Diseño y Desarollo de Tesauros: Biblioteca Humanidades
Diseño y Desarollo de Tesauros: Biblioteca Humanidades
Diseño y Desarollo de Tesauros: Biblioteca Humanidades
ISBN 978-950-34-1307-4
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ción, la enseñanza y la sistematización de los estudios en las universidades,
así como en las publicaciones académicas- debía determinar el orden de los
libros en el estante y de los registros bibliográficos en el catálogo sistemático
(Bliss, 1929, 1933).
Inicialmente, el término organización del conocimiento no tuvo mayor
repercusión, pero en la segunda mitad del siglo veinte comenzó a usarse de
nuevo a partir de las obras del profesor estadounidense Jesse H. Shera (Do-
cumentation and the organization of knowledge) en 1966 y de los profesores
alemanes Dagobert Soergel (Dokumentation und Organisation des Wissens)
e Ingetraut Dahlberg (Grundlagen universaler Wissensordnung) en 1971 y
1974, respectivamente.
Desde entonces, la organización del conocimiento ha ido ganando espa-
cio como un nuevo campo de estudio, particularmente a partir de 1989. Ese
año, la entonces International Society for Classification cambió su nombre
por International Society for Knowledge Organization (ISKO) y su revis-
ta International Classification pasó a llamarse Knowledge Organization. La
institucionalización de la disciplina y su órgano de difusión no solo han dado
nuevo impulso a la idea de Bliss, sino que proporcionan además un fuerte
respaldo académico.
La corriente de ISKO ha encontrado eco en la región del Mercosur, donde
distintos autores la han enriquecido con sus contribuciones. Más aún, en el IV
Encuentro de Directores y III de Docentes de Escuelas de Bibliotecología del
Mercosur, celebrado en Montevideo del 24 al 27 de mayo de 2000, se resol-
vió recomendar a la organización del conocimiento como marco referencial
para la enseñanza de los temas que aquí nos ocupan (Arest & Ceretta, 2001).
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Respecto al objeto, es decir, el conocimiento, Dahlberg considera que si
bien es cierto que el conocimiento existe en la mente de una persona y, por
lo tanto, es subjetivo e individual, también es cierto que puede compartirse
gracias a la capacidad de los seres humanos para tratar con las cosas del mun-
do y a su habilidad lingüística para expresar experiencias y puntos de vista.
Entonces, ¿a qué conocimiento se refiere la organización del conocimiento?
Para responder esta pregunta recurrimos al profesor Mario G. Barité de
la Universidad de la República (Uruguay):
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Conocimiento es lo que yo sé. Información es lo que nosotros sabemos,
es decir, el conocimiento compartido (Foskett, 1996: 3).
Información es “el contenido de un mensaje” o “algo que es comunica-
do” (Svenonius, 2000: 7).
Información: conocimiento que es comunicado (ISO, 2001: 8).
La comunicación del conocimiento puede ser oral, como sucede por ejem-
plo cuando se diserta en una conferencia o cuando se debate en una mesa re-
donda. Para que pueda ser organizado en las bibliotecas, los centros de docu-
mentación o la World Wide Web, se requiere que el conocimiento socializado
se registre en un soporte físico (papel, registros audiovisuales, memorias infor-
máticas, etc.), con lo cual se convierte en un documento (ISO, 2001: 11).
Entonces, el objeto de la organización del conocimiento es el conoci-
miento socializado y registrado, explícito o documentado.
En cuanto a la actividad organización, Dahlberg (2006a) distingue dos
aplicaciones:
• Construcción de sistemas de conceptos: consiste en estructurar el co-
nocimiento contenido en las unidades de conocimiento (conceptos) en
un orden sistemático, de acuerdo con sus características, para crear un
sistema de conceptos, por ejemplo un tesauro o un sistema de clasifi-
cación. Otros autores prefieren llamarlos sistemas de organización del
conocimiento (SOC), término que adoptamos en esta obra.
• Correlación de los conceptos con los objetos de la realidad: se refiere
a la correlación de los conceptos contenidos en los SOC con aquellos
expresados en los documentos. Esta correlación incluye: a) la asignación
de notaciones tomadas de un sistema de clasificación y b) la asignación
de términos controlados tomados por ejemplo de un tesauro, o palabras
claves extraídas del propio documento. Estas aplicaciones constituyen
los principales procesos de la descripción de contenido, es decir, la clasi-
ficación y la indización.
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con sus elementos de conocimiento inherentes (características) y la apli-
cación de conceptos y clases de conceptos ordenados por esta vía para la
asignación de contenidos de valor de los referentes (objetos/sujetos) de
todas clases (2006b).
