Salvador, Él Te Espera

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Salvador

Él te espera

Karina Pusitanelle

Prohibida la reproducción y difusión total o parcial de esta obra en cualquier forma, por medios
mecánicos, visuales o audiovisuales y por cualquier otro sistema de almacenamiento de datos,
sin el consentimiento escrito del autor y editor.
La fotocopia de libros está prohibida y penada por la ley.

Impreso en Argentina.

1
Prólogo.

Salvador, él te espera, es una interesante propuesta de parte de la


novedosa autora Karina Pusitanelle.

Una historia de vida que recopila momentos y sentimientos de una


persona sumergida en un infierno donde es atosigada por sus propios
demonios, los cuales, lograron durante un año y siete meses sumergirla
en un profundo pozo de dolor y flagelo, mientras ella lucha por buscar
una redención o más simple aun, una razón para seguir viviendo.

Cada pasaje es un sencillo paseo pero que refleja en tiempo real el más
puro sentimiento de una mujer que es digno ejemplo de resiliencia,
independientemente de la ideología o la fe de cada una de las personas
que lean esta obra.

Todos fuimos o todos conocemos a alguien que vive en carne propia o


roza la historia que aquí se cuenta y a la que le puede ser de mucha
utilidad lo que en este testimonio de vida se ofrece.

Creo verdaderamente que en algún momento de nuestras vidas, y en


cualquiera de las formas en que pudiese aparecer, todos, de alguna
manera encontramos o todavía seguimos esperando encontrar a
nuestro SALVADOR.

Beto Sayes
Autor - Guionista

2
Agradecimientos

Gracias a todas aquellas personas que tengan la posibilidad de leer esta


nueva versión, anhelo que logren experimentar el poder y la gracia de
Dios, Se que será de bendición y prosperidad, declarando sanidad
liberación y restauración en su cuerpo, mente, alma y espíritu, que lo
sobrenatural se manifieste en cada uno de ustedes. Dios los bendiga.

¡Amén! ¡SHALOM!

“Y no podría dar la cara si no fuera porque soy


revestida de la gracia y justicia del señor, si me vieran
tal cual soy entenderían que es Jesús lo que han visto
reflejado en mí, tan solo fue su luz”

Jesús Adrián Romero

3
I) Sumergida

4
Miqueas 7
8 Tú enemiga mía, no te alegres de mí, porque, aunque caí,
me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.

9 Habré de soportar la ira de Jehová, porque pequé contra


Él, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia; Él me
sacará a luz; veré justicia.

5
Un día me encontré sumergida en un lugar donde nadie quiere estar.

De repente, estaba parada en un momento de la vida en el que nada


me importaba; todo seguía igual y yo sentía que no encontraba la
salida. Todo era oscuridad.

Los dolores eran tan grandes como las decisiones mal tomadas.

No sentía amor por mí ni hacia los demás. No tenía consuelo y eso me


enceguecía.

Mi corazón estaba destrozado y sin motivos para latir. Yo había


renunciado a seguir, había renunciado a vivir.

Devastada, en el instante de la decisión final para terminar con todo


ese sufrimiento que me atormentaba, levanté mis manos sin
esperanzas y ahí todo cambió.

Un Camino de luz se empezó a abrir bajo mis pies y empecé ver con
claridad mientras una voz susurraba en mis oídos: “eres mi hija y
nada ni nadie te va a dañar, ni tú misma porque yo, tu padre, no lo
permitiré”.

En ese momento me sentí resurgir y entendí que había más razones


para seguir viviendo y aunque no sabía cómo, ese gran milagro había
sucedido y me fundió en un abrazo de fe y esperanza que solo él pudo
darme. Mi señor, mi salvador.

Hoy sigo acá. A su voluntad y con situaciones claras.

Hoy me declaro hija del Dios viviente y nada más que él gobierna mi
vida, me rindo a sus pies.

6
2) Nacer y llevar mochilas

7
San Juan 1
1 En el principio era verbo, y el verbo estaba con Dios, y el
verbo era Dios.

2 Éste estaba en el principio junto a Dios

Todas las cosas por medio de Él fueron hechas y sin Él nada lo


que ha sido hecho fue hecho.

8
Un lluvioso 9 de febrero de 1977 llegué a este mundo y crecí en un
lugar carente de amor.

Mis mayores recuerdos son de tristeza -y aunque quizás los haya- no


puedo recordar momentos felices de la época de niña.

Vi luchar a mi mamá trabajando de sol a sol sin tiempo para sonreír y


a mi papá siendo infeliz.

Los fracasos ajenos me castigaron. Supe lo que era el dolor, el


desamor y lo más duro: cargar con mochilas ajenas y llevar como
propia cada una de ellas sin juzgar a nadie.

Así empezó mi vida.

Tratando de escapar a cada situación, yendo por caminos erróneos y


buscando explicaciones donde no las había.

Hoy creo que todo pasa por algo, y él, mi salvador, me da las fuerzas
para soltar, para ver y entender que quizás debió ser así y aunque por
ahí no supe ver sus señales en aquellos tiempos, siempre estuvo ahí,
conmigo, pero yo no lo reconocía.

Esas cargas de las que hablo fueron desapareciendo. Estoy


alivianada. Su amor y su consuelo, es más fuerte que ese pesar y
esos dolores.

La vida vale más que cualquier peso ajeno, porque ahora entiendo
que él, mi señor, mi Salvador, no pondrá más cargas de las que
podemos soportar.

9
3) Cicatrices

10
Proverbios 10
7 La memoria del justo será bendita más el nombre de los
impíos se pudrirá.

8 El sabio de corazón acepta mandatos, más el charlatán corre


a su ruina.

El que camina en integridad anda seguro, más el que pervierte sus


caminos será descubierto.

11
Las cicatrices son marcas que quedan después de cerrarse una herida.
Quedan ahí, no se borrarán y siempre recordaremos el por qué están.
Las cicatrices del alma también son indelebles, y aunque no molestan
son un recordatorio de un momento de dolor que ha cerrado y sanado.

Yo pude aprender de cada una de ellas y las acepté. Ellas marcaron mi


vida. Hay marcas visibles y otras no, esas van por dentro.

Hoy no las lamento porque la fe y la esperanza fueron capaces de


cauterizar todas mis heridas.

Vivir con dolor no es fácil. El ardor de los errores me atormentó días y


noches enteras llenándome de tristeza y de una confusión tan grande
que hasta me llevó a pensar que las merecía.

Nadie merece el dolor, no es digno. Solo se puede vivir con amor y el


amor llegó a mi vida a través de las manos de mi Salvador y con cada
caricia, las heridas fueron cerrando y se transformaron en cicatrices.

Ya no hay dolor, solo recuerdos y aprendizaje. Su perdón fue el primer


paso para comprender que la fe es más fuerte que cualquier herida. La
fe es un motor, es comprensión, sabiduría, es amor.

El amor resiste y es más grande que cualquier sufrimiento.

12
4) Ser

13
San Juan 3
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su
hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él, no
padezca, sino que tenga vida eterna.

14
Es fácil es señalar los errores ajenos, lo complejo es reconocer los

propios. Fácil es juzgar cuando no sabemos que el único que tiene


el poder de hacerlo es el, nuestro Señor.

Soy una mujer simple que ama y sufre. Que llora, que ríe.
Una mujer que calla y acepta cada mala decisión, cada error. Una
mujer que corrige y vuelve a intentar. Pero a veces me pregunto:
¿Por qué tenemos la necesidad de conformar a los demás? ¿Y
porque no somos lo que queremos? Lo que Dios propone.
Al creer en Dios, también creí en mí.
Aprendí que el sentir de un corazón y los ojos nunca mienten. El
corazón es el sentimiento y los ojos la verdad y es ahí en donde las
personas no podemos ver; donde él aparece y hace ver con
claridad y confianza.
Yo pude sentirme valorada, amada y cuidada. Siento lo que hago
y ya no importa si alguien lo ve porque sé que él si lo ve.
Por eso sigo de pie y acepto que también hay que dejar libres los
sentimientos y actitudes de los demás.
Es ahí donde todo comienza. Todo parte de uno mismo
entendiendo que el mundo es juez de los demás y pero él no se
permite mirarse.
Solo basta con saber que amaras a tu prójimo como a ti mismo
porque todos somos iguales a los ojos de Dios y si miramos con un
poco con amor y menos egoísmo, el mundo sería mejor y aunque
el camino se vea difícil, con fe todo se puede porque nuestro
Salvador nos guiará.

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5) Ser lo que soy, ser lo que quiero ser.

16
Miqueas 7
8 Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque, aunque caí, me
levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.

9 Habré de soportar la ira de Jehová, porque peque contra Él,


hasta que juzgue mi causa y me haga justica, Él me sacará a
la luz, veré su justicia.

