La Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial
Para dar pasó a la Segunda Guerra Mundial, hubo gran cantidad de factores de la
Gran Depresión que contribuyeron a la misma. La Gran Depresión fue una grave
crisis económica mundial que se prolongó durante la década anterior a la Segunda
Guerra Mundial.
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre
1939 y 1945. En este se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del
mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares
enfrentadas: los aliados de la Segunda Guerra Mundial y las potencias del eje.
Fue la mayor contienda bélica de la historia, con más de cien millones de militares
movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes
destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del
esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares La guerra
alteró de manera determinante la marcha de la economía mundial.
La industria pesada sustituyó en importancia a la de bienes de consumo. La
siderúrgica adquirió gran relieve, al ser imprescindible en la producción de acero y
la fabricación de carros de combate, piezas de artillería, aviones, así como todo
tipo de vehículos. Otro tanto sucedió con la industria química, esencial para la
producción de explosivos
La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del
mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la
conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros
conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron
como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría,
que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo declinó la influencia
de las grandes potencias europeas. La mayoría de los países cuyas industrias
habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la
integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para
establecer las relaciones de posguerra, se calcula que Europa perdió
aproximadamente el 50% de su potencial industrial.
Se viene una etapa de desarrollo mejor conocida como la “edad de oro” del
crecimiento, ya que tras la Segunda Guerra Mundial hasta comienzos del decenio
de 1970, el PIB mundial creció a un ritmo del 4,9% anual y el comercio mundial
registró una expansión aún más extraordinaria del 7% anual. Los Estados Unidos
de América (EUA), con una tasa de crecimiento superior al 2,5% anual,
consolidaron su posición como líder económico e industrial mundial, El país
americano se había convertido en el mayor proveedor de productos
manufacturados a los aliados, pero los países europeos lograron tasas de
crecimiento incluso más elevadas que pusieron de manifiesto su gran potencial de
recuperación tras la depresión, guerra y equiparación con los avances
1948, con sede está en Santiago de Chile, nace la Comisión Económica para
América Latina (CEPAL) para promover el desarrollo económico de los países
latinoamericanos.
1951, se crea la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) con el
objetivo de establecer un mercado común, suprimiendo los aranceles.
1960, surge la Asociación Europea de Libre Comercio como una alternativa frente
a la comunidad Económica Europea.
1971, se constituye el Comité Zangger para asesorar sobre los bienes nucleares
en relación con el comercio internacional y el Tratado de No Proliferación Nuclear.
1974, entró en vigor el Acuerdo Multifibras (AMF), que sustituyó a los acuerdos por
los que se regía el comercio de textiles de algodón.
Con la aprobación de los acuerdos de Bretton Woods, las monedas del mundo
dejaban de tener convertibilidad al oro y se fijó un tipo de cambio con respecto al
dólar; y la divisa estadounidense sería la respaldada por el metal precioso. El tipo
de cambio se estableció en una onza por 35 dólares.
Así, los demás países podían cambiar sus dólares por oro, y viceversa, y la
mayoría de las transacciones internacionales empezaron a denominarse en
dólares. Tras el fin de la Guerra, los países de Europa estaban muy endeudados,
por lo que buena parte de sus reservas de oro fueron cambiadas por dólares, lo
que ayudó a afianzar la supremacía de Estados Unidos.