Cuentos Leyendas y Otros

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5 cuentos tareas, casi nunca ganaba premios por su rapidez y,

para colmo era una dormilona. ¡Esto tiene que


1. El niño y los clavos cambiar!, se propuso un buen día, harta de que sus
Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día, su compañeros del bosque le recriminaran por su poco
padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez esfuerzo. Y optó por no hacer nada, ni siquiera
que perdiera la calma, clavase un clavo en la cerca del tareas tan sencillas como amontonar las hojitas secas
patio de la casa. El primer día, el niño clavó 37 clavos. Al caídas de los árboles en otoño o quitar las piedrecitas
día siguiente, menos, y así el resto de los días. Él del camino a la charca.
pequeño se iba dando cuenta que era más fácil – “¿Para qué preocuparme en hacerlo si luego mis
controlar su genio y su mal carácter que tener que compañeros lo terminarán más rápido? Mejor me
clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en dedico a jugar y a descansar”.
que el niño no perdió la calma ni una sola vez y fue – “No es una gran idea”, dijo una hormiguita. “Lo que
alegre a contárselo a su padre. ¡Había conseguido, verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo en
finalmente, controlar su mal temperamento! Su padre, tiempo récord, lo importante es hacerlo lo mejor que
muy contento y satisfecho, le sugirió entonces que por sepas, pues siempre te quedarás con la satisfacción de
cada día que controlase su carácter, sacase un clavo de haberlo conseguido. No todos los trabajos necesitan de
la cerca. Los días pasaron y cuando el niño terminó de obreros rápidos. Hay labores que requieren más tiempo
sacar todos los clavos fue a decírselo a su padre. y esfuerzo. Si no lo intentas, nunca sabrás lo que eres
Entonces el padre llevó a su hijo de la mano hasta la capaz de hacer y siempre te quedarás con la duda de
cerca y le dijo: qué hubiera sucedido si lo hubieras intentado alguna
– “Has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de vez. Es mejor intentarlo y no conseguirlo, que no
esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que hacerlo y vivir siempre con la espina clavada. La
quedaron. Jamás será la misma. Lo que quiero decir es constancia y la perseverancia son buenas aliadas para
que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y conseguir lo que nos proponemos, por eso te aconsejo
mal carácter dejas una cicatriz, como estos agujeros en que lo intentes. Podrías sorprenderte de lo que eres
la cerca. Ya no importa que pidas perdón. La herida capaz”.
siempre estará allí. Y una herida física es igual que una – “¡Hormiguita, tienes razón! Esas palabras son lo que
herida verbal. Los amigos, así como los padres y toda la necesitaba: alguien que me ayudara a comprender el
familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. valor del esfuerzo, prometo que lo intentaré.»
Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, Así, Uga, la tortuga, empezó a esforzarse en sus
comparten una palabra de aliento y siempre tienen su quehaceres. Se sentía feliz consigo misma pues cada día
corazón abierto para recibirte”. lograba lo que se proponía, aunque fuera poco, ya que
Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida era consciente de que había hecho todo lo posible por
con los clavos, hicieron con que el niño reflexionase conseguirlo.
sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín – “He encontrado mi felicidad: lo que importa no es
colorado, este cuento se ha acabado. marcarse metas grandes e imposibles, sino acabar todas
las pequeñas tareas que contribuyen a objetivos
mayores”.

Mosaico CSI Niñez, tecnología y j...


