Antoni0 Berrio Y Las Ordenanzas de 1573
Antoni0 Berrio Y Las Ordenanzas de 1573
Antoni0 Berrio Y Las Ordenanzas de 1573
Ricardo Piqueras
Universitat de Barcelona
1. Apodado por el embajador veneciano rey G6mez por la importante red de influencias en torno
al monarca. Citado por H. Kamen, Felipe de España, p.87.
2. Kamen, H. lbid., p.22.
El segoviano de origen vizcaino Antonio de Berrio, contaba en esa misma
época con una dilatada experiencia militar, al servicio de Carlos I desde 10s
catorce años3y del propio Felipe Il. Aparece en ltalia con las tropas del Duque
de Alba, en Alemania con 10s tercios españoles o en unos Paises Bajos siempre
inestables, para acabar el periodo en la represión de la rebelión de las Alpuja-
rras que le sirve para ser nombrado Gobernador. La hoja de servicios militares
de Antonio de Berrio, quién perdió tres hermanos al servicio del emperado?,
refleja el mapa de 10s principales conflictos a 10s que tuvo que hacer frente
Felipe II durante su mandato, heredando y ampliando de su padre tanto pose-
siones como conflictos.
"Cincuenta y dos años ha que sirvo a V.M. y al emperador Carlos Quinto, de gloriosa mernoria,
nuestro Señor y Princ~pede V.M. en todas las guerras de Alemania, Italia, Berberia y Flandes y de
allí lo vine a hacer por mandato de V.M. a la guerra de Granada, donde lo hice en diferentes par-
tes de gobernad~r"~.
Berrio hereda por su matrimonio con Maria de Oruña, sobrina del Adelantado
Don Gonzalo Jiménez de Quesada, el patrimonio familiar e ideológico de este.
Una encomienda en el Nuevo reino de Granada y sobre todo la ilusión en una
empresa , la empresa del Dorado, que Quesada dejó inacabada y que Berrio
asumirá como reto personal. La carga se prevé menos pesada que la del empe-
rador, pero Berrio no puede ni quiere delegar en nadie una tarea que reclama
desde el primer momento como personal e intransferible. La llamada de las
lndias hizo mella en hombres de cualquier clase y condición y cuando en 1580
pase por primera vez a las Indias, 10s 53 años de edad que comparte con su
monarca, les dan a ambos la suficiente madurez para permitirles afrontar perio-
dos dificiles tanto en lo personal como en lo politico y económico. Deudas, éxi-
tos, fracasos y obsesiones marcaran el devenir de dos vidas paralelas que
actuaran en América desde posiciones y situaciones disimiles, pero siempre con
el nexo que unia a un fiel servidor de la corona con su monarca. En este sen-
tido, el "servicio al Rey" representa uno de 10s pilares fundamentales sobre 10s
que se asientan las empresas de 10s españoles en las Indias.
Si en Europa las soluciones militares estaban siempre a la orden del dia, ya
fuera contra enemigos interiores o exteriores, a pesar o con la aprobación pre-
via del monarca, en las Indias, y seria un interesante estudio cornparativo a ana-
lizar, la segunda mitad del XVI estaba dando paso a tendencias políticas más
reflexivas y diplomaticas que militares, aunque cuando habia que recurrir al uso
de la fuerza, caso por ejemplo de la expedición y masacre de 10s hugonotes fran-
3. Mosacula Maria, F.J. Don Antonio de Berrio (1527- 1597) un capitan segoviano en Indias, p.9.
4. "El uno en el Piamonte y el otro en la guerra de Granada, siendo mi alférez, y el tercer0 en la
Naval de Lepanto, que siendo general de KM. gand el Señor Don Juan de Austria al turco".Carta-
relaci6n de Antonio de Berrio al Rey sobre sus jornadas y disputas con las gobernaciones vecinas
(lrinidad 2 de diciembre de 1594). A.G.I. Escribania. Leg. 1011.
