Trabajo

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Tus hijos también cuentan: proyecto de fortalecimiento escolar para padres del

grado 5-1

Nina Marcela Jaramillo Asprilla


Camilo Felipe Mendoza Del Castillo
Nicolás Morales Delgado
Juan Carlos Murillo Quintero
Samuel Andrés Quintero Londoño
Jhonatan Rodríguez Ramírez
Evanyelin Tatiana Suárez Grisales

Transversalidad de desarrollo humano

Profesora: Luisa Fernanda Jiménez

Institución Educativa Ciudadela del Sur


Grado 11-2
Armenia Quindío
2023
Justificación

Este proyecto se convalida desde un enfoque académico y social, debido a que


fortalece las relaciones de los estudiantes de quinto de primaria con sus padres. En
cuanto al aspecto social, este convierte a los padres en acudientes y familiares
presentes, situación que es imprescindible para el rendimiento académico.

Para nuestro proyecto se tendrán en cuenta criterios FINER. En ese sentido, el


proyecto es factible porque….. Del mismo modo, es interesante, ya que……………
También, se puede afirmar que es novedoso………………..ético…………………..
interesante, ya que cortaremos esas creencias abruptas para formar personas de
bien

y que buscamos factibilidad ya que buscamos concientizar. lo consideramos una


proyección interesante , también reivindicamos este proyecto como algo novedoso
ya que como se explicó anteriormente este barrera con esas viejas costumbres de
normalizar los padres ausentes.

Objetivos

Objetivo general

Fortalecer las relaciones intrafamiliares entre padres e hijos del grado 5-1, a través
del uso de material didáctico (folletos, diapositivas e imágenes).

Objetivos específicos

-Diseñar folletos, diapositivas e imágenes para ilustrar a los padres de familia acerca
de cómo pueden apoyar a sus hijos.

-Fortalecer los procesos de convivencia entre padres e hijos


-Diseñar y aplicar las guías de protocolo y las guías didácticas.
-Fomentar la influencia de una buena crianza en los estudiantes.
Investigación

Normas en casa:

Las reglas de la familia ayudan a crear estructura. Las reglas familiares son una
declaración clara y específica de los comportamientos que usted espera de su hijo.
Las reglas familiares pueden ser específicas para ciertas situaciones, como las
reglas para la hora de comer. También pueden ser específicas para ciertos
comportamientos que nunca son aceptables, como correr en la casa. Cualquiera
sea el motivo de la regla, la conducta de su hijo y la relación entre ustedes puede
mejorar, si hay reglas. Las reglas funcionan mejor cuando son constantes y
uniformes, son predecibles y las hace cumplir.

¿Por qué es importante tener reglas familiares?


Las reglas familiares ayudan a los niños a entender qué comportamientos son
buenos y cuáles no. A medida que los niños vayan creciendo, irán a más lugares
donde habrá reglas que deberán seguir. Seguir estás reglas en la casa puede
ayudarles a aprender y seguir las reglas de otros lugares en concreto

Es normal que los niños rompan las reglas y pongan a prueba los límites. Romper
una regla es la manera que tienen los niños de aprender sobre el mundo que los
rodea. Hacer cumplir constantemente las reglas para aplicar consecuencias cuando
las rompen, los ayuda a entender que son importantes. Recuerde que los niños
pequeños a veces rompen las reglas simplemente porque las olvidan. No siempre
las rompen porque están poniendo a prueba los límites. No obstante, nuestra
respuesta debe ser la misma sin importar cuál sea el motivo por el cual se rompió la
regla.
Favorecer la comunicación.
Respetar el tiempo del otro.
Tolerar los gustos diferentes.
Mantener el orden.
Pasar tiempo en familia.
Con el fin de promover relaciones familiares sanas, aquí te compartimos cinco
consejos y normas de oro para la convivencia en el hogar:

Favorecer la comunicación
Hablar con honestidad y sinceridad evita que las emociones se antepongan a la
razón. Seguramente has tenido alguna discusión acalorada con tu hijo en la que él o
tú han cedido al enojo, sin antes detenerse a conocer qué es lo que exactamente
sucedió y las razones de ese estado de ánimo.

