dejo que me lleve adentro, hacia nuestro
apartamento. Tenía planeado estar en casa antes que él. El entraría y yo
estaría vistiendo la lencería que compre la semana pasada. Terminaríamos
ordenando la cena más tarde. Espero que mucho más tarde.
– ¿A dónde querías ir a cenar? - pregunta y pongo las flores en la mesa
de la cocina.
–Quiero que me des cinco minutos y entonces te diré.
–Está bien, - dice Harvey con una sonrisa confundida en su rostro.
Él toma las flores y una vasija y beso su mejilla.
–En seguida vuelvo, - le prometo.
Me apresuro al bajo y tomo la lencería para empezar a vestirme.
Despeino mi cabello y aplico otra capa de rímel antes de echarme un último
vistazo en el espejo.
Me veo ardiente. El encaje y la seda purpura abraza mis curvas y sé que
Harvey se volverá loco cuando me vea en ella.
Salgo a la cocina, mis tacones sonando en la piso de madera pero
Harvey no levanta la vista de las flores.
– ¿Ya sabes de que tienes hambre, bebe? - pregunte y me recuesto en el
marco de la puerta de la cocina.
–Dejare que decidas. ¿De que tienes hambre? - pregunto y Harvey
finalmente se voltea hacia mí.
Su boca se abre y puedo ver sus ojos encenderse desde el otro lado de la
habitación.
–Tu, - murmura. -Tengo hambre de ti.
Suelto una risilla, dejando que me levante y me lleve a nuestra
habitación, donde me recuenta en la cama y me devora.
Para ser justos, muchos de sus amigos dirán que nunca estuvo en sus
cabales.
Se había dado por vencido de que eso pasara cuando vio a Sayler Jones, la
animada diseñadora gráfica que lo hacía reír como nadie.
Rooney
QUIERO RESPONDER y decirle que le daré lo que sea que desee pero
me detengo.
ROONEY: Yo también.
Sayler
Rooney
Sayler
Rooney
Sayler
Rooney
Sayler
Rooney
Sayler
Rooney
HAN PASADO tres días desde mi encuentro con los padres de Sayler y sé
que salió a cenar con ellos anoche. Parte de mi esperaba recibir una llamada
o mensaje de ella diciéndome que se había terminado y que volvería a
Nueva York, pero nunca llego.
No estoy seguro de si debería estar aliviado por eso o si ella está
esperando para terminar conmigo en persona.
–Muy bien. ¿Qué rayos te pasa? - pregunta Harvey mientras conduce al
trabajo y salgo de mis pensamientos sobre Sayler para voltearme hacia él.
– ¿De qué hablas? - pregunto aunque ambos sabemos de lo que está
hablando.
–Has estado triste por los últimos días. ¿Qué está pasando?
–Estoy bien, - murmuro, volteando a la ventana cuando se detiene en el
estacionamiento frente a Eye Candy Ink.
–No, no lo están. Te has vuelto aburrido los últimos días y
definitivamente no eres tú.
Se estaciono y me apresuro a salir antes de que me siga cuestionando.
No funciona ya que me sigue.
Banks se estaciona al lado de nosotros y ya puedo ver a Gray, Ames, y
Ender en la entrada, a punto de entrar. Prácticamente huyo de Harvey hacia
la puerta. No es que funcione. El solo me sigue, por el pasillo y poniendo su
pie en la puerta antes de que pueda cerrarla en su cara.
– ¿Pelea de novios? - bromea Gray cuando pasa y escucho a Banks y
Ames reírse. Apuesto a que Ender ni siquiera sonrió.
Ese tipo necesita acostarse.
–No, Rooney solo está siendo un imbécil, - gruñe Harvey, tratando de
abrir la puerta a empujones.
–Muy maduro, idiota, - grito y el suspira una risa.
–Solo dinos que sucede. ¿Porque estas siendo tan difícil? - grita de
regreso, logrando empujar la puerta media pulgada.
Acomodo el pie contra el escritorio, tratando de cerrarlo cuando de
repente, se abre y soy aplastado contra la pared detrás de la puerta.
Ender se asoma por la orilla, suspirando y lo saludo. Eso me gana un
volteo de ojos pero al menos deja ir la puerta y puedo respirar de nuevo.
Ahora Ames, Harvey, Gray, Banks y Ender están en mi estación, sus brazos
cruzados sobre sus pechos y sé que no podré salir de esto sin explicar lo que
está pasando.
–Parece que Sayler está comprometida con alguien más, - digo de
pronto y veo como las noticias afectan a mis amigos.
Banks y Ames parecen confundidos, mientras que Gray solo parece
molesto. Harvey y Ender están viéndome. Ellos ya sabían.
– ¿Aun no le has preguntado sobre eso? - pregunta Harvey, frunciendo
el ceño mientras niego con la cabeza.
– ¿Qué quieres decir con que parece que está comprometida con alguien
más? - pregunta Banks y descanso sobre la orilla de mi escritorio mientras
explico.
–Sus padres vinieron a verme hace unas noches. Me dijeron que ha
estado comprometida con un famoso y rico doctor de Nueva York.
– ¿Pero no sabes si es verdad? - pregunta Ames y niego con la cabeza.
–He… estado muy nervioso de preguntarle a Sayler sobre eso.
–No puede ser. Ustedes son asquerosos juntos, - dice Ender, su voz baja
y ronca.
– ¿Gracias? - digo, sin saber si es un halago o no y el solo se encoge de
hombros.
–Solo pregúntale. Entonces podrás dejar de lamentarte, - dice Gray,
viéndose impaciente conmigo, y lo volteo a ver.
–No es tan fácil. Deberías saberlo.
– ¿Qué quieres decir con eso? - pregunta, su voz dura.
– ¡Has estado enamorado de Nora desde siempre! Por qué no le dices
para que puedas dejar de andar detrás de ella.
–No sabes de lo que hablas.
–Claro que sí. Todos saben lo que sientes por ella pero en lugar de hacer
algo al respecto, solo te conformas con ser amigos. ¿Que pasara cuando
empiece a salir con alguien? Cuando bese a alguien más. Duerma con
alguien más…
Entonces Ender me detiene.
–Amigo, te patearan el trasero, - me advierte y puedo ver a Gray verme
con ira.
–Sabes que tengo razón, - digo, más bajo y la ira parece disolverse.
–Sí, lo sé, - dice, pasando una mano por su cabello mientras ve a otro
lado.