5. Carta de Berrio a Felipe Il. Archivo General de Ind~as.Escr~baniade camara, legajo 101 1.
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ceses establecidos en la Florida en 1565, tampoco se pusieron excesivos repa-
ros. Desde 1568, año en que Felipe II reúne a una junta especial en Madrid para
revisar las leyes indianas, la política hacia 10s reinos indianos influenciada por
las tesis de Vitoria y el omnipresente Las Casas tendia claramente a ejercer for-
mas de dominio "pacifico", alejándose del desorden y la extrema violencia prac-
ticada en el periodo de conquistas continentales. Felipe, seguramente por su
juventud, no seria muy consciente de la importancia del esfuerzo legislativo que
supusieron las leyes Nuevas de 1542, ni de sus consecuencias futuras, sin
embargo conocia ya 10s principales problemas de la presencia castellana en
lndias y pronto empezaria a ejercer de aprendiz de estadista y a tomar decisio-
nes en 10s diversos consejos del Reino. Para entonces, ya trataba personal-
mente a personajes como Sepúlveda6o Las Casas, con quién consultaria a lo
largo de su vida en numerosas ocasiones. La influencia y el conocimiento de las
posturas y trayectorias ideológicas de Las Casas o las de su antiguo tutor, resul-
tarian fundamentales para acabar teniendo una clara posición frente a 10s pro-
blemas indianos, donde el orden, la consolidación colonial, la rentabilidad
económica de 10s diversos territorios y la protección del indígena prevalecieran
juridicamente sobre otras consideraciones.
6. Juan Gines de Sepúlveda fue nombrado en 1541 para ejercer de tutor del Principe en las mate-
rias de Geografia e Historia.
7. Archivo General de Indias, lndiferente General, leg.427, lib.29, fols.63-93. Publicadas reciente-
mente en Solano, F. Norrnas y leyes de la ciudad hispanoamericana (1492-1600) 1. pp.194-218.
CSIC. Madrid, 1996.
8. Conflictes con 10s moriscos en Granada, inte~encionesy represion en 10s Paises Bajos o la
guerra contra 10s turcos en el Mediterraneo.
brimientos y conquistas y apostaba, quizás como única forma de mantener el
control directo, por una activa política de consolidación del amplio espacio colo-
nial adquirido. Un espacio estructurado en dos virreinatos, diez audiencias, cua-
tro arzobispados y unos 250 núcleos de población que dan cuenta del esfuerzo
politico organizativo llevado a cabo en las décadas anteriores y la importancia
que el modelo colonial concedia al espacio urbano como eje vertebrador del
territorio. Sin abandonar la continuación de la expansión exterior, la misma
habria de pasar por la consolidación y máximo aprovechamiento de lo ya con-
quistado para, de una manera metódica y ordenada, proseguir con seguridad la
ampliación fronteriza. Los 148 capítulos o artículos del texto, establecen clara-
mente una pautas de actuación general para las empresas de descubrimiento,
normas para realizar poblamientos, construcción de ciudades y relaciones con
10s naturales donde 10s religiosos pasan a tener un papel fundamental en la
toma de contactos y extensión de la fe. Dirigidas a todas las autoridades colo-
niales, virreyes, presidentes, audiencias y gobernadores, se realizan en el orden
tedrico acostumbrado "al servicio de Dios y nuestro, y bien de 10s naturalesn8.El
lenguaje y las expresiones utilizadas para definir las relaciones euro-indigenas
son quizás algunos de 10s aspectos que marcan una ruptura mas clara con tex-
tos anteriores, no porque no pueda encontrarse una clara continuidad con artí-
culos de textos como las Leyes Nuevas de 1542, o las lnstrucciones de 15561°
sino por la determinación y claridad de algunas de las expresiones utilizadas. Un
mero repaso de algunos artículos bastará para darnos cuenta de las intenciones
revisionistas y "pacificadoras" que anidan en el nuevo texto.
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Art.20: "Los descubridores por mar o por tierra no se empachen en guerra ni
conquista en ninguna manera, ni ayudar a unos indios contra otros, ni se
resuelvan en cuestiones ni contiendas con 10s de la tierra por ninguna causa ni
razon que sea, ni les hagan daño, ni mal alguno, ni les tomen contra su voluntad
cosa suya si no fuese por rescate o deseándolo ellos de su voluntad'.
