Pdfmachine Trial Version: Organización Y Política de La Iglesia Del Nazareno

Organización
y Política de la
Iglesia del Nazareno
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Ignacio Malca
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CURSO DE FORMACIÓN MINISTERIAL
Director Editor General

DAVID WESLEY J. VÍCTOR RIOFRÍO
Coordinador Didáctico
JORGE L. JULCA
Junta Editorial
JERRY RICE, VICERRECTOR ACADÉMICO SENDAS-COSTA RICA
GERALDO NUNES, COORDINADOR EDUCACIÓN TEOLÓGICA,
DISTRITO SURESTE PAULISTA-BRASIL
RAMÓN SIERRA, RECTOR SBN-CHILE
EDGAR BALDEÓN, VICERRECTOR ACADÉMICO STNS-ECUADOR
MACARIO BALCÁZAR, DIRECTOR ETED-PERÚ
JORGE DURÁN, PROFESOR SNS-ARGENTINA
GERMÁN ESPINOZA, RECTOR SNB-BOLIVIA
CARLOS SÁENZ, DIRECTOR ÁREA HISPANA-CARIBE
SCOTT MEADOR, RECTOR STN-GUATEMALA
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EL CURSO DE FORMACIÓN MINISTERIAL
es un proyecto editorial del Ministerio de Educación Teológica
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de la Oficina Regional de la Iglesia del Nazareno en Sudamérica
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Copyright © 2003 Iglesia del Nazareno

Casilla de correo 154; Código Postal 1629
Pilar, Buenos Aires - Argentina
al
[email protected]
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Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

Todos los derechos reservados
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Contribución Editorial
ADRIÁN H. QUIROGA
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Impreso en Argentina
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Indice
PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
UNIDAD I: MARCO DE
REFERENCIA DENOMINACIONAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
La constitución de la Iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
on 15
El pacto de conducta cristiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Asuntos morales y sociales contemporáneos . . . . . . . . . . . . 32
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Principales formas de gobierno eclesiástico . . . . . . . . . . . . . 40
Las reglas de orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
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Cambios en la conceptualización de los “Artículos de fe”

en las tres últimas Asambleas Generales . . . . . . . . . . . . . . . 67
Cambios en las “Reglas Especiales” en las tres últimas
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Asambleas Generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
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UNIDAD II: GOBIERNO LOCAL Y DISTRITAL . . . . . . . . . . . 69

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Gobierno local . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
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Gobierno distrital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
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LIBRO PARA EL ESTUDIANTE PÁG. 3

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ORGANIZACIÓN Y POLÍTICA DE LA IGLESIA DEL NAZARENO
UNIDAD III: GOBIERNO GENERAL

Y EDUCACIÓN SUPERIOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .101
Gobierno general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .101

Educación superior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .116
UNIDAD IV: MINISTERIO

Y SERVICIO CRISTIANO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .121
El ministro: Llamamiento y cualidades . . . . . . . . . . . . . . . .121

Categorías y funciones de ministerio . . . . . . . . . . . . . . . . . .122
Educación para ministros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .126
Credenciales y regulaciones ministeriales . . . . . . . . . . . . . .127
Cambios en el tratamiento del “Ministerio y servicio
cristiano” en las tres últimas Asambleas Generales . . . . . . .133
UNIDAD V: ADMINISTRACIÓN JUDICIAL

Y DEPARTAMENTOS DE LA IGLESIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . .135
Administración judicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .135

on
Departamentos de la iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .145
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BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165
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NOTAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .167
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PÁG. 4 LIBRO PARA EL ESTUDIANTE

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Prólogo
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a edición de los treinta libros que conforman el Curso de
Formación Ministerial, es el resultado de muchas conversa-
ciones mantenidas con personas que trabajan en la tarea de
capacitar a los llamados al ministerio hasta que lleguen a la orde-
nación en la Iglesia del Nazareno.
Esta colección de libros es una labor de amor que demandó el

trabajo responsable de parte de todo un equipo de personas; entre
ellas tenemos a: Cada uno de los autores que escribieron los textos
para los estudiantes y las guías para profesores; los revisores;
Jorge L. Julca, quien tuvo a su cargo la coordinación didáctica de
on
las guías para profesores que acompañan a cada libro de la colec-
ción; y J. Víctor Riofrío, quien fue el Editor General en la segunda
si
parte de este proyecto. Doy gracias a Dios por el profesionalismo
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de estas personas, que velaron por lograr y mantener un equilibrio

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entre un trabajo académico serio y a la vez adecuado a las necesi-

dades de los estudiantes con quienes trabajamos.
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Agradezco a Harvest Partners (Compañeros en la Cosecha),

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que ha respaldado este proyecto con su colaboración financiera y

con una gran disposición para invertir en los hombres y mujeres a
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los que Dios ha llamado para ser pastores y líderes de nuestras

iglesias.
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Muchas veces los hermanos que estudian y enseñan en lugares

distantes se sienten aislados y solos. Si éste es el caso de algún lector,
aprovecho esta oportunidad para animarlo. Hay personas que oran
cada día por usted. El libro que hoy tiene en sus manos es evidencia
de que hay personas e instituciones que quieren acompañarlo, con-
tribuyendo a su formación ministerial. Y lo más importante es que
Dios está con usted. Si Él lo ha llamado, también lo acompañará.
Gracias por responder al llamado de Dios. La educación no es

algo separado de la formación ministerial, es parte de la misma.
Deseo que Dios lo bendiga ricamente y que estos libros le sirvan
de apoyo para lo que Dios está haciendo y hará en su vida y en su
ministerio.
David Wesley
Coordinador Regional de Educación Teológica
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IGLESIA DEL NAZARENO, SUDAMÉRICA
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Presentación
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l Curso de Formación Ministerial es una colección de treinta
libros básicos que han sido diseñados de acuerdo a los pará-
metros establecidos en la Guía de Desarrollo Ministerial 2003-
2007 de la Iglesia del Nazareno para la Región de Sudamérica.
Bajo las cuatro dimensiones de preparación ministerial esta-

blecidas por los comités internacionales de educación teológica
(Contenido-Capacidades-Carácter-Contexto), los treinta libros que
componen esta colección constituyen el requisito educativo para la
ordenación del estudiante nazareno al ministerio cristiano.
on
La Asamblea General de 1997 dispuso que el Sistema de Educa-
ción Nazarena integre estas dimensiones en cada curso. El Manual
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de la Iglesia del Nazareno 2001-2005, pp. 182-184 (Art. 424.3), regis-
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tra esta disposición de la siguiente manera:

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. . . El carácter del instructor, la relación de los estudiantes con

al
el instructor, el ambiente, y las experiencias previas de los estu-

diantes se ligan al contenido del curso en la creación plena del
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currículo. . .
Las diferencias culturales y la variedad de recursos reque-
rirán detalles en las estructuras curriculares. . . Sin embargo,
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todos los programas que suplan los fundamentos educativos

para la ordenación al ministerio, . . . deben dar atención cui-
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dadosa a su CONTENIDO, CAPACIDADES, CARÁCTER Y

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CONTEXTO. ESTOS CUATRO ELEMENTOS ESTARÁN

ENVUELTOS, EN MAYOR O MENOR GRADO, EN TODOS
LOS CURSOS. . .
Este libro corresponde al curso de Organización y Política de

la Iglesia del Nazareno y comprende el estudio de la organización
y política de la Iglesia del Nazareno, en sus niveles local, distrital,
regional y general, tal como se presentan en el Manual (vigente) de
la Iglesia.
Al concluir este curso, el alumno estará en capacidad de:
1. Comprender los principios que sirven de marco a la orga-

nización, política y práctica de la Iglesia del Nazareno.
2. Conocer la estructura y dinámica organizacional de la Igle-
sia del Nazareno en el ámbito local y distrital.
3. Entender la organización de la Iglesia del Nazareno en el
nivel general de gobierno, así como la perspectiva que la
denominación tiene respecto al rol de la educación superior
en la misión de la iglesia.
4. Apreciar la filosofía, estrategia formativa y regulaciones
generales de la Iglesia del Nazareno respecto al Ministerio
y Servicio Cristiano.
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5. Conocer la naturaleza y regulaciones de la Administración
Judicial y de los Departamentos de la Iglesia del Nazareno.
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Introducción
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no de los desafíos más grandes que debemos enfrentar al
momento de desarrollar un curso como el que se presenta
en las páginas subsiguientes, es entender las ideas y pre-
supuestos antagónicos y polémicos referentes a lo que el Manual
de la Iglesia presenta. Esta situación se deja ver en los diferentes
ámbitos y niveles de la vida de nuestra denominación.
Razones para la no
comprensión del Manual
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En todos los tiempos se ha presentado esta lucha, abierta o
encubiertamente, directa o indirectamente; una especie de rivali-
dad entre dos libros: la Santa Biblia y el Manual. Hay varias razo-
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nes por las que se ha presentado esta lucha:

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IGNORANCIA
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El desconocimiento del contenido del Manual, de su objetivo y

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de los casi cien años de experiencia que encierra, ha originado un

aparente enfrentamiento con la Biblia. Esto ha generado situacio-
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nes problemáticas que se presentan en el desarrollo de la pastoral,

en la vida de la iglesia en sus tres niveles: local, distrito y general.
Si todos estuviéramos al tanto de lo que contempla el Manual en
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cuanto a los artículos de fe, las reglas especiales y generales, y

otros temas que dan claridad a la labor administrativa, ayudaría a
evitar la aparente pugna que algunos encuentran frente a la Biblia.
MISTICISMO
El misticismo se ve expresado en declaraciones como: “Yo soy

hombre de un solo libro”, “con la Palabra de Dios me es suficien-
te para atender cualquier asunto”. Estas declaraciones no son más
que contradicciones, porque pretenden aplicar principios del
mundo espiritual al mundo material; lo que es propio del ámbito
sagrado de la Iglesia, en el ámbito de la administración y gobierno
de la misma.
ARROGANCIA
No lo sabemos todo, ni por errores cometidos ni por aciertos.

Lo más aconsejable es aceptar las experiencias de otros, para enri-
quecernos y ser más eficientes en el desempeño de la tarea que
Dios nos ha encomendado.
A veces por nuestra arrogancia, enfrentamos innecesariamen-
te a la Biblia con el Manual. Si pudiéramos imaginar, sin ánimo de
on
ofender lo sagrado del Libro Santo, seríamos espectadores del
siguiente cuadro:
si
Un cuadrilátero de competencia de boxeo. El animador anun-
cia a los contrincantes: “En esta esquina la Santa Biblia, en la otra
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ve
esquina el Manual”. Las respectivas tribunas gritan a sus favoritos,

todos esperan el gran combate, avanzan al centro, se miran, se exa-
minan, se cuidan el uno al otro. Y cuando todos esperan el primer
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golpe para declarar un ganador, de pronto ven que se abrazan. Y

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se acabó la contienda.
Lo que estamos tratando de decir es que no existe tal enfrenta-
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miento, no hubo ni lo habrá; más bien, la Biblia y el Manual se com-

plementan conveniente y perfectamente para potenciar el ministe-
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rio.
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Mitos acerca del Manual

A pesar de que no existe una rivalidad entre la Biblia y el
Manual, lo que sí existe son los mitos que se han levantado, con la
intención de opacar la verdad y no ceder ante la luz. Estos mitos si
bien pueden ser muchos, los que aquí se mencionan son los más
encarnados en varios de los miembros y líderes de la iglesia.
EL SUPER ESPIRITUAL
Su frase favorita es: “El Manual atenta contra la autoridad de la

Palabra de Dios”. Sus declaraciones apuntan a magnificar la
Palabra de Dios y no aceptar otro libro, o el “libro negro” (Manual),
para nada. Olvida que por el sólo hecho de estar en un lugar de
ministerio, sea cual fuere, está precisamente ahí porque el Manual
lo reglamenta.
EL MANUALISTA
La frase de éste es como sigue: “El Manual tiene la respuesta

para cada situación que se presenta en la iglesia”. Generalmente esta
aseveración no proviene de quien hace uso correcto y responsable
on
del Manual en sus declaraciones y ejercicio de su labor, sino de los
otros, que lo califican como tal. Y por ende, hasta puede ser acu-
si
sado de poco espiritual.
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EL PUGILISTA CRISTIANO
Su frase favorita es: “El Manual se usa más como arma de debate
al
y contienda que como herramienta de trabajo”. Alguien, mal intencio-

tri
nado, puede tomarse de los servicios de comprensión y ayuda que

brinda el Manual para sacar ventaja sobre sus colegas de ministe-
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rio o servidores del Reino. Puede pensar que ha ganado cada

debate y avergonzado a su interlocutor por su apego y conoci-
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miento del reglamento, o viceversa.

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EL REBELDE SIN CAUSA
La frase de éste es: “El Manual exige sujeción más que la Palabra
de Dios”. Lo que generalmente sucede no es un desacuerdo con el
Manual sino con la autoridad, que de algún modo representa.
Puede ser que cuando dice “no me sujeto al Manual”, está que-
riendo decir “no me sujeto a ninguna autoridad”. Este es el prin-
cipio de la rebelión y la caída.
EL NAZARENO CÓMODO
La frase favorita de este personaje es: “El Manual es un libro

muy difícil y complicado para usar”. Algunos nazarenos piensan así
del Manual: “En honor a la verdad, no es muy atractivo. Su tamaño más
bien pequeño, sin ilustraciones ni gráficas ni nada que se parezca, lo hace
un libro poco llamativo. Y por el hecho de su formato en letras pequeñas
y páginas sucesivas no es fácil”. Pero tiene la ventaja de abordar los
temas en forma concluyente en el espacio que le corresponde, y no
sólo eso, sino que refiere y hace llamadas para mayor compren-
sión. En otras palabras es necesario y útil, pero hay que dedicarle
tiempo suficiente para comprenderlo.
on
EL CIEGO POR ELECCIÓN
si
Su frase distintiva es: “El Manual no me explica lo que debo hacer
r
en el momento cuando más lo necesito”. Se debe entender que cada

ve
situación es especial y que necesita un tratamiento particular y

específico.
A veces suponemos que con sólo ir al Manual ya tenemos el
al
curso de acción a seguir, lo cual no es cierto; y más aún, cuando se

tri
trata de asuntos que tienen que ver con personas y sus diferentes
oficios. Pero, sí tenemos en él, las pautas generales a seguir, lo cual
ne
según el momento, pueden ser el camino a la solución que estamos

buscando.
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EL DESCONTEXTUALIZADO
La frase de este último es: “El Manual fue escrito en otro tiempo
y contexto que no se aplica a mi realidad”. Tomar una tangente como
ésta no es más que perder la oportunidad de descubrir que los
casos que aborda son de aplicación general, y los principios bíbli-
cos que cita el Manual, igualmente son universales. Por otro lado,
el Manual es editado cada cuatro años con todas las enmiendas y
contextualizaciones que solicitan los delegados de todas partes del
mundo y que la Asamblea General aprueba.
Queda pues en cada uno de los amantes del saber despejar el
camino de la mente de todo impedimento que oscurezca la sana
comprensión, para que en el material que se presenta no sólo des-
cubra la ayuda que necesita, sino la claridad para seguir adelante
en el ministerio que Dios le ha dado.
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Unidad I:
Marco de referencia
denominacional
La Constitución de la Iglesia
Para orientar desde lo básico hasta los asuntos más complejos,
se ha bosquejado este libro de manera que, sin querer sustituir al
Manual, presente todos los aspectos relacionados a la organización
y política de la Iglesia del Nazareno.
on
MISIÓN, PROPÓSITO, OBJETIVO
si
“La misión de la Iglesia del Nazareno consiste en responder a

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la Gran Comisión de Cristo de id y haced discípulos a todas las

naciones (Mateo 28:19)”. “El objetivo primordial de la Iglesia del
Nazareno consiste en llevar adelante el Reino de Dios por medio
al
de la preservación y propagación de la santidad cristiana como lo

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establecen las Escrituras”.

“Los objetivos críticos de la Iglesia del Nazareno son: la santa
ne
comunión cristiana, la conversión de los pecadores, la entera san-

tificación de los creyentes, su edificación en la santidad y la sim-
hi
plicidad y poder espiritual manifestados en la iglesia primitiva del

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Nuevo Testamento, junto con la predicación del evangelio a toda

criatura” (Manual 2001-2005).
La Iglesia del Nazareno existe con el propósito de servir como
instrumento para el avance del reino de Dios mediante la predica-
ción y la enseñanza del evangelio en todo el mundo. Nuestra
comisión bien definida consiste en preservar y propagar la santi-
dad cristiana como la establecen las Escrituras, por medio de la
conversión de los pecadores, la restauración de los apóstatas y la
entera santificación de los creyentes.
Nuestro objetivo es espiritual, es decir, evangelizar como res-
puesta a la Gran Comisión de nuestro Señor de “id y haced discí-
pulos a todas las naciones” (Mateo 28:19; cf. Juan 20:21; Marcos
16:15).
CUERPO, GOBIERNO, GUÍA
La Asamblea General es el cuerpo supremo que formula doc-

trinas y legislación de la Iglesia del Nazareno.
El gobierno de la Iglesia del Nazareno es distintivo. En cuanto
a organización, es representativo -ni puramente episcopal ni total-
mente congregacional. Gracias a que tanto los laicos como los
ministros tienen igual autoridad en las unidades deliberadoras y
on
legislativas de la iglesia, existe un equilibrio de poder deseable y
efectivo.
si
Con la Biblia como nuestra guía suprema, iluminada por el
Espíritu Santo, y el Manual como nuestra declaración de fe, prácti-
r
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ca y regla oficial y de común acuerdo, anticipamos el nuevo cua-

trienio con gozo y fe inquebrantable en Jesucristo.
al
LOS ARTÍCULOS DE FE
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I. El Dios Trino
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Creemos en un solo Dios eternalmente existente e infinito, Sobe-

hi
rano del universo; que sólo Él es Dios, Creador y administrador,

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santo en naturaleza, atributos y propósito; que Él, como Dios, es

trino en su ser esencial, revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
II. Jesucristo
Creemos en Jesucristo, la Segunda Persona de la Divina

Trinidad; que Él eternalmente es uno con el Padre; que se encarnó
por obra del Espíritu Santo y que nació de la virgen María, de
manera que dos naturalezas enteras y perfectas, es decir, la Deidad
y la humanidad, fueron unidas en una Persona, verdadero Dios y
verdadero hombre, el Dios-hombre.
Creemos que Jesucristo murió por nuestros pecados, y que
verdaderamente se levantó de entre los muertos y tomó otra vez
su cuerpo, junto con todo lo perteneciente a la perfección de la
naturaleza humana, con lo cual Él ascendió al cielo y está allí inter-
cediendo por nosotros.
III. El espíritu santo
Creemos en el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Divina

Trinidad, que Él está siempre presente y eficazmente activo en la
Iglesia de Cristo y juntamente con ella, convenciendo al mundo de
on
pecado, regenerando a los que se arrepienten y creen, santificando
a los creyentes y guiando a toda verdad la cual está en Jesucristo.
r si
IV. Las Sagradas Escrituras

ve
Creemos en la inspiración plenaria de las Sagradas

Escrituras, por las cuales entendemos los 66 libros del Antiguo y
al
Nuevo Testamentos, dados por inspiración divina, revelando

tri
infaliblemente la voluntad de Dios respecto a nosotros en todo lo

necesario para nuestra salvación, de manera que no se debe
ne
imponer como Artículo de Fe ninguna enseñanza que no esté en

ellas.
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V. El pecado, original y personal
Creemos que el pecado entró en el mundo por la desobedien-

cia de nuestros primeros padres, y la muerte por el pecado.
Creemos que el pecado es de dos clases: pecado original o depra-
vación y pecado actual o personal.
Creemos que el pecado original, o depravación, es aquella
corrupción de la naturaleza de toda la descendencia de Adán,
razón por la cual todo ser humano está muy apartado de la justi-
cia original, o estado de pureza, de nuestros primeros padres al
tiempo de su creación, es adverso a Dios, no tiene vida espiritual,
está inclinado al mal y esto de continuo. Además, creemos que el
pecado original continúa existiendo en la nueva vida del regene-
rado, hasta [ser desarraigado] que el corazón es totalmente limpiado
por el bautismo con el Espíritu Santo1.
Creemos que el pecado original difiere del pecado actual, por
cuanto constituye una propensión heredada al pecado actual de la
que nadie es responsable, sino hasta que el remedio divinamente
provisto haya sido menospreciado o rechazado.
Creemos que el pecado actual o personal es la violación volun-
taria de una ley conocida de Dios, cometida por una persona
moralmente responsable.
on
VI. La expiación
r si
Creemos que Jesucristo, por sus sufrimientos, por el derrama-

ve
miento de su preciosa sangre, y por su muerte [meritoria]1 en la

cruz, hizo una expiación plena por todo el pecado de la humani-
al
dad, y que esta expiación es la única base de la salvación y que es

suficiente para todo individuo de la raza de Adán. La expiación es
tri
ne
1 Los cambios constitucionales por la Asamblea General 2001 están en proceso de

ratificación por las asambleas de distrito al tiempo de impresión del Manual. Cuando ocu-
hi
rre un cambio, las palabras nuevas se indican en cursiva, y las que se deben eliminar se
indican entre [corchetes].
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pd
misericordiosamente eficaz para la salvación de los irresponsables

y para los niños en su inocencia, pero para los que llegan a la edad
de responsabilidad, es eficaz para su salvación solamente cuando
se arrepienten y creen.
VII. [El libre albedrío] La gracia preveniente1
Creemos que la creación de la raza humana a la imagen de

Dios, incluyó la capacidad de escoger entre el bien y el mal y que,
por tanto, los seres humanos fueron hechos moralmente responsa-
bles; que por medio de la caída de Adán llegaron a ser deprava-
dos, de tal modo que ahora no pueden, por sus propias fuerzas
naturales y obras, tornar y prepararse para la fe y para invocar a
Dios. Pero también creemos que la gracia de Dios, por medio de
Jesucristo, se concede gratuitamente a todas las personas, capaci-
tando, a todos los que quieran, para tornar del pecado a la justicia,
para creer en Jesucristo y recibir perdón y limpieza del pecado, y
para seguir las buenas obras agradables y aceptas a la vista de Él.
VIII. El arrepentimiento
Creemos que el arrepentimiento, que es un cambio sincero y

on
completo de la mente respecto al pecado, con el reconocimiento de
culpa personal y la separación voluntaria del pecado, se exige de
si
todos los que por acción o propósito, han llegado a ser pecadores
r
contra Dios. El Espíritu de Dios da a todos los que quieran arre-

ve
pentirse la ayuda benigna de la contrición de corazón y la espe-

ranza de misericordia, para que puedan creer a fin de recibir per-
al
dón y vida espiritual.

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IX. La justificación,
la regeneración y la adopción
ne
Creemos que la justificación es aquel acto benigno y judicial de

hi
Dios, por el cual Él concede pleno perdón de toda culpa, la remisión

ac

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completa de la pena por los pecados cometidos y la aceptación

como justos de los que creen en Jesucristo y lo reciben como
Salvador y Señor.
Creemos que la regeneración, o nuevo nacimiento, es aquella
obra misericordiosa de Dios, por la cual la naturaleza moral del
creyente arrepentido es vivificada espiritualmente y recibe una
vida distintivamente espiritual, capaz de experimentar fe, amor y
obediencia.
Creemos que la adopción es aquel acto benigno de Dios, por el
cual el creyente justificado y regenerado se constituye en hijo de
Dios.
Creemos que la justificación, la regeneración y la adopción son
simultáneas en la experiencia de los que buscan a Dios y se obtie-
nen por el requisito de la fe, precedida por el arrepentimiento; y
que el Espíritu Santo da testimonio de esta obra y estado de gracia.
X. La entera santificación
Creemos que la entera santificación es aquel acto de Dios, sub-

secuente a la regeneración, por el cual los creyentes son hechos
libres del pecado original, o depravación, y son llevados a un esta-
do de entera devoción a Dios y a la santa obediencia de amor
on
hecho perfecto.
Es efectuada por el bautismo con el Espíritu Santo y encierra
si
en una sola experiencia la limpieza del corazón de pecado, y la
presencia permanente del Espíritu Santo, dando al creyente el
r
ve
poder necesario para la vida y servicio.

La entera santificación es provista por la sangre de Jesús, es
efectuada instantáneamente por fe, y es precedida por la entera
al
consagración; y el Espíritu Santo da testimonio de esta obra y esta-

tri
do de gracia.
Creemos que hay una distinción clara entre el corazón puro y
ne
el carácter maduro. El primero se obtiene instantáneamente como

resultado de la entera santificación; el segundo es resultado del
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crecimiento en la gracia.
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XI. La iglesia
Creemos en la iglesia, la comunidad que confiesa a Jesucristo

como Señor, el pueblo del pacto de Dios renovado en Cristo, el
Cuerpo de Cristo llamado a ser uno por el Espíritu Santo median-
te la Palabra.
Dios llama a la iglesia a expresar su vida en la unidad y comu-
nión del Espíritu; en adoración por medio de la predicación de la
Palabra, en la observancia de los sacramentos, y al ministrar en su
nombre; y, por la obediencia a Cristo y la responsabilidad mutua.
La misión de la iglesia en el mundo es continuar la obra reden-
tora de Cristo con el poder del Espíritu, mediante una vida santa,
la evangelización, el discipulado y el servicio.
XII. El bautismo
Creemos que el bautismo cristiano, ordenado por nuestro

Señor, es un sacramento que significa la aceptación de los benefi-
cios de la expiación de Jesucristo, que debe administrarse a los cre-
yentes, y que declara su fe en Jesucristo como su Salvador, y su
pleno propósito de obediencia en santidad y justicia.
Siendo el bautismo un símbolo del nuevo pacto, se puede bau-
on
tizar a niños pequeños, a petición de sus padres o tutores, quienes
prometerán la enseñanza cristiana necesaria.
si
El bautismo puede ser administrado por aspersión, afusión o
r
inmersión, según la preferencia del candidato.

ve
XIII. La Santa Cena

al
Creemos que la Cena Conmemorativa y de Comunión institui-

tri
da por nuestro Señor y Salvador Jesucristo, es esencialmente un

sacramento del Nuevo Testamento, que declara su muerte expia-
ne
toria, por cuyos méritos los creyentes tienen vida y salvación, y la

promesa de todas las bendiciones espirituales en Cristo. Es distin-
hi
tivamente para aquellos que están preparados para apreciar con

ac

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reverencia su significado, y por ella anuncian la muerte del Señor

hasta que El venga otra vez. Siendo la fiesta de Comunión, sólo
aquellos que tienen fe en Cristo y amor para los santos, deben ser
llamados a participar en ella.
XIV. La sanidad divina
Creemos en la doctrina bíblica de la sanidad divina e instamos

a nuestra feligresía a buscar oportunidad para hacer oración de fe
para la sanidad de los enfermos. Creemos también que Dios sana
a través de las agencias de la ciencia médica.
XV. La segunda venida de Cristo
Creemos que el Señor Jesucristo vendrá otra vez; que los que
vivamos en el momento de su venida, no precederemos a los que
durmieron en Cristo Jesús; mas si hemos permanecido en Él, sere-
mos arrebatados con los santos resucitados para reunirnos con el
Señor en el aire, y estaremos siempre con Él.
XVI. La resurrección,
el juicio y el destino
on
Creemos en la resurrección de los muertos, que los cuerpos
si
tanto de los justos como de los injustos serán resucitados y unidos
r
con sus espíritus -”los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrec-

ve
ción de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de con-

denación”.
Creemos en el juicio futuro en el cual toda persona compare-
al
cerá ante Dios para ser juzgada según sus hechos en esta vida.
tri
Creemos que a los que son salvos por creer en Jesucristo nues-
tro Señor y le siguen en obediencia, se les asegura la vida gloriosa
ne
y eterna; y que los que permanezcan impenitentes hasta el fin,

sufrirán eternamente en el infierno.
hi
ac

fM
pd
LA IGLESIA
I. La iglesia general
La iglesia de Dios se compone de todas las personas espiri-

tualmente regeneradas, cuyos nombres están escritos en el cielo.
II. Las iglesias particulares
Las iglesias particulares han de componerse de tales personas

regeneradas que, por autorización providencial y por la dirección
del Espíritu Santo, se asocian para tener comunión y ministerios
santos.
III. La Iglesia del Nazareno
La Iglesia del Nazareno se compone de aquellas personas que

voluntariamente se han asociado de acuerdo con las doctrinas y
gobierno de dicha iglesia, y que buscan la santa comunión cristia-
na, la conversión de pecadores, la entera santificación de creyen-
tes, su edificación en santidad, y la sencillez y el poder espiritual
manifestados en la iglesia primitiva del Nuevo Testamento, junto
on
con la predicación del evangelio a toda criatura.
si
IV. Convenida declaración de fe
r
ve
Creemos:
al
! En un solo Dios -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

tri
! Que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos,

dadas por inspiración plenaria, contienen toda la verdad
necesaria para la fe y la vida cristiana.
ne
! Que el hombre nace con una naturaleza caída y, por tanto,

está inclinado al mal y esto de continuo.
hi
ac

fM
pd
! Que los que permanecen impenitentes hasta el fin, están

perdidos eternamente y sin esperanza.
! Que la expiación por medio de Jesucristo es para toda la
raza humana; y que todo aquel que se arrepiente y cree en
el Señor Jesucristo es justificado, regenerado y salvado del
dominio del pecado.
! Que los creyentes han de ser enteramente santificados, sub-
secuentemente a la regeneración, por la fe en el Señor
Jesucristo.
! Que el Espíritu Santo da testimonio del nuevo nacimiento
y también de la entera santificación de los creyentes.
! Que nuestro Señor volverá, que los muertos resucitarán y
que se llevará a cabo el juicio final.
V. Reglas generales
Identificarse con la iglesia visible es el privilegio bendito y

deber sagrado de todos los que son salvos de sus pecados y bus-
can la perfección en Cristo Jesús. Se requiere de todos los que quie-
ran unirse a la Iglesia del Nazareno y así andar en comunión con
nosotros, que muestren evidencia de salvación de sus pecados
mediante una conducta santa y una piedad vital; y que sean lim-
on
pios del pecado innato o que sinceramente deseen serlo. Ellos
deben dar evidencia de su entrega a Dios:
r si
PRIMERO. Haciendo lo que se nos ordena en la Palabra de

ve
Dios, la cual es nuestra regla de fe y práctica.

al
SEGUNDO. Evitando toda clase de mal.

tri
TERCERO. Permaneciendo en comunión sincera con la iglesia,

no hablando mal de ella, sino totalmente comprometidos con sus
ne
doctrinas y costumbres, y participando activamente en su testimo-

nio y expansión continuos.
hi
ac

fM
pd
ORGANIZACIÓN Y GOBIERNO
I. Forma de gobierno
El gobierno de la Iglesia del Nazareno es representativo.

