Varsavsky - GUBA Y LINCOLN RESUMEN

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Ciencia, política y cientificismo: Oscar Varsavsky: 1969

https://drive.google.com/drive/folders/1Y8jfeU8Kqir7UBBnXhKXYjGVfYD7xNd3?fbclid
=IwAR0qCotN7bB0743P8G-wS2VvC0koI4vIH1zAv1TBvIqN_U6oqbGxxajURr4

En el año de 1969, Oscar Varsavsky publicó el libro Ciencia, Política y Cientificismo en


Buenos Aires a través del Centro Editor de América Latina, donde presentó sus argumentos
en torno al cientificismo;8 caracterizó a 4 posiciones básicas para responder a esa situacion
de politizacion de la investigacion cientifica:
-fósil o reaccionaria pura: serían investigadores bien tradicionales que consideran
que hay que hacer ciencia por la ciencia misma
-totalitaria
-reformista
-rebelde

CIENCIA POLITIZADA

Esta es la postura que defiende Varsavsky: usar la ciencia para ayudar al cambio de
sistema. El científico rebelde es un científico politizado, que no se adapta a las necesidades
del sistema (capitalismo) sino que se dedica preparar la transformación del sistema social
como cualquier militante político al crear una ciencia para la revolución. O bien, poner las
herramientas de las ciencias en función de un programa de transformación del sistema en
todos sus aspectos y ese es la defensa de la ciencia que quieren. POR EJEMPLO, NO UN
CIENTÍFICO QUE HAGA TRIGO TRANSGÉNICO PARA SEGUIR FOMENTANDO EL
MODELO AGROEXPORTADOR ARG SINO UN CIENTÍFICO QUE SE DEDIQUE A
PENSAR OTRO SISTEMA DE PRODUCCIÓN.

La misión del científico rebelde es estudiar con toda seriedad y usando


todas las armas de la ciencia, los problemas del cambio de sistema social,
en todas las etapas y en todos sus aspectos, teóricos y prácticos. Esto es
hacer ‘ciencia politizada’.

Los rebeldes fueron definidos por Varsavsky como aquellos cuya sensibilidad política
los lleva a rechazar el sistema social reinante en toda América Latina, pues lo
consideran irracional, suicida e injusto. Varsavsky desconfiaba de las soluciones
enmarcadas en el desarrollismo imperante en la región durante los años 60. Desde su
perspectiva, los científicos rebeldes o revolucionarios no aceptan el papel que el
modelo les asigna de ciegos proveedores de instrumentos para el uso —por parte de
cualquiera— que pueda pagarlos, y sospechan de la pureza y la neutralidad de la
ciencia así como del apoliticismo de los que imponen temas, métodos y criterios de
evaluación. Afirmaba Oscar Varsavsky (1969: 101):

A estos científicos rebeldes o revolucionarios se les presenta un dilema clásico:


seguir funcionando como engranajes del sistema —dando clases y haciendo
investigación ortodoxa— o abandonar su oficio y dedicarse a preparar el
cambio de sistema social como cualquier militante político. El compromiso usual
ante esta alternativa extrema es dedicar parte del tiempo a cada actividad, con
la consiguiente inoperancia en ambas. Este dilema tiene un cuarto cuerpo,
mencionado muchas veces pero al nivel de slogan: usar la ciencia para ayudar
al cambio de sistema, tanto en la etapa de lucha por el poder como en la de
implantación —y definición concreta previa— del que lo va a sustituir. Sostengo
que esto es mucho más que un slogan, o puede serlo, pero requiere un
esfuerzo de adaptación muy grande por parte de los científicos.

Pero creo que además que la llamada ‘ciencia universal’ de hoy está tan
adaptada a este sistema social como cualquier otra de sus características
culturales, y por tanto el esfuerzo por desarrollar la investigación seria del
cambio total puede producir, a plazo no muy largo, una ciencia no sólo
revolucionaria sino revolucionada. Esa prédica —consideraba— era
insatisfactoria porque la tendencia natural era interpretarla como reformismo o
desarrollismo: una búsqueda de soluciones dentro del sistema. Varsavsky
insistía en diferenciar su propuesta del desarrollismo afirmando que "la
misión del científico rebelde es estudiar con toda seriedad y usando todas
las armas de la ciencia, los problemas del cambio de sistema social, en
todas sus etapas y en todos sus aspectos, teóricos y prácticos"
(Varsavsky, 1969). Esto remite a hacer "ciencia politizada". Así, la ciencia
politizada es una opción superadora de la propuesta desarrollista, a la vez que
una ciencia revolucionada en estado de proyecto.