Art.27: Que las personas encargadas de 10s nuevos descubrimientos sean
"amadoras de la paz y de las cosas de la conversion de 10s indios: de manera
que haya entera satisfacción que no les harán mal ni daño".
Art. 29: "Los descubrimientos no se den con titulo y nombre de conquista,
pues habiendose de hacer con tanta paz y caridad como deseamos no
queremos que el nombre de ocasion ni color para que se pueda hacer fuerza, ni
agravio a 10s indios".
11. Para una mínima valoración histórica contrapuesta de la figura de Felipe II, véanse dos de las
últimas biografias aparecidas. Henry Kamen, Felipe de España, Siglo XXI, 1997 y Manuel Fernan-
dez Alvarez, Felipe I1 y su tiempo, Espasa Calpe, 1998.
euro-indigenas. Pero en el caso que nos ocupa, nos preguntamos hasta que
punto el contenido de las lnstrucciones va a ser llevado a la practica por un hom-
bre cuyo objativo declarado es hallar El Dorado.
El Dorado de Berrio
En febrero de 1579 fallecia el Adelantado del Nuevo Reino de Granada don
Gonzalo Jimenez de Quesada. Descubridor y conquistador, frustrado "mar-
ques de El Dorado", pues no consiguió lo primer0 al quedarse solamente en
Mariscal , ni lo otro, puesto que su muerte le sorprendió sin haber descubierto
la soñada y perseguida gobernación de el Dorado. Todo ello quedaba para
aquel que supiera continuar y culminar con éxito su empresa. Su Última tenta-
tiva la hacia en 1570 con 64 años, adentrándose en 10s llanos con una hueste
de 300 hombres y mas de 1000 indios de servicio tras capitular con la Audien-
cia de Santa Fe la conquista de el Dorado. Los insectos, las lluvias e inunda-
ciones de la región y las deserciones acabaron por descomponer al grupo, que
después de dos años y medio regresaba a Santa. Fe de Bogotá sin oro y prác-
ticamente sin hombres, escena mas que habitual en las decadas anteriores
donde la búsqueda mitica llevaba casi siempre al fracaso de la hueste.12Como
en todo mito de frontera, y el Dorado es el mito por excelencia de la frontera
americana en el siglo XVI, este es siempre un fantasma fugitivo que se pre-
senta inalcanzable solo cuando se cree estar a su lado. La frontera acoge al
mito y lo esconde en su interior de la mirada codiciosa de quien desea confir-
marlo y hacerlo realidad al mismo tiempo. Por ello, la geografia mitica es casi
siempre hostil, llena de grandes rios que no pueden sortearse, enormes cor-
dilleras o selvas impenetrables, lugares que esconden la puerta de entrada al
espacio mitico. Sin embargo, la persistente obsesión Aurea de Quesada
sobrevivirá a su propia muerte, reencarnándose en la figura de Antonio de
Berrio, nombrado sucesor y heredero de sus bienes por su matrimonio con la
sobrina del Adelantado.
Desembarca en Cartagena en 1580 como un chapet6n mas, pero con la gran
experiencia de un soldado curtido en múltiples campañas que sabe adaptarse al
objetivo fijado. Se hard cargo de la prometedora herencia , pues en ella figura la
gobernacidn de el Dorado que Berrio seguramente sueña con descubrir en las
noches oceanicas que le llevan en su primer viaje a las Indias. En una carta
escrita al rey en 1583, Berrio expone 10s beneficios oficiales que se derivaran de
esa acción.
"Que sea Dios servido que se descubra esta provincia encubierta, y se convierta en la fe cat&
lica mucha infinidad de gentes, y el patrimonio real muy acrecentado por amor de Dios"lS.
12 .V. Ricardo Piqueras, Entre el hambre y El Dorado: Mito y contacto alimentari0 en las huestes
de conquista del XVI, Diputacibn Provincial de Sevilla, 1997.
