Tarea Sobre El Origen de La Sociedad Internacional
Tarea Sobre El Origen de La Sociedad Internacional
Tarea Sobre El Origen de La Sociedad Internacional
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Se creía que el mundo era como un espejo de los cielos: así como un Dios gobernaba el Cielo, un emperador gobernaría el
mundo secular, y un papa, la iglesia universal.
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Al llegar el siglo XVII, este imperio tenía poder suficiente para dominar Europa, con menos influencia en Francia cuya frontera
se hallaba muy al oeste del río Rin y en Gran Bretaña, debido a su condición de isla, con lo cual eran Estados periféricos en
relación con éste. Si el emperador hubiese logrado establecer un dominio en todos los territorios que técnicamente estaban bajo su
jurisdicción, sus relaciones con los Estados de la Europa occidental podrían haber sido similares a las que establecieron los vecinos
de China con el Reino Medio; Francia habría sido comparada con Vietnam o Corea, y Gran Bretaña a Japón.
3En contraste con un faraón o un cesar no se creía que el emperador poseyera atributos divinos. Fuera de la Europa occidental, aún
en las regiones gobernadas por la Iglesia de Oriente, religión y gobiernos estaban unidos en el sentido de que los nombramientos
para cada uno de los puestos claves dependían del gobierno central; las autoridades religiosas no tenían medios ni autoridad para
sostener la posición autónoma exigida por el cristianismo occidental como derecho propio.
Gran Bretaña y España no aceptaban la autoridad del Sacro imperio Romano Germánico, aunque
siguieran formando parte de la iglesia universal. Sólo c cuando la dinastía de los Habsburgo
reclamó, casi para siempre, la corona imperial en el Siglo XV, y por medio de sagaces matrimonios
adquirió la corona española con sus riquezas, pudo el emperador aspirar a convertir sus
pretensiones universales en sistemas políticos.
En la primera parte del siglo XVI, el Emperador Carlos V hizo resurgir la autoridad
imperial hasta el punto que alzó la perspectiva de un imperio de la Europa central, un agrupamiento
potencialmente predominante, compuesto por lo que hoy son Alemania, Austria, la Italia
Septentrional, la República Checa, Eslovaquia, Hungría, la Francia Oriental, Bélgica y Holanda.
Pero ara entonces el debilitamiento del papado, a causa de la Reforma, disipó toda perspectiva de
establecer un imperio europeo hegemónico4.
La Reforma Protestante dio a los príncipes rebeldes una nueva libertad de acción tanto en
la esfera religiosa como en la política. Su ruptura con Roma supuso una ruptura con la
universalidad religiosa; su lucha con el emperador Habsburgo demostró que para los príncipes la
lealtad al imperio ya no era un deber religioso.
4En sus buenos tiempos, el papado había sido como una espina clavada en el costado del emperador, y un rival formidable. Ya en
decadencia, en el siglo XVI, el papado también resultó ser un enemigo para la idea de formar un imperio. Los emperadores querían
verse a sí mismo, y deseaban que otros los vieran, como los enviados de Dios. Pero en el siglo XVI el emperador llegó a ser visto
en las tierras protestantes no como un enviado sino como un señor de la guerra vienés, atado a una papa decadente.
¿Qué es el Estado-nación?
En el religioso, se inicia la era de la secularización del Estado bajo el macro principio de la libertad
religiosa.
En el plano político, desaparece la hegemonía de los Habsburgos con el debilitamiento de Sacro
Imperio Romano Germánico.
Los tratados de Westfalia dieron origen a tres principios sustanciales y fundamentales en las
relaciones internacionales.
Dos desde la intersección del Derecho Internacional y la política internacional: el principio de la
soberanía y el principio de la igualdad.
1. El principio de la soberanía
. La soberanía era entendida como poder supremo en lo interior, donde solo se responde al
derecho divino, e independencia en el espacio externo, donde se responde en forma precaria ante
las reglas del Derecho Internacional en tanto sistema peculiar en el cual el obligado siempre
contribuye con otros iguales a la creación de las normas. Pero es en Westfalia donde la soberanía
recibe un reconocimiento internacional y donde se limita el modo a ser ejercida en los siglos
posteriores. La pluralidad de Estados negociadores y su intención de representar a la
voluntad soberana deriva en un concepto modificado de soberanía. Este concepto mantiene
su valor absoluto y total al interior de las fronteras, pero en lo exterior se ve limitado por
otras soberanías, y luego por las normas de Derecho Internacional.
2. El principio de igualdad
¿Qué se quiere decir cuando se afirma o se niega que en Westfalia se consagró la igualdad de los
Estados?
Los Estados que intervinieron en dichos tratados, obraron todos en pie de igualdad y disfrutando
de iguales derechos, aprovechan la oportunidad para diferenciar tres dimensiones de la igualdad
entre Estados: la real, la jurídica o ante el derecho y la funcional.
3. El equilibrio de poder