Erosion Hidrica

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

IUP “SANTIAGO MARIÑO”


EXTENSIÓN CARACAS
CÁTEDRA: HIDROLOGIA
ESCUELA 42-ING CIVIL
SECCIÓN: B

EROSIÓN HÍDRICA

PROFESORA: INTEGRANTES:

Ing. Marielba Guillen Pablo Figuera C.I.: 19.202.725

Oscar Jiménez C.I.: 17.610.163

Diciembre de 2015
INTRODUCCIÓN

En las obras civiles, en la agricultura, en el desarrollo urbano y habitacional es necesario en


la mayoría de los casos tratar el tema de la erosión hídrica que es un factor importante ya
que determina una serie de aspecto como lo son: la durabilidad de la obra, las posibles
fallas de la estructura causada por la acción del suelo.

Por tal razón los estudios técnicos hidrológicos en cuanto a erosión hídrica son importantes
considerarlos como variables ambientales al momento de proyectar una obra civil.

Por tal razón es de suma necesidad conocer los distintos métodos para evitar la erosión
hídrica en las cuencas.
 CONCEPTO

Del latín erosĭo, la erosión es el desgaste que se produce en la superficie del suelo por la
acción de agentes externos (como el viento o el agua) o por la fricción continua de otros
cuerpos. La erosión hídrica es el proceso por el cual se produce el desprendimiento,
transporte y depositación de las partículas de suelo por acción de los siguientes agentes
principales:

1) La energía cinética de la gota de lluvia: La energía de las lluvias se disipa sobre la


superficie del suelo produciendo la ruptura de los terrones y agregados, generando
una salpicadura (erosión por salpicadura) que desprende partículas que luego son
arrastradas pendiente abajo. Este fenómeno de disipación de la energía de la lluvia
está relacionado a la pérdida de infiltración del suelo.

2) La escorrentía en movimiento: Este agente erosivo produce el desprendimiento de


nuevo suelo y el transporte del suelo removido, en una magnitud proporcional al
caudal escurrido y a la velocidad que adquiere el flujo de agua sobre la superficie.
Este agente produce los fenómenos erosivos más visibles (por ejemplo cárcavas), y
es el responsable del movimiento de las partículas de suelo removidas. Pueden
distinguirse dentro de la escorrentía dos tipos de flujo: el flujo laminar (erosión
laminar o mantiforme), que se mueve con una velocidad lenta, y el flujo
turbulento/concentrado o flujo en surcos (erosión en surcos), con una velocidad que
puede llegar a 4 m/s, y que es el responsable de la mayor parte del transporte de
sedimentos.

3) La gravedad: La sola acción de la gravedad es capaz de mover el suelo,


especialmente cuando está mojado y en ambientes de altas pendientes. Los
movimientos en masa, deslizamientos de laderas, erosión lateral de meandros de
ríos, avalanchas de nieve son ejemplos de la acción de la gravedad en procesos
erosivos

De estas consideraciones surge que la erosión hídrica y los procesos de desprendimiento,


transporte y depositación (también llamada sedimentación) forman parte de un mismo
fenómeno complejo en cuanto a sus causas, dinámico en el tiempo y susceptible de ser
estudiado y tratado a diversas escalas de tiempo y espacio.

En una escala elemental de lote o ladera o aún menor, de sitio específico, la erosión hídrica
puede estar limitada por la capacidad de desprendimiento o por la capacidad de transporte.
Tanto la lluvia como el escurrimiento tienen ambos capacidad de desprendimiento de suelo
y de transporte de sedimentos, siendo aquel proceso que ocurra en menor medida el que
finalmente determina cuanto suelo se pierde de una ladera (Kirby y Morgan, 1994).
 TIPOS DE EROSIÓN HÍDRICA

Atendiendo a la forma como tiene lugar la erosión, cabe distinguir los siguientes procesos
de erosión hídrica, los cuales se discuten a continuación:

 salpicadura (rainplash/splash erosion),


 erosión laminar (interrill erosion, sheet erosion),
 erosión por surcos (rill erosion),
 en cárcavas (gully erosion),
 erosión por remoción o movimientos en masa (mass movement) y
 erosión de cursos permanentes (streambank erosion).