Para evitar estas situaciones es bueno trabajar en una buena comunicación basada
en el diálogo, charlas cotidianas y reuniones familiares.
Respetar el tiempo del otro
Planificar y organizar en horarios y roles las actividades y responsabilidades en el
hogar, es un consejo básico para mejorar la convivencia.
Además, con el paso del tiempo los miembros van desarrollando actividades
independientes a las del resto, por lo que es importante tomar en cuenta los
compromisos de cada integrante para planear.

Tolerar los gustos diferentes


Para conseguir una buena convivencia familiar, es imprescindible que padres e hijos
respeten la individualidad de cada uno. Por ejemplo, cada quien tiene derecho a
expresar sus gustos dentro de su propio dormitorio, así como en la forma de vestir y
arreglo persona.

Mantener el orden
El respeto por los espacios compartidos es fundamental en una convivencia sana.
Generalmente, los conflictos surgen por compartir estos espacios en forma
desordenada. Por el contrario, el orden permite a los integrantes sentirse respetados
e igualmente los hace ser respetuosos con los espacios y pertenencias del resto de
la familia.
Pero el orden debe estar presente no solamente en las cosas, la ropa o la
habitación, sino en la vida, las acciones y las actividades. La estructura familiar se
reconocerá desde un principio y tu hijo adquirirá fortaleza y seguridad mental.
También tendrá confianza en sí mismo, podrá solucionar sus tareas y labores con
mayor facilidad, y su atención y concentración serán mayores.

Pasar tiempo en familia


No basta con tolerar y respetar al otro: para conseguir una buena convivencia
familiar, los miembros de tu familia se deben conocer. Esto implica compartir tiempo
de ocio y participar en actividades que propicien la alegría y el disfrute colectivo.

También puedes organizar noches familiares una vez a la semana para jugar con
videojuegos o juegos de mesa, platicar o resolver algún tema importante entre
todos, o solo cenar. Lo importante es destinar un espacio a la convivencia familiar
que sea un compromiso tan importante como asistir a la escuela o al trabajo.
Apoyó escolar
Los padres pueden apoyar a sus hijos en la escuela de diversas maneras. Aquí te
presento algunas sugerencias:

Establecer una comunicación abierta: Es importante que los padres hablen con sus
hijos regularmente sobre sus experiencias en la escuela, los retos que están
enfrentando y cómo se sienten. También es importante que los padres se
comuniquen con los maestros de sus hijos para estar al tanto de su desempeño
académico y conductual.

Acompañamiento en las tareas: Los padres pueden ayudar a sus hijos a completar
sus tareas escolares, ofreciendo apoyo en las áreas en las que pueden tener
dificultades. También pueden revisar el trabajo terminado de sus hijos antes de que
lo entreguen.

Participar en la vida escolar: Los padres pueden involucrarse en las actividades


escolares de sus hijos, asistiendo a reuniones de padres y maestros, eventos
deportivos y culturales, y ofreciendo su ayuda en eventos escolares.

Fomentar hábitos de estudio saludables: Los padres pueden apoyar a sus hijos en
la creación de hábitos de estudio saludables, como establecer horarios regulares de
estudio, crear un espacio de trabajo tranquilo y libre de distracciones, y enseñar
técnicas de estudio efectivas.

Promover la importancia de la educación: Los padres pueden inculcar en sus hijos la


importancia de la educación y cómo esta puede impactar positivamente en su futuro.

En resumen, los padres pueden apoyar a sus hijos en la escuela al establecer una
comunicación abierta, ofreciendo ayuda con las tareas escolares, participando en la
vida escolar, fomentando hábitos de estudio saludables, y promoviendo la
importancia de la educación.
Las reglas de una familia ayudan a generar una estructura, ya que los niños saben
qué conductas son correctas y cuáles no. A continuación veremos los pasos para
crearlas.

Paso 1: Identifique las reglas familiares.


Identifique y defina claramente las reglas que son importantes para su familia. Estas
reglas pueden ser específicas para una situación, como la hora de la comida, o
específicas para una conducta que nunca está bien, como correr en la casa, golpear
a un hermano o saltar sobre los muebles. Las reglas familiares deben tener la
importancia suficiente como para que no haya problemas al aplicarlas de forma
sistemática.

