La Sociología de La Violencia

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La Sociología de la Violencia

Author(s): Joseph S. Roucek and Angela Müller Montiel


Source: Revista Mexicana de Sociología , Sep. - Dec., 1953, Vol. 15, No. 3 (Sep. - Dec.,
1953), pp. 399-413
Published by: Universidad Nacional Autónoma de México

Stable URL: https://www.jstor.org/stable/3537783

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La Sociologia de la Violencia

Por Joseph S. RO UCEK. De la


Universidad de Bridgeport. Colabo-
racion especial para la Revista Me-
xicana de Sociologia. Traduccion de
Angela Muller Montiel.

JESSTE Bernard hizo notar recientemente que en las dos o tres u'lti-
mas decadas, la sociologia de la interacci6on habi a quedado relati-
vamente postergada en comparacion con la sociologia cultural, en los
Estados Unidos, ya que sobre todo, la teoria sociologica del conflicto
"permanece esencialmente en el mismo sitio en que la dejo Simmel." 1
Por otra parte, subraya el hecho de que los comunistas han culti-
vado bastante este terreno y sugiere que el descuido relativo de la socio-
logia del conflicto puede deberse a las siguientes razones: las explica-
ciones culturales de los fenomenos sociologicos son mas faciles sobre
nuestras propias personalidades, que las basadas en la interaccion; los
sociologos han deseado a toda costa evitar la identificacion con el mar-
xismo o el socialismo; hay un temor muy difundido de que si se estudia
el conflicto, se le agrave, se le provoque o se le apruebe; las poderosas
organizaciones de lucha no desean que se desarrolle una ciencia del con-
flicto; no queremos enfrentarnos al hecho de la existencia de determi-
nados conflictos y, finalmente, la dificultad para conseguir datos ade-
cuados es muy grande.
Podemos ir mas adelante y hacer notar que no solamente se ha des-
cuidado la sociologia del conflicto, sino que uno de sus aspectos mas

1 Jessie Bernard: "e En donde esta la moderna sociologia del conflicto ?"
en The American Journal of Sociology, LVI, (1 de julio, 1950), pp. 11-17.

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400 Revista Mexicana de Sociologia

importantes, de significacion contemporanea, el de la sociologia de la


violencia y el terror, apenas si ha sido tratado. El descuido es meas evi-
dente cuando notamos que la forma mas extrema de este aspecto, la gue-
rra, que siempre ha sido companera nuestra en los u'ltimos anios y su
emnpleo, se han extendido mas durante los anios que han seguido a la
segunda guerra, si se considera la situacion actual del mundo en una
escala total. Ademas, el empleo de medios violentos en los procesos so-
ciales, aparte de las medidas clasicas de guerra, se ha intensificado tam-
bien, con la aplicacion de numerosas medidas violentas en todos los sec-
tores de la vida nacional e internacional como queda comprobado por
el estudio cientifico del valor y tecnica de la violencia, hecho por los
nazis y los comunistas, y por su aplicacion en la vida social que, en
otros aspectos podria considerarse "normal", a traves de los jurados
de los que critican el regimen o de quienes pueden ser enemigos poten-
ciales de las democracias del pueblo, o de su influencia en todas las
formas modernas de la vida social en los Estados totalitarios. El uso
extenso de las quintas columnas, los partisanos y las guerrillas es sola-
mente otra manifestacion moderna de estos fenomenos en los que el
papel de la violencia y el terror es de suprema importancia ya que
constituyen un aspecto indispensable para el exito de su funcionamiento.

Evaluaciones de la violencia

La literatura sobre este tema, refleja la violencia de las opiniones


sobre la violencia. 2
No hay duda de que esto es un ejemplo del antiguo proverbio de
que los hombres solamente estan listos a sacrificarse por los ideales de

2 Para un estudio de la literatura relativa hasta 1946, vease Joseph S. Rou-


cek, "Violence and Terror", xx, pp. 330-347, en Joseph S. Roucek. Ed., Social Con-
trol (Nueva York: D. Van Nostrand Co., 1947). Entre los estudios aparecidos sub-
secuentemente, veanse especialmente: R. P. S. Payne, Zero: The History of Terro-
rismi (Nueva York: John Day, 1950), que es un reflejo de las fuerzas y persona-
lidades de la historia moderna que han predicado y aplicado la filosofia de la des-
trucci6n, cuyo objeto es reduicir el espiritu y el cuerpo humano a cero; Bertrand
de Jouvenel, On Power (Nueva York: Viking, 1948), la filosofia que se encuentra
detras de la fuerza 'militar y politica concentrada en individuos o en el estado en
general; Franz L. Newmann, "Approaches to the Study of Political Power", Po-
litical Science Quartely, LXV (Julio, 1950), pp. 161-180; A. Appadorai, The Subs-
tance of Politics (Nueva York: Oxford, 1950).

