El Impacto de Los Movimientos Sociales

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EL IMPACTO DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

Un Movimiento Social (MMSS) es la agrupación de individuos u organizaciones dedicadas a


cuestiones político-sociales que tiene como finalidad el cambio social. Los movimientos
sociales como estructuras de cambio tienen su origen en las crisis de las organizaciones de
izquierda y del socialismo, tanto socialdemócrata como marxistas, principalmente partidos
políticos y sindicatos. Surgen como modos de organización de colectivos, que luchan dentro
de un campo político más o menos concreto. Según Ibáñez Alarcón (2003) son una forma de
acción colectiva, frente a un conflicto o una tensión que se trata de resolver haciéndolo visible
a la sociedad. Pero no cualquier conflicto provoca un movimiento social. Jorge Riechmann y
Francisco Fernández Buey (1994) lo definen como “un agente colectivo que interviene en el
proceso de transformación social (promoviendo cambios, u oponiéndose a ellos)” (1994:47).
De esta forma, un movimiento supone un grupo de personas con una forma distinta de ver,
estar y actuar en el mundo. Esa forma particular es necesaria para compartir un sentido más
allá de los problemas individuales de los que participan. En síntesis, un movimiento empieza y
se consolida porque existe gente dispuesta a participar en forma conjunta frente a una meta
común con el deseo de alentar una transformación. De acuerdo a esta premisa, los
movimientos sociales pueden surgir por diferentes razones:

1. Por tensiones estructurales que generan vulneración de intereses muy concretos, muy
visibles y muy sentidos.
2. Por carencias organizativas.
3. Por el disgusto de un grupo sobre determinada forma de vida en general y cómo se
vive la resolución de esa injusticia.

Puede existir una relación entre la acción social (de protesta, de reivindicación, etc.) y la
existencia de realidades objetivas de carácter negativo o limitante: revueltas por subidas de
precios de alimentos básicos, movilizaciones por mejora de salarios, etc. Nadie duda de que la
realidad externa, influye en la acción social, pero también resulta evidente que en igualdad de
condiciones no siempre se producen respuestas similares. Más allá de la tensión o conflicto
debe surgir la intención de aglutinarse frente a lo que se considera perjudicial. De esta forma,
por su propia orientación y dinámica, los movimientos sociales se constituyen en espacios de
socialización con características particulares. El discurso de los movimientos sociales influye
en tres aspectos esenciales de cara a la acción colectiva: injusticia (lo que se señala como
problemático), identidad (sentido de pertenencia, nosotros...) y eficacia (que se asuma que las
acciones pueden conseguir los objetivos). Hasta aquí, no se diferenciarían los llamados
`nuevos movimientos sociales´ de los tradicionales (movimientos obreros clásicos). Sin
embargo, la distinción se establece dado que: "los nuevos conflictos surgen en los puntos de
sutura entre sistema y mundo de la vida" (Habermas, 1987: 560), es decir, que aparecen más
bien "en los ámbitos de reproducción cultural, la integración social y la socialización" (Ibidem,
1987: 554). En resumen, un movimiento se construye sobre determinadas faltas o ausencias, y
surge como una respuesta frente a esas carencias en determinadas condiciones favorables
para provocar la acción de conjunto. De esta forma, implica personas que actúan, que se
movilizan conjuntamente frente a aquellos que creen que les impiden la satisfacción de sus
intereses (en un sentido muy amplio del término y, por supuesto, no sólo materiales) y que
asumen una identidad colectiva.

MOVIMIENTOS SOCIALES MEXICANOS:

1. TLATELOLCO:

El 2 de octubre de 1968, en la Ciudad de México se suscitó una terrible matanza ocurrida en


Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas, provocando la muerte de más de 300 personas. Fue
la brutal culminación de delitos que podrían ser considerados contra la humanidad,
perpetrados desde el gobierno de México en contra de los estudiantes a lo largo de ese año,
caracterizados por las detenciones masivas, arbitrarias e ilegales que se realizaron durante
este período, y por la planificación detallada y el alto grado de entrenamiento de las fuerzas
represivas que participaron en los hechos. Así lo han calificado los sobrevivientes de ese
movimiento quienes exigen que a los responsables se les juzgue por genocidio. La masacre fue
cometida por el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una
manifestación pacífica. La presencia de este batallón en el lugar de los hechos, fue negada
inicialmente por el Presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) aludiendo que su
función era custodiar las instalaciones para los Juegos Olímpicos[1]. Hoy se conoce la verdad
gracias a diversas investigaciones, medios y testimonios: Aquel día el ejército y el Batallón
Olimpia, identificados por portar un guante blanco, pusieron en marcha la “Operación
Galeana” con el fin de detener a los miembros del Consejo Nacional de Huelga (CNH) [2],
órgano de dirección colegiado, creado el 2 de agosto de 1968 por miembros de las escuelas en
huelga, especialmente por estudiantes de la UNAM, el IPN, El Colegio de México, la Escuela de
Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle (México),
Escuela Normal de Maestros, Escuela Nacional de Antropología e Historia, y otras
universidades del interior de la república; los intentos de someter al CNH derivaron en la
sangrienta represión al movimiento de protesta que por meses habían resistido y cuestionado
las políticas y medidas sociales y económicas del Estado, reclamando democracia.