 Erosión por salpicadura

Se debe al impacto de las gotas de lluvia sobre los agregados de un suelo desnudo. Se
producen pequeños cráteres de impacto, con liberación de partículas, que se desplazan en
un radio máximo de 150 cm, siendo las arenas finas las más afectadas. Puede dar origen a
un sello o costra superficial que influirá negativamente en las velocidades iniciales de
infiltración.

Se relaciona directamente con la intensidad de la lluvia y su energía cinética, e


inversamente con la estabilidad de los agregados superficiales y la cobertura de residuos o
canopeo. La presencia de vegetación arbórea puede incrementar este tipo de erosión por la
formación de gotas más grandes a partir del flujo de hojas (Morgan y Rickson, 1995).

 Erosión laminar

Es una forma de erosión superficial que se produce por acción del escurrimiento,
perdiéndose una fina y uniforme capa de toda la superficie del suelo en forma de lámina.
Algunos autores denominan sheet erosion a la combinación de erosión por salpicadura y
erosión laminar (Troeh et al., 1991), mientras que otros denominan a esta combinación
como interrill erosion (Fangmeier et al., 2006).
Este proceso produce una mayor pérdida neta de suelo que la erosión por salpicadura,
siendo el tamaño de partículas más afectado el que se desprende debido a la energía de la
lluvia. Algunos autores postulan que el flujo laminar no existe, y que en realidad son flujos
turbulentos poco perceptibles, que van organizándose e incrementando su potencial erosivo
a medida que se incrementa la velocidad del escurrimiento (Morgan, 1995).

Es un tipo de erosión poco perceptible por el productor, no obstante es una importante vía
de pérdida de suelo en condiciones de baja pendiente y suelos con infiltración disminuida.

La ecuación básica que describe este tipo de erosión fue propuesta por Watson y Laflen,
(1986) citado por Fangmeier et al. (2006):

 Erosión por surcos

Conforme se incrementan los caudales, la altura del agua y su velocidad, se pasa de un flujo
de tipo laminar a uno concentrado, definido por la microtopografía del lote. Este tipo de
escorrentía concentrada tiene una mayor capacidad de desprendimiento y de transporte que
el flujo laminar, con lo cual las tasas de erosión por este mecanismo se incrementan,
pasando el flujo de tipo subcrítico a supercrítico. Suele denominarse a la erosión en surcos
como aquella que el productor puede “borrar” con los implementos de labranza, luego de
que ocurre, definición que intenta clarificar la diferencia entre erosión en surcos y en
cárcavas.
El mecanismo de erosión en surcos requiere la formación de una pequeña “cabecera” que
produce una erosión retrocedente (en sentido contrario al flujo). La velocidad de avance del
surco depende de la cohesividad del material de suelo, la altura del salto de agua en la
cabecera del surco y el caudal y velocidad del flujo. La erosión en surco es la predominante
en la mayor parte de los suelos. Es una función de la fuerza de corte del escurrimiento
concentrado en surcos ζ y de dos propiedades del suelo: la erodabilidad del suelo para
erosión en surcos Kr, y la resistencia al corte crítica del suelo ζc es decir aquella resistencia
del suelo debajo de a cual el desprendimiento es despreciable. De acuerdo a esta relación,
sólo habrá erosión si la fuerza de corte del escurrimiento ζ supera a la resistencia al corte
crítica del suelo ζc. La relación entre estas variables se indica en la siguiente expresión
(Fangmeier et al., 2006):

El término 1-Qs/Tc indica que cuando el contenido de sedimentos en el flujo Qses igual a la
capacidad de transporte Tc, el flujo está saturado y la erosión se hace cero, inversamente
cuando el contenido de sedimentos en el flujo es bajo (“agua lara”) la capacidad de erosión
es máxima.
 Erosión en cárcavas

Las cárcavas (también llamadas barrancas, o simplemente zanjas) son la manifestación más
visible y llamativa del proceso erosivo. Se desarrollan a partir de la acción del
escurrimiento sobre la superficie, luego de que se alcanza un cierto caudal y velocidad del
flujo, y se considera una cárcava como aquella forma de erosión que no puede ser borrada
por las labranzas.