De este modo, su propuesta se orienta a los países de América Latina, en su


condición de dependencia, en tanto se debía superar el discurso que apelaba a
ocuparse de los "problemas nacionales" y a hacer ciencia aplicada o funcional.
Por qué no se planteó antes en serio esta misión en nuestro país es difícil
de comprender cuando se examinan las enormes dificultades que se
presentaban:

1)­ La mayoría de los científicos argentinos –aún los que se decían de


‘izquierda’­creían en una imagen de la ciencia, sus valores, su misión, que
podemos llamar ‘cientificismo’ Un cientificista no puede aceptar ocuparse
de problemas relacionados con la política porque esa no es una actividad
científica legítima según las normas de quienes desde el hemisferio Norte
orientan las actitudes y opiniones de nuestros investigadores y sancionan
virtudes y pecados. En todo caso ese campo corresponde reservarlo a la
Ciencia Política, que es considerada una ciencia de segunda categoría.

2)­Era un salto en el vacío que requería una gran autonomía de pensamiento y


el rechazo de casi todos los esquemas teóricos ortodoxos.No había un
concepto claro de su contenido. No existían recetas establecidas para superar
la etapa declarativa y llevar una proposición a la práctica: por dónde empezar,
cuáles son los marcos de referencia, cómo se hace un plan de trabajo, qué
papel tiene un físico en ella, por ejemplo. ¿No alcanza acaso con que se
ocupen de eso los científicos sociales? Aún para éstos parecía un campo muy
difuso y general: más ideología que ciencia concreta, muy difícilmente atacable
con un bagaje teórico del hemisferio Norte, el único disponible. Como hemos
dicho, no era otra cosa que un slogan.

3)­ No había fuerza política. Sólo en broma podía pensarse que la Facultad
propusiera semejante campo de investigación a sus docentes sin ser
intervenida a las 24 horas. Tampoco dentro de la Facultad era mayoría –ni
mucho menos­ el grupo de quienes condenaban globalmente el sistema social
actual.Por otra parte, proponer abiertamente que la investigación se oriente por
motivos ideológicos, huele peligrosamente a totalitarismo.

4)­ No había convicción política: la posibilidad de que el simple desarrollo


científico y tecnológico a la manera del hemisferio Norte facilitara el cambio a la
larga, era muy atractiva frente a las escasas perspectivas de una acción directa.
Trataremos ahora de analizar estas dificultades –de iniciar su análisis, sería
más correcto decir­y ver qué salidas han tenido o pueden tener.
III. El Cientificismo.

Es el investigador que se ha adaptado a este mercado científico, que renuncia a


preocuparse por el resultado social de su actividad, desvinculándola de los problemas
políticos y se entrega de lleno a su carrera, aceptando para ella las normas y los valores de
los grandes centros internacionales, concentrados en un escalafón. El cientificismo es un
factor importante en el proceso de desnacionalización que estamos sufriendo; refuerza
nuestra dependencia cultural y económica y nos hace satelites de ciertos polos mundiales
de desarrollo (pagina 19)

Este grupo es realmente internacional; acepta incondicionalmente el liderazgo del


hemisferio Norte: los Estados Unidos, Europa, la URSS. Allí es donde se decide­cuáles
son los temas de mayor interés,los métodos más prometedores, las orientaciones generales
más convenientes para cada ciencia, y allí se evalúa en última instancia la obra de cada
científico, culminando con premios Nobel y otros reconocimientos menos aparatosos pero
igualmente efectivos para otorgar‘status’. Allí está la élite de poder del grupo.

Este liderazgo es aceptado por dos motivos contundentes: allí se creó y desarrolló la ciencia
más exitosa, y el grupo no constituye una casta cerrada ya que cualquier estudiante puede
aspirar a fama científica.