Uga, la tortuga . Carrera de zapatillas
¡Caramba, todo me sale mal!, se lamentaba Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del
constantemente Uga, la tortuga. Y no era para menos: bosque se levantaron temprano porque ¡era el día de la
siempre llegaba tarde, era la última en terminar sus gran carrera de zapatillas! A las nueve ya estaban todos
reunidos junto al lago. También estaba la jirafa, la más
alta y hermosa del bosque. Pero era tan presumida que estratos más ligeros y fríos del aire, donde ya el fuego
no quería ser amiga de los demás animales, así que no podía seguirlo. Entonces las partículas de vapor,
comenzó a burlarse de sus amigos: ateridas de frío, se vieron obligadas a juntarse, se
– Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que era tan bajita y volvieron más pesadas que el aire y cayeron en forma
tan lenta. de lluvia. Habían subido al cielo invadidas de soberbia y
– Jo, jo, jo, jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo. recibieron su merecido. La tierra sedienta absorbió la
– Je, je, je, je, se reía del elefante por su trompa tan lluvia y, de esta forma, el agua estuvo durante mucho
larga. tiempo prisionera en el suelo, purgando su pecado con
Y entonces, llegó la hora de la largada. El zorro llevaba una larga penitencia.
unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas
rosadas con moños muy grandes. El mono llevaba unas
zapatillas verdes con lunares anaranjados. La tortuga se
puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando
estaban a punto de comenzar la carrera, la jirafa se
puso a llorar desesperada. Es que era tan alta, que ¡no
podía atarse los cordones de sus zapatillas!
– “Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude!” – gritó la
jirafa.
Y todos los animales se quedaron mirándola. El zorro
fue a hablar con ella y le dijo:
– “Tú te reías de los demás animales porque eran El papel y la tinta
diferentes. Es cierto, todos somos diferentes, pero Había una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras
todos tenemos algo bueno y todos podemos ser amigos hojas iguales a ella, cuando una pluma, bañada en
y ayudarnos cuando lo necesitemos”. negrísima tinta, la manchó completa y la llenó de
Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse palabras.
reído de ellos. Pronto vinieron las hormigas, que – “¿No podrías haberme ahorrado esta humillación?”,
treparon por sus zapatillas para atarle los cordones. dijo enojada la hoja de papel a la tinta. “Tu negro
Finalmente, se pusieron todos los animales en la línea infernal me ha arruinado para siempre”.
de partida. En sus marcas, preparados, listos, ¡YA! – “No te he ensuciado”, repuso la tinta. “Te he vestido
Cuando terminó la carrera, todos festejaron porque de palabras. Desde ahora ya no eres una hoja de papel
habían ganado una nueva amiga que además había sino un mensaje. Custodias el pensamiento del hombre.
aprendido lo que significaba la amistad. Te has convertido en algo precioso”.
En ese momento, alguien que estaba ordenando el
despacho, vio aquellas hojas esparcidas y las juntó para
arrojarlas al fuego. Sin embargo, reparó en la hoja
“sucia” de tinta y la devolvió a su lugar porque llevaba,
bien visible, el mensaje de la palabra. Luego, arrojó el
resto al fuego.

La aventura del agua


Un día que el agua se encontraba en el soberbio mar
sintió el caprichoso deseo de subir al cielo. Entonces se
dirigió al fuego y le dijo:
– “¿Podrías ayudarme a subir más alto?”.
El fuego aceptó y con su calor, la volvió más ligera que
el aire, transformándola en un sutil vapor. El vapor
subió más y más en el cielo, voló muy alto, hasta los 5 chistes
5 mitos

La gitana Vanushka
Tumba de la gitana Vanushka, en el Cementerio
General de Quetzaltenango. Foto: Hemeroteca PL
Las leyendas también se han inspirado no solo en
eventos del más allá, sino en la pena o dolor de un
personaje que vivió en la realidad, como el caso de la
gitana Vanushka, en Quetzaltenango. Cuentan que ella
era una hermosa mujer, alta, de tez blanca y ojos claros,
y que se estableció en el país junto con su familia de
gitanos que entretenían a la población con espectáculos
circenses. A una de las presentaciones asistió el hijo del
gobernador de la región, quien se enamoró de ella. Le
prometió casarse y formar una familia, pero, al final, la
abandona. Muere acongojada por el despecho amoroso
y como recompensa, la Virgen del Rosario le concede el
don de abogar por los enamorados para les ayude a
encontrar el amor verdadero, que ella no gozó. La
tumba de la gitana Vanushka, en el Cementerio General
de la ciudad altense, es muy visitada por los
enamorados, quienes le llevan flores.
En la visión clásica del mito de la inundación, según los
mayas, el protagonista era un ser monstruoso con
forma de cocodrilo celeste y que arrojaba por su boca
un copioso torrente de agua, cargado de elementos con
los que produjo la inundación de la tierra. Luego de ser
decapitado y detenida la inundación, sobre su cuerpo se
colocaron los cuatro árboles del mundo para levantar y
sujetar el cielo. Las fuentes coloniales aclaran que,
después, un ser sobrenatural pisó la espalda del reptil.
Esta acción se ha interpretado como una fecundación
que marcaba el comienzo de un nuevo tiempo.

