Raíces Del Corazón - Semana 1 (CORREGIDO)
Raíces Del Corazón - Semana 1 (CORREGIDO)
Raíces Del Corazón - Semana 1 (CORREGIDO)
VERSÍCULO CLAVE: “Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas. Tan torpe
era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti” Salmos 73:21-22 (RVR960).
Frase: LA AMARGURA ENDURECE EL CORAZÓN Y NOS HACE CIEGOS AL AMOR DE DIOS Y AL
PERDÓN.
BIENVENIDA: Comunicador ser cortés
TÉCNICA DE ENGANCHE: Dos hombres caminaban por un sendero, al llegar a un río encuentran a
una señora de edad avanzada, esta les pide por favor que le ayuden a cruzar. Los hombres hacen
maromas y gran esfuerzo ya que era robusta, la montan a su espalda y logran cruzar hacia donde
ella necesitaba. Pasadas algunas horas al continuar su camino uno de los hombres seguía hablando
y quejándose “ay ay ay” me duele la espalda, que rudo estuvo eso, que difícil, este hombre se
quejaba por aquella experiencia con la señora, el amigo al escucharlo le replica: ¿vas a seguir con
ese tema? El quejón contesta: ¿acaso a ti no te causó molestia ni dolor ayudar a cruzar a esa
señora? Si, por supuesto que sí, pero eso pasó hace horas y yo dejé eso en aquel lugar, no puedo
vivir cargando el pasado.
INTRO: Hoy arrancamos nueva serie y estaremos hablando de algunas raíces que están
incrustadas en nuestro corazón, que impiden nuestro crecimiento espiritual, emocional,
ministerial y/o familiar. En la antigüedad el pueblo de Israel tuvo que luchar físicamente para
poder entrar a la tierra prometida; hoy nuestra lucha no es física, sino espiritual. Es por ello que te
invito a disponer toda tu atención: tu cuerpo, alma y espíritu, para así lograr vencer y obtener el
éxito que tanto anhelamos. Hoy estaremos hablando de la amargura, a muchas personas no les
gusta hablar de ella porque se sienten atacadas, si te incomoda hablar de este tema de seguro
eres una persona amargada (bromear). Tal vez eres la persona más feliz del mundo, pero existe
una verdad absoluta que es ineludible, todos en algún momento seremos ofendidos.
VERDAD: La amargura proviene de la palabra griega “PILKRIA” que significa: punzada y veneno. Es
como una espada que se introduce en el corazón, que mientras no se toque el tema no causa
dolor, pero basta que lo toquen y allí sentimos la punzada que nos roba la paz. El rey David lo
expresó: “Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas” Salmos 73:21
(RVR1960). ¿Alguna vez has tenido una piedra en el zapato? (interactuar con el público) es muy
probable que sí ¿y qué haces para solucionar esa incomodidad?, lo primero es detenerte y sacarla,
pero, ¿Por qué no hacemos lo mismo con esa punzada en el corazón llamada amargura, que lleva
años y años robándonos la paz? Es más peligrosa la amargura en el corazón que la piedra en el
zapato.
Las consecuencias de una vida de amargura las vemos reflejadas en Salmos 73:21: “Se llenó de
amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía; Era como
una bestia delante de ti”. David acá nos está enseñando que una vez sentidas esas punzadas lo
primero que se pierde es la perspectiva. La amargura nos lleva a ser torpes (brutos)
convirtiéndonos en bestias (a modo de chiste: esposas, alégrense porque le están diciendo bestia
a su marido o viceversa). Satanás busca que seamos amargados para traer destrucción a nuestra
vida, familia, iglesia, sociedad. La perspectiva es como vemos las cosas, y muchos según el estado
de nuestro corazón, ensuciamos todo o limpiamos todo. Cuando escuchamos algo por un oído y lo
filtramos por nuestras perspectivas, lo ensuciamos, y saldrá por el otro oído contaminado, nadie
más lo ensució, fuimos nosotros al pasarlo por el filtro de nuestro corazón herido y amargado. Si
tenemos un corazón herido, por lo tanto, amargado, vamos a ensuciar a todo el mundo; a nuestra
esposa, hijos, al pastor y a todos a nuestro alrededor. Pero si tenemos un corazón sano, vamos a
limpiar a los demás, traeremos alegría, paz y gozo en cada esfera donde nos desenvolvamos.
COMO ARRANCAR LA AMARGURA
1. Identifica tus síntomas: Revisa tu corazón, toma un tiempo donde puedas preguntarte por
qué existen estos síntomas en tu vida. Seguramente hay un pasado que revisar para sanar.
El rey David nos enseña: “Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis
pensamientos. Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo
viva” Salmos 139:23-24 (TLA).
2. Suelta el pasado: Las heridas sufridas en nuestra niñez crean una barrera, predisponen
nuestra mente, alma y cuerpo a vivir felizmente como Dios desea. Una herida no sanada
produce resentimiento, este da paso a la amargura y esta nos lleva a una dureza del
corazón. Perdonar nos hace libres del pasado, además, permite que Jesús sane nuestras
heridas, esto no borra el pasado, pero sí alivia el dolor. Filipenses 3:13 (RVR1960)
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando
lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante”
3. Experimenta la presencia y amor de Dios: Así como las arrugas en el cuerpo nos hablan
del pasar de los años, los síntomas de amargura nos enseñan cuán heridos (manchados)
hemos sido. Pero Dios desea que seamos una iglesia sin manchas, ni arrugas, que
alcancemos la madurez, es decir la plenitud de Cristo. Efesios 5:27 (RVA2015) “para
presentársela a sí mismo una iglesia gloriosa que no tenga mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que sea santa y sin falta”. El crecimiento se da cuando seguimos la verdad
en amor, las barreras son derribadas y podemos relacionarnos con otros, permitiendo el
fluir del amor de Dios entre todos.
CONCLUSIÓN: Hoy aprendimos que la amargura nos impide ser felices y vivir las bendiciones que
Dios tiene para nosotros. Vimos que todo inicia con una herida no sanada, que ha estado allí por
mucho tiempo y que al recordar nos causa dolor. Según sea el filtro por el cual pasemos la
información que entra a nuestras vidas, esta saldrá limpia o contaminada, por eso te invito a
aplicar estos 3 sencillos pasos:
✔ Identifica tus síntomas.
✔ Suelta el pasado.
MINISTRACIÓN: Invitar a la iglesia a hacer lo que el rey David hizo: “examina oh Dios mi corazón”.
Que puedan identificar si están heridos, si necesitan soltar el pasado y por sobre todo vivir y
experimentar el amor de Dios y su perdón.
✔ Deja atrás esa herida mediante el perdón y experimenta el amor de Dios en tu vida.
TIEMPO DE GRUPOS DE CUIDADO
Para reflexionar y discutir
✔ Examina tu corazón y evalúa si existe algún síntoma de los cuatro vistos que estén
presentes en tu vida.
✔ Si identificas alguno de los síntomas estudiados, compártelos con la idea de iniciar el
proceso de sanidad interior.
✔ Suelta ese pasado que te ha robado la felicidad, ¿cómo?, perdonando a quién te haya
herido. Tal vez debas hacer una lista de quien o quienes han sido tus ofensores.
✔ Comienza a experimentar el perdón de Dios en tu vida y en la de tus ofensores.