Qué Son La Ciencia y La Tecnología
Qué Son La Ciencia y La Tecnología
Qué Son La Ciencia y La Tecnología
Ciencia y tecnología son dos instrumentos fundamentales en la transformación y desarrollo de cualquier sociedad. Para
poder diferenciarlas es importante conocer la definición de ambas disciplinas, sus objetivos y los campos de actuación de
cada una de estas áreas, puesto que solemos tender a confundirlas.
Qué es la ciencia
La ciencia se encarga de estudiar con rigor todos aquellos fenómenos naturales, sociales o artificiales que suceden en
nuestro día a día, basando sus análisis en la observación, experimentación y medición.
Su principal objetivo es dar respuesta a lo desconocido, comprender cómo funciona el universo y aclarar, explicar y
establecer procesos, reglas y sistemas. La ciencia es una área descriptiva porque pretende ayudar a mejorar nuestro
entendimiento, apostando por teorías que permiten mejorar y aumentar nuestro conocimiento en cualquier materia.
Qué es la tecnología
La tecnología es un conjunto de conocimientos y técnicas que, si son aplicados con orden y lógica, nos permiten modificar
nuestro entorno, ya sea de manera física o virtual, para satisfacer nuestras necesidades. La finalidad de la tecnología
es generar soluciones útiles y prácticas para mejorar nuestro día a día.
A través de la tecnología no se pretende conocer el mundo, sino modificarlo y adaptarlo para satisfacer las necesidades
humanas. Es decir, su objetivo no es el conocimiento sino la aplicación, por ello consideramos que la tecnología siempre
sirve "para" alguna cosa concreta: desde cualquier fabricación de objetos, hasta la cura de enfermedades, utilidad
comercial, financiera o nuestra propia comunicación, entre muchas otras áreas de aplicación.
RELACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
La ciencia y la tecnología se diferencian en su objetivo final: la primera busca comprender el universo y su
funcionamiento, mientras que la segunda no describe el mundo, sino que lo modifica para adaptarlo a las necesidades
humanas. Sin embargo, si miramos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta que la relación entre ambas es muy íntima,
pues las tecnologías emplean el conocimiento del universo generado por las ciencias para mejorar sus técnicas, y las
ciencias hace lo propio, echando mano de las tecnologías más avanzadas para llevar a cabo sus experimentos.
Por tanto, la principal diferencia entre ciencia y tecnología es su objetivo: mientras la ciencia nos ayuda a conocer el
mundo, a describirlo y a mejorar nuestro conocimiento, la tecnología tiene el objetivo de modificarlo y adaptarlo a
nuestras necesidades. No obstante, la relación entre ambas disciplinas es estrecha e íntima, tanto, que solemos tender a
confundirlas.
Pero ¿cuál es realmente la relación entre ciencia y tecnología? Es simple: ambas utilizan los avances de la otra para
llegar a su objetivo. La tecnología utiliza el conocimiento generado por la ciencia para poder mejorar su técnica. Por su
parte, la ciencia utiliza la tecnología avanzada para poder llevar a cabo una investigación más precisa, concreta y efectiva.
TODOS aprendimos en la escuela que tanto la ciencia como la filosofía del mundo occidental moderno se
iniciaron en Grecia, en el año 585 a. C., cuando Tales de Mileto predijo con exactitud un eclipse solar. En
aquellos tiempos no se distinguía entre las actividades científicas y filosóficas, y mucho menos entre diferentes
tipos de ciencias o distintas ramas de la filosofía, sino que todo el conocimiento se englobaba en el término
genérico de "filosofía natural". Los filósofos griegos presocráticos se enfrentaron a las mismas preguntas
eternas que sus antecesores se habían planteado desde los principios de la historia: "¿Cuál es la naturaleza del
Universo?", "¿qué sentido tiene la vida?", "¿cómo se formó la Tierra?", "¿de dónde venimos y a dónde
vamos?", etc. Pero en lugar de responder a estas preguntas con mitos y leyendas pobladas de seres y acciones
sobrenaturales, como hasta entonces se había hecho, los filósofos griegos inventaron una nueva forma de
enunciar sus respuestas: eliminaron por completo los elementos sobrenaturales y se restringieron rigurosamente
a la propia naturaleza, tal y como ellos la conocían.
