El Proceso de Santificación de La Iglesia
El Proceso de Santificación de La Iglesia
El Proceso de Santificación de La Iglesia
I. SEPARACIÓN.
A. Es uno de los significados originales al interpretar el término de santidad. Es la
forma en que comienza el proceso de santificación en la vida del creyente. Eso
lo entendemos al descubrir el significado de Iglesia: “llamados de afuera”,
“separados”. (Hebreos 13:12-14).
B. En el A.T. Dios exigía de su pueblo que fuera santo, diferente y separado de
todos los otros pueblos, a fin de pertenecer a Él como pueblo escogido. En el
N.T. Dios ordeno la separación del creyente: del sistema inmoral del mundo y
de concesiones impías (Jn 17:15-17; 2Ti 3:1-5; Stg 1:27; 4:4.
C. Necesitamos tener una actitud en la separación de odio al pecado, a la
injusticia y al sistema inmoral del mundo (Ro 12:9; Heb 1:9; lJn 2:15), y temor
de Dios en la perfección de la santidad (2Co 7:1).
D. Si no hay una separación del mal, los creyentes perderán la comunión con Dios
(2Co 6:16), la aceptación del Padre (6:17) y los derechos de hijos (6:18; cf. Ro
8:15-16).
II. CONSAGRACIÓN.
A. El proceso de la santidad que se efectúa en la iglesia no o sólo separa “De”,
sino también separa “Para” algo especial.
B. En este aspecto, el creyente no solo se consagra para vivir en santidad, sino
para servirle a Dios, ser un vaso útil para edificación de la obra. Es inútil
esperar santidad, sin haber consagración para con Dios.
C. Nos posee si nos entregamos a él íntegramente. (Romanos 6:16; 12:1, 2). Si
hemos sido comprados no somos nuestros, somos para él. Esto es lo que
significa “ser llenos del Espíritu”. (Efesios 5:18).
CONCLUSIÓN.
Hay algo que debemos preguntarnos cada día ¿Estamos viviendo en santidad? Y si estoy en
el proceso de la santificación ¿En qué lugar estoy? Separado, consagrado o completo.
Debemos tener claro que seguimos en el mundo, pero sin ser del mundo (Juan 17:15). ¿Hay
manera de vivir en santidad en el tiempo de hoy? Sí, guardando su Palabra (Salmo 119:9,
11). “En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar …”
APLICACIÓN.
Nuestra identidad es vivir en santidad. De lo contrario, no seremos la Iglesia de Dios.
Vivamos la santidad por completo de todo nuestr ser, espíritu, alma y cuerpo, y que sea
guardado irreprensible hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. ¡Amén!