La tasa de erosión en cárcavas depende del potencial de generación de escurrimiento de la


cuenca, del área de drenaje que recibe la cárcava, del material del suelo y subsuelo, de la
forma que toma la sección y de la pendiente del terreno (Fangmeier et al., 2006).

La forma y profundidad que adoptan las cárcavas está determinada por el tipo de material
del suelo y su grado de cohesión. Para materiales poco cohesivos, la forma tiende a ser en
“u”, mientras que para materiales más resistentes la forma típica es en “v”. Frecuentemente
el piso de la cárcava asienta sobre mantos de tosca calcárea cementados, retardando su
avance en profundidad y dificultando la estabilización mediante vegetación.

La evolución de las cárcavas comienza con un pequeño salto hidráulico, que puede
generarse en un quiebre de pendiente, y que produce una cabecera de corte o cabecera que
avanza en forma retrocedente, es decir en dirección contraria al escurrimiento. Esto ocurre
debido a la formación de una cascada o salto de agua que va erosionando el piso de caída
del agua, y generando un debilitamiento del subsuelo por salpicadura, y una reducción de la
resistencia al corte de la masa por humedecimiento. En estas condiciones se producen
caídas de bloques en la cabecera que va produciendo el avance retrocedente.

Las cárcavas avanzan siguiendo un ciclo de retroalimentación positiva, ya que la altura del
salto de cabecera es cada vez mayor, lo cual genera una mayor energía cinética de la
cascada que incrementa adicionalmente su poder erosivo. Por otra parte las cárcavas se van
ramificando por toda la red de drenaje colectora, generando una red de cárcavas digitada
que genera tantas cabeceras activas como vías de drenaje tenga la cuenca.

Las cárcavas pueden estar activas, cuando la cabecera avanza y el fondo (o piso) de la
cárcava genera nuevas cabeceras internas, o inactivas cuando tanto la cabecera como el piso
están vegetados.

La ciencia ha desarrollado algunos modelos de predicción de la erosión en cárcavas (Kirby


y Morgan, 1994). La expresión siguiente considera el tamaño de la cuenca y la
precipitación mínima como factores que regulan el avance de las cárcavas (SCS, 1966,
citado por Kirby y Morgan, 1994):
 Erosión por movimientos en masa

Implica el desplazamiento de grandes volúmenes de material en condiciones especiales de


humedad, pendiente y tipo de suelo. Los movimientos en masa se producen frecuentemente
en suelos someros, asentados sobre un material impermeable, como rocas graníticas, bajo
fuertes pendientes. En estas condiciones el material “fluye” sobre la interfase suelo-roca
por un efecto mecánico de disminución de la resistencia al corte, aumento del peso y
lubricación del contacto entre ambas capas.

Las condiciones de manejo influyen además sobre este tipo de pérdida de suelo, en especial
el desmonte de áreas en pendiente, con la consiguiente pérdida de propiedades mecánicas
del sistema suelo-planta, por falta de anclaje y reforzamiento del volumen de suelo por las
raíces. El fuego y el sobrepastoreo son factores que inciden en la eliminación de la
vegetación, y en la generación de escurrimientos, y, por lo tanto, en los riesgos de
ocurrencia de estos fenómenos.

Este tipo de fenómeno ha dado lugar a eventos catastróficos en cuencas torrenciales de todo
el mundo, en donde recibe variadas denominaciones: coladas de barro, flujos de lodo,
desprendimientos de ladera, aluviones, remoción en masa, etc. La Tragedia de Armero en
Colombia (1985), producida por la erupción de un volcán, provocó el derretimiento
repentino de glaciares que se transformaron en coladas de barro sepultando a más de 20.000
personas en un evento de pocas horas.