EL VÍNCULO ENTRE LA CIENCIA PERIFÉRICA Y LA CENTRAL

Los investigadores de la periferia siguen los mandatos de la ciencia hegemónica, es


una forma de dependencia cultural.

“En pocos campos es nuestra dependencia cultural más notable que en éste, y
menos percibida. Eso ocurre en buena parte porque el prestigio de la Ciencia –sobre
todo de la ciencia física, máximo exponente de este sistema social­es tan aplastante,
que parece herejía tratar de analizarla en su conjunto con espíritu crítico, dudar de su
carácter universal, absoluto y objetivo, pretender juzgar a las tendencias actuales,
sus criterios de valoración, su capacidad para ayudarnos a nosotros, en este país, a
salir de nuestro ‘subdesarrollo’”

La teoría de la dependencia es una tendencia de economía política que surge en la época,


que afirma que la economía mundial posee un diseño desigual y perjudicial para los países
no desarrollados, que tiene un rol de subordinación donde producen materias primas con
poco valor agregado y no toman las decisiones fundamentales de la economía.
No hay países desarrollados y desarrollados, sino que el sistema tiene países centrales y
periféricos que no pueden desarrollarse a la par de los países desarrollados ya que el
sistema no funciona.

¿Cómo se tensiona la elección del tema de investigación? Acá está la gran parte de la
disputa de los temas de Varsavsky. Los cientificistas defienden la elección del tema
de investigación.

Se presupone que ‘dejado en libertad’, el investigador escoge espontáneamente –porque la


misma Ciencia se lo sugiere-.los temas actualmente de moda; y si no puede hacerlo, pierde
creatividad. El resultado de la reasignación forzosa no es entonces un nuevo tipo de ciencia
sino la desaparición o decadencia de la ciencia. El progreso científico pues, sólo estaría
garantizado por la ‘libertad de investigación’. Y lo que Varsavsky marca como esto que se
supone como hacer “ciencia por la ciencia misma” en realidad no es tal cosa, sino que es
seguir las investigaciones que están de moda de los países centrales y reproducirlos.

se hacen infinidad de investigaciones cuyas aplicaciones son dudosas o pertenecen a un


futuro lejano. ¿Cómo influye el sistema sobre éstas, las más puras y desinteresadas de las
actividades científicas?.El sistema no fuerza; presiona. Tenemos ya todos los elementos
para comprender cómo lo hace: la élite del grupo, la necesidad de fondos, la motivación de
los trabajos, el prestigio de la ciencia universal.

Financiamiento de la Investigacion:

La necesidad de dinero es general en todas las ramas de la ciencia. las ciencias sociales
tienen presupuestos de apreciable magnitud, para sus encuestas y demás trabajos de
campo. Hay además tres ítems comunes a todas las ciencias, tan importantes y caros
como los anteriores: el procesamiento de datos, mediante computadoras y otras
máquinas, los libros y revistas, y los sueldos de los científicos y sus numerosos
asistentes de todas las categorías. Antes, para el que no quería trabajar en empresas o
en las fuerzas armadas, el único Mecenas disponible era la Universidad, pero en los
últimos años ha tomado preponderancia otro factor de poder: la Fundación, pública o
privada, dedicada específicamente a promover y financiar la investigación ‘pura’ o
básica. Entre estas Fundaciones incluimos a los consejos Nacionales de
Investigaciones, donde los hay, pero las más típicas e influyentes son las grandes
fundaciones de alcance internacional,ligadas a las corporaciones industriales que
caracterizan esta etapa del sistema o directamente al gobierno norteamericano. Ford,
Rockefeller, Carnegie, National Science Foundation, National Institute for Health, BID,
AID y varias otras instituciones más ricas que muchos países, subsidian
directamente a investigadores, o indirectamente a través de universidades y otros
centros de trabajo.

queremos destacar el carácter empresarial de estas instituciones. Ellas manejan y


distribuyen enormes cantidades de dinero, de las cuales tienen que dar cuenta a los
donantes privados o al gobierno. Tienen que mostrar resultados, para probar que están
administrando bien los fondos. Tienen que presentar un Informe Anual.

