ECONOMÍA Y POLÍTICA

ALAN BONILLA 6TO DER.

El mundo en el que vivimos está lleno de decisiones que afectan a nuestra

sociedad y nuestro futuro. Y una de las áreas más importantes y fascinantes
para entender cómo funcionan estas decisiones es la política económica y la
economía política. ¿Te has preguntado alguna vez por qué los precios suben
o bajan, por qué hay desempleo o cómo el gobierno influye en nuestra
economía? Pues aquí es donde encontramos las respuestas.

La política económica es como un mapa que guía a los gobiernos para tomar
decisiones sobre el dinero y los recursos de un país. Se trata de entender
cómo el gobierno maneja los impuestos, el gasto público, las inversiones y el
comercio exterior para mejorar el bienestar de la población. Es como si
fuéramos detectives económicos, buscando las mejores formas de crear
empleo, reducir la inflación y lograr un crecimiento sostenible.

Por otro lado, la economía política nos ayuda a entender cómo se toman esas
decisiones políticas. Aquí entran en juego los intereses de diferentes grupos,
como las empresas, los sindicatos o los ciudadanos, y cómo influyen en las
políticas que se adoptan. Es como descubrir los hilos ocultos que mueven las
decisiones de nuestros gobernantes y cómo podemos influir en ellas para
construir una sociedad más justa y próspera.

Así que, estudiar política económica y economía política no solo nos ayuda a
comprender cómo funciona el mundo económico, sino que nos empodera
como ciudadanos para participar activamente en la construcción de un futuro
mejor.

Concepto de economía política:

La economía política es una rama multidisciplinaria de las ciencias sociales

que se enfoca en el estudio de la relación entre la economía y el sistema
político de una sociedad. Se encarga de analizar cómo las decisiones
políticas, las instituciones gubernamentales y las estructuras de