Juego de Simulacion

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Fundamentación:

La secuencia didáctica está destinada a 5° grado, correspondiente al segundo ciclo de la


escuela primaria. La duración establecida para llevarla a cabo es de 2 hs.
Se aborda el tema “La desarticulación del poder central (1816-1820)”. Éste se encuentra en
el Diseño Curricular de la Provincia de Entre Ríos correspondiente al eje de Ciencias Sociales
“Nosotros y el tiempo histórico. Los chicos quieren saber de qué se trata” del Segundo Ciclo de la
escuela primaria.
Luego de la declaración de la Independencia, en 1816, el país atravesó por un largo periodo
de cambios para organizar su gobierno. Los desacuerdos entre las provincias acerca de la forma que
debía adoptar el gobierno del país se acentuaron. En 1819, el Directorio con su director supremo,
Pueyrredón, sancionó una constitución de carácter centralista. Esto originó una situación muy tensa
entre el gobierno central y el resto de las provincias.
A raíz de esto, comenzaron a surgir dos tendencias políticas. Por un lado, los federales con
sus milicias locales y partidarios de las autonomías provinciales, y por el otro, los unitarios o
centralistas, partidarios del poder central de Buenos Aires. Las diferencias entre Buenos Aires y el
interior eran muy grandes y hacían difícil cualquier intento de organizar el país. La economía del
interior se había perjudicado por las luchas por la Independencia y por la apertura del comercio con
otros países dispuesta por los gobiernos patrios. Buenos Aires, en cambio, tenía una buena situación
económica gracias al comercio y a su control del puerto y de la aduana. Además, las provincias
querían elegir sus propios gobernantes, en vez de que los nombrase el gobierno central de Buenos
Aires, como ocurría hasta ese momento.
Las disputas políticas entre ambos frentes desembocaron en guerras civiles. La primera fue
la Batalla de Cepeda en 1820 cuando tropas del litoral encabezadas por el Estanislao López y
Francisco Ramírez, al mando de Artigas, se enfrentaron y derrotaron al directorio. Como
consecuencia el directorio se disolvió, se derrumbó del poder central y las provincias se gobernaron
de manera autónoma. Cada provincia luchaba por preservar su autonomía sin resignar la unidad
nacional, pero alcanzar esa estabilidad no era fácil debido a las diferencias regionales (intereses y
economías). Para organizar la convivencia armónica entre ellas se firmaron distintos tratados y
pactos interprovinciales. Estos eran tratados de paz firmados entre provincias, que sentaron las
bases de la organización futura del país.
Actividad: Juego de simulación.
Para comenzar la clase, la docente propondrá a los estudiantes un juego de simulación. Para ello, les
explicará previamente a los niños que el juego no tuvo lugar tal cual como se lo relata, pero que en
nuestra historia real existieron hechos y personajes similares. Después de jugarlo, se procederá a
pensar y analizar los acontecimientos leídos.
Reglas del juego: Instrucciones
a. Dividir a la clase grupos.
b. Cada grupo deberá leer atentamente una tarjeta (brindada por la docente) donde estará la
biografía de un determinado personaje. Los niños podrán tomar nota de los datos que
consideren más importantes.
c. El grupo pondrá en el lugar del personaje que les tocó en la tarjeta. Deberán debatir con sus
compañeros y establecer qué decisión tomará su personaje.
d. Una vez terminado el debate, cada grupo contará qué personaje le tocó, su historia y la
decisión que tomaron.
Actores:
Diego José Muñoz
Me llamo Diego José Muñoz. Soy dueño de una estancia y me dedico a la actividad
ganadera porque vender cueros de vacas es un buen negocio para mí. Tengo una hermana, María
Daniela Muñoz y un buen pasar económico, pero sé que las provincias del interior no están pasando
una buena situación. Han sido perjudicadas por las luchas por la Independencia, por la sanción de la
constitución por parte del Directorio y por la apertura del comercio con otros países porque no
pueden vender mucho de lo que producen. Están siendo dañadas por la importación de productos
eutópicos que llegan al puerto de Buena Aventura en menor precio y mejor calidad. Las provincias
no pueden competir contra Eutopía.
En el interior, los caudillos luchan todos los días por cambiar esta situación. Ellos son
hombres de campo que pelean por los intereses de su región. Pero yo vivo en Buena Aventura,
entonces cuando hay problemas, mis intereses se asemejan más al proyecto unitario de los
habitantes de Buena Aventura y no al proyecto federal de la gente del interior.
Mi hermana, María Daniela se mudó junto a su marido, Fernando Rodríguez a Entre Lagos
y vino a visitarme hoy para pedirme que apoye al interior. A mí y a la gente de Buena Aventura no
nos conviene apoyarlos. Para nosotros es mejor seguir comercializando con Eutopía y no repartir
los ingresos de la aduana de Buena Aventura porque es nuestro principal sustento económico. Me
conviene vender los cueros de mis estancias afuera y que ellos me vendan sus productos porque son
más baratos y de mejor calidad que los que puedo comprar en Entre Lagos. En la conversación no
nos pusimos de acuerdo. Mi hermana me pide que los apoye y yo tengo que tomar una decisión.
¿Qué hago?, ¿apoyo a mi hermana y al interior o defiendo mis ideales y los de Buena Aventura?
Cuando volvamos a charlar le voy a decir que…