Estamos de acuerdo en que es necesaria una superintendencia
que complemente y ayude a la iglesia local en la realización de su
misión y objetivos. La superintendencia edificará la moral, prove-
erá motivación, proporcionará administración y asesoramiento de
métodos, y organizará y estimulará la organización de iglesias y
misiones nuevas en todas partes.
Estamos de acuerdo en que la autoridad dada a los superin-
tendentes no interferirá en la acción independiente de una iglesia
completamente organizada. Cada iglesia disfrutará del derecho de
escoger a su pastor, sujetándose a las reglas de aprobación que la
Asamblea General crea conveniente instituir. Cada iglesia también
elegirá delegados a las diferentes asambleas, administrará sus pro-
pias finanzas y se encargará de todos los otros asuntos pertene-
cientes a su vida y labor local.
II. Iglesias locales

on
La membresía de una iglesia local consistirá de todas las per-
sonas que fueron organizadas como iglesia por aquellos autoriza-
si
dos para hacerlo, y que fueron recibidas públicamente por quienes
r
están debidamente autorizadas, después de haber declarado su

ve
experiencia de salvación, su creencia en nuestras doctrinas, y su

buena voluntad para someterse a nuestro gobierno.
al
III. Asambleas de distrito

tri
La Asamblea General organizará a la feligresía en asambleas

ne
de distrito, autorizándoles la representación laica y ministerial que

la Asamblea General considere equitativa y justa, y determinará
hi
los requisitos de dichos representantes, siempre y cuando todos

ac

fM
pd
los presbíteros asignados sean miembros de su asamblea de distri-

to. La Asamblea General también fijará los linderos de los distritos
de asamblea y definirá las facultades y deberes de las asambleas
de distrito.
IV. La Asamblea General
Quiénes la forman. La Asamblea General estará formada por

delegados ministeriales y laicos en números iguales, electos a ella
por las asambleas de distrito de la Iglesia del Nazareno; por miem-
bros ex-officio que en ocasiones indique la Asamblea General; y por
delegados de distritos bajo la administración de los departamen-
tos de Misión Mundial y Crecimiento de la Iglesia de la Iglesia del
Nazareno, según lo estipule la Asamblea General.
Credenciales. El secretario de cada asamblea de distrito pro-

porcionará constancias de elección a los delegados titulares y
suplentes electos respectivamente a la Asamblea General, y tam-
bién enviará constancias de tales elecciones al secretario general
de la Iglesia del Nazareno inmediatamente después de levantarse
la sesión de la asamblea de distrito.
on
Superintendentes Generales. La Asamblea General elegirá, por
escrito, de entre los presbíteros de la Iglesia del Nazareno, tantos
si
superintendentes generales como considere necesarios, quienes
r
constituirán la Junta de Superintendentes Generales. Toda vacan-

ve
te en el cargo de superintendente general entre asambleas genera-

les, será decidida por el voto de las dos terceras partes de la Junta
General de la Iglesia del Nazareno.
al
tri
Oficiales que presiden. Un superintendente general nombrado

por la Junta de Superintendentes Generales presidirá en las sesio-
ne
nes diarias de la Asamblea General. Pero si ningún superintenden-

te general fuera nombrado, o estuviera presente, la Asamblea ele-
hi
girá a uno de sus miembros como oficial interino para presidirla.

ac

fM
pd
ENMIENDAS
Las provisiones de esta Constitución pueden ser derogadas o

enmendadas por el voto de las dos terceras partes de todos los
miembros de la Asamblea General, y por no menos de las dos ter-
ceras partes de todas las asambleas de los distritos de Fase 3 y Fase
2 de la Iglesia del Nazareno. La Asamblea General o cualquier
asamblea de distrito de Fase 3 o Fase 2 puede tomar la iniciativa
para proponer tales alteraciones o enmiendas.
El pacto de
conducta cristiana
LA VIDA CRISTIANA
La iglesia proclama gozosamente las buenas nuevas de que

podemos ser hechos libres de todo pecado para tener una nueva
vida en Cristo. Por la gracia de Dios, nosotros los cristianos debe-
mos despojarnos “del viejo hombre” -de las antiguas normas de
conducta así como de la antigua mente carnal- y vestirnos “del
nuevo hombre” - de una nueva y santa manera de vivir así como
de la mente de Cristo (Efesios 4:17-24).
on
La Iglesia del Nazareno se propone relacionar los principios
bíblicos imperecederos con la sociedad contemporánea, de tal modo
si
que las doctrinas y reglas de la iglesia sean conocidas y comprendi-
das en muchos países y en una variedad de culturas. Sostenemos
r
ve
que los Diez Mandamientos, como fueron reafirmados en el Nuevo

Testamento, constituyen la ética cristiana básica y deben ser obede-
cidos en todo.
al
Reconocemos además, que tiene validez el concepto de la con-

tri
ciencia cristiana colectiva, iluminada y dirigida por el Espíritu

Santo. La Iglesia del Nazareno, como expresión internacional del
ne
Cuerpo de Cristo, está consciente de su responsabilidad de buscar

maneras de particularizar la vida cristiana a fin de conducir a la
hi
ética de santidad.
ac

fM
pd
Al enumerar las prácticas que deben evitarse, reconocemos que

ninguna lista, por muy extensa que sea, podría incluir todas las for-
mas de maldad en todo el mundo. Por lo tanto, es imperativo que
nuestra feligresía busque fervientemente la ayuda del Espíritu para
cultivar sensibilidad hacia el mal que trasciende la mera letra de la
ley; recordemos la advertencia: “Examinadlo todo y retened lo
bueno. Absteneos de toda especie de mal” (1 Tesalonicenses 5:21-22).
Sostenemos específicamente que deben evitarse las siguientes
prácticas:
Diversiones que se opongan a la ética cristiana. Nuestra feli-
gresía, tanto en forma individual como en unidades familiares,
debe regirse por tres principios. El primero es la mayordomía cris-
tiana del tiempo libre. El segundo principio es el reconocimiento de
la obligación cristiana de aplicar las más altas normas morales de
la vida cristiana. El tercer principio es la obligación de testificar
contra males sociales tales como la violencia, la sensualidad, la
pornografía, el lenguaje blasfemo y el ocultismo, tal como son pre-
sentados por la industria comercial del entretenimiento en sus
diversas formas, así como tratar de causar el fracaso de empresas
conocidas como proveedoras de esta clase de entretenimiento.
Sugerimos que la siguiente norma dada a Juan Wesley por su
madre constituya la base de esta enseñanza de discernimiento:
on
“Todo lo que nuble tu razón, adormezca tu conciencia, oscurezca
tu sentido de Dios, o elimine el sentir de las cosas espirituales,
si
todo lo que incremente la autoridad de tu cuerpo sobre tu mente,
r
todo ello para ti es pecado”.

ve
MATRIMONIO, DIVORCIO Y/O

al
DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO

tri
El significado de divorcio en esta regla deberá incluir la “diso-

lución del matrimonio” cuando se use como sustituto legal para el
ne
divorcio.
La familia cristiana, unida en lazo común por medio de Jesu-
hi
cristo, es un círculo de amor, compañerismo y adoración que debe

ac

fM
pd
ser cultivado encarecidamente en esta sociedad en la que los lazos

familiares fácilmente se disuelven. Encargamos a los ministros y a
las congregaciones de nuestra iglesia las enseñanzas y prácticas que
fortalezcan y desarrollen los lazos familiares. En particular, exhorta-
mos a los ministros respecto a la importancia de enseñar y predicar
claramente el plan bíblico de la permanencia del matrimonio.
En la enseñanza bíblica, el matrimonio es el compromiso
mutuo de por vida entre un hombre y una mujer, y refleja el amor
sacrificial de Cristo por la iglesia. Como tal, el propósito es que el
matrimonio sea permanente, y el divorcio es una infracción a la
clara enseñanza de Cristo.
Debido a ignorancia, pecado y flaquezas humanas, muchas
personas en nuestra sociedad no cumplen a cabalidad con el plan
divino. Creemos que Cristo puede redimir a estas personas, tal
como lo hizo con la mujer junto al pozo de Samaria, y que pecar
contra el plan de Dios para el matrimonio, no sitúa a la persona
fuera del alcance de la gracia perdonadora del evangelio.
EL ABORTO
La Iglesia del Nazareno afirma lo sagrado de la vida humana

como lo ha establecido Dios el Creador, y cree que se extiende al
on
niño aún no nacido. Por lo tanto, nos oponemos al aborto induci-
do (por intervención quirúrgica o química), cuando sea utilizado
si
ya sea por conveniencia personal o para el control de la población.
r
ve
LA SEXUALIDAD HUMANA
La Iglesia del Nazareno considera la sexualidad humana como

al
una expresión de la santidad y belleza que Dios el Creador deseó

tri
dar a su creación. Es una de las formas en que se sella y expresa el

pacto entre el esposo y la esposa. Los cristianos deben comprender
ne
que en el matrimonio, la sexualidad humana puede y debe ser san-

tificada por Dios. La sexualidad humana se realiza plenamente
hi
sólo como una señal de amor y lealtad totales.

ac

fM
pd
La homosexualidad es un medio por el que se pervierte la

sexualidad humana. Reconocemos la profundidad de la perver-
sión que conduce a actos homosexuales, pero afirmamos la posi-
ción bíblica de que tales actos son pecaminosos y están sujetos a la
ira de Dios.
LA MAYORDOMÍA CRISTIANA
Significado de la mayordomía. Las Escrituras enseñan que

Dios es el dueño de todas las personas y de todas las cosas. Por lo
tanto, somos sus mayordomos tanto de la vida como de las pose-
siones. Debemos reconocer que Dios es el dueño y que nosotros
somos los mayordomos, porque daremos cuenta personalmente a
Él por el desempeño de nuestra mayordomía.
Diezmos en el alfolí. Traer los diezmos al alfolí es la costum-
bre bíblica y práctica de diezmar fiel y regularmente en la iglesia
de la que es miembro la persona. Por lo tanto, el sostenimiento de
la iglesia se basará en el plan de traer los diezmos al alfolí, y la
Iglesia del Nazareno local será considerada por todos sus feligre-
ses como el alfolí.
Recaudación y distribución de fondos. Dada la enseñanza
on
bíblica en cuanto a la contribución de diezmos y ofrendas para el
sostenimiento del evangelio y para la construcción de los edificios
si
de la iglesia, ninguna congregación nazarena debe usar método
r
alguno para recaudar fondos que desvíen de esos principios, que

ve
estorben el mensaje del evangelio, que manchen el nombre de la

iglesia, que discriminen a los pobres, o que desvíen las energías de
al
las personas en la proclamación del evangelio.

tri
Sostenimiento del Ministerio. “Así también ordenó el Señor a

los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1
ne
Corintios 9:14). La iglesia está obligada a sostener a sus ministros,

quienes han sido llamados por Dios y quienes, bajo la dirección de
hi
la iglesia, se han entregado enteramente al ministerio.

ac

fM
pd
Donativos bajo albacea y herencias. Frecuentemente las

leyes civiles no incluyen estipulaciones para distribuir la heren-
cia en forma tal que glorifique a Dios. Cada cristiano debe preo-
cuparse de preparar su testamento en forma cuidadosa y legal; y
recomendamos que al hacerlo, considere a la Iglesia del Naza-
reno y sus diversos ministerios de misiones, evangelismo, edu-
cación y benevolencia, en los niveles local, de distrito, regional y
general.
OFICIALES DE LA IGLESIA
Aconsejamos a nuestras iglesias locales que elijan como oficia-

les sólo a personas que profesen la experiencia de la entera santi-
ficación y cuyas vidas den testimonio público de la gracia de Dios
que nos llama a una vida santa; que estén en armonía con las doc-
trinas, el gobierno y las prácticas de la Iglesia del Nazareno; y que
sostengan fielmente a la iglesia local con su asistencia y sus diez-
mos y ofrendas.
REGLAS DE ORDEN
Sujetos a la ley aplicable, al Estatuto de la Personería Jurídica

on
y a los Reglamentos de Gobierno del Manual, las sesiones y los
negocios de los miembros de la Iglesia del Nazareno a nivel local,
si
de distrito y general, y los comités de la entidad jurídica serán
r
regulados y controlados de acuerdo con las Reglas de Orden, de

ve
Robert (última edición) en lo relacionado con los procedimientos

parlamentarios.
al
ENMIENDAS
tri
Las estipulaciones del Pacto de Conducta Cristiana podrán

ne
ser derogadas o enmendadas por el voto de las dos terceras par-

tes de los miembros presentes y votantes de una Asamblea
hi
General.
ac

fM
pd
Asuntos morales y
sociales contemporáneos
LO SAGRADO DE LA VIDA HUMANA
La Iglesia del Nazareno cree que la vida humana es sagrada y se

esfuerza por protegerla contra el aborto, la eutanasia, y la negación
de cuidado médico razonable a los incapacitados o a los ancianos.
Ingeniería genética y terapia genética. La Iglesia del Nazareno
apoya el uso de ingeniería genética para lograr terapia genética.
Reconocemos que la terapia genética puede conducir a la preven-
ción y curación de enfermedades, y a la prevención y curación de
males físicos y mentales. Nos oponemos a cualquier uso de inge-
niería genética que promueva injusticia social, que ignore la dig-
nidad de la persona, o que intente lograr superioridad racial, inte-
lectual o social sobre otros (eugenesia). Nos oponemos a que se
inicien estudios del ADN cuyos resultados puedan conducir al uso
del aborto humano en vez de permitir el término de la gestación.
En todos los casos la ingeniería y terapia genéticas deben regirse
por la humildad, el respeto por la dignidad inviolable de la vida
humana, la igualdad de las personas delante de Dios, y el com-
promiso de actuar con misericordia y justicia (Miqueas 6:8).
on
Eutanasia (incluyendo asistencia médica para el suicidio). Creemos
que la eutanasia (terminar intencionalmente la vida de una persona
si
que padezca de una enfermedad fatal, o de una enfermedad debili-
r
tadora e incurable, pero que no constituya una amenaza inmediata

ve
para la vida, con el propósito de terminar con el sufrimiento) es

incompatible con la fe cristiana. Esto se aplica a casos en los que la
persona que padezca la enfermedad fatal solicite o consienta la euta-
al
nasia (eutanasia voluntaria), y cuando la persona que padezca la

tri
enfermedad fatal no tenga la capacidad mental para consentir (euta-

nasia involuntaria). Creemos que el rechazo histórico de la eutana-
ne
sia por la iglesia cristiana, lo confirman las convicciones cristianas

que se derivan de la Biblia y que son céntricas en la confesión de la
hi
iglesia de su fe en Cristo Jesús como Señor.

ac

fM
pd
Permitir la muerte. Cuando la muerte humana es inminente,

creemos que se puede permitir, dentro de la práctica y fe cristiana,
retirar los sistemas de mantenimiento de vida artificial, o no some-
ter al enfermo a ellos. Esto se aplica a casos de personas que se
encuentran en estado vegetativo persistente y de aquellas para
quienes el prolongarles la vida por la aplicación de medios
extraordinarios, no les da ninguna esperanza razonable de volver
a gozar de salud.
DONACIÓN DE ÓRGANOS HUMANOS
La Iglesia del Nazareno anima a los miembros que personal-

mente no tengan objeciones, a que apoyen los donativos de órga-
nos humanos para trasplantes, indicando su deseo mediante testa-
mentos y fideicomisos.
Además, abogamos por una distribución de órganos moral y
éticamente justa a los calificados para recibirlos.
DISCRIMINACIÓN
La Iglesia del Nazareno reitera su posición histórica de com-

pasión cristiana hacia personas de todas las razas. Creemos que
on
Dios es el Creador de todas las personas, y que de una sola sangre
son todos hechos.
si
Creemos que cada individuo, cualquiera que sea su raza, color,
sexo o credo, debe gozar de igualdad ante la ley, incluyendo el
r
ve
derecho de votar, el acceso a oportunidades educativas, el acceso

a todos los sitios públicos, e igual oportunidad, de acuerdo con su
propia capacidad, de ganar su sustento libre de toda discrimina-
al
ción laboral o económica.

tri
Exhortamos a nuestras iglesias en todas partes a continuar y

reforzar programas de educación que cultiven la comprensión y
ne
la armonía raciales. También creemos que la admonición bíblica

de Hebreos 12:14 debería guiar las acciones de nuestros feligre-
hi
ses. Exhortamos a cada miembro de la Iglesia del Nazareno a

ac

fM
pd
que examine humildemente sus actitudes y acciones personales

hacia otros, como el primer paso para lograr la meta cristiana de
que todos participen en la vida de la iglesia y de toda la comu-
nidad.
MALTRATO A LOS INDEFENSOS
La Iglesia del Nazareno aborrece el maltrato de cualquier per-

sona, edad o sexo, y hace un llamado a que se aumente la con-
ciencia pública sobre el mismo a través de sus publicaciones y pro-
veyendo información educativa apropiada.
La Iglesia del Nazareno reafirma su posición histórica de que
a aquellos que actúan bajo la autoridad de la iglesia se les prohíbe
incurrir en actos de inmoralidad sexual y en otras formas de mal-
trato a los indefensos. Cuando se coloque a personas en posiciones
de confianza o autoridad, la Iglesia del Nazareno dará por senta-
do que la conducta pasada es generalmente un indicador confiable
de un probable comportamiento en el futuro.
RESPONSABILIDAD HACIA LOS POBRES
La Iglesia del Nazareno cree que Jesús mandó a sus discípulos

on
que establecieran una relación especial con los pobres de este
mundo; que la iglesia de Cristo debe, en primer lugar, mantenerse
si
sencilla y libre de toda inclinación hacia la riqueza y la extravagan-
cia y, en segundo lugar, dedicarse a cuidar, alimentar, vestir y dar
r
ve
refugio a los pobres. En toda la Biblia y en la vida y ejemplo de

Jesús, Dios ayuda y se identifica con los pobres, los oprimidos y los
indefensos en la sociedad. De la misma manera, nosotros también
al
hemos sido llamados a identificarnos y a solidarizarnos con los

tri
pobres, y no simplemente a ofrecer caridad desde posiciones de

comodidad. Sostenemos que el ministerio de compasión entre los
ne
pobres incluye actos de caridad, y a la vez, la lucha por proveerles

oportunidad, igualdad y justicia. Creemos, además, que la respon-
hi
sabilidad cristiana hacia los pobres constituye un aspecto esencial

ac

fM
pd
de la vida de todo creyente que procura tener la fe que obra

mediante el amor.
MUJERES EN EL MINISTERIO
Apoyamos el derecho de la mujer para usar sus dones espe-

ciales dados por Dios dentro de la iglesia. Afirmamos el derecho
histórico de las mujeres a ser electas y designadas a lugares de
liderato dentro de la Iglesia del Nazareno, incluyendo los oficios
de presbítera y diácona.
LA IGLESIA Y LA LIBERTAD HUMANA
Preocupados porque nuestra gran herencia protestante sea

comprendida y salvaguardada, le recordamos a nuestra feligresía
que tanto la libertad política como la religiosa, descansan sobre los
conceptos bíblicos de la dignidad del hombre como creación de
Dios y lo sagrado de su conciencia individual. Instamos a nuestra
feligresía a participar en la actividad política en apoyo de estos
conceptos bíblicos y a estar vigilantes contra cualquier amenaza a
nuestra libertad preciada.
Estas libertades están en peligro constante, por tanto instamos
on
a que elijan para los oficios públicos, en todos los niveles guberna-
mentales, a personas que crean en estos principios y que sepan res-
si
ponder ante Dios y los que los eligieron al desempeñar sus puestos.
r
Además, resistimos cualquier invasión de estos principios por gru-

ve
pos religiosos en busca de favores especiales.

Creemos que el papel de la iglesia debe ser profético y que debe
recordar constantemente a las personas que “la justicia engrandece
al
a la nación” (Provervios 14:34).

tri
LA GUERRA Y EL SERVICIO MILITAR

ne
La Iglesia del Nazareno cree que la condición ideal del mundo

hi
es la paz y que es obligación total de la iglesia cristiana usar su

ac

fM
pd
influencia para buscar los medios que hagan posible que las
naciones vivan en paz, y dedicar todas sus agencias a la propaga-
ción del mensaje de paz. Sin embargo, comprendemos que vivi-
mos en un mundo en el que las filosofías y fuerzas del mal se
enfrentan en conflicto activo contra estos ideales cristianos, y que
pudieran resultar emergencias internacionales que requieran que
la nación recurra a la guerra en defensa de sus ideales, su libertad
y su supervivencia.
Aun cuando estamos dedicados a la causa de la paz, la Iglesia
del Nazareno reconoce que el cristiano debe su lealtad suprema a
Dios y, por tanto, no intenta comprometer la conciencia de sus feli-
greses en lo relacionado con la participación en el servicio militar
en caso de guerra, aunque sí cree que el individuo cristiano, como
ciudadano, está obligado a servir a su nación en toda forma com-
patible con la fe cristiana y con el estilo de vida cristiana.
La Iglesia del Nazareno, por conducto de su secretario general,
arreglará una lista en la que todos aquellos que provean evidencia
de membresía en la Iglesia del Nazareno puedan registrar sus con-
vicciones como objetores de conciencia.
CREACIÓN
on
La Iglesia del Nazareno cree en el relato bíblico de la creación
(“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” -Génesis 1:1). Nos
si
oponemos a la interpretación impía de la hipótesis evolucionista.
r
Sin embargo, la iglesia acepta como válidos los hallazgos científi-

ve
camente verificables en geología y otros fenómenos naturales,

pues firmemente creemos en Dios como el Creador.
al
EVIDENCIA DEL BAUTISMO

tri
CON EL ESPÍRITU SANTO

ne
La Iglesia del Nazareno cree que el Espíritu Santo da testimo-

nio del nuevo nacimiento y de la obra subsecuente de limpieza del
hi
corazón o entera santificación, al ser llenos de Él.

ac

fM
pd
Afirmamos que la única evidencia bíblica de la entera santifi-

cación, o del ser llenos del Espíritu Santo, es la limpieza de cora-
zón del pecado original, por la fe, como se declara en Hechos 15:8-
9: “Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles
el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia
hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones”.
Esta limpieza se manifiesta por el fruto del Espíritu en una vida
santa. “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales
cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la
carne con sus pasiones y deseos”.
Afirmar que una evidencia especial o supuestamente física, o
un “lenguaje de oración” constituye evidencia del bautismo con el
Espíritu Santo es contrario a la posición bíblica e histórica de la
iglesia.
REVISTAS, LITERATURA, RADIO Y

OTROS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Puesto que vivimos en días de gran confusión moral, en los

que nos enfrentamos a la posible intrusión de los males modernos
en el seno sagrado de nuestros hogares por diferentes medios,
on
tales como literatura actual, radio, televisión y otros medios de
comunicación, es esencial que se observen las precauciones más
si
rígidas para evitar que nuestros hogares se vuelvan secularizados
y mundanos.
r
ve
Si bien reconocemos que esas agencias de comunicación tienen

mucho valor para la propagación del evangelio y la salvación de
las almas, deploramos el bajo nivel moral de gran parte de la lite-
al
ratura actual, de las tiras cómicas, de los artículos y fotografías que

tri
aparecen en algunas revistas y del contenido de muchos libros.

De la misma manera deploramos el contenido de muchos pro-
ne
gramas de radio y televisión y de otros medios de comunicación.

Sugerimos que la norma dada a Juan Wesley por su madre:
hi
“Cualquier cosa que debilite tu razón, que afecte la sensibilidad de

ac

fM
pd
tu conciencia, que oscurezca tu sentido de Dios o que te robe el

deleite de las cosas espirituales, cualquier cosa que aumente la
autoridad de tu cuerpo sobre tu mente, eso, para ti, es pecado”,
forme la base para esta enseñanza de discernimiento.
PORNOGRAFÍA
La pornografía es un mal que está minando la moral de la

sociedad. Los materiales impresos y visuales que degradan la dig-
nidad de la humanidad, y que son contrarios al punto de vista
bíblico de la santidad del matrimonio y lo saludable del sexo,
deben ser rechazados.
Creemos que somos creados a la imagen de Dios y que la por-
nografía degrada, explota y abusa de hombres, mujeres y niños. La
industria de la pornografía está motivada por la codicia, es enemi-
ga de la vida familiar, ha conducido a crímenes violentos, envene-
na la mente y profana el cuerpo.
A fin de honrar a Dios como Creador y Redentor, exhortamos
a una activa oposición a la pornografía por todos los medios legí-
timos y a hacer todos los esfuerzos posibles por alcanzar para
Cristo a quienes están envueltos en este mal.
on
ACTIVIDADES RECREATIVAS
si
Reconociendo la tendencia cada vez mayor hacia la falta de
r
modestia en el vestido en lugares públicos de recreación tales

ve
como playas y piscinas, le recordamos a nuestra feligresía nuestro

concepto tradicional de “modestia como conviene a la santidad”,
y exhortamos a practicar un criterio cristiano en el asunto de nadar
al
o asolearse en lugares públicos.

tri
ABUSO DE SUSTANCIAS QUÍMICAS

ne
La Iglesia del Nazareno sigue oponiéndose fuertemente al

hi
abuso de sustancias químicas como mal social. Animamos a los

ac

fM
pd
miembros de la iglesia a tomar parte activa y sumamente visible

en la educación relacionada con el abuso de sustancias químicas, y
la incompatibilidad de su uso con la experiencia cristiana y una
vida santa.
USO SOCIAL DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS
La Iglesia del Nazareno se opone públicamente al uso social de

bebidas alcohólicas. Animamos a las agencias y organizaciones
cívicas, laborales, comerciales, profesionales, sociales, voluntarias
y privadas a ayudar en campañas contra el uso social de bebidas
alcohólicas, para contrarrestar la publicidad y la promoción por
medios masivos de comunicación de tales bebidas como social-
mente aceptables.
EL TABACO, SU USO Y PUBLICIDAD
La Iglesia del Nazareno exhorta a su feligresía a hacer pública

su oposición al uso del tabaco, por el peligro que representa para
la salud y por ser un mal social. Nuestra posición histórica se basa
en la Palabra de Dios, en donde se nos amonesta a mantener nues-
on
tro cuerpo como templo del Espíritu Santo (1 Corintios 3:16-17;
6:19-20).
r si
VIH/SIDA
ve
Desde 1981, el mundo se ha enfrentado a una enfermedad

al
sumamente devastadora conocida como VIH/SIDA. En vista de la

profunda necesidad de los que sufren de tal enfermedad, la com-
tri
pasión cristiana nos motiva a obtener información precisa acerca

del VIH/SIDA. Cristo desearía que halláramos la forma de comu-
ne
nicar su amor y preocupación por estas personas sufrientes en

todos los países del mundo.
hi
ac

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pd
Principales formas
de gobierno eclesiástico
Las Escrituras enseñan que había un orden en la iglesia primi-
tiva. Eso lo podemos observar, por ejemplo, cuando leemos las
cartas pastorales (1, 2 Timoteo y Tito), donde se indica que había
un orden en cuanto a las reuniones, regulaciones dentro de la igle-
sia para el liderazgo, y otras ordenanzas.
Según algunos estudiosos, a lo largo de la historia de la iglesia
se han desarrollado por lo menos cinco formas de gobierno ecle-
siástico. (1) Papado, donde la Iglesia Católica Romana sostiene que
la autoridad suprema y final se encuentra en el Papa; (2) Congre-
gacional, donde las Iglesias Congregacionales opinan que la auto-
ridad se encuentra en las congregaciones separadas; (3) Episcopal,
que sostiene que la autoridad se expone en una orden superior de
ministerio; (4) Presbiteriano, que asegura que la autoridad descan-
sa en el ministerio y en los laicos juntamente; y (5) Metodista, que
asegura que la autoridad se pone principalmente en presbíteros de
la iglesia.
Sin embargo, la mayoría de escritores opinan que estas cinco
formas de gobierno de la iglesia, pueden reducirse a tres: (1)
on
Episcopal; (2) Presbiteriano; y (3) Congregacional; las mismas que
a continuación explicamos más ampliamente.
si
EPISCOPAL
r
ve
En este sistema de gobierno, llamado también “gobierno abso-

luto”, ciertos oficiales son reconocidos como obispos (episcopos en
al
griego) que sirven como supervisores. El gobierno local de la igle-

tri
sia descansa enteramente sobre el obispo. Él es el centro de la auto-

ridad.
No hay que olvidar que la iglesia primitiva tenía obispos. Si es
ne
cierto que degeneró, no quiere decir que no sirve. Bien aplicado,

este sistema permite al pastor o siervo del Señor recibir y ejecutar
hi
ac

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la visión recibida de lo alto. Un ministro responsable no le debe

tener temor. Dios da la visión a ciertos hombres, visión que a veces
no es entendida por todos los miembros del equipo eclesiástico.
Puede ser truncada por el capricho humano.
El sistema permite que un funcionario de verdadera responsa-
bilidad pueda rodearse de personas sabias que compartan la
visión. ¿Qué pensaría un gobernante de un país democrático si el
pueblo le eligiera el gabinete ministerial? Si tuviera ministros opo-
sitores, seguro que no podría gobernar.
Tenemos que reconocer que el gobierno episcopal tiene tre-
mendos peligros. Fácilmente pueden aparecer algunos “infalibles”
con voz “ex-cátedra” que se convierten en dictadores, monopoli-
zando el pensamiento de los demás. Todo tiene sus más y sus
menos, pero el sistema episcopal tiene más estabilidad adminis-
trativa. El problema es que no se acepta consejo ni opinión contra-
ria a la del jefe. Pero, buscando lo bueno en esta forma de gobier-
no, vemos que con este sistema el gobierno ha de ser eficaz.
PRESBITERIANO
La autoridad, en este sistema de gobierno, reside en:

on
! Primero, en el Consistorio que está formado por los ancia-
nos gobernantes, que representan la iglesia, y el pastor.
si
! Segundo, en el Presbiterio, que está formado por todos los
pastores y un anciano gobernante de cada congregación.
r
ve
! Tercero, en el Sínodo, que está formado por pastores y

ancianos de tres o más Presbiterios.
! Cuarto, en la Asamblea General, que se forma por pastores
al
y ancianos delegados de todos los Presbiterios. Este es el

tri
último tribunal de la Iglesia Presbiteriana.

ne
Los visos del sistema presbiteriano se remontan a los días de

Moisés. Por recomendación de su suegro, él nombró ancianos para
hi
que le ayudaran en la dura tarea de dirigir al pueblo. Luego en la

ac

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pd
iglesia primitiva se nombraron diáconos para ayudar en la admi-

nistración. Después fue muy débil la presencia del gobierno pres-
biteriano hasta el tiempo de la Reforma cuando los reformadores,
cansados del opresor sistema romano que había degenerado
ostensiblemente, optaron por este sistema. Por contrarrestar un
mal buscaron otro, pues el sistema se hizo demasiado fuerte a tal
forma que la mayoría de las iglesias de la Reforma fueron duras y
celosas en sus principios éticos.
El sistema presbiteriano es diversificado. No en todas partes
funciona de la misma manera. Los que lo emplean han tenido en
cuenta la idiosincrasia de los pueblos.
El sistema presbiteriano es ejercido por presbíteros o ancia-
nos, palabra que significa “experimentados”. Es un gobierno
descentralizado con ciertas modificaciones. En el principio las
relaciones entre iglesias sirvieron mucho para el crecimiento y
extensión.
Con esta forma se celebran convenciones. Las iglesias envían
delegados con facultad para dar informes y legislar en favor de las
iglesias. Este sistema de representación falla cuando mengua espi-
ritualmente y tiende a convertirse en sindicato religioso, resultan-
do en gran daño para la obra del Señor. Con todo lo deficiente que
sea en la parte humana, redunda para el bien el consejo de líderes
on
experimentados.
si
CONGREGACIONAL
r
ve
A esta forma de gobierno a veces se lo ha denominado “inde-

pendiente”. Otras veces, se lo ha llamado “democrático”, por invo-
lucrar mayor participación. La autoridad reside en la Iglesia local.
al
He aquí tres verdades que ellos afirman.

tri
! El poder gobernativo reside en la Iglesia y no en los obispos

ne
o ancianos.
! La mayoría es la que manda; la minoría debe someterse a
hi
los juicios de la mayoría.

ac

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pd
! El poder de la Iglesia no puede transferirse o enajenarse; y

la acción de la Iglesia es final.
El gobierno congregacional es considerado por los que lo

siguen como el ideal, como el único que tiene bases bíblicas. De
veras es bueno el sistema mientras la congregación conserve el
nivel espiritual requerido para soportar los rechazos producidos
por los desacuerdos en la opinión. Una congregación con este sis-
tema de gobierno, si mantiene la vida espiritual a alto nivel, puede
llegar muy lejos. Se presta para emplear el verdadero cooperati-
vismo. “La unión hace la fuerza”. El problema es que si la vida
espiritual es deficiente, el sistema puede acabar con la iglesia. No
es posible que un grupo de personas ajenas a los intereses de Dios
administre su obra.
Los que son partidarios de este sistema ponen énfasis en la
autonomía de la iglesia y la no injerencia de otros. Cada congre-
gación ordena sus propios ministros. Rechaza la relación organi-
zacional entre iglesias. Insisten en la autonomía. Declaran como
antibíblica cualquier autoridad eclesiástica más allá de la local.
Tienen convenciones y envían delegados, pero aducen que son fra-
ternales. Las decisiones tomadas en la convención no tienen auto-
ridad sobre la iglesia local, sólo se reciben como recomendaciones.
on
Después de analizar en forma somera los diferentes sistemas
si
de gobierno, llegamos a la conclusión que necesitamos uno que
sea afin al ministerio de la iglesia.
r
ve
Sin duda, varias adaptaciones se han hecho de estas tres for-

mas de gobierno a lo largo de la historia. Además, han surgido
ramificaciones, pero que en última instancia encajan dentro de
al
estas tres.
tri
Todas estas formas de gobierno son sostenidas con la firme

convicción de que son lo que más se asemeja a la organización y
ne
gobierno de la Iglesia Primitiva.

El obispo Weaver, citado por el Wiley y Culbertson, atinada-
hi
mente establece una opinión equilibrada al respecto, cuando dice:

ac

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pd
Es nuestra opinión, que la forma de gobierno en el Nuevo

Testamento no fue exclusivamente Episcopal, ni Presbiteriana,
ni Congregacional, sino una combinación de ciertos elementos
de todos. De un examen cuidadoso de toda la cuestión, conclui-
mos que estamos en armonía con la práctica y escritos de los
apóstoles al decir que la autoridad en la Iglesia visible es pues-
ta en el ministerio y en los laicos juntamente.2
La Iglesia del Nazareno tiene un gobierno representativo,

como se explicó cuando hablamos de la “forma de gobierno” (p.
25). Esto permite que nuestra Iglesia no se vaya a los extremos del
episcopalismo y del congregacionalismo.
Las reglas de orden

Las leyes parlamentarias son un conjunto de reglas que gobier-
nan el procedimiento en todas las asambleas deliberativas. Es un
sistema de reglas de orden que ayudan a la rápida y eficiente
transacción de negocios en una asamblea deliberativa.
Como se aclaró en páginas anteriores, el Manual de la Iglesia
del Nazareno, recomienda usar para cualquier reunión deliberati-
on
va las Reglas de orden de Robert. A continuación se presenta una
recopilación de las ideas más importantes.
r si
REGLAS PARLAMENTARIAS
ve
Agregando a lo antes dicho, tenemos que decir que, las reglas

parlamentarias son un sistema de reglas de orden que ayudan a la
al
rápida y eficiente transacción de negocios en una asamblea deli-

tri
berativa. En la práctica parlamentaria hay tres clases de reglas que

gobiernan la asamblea:
ne
2 Wiley y Culbertson. Introducción a la teología cristiana. Kansas City: Casa Nazarena

hi
de Publicaciones, 1982., p. 415.

ac

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pd
Clases de reglas
Reglas generales: Son aquellas que se usan general y común-

mente en todas las asambleas deliberativas donde se discuten
asuntos y se toman decisiones.
Reglas especiales: Son aquellas que adopta una organización
para satisfacer sus necesidades particulares. Son guías especial-
mente diseñadas para una organización particular y no se aplican
a otros grupos.
En caso de conflicto entre ambas reglas, las reglas especiales
toman anterioridad sobre las reglas generales.
Excepciones: Estas son, como su nombre lo indica, excepciones
a las reglas generales.
Principios de procedimiento
parlamentario
1. El propósito de los procedimientos parlamentarios es hacer

más fácil, para los miembros de un comité, el trabajar jun-
tos y ayudar a que los grupos logren sus objetivos, las
reglas de procedimiento deben ayudar a una reunión, no
inhibirla.
on
2. En una reunión se puede tratar un sólo asunto a la vez.
3. Todos los miembros tienen derechos iguales, privilegios y
si
obligaciones por igual. La responsabilidad principal del pre-

r
sidente es usar la autoridad del puesto para asegurar que se

ve
trate a todas las personas que asisten a una asamblea, por

igual; por ejemplo, no permitir el dominio de los debates por
al
un determinado miembro o subgrupo de miembros.

4. La votación de la mayoría, es la que decide. En un comité,
tri
cada miembro deberá estar de acuerdo a ser gobernado por

el voto de la mayoría. Las Reglas parlamentarias permiten a
ne
una reunión, determinar el deseo de la mayoría de aquellos

que asisten a una reunión.
hi
ac

fM
pd
5. Los Derechos de la minoría deben protegerse en todo

momento. Aunque la última decisión descansa sobre la
mayoría, todos los miembros tienen igualdad de derechos
esenciales, como el derecho a ser escuchado y el derecho de
oposición. Los derechos de todo miembro, ya sea que perte-
nezcan a la mayoría o minoría, deberán de ser de la preocu-
pación de cada uno de los miembros, puede darse el caso de
que una persona esté en la mayoría en una cuestión, pero
podría ser de la minoría en la próxima.
6. Cada asunto a tratarse en una reunión, deberá ser presen-
tada para la discusión y la decisión tomada deberá discu-
tirse totalmente. El derecho de cada miembro para hablar
en cualquier asunto es tan importante como el derecho de
que cada miembro vote.
7. Cada miembro tiene el derecho de entender el significado de
cualquier asunto presentado a una asamblea, y saber qué
efecto tendrá una decisión sobre él. Un miembro siempre
tiene el derecho de pedir información sobre cualquier moción
que no entienda completamente. Es más, todas las reuniones
deben caracterizarse por la limpieza y por la buena fé. La
estrategia parlamentaria es el arte de usar procedimientos
legítimos para apoyar o derrotar una propuesta.
on
Términos parlamentarios
si
Para comprender el procedimiento parlamentario, debemos
r
familiarizarnos con algunos términos:

ve
Acta: Es el registro oficial de los procedimientos en una reunión.