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mental, es decir, la organización de universidades y otras instituciones
de investigación y educación superior, la estructura de las disciplinas y
profesiones, la organización social de los medios de producción y la di-
seminación del conocimiento (Hjørland, 2008a: 86).
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resa por el diseño de SOC y los principios y metodologías para construir
herramientas semánticas (Broughton et al., 2005: 133-134).
Al igual que la anterior, esta definición abarca los SOC y los POC, pero
extiende el ámbito de la organización del conocimiento, en sentido estricto,
más allá de las instituciones de la BDCI, para incluir tanto la industria edito-
rial que produce los índices analíticos de libros y revistas como los sistemas
de gestión personales. Señala que los POC se aplican a los registros biblio-
gráficos, pero también a los registros metadatos que se incrustan o vinculan a
los recursos digitales disponibles en la Web. Tanto Hjørland como Broughton
et al incluyen dentro de los POC a los procesos de descripción de contenido
(clasificación, indización, etc.), pero no son muy explícitos en cuanto al dise-
ño y desarrollo de SOC, que, como ya se mencionó, también es un conjunto
de procesos de organización del conocimiento.
El profesor Claudio Gnoli, de la Università degli studi di Pavia (Italia),
propone un modelo tentativo para estudiar la organización del conocimiento,
que se basa en una estructura formada por cuatro capas (Gnoli, 2011). La pri-
mera capa se refiere a las teorías y abordajes del conocimiento que provienen
de otras disciplinas como la filosofía de la ciencia, la psicología, la sociolo-
gía, etc. La segunda capa abarca los SOC. La tercera capa, que Gnoli llama de
representaciones, incluye las normas y formatos de naturaleza técnica como
MARC, RDF, SKOS u OWL, que permiten representar e intercambiar datos
en entornos digitales y que constituyen la gran novedad del tramo final del
siglo veinte y del presente. Por último, la cuarta capa se refiere a la aplicación
de las teorías, los SOC y las representaciones a los directorios, catálogos,
bibliografías, etc. de archivos, bibliotecas, museos u otras instituciones simi-
lares; en otras palabras, la cuarta capa se ocupa de los POC.
Barité et al., en su Diccionario de organización del conocimiento, apor-
tan la siguiente definición:
Área del conocimiento de formación reciente, que estudia las leyes, los
principios y los procedimientos por los cuales se estructura el conocimiento
especializado en cualquier disciplina, con la finalidad de representar
temáticamente y recuperar la información contenida en documentos de
cualquier índole, por medios eficientes que den respuesta rápida a las
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necesidades de los usuarios. La Organización del Conocimiento se nutre
de los aportes recibidos de la Informática, la Lingüística, la Terminología
y las Ciencias de la Información. García Marco (1995) señala que
es “una disciplina científica (esto es, sujeta a método científico) y
social, de carácter aplicado” pues tiene como objetivo “optimizar la
circulación del conocimiento en las sociedades”. El objeto de estudio
de la Organización del Conocimiento es el conocimiento socializado o
registrado, y en lo que hace a la Bibliotecología y Documentación, da
cuenta del desarrollo teórico-práctico para la construcción, la gestión,
el uso y la evaluación de clasificaciones, taxonomías, nomenclaturas,
ontologías temáticas y lenguajes documentales. Asimismo, ampara el
conjunto de conocimientos vinculados al análisis de información en
general, considerando aspectos semánticos, cognitivos e informáticos
(Barité et al., 2013).
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puestos en acción para la gestión del conocimiento humano desde una
triple perspectiva: su representación, su organización y su comunicación
documental (Esteban Navarro, 1996: 97-98).
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ganización del Conocimiento en este sentido estricto” (Hjørland, 2008a: 86) y,
por tal motivo, se ha propuesto a la organización del conocimiento como marco
teórico referencial para aquellas actividades de la BDCI relacionadas con el
tratamiento temático del conocimiento explícito o registrado (Barité, 2001).
En varias publicaciones, Guimarães ha procurado encuadrar las distintas
corrientes de la BDCI dentro de la organización del conocimiento (Guimarães,
2001b, 2008, 2009; Guimarães et al., 2012). Así, reconoce tres corrientes:
• Corriente bibliotecológica de origen estadounidense (catalogación de
materia).
• Corriente documental de origen francés (análisis de contenido, análisis
formal de contenido, descripción de contenido).
• Corriente informacional de origen británico (indización).
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del paisaje sobrecargado y distribuido de la información generado por la
WWW (Cordeiro, 2003: 66).
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materia, la ha comprendido y quizás ha contribuido con algo a través de la
investigación u otros medios […] la información es la comunicación o re-
cepción de conocimiento [...] Así, elegí usar el término información en lugar
de conocimiento como expresión de lo que creo que nosotros organizamos
cuando organizamos en beneficio de otras personas (Taylor, 2004: 3).