Este espíritu empresarial se ha contagiado también a las universidades, en parte porque


deben pedir ayuda a fundaciones y empresas por insuficiencia de fondos propios, en parte
por querer demostrar también su ‘eficiencia’, y sobre todo porque están dirigidas por el
mismo grupo de personas: la élite científica.

El problema no es decidir cuáles temas merecen subsidios –la respuesta es todos o casi
todos­ sino cuáles merecen más subsidios que otros, y cuales deben sacrificarse primero
cuando no alcanza para todos. En la práctica, un resultado o un tema nuevo en ciencia
básica es más importante que otro cuando así lo estima el consenso de los científicos
importantes.

¿Puede haber diferentes tipos de Ciencia? Es indudable que sí. Basta una diferente

asignación de recursos –humanos, financieros y de prestigio­ para que las ramas de la


ciencia se desarrollen con diferente velocidad y sus influencias mutuas empiecen a cambiar
de sentido. Eso da una Ciencia diferente.

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El trayecto estereotipado de un investigador: los investigadores van desde argentina a


Europa o EEUU y les enseñan cómo ser investigadores . Allí le enseñan ciertas técnicas de
trabajo –inclusive a redactar papers­, lo familiarizan con el instrumental más moderno y le
dan un tema concreto vinculado con el tema general del equipo, de modo que empieza a
trabajar con un marco de referencia claro y concreto.
“Pero aunque hubiera no uno, sino cien de estos científicos por cada mil habitantes, los
problemas del desarrollo y el cambio no estarían más cerca de su solución. Ni tampoco los
grandes problemas de la ciencia ‘universal’”

Un científico crítico que reproduce las técnicas que le enseñan,los temas, que esta
insertado en redes internacionales de investigación científica. A los investigadores locales
se le adjudica actividades super especificas que requieren de mucho conocimiento técnico y
cientifico. Otros investigadores marcan la diferencia de la producción científica del centro y
periferia, donde los investigadores de la periferia es menos probable que desarrollen
conceptos y que se dediquen al trabajo experimental rutinario o que no se elijan los temas
de investigación, etc.

IV: AUTONOMIA CIENTÍFICA

La ciencia actual,está adaptada a las necesidades de un sistema social cuyo factor


dinámico es la producción industrial masificada, diversificada, de rápida obsolescencia; cuyo
principal problema es vender –crear consumidores, ampliar mercados, crear nuevas
necesidades o como quiera decirse­y cuya institución típica es el gran consorcio, modelo de
organización y filosofía para las fuerzas armadas, el gobierno y las universidades.

Es lógico que este sistema estimule la especialización, la productividad, la competitividad


individual, la invensión ingeniosa, el uso de aparatos, y adopte criterios cuantitativos, de
rentabilidad de inversiones para evaluar de todo tipo de actividad. El que aspire a una
sociedad diferente no tendrá inconvenientes en imaginar una manera de hacer ciencia muy
distinta de la actual. Más aún, no tendrá más remedio que desarrollar una ciencia
diferente.contradictorias. Si no se quiere proceder a puro empirismo e intuición, no hay otro
camino que hacer ciencia por cuenta propia, para alcanzar los objetivos propios.

Esto significa inscribirse en el movimiento pro autonomía cultural, que es la etapa más
decisiva y difícil de la lucha contra el colonialismo. Lo que significa la autonomía cultural
está en general claro, salvo justamente en lo que respecta a la ciencia, y eso por las
razones que hemos dado. No es mucha la autonomía científica que podamos conseguir sin
cambiar el sistema social o sin que ese sea nuestro objetivo. Esto no es tan fácil de
conseguir, no sólo por sus dificultades intrínsecas, sino porque debemos enfrentarnos a
toda una campaña organizada para la “integración científica” de América Latina, que se
opone a la autonomía….

falta terminar de leer


Guba & Lincoln (1994); “Competencia de paradigmas en la investigación
cualitativa”

https://drive.google.com/drive/folders/0B2HBdYu50ITdfkhfbjhKaFF2WWxXMV
QyV3pVTmZELUVEcmljV2pvZzJ2cjd1dEstXzQtbTA?fbclid=IwAR0qCotN7bB07
43P8G-wS2VvC0koI4vIH1zAv1TBvIqN_U6oqbGxxajURr4&resourcekey=0-bCML
uvDVTNo9QKnAUFbJaw