Asamblea: Significa la organización o sociedad.
al
Asunto inconcluso: Es aquel que proviene de una reunión

tri
anterior. No debe calificarse como “asunto viejo”.

Ceder: Significa dar la preferencia a otro.
ne
Cuestión: Es el asunto ante la asamblea.

Enmendar: Es modificar, cambiar o mejorar una moción. Esto
hi
puede hacerse antes de que la moción se adopte o rechace.

ac

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pd
Ex-officio: Significa por virtud del oficio. El presidente no es

miembro ex-officio de ningún comité excepto por regla especial de
la organización. Si una organización adopta un reglamento que
hace a su presidente miembro de todos los comites excepto del
comité nominativo, el presidente podrá presentar mociones, hablar
en favor o en contra de ellas, y votar. El presidente no es contado al
determinar la presencia de un quórum, y el vicepresidente no
puede sustituirlo.
Moción: Es una proposición formal para que se tome determi-
nada acción.
Presidencia: Es el oficial que preside.
Pro tem: Significa provisional. Este término generalmente se
aplica al oficio de secretario. En ausencia del secretario, la presi-
dencia no tiene derecho de designar un secretario pro tem o provi-
sional sin el permiso de la asamblea.
Quórum: Es el número de miembros que deben estar presentes
a fin de que las negociaciones sean legales.
Resolución: Es una moción principal generalmente extensa,
por lo que debe presentarse por escrito. Puede contener o carecer
de preámbulo, presentando las razones para la resolución.
Reunión y sesión: Estos términos son mal usados con frecuen-
cia. Una convención es una serie de reuniones. Consiste en dos o
on
tres reuniones diarias por varios días. Todas las reuniones juntas
constituyen una sesión.
si
Secundar: Es aprobar una moción que se ha presentado.
r
Algunas mociones requieren secundarse; otras, no.

ve
Sesión ejecutiva: Es toda reunión de la asamblea en la que los

procedimientos son secretos. Sólo los miembros, los invitados
especiales y los empleados u oficiales que la asamblea autorice
al
pueden asistir a la reunión.

tri
MOCIONES
ne
Por conveniencia, las mociones pueden ser clasificadas en:

hi
ac

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1. La Moción Principal
2. Las Mociones Subsidiarias
3. Las Mociones Privilegiadas Mociones Secundarias
4. Las Mociones Incidentales
Las mociones de la segunda, tercera y cuarta clases (las Subsidia-

rias, las Privilegiadas e Incidentales) se llaman a menudo Mociones
Secundarias, para distinguirlas de las Mociones Principales.
Antes de examinar cada uno de los cinco tipos de mociones,

uno debe entender el concepto de orden de precedencia de las
mociones. Este concepto se basa en el principio de que una asam-
blea puede tratar un sólo asunto a la vez. Una vez que una moción
está ante una asamblea, debe adoptarse o debe rechazarse por
medio de votación o la asamblea deberá disponer del asunto de
alguna otra manera, antes de que cualquier otro asunto pueda ser
tratado. Bajo este principio, una moción principal puede hacerse
sólo cuando ninguna otra moción esté pendiente.
La moción principal
La moción principal es una moción que presenta un asunto

on
ante la asamblea. Porque la asamblea puede tratar sólo un asunto
a la vez, ocho mociones principales sólo pueden tratarse cuando
si
ninguna otra moción está pendiente. Una moción principal se
sitúa en el orden más bajo de precedencia.
r
ve
Cuando una moción principal se ha promovido por un miem-

bro y secundado por otro miembro y, se ha referido la moción a la
asamblea por el presidente, la asamblea no puede considerar otro
al
asunto hasta que esa moción se haya resuelto o hasta que alguna
tri
otra moción de precedencia más alta se haya propuesto, secunda-

do y aceptado por la presidencia.
ne
A menos que la moción principal sea muy pequeña y simple,

el promotor de la moción deberá presentarla por escrito a la secre-
hi
taría de la presidencia.
ac

fM
pd
Una moción principal no debe interrumpir a otro portavoz,

requiere un secundario, es debatible, es más bajo en el rango o pro-
cedimiento, puede ser enmendada, no puede aplicarse a cualquier
otra moción, puede ser reconsiderada y requiere un voto de la
mayoría.
Cuando una moción ha sido hecha por un miembro y secun-
dada por otro, se vuelve la propiedad de la reunión. El promotor
y secundador, no pueden retirar la moción a menos que la asam-
blea esté de acuerdo.
Las mociones subsidiarias

Las mociones subsidiarias son aquellas que ayudan a una
asamblea, a tratar o disponer de una moción principal (y a veces
otras mociones). Las mociones subsidiarias se enlistan debajo en
orden ascendente de importancia. Cada una de las mociones
toman la precedencia sobre la moción principal y sobre cualquie-
ra o todas las mociones listadas antes de ella.
Las siete mociones subsidiarias son:
(1) Pospuesta indefinidamente: Contrariamente a lo que su
nombre indica, ésta es una moción que no se desea posponer, acer-
ca de una moción a suprimir o dar por terminada una moción
on
principal pendiente.
Si una moción principal penosa, es llevada ante la asamblea,
si
un miembro puede proponer deshacerse de la pregunta (sin traer-
r
la a votación directa), cambiándola a posponerla indefinidamente.

ve
Semejante movimiento puede hacerse en cualquier momento

excepto cuando un portavoz tiene la voz. Si la moción pasa, mata
al
el asunto en consideración. Requiere un seguidor, puede debatir-

se (incluso el Debate en la moción principal), no puede enmendar-
tri
se, sólo puede revisarse si la moción pasa, y requiere votación

mayoritaria.
ne
(2) Enmienda: Una enmienda es una moción para cambiar las

hi
palabras u omitir las palabras de la moción original. El cambio

ac

fM
pd
normalmente es para aclarar o mejorar la redacción de la moción

original y debe, claro, ser pertinente a esa moción.
Una enmienda no puede interrumpir a otro portavoz, debe
secundarse, es discutible si la moción a ser enmendada lo es,
puede ser así misma enmendada por una enmienda a la enmien-
da, puede ser reconsiderada y requiere de la mayoría de votos,
aún cuando la moción a ser enmendada requiera dos de tres ter-
cios de votos para ser adoptada.
La presidencia debe permitir la discusión plena de la enmien-
da (siendo cuidadoso al restringir el debate a la enmienda, no a la
moción original) y deberá tener cubierta entonces sólo la enmien-
da, asegurándose que los miembros sepan que están votando por
la enmienda y no sobre la moción original.
Si la enmienda es derrotada, otra enmienda puede proponer-
se, se procederá entonces, al debate de la nueva enmienda sobre la
moción original.
Si la enmienda es aprobada, la asamblea no vota inmediata-
mente de aprobada la moción enmendada porque no se permitie-
ron las discusiones del principal de la moción original durante el
debate de la enmienda, pudiera haber miembros que quieran
hablar ahora en el asunto tratado en la moción original.
Otras enmiendas que también pueden ser propuestas, con tal
on
de que no alteren o anulen las enmiendas pasadas. Finalmente, la
asamblea votará por “la Moción como enmendada” o si ninguna
si
de las enmiendas no son aprobadas, se debatirá sobre la(s) mocio-
r
ne(s) originale(s).
ve
(3) Referencia: Cuando es obvio que la asamblea no tiene bas-

tante información para tomar una decisión sabia o cuando parece
al
aconsejable hacer que un grupo pequeño trabaje en detalles que

tri
tomarían mucho tiempo a la asamblea en pleno, un miembro

puede promover; “Que la pregunta se refiera a un subcomité” (o a
ne
un comité no nombrado).
Una moción para referencia no puede interrumpir a otro porta-
hi
voz, debe secundarse, sólo es discutible acerca de la conveniencia o

ac

fM
pd
prudencia de referencia, puede enmendarse, puede revisarse si el

grupo al que se ha enviado la referencia no ha empezado ningún
trabajo en la materia y requiere de la mayoría de votos.
Si una moción para referencia se aprueba, el comité al que se
envía debe reportar la referencia a una asamblea subsecuente. A
veces la moción para referencia declarará el tiempo que un infor-
me requerirá.
(4) Pospuesta a un cierto tiempo: Si una asamblea prefiere

considerar una moción principal después en la misma reunión o
en una subsecuente, no puede promover posponer una moción a
un tiempo determinado, pues el tiempo es determinado en la
moción a posponer. Semejante moción puede promoverse sin
tener en cuenta cuánto debate ha habido en la moción que se pro-
pone posponer.
Una moción puede posponerse definitivamente a un tiempo
específico o hasta después de que algunos otros asuntos de nego-
cios se han resuelto.
Cuando el tiempo al que una moción se ha pospuesto ha llega-
do, la persona en la presidencia deberá presentar las mociones pos-
puestas inmediatamente a la reunión para su consideración. Si otro
asunto de negocios se está discutiendo en ese momento, el presi-
on
dente deberá presentar el documento pospuesto después de que los
otros puntos se han concluido. Si la asamblea, al presentar proponer
si
la pospuesta de la moción original ha instruido que se dé prioridad
en el momento de su presentación (es decir, emitió una “Orden
r
ve
Especial”), la moción pospuesta interrumpe cualquier asunto de

negocios en la sala en ese momento. Por esta razón, cualquier
“ORDEN Especial” requiere de dos tercios de votos de la mayoría.
al
Una moción para posponer por tiempo definido no puede inte-

tri
rrumpir a otro portavoz, debe ser secundada, sólo es discutible

acerca de la conveniencia o prudencia de posponer y de posponer
ne
a un cierto tiempo, puede enmendarse, puede revisarse, y requie-

re un voto de la mayoría si el aplazamiento tiene un impacto sobre
hi
la reunión subsecuente sin embargo, si el aplazamiento todavía es

ac

fM
pd
a un tiempo más tarde en la misma reunión, el efecto es enmendar

la agenda de esa reunión, y la moción requiere por consiguiente,
de dos terceras partes de la mayoría de los votos.
(5) Limite o extienda el tiempo del debate: Una moción para
limitar el debate, cambian las reglas normales del debate. Por
ejemplo, podría limitar el tiempo del debate entero (como, “Yo
propongo que el debate sobre esta moción sea limitada a 15 minu-
tos”), o puede limitar el tiempo de cada portavoz (diciendo:
“Propongo que el debate sobre esta moción sea limitada a dos
minutos por cada portavoz”).
Una moción para extender los permisos en los tiempos de
debate, permiten una gran participación de los miembros del
comité, así como extender el tiempo usual que dura una sesión del
comité.
Una moción para limitar o extender el tiempo de debate (en
una materia o para la reunión entera) no puede interrumpir a un
portavoz, debe secundarse, no es discutible, puede enmendarse,
puede revisarse y requiere dos tercios de la mayoría.
(6) Las preguntas anteriores (para votar inmediatamente):
Esta es una táctica para cerrar el debate sobre una moción. Esta
normalmente se realiza cuando el debate es demasiado extenso y
on
repetitivo. Un miembro del comité levanta su mano y dice:
“Propongo que la pregunta (si se acepta o se rechaza la moción),
si
se haga en este momento”.
r
Una moción para poner la pregunta anterior, (es decir, votar

ve
inmediatamente sobre la moción que está siendo debatida), no

puede interrumpir a otro portavoz, debe secundarse, no es discu-
al
tible, no es enmendable y requiere el voto de dos terceras partes de

tri
la mayoría. Este requerimiento es importante para la protección

del proceso democrático. Sin él, una mayoría momentánea de sólo
ne
un voto, podría negarle a otros miembros cualquier oportunidad

de discutir cualquier medida de “mayoría” necesaria para aceptar
hi
o rechazar una moción. Tal moción puede ser reconsiderada, pero

ac

fM
pd
si el voto fue afirmativo, puede ser reconsiderada sólo antes de

cualquier voto que haya sido tomada, es decir, sólo antes de que la
pregunta anterior se haya puesto.
Una moción para poner la pregunta anterior, tiene preceden-
cia sobre de todas las otras mociones listadas en esta sección,
excepto la moción que está por ponerse a discusión (vea la próxi-
ma sección), si la moción para que la pregunta sea hecha, es acep-
tada, la presidencia procede inmediatamente a realizar la vota-
ción, sobre la pregunta que estaba debatiéndose. Lo que significa
que el promotor de la moción, pierde su derecho a cerrar el deba-
te. Si la moción es rechazada, el debate sobre la moción anterior
continuúa como si no hubiera habido ninguna interrupción.
La moción para poner la pregunta anterior, es el único método
apropiado de asegurarse que la votación se realice inmediatamen-
te. Los miembros quienes dicen: “¡Pregunta!” en un intento por-
que la presidencia realice la Pregunta inmediatamente, deberá ser
considerada como fuera de Orden. La única situación en la cual los
miembros pueden propiamente exclamar: “¡Pregunta!”, es aquella
donde responden a la presidencia, cuando ésta hace la pregunta a
la asamblea: “¿Están listos para la Pregunta?”.
on
(7) La Mesa (ponga sobre la mesa): A veces una asamblea
desea dejar una moción principal a un lado temporalmente sin que
si
se tomar ningún tiempo para aceptar o rechazar dicha acción, pero
r
con el acuerdo que la moción pueda ser retomada en cualquier

ve
momento en que la mayoría lo solicite. Esto se lleva a cabo por una

moción sobre la mesa o por ponerla en la mesa.
al
La moción tiene efecto de retrasar la acción sobre una moción

principal. Si en una reunión subsecuente, no se levanta la pregun-
tri
ta de la mesa, el efecto sobre la moción de la mesa, es prevenir la

ación a tomarse sobre la moción principal. De hecho, en lugar de
ne
aceptar o rechazar una moción, una reunión a veces optará por

“enterrrarla”.
hi
ac

fM
pd
Las reglas de Robert dicen, “Ninguna moción o mociones pue-

den ponerse en la mesa aparte de las mociones a las cuales están
adheridas o a las cuales serán adheridas; y si cualquiera de ellas es
puesta sobre la mesa, todas las demás van a la mesa juntas”. Por
ejemplo, una moción puede haber sido hecha y una enmienda pro-
puesta a la misma. La enmienda propuesta se “adhiere” a la
moción principal. Si la asamblea quiere que se ponga en la mesa
cualquiera de las mociones, deberán ponerse sobre la mesa a
ambas. En este ejemplo, si a la asamblea no le gustó la enmienda
propuesta, pero desean analizar la moción principal, el procedi-
miento correcto sería no ponerlas a ambas sobre la mesa, sino
rechazar la enmienda. El debate entonces, deberá enfocarse en la
moción principal.
Las mociones privilegiadas
Al contrario de las mociones subsidiarias o incidentales, las

mociones Privilegiadas no tienen relación al asunto pendiente,
pero tiene que ver con las materias especiales de nivel inmediato y
pasando por alto la importancia que, sin el debate, debería ser per-
mitido para interrumpir la consideración de cualquier otra cosa.
on
Las mociones privilegiadas se listan a continuación, en orden
ascendente de jerarquía. Cada una de las mociones subsecuentes,
si
toman precedencia sobre la moción principal, cualquier moción
subsidiaria y cualquiera o todas las mociones privilegiadas están
r
ve
listadas antes.
Las Cinco Mociones Privilegiadas son:
al
(1) Órdenes del Día: “Orden del Día” significa la Agenda o los
tri
Asuntos a ser atendidos en la Asamblea. Si la Orden del Día no se

sigue, o si la consideración de una pregunta ha sido hecha para
ne
efectuarse dentro de la Agenda y es la que sigue a continuación,

pero no es considerada durante la reunión, un miembro puede
hacer la solicitud de que se tome en cuenta la Orden del Día, a
hi
ac

fM
pd
menos que la asamblea decida por votación de las dos terceras

partes de la mayoría, hacer la Agenda a un lado.
Tal moción puede ser interrumpida por otro portavoz, no
requiere secundador, no es debatible, no es enmendable y no
puede ser reconsiderada.
Si la presidencia admite que el orden de los asuntos ha sido
violada y regresa al orden establecido, no se requiere de la vota-
ción. Si la presidencia determina el orden de la agenda no ha sido
violada, sus reglas se sostienen a menos que un miembro desee
cambiar la regla. Una moción para sostener a la presidencia por
una mayoría de votos.
(2) Pregunta o punto de privilegio: Si una situación está afec-

tando el desarrollo, la conveniencia, la integridad, los derechos o
privilegios de una reunión o de un miembro del comité, (por ejem-
plo, ruido, ventilación inadecuada, la introducción de un asunto
confidencial en la presencia de invitados, etc.), un miembro puede
subir un punto de privilegio que le permite interrumpir un asun-
to pendiente y establecer una petición o moción. (Si una moción es
hecha, debe ser secundada). La moción también podría considerar
la reputación de un miembro del comité, un grupo de miembros,
la asamblea o la Asociación en conjunto.
Si el asunto no es simple del todo, para ser analizado infor-
on
malmente, la presidencia decidirá acerca de si se admite como una
pregunta de privilegio y si requiere la consideración antes de que
si
el asunto pendiente se reasuma. Un punto de privilegio también
r
puede usarse para buscar permiso de la reunión para presentar

ve
una moción de caracter urgente.
(3) Receso: Un miembro puede proponer una intermisión corta

al
en una reunión, incluso mientras el asunto está pendiente, propo-

tri
niendo un Receso de un tiempo determinado.

Una moción para tomar un Receso, no puede interrumpir a
ne
otro portavoz, debe secundarse, no es discutible, puede enmen-

darse (por ejemplo, para cambiar el tiempo del Receso), no puede
hi
revisarse y requiere el voto de la mayoría.

ac

fM
pd
(4) La prórroga: Un miembro puede proponer cerrar la reu-

nión completamente proponiendo que sea Aplazada la reunión.
Esta moción puede hacerse en la reunión incluso puede aplazarse
mientras el asunto está pendiente, proporcionando el tiempo para
que en la próxima reunión se establezca por una regla de la
Asociación o sea fijado por la reunión. En semejante caso, el asun-
to que no se ha terminado, se lleva a la próxima reunión.
Una moción para aplazar, no puede interrumpir a otro porta-
voz, debe secundarse, no es discutible, no es enmendable, no
puede revisarse y requiere de la mayoría de los votos.
Las mociones para entrar en receso y aplazar tienen propósitos
bastante diferentes. La moción para entrar en receso suspende la
reunión hasta un tiempo determinado más tarde; la moción para
la prórroga de la reunión, termina la reunión. La moción prorro-
gada debería, sin embargo, ser continuada por una declaración del
presidente de que la reunión ha sido prorrogada.
(5) Ajuste de la fecha a la cual se prorroga una reunión: Ésta es

la más alta-clasificación jerárquica de todas las mociones. Bajo
ciertas condiciones mientras el asunto está pendiente, una reunión
--antes de que fuera aplazada o pospuesto el asunto-- puede ser
on
recomendable fijar una fecha, hora y, veces el lugar, para la reu-
nión o para otra reunión antes de la próxima reunión regular. Una
si
moción para Ajustar la fecha a la cual se pospone la reunión,
r
puede ser hecha incluso cuando un asunto está pendiente, a

ve
menos que en otra reunión anterior haya sido programada para el

mismo o siguiente día.
al
La forma usual es: “Yo propongo que la reunión se posponga

para el Jueves, 23 de Octubre, a las 19: 30 hrs. en ______________.”
tri
La moción no puede interrumpir a un portavoz, debe secundarse,

no es discutible, es enmendable (por ejemplo, para cambiar el
ne
tiempo y / o lugar de la próxima reunión), puede revisarse y

requiere un de la mayoría de la votación.
hi
ac

fM
pd
Las mociones incidentales
Las mociones incidentales sobre mociones o propuestas que

están en orden, son aquellas que no tienen una mayor relevancia que
las mociones principales, por ejemplo, posponer una moción, no
debe de tomar demasiado tiempo, sólo requiere de la votación para
tomarse una decisión sobre esta propuesta, es decir, se deben tomar
una decisión inmediatamente, antes que el asunto pueda proceder.
La mayoría de las mociones incidentales no son debatibles.
Las Mociones Incidentales más comunes son:
(1) El Punto de Orden: Esta moción le permite a un miembro

atraer la atención de la presidencia, donde el miembro externa lo
que el considera como un error en el procedimiento o una falta de
decoro en el debate. El miembro subirá y dirá: “Yo subo a un punto
de orden,” o simplemente “el Punto de orden.” La presidencia
debe reconocer al miembro que declarará el punto de orden enton-
ces. El efecto es requerir a la presidencia para que éste establezca
una regla inmediata a la pregunta involucrada. La presidencia nor-
malmente dará sus razones para establecer la regla. Si se piensa que
la decisión está equivocada, ésta decisión de la presidencia puede
ser desafiada. Un punto de orden no puede interrumpir a otro
on
Portavoz, no requiere un secundador, no es discutible, no es
enmendable y no puede revisarse.
r si
(2) La suspensión de las reglas: A veces una reunión quiere

ve
tomar una acción, pero ésto se previene por medio de una o más
de sus reglas de procedimiento. En tales casos, la reunión puede
al
votar (dos-terceras partes de la mayoría es requerido), suspender

tri
las reglas que están impidiendo a la reunión tomar la acción que

quiere tomar.
ne
Semejante moción no puede interrumpir a un portavoz, debe

secundarse, no es discutible, no es enmendable, no puede revisar-
hi
se y requiere dos terceras partes de la mayoría de la votación.

ac

fM
pd
Por favor note que sólo las reglas de procedimiento pueden ser
suspendidas. Una reunión no puede suspender los estatutos.
Después de que la reunión ha tomado la acción que quiere tomar,
las reglas que se suspendieron vuelven a ser efectivas de nueva
cuenta automáticamente.
(3) Las objeciones a la Consideración de la Pregunta: Si un
miembro cree que incluso sería dañino para una reunión discutir
una moción principal, el miembro puede promover una objeción a
la Consideración de la pregunta o moción, con la condición de que
el debate sobre la moción principal no haya iniciado o cualquier
moción subsidiaria no haya dado inicio.
La moción puede hacerse cuando otro miembro haya sido
reconocido por el resto de la asamblea, pero sólo si el debate no ha
empezado o una moción subsidiaria no ha sido aceptada por la
presidencia. Un miembro se pone de pie, aún cuando otro miem-
bro haya sido reconocido por la asamblea y, sin esperar a ser reco-
nocido, dice: “Sr. Presidente, yo objeto la Consideración de la pre-
gunta (resolución o moción, etc.)”. La moción no necesita un
secundador, no es discutible y no es enmendable. La presidencia
responde: “La Consideración de la pregunta se objeta a. ¿Debería
ser considerada la pregunta?”
Dos terceras partes de la votación de la mayoría contra la consi-
on
deración, sostiene la objeción del miembro. (Las dos terceras partes
de la votación es requerida porque la decisión). La moción puede
si
ser reconsiderada, pero sólo si la objeción ha sido sostenida.
r
ve
(4) La Consideración por Párrafo o en Serie: Si una moción

contiene varios párrafos o secciones que, aunque no contienen pre-
guntas separadas, podría ser manejada más eficientemente abrien-
al
do los párrafos o secciones a enmendar, uno a la vez (antes de que

tri
la moción completa sea votada en su conjunto), un miembro

puede proponer una moción a considerar por párrafo o en serie.
ne
Semejante moción no puede interrumpir a otro portavoz, debe

secundarse, no es discutible, es enmendable, no puede revisarse y
hi
requiere el voto de la mayoría.

ac

fM
pd
(5) La División de la Reunión (el Voto En pie): Si un miembro

duda de la exactitud de los resultados de la votación, que es anun-
ciada por la presidencia, si dicha votación se efectuó levantando la
mano, un miembro de la asamblea puede demandar a la asamblea,
se realice una votación de pie. Semejante demanda, puede inte-
rrumpir a un portavoz, no requiere un secundador, no es discuti-
ble, no es enmendable y no puede revisarse. El resultado de la
votación anterior no se toma en cuenta y la solicitud de un solo
miembro, obliga a que se realice la votación de pie.
(6) Las Mociones relacionadas a los Métodos de Votación: Un

miembro puede proponer que una votación se efectúe por un vota-
ción abierta, donde se va pasando lista de los miembros asistentes
a la asamblea y estos van dando a conocer su voto, por papeleta (o
voto secreto) o que el voto en pie se lleve a cabo, cuando existe una
votación dividida o parece estar inconclusa y la presidencia decide
abandonar el conteo de los votos. Tales mociones no pueden inte-
rrumpir otro portavoz, no es discutible, es enmendable, puede
revisarse y requiere los votos de la mayoría.
PASOS PARA DECIDIR
Se deben seguir ocho pasos esenciales para lograr la decisión

on
de la asamblea sobre una moción principal:
si
1. Un miembro de la asamblea se levanta y se dirige a la presi-
r
dencia: “Señor Presidente” o “Señora (Señorita) Presidenta”.

ve
2. La presidencia reconoce a la persona y le concede la palabra al

mencionar su nombre.
3. El miembro presenta la moción principal diciendo: “Propongo
al
que . . .” o “hago la moción para . . .”.

tri
4. Otro miembro, sin levantarse, dice: “Secundo la moción”.

5. La presidencia repite la moción: “Se ha hecho la moción y se ha
ne
secundado para que . . .”.

6. La presidencia da a los miembros de la asamblea la oportuni-
hi
dad de discutir la cuestión diciendo: “¿Hay discusión?” o

ac

fM
pd
“¿Alguien tiene algo que decir?” El silencio indica que los

miembros están listos para votar.
7. La presidencia toma la votación en esta forma: “La cuestión es
sobre la moción . . . Los que están a favor, levanten la mano”.
Espera mientras cuentan los votos. “Los que están en contra,
levanten la mano”. Espera mientras cuentan los votos.
8. La presidencia anuncia el resultado de la votación. Si los que
votaron afirmativamente son la mayoría, dirá: “Se aprueba la
moción”, o “el voto es afirmativo y esta sociedad . . .”. Si el voto
de la mayoría fue negativo, dirá: “La moción ha perdido y esta
sociedad no . . .”. La votación no está completa hasta que el
resultado es anunciado por la presidencia.
ORGANIZACIÓN DE ASUNTOS
DE UNA ASAMBLEA
Aunque un presidente usará las Reglas de Orden para dirigir

una reunión, existen ciertos aspectos o actividades que la presi-
dencia puede desarrollar de manera previa a la reunión para ase-
gurar que las cosas se desarrollen suavemente.
Una de las maneras fundamentales de asegurar el éxito de una
reunión, y que en algunas ocasiones este aspecto no es considera-
on
do, debido a que es obvio, es la de asegurarse que el recinto selec-
cionado para la reunión sea el adecuado y que sea cómodo. El
si
salón o habitación deberá permitir el arreglo de los asientos de
forma que nadie impida la vista. Es más, debe prestarse atención
r
ve
cuidadosa a distintos aspectos como la iluminación, la acústica y

la ventilación, porque detalles así, pueden jugar parte importante
en el éxito o fracaso de una asamblea.
al
Entre todos los aspectos importantes de que un presidente debe

tri
considerar para una asamblea, y que por mucho es de gran impor-

tancia para asegurar que su tarea en una reunión tenga éxito, es de
ne
que el presidente debe familiarizarse con todos los asuntos a ser

tratados en la reunión, para tal acción, deberá el presidente, obte-
hi
ner reportes sobre cualquier asunto a tratar, deberá de contar con

ac

fM
pd
información referente a cualquier moción presentada por miem-

bros o grupos de miembros, y cuando sea posible, deberá tener
datos sobre cualquier asunto nuevo que sea probable a ser presen-
tado ante la asamblea. Tal preparación habilitará a la persona a
estar por encima de los asuntos a ser analizados y anticiparse a la
mayoría de las preguntas que surgirán durante el desarrollo de la
reunión, información adicional que sea requerida, etc.
Procedimientos usados en las asambleas
El quórum de miembros
Antes de que una reunión pueda tratar asuntos, se requiere de

un Quórum (es decir de un mínimo de miembros que deberán estar
presentes en la reunión antes de que los asuntos puedan ser trata-
dos legalmente). El requisito de que un Quórum esté presente, es
una protección contra las acciones a tomar sin representación
legal, en nombre de la institución hechas indebidamente por un
número reducido de personas.
Los estatutos de la Iglesia deben especificar el número de
miembros que constituyen el Quórum. Lo ideal, deberá ser de un
número lo más grande posible del que se pueda depender para
on
asisitir a las asambleas excepto por mal tiempo u otras condiciones
desfavorables.
si
Las reglas establecen que si los estatutos no especifican el

r
ve
Quórum, éste será la mayoría de los miembros. El Quórum debe ser

de un número suficiente para que permita a los asuntos de la aso-
ciación a proceder, así como el de ser representativo para impedir
al
a una minoría abusar de los derechos de la mayoría de los miem-

tri
bros aprobando mociones que no representan el pensamiento de

la mayoría.
ne
El Quórum para un comité o junta también debe ser igual para

una asamblea ordinaria, a menos que los estatutos de la Iglesia
hi
especificaran lo contrario. Los comités se podrán reunir sin un

ac

fM
pd
Quórum, pero sólo para hacer reportes que informarán a la

Asamblea. En cualquier otro comité y grupos de trabajo, un quó-
rum está formado por la mayoría de los miembros del comité o
grupos de trabajo.
En cualquier reunión de delegados, el Quórum es una mayoría
de los miembros de los delegados que han sido registrados para
asistir, aún cuando algunos de ellos hayan partido.
En la ausencia de un Quórum, cualquier asunto llevado a cabo
es nulo y sin valor. En semejante caso, sin embargo, es el asunto el
que es ilegal, no la reunión.
Las únicas acciones que pueden tomarse legalmente en la
ausencia de un Quórum son fijar el tiempo y el asunto a ser apla-
zado, recesar o para tomar las medidas para obtener un Quórum
(por ejemplo, contactando miembros durante los recesos y pidién-
doles que asistan).
Si una asamblea tiene quórum al inicio, pero los miembros
dejan la reunión, la continua presencia de un quórum es presunta,
a menos que la presidencia o algún miembro note que el quórum
no está presente. Si la presidencia nota la ausencia del quórum, es
su deber declarar el hecho, por lo menos antes de cualquier vota-
ción o de cuestionar sobre cualquier nueva moción. Cualquier
miembro que note la aparente ausencia de quórum puede levantar
on
un punto de orden cuando quiera a ese efecto siempre y cuando
no interrumpa a la persona que está hablando. Un miembro debe
si
cuestionar la presencia de un quórum en el momento en que la
votación de una moción sea realizada. Un miembro no puede
r
ve
cuestionar más tarde la validez en base a que un quórum no estaba

presente cuando el voto fue tomado.
al
La agenda
tri
La Agenda consiste en los asuntos a ser discutidos por la asam-

ne
blea y ésta puede ser de orden “Especial” o “General”.

Normalmente la presidencia u otra persona designada carga
hi
con la responsabilidad de preparar la agenda. La persona que

ac

fM
pd
prepara la agenda puede, claro, pedir ayuda con la elaboración

de la Agenda.
La agenda puede enmendarse antes o después de que se adop-
ta. Hasta que la asamblea adopte la agenda propuesta, ésta es
solamente te una propuesta. La asamblea puede, por mayoría sim-
ple, agregar artículos, anular artículos o reestructurar el orden de
los asuntos en la agenda propuesta.
Una vez que la agenda se ha adoptado, los asuntos en esta son
la propiedad de la reunión, no de los grupos o individuos que
sometieron los asuntos. Cualquier cambio a la agenda, una vez
que se ha adoptado, puede hacerse por medio de mociones, pero
tal moción deberá contar con las dos terceras partes mínimo de
votos, para poder ser aprobada.
Si un individuo ha sometido una moción para debate por la
asamblea, pero decide, después de que la agenda ha sido aproba-
da, no presentar la moción, el individuo no puede retirar la
moción de la agenda, sin una votación; esta acción requiere las dos
terceras partes del voto de la mayoría, porque el efecto es enmen-
dar la agenda. El individuo puede escoger no promover la moción,
pero es el derecho de cualquier persona que asiste el promover la
moción si así lo desea.
Para apresurar el proceso de la reunión, la presidencia puede
anunciar que el individuo le gustaría retirar la moción, y puede
on
preguntar si hay cualquier objeción. Si nadie objeta, la presidencia
puede seguir al próximo punto de la agenda, porque una falta
si
unánime de objeción es, de hecho, un voto unánime para anular el
r
asunto de la agenda.
ve
Debate de las mociones

al
Los asuntos son cumplidos en las asambleas por medio del

tri
debate de las mociones. Como se explicó antes, la palabra “moción”

se refiere a una propuesta formal por dos miembros (el promotor y
ne
el secundario) sobre la cual la asamblea decide ciertas acciones.

