La Iglesia Imperial
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La Iglesia Imperial
Pasó el tiempo de persecución oficial a principios del cuarto siglo de la era cristiana llegó la paz. La
iglesia había crecido en gran manera. Quizá mas o menos el diez porciento de los habitantes el imperio
romano eran cristianos. Constantino tuvo mucho que ver en inicio de este periodo:
A.
Su origen
Historia del Cristianismo I
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El padre de Constantino fue Constancio Cloro, ilustre general romano y un césar que gobernaba
Bretaña, Galia y España. Su madre, Elena, era cristiana y Constancio se mostró favorable a los
cristianos.
Constantino tuvo una educación muy limitada, pero hombre sobrio casto. Al morir su padre, estaba
en Bretaña y sus tropas le proclamaron emperador, sabiendo que Constancio le había favorecido
para sucederle. El imperio estaba dividido en cuatro partes gobernadas por césares, con un
emperador supremo sobre todos. Desde luego los césares rivales se opusieron a Constantino y la
contienda ocupó varios años. El primer paso fue su victoria sobre Majencio.
B.
Su entrada a Roma
Constantino tuvo su encuentro con Majencio en el puente Milvio cerca de Roma. Era un momento
decisivo. Majencio gobernaba Italia y el norte de África. Constantino decidió que al apoyar al
cristianismo, tendría el apoyo del pueblo y tal vez pensaba que el Dios de los cristianos le
ayudaría. Es dudoso que en ese tiempo haya creído que El era el único Dios. Según el relato,
Constantino vio en el cielo una cruz con las letras “con este signo vencerás”. Y ganó la victoria
sobre Majencio, entrando a Roma en año 312D.C.
C.
Su actitud hacia el cristianismo
a.
En su vida personal: Fue criado con influencia cristiana y dio a sus hijos una educación
cristiana. Sin embargo, su vida no da evidencias de la regeneración. Ordenó el exterminio de
casi todos sus familiares. Era astuto y sin escrúpulos. Se duda que haya visto la referida
visión de la cruz. Quizá fue algo que usó para animar a sus tropas. Fue bautizado en la hora
de su muerte, creyendo que el bautismo lavaba todos los pecados cometidos anteriormente.
b.
En su gobierno: Por cuanto Constantino entró en poder con el apoyo del cristiano, empezó a
favorecer a los cristianos. Entre los cuatro contendientes por la posición de emperador,
Constantino y Licinio se inclinaban al cristianismo, y Maximiano y Majencio al paganismo. En
el año 313, o posiblemente a fines de 312, Constantino y Licinio publicaron el edicto de
tolerancia, dando libertad de conciencia y plena igualdad legal al cristianismo, juntamente con
otros privilegios al clero. Sin embargo, el edicto no hizo del cristianismo la única religión. Esto
se realizó mas tarde bajo otros. Constantino siguió apoyando “tanto al paganismo como al
cristianismo”. Conservó el titulo de Pontifex maximus del culto pagano. En el año 323
Constantino llegó a ser emperador, habiendo vencido a los otros gobernantes, y pasó su sede
de gobierno a Bizancio en el oriente, nombrándole Nueva Roma. Mas tarde fue llamado
Constantinopla en honor a él.
c.
En su relación con la iglesia: En Constantinopla él edificó muchas iglesias y tomó parte activa
en los asuntos eclesiásticos. Creía tener ese derecho por el apoyo que había dado a los
cristianos. Así comenzó la unión entre la iglesia y el estado.
D.
Sus Sucesores
Los tres hijos de Constantino pasaron a su padre en su celo y empezaron a perseguir al
paganismo, ordenando los templos cerrados y prohibiendo los sacrificios. Al morir Constancio
I, el ultimo de los hijos de Constantino, en el año 361, su primo, Juliano, conocido como “el
apostata” reinó por dos años. Este restauró los templos paganos y persiguió al cristianismo,
pero al morir en el año 363, sus sucesores volvieron a favorecer el cristianismo.
E.
Sus efectos en perspectiva
El hecho de que Constantino I tomó parte activa en los asuntos de la iglesia estableció un
precedente de serias consecuencias para ella. Así comenzó el gran problema de las relaciones
entre la iglesia y el estado. Constantino convocó al Concilio de Nicea (325D.C.) para tratar la
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herejía de Arrio, que negaba la Deidad de Cristo, y el emperador presidió el concilio, dio su
aprobación a sus decisiones, desterró a Arrio y mandó castigos severos a los que desobedecieran
las disposiciones del concilio. Con la protección del gobierno la iglesia creció rápidamente, pero
sin la amenaza de persecución muchos se unían con ella sin la regeneración. Así que, a pesar de
las ventajas, a lo largo las desventajas tal vez eran mayores.