La creación del hombre, según los


mayas
Un mito antropogénico narra la aparición del ser
humano, quien puede ser creado a partir de cualquier
materia viva (planta o animal) o inerte (polvo, lodo o
arcilla). Por lo general, están vinculados a los mitos
cosmogónicos.
Al principio de los tiempos, según el Popol Wuj, se
dispuso hacer el hombre y se buscó el material que
debía entrar en su carne. Los Progenitores, los
Creadores y los Formadores se reunieron, discutieron, El Dueño del Cerro
reflexionaron y pensaron cómo debía ser el Es una de las manifestaciones sobrenaturales más
aparecimiento de la humanidad en la superficie de la importantes en Mesoamérica, con fusión de elementos
tierra. Luego de dos intentos fallidos, el primero, con de la cosmovisión indígena autóctona y de la cultura
barro, y el segundo, con madera de tz’i t e’ y cibaque, el hispánica. En Guatemala, los indígenas mayas de las
tercero, es exitoso con maíz. Decidieron y descubrieron tierras altas creen, según la tradición oral, en la
que la carne del hombre debía ser de las mazorcas existencia de un Dueño o Guardián del Cerro. Entre las
amarillas y mazorcas blancas, provenientes de Paxil- comunidades mayas se encuentra ampliamente
Cayalá — lugares legendarios que brindaron a la difundido el concepto de que hay un espíritu en cada
humanidad frutos naturales, base de su subsistencia y elemento de la naturaleza; así, hay un espíritu o dueño
desarrollo económico—. La diosa Ixmucané molió el del maíz, de los diferentes cuerpos de agua o de los
maíz en piedra y con la masa resultante moldeó a los animales. También, las colinas, los cerros, montañas o
seres humanos, pensantes y con la capacidad de adorar volcanes tienen su espíritu, siendo el “dueño” de cada
a los dioses. Los dirigentes B’alam K’i t ze’, B’alam Aq’a uno de esos espacios, un personaje que no pertenece al
b’, Majukutaj e Iq’i b’alam son los hombres hechos de mundo de los hombres, pero mantiene contactos de
maíz, los primeros seres humanos creados. diversa índole con él. Sus características varían en cada
región, pero, en general, es hombre, habla el idioma
local, no tiene  aspecto definido, pero tiene apariencia
de ladino rubio y de ojos azules, con vestuario elegante, 
aunque también puede aparecer en forma de culebra
gigante o con cuernos.

El mito del diluvio El volcán


La leyenda relata la historia de seis hombres, tres que
surgieron del agua y tres que surgieron del viento. Sin
embargo, solo tres se podían ver. Cada grupo de
hombres interactuaba con la tierra de forma natural,
alimentándose de todo lo que ella les diese.
Un día, caminando, los hombres encontraron a
Cabrakán, una montaña capaz de escupir fuego. De esta
forma, Cabrakán estalló en llamas y fue abrazada por
Hurakán, una montaña de nubes que buscaba abrir la
cima de Cabrakán al abrir su cráter con las uñas.
Todos los hombres, menos uno, fueron arrasados y el
bosque de árboles donde vivían fue destrozado. El
hombre sobreviviente recibía el nombre de Nido.

5 trabalenguas

5 adivinanzas
5 coplas
El Cadejo:
Cuenta la leyenda que hay dos tipos de cadejos uno
bueno el blanco, y uno malo el negro, estos tienen
forma de un perro, que salen en las noches.

La leyenda cuenta que el cadejo era un joven que


intento darle un susto a su papa para que este dejara de
tomar, su papa regularmente llegaba a su casa borracho
y golpeaba a su esposa, el joven intento evitar que su
padre siguiera tomando, entonces se disfrazo como un
perro y lo espero en la calle cuando su papa venia
borracho, cuando el joven salió disfrazado su padre
salió corriendo pero aun a si el padre volvió a tomar,
esto sucedió varias veces pero el padre nunca dejaba de
tomar, llego el día que el padre cansado de ser asustado
5 leyendas por el animal, decidió enfrentarlo y saco un cuchillo, al
ver esto el joven se quito el disfraz y el padre al ver esto
La Siguanaba:
maldijo al joven, diciéndole que sus maldición seria
La Siguanaba es un personaje de la mitología acompañar aquellos que caminaban por la noche.
guatemalteca, que se presenta a los hombres infieles Desde entonces el cadejo blanco acompaña aquellas
como una mujer de hermoso cuerpo y cabello largo, personas que andan por la noche caminando solos en la
pero cuando la observan de cerca, tiene rostro de calle para protegerlas de los peligros nocturnos, pero si
caballo. la persona ataca al cadejo, este lo ataca.