El autor analiza 4 paradigmas que han estado compitiendo para ser aceptados como
paradigma para dar forma y guiar la investigación (sobre todo la cualitativa)

-EL POSITIVISMO -EL POSTPOSITIVISMO -LA TEORÍA CRÍTICA -EL


CONSTRUCTIVISMO

El término cualitativo abarca más que el de paradigma, y su uso debe limitarse a la


descripción de tipos de métodos. El uso de métodos tanto cualitativos como cuantitativos
puede ser apropiado para cualquier paradigma de investigación. De hecho, las cuestiones
de método son secundarias frente a las de paradigma: el sistema básico de creencias o
visión del mundo que guía al investigador,ya no sólo al elegir los métodos, sino en
formas que son ontológica y epistemológicamente fundamentales.

A causa de la creciente insatisfacción por el excesivo énfasis en los métodos cuantitativos,


el interés por los paradigmas alternativos se ha visto estimulado. En la medida en la que se
hicieron esfuerzos por incentivar un renovado interés en los enfoques cualitativos, se hizo
cada vez más evidente que los supuestos metafísicos subyacentes al paradigma
convencional (LA PERSPECTIVA HEREDADA) deben ser seriamente cuestionados. Por
esto, en el presente capítulo el énfasis estribará en los paradigmas y en las suposiciones e
implicaciones que tienen para una serie de cuestiones o problemas relativos a la
investigación social , y no tanto en exponer la utilidad de los métodos cualitativos cuando se
comparan con los cuantitativos.

La distinción cuantitativa / cualitativa :

Históricamente, la ciencia ha puesto un gran énfasis en la cuantificación. Las


matemáticas han sido consideradas como la "reina de las ciencias", y aquellas ciencias,
como la física y la química, que se prestan particularmente para la cuantificación, han sido
generalmente reconocidas como "ciencias duras". En contraste, disciplinas menos
cuantificables, como la biología (aunque ha estado cambiando muy rápida y
recientemente) y particularmente las ciencias sociales, son comúnmente referidas
como "ciencias blandas", aunque no tanto en un sentido peyorativo, sino para señalar su
imprecisión (supuesta) y falta de confiabilidad. Se cree comúnmente que la madurez
científica surge según aumente el grado de cuantificación dentro de un campo dado. Esto
no es muy sorprendente. La perspectiva heredada de la ciencia (el positivismo,
transformado en el curso de este siglo en postpositivismo; ver más adelante) se concentra
en los esfuerzos para verificar (positivismo) o comprobar la falsedad
(postpositivismo) de hipótesis que son planteadas a priori y que son más útiles
cuando cobran la forma de una proposición matemática (cuantitativa) o de
proposiciones que sea fácil convertir en fórmulas matemáticas precisas para
expresar relaciones funcionales. La precisión formulaica es de una enorme utilidad
cuando el objetivo de la ciencia es la predicción y el control de los fenómenos naturales.

Críticas a la perspectiva heredada

han surgido fuertes contracorrientes oponiéndose a la cuantificación.

Se han dado principalmente dos formas de crítica:

una interna al paradigma convencional (es decir, en los mismos términos de aquellas
suposiciones metafísicas que definen la naturaleza de ia investigación positivista) y
una externa (es decir, en los términos de aquellas suposiciones que definen a los
paradigmas alternativos), que parecen exigir no sólo una reconsideración de la
utilidad de los datos cualitativos, sino que además ponen en entredicho a las mismas
suposiciones en las que se ha basado la superioridad supuesta de la cuantificación.