Todos estamos en silencio entonces y sé que casi es hora de abrir. Sé
que necesito prepararme para el día y aparto los pensamientos sobre Sayler
y lo que sus padres dijeron a un lado.
–Estoy bien, chicos, lo prometo. Iré a ver a Sayler esta noche. Vamos a
aclararlo todo.
Todos me estudian por un momento antes de asentir y salir al pasillo
para prepararse para el día.
No les digo las otras cosas que los padres de Sayler dijeron sobre que no
soy suficiente para ella. Sé que tienen razón, pero también dudo mucho que
este tipo en Nueva York sea suficiente para ella.
Aun así, Sayler merece lo mejor… y no creo que sea yo.
Tengo clientes todo el día y por una vez, estoy agradecido de estar tan
ocupado. Mantiene mi mente ocupada y no es hasta que el estudio cierra
que recuerdo el desastre en el que estoy.
–Quieres que te deje donde Sayler? - ofrece Harvey y asiento.
Conducimos unas calles hasta su apartamento en silencio y sé que puede
sentir mis nervios irradiando de mi cuerpo.
–Todo estará bien, Rooney.
Asiento, sin querer discutir con él.
– ¿Quieres que te espere aquí? Puedes enviarme un mensaje si te
quedaras.
–Claro. Gracias, Harvey.
El asiente e ignoro la mirada de preocupación que me da cuando salgo
del auto y camino a la entrada.
Se siente como si no tomara nada de tiempo llegar a su puerta y aun no
sé lo que le diré cuando levanto mi mano para tocar a la puerta.
Ella responde unos minutos después, sonriendo de oreja a oreja cuando
me ve.
– ¡Hola!
–Tus padres vinieron a verme hace unas noches, - digo de represente y
su sonrisa desaparece.
– ¿Que? ¿Por qué?
–Me dijeron que estabas comprometida con alguien más.
–Oh por Dios. No, no lo estoy. Siguen tratando de casarme con el hijo
de sus amigos, pero nunca me casare con él.
Parte de mí se relaja ante sus palabras, pero sé que aún no cambia lo que
tiene que pasar.
Tengo que aclarar mi garganta antes de decir las próximas palabras.
–También me dijeron que no soy suficiente para ti, y que no puedo darte
la vida que mereces, y que debemos terminar.
Ella resopla una risa carente de humor, sus ojos duros.
–Claro que lo hicieron. Ni si quiera me sorprende. Solo me molesta. Lo
siento tanto, Rooney. Sé que pueden ser unos idiotas. Debí advertirte.
–No, tienen razón, - digo, las palabras como vidrios mientras suben por
mi garganta. - Nunca podré pagar un apartamento en un pent-house o lo que
sea en Nueva York. Ni siguiera puedo pagar uno en Pittsburgh. No quiero
dejar esta ciudad y parece que tienes una vida a la que se supone que debes
regresar en Nueva York, así que quizás es mejor si terminamos ahora.
Las palabras saben a tierra en mi lengua pero me fuerzo a decirlas de
todas formas. Todo lo que quiero es que sea feliz, y si eso significa que este
con alguien más, entonces estaré bien con eso.
Espero que diga algo más, quizá que refute mis palabras.
En su lugar, me mira con enojo antes de cerrar la puerta en mi cara.
Veo la puerta por un largo minuto, preguntándome si tome la decisión
correcta. En mi mente, se siente así, pero mi corazón se rompe con cada
paso que me aleja de ella.
Harvey debe poder leer lo que paso en mi rostro porque enciende el auto
y nos dirigimos a nuestra pizzería favorita sin que diga una palabra.
DOCE
Sayler
Rooney
Sayler
Sayler
UN AÑO DESPUÉS…
Sayler
¿O no?
Capítulo Uno
Gray
–CREO que deberiamos tener un perro, - dice Nora tan pronto cuando entro
a nuestro apartamento en la noche.
–Esta bien, ¿a qué se debe eso?
–Amas a los perros. ¿Por qué no querrías uno?
–No dije que no quisiera uno. Sólo quería saber por qué tú querías uno
de repente.
–Porque me ofrecí de voluntaria en un refugio de animales esta tarde.
Rediseñaré su página web y tienen los cahorros más lindos ahí.
–¿Y cuántos adoptaste ya? - pregunto mientras tiro mis llaves en la
mesa frente a la entrada.
–Seis.
-¿¡Seis!?
–No, estoy bromeando.
Volteo los ojos, a punto de sentarme en el sofa cuando dos pequeñas
bolas de pelos entran corriendo al cuarto, arrastrando uno de mis zapatos
con ellos.
–¿Creí que bromeabas?
–Lo estaba. Sólo adopté dos. También nos inscribí para ser una casa
hogar, - dice Nora, recogiendo uno de los cachorros y empujando su nariz
contra la mía. - ¿No son lindos?
–Adorables.
–Pienso lo mismo, - dice ella, tomando el otro antes de que pueda
terminar de destruir mi zapato.
–¿Qué raza son? - pregunto, viendo la bola de pelos negro, blanco y
cafe en mis manos.
–Son mixtos. Ese es el macho y ésta es la hembra. Todavía no les pongo
nombre. Creí que debíamos hacerlo juntos.
–Qué tal Moose. Siento que este muchacho será enorme, - murmmuro,
viendo el tamaño de sus patas.
–Aww, qué lindo. Y tú puedes ser Marley.
Nora besa la cabeza de Marley y nunca he estado tan celoso de un perro
en toda mi vida. Desearía que ella me mirara así.
–¿Están entrenados? - le pregunto, tratando de sostener al inquieto
cachorro.
–Aún no, - dice con una sonrisa serena mientras su cachorro se acurruca
contra su pecho. Mientras tanto, Moose parece estar experimentando algún
tipo de exorcismo.
Tomo nota de liberar mis mañanas en el trabajo por las próximas
semanas mientras me acomodo junto mi mejor amiga y el amor de mi vida.
Los cachorros saltan y los veo arrastrar mi zapato con ellos.
–¿Les compraste juguetes?
–Sí, los odian.
Me río, recostandome en los cojines del sofa.
–Pero realmente están disfrutando masticar tus zapatos, - añade.
–¿Cuántos has mordisqueado?
–Sólo ese y antes de que digas algo, ya te ordene un par nuevo.