 Erosión de cursos permanentes

Los bordes y fondos de ríos y arroyos son las zonas de la cuenca más susceptibles a la
erosión en virtud de su proximidad al cauce y a que deben soportar la máxima energía de
las crecientes, ya que son los lugares de traslado y concentración de escurrimientos.

La erosión de márgenes se produce en el pie del río debido a la acción erosiva de la


corriente que desestabiliza la base y produce el desmoronamiento del resto de la margen, en
forma similar al mecanismo descripto para la erosión en cárcavas. Este mecanismo se da
típicamente en los sectores cóncavos de meandros o curvas de ríos de llanura, y es
responsable del avance (también llamado corrimiento de meandros) del meandro sobre
otras tierras.

Un curso puede estar en equilibrio si el nivel medio de la margen y el fondo no varían; se


está erosionando si este nivel disminuye, y se está sedimentando si aumenta. Otros tipos de
erosión de los cursos son las siguientes (Pouey, 1998):

 Erosión transversal: se produce en todas aquellas secciones donde se reduce el


ancho del río
 Erosión en las curvas: consiste en la profundización del cauce en la zona cercana a
la orilla cóncava (meandro)
 Erosión al pie de obras: se produce cuando el flujo rodea a alguna obra realizada en
el lecho del río.
 Erosión local en estribos o al pie de obras unidas a la margen: similar a la anterior
para obras en la margen.
 Erosión aguas abajo de presas: ocurren cuando se reduce la carga de sedimentos de
la corriente por acción de las presas (“aguas claras”).
 Erosión local aguas debajo de obras de desagüe: se producen al pie de obras de
descarga desde la margen al río.
 Erosión aguas arriba de cortes de meandros y rectificaciones: se producen al alterar
la forma de un meandro por canalización y rectificación, hay aumento de la
pendiente de fondo, de la velocidad y de la carga de sedimentos, que puede
incrementar la erosión de fondo aguas abajo de la obra.
 Erosión bajo tubería: se produce cuando se colocan tubos en el lecho del río.

La erosión de fondo de los cauces (disminución del nivel de base) es un fenómeno


relacionado a la pérdida paulatina de material del lecho, a causa de los caudales erogados
en la cuenca, a la carga de sedimentos y al tipo de material del fondo.
 MÉTODOS UTILIZADOS PARA EVALUAR LA EROSIÓN HÍDRICA

Los métodos de estimación de la erosión son herramientas que permiten evaluar mediante
un indicador cuantitativo el grado de erosión presente, y las posibilidades de control del
proceso mediante un conjunto de técnicas de manejo. Los modelos pueden dar una
estimación en términos absolutos, cuando representan adecuadamente lo que ocurre en la
realidad, o relativo, cuando el interés de su uso está en las comparaciones entre situaciones,
para ayudar a la toma de decisiones sobre el manejo.

Los modelos son simplificaciones de la realidad, que sirven para diferentes objetivos de
acuerdo a los potenciales usuarios. El primer paso para el desarrollo de un modelo es
establecer la estructura conceptual, o las principales relaciones causa efecto en los procesos
que se intenta modelizar. Identificados los componentes y sus relaciones, el modelo trata de
establecer las funciones de respuesta de las variables en forma aislada o conjunta, en lo que
podría llamarse la etapa de calibración del modelo, y en tercer lugar se evalúa la capacidad
del modelo de representar adecuadamente la realidad, es decir la etapa de validación.

Desde el punto de vista de su concepción y su base de cálculo, los modelos de erosión


pueden clasificarse en (Morgan, 1995): a) Modelos físicos: son modelos a escala
(maquetas), desarrollados en laboratorio, que asumen una similitud entre el modelo y el
mundo real. b) Modelos analógicos: usan analogías entre el modelo a simular y modelos
mecánicos o eléctricos y c) Modelos digitales: basados en el uso de computadores para
procesar grandes cantidades de datos.