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La Sociologia de la Violencia 4:01

cuya verdad no estan seguros. La violencia es un tema que requiere pa-


labras duras y sentimientos dogmaticos y doctrinarios, pero que no alien-
ta el pensamiento reflexivo. Hay quienes glorifican la fuerza como la
fuente principal de la vida social, sostienen que la vida es una lucha
de cada uno contra todos. 3 La mano de cualquier hombre en contra
(Ie la de los dema's; el hombre vive peleando y solamente para el. Lud-
wig Gumplowicz y Gustav Ratzenhofer, influidos por los conflictos racia-
]es de su pais, pensaron que la ley superior del desarrollo social era el
inlteres del grupo y la lucha por su sostenimiento.
Los grupos poderosos emplean a los debiles para sus propios fines
y se realiza un proceso de absorcion gradual; para este proceso de unifi-
cacion, la guerra es el instrumento supremo. El Estado, como organi-
Macion del poder, representa la forma mnas elevada de vida social. Un
grupo de tendencias intermedias es quiz'as el representado por Jakob
Alexandrovich Novikov, sociologo y filosofo ruso que trato de trans-
ferir las leyes biologicas a las relaciones sociales, que fundo el darwinis-
no social y afirmo que, aunque la lucha es universal como fenomeno so-
cial, va adquiriendo persistentemente formas m'as culturales y inenos
violentas.
Otro grupo de autores expresa justamente el conjunto de opiniones
opuesto, como si se refirieran a una expresion de los procesos de la vida
realizados en una clase totalmente distinta de animales que vivieran
en un planeta diferente. La cooperacion y no el conflicto es la clave de
nuestra vida. En nuestra vida hay mas amor y bondad que odio, y lo
bueno milagrosamnente sobrevive siempre, en tanto que lo malo perece.
La razon o las emociones buenas son mas importantes que las locuras, y
la estupidez al fin tiene que inclinarse ante la bondad. 4 La fuerza y la
violencia son males necesarios y casi perpetuos. 5 ILas facciones encabe-

3 Lenin, Collected Works (Traducci6n inglesa.) XvIII, p. 97; Mein Kamnpf


de Adolfo Hitler, p. 749. Entre los demas, pueden mencionarse, Clausewitz, Ber-
nhardi, von der Goltz, F. List, W. Sombart, F. Nietzsche, el Principe de Biilow
v especialmente el historiador Heinrich von Treitschke (influido principalmente
por Aristoteles y Maquiavelo): "El poder es decididamente el derecho supremo y
la disputa sobre lo que es correcto, es decidida por el arbitraje de la guerra."
4 Para estudiar las raices de este pensamiento utopico, a traves de la Edad
Media y la influencia de Jeremy Bentham, vease E. H. Carr, The Twenty Years'
Crisis (Nueva York: The Macmillan Co., 1940).
5 Vease, por ejemplo, Le6n Tolstoy, The Law of Love and the Law of V'io-
lence (trad. Nueva York: Boni & Gaer, 1948).

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402 Revista Mllexicana de Sociologia

zadas por internacionalistas y pacifistas recienten el conflicto y afirman


que la fuerza no puede organizar ni arreglar nada y por lo tanto no debe
recurrirse a ella. La fuerza reemplaza una relacion social por una fisica,
y sus efectos nunca pueden durar mnas alla del momento. Sostienen que
es posible borrar la afirmacion personal de la polltica y crear un sistema
politico basado en la moralidad solamente; en resumen, dicen que la
politica puede separarse del poder. 6 -
En resumen, el estudio sobre "el fenomeno de la violencia es tan

confuso que ha lhabido muv pocos escritores o fil6sofos sociales capa


de mostrarse totalmente consistentes eni sus opiniones. Por ejemplo, W.
G. Sumner, piensa que la guerra posee un valor educativo y permite la
eliminacion o subordinacion de los incapaces, 7 pero tambien alega que
nada de lo que se haga por la fuerza ha sido o podra ser bien hecho. 8
Los especialistas eii ciencias sociales, lo mismo que los filosofos,
tanto humanitarios como antihumanitarios, caen en las mismas contradic-
ciones. Durante generaciones enteras, los profesores americanos, sabios
sociales o sabios naturalistas, han predicado que la fuerza no puede
tener exito, y que por lo tanto, es inu'til emplearla, que sus exitos estan
siempre escritos sobre agua, que es imposible hacer retroceder las ten-
dencias politicas y economicas de profundas raices que conducen hacia
la unidad del mundo, sea a traves de la Liga de las Naciones o de las
Naciones LUnidas. 9