Este fue uno de los pasos más trascendentales en toda la evolución del pensamiento del mundo occidental.
Hasta ese momento las fronteras entre la realidad y la fantasía, entre la naturaleza y lo sobrenatural, estaban
incompletamente trazadas y se prestaban a confusión: en la Ilíada los dioses pelean en la guerra al lado de los
héroes e intervienen continuamente en sus asuntos, en la Odisea los personajes sobrenaturales alternan con
Ulises y sus camaradas, en la mitología griega primitiva (derivada de Tracia) el hombre surgió del humo de los
cuerpos de los Titanes, calcinados por el rayo vengador de Zeus al enterarse éste de que habían atrapado,
cocinado y comido a su hijo Dionisio Zagreus.
Las respuestas de los filósofos griegos presocráticos a las grandes preguntas de la humanidad no valen por lo
que dicen sino por lo que no dicen: Tales señaló que el Universo está formado por agua, Anaximandro prefirió
al aire como la materia prima, Empédocles postuló que son cuatro los elementos que constituyen al mundo,
Heráclito enseñó que la realidad es consecuencia de la lucha entre el Amor y el Odio. En ningún caso
(exceptuando a los pitagóricos, que constituyen un grupo aparte entre los filósofos presocráticos) se echa mano
de lo sobrenatural, sean mitos tradicionales, personajes mágicos legendarios o dioses más o menos locales.
Queda la impresión de que deben haberles parecido salidas demasiado fáciles, pretextos más bien que
explicaciones, capaces de satisfacer solamente a aquellos que no buscan la verdad sino un sustituto que se le
parezca, aunque sea superficialmente.
Sin embargo, es un error pensar que la filosofía natural presocrática representa la infancia de la ciencia y la
filosofía modernas, que por lo tanto pasaron por la adolescencia y la juventud durante la Edad Media y el
Renacimiento. La cultura helénica (incluyendo a la romana) fue un ciclo completo que incluyó infancia,
adolescencia, juventud, madurez y decadencia. La antorcha griega iluminó el camino cultural de H.
sapiens desde el siglo V a. C. hasta el siglo II d. C., cuando se colapsa el Imperio romano y surge como el
máximo poder político y espiritual la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana; en esos tiempos la antorcha
mencionada se transformó en una lucecita apenas visible en ciertos monasterios italianos, alemanes y sobre todo
españoles, donde numerosos e innominados héroes de nuestra cultura trabajaron horas extras para conservarla,
copiando y traduciendo una y mil veces las obras de los autores clásicos: Platón, Aristotóles, Celso, Galeno y
otros más.
Cuando el espíritu del hombre occidental vuelve a levantar cabeza, o sea al iniciarse el Renacimiento, se instala
un nuevo ciclo cultural en el que las preguntas son diferentes, el método adoptado para contestarlas es distinto,
y las respuestas se dan en un lenguaje totalmente nuevo. La filosofía natural presocrática es un venerable
precursor de la ciencia moderna, pero más que sentar las bases para el desarrollo ulterior de la actividad
científica, lo que hizo fue cambiar para siempre las reglas del juego cuando se trata de
alcanzar conocimiento. Los pensadores griegos del siglo V a. C. fueron los primeros en distinguir con claridad
entre dos universos totalmente diferentes: lo que creemos y lo que sabemos. En relación con este punto, el
profesor Dodds dice: "La distinción honesta entre los que es conocimiento y lo que no es tal aparece una y otra
vez en el pensamiento del siglo V a. C. y seguramente es una de sus mayores glorias: es la base de la humildad
científica.''