Me relajo contra el sofá. demasiado cansado para ver qué otras cosas
podrían estar mordiendo. Trabajé mi quinto turno seguido en Eye Candy
Ink, lo que significa que mañana es mi día libre y estaba esperando dormir
hasta tarde y no hacer nada todo el día junto a Nora. Supongo que no
pasará.
Nora y yo hemos sido mejores amigos desde la primaria. Ambos
crecimos en el mismo pueblo de Rosewood, Colorado. No era un lugar feliz
para ninguno de los dos, por lo que nos mudamos tan pronto cumplimos
dieciocho. También es por eso que Nora siempre trata de hacer cosas
normales para nosotros, como adoptar una mascota o aprender a cocinar.
Aunque no puede evitar sobrepasarse un poco, por lo que ahora tenemos
dos cachorros y ambos podemos hacer macarons pero se nos dificulta hacer
fideos.
Tratamos de vivir en Nueva York por un tiempo porque Nora siempre
había querido visitar y yo quería vivir en cualquier lado siempre que Nora
estuviera ahí. Pero Nueva York es caro y demasiado despiadado. Cuando un
puesto se abrio en el nuevo local de Eye Candy Ink, apliqué y cuando me
contrataron, le dije a Nora. Ella estuvo feliz por mi y ambos empacamos y
nos mudamos a Pittsburgh.
Nora es una desarrolladora de web y software y puede hacer lo que sea
con una computadora. También puede trabajar desde cualquier lado siempre
que tenga Wi-Fi.
–Vi a mi hermano hoy.
–Sí, ¿antes o después de adoptar a los cachorros? - pregunto.
–Antes. De hecho, Niall fue quien me dio la idea.
No me sorprende para nada. A Niall le gusta provocar problemas,
especialmente para mí. Él sabe que he estado enamorado de Nora por
decadas y quiere que haga algo para que él pueda dejar de preocuparse por
ella.
–¿Cómo está?
–Bien. Está ocupado entrenando para una pelea.
Asiento, viendo que cierra su laptop y se dirige a su escritorio para
conectarla. Niall es un luchador de la MMA y entrienda en la esquina de
Eye Candy Ink en el Gimnasio King. Siempre está entrenando para una
pelea o recuperandose de otra.
–¿Tienes hambre? Tengo comida del almuerzo.
–¿Qué es?
–Pollo picante.
Mi estómago ruge y Nora se rie, caminando a la cocina para calentarlo
por mí. Los cachorros vienen corriendo a la cocina y Nora se agacha para
acariciarlos.
–¿Tienen que ir afuera? - les dice con voz dulce y tomo sus correas del
mesón.
–Yo los llevaré. - digo y ella me sonríe.
–Gracias.
Me toma unos minutos atraparlos y enganchar las correas a sus collares.
Se pasan masticando las correas mientras bajamos las escaleras, asi que
termino levantándolos y trotando por las escaleras hasta salir afuera.
Empezamos caminar por la cuadra pero tampoco saben caminar con una
correa aún, así que es más difícil y se la pasan halandome. Pero hacen del
baño, así que supongo que es algo.
Los cargo de nuevo al apartamento y les quito las correas, viéndolos
correr hacia Nora donde está calentando la comida en la cocina.
Ella levanta la mirada, sonriéndome, y mi corazón se acelera en mi
pecho. Incluso después de todos estos años, ella aún es lo más perfecto que
he visto. Todavía me hace sentir que estoy en una montaña rusa con una
mirada.
–¿Listo? - pregunta cuando sirve la comida y asiento.
Sí, creo que al fin estoy listo para hacer algo sobre lo que siento por
Nora. Cómo siempre me he sentido por ella. Sólo espero que no arruine
nada entre nosotros.
DOS
Capítulo Dos
Nora
Capítulo Tres
Gray
ES martes por la noche y eso significa tacos. Paso por el lugar favorito de
Nora camino a casa y pido una docena, más tortillas, salda, queso, y
guacamole extra. Nora siempre pide guacamole extra aunque terminará
comiendo tres tacos y luego comiendose las tortillas fritas y el queso.
No puedo evitar pensar en lo que Rooney dijo hoy. Me pregunto qué
haría si alguien alguna vez coqueteaba con Nora o si ella encontraba novio.
Sé que estaba molesto porque las cosas no están yendo bien entre Sayler y
él, que se estaba desquitando conmigo, pero eso no quiere decir que sus
palabras no sean ciertas.
No podría soportar verla con alguien más. Incluso sólo pensando hace
que mis dedos aprieten el volante tan fuerta que truena.
No sé qué hacer. ¿Le digo lo que siento arriesgándome a perderla? ¿O
sigo como siempre y al menos continua en mi vida como mi mejor amiga?
Todavía no tengo una respuesta cuando llego al complejo de
apartamentos, se me ha terminado el tiempo.
Nora está afuera tratando de controlar a los cachorros en los escalones
cuando me estaciono y me apresuro a ayudarla.
–¿Qué tal si cambiamos? - le ofrezco mientras le paso la bolsa de tacos.
Moose y Marley deben oler la comida porque practicamente me halan
por las escaleras detrás de Nora.
–Ya comieron, - me dice cuando empieza a desempacar los tacos y les
quito las correas, viendo como corren hacia ella.
–No estoy seguro de que el entrenamiento para cachorros haya
funcionado, - bromeo y ella sonrie, pasándome un plato.
–Sí, es raro cómo una clase no les enseñó nada, - dice sarcasticamente y
me rio, bajando a Moose cuando trata de olfatear mi plato.
Decido poner a los perros en la caja mientras comemos y Nora hace
margaritas. Se quejan cuando los dejo en su pequeño corral así que me
agacho, acariciando a ambos hasta que se acuestan.
Nora ha servido las margaritas en dos copas para cuando regreso y tomo
la mía, siguiéndola a la sala.
–¿Qué veremos hoy? - le pregunto mientras llevamos nuestros platos y
copas hacia el sofá.
–¿Outlander? - pregunta Nora con esperanza y aunque realmente no me
interesa el programa, sé que es uno de sus favoritos.
–Claro, - digo, buscándola y empezando el programa.
Nora sonrie cuando los créditos de apertura empiezan a rolar,
sentandose de piernas cruzadas en el sofá y equilibrando el plato en su
regazo. Me recuesto en el sofá, viéndola a ella más que a la television.
Recién empezamos este programa, así que todavía estamos en los
primeros episodios. Sabía que se suponía que sería un poco picante pero
nada hasta el momento me había preparado para el episodio siete.