6 Carr clasifica, op. cit., pp. 127-128, a los que tratan de separar al hombre
moral de la politica en: 1) a los que profesan la doctrina de la no resistencia, "un
boycott a la politica"; 2) los anarquistas que tratan de crear "una sociedad moral
en la que el poder y por consecuencia la politica, queden totalmente eliminados" y
3) los que "quieren dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios."
Esta aUltima posici6n queda ejemplificada en la moderna teologia de Karl Barth.
7 W. G. Sumner, War and Other Essays (New Haven: Imprenta de la
Universidad de Yale, 1911).
8 Sumner, Folkways (Boston: Ginn. & Co., 1906), p. 64.
9 Un duro ataque sobre la "direccion religiosa y educativa" que tiende a
"perpetuar el dualismo que confunde los esfuerzos para lograr en America una
politica mas racional", v6ase: G. A. Almond, The American People and Foreign
Policy (Nueva York: Harcourt, Brace, 1950), Capitulo vii, "The Elites and
Foreign Policy", pp. 136-157, y especialmente las pp. 153-157. El terreno de la
ciencia social, queda particularmente aislado por Almond, como "el sector de
preparaci6n de la elite quie ha fallado a su mision," (p. 154).

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La Sociologta de la Violencia 403

Las relaciones de fuerza y justicia constituyen aparentemente un


problema que concierne a todas las epocas. y todas las culturas. La afir-
maci6n de Trasimaco "justicia es el interes del mas fuerte" ha sido re-
petido en lemas tan famosos como "la fuerza de la razon", la politica de
"isangre y fuego", "la necesidad no conoce leyes" o "el poder es el derecho
supremo, y la disputa sobre la esencia del derecho es decidida por el
arbitraje de la guerra." Aunque Socrates puso un poco en ridiculo a
Trasimaco, en realidad las ideas basicas de su afirmacion no han podido
ser refutadas con exito por el curso de la historia. En nuestros dias nos
encontramos bajo la sombra de la politica establecida por Lenin, quien
escribio en The State antd Revoluttion (1917): "la doctrina de la guerra
de clases... conduce inevitablemente al reconocimiento de la supremacia
politica del proletariado o de su dictadura, es decir, de una autoridad
armada que no comparte con nadie m6as v descansa directamente sobre
las fuerzas armadas de las masas".

Algunos principios sociologicos relativos

Puesto que son tantos los estudios dedicados a la violencia y puesto


que a causa de ello, este asunto se ha hecho aufn m'as confuso, resulta tal
vez, fu'til tratar de aclarar el asunto en unas cuantas paginas. Sin tratar
de alcanzar este objeto imposible, trataremos el uso de los medios vio-
lentos de control, consideraremos la naturaleza de los problemas intelec-
tuales comprendidos e indicaremos los dilemas morales, sugiriendo su
naturaleza, citando los principales exponentes de la etica v los m'as no-
tables moralistas.
Los fenomenos aparentemente contradictorios de la fuerza y la vio-
lencia en la sociedad resultan mas claros estudiandolos sobre la base de
ciertos principios sociologicos.
"La coercion es el empleo de una fuerza fisica o intangible para
obligar a ejecutar una accion contraria a la voluntad o al juicio del indi-
viduo o grupo sujeto a dicha fuerza. La violencia es la aplicacion de la
fuerza en tal forma que resulta fisica o psicologicamente daniina para
la persona o grupo contra quien se aplica." 10

10 Joseph S. Roucek, capitulo xx, "Violence and Terror", en Social Control


(Nueva York: D. van Nostrand Co., 1947).

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404 Revista Mlexicauan de Sociologta