Fernando Rodríguez
Mi nombre es Fernando Rodríguez. Nací en Entre Lagos en el año 1786 y vivo con mi
mujer, María Daniela Muñoz. Mi padre era un comerciante paraguayo y junto con mi madre
vinieron a vivir a Entre Lagos. Empezaron trabajando como comerciantes y cuando ahorraron
dinero, pudieron comprar unas tierras. Me crié en el campo y desde chico me interesé por la
estancia. Hoy es más extensa que antes porque junto con mi papá fuimos comprando y agregando
nuevas tierras.
Hace unos días, llegaron noticias de Buena Aventura. El Director Supremo sancionó una
constitución centralista y, al parecer, ingresaron por el puerto productos eutópicos (tejidos, telas,
muebles) con un precio más bajo que los que vendemos nosotros. Estos no solo se venderán en
Buena Aventura, sino que serán comercializados en las provincias del interior.
Hablé con mi esposa y mis amigos, Germán Álvarez y Emilio Larrosa sobre estas noticas.
Ya estamos cansados de que no nos escuchen y que solo se tengan en cuenta a la gente y
comerciantes del puerto. Pensamos que lo mejor sería armar un ejército y que la tropa marchara a
Buena Aventura para luchar por nuestros intereses, aunque sabemos que no sería fácil y los riesgos
grandes. Yo sería quien conduzca el ejército de Entre Lagos. Lucharía por el libre comercio, quiero
la apertura de nuestro puerto al exterior, así como también proteger la producción artesanal local de
la competencia de productos extranjeros y elegir nuestros gobernantes. Mañana tengo que tomar
una decisión. ¿Marchamos sobre Buena Aventura con un ejército y luchamos por nuestros intereses
o es mejor hablar con los comerciantes de Buena Aventura de nuevo?...