13. Archivo General de Indias, Patronato 254, r.1.
Servicio a Dios y servicio al Rey, estos son 10s dos requisitos previos con 10s
que todo buen vasallo ha de dirigirse de forma oficial a la corona en cualquier
escrit0 que haga referencia a nuevos descubrimientos. El beneficio personal se
dará como recompensa natural y justa por el esfuerzo realizado en servir a la fe
y al monarca. De ahi la importancia de las probanzas de meritos y servicios y
las relaciones de servicios que han de elevarse a las instancias superiores para
que queden claros 10s meritos realizados en servicio a la corona. Pero la gloria
de alcanzar el Dorado, de "deshazereste en~antarniento''~ ser2 una gloria per-
sonal e intransferible y las riquezas que se hallaren aumentarán las rentas y el
poder de aquel que se atreva al sacrificio para desvelar el mito oculto. Berrio, que
ha servido ampliamente a Dios y al Rey en 10s campos de batalla de media
Europa, cree que ha llegado la hora de servirse un poc0 a si mismo alejhndose
fisicamente de esos escenarios y de ese monarca para seguir sirviendole en las
lndias pero desde sus intereses y con sus propios objetivos. Las entradas de
Berrio en territori0 americano representaran pues la continuidad de la obsesión
doradista de Quesada, una vieja obsesión que renace al recoger el testigo
Berrio y dar continuidad a la empresa de el Dorado. Pero la obsesión por 10s
metales preciosos no solo era propio de aventureros y soldados de fortuna. Unos
veinte años atrds tambien Felipe II habia caido en las atracciones doradistas. Es
conocida por sus biógrafos la búsqueda alquímica para lograr la plata suficiente
con que pagar las enormes deudas contraidas y para las que no bastaban la
cada vez mayor llegada de plata americana desde la década de 1560. Durante
unos años, Felipe II creyó en la transmutación de metales de baja calidad, cobre,
plomo, estaño, en metales preciosos, en oro15.Sin embargo, 10s fracasos conti-
nuados de todos sus intentos le fue llevando a un claro escepticismo en relación I
a 10s metales, aunque no asi en el valor de la alquimia para la consecución de
fArmacos y medicinas que pudieran mejor su cada vez mas deteriorada saludI6.
Las obsesiones doradistas de Quesada y Berrio serian identicas en cuanto a 10s
i
I
,
fines a conseguir y el esfuerzo que estaban dispuestos a realizar y en ese sen-
tido, poc0 habia cambiado la manera de pensar de estos hombres en relación a
la inicial búsqueda de oro colombina. La necesidad personal de alcanzar reco-
nocimiento social, honra, fama y un aumento patrimonial en relación a lo ante-
rior va pasando de generación en generación a lo largo del siglo XVI. Lo que ha
ido cambiando a lo largo de las decadas ha sido la forma de afrontar la empresa
americana por parte de la corona y la libertad de actuación de 10s protagonistas
que actúan en ella. Pasada la fase de las grandes conquistas continentales, la
corona esta en disposición de asumir gran parte de la critica que ese mismo pro-
14. Carta a Juan Prieto de Orellana, A.G.I. Patronato 27,35. Citada en Juan Gil, Mitos y utopias
del Descubrimiento 3. El Dorado, p. 140.
15. v. D. Goodman. Poder y penuria. Gobierno, tecnologia y ciencia en la Esparia de Felipe 11,
Alianza, 1990.
16. F. Rodríguez Marín. Felipe I1 y la alquimia, Madrid, 1927.
ceso ha generado, haciéndolo de la única manera que puede asumir plena-
mente, mediante una legislación indiana especifica que deje claras las formas,
métodos y objetivos que persigue la corona.
La primera entrada de Berrio desde el Nuevo Reino de Granada en enero de
1584, vino precedida de una jornada exploratoria llevada a cabo por Alonso de
Pontes y dos indios ladinos hacia el rio Meta, cuyo objetivo era el reconocimiento
fisico del territori0 que durante las primeras jornadas tendrian que atravesar 10s
expedicionarios de la hueste de Berrio. Es por eso que la relación abunda en infor-
maciones sobre las caracteristicas fisicas del terreno "Podrase meter todo genero
de ganados muy bien, y caballos cargados"17y la abundancia o no de recursos ali-
menticios "tienen mucha comida de cazabi"B.Comomarcan las Ordenanzas, se
llevan indios para lenguas y poder hablar con 10s de la tierra (art.l5), se informa
de las comidas y vituallas que hay en la tierra (art.16) y se evita cualquier acción
de menosprecio o violencia contra el indígena. Para la primera entrada, realizada
durante 1584, cuenta con unos 80 soldados, 500 caballos y una gran cantidad de
vacas y puercos, herramientas, municiones y otros enseres propios de un objetivo
colonizador pero que le seran un obstáculo en su empeño de ir tras el mito áureo.