Varios estudiosos han tratado de evitar el dilema que se les presenta


cn terminos de la aprobacion moral del uso de la fuerza, haciendo una
distinicion elntre los aspectos legales e ilegales. Asi Sidney Hook definie
la violencia como "el empleo ilegal de los metodos (cle coercion fisica para
fines personales o de grupo". 11 Asi. pues, resulta quc ei empleo de la
violencia por las autoridades debidamente constituidas, resulta correcto,
pero que es incorrecto, cuando quien lo emplea es el baj'o mundo o las
fuerzas que se oponen al gobierno.
Todo observador sensible, debe tener moimentos en que considere
las explosiones terroristas de nuestra generacion, no como aberraciones,
ni como simples manifestaciones del eterno primitivo, sino como expre-
siones de una profunda filosofia. Puesto que esta aplicacion de la violen-
cia a nuestros procesos sociales, tiene metodo enl sl, este me'todo es una
manifestacion marginal o ilegal de la conducta social.
Notese, en primer lugar que la fuerza normalmente se nmantiene bajo
control. dentro de la sociedad, por acomodacio6n. La acomodacion, como
el medio basico de ajustamiento entre los grupos es "el proceso a traves
del cual, las personas o los grupos gradualmente se reconciliani con las
condiciones de vida, a traves de la formacion de lh'abitos, intereses y ac
titudes que surgen de la situacion social y son necesarios a ella... La
forma social que toma siempre la acomodacion es la subordinacion de una
persona o grupo a otra persona o grupo". 12
La sociedad es un conjunto de grupos discordantes cuyas ideologias
Cen conflicto los conducen a trabajar por cosas div,ersas para todo el gru-
po. Algunas veces estos conflictos estallan en utna guerra abierta, (Ila-
mada, cuando es de caracter interior, levantamiento, guerra civil, guerri-
llas, en tanto que los soldados participan-tes son clasificados como bandi-
dos, rebeldes, quinta-columnistas, partisanos, etc.). Pero estos periodos
de guerra abierta, antes de la iinauguracion de los sistemas de Hitler y
Stalin, de guerra continua en ei interior y el exterior, soln rapidamenlte
seguidos por una renovacion de una tregua no mencionada entre los uce-
migos, quie toda sociedad tiene el sus filas, y generalmente los compromi-

11 Sidney Hook, "Violence", en Encyclopaedia of the Social Science, vi, pp.


264-267. Una valiosa sintesis de diversas definiciones y bibliografias sobre este terna
es la presentada por Tlheodore Paullin, Introduction to Non-Violence (Philadelphia:
The Pacific Research Bureau, 1944).

12 E. B. Reuter, Handbook of Sociology (Nueva York: Imprenta de Dryden,


1948), pp. 79-8.

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La Sociologi'a de la Violencia 405

SOS sobre los que se basa la sociedad, funcionan defectuosamente, pero


funcionan. La acomodacion es pues, "la subordinacion de una persona
o grupo a otra persona o grupo". Las castas y clases, los convenciona-
lismos, las constituciones y las leyes, son tejidos de la acomodacion. Las
formas populares, costumbres e instituciones contienen muchas acomo-
daciones entre los grupos en conflicto y muchos compromisos entre los
intereses que chocan entre si.
La moralidad, especialmente la fase que contiene el conflicto de
justicia, no siempre opera en interes del mas fuerte, sino que descuida
o hace a un lado dichos intereses. "Antes de que puedan aplicarse las
palabras justo o injusto, dice Hobbes, debe existir un poder de coer-
cion." 13 Como el poder es inherente a toda situacion social, no puede
desconocerse en una zona tan vital del interes humano como la que se refie-
re al sostenimiento del orden, ya sea nacional o internacional. Pero cuando
estos principios abstractos se aplican a situaciones concretas, se en-
cuentran acondicionados, en su funcionamiento por las influencias de
los liamados intereses creados o egoistas.
De esta manera, la justicia se convierte freeuentemente en un con-
junto de decisiones que protegen a los intereses, disfrazados de princi-
pios morales. La aplicacion y funcionamiento de la moralidad y la justicia
de cualquier grupo, dificilmente iluede, a la larga, interesarse m'as por
los debiles que por los fuertes. Pero la justicia y la moralidad deben
tambien, como productos de un grupo numericamente superior, considerar
los intereses del grupo en general, lo mismo que los de los grupos en
-competencia o en conflicto. La filosofia de este razonamiento es que
el mayor bien para el mayor nuimero es la finalidad racional, auin para
aquellos que no se encuentren dentro de la colectividad conocida como
el mayor nuimero; y, al permitir el funcionamiento de este sistema, ei
individuo no solo favorece sus intereses sino los de la comunidad. Pues
"ninguna sociedad puede existir a menos que una proporcion substancial
de sus miembros tenga, hasta cierto punto, el deseo de cooperacion v
mutua buena voluntad". 14 Si se pide al individuo o grupo que se sa-
crifique, entonces el sacrificio es moralmente digno, y tambien los pode-
rosos deben sacrificarse en algo, aunque generalmente lo haceni en menor
grado y cuando mucho en una forma simbolica. Pues ninguna sociedad

13 Ulobbes, Laviathani, capitulo xv.

14 Carr, op. cit., p. 123.

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406 Revista Mlexicatta de Sociologia