1
Scire: http://www.ibersid.eu/ojs/index.php/scire/index
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y la condensación, mientras que para Esteban Navarro (1996) comprenden la
indización y la condensación. Ambos autores coinciden en que los procesos
de organización son la clasificación y la ordenación.
Estos procesos de representación se limitan a los POC de la descrip-
ción de contenido, pero el diseño y desarrollo de SOC también incluye otros
procesos de representación. Por eso, adherimos a la posición de Dahlberg
(2006a), para quien la organización del conocimiento comprende la represen-
tación como una forma necesaria para comunicar el conocimiento individual
que es subjetivo, compararlo con las representaciones de otras personas y con-
trastarlo con la realidad para verificar su verdad. La representación del conoci-
miento -afirma Dahlberg- se ocupa tanto de la estructura lógica de los concep-
tos (conceptología) como de la designación de estos (terminología) y distingue
cuatro niveles de representación, de lo más simple a lo más complejo:
• Elementos de conocimiento: son las características de los conceptos
a partir de las cuales se pueden predicar las propiedades o hacer decla-
raciones sobre los objetos. Las características son abstracciones de las
propiedades de los objetos del mundo real o del ideal, que se expresan
mediante enunciados.
• Unidades de conocimiento o conceptos: son representaciones mentales
de los objetos del mundo real o del ideal y constituyen la síntesis de las
características. Se expresan mediante designaciones verbales o simbóli-
cas como los términos preferentes de un tesauro o las notaciones de un
sistema de clasificación.
• Unidades de conocimiento amplias: son combinaciones de conceptos,
como pueden ser las declaraciones, las definiciones y los textos.
• Sistemas de conocimiento: son estructuras planificadas y cohesivas que
ordenan los conceptos de un determinado dominio, por ejemplo un siste-
ma de clasificación o un tesauro.
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Esteban Navarro & García Marco (1995) ofrecen una explicación:
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porque es este último el que puede ser gestionado. En este sentido, Choo
(2003) señala que uno de los proyectos más importantes de la gestión del
conocimiento es la creación de repositorios institucionales que tienen como
objetivo capturar el conocimiento registrado y organizarlo de modo que pue-
da ser recuperado fácil y rápidamente.
En consecuencia, dentro de un sistema de gestión del conocimiento, la
organización del conocimiento es útil para: a) la descripción del contenido de
aquellos documentos que formarán parte del repositorio institucional y b) el
diseño y desarrollo de SOC específicos, particularmente tesauros, taxonomías
y ontologías que serán aplicados al sitio Web y la intranet del organismo.
De este modo, podemos decir que en el ámbito de un organismo público
o privado, la organización del conocimiento puede ser de utilidad para la ges-
tión del conocimiento, de una manera similar -aunque no idéntica- a lo que
ocurre en una biblioteca.
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Abreviaturas y siglas
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ISO: International Organization for Standardization
ISSN: International Standard Serial Number
IUBMB: International Union of Biochemistry and Molecular Biology
IUPAC: International Union of Pure and Applied Chemistry
IZ: Thesaurus Socialwissenschaften
KB: Koninklijke Bibliotheek
KWAC: Keyword and context (palabra clave y contexto)
KWIC: Keyword in context (palabra clave en el contexto)
KWOC: Keyword out of context (palabra clave fuera de contexto)
LCC: Library of Congress classification
LCSH: Library of Congress subject headings
LEMB: Lista de encabezamientos de materia para bibliotecas
MADS: Metadata authority description schema
MARC Machine Readable Cataloging
MeSH: Medical subject headings
NISO: National Information Standards Organization
OAI-PMH: Open Archives Initiative Protocol Metadata Harvesting
OC: Organización del conocimiento
OIT: Organización Internacional del Trabajo
ONU: Organización de las Naciones Unidas
OWL: Web ontology language
PMEST: Personalidad, materia, energía, espacio y tiempo
POC: Procesos de organización del conocimiento
RDF: Resource description framework
SAR: Sistema de almacenamiento y recuperación
SCDD: Sistema de clasificación decimal de Dewey
Sears: Lista de encabezamientos de materia para bibliotecas pequeñas de
Sears
SKOS: Simple knowledge organization system (Sistemas simples de organi-
zación del conocimiento)
SOC: Sistema de organización del conocimiento
SWD: Schlagwortnormdatei
TEE: Tesauro europeo de educación
UAT: Unified astronomy thesaurus
UML: Unified modelling language
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UNBIS: United Nations Bibliographic Information System
UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cien-
cia y la Cultura
URI: Uniform resource identifier
W3C: World Wide Web Consortium
Web: World Wide Web
WWW: World Wide Web
XML: Extensible markup language
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