Cuando comience a usarlas, tal vez deba elegir qué conductas problemáticas
abordar primero. Los niños pequeños y los preescolares solo pueden aprender y
recordar dos o tres reglas al mismo tiempo. También es difícil para los padres hacer
que se cumplan muchas reglas nuevas de manera constante. Es una buena idea
comenzar con una sola y agregar reglas nuevas con el tiempo, a medida que se
necesiten. Esto les da a los niños la oportunidad de aprender una regla y saber
cómo funcionan las reglas familiares antes de que se agregue otra.

Las reglas son más fáciles de seguir si son claras, exactas y si se les pueden
explicar con facilidad a los niños. Las reglas familiares se concentran en una
conducta específica a la vez. Evite las reglas vagas como “pórtate bien”. Esto
abarca muchas cosas diferentes y puede ser difícil de comprender y llevar a cabo
para un niño. Sería más específico decir “habla de manera educada con los demás”.

Las conductas inaceptables deben establecerse como una regla clara y concreta,
como “está prohibido lastimar a otros”. También es importante manifestar la
conducta aceptable o deseada inmediatamente después de establecer la regla, para
que el niño sepa qué conducta espera usted. Por ejemplo, si le ha dicho a su hijo
“está prohibido lastimar a otros”, puede agregar “no debes pegar ni dar patadas”.

Las reglas familiares también deben ser realistas y ajustarse a la edad del niño. La
regla debe ser algo que el niño pequeño pueda obedecer. Es posible que otras
estrategias funcionen mejor que las reglas familiares frente a problemas menores de
conducta o malos comportamientos que no se produzcan con frecuencia.

Ejemplos de reglas familiares comunes:

Sigue las instrucciones de los adultos.


Está prohibido lastimar a otros. No debes pegar ni dar patadas.
No interrumpas a los demás. Espera tu turno para hablar.
Nada de gritos en la casa. En la casa se habla sin gritar.
No trepes por los muebles ni saltes sobre ellos. Siéntate en el sofá o recuéstate en
la cama.
Paso 2: Explique las reglas.
Asegúrese de que su hijo sepa y entienda las reglas. Para ver si el niño entiende,
puede hacer que repita la regla con sus propias palabras. En el caso de niños
pequeños y prescolares, tal vez deba ayudarlos a entender lo que significan algunas
palabras incluidas en la regla. Por ejemplo, si la regla es “está prohibido lastimar a
otros”, tal vez deba describir lo que significa “lastimar”. La primera vez que un niño
golpee, muerda o patee a alguien, tal vez necesite decir que “golpear es lastimar.
Nuestra regla es que está prohibido lastimar a otros. No debes pegar ni dar
patadas”.

Los niños pequeños y los prescolares necesitan frecuentes recordatorios de las


reglas. Estas se les pueden repetir a menudo y usted puede colocar recordatorios —
como un cuadro de reglas— en lugares donde sus hijos puedan verlos. También es
útil colocar un cuadro de reglas en una zona común de la casa, para que todos las
recuerden. Una buena opción es la puerta del refrigerador o una puerta que todos
usen, como la del frente de la casa.

Usted y su hijo pueden crear juntos un cuadro de normas familiares o usted puede
diseñar el cuadro solo y explicárselo al niño. El cuadro de reglas familiares debe
tener al menos dos columnas: las reglas y las consecuencias por no obedecerlas.
En los cuadros para niños pequeños y prescolares que no saben leer pueden
usarse imágenes o pistas visuales. Por ejemplo, si una regla es quedarse en el
jardín mientras se juega afuera, puede incluir una imagen de un niño en el jardín. En
la columna de consecuencias puede colocar una imagen de un niño sentado,
cumpliendo tiempo fuera.
Se puede decir que hay algunos aspectos de la dinámica del hogar que son
particularmente beneficiosos para el proceso educativo. Existen ciertos patrones o
conductas de la vida familiar que impactan de manera positiva en el aprendizaje de
los estudiantes; a continuación se describen separados en tres aspectos:

Manteniendo una buena comunicación con el docente.


Apoyando a sus hijos con las tareas escolares (si por alguna razón los padres no
siempre pueden hacerlo, procurar buscar un adulto responsable que pueda apoyar
este proceso).
Participando en las actividades escolares que más puedan.
Atendiendo las sugerencias e indicaciones del docente y profesionales de apoyo
pedagógico.
Estas son algunas acciones que los padres de familia pueden realizar como
complemento a la labor de la escuela y que son de gran beneficio para los
estudiantes y el proceso educativo en general.

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