puede sobreviv-ir si permite que todas las


sc encuenLiaan dentro de sus limites, desarrollen sus odios y rivalida-
des sin restricciones. De ali que las expresiones siempre se encuentren
modificadas por la moralidad, que obliga a que la mayoria (le las dife-
rencias sean tratadas por acomodacion, y despues refuerza estas acomo-
daciones por sus propias sanciones, ideologias y aun sanciones superna-
turales para los arreglos sociales que, en principio, no son otra cosa
que formas de procesos sociales que impiden que los diversos grupos
se degiiellen entre si. Es cierto que las acomodaciones no destruyen la
hostilidad dentro del grupo, sino que simplemente la refrenan. Aunque
la fuerza y su amenaza -que siempre puede estallar en forma de guerra
civil- se encuentran siempre presentes, un sustituto generalmente sa-
tisfactorio se encuentra en lo que se ha dado en llamar politica sucia.
Ademas el proceso de acomodacion debe reflejar persistentemente
el flujo de los continuos cambios en el equilibrio de las relaciones de
poder entre los grupos. Si el equilibrio cambia en forma notable, en-
tonces la acomodacion sencillamente debe dejar sitio a otra forma que
iefleje en forma mas realista las relaciones cambiantes. En general, la
sociedad tiene una serie de acomodaciones que son acomodadas como
las lineas del frente, en tal forma que impidan un desplome total de la
linea domestica. Cuando estalla la guerra internacional, las acomodaciones
representadas por las medidas diplomraticas y obligaciones de los tratados,
ya nio sirven; pero existe tambien el mitico derecho internacional, el
que aunque nadie le haga caso, es mencionado por todos los paises. (El
hecho de que se le descuida mas que al derecho nacional se (lebe a que
la moralidad internacional y su aplicacion, en realidlad nio existen).

La violencia enltre las porsoiwas

La violencia entre los individuos esta casi totalmente proscrita en


la sociedad civilizada. Durante su evolucion historica, el Estado ha usur-
pado totalmente el derecho para usar la fuerza y, cuando permite su
empleo este queda estrictamente reglamentado por la ley y las costum-
bres.

Sin embargo. raras x-eces se da uno cuenta de cuan frecuente es el


empleo de la violencia en las relaciones normales diarias. Todo el mtundo
sabe que la violencia es usada por los padres par-a controlar a sus hijos,

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La Sociologia de la Violencia 40;7

especialmente a los nifios. Los adultos tienen muchas tendencias agresivo-


sadistas, pero, aunque se ven obligados a controlarlas la mayor parte del
tiempo, tambien las mnanifiestan, aunque no abiertamente, en todas las
situaciones sociales. Basta observar a una muchedumbre tratando de
meterse en un ferrocarril subterraineo de Nueva York o una discusion
en una cantina, donde abundan las amenazas y los golpes.
Se necesitaria un especialista de policia para describir en detalle los
metodos modernos de violencia. Los que han estudiado la tactica de los
jefes municipales en los Estados Unidos, saben cuan poderosa y u'til
puede ser la violencia politica. El uso del asesinato, los golpes, las ame-
nazas de carcel y de despojo economico, generalmente es considerado
como una alianza del crimen y la politica. Los miembros honestos y bon-
dadosos de las organizaciones politicas consideran esos actos con disgusto
y a veces se rebelan, de modo que los jefes obtienen resultados opuestos
a los previstos. Pero las consideraciones practicas frecuentemente hacen
que se retarde la rebelion de los buenos. La aplicacion de la fuerza bruta
en las huelgas no necesita ser descrita, pues se lha convertido en un arma
generalizada. 15
Posiblemente seria conveniente recordarnos que los americanos han
asesinado uno de cada diez de sus presidentes. En el periodo comprendido
entre 1865 y 1901, ocupamos el primer lugar del mundo en estos asesi-
natos que se realizaban aproximadamente cada 12 anios en la Casa Blanca.
Todos fueron muertos por balas que se les dirigieron intencionalmente.
De cualquier manera, aun en los paises autoritarios en los que
se glorifica la fuerza y la violencia, estas se encuentran al mismo tiempo,
reglamentadas por la ley y las costumbres. Las normas de nuestra cultura
moderna permiten generalmente que los chicos ejerzan mucha violencia
en sus relaciones mutuas, pero siempre dentro del marco de las costum-
bres. En America, "cl masculino arte de la auto-defensa" es considera-
do como parte indispensable de la educacion de un joven; se supone que
el hombre debe defenderse a si mismo y a los miembros de su familia en
contra de la agresi6n de los demas. Pero esto significa generalmente
el boxco, de acuerdo con las reglas del marques de Queensbury, en el que

15 John Steuben, Strike Strategy (Nueva York: Gaer Associates, 1950),


es una historia de las huelgas en los EE. UU. desde 1776 hasta el presente, un
manual para los obreros sobre el manejo de una huelga en el que se analizan las
tecnicas para romper las huelgas empleadas por la industria y una guia para los
lideres de las huelgas.

