Este discurso celebra el Día Internacional de la Mujer y destaca la importancia de las mujeres en la sociedad. Argumenta que el lugar de la mujer es un indicador del desarrollo de un país y que las mujeres deben luchar por la igualdad de derechos en todos los ámbitos, incluida la educación y la protección contra la dominación masculina. Finalmente, afirma que se habrá triunfado cuando todos los días sean como el 8 de marzo y se reconozca la igualdad entre hombres y mujeres.
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Este discurso celebra el Día Internacional de la Mujer y destaca la importancia de las mujeres en la sociedad. Argumenta que el lugar de la mujer es un indicador del desarrollo de un país y que las mujeres deben luchar por la igualdad de derechos en todos los ámbitos, incluida la educación y la protección contra la dominación masculina. Finalmente, afirma que se habrá triunfado cuando todos los días sean como el 8 de marzo y se reconozca la igualdad entre hombres y mujeres.
Este discurso celebra el Día Internacional de la Mujer y destaca la importancia de las mujeres en la sociedad. Argumenta que el lugar de la mujer es un indicador del desarrollo de un país y que las mujeres deben luchar por la igualdad de derechos en todos los ámbitos, incluida la educación y la protección contra la dominación masculina. Finalmente, afirma que se habrá triunfado cuando todos los días sean como el 8 de marzo y se reconozca la igualdad entre hombres y mujeres.
Este discurso celebra el Día Internacional de la Mujer y destaca la importancia de las mujeres en la sociedad. Argumenta que el lugar de la mujer es un indicador del desarrollo de un país y que las mujeres deben luchar por la igualdad de derechos en todos los ámbitos, incluida la educación y la protección contra la dominación masculina. Finalmente, afirma que se habrá triunfado cuando todos los días sean como el 8 de marzo y se reconozca la igualdad entre hombres y mujeres.
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DISCURSO POR EL DÍA INTERNACIONAL
DE LA MUJER
Señoras,
No se nos ha escapado que cada 8 de marzo
celebramos el Día Internacional de la Mujer.
Les agradezco por su presencia y deseo
manifestarles que desde las diferentes actividades que desempeñamos, las mujeres ocupamos un importante lugar en la sociedad. Porque, como otras, estoy convencida de que el lugar de la mujer en una sociedad es un auténtico marcador del nivel real de desarrollo de un país. Esto, a pesar de la existencia de fuerzas y corrientes filosóficas o religiosas que tienen en común el machismo, el oscurantismo, la ignorancia del funcionamiento del mundo y un enfoque restrictivo de la libertad.
Juntas podríamos ser más fuertes, particularmente
si ponemos en valor el campo de la educación. Esto cobra más sentido desde el momento que pertenecemos a una Casa de Estudios donde mujeres y hombres compartimos el día a día en un lugar donde se encuentra la igualdad entre mujeres y hombres.
Es nuestro deber como mujeres exigir que la
sociedad peruana garantice la defensa de los derechos de la mujer en todos los ámbitos: el derecho de las niñas a acceder a la educación, al conocimiento y a poder elegir libremente nuestra orientación, nuestro derecho a casarnos con quien queramos, divorciarnos para volver a casarnos, amar a alguien más; nuestro derecho a disponer libremente de nuestras vidas y destino; nuestro derecho al trabajo y a ser remuneradas con equidad por ese trabajo.
Expresarnos. Caminar libremente por las calles.
Vivir con dignidad. No sufrir la dominación de los hombres y exigir nuestro derecho a ser protegidas.
En este sentido, las invito a tener un pensamiento
por todas las mujeres que sufren, por las mujeres y las jóvenes que se enfrentan a la desigualdad, sufriendo injusticias, llorando por no poder encontrar comida para sus hijos, ansiosas por el futuro de sus familias. Con su permiso, finalmente deseo transmitirles una reflexión personal: La mujer debe considerarse como parte de un mundo en movimiento. Por eso, es necesario ampliar la visión de la mujer peruana a la de una mujer que vive en un mundo abierto a todos los problemas de la mujer actual, pero con su propia característica nacional. La mujer peruana es una mujer moderna, de su tiempo y no la figura que transmiten las mentalidades retrógradas. Sólo hay una mujer universal.
Señoras, habremos triunfado cuando el Día
Internacional de la Mujer ya no tenga razón de existir, o, mejor dicho, cuando todos los días sean el 8 de marzo.
Terminaré con el pensamiento de un gran autor
francés, Stendhal, quien ya decía en el siglo XIX: “La admisión de la mujer a la igualdad perfecta sería la marca más segura de civilización, y duplicaría las fuerzas intelectuales de la raza humana”. ¡Muchas Gracias!