Nora y yo no hablamos mientras vemos a Claire y Jamie en su noche de
bodas. Puedo ver que el rostro de Nora está acalorado y me mira
disimuladamente de vez en cuando mientras los dos actores lo hacen en la
pantalla.
La habitación está llena de tensión sexual y aunque aun tengo hambre,
no me atrevo a tomar mi último taco.
Cuando Nora se lame los labios, su respiración es más rápida, su pecho
sube y baja rapidamente, no puedo evitarlo. Dejo salir un gruñido, tosiendo
de inmediato para tratar de esconderlo.
–¿Muy candente, no? - pregunta Nora, tratando de cambiar la energía
que ha cubierto la habitación.
Me obligo a bajar mi erección antes de que Nora la vea. Por suerte, mi
plato está cubriendo la mayoría.
–Sí, creo que estre programa puede ser interesante después de todo, -
bromeo y ella se rie, pero puedo ver que todavía está algo incómoda por
verlo juntos.
Me pregunto si puede sentir lo mucho que la deseo. Me pregunto si
puede ver lo mucho que quiero hacerle todo lo que Jamie le hizo a Claire, y
mucho más.
Los perros lloran y el hechizo se rompe.
–Los llevaré a caminar, - digo, saltando del sofá y corriendo a la
habitación para sacarlos.
–¿Quieres que te ayude? - se ofrece Nora pero me niego.
–Nah, yo me encargo.
Ella asiento, dejando su plato a un lado y tomando su laptop, y me voy
con Moose y Marley. Bajamos las escaleras y empezamos nuestra vuelta
por la cuadra cuando mi teléfono suena en mi bolsillo. Lo saco, dudando
cuando veo el nombre de mi hermano en la pantalla.
No somos los más cercanos. No desde que me dejo solo nuestro padre.
Parte de mi sabe que él tenía que irse, que su pago del ejercito era lo único
que mantenía un techo sobre mi cabeza y comida en la mesa, pero es difícil
no estar enojado con el, sin importar lo irracional que es.
–Hola, ¿qué tal? - pregunto tan pronto como contesto.
–Hola, Gray, - dice y suena cansado, como si tuviera cien años en lugar
de veintinueve.
–¿Ya volviste al pais? - le pregunto.
El es un soldado de caballería y ha estado desplegado por los últimos
meses. Me gusta pensar que es por eso que sólo hemos hablado un par de
veces en los últimos seis meses.
–No, pero estoy en camino. Tengo noticias, - comienza y por el tono de
su voz sé que no me va a gustar.
–¿Sí? - pregunto nervioso.
–Es papa, Gray, - suspira Jasper.
–¿Qué hay con él? - pregunto, todos los músculos de mi cuerpo tensos.
Ni siquiera me doy cuenta que me he detenido en la acera hasta que
alguien choca conmigo y me muevo, recostándome contra un edificio.
–Murió, - dice Jasper, y se siente como si el mundo se cayera debajo de
mis pies.
–¿Qué? - pregunto y puedo escuchar a mi hermano hablando, pero es
cómo si de repente estuviera en un túnel.
–... así que el funeral será éste fin de semana. Estoy camino a casa para
organizarlo. No creí que quisieras estar ahí para la planeación, - me dice.
Tiene razón. No tengo interés de ir a casa, pero definitivamente no
quiero planear el funeral de ese monstruo.
–Puedo hacerlo si me necesitas, - me ofrezco, rezando porque no lo
acepte.
–No, Gray. Está bien, yo puedo encargarme de eso.
De repente, me doy cuenta que el rencor que le he tenido a Jasper por
irse realmente es injusto. Nunca hubiera podido proveer para nosotros si se
hubiera quedado a trabajar en Rosewood. Hubiéramos tenido que mudarnos
a otro lugar donde todos pudieramos encontrar trabajo, y nunca hubiera
dejado a Nora.
Quizá lo sabe. Quizá estaba tratando de ayudarme a quedarme con Nora
y apoyarnos. Quizá era la única opción.
–Gracias, Jasp. Déjame saber si necesitas algo antes de este fin de
semana.
–Lo haré. ¿Quieres que pague por tu boleto?
–No, puede que Nora quiera ir conmigo, así que compraré mi boleto.
Pero gracias.
Se aclara la garganta y ambos nos quedamos en el teléfono.
–Te veré y a Nora éste fin de semana, - dice finalmente y asiento aunque
no pueda verme.
–Nos vemos.
Los perros estan enredados en las correas y me agacho, liberándolos y
dando vuelta para regresar al edificio.
–¡Justo a tiempo! Acabo de terminar mi trabajo, - dice Nora cuando
entro, dejando a Moose y Marley libre de sus correas.
–¿Quieres ver otro episodio o…? - no termina cuando ve mi expresión y
está en el sofá y frente a mi en un instante. – ¿Qué sucede?
–Mi hermano llamo.
–Oh, Dios. ¿Jasper está bien? - pregunta con preocupación en sus ojos.
–Sí, está camino a casa. A Rosewood.
–¿Entonces qué sucede?
–Mi padre murió. El funeral es éste fin de semana, - digo y ella
reacciona a las noticias igual que yo.
Su cuerpo se trenza, sus brazos apretando mi cintura cuando me abraza.
–Tengo que volver a Rosewood para el funeral.
Ella reacciona, asintiendo firmemente.
–Yo también iré.
Esto, por esto es que la amo. Ella siempre ha estado y siempre estará ahí
para mí. Nora es leal, inteligente, graciosa, y protectora. Ni siguiera me
sorprende que volverá a Rosewood conmigo. Aunque ambos odiamos el
lugar.
Nora me abraza más fuerte y la envuelvo en mis brazos, descansando mi
cabeza sobre la de ella. Es entonces, mientras nos abrazamos, que me doy
cuenta que no puedo arriesgar esta relación. Necesito a Nora. No podría
sobrevivir un día sin ella en mi vida, así que tendré que aceptar que seamos
solo amigos.
Pero sé que es una mentira. La idea de que sólo seamos amigos para
siempre me hace sentir que otra parte de mi alma se muere.
Es hora de ser un hombre.
CUATRO
Capítulo Cuatro
Nora
Capítulo Cinco
Gray
Capítulo Seis
Nora
Capítulo Siete
Gray
–SI LLEGARA a casa y ella me diera una señal, entonces lo haría. Pero no
lo ha hecho, así que no me arriesgaré.
Nadie parece feliz con esa respuesta, ni siquiera yo, ¿pero qué puedo
hacer?