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408 lRevista Mlexicana de Sociologia

no se permiteni muchos me'todos violentos de lucha, porque resulta social-


mente conveniente mantener estas luchas dentro de ciertos limites. Los
jovenes, bajo ciertas circunstancias, pueden recurrir a la violencia, pero
las reglas de la moral reglamentan las ocasiones y los metodos.
De hecho, una parte considerable de la educacion en todo el mundo,
es dedicada a la formacion de los jovenes dentro de este marco moral
y legal. 16
Por el contrario, las muchachas, estan sujetas a otro codigo moral v
en general, recurren a otras formas de agresion indirectas y cubiertas.
El mundo de los nifios no es el utnico que permite ciertas formnas de
violencia. Los adultos pueden defender sus vidas, y las costumbres o
Ieyes no escritas permiten que un hombre mate al seductor de su esposa,
su hermana o su hija.

La politica como sulbstituto de la ziolencia

Es curioso que un fenomeno tan evidente como es el Estado sea,


lo mismo que la violencia, objeto de tantas y tan incompatibles definiicio
nes. 17
La mayor parte de los especialistas, legalistas y anticuados definen
principalmente los aspectos formales de la soberania del Estado sobre
determinado territorio. Algunos autores, como Franz Oppenheimer, y Ha-
rold J. Laski, conciben el Estado no solamente como un medio del grupo
conquistador para imponer su voluntad sobre los conquistados, sino como
una organizacion que mantiene su caracteristica de clase en la mayor parte
de su historia; otros lo consideran (como dijo Aristoteles) como una
asociacion soberana, que abarca todo y comprende todas las otras asocia-
ciones y que existe con el fin de que pueda realizarse la vida humana en
sociedad. Para nuestro analisis sociologico es importante subrayar que

16 Por ejemplo, a los niiios de los paises autoritarios se les ensefia a observar
determinadas reglas por lo que se refiere a stis paisanos y otras, en relaci6n con
los capitalistas, los judios, etc.

17 Esto puede juzgarse fSacilmente por el nCirnero conistanternente creciente


de libros de texto que tratan de los aspectos filos6ficos del Estado; vease por ejem-
plo, Feliks Gross, Ed., European Ideologies, (Nueva York: Philosophical Library,
1948); Joseph S. Roucek. Ed. Twentieth Century Political Thought (Nueva York:
Philosophical Library, 1946); J. H. Hallowell, Main Currents in Modern Political
Thought (Nueva York: Henry Holt, 1950).

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La Sociologia de la Violencia 409

la caracteristica m'as iniportante que d


nizaciones sociales es el monopolio que ejerce sobre el poder politico -ei
ejercicio de la fuerza y el empleo de la violencia. El Estado ha logrado,
durante su evolucion, concentrar y legalizar el uso de la fuerza en sus
organos- el gobierno y sus diversas ramas-excluyendo otras organiza-
cionesa por lo cual es el arbitro final en las diferencias de grupo, pues-
to que tiene los medios mas efectivos de coercion, la fuerza y la vio-
lencia. 1
Puesto que el Estada es esta potencia final e irresistible, el conflicto
mas importante dentro de una sociedad, es el que surge sobre el empleo
de esta fuerza y de ahi los eternos argumentos de la teoria politica sobre
como y por quien debe ser usada la fuerza politica. Es evidente que el
Estado surge de procesos en conflicto y se sostiene solamente, conservan-
do, lo mas que puede, los procesos de acomodacion. El estado de con-
flicto constante produce una situacion de anarquia que tiene que ter-
minar tarde o temprano, cuando un grupo dominante logra crear un estado
de acomodo, si es necesario, por la fuerza. Una acomodacion estable re-
presenta el nuevo equilibrio de poder y las formas resultantes, marcos de
referencia legales y sistemas morales, constituyen el producto, no tanto
de la fuerza, como de la necesidad.
La politica queda comprendida dentro de ese estado estabilizado y
si el grupo que controla no puede satisfacer a un grupo agresivo es fre-
cuente que se realicen golpes de Estado. Mientras que en las democracias
los cambios en los grupos dominantes se realizan por medio de elecciones,
en las dictaduras, los cambios r'apidos de gobierno se efecttuan por la
fuerza. 19

La ley es un instrumento muy importante, utilizado por los grupos


en conflicto. Au'n los que tratan de derrocar al gobierno constituido, pro-
ponen ideologias que caracterizan sus acciones como "legales". El go-
bierno, por su parte, lucha contra los grupos agresores y los acusa de ser

18 Joseph S. Roucek, "Political Behavior as a Struggle for Power," Journal


of Social Philosophy, vi (Julio, 1941), pp. 341-361.
19 El golpe de Estado se diferencia de la revoluci6n en que ha sido orga-
nizado desde arriba, mientras que la revolucion viene de abajo. La revolucion se
caracteriza por la participacion de grandes masas humanas, mientras que el golpe
se realiza frecuentemente por miembros del propio Estado, casi siempre los militares.
El golpe de Estado, es muy frecuente en la America Latina, en donde pertenece,
bajo el nombre de pronunciamiento, a los instrumentos tradicionales de la politica.