17
Los demás dicen que soy buena hija, buena madre.

Dicen que a veces soy dulce, otras veces celosa.

Leal. Que defendería con uñas y dientes a quienes que se lo


merezcan.

Incondicional, sensible, impulsiva, luchadora. Otros dicen que soy


Bondadosa, que doy sin esperar nada a cambio.

Dicen que soy divertida, que soy simpática, compañera.

Con personalidad abierta, dicen que soy caprichosa, ¡puf!

Que lloro fácil, que soy Intolerante Insegura, intensa, ansiosa: Quiero
algo, y lo quiero ya.

Mírame, ésta soy yo. Como todos, con cosas positivas y cosas negativas.
Es lo que nos hace humanos, simples mortales.

Podrán amarme, podrán odiarme, pero ésta soy yo.

Si me amas mejoraré todo lo que pueda para hacerte feliz; Y si no amas


lo que soy también está bien, pero no pretendas obtener nada de vuelta.

Amar es aceptar al otro como es. Amar es respetar.

Él, nuestro señor, conoce mi corazón y me ama tal cual soy. Él no


juzga, perdona y acompaña. A sus ojos, “mi yo” es perfecto. Con
defectos y virtudes, mejorando día a día, como un amor verdadero,
como quien me ama de verdad.

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6) Cada cosa a su tiempo.

19
Eclesiastés 3
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se hace debajo del cielo
tiene su hora

2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar,


tiempo de arrancar lo plantado.

3 Tiempo de matar, tiempo de curar, tiempo de destruir, y


tiempo de edificar.

4 Tiempo de llorar, y tiempo de reír, tiempo de desechar, y


tiempo de bailar.

5 Tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras,


tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar.

6 Tiempo de buscar, y tiempo de perder, tiempo de guardar, y


tiempo de desechar.

7 Tiempo de rasgar, tiempo de coser, tiempo de callar, y


tiempo de hablar.

8 Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer, tiempo de guerra, y


tiempo de paz.

20
¿Quién no ha querido cambiar algo de su vida en el pasado?

Creo que en algún momento la mayoría de las personas desean poder


volver el tiempo atrás y mejorar o cambiar todo o al menos un poco.

Pero si realmente existiera la oportunidad, ¿Cambiaríamos nuestra


vida?

Yo siempre pienso en eso. Hay algunas cosas o situaciones que me


hubiera gustado cambiar tan solo para que hoy sean un poco mejores
pero aprendí que cada uno tiene un camino preparado para recorrer,
y es ahí donde nos equivocamos. Al buscar el camino correcto es
natural desviarnos por atajos erróneos.

Pero lo que pude descubrir es que solo hay que confiar en él, nuestro
señor, y el nos guiará con sabiduría hacia nuestro destino.

No es fácil porque generalmente nos apegamos a situaciones que


quizá no deben ser o cosas que no debemos tener, y esto es lo que
nos produce incomodidad, necesidad de modificar o soltar algo que
siempre fue forzado, no fue su voluntad.

Él va obrando en mí. Por eso supe dejar todo en sus manos y dejo
llevarme por el amor que ofrece. Ahora el presente es claro, no
perturba, no inquieta.

Su sendero es de paz, amor y tranquilidad. Y cuando lo sabemos,


elegir el camino correcto se hace más simple.

Yo sigo su guía. Voy caminando y buscando el rumbo con la


confianza y a su voluntad.

Lo que tiene que ser, será. A su tiempo, cuando emprendas el viaje, lo


decidas.

“El primer paso no te lleva donde queres ir, pero si te saca de donde
estás”.

21
7) Buscando la felicidad.

22
Cantares 5
4 Mi amado metió su mano por un agujero de la puerta y mi
corazón se conmovió dentro de mí.

5 Yo me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon


mirra,

Mis dedos mirra, que corría sobre la manecilla del cerrojo.

6 Abrí a mi amado, pero, mi amado se había vuelto de espalda,


se había ido.

Tras su hablar salió mi alma, lo busqué y no lo hallé, lo llamé y


no me respondió.

23
¿Viste cuando todo cambia y la soledad te invade y te preguntas por
qué? ¿Sentiste ese vacío que deja un amor fallido y quedas con el
corazón en la mano?

A mí jamás me explicaron cómo se hace pero siempre creí en el amor,


por eso jamás dejé de apostar a él, soñando un compañero de vida, la
familia perfecta. Pero cada fracaso duele y me hace preguntar por qué
no logré ser feliz antes.

Hoy, parada en un sitio donde el amor se fue nuevamente. No sé qué


hacer.

Si dejarlo libre o dejarme libre. ¿Cómo hacer que la soledad me


acompañe sin dolor? ¿Cómo aprender que en el silencio habita una
gran verdad que me permite encontrarme?

Quizás ese es mi mayor miedo: Descubrir los errores y no tener el


coraje de enfrentarlos.

Soy una mujer de 38 años que no puede seguir escapando a la cruda


realidad.

Asumir: Es el primer paso sin dudas. Es donde admitimos y hacemos


carne que ya no más.

Aceptar los errores, sin sentir culpa, sin victimizarse. En las


relaciones humanas no hay porcentaje de culpa.

Es una etapa dura, pero si uno no admite, nada cambiará.

Liberación: Segundo gran paso. El alma, el corazón y la mente van de


la mano.

Liberar el dolor es entregarse a Dios, es la fuerza que tomamos. No


significa que dejemos de hacer y que el Señor se haga cargo.
Simplemente es entregarse y confiar; él sabrá cómo guiarte para
seguir, dejar hacer su voluntad.

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¡Difícil, lo sé! Él más que nadie sabe tu dolor.

Voluntad: Este paso va junto a la capacidad de asumir y liberar.

Para realizar estos pasos, la fuerza de voluntad es indispensable.

Sin voluntad nada puede cambiar, por eso es importante saber


realmente lo que queremos y a dónde llegar.

Es obvio que el camino que queremos tomar es hacia la felicidad y


enfocarse en ese rumbo es donde la voluntad actúa. “Yo puedo” “Yo
quiero” “Yo valgo”.

Creer: Esta pequeña gran palabra abarca todo. Creer es tener fe.

Admitir que hay un gran rey de reyes que nos sostiene, un gran Dios
que nos ama más allá de todos nuestros pecados, porque somos sus
hijos.

Sé que muchos cuestionan: “Jesús es su hijo y lo dejó” pero para


entender que Dios no abandonó a su hijo, hay que sentir que tomamos
decisiones para cumplir el propósito por el cual fuimos llamados y
Jesús entregó su vida por nosotros, para pagar nuestros pecados.
Entonces es ahí donde te das cuenta de que Dios Padre está a tu lado.
Para guiarte, para que puedas tomar la decisión correcta.

Solo hay que abrir el corazón. Entregarse en cuerpo, alma y espíritu al


verdadero amor.

Creo que buscar la felicidad es el gran propósito de todo ser humano,


por eso digo -por experiencia propia- que el amor no termina en una
persona,

El amor es mucho más. El amor comienza en Dios, el amor es uno


mismo, son tus hijos, tus padres, tus hermanos, tus amigos.

Cuando logramos entender el valor que poseemos, será cuando llegue


ese gran amor que te ame en igualdad de condiciones, el amor que

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completa tu vida, porque Dios sabe lo maravillosos que somos y lo que
merecemos.
Descúbrete, “último gran paso”.

26
8) Todo parte de uno mismo

27
Isaías 12
3 He aquí Dios mi salvación, confiaré y no temeré, porque
mi fortaleza y mi canción es Jehová, quien ha venido a ser
mi salvación.

28
En un momento de la vida cuando cansada del recorrido, te das cuenta
de que en algunas situaciones de vida cada paso fue erróneo, es ahí
donde te paras a replantearte y decir: “todo parte de uno mismo”.

Esa frase sirvió para darme cuenta de que si yo no estoy bien


conmigo, todo alrededor tampoco lo estará.

El amor propio es muy importante. Creo que uno atrae lo que irradia,
si yo estoy bien todo lo demás llega por añadidura.

Ahora, te preguntarás cómo lo hice, cómo llegue a quererme, a


valorarme.

No fue fácil, tardé 38 años para descubrirme y aceptarme, así, tal


cual soy.

Antes no creía en mí, en lo que era capaz de hacer y pese a que


algunas veces me sentía capacitada para realizar algo, las voces
ajenas me derrumbaban y volvía a sentirme un fracaso. Me
desanimaba mucho al no lograr satisfacer necesidades ajenas, por no
cumplir lo que el otro quería y así me fui destruyendo; Y no me daba
cuenta que lo único que debía hacer eran cosas que me hicieran bien
a mí. Esa es la base del bienestar.

Ya devastada, fue cuando conocí a Dios. Es más, aún lo estoy


conociendo, llorando y rendida a sus pies. Le entregué mi vida y mi
corazón.