 Medición de la erosión de impacto

Entre las más utilizadas se encuentra el embudo de impacto, un embudo cuya circunferencia
mayor se ubica al nivel de la superficie del suelo. El embudo drena en un recipiente tanto
precipitación directa como partículas de suelo desprendidas por el impacto de las gotas de
lluvia, provenientes de sectores aledaños al embudo. Al término de la tormenta se colecta el
recipiente y se seca, determinándose la depositación de sedimentos en un área dada, para
después llevar los datos a la hectárea.
 Medición de la erosión laminar

 Parcelas de erosión

Las parcelas de erosión se utilizan como áreas permanentes de monitoreo, para estudiar los
factores que afectan la erosión (Morgan, 2005) o bien cuando se desea demostrar algún
hecho conocido, como enseñarle a comunidades locales cuánto ayuda la vegetación en la
disminución de la erosión (Hudson, 1993). Cada parcela es un área físicamente aislada del
resto de la tierra, con dimensiones de ancho y largo predeterminadas, así como pendiente,
tipo de suelo y vegetación conocidos. Para cada parcela se mide la escorrentía y el suelo
perdido, así como la precipitación en el área de estudio. El número de parcelas es, por lo
general, de dos o más réplicas por tratamiento.

Las barreras físicas que determinan las dimensiones de las parcelas deben sobrepasar la
superficie del suelo en, al menos, 15 centímetros, siendo éstas enterradas bajo la superficie
para evitar traspaso subterráneo de flujos de agua. Dichas barreras pueden ser de madera,
metal o cualquier material impermeable y duradero (Morgan, 2005).
La escorrentía superficial producida dentro de los límites de la parcela es almacenada en un
estanque. Sin embargo, para escorrentías de mayor envergadura se utilizan dos estanques,
uno para depositar los sedimentos más pesados y otro para almacenar el agua restante. Las
dimensiones de dichos estanques varían de acuerdo a la escala temporal de medición y el
clima del área en estudio. Una vez finalizado el período de estudio, se calcula la cantidad de
sedimentos acumulados en términos de peso (*), valor que se lleva a la hectárea (por
ejemplo, Mg/ha) relacionándolo con la superficie de la parcela. Además, se mide el agua
acumulada, variable que se relaciona con el agua caída para obtener la relación
precipitación/caudal correspondiente a cada tratamiento.

Para determinar el peso total de suelo acumulado en el tanque, se toman muestras de


sedimento en un volumen conocido, para luego secarlas y determinar el promedio de suelo
(peso) en un volumen dado (recipiente de muestreo), determinando así el peso total a través
de la multiplicación de dicho peso por el volumen total de suelo colectado.

 Colectores de Geralch

Geralch (1966) implementó un método alternativo para medir la erosión laminar y la


escorrentía superficial en laderas. El método consiste en la instalación de colectores, en los
cuales se almacena la escorrentía superficial proveniente de alguna sección de la ladera.
Posteriormente, se traspasa el sedimento y el caudal colectados en recipientes, los cuales se
pesarán y secarán para la determinación de tasas de erosión, de acuerdo al área de
contribución del colector de Geralch específico. Sin embargo, es común expresar la erosión
en términos de unidad de longitud.

De este modo, se instalan colectores en distintas secciones de la ladera, considerando cierto


número de réplicas. Pese a que el colector de Geralch original consistía en un contenedor de
dimensiones 50x10x20 cm, con una botella recolectora localizada ladera abajo. De este
modo, se extrae sólo la caja interna para colectar el sedimento almacenado en ésta,
facilitando el transporte y manipulación de éste.

 Mallas de limo

Según la experiencia, medir la erosión en laderas es, por lo general, costoso e implica
mucho tiempo (Robichaud y Brown, 2002). Sin embargo, una metodología barata y rápida
es la instalación de mallas de limo, hechas de material geotextil (Dissmeyer, 1982).
Básicamente, la malla se instala en orientación paralela a las curvas de nivel, disponiendo
los extremos pendiente arriba, para que la escorrentía superficial no tenga otra opción más
que infiltrarse a través de la malla. la malla debe enterrarse, para evitar el escape de
escorrentía bajo ésta.