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410 Revista Mlalexicana de Sociologi,a

ilegales o de emplear medios ilegales. De cualquier modo, la ley representa


generalmente los principios que los grupos m'as poderosos y habiles del
Estado, pueden incorporarse; de manera que hasta un grupo de presion
logra sus prop6sitos, cuando consigue que se apruebe una ley que de forma
a sus deseos. La ley, lo mismo que la politica del Estado es, en cualquier
momento un saco de muchos colores, formado por diferentes programas
y medidas. Puesto que cada grupo tiene que buscar el apoyo de la mayor
cantidad de partidarios que pueda conseguir, la moralidad se emplea para
explicar sus objetivos particulares en teSrminos de los intereses del grupo
en general, con1 la esperanza de crear una armonia de intereses totales. 20
Politicamente estas pretensiones presuponen que todos los demas gru-
pos que luchan por obtener el poder, tienen o deben tener intereses iden-
ticos a los del grupo rival. La fuerza se emplea comno ufltimo recurso,
puesto que no solamente es cara, sino tambien un arma de doble filo;
por lo tanto, lo n1ormal es que el grupo dominante trate, en todos los
ti-empos, de lograr ciertas componendas entre los grupos rivales y de
presion, para conseguir asi su apoyo. Asi pues, el politico que tiene mayor
exito es el que puede convenicer a los antagonistas y a los grupos rivales
de que se abstengan de echarse uilos sobre los otros.

Desviacioncs de las normnas de acomnodaciosn

Sin embargo, existen periodos especiales en los asuntos internos e


internacionales en los que, ya sea como resultado de una crisis o de cam-
bios acumulativos ein los acontecimientos sociales, algunos grupos desarro-
Ilan actitudes morales que se apartan notablemente de las del resto del
grupo dominante; entonces la violencia toma la forma de un crimen po-
litico. El crimen politico es la forma de un acto cometido en interes de
otro gobierno o interes de otra forma de gobierno presente o futura,
de un sistema moral o forma de sociedad. A est-e respecto, encontramos
aqui antiguos tipos de condtucta social, conocidos en todas las edades,
pero cuyos nombres parecen nuevos, tales como "quinta-columna", "gue-
rrillas", "partisanos", etc. Estos nuevos nombres pertenecen a una epoca
de guerra total, como la realizada por Hitler y Stalin. La famosa arma
secreta de Hitler no fue otra cosa que su volunitad y capacidad para desen-

20 Para un estudio detallado dc este tema, v6ase Carr, op. cit., capitulo 4, "The
Harmony of Interests", pp. 54-80.

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La Soctologi,a de la Violencia 411

cadenar la guerra total. La guerra total es aquella que va dirigida en


contra de la suma total de la existencia del enemigo, y ademas es la mo-
vilizacion de la suma total de energias y recursos de toda la nacion que se
encuentra en guerra. 21
Este concepto implica la orientacion de toda la politica nacional hacia
objetivos militares, tanto en la paz como en la guerra, siendo 'sta conce-
bida solamente como una fase aguda de la politica moral, por lo cual
los preparativos para la misma son constantes. 22

Asi pues, desde ese punto de vista, la guerra y la paz son iguales,
y cada una representa solamente una fase de la voluntad nacional en
accion. La aplicacion de esta doctrina a las recientes medidas de politica
interna e internacional en todo el mundo, ha trastornado el concepto tra-
dicional en las relaciones diplomAticas. Este tipo de guerra emplea prin-
cipios fundamentales tales como el temor, la duda, la desconfianza que,
son antiguos acompafiantes de la guerra militar. Pero su tactica y estra-
tegia inmediata tienen muy poca relaci6n con el panorama de la politica
mundial a principios del siglo. Es una operacion ofensiva relacionada
con las ofensivas diplomatica y militar, destinadas a destruir la moral en
la retaguardia del enemigo por cualquier metodo, (ya sea el terror o la
seduccion) que se considere apropiado. Se manifiesta en la estrategia
extendida que se expande detr'as de las lineas enemigas con insultos di-
plom'aticos y trampas, por una parte, y quintas columnas y simpatizadores,
por la otra. Espias, saboteadores, agentes secretos y traidores son algunos
de los elementos empleados para poner en prnactica esta estrategia y esta
t'actica.

Cuando se considera el orden social a la luz de las amargas y despia-


dadas practicas de Hitler y Stalin, que han formado el actual orden moral,
vemos cuan inu'tiles son las operaciones mentales de los que organizan
planes de estudios ideales para las escuelas, inventan esquemas ideales
para la produccion y distribucio6n de los articulos, hacen planes para u
orden internacional que se caracteriza por la ausencia de la guerra y que

21 Cyril Talls, The Nature of Modern Warfare (Nueva York: Imprenta de


la Universidad de Oxford, 1941).