Según la leyenda, La Siguanaba se aparece


frecuentemente en áreas solitarias, especialmente
en barrancos, ya que es ahí a donde atrae a los hombres
para luego arrojarlos haciendo que pierdan la vida y el
alma a favor de ella.

En otra versión de la leyenda se dice que la Siguanaba


aparece en lugares cercanos al agua, ya que se suele
bañar al mismo tiempo que peina su cabello con un
peine de oro, los hombres que la observan en esta
situación quedan embrujados por la hermosa mujer, y
es entonces cuando ella los atrae, en el momento en El Sombrerón
que ya se los ha ganado muestra su rostro el cual tiene Ilustración Prensa Libre: Diego Sac
apariencia de caballo, con los ojos rojos y la piel Se le conoce como Tzipitío, Tzipe, Sombrerón o Duende.
La palabra tzi viene del quiché y se traduce como perro.
arrugada, sus uñas crecen al momento en que desata
Aunque podría provenir del náhuatl tzitzimitle, que
una risa aterradora.
significa demonio. El Tzitzimite es “un hombrecito muy
pequeño, vestido de negro, con un gran cinturón muy
brillante. Tiene un sombrero negro, pequeño también, y
unas botas con tacones que hacen ruidito”. A este
personaje le gusta “subirse a los caballos y hacerles
nudos en la cola y en las crines. Estos nudos, que son así
de menuditos, ‘cuesta un bigote’ deshacerlos’”.
Al Tzizimite también le agrada perseguir y molestar a las
mujeres de pelo largo y ojos grandes. Cuando le gusta
alguna muchacha, no la deja ni a sol ni a sombra: se le
aparece en las noches cuando está dormida, y después
de haberle enredado el pelo, le baila y le canta con su
guitarra. De acuerdo con la idea popular, el Tzizimite Ilustración Prensa Libre: Diego Sac
tiene la altura de un dedo de la mano y cabe escondido El nombre de Siguanaba se deriva de tziguán, que
en la almohada. Es un espíritu juguetón y doméstico. Su significa barranco en quiché. La Siguanaba se hace
sombrero es tan grande que tiene que arrastrarlo, seguir por los hombres y luego de una larga
recorriendo a la hora del crepúsculo ciudades y campos. persecución, los pierde en algún barranco. No muestra
Cuando encuentra a la mujer de sus amores, amarra sus la cara, pero lo hace cuando ya se ha “ganado” —
mulas al primer poste que encuentra, descuelga su arrebatado el alma— al hombre quien se perturba al ver
guitarra que lleva al hombro y empieza a cantar y bailar. que es de caballo. Cuentan en la colonia El Incienso,
zona 3 capitalina, que Juan, un albañil que emigró del
Quiché, cada vez que recibía el pago de la semana, se lo
gastaba en licor. Un día, rumbo a su casa, ubicada cerca
del tanque que abastecía de agua a la referida colonia,
iba caminando rápidamente bajo los efectos del alcohol.
Un vecino interrumpe su andar y le pregunta: “Vos,
Juan, ¿a dónde vas con tanta prisa?”, a lo que él
responde apenas articulando palabras: “Mirá, esa
hermosa mujer me está llamando, voy a ver para qué
me quiere. ¡Está rechula!”. El vecino se quedó pensando
que Juan estaba viendo visiones. Al otro día,
encontraron al pobre Juan ahogado en un lugar que los
2.       La Llorona lugareños llaman “la presa”. Esta es la leyenda de la
Ilustración Prensa Libre: Diego Sac mujer que llama a los hombres borrachos y mujeriegos
La Llorona, a quien describen como una mujer vestida para “ganárselos” y perderlos por los barrancos.
de blanco, se aparece, por lo regular, en lugares con
alguna afluencia de agua como ríos, lagos o lagunas. Las
personas narran que era una mujer que sufrió un delirio