 Dendrocronología

La erosión laminar es un proceso usualmente lento (a escala humana), el cual no podemos


notar más que con el contraste entre objetos y el nivel topográfico. En este sentido, los
dendrocronólogos a menudo correlacionan la posición y ocurrencia de antiguas raíces
arbóreas con las tasas de erosión laminar. Las raíces de los árboles sólo crecen bajo tierra,
por lo que la presencia de fustes con raíces expuestas es una indicación de que el suelo se
encontraba a un nivel topográfico superior al actual

 Clavos de erosión (erosion pins)

Siguiendo el mismo principio de la dendrocronología, la manera más simple de medir los


cambios de nivel en la superficie del suelo es utilizando clavos de erosión, los cuales
consisten en clavos de unos 20 cm de largo, con una golilla soldada en su cabeza (García-
Chevesich, 2005). La metodología consiste en la instalación del clavo en forma
perpendicular a la superficie del suelo, quedando ésta al mismo nivel que la golilla. Una
vez transcurrido el período de medición (tormenta o lluvias invernales), se mide la distancia
entre la golilla y la nueva superficie del suelo, la cual representa la pérdida de suelo neta
producida en un tiempo dado.
 Puentes de erosión (erosion bridges)

Para soslayar problemas de relocalización, algunos utilizan puentes de erosión, los cuales
consisten en la instalación de parcelas permanentes de medición de la microtopografía
existente entre dos puntos fijos. De este modo, los operadores pueden encontrar las parcelas
con facilidad, pues éstas consisten en dos tubos insertados en la tierra y fijados a ésta con
cemento. Una vez localizada la parcela, los investigadores determinan los niveles
microtopográficos cada cierta distancia (por ejemplo10 cm), midiendo la distancia entre la
superficie del suelo y una varilla posicionada sobre los dos tubos verticales fijos. Se repite
el procedimiento tan seguido como el estudio lo determine (después de cada tormenta,
después de las lluvias invernales, etc.).

 Isótopos radioactivos

Otro método para estimar la erosión laminar en un lugar determinado es la comparación


estadística de la composición de Cesio-137 (137Cs), isótopo radioactivo producido durante
las pruebas nucleares entre los años 1950 y 1970. Dicho isótopo se distribuyó globalmente
en la atmósfera, depositándose en la superficie de la tierra, a través de la lluvia. Pese a que
regionalmente la cantidad de 137Cs depositada varía de acuerdo a las precipitaciones
recibidas, las variaciones espaciales a nivel local son insignificantes. Así, las partículas de
sedimentos contenidas en el suelo (mayormente arcillas) absorbieron rápidamente el 137Cs
precipitado (Morgan, 2005).
De este modo, las concentraciones de 137Cs en suelos de una ladera serán distintas de
acuerdo a las tasas de erosión y depositación ocurridas entre 1950 y hoy. Es por eso que se
debe determinar la concentración del isótopo a distintas profundidades del suelo.

El método proporciona datos relativos, pero confiables, sobre las tasas netas de erosión
ocurridas en algunas décadas, siempre y cuando éstas se comparen con datos locales en
donde se sabe que no ha habido erosión, típicamente debido a la presencia de algún
obstáculo que protege el suelo contra la erosión (un vehículo antiguo, un tronco, etc.). Sin
embargo, la determinación de 137Cs es un procedimiento costoso en términos monetarios.

 Medición de la erosión y la sedimentación a nivel de cuencas hidrográficas

Básicamente, existen dos métodos para estimar la erosión y la sedimentación a nivel de


cuencas hidrográficas: (1) estimando los sedimentos en suspensión para correlacionarlos
con el caudal, y (2) midiendo la depositación de sedimentos en sectores específicos.