Técnicamente, una reunión no debe considerar ningún asunto
hi
a menos que se haya propuesto ante la asamblea en la forma de

ac

fM
pd
una moción. En la práctica, sin embargo, es a veces ventajoso per-

mitir la discusión limitada de un tema general antes que se pre-
sente una moción. Una discusión preliminar a veces ayudará a
indicar el tipo preciso de acción más aconsejable. Cuando la pre-
sentación de una moción se realiza primero, puede producir una
moción mal formulada o una propuesta de acción que, a la luz del
debate y discusión subsecuentes, parece aconsejable. Esta salida
del estricto procedimiento parlamentario debe usarse con cautela.
La presidencia debe tener el cuidado para no permitir que la reu-
nión se salga de orden.
Normalmente, un miembro sólo puede hablar una vez del
mismo asunto, salvo el promotor de la moción principal que tiene
el privilegio de “Cerrar” el debate (es decir, de hablar en último
lugar). Si un portavoz más tarde ha interpretado mal una parte
importante del discurso del miembro, el miembro puede hablar
para clarificar el punto de nuevo, pero no puede agregar informa-
ción nueva a la moción. Si una o más personas quieren hablar al
mismo tiempo, la presidencia debe permitir la voz primero, al
miembro que no ha hablado todavía.
Si los miembros que hicieron la moción “a discutir” piden la
palabra y ya han hablado del asunto deberá ser reconocida ante
los otros miembros. Es recomendable que se adopten reglas para
on
limitar el tiempo que un miembro puede hablar en cualquier deba-
te; “por ejemplo, cinco minutos.”
si
El promotor de la moción no puede hablar contra su propia
r
moción, aunque el promotor puede votar en contra. El promotor

ve
no tiene que hablar en absoluto, pero al hablar, siempre deberá ser

a favor de la Moción. Si, durante el debate, el promotor cambia su
manera de pensar, puede informar a la asamblea del hecho pidien-
al
do permiso a la reunión de retirar la moción.

tri
La redacción apropiada de una moción

ne
Una Moción propuesta a la Asamblea, a menos que sea muy corta

hi
y simple, siempre deberá ser formulada por escrito. El requisito de

ac

fM
pd
tener que escribir una Moción obliga a una redacción más cuidado-
sa.
Determinar los resultados de una votación
La mayoría de las mociones realmente se deciden por la vota-

ción de la mayoría computada, excluyendo espacios en blanco o
abstenciones. Por ejemplo, si se lanzan 29 votos, una mayoría serían
15 votos (es decir más de 14 1/2). Si se lanzan 30 votos, una mayo-
ría es de 16, (más de 15). Si se lanzan 31 votos como una mayoría
serían 16 votos (es decir más de la mitad).
Algunas mociones requieren dos terceras partes de la mayoría
como un compromiso entre los derechos de individuos y los dere-
chos de la asamblea. Para ser aprobadas, tales mociones requieren
por lo menos dos terceras partes de los votos presentes (excluyen-
do espacios en blanco y abstenciones) a favor. Si es 60, por ejem-
plo la tercera parte de la votacion es 40. Si es 61 el total de los
votos, dos terceras partes entonces son 41. Si se lanzan 62 votos, un
tercer voto es 42. Si se lanzan 63 votos, un tercer voto es 42.
votación
on
Formas de votación
si
De viva voz: La asamblea expresa su aprobación o rechazo de la
moción diciendo en voz alta “si” o “no”.
r
ve
División de la asamblea: Las personas dan a conocer su voto

poniéndose de pie.
Mayoría absoluta: Una moción es aprobada si obtiene más de la
al
mitad de los votos emitidos. La mayoría de un número par es la

tri
misma que la de un número impar que le sigue.

Mayoría relativa o pluralidad de votos: Cuando la votación es entre
ne
más de dos mociones o candidatos, y uno obtiene más votos que los
demás. Una pluralidad de votos nunca decide una cuestión ni cons-
hi
tituye una elección excepto por reglas especiales de la organización.

ac

fM
pd
Voto de las dos terceras partes: Cuando una moción requiere el

voto de las dos terceras partes, el voto afirmativo debe ser dos veces
mayor que el voto negativo a fin de que la moción sea adoptada.
Voto de síes o noes, o pasar lista: Es cuando los miembros de la
asamblea expresan su voto a medida que se pasa lista. Esta forma
raras veces se usa en una asamblea ordinaria.
Reglas para contar los votos (cédulas)

1. Los escrutadores no cuentan los votos en blanco (se consi-
deran papel desperdiciado).
2. No se da crédito a ningún voto ilegal para ninguna de las
opciones en la cuestión.
3. Las cédulas que fueron dobladas juntas (si están llenas) son
votos ilegales, y se cuentan en conjunto como un (1) voto
ilegal en cada cuestión.
4. Un voto en blanco doblado con uno que ha sido escrito, se
pasa por alto y no anula el voto escrito correctamente.
5. Los espacios en blanco en una cédula en la que se vota por
varios asuntos, en ninguna manera afectan la validez de los
espacios que han sido llenos.
6. Los votos por demasiados candidatos para un oficio dado
hacen ilegal aquella sección de la cédula.
on
7. Los pequeños errores técnicos y errores de deletreo no se
toman en cuenta si el significado es claro.
si
8. Las cédulas ilegibles se cuentan como votos ilegales.
9. Si el significado de algunas cédulas es dudoso y contarlas
r
ve
como votos ilegales afectaría el resultado de la votación, los

escrutadores deben informarlo a la presidencia, quien
inmediatamente preguntará a la asamblea cómo deberán
al
considerarse esas cédulas.

tri
10. El escrutador que informa el total de los votos nunca decla-

ra quién fue electo o el resultado de la votación. La presi-
ne
dencia es la que siempre declara el resultado y por separa-

do en cada elección, y anuncia el resultado de la votación
hi
por una moción.

ac

fM
pd
Formato para informes

de escrutadores de votación
Informe de los escrutadores (votación para elección)

Número total de votos emitidos 50
Votos necesarios para la elección 26
El señor Santos recibió 28

El señor Angeles recibió 17
Votos ilegales
El señor Moreno (inelegible) recibió 4
Dos cédulas dobladas juntas
Blanco; rechazadas 1
Informe de los escrutadores (votación sobre una resolución)

Número total de votos emitidos 88
Votos necesarios para adoptar (mayoría) 45
Votos a favor 75
Votos en contra 12
Votos ilegales
Cédula ilegible; rechazada 1
on
Cambios en la
si
conceptualización de los
r
“Artículos de fe” en las tres

ve
últimas Asambleas Generales

al
Las tres últimas Asambleas 1993, 1997, 2001 en relación a Los

tri
artículos de fe han tenido cambios, que no se perciben en la letra

en sí, pero sí en el espíritu. Hay un sensible y lento, pero firme pro-
ne
greso en la relación hombre-Dios. Marcando claramente la res-

ponsabilidad de cada persona, y de cada creyente en particular;
hi
con relación a Dios, santo, soberano y que no cambia. Lo mismo

ac

fM
pd
que su Palabra escrita, sus atributos y designios, tanto presentes

como futuros.
Sin embargo, es digno de resaltar un cambio significativo en la
concepción teológica del pecado original (Artículo de Fe No. 5). En
los Manuales 1993 y 1997, el segundo párrafo de este artículo, en su
parte final resaba: “Además, creemos que el pecado original continúa
existiendo en la nueva vida del regenerado, hasta ser desarraigado por el
bautismo con el Espíritu Santo”. El Manual 2001, aunque todavía
requiere de la ratificación de las asambleas de distrito, cambia las
palabras “ser desarraigado”, por “. . . hasta que el corazón es
totalmente limpiado por el bautismo con el Espíritu Santo.”
Este cambio permite evitar las discusiones referentes al térmi-
no “desarraigado”, que confundía la realidad de la experiencia de
limpieza del pecado original con términos extrabíblicos, prestados
de otras ciencias.
Cambios en las
“Reglas especiales” en las tres
últimas Asambleas Generales
El Manual del 2001 introduce en su Parte III, conocida hasta
on
entonces como Reglas Especiales, el título “El Pacto de Conducta
Cristiana”. No hace falta analizar mucho. Nos damos cuenta
si
inmediatamente que lo que se pretende, no es una imposición de
un modo de vida diferente, sino la aceptación voluntaria y decidi-
r
ve
da de ella, por parte de todos y cada uno de los llamados nazare-

nos en el mundo entero.
Es notorio en el curso de las tres últimas Asambleas Generales,
al
el aumento, especificación y tratamiento preventivo de los males

tri
que acechan a la vida del cristiano, santo y temeroso de Dios, en

su afán de agradarle en todo. Esto es entendible dado a la propa-
ne
gación cada vez más persistente de normas y conductas de vida,

totalmente humanistas, seculares y profanas. Por cierto contrarias
hi
a la ética cristiana de santidad.

ac

fM
pd
Unidad II:
Gobierno local
y distrital
Gobierno local
ORGANIZACIÓN
Las iglesias locales pueden ser organizadas por el superinten-

dente de distrito, o por el superintendente general que tenga juris-
on
dicción, o por un presbítero autorizado por cualquiera de ellos.
Los informes oficiales de nuevas iglesias deben enviarse a la ofici-
si
na de la División de Evangelismo y Misión de la Iglesia.
Las iglesias locales organizadas pueden ampliar su ministerio
r
ve
organizando clases bíblicas en otros idiomas dentro de sus insta-

laciones. Estas clases podrán desarrollarse hasta llegar a ser misio-
nes tipo iglesia o iglesias plenamente organizadas.
al
tri
NOMBRE
ne
El nombre para una nueva iglesia organizada lo determinará la

iglesia local en consulta con el superintendente de distrito y con la
hi
aprobación de la Junta Consultora de Distrito.

ac

fM
pd
Cambio de nombre: Una Iglesia del Nazareno local puede cam-

biar su nombre por voto mayoritario por cédula, en la reunión
anual o en reunión especial de la membresía de la iglesia. El pro-
cedimiento para tal cambio será como sigue: (a) La junta de la igle-
sia local somete el cambio propuesto al superintendente de distri-
to, quien a su vez obtendrá la aprobación escrita de la Junta
Consultora de Distrito; (b) la iglesia local vota; (c ) la Junta
Consultora de Distrito informa el cambio a la asamblea de distri-
to, la cual vota sobre dicho cambio.
PERSONERÍA JURÍDICA
Donde lo permita la ley, los ecónomos verán que la iglesia

obtenga personería jurídica y los mencionados ecónomos y sus
sucesores serán los síndicos de dicha entidad jurídica.
PROPIEDADES
La iglesia local que esté pensando en comprar bienes raíces,

construir un templo u otro edificio relacionado con la iglesia,
remodelar extensamente cualquiera de éstos o rentar una propie-
dad por alguna razón, debe someter la proposición al superinten-
on
dente de distrito y a la Junta de Propiedades de la Iglesia de
Distrito para su consideración, consejo y aprobación.
r si
ve
RESTRICCIONES
La iglesia local no podrá comprar bienes raíces, vender, hipo-

al
tecar, cambiar o disponer en alguna otra manera de bienes raíces,

excepto por el voto de las dos terceras partes de los miembros pre-
tri
sentes en una reunión anual, o en una reunión especial debida-

ne
mente convocada para ese propósito, y sólo con la aprobación

escrita del superintendente de distrito y la aprobación escrita de la
hi
Junta de Propiedades de la Iglesia de Distrito.

ac

fM
pd
Retiro de Iglesias. Ninguna iglesia local puede retirarse como

cuerpo de la Iglesia del Nazareno, o romper su relación con ella,
sino por provisión de la Asamblea General y de acuerdo con las
condiciones y planes acordados.
FUSIONES
Dos o más iglesias locales se pueden unir por el voto favora-

ble, por escrito, de las dos terceras partes de los miembros presen-
tes y votantes en reuniones especialmente convocadas de las igle-
sias involucradas, de acuerdo con la provisión siguiente: La fusión
será recomendada por voto mayoritario por escrito de todos los
miembros de las juntas de las iglesias respectivas, y la unión debe-
rá haber sido aprobada por escrito por el superintendente de dis-
trito, la Junta Consultora de Distrito y el superintendente general
en jurisdicción.
DISOLUCIÓN
Las iglesias pueden ser declaradas inactivas durante un perío-

do de transición por decisión de la Junta Consultora de Distrito.
on
Una iglesia local puede disolverse por voto y declaración for-
mal de la Junta de Superintendentes Generales.
si
Sólo las iglesias que hayan sido disueltas oficialmente podrán
ser borradas de la lista del secretario general.
r
ve
MEMBRESÍA
al
Miembros en Plena Comunión. Todas las personas que han

tri
sido organizadas en una iglesia local por aquellos que han sido
debidamente autorizados, y todas las que han sido recibidas
ne
públicamente por el pastor, o por el superintendente de distrito, o

por el superintendente general, después de haber declarado su
experiencia de salvación, su creencia en las doctrinas de la Iglesia
hi
ac

fM
pd
del Nazareno y la disposición de someterse a su gobierno, forma-

rán la lista de los miembros en plena comunión de la iglesia local;
sin embargo, solamente quienes hayan cumplido 15 años de edad,
tendrán derecho a votar en las reuniones anuales y extraordinarias
de la iglesia.
Miembros de una Misión Tipo Iglesia. Donde la organización

de una iglesia local no se haya efectuado, una misión tipo iglesia
recibirá e informará miembros de acuerdo con el párrafo anterior,
en las estadísticas anuales.
Miembros Asociados. Si un distrito así lo estipula, una iglesia

local puede tener miembros asociados, quienes gozarán de todos
los privilegios de los miembros de la iglesia, excepto votar y ocu-
par un puesto oficial en la misma.
Los miembros asociados pueden ser recibidos como miembros
en plena comunión o ser borrados de la lista en cualquier momen-
to, a discreción del pastor y del Comité de Evangelismo y
Membresía de la Iglesia.
Miembros Inactivos. Una iglesia local puede designar a perso-

nas como “miembros inactivos” por las razones declaradas en los
on
párrafos 109.1 y 109.2 del Manual.
Los miembros inactivos no podrán votar en reuniones anuales
si
o especiales de la iglesia ni tener cargos en la misma.
r
ve
COMITÉ DE EVANGELISMO
Y MEMBRESÍA DE LA IGLESIA
al
La junta de la iglesia creará un comité de evangelismo y mem-

tri
bresía de la iglesia de no menos de tres personas que actuarán en

capacidad consultiva para el pastor, quien será el presidente. Su
ne
deber principal será: Promover el evangelismo en la iglesia local y

procurar la conservación de los frutos del evangelismo.
hi
ac

fM
pd
CAMBIO DE MEMBRESÍA
Traslado. Cuando un miembro lo solicite, el pastor puede

extenderle una carta de traslado de su membresía a cualquier igle-
sia local de la Iglesia del Nazareno que él indique, siendo válida
dicha carta de traslado solamente por tres meses. Cuando la igle-
sia local receptora acuse recibo de la carta de traslado, cesará la
membresía de dicha persona en la iglesia local anterior.
Recomendación. Cuando un miembro lo solicite, el pastor

puede extenderle un certificado de recomendación a cualquier
iglesia evangélica que él indique, después de lo cual cesará de
inmediato la membresía de dicha persona en la iglesia local.
TERMINACIÓN DE MEMBRESÍA
Ministros. Cuando un ministro licenciado o un presbítero se

una a la membresía o ministerio de una iglesia que no sea la Iglesia
del Nazareno, el pastor de la iglesia local de la que el ministro es
miembro notificará inmediatamente el hecho a la Junta de
Credenciales Ministeriales de Distrito. La Junta de Credenciales
Ministeriales investigará y confirmará el estado de ese miembro
on
del cuerpo ministerial. Si la Junta de Credenciales Ministeriales de
Distrito determina que el miembro del cuerpo ministerial será reti-
si
rado de la lista de ministros, el pastor de la iglesia local también
retirará el nombre de la persona de la lista de membresía de la igle-
r
ve
sia y escribirá frente al nombre: “Retirado por unirse con otra

denominación”.
al
Laicos. Cuando algún miembro laico de una iglesia local acep-

tri
te la membresía, licencia para predicar u ordenación de otra orga-

nización religiosa, o esté participando en una iglesia u obra misio-
ne
nera independiente, su membresía en la iglesia local cesará inme-

diatamente por causa de esa acción, a menos que tal persona
hi
obtenga la aprobación anual escrita de la junta local de la iglesia

ac

fM
pd
de la que es miembro, así como la aprobación anual escrita de la

Junta Consultora del Distrito a la que pertenece dicha iglesia.
Descargo de Membresía. Cuando un miembro lo solicite, el

pastor podrá otorgarle una carta de descargo, con lo cual cesará
inmediatamente su membresía.
Después de dos años de la fecha en que la membresía de una
persona fue declarada inactiva, su nombre podrá ser borrado de la
lista de la iglesia por votación de la junta de la iglesia. Después de
tal votación de la junta de la iglesia, el pastor escribirá frente al
nombre del feligrés: “Retirado por la junta de la iglesia (fecha)”.
REUNIONES DE LA IGLESIA
Una reunión de los miembros de una iglesia local para dialo-

gar y tratar negocios será conocida como reunión de la iglesia.
Sólo quienes hayan sido recibidos como miembros en plena
comunión y hayan cumplido 15 años de edad tendrán derecho a
votar en las reuniones de la iglesia.
Tratamiento de Negocios. Cualquier negocio, incluso las elec-

ciones, que esté en armonía con el espíritu y orden de la iglesia y
on
para el cual no haya una estipulación especial diferente, puede ser
tratado en cualquier reunión de la iglesia.
r si
Acatamiento de la ley Civil. En todos los casos en que la ley

ve
civil requiera un curso específico de procedimiento para convocar

y dirigir las reuniones de la iglesia, tal curso se cumplirá estricta-
mente.
al
tri
Presidente de la Reunión. El pastor, quien es presidente ex offi-

cio de la iglesia local, o el superintendente de distrito, o el supe-
ne
rintendente general que tenga jurisdicción, o alguien nombrado

por el superintendente de distrito o por el superintendente gene-
hi
ral, presidirá las reuniones anuales o extraordinarias de la iglesia.

ac

fM
pd
Secretario. El secretario de la junta de la iglesia será el secreta-

rio de todas las reuniones de la iglesia y, en su ausencia, se elegirá
un secretario interino.
Reunión Anual. La reunión anual de la iglesia se celebrará den-

tro de los 90 días antes de la reunión de la asamblea de distrito. Se
hará un anuncio público desde el púlpito por lo menos dos domin-
gos antes de la reunión. Dicha reunión anual podrá celebrarse en
dos o más días o en varios servicios, siempre y cuando lo apruebe
la junta de la iglesia.
Informes. En la reunión anual de la iglesia presentarán sus

informes el pastor, el superintendente de la escuela dominical, el
presidente de la Juventud Nazarena Internacional, el presidente
de Misiones Nazarenas Internacionales, las diaconisas, los minis-
tros locales, los mayordomos, los ecónomos, el secretario y el teso-
rero de la junta de la iglesia.
Comité Nominativo. Se usará un comité nominativo para pro-

poner candidatos a oficiales, miembros de las juntas y delegados a
la asamblea de distrito, para cuyas nominaciones no se haga pro-
visión en ninguna otra parte. El Comité Nominativo consistirá de
on
no menos de tres ni más de siete miembros de la iglesia, incluyen-
do al pastor, y deberá ser nombrado mediante el método que la
si
junta de la iglesia proponga. El pastor será el presidente del comi-
r
té. Todas las personas nominadas por este comité deberán afirmar
ve
que llenan los requisitos para oficiales de la iglesia.
Elecciones. En la reunión anual de la iglesia se elegirá, por

al
cédula, a los mayordomos , los ecónomos, el superintendente de la

tri
escuela dominical y los miembros de la Junta de Ministerios de

Escuela Dominical para servir durante el siguiente año eclesiásti-
ne
co y hasta que sus sucesores sean electos y acreditados. Todos los

electos como oficiales de la iglesia deberán ser miembros de esa
hi
misma Iglesia del Nazareno local.

ac

fM
pd
En la reunión anual de la iglesia se elegirá, por cédula, a los

delegados laicos a la asamblea de distrito, de acuerdo con la repre-
sentación fijada por la Asamblea General.
EL AÑO ECLESIÁSTICO
El año administrativo correrá al mismo tiempo con el año esta-

dístico de la iglesia local y será reconocido como el año eclesiástico.
El año estadístico terminará dentro de los 60 días anteriores a
la apertura de la asamblea de distrito y el nuevo año estadístico
principiará al día siguiente de su clausura. Las fechas exactas del
principio y fin del año estadístico dentro de estos límites serán fija-
das por la Junta Consultora de Distrito.
EL LLAMAMIENTO DE UN PASTOR
Un presbítero o un ministro licenciado puede ser llamado a

pastorear una iglesia por el voto favorable, por cédula, de las dos
terceras partes de los miembros presentes que tengan edad para
votar, en una reunión anual debidamente convocada, o en reunión
especial de la iglesia, siempre y cuando dicho presbítero o minis-
tro licenciado haya sido nominado a la iglesia por la junta de la
on
iglesia, la cual, después de haber consultado con el superinten-
dente de distrito, hizo tal nominación por el voto mayoritario por
si
cédula de todos sus miembros; y siempre y cuando la nominación
r
haya sido aprobada por el superintendente de distrito.

ve
El pastor deberá presentar la aceptación del llamamiento a una

relación pastoral en un plazo no mayor de 15 días de la fecha en
que se reunió la iglesia para votar por el llamamiento.
al
tri
LA RELACIÓN DEL PASTOR

CON LA IGLESIA
ne
Cada dos años por lo menos, el pastor y la junta de la iglesia

hi
deberán llevar a cabo un auto-estudio para revisar las expectativas,

ac

fM
pd
objetivos y desempeño de la iglesia y del pastor. Al tiempo del

auto-estudio deberá actualizarse y renovarse el arreglo escrito
entre la iglesia y el pastor.
REVISIÓN DEL LLAMAMIENTO PASTORAL
La Revisión Regular de la Relación Pastoral. La relación pas-

toral será revisada por la junta de la iglesia, en reunión con el
superintendente de distrito, o con un ministro ordenado, o con un
laico nombrado por el superintendente de distrito, dentro de los
60 días anteriores o subsiguientes al segundo aniversario de servi-
cio pastoral y cada cuatro años de ahí en adelante. El superinten-
dente de distrito, o un ministro ordenado o laico nombrado por el
superintendente de distrito, tendrá la responsabilidad de progra-
mar y llevar a cabo la reunión con la junta de la iglesia.
Revisión Especial de la Relación Pastoral. En el período entre

las revisiones regulares, en caso de que el superintendente de dis-
trito y la junta de la iglesia opinen que el asunto de la continuación
de la relación pastoral debe someterse a la iglesia, el superinten-
dente de distrito y la junta de la iglesia, por voto de las dos terce-
on
ras partes de todos sus miembros presentes, podrán ordenar que
el asunto sea sometido a votación en una reunión especial de la
si
iglesia. El asunto se deberá presentar de la siguiente manera:
r
“¿Debe continuar la relación pastoral presente?” Esta reunión para

ve
la revisión pastoral especial deberá llevarse a cabo en sesión eje-

cutiva.
al
La Iglesia Local en Crisis. Se declarará una iglesia en crisis

tri
cuando, según la opinión del superintendente de distrito y la Junta

Consultora de Distrito, una iglesia local esté en crisis -financiera,
ne
moral o de otra índole- y esta crisis afecte seriamente la estabilidad

y el futuro de la iglesia.
hi
ac

fM
pd
LA JUNTA DE LA IGLESIA
Membresía. Cada iglesia local tendrá una junta, formada por el

pastor, el superintendente de la escuela dominical, el presidente
de la Juventud Nazarena Internacional, el presidente de Misiones
Nazarenas Internacionales (o si la presidenta es la esposa del pas-
tor y decide no ser miembro de la junta, el vicepresidente podrá
tomar su lugar), los mayordomos y ecónomos de la iglesia, y los
miembros de la Junta de Ministerios de Escuela Dominical, cuan-
do hayan sido electos en la reunión anual de la iglesia para servir
como el Comité de Educación de la junta.
Reuniones. La junta de la iglesia asumirá su cargo al principio

del año eclesiástico y celebrará reuniones regulares dentro de los
primeros 15 días de cada mes, y celebrará reuniones extraordina-
rias cuando sean convocadas por el pastor, el superintendente de
distrito, o el secretario solamente con la aprobación del pastor, o
del superintendente de distrito cuando carezca de pastor.
Negocios. Las responsabilidades de la junta de la iglesia se

resumen en la siguiente declaración: Cuidar de los intereses de la
iglesia local y su obra, para lo cual no haya provisión específica, en
on
armonía con el pastor.
si
Secretario de la Iglesia. Los deberes del secretario de la junta
r
de la iglesia serán:
ve
Escribir correctamente y conservar fielmente las actas de todas

las reuniones de la iglesia y las reuniones de la junta de la iglesia
y llevar a cabo cualquier otra responsabilidad propia de su oficio.
al
Presentar a la reunión anual de la iglesia un informe anual de

tri
las actividades principales de la iglesia local, incluyendo estadísti-

cas de membresía.
ne
Tesorero de la Iglesia. Los deberes del tesorero de la junta de

hi
la iglesia serán:
ac

fM
pd
Recibir todos los fondos que no sean designados de otra mane-

ra y desembolsarlos solamente por orden de la junta de la iglesia.
Remitir mensualmente al tesorero de distrito todos los fondos
para el distrito, y al tesorero general todos los fondos destinados a
los intereses generales, exceptuando lo prescrito de otro modo.
LOS MAYORDOMOS
Los mayordomos de la iglesia local no serán menos de 3 ni más

de 13. Serán electos por cédula de entre los miembros de la iglesia
local, en su reunión anual o en una reunión extraordinaria, y ser-
virán durante el siguiente año eclesiástico y hasta que sus suceso-
res sean electos y acreditados.
EL COMITÉ LOCAL DE MAYORDOMÍA
Los mayordomos formarán el Comité de Mayordomía, cuyo

deber consistirá en fomentar la causa de la mayordomía cristiana
en la iglesia local en cooperación con el pastor y la oficina de
Ministerios de Desarrollo de Mayordomía de la Oficina de
Finanzas de las Oficinas Internacionales.
on
LOS ECÓNOMOS
si
Los ecónomos de la iglesia no serán menos de tres ni más de
r
nueve. Serán electos de entre los miembros de la iglesia local para

ve
servir por un año eclesiástico y hasta que sus sucesores sean elec-
tos y acreditados.
al
LA JUNTA DE MINISTERIOS
tri
DE ESCUELA DOMINICAL
ne
Cada iglesia local deberá establecer una Junta de Ministerios

de Escuela Dominical, o un Comité de Educación como parte de la
hi
junta de la iglesia, en la reunión anual de la iglesia, la cual tendrá

ac

fM
pd
la responsabilidad de los ministerios de educación cristiana de la

iglesia. En iglesias de 75 miembros o menos, la junta de la iglesia
podrá cumplir esas responsabilidades. Los miembros son: el supe-
rintendente de escuela dominical como miembro ex officio; el pas-
tor; el presidente de la MNI; el presidente de la JNI; el director de
ministerios entre los niños; el director de ministerios entre los
adultos; y de tres a nueve personas electas de entre la membresía
de la iglesia en su reunión anual.
El Superintendente de Escuela Dominical. La reunión anual de

la iglesia deberá elegir, de entre sus miembros en plena comunión,
por cédula y por voto de mayoría de los presentes y votantes, a un
superintendente de escuela dominical para servir por un año, o
hasta que su sucesor sea electo.
Concilios y Directores de Niños / Adultos. La obra de ministe-

rios de escuela dominical se organiza mejor por departamentos:
niños, jóvenes y adultos. Cada departamento debe contar con un
concilio responsable de organizar y administrar la obra.
Concilio de Ministerios entre los Niños. El Concilio de

Ministerios entre los Niños será responsable de planear el minis-
on
terio total de la escuela dominical para niños en la iglesia local,
desde recién nacidos hasta los 12 años de edad.
si
Concilio de Ministerios entre los Adultos. El Concilio de

r
ve
Ministerios entre los Adultos será responsable de planear el minis-

terio total de la escuela dominical para adultos en la iglesia local.
al
JUVENTUD NAZARENA INTERNACIONAL/

tri
CONCILIO DE LA JNI
ne
La JNI local será coordinada por un Concilio de la JNI, el cual

será responsable de planificar y organizar el ministerio juvenil de
hi
12 años en adelante, de los estudiantes universitarios y de los de

ac

fM
pd
otras instituciones de educación superior, y de los jóvenes adultos,

y en conjunto forjará la visión del ministerio juvenil local. Toda la
obra del Concilio de la JNI relacionada a la escuela dominical esta-
rá sujeta a la aprobación del superintendente de la escuela domi-
nical y de la Junta de Ministerios de Escuela Dominical.
Presidente de la JNI. El presidente del grupo de la Juventud

Nazarena Internacional local (JNI) será elegido por los miembros
presentes en la reunión anual de la JNI que también lo sean de la
Iglesia del Nazareno, y de acuerdo con el Plan de Ministerio Local
de la JNI. Los candidatos deberán ser aprobados por el pastor y la
junta locales. El presidente de la JNI será miembro ex officio de la
junta de la iglesia, de la Junta de Ministerios de Escuela Dominical,
y de la asamblea de distrito. En caso de que el término “presiden-
te” no signifique lo que se quiere en alguna cultura en particular,
el Concilio de la JNI local adoptará por voto el uso de un título
más adecuado.
MISIONES NAZARENAS MUNDIALES
Con la autorización de la junta de la iglesia, se pueden formar

organizaciones locales de Misiones Nazarenas Internacionales en
on
los departamentos por edades, de acuerdo con la constitución de
dichas sociedades locales, aprobada por el Departamento de
si
Misión Mundial.
r
Misiones Nazarenas Internacionales local será una parte cons-

ve
titutiva de la iglesia local y estará sujeta a la supervisión y direc-

ción del pastor y de la junta de la iglesia.
al
El presidente de la MNI local será nominado por un comité

nominativo de tres a siete miembros de la MNI, nombrados por el
tri
pastor, quien será su presidente. Este comité presentará uno o más

nombres para el oficio de presidente, sujeto a la aprobación de la
ne
junta local. El presidente será electo por cédula y por voto de

mayoría de los miembros presentes y votantes.
hi
ac

fM
pd
PROHIBICIONES DE
SOLICITUDES FINANCIERAS
No se permite a una iglesia local ni a sus oficiales o miembros,

solicitar de otras iglesias, ni de sus oficiales o miembros, ayuda
financiera para sus necesidades e intereses locales. Sin embargo,
tales solicitudes pueden hacerse a las iglesias locales o miembros
de ellas dentro de los linderos del distrito de asamblea donde está
ubicada la iglesia solicitante, pero sólo con la condición de que
dicha solicitud sea aprobada por escrito por el superintendente de
distrito y la Junta Consultora de Distrito.
USO DEL NOMBRE DE LA IGLESIA
El nombre de la Iglesia del Nazareno, de una iglesia local, o de

una entidad jurídica o institución que esté afiliada de algún modo
a la Iglesia del Nazareno, o parte de alguno de esos nombres, no
podrá ser usado por uno o más de sus miembros, ni ninguna enti-
dad jurídica, sociedad, asociación, grupo u otra entidad en cone-
xión con cualquier actividad sin la previa aprobación por escrito
de la Junta General de la Iglesia del Nazareno y de la Junta de
Superintendentes Generales.
on
ENTIDADES JURÍDICAS
si
AUSPICIADAS POR LA IGLESIA
r
ve
Ninguna iglesia local, junta de iglesia local, entidad jurídica de

distrito, junta de distrito ni cualesquier dos o más miembros de
cualquiera de ellas, actuando individualmente o de otra manera,
al
formarán, directa o indirectamente, o se harán miembros de una

tri
entidad jurídica, asociación, sociedad, grupo u otra entidad que

auspicie, patrocine, propague, o en alguna forma participe en algu-
ne
na actividad en la que se presenten peticiones a los miembros de la

Iglesia del Nazareno, o sean abordados como posibles participan-
hi
tes, clientes, inquilinos, miembros o asociados en alguna actividad

ac

fM
pd
que directa o indirectamente pretenda ser auspiciada u operada

primordial o exclusivamente por miembros de la Iglesia del
Nazareno o para su beneficio o servicio, sin el previo consenti-
miento expreso, por escrito, del superintendente de distrito y de la
Junta Consultora de Distrito.
AYUDANTES EN LA IGLESIA LOCAL
Posiblemente haya algunas personas que se sientan llamadas a

prepararse para ciertos servicios laicos de importancia vital en la
iglesia, dedicando a ello una parte o todo su tiempo. La iglesia
reconoce el lugar de estos obreros laicos; no obstante, está consti-
tuida básicamente como una institución voluntaria, en la cual el
servicio a Dios y al prójimo es el deber y privilegio de todos sus
miembros, conforme a sus capacidades.
CAMBIOS EN LA ADMINISTRACIÓN
DEL GOBIERNO LOCAL EN LAS TRES
ÚLTIMAS ASAMBLEAS GENERALES
El Manual del 2001 introduce en el párrafo 102, correspondien-

on
te a Personería Jurídica, un sub-punto (102.6), donde se decide
incluir las palabras “Iglesia del Nazareno” en todos los títulos y
si
documentos de propiedad de la institución, donde no se pueda
r
obtener legalmente la Personería Jurídica.

ve
Cuando se aborda el “Llamamiento de un Pastor”, se da sola-

al
mente 15 días para responder, en vez de 30 que hasta entonces se

estipulaba.
tri
El cambio de nombre de Sociedad Misionera Nazarena Mundial

ne
(SMNM) a Misiones Nazarenas Internacionales (MNI), es digno de

hi
resaltar en el Manual 2001.

ac

fM
pd
Gobierno distrital
LINDEROS Y NOMBRE
La Asamblea General organizará a los miembros de la iglesia

en distritos.
Los linderos y el nombre de un distrito de asamblea de la igle-
sia serán los fijados por la Asamblea General, o por el mismo dis-
trito de asamblea, con la aprobación final del (de los) superinten-
dente(s) general(es) en jurisdicción.
La Creación de Nuevos Distritos. En la Iglesia del Nazareno se

pueden crear nuevos distritos por:
1. La división de un distrito en dos o más distritos.

2. La combinación de dos o más distritos de la cual puede cre-
arse un mayor número de distritos.
3. La formación de un nuevo distrito en un área que no esté
incluida en un distrito existente.
4. La fusión de dos o más distritos.
La obra en la Iglesia del Nazareno puede conducir al estable-

on
cimiento de nuevos distritos y nuevos linderos de asambleas de
distritos. Los distritos de Fase 3 pueden surgir tan pronto como
si
sea posible de acuerdo con el siguiente modelo:
Fase 1. Un distrito será designado como Fase 1 cuando se pre-
r
ve
sente la oportunidad para entrar a una nueva área, dentro de las

directrices para el desarrollo estratégico y el evangelismo. La soli-
citud puede ser hecha por un director regional, por un distrito por
al
medio del Concilio Consultivo Regional, o por el superintendente

tri
del distrito auspiciador y/o la Junta Consultora de Distrito.