La Controversia Doctrinal
Hubieron controversias que amenazaron sacudir a la iglesia en sus fundamentos. Atacan los
fundamentos de la fe, y son preludios de los grandes sacudimientos que han venido verificándose
en la historia de la iglesia hasta estos días. Las controversias versaban sobre la Trinidad, la
naturaleza de Jesucristo y la del hombre.
A.
La deidad de Jesucristo
A causa de la dificultad de aceptar la doctrina de la Trinidad, Arrio enseñó que Cristo no era de
la misma esencia con el Padre, sino que fue creado, y entonces, por medio de él Dios (el
Padre) creó todas las demás cosas y criaturas. Esa enseñanza prevaleció en gran parte del
imperio, especialmente en el oriente.
El Emperador Constantino convocó al concilio ecuménico de Nicea (325), del Asia menor, para
resolver la cuestión. El mismo emperador presidió en el concilio. Dios levantó a un hombre
para defender la deidad de Cristo, a saber, Atanasio. Su elocuencia ganó la victoria para la
doctrina bíblica y el concilio decretó que el Hijo era “de la misma esencia del Padre, el
Unigénito del Padre, y verdadero Dios del verdadero Dios”.
B.
La deidad del Espíritu Santo
Juntamente con su herejía acerca de Cristo, Arrio enseñaba que el Espíritu Santo también era
una criatura, creado por Cristo. El primer concilio ecuménico de Constantinopla, en el año
381, condenó esta herejía, declarando la plena deidad del Espíritu Santo, juntamente con el
Padre y el Hijo.
C.
La persona de Jesucristo
Admitiendo que Jesús es Dios, se presentan varios problemas acerca de su humanidad y la
unión de las dos naturalezas en una persona.
a.
La negación de la naturaleza humana de Jesús. Apolinar, obispo de Laodicea de Siria,
creía que el hombre es tripartito (poseyendo espíritu, alma y cuerpo), pero que en Cristo el
Logos, la naturaleza divina, tomó el lugar del espíritu humano, de manera que la
naturaleza humana de Jesucristo era incompleta. Así Apolinar pensó resolver el problema
de la unión de la naturaleza divina con la humana de Cristo.
Este error (el apolinarismo, que decía que la naturaleza humana de Cristo era incompleta)
fue condenado en el concilio de Constantinopla en el año 381.
b.
La negación de la verdadera unión de las dos naturalezas de Cristo. La solución de
Apolinar, desde luego, no era satisfactoria. Las dos naturalezas debían ser perfectas.
Enfrentándose a esta dificultad, Nestorio, sacerdote de Antioquía y patriarca de
Constantinopla, según se le acusa, enseñó que las dos naturalezas de Cristo no se
unieron indisolublemente, sino que constituían prácticamente dos personas que actuaban
en armonía. Cirilo de Alejandría atacó este error. Cristo era una persona y no dos. El
error fue condenado en el concilio de Efeso en 431, pero no de manera definida porque no
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habían llegado los nestorianos. En el año 433 el emperador condenó a Nestorio y le
desterró para vivir en un monasterio.
Nestorio era sincero y se creía ortodoxo. Se dice que él no enseñó la herejía de que le
acusaban. Sus ideas fueron aceptadas en el oriente, especialmente en Persia, y mas
tarde llegaron hasta la costa del Mar de China.
c.
La negación de la distinción de las dos naturalezas de Cristo. Para contrarrestar la herejía
de una separación de las dos naturalezas de Cristo, de la modo que resultaban dos
personas, Eutiques, superior de un convento en Constantinopla, enseñó que las dos
naturalezas de Cristo, la divina y la humana, se fusionaron de tal manera que era una sola
naturaleza, ni divina ni humana, sino una combinación de las dos. Este error quedó
condenado por el concilio de Calcedonia en 451, el cual definió la doctrina de la persona
de Cristo como sigue:”es verdadero Dios y verdadero hombre y que sus dos naturalezas
están unidas en una persona sin confundirse, sin cambiar, y sin dividirse o separarse.
4. La Naturaleza del hombre
Si el hombre nace en pecado y es pecador por naturaleza o si es bueno y solo sujeto al efecto del mal
ejemplo, es una cuestión que causó controversia.