Críticas internas (intraparadigma)

Una serie de problemas implícitos han surgido para desafiar el conocimiento convencional:

Separación de contextos. Los acercamientos cuantitativos precisos, que se concentran en


subseries de variables elegidas, necesariamente "separan" de sus consideraciones,
mediante los controles apropiados o el azar, a otras variables que existen en el contexto y
que, si se les permitiera ejercer su influencia, podrían alterar mucho los hallazgos. Además,
tales diseños de exclusión, al aumentar el rigor teórico de un estudio, le restan relevancia,
es decir, su aplicabilidad o posibilidad de generalización, porque sus resultados sólo pueden
aplicarse apropiadamente a otras situaciones similarmente truncadas o separadas de su
contexto (por ejemplo, otro laboratorio). Se argumenta que los datos cualitativos pueden
compensar ese desequilibrio al proporcionar información contextual.
Exclusión de significado y propósito. El comportamiento humano, a diferencia de los
objetos físicos, no puede entenderse sin referencia a los significados y propósitos que los
actores humanos le proporcionan a sus actividades. Se asevera que los datos cualitativos
pueden proporcionar una valiosa percepción aguda o "insight'<' sobre el comportamiento
humano.

Disyunción de las grandes teorías en contextos locales: el dilema etic/emic. Al darle


peso un investigador a la teoría etic (externa) en una investigación (o la hipótesis a ser
probada), puede tener poco o ningún sentido desde el punto de vista emic (interno) de los
individuos, grupos, sociedades o culturas a estudiar. Se argumenta que los datos
cualitativos son útiles para descubrir los puntos de vista emic; las teorías, para ser válidas,
deben tener un fundamento cualitativo (Glaser y Strauss, 1967; Strauss y Corbi, 1990). .
Esta base es particularmente esencial si consideramos las crecientes críticas contra las
ciencias sociales en el sentido de que no proporcionan una descripción adecuada de las
vidas que están fuera de lo común (los "otros"), o bien, que no proporcionan material para
una critica de nuestra propia cultura occidental

Falta de aplicabilidad de los datos generales a casos particulares. Este problema a


veces es descrito como la disyunción nomotéticaJidiográfica. Aunque las generalizaciones
pueden ser significativas desde el punto de vista estadístico, no son aplicables en lo
individual (por ejemplo, el hecho de que el 80% de los individuos que presenten ciertos
síntomas tengan cáncer pulmonar es una evidencia incompleta, en el mejor de los casos, de
que un paciente en particular que presente tales síntomas tenga cáncer pulmonar). Se
sostiene que los datos cualitativos pueden ayudar a evitar este tipo de ambigüedades.

Exclusión de la dimensión del descubrimiento en la investigación. El énfasis


convencional en la verificación de hipótesis específicas planteadas a priori apenas cubre la
superficie de estas hipótesis, a las que generalmente se llega a través del comúitmente
llamado proceso de descubrimiento. En la perspectiva heredada, sólo la investigación
empírica merece el apelativo de "ciencia". De esta manera la metodología cuantitativa
normativa es privilegiada por encima de las reflexiones de pensadores creativos y
divergentes. Se espera que el llamado a la participación cualitativa corrija este desequilibrio

Críticas externas (extraparadigma)

La carga teórica de los hechos. Los acercarnientos convencionales a la investigación que


involucran la verificación o falsificación de hipótesis, presuponen la independencia de los
lenguajes teóricos y de observación. Si una investigación ha de ser objetiva, las hipótesis
deben plantearse de manera independiente a la forma en que se reúnan los datos
necesarios para su comprobación. Pero ahora parece que ha quedado establecido más allá
de cualquier objeciónque las teorías y los hechos SOnbastante interdependientes, es decir,
que los hechos sólo lo son dentro de algún marco teórico. Esto pone en tela de juicio una
suposición fundamental de la perspectiva heredada. Si las hipótesis y observaciones no son
independientes, los "hechos" sólo pueden verse a través de una "ventana" teórica y la
objetividad queda seriamente cuestionada.

La falta de determinacion de una teoria. Problema de la inducción. Los hechos no solo


están determinados por la ventana teórica a través de la cual se buscan, sino que, a su vez,
distintas ventanas teóricas pueden estar igualmente sustentadas por una misma serie de
hechos.

La carga de valor de los hechos. Así como las teorías y los hechos no son
independientes, tampoco lo son los valores y los hechos. En realidad, se puede argumentar
que las teorías son, en sí mismas, afirmaciones de valores. De esta forma, los hechos
putativos son vistos no sólo a través de una ventana teórica, sino también a través de una
ventana de valores. Queda en entredicho la postura de que la perspectiva heredada está
libre de valores.