Cuando, según la opinión del director de área y del director
ne
regional, un distrito de Fase 1 en regiones relacionadas con el

Departamento de Misión Mundial, sufra una crisis -financiera,
hi
moral o de otra índole- y tal crisis afecte seriamente la estabilidad

ac

fM
pd
y el futuro de la iglesia, el distrito podrá ser declarado en crisis con

la aprobación del superintendente general en jurisdicción y en
consulta con el director del Departamento de Misión Mundial.
Fase 2. Un distrito puede ser designado como Fase 2 cuando
tenga un número suficiente de iglesias organizadas y presbíteros,
y una infraestructura distrital con madurez adecuada para reco-
mendar tal designación.
Las directrices cuantitativas serán un mínimo de 10 iglesias
organizadas, 500 miembros en plena comunión y 5 presbíteros.
Una Junta Consultora de Distrito o una junta nacional puede pedir
al superintendente general en jurisdicción que haga una excepción
a esta directriz.
Fase 3. Un distrito puede ser declarado como Fase 3 cuando
tenga un número suficiente de iglesias organizadas, presbíteros y
miembros para garantizar tal designación. Debe demostrar que
tiene liderazgo, infraestructura, responsabilidad presupuestaria e
integridad doctrinal. Un distrito de Fase 3 debe ser capaz de asu-
mir estas responsabilidades y compartir los desafíos de la Gran
Comisión dentro del ámbito global de una iglesia internacional.
Las directrices cuantitativas incluyen un mínimo de 20 iglesias
organizadas, 1,000 miembros en plena comunión y 10 presbíteros.
Una Junta Consultora de Distrito o una junta nacional puede pedir
on
al superintendente general en jurisdicción que haga una excepción
si
a esta directriz.
Un distrito de Fase 3 debe tener el 100 por ciento del sostén
r
ve
propio en cuanto a la administración distrital. El superintendente

del distrito será electo por la asamblea de distrito según la provi-
sión del Manual.
al
tri
Criterio para la División de Distrito o Cambio de los Linderos

Distritales. Una propuesta para la creación de un distrito o un
ne
cambio de los linderos distritales formulado por una oficina regio-

nal, una junta nacional, o una Junta Consultora de Distrito puede
hi
presentársele al superintendente general en jurisdicción.

ac

fM
pd
MEMBRESÍA Y FECHA DE REUNIONES
Membresía. La asamblea de distrito se formará de todos los

presbíteros asignados; todos los diáconos asignados; todos los
ministros licenciados asignados; todos los ministros jubilados asig-
nados; el secretario de distrito; el tesorero de distrito; los presiden-
tes de comités permanentes de distrito que informen a la asamblea
de distrito; los presidentes laicos de instituciones nazarenas de
educación superior que tengan su membresía en el distrito; el pre-
sidente de la Junta del Ministerios de Escuela Dominical de
Distrito; los directores de distrito de los ministerios de departa-
mentos por edades (niños y adultos); la Junta de Ministerios de
Escuela Dominical de Distrito; el presidente de la Juventud
Nazarena Internacional de Distrito; el presidente de las Misiones
Nazarenas Internacionales de Distrito; el recién electo superinten-
dente o vice-superintendente de cada Junta de Ministerios de
Escuela Dominical local; el recién electo presidente o vicepresiden-
te de cada Juventud Nazarena Internacional local; el recién electo
presidente o vicepresidente de cada Misiones Nazarenas Interna-
cionales locales; o un suplente debidamente electo podrá represen-
tar a estas organizaciones en la asamblea de distrito; los que sirven
en funciones asignadas de ministerio; los miembros laicos de la
on
Junta Consultora de Distrito; todos los misioneros laicos de carrera
asignados y jubilados cuya membresía local esté en el distrito; y los
si
delegados laicos de cada iglesia local en el distrito de asamblea.
r
Las iglesias locales en distritos con menos de 5,000 miembros

ve
en plena comunión, tendrán derecho a representación en la asam-

blea de distrito como sigue: dos delegados laicos de cada iglesia
local de 50 o menos miembros en plena comunión, y un delegado
al
laico adicional por cada 50 miembros en plena comunión sucesiva-

tri
mente y la porción final mayor de 50 miembros en plena comunión.

Las iglesias locales en distritos con 5,000 o más miembros en
ne
plena comunión, tendrán derecho a representación en la asam-

blea de distrito como sigue: un delegado laico de cada iglesia local
hi
de 50 o menos miembros en plena comunión, y un delegado laico

ac

fM
pd
adicional por cada 50 miembros en plena comunión sucesiva-

mente y la porción final mayor de 50 miembros en plena comu-
nión.
Fecha. La asamblea de distrito se reunirá anualmente, en la
fecha señalada por el superintendente general en jurisdicción, y en
el lugar designado por la anterior asamblea de distrito, o en el
lugar preparado por el superintendente de distrito.
Comité Nominativo. Antes de la convocación de la asamblea

de distrito, el superintendente de distrito en consulta con la Junta
Consultora de Distrito, designará un comité nominativo para la
asamblea de distrito; este comité podrá preparar las nominaciones
para los comités y oficiales, antes que se reúna la asamblea de dis-
trito.
NEGOCIOS DE LA ASAMBLEA DE DISTRITO
Los negocios de la asamblea de distrito serán:
1. Oír o recibir informes de todos los presbíteros y ministros

licenciados que sirvan como pastores o evangelistas comisiona-
dos; y considerar el carácter de todos los presbíteros, diáconos y
on
diaconisas.
2. Después de un examen cuidadoso, conceder licencia de
si
ministro a personas que hayan sido recomendadas por las juntas
r
de las iglesias o la Junta Consultora de Distrito y en quienes se

ve
reconozca el llamamiento al ministerio; y renovar dichas licencias,

por recomendación favorable de la Junta de Credenciales
al
Ministeriales.
tri
3. Después de un examen cuidadoso, renovar la licencia de dia-

conisa a personas que hayan sido recomendadas por las juntas de
ne
las iglesias y en quienes se reconozca el llamamiento al oficio de dia-

conisa, por recomendación favorable de la Junta de Credenciales
hi
Ministeriales.
ac

fM
pd
4. Elegir para recibir las órdenes de presbítero, o las órdenes de

diácono, a las personas que, según su criterio, hayan llenado todos
los requisitos para tales órdenes, por recomendación favorable de
la Junta de Credenciales Ministeriales.
5. Reconocer las órdenes de ministerio y credenciales de perso-
nas provenientes de otras denominaciones a quienes juzgue califi-
cadas y dignas para servir en la Iglesia del Nazareno, por reco-
mendación favorable de la Junta de Credenciales Ministeriales.
6. Elegir, por cédula, hasta tres ministros ordenados y hasta
tres laicos para formar la Junta Consultora de Distrito, quienes ser-
virán por un período que no exceda cuatro años, como lo determi-
ne la asamblea de distrito.
7. Elegir una Junta de Credenciales Ministeriales de Distrito
compuesta de no menos de 5 ni más de 15 ministros ordenados,
uno de los cuales será el superintendente de distrito, para servir
por cuatro años y hasta que sus sucesores sean electos y acredita-
dos. Esta junta se reunirá previo a la asamblea de distrito para con-
siderar todas las cuestiones bajo su jurisdicción y, hasta donde sea
posible, terminar su trabajo antes de la asamblea de distrito.
8. Elegir una Junta de Estudios Ministeriales de Distrito de
cinco o más ministros ordenados, quienes servirán cuatro años.
9. Elegir una Junta de Propiedades de la Iglesia de Distrito.
on
10. Cuando el oficial que preside una asamblea de distrito con-
sidere que es imposible continuar con los negocios de la asamblea
si
de distrito y por ello clausure la asamblea de distrito, debido a
r
desastres naturales fuera de su control o disturbios locales, el

ve
superintendente general en jurisdicción, en consulta con la Junta

de Superintendentes Generales, nombrará a todos los oficiales de
distrito no electos antes de la clausura de la asamblea de distrito,
al
para servir por un período de un año.

tri
ACTAS DE LA ASAMBLEA DE DISTRITO

ne
Las Actas constituirán el registro de los procedimientos de la

hi
asamblea de distrito.
ac

fM
pd
1. Las Actas serán firmadas por el presidente y el secretario de

distrito.
2. Las Actas pueden escribirse a mano, a máquina o imprimir-
se y encuadernarse debidamente.
3. Cada asunto ocupará un párrafo por separado.
4. Las Actas deben ser cuidadosamente redactadas con el fin
de presentarlas a la Asamblea General para su revisión.
5. Los libros de Actas completos de cada cuatrienio serán pre-
servados y archivados en los archivos de distrito y de la Asamblea
General.
6. El libro de Actas se organizará, hasta donde sea posible, de
acuerdo con la Tabla de Contenido preparada por el secretario
general en consulta con la Junta de Superintendentes Generales.
EL SUPERINTENDENTE DE DISTRITO
El primer período para un superintendente de distrito, electo

en una asamblea de distrito, comienza 30 días después de la clau-
sura de la asamblea de distrito. Tal período dura dos años de
asamblea completos, terminando 30 días después de la clausura
de la asamblea que marca el segundo aniversario de la elección.
Durante dicha asamblea el superintendente puede ser reelecto o
on
un sucesor puede ser electo o nombrado y debidamente acredita-
do. El primer período para un superintendente de distrito nom-
si
brado por el superintendente general en jurisdicción, comienza en
el momento del nombramiento, incluye el resto del año eclesiásti-
r
ve
co en que el superintendente fue nombrado y se extiende a través

de los dos siguientes años eclesiásticos. Tal período termina 30
días después de la clausura de la asamblea que marca el final del
al
segundo año de asamblea completo de servicio.

tri
Si por alguna razón la superintendencia de distrito quedara

vacante entre asambleas de distrito, los superintendentes genera-
ne
les, de común acuerdo, pueden llenar la vacante después de con-

sultar con un comité formado por la Junta Consultora de Distrito,
hi
el presidente de la Junta de Ministerios de Escuela Dominical de

ac

fM
pd
Distrito, los presidentes de la MNI y la JNI de Distrito, el secreta-

rio de distrito y el tesorero de distrito.
En el caso de la incapacitación temporal de un superintendente
de distrito en funciones, el superintendente general en jurisdicción,
en consulta con la Junta Consultora de Distrito, podrá nombrar a un
presbítero calificado para fungir como superintendente de distrito
interino. El asunto de incapacitación será determinado por el supe-
rintendente general en jurisdicción y la Junta Consultora de Distrito.
Los deberes del superintendente de distrito son:
1. Organizar, reconocer y supervisar las iglesias locales dentro

de los linderos de su distrito de asamblea, sujeto a la aprobación
del superintendente general que tenga jurisdicción.
2. Estar a disposición de las iglesias locales de su distrito de
asamblea cuando sea necesario, y de acuerdo con la necesidad reu-
nirse con la junta de la iglesia para tratar asuntos espirituales,
financieros y pastorales, dando los consejos y ayuda que el supe-
rintendente crea conveniente.
3. Programar y llevar a cabo, con cada junta de la iglesia local,
la revisión pastoral regular.
4. Con el consentimiento de la junta de la iglesia, el superin-
tendente de distrito puede nombrar a un pastor interino para ocu-
on
par un pastorado vacante hasta la siguiente asamblea de distrito.
5. El superintendente de distrito está autorizado para fungir
si
como pastor en una iglesia local, dentro de los linderos de su dis-
trito de asamblea, cuando esa iglesia no tenga pastor ni pastor
r
ve
suplente.
6. El superintendente de distrito puede presidir la reunión
anual o una reunión extraordinaria de la iglesia local o nombrar a
al
alguien para representarlo.

tri
7. Si por alguna razón el superintendente general en jurisdic-

ción no estuviere presente y no nombrare su representante para
ne
presidir la asamblea de distrito, el superintendente de distrito

abrirá las sesiones de la asamblea y presidirá hasta que sean
hi
hechas otras provisiones por la asamblea de distrito.

ac

fM
pd
8. El superintendente de distrito puede llenar las vacantes que

ocurrieren (según la provisión hecha por el Manual).
9. El superintendente de distrito podrá designar a todos los
presidentes y secretarios de las juntas y comités permanentes del
distrito cuando no se haya hecho provisión para ello en el Manual
ni por acuerdo de la asamblea.
10. El superintendente de distrito, en consulta con la Junta
Consultora de Distrito, asignará un comité nominativo para pre-
parar nominaciones para los comités y oficios regulares previo a la
asamblea de distrito.
11. El superintendente de distrito será presidente ex officio del
Concilio Consultivo de Distrito, la Junta Consultora de Distrito y
la Junta de Credenciales Ministeriales de Distrito.
12. El superintendente de distrito será miembro ex officio de
todas las juntas y comités electos y permanentes en el distrito en
que sirve.
13. Todos los actos oficiales del superintendente de distrito
deben estar sujetos a revisión por la asamblea de distrito y a ape-
lación.
EL SECRETARIO DE DISTRITO
on
El secretario de distrito, electo por la Junta Consultora de
Distrito, servirá por un período de uno a tres años y hasta que su
si
sucesor sea electo y acreditado.
r
ve
Los deberes del secretario de distrito son:

al
1. Anotar correctamente y conservar fielmente todas las actas

de la asamblea de distrito.
tri
2. Anotar correctamente y conservar todas las estadísticas del

distrito.
ne
3. Enviar todos los cuadros estadísticos al secretario general

hi
para su revisión antes de publicarlos en el libro de Actas oficial.

ac

fM
pd
EL TESORERO DE DISTRITO
El tesorero de distrito, electo por la Junta Consultora de

Distrito, servirá hasta la clausura de la siguiente asamblea de dis-
trito y hasta que su sucesor sea electo y acreditado.
Si por alguna causa el tesorero de distrito dejare de servir en el
intervalo entre asambleas de distrito, la Junta Consultora de
Distrito elegirá a un sucesor previa nominación del superinten-
dente de distrito.
El tesorero de distrito será miembro ex officio de la asamblea de
distrito.
Los deberes del tesorero de distrito son:
1. Recibir todos los fondos de su distrito como sean designados

por la Asamblea General, o por la asamblea de distrito, o por la
Junta Consultora de Distrito, o como lo requieran las necesidades
de la Iglesia del Nazareno; y desembolsar los mismos de acuerdo
con la dirección y normas de la asamblea de distrito y/o de la
2. Guardar cuentas exactas de todo el dinero recibido y des-
embolsado, y rendir un informe mensual al superintendente de
distrito para su distribución a la Junta Consultora de Distrito y un
on
informe anual a la asamblea de distrito, ante la cual deberá res-
ponder por su oficio.
r si
LA JUNTA CONSULTORA DE DISTRITO

ve
La Junta Consultora de Distrito se formará del superintenden-

te de distrito como miembro ex officio, y hasta tres presbíteros y
al
tres laicos, electos por cédula por la asamblea de distrito, anual-

tri
mente o por períodos que no excedan cuatro años, y servirán hasta

la clausura de la siguiente asamblea de distrito y hasta que sus
ne
sucesores sean electos y acreditados. Sin embargo, sus períodos de

servicio pueden ser escalonados al elegir cierto número de miem-
hi
bros de la junta anualmente.

ac

fM
pd
Cuando haya una vacante en la Junta Consultora de Distrito,

los demás miembros elegirán a alguien para llenar tal vacante.
El superintendente de distrito será presidente ex officio de la
Los deberes de la Junta Consultora de Distrito son:
1. Fijar la fecha del principio y la terminación del año estadís-

tico de acuerdo con las provisiones del Manual.
2. Dar información al superintendente de distrito y consultar
con él acerca de los ministros e iglesias locales del distrito de
asamblea.
3. Nombrar un comité de investigaciones formado por tres
presbíteros o más en caso de que haya acusaciones escritas contra
un miembro del cuerpo ministerial.
4. Proteger toda propiedad del distrito de bienes raíces o mobi-
liario, incluyendo la plusvalía de tal propiedad, para que no se use
para fines personales o corporales ajenos a la Iglesia del Nazareno.
5. Elegir anualmente a un tesorero de distrito.
6. Elegir un secretario de distrito para servir por un período de
uno a tres años y hasta que su sucesor sea electo y debidamente
acreditado.
on
LA JUNTA DE CREDENCIALES
MINISTERIALES DE DISTRITO
si
La Junta de Credenciales Ministeriales de Distrito se formará

r
ve
de no menos de 5 ni más de 15 ministros ordenados, uno de los

cuales será el superintendente de distrito. Servirán por un período
de cuatro años y hasta que sus sucesores sean electos y acredita-
al
dos. Sin embargo, la duración de sus períodos de servicio podrán

tri
ser escalonados al elegir cierto número de miembros de la junta

anualmente.
ne
Cuando haya una vacante en la Junta de Credenciales

Ministeriales en el intervalo entre asambleas de distrito, ésta será
hi
suplida mediante nombramiento por el superintendente de distrito.

ac

fM
pd
Los deberes de la Junta de Credenciales Ministeriales son:

1. Examinar y evaluar cuidadosamente a todas las personas
que hayan sido presentadas debidamente a la asamblea de distri-
to para recibir las órdenes de presbítero, las órdenes de diácono o
la licencia de ministro.
2. Examinar y evaluar cuidadosamente a todas las personas
que deseen recibir un certificado de cualquiera de las funciones
asignadas de ministerio, incluyendo a todos los candidatos laicos
y ministeriales que aspiren a ser reconocidos para ministerios
fuera de la iglesia local y cualesquier otras relaciones especiales
estipuladas en el Manual.
LA JUNTA DE ESTUDIOS
MINISTERIALES DE DISTRITO
La Junta de Estudios Ministeriales de Distrito se formará de

cinco presbíteros o más, electos por la asamblea de distrito para
servir cuatro años y hasta que sus sucesores sean electos y acredi-
tados. Sin embargo, sus períodos de servicio deberán ser escalo-
nados eligiendo una proporción de la junta anualmente.
LA JUNTA DE EVANGELISMO O on
DIRECTOR DE EVANGELISMO DE DISTRITO
si
La asamblea de distrito podrá elegir una Junta de Evangelismo
r
de Distrito o un director de evangelismo de distrito. Las personas

ve
electas servirán hasta la clausura de la siguiente asamblea de dis-

trito y hasta que sus sucesores sean electos y acreditados.
al
LA JUNTA DE MISIONES
tri
DOMÉSTICAS DE DISTRITO
ne
La Junta de Misiones Domésticas de Distrito se formará de un

número igual de ministros y laicos, no menos de 6 ni más de 18,
hi
además del superintendente de distrito, quien será miembro ex

ac

fM
pd
officio. Estos miembros podrán ser electos por la asamblea de dis-

trito para servir por un período de cuatro años y hasta que sus
sucesores sean electos y acreditados; sin embargo, la Junta
Consultora de Distrito puede fungir como Junta de Misiones
Domésticas de Distrito.
LA JUNTA DE PROPIEDADES
DE LA IGLESIA DE DISTRITO
La Junta de Propiedades de la Iglesia de Distrito se formará del

superintendente de distrito como miembro ex officio y no menos de
dos ministros ordenados y dos laicos. Los miembros podrán ser
electos por la asamblea de distrito para servir por cuatro años o
hasta que sus sucesores sean electos y acreditados. La Junta
Consultora de Distrito puede servir como Junta de Propiedades de
la Iglesia de Distrito por voto favorable de la asamblea de distrito.
Los deberes de la Junta de Propiedades de la Iglesia de Distrito
son:
1. Promover la causa de la edificación de templos y edificios
anexos dentro de los linderos del distrito de asamblea, en coope-
ración con el Departamento de Evangelismo y Misión de la Iglesia.
2. Verificar y conservar los títulos de propiedad de las iglesias
on
locales.
3. Tomar en consideración los proyectos presentados por igle-
si
sias locales acerca de la compra de propiedades o la construcción
r
de templos o casas pastorales, y aconsejarlas al respecto.

ve
EL COMITÉ DE FINANZAS
al
DE LA ASAMBLEA DE DISTRITO
tri
Los deberes del Comité de Finanzas son:

1. Reunirse antes de la asamblea de distrito y presentar reco-
ne
mendaciones a la asamblea de distrito respecto a todas las asigna-

ciones presupuestarias y la asignación de las mismas a las iglesias
hi
locales.
ac

fM
pd
2. Hacer todo lo que la asamblea de distrito pueda encargarle

en las áreas de finanzas del distrito.
EL DIRECTOR DE CAPELLANÍA DE DISTRITO
El superintendente de distrito puede asignar a un director dis-

trital de capellanía. En cooperación con el superintendente de dis-
trito, el director de capellanía tratará de promover y ampliar el
evangelismo de santidad por medio del ministerio especializado
de la capellanía.
LA JUNTA DE MINISTERIOS DE
ESCUELA DOMINICAL DE DISTRITO
La Junta de Ministerios de Escuela Dominical de Distrito se

compondrá del superintendente de distrito, el presidente de
Misiones Nazarenas Internacionales de Distrito, el presidente de la
Juventud Nazarena Internacional de Distrito y el presidente de la
Junta de Ministerios de Escuela Dominical de Distrito, quienes
constituirán el Comité Ejecutivo, y por lo menos de tres miembros
adicionales. Los miembros adicionales serán electos por la asam-
blea de distrito o por la Convención de Ministerios de Escuela
on
Dominical de Distrito, por períodos escalonados de tres años y
hasta que sus sucesores sean electos y acreditados.
si
Los deberes de la Junta de Ministerios de Escuela Dominical
de Distrito son:
r
ve
1. Reunirse dentro de la primera semana subsiguiente a su elec-

ción y organizarse eligiendo secretario, tesorero, directores de dis-
trito de ministerios entre los adultos, de ministerios entre los niños
al
y de Cursos de Discipulado Cristiano, quienes serán miembros ex

tri
officio de la Junta de Ministerios de Escuela Dominical. Otros direc-

tores de distrito, según se consideren necesarios, podrán ser nomi-
ne
nados por el Comité Ejecutivo y electos por la junta.

2. Supervisar todos los intereses distritales de la escuela domi-
hi
nical.
ac

fM
pd
LA JUVENTUD NAZARENA
INTERNACIONAL DE DISTRITO
El ministerio nazareno entre los jóvenes está organizado en el

distrito bajo los auspicios de la Juventud Nazarena Internacional,
bajo el Estatuto de la Juventud Nazarena Internacional, y la auto-
ridad del superintendente de distrito, la Junta Consultora de
Distrito, y la asamblea de distrito. La JNI de distrito será com-
puesta por los miembros y grupos locales de la Juventud
Nazarena Internacional del distrito de asamblea.
La JNI de distrito se organizará de acuerdo con el Plan de
Ministerio de Distrito de la JNI el cual se podrá adaptar en res-
puesta a las necesidades de ministerio entre los jóvenes del distri-
to, y de acuerdo con el Estatuto de la JNI y el Manual de la Iglesia
del Nazareno.
La JNI de distrito será coordinada por el Concilio de la JNI de
Distrito, responsable de la planificación y organización del minis-
terio para las edades de 12 años en adelante, jóvenes universitarios
y jóvenes adultos, y de formular colectivamente la visión para el
ministerio juvenil del distrito.
El Concilio de la JNI de Distrito estará formado por el presi-
dente, vicepresidente, secretario, tesorero, representantes juveni-
on
les y directores de ministerios según sea necesario, y el superin-
tendente de distrito.
si
Los deberes del presidente de la JNI de distrito son dar direc-
r
ción y liderazgo a la JNI de distrito, presidir el Concilio de la JNI

ve
de Distrito a fin de facilitar el desarrollo del ministerio entre los

jóvenes del distrito, presidir la Convención anual de la JNI de
Distrito, representar los intereses de la JNI de distrito ante juntas
al
y comités de distrito apropiados, y alentar el desarrollo del minis-

tri
terio de la JNI en las iglesias locales del distrito. El presidente de

la JNI informará al superintendente de distrito y a la Junta
ne
Consultora de Distrito, y anualmente a la asamblea de distrito. El

presidente de la JNI de distrito será miembro ex officio de la asam-
hi
blea de distrito.
ac

fM
pd
MISIONES NAZARENAS
INTERNACIONALES DE DISTRITO
La organización Misiones Nazarenas Internacionales de

Distrito se compondrá de MNI locales dentro de los linderos del
distrito de asamblea. La MNI de distrito será auxiliar de Misiones
Nazarenas Internacionales General.
La Misiones Nazarenas Internacionales de Distrito será gober-
nada por la Constitución de Misiones Nazarenas Internacionales
de Distrito aprobada por el Departamento de Misión Mundial.
Estará sujeta al superintendente de distrito, a la Junta Consultora
de Distrito y a la asamblea de distrito.
El presidente de Misiones Nazarenas Internacionales de
Distrito servirá sin salario y será miembro ex officio de la asamblea
de distrito.
EL CONCILIO CONSULTIVO DE DISTRITO
Las juntas de distrito formarán un concilio consultivo que será

presidido por el superintendente de distrito; si es posible, dicho
on
concilio se reunirá cada seis meses para consultas y consejos acer-
ca de los mejores métodos para llevar adelante la obra del distrito
si
de asamblea.
r
ve
AYUDANTES BAJO SUELDO DEL DISTRITO
Cuando se considere necesario emplear ayudantes bajo sueldo

al
para una mayor eficiencia en la administración del distrito, tales

tri
personas, sean ministros o laicos, serán nominadas por el superin-

tendente de distrito, previa aprobación escrita del superintenden-
ne
te general en jurisdicción. Serán electos por la Junta Consultora de

Distrito.
hi
ac

fM
pd
DISOLUCIÓN DE UN DISTRITO
Cuando la Junta de Superintendentes Generales juzgue pru-

dente que un distrito ya no deba existir, éste puede, por recomen-
dación de la junta, ser disuelto por el voto favorable de las dos ter-
ceras partes de la Junta General de la Iglesia del Nazareno y el
anuncio formal apropiado.
DEL GOBIERNO DISTRITAL EN LAS
TRES ÚLTIMAS ASAMBLEAS GENERALES
Los cambios que a continuación se resaltan, muestran claramen-

te el proceso de la iglesia para hacer frente al marcado crecimiento de
los últimos años en todo el mundo. Es de notar y declarar que si bien
la Iglesia local es la base, principio y fin de la misión de la Iglesia; el
Distrito es clave en todo el desarrollo administrativo.
1. El Manual de 1993 en su título Gobierno Distrital, no con-

templa la posibilidad de Fusiones de dos o más distritos, como tam-
poco el procedimiento a seguir dado el caso, que lo encontramos
en un marcado ascenso en el de 1997 y 2001.
on
2. Es igualmente meritorio que la Asamblea General del 2001
si
ya asigne como deber del Superintendente de Distrito de usar faci-
r
litadores de zona, para mejorar el cumplimiento de su misión, los

ve
mismos responderán también a la Junta Consultora de Distrito.

al
3. En el Manual del 2001, en la parte “C. Negocios de la

Asamblea de Distrito”, como punto 203 se registra “Reglas de
tri
Orden” y se remiten a las reglas de orden de Robert (última edi-

ción), como de valor y referencia en relación a los procedimientos
ne
parlamentarios. No se altera el total de negocios de la Asamblea de

Distrito, se mantiene en 28 (203.9).
hi
ac

fM
pd
4. En los deberes del Superintendente de Distrito (Manual 2001)

se le encarga una tarea delicada, la de intervenir en una iglesia
siguiendo los procedimientos establecidos, para restablecer la
buena salud de la misma y reencausarla al cumplimiento de su
misión (208.3).
5. La Asamblea del 93 no establece 208.18 como deber del super-

ntendente de Distrito, la revisión y auto-evaluación, en consulta
con el evangelista titular de distrito, que lo declara en la del 97.
6. La Asamblea General del 2001 le encarga además de los

deberes y funciones ya conocidos de la Junta de estudios
Ministeriales de Distrito, la de proveer aliento y ayuda a los estu-
diantes de seminarios y universidades para el cumplimiento y
logro de la meta de su llamamiento (230.6).
7. Ya la Asamblea General de 1997 indica que un Distrito de

Fase 3 pertenece como tal a su Región, y que el Superintendente
General puede solicitar al Director Regional facilitar la comunica-
ción y supervisión con el Distrito, cosa que la Asamblea General
del 93 no había considerado.
on
8. La Asamblea General de l993, en deberes de la Junta de
Credenciales Ministeriales de Distrito, no menciona el investigar
si
a los candidatos para descubrir patrones de conducta, que se repi-
r
ten, que serán perjudiciales para el ministerio, que están aproba-

ve
das en la Asamblea de 1997 como 228.4.

al
tri
ne
hi
ac

fM
pd
Unidad III:
Gobierno General y
Educación superior
Gobierno general
FUNCIONES Y ORGANIZACIÓN
La Asamblea General es la suprema autoridad de la Iglesia del

Nazareno en lo que respecta a la formulación de doctrinas, legis-
lación y elección, sujeta a las provisiones de la Constitución de la
on
iglesia.
La Asamblea General será presidida por los superintendentes
si
generales de común acuerdo.

r
La Asamblea General elegirá a sus demás oficiales y se organi-

ve
zará para tratar sus negocios de acuerdo con su criterio y privilegio.

al
MEMBRESÍA DE LA ASAMBLEA GENERAL

tri
La Asamblea General estará compuesta de delegados ministe-

riales y laicos en igual número de cada distrito de Fase 3, con el
ne
superintendente de distrito como uno de los delegados ministeria-

les ordenados y asignados, mientras que los demás delegados
hi
ac

fM
pd
ministeriales ordenados y asignados y todos los delegados laicos

son elegidos por las asambleas de distrito de la Iglesia del
Nazareno; de los superintendentes generales eméritos y jubilados;
de los superintendentes generales; del secretario general; del tesore-
ro general; del director del El Heraldo de Santidad; de los directores
de las diversos departamentos, ministerios y servicios de la Junta
General; del comisionado de educación; de los directores regionales;
del presidente de Misiones Nazarenas Mundiales General; del pre-
sidente de la Juventud Nazarena Internacional Global; de los recto-
res de universidades regionales (en regiones donde exista más de
una universidad, el Concilio Consultivo Regional elegirá un delega-
do de dichas instituciones); de los rectores de las instituciones mul-
tiregionales cuyas Juntas de Directores son elegidas por múltiples
representantes de distrito; del presidente de la Casa Nazarena de
Publicaciones; el coordinador de avivamientos; de un delegado
misionero de carrera por cada región con 50 misioneros o menos, y
dos delegados misioneros por cada región con 51 misioneros o más,
elegidos por el Concilio Consultivo Regional en cada región. En su
defecto, el representante misionero será elegido por el Comité de
Evangelismo y Misión Mundial.
Cada distrito de Fase 3 tendrá derecho a estar representado en
la Asamblea General de la siguiente manera: por un ministro
on
ordenado y un laico por los primeros 2,000 o menos miembros en
plena comunión, y un ministro ordenado asignado adicional y un
si
laico adicional por los siguientes 1 a 3,500 miembros en plena
comunión, así como por cada 1 a 3,500 miembros en plena comu-
r
ve
nión adicionales. El término “ministro ordenado” incluirá a pres-

bíteros y diáconos.
Cada distrito de Fase 2 tendrá derecho a enviar un delegado
al
laico y un delegado ministerial a la Asamblea General. El delega-

tri
do ministerial ordenado y asignado será el superintendente de

distrito. Se elegirá un suplente para cada delegado.
ne
Un distrito de Fase 1 tendrá derecho a enviar un delegado sin

derecho a voto a la Asamblea General. El superintendente de dis-
hi
trito será el delegado, siempre y cuando sea miembro del distrito.

ac

fM
pd
FECHA Y LUGAR DE REUNIÓN
La Asamblea General se reunirá cada cuatro años en junio, en la

fecha y lugar determinados por una Comisión de la Asamblea
General, compuesta por los superintendentes generales y un núme-
ro igual de personas escogidas por la Junta de Superintendentes
Generales. Los superintendentes generales y esta comisión también
tendrán la facultad, en casos graves e imprevistos, de cambiar la
fecha y el lugar de la reunión de la Asamblea General.
La Asamblea General se iniciará en domingo con un día ente-
ro de servicios devocionales e inspiradores. Se harán todas las pro-
visiones necesarias para tratar los negocios cuidadosa y ordenada-
mente y para celebrar servicios similares al fin de la sesión si así se
dispone. La Asamblea General fijará el tiempo de su clausura.
SESIONES EXTRAORDINARIAS
La Junta de Superintendentes Generales o la mayoría de esta

junta, y por el consentimiento escrito de las dos terceras partes de
todos los superintendentes de distrito, podrán convocar a una
sesión extraordinaria de la Asamblea General en caso de emer-
gencia.
on
En caso de que haya una sesión extraordinaria de la Asamblea
General, los delegados titulares y suplentes a la Asamblea General
si
anterior, o sus sucesores debidamente electos y acreditados, servi-
r
rán como delegados titulares y suplentes a la sesión extraordina-

ve
ria.
al
EL COMITÉ DE ARREGLOS
DE LA ASAMBLEA GENERAL
tri
El secretario general, el tesorero general y tres personas desig-

ne
nadas por la Junta de Superintendentes Generales, por lo menos

un año antes de la Asamblea General, constituirán el Comité de
hi
Arreglos de la Asamblea General.

ac

fM
pd
NEGOCIOS DE LA ASAMBLEA GENERAL
Los negocios de la Asamblea General serán:
1. Referir, por medio de su Comité de Referencias, todas las

resoluciones, recomendaciones, así como legislación de comisio-
nes, informes de comités especiales y otros documentos, a comités
permanentes o comités legislativos especiales de la asamblea, o a
los comités regionales para su consideración antes de ser presen-
tados a la asamblea.
2. Elegir, por el voto de las dos terceras partes de los miembros
presentes y votantes, tantos superintendentes generales como crea
necesarios, quienes fungirán hasta 30 días después de la clausura
de la siguiente Asamblea General y hasta que sus sucesores sean
electos y acreditados; teniendo en cuenta que la primera votación,
por cédula, será de “sí” o “no” para los superintendentes genera-
les en funciones, y que cualquier vacante después de tal votación
será suplida por medio de votaciones subsecuentes por cédula
hasta que las elecciones hayan terminado.
3. Elegir a un superintendente general a la categoría de eméri-
to cuando lo considere conveniente, siempre y cuando ese supe-
rintendente haya quedado incapacitado o haya cumplido 65 años
on
de edad, y haya servido como superintendente general por lo
menos dos períodos, definiendo un período como el tiempo entre
si
una Asamblea General y la siguiente.
r
6. Elegir una Junta General, de acuerdo con lo provisto en en el

ve
Manual (párrafos 330.1-331.4), la cual servirá hasta la clausura de

la siguiente Asamblea General y hasta que sus sucesores sean elec-
al
tos y acreditados.
7. Elegir una Corte General de Apelaciones, la cual consistirá
tri
de cinco presbíteros y servirá hasta la clausura de la siguiente