Agustín (354-430) defendió la doctrina bíblica de que el hombre es pecador por naturaleza, a
causa de su relación con Adán (Ro.5:12-21) Nace en pecado (Sal.51:5). Comete pecados porque
es pecador (Ef.2:3; Ro. 3:9-12). Pelagio, un monje bretón que llegó al norte de África, enseñó que
el hombre es bueno por naturaleza y que peca solo porque ve malos ejemplos. El pelagianismo
fue condenado en el concilio de Efeso (431DC)
Origen del Papado
La organización de la iglesia fue muy sencilla al principio. Poco a poco, los que llevaban el título de obispo
empezaban a superar a otros, y luego a tener influencia sobre las iglesias vecinas. Era natural que el
obispo de una gran metrópoli tuviese mas influencia que otros. La creciente idea de la importancia de la
sucesión apostólica, y la creencia de que Pedro había fundado la iglesia de Roma, adelantaron la
importancia del obispo de Roma. Además algunos de estos obispos eran muy hábiles en adelantar la
influencia de su puesto. Así que, el obispo de Roma llegó a ser el “papa” con el control de toda la iglesia
en el occidente. Nunca fue del todo reconocido en el oriente. Los factores que influyeron en la producción
de la estructura eclesiástica fueron:
A.
Factores políticos. Por cuanto Roma era la capital del imperio, la influencia de la iglesia de Roma
empezó a ser mayor que la de otras. En cualquier dificultad o conflicto, las iglesias tenían la
tendencia de apelar a una autoridad superior para resolver la cuestión. Sin embargo, no fue sino
hasta siglos después de la era apostólica que la supremacía del obispo de Roma llegó a ser
aceptada, aun en Italia, mucho menos en otras partes del imperio. Roma era considerada como
primera entre varias iguales, como Constantinopla, Antioquía y Alejandría. Las ciudades que
competían con Roma eran todas en el oriente, dejando sola a Roma en el occidente. Cando la
capital fue trasladada a Constantinopla en el año 330, el obispo de Roma quedó con más
importancia, porque ya no estaba el gobierno supremo en Roma. Después, la invasión de los
bárbaros y la valiente actuación de algunos obispos de Roma adelantaron más la influencia de
éstos.
B.
Factores eclesiásticos.
A mediados del tercer siglo Cipriano de Cartago enseñó que los obispos gobernaban la iglesia
universal, y que Pedro era el primero, y había fundado la iglesia de Roma, y así Roma llegó a ser
predominante. Sin embargo, tales ideas no fueron aceptadas generalmente. En varios concilios
ecuménicos se hizo ver que Roma no tenía supremacía sobre los demás patriarcados. El concilio
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de Calcedonia no dio supremacía a Roma, a pesar de los grandes esfuerzos de León, obispo de
Roma. Dio los mismo privilegios a Constantinopla que a Roma. El segundo concilio de
Constantinopla (553) y el tercero (680-681) hasta condenaron a obispos de Roma (Vigilio y
Honorio respectivamente). Se ve que la idea de un papado, con un obispo supremo en Roma,
creció gradualmente y no fue aceptada luego en la iglesia universal.
C.
Factores personales
Algunos obispos de Roma se sirvieron para promover la estabilidad y la justicia en tiempo de
decadencia política y social.
a.
León I, el Grande (440-461) Logró el reconocimiento de su autoridad sobre el África, Galia e
Ilírico. Pero especialmente en Italia, adelantó su prestigio mucho cuando salvó a Roma de ser
saqueada por los hunos y los vándalos. Hasta obtuvo reconocimiento del emperador
Valentiniano III. Sus pretensiones no tuvieron límite, pero a pesar de todo, el concilio de
Calcedonia dio iguales privilegios al obispo de Constantinopla.
b.
Gregorio I, el Grande (590-604) la mayor parte de los historiadores no romanistas consideran
a este como el primer papa. Era hombre sumamente hábil y a el se debió en gran parte la
creación del papado medioeval. Pero Gregorio jamás se llamo papa a si mismo, a pesar del
gran poder que ejerció. Y cuando el patriarca de Constantinopla afirmaba ser obispo universal
Gregorio protesto que cualquiera que se llama así mismo Sacerdote Universal o desea ser así
llamado, precede al Anticristo en su orgullo. Se podría hablar de otros posteriores, hombres
que tenían un celo por la purificación de la iglesia e hicieron mucho para promover el poder del
papado, como León III que corono a Carlomagno (800), Gregorio VII (1073-1085), Inocencio III
(1198-1216), y varios otros.
D.
Factores Fraudulentos
Se debe mencionar un fraude que tuvo gran influencia en promover el poder de los papas. A
medida de los siglos novenos apareció un documento, Decretales de Isidoro, incluyendo la
donación de Constantino, que pretendía venir desde los primeros siglos del cristianismo, y daba
suprema autoridad tanto política como eclesiástica a los papas. Hasta siglos después se descubrió
su carácter espurio, pero el documento sirvió muy bien su propósito de adelantar el poder del papa
como algo establecido desde el principio.