La naturaleza interactiva del investigador-investigado como diada. La perspectiva


heredada de la ciencia imagina al investigador como alguien parado detrás de un espejo de
una sola vista, que observa los fenómenos naturales como suceden y los registra de un
modo objetivo. El investigador (cuando usa la metodología adecuada) no tiene ninguna
influencia sobre el fenómeno ni viceversa. Pero ciertas evidencias, como el principio de
incertidumbre de Heisenberg y el de complementariedad de Bohr, han destrozado ese ideal
para las ciencias duras (Lincoln y Guba, 1985); un escepticismo aún mayor debe existir para
las ciencias sociales. De hecho, la idea de que los hallazgos son creados por la interacción
entre el investigador y el fenómeno (que, en las ciencias sociales, suelen ser personas) es
una descripción más aparentemente válida del proceso de investigación que la idea de que
los des¿aubrimientos se dan a través de la observación objetiva "como realmente son y
como realmente funcionan". Aunque las críticas intraparadígma exponen muchos problemas
inherentes a la perspectiva heredada y, de hecho, proponen algunas soluciones útiles, son,
sin embargo, de menor interés (o peso) que las críticas extraparadigma, que señalan
problemas de consecuencias tales que la perspectiva heredada queda totalmente
cuestionada: Se han propuesto varios paradigmas alternativos, algunos de los cuales están
basados en suposiciones no convencionales. Por lo tanto, es útil investigar la naturaleza de
los paradigmas y lo que distingue a un paradigma de investigación de otro.

La naturaleza de los paradigmas:

Los paradigmas como sistemas básicos de creencias basados en supuestas ontológicas,


epistemológicas y metodológicas. Un paradigma puede considerarse como una serie de
creencias básicas (o una metafísica) que tiene que ver con los principios últimos o primeros.
Representa una visión del mundo que define,para quien la sustenta, la naturaleza del
"mundo", el lugar del individuo en él y la extensión de las posibles relaciones con ese
mundo y sus partes, como lo hacen, por ejemplo, las cosmologías y teologías.

Los paradigmas de investigación definen para los investigadores qué es lo que están
haciendo y qué cae dentro y fuera de los límites de una investigación legítima. Las
creencias básicas que definen a los paradigmas de la investigación pueden resumirse

según las respuestas que proporcionan sus proponentes a tres preguntas


fundamentales relacionadas de tal manera que la respuesta que se dé a cualquiera de las
tres preguntas, formuladas en cualquier orden, limitará necesariamente la manera en que se
puede responder a las otras dos.

1. La pregunta ontológica. ¿Cuál es la forma y la naturaleza de la '" realidad y, por lo tanto,


qué es lo que podemos conocer de ella? Por ejemplo, si suponemos la existencia de un
mundo real, entonces lo que podemos conocer de él es cómo son y cómo funcionan
realmente las cosas. Entonces, sólo son admisibles las preguntas que podamos relacionar
con asuntos que tengan una existencia real o con acciones reales; otras preguntas, como
las que estén relacionadas con asuntos de significado moral o estético, caen fuera del
campo de una investigación científica legítima

2. La pregunta epistemolágica. ¿Cuál es la naturaleza de la relación entre quien conoce o


busca conocer y lo que puede ser conocido? La respuesta que se le puede dar a esta
pregunta se encuentra limitada por la respuesta ya proporcionada a la pregunta ontológica;
es decir, ahora es imposible postular una relación cualquiera. Así que, por ejemplo, si se
supone la existencia de una realidad, entonces la postura de quien conoce debe ser de
distanciamiento objetivo, o libre de valores, para poder descubrir cómo son y cómo
funcionan realmente las cosas.
3. La pregunta metodológica. ¿Cómo puede el investigador (el que busca conocer)
arreglárselas para averiguar si lo que él o ella cree puede ser conocido? Nuevamente, la
respuesta se encuentra limitada por las respuestas ya proporcionadas a las dos preguntas
anteriores; es decir, no es apropiada cualquier metodología. Por ejemplo, una realidad
perseguida por un investigador "objetivo" exige el control de posibles factores de confusión,
sean los métodos cualitativos (digamos, de observación) o cuantitativos (digamos, análisis
de covariantes). (A la inversa, la selección de una metodología manipuladora - digamos, el
experimento- implica la capacidad de ser objetivo y un mundo real acerca del cual ser
objetivo). La pregunta metodológica no puede reducirse a una pregunta sobre los métodos;
los métodos deben adecuarse a una metodología predeterminada.