Como es de esperar, 10s naturales le informan de todo lo que quiere y desea saber,
es decir, de la existencia tras unas sierras de "grandísimasuma de indios, y oro, y
otras grandezas; y aunque 10 acometí muchas veces, nunca pude con vacas y
caballos que llevaba gran cantidad de e l l o ~ " 'Berrio
~. no duda que tras la cordillera
, la cual identifica Ojer con la serrania colombiana de Cuao, esta el Dorado, su
Dorado. El objetivo poblador y colonizador que ha de tener cualquier nueva
empresa de descubrimiento marcado en las Ordenanzas, le impide conseguir su
objetivo doradista. Los contactos pacíficos con 10s indigenas"enbie una canoa con
un soldado y la lengua con rescates, a ofrecer la paz y amistadZ0en el mas pur0
espiritu de las Ordenanzas y cuyo fin es conseguir informes y alimentos, se alter-
nan con encuentros belicosos que s i ~ e n para semejantes fines "que en subiendo
a la cordillera que teníamos cerca beríamos una laguna muy grande que se Ila-
maba M a n ~ a " ~Lo l . importante del contacto que se establece es lo que se consi-
gue, alimentos e informaciones que alimenten la esperanza y reafirmen lo que ya
antes de partir se tenia claro que se quería hallar, El Dorado. El Orinoco y la espe-
sura de la selva le cierran el paso. En realidad, las enfermedades y la falta de ali-
mentos , a pesar de lo que diga el articulo 18 de las Ordenanzas *, le obligaran a
17. Relación hecha por Alonso de Pontes de su jornada al Río Meta (1583). A.G.I. Santa Fe,
leg.17, en Pablo Ojer,S.J. Don Antonio de Berrio Gobernador del Dorado, p.183.
18. lbid, p.179.
19. Carta-relación de A. de Berrio al Rey (Trinidad 2 de diciembre de 1594).A.G.I. Escribania, leg.
101 1, en Pablo Ojer, S.J. Don Antonio de Berrío Gobernador del Dorado, p.189.
20. Carta a S.M. Casanare 1 de abril de 1587. A.G.I. Pat.254 r.1.
21. Ibid.
22. "Los descubridores no se detengan en la tierra, ni esperen en su viaje a que las vituallas se
les acaben... en habiendo gastado la mitad de la provision con que hubieren salido den la vuelta a
dar razcin de 10 que hubieren hallado y descubierto".
regresar al Nuevo Reino tras diecisiete meses de fatigas y haber gastado 50.000
pesos de del mismo oro que se esperaba encontrar con solo avanzar un
poc0 mas hacia el mito.
La segunda entrada de Berrio en 1587 tiene ya un claro objetivo, el Dorado
guayanés indicado por tantos informantes. Como especifica Ojer24,Berrio pen-
saba resarcirse de las pérdidas con las seguras riquezas de Manoa, lo mismo
que Felipe II con la plata americana y el oro alquimico. De nuevo el doble obje-
tivo, el oficial pasaba por poblar un lugar (art.3 de las Ordenanzas) para, utili-
zdndolo como base de operaciones, descubrir el Dorado, objetivo personal
desde donde poblaria con nuevos refuerzos una segunda y majestuosa ciudad
junto a la aurea laguna de Manoa. "Allí llevo determinación de poblar un lugar, y
dende allí ir a descubrir la laguna y acabar 10s secretos de la tierra"25.
Los inten-
tos de poblamientos a las puertas del mito resultan un fracaso ante la hostilidad
nativa, que no comparte la filosofia de ningún monarca lejano y que no puede
reclamar el cumplimiento del articulo 5 de las Ordenanzas. Vacas y puercos no
pueden evitar la descomposición de un grupo humano al que se le promete el
Dorado y solo se le ofrece trabajo y sufrimiento.