El movimiento estudiantil de 1968, tuvo también carácter social, ya que además de participar
los estudiantes universitarios, preparatorios y vocacionales entre otros, se unieron profesores,
obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales tanto de la Ciudad de México como del
interior de la república. Los terribles hechos ocurridos en Tlatelolco opacaron la política oficial
de promoción internacional de nuestro país a través de la celebración de actividades
relacionadas con el deporte universal, pues por primera vez en la historia una ciudad
latinoamericana sería la encargada de organizar el acontecimiento deportivo más importante
del mundo, los Juegos Olímpicos; en contraste, esa época ya es recordada como la matanza de
Tlatelolco, del 2 de octubre de 1968

2. FEMINISTA

La primera Ola del Feminismo en México comienza a gestarse en Yucatán y continúa con la
creación de clubes feministas en toda la República, mismos que estaban dirigidos por mujeres
como Hermila Galindo, Elena Torres, Elvia Carrillo Puerto, Rora Torre y Atala Apodaca. Así se
llega a celebrar el primer Congreso Feminista en Mérida, Yucatán en 1916, organizado por la
profesora Consuelo Zavala. A este Congreso asistieron 700 mujeres, la mayoría de ellas
profesoras. Los temas que se trataron fueron la secularización de la educación, la ciudadanía
política de las mujeres y los derechos reproductivos y sexuales. Aunque ninguno de los
derechos planteados se obtuvo de inmediato, el Congreso sirvió para resaltar la deuda que
nuestro país tenía con sus mujeres.

Inspiradas en la segunda ola del movimiento feminista, las mexicanas ejercen presión para
que se les conceda el sufragio activo y pasivo, derecho conductor de otros derechos como el
derecho a la patria potestad de los hijos, al patrimonio, entre otros. Este logro por fin se
cristalizó en 1953 durante la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines.

El derecho a decidir sobre la reproducción sería la materia de la tercera ola del feminismo
(1960-1980), sin embargo, también se comenzó a hacer énfasis sobre un aspecto
generalmente soslayado, la desigualdad de beneficios profesionales, salariales y políticos en
perjuicio de las mujeres. La píldora anticonceptiva fue sin duda la piedra angular sobre la que
se consolidó este movimiento. En esta Ola se integran grupos diversos de mujeres que habían
sido segregados como las mujeres indígenas, negras, pobres, lesbianas, entre otras.

3. AYOTZINAPA

La muerte de seis personas y la desaparición forzada de 43 estudiantes de la normal rural de


Ayotzinapa, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, hizo surgir en México un amplio
movimiento en solidaridad con los familiares de las víctimas cuya petición fundamental era
que se presentara con vida a los desaparecidos.

El movimiento puso de manifiesto a nivel nacional e internacional la crisis social y política que
sacude a México desde hace más de una década, destacando así el distanciamiento entre el
Estado y la ciudadanía (Tamayo, 2015). Un aspecto que ha caracterizado estas protestas ha
sido la masiva presencia de participantes que no se vinculan a ningún sector organizado de los
movimientos sociales, tanto en términos formales (ONG, sindicatos, grupos indígenas,
gremiales de estudiantes, maestros, campesinos, vecinos, etc.), como informales por afinidad
(anarquistas, anarcopunks, izquierda antagonista, asambleas de barrios, etcétera).

Este dato, resultado de la observación etnográfica de distintas marchas mensuales por parte
de los autores de este artículo, se confirma con la información del Laboratorio de Análisis de
Organizaciones y Movimientos Sociales (LAOMS) del Centro de Investigaciones
Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, el cual identifica a los
participantes mencionados como actores emergentes.

4. POR LA PAZ Y LA JUSTICIA

El 9 de septiembre de 2011 el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad dio inició a la
Caravana por la Paz, partiendo este día, desde la Ciudad de México a Cuernavaca y el estado
de Guerrero. Visitando localidades de Oaxaca, Chiapas -en la frontera con Guatemala-, la
ceremonia de aniversario por la Independencia se celebró en Acteal, Chiapas donde en 1997
fueron asesinados 45 indígenas, en su mayoría mujeres y niños, que rezaban por la paz.
Recorrió también Tabasco, Veracruz y Puebla. y concluyo en el Zócalo de Cd. de México.

La llamada “Caravana de la Paz” se plantea como un espacio colectivo, abierto, plural y


diverso donde se concentran diferentes puntos de vista que coinciden tanto en la urgencia por
detener una guerra que sólo genera víctimas y niega la posibilidad de vivir en Paz, tanto como
en la urgente necesidad de propiciar nuevos enfoques que nos permitan una aproximación a
sustancias que llamamos drogas desde una perspectiva de derechos humanos. Es por esta
razón que la caravana dio inicio en el Zócalo de la Ciudad de México y con un total de once
días, la cual transitará por siete estados hasta la frontera con Guatemala, concluyendo el día
19 de septiembre de 2011

5. YOSOY132

El movimiento YoSoy132 fue un movimiento ciudadano conformado en su mayoría por


estudiantes de educación superior, tanto de instituciones públicas como privadas, residentes
en México, así como residentes y simpatizantes en más de 50 ciudades del Mundo. El
movimiento inicialmente buscaba: la democratización de los medios de comunicación, la
creación de un tercer debate entre los candidatos presidenciales y el rechazo a la imposición
mediática678 de Enrique Peña Nieto como candidato en las elecciones presidenciales 2012.
Posteriormente el movimiento YoSoy132 presentó un plan de seis puntos que incluye
diferentes temas de interés público. El nombre YoSoy132 se refiere al auto afiliación y apoyo
al movimiento como el miembro número 13211 tras la publicación de un vídeo en el que 131
estudiantes de la Universidad Iberoamericana contestan las declaraciones de algunos
funcionarios públicos.

Las protestas realizadas en contra del entonces candidato a la presidencia por el PRI en las
elecciones federales en México de 2012,12 fueron un detonante que puso en marcha una
cadena de manifestaciones que se fueron uniendo a este movimiento. A pesar de lo declarado
en el Manifiesto "YoSoy132", en la práctica no es claro cuántos movimientos se han incluido,
por ejemplo #MarchaAntiEPN. El movimiento fue autoproclamado en sus inicios como la
"Primavera Mexicana"

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