La sedimentación producida en una cuenca, considerando la totalidad de los procesos de


erosión y depositación, está representada por la cantidad de sedimentos que abandonan el
área de drenaje a través de su río principal, en un período de tiempo dado. El área de una
cuenca está dada por la “boca” o punto del río central en que se decide va a ser el límite
más bajo de la unidad geográfica. Para estimar la erosión de una cuenca, se deben
establecer ciertas relaciones entre caudal (Q) y concentración de sedimentos (C), para
formar una curva caudal/sedimento. La exactitud de este método depende en gran medida
de la frecuencia del muestreo. La mayoría de los estudios se basan en la toma de muestras
de caudal en recipientes de volumen y peso conocidos, para luego llevarlos al horno y
secarlos. Posteriormente, se determina la concentración de sedimentos por unidad de
volumen de caudal (por ejemplo gr/l). No obstante, es importante recordar que para cada
ocasión se deben tomar al menos diez muestras, pues la variabilidad en los procesos
erosivos es, como ya se mencionó, bastante alta.

 PRINCIPALES PROCEDIMIENTOS PARA EVITAR LA EROSIÓN EN


UNA CUENCA

Uno de los principales procedimiento para evitar la erosión hídrica es el uso de la


bioingeniería y la ingeniería biotécnica. Conceptualmente se utiliza el término bioingeniería
para referirse a aquellas técnicas que usan cualquier forma de vegetación, ya sea una simple
planta o una colección de ellas como material de ingeniería (es decir aquel material que
tiene características y comportamientos cuantificables). Ingeniería biotécnica se refiere a
aquellas técnicas en las cuales la vegetación se combina con estructuras inertes, tales como
muros de piedra o gaviones, de modo de combinar los beneficios estructurales de los
componentes vegetativos y no vegetativos (Morgan y Rickson, 1995).

Las técnicas de bioingeniería se aplican para el control de la erosión hídrica y eólica en


situaciones donde otras técnicas no garantizan eficiencia y efectividad. Las técnicas se
aplican a situaciones como las siguientes:

 Estabilización y control de erosión en laderas en pendiente para construcción de


caminos, terraplenes, embalses y desmontes recientes.
 Estabilización de cabeceras de cuencas de montaña, laderas pronunciadas sujetas a
erosión por deslizamiento o remoción en masa.

 Estabilización y revegetación de márgenes de meandros de ríos y arroyos con


erosión de costas. Estas técnicas además permiten reducir la carga de sedimentos y
contaminantes transportados por los cursos

Las técnicas de bioingeniería en estas situaciones permiten soluciones efectivas y


sustentables, tanto desde el punto de vista económico como ambiental, ya que son
tecnologías dinámicas y de acción creciente por el propio desarrollo del vegetal con el
transcurrir del tiempo, están integradas al paisaje por la misma vegetación, permiten una
mejora visual del sitio y aseguran su perdurabilidad y estabilidad. No obstante para su
aplicación es necesario entender la dinámica de los procesos a estabilizar y las propiedades
de la vegetación, en relación a los procesos de estabilización/desestabilización de suelos y
laderas sobre las que se actúa.

 Fajas buffer

Esta técnica también llamada de fajas filtro, consiste en la localización de una franja de
pastura densa aledaña a canales o cursos de agua, cuya función es la captura de sedimentos
y contaminantes provenientes de tierras agrícolas. Permiten además mejorar la calidad de
las aguas superficiales y aumentar la biodiversidad de las cuencas.

Es una técnica que puede asociarse con el resto de las técnicas de bioingeniería vinculadas
a los cursos de agua, o al control de cárcavas.

Para la implementación de la técnica deberá analizarse la proximidad de la franja al curso


de agua, la profundidad de la capa freática, la salinidad de la freática y del curso y altura y
ritmo de oscilación de la corriente. Las características de implantación definirán el uso de
especies glicófitas, halófitas, hidrófilas o freatófitas, en especial nativas por su adaptación
ecológica y paisajística.