Asamblea General y hasta que sus sucesores sean electos y acredi-
ne
tados. La Junta de Superintendentes Generales elegirá al presi-

dente y al secretario.
hi
ac

fM
pd
LOS SUPERINTENDENTES GENERALES
Los superintendentes generales, electos por la Asamblea

General, servirán hasta la clausura de la siguiente Asamblea
General y hasta que sus sucesores sean electos y acreditados.
Un superintendente general no deberá tener ningún otro oficio
general en la iglesia mientras sirva en el oficio de superintendente
general.
Los deberes y facultades de los superintendentes generales son:
1. Ejercer la supervisión general de la Iglesia del Nazareno, en
sujeción a las leyes y órdenes adoptadas por la Asamblea General.
2. Presidir, de común acuerdo, las sesiones de la Asamblea
General y las de la Junta General de la Iglesia del Nazareno.
3. Ordenar, o designar personas que ordenen, juntamente con
los presbíteros presentes, a aquellos que hayan sido debidamente
electos para ser ordenados como presbíteros o diáconos.
4. Presidir cada asamblea de distrito de Fase 3; o en caso de que
no pueda hacerlo, hacer arreglos adecuados para tal presidencia.
SUPERINTENDENTES GENERALES
EMÉRITOS Y JUBILADOS on
Todos los superintendentes generales eméritos y los superinten-
dentes generales jubilados serán miembros ex officio de la Asamblea
si
General.
r
Un superintendente general al que se le haya concedido la

ve
categoría de emérito o jubilado, no será miembro de la Junta de

Superintendentes Generales y será relevado de toda responsabili-
al
dad oficial.
tri
LA JUNTA DE SUPERINTENDENTES GENERALES

ne
Los superintendentes generales se organizarán como junta

haciendo arreglos y asignándose el trabajo particular sobre el que
hi
han de tener jurisdicción especial.

ac

fM
pd
Vacante. En caso de que, por muerte u otra causa, hubiere

alguna vacante en la Junta de Superintendentes Generales en el
intervalo entre asambleas generales, la Junta de Superintendentes
Generales decidirá si se ha de convocar a elección para suplir la
vacante. Al recibir la decisión de la junta, el secretario general noti-
ficará inmediatamente a todos los miembros de la Junta General.
El secretario general de la iglesia informará el resultado de la
votación a la Junta de Superintendentes Generales, quienes anun-
ciarán este resultado a la Iglesia del Nazareno por medio de El
Heraldo de Santidad.
Los deberes de la Junta de Superintendentes Generales serán:
1. Proveer supervisión sobre la Iglesia del Nazareno interna-

cional. La Junta de Superintendentes Generales proveerá atención
apropiada al liderazgo, dirección, motivación, y acceso para todos
los distritos de Fase 3.
2. La Junta de Superintendentes Generales constituirá la auto-
ridad para la interpretación de leyes y doctrinas de la Iglesia del
Nazareno, así como del significado y aplicación de todas las pro-
visiones del Manual, sujetas a apelación ante la Asamblea General.
3. La Junta de Superintendentes Generales considerará y apro-
on
bará planes relacionados con centros de distrito, cuyos planes no
se llevarán a cabo sino hasta que hayan recibido la aprobación
si
escrita de la Junta de Superintendentes Generales.
4. La Junta de Superintendentes Generales, a su discreción,
r
ve
tendrá facultad para la ordenación de personas divorciadas, al ofi-

cio de presbíteros o diáconos en la Iglesia del Nazareno.
5. La Junta de Superintendentes Generales puede declarar
al
vacante, con causa justificada, el oficio de un superintendente de

tri
distrito de cualquier distrito de Fase 2 o Fase 1, previa recomen-

dación del superintendente general en jurisdicción y puede decla-
ne
rar vacante el oficio de superintendentes de distrito en distritos de

Fase 3 al tener el voto favorable de dos terceras partes de la Junta
hi
Consultora de Distrito, los presidentes distritales de Ministerios

ac

fM
pd
de Escuela Dominical, de la JNI y de la MNI, el secretario de dis-

trito y el tesorero de distrito.
6. La Junta de Superintendentes Generales tendrá autoridad de
hacer todo aquello que sea benéfico para la Iglesia del Nazareno y
para lo cual no se haga provisión de ninguna otra manera, de
acuerdo con los dictados de su criterio, en armonía con el orden
general de la iglesia y sujeto a la Constitución de la iglesia.
EL SECRETARIO GENERAL
El secretario general, electo por la Junta General de acuerdo

con el Reglamento Interior de la Junta General, servirá hasta la
clausura de la siguiente Asamblea General y hasta que su sucesor
sea electo y acreditado, o hasta que sea removido de su cargo de
acuerdo con el párrafo 317.5 del Manual.
El secretario general responderá ante la Junta de Superinten-
dentes Generales y la Junta General.
Los deberes del secretario general son:
1. Registrar correctamente y conservar las actas de procedi-

mientos de la Asamblea General y la Junta General.
on
2. El secretario general se encargará de guardar y retener todos
aquellos documentos legales que pertenezcan a la iglesia general.
si
3. El secretario general está autorizado para coleccionar mate-
rial histórico relacionado con la organización y desarrollo de nues-
r
ve
tra denominación y se encargará de la vigilancia de dichos archi-

vos y material.
4. El secretario general, juntamente con los superintendentes
al
generales, preparará, antes de la apertura de la Asamblea General,

tri
todos los formularios necesarios incluyendo el Compendio del

Manual en cuanto a Reglas de Orden, para revisión, y todo lo que
ne
sea necesario para facilitar el trabajo de la Asamblea General. El

gasto en que se incurra se cubrirá con el fondo de gastos de la
hi
Asamblea General.
ac

fM
pd
5. El secretario general puede tener tantos ayudantes como elija

la Asamblea General, o como designe la Junta de Superintendentes
Generales en el intervalo entre asambleas generales.
EL TESORERO GENERAL
El tesorero general, electo por la Junta General de acuerdo con

el Reglamento Interior de la Junta General, servirá hasta la clausu-
ra de la siguiente Asamblea General y hasta que su sucesor sea
electo y acreditado, o hasta que sea removido de su cargo de
acuerdo con el párrafo 317.5 del Manual.
Los deberes del tesorero general son:

1. Cuidar todos los fondos que pertenezcan a los intereses
generales de la Iglesia del Nazareno.
2. Proporcionar los informes que le soliciten las juntas y divi-
siones cuyos fondos estén a su cuidado.
LA JUNTA GENERAL
La Junta General de la Iglesia del Nazareno, entidad jurídica

religiosa y caritativa, con personería jurídica de acuerdo con las
on
leyes del estado de Missouri en Kansas City, Missouri, E.U.A.,
estará compuesta por miembros que hayan sido electos por cédu-
si
la por la Asamblea General, de entre las personas nominadas de
acuerdo con lo provisto en los párrafos 330.1-331.4 del Manual.
r
ve
Para ser elegido como miembro de la Junta General en representa-

ción de una región de la iglesia, es necesario ser residente de esa
región y miembro de una iglesia local dentro de la misma.
al
Ninguna persona podrá ser elegida como miembro de la Junta

tri
General, ni permanecer como tal, si es empleado de la Junta

General o de cualquier entidad incluyendo instituciones educati-
ne
vas controladas por la Junta General. Personas de distritos u otras

entidades que reciben fondos de operación de los fondos de la
hi
iglesia a nivel general tampoco podrán ser elegidas.

ac

fM
pd
Los deberes de la junta general son:
1. La Junta General animará a cada junta nacional, regional,

distrital y local, y esperará de cada una el cumplimiento de la
misión de la Iglesia del Nazareno, la cual consiste en propagar la
santidad cristiana según la tradición wesleyana. La Junta General
facilitará el avance de la iglesia mundial en cada nación y/o
región. La Junta General se encargará de promover los asuntos
financieros y materiales de todos los departamentos de la Iglesia
del Nazareno, sujeta a las instrucciones de la Asamblea General.
2. La Junta General tendrá facultad para comprar, poseer,
tener, administrar, hipotecar, vender, traspasar y donar, o de otra
manera adquirir, imponer un embargo preventivo y disponer de
propiedad, tanto de bienes raíces como de mobiliario, vendida,
legada, cedida, donada o depositada a su cargo para cualquier
propósito legal, y para ejecutar tal propósito; para pedir prestado
y para prestar dinero en ejecución de sus propósitos legales.
3. La Junta General deberá suplir para cualquier vacante en la
Junta de Superintendentes Generales.
4. Reuniones. La Junta General se reunirá en sesión, en Kansas
City, Missouri, por lo menos tres veces durante el cuatrienio, en la
fecha especificada por el Reglamento Interior de dicha junta; sin
on
embargo, la hora, fecha y lugar de la reunión regular pueden ser
cambiados por resolución adoptada por unanimidad, en una reu-
si
nión regular o especial, de acuerdo con los mejores intereses de la
Junta General y sus comités.
r
ve
5. Las Reuniones Especiales de la Junta General pueden ser

convocadas por el director, el presidente o el secretario.
6. Comité de Finanzas. El Comité de Finanzas, electo por la Junta
al
General, se encargará de la inversión adecuada de los fondos fidu-

tri
ciarios. La Junta General, después de transferir a este departamento

todas las peticiones de presupuesto presentadas por los diversas
ne
departamentos y dependencias de las Oficinas Internacionales para

el año siguiente, recibirá del departamento un informe de sus reco-
hi
mendaciones respecto a cada petición.

ac

fM
pd
7. Fondo para la Evangelización Mundial. El Fondo para la

Evangelización Mundial ha de ser la suma de todos los presu-
puestos de departamentos y los demás fondos que habrá de colec-
tar toda la denominación para el sostenimiento, operación y pro-
moción de sus actividades generales.
8. Informes. La Junta General recibirá, en su reunión regular,
un informe detallado de las actividades de las departamentos
durante el año pasado, incluyendo un informe financiero. Cada
departamento también presentará un presupuesto de gastos para
el año próximo.
9. La jubilación de todos los oficiales y de otros directores
mencionados en los párrafos 333.14 y 333.21 del Manual, y de cual-
quier otro director de agencia empleado por la Asamblea General
o sus comisiones electas, la Junta General y sus departamentos,
deberá realizarse al tiempo de la reunión de la Junta General, sub-
secuente a la fecha en que cumplan 70 años de edad. Cuando haya
vacantes, serán suplidas de acuerdo con los procedimientos indi-
cados en el Manual.
JUNTAS RELACIONADAS
CON LA IGLESIA GENERAL
on
La Junta de Pensiones
si
Deberá organizarse una Junta de Pensiones, o un cuerpo equi-
r
valente autorizado, con responsabilidad fiduciaria para cada plan

ve
de pensión relacionado con la iglesia. Un plan de pensión podrá

servir a nivel organizacional, distrital, multidistrital, nacional,
regional o multirregional, según lo dicten las necesidades.
al
tri
Junta de la Casa Nazarena

de Publicaciones
ne
La Casa Nazarena de Publicaciones, entidad jurídica establecida

hi
en Kansas City, Missouri, tendrá una Junta de Directores compuesta

ac

fM
pd
de nueve miembros: el presidente de la Casa Nazarena de

Publicaciones, quien será el director ejecutivo de la entidad jurídica;
el secretario general de la Iglesia del Nazareno, quien será el secreta-
rio ex officio de la entidad jurídica; uno miembro del Comité de
Ministerios de Escuela Dominical de la Junta General, seleccionado
por ese comité; y seis miembros vocales, nominados por la Junta de
Superintendentes Generales y electos por la Junta General. Servirán
hasta la clausura de la siguiente Asamblea General y hasta que sus
sucesores sean electos y acreditados.
EL COMITÉ DE ACCIÓN CRISTIANA
Después de la Asamblea General, la Junta de Superintendentes

Generales nombrará un Comité de Acción Cristiana; uno de sus
miembros será el secretario general, quien rendirá informe del tra-
bajo del comité a la Junta General.
Los deberes del Comité General de Acción Cristiana son:
1. Proveer y desarrollar para nuestra feligresía información

constructiva en relación con asuntos como el licor, el tabaco, los
on
narcóticos, los juegos de azar y otros asuntos sociales y morales en
armonía con la doctrina de la iglesia.
si
2. Recalcar la santidad del matrimonio y el carácter sagrado
del hogar cristiano, señalando, además, los problemas y perjuicios
r
ve
del divorcio. En particular, hacer hincapié en el plan bíblico para

el matrimonio como un pacto para toda la vida, el cual queda nulo
solamente al morir uno de los cónyuges.
al
tri
EL COMITÉ SOBRE LOS INTERESES

DEL EVANGELISTA LLAMADO POR DIOS
ne
El Comité Sobre los Intereses del Evangelista Llamado por

hi
Dios se compondrá del coordinador de evangelismo, quien será

ac

fM
pd
presidente ex officio del comité, además de cuatro evangelistas titu-

lados y un pastor.
LA JUVENTUD NAZARENA
INTERNACIONAL GLOBAL
El ministerio juvenil nazareno está organizado globalmente

bajo los auspicios y el Estatuto de la Juventud Nazarena
Internacional y bajo la autoridad del superintendente general en
jurisdicción para la JNI y la Junta General. La JNI global estará
compuesta por los miembros, grupos locales y organizaciones dis-
tritales de la Juventud Nazarena Internacional alrededor del
mundo. La JNI Global se regirá por el Estatuto de la JNI y el Plan
de Ministerio Global de la JNI aprobado por la Asamblea General.
Se celebrará una Convención Global Cuatrienal de la JNI, en la
fecha fijada por la Junta de Superintendentes Generales en consul-
ta con el Concilio Global de la JNI. La convención cuatrienal se
compondrá de los miembros tal como se designa en el Plan de
Ministerio Global de la JNI.
La convención deberá elegir a un presidente global y a un vice-
presidente global quienes serán miembros ex officio del Concilio de
on
la JNI Global y servirán sin salario.
El Concilio de la JNI Global se compondrá del presidente, vice-
si
presidente, miembros vocales juveniles y representación de cada
r
región tal como se estipula en el Plan de Ministerio Global de la

ve
JNI. El Director de la Juventud Nazarena Internacional servirá ex

officio en el concilio.
al
La Juventud Nazarena Internacional Global estará representa-

da en la Junta General de la Iglesia del Nazareno por un miembro
tri
electo por la Asamblea General de entre las nominaciones presen-

tadas por el Concilio de la JNI Global.
ne
La Juventud Nazarena Internacional Global será representada en

hi
la Asamblea General por el presidente de la JNI global en funciones.

ac

fM
pd
EL CONCILIO GENERAL DE MISIONES

NAZARENAS INTERNACIONALES GENERAL
El Concilio General de Misiones Nazarenas Internacionales

General se compondrá del presidente general, del director general
y del número de miembros prescrito por la Constitución de
Misiones Nazarenas Internacionales General y electos en confor-
midad con esta Constitución.
El Concilio General se regirá por la Constitución de Misiones
Nazarenas Internacionales General. Esta organización será auxi-
liar del Departamento de Evangelismo y Misión Mundial.
JUNTAS NACIONALES
Donde se considere necesario, se establecerá una junta nacio-

nal para facilitar el cumplimiento de la misión de la iglesia, per-
mitiendo estrategias unificadas de evangelismo, discipulado, fun-
dación de iglesias, desarrollo distrital, nuevos distritos, prepara-
ción ministerial, desarrollo de recursos, y planes de ahorro para la
jubilación de ministros; por medio de la adquisición, conserva-
ción, venta y traspaso de propiedad; o tratando cualquier otro
asunto de negocios administrativo y/o legal que tenga que ver con
on
la Iglesia del Nazareno en ese país, para el cual no se haya hecho
ninguna otra provisión en el Manual. Tal junta se reconocerá como
si
la autoridad legal de la Iglesia del Nazareno en ese país.

r
ve
LA REGIÓN
al
Origen y Propósito. Con el crecimiento de la iglesia en todo el

mundo, se ha desarrollado la agrupación de varios distritos orga-
tri
nizados en áreas geográficas identificadas como regiones. Un

conglomerado de distritos responsables ante el gobierno general
ne
de la Iglesia del Nazareno y que comparten un sentido de identi-

ficación regional y cultural, podrá organizarse como una región
hi
ac

fM
pd
administrativa por decisión de la Junta General y con la aproba-

ción de la Junta de Superintendentes Generales.
Reglamento Regional. En conformidad con el tratamiento asi-

métrico de organización, la Junta de Superintendentes Generales
puede, cuando lo considere necesario, y en consulta con el
Concilio Consultivo Regional, estructurar regiones administrati-
vas de acuerdo a necesidades particulares, problemas potenciales,
realidades existentes y diversos trasfondos culturales y educativos
en sus áreas geográficas particulares del mundo.
Deberes. Los deberes principales de las regiones son:
1. Cumplir la misión de la Iglesia del Nazareno por medio de

las áreas pioneras, los distritos y las instituciones establecidas.
2. Desarrollar una conciencia regional, compañerismo y estra-
tegias para cumplir la Gran Comisión, reuniendo periódicamente
a los representantes distritales e institucionales con el propósito de
planificación, oración e inspiración.
3. Nominar a personas a la Asamblea General y Convenciones
Global/Generales para las elecciones a la Junta General.
on
Concilio Consultivo Regional (CCR). Una región puede tener
un Concilio Consultivo Regional cuyas responsabilidades serán
si
asistir al director regional en el desarrollo de estrategias para la

r
región, revisar y recomendar la aprobación o desaprobación de

ve
todas las actas de las juntas nacionales antes de remitirlas a la ofici-

na del secretario general, entrevistar a candidatos al campo misio-
al
nero a fin de recomendarlos al Departamento de Evangelismo y

Misión Mundial y/o asignarlos como misioneros regionales contra-
tri
tados por la Junta General, recibir informes del director regional, de

los directores de área y de los coordinadores de ministerios, elegir a
ne
los delegados misioneros a la Asamblea General de acuerdo con las

estipulaciones del Manual, y elegir a un director/rector/presidente
hi
ac

fM
pd
de una institución de la Junta Internacional de Educación como

delegado a la Asamblea General.
El Director Regional. Cuando se considere necesario, una región

podrá tener un director electo por la Junta de Superintendentes
Generales en consulta con el director del Departamento de
Evangelismo y Misión Mundial, y ratificado por la Junta General,
para trabajar en armonía con los reglamentos y prácticas de la Iglesia
del Nazareno, dando liderazgo a los distritos, iglesias e instituciones
de dicha región en cumplimiento de la misión, estrategias y progra-
mas de la iglesia.
Cada director regional ha de ser responsable administrativa-
mente ante el Departamento de Evangelismo y Misión Mundial y
la Junta General y, en asuntos de jurisdicción, ante la Junta de
Superintendentes Generales.
CAMBIOS EN LA ADMINISTRACIÓN DEL

GOBIERNO GENERAL EN LAS TRES
Lo más destacado sucedió en la última Convención General de

la JNI, que decidió cambiar su Constitución de 60 años de vigencia
on
con muy pocas modificaciones en todo ese tiempo. La Junta
Ejecutiva de la JNI, conocida hasta entonces como Concilio General
si
fue reemplazado por Concilio Global de la JNI, y sus miembros que
eran en su mayoría de EE.UU. (10 de 12) ahora son de las 6 regio-
r
ve
nes del mundo en un total de 22, y por primera vez la Presidente

General es de fuera de EE.UU. Su Vicepresidente de Canadá y su
Director General más conocido en Misiones Mundiales.
al
No sólo eso sino que decidió cambiar totalmente la filosofía y

tri
la orientación general de la JNI, que estaba centrada en Eventos a

una que se enfoca en Ministerios; con éste cambio creará e inverti-
ne
rá en todos los niveles: local, área, región y general; equipos de

entrenamiento para motivar, convocar, facilitar y reclutar candi-
hi
datos que Dios está llamando siendo jóvenes, para ganar a otros
ac

fM
pd
jóvenes, en un mundo donde la mayoría de los habitantes son

jóvenes.
Este esfuerzo y visión transformadora, unida a los cambios
que ha introducido MNI, nos queda como un desafío para hacerlo
realidad en donde quiera que como miembros de la Iglesia del
Nazareno tengamos la oportunidad de involucrarnos.
Educación superior
LA IGLESIA Y LA UNIVERSIDAD
La Iglesia del Nazareno, desde su inicio, ha dado alta priori-

dad a la educación superior. La iglesia provee a la universidad
estudiantes, personal administrativo y docente, así como apoyo
financiero y espiritual. La universidad educa a los jóvenes de la
iglesia y a muchos de sus adultos, los guía hacia la madurez espi-
ritual, enriquece a la iglesia, y envía al mundo a siervos de Cristo
pensantes y amorosos. Aun cuando la universidad de la iglesia no
es una congregación local, es parte integral de la iglesia; es una
expresión de ella.
La Iglesia del Nazareno cree en el valor y la dignidad de la vida
on
humana y la necesidad de proveer un ambiente en el que el hombre
pueda ser redimido y enriquecido espiritual, intelectual y física-
si
mente, “santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra”
(2 Timoteo 2:21). La tarea primordial y las expresiones tradicionales
r
ve
de actividad de la iglesia local -evangelismo, educación religiosa,

ministerios de compasión y servicios de adoración- dan ejemplo del
amor de la iglesia hacia Dios y su interés por el ser humano.
al
A nivel de la iglesia local, la educación cristiana de jóvenes y

tri
adultos en diversas etapas del desarrollo humano intensifica la efi-

cacia del evangelio. Las congregaciones pueden incorporar, dentro
ne
de sus objetivos y función, programas educativos de entre semana

en alguno o en todos los niveles desde el preescolar hasta secunda-
hi
ria. A nivel de la iglesia general, se seguirá manteniendo la práctica

ac

fM
pd
de proveer instituciones de educación superior o de preparación

ministerial. Dondequiera que operen tal instituciones, funcionarán
dentro del marco filosófico y teológico de la Iglesia del Nazareno
como lo establece la Asamblea General y como se expresa por
medio del Manual.
Enunciado de la Misión Educacional. La educación en la
Iglesia del Nazareno, cimentada en los postulados bíblicos y teo-
lógicos de los movimientos wesleyano y de santidad, y responsa-
ble de cumplir la misión declarada de la denominación, se propo-
ne dirigir a quienes recurran a ella, a aceptar, cultivar y expresar,
en servicio a la iglesia y el mundo, las ideas cristianas consistentes
y coherentes en cuanto a la vida social e individual. Además, las
instituciones de educación superior tratarán de proveer un currí-
culo, calidad de instrucción y evidencia de logro académico que
preparen adecuadamente a los graduados para funcionar con efi-
cacia en las vocaciones y profesiones que ellos escojan.
Se requiere la autorización de la Asamblea General, por reco-
mendación de la Junta Internacional de Educación, para establecer
instituciones que otorguen títulos de grado. La Junta General
puede autorizar el desarrollo o cambio de nivel de instituciones
existentes, por recomendación de la Junta Internacional de
Educación. Ninguna iglesia local o combinación de iglesias, ni per-
on
sonas que representan una iglesia local o grupo de iglesias, podrán
establecer o auspiciar una institución de nivel superior al de
si
segunda enseñanza o de capacitación ministerial a nombre de la
r
iglesia, excepto por la recomendación de la Junta Internacional de

ve
Educación.
al
CONCILIO INTERNACIONAL
DE EDUCACIÓN SUPERIOR
tri
Habrá un Concilio Internacional de Educación Superior com-

ne
puesto del presidente, encargado, rector o director (o su represen-

tante designado) de cada institución de la Junta Internacional de
hi
Educación de la Iglesia del Nazareno, los coordinadores regionales

ac

fM
pd
de educación, el comisionado de educación, el director del

Departamento de Evangelismo y Misión Mundial y el superinten-
dente general responsable de la Junta Internacional de Educación.
JUNTA INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN
La Junta Internacional de Educación será la mediadora de la

iglesia general para las instituciones educacionales de la Iglesia del
Nazareno en todo el mundo.
La junta se compondrá de trece miembros: ocho miembros
electos por la Junta General, más cinco miembros ex officio: los dos
representantes de educación de la Junta General, el director del
Departamento de Evangelismo y Misión Mundial, el director de la
Oficina de Servicios Ministeriales y el comisionado de educación.
Un Comité Nominativo compuesto del comisionado de educación,
el director del Departamento de Evangelismo y Misión Mundial,
los dos representantes de educación de la Junta General y los
superintendentes generales responsables de la Junta Internacional
de Educación y del Departamento de Evangelismo y Misión
Mundial presentarán ocho nominados, aprobados por la Junta de
Superintendentes Generales, a la Junta General para elegir.
En un esfuerzo por asegurar una amplia representación en la
on
iglesia, el Comité Nominativo presentará nominaciones de la
siguiente manera: un coordinador regional de educación; tres lai-
si
cos; dos ministros ordenados de las regiones de Misión Mundial

r
de donde no fue nominado el coordinador de educación; dos voca-

ve
les nominados. Ninguna región de Misión Mundial tendrá más de

un miembro en la Junta Internacional de Educación hasta que cada
al
región tenga un representante.

En todo el proceso nominativo y electoral, se dará atención a la
tri
elección de personas con perspectivas y/o experiencias trascultu-

rales como educadores.
ne
Las funciones de la Junta Internacional de Educación son:

hi
ac

fM
pd
1. Cerciorarse de que las instituciones estén bajo el control

legal de sus juntas administrativas respectivas, cuyas constitucio-
nes y reglamentos internos se conformarán con su respectivo esta-
tuto o reglamento de personería jurídica, y estarán en armonía con
las normas establecidas por el Manual de la Iglesia del Nazareno.
2. Cerciorarse de que los miembros de las juntas administrati-
vas de instituciones nazarenas sean miembros de buena reputa-
ción de la Iglesia del Nazareno. Deberán estar de acuerdo plena-
mente con los Artículos de Fe, incluyendo la doctrina de la entera
santificación y las prácticas de la Iglesia del Nazareno establecidas
en el Manual de la iglesia. Hasta donde sea posible, los miembros
de las juntas de control de educación superior deberán tener igual
número de ministros y laicos.
3. Recibir los fondos que puedan otorgárseles para propósitos
educativos mediante regalos, legados y donativos, y recomendar
anualmente partidas de esos fondos para cada institución educa-
cional de acuerdo con el reglamento aprobado por la Junta General.
Las instituciones no seguirán recibiendo sostenimiento regular si
no presentan sus normas educativas, plan de organización e infor-
mes financieros a la Junta Internacional de Educación.
4. Recibir y tratar en forma apropiada un informe anual del
comisionado de educación en el que se resumirá la siguiente infor-
on
mación de todas las instituciones de la Junta Internacional de
Educación: (a) informe estadístico anual, (b) informe anual de audi-
si
toria, y (c) presupuestos fiscales anuales para el año siguiente.
r
5. Recomendar y proveer apoyo y mediación, aun cuando su

ve
función es de consulta para las instituciones, la Junta de Superin-

tendentes Generales y la Junta General.
6. Servir a la iglesia en asuntos relacionados con instituciones
al
educacionales nazarenas a fin de fortalecer los lazos entre las ins-

tri
tituciones y la iglesia en general.

7. Presentar sus deliberaciones y recomendaciones a la Junta
ne
de Superintendentes Generales ya la Junta General para su ratifi-

cación de la misma forma en que presentan sus deliberaciones y
hi
recomendaciones los comités de la Junta General.

ac

fM
pd
COMISIONADO DE EDUCACIÓN
El administrador de la Junta Internacional de Educación es el

Comisionado de Educación, quien será electo por la Junta General de
entre dos nominados aprobados por la Junta de Superintendentes
Generales y presentados por un Comité Nominativo compuesto de
los dos representantes de educación de la Junta General, los supe-
rintendentes generales responsables de la Junta Internacional de
Educación y del Departamento de Evangelismo y Misión Mundial,
el director del Departamento de Evangelismo y Misión Mundial, y el
presidente del Concilio Internacional de Educación Superior.
El Comisionado de Educación en funciones puede ser reelegi-
do por medio de una votación de “sí” o “no” de la Junta General,
previa aprobación del Comité Nominativo.
Los deberes del Comisionado de Educación se deberán estipu-
lar en el Reglamento Interior de la Junta General.
Todas las constituciones y reglamentos interiores instituciona-
les deberán incluir un artículo sobre la disolución y disposición de
fondos en el que se indicará que la Iglesia del Nazareno deberá
recibir tales fondos para usarlos en servicios educacionales de la
iglesia. on
r si
ve
al
tri
ne
hi
ac

fM
pd
Unidad IV:
Ministerio y
servicio cristiano
El Ministro:
Llamamiento y Cualidades3
La Iglesia del Nazareno reconoce e insiste en que a todos los
creyentes se les ha encomendado una dispensación del evangelio
que deben ministrar a todos los seres humanos.
on
También reconocemos y sostenemos que Jesucristo, la Cabeza
de la iglesia, llama a algunos hombres y mujeres a dedicarse a la
si
obra más oficial y pública del ministerio. Como el Señor llamó a
r
los que él quiso, y escogió y ordenó a sus 12 apóstoles “para que

ve
estuvieran con él, para enviarlos a predicar” (Marcos 3:14), así

todavía llama y envía a mensajeros del evangelio. La iglesia, ilu-
minada por el Espíritu Santo, reconocerá el llamamiento del
al
Señor.
tri
ne
3 Debido a la naturaleza de esta sección en el Manual, los términos “ministro” o “el

ministro” por lo general se refiere a una persona con credenciales, ya sea licenciada, orde-
hi
nada o comisionada.
ac

fM
pd
La iglesia también reconoce, sobre la base de las Escrituras y la

experiencia, que Dios llama a algunas personas a dedicar su vida
al ministerio, aun cuando no dan testimonio de un llamamiento
específico a predicar.
Cuando la iglesia descubra un llamamiento divino, deberá
tomar los pasos debidos para su reconocimiento y respaldo, y
darle al candidato la ayuda apropiada para abrirle el camino de
entrada al ministerio.
Categorías y funciones
de ministerio
La Iglesia del Nazareno reconoce sólo una orden del ministe-
rio de predicación, la de presbítero. También reconoce que el
miembro del cuerpo ministerial que se prepara para la ordenación
puede servir a la iglesia en diversas capacidades. Cristo llamó a
algunos a ser “apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para
la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”
(Efesios 4:11-12). La iglesia reconoce las siguientes categorías de
servicio en las que una asamblea de distrito puede colocar a un
on
presbítero, un diácono o, según las circunstancias lo permitan, a
un ministro licenciado: pastor, evangelista, misionero, maestro,
administrador, capellán y servicio especial.
r si
ve
EL ADMINISTRADOR
El presbítero o diácono denominado administrador, es el que

al
que ha sido electo por la Asamblea General como director general;

tri
o un miembro del cuerpo ministerial que ha sido electo o empleado

por la Junta General para servir en la iglesia general; o un presbíte-
ro que ha sido electo por la asamblea de distrito como superinten-
ne
dente de distrito; o un miembro del cuerpo ministerial que ha sido

electo o empleado de tiempo completo para servir en un distrito.
hi
ac

fM
pd
EL CAPELLÁN
El presbítero o diácono denominado capellán es aquel que

siente un llamado divino al ministerio especializado de la capella-
nía militar, institucional o industrial.
LA DIACONISA
Una mujer que es miembro en plena comunión de la Iglesia del

Nazareno y que crea que Dios la está guiando a ministrar a los
enfermos y necesitados, a consolar a los afligidos y hacer otras
obras de benevolencia cristiana, que dé evidencias en su vida de
habilidad, gracia e idoneidad, que en los años anteriores a 1985
haya recibido licencia del distrito o haya sido consagrada como
diaconisa, podrá continuar en esa categoría.
EL EDUCADOR
El presbítero, diácono o ministro licenciado que es educador y

que está empleado como miembro del personal administrativo o
de la facultad de una de las instituciones educativas de la Iglesia
del Nazareno, será designado como educador por el distrito.
on
EL EVANGELISTA
si
El presbítero o ministro licenciado evangelista es aquel que se

r
ve
dedica a viajar predicando el evangelio, y a quien la iglesia ha

autorizado para promover campañas y extender el evangelio de
Jesucristo en todas partes.
al
tri
EL MINISTRO LAICO
ne
Todos los creyentes deben considerarse ministros de Cristo y

buscar la voluntad de Dios respecto a avenidas apropiadas de ser-
hi
vicio.
ac

fM
pd
Cualquier miembro de la Iglesia del Nazareno que se sienta

llamado a servir estableciendo iglesias, o como pastor bivocacio-
nal, maestro, evangelista laico, evangelista de canto laico, ministro
de mayordomía, personal ministerial de una iglesia y/o algún otro
ministerio especializado dentro de la iglesia, pero que en el pre-
sente no siente un llamamiento especial a ser presbítero, puede
seguir un curso de estudios que lo capacite para recibir un certifi-
cado de ministerio laico.
EL MINISTRO DE EDUCACIÓN CRISTIANA
Un miembro del cuerpo ministerial empleado en calidad de

ministro en un programa de educación cristiana de una iglesia
local podrá ser asignado como ministro de educación cristiana.
EL MINISTRO DE MÚSICA
Si un miembro de la Iglesia del Nazareno se siente llamado al

ministerio de la música podrá ser comisionado como ministro de
música por un año por la asamblea de distrito.
EL MISIONERO
on
El misionero es un miembro del cuerpo ministerial o un laico
si
que ha sido designado por la Junta General para ministrar en la
r
iglesia por medio del Comité de Evangelismo y Misión Mundial o

ve
por medio del Comité de Evangelismo y Misión de EUA/Canadá.