Veo a Cat en el segundo piso y se la señalo a Ender pero claro, él ya la
ha visto. Ella desaparece en su oficina y Ender se voltea para estudiarme un
momento antes de tomar una decisión.
–Ya regreso, - dice y veo asombrado que se dirige a las escaleras y ve a
los porteros que inmediatamente se quitan de su camino. Sube las escaleras
y lo veo dirigirse a la oficina de Cat.
Si él puede ir detrás de quien ama, quizá yo pueda hacer lo mismo.
OCHO
Capítulo Ocho
Nora
Capítulo Nueve
Gray
Capitulo Diez
Nora
Capítulo Once
Gray
Capítulo Doce
Nora
CREÍ que las cosas finalmente estaban pasando entre Gray y yo pero
después de anoche, no estoy tan segura. Fue noche de chicas y fui al
apartamento de Sayler y Coraline por gran parte de la noche.
Esperaba que Gray estuviera esperándome cuando llegara a casa, pero
estaba dormido en su propia cama. Me debatí en despertarlo pero estaba
muy borracha y sólo quería dormir. Pensé que tendríamos tiempo juntos
ésta mañana pero me quedé dormida y para cuando desperté, él ya se había
ido al trabajo.
Es extraño, como si nuestra burbuja ha explotado y ahora las dudas
empiezan a relucir.
¿Qué pasará ahora? ¿Estamos oficialmente juntos? ¿Por qué Gray no
ha dicho nada? ¿Fue algo de amigos con beneficios? ¿Se arrepiente?
Sé que Gray no es así. Él moriría antes que lastimarme, así que no se
tomaría esto a la ligera y no arriesgaría una amistad de decadas por una
noche juntos.
Aún así, tengo que hablar con él antes de que tenga más dudas.
Moose y Marley están ladrando y bailando por la entrada y sé que Gray
debe estar en casa asi que dejo mi laptop a un lado y me levanto.
–Hola, - digo cuando entra por la puerta.
–Hola, dice y se ve y suena exhausto.
–¿Qué pasa? - le pregunto, envolviéndolo en mis brazos.
–Ha sido un día muy largo y tengo un dolor de cabeza horrible. Tomaré
algo de Tylenol y tomaré una ducha.
–Está bien, ¿quieres que ordene una sopa o algo?
–Sí, gracias, - dice con una sonrisa cansada.
Lo veo entrar a su habitación y volteo para tomar mi teléfono y ordenar
comida. Entonces veo que tengo un mensaje de Cat. Le envié un mensaje
para ver cómo estuvo anoche después de que Ender fuera por ella, le
gruñera a Cat, la lanzara sobre su hombro y se fueran.
CAT: Sí, fue una locura, pero te prometo que estoy más que bien.
Nora: Estoy segura.
Cat: ¿Cómo están tú y tu querido?
Nora: No estoy segura.
Cat: ¡Sólo dile que estás enamorada de él!
Nora: Nos acostamos la otra noche.
Cat: ¿¡Qué!? ¿Y me lo dices hasta ahora?
Nora: Lo siento, quería hablar con Gray antes de decirle a otras
personas pero ahora las cosas están raras entre nosotros.
Cat: ¿Raras cómo?
Nora: Es sólo que no hemos hablado o estado juntos desde entonces.
Recién llegó a casa y dijo que tenía dolor de cabeza así que fue a
bañarse.
Cat: ¡Ve y ayúdalo a mejorarse!
Nora: ¿Y si se arrepiente?
Cat: Está literalmente enamorado de ti así que esa no es una opción.
Nora: Pero no puedes estar segura de eso.
Cat: Cualquiera con ojos lo sabe. Creeme.
Capítulo Trece
Gray
UN AÑO DESPUÉS…
Capítulo Catorce
Nora
Capítulo Uno
Ender
Capítulo Dos
Cat
Capítulo Tres
Ender
Capítulo Cuatro
Cat
Capítulo Cinco
Ender
Capítulo Seis
Cat
Capítulo Siete
Ender
Capítulo Ocho
Cat
ENTRO a Se7en el día siguiente con una sonrisa en mi rostro. Ender vino a
casa conmigo anoche e hicimos el amor una vez más antes de dormir. Me
desperté esta mañana con él envolviéndome y me cogió dos veces más
antes de que ambos saliéramos a nuestros trabajos.
Me muerdo el labio subiendo las escaleras pensando en la forma que me
sostenía de los muslos y el trasero mientras me cogía con fuerza. Me tenía
atrapada contra la pared de la ducha, mi cuerpo envolviendo el suyo
mientras me embestía, preguntándome si me gustaba el gran pene de papi.
Mis sies resonaban en las paredes de la ducha y me vine tan fuerte que casi
me desmayo. Volví en sí para verlo lavándome con cuidado y mi corazón se
derritió por el claro amor que podía ver en su rostro mientras lo hacía.
Todavía no hemos dicho que nos amamos, pero está en cada acción,
cada caricia, nalgada, o cogida.
–Hola, gatita, - ronronea Kayley cuando entro a mi oficina y salto
ligeramente de sorpresa.
Está sentada en mi silla, sus pies en mi escritorio, y la fulmino con la
mirada.
–Levántate de mi silla.
–No lo creo, - dice Kayley, con una fea sonrisa en su rostro.
–¿Disculpa? - pregunto mientras pongo mi bolso y el almuerzo que
Ender me preparo en la esquina de mi escritorio y cruzo mis brazos.
–Lo sé, - susurra Kayley, sus ojos en la puerta.
–¿Sabes qué?
–Te escuché a tí y al viejo anoche. Tu “papi”, - sisea, su rostro
contorsionado en asco y mi estómago se revuelve.
–Eso no es de tu incumbencia, - empiezo pero ella me interrumpe.
–Es asqueroso y lo hiciste aquí, tu lugar de trabajo. Sé que puedes
salirte con la tuya porque tu otro papi es dueño del lugar, pero me pregunto
cómo se sentirá él y el resto del personal cuando sepan lo que has estado
haciendo aquí con ese hombre.
–Tampoco es de su incumbencia. ¿Cómo nos escuchaste? ¿Estuviste
espiándonos en lugar de hacer tu trabajo de nuevo? - respondo y ella se
sonroja, sé que tengo razón.
–Eso no importa. Lo que importa es que te escuche a tí y ahora sé tu
pequeño y asqueroso secreto.