22 Albert Lauterbach, "Roots and Implications of the German Idea of Mili-


tary Society", Military Affairs, V, (Spring, 1941), pp. 1-20.

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412 Revista Mexicana de Sociologia

constantemente est'an haciendo proyectos para la reorganizacion del mundo,


segun su sabiduria.23

Sus proposiciones constituyen una gimnasia mental bastante agra-


dable, pero evitan el hecho sociologico ba'sico: que todos los procesos
sociales no pueden ignorar el uso potencial de la fuerza y la violencia.
Y que el uso de la violencia (o de lo que se conoce como poder) es
condicion indispensable para lograr la acomodacion, que la paz y el orden
del mundo en la actualidad, puede y debe basarse sobre una potencia
predominante. El ejercicio de la fuerza en el terreno internacional deter-
inina la supervivencia de los estados actuales. Sin embargo, en este te-
rreno, la fuerza se encuentra menos efectivamente reglamentada que en
cutaiquier otro aspecto de la sociedad.
Pero hay otros dos puntos que tienen que observarse a este respecto.
Aun en esta epoca en que cambian los principios morales que rigen el
uso de la fuerza, la legalidad no se descuida totalmente. Tanto los nazis
como los comunistas, los conquistadores mas absolutos de la epoca, reco-
nocen la fuerza de la inoralidad, y tratani siempre de dar un tinte de
legalidad a todo lo que hacen. Aun en el terreno internaciotnal, la fuerza
que viola la moralidad demasiado cinicamente, pierde sus efectos, porque
se levanta contra una fuerza mayor.

El problema basico

Parece que la grani esperanza de las sociedades como la nuestra, ha


sido transformar el proceso social de conflicto, acomnpaniado de un uso
extensivo de la fuerza, en un proceso social de acomodacion. La actual
guerra fria parece destinada a absorber la mayor parte posible del mundo
sin obligarnos a usar la bomba atomica, que Aiierica naturalmente abo-
rrece lo mismo que los lanza-llamas, las bombas incendiarias y otros
medios de combatir el fuego con el fuego.
Desgraciadamente el estudio sociologico del problema del uso de la
fuerza no es atractivo para la mente comuin; "la guerra, dijo el Gral.
Marshall en uno de sus informes al ejercito, no ha sido elegida por los

23 Vease Josepli S. Roucek, "The Sociological \Veaknesses of Federation


Plans for Eastern Europe", Journal of Legal anid Political Sociology, (octubre, 1943)
pp. 94-116.

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La Sociologia (le la Violeucia 413

que desean apasionadarnente la paz. Ha sido elegida por los que estan
(lispuestos a recurrir a la violencia para lograr ventajas politicas". 24

24 Algunos estudios que tratan la guerra como fen6meno sociologico son:


"War in the Twentieth Century", pp. 3-38, y "War and the Social Institutions",
pp. 478-532, de Willard Waller, Ed., War in the Twentieth Century (Nueva York:
Imprenta de Dryden, 1940); Hadley Cantril, Ed., Tensions that Cause War (Ur-
bana, Ill.; Imprenta de la Universidad de Illinois, 1950), contiene una afirmacion
comun sobre la que estuvieron de acuerdo ocho sabios sociales en una conferencia
sustentada en Paris en 1948, sobre las actitudes que constituyen la agresion nacional
y las formas y medios de fomentar las actitudes que aumentan la comprensi6n in-
ternacional. H. H. Turney High, Primtitive War (Columbia, S. C.): Imprenta de
la Universidad de South Caroline, 1949; Hans Speier, "The Social Types of War",
American Journal of Sociology, XLVI (Enero, 1941) pp. 445-454; Quincy Wright,
A Study of War (2 vols., Imprenta de la Universidad de Chicago, 1942), la compi-
lacion mas extensa de material en ingles; Joseph S. Roucek, "\War and Our Culture
Pattern", Sociology and Social Research, XXV (Marzo-abril, 1941), pp. 303-312;
Roucek, "War as a Symptom of Social Crisis", Amterican Jozurnal of Economics
and Sociology, v (Julio, 1946), pp. 485-496; J. D. Clarkson y T. C. Cochran, eds.,
War as a Social Institution (Nueva York: Imprenta de la Universidad de Columbia,
1941), una valiosa colecci6n de articulos sobre Sociologia, Antropologia e Historia
de Ia guerra; Maurice R. Davie, The Evolution of War (New Haven: Imprenta de
la Universidad de Yale, 1929); L. L. Bernard, WlVar and Its Causes, (Nueva York:
Holt, 1944).

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