 Canales de desagüe

Estructuras de tierra empastadas de forma parabólica o trapezoidal encargada de conducir


excedentes de escurrimiento en las vías de drenaje de las cuencas.

 Rastrillos de retención

Son estructuras vegetadas o rígidas transversales a la dirección de avance de la cárcava,


cuya finalidad es estabilizar el piso de la misma y capturar los sedimentos de la corriente.
Los rastrillos vegetados utilizan los principios de la bioingeniería a través de su efecto
mecánico e hidráulico sobre el escurrimiento circulante por la cárcava.

En cuencas torrenciales se utilizan rastrillos o estructuras de retenciones rígidos o


semirígidos (gavión) para la captura de sedimentos y la reducción de pendiente del torrente;
se aplican a cuencas torrenciales donde hay remoción de alta cantidad de sedimentos
gruesos y rocas, que requieren de estructuras de alta resistencia.
 Estacas vivas

La técnica consiste en la inserción y cubrimiento de estacas enraizables en el suelo. El


sistema de estacas vivas crea un entramado de raíces, las que estabilizan y refuerzan la
masa del suelo, al unir las partículas y aumentar la cohesión del suelo por desecamiento.

Esta práctica es apropiada para reparar deslizamientos o pequeños derrumbes en zonas


frecuentemente húmedas, meandros, bordes de ríos o arroyos con pendiente excesiva.
Mejora las condiciones para el establecimiento de otras especies naturales del lugar, y
puede ser utilizada en conjunto con otras técnicas de bioingeniería, tales como la de atados
de ramas vivas.

 Colchón de ramas

Consiste en la colocación de ramas vivas en pequeñas trincheras o bancales excavados


siguiendo las curvas de nivel Se diferencia por la disposición de las ramas en relación a la
pendiente, y por la profundidad a la que son enterradas. Para formar la capa de arbustos, las
ramas se colocan en dirección perpendicular a las líneas a nivel. De esta forma se aumenta
la efectividad en cuanto al reforzamiento del suelo y la estabilización de la ladera.

La trinchera puede tener de 60 a 100 cm de ancho. Las ramas dentro de la trinchera sirven
para dotar de estabilidad a la masa de suelo, y las porciones que sobresalen ayudan a
controlar la erosión de la ladera.

 Revestimientos de orillas de cursos de agua

Representan un conjunto de técnicas combinadas de vegetación y estructuras rígidas o


semirígidas, cuya finalidad es impedir la erosión y estabilizar los márgenes de ríos o
arroyos y cursos temporarios, o impedir el daño por oleaje en lagos, embalses, etc.
Son técnicas complementarias a las técnicas de bioingeniería vistas, en situaciones donde el
uso de éstas no genera la suficiente seguridad en la estabilización de la costa, o donde la
ubicación y riesgos de ruptura ameritan en uso de técnicas de mayores costos (costas de
ríos en poblaciones, en proximidades de rutas, embalses reguladores, etc.).

Los dos principios básicos de estas obras son: 1) Utilizar un material que resista la
velocidad de arrastre y 2) Solucionar satisfactoriamente el enlace entre el revestimiento y el
lecho, de forma que no se produzca la socavación de la parte más baja y el posterior
desplome de la estructura.
CONCLUSIÓN

El uso de los métodos prevención de la erosión y sus estudios requiere de técnicas


conocimientos en una aproximación multidisciplinaria que integre conocimientos de
ecología, botánica, clima, suelos, geotécnica, hidrogeología, física, mecánica de los
materiales e ingeniería civil.

Muchos de los métodos planteados para la evaluación de la erosión hídrica son de poca data
lo que indica que es un campo de estudio aun en desarrollo para la aplicación de distintos
métodos aún mas con el auge de software que simplifican los procesos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Universidad Nacional de Rio Cuarto, Cordoba-Argentina. (2012). Erosion Hidrica,


Principios y técnica de manejo. José Cisneros

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura, Montevideo-


Uruguay (2010). Procesos de Erosión. José Brea

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