El misionero designado y con credencial ministerial será conside-
rado ministro asignado.
al
tri
EL PASTOR
ne
El pastor es un ministro que, bajo el llamamiento de Dios y de

su pueblo, dirige una iglesia local. El pastor a cargo de una iglesia
hi
local es un ministro asignado.

ac

fM
pd
Los deberes de un pastor son:
1. Predicar la Palabra.
2. Capacitar a los santos para la obra del ministerio.
3. Recibir a las personas que deseen afiliarse como miembros
de la iglesia local.
4. Administrar los sacramentos.
5. Cuidar la grey del Señor por medio de visitas pastorales, en
particular a los enfermos y menesterosos.
6. Consolar a los afligidos.
7. Corregir, reprender y animar con gran paciencia y cuida-
dosa instrucción.
El pastor automáticamente será miembro de la iglesia local de

la cual es pastor; o, en el caso de tener a su cargo más de una igle-
sia, lo será de la iglesia de su preferencia.
El Servicio Pastoral incluye el ministerio de un pastor, un pas-

tor asociado y/o un pastor ayudante, quien sirve en áreas espe-
cializadas de ministerio, reconocidas y aprobadas por las agencias
apropiadas qye conceden y acredidan licencias. Un miembro del
cuerpo ministerial llamado a alguno de estos niveles de servicio
on
pastoral, en relación con una iglesia, puede ser considerado minis-
tro asignado.
r si
EL EVANGELISTA DE CANTO
ve
El evangelista de canto es un miembro de la Iglesia del

Nazareno que tiene la intención de dedicar la mayor parte de su
al
tiempo al ministerio del evangelismo por medio de la música. El

tri
evangelista de canto con credencial ministerial, que participa en

un ministerio activo y en el evangelismo como asignación primor-
ne
dial, quien no sostiene relación de jubilado con la iglesia o con

alguno de sus departamentos o instituciones, será un ministro
hi
asignado.
ac

fM
pd
SERVICIO ESPECIAL
Un miembro del cuerpo ministerial en servicio activo para el

cual no se ha hecho provisión, será designado al servicio especial,
si dicho servicio es aprobado por la asamblea de distrito, y será
incluido en la lista del distrito como ministro asignado.
Educación para ministros

La educación ministerial está diseñada para ayudar en la pre-
paración de ministros llamados por Dios, cuyo servicio es vital
para la expansión y extensión del mensaje de santidad en nuevas
áreas de oportunidad evangelística.
Cumplimiento de los Fundamentos Educativos para la Orde-

nación al Ministerio. La Iglesia del Nazareno alrededor del mundo
provee una variedad de instituciones y programas educativos. Los
recursos de algunas áreas mundiales permiten que más de un pro-
grama o modalidad se desarrolle para proveer los fundamentos
educativos para el ministerio. Lo que se espera normalmente es que
cada estudiante se beneficie de la modalidad más adecuada de pre-
paración ministerial provista por la iglesia en su respectiva área
on
mundial.
si
Adaptaciones Culturales de los Fundamentos Educativos para
la Ordenación al Ministerio. La variedad de contextos culturales
r
ve
alrededor del mundo hacen que un currículo no se ajuste a todas

las áreas mundiales. Cada región del mundo será responsable del
desarrollo de requisitos curriculares específicos que provean los
al
fundamentos educativos para el ministerio, de forma tal que refle-

tri
jen los recursos y expectativas de esa área del mundo.

ne
Areas Generales del Currículo para la Preparación Ministerial.

Aunque el concepto de currículo con frecuencia se asocia solamen-
hi
te con programas académicos y contenido de cursos, en realidad

ac

fM
pd
abarca mucho más. El carácter del instructor, la relación de los estu-

diantes con el instructor, el ambiente, y las experiencias previas de
los estudiantes se ligan al contenido del curso en la creación plena
del currículo. No obstante, un currículo para preparación ministe-
rial habrá de incluir un conjunto mínimo de cursos que suplan los
fundamentos educativos para el ministerio.
Las diferencias culturales y la variedad de recursos requerirán
detalles en las estructuras curriculares que respondan a esas dife-
rencias. Sin embargo, todos los programas que suplan los funda-
mentos educativos para la ordenación al ministerio, y que buscan
aprobación de la Oficina de Servicios Ministeriales, deben dar
atención cuidadosa a su contenido, capacidades, carácter y contexto.
Estos cuatro elementos estarán envueltos, en mayor o menor
grado, en todos los cursos.
Las guías generales de preparación para el ministerio cristiano
son:
1. Los cursos de estudios requeridos, junto con los procedi-
mientos necesarios para su conclusión para los que desean la cre-
dencial de presbítero y diácono o certificaciones como las de evan-
gelista de canto y de ministro laico, se encuentran en la Guía de
Desarrollo Ministerial. on
2. En regiones administradas por el Departamento de Evange-
lismo y Misión Mundial, todos los cursos de estudios establecidos en
si
la Guía de Desarrollo Ministerial podrán adaptarse a las necesidades y
literatura disponible en los distritos respectivos de esas regiones, con
r
ve
la aprobación de la Oficina de Servicios Ministeriales.
Credenciales y regulaciones
al
ministeriales
tri
EL MINISTRO LOCAL
ne
Un ministro local es un miembro laico de la Iglesia del Nazareno

hi
a quien la junta de la iglesia local le ha extendido licencia para el

ac

fM
pd
ministerio, bajo la dirección del pastor y según se presente la opor-

tunidad, haciendo provisión así para la demostración, el empleo y
el desarrollo de los dones e idoneidad ministeriales. Esta persona
comienza así un proceso de aprendizaje de toda la vida.
EL MINISTRO LICENCIADO
El ministro licenciado es aquel cuyo llamamiento y dones

ministeriales han sido reconocidos formalmente por la asamblea
de distrito concediéndole licencia como ministro, designándolo y
autorizándolo para servir en una esfera de servicio más amplia y
concediéndole mayores derechos y responsabilidades que los del
ministro local, como paso hacia la ordenación como presbítero o
diácono. La licencia ministerial de distrito incluirá una declaración
que indique si el ministro se prepara para la ordenación como
presbítero o diácono.
EL DIÁCONO4
El diácono es un ministro cuyo llamamiento de Dios al servi-

cio cristiano, dones e idoneidad han sido demostrados y desarro-
llados mediante la capacitación apropiada y la experiencia, que ha
on
sido separado para el servicio de Cristo por el voto de una asam-
blea de distrito y por el solemne acto de la ordenación, y que ha
si
sido investido para llevar a cabo ciertas funciones de ministerio
cristiano.
r
ve
EL PRESBÍTERO
al
El presbítero es un ministro cuyo llamamiento de Dios a pre-

tri
dicar, dones e idoneidad, han sido demostrados y desarrollados

mediante la capacitación apropiada y la experiencia, que ha sido
ne
4 O “la diácona”, en caso de la ordenación de una dama bajo esta orden, a fin de dis-
hi
tinguirla de una “diaconisa” local, con licencia de distrito o consagrada.

ac

fM
pd
separado para el servicio de Cristo a través de su iglesia por el

voto de una asamblea de distrito y por el solemne acto de la orde-
nación, y que ha sido investido plenamente para desempeñar
todas las funciones del ministerio cristiano.
Reconocemos sólo una orden del ministerio de predicación, la
de presbítero. Esta es una orden permanente en la iglesia. El pres-
bítero debe gobernar bien la iglesia, predicar la Palabra, adminis-
trar los sacramentos del bautismo y de la Santa Cena, celebrar
matrimonios, todo en el nombre de Jesucristo, la Cabeza de la igle-
sia, y sujeto a Él.
EL RECONOCIMIENTO DE CREDENCIALES
La asamblea de distrito puede reconocer a los ministros orde-

nados de otras denominaciones evangélicas que deseen unirse con
la Iglesia del Nazareno y presenten su certificado de ordenación,
después que la Junta de Credenciales Ministeriales de Distrito los
haya examinado satisfactoriamente acerca de su conducta, expe-
riencia personal y doctrina, siempre y cuando (1) respondan satis-
factoriamente un examen sobre el Manual y la historia de la Iglesia
del Nazareno; (2) presenten a la asamblea de distrito el Cuestionario
de Reconocimiento de Credenciales de Ordenación cuidadosamen-
on
te contestado; y (3) llenen todos los requisitos para ordenación que
se estipulan en los párrafos 428-428.3 ó 429-429.3 del Manual.
si
El superintendente general que tenga jurisdicción, le extende-
r
rá al ministro ordenado así aceptado un certificado de reconoci-

ve
miento firmado por el superintendente general en jurisdicción, el

superintendente de distrito y el secretario de distrito.
al
EL MINISTRO JUBILADO
tri
El ministro jubilado es aquel al que la asamblea de distrito de

ne
la cual es miembro le ha concedido dicha relación, previa reco-

mendación de la Junta de Credenciales Ministeriales de Distrito.
hi
Cualquier cambio en relación deberá ser aprobado por la asamblea

ac

fM
pd
de distrito, por recomendación de la Junta de Credenciales

Ministeriales de Distrito.
EL TRASLADO DE MINISTROS
Cuando un miembro del cuerpo ministerial desee trasladarse

a otro distrito, puede extendérsele carta de traslado de su afilia-
ción como ministro por el voto de la asamblea de distrito, o de la
Junta Consultora de Distrito en el intervalo entre asambleas del
distrito del cual es miembro.
REGULACIONES GENERALES
Las siguientes definiciones se refieren a términos relacionados

con regulaciones generales para ministros de la Iglesia del Nazareno:
Cuerpo ministerial: Presbíteros, diáconos y ministros licenciados.

Laicado: Miembros de la Iglesia del Nazareno que no son
parte del cuerpo ministerial.
Activo: Que cumple una función asignada.
Asignado: La condición de un miembro del cuerpo ministerial
activo en una de las funciones enumeradas en el Capítulo II, Parte
V del Manual.
on
Sin asignación: La condición de un miembro del cuerpo minis-
terial que está en buenas relaciones con la iglesia pero que, en el
si
momento, no está activo en una de las funciones enumeradas en el

r
Capítulo II, Parte V del Manual.

ve
Jubilado Asignado: La condición de un miembro jubilado del

cuerpo ministerial que se encontraba asignado cuando se requirió
al
su jubilación.
Jubilado sin Asignación: La condición de un miembro jubila-
tri
do del cuerpo ministerial que no se encontraba asignado cuando

se requirió su jubilación.
ne
Bajo Disciplina: La condición del miembro del cuerpo

ministerial al que se le ha privado de sus derechos, privilegios y
hi
ac

fM
pd
responsabilidades como miembro de dicho cuerpo, por medio

de una acción disciplinaria.
Credencial archivada: La condición de la credencial de un
miembro del cuerpo ministerial que está en buenas relaciones con
la iglesia y que, por inactividad en el ministerio, se ha privado
voluntaria y temporalmente de sus derechos, privilegios y respon-
sabilidades como miembro de dicho cuerpo al archivar su creden-
cial en la oficina del secretario general.
Credencial entregada: La condición de la credencial de un
miembro del cuerpo ministerial que, por causa de conducta impro-
pia, acusaciones, confesiones, como resultado de la acción de una
junta de disciplina, o por acción voluntaria debido a cualquier otra
razón, excepto la de inactividad en el ministerio, ha sido privado de
los derechos, privilegios y responsabilidades del cuerpo ministerial.
Renuncia: La condición de la credencial de un miembro del
cuerpo ministerial que está en buenas relaciones con la iglesia y
que, por razones personales, ha decidido que ya no quiere ser con-
siderado como ministro, y que rinde sus derechos, privilegios y
responsabilidades como miembro de dicho cuerpo, y en lugar de
ello se torna laico sobre bases permanentes.
Remoción: La condición de la credencial de un miembro del
cuerpo ministerial cuyo nombre ha sido removido de la lista de
on
ministros.
Devolución de credencial: El restablecimiento de los derechos,
si
privilegios y responsabilidades como miembro del cuerpo minis-
terial a aquel que ha archivado su credencial.
r
ve
Restauración de credencial: El restablecimiento de los dere-

chos, privilegios y responsabilidades como miembro del cuerpo
ministerial a aquel que ha entregado su credencial.
al
Rehabilitación: El proceso para tratar que un ministro que ha

tri
estado bajo disciplina, o que ha renunciado voluntariamente a los

derechos, privilegios y responsabilidades del cuerpo ministerial,
ne
sea traído de nuevo a una posición de salud espiritual, emocional,

mental y física, así como a una posición de actividad útil y cons-
hi
tructiva.
ac

fM
pd
Acusación: Documento firmado por lo menos por dos miem-

bros de la Iglesia del Nazareno en el que se acusa a un miembro de
la Iglesia del Nazareno de conducta que, de probarse, causaría que
el miembro fuese sujeto a disciplina bajo los términos del Manual.
Conocimiento: Estar al tanto de hechos que uno ha conocido
por medio del ejercicio de sus propios sentidos.
Información: Hechos que uno ha conocido por medio de otras
personas.
Creencia: Conclusión a la que se ha llegado de buena fe, basa-
da en conocimiento e información.
Comité de investigación: Comité nombrado de acuerdo con el
Manual para que recabe información en cuanto a una supuesta
conducta impropia o de la cual se sospeche.
Cargos: Documento que describe específicamente la conducta
de un miembro de la Iglesia del Nazareno que, de probarse, sería
la base de medida disciplinaria bajo los términos del Manual.
Suspensión: Cierto tipo de acción disciplinaria que niega tem-
poralmente a un miembro del cuerpo ministerial sus derechos,
privilegios y responsabilidades como miembro de dicho cuerpo.
En buenas relaciones con la iglesia: La condición de un miem-
bro del cuerpo ministerial que no tenga acusaciones pendientes
sin resolver, que no esté en el momento bajo disciplina, y que no
on
haya entregado su credencial ni renunciado a ella.
si
Todos los presbíteros y diáconos serán miembros de alguna
r
iglesia local.
ve
Todos los presbíteros y diáconos serán miembros ministeriales

de la asamblea de distrito en la que tienen su afiliación, a la cual le
rendirán un informe anual.
al
tri
LA RENUNCIA O REMOCIÓN DEL MINISTERIO

ne
El secretario general está autorizado para recibir y guardar

bajo custodia las credenciales de los miembros del cuerpo minis-
hi
terial que están en buenas relaciones con la iglesia y que, debido a

ac

fM
pd
inactividad en el ministerio por cierto tiempo, deseen archivarlas.

En el momento de archivar la credencial, el miembro del cuerpo
ministerial certificará al secretario general que la credencial no
está siendo archivada con el propósito de evitar medidas discipli-
narias. Archivar una credencial no impedirá que un miembro del
cuerpo ministerial sea sujeto a disciplina como miembro de dicho
cuerpo. Los miembros del cuerpo ministerial que archiven sus cre-
denciales en la oficina del secretario general podrán solicitar que
se les devuelvan según lo provisto en el párrafo 435.2 del Manual.
LA RESTAURACIÓN DE MIEMBROS
DEL CUERPO MINISTERIAL
Cualquier miembro del cuerpo ministerial que haya sido expul-

sado, o que haya retirado su nombre de la lista de miembros de una
iglesia local cuando no estaba en buenas relaciones con la iglesia,
podrá afiliarse de nuevo a la Iglesia del Nazareno sólo con el con-
sentimiento de la asamblea de distrito, del distrito del cual se reti-
ró o fue expulsado. Si se le negaran dos apelaciones de restaura-
ción, ya sea a la membresía de la iglesia o a la condición ministerial,
la Junta de Superintendentes Generales podrá conceder una solici-
tud para transferir la responsabilidad de la restauración a otro dis-
on
trito en el que podría considerarse su colocación. Si todas las ape-
laciones para la restauración de la credencial son denegadas, un
si
ministro ordenado puede volver a la condición de laico, con tal que
tenga la aprobación de la Junta de Superintendentes Generales.
r
ve
Cambios en el tratamiento
del “Ministerio y servicio
al
cristiano” en las tres últimas

tri
asambleas generales
ne
El Manual de 1993, que es el resultado del trabajo de la Asamblea

hi
homónima, no tiene 401.5; que resalta virtudes y características del

ac

fM
pd
ministro, que gracias a Dios ya son parte del Manual de 1997, y por
consiguiente del Manual de 2001.
La Asamblea General de 2001, amplía y certifica un proceso

largo de las tres últimas asambleas, en todo lo que hace a la diná-
mica y cuidados en el “Ministerio y Servido Cristiano”. Ya en 1997
se incluye 413.2 como deber de un pastor, de capacitar a los santos
para la obra del ministerio, que no se había considerado en 1993.
En este mismo punto se avanza en el 2001 registrando 413. 24,25 y
26 que anima al pastor a no descuidar su llamamiento y animar a
los que están siendo llamados, lo mismo que cumplir las expecta-
tivas de la iglesia local donde sirve.
En la Asamblea General de 1997, se dá un paso trascendental

en relación a la “Educación para Ministros”: La implementación
de las cuatro dimensiones que todo proceso educativo ministerial
debe contemplar: Contenido, Capacidades, Carácter y Contexto.
La Asamblea General de 1997 designa como “El Presbítero” al

“Ministro Ordenado”.
El Manual de 1997 insta a todos los ministros a participar de un

on
proceso de aprendizaje para toda la vida como necesario para su
eficacia en el ministerio pastoral, lo cual no existía hasta entonces.
r si
La Asamblea General de 1997 establece que un presbítero que

ve
deje de informar no menos de cuatro años consecutivos a la

Asamblea de Distrito debe ser borrado de la membresía, asentando
como motivo: Renuncia Por Acción Propia. Es de notar también que
al
el tratamiento de los casos de conducta impropia es más severo.

tri
ne
hi
ac

fM
pd
Unidad V:
Administración judicial
y departamentos
de la iglesia
Administración judicial
INVESTIGACIÓN DE POSIBLE CONDUCTA
IMPROPIA Y DISCIPLINA DE LA IGLESIA on
Los objetivos de la disciplina eclesiástica consisten en sostener la
integridad de la Iglesia del Nazareno, proteger a los inocentes contra
si
daños, proteger la eficacia del testimonio de la iglesia, advertir y

r
corregir a los negligentes, conducir al culpable hacia la salvación,

ve
rehabilitar al culpable, restaurar al servicio eficaz a los rehabilitados,

y proteger la reputación y recursos de la iglesia. Los miembros de la
al
iglesia que violen las Reglas Generales o El Pacto de Conducta Cris-

tiana, o que continua y voluntariamente violen sus votos de mem-
tri
bresía, deben ser tratados amable pero fielmente según la gravedad

de sus ofensas. Puesto que la norma del Nuevo Testamento es la san-
ne
tidad de corazón y vida, la Iglesia del Nazareno insiste en un minis-

terio limpio, y requiere que los que portan sus credenciales como
hi
ac

fM
pd
miembros del cuerpo ministerial tengan una doctrina ortodoxa y

una vida santa. Por tanto, el propósito de la disciplina no es puniti-
vo o de castigo, sino que tiene el fin de alcanzar estos objetivos. El
proceso de disciplina también tiene la finalidad de determinar la
categoría y la relación continua con la iglesia.
RESPUESTA A PROBABLE
CONDUCTA IMPROPIA
Una respuesta es apropiada en cualquier momento en que una

persona con autoridad para responder recibe información que una
persona prudente aceptaría como creíble y que haría que una per-
sona prudente creyera que se le haría daño a la iglesia, a víctimas
potenciales de conducta impropia, o a cualquier otra persona
como resultado de conducta impropia de una persona en posición
de confianza o autoridad dentro de la iglesia.
Cuando una persona sin autoridad para responder a nombre
de la iglesia recibe información la cual una persona prudente acep-
taría como creíble y que haría que una persona prudente creyera
que una persona en posición de confianza o autoridad fuera cul-
pable de conducta impropia dentro de la iglesia, esa persona con
tal información deberá trasmitírsela al representante de la iglesia
on
con autoridad para responder.
La persona con autoridad para responder es determinada por
si
la posición dentro de la iglesia de la persona o personas que pro-
r
bablemente sean culpables de conducta impropia de la siguiente

ve
manera:
al
Persona Implicada Persona con Autoridad Para Responder

tri
Persona que no es miembro Pastor de la iglesia local en la que

de la iglesia ocurre el caso de conducta impropia.
ne
Laico Pastor de la iglesia de la que el laico es

miembro.
hi
ac

fM
pd
Miembro del cuerpo Superintendente del distrito en el que

ministerial es miembro la persona implicada o el
pastor de la iglesia local en la que es
miembro del personal.
Superintendente de distrito Superintendente general en

jurisdicción.
Otros casos no definidos Secretario general / Oficial de
Operaciones de las Oficinas
Internacionales
La persona con autoridad para responder puede solicitar la

ayuda de otras personas en la búsqueda de datos o respuesta.
Si no existe acusación alguna de por medio, el propósito de la
investigación consistirá en determinar si se necesita tomar alguna
acción para prevenir daño o reducir el impacto del daño que se
haya hecho de antemano. En circunstancias bajo las que una per-
sona prudente cree que no es necesario tomar alguna acción para
prevenir daño o reducir el impacto del mismo, ya no seguirá la
investigación a menos que se haya presentado una acusación. Los
datos compilados durante una investigación pueden constituir la
base de una acusación.
on
RESPUESTA A CONDUCTA IMPROPIA
DE UNA PERSONA EN POSICIÓN
si
DE CONFIANZA O AUTORIDAD
r
ve
Cuando una persona autorizada para responder recibe informa-

ción en la que se indica que personas inocentes han sido dañadas
por la conducta impropia de una persona en posición de confianza
al
o autoridad, se debe tomar acción para que la iglesia responda apro-

tri
piadamente. Una respuesta apropiada consistiría en prevenir algún

daño adicional a víctimas de la conducta impropia, tratar de suplir
ne
las necesidades de las víctimas, del acusado, y de otras personas que

sufrirían como resultado de la conducta impropia. Se deberá dar
hi
atención particular a las necesidades del cónyuge y la familia del

ac

fM
pd
acusado. La respuesta también deberá dar atención a las necesida-

des de la iglesia local, el distrito y la iglesia general respecto a rela-
ciones públicas, protección contra riesgos legales, y protección de la
integridad de la iglesia.
Quienes responden a nombre de la iglesia deben comprender
que lo que dicen y hacen puede acarrear consecuencias bajo la ley
civil. El deber de la iglesia de responder se basa en la caridad cris-
tiana. Nadie tiene la autoridad de aceptar responsabilidad finan-
ciera a nombre de una iglesia local sin acción previa de la junta de
la iglesia, o a nombre de un distrito sin acción previa de la Junta
Consultora de Distrito. Si no se sabe con certeza qué acción apro-
piada se debe tomar se ha de buscar el consejo de personal profe-
sional adecuado.
Resolución de Asuntos Disciplinarios por Acuerdo Mutuo. El pro-
ceso disciplinario descrito en el Manual tiene la finalidad de pro-
veer un proceso apropiado para acusaciones de conducta impro-
pia cuando éstas sean apeladas por el acusado. En muchas situa-
ciones, es apropiado resolver asuntos disciplinarios por acuerdo
mutuo. Cuando sea práctico, se debe tratar de resolver asuntos
disciplinarios por acuerdo mutuo.
APELACIÓN DE LA on
DISCIPLINA DE UN LAICO
si
Si un miembro laico es acusado de conducta inmoral, las acu-
saciones deberán presentarse por escrito y ser firmadas, por lo
r
ve
menos, por dos miembros que hayan asistido a la iglesia fielmente,

por lo menos, durante seis meses. El pastor designará un comité
investigador compuesto de tres miembros de la iglesia local, sujeto
al
a la aprobación del superintendente de distrito. El comité presen-

tri
tará un informe escrito de su investigación. Dicho informe deberá

ser firmado por una mayoría y presentado a la junta de la iglesia.
ne
Después de la investigación y de acuerdo con los resultados de

la misma, dos miembros que estén en buenas relaciones con la igle-
hi
sia local pueden firmar las acusaciones y presentarlas a la junta de la

ac

fM
pd
iglesia. Entonces la junta de la iglesia designará, sujeta a la aproba-

ción del superintendente de distrito, una Junta Local de Disciplina
formada por cinco miembros que no tengan prejuicios en cuanto al
caso, que puedan oír y decidir de manera justa e imparcial.
Dentro del término de 30 días, la decisión de la Junta de
Disciplina Local podrá ser apelada ante la Corte de Apelaciones de
Distrito, ya sea por el acusado o por la junta local.
Cuando un laico haya sido expulsado de la membresía de la igle-
sia local por una Junta Local de Disciplina, podrá afiliarse nueva-
mente a la Iglesia del Nazareno en el mismo distrito sólo si obtiene
la aprobación de la Junta Consultora de Distrito. Si le conceden tal
aprobación, será recibido en la membresía de esa iglesia local usan-
do la forma aprobada para la recepción de miembros de la iglesia.
APELACIÓN DE LA DISCIPLINA DE UN
MIEMBRO DEL CUERPO MINISTERIAL
La perpetuidad y eficacia de la Iglesia del Nazareno dependen

en gran parte de las cualidades espirituales, el carácter y la forma de
vida de sus ministros. Los miembros del cuerpo ministerial aspiran
a un alto llamado y se desempeñan como personas ungidas sobre
quienes la iglesia ha depositado su confianza. Aceptan su llamado a
on
sabiendas de que las personas a las que ministran esperan de ellos
altas normas personales. Debido a las altas expectativas puestas en
si
ellos, los ministros y su ministerio son peculiarmente vulnerables a
acusaciones de conducta impropia. Se pide, por tanto, a los miem-
r
ve
bros que usen los siguientes procedimientos con la sabiduría bíbli-

ca y la madurez apropiadas del pueblo de Dios:
1. Si un miembro del cuerpo ministerial es acusado de conducta
al
impropia de un ministro, o de enseñar doctrinas contrarias a las

tri
declaraciones doctrinales de la Iglesia del Nazareno, o de descuido

grave en la ejecución de las Reglas Generales o el Pacto de Conducta
ne
Cristiana de la iglesia, tal acusación será formulada por escrito y fir-

mada, por lo menos, por dos miembros de la Iglesia del Nazareno
hi
que al momento estén en buenas relaciones con la iglesia.

ac

fM
pd
2. La firma de una persona en una acusación contra un miem-

bro del cuerpo ministerial constituye una certificación de parte del
firmante de que, según su conocimiento, la información y la con-
vicción a la que ha llegado después de investigación razonable, la
acusación está basada en hechos.
3. Cuando se presente una acusación escrita, la Junta Consultora
de Distrito nombrará un comité de tres o más ministros ordenados
para investigar los hechos y las circunstancias del caso y entregar un
informe escrito del resultado de la investigación, con la firma de la
mayoría del comité. Si después de considerar el informe del comité
pareciera haber base probable para los cargos, tales cargos se for-
mularán y serán firmados por dos presbíteros.
4. Ningún distrito de Fase 1 como tal podrá tomar acción dis-
ciplinaria contra un misionero.
5. Después de la decisión de una Junta de Disciplina, el acusado,
la Junta Consultora de Distrito o los que firmaron las acusaciones,
tendrán derecho de apelar ante la Corte General de Apelaciones si
viven en los Estados Unidos o Canadá, o ante la Corte Regional de
Apelaciones en otras regiones del mundo. Esta apelación deberá ini-
ciarse dentro de los 30 días siguientes a la decisión, y la corte revi-
sará todo el expediente del caso y las medidas que se tomaron. Si la
corte descubre algún error sustancial en perjuicio del derecho de
on
cualquiera de las partes, corregirá dicho error ordenando una nueva
audiencia, conducida de tal manera que corrija el perjuicio de la
si
parte afectada por la decisión y el procedimiento previos.
r
6. Cuando la decisión de una Junta de Disciplina sea adversa

ve
al ministro acusado y tal decisión estipule que sea suspendido del

ministerio o que sus credenciales sean canceladas, el ministro sus-
penderá inmediatamente toda actividad ministerial, y en caso de
al
que rehúse hacerlo, no tendrá derecho de apelar.

tri
REGLAS DE PROCEDIMIENTO
ne
La Corte General de Apelaciones adoptará Reglas de Proce-

hi
dimiento uniformes que regirán en todos los trámites ante las juntas
ac

fM
pd
de disciplina y las cortes de apelaciones. Cuando dichos reglamen-

tos sean adoptados y publicados, constituirán la autoridad final en
todos los procedimientos judiciales. Estas Reglas de Procedimiento
podrán conseguirse solicitándolas al secretario general. La Corte
General de Apelaciones podrá cambiar o enmendar tales reglas en
cualquier tiempo; y cuando éstas se adopten y publiquen, tendrán
efectividad y autoridad en todos los casos. Por tanto, toda medida
que se tome después en cualquier procedimiento, deberá estar en
completo acuerdo con tal cambio o enmienda.
CORTE DE APELACIONES DE DISTRITO
Todo distrito organizado tendrá una Corte de Apelaciones de

Distrito compuesta de cinco presbíteros electos por la asamblea de
distrito. Esta corte deberá oír apelaciones de miembros de cual-
quier iglesia local concernientes a alguna decisión de una iglesia
local o junta de la iglesia cuando hayan sido agraviados o afecta-
dos adversamente por dicha decisión. El apelante deberá notificar
por escrito en cuanto a su apelación dentro de los 30 días siguien-
tes a la decisión o tan pronto como el apelante haya tenido noticia
de ella. Esta notificación se enviará a la Corte de Apelaciones de
Distrito o a un miembro de ella, enviando una copia al pastor de
on
la iglesia local y al secretario de la junta de la iglesia a que se refie-
re la apelación.
si
La Corte de Apelaciones de Distrito tendrá jurisdicción para
r
oír y decidir todas las apelaciones de miembros laicos e iglesias en

ve
relación con la decisión de una Junta de Disciplina nombrada para

disciplinar a un miembro laico.
al
CORTE GENERAL DE APELACIONES

tri
La Asamblea General elegirá a cinco presbíteros que servirán

ne
como miembros de la Corte General de Apelaciones durante el

próximo cuatrienio o hasta que sus sucesores sean electos y acre-
hi
ditados. Esta corte tendrá jurisdicción de la siguiente manera:

ac

fM
pd
1. Para oír y decidir todas las apelaciones contra acciones o

decisiones de cualquier Junta de Disciplina de Distrito.
2. Para oír y decidir apelaciones concernientes a la decisión de
alguna asamblea de distrito que afecte los intereses de ministros
que sean miembros de esa asamblea.
3. Para oír y decidir apelaciones concernientes a la decisión de
superintendentes de distrito en asuntos que afecten los intereses
de ministros. Cuando estas apelaciones sean decididas por dicha
corte, la decisión será autoritativa y final.
Las vacantes que ocurran en la Corte General de Apelaciones

durante el intervalo entre asambleas generales, serán cubiertas por
designación de la Junta de Superintendentes Generales.
El secretario general se encargará de conservar todos los archivos

y decisiones permanentes de la Corte General de Apelaciones.
CORTE REGIONAL DE APELACIONES
Se establecerá una Corte Regional de Apelaciones en cada región

fuera de los Estados Unidos y Canadá. Cada Corte Regional de
Apelaciones consistirá de cinco presbíteros electos por la Junta de
on
Superintendentes Generales después de cada Asamblea General. Las
vacantes serán cubiertas por la Junta de Superintendentes Generales.
si
Las Reglas de Procedimiento para las cortes regionales de apelacio-
r
nes serán las mismas de la Corte General de Apelaciones, tanto en el

ve
Manual de la iglesia como en el Manual Judicial.

al
GARANTÍA DE DERECHOS
tri
No se deberá negar ni posponer indebidamente una audiencia

justa e imparcial concerniente a cargos pendientes contra un minis-
ne
tro o laico. Las acusaciones escritas se presentarán en audiencia tan

pronto como sea posible a fin de que el inocente sea absuelto y el
hi
culpable sea disciplinado. Cada acusado tiene derecho a que se le

ac

fM
pd
considere inocente en tanto no se demuestre que es culpable. En

cuanto a cada acusación y especificación, el fiscal tendrá que probar
la culpabilidad con certidumbre moral y fuera de toda duda razo-
nable.
El costo de preparación del archivo de un caso, incluyendo una
transcripción palabra por palabra de todo el testimonio que se dé
durante el juicio, con el propósito de apelación ante la Corte
General de Apelaciones, será pagado por el distrito en el que se
celebró la audiencia y en el que se tomó la decisión disciplinaria.
Todo ministro o laico que apele tendrá derecho de presentar oral-
mente y por escrito los argumentos de su apelación, pero el acusa-
do puede renunciar por escrito a este derecho.
Todo ministro o laico acusado de conducta indebida o de cual-
quier violación del Manual de la iglesia y contra quien existan acu-
saciones pendientes, tendrá derecho de reunirse personalmente con
sus acusadores e interrogar a los testigos de la parte acusadora.
El testimonio de cualquier testigo ante la Junta de Disciplina
no tendrá validez ni será considerado como evidencia, a menos
que dicho testimonio haya sido dado bajo juramento o bajo afir-
mación solemne.
Todo ministro o laico que deba presentarse ante una Junta de
Disciplina con el fin de responder a acusaciones, tendrá siempre el
on
derecho de estar representado por un consejero o defensor que él
mismo haya escogido, siempre y cuando dicho consejero o defensor
si
sea miembro en buenas relaciones con la Iglesia del Nazareno.
r
Cualquier miembro en plena comunión de una iglesia regularmen-

ve
te organizada y contra quien no haya acusaciones escritas pendien-

tes será considerado miembro en buenas relaciones con la iglesia.
Ningún ministro o laico estará obligado a responder ante acusa-
al
ciones por algún acto que haya ocurrido más de cinco años antes de
tri
presentarse estas acusaciones y en ninguna audiencia se considera-

rá evidencia de algún asunto que haya ocurrido más de cinco años
ne
antes de presentarse los cargos. Sin embargo, si la persona agravia-

da por tal acto tenia menos de 18 años de edad o estaba mental-
hi
mente incapacitada para hacer una acusación o presentar cargos,

ac

fM
pd
esos períodos de cinco años de límite no entrarán en vigencia sino

hasta que el agraviado haya cumplido 18 años o haya llegado a ser
mentalmente competente. En el caso de abuso sexual de un menor
de edad, no se aplicará ningún límite de tiempo.
Si un ministro es hallado culpable de algún delito por un juz-
gado con jurisdicción competente, deberá entregar sus credencia-
les al superintendente de distrito. A solicitud de tal ministro, y si
la Junta de Disciplina no ha participado en el caso previamente, la
Junta Consultora de Distrito investigará las circunstancias de la
acusación y podrá restaurarle las credenciales si lo considera
apropiado.
Ningún ministro o laico será juzgado dos veces por la misma
ofensa. No se considerará, sin embargo, que ese haya sido el caso
en cualquier audiencia o procedimiento en que la corte de apela-
ciones haya descubierto algún error reversible cometido durante
el procedimiento original ante una Junta de Disciplina.
JUDICIAL DEL MANUAL EN LAS TRES
En la Asamblea de 1997 se da un tratamiento más extenso en el

on
caso de disciplina, y disciplina de un laico y de un ministro que
trató la asamblea de 1993. Se establece un cambio de términos para
si
identificar la falta y a los infractores, como ser: Investigación de
posible Conducta impropia, respuesta de probable conducta impro-
r
ve
pia tanto de laicos como de ministros; y se avanza un poco más

todavía dando derecho a apelación formalmente reglamentada,
cosa que hasta esa fecha no había.
al
tri
Es notorio que lo que se pretende es defender hasta el final a

quien es acusado y no sólo eso sino que tenerlo por inocente hasta
ne
que se demuestre lo contrario, cosa que no existía hasta entonces. La

asamblea del 2001, sigue la misma línea, reafirmando tal asunto.
hi
ac

fM
pd
Departamentos de la iglesia
A continuación se presentan los estractos más importantes de
las constituciones auxiliares de JNI, MNI y MED.
ESTATUTO DE LA JUVENTUD
NAZARENA INTERNACIONAL
Nuestra Misión
La misión de la Juventud Nazarena Internacional es llamar a

nuestra generación a una vida dinámica en Cristo.
Nuestros Miembros
La membresía de la Juventud Nazarena Internacional incluye

a toda persona que participe en el ministerio nazareno juvenil y
que comparta nuestra visión y valores establecidos.
Nuestra Visión
La Iglesia del Nazareno cree que los jóvenes forman parte inte-
on
gral de la iglesia. La Juventud Nazarena Internacional existe para
guiar a los jóvenes hacia una relación con Cristo que perdure toda
si
la vida y para facilitar su crecimiento como discípulos en el servi-
cio cristiano.
r
ve
Nuestros Valores
al
! Valoramos a los jóvenes... personas importantes en el reino

tri
de Dios.
! Valoramos la Biblia... la verdad inmutable de Dios para
ne
nuestra vida.
! Valoramos la oración... la comunicación vital interactiva
hi
con nuestro Padre celestial.

ac

fM
pd
! Valoramos la iglesia... una comunidad de santidad global

de fe, diversa en culturas, pero una en Cristo.
! Valoramos la adoración... encuentros con un Dios íntimo
que cambian la vida.
! Valoramos el discipulado... un estilo de vida de semejanza
a Cristo.
! Valoramos la comunidad... establecer relaciones que con-
tribuyen a la unión entre nosotros y con Dios.
! Valoramos el ministerio... extender la gracia de Dios a
nuestro mundo.
! Valoramos ser testigos... compartir el amor de Dios en
palabras y hechos.
Nuestros Principios Directrices
! La JNI existe para los jóvenes.