"Miren mucho por 10s lugares y puestos en que se pudiere hacer poblacion de españoles, sin per-
juicio de indios".
"arnotinandosele gran parte de la gente, viendo que con la que le quedava ni podia proseguir la
jornada, ni castigar a 10s que con razones no se dexaron persuadir, fue forzado a v o l ~ e r s e ' ~ ~ .
Los guías indios tambien seran acusados de infidelidad y malicia porque "con
astucia mas de barbaros procuraban desviarle y alejarle de 10 que le veían tan
de se os^'^^. Los guias y lenguas son fundamentales para el descubridor que
quiere aproximarse al mito, (art.15) pero una vez fracasado, 10s mismos informes
y paisajes que el creia correspondian a su deseo, se transforman en trampas y
mentiras de aquellos barbaros que le niegan con sus astucias la entrada al
Dorado.
En marzo de 1590, un Berrio envejecido, pero no por ello menos entusias-
mado y convencido de lograr su objetivo emprende la marcha por tercera vez
23. Relación impresa de 10s servicios de Antonio de Berrio, descubridor en el Dorado por tres
veces, sf. A.G. I. Pat.254, r.1.
24. Ojer, S.J. La formación del Oriente venezolano,p.501.
25. Carta al Presidente y Oidores de Santa Fe. Casanare 1 de abril 1587. A.G.I. Pat.254, r.1, en
Pablo Ojer, La formación del Oriente venezolano, p.500.
26. Relaci6n impresa de 10s servicios de Antonio de Berrio. A.G.I. Pat.254, r.1.
en busca del Dorado. Va con el su hijo Fernando, que con apenas trece años,
se inicia en 10s sinsabores del trópico y en 10s guiños del Dorado. 40.000 nue-
vos pesos de oro gastados en pertrechar a 10s cerca de 112 hombres que van
dividides por tierra y en canoas y 220 caballos de guerra y carga, junto con las
ya habituales vacas, puercos, perros de guerra, indios y negros de s e r ~ i c i oDe
.~~
nuevo no se consigue romper la cordillera del macizo guayanés y la falta de
viveres no es impedimento para proseguir en el empeno. Mermados de nuevo
en hombres y vituallas y evitando tener que afrontar un tercer fracaso si deciden
regresar al Nuevo Reino, Berrio decide jugarsela a una carta, matar 10s caba-
llos y descender rio abajo en demanda de un Dorado en el que ya muy pocos
creen.
"determine matar todos 10s cavallos, porque perdiesen 10s soldados la esperanza de volver al
reino, y con sal que tratamos y hisimos tasajos para corner alla mientras las canoas se azian, que
teniamos arta necesidad, y echos con la carne que nos quedo, sin otro bastimento, encomendán-
dome a Dios y a la ventura, me eche el rio abaxo y camine por e1 cosa de dozientas y cincuenta
leguas asta llegar al rio Caroni que baxa de las grandes y ricas provincias que llamamos del
Dorado...'".
28. lnformacibn en la Asuncion 11 octubre 1591. Pleitos, pieza 13. A.G.I. Escribania 101 1 A.
29. Carta de Berrio a S.M. Trinidad 2 diciembre 1594. Pleitos. Pieza 8a. A.G.I. Escribania 1011 A.
30. Relacibn impresa.
Bibliografia
FERNANDEZ ALVAREZ, Manuel. Felipe I1 y su tiempo, Espasa Calpe, Madrid, 1998
GIL, Juan. Mitos y utopias del Descubrimiento. 3. El Dorado. Al~anzaUniversidad, Madrid,
1989.
KAMEN, Henry. Felipe de España. Siglo XXI, Madrid, 1997.
MOSACULA Maria, F.J. Don Antonio de Berrio (1527-1597). Un capitan segoviano en
Indias. Segovia, 1994.
OJER, Pablo. Don Antonio de Berrio. Gobernador del Dorado. Caracas, 1960.
- - La formación del Oriente venezolano.Caracas, 1966.
VAS MINGO, Milagros del Las Ordenanzas de 1573, sus antecedentes y consecuencias.
Madrid, 1985.