mental y ahogó a sus hijos. Como castigo de Dios, vaga
por la eternidad buscándolos, y hay más de alguien que
escucha su terrorífico grito “¡Ay mis hijos!”. En la
actualidad, dicha narración se ha ido transformando y
adaptando como un tipo de denuncia hacia el maltrato
que reciben las mujeres. Según narraciones de
habitantes de Amatitlán, La Llorona era una mujer que
era víctima constante de violencia por parte de su
esposo, hasta que llegó el día en que los golpes fueron
tan severos que acabaron con la vida de la pobre mujer.
El marido, para ocultar su crimen, la lanzó al Lago de
Amatitlán, y luego huye con sus hijos hacia la capital. El
alma de la pobre madre no descansa en paz, por lo que
siempre se le escucha gritando desconsolada en
búsqueda de sus hijos.
1. Cucú, cantaba la rana
Cucú, cucú, cantaba la rana,
Cucú, cucú, debajo del agua.
Cucú, cucú, pasó un marinero
Cucú, cucú, llevando romero.
Cucú, cucú, pasó una criada
Cucú, cucú, llevando ensalada.
Cucú, cucú, pasó un caballero,
Cucú, cucú, con capa y sombrero.
Cucú, cucú, pasó una señora,
Cucú, cucú, llevando unas moras.
3.       La Siguanaba
Cucú, cucú, le pedí un poquito, Tengo una vaca lechera
Cucú, cucú, no me quiso dar, No es una vaca cualquiera
Cucú, cucú, me puse a llorar. Me da leche merengada
¡Ay que vaca tan salada!
Tolón tolón, tolón tolón.
Un cencerro le compraron
y a mi vaca le ha gustado
se pasea por el prado
mata mosca con su rabo
Tolón tolón, tolón tolón.
Que felices viviremos
Cuando vengas a mi lado
Con sus quesos, con tus besos,
2. Yo tenía 10 perritos Los tres juntos, ¡que ilusión!
Tengo una vaca lechera
Yo tenía diez perritos, No es una vaca cualquiera
yo tenía diez perritos. Me da leche merengada
Uno se perdió en la nieve. ¡Ay que vaca tan salada!
Nada más me quedan nueve. Tolón tolón, tolón tolón.
De los nueve que quedaban (bis)
uno se comió un bizcocho.
Nada más me quedan ocho.
De los ocho que quedaban (bis)
uno se subió a un cohete.
Nada más me quedan siete.
De los siete que quedaban (bis)
uno se tragó un ciempiés.
Nada más me quedan seis.
De los seis que quedaban (bis)
uno se mató de un brinco.
Nada más me quedan cinco. 4. Que llueva, que llueva
De los cinco que quedaban (bis)
Que llueva, que llueva
uno se perdió en un teatro.
La Virgen de la Cueva
Nada más me quedan cuatro.
Que llueva, que llueva
De los cuatro que quedaban (bis)
La Virgen de la Cueva
uno se lo llevó Andrés.
Los pajaritos cantan,
Nada más me quedan tres.
Las luna se levanta.
De los tres que me quedaban (bis)
Que llueva, que llueva
uno se murió de tos.
La Virgen de la Cueva
Nada más me quedan dos.
Que llueva, que llueva
De los dos que me quedaban (bis)
La Virgen de la Cueva
uno se lo llevó Bruno.
Los pajaritos cantan,
Nada más me queda uno.
Las luna se levanta.
¡Que sí, que no,
que caiga un chaparrón!
¡Que sí, que no,
le canta el labrador! (bis)

3. La vaca lechera
5. La cucaracha
La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque no tiene, porque le faltan
las dos patitas de atrás.
Una vez la cucaracha
se metió en un hormiguero
y las picaras hormigas
las patitas le comieron.
Pobrecita cucaracha
anda renga y afligida
caminando a paso lento
escondiéndose de día.
La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar
porque no tiene, porque le faltan
las dos patitas de atrás.
La señora cucaracha
se ha comprado una bombacha
toda llena de botones
y adornada con hilachas.

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