! La JNI se enfoca en Cristo.
! La JNI se basa en el ministerio relacional entre la juventud
en la iglesia local.
! La JNI desarrolla y guía a líderes jóvenes.
! La JNI está capacitada para guiar.
! La JNI acepta la unidad y la diversidad en Cristo.
on
! La JNI produce relaciones y asociaciones.
si
Estructura de Nuestro Ministerio
r
ve
El Estatuto de la Juventud Nazarena Internacional provee la

base para organizar, planificar e implementar el ministerio entre
los jóvenes en cada nivel de la Iglesia del Nazareno.
al
tri
Revisiones
ne
El Estatuto de la JNI puede ser enmendado mediante resolu-

ciones aprobadas por la Convención de la JNI Global, según el
hi
Plan de Ministerio Global.

ac

fM
pd
Plan de ministerio local
I. Membresía y Enfoque de Ministerio

Sección 1 - Composición y Responsabilidad
1. La membresía de la JNI se compondrá de los que se asocien
con un grupo de la JNI al participar en sus ministerios y hacerse
miembros del grupo local.
2. La JNI local mantendrá una lista con información precisa
de todos los miembros activos.
3. La JNI local responde ante su membresía, la junta de la
iglesia local y el pastor.
4. La JNI local rendirá su informe mensualmente ante la junta
de la iglesia y ante la reunión anual de la iglesia.
Sección 2 - Enfoque de Ministerio

1. Tradicionalmente el ministerio de la JNI local se enfoca en
los jóvenes de 12 años de edad en adelante, estudiantes universi-
tarios y jóvenes adultos. Un Concilio de la JNI local podrá modifi-
car el enfoque del ministerio según lo considere necesario, con la
aprobación del pastor y la junta de la iglesia local.
2. Con fines de representación y programación, el Concilio de
on
la JNI local establecerá las divisiones por edad según las necesida-
des del ministerio local entre los jóvenes.
si
II. Liderazgo
r
ve
Sección 1 - Oficiales
1. Los oficiales de la JNI local serán un presidente y hasta tres
personas electas por la reunión anual de la JNI con responsabili-
al
dades de ministerio asignadas según las necesidades de la iglesia

tri
local. Estos oficiales servirán como el Comité Ejecutivo.

2. Los oficiales de la JNI local deberán ser miembros de la
ne
iglesia local a la que pertenece la JNI en la que sirven, deberán

estar activos en el ministerio local entre los jóvenes y ser líderes en
hi
ejemplo personal y servicio.

ac

fM
pd
3. En las iglesias donde no hubiera una JNI organizada

(donde no hay Concilio de la JNI local), el pastor, con la aprobación
de la junta de la iglesia, podrá asignar al presidente de la JNI de
manera que la iglesia pueda comenzar a alcanzar a los jóvenes para
Cristo y responder a sus necesidades de crecimiento espiritual.
Sección 2 - Elecciones
1. Los oficiales serán electos anualmente por los miembros de
la JNI local en la reunión anual y servirán hasta que sus sucesores
sean electos y asuman su función de ministerio.
2. Un comité nominativo nominará a los oficiales de la JNI. El
Comité Nominativo será asignado por el pastor y consistirá de
miembros de la JNI, así como el pastor y el presidente de la JNI.
Todas las nominaciones deberán ser aprobadas por el pastor y la
junta de la iglesia. Las personas nominadas como presidente de la
JNI local deberán haber cumplido 15 años de edad en el tiempo de
su elección.
3. Los oficiales serán electos por voto mayoritario de los
miembros de la JNI presentes en la reunión anual de la JNI.
Cuando sólo haya un nominado para un puesto, se usará una cédu-
la de “sí” o “no”, con la aprobación de un voto mayoritario de dos
terceras partes. Sólo los que también sean miembros de la Iglesia
on
del Nazareno local podrán votar por el presidente.
si
Sección 3 - Responsabilidades
r
ve
Las responsabilidades del presidente de la JNI incluirán:
a. Presidir el Concilio de la JNI para establecer una visión de

al
ministerio entre los jóvenes en la iglesia.

tri
b. Facilitar el desarrollo del ministerio entre los jóvenes y tra-

bajar con el Concilio de la JNI para definir el enfoque de ministe-
ne
rio en respuesta a las necesidades de sus jóvenes.

c. Servir en la junta de la iglesia y presentar un informe men-
hi
sual ante la junta.

ac

fM
pd
Las responsabilidades de los otros oficiales de la JNI incluirán:

a. Desarrollar y designar líderes para los diversos ministerios
de la JNI local.
b. Ser modelos y guías espirituales para los jóvenes dentro y
fuera de la iglesia.
c. Definir y asignar puestos y responsabilidades en el ministerio
entre los jóvenes en respuesta a las necesidades de la iglesia local.
d. Cooperar con el presidente en todo lo posible para facilitar
el ministerio de la JNI local.
e. Llevar a cabo otros ministerios según le sean asignados por
el Concilio de la JNI.
Sección 4 - Personal Asalariado
Cuando un pastor de jóvenes sea empleado en la iglesia, el pas-

tor, en consulta con la junta de la iglesia y el Concilio de la JNI,
podrá asignar la responsabilidad de dirigir la JNI al pastor de jóve-
nes. En ese caso, algunas de las responsabilidades que de otra mane-
ra serían designadas al presidente de la JNI local serán desempeña-
das por el pastor de jóvenes. El pastor de jóvenes no podrá fungir
como presidente de la JNI. on
III. Concilio
si
Sección 1 - Composición
r
ve
1. El Concilio de la JNI local se compondrá de los oficiales de

la JNI, otro miembro vocal joven electo o nombrado y líderes de
ministerio según sea necesario, y el pastor y/o el pastor de jóve-
al
nes, quienes colectivamente establecen la visión para el ministerio

tri
local entre los jóvenes.

2. Los miembros del Concilio de la JNI deberán ser miembros
ne
de la Juventud Nazarena Internacional local. Se recomienda alta-

mente la membresía en la iglesia local y se espera que los miem-
hi
bros del Concilio de la JNI se afilien como miembros de la iglesia.

ac

fM
pd
Sección 2 - Elecciones
1. El Comité Nominativo de la JNI nominará a miembros de la
JNI local para ser electos ante el Concilio de la JNI.
2. Después la membresía de la JNI elegirá a los miembros del
Concilio de la JNI de las nominaciones presentadas por voto
mayoritario en la reunión anual de la JNI.
3. Una vacante ocurrirá cuando un miembro del concilio cam-
bie su membresía de la iglesia, renuncie, o sea destituido de su
cargo por voto mayoritario de dos terceras partes del concilio
debido al descuido de sus responsabilidades o conducta impropia.
4. Si una iglesia tiene menos de siete miembros de la JNI, el
pastor podrá asignar los miembros del Concilio de la JNI de mane-
ra que se desarrolle el ministerio entre los jóvenes y sean alcanza-
dos para Cristo.
Sección 3 - Responsabilidades
1. El Concilio de la JNI será responsable de planificar y orga-
nizar el ministerio total para los jóvenes en la iglesia local y, por
medio de sus oficiales y directores, iniciará y dirigirá ministerios y
actividades para alcanzar a los jóvenes para Cristo y para respon-
der a sus necesidades de crecimiento espiritual, en armonía con el
on
liderazgo de la iglesia local.
2. El Concilio de la JNI definirá el enfoque de ministerio de la
si
JNI local en respuesta a las necesidades del ministerio local entre
r
los jóvenes, y desarrollará y asignará puestos y descripciones de

ve
trabajo para los directores de ministerios.
Sección 4 - Comités
al
tri
1. El Comité Ejecutivo de la JNI se compondrá de los oficiales

electos de la JNI y el pastor o pastor de jóvenes.
ne
2. El Concilio de la JNI podrá establecer comités de ministerios

específicos o de división de edades en respuesta a las necesidades
del ministerio entre los jóvenes.
hi
ac

fM
pd
Sección 5 - Personal Asalariado

1. El pastor asignará las responsabilidades del pastor de jóve-
nes, en consulta con la junta de la iglesia y el Concilio de la JNI.
2. El Concilio de la JNI y el pastor de jóvenes trabajarán en
colaboración y armonía.
3. Si una iglesia tuviera personal múltiple asalariado que
ministra a grupos específicos de varias edades dentro de la JNI,
podrán crear concilios o comités para cada división por edad bajo
el liderazgo del personal. La iglesia podrá decidir si se usa un con-
cilio coordinador para los diversos grupos.
IV. Reuniones
Sección 1 - Reuniones de la JNI Local
1. Una variedad de reuniones de la JNI local ayudará a proveer
un ministerio eficaz entre los jóvenes.
2. El grupo de la JNI local participará en reuniones de la JNI de
distrito, regional y global que realcen el ministerio entre los jóve-
nes de la iglesia.
Sección 2 - Reuniones del Concilio de la JNI
1. El Concilio de la JNI se reunirá con regularidad para cum-
plir la misión y visión de la JNI.
on
2. Las reuniones del concilio podrán ser programadas o con-
vocadas por el presidente o el pastor.
si
Sección 3 - Reunión Anual

r
ve
1. La reunión anual de la JNI local se celebrará dentro de los 60

días antes de la Convención de la JNI de Distrito, en armonía con
el Manual de la Iglesia del Nazareno.
al
2. Los oficiales y miembros del concilio y delegados de la JNI

tri
ante la Convención de la JNI de Distrito serán electos en la reunión

anual de la JNI.
ne
3. El Plan de Ministerio Local de la JNI podrá ser modificado

por voto mayoritario de dos terceras partes en la reunión anual de
hi
la JNI.
ac

fM
pd
V. Ministerios
Sección 1 - Evangelismo
La JNI desarrollará e implementará una variedad de ministe-
rios continuos y eventos especiales para alcanzar a los jóvenes
para Cristo.
Sección 2 - Discipulado
La JNI desarrollará e implementará una variedad de ministerios
continuos y eventos especiales para edificar y desafiar a los jóvenes
a crecer como discípulos de Cristo en devoción personal, adoración,
compañerismo, ministerio y guiando a otros hacia Cristo.
Sección 3 - Desarrollo de Liderazgo

La JNI desarrollará e implementará una variedad de ministe-
rios continuos y eventos especiales para guiar y capacitar a los
jóvenes a fin de que lleguen a ser líderes para Cristo y su iglesia.
VI. Revisiones
Sección 1 - Provisiones
1. Este Plan de Ministerio Local provee un formato estándar
on
para la organización, función y liderazgo de la JNI a nivel local. El
grupo de la JNI local podrá adaptar el plan en respuesta a las nece-
si
sidades del ministerio entre los jóvenes de la iglesia local, de
r
acuerdo con el Estatuto de la Juventud Nazarena Internacional y

ve
el Manual de la Iglesia del Nazareno.

2. Cualquier área que no estuviera cubierta por este plan de
ministerio quedará bajo la autoridad del Concilio de la JNI local.
al
tri
Sección 2 - Proceso
1. El Concilio de la JNI establecerá y dará a conocer el proceso
ne
para adaptar y modificar el Plan de Ministerio Local, y deberá

aprobar las revisiones propuestas antes de presentarlas ante la
hi
reunión anual de la JNI.

ac

fM
pd
2. Las revisiones propuestas del Plan de Ministerio Local debe-

rán ser distribuidas a los miembros de la JNI antes de la reunión
anual de la JNI.
CONSTITUCIÓN DE MISIONES
NAZARENAS INTERNACIONALES LOCAL
Nombre
Esta organización se llamará Misiones Nazarenas Internacio-

nales de la Iglesia del Nazareno de _______________
Propósito
El propósito de MNI consistirá en alistar a toda la iglesia en la

participación misionera activa, en la oración unida, y en el estudio
de las necesidades del mundo acerca de la salvación; promover un
conocimiento más amplio de los campos misioneros de la Iglesia
del Nazareno; inspirar y desafiar a la juventud a disponer su
mente y corazón para responder al llamamiento divino a servir en
los campos misioneros de la iglesia; y recoger fondos de acuerdo
con las provisiones de esta Constitución para extender el reino de
on
Jesucristo por todo el mundo.
si
Membresía
r
ve
La membresía de MNI local se dividirá en dos categorías:

miembro y asociado.
al
Sección 1. Miembros
tri
Cualquier persona que sea miembro de la Iglesia del Nazareno

puede ser miembro de MNI en esa iglesia local. El privilegio de
ne
votar y de ocupar cargos se limitará a los miembros que tengan 15

años de edad o más, excepto en los departamentos de niños y
hi
jóvenes. (A menos que se indique de otra manera, cuando se haga

ac

fM
pd
referencia a MIEMBROS, éstos son miembros de MNI que son

miembros de la iglesia.)
Sección 2. Miembros Asociados

Cualquier persona que no sea miembro de la Iglesia del
Nazareno puede ser miembro asociado de MNI.
Oficiales
Sección 1. Elección del Concilio

El concilio local será nominado por un comité de no menos de
tres y no más de siete miembros de MNI. El comité será nombra-
do por el pastor, quien servirá como presidente. Si es posible, el
número de nominados en la cédula debe ser el doble del número
a ser elegido.
Los oficiales de esta organización serán: el presidente, el vice-
presidente, el secretario, el tesorero, los secretarios de educación
misionera, de ESLABONES, de membresía, de Oración y Ayuno, y
cualquier otro oficial debidamente electo.
El Comité Ejecutivo se compondrá del presidente, vicepresi-
dente, secretario, tesorero y otros dos miembros del concilio elec-
tos por éste. Si los miembros de la organización sólo eligen presi-
on
dente, vicepresidente, secretario y tesorero, los dos miembros adi-
cionales del Comité Ejecutivo serán electos por cédula y por plu-
si
ralidad de votos, por los miembros de la MNI.
r
ve
Sección 2. Elección del Presidente

El presidente será nominado por un comité de no menos de
tres ni más de siete miembros de Misiones Nazarenas Internacio-
al
nales designados por el pastor, quien servirá como presidente.

tri
Este comité presentará uno o más nombres para el oficio de pres-

dente, sujeto a la aprobación de la junta de la iglesia local. El pre-
ne
sidente en funciones puede ser reelecto por voto de “sí” o “no”,

cuando tal elección sea recomendada por el comité nominativo y
hi
aprobada por el pastor.

ac

fM
pd
Sección 3. Vacantes
Cualquier vacante en el cargo de presidente se cubrirá por
cédula y por mayoría de votos de los miembros de MNI en cual-
quier reunión regular. Las vacantes que ocurran en otros cargos
electos se cubrirán por pluralidad de votos de los miembros de
MNI presentes en cualquier reunión mensual regular de la orga-
nización.
En el caso de una vacante en el cargo de presidente local, el
comité ejecutivo nominará uno o más nombres para dicho puesto.
Representación en la
Convención de Distrito
La representación local ante la Convención de MNI de Distrito

se compondrá de:
1. El pastor de la iglesia local, los pastores asociados de tiempo

completo bajo sueldo, el presidente de MNI local del año que está
por terminar, y el presidente electo para el nuevo año (si hubo
cambio), quienes por virtud de su oficio son miembros de la
Convención de MNI de Distrito.
on
2. Dos delegados electos por los primeros 25 o menos miem-
bros de MNI, y un delegado adicional por cada 25 miembros adi-
si
cionales o porción mayor subsecuente.
r
ve
Reuniones
al
Sección 1. Mensual
Se deberá celebrar cada mes una o más reuniones de informa-
tri
ción e inspiración misionera y oración. Estas reuniones pueden

realizarse como servicios misioneros regulares o como servicios
ne
especiales con un misionero como orador, presentación de leccio-

hi
nes, eventos o énfasis.

ac

fM
pd
Sección 2. Anual
La reunión anual de MNI deberá celebrarse no más tarde de 30
días antes de la Asamblea de Distrito y durante la misma se elegi-
rá a los oficiales para el año siguiente. Los oficiales de los departa-
mentos serán elegidos y/o nombrados antes de la Convención de
Distrito.
Esos oficiales asumirán sus responsabilidades al principio del
nuevo año eclesiástico.
Fondos económicos
Sección 1. Fondo Para la Evangelización Mundial
Todos los fondos recogidos por MNI destinados al Fondo Para
la Evangelización Mundial se enviarán directamente al tesorero
general.
Los fondos destinados al sostenimiento del Fondo Para la
Evangelización Mundial se recogerán de la siguiente manera: (1)
de las ofrendas regulares que Misiones Nazarenas Internacionales
recoge para el Fondo Para la Evangelización Mundial; (2) de las
ofrendas de Oración y Ayuno; (3) de las ofrendas especiales para
el Fondo Para la Evangelización Mundial, tales como Resurrección
y Acción de Gracias, y de Promesas de Fe.
on
Sección 2. Especiales
Se dará oportunidad para contribuir a fondos especiales, por
si
sobre las asignaciones del Fondo Para la Evangelización Mundial,
r
tales como Cajas de Alabastro y Trasmisiones de Evangelismo

ve
Mundial. Otras ofrendas especiales para misiones pueden ser

aprobadas y autorizadas por el personal correspondiente de las
al
Oficinas Internacionales.
tri
Sección 3. Fondo para el Plan Médico

El Fondo para el Plan Médico estará bajo el cuidado del teso-
ne
rero general a nombre de Misiones Nazarenas Internacionales

General, y se usará como ayuda médica para los misioneros acti-
hi
vos y jubilados.
ac

fM
pd
Sección 4. Exclusividad de los Fondos Generales

Ninguna porción de los fondos generales antes mencionados
se usará para gastos locales o de distrito ni para fines caritativos.
Sección 5. Gastos Locales

Se debe proveer un fondo para gastos locales, ya sea por ofren-
das voluntarias o por cuotas fijas (la cantidad se determinará de
acuerdo con las necesidades locales). Puede designarse un porcen-
taje de este fondo para ayudar a pagar los gastos de los delegados
a la Convención de Distrito.
Departamentos
Sección 1. Departamentos
MNI puede tener uno o más departamentos con la autoriza-
ción del comité ejecutivo y la aprobación del pastor y de la junta
de la iglesia local. Estos departamentos constituirán en conjunto
la MNI local. Cada departamento forma parte integral de la
organización local y la división se hace sólo por vía de conve-
niencia.
on
Sección 2. Elección
Estos departamentos en una reunión conjunta elegirán a los
si
oficiales. El comité ejecutivo de la MNI local supervisará el traba-
r
jo de los departamentos, recibirá la literatura para distribuirla a los

ve
departamentos, conservará archivos y enviará los informes de los

departamentos combinados.
al
Sección 3. Oficiales de Departamentos

tri
Los oficiales de cada departamento serán: el presidente, el

vicepresidente, el secretario, el tesorero y el secretario de cada una
ne
de las siguientes áreas: educación misionera, eslabones, membre-

hi
sía, y Oración y Ayuno.

ac

fM
pd
Sección 4. Nominación de Candidatos para Oficiales de

Departamentos
Un comité nominativo designado por el pastor nominará can-
didatos para el cargo de oficiales de departamentos.
El presidente de un departamento es miembro del concilio de
MNI local.
Enmiendas
Esta constitución podrá ser enmendada por el voto de las dos ter-
ceras partes de los miembros presentes y votantes en la Convención
General de Misiones Nazarenas Internacionales, con la aprobación
del Comité de Evangelismo y Misión Mundial.
REGLAMENTO INTERIOR DE
LA ESCUELA DOMINICAL
Declaración de misión
La misión de Ministerios de Escuela Dominical (MED) consis-

te en cumplir la Gran Comisión entre los niños, jóvenes y adultos
a fin de prepararlos para una vida de santidad cristiana.
on
Propósito
r si
El propósito de la escuela dominical tiene tres fases:

ve
1. Enseñar la Palabra de Dios con eficacia hasta lograr que los

alumnos sean salvos, enteramente santificados y que maduren en
al
su experiencia cristiana.
tri
2. Ayudar a los cristianos a crecer espiritualmente, impulsán-

dolos a participar en un ministerio de búsqueda, enseñanza y
ne
ganancia de almas.
3. Buscar y visitar a personas que no asistan a la iglesia, para
hi
lograr que se inscriban y asistan regularmente.

ac

fM
pd
Membresía
Lista de Responsabilidad (Matrícula)

Cada iglesia local debe asumir la responsabilidad de alcanzar
a todas las personas de la comunidad que no participen activa-
mente en otra iglesia local. Para ayudarles en esta misión, les será
de beneficio mantener tres listas:
1. Lista de Responsabilidad Activa.
2. Lista de Candidatos. Esta lista incluye los nombres de todos
los que no hayan accedido a asistir con cierto grado de regulari-
dad, pero en cuyo caso exista la posibilidad de que empiecen a
asistir regularmente.
3. Lista del Ministerio de Extensión. Esta lista incluirá a todas las
personas que asisten regularmente a las actividades de extensión
de la escuela dominical, pero que no participan cada semana en
una sesión de escuela dominical regular.
La Junta de Ministerios de Escuela Dominical local determina-

rá si las siguientes personas deberán incluirse en la lista de res-
ponsabilidad (matrícula) activa de la escuela dominical, en la lista
de candidatos, o en la lista de responsabilidad del ministerio de
extensión:
on
! Padres de niños de cuna
si
! Departamento de hogar
Hogares de ancianos/centros de salud
r
!
ve
! Escuela dominical por extensión y/o misión tipo iglesia

! Guarderías/escuelas preescolar-12º nazarenas
al
! Grupos o células de estudio bíblico.

tri
Asistencia
ne
Cómputo de Asistencia a la Escuela Dominical

El propósito del cómputo de asistencia a la escuela dominical
hi
en la iglesia local es medir la efectividad de esa iglesia en su

ac

fM
pd
esfuerzo por alcanzar a las personas con el mensaje bíblico. Todos

los esfuerzos del ministerio de la escuela dominical deben tratar
de conducir a las personas a la comunión con Cristo, por medio de
la experiencia del nuevo nacimiento y su integración en la iglesia
local.
La asistencia a la escuela dominical representa el número de
personas diversas a quienes la iglesia local ministra cada semana
mediante el estudio de materiales de currículo aprobados.
Clases y departamentos
1. La escuela dominical se dividirá en clases para niños y jóve-

nes de acuerdo con las edades o los diversos grados escolares. En el
caso de los adultos, se dividirá de acuerdo con intereses comunes.
2. Cuando el número de clases aumente en los grupos de niños,
jóvenes o adultos, se deberá considerar la formación de departa-
mentos con supervisores nombrados por la Junta de Ministerios de
Escuela Dominical.
Maestros
1. Los supervisores de departamento y los maestros serán

on
nombrados anualmente de acuerdo con el Manual, párrafo 147.8.
2. Aun cuando lo ideal es que cada maestro sirva por todo un
si
año, bajo ciertas circunstancias será recomendable nombrar a
maestros para un período más corto.
r
ve
3. Si se comprueba que un oficial o maestro ha enseñado doc-

trina falsa, o que ha mostrado una conducta imprudente o negli-
gencia en sus responsabilidades, la Junta de Ministerios de Escuela
al
Dominical tendrá el derecho de declarar vacante dicho puesto de

tri
acuerdo.
4. Todos los maestros y maestros suplentes de escuela domini-
ne
cal deberán: (a) asistir regularmente a las reuniones para obreros;

(b) visitar regularmente a los alumnos, a los ausentes y a los can-
hi
didatos; (c) aprovechar todas las oportunidades de capacitación

ac

fM
pd
disponibles; (d) proveer periódicamente oportunidades de com-

pañerismo para la clase; (e) asumir la responsabilidad de hacer
que el área de enseñanza sea atractiva y propicia para el aprendi-
zaje; (f) preparar una lección eficaz cada semana; (g) ser sensibles
a las oportunidades para conducir a los alumnos a la salvación.
Los oficiales y sus deberes
1. El superintendente de escuela dominical local será elegido

cada año de acuerdo al Manual, párrafos 113.8-9. Los deberes del
superintendente de escuela dominical serán: (a) ser superinten-
dente de la escuela dominical bajo la dirección del pastor; (b) pla-
nificar reuniones regulares de maestros y obreros; (c) proveer
oportunidades de capacitación para maestros, maestros suplentes
y candidatos a maestros; (d) comunicar a todos los obreros los pla-
nes de campañas de crecimiento en matrícula y en asistencia a la
escuela dominical (e) informar cada mes las estadísticas de la
escuela dominical al director de zona; (f) impulsar la asistencia a
las actividades de Ministerios de Escuela Dominical a nivel de dis-
trito y general.
Administración y supervisión
on
1. La escuela dominical está bajo el cuidado del pastor, res-
si
ponde ante la junta de la iglesia local, está bajo la supervisión
general de la Junta de Ministerios de Escuela Dominical y bajo la
r
ve
dirección inmediata del superintendente y los directores de depar-

tamentos por edades.
2. Si una iglesia que ha empleado a un director de educación
al
cristiana de tiempo completo desea elegirlo como superintenden-

tri
te de escuela dominical, debe observar el siguiente procedimiento:

(a) el comité nominativo de la iglesia local recomendará a la reu-
ne
nión anual de la iglesia que no se elija al superintendente para el

año siguiente y que el obrero asociado de tiempo completo funja
hi
como superintendente; (b) la congregación deberá corroborar la

ac

fM
pd
decisión por voto mayoritario; (c) el obrero asociado de tiempo

completo será el superintendente de escuela dominical, y asistirá a
las reuniones de la junta de la iglesia para tratar los intereses de
educación cristiana, pero no tendrá derecho a voto.
Convenciones
1. Convención de Ministerios de Escuela Dominical de

Distrito. Es importante que cada distrito planifique una Convención
de Ministerios de Escuela Dominical anualmente con el fin de pro-
veer inspiración, motivación y capacitación para todos los obreros de
Ministerios de Escuela Dominical. La promoción de la escuela domi-
nical deberá constituir el punto central de cada convención.
2. Convención de Ministerios de Escuela Dominical General:

Juntamente con cada Asamblea General, MNI celebrará una
Convención General.
a. Los representantes ex officio ante la Convención de MED
General serán: los superintendentes de distrito, los presidentes de
MED de distrito, los directores distritales de Ministerios entre los
Niños y Ministerios entre los Adultos, los profesores de educación
cristiana en las universidades y seminario nazarenos, y los direc-
on
tores y personal de la División de Ministerios de Escuela
Dominical General.
si
b. Cada distrito deberá elegir cuatro representantes adiciona-
r
les, es decir, el número equivalente al de miembros ex officio del

ve
distrito o un número equivalente al uno por ciento de los oficiales

de escuela dominical en el distrito, el que sea mayor.
c. Las siguientes directrices deberán observarse en las eleccio-
al
nes de representantes ante la Convención de MED General.

tri
Enmiendas
ne
Este reglamento podrá ser enmendado por voto de mayoría de

hi
los miembros presentes y votantes de la Junta General.

ac

fM
pd
CAMBIOS EN LAS CONSTITUCIONES

AUXILIARES EN LAS TRES ÚLTIMAS
ASAMBLEAS GENERALES
La JNI como una organización auxiliar de la Iglesia del

Nazareno, se presenta en sus cuatro niveles: Local, Distrital,
Regional y Global; repitiendo en cada uno de ellos la estructura y
funcionamiento básicos que lo encontramos en el primer nivel. Por
lo tanto en ésta oportunidad el material impreso muestra algunos
detalles significativos de éste primer nivel, según lo resuelto en la
Convención General de la JNI del 2001, para que, con ésta base se
pueda explorar y comprender los otros niveles. Por ejemplo: (1)
Dentro del Plan de Ministerio de la JNI se incluye un Punto titula-
do Ministerios, con tres secciones: Evangelismo, Discipulado y
Desarrollo de liderazgo; (2) La JNI Regional contempla la organi-
zación de la JNI del Área según sea necesario para mayor efectivi-
dad entre los jóvenes.
Desde la Convención General del 2001, la SMNM, deja de usar

ese nombre para su identificación y adopta el de Misiones
Nazarenas Internacionales-MNI. En éste organismo no está con-
templado un liderazgo Regional, tampoco del Área.
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Ministerios de la Escuela Dominical-MED, no ha tenido mayo-
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res cambios.
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Bibliografía
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Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1995. 48 pp.
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de Publicaciones, 1998. 25 pp.
Wiley, H. Orton y Culbertson, Paul T. Introducción a la Teología

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Notas
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Organización

Director Editor General

Copyright © 2003 Iglesia del Nazareno

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

Cambios en la conceptualización de los “Artículos de fe”

UNIDAD II: GOBIERNO LOCAL Y DISTRITAL . . . . . . . . . . . 69

LIBRO PARA EL ESTUDIANTE PÁG. 3

UNIDAD III: GOBIERNO GENERAL

Gobierno general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .101

UNIDAD IV: MINISTERIO

El ministro: Llamamiento y cualidades . . . . . . . . . . . . . . . .121

UNIDAD V: ADMINISTRACIÓN JUDICIAL

Administración judicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .135

PÁG. 4 LIBRO PARA EL ESTUDIANTE

Esta colección de libros es una labor de amor que demandó el

de estas personas, que velaron por lograr y mantener un equilibrio

entre un trabajo académico serio y a la vez adecuado a las necesi-

Agradezco a Harvest Partners (Compañeros en la Cosecha),

que ha respaldado este proyecto con su colaboración financiera y

los que Dios ha llamado para ser pastores y líderes de nuestras

LIBRO PARA EL ESTUDIANTE PÁG. 5

Muchas veces los hermanos que estudian y enseñan en lugares

Gracias por responder al llamado de Dios. La educación no es

PÁG. 6 LIBRO PARA EL ESTUDIANTE

Bajo las cuatro dimensiones de preparación ministerial esta-

tra esta disposición de la siguiente manera:

. . . El carácter del instructor, la relación de los estudiantes con

el instructor, el ambiente, y las experiencias previas de los estu-

todos los programas que suplan los fundamentos educativos

dadosa a su CONTENIDO, CAPACIDADES, CARÁCTER Y

LIBRO PARA EL ESTUDIANTE PÁG. 7

CONTEXTO. ESTOS CUATRO ELEMENTOS ESTARÁN

Este libro corresponde al curso de Organización y Política de

Al concluir este curso, el alumno estará en capacidad de:

1. Comprender los principios que sirven de marco a la orga-

PÁG. 8 LIBRO PARA EL ESTUDIANTE

nes por las que se ha presentado esta lucha:

El desconocimiento del contenido del Manual, de su objetivo y

de los casi cien años de experiencia que encierra, ha originado un

nes problemáticas que se presentan en el desarrollo de la pastoral,

LIBRO PARA EL ESTUDIANTE PÁG. 9

cuanto a los artículos de fe, las reglas especiales y generales, y

El misticismo se ve expresado en declaraciones como: “Yo soy

No lo sabemos todo, ni por errores cometidos ni por aciertos.

esquina el Manual”. Las respectivas tribunas gritan a sus favoritos,

golpe para declarar un ganador, de pronto ven que se abrazan. Y

miento, no hubo ni lo habrá; más bien, la Biblia y el Manual se com-

PÁG. 10 LIBRO PARA EL ESTUDIANTE

Mitos acerca del Manual

Su frase favorita es: “El Manual atenta contra la autoridad de la

La frase de éste es como sigue: “El Manual tiene la respuesta

y contienda que como herramienta de trabajo”. Alguien, mal intencio-

nado, puede tomarse de los servicios de comprensión y ayuda que

rio o servidores del Reino. Puede pensar que ha ganado cada

miento del reglamento, o viceversa.

LIBRO PARA EL ESTUDIANTE PÁG. 11

EL REBELDE SIN CAUSA

La frase favorita de este personaje es: “El Manual es un libro

en el momento cuando más lo necesito”. Se debe entender que cada