No es asqueroso, quiero decir pero no puedo decirlo.
–Quiero tu trabajo, - demanda Kayley y volteo los ojos.
–No puedes tenerlo.
–Eso lo veremos.
Empieza a ponerse de pie y pienso en lo que haría mi mamá. Es una
mujer genial. No acepta mierda de nadie. Tampoco debería hacerlo su hija.
–Nadie se quedará si te vuelves la gerente. Nadie te soporta. Ni siquiera
tienes el poder y ya dejaste que se te suba a la cabeza. Además, es tu
palabra contra la mía. No tienes prueba que lo que dices realmente pasó.
Le sonrío cuando se congela y me lanza una mirada.
–Algunas personas me creerán, - insiste y niego con la cabeza.
–Como dice, nadie te quiere aquí. Te quejas y ordenas a las personas en
lugar de ayudar cuando estamos cortos de personal. No confían en tí y,
obviamente, no deberían.
–Házme tu asistente y no le diré a nadie.
–No, ¿y realmente estás tratando de chantajearme para que te de un
ascenso? ¿Sabes lo ilegal que es eso?
Ella da un pisotón cuando digo eso, su rostro rojo de enojo.
–Jódete, - sisea y le doy una sonrisa que dice exactamente lo mismo.
–¿Por qué no vuelves al trabajo?
Ella se detiene y puedo ver su mente trabajando pero no voy a
retractarme. No dejaré que tenga ningún poder aquí o ella le hará la vida
miserable a todos aquí, yo incluída.
–¿Crees que no ayudo lo suficiente? Bien, entonces renuncio. Que se
diviertan con poco personal, - dice antes de pasar a mi lado y salir por la
puerta.
Suspiro, estirando los hombros para tratar de aliviar la tensión, y cuando
me siento en mi silla noto que Palmer está en la puerta.
Está sonrojada y es obvio que escuchó nuestra pelea.
–Hola, - digo, tratando de aliviar la tensión y ella entra a mi oficina,
cerrando la puerta detrás de ella.
–Lamento interrumpir. Sólo quería entregar el resto de mis documentos
de contratación y mi información bancaria, - dice y asiento, tomando los
papeles.
–Gracias.
–Esa chica es una perra, - dice Palmer de repente, y parece tan
sorprendida de haberlo dicho que no puedo evitar reírme.
–Sí, lo es. No creo que alguien vaya a estar triste cuando les diga que
renunció.
–Tampoco lo creo.
–Sólo apesta que tendremos poco personal de nuevo hasta que
encuentre a otra mesera.
–Mi compañera de cuarto está buscando trabajo. Fue mesera en
secundaria.
–Traela, - digo de inmediato y Palmer sonríe.
–Lo haré… y sabes que lo que dijo no es cierto, ¿verdad?
–¿Huh? - pregunto, fingiendo no saber a lo que se refiere.
–Sobre ese hombre y tú. No hay nada de malo en eso. No es asqueroso.
–Gracias, Palmer, - susurro y ella me da una sonrisa.
–No hay problema. No creo que la diferencia de edad sea rara tampoco.
Para ser honesta, yo también estoy enamorada de un hombre mayor.
–¿Sí? ¿Alguien que conozca?
–Probablemente no. Es un tatuador en Eye Candy Ink. Quizá hayas
escuchado de él porque es muy bueno.
Mi estómago se revuelve y me pregunto si debería decirle que
básicamente soy familiar de todos los que trabajan ahí. Empiezo a
preguntarme quién podría ser.
–Su nombre es Banks, - dice, con una mirada soñadora y apenas puedo
contener mi risa.
–Eres su vecina, - adivino y ella parece sorprendida.
–Sí, pero…
–Soy como su hermana.
El rostro de Palmer está en llamas y le doy una suave sonrisa.
–No le diré. Creo que también le gustas. Ha estado llegando tarde a la
reunión de los domingos y la familia entera lo ha notado. Siempre dice que
estaba ayudando a su vecina. Creo que todos asumimos que era una señora
de noventa años que necesitaba ayuda en su casa.
–Oh, no. Es… bueno, algo más, - susurra y sé que no quiere hablar de
eso en este momento.
–Si necesitas algo, - empiezo y ella asiente, sonriéndome.
–Gracias. En serio. Enviaré a mi compañera de cuarto. Su nombre es
Rae.
–Gracias, - digo y ella asiente al salir por la puerta.
Palmer se ve y trato de enfocarme en ella y Banks o en el trabajo.
Cualquier cosa menos lo que pasó con Kayley. Sé que tan pronto piense en
eso, me sentiré avergonzada de nuevo y entraré en pánico.
Me pregunto si cometí un error.
¿Qué pasa si mis padres se enteran? ¿O alguien más del trabajo?
¿Cómo los veré a la cara?
Sé que Ender nunca me forzará a llamarlo papi en público, que él sabe
que sólo me gusta hacerlo en privado y no tengo que hacerlo todo el tiempo,
¿pero realmente está bien?
Me muerdo el labio, considerando mis opciones y aunque me rompa el
corazón, le envío un mensaje.
Capítulo Nueve
Ender
Capítulo Diez
Cat
Capítulo Once
Ender
–CASI TE TENÍA, - dice Brooks con una risa cuando salimos del
Gimnasio Kings.
–Ni de cerca, - le digo, golpeando su hombro.
Brooks llegó a la ciudad anoche y ya que es mi día libre, me ofrecí para
mostrarle la ciudad e ir a la sesión de entrenamiento en el gimnasio.
Ha sido bueno verlo de nuevo y ponernos al día. El ejercicio en el
gimnasio me ayudó a distraerme de Cat. Al menos por un rato.
–¿Ya tienes dónde vivir? - le pregunto mientras caminamos.
–Aún no. Me estoy quedando en un hostal pero ya me estoy cansando.
Un tipo que conocí ahí, Niall, dice que puedo quedarme con él una semana
o dos, así que quizá acepté su oferta, - dice Brooks encogiéndose de
hombros.
–También puedes quedarte conmigo, - le ofrezco y él asiente.
–Gracias. Estoy seguro que encontraré algo pronto.
Él frota su hombro izquierdo y puedo ver que la herida que recibió
durante el ataque en el extranjero lo está molestando.
–¿Quieres una cerveza? - le pregunto pero niega con la cabeza.
–Debería volver y tomar una ducha. Quizá poner hielo en mi hombro.
¿La próxima semana? - pregunta y asiento con la cabeza.