¿Cuáles son las diferencias principales entre la "filosofía natural" de los griegos presocráticos y la ciencia
moderna? En mi opinión, son las tres siguientes: 1) la motivación de los filósofos griegos es bien clara: ellos
quieren entender la naturaleza de la realidad y del ser humano, aspiran a llenar las incógnitas en su cuestionario
sobre la estructura del Universo, así como del origen y destino del hombre (el problema del alma humana es
inaugurado por Sócrates, de manera que históricamente no los afecta) mientras que la ciencia moderna no sólo
persigue el mismo conocimiento sino que también aspira a controlar a la naturaleza; 2) el método utilizado por
los filósofos griegos es el del razonamiento puro, con el que se generan esquemas con dos características
esenciales: ausencia de contradicciones internas y compatibilidad con el mundo exterior; no se les ocurrió dar el
paso siguiente, o sea poner a prueba sus construcciones lógicas por medio de observaciones y/o experimentos,
como lo hace el científico moderno; 3) la posibilidad de progreso en las ideas sobre la naturaleza está ausente
de las especulaciones griegas, que se proponen como estructuras acabadas y autocontenidas, cada una de ellas
incompatible con todas las demás, mientras la ciencia moderna está edificada con hipótesis tentativas e
incompletas, una de cuyas exigencias es que sean compatibles con el mayor número de las existentes; además,
las hipótesis se modifican o abandonan cuando no logran pasar las rigurosas pruebas a las que se someten, lo
que implica un aumento progresivo y vigoroso del conocimiento.
ETAPA INDUCTIVA
Mediante la inducción se extrae de la experiencia sensible la generalización sobre las formas. Existen dos tipos de
inducción y ambos proceden de enunciados generales. En la inducción simple, la enumeración sobre objetos o
acontecimientos individuales se toma como base para una generalización sobre la especie de la que es miembro. En un
nivel superior, los enunciados sobre especies individuales se toman como base para una generalización sobre un género.
En un argumento inductivo por enumeración simple, las premisas y las conclusiones contienen los mismos términos
descriptivos. Un caso demostrativo de la inducción simple son las taxonomías biológicas, el argumento tiene la forma
siguiente: el pulpo es un cefalópodo de subclase coleoidea, el calamar es un cefalópodo de subclase coleoidea, y la sepia
es un cefalópodo de subclase coleoidea. El pulpo, el calamar y sepia tienen la propiedad de un cefalópodo de subclase
coleoidea.
La inducción intuitiva o directa se refiere a aquellos principios generales que están ejemplarizados en los fenómenos. La
inducción intuitiva es una cuestión de perspicacia, es la capacidad para ver lo que es esencial en los datos de la
experiencia sensible. Se trata de ver los atributos genéricos y las diferencias de un espécimen.
ETAPA DEDUCTIVA
Representa la segunda etapa de la investigación científica, las generalidades obtenidas mediante la inducción se emplean
como premisas para las deducciones de enunciados sobre las observaciones iniciales. Aristóteles estableció una restricción
para este tipo de enunciados, que pueden aparecer como premisas y conclusiones de los argumentos deductivos en la
ciencia, permitía sólo aquéllos enunciados que afirmasen que una clase está incluida en, o está excluida de una segunda
clase. Para Aristóteles, el razonamiento deductivo es una forma de razonamiento que va del todo a las partes, es decir,
intenta extraer de una verdad universal otra particular. Puede ser de tres clases: categórico, hipotético y disyuntivo,
atendiendo al tipo de juicio que le sirva de punto de partida.
LA LÓGICA ARISTOTÉICA
Aristóteles ha pasado a la historia como el primer autor en sistematizar la lógica. Sus propuestas junto a las aportaciones
de los estoicos han construido prácticamente toda la lógica hasta el siglo XIX. El propio Kant toma la clasificación
aristotélica de los juicios como base para desarrollar la deducción trascendental de las categorías del entendimiento. Las
obras representativas sobre la lógica aristotélica como: Categorías, Sobre la interpretación, Primeros analíticos, Analíticos
posteriores y Tópicos fueron agrupadas en un conjunto de escritos denominado “Organon”.
Los filósofos lo interpretaron tradicionalmente como una propedéutica, es decir, como la preparación para la filosofía de
la ciencia. Aristóteles pretendía señalar que el conocimiento de las leyes del razonamiento era fundamental como paso
previo para cualquier estudio posterior y que debían estar en posesión de tal conocimiento quienes quisiesen adentrarse en
el terreno de la filosofía y la ciencia.
LOS RAZONAMIENTOS
Para Aristóteles, el razonamiento es un encadenamiento de juicios en el que partiendo de una proposición conocida se
descubre otra u otras desconocidas. En los Analíticos, Aristóteles se ocupa tanto del razonamiento deductivo como del
inductivo, pero considera que el conocimiento científico se alcanza deduciendo lo particular de lo general, es decir,
mediante el conocimiento de las causas.