Antonio “Pacha” Vázquez


Me llamo Antonio “Pacha” Vázquez y soy un cacique de Junilla. Acá la actividad
económica principal es el criado mular y el tejido de telas y ponchos que compra la gente que vive
en nuestra región para vestirse. Además, intercambiamos nuestros productos con otras zonas
cercanas y recibimos de ellos productos que nosotros no tenemos.
Hace una semana, un hombre, llamado Pedro Manuel García, se acercó a esta zona y se
presentó como “caudillo”. Muchas veces viene y se lleva nuestras ovejas y tejidos sin darnos nada a
cambio y diciendo que son para alimentar a su ejército. Como me cansé de que haga esto, ayer
hablé con él. Me dijo que los caudillos de las provincias están preocupados por las decisiones
tomadas por el Directorio y por la entrada de productos eutópicos por el puerto de Buena Aventura.
Están buscando la forma de impedir que esto siga sucediendo. Quieren ir a Buena Aventura con sus
soldados y pelear por sus intereses.
Quiere que yo me una a ellos y vaya a Buena Aventura porque mi ayuda es fundamental. Me
dijo que a Junilla le conviene detener el avance del poder central y la compra y venta de tejidos e
hilados eutópicos porque si continúa nosotros no vamos a poder vender nuestros productos. Si no
podemos vender, nuestro futuro será difícil. Pero, ¿me conviene creerle a este hombre y unirme a su
ejército?, ¿no será mejor seguir haciendo mis actividades de cacique como hasta hoy y evitar que
me maten o lastimen?...

Carlos Ocampo
Me llamo Carlos Ocampo. Nací en Buena Aventura y soy hijo de un padre español que llegó
a Buena Aventura en 1770 y de una madre nacida en estas tierras como descendiente de un pueblo
indígena de esta zona.
Mi padre desde que arribó a Buena Aventura trabajó en el puerto y yo lo hago desde chico
cuando comencé con la carga y descarga de los barcos que arriban. Toda mi vida pasa por este
puerto. Por el trabajo que hago me pagan un dinero suficiente para vivir y comer bien, aunque me
gustaría ganar más y satisfacer todas las necesidades de mi familia.
Hoy cuando llegué al puerto, un hombre se acercó a mí porque quería hablar conmigo. Se
presentó en representación de German Álvarez, defensor del federalismo. Me ofreció mucho dinero
a cambio de que mañana cuando descargue los productos del barco que arribe no los lleve al
depósito, sino que los tire al río. Quedé sorprendido ante el pedido. Su propuesta me resulta difícil
de responder. Pienso que no puedo hundir los productos en el río porque si me descubre la gente del
puerto pueden matarme o puedo ir preso. Pero también sé que el puerto y sus productos no son míos
y que hay mucho dinero de por medio que puede ayudar a mi familia y su futuro. Además, las
provincias se están perjudicando con la entrada de esta mercancía. Tengo que decidir qué hacer.
¿Tiro los productos eutópicos al río, ayudo al interior y gano mucho dinero o rechazo la propuesta
de este hombre y continúo cargando y descargando mercancía de los barcos del puerto como hasta
hoy ganando menos dinero? Pensándolo bien, creo que voy a…

Pedro Navarro
Soy Pedro Navarro y nací en Vera Cruz donde llegaron mis padres desde España en 1750
para trabajar como empleados del gobierno español. Desde chico trabajo como peón en la estancia
de Don Emilio Larrosa, caudillo de Vera Cruz. No me paga demasiado por las tareas que hago y,
muchas veces, no me alcanza para alimentar a mi mujer y a nuestros 5 hijos, razón por la que mis
hijos mayores me ayudan realizando trabajo en otras estancias de la zona.
Ayer Don Larrosa me llamó a su oficina y me comentó una noticia. Me dijo que un tal
Álvarez, líder de los caudillos de las costas, quiere provocar alzamientos contra Buena Aventura.
Me propuso que forme parte de su ejército porque me considera un hombre fuerte y capaz para
participar en una batalla. A cambio él me dará más dinero.
Admiro mucho a Don Larrosa y él me considera una persona de confianza por eso ocupo un
lugar importante en su estancia. Pero sé que es un trabajo difícil ser parte de un ejército y que puede
tener consecuencias negativas estar en un campo de batalla. No le respondí todavía, tengo tiempo de
darle una respuesta hasta mañana. Esta noche voy a hablar con mi mujer y le voy a preguntar qué
me conviene. ¿Me convierto en soldado del ejército de Emilio Larrosa y ganó más dinero o rechazo
su propuesta y evito que probablemente me maten?...

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