–Sí, tienes mi número. Házme saber cuando quieras que nos veamos.
–Gracias, Endeer. Nos vemos pronto, - dice mientras cruza el
estacionamiento hacia su viejo Bronco.
Me deslizo detrás del volante de mi propio auto y suspiro, pensando en
Cat. Me pregunto si me extraño en la reunión de hoy. Me pregunto si ha
recordado comer y cuidarse.
Enciendo el auto y me uno al tráfico, conduciendo el corto camino a
casa. Me estoy estacionando en la entrada cuando volteo a ver un conocido
cabello rosado. Mi corazón se acelera en mi pecho y contengo la
respiración, esperando que la chica del abrigo se de vuelta para que pueda
ver si realmente es Cat. Quizá estoy alucinando.
Ella se voltea y cierro mi puerta de un portazo y mis rodillas se debilitan
cuando la veo con su cabello en dos coletas, el abrigo rozando su piernas
desnudas.
–Hola, - digo, deteniéndome a unos pasos de ella para que pueda verla a
los ojos.
–Hola, ¿podemos hablar? - pregunta y asiento, abriendo la puerta y
dejándola entrar.
–Me gusta tu apartamento, - dice y sólo puedo mirarla.
Tenerla en mi casa se siente como un sueño hecho realidad y parte de mí
teme que esto sólo sea un sueño o una alucinación.
–¿Qué haces aquí? - le pregunto, mi voz sonando ronca.
–Pues, - dice ella, empezando a deshacer el nudo en su cintura.
Mis ojos se aferran al movimiento y cuando ella termina de deshacer el
cinturón, abre el abrigo y lo deja caer a sus pies.
–Quiero disculparme, papi, - ronronea y juro que debo estar soñando.
No hay forma que sea Cat, mi niña, de pie en mi sala en nada más que
un par de tacones, coletas, y un babydoll que acentúa sus curvas.
–¿Qué? - pregunto hipnotizado.
–Dije que quiero disculparme, papi, - repite, acercándose a mí.
Sus manos caen en mi pecho, sintiendo mis pectorales y mi cuerpo se
pone rígido.
–¿Por qué? - demando y ella me ve por debajo de sus pestañas.
–Por alejarte. Es sólo que… estaba asustada. Kayley me confrontó, nos
escuchó en mi oficina y estaba preocupada por lo que la gente pensaría si
sabían lo que habíamos hecho. Pero no hay nada malo en lo que hacemos.
Te extrañé. Estar lejos de tí se sintió mal. Yo sólo… no puedo vivir sin tí,
papi. No quiero.
–Gracias, bebé, porque yo tampoco puedo vivir sin tí.
Entonces la agarro, moldeando sus curvas contra mi pecho y ella
suspira, abriéndose para mí cuando nuestros labios se encuentran y se
aferran al otro.
–Te amo, - digo, mis manos tomando sus muslos y levantándola. - Te
amo tanto que duele.
–Lo sé. Yo también te amo, - gime contra mis labios mientras la llevo a
mi habitación. - Perdón por asustarme y alejarte.
–Sé que lo sientes, bebé, pero debiste venir conmigo y hablar sobre
cómo te sentías. Como no lo hiciste, habrá un castigo.
Ella se muerde el labio, viéndome con una sonrisa sucia. Puedo ver la
emoción en sus ojos, y mierda, extrañaba esto. Necesito a mi niña más que
a nada. Más de lo que necesito mi próximo aliento.
Me siento en la cama, acercándola a mí. Cuando está entre mis piernas,
la doblo sobre mi rodilla para que parte de su pecho esté en la cama. Su
trasero justo delante de mí y levanto el material del babydoll, frotando mi
mano sobre su glúteo desnudo.
–Si empiezas a tener dudas, si tienes una pregunta o algún problema,
vienes con papi. ¿Está claro? - le digo, mi voz firme y ella asiente.
Le doy una nalgada, mi mano dejando una marca roja.
–Respóndele a papi, - ordeno y ella gime, moviéndose en mi regazo.
–Sí, papi, - ronronea y me pregunto si puede sentir lo duro que estoy en
éste momento.
–No estoy seguro de creerte, - digo, dándole otra nalgada.
Ella gime, su trasero empujando hacia mí y le doy lo que quiera, lo que
ambos queremos.
Le doy nalgada tras nalgada, alternando entre el lado izquierdo y
derecho hasta que su trasero está de un lindo color rojo y puedo ver el deseo
en sus muslos.
–¡Lo siento, papi! - solloza, el deseo claro en su voz. - No volveré a huir
de tí.
–Buena niña, porque papi no te volverá a dejar ir, - le halago,
volteandola en la cama antes de desabrochar mi pantalón.
Los deslizo por mis muslos para luego acorralar a Cat en la cama. Ella
pone sus piernas alrededor de mi cintura, urgiendo a que la penetre y no
puedo negárselo a ninguno un segundo más.
La embisto, ambos gruñendo cuando me entro hasta el fondo. Es como
llegar a casa, al cielo. Mi cielo.
Hacer el amor no es lento o fácil. Es duro, primitivo, y crudo, ambos
tratando de recuperar el tiempo perdido. Es coger, pero aún más mucho
amor y confianza entre nosotros.
Puedo sentir su coño empezando a apretarme y sé que no pasará mucho
antes de que ella termine, llevándome con ella.
–Te amo, bebé. Siempre.
–¡Papi! - grita y termina, cubriendo mi pene en sus dulces jugos y
provocando mi propio orgasmo..
Nos doy vuelta para no aplastarla y ambos yacemos ahí, respirando con
fuerza mientras volvemos a la tierra.
–Yo también te amo, papi, - dice somnolienta y sonrío, peinando sus
coletas mientras su respiración se estabiliza.
Esto, aquí. Esto es todo lo que necesitaba en mi vida para ser feliz.
Gracias a Dios que mi niña se dio cuenta que somos el uno para el otro
antes de que perdiera la cabeza o tratara de secuestrarla.
Ahora necesito pasar el resto de mi vida asegurándome que esté bien y
feliz.
Qué maravillosa forma de pasar el resto de mi vida.
DOCE
Capítulo Doce
Cat
UN AÑO DESPUÉS…
Capítulo Trece
Ender
Capítulo Uno
Banks
Capítulo Dos
Palmer
Capítulo Tres
Banks
Capítulo Cuatro
Palmer
Capítulo Cinco
Banks
Capítulo Seis
Palmer
Capítulo Siete
Banks
Capítulo Ocho
Palmer
BANKS: Te extraño.
Palmer: Te extraño más.
Capítulo Nueve
Banks
Capítulo Diez
Palmer
Capítulo Once
Banks
Capítulo Doce
Palmer
Capítulo Trece
Banks
HAN PASADO horas desde que dejé a Palmer esta mañana y no puedo
soportarlo más. No me gusta pensar que ha estado molesta todo el día y que
no he estado ahí para ella.
Después de hablar con mi familia tengo una idea clara de lo que le
quiero decir. Mi reacción normal es avanzar y hacerme cargo, pero Palmer
es una adulta y necesito seguirla a ella en ésto. No puedo forzarla a nada.
Sólo puedo amarla y apoyarla en lo que elija hacer.
Me detengo en el estacionamiento y estoy apunto de apagar el auto y
subir a buscarla cuando veo a Palmer caminar hacia mí. Salgo del auto,
abriendo la puerta del pasajero para ella. Ella me da una pequeña sonrisa y
entra al auto, tomo eso como una buena señal.
Ella está callada mientras conduzco por las calles congestionadas hacia
el Parque Allegheny. Nos toma cerca de media hora llegar y encontrar un
lugar donde estacionar.
–¿Tienes hambre? - pregunto cuando pasamos por unos camiones de
comida.
–No, acabo de comer.
Asiento, tomando su mano y empezando a caminar por el camino.
–¿Cómo te sientes sobre todo? Lamento haberme involucrado esta
mañana. Es sólo que no me gustó la forma en la que estaba hablando de tí,
pero me di cuenta que quizá me sobrepase.
–No, no te disculpes. Me alegra que estuvieras ahí. Él nunca me ha
golpeado, pero no sé lo que hubiera hecho si sólo hubiéramos sido nosotros
dos. Se veía lo suficientemente molesto como para arrastrarme físicamente
a casa.
Mi manos se hacen puños y respiro profundo, tratando de no pensar en
Frank arrastrando a Palmer a ningún lado.
–Quería hablar contigo. Fui a ver a mi familia y les dije lo que pasó. Me
hicieron saber que me sobrepasé y quería disculparme, pero también quería
que supieras que tienes opciones.
–¿Le dijiste a tu familia de mí? - pregunta con una sonrisa tímida.
–Claro. Todos saben que estoy loco y totalmente enamorado de tí. Es
por eso que no pueden esperar a conocerte. Les dije que quizá no quieras
involucrarte con familias por un rato así que están dispuestos a esperar
hasta que estés lista.
Palmer mira a otro lado, lágrimas brillando en sus ojos y pongo su brazo
en sus hombros.
–Te amo, Palmer. Más que nada. Estoy seguro que has estado
preocupada todo el día por el dinero o cómo pagarás todo.
Ella desvía la mirada y sé que tengo razón.
–Puedes mudarte conmigo para ahorrar en alquiler y gastos. Podemos
buscar un lugar más grande y traer a Rae y Brooks con nosotros. Tengo
dinero ahorrado. Puedo pagar tus estudios, alquiler, lo que necesites, bebé.
Sé que quieres ser independiente y forjar tu camino y sólo quiero ayudarte.
Si no tomas el dinero, entonces déjame ayudarte aplicando a becas o ayuda
financiera, lo que necesites.
–No tienes que hacer eso, - dice, pero la detengo antes de que pueda
continuar.
–Quiero hacerlo. ¿Recuerdas lo que dije ese día en el auto?
Ella asiente y levanta la barbilla hasta que nuestros ojos se encuentran.
–Hasta el final. Eres la chica para mí, Palmer. Todo lo que quiero y
siempre querré. Quiero todo contigo. Quiero darte todo. No me importa el
dinero. Sólo quiero que estés segura y feliz. Déjame hacer esto por tí para
que puedas enfocarte en las clases y tener la vida que quieres.
Palmer está llorando, y me rompe el corazón. Limpio las lágrimas con
mis pulgares.
–Por favor, no llores, bebé, - le ruego, sintiéndome ansioso.
–También te amo, - dice, escondiendo su cara en mi pecho y la abrazo,
tratando de reconfortarla.
–Estás llorando más de lo que imaginé cuando imaginé este momento, -
bromeo y ella se ríe en mi camisa.
–Te amo, pero no quiero que pienses que te estoy usando de la forma
que mi madre usa a Frank.
–No lo hago. Lo que tienen tu mamá y Frank no es amor. Es una
transacción de negocios y nunca dejaré que nuestra relación sea así. Te voy
a amar para siempre y sólo porque pague por cosas no significa que no
somos iguales en ésta relación.
Ella estudia mi rostro y tomo sus manos, apretándolas.
–Buscamos a alguien que nos ayude en la recepción de Eye Candy Ink.
Hablé con Maxine. Puedes trabajar cuando las clases y Se7en te lo permita
y ganar dinero extra. Además, podremos vernos más.
Ella sonríe y continúo.
–Te mudarás conmigo o hablaremos con Rae y Brooks para buscar un
lugar más grande. Nos veremos más y ahorraremos dinero.
–Está bien, - susurra y mi corazón se detiene por un momento.
–¿Está bien? - pregunto, asegurándome de no haber escuchado mal.
–Sí, está bien. Gracias, Banks.
Ella levanta su barbilla y lo tomo como una invitación, sellando mi boca
con la de ella. mi lengua se desliza en su boca y ella gime cuando se enreda
con la de ella.
Sus manos se posan en mis hombros y la tomo de la cintura,
acercándola a mí hasta que estamos presionados contra el otro y no puedo
distinguir dónde termino yo y empieza ella.
Sus curvas se amoldan a mi cuerpo y puedo sentir que mi pene se
endurece en mis pantalones mientras más nos besamos.
Sus manos se enredan en mi cabello y lo jala de la misma forma que
cuando está excitada y ansiosa por mi pene y sé que necesito llevarnos a
casa donde tenemos más privacidad.
–Vamos a casa. Entonces puedo encargarme de tí apropiadamente, -
susurro contra sus labios y ella me sonríe.
–Me parece un buen plan.
Tomo su mano y corremos por el camino hasta mi auto. No sé lo que
pasará con los padres de Palmer y su universidad. Todo lo que sé es que
nunca la dejaré ir.
DOCE
Capítulo Catorce
Palmer
UN AÑO DESPUÉS…
Capítulo Quince
Banks
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