• Estas tres preguntas funcionan como el eje principal alrededor del cual podemos analizar
cada uno de los cuatro paradigmas a consideración.

Los paradigmas como construcciones humanas

los paradigmas, como series de creencias básicas, no están abiertos a la comprobación en


ningún sentido convencional; no hay forma de elevar uno por encima del otro con base en
un criterio de qué es lo último o lo fundamental. Según nuestra opinión, cualquier
paradigma dado representa simplemente el punto de vista más informado y sofisticado al
que hayan podido llegar sus proponentes, dada la manera en que hayan elegido responder
a las tres preguntas definitorias. También argumentamos que las series de respuestas
dadas son, en todos los casos, construcciones humanas; es decir, todas son invenciones de
la mente humana y por lo tanto están sujetas al error humano. Ninguna construcción es (o
puede ser) incontrovertiblemente cierta.

El término positivismo denota la perspectiva heredada que ha dominado en el discurso


formal de las ciencias físicas y sociales durante unos 400 años, mientras que el post
positivismo representa los esfuerzos de las últimas décadas para responder de una
manera limitada a las críticas más problemáticas hechas al positivismo. El término teoría
crítica es un término amplio que denota una serie de paradigmas alternativos, incluyendo
adicionalmente el neomarxismo, el feminismo, el materialismo y la investigación
participativa. Ciertamente, la teoría crítica puede, a su vez, dividirse en tres categorías:
postestructuralismo, postrnodernismo y una combinación de ambos. Independientemente de
sus diferencias, tienen en común la innovadora suposición de que la naturaleza de la
investigación está regida por los valores: una diferencia epistemológica.

El término constructivismo denota un paradigma alternativo cuya suposición novedosa es


el avance del realismo ontológico al relativismo ontológico.
¿ Cuál es el objetivo o propósito de una investigación?

Positivismo y postpositivismo. Para estos dos paradigmas el propósito de la investigación es


una explicación que a fin de cuentas permita la predicción y el control de los fenómenos, ya
sean físicos o humanos. en estos paradigmas el criterio final para el proggeso es que la
capacidad de los científicos para predecir y controlar debe mejorar con el tiempo. El
investigador juega el papel de "experto", situación que parece otorgarle un privilegio
especial, quizás inmerecido.

Teoría crítica. El propósito de la investigación es la crítica y transformación de las


estructuras sociales, políticas, culturales, económicas, étnicas y de género que limitan y
explotan a la humanidad, iniciando enfrentamientos e incluso conflictos. El criterio para el
progreso es que a lo largo del tiempo la restitución y la emancipación deben suceder y
persistir. La defensa y el activismo son conceptos clave. El investigador juega el papel de
instigador y facilitador, lo que implica que entienda a priori cuáles son las transformaciones
necesarias. Pero debemos señalar que algunas de las posturas más radicales en el campo
crítico sostienen que el juicio acerca de las transformaciones necesarias debe reservarse
para aquellos cuyas vidas se verán más afectadas por estas transformaciones: los mismos
participantes de la investigación (Lincoln, en imprenta).

Constructivismo. El propósito de la investigación es entender y reconstruirlas construcciones


que la gente (incluyendo al investigador) sostiene inicialmente, con el objeto de obtener un
consenso, pero aún estar abiertos a las nuevas interpretaciones al ir mejorando la
información y la sofisticación. El criterio para el progreso es que a lo largo del tiempo todos
formulan construcciones más informadas y sofisticadas y se vuelven más conscientes del
contenido y el significado de otras construcciones. La defensa y el activismo también son
conceptos clave de este paradigma. El investigador juega el papel de participante y
facilitador en este proceso, posición que algunos detractores han criticado, argumentado
que el papel del investigador se expande más allá de las expectativas razonables de
experiencia y competencia (Carr y Kemmis, 1986)

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