Solo bastó creer y él, fue obrando en mí ser. Día a día, noche a noche.

Conocí su amor cuando pude mirarme al espejo y reconocerme.


Auténtica, con ganas de vivir, de soñar y sentir que era capaz de
lograr todo lo que me proponga porque soy hija del Dios viviente.

29
Fui conociéndome, asumiendo y aprendiendo a valorarme, con
defectos con virtudes. Logré escuchar la voz de Dios y así fui
encontrando caminos que quería recorrer porque “todo parte de uno
mismo”.

Cuando Dios te enseña a descubrirte todo se vuelve más fácil, porque


que vales más de lo que tu mente puede imaginar.

Tratar de concretar mis sueños, amarme, saber quién realmente soy me


hace luchar sin dudas para llegar a mi meta final. Aprendí amarme de
tal manera que Dios amo al mundo que ha dado a su hijo unigénito
para que todo aquel que en Él crea no se pierda más tenga vida eterna,
sabiendo que los que me rodean también tendrán que amarme de la
misma forma. Creo en mí, Dios creyó en mí y todo lo demás llegará a su
tiempo, sigo confiando y mi fe crece día a día, nada es fácil, pero nada
es imposible, creer esa es la clave. Cristo fue mi salvación sin dudas.

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9) Cuando la tristeza de las heridas aún te abraza

31
San Lucas 6
29 Al que te hiera en una mejilla, préstale también la otra, y al
que te quite el manto no le impidas que se lleve también la
túnica.

32
Sanación, liberación, restauración, grandes palabras para poder ir
cerrando cada tristeza, cada dolor.

Aprendí que en esta vida; para el ser humano es más fácil estar triste
que feliz. Como que la tristeza está más a mano que llegar a la
felicidad. Vamos perdiendo esa esperanza y nos acostumbramos a
vivir así, “necesito estar mal para sentirme bien”. Contradictorio.
¿No?

En el paso de la vida vamos creciendo y soñando en alcanzar la


felicidad absoluta, aunque cuando vas sintiendo más tristezas que
alegrías, nuestra mente se acostumbra a estar mal. ¡Así era yo!

Sentía que sufría, que solo estaba destinada al dolor. Y cuando ya no


das más, es cuando Dios te da miles de señales que uno no ve, en mi
caso fue así.

Ahora me doy cuenta de tantos momentos que Dios estuvo en mi vida


extendiendo su mano y su misericordia que no pude ver ni
comprender, muchas personas que se acercaban hablándome de Él,
fue la manera que me permitió conocerlo. Así fui creyendo, no lo
negaba, pero tampoco le entregaba mi vida.

Hoy transitando un estilo de vida, soy más creyente, descubrí sus


palabras, señales y puedo sentir, escuchar, entender y comprender
que todo tiene su tiempo, su hora.

Mi fe es tan grande que no hay tristeza que no pueda curar con la


ayuda de mi gran salvador. Las heridas cerraron poco a poco y las
cicatrices ya no duelen, no molestan porque son enseñanzas para
lograr mi felicidad y entender que no somos independientemente
felices a consecuencia de otros, sino que si uno se ama, se valora,
llega a conocer su propio corazón, Cristo traerá paz a tu vida.

33
Hay que ser feliz para poder compartir la felicidad y que sea parte de tu
propósito.

Dios conoce tu corazón y obrará en vos las veces que decidas abrirle por
completo la puerta de tu vida y entrará solo para hacer su voluntad.

Confía, Dios es grande. Yo confíe y le abrí mi corazón y sigo estando de


pie sabiendo que su amor es más fuerte y que lo mejor está siempre por
venir.

34
10) La vida es una lucha constante

35
Efesios 5
14 Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos y te
alumbrará Cristo.

36
“Golpea, golpea hasta el último round” (Dante Gebel)

Esta frase dicha por un gran siervo del Señor a quien admiro fue una
de las cosas que movilizó mi mente.

Imaginé mi vida sobre un ring, donde ambas estábamos enfrentadas


en una lucha, ambas éramos fuertes, aunque yo no sabía que lo era,
por eso me derribó una y otra vez dejándome en la lona casi en
knock-out.

Me levantaba y golpeaba con bronca de no querer más sus golpes,


porque no entendía porque era cruel conmigo. Ella solo golpeaba y yo
caía, flaqueaba, me debilitaba, y estando en medio de la pelea me di
cuenta que el juez era Dios.

Solo tenía que confiar y el Señor me enseñaría a amarla con golpes,


con caídas, y ver que ella también tenía para mí alegrías esperanza,
amor y fe.

Comencé a ser fuerte, dejé que cada cosa que se interponía en el


camino me enseñara a luchar, caer y volver a levantar.

Las cosas no son como queremos, deja que Dios haga su voluntad,
esa es la clave. Sé que no es fácil soportar el dolor, aunque Dios tiene
un gran amor a cambio de tu vida y solo hará cosas maravillosas,
descubrirás que vale vivir pese a las situaciones difíciles.

Yo estoy parada nuevamente. Golpeando, golpeando hasta el último


round de mi vida.

37
11) El corazón aferrado a lo perdido.

38
Cantares 3
1 Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma.

Lo busqué y no lo halle

2 Y le dije: me levantaré ahora y daré vueltas por las calles y


por las plazas; lo buscaré al que ama mi alma.

Lo busqué, y no lo hallé.

39
Esa difícil situación cuando el corazón no deja de sentir el amor que
alguna vez nació en él. Cómo aceptar que esa persona hay que
dejarla ir por más que duela el alma, aunque sintiéramos morirnos
por dentro.

En la vida estamos llenos de pérdidas dolorosas que nos cuestan


reconocer, y aunque viven en nuestros corazones, aunque somos
conscientes que hay que dejarlos partir.

El corazón se aferra a lo perdido.

Cuando era una nena de doce años perdí mi querido padrino, Daniel,
y fue la primera experiencia en la cual sentí no querer dejar ir a un
ser amado.

Mucho tiempo me llevó entender por qué. Era un ser maravilloso y


cuando entré en el camino de Dios comprendí que hay situaciones en
la vida que Dios hace su voluntad.

¿Si Dios todo lo puede, por qué no evita las partidas injustas? A
medida que conozco a Dios, me da paz en el corazón para aceptar su
voluntad y las fuerzas para entender que detrás del dolor hay un
propósito.

Al perder un amor, una pareja sucede lo mismo, aunque es otro el


dolor, al final duele de tal manera que también cuesta comprender el
por qué.

Cuando uno ama, cuando uno se enamora, entrega su alma. Y en mi


caso olvidé amarme.

Dios me está enseñando eso. Primero amarlo a él sobre todas las


cosas y después a mí y valorarme, en ese orden. Y amar a Dios
significa que cuando ya las fuerzas se agotan, él actúa. Solo hay que
saber que sentirlo en el corazón, construye, hace obras, edifica tu
vida, él más que nadie nos conoce.

40
Amarnos, sin dudas es un proceso difícil. Yo poco a poco fui
encontrando a la verdadera Karina. la que era y la Karina que quiero
ser.

Dios ablanda hasta el corazón más duro, aclara hasta la mente más
oscura.

Amarnos para elevar la autoestima es la clave. Cuando uno es feliz


con Dios y con todas las personas, se nota.

Las pérdidas duelen. Perder a un ser amado cuesta un poco más y en


esas ocasiones no sabemos qué hacer con tantos sentimientos
confusos que ahogan.

Hoy me toca dejar libre al amor y que Dios haga su voluntad. si tiene
que ser será. Y todo ese amor que me quedó se lo entrego a mi
Salvador que me enseñó a soltar y que todo sucede por algo. Por más
que el corazón se aferre a lo perdido.

41
12) Nunca pierdas la fe

42
Juan 14
Jesús dijo:

6 Soy el camino y la verdad y la vida, nadie viene al padre, si


no es por mí.

43
Muchas veces queremos desechar hasta nuestra fe, sin comprender que
sin ella no podemos seguir.

la fe es fundamental y todos tenemos un Dios donde aferrarnos. Él te


da fuerzas para seguir, aunque por momentos sientas que no es así.

Hay situaciones límites que desgarran nuestras almas, pero nunca


pienses que es obra de Dios, porque él nunca va a hacer nada para
dañar, simplemente a veces hay momentos que no se pueden evitar.
Él sabrá sanar y sostenerte, darte fuerzas.

Mi vida se fue degastando de a poco, sin darme cuenta que tenía


mucho por seguir, era cautiva de mi dolor.

Sé que quizás no entiendas ni logres ver, lo sé. Yo tampoco lo veía, no


aceptaba cada derrota.

Cuando fui conociendo al Señor, este me enseñó a mirar con sus ojos,
a sentir con su corazón, a tocar con su alma y descubrir la paz
interior, saber que todo es hermoso bajo su mirada.

Poco a poco fui comprendiendo que los sufrimientos son inevitables,


que los fracasos son heridas y de ellas aprendemos lo fuertes que
somos, simplemente porque seguimos de pie, porque de pie bendigo
cada dolor, cada error, cada fracaso, cada lágrima. Todo esto me
enseñó a saber quién soy y quién anhelo ser.

Doy gracias a mi Salvador por enseñarme a aceptar mis errores. Cada


paso que doy es más fuerte. El me guía y mi fe mueve montañas,
porque hasta el corazón más duro si conoce a Dios se puede
ablandar.

Aquí estoy llenándome día a día de su presencia. ¡Nunca pierdas la fe!

44
Porque jamás estarás solo, porque Dios dice en su palabra: “Nunca te
dejare ni te desampararé. Lucha por lo que amas, lucha por tus
sueños, lucha con amor, pero todo parte de su propia voluntad”.

Aquí estoy dejando atrás el dolor y yendo hacia adelante. Enfrentando y


con la certeza que la fe no me dejará caer y si caigo, tengo quien me
levante una y mil veces más.

Recordá que el siempre estuvo, está y estará. Solo permití su amor,


entregale todo lo que te pasa y obrara en tu vida. Nunca pierdas la fe, lo
mejor está por suceder. Solo cree.

45
13) Te solté la mano.

46
San Marcos 10
33 Mirad que estamos subiendo a Jerusalén y el hijo del hombre
será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y
lo condenarán a muerte, y lo entregarán a traición a los
gentiles.

34 Se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y matarán, y a los


tres días resucitará.

47
Tuviste que pasar esto para limpiar nuestros pecados.

Me solté de tu mano por un breve momento. Por no soportar el dolor de


lo perdido, de no encontrarme, y hoy hago carne en mi tu sufrimiento,
amado Jesús. Dándome cuenta de que por más dolorosa sea la batalla
vos me das la victoria.

Aquí me ves. Resucitando en una nueva vida, resurgiendo una vez


más, de tal manera que puedo dejar atrás lo que fui y dar vida a la
que realmente necesito ser. Lograr paz, dejar de ser víctima de un
mundo cruel.

Sé quién soy, y lo más importante es que vos también sabes. Solo me


tomo de tu mano para nunca más soltarte. Me guiarás por el camino
correcto, el que quiero seguir.

Mi convicción sigue firme, Señor, acá estoy para que saques mis
pecados y pueda aceptarte en mi corazón. Mirar con tus ojos, dejando
atrás lo malo sin perder mi esencia ni mis valores.

48
14) Cuando el amor no siente

49
1 Corintios 2
9 Antes bien, como está escrito:

Cosas que el ojo no vio, ni el oído oyó,

Ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha


preparado para los que aman.

50
El amor. un sentimiento tan simple pero tan menos preciado por el ser
humano.

Padre, si el mundo mirara con tus ojos, si el mundo comprendiera


que el amor es más sencillo que el odio, la bronca o la maldad; qué
distinto sería todo.

Pero la humanidad es así, es más fuerte el dolor que el alivio. Es más


fuerte la hipocresía, la envidia y el ego de vivir su propio mundo sin
mirar al prójimo.

Cuando veo tus caminos y tu forma de actuar voy entendiendo que


son pocas las personas que aman de verdad, y ésas son las que te
conocen, las que te eligieron y te llenan de amor.

yo me considero unas de ellas porque cuando te conocí pude ver la


vida con otra perspectiva y sigo creyendo que con amor, todo se
puede lograr más si tu poderosa mano nos sostiene.

Quizás sea un granito de arena, aunque varios granitos hacemos una


gran montaña, con el objetivo que vivamos juntos y en armonía, como
dice tu palabra. Que poco a poco el mundo puede cambiar si entiende
que “El amor todo lo soporta”

51
15) Negarse a ser feliz. El miedo al adiós.

52
Lamentaciones 1
2 Sin cesar en la noche, y las lágrimas surcan sus mejillas.

No tiene quien la consuele de todos sus amantes, todos sus


amigos le han traicionado, se le volvieron enemigos.

53
Soltar y dejar ir cuando uno es el que ama es una decisión difícil de
tomar.

En el camino vas encontrando el amor pero ¿Qué pasa cuando del


otro lado no hay una mínima devolución de amor?

¿Qué es lo que nos hace aferrarnos a un amor que no es reciproco?

El amor no duele, el amor no mata..

Mi señor, tú eres amor, tú eres bendición, sabes que hoy en día este
sentimiento y todos sus valores son mal utilizados.

Andar por la vida buscando la felicidad, en busca que alguien que nos
ame de verdad, sin límites, sin maldad ni egoísmo.

Tengo fe plena que tú, señor, lo estarás moldeando para mí, y en el


momento justo me lo pondrás en frente.

¿Amor de mi vida dónde estás? No me arrepiento de haber amado


porque de esos desamores aprendí lo inmenso que es mi corazón y tú
lo ves sin dudas.

Sé que algún día conoceré al amor de mi vida, porque Dios me está


preparando para poder conocerlo. Todo parte desde el amor propio, es
la base. Cuando uno se ama, cuando uno se valora, todo es mejor.

Amar con la vida, amar con el corazón.

Ámate como quisieras que te amen, como Dios nos ama y cuando él
decida, sin dudas, cada uno tendrá su alma gemela.

Acá estoy, sin perder las esperanzas que algún día el amor de mi vida
me encuentre y me mire con los ojos de Dios.

“El amor no duele, duele quien no sabe amar”.

54
16) Ángeles enviados por Dios.

55
Hebreos 13
13 Permanezca el amor fraternal

No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin


saberlo, hospedaron ángeles.

56
Hay personas que llegan a tu vida para enseñarte. Esas personas que
cuando el mundo está en desorden, muestran que hay cosas más
importantes de que preocuparse y que pese a las dificultades de la vida
te muestran que en medio de la tormenta se puede aprender a bailar.
Esos son ángeles enviados por Dios, con una misión para nuestras
vidas o para las de ellos.

Dios conoce cada situación, conoce nuestros corazones por eso cada
persona que se cruza en nuestro camino es por un propósito. Solo
debemos mirar con el amor eterno que él nos miró y así saber
reconocer sus señales.

Todo sucede por algo. Todavía hay gente por la que vale la pena,
personas de buen corazón, y lo más grande de esto, es poder sentirme
bendecida al recibir ángeles en mi vida.

No tuve una vida fácil pero todo lo que viví fue el propósito de Dios.
Hoy parada en un punto distinto al que está el mundo, puedo ver la
vida de otra manera con los ojos del señor.

Conocí personas de todas clases. De los negativos saqué experiencias


de lo que no quiero ser y de estos ángeles que Dios me mandó,
aprendí a sostener que mi misión es mucho más grande de lo que
pensaba.

Caminando por su sendero quiero seguir, apartando las piedras que


estorban y con estas mismas voy formando el camino.

Dios es mi luz y mi guía. Solo sigo sus señales junto a los ángeles que
me envía para instruirme y darme aliento en cada situación y así
llegar también ser un ángel para estar cerca suyo y pedirle que me
dé la posibilidad de entrar en cada corazón de las personas que
quiero, tocar sus almas y darle armonía para que puedan descubrir el
dulce sabor de la vida que Dios da.

57
17) La escogida de Dios.

58
San Mateo 1
18 El nacimiento de Jesucristo fue así: estando María desposada
con José, antes de que viviesen juntos se halló que estaba
encinta por obra del espíritu santo.

19 José, su marido, como era justo y no quería denunciarla


resolvió dejarla secretamente.

20 Y pensando él en esto, he aquí que un ángel del señor, se le


apareció en sueños y le dijo: José hijo de David, no temas
recibir a María por mujer, porque lo engendrado en ella es
del espíritu santo.

21 Y dará a luz un hijo, y lo llamarás su nombre Jesús porque él


salvará a su pueblo de sus pecados.

59
María cuán importante, en esta historia. Esa mujer que vivió cosas
que pudo superar solo con el amor que Dios le brindó.

El mundo cambió, fue la elegida de Dios, del espíritu santo, la madre


de Jesús, Es maravilloso ser una elegida.

Mucho más maravilloso es entender lo que hay detrás de cada mujer.


Los dolores, sacrificios, los amores, las ganas, sus esperanzas, todas
las desilusiones que se presentan algunas situaciones.

En mi vivencia como mujer, tuve que ser guerrera de Dios.

Somos madres, esposas, hijas, hermanas, amigas con el propósito de


transmitir el amor de Dios.

60
18) Cuando crees saber quién eres,
Cuando el Señor sabe quiénes somos.

61
San Juan 2
23- Mientras estaba en Jerusalén en una fiesta de la pascua
muchos creyeron en su nombre, al ver las señales que hacía

24- Pero Jesús mismo no se confiaba a ellos, porque conocía a


todos.

25-Y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio acerca


del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre

62
¿Cuántas veces nos miramos fijamente al espejo? Sin el miedo de
descubrir quiénes somos, que vemos en nosotros mismos.

Es difícil asumir quiénes somos, especialmente nuestros errores.

Solo miramos el lado bueno que creemos tener, aunque para Dios no
hay nada oculto.

Hay una esencia única en cada persona, con errores y con virtudes,
pero ¿qué tan buenos queremos ser? ¿Cuántos quieren mejorar su
persona? ¿Cuántos realmente quieren amar la vida? ¿Cuántos
quieren conocerte, Salvador? ¿Cuántos desean arrepentirse y alejarse
de sus malos caminos?

Es fácil ir por el camino del egoísmo sin valorar y ver más allá de
nuestros ojos, sin medir el dolor que podríamos causar a los que nos
aman de verdad.

En lo personal llegué al punto de no querer vivir más. Eso significaba


tomar el camino más fácil, sin medir consecuencias de lo mal que le
hacía a mi familia, el dolor que les causaba verme devastada.

Pero cuando Dios, mi señor, Jesucristo, toco mi corazón y mis ojos,


pude ver más allá del dolor y descubrir el valor que tenía para ellos,
mis afectos.

Esto me llevó a levantarme cada vez que caía. Todo es aprendizaje, a


tu promesa me aferré, señor.

Ahora brilla el sol. Soy lo que Dios quiere que sea antes sus ojos.
Pude perdonarme, supe pedir perdón y aprender que lo grave no es
equivocarse sino, lo grave es no asumirlo, aceptarlo y cambiarlo.

Pedirle ayuda, pedirle paz, pedirle amor a Dios, háblale en la intimidad,


entre vos y él. Es suficiente para empezar el cambio que Dios espera de
nosotros.

Solo hay que tener valentía, hay que tener ganas de empezar, de
renovarse, de restaurar tu corazón. Búscalo en lo secreto y te
recompensara en público y contaras todas sus maravillas.

63
19) Lo que hubiera sido no existe,
solo continúa, haz su voluntad”.

64
San Juan 5
30 No puedo yo hacer nada por mí mismo, según oigo, así juzgo,
y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la
voluntad del que me envió, la del padre.

65
¿Cuántas veces nos arrepentimos de no haber hecho algo? O viceversa.

¿Cuántas veces no podemos tomar decisiones?

¿Cuántas veces insistimos en algo y nos enojamos, porque no salió


como queríamos?

Todo esto me pregunté, aunque cuando me sentí cerca Cristo,


comprendí que todo tiene su hora, lo que tiene que ser será, si el
Señor lo dispone.

Entrega tu vida en sus manos y él hará.

Fui caminando con convicción, siempre aceptando su voluntad, cada


situación, dejé mi vida en sus manos, aceptando su voluntad.

Confía, cree y entrega, pidiéndole que haga su voluntad porque tiene


un propósito, hay algo preparado, algo maravilloso para nuestras
vidas, te lo digo yo.

Aquí me ves. Desde que deje que todo pase por sus manos, puedo
decir que estoy en paz, pacientemente espero en él y camino por la
vida con amor y fe; pido a mi salvador su voluntad, y solo confío.

Él sabe qué hacer en tu vida. No lo dudes, ten fe: “Que se haga su


voluntad”.

66
20) En el camino de Dios,
el diablo quiere lo peor,
que te rindas.

67
1 Samuel 16
Y Jehová respondió a Samuel: no mires a su aspecto, ni a lo
grande de su estatura, porque yo lo desecho, porque Jehová
no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que
está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

68
Si miras tu corazón, no te des por vencido porque nada es imposible.
Cuando recorremos la senda del Señor todo va colocándose en su
sitio, aunque las adversidades se van multiplicando para que bajes
los brazos y dejes de creer, él te dice “mira que lo que te mando para
que te esfuerces y seas valiente.

El versículo, “el diablo anda como león rugiente buscando a quien


devorar” es así. Te querrá destrozar para que tu fe se debilite.
Mandará personas, cosas, situaciones, para que te sientas devastada,
cansada y no quieras luchar más.

Es ahí donde Dios más te sostendrá y en sus brazos te recogerá,


pidiéndote que no dejes de confiar, porque Jehová es tu pastor y nada
te hará faltar.

Dios conoce cada corazón y por más que quieran enjuiciarte,


ensuciarte, por más que aparezcan personas con maldad pura, no te
preocupes, tendrás aflicción pero “confiad, yo vencí al mundo”.

Yo comprobé esta triste experiencia, donde el enemigo se disfrazó de


lástima, para que lo deje entrar a mi vida pero fui más fuerte y el
señor es más grande.

Con él no hay mentiras ocultas, soy su hija y no me deja caer porque


conoce mi vida y me lleva de su mano.

Simplemente hay que seguir y orar por el enemigo, para que ellos
encuentren su luz.

La palabra de Dios dice: “caerán a mi lado mil y diez mil a tu diestra


mas a ti no te tocaran” y así cada persona ocupará el lugar que le
corresponda en el juicio del Señor.

Murmurarán porque ven que soy hija del Dios viviente, hablarán para
destruir. Levantaran falsos testimonios en mi contra, pero la palabra
dice: “Ay, de aquel que toque a uno de estos mis pequeños…”

69
Mi señor, estás conmigo, solo sigo de rodillas y humillada ante ti,
aunque de pie ante el mundo para ser luz en las tinieblas.

Recuerda: “y la maldad se multiplicará, pero tú aparta de lo malo y haz


lo bueno”.

70
21) No dejes de oír la voz del señor,
Sigue su camino, no el de los demás.

71
Hechos 4
24 Y ellos, al oírlos alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron:
soberano señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo, la tierra y
el mar y todo lo que en ellos hay;

25 Que por boca de David tu siervo dijiste:

¿A qué fin se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas


vanas?

72
En tiempos difíciles donde el amor es como un bollo de papel que se
lo tira a la basura, donde abunda la hipocresía, el egoísmo, amé sin
condiciones por el simple hecho de ver felices a las personas que tuve
a mi lado.

Hoy me siento desilusionada por dar sin medir, aunque Dios me dice
que todo lo que se da de corazón no es motivo de arrepentimiento,
porque eso vuelve en bendiciones.

No soy perfecta aunque con mi salvador voy por el camino correcto.

En el camino del Señor te das cuenta que todo te hace fuerte para
enfrentar este mundo sin amor.

Llegué a padecer la peor de las tristezas en mi vida por no complacer


al otro y hacer que sea feliz; en eso me olvide de mí, de mi vida, solo
quería morir.

Cuando empecé a transitar el camino de la fe, me fui acomodando


espiritualmente y supe lo que realmente quería para mí. Ser una
persona que quiere vivir en Cristo. No pretendo que me regalen nada
porque tengo el amor de Dios que me hace fuerte para alcanzar mis
sueños.

Lo que aprendí es que, si algo no te hace bien, hay que dejarlo ir, sin
necesidad de lastimar y mucho menos ensuciar o enjuiciar a alguien
que tuvo sentimientos verdaderos.

Sé buena persona, clama a Dios como lo hago yo, que él te llevará por
senderos verdaderos donde no reina la hipocresía, la idolatría, la
enemistad. No sigas al resto.

Sigue el camino de Dios que es luz en las tinieblas.

73
22) Ya no soy la misma después de tantas tormentas.

74
Salmo 139

2 Tú conoces mi sentarme y mi levantarme, percibes desde


lejos mis pensamientos

3 Escudriñas mi andar y mi reposo y todo mi camino te son


conocidos

4 Pues aún no está la palabra en mi lengua y he aquí, oh


Jehová, te la sabes toda.

5 Por detrás y por delante me rodeas y sobre mí tienes puesta


tu mano.

75
Después de las tormentas las almas de las personas no son las
mismas. Yo aprendí a bailar bajo la lluvia sabiendo que el sol siempre
va a volver a salir y a iluminar mi ser.

Todo tuvo un propósito. Los fracasos, desamores, los dolores, la


tristeza, todo me hizo un quiebre.

Aunque también sé que el Señor da ese amor y la paz para poder


comprender, aceptar la cruel y dura realidad.

Levantándome, aceptándome y sabiendo que para los ojos del señor


soy única y que él me hace renovar.

Quererme, valorarme. Tan simple como eso, ver que lo de atrás ya


paso y hoy vivo con paz, transitando el día a día, aferrándome en lo
maravilloso que tengo: mis hijos, mis logros que con tanto sacrificio y
dolor obtuve.

Aquí renunciando al amor común y aferrándome al amor espiritual


camino bajo la lluvia, con el alma en paz porque voy en el camino
correcto, lo sé.

Lo que no fue, no tuvo que ser y lo que tiene que ser será, en el
tiempo que sea y de la manera que tenga que darse.

El tiempo sana y cierra, pero cada marca será experiencias y


aprendizaje.

Sin dudas, tampoco fui la misma después de cada tormenta. Me hice


más fuerte, porque el señor está creando en mí lo que quiero llegar a
ser.

Enfrentemos las tormentas, bailemos bajo la lluvia y felices


recibiremos ese sol que por misericordia cada día nos ilumina la vida,
aunque a veces nos cueste verlo.

76
Yo sufrí, lloré, grité en los problemas huracanados que azotaban mi
vida pero me pude mantener en pie y entonces mi calma llegó, lloré
limpiando mi alma y hoy Dios cuida de ella.

77
23) Confianza perdida en las personas,

confianza en Dios recuperada

78
Jeremías 36
4 Quizás oigas la casa de Judas todo mal que yo pienso
hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino y yo
perdonaré su maldad y pecado.

79
Confianza, una palabra tan simple pero que es muy abarcativa.

La confianza construye o destruye en exceso.

Yo confié en personas en las cuales no tendría que haber confiado,


hasta el punto de cegarme y no medir las consecuencias!

Cuando entendí que la confianza no se le ofrece a cualquiera, ahí me


di cuenta lo grande de mi error.

La confianza se gana no se regala. “maldito el varón que confía en el


hombre”

Aprender a callar la vida de uno es muy importante, solo a Dios le


importa tu corazón, los demás solo son acompañantes de
circunstancias, hay que medir el límite de confianza para no salir
lastimado.

Se puede confiar siguiendo el corazón, escuchando la voz del señor,


es la única manera de tener en claro que nadie va a solucionar tu
vida, que Judas anda caminando en cuerpos de personas que
aprecias sin conocer realmente quiénes son, clavando el puñal que
acaba con todo, dejándote solo miserias en la mano, sintiéndote
insignificante. Nunca des mal a cambio de mal.

Yo perdí mi confianza en las personas, pero encontré confianza en mi


Dios, “solo creo en mi dios”,

Él no me juzga solo, él conoce mi corazón, confía en mí.

Hay que aprender que en la vida somos responsables de cada acto,


aunque vale decir que jamás hay que lastimar a quien te entrega la
confianza o el corazón.

80
Confiar en uno mismo es prioridad para seguir con la frente en alto y
saber que toda traición deja su marca pero después te sentís
victorioso en saber que la haz superado.

Así estoy asumiendo mis errores, aceptando y corrigiendo, tratando


de no desilusionar a nadie con mis actitudes y estando segura en el
lugar que Dios me dio para discernir entre las buenas y malas
intenciones.

Cuidá tu vida como si fuese oro, no alardees, no cuentes de más,


porque el diablo puede meter la cola y se disfraza de confianza.

Le pido a Dios que construya en mí un ser que inspire confianza


sincera.

Quiero ser luz para aquellos que necesiten contar conmigo sin temer a
una traición.

Dios, en ti confió mi vida. Mi todo se debe ti.

81
24) Ser impulsiva, buscando la calma

82
San Marcos 4
39 Él levantó, increpó al viento y dijo al mar:

¡Calla, enmudece! entonces amaino al viento.

Y sobrevino una gran calma.

83
Soy como el viento que arrasa, llevándose puesto todo, sin medir
consecuencias. ¡Así soy yo!

Arrastrando todo con mis impulsos, una cualidad negativa, lo


llamaría porque ser impulsiva no es lo mejor de mí.

Toda mi vida actué por impulso y me llevé puestas miles de montañas


por no pensar, por no respirar antes de actuar de una manera más
inteligente.

Hoy dejo esta gran mochila a los pies de Jesucristo, porque él abrió
mares, calmo tempestades, ¿cómo no va a calmar en mí este gran
huracán interno?

Fui puliendo mis errores asumiendo cada uno de ellos, y eso es un


paso importante. Lo malo no es cometer el error, lo malo es no
asumirlo ni cambiarlo.

Teniendo en frente un camino junto Cristo mi ser se renueva a diario


y sé que esta Karina impulsiva logrará su calma y paz.

Los daños cometidos están ya provocados y me arrepiento de cada


uno de ellos, primero por mí y segundo hacia terceros.

Nunca es tarde para remediar, nunca es tarde en el camino del señor.

Aprender y corregir, es la sensibilidad del humano.

El señor puede apaciguar mi huracán interno, llenarme de calma y


darme paz.

Solo hoy dejo que él obre y restaure mí vida, mi corazón y mi mente.

84
25) Cuando no hay repuesta, la encontras.

85
Filipenses 1
12 Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han
sucedido han redundado más bien para progreso del
evangelio.

13 De tal manera que mis prisiones por la causa de Cristo se


han hecho notorias en todo el pretorio, y a todos los demás.

86
Me pasé mucho tiempo buscando el porqué de las cosas.

Lo que no entendía es que el tiempo de Dios te da las respuestas en


el momento justo. Solo tuve que aprender a esperar y escuchar su
voz. Ahí donde encontré paz y el porqué que necesitaba.

Cada situación te va marcando, cada situación errónea te deja


enmudecido sin poder emitir palabras.

El porqué de las cosas, es fácil para mí verlo hoy. Cada cosa que
sucede es un propósito del señor.

En mi caso esos propósitos me llevaron a poderme descubrir en esa


versión oculta que todos tenemos y que no quería asumir para
hacerme cargo de los propios errores.

Mucho tiempo viví engañada y me costaba reconocer lo que hacía mal


hoy con 38 años cuando caí en un pozo tan profundo como el del
dolor, descubrí que mi Salvador en su eterno amor me extendió su
mano y encontré así una forma de vivir es Cristo.

Analizar cada momento, cada dolor, desamor, cada equivocación, me


llevó a encontrarme conmigo misma y Dios rompió las cadenas
abriéndome la puerta de la prisión.

Deje todo atrás y dando gracias por esa maravillosa libertad espiritual
que solo él nos puede dar, hoy entrego todo lo que tengo en sus
manos, solo debemos aprender a aceptar su voluntad.

Dios da las respuestas.

No dudes, Él te direccionara a la respuesta que necesites.

87
26) Saber soltar el dolor, Dios toma tu mano

88
Jeremías 20
12 Oh Jehová de los ejércitos que pruebas a los justos, que ves los
riñones y el corazón, veo yo tu venganza de ellos, porque a ti
he encomendado mi causa.

89
Cuando pronuncio la palabra soltar me imagino agarrando un globo
que lleva mis tristezas, errores, fracasos, mis dolores, adicciones y
ganas de no querer vivir más; todo lo que hice mal, y del otro lado
Dios diciéndome “vengan a mi todos los que están cargados y
cansados que yo los hare descansar”.

Después de saber eso el globo se va en el aire, alejándose, generando


alivio y haciéndome sentir segura.

Mi Señor todo lo perdona porque ve en mí lo que nadie supo ver,


conoce mi corazón, conoce hasta la más pequeña molécula de lo que
fui y sabe lo que quiero ser.

Mi causa está en sus manos y mi propósito es ser digna de mí, sin


castigarme, sin arrepentirme, porque todo lo que viví, me enseña a
ser lo que no quiero más para mí, yo solté esa persona que fui y
renací en Cristo.

Mientras el globo se va alejando me pregunto ¿dónde irá? Entonces


Dios me responde: “se irá lejos de ti, aunque nunca olvidarás porque
ese globo te acompañó. Hasta el fin de tus días, solo en recuerdos
encontrarás lo necesario hasta seguir haciéndote más fuerte y sin la
necesidad de seguir atado a ellos”

Aprender a soltar nos guiará hacia caminos correctos.

Soltar, respirar, y creer, son la clave.

90
27) ¿Quién te dijo que no vales, amor?

91
San Juan 16
22 También vosotros ahora tenéis tristeza, pero os volveré a
ver, y se gozará vuestro corazón y nadie os quitará vuestro
gozo.

92
En un momento terminé convenciéndome de que yo no valía nada.

Que no era capaz de hacer feliz a otra persona y que todo lo que daba
nunca era suficientemente bueno. Me sentía una inútil, sentía pena
por mí.
Un psicólogo me dijo siempre: “autoestima Karina” y me explicó que
todo parte desde uno mismo.
Desde chiquita no me sentí amada y valorada. Sentía que los castigos
que recibía los merecía, creía que todo hacía mal y fui creciendo
incorporando eso.

Así terminé conformándome con poco, porque creía que eso merecía
yo.

Mi vida solo debía ser tristeza no valía amor. Pero por suerte el
psicólogo tenía razón, y aunque yo necesitaba algo más que estas
simples palabras un profesional lo pude encontrar en Dios, mi
salvador.

Entendí que uno tiene que amar sin esperar nada a cambio, con
todos los defectos y virtudes. Sin sentir el derecho de cambiar al otro,
aunque sí pudiendo ayudarlo a mejorar.

Tenemos que valorarnos, querernos, aceptarnos y mejorar.

Somos piedras preciosas en las manos de Dios.

93
28) Aférrate a lo que tienes, con la misma intensidad

por lo que no tienes y todo será diferente

94
Salmos 101
1 Misericordia y justicia cantaré, a ti cantaré yo, oh Jehová.

2 Aprenderé el camino de la perfección, ¿cuándo vendrás a


mí?

En la integridad de mi corazón andaré en el interior de mi


casa

3 No pondré delante de mis ojos ninguna cosa injusta.

95
En afán de buscar y querer lograr la felicidad absoluta, no podemos ver lo que
tenemos y sólo nos aferramos a lo que desearíamos tener.

Así se nos va la vida sin darnos cuenta que la bendición está en las
pequeñas cosas del día a día. Debemos aprender a agradecer por lo que
tenemos y por lo que vamos a tener.

Yo me pasé penando por aquello que no fue, por lo que no logré y por lo que
quiero y no lo pude tener.

Dios lo quiso así y una vez que aceptas esto, podes darle valor a lo que
tenes, porque Dios en su palabra dice: “En lo poco que me seas fiel, en lo
mucho te expondré”.

Una vida con salud, una vida con tres tesoros maravillosos (mis hijos), una
oportunidad de vivir mejor, poder levantarme y dar revancha.

Títulos que adquirí con esfuerzos y un poder sobrenatural que actuó en mi


llevándome a estas palabras que me ofrece Dios para escribirte, darte
aliento y demostrarte que de que todo se puede lograr con ánimo y fe.

Declaro una gran bendición para mí y para quien lea y comprenda mis
palabras, a todo esto me aferro con gran intensidad y todo lo que no tengo
vendrá según su voluntad y a su tiempo.

Aprender el camino de la perfección significa recorrer el día a día, que


mientras el sol alumbre, todo vuelve a empezar por su misericordia.

Nadie te puede impedir recibirla, solo vos, pero no lo permitas porque el


Señor guiará tu sendero con esa luz que te deja ver todo con más claridad,
lo que tienes puede hacerte feliz y así lograr obtener lo que “no tienes” si es
la voluntad del señor.

Luchar es importante, tenemos la bendición más preciada, la vida, nada


más ni nada menos. Lo demás es seguir en pie y alcanzar el propósito.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni


desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo donde quieras que
vayas”

96
29) Mis lados oscuros, Dios los iluminó

97
Efesios 5
13 Mas todas las cosas redargüidas por la luz, son hechas
manifiestas, porque la luz es lo que manifiesta todo

14 Por lo cual dice:

Despiértate, tú que duermes

Y levántate de los muertos y te alumbrará


Cristo.

98
¿Cómo no testificar mis lados oscuros? si todo eso me llevó al camino
de Dios.

¿Cómo no testificar? si por todo lo vivido hoy soy creación imagen y


semejanza de mi salvador.

¿Cómo no testificar? Si vos que lees esto entenderás que mi salvador


iluminó mi vida.

¿Cómo no testificar? Si esto quizás esto te sirva para saber que desde
la oscuridad uno puede volver a nacer de la mano de del Señor, de mi
salvador, de nuestro Salvador, porque nos saca de las tinieblas hacia
a su luz.

Yo caí en la más profunda tristeza y depresión. Todo en mi vida se


devastó en un instante y mis manos con color rojo avisaban el
peligro, que ya nada valía la pena. Me castigaba una y otra vez, no
tenía coraje suficiente para morir pero tampoco para vivir, era como
que necesitaba sufrir. Y sin embargo, el siempre estuvo ahí.

No conforme con esto, me volqué a malos hábitos para intentar


olvidar la realidad y con las malditas pastillas que solo me hacían
creer que encontraría la tranquilidad de morir mientras una voz en
mi mente resonaba diciéndome: “YO SOY TU DIOS QUE TE ESFUERZO
Y TE DOY ALIENTO, AUNQUE TU PADRE O MADRE TE DEJARE YO TE
RECOGERE CON TODO”

En realidad, yo no quería morir. Eso era lo que nadie entendía. La


ayuda fue poca, una vez, dos veces y quizás tres.

Aunque después se cansaban con razón y me recriminaban


diciéndome: ¿otra vez lo mismo?

Y sí. Era otra vez lo mismo.

Pero quién iba a entender el dolor que yo sentía, si yo no era más que
una “loca”, “la que no le importa nada su alrededor”.

99
Entonces en vez de encontrar contención, yo sentía que
desapareciendo iba a hacer un gran favor. Pero, ¿quién iba a
entender a una depresiva, quién podría entender que solo quería
vivir?

Fueron gritos de ayuda, pero nadie pudo o quiso escucharme, solo me


juzgaron como la peor lacra.

De a poco fui encontrando una salvación. Primero tomé la decisión de


empezar terapia y en cierta manera descomprimió mi dolor.

Después en el camino de la fe, encontré a mi amado Señor.


¿Quién más que él para salvarme de mi misma?, si conocía y
entendía mi dolor ya que dio a su unigénito para que todo que aquel
que en él crea, no se pierda más y tenga vida eterna.
Fui resurgiendo de mis cenizas. Me colocó en sus manos como el
barro que moldea el alfarero y así fue transformándome de un valle
de huesos secos soplando aliento de vida sobre mí.
Si hoy estás atravesando algo de esto solo puedo decirte: Cree en Dios.

Confía en vos. Todo lo malo pasa. Querete, mirate que vales bendiciones
con o sin errores.

Simplemente empezá a vivir. Aferrate a personas que te edifican, y con


amor. Ya sean muchos, sean pocos, no importa. Aferrate a Dios, porque
él es quien que te corona de favores, “ilumínate”.

100
30) Lograste al fin conocerte.

Conoce a tu salvador, no lo niegues.

101
San Marcos 14

72 E inmediatamente por segunda vez cantó el gallo y Pedro


recordó la frase de Jesús… antes que un gallo cante dos veces,
me negarás tres veces.

102
Creo que me negué a Dios, no tres, sino 38 años. te negué no 3 veces
sino 38 años.

Mirate hacia dentro y pensá que es lo que llevas con vos.

No es nada fácil aceptarte y pararte frente a un espejo, mirarte a los


ojos y decir: “sí, soy yo en cruda realidad”.

Para las personas en general no es fácil asumirse en un mundo donde


desborda la hipocresía, la envidia, las malas actitudes y los errores en
los demás. Aunque esto último es más sencillo: ver la paja en el ojo
ajeno y no el propio. Pero el que esté libre de pecado que arroje la
primera piedra, ¿No?

Descubrirme me llevo 38 años y me dolió aceptar todo lo malo que


arrastraba pero mi balanza supe inclinar con tiempo el peso hacia el
lado positivo y a eso me aferré.

Nadie está libre de cometer errores, nadie es perfecto.

Pero a veces las malas decisiones no quieren decir que sos alguien
con maldad, y si por casualidad te paraste en el espejo y asumiste
que hiciste algo para lastimar o lastimarte, no te niegues porque Dios
conoce tu corazón.

Nadie nace o quiere ser malo. No camines por la vida lastimando.


Pensa antes de actuar.

Sé también que si esto fuera fácil no habría maldad. ¿Entonces como


sabemos que mora el amor de Cristo en nuestro corazón si vemos a
nuestro prójimo tener alguna necesidad y cerramos contra el nuestro
corazón?

A mi me costó 38 años, pero me conocí y mi salvador también me


conoce.

103
Y aunque no seré la mejor mujer del mundo, no seré la mejor amiga,
la mejor hija, la mejor madre, hermana; me gustaría al menos
intentar ser un poco mejor.

Yo conocí mi corazón y estoy totalmente consciente que está lleno de


amor.

Aquí estoy, me conocí y sigo adelante porque gracias al señor -el cual
nunca más volveré a negar- porque su palabra dice: “El que me
negare delante de los hombres yo le negare delante de mi padre”.

No te niegues. Enfrentate. Parate fuerte y lucha por ser mejor día a día.
No lo niegues y póstrate a sus pies y deja que te renueve, no lo niegues.
Él es maravilloso y vos también.

104
31) Nunca es tarde, vuelve a empezar

105
Daniel 4
2 Me place dar a conocer las señales y milagros que el dios
altísimo ha hecho conmigo.

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Parate frente a una ventana. Cerrá los ojos y respira suave. Deja que el
calor del sol entre, ¿qué sentís? Vida, ¿verdad?

No hay nada más bendito que sentir que uno está vivo y tener en cada
amanecer una nueva oportunidad.

Reí, baila, abraza, besa, ama, perdona, perdónate, grita, llora (si hace
falta), pero nunca te rindas. Busca revancha las veces que sea
necesario, mientras sientas el calor del sol, se puede volver a empezar.

Él es el Alfa y también Omega, es principio y fin, el que es y que era y


que ha de venir el Todopoderoso.

“No mires su parecer ni lo grande de su estatura, porque yo lo desecho;


porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues, el hombre mira lo
que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”. A esta
promesa me aferro, buscando, el sentido a la vida lo veo en los ojos de
mis hijos y eso es suficiente.

Me siento con ganas de cumplir metas y admirar lo que logré.

Gozo de malos momentos pasados, ¡No los lloro más! Porque de ellos
aprendí que vale el esfuerzo seguir.

La única persona que conspira en tu contra sos vos y nada más que
vos.

De esto me di cuenta después de tanto dolor. Yo me destruía sin


medidas, y aunque hoy soy yo quien conspira a mi favor, mi vida
depende de mí, tengo libre albedrio, mi vida es voluntad del Señor.

Ser sabio, fijarse metas, soñar el futuro disfrutando el presente son


pequeñas cosas que hacen de bendición la vida, y aunque muchas
veces el temor pretende apoderarse, no temas porque si Dios está
contigo, ¿Quién puede contra vos?

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Me gusta seguir sintiendo el calor del sol en mi rostro y que todo lo
demás llegue como tiene que ser, mientras tanto sigo viviendo y eso es
suficiente.
¡Nunca es tarde para volver a empezar!

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32) Nunca mendigar amor

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Salmos 34
17 Claman los justos y Jehová oye, y los libras de todas sus
angustias.

18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón.

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Nunca hay que mendigar amor. El que te ama sacará lo mejor de vos
aceptando tus errores sin dejar de amarte.

Si te ama de verdad, conoce tu esencia.

En estos tiempos en donde los sentimientos son descartables, hablar


del amor es hablar de un sentimiento escaso; hablar de amor hacia el
prójimo, es hablar de egoísmo y que incluso suponemos que vale más
que el amor.

Hoy no se reconocen las cosas buenas hechas por los demás, donde
hay pequeñas diferencias y se tira todo como si no hubiera validez
nada lo que se dio de corazón.

Prefieren el orgullo antes que una charla para salvar una relación
humana, olvidándose de todo lo bueno vivido, todos los momentos
compartidos.

Triste orgullo, es más fácil escapar que enfrentar los errores, me


lastimaron y he sufrido desprecio, quizás he fallado y seguramente no
fui lo que esperaban pero supe pedir perdón cuando fue necesario.
Porque todo pasa con un propósito y cada persona que se alejó fue
por decisión propia.

Hoy comprendo que el amor sobrepasa todo entendimiento.

Aprendí que si bien no a todos podré agradarle, eso no les da derecho


a lastimarme y viceversa, pero si hay sentimientos verdaderos el amor
no se pierde, se lucha pese a las diferencias.

Ahora me aferro al amor incondicional de mi Salvador, al amor de mis


hijos y las personas que me quieren de verdad y por ellas voy a seguir.
Me dejo renovar por Dios y así limpiarme de toda ira, resentimiento,

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celos, envidias y cosas semejantes a estas. Más ahora anhelo el amor, el
gozo, la paz, la bondad, fe, mansedumbre y templanza.

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33) Salvador, él te espera. Él me esperó.

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Hebreos 13
20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro señor
Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, en virtud de la
sangre del pacto eterno.

21 Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su


voluntad, haciendo él en nosotros lo que es agradable delante
de el por medio de Jesucristo, al cual sea gloria por los siglos
de los siglos. Amén.

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En un momento sentí que era el final de mi vida. Y de algún modo, así
fue.

Fue el final de una vida sin mí Salvador y el comienzo de un camino


nuevo y largo a recorrer con él a mi lado.

Dejé atrás el pasado y lo recordaré siempre, sin dolor, porque él me


hizo llegar hasta acá.

Pude dejar atrás malas decisiones, a personas, tristezas y errores.

Todo lo dejo atrás y los perdono y me perdono.

Ahora sigo hacia adelante después de haber resucitado porque mi


Señor lo ha hecho conmigo para darme una segunda oportunidad,
una nueva vida y al entender que nada está perdido, que todo pasa
por algo, que de todo lo malo hay un propósito, me encontré rendida
a sus pies.

Conocer a mi Salvador fue glorioso pero conocerme a mi misma fue


un gran milagro.

Sé bien quién fui, sé ahora quién soy y me enorgullezco por dar


revancha y tener el coraje de levantarme y no seguir siendo la
cobarde de antes.

Soy única, todos somos únicos porque Dios nos hizo sus herederos,
por eso amaré mi vida, amaré a quien entre en ella, quien me respete
y valore y retribuiré de la misma manera.

Cuando pensé que todo terminaba, mi amado Señor me hizo ver que
en realidad era un comienzo. Bendito eres, y bendita yo por ser la
niña de tus ojos.

Y hoy tengo una nueva oportunidad, y sé que esta vez es diferente


porque sigo un estilo vida de verdadero amor.

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Ten fe. Que nada ni nadie te saque las ganas de vivir. Que nadie te
juzgue, solo la mirada del Señor es válida.

Que nadie se atreva a decirte que no podes porque sí podes con todo.

Por más puertas que se cierren, Dios te abrirá una ventana donde
entrará la luz del sol para que sientas que estás vivo. Luchá sin
cesar. Nadie dijo que fuese fácil vivir. Golpea, golpea hasta el último
día de tu vida para ganarle a todo lo que te hace mal.

Busca ayuda, grita fuerte que Dios te escucha y te dice: “CLAMA A MI


Y YO TE RESPONDERE”.

Aferrate a lo que más amas. Busca lo que te haga bien.

Rodeate de gente como vos, no te intoxiques con la maldad ajena.


Deja que la vida y Dios se ocupen de ellos. Solo ora para darles luz.

Reí, disfruta cada milésima de segundo que nunca es tarde.

Ama de verdad; no juegues con los sentimientos de los demás y menos


dejar que jueguen con los tuyos.

Sé libre, pero de la libertad de volar hasta tus sueños.

Escucha a las personas y comprende que cada una tiene su historia y


que no sabes lo que pueden estar atravesando.

Ayudá a quien se deje ayudar. hablale de Dios, que su palabra es


refrigerio y medicina para nuestros huesos.

Soy Karina, con miles de errores cometidos, pero ahora estoy de pie.

Pido perdón a quienes dañé y sé que mi vida no fue un ejemplo. El


ejemplo es lo que Dios hizo, hace y va lo que está haciendo en mi vida
con su amor incondicional.

Hoy estoy lejos de aquella mujer que fui, esa persona que no
encontraba el sentido de la vida hasta que comprendí que todos
tenemos un propósito, que somos seres únicos, que podemos lograr

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cada meta que nos propongamos, cada sueño. Solo basta con solo
sostener la mano del señor.

El éxito no es una casualidad; el éxito es una conquista.

De todo aprendí y sigo aprendiendo, porque volví a nacer en Cristo,


Jesús.

Hoy soy testimonio de vida.

Sin dudas, lo mejor siempre está por llegar.


¡Gloria a Dios! En el nombre de Jesús.
Gracias mi Salvador. Amén.

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Índice

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1) Sumergida.
2) Nacer y llevar mochilas.
3) Cicatrices.
4) Ser.
5) Ser lo que soy, ser lo que quiero ser.
6) Cada cosa a su tiempo.
7) Buscando la felicidad.
8) Todo parte de uno mismo.
9) Cuando la tristeza de las heridas aún te abraza.
10) La vida es una lucha constante.
11) El corazón aferrado a lo perdido.
12) Nunca pierdas la fe.
13) Te solté la mano.
14) Cuando el amor no siente.
15) Negarse a ser feliz. El miedo al adiós.
16) Ángeles enviados por Dios.
17) La escogida de Dios.
18) Cuando crees saber quién eres, Cuando el Señor sabe quiénes somos.
19) Lo que hubiera sido no existe, solo continúa, haz su voluntad.
20) En el camino de Dios, el diablo quiere lo peor, que te rindas.
21) No dejes de oír la voz del señor, Sigue su camino, no el de los demás.
22) Ya no soy la misma después de tantas tormentas.
23) Confianza perdida en las personas, confianza en Dios recuperada.
24) Ser impulsiva, buscando la calma.
25) Cuando no hay repuesta, la encontras.
26) Saber soltar el dolor, Dios toma tu mano.
27) ¿Quién te dijo que no vales, amor?
28) Aférrate a lo que tienes, con la misma intensidad por lo que no tienes y todo
será diferente.
29) Mis lados oscuros, Dios los iluminó.
30) Lograste al fin conocerte, conoce a tu salvador, no lo niegues.
31) Nunca es tarde, vuelve a empezar.
32) Nunca mendigar amor.
33) Salvador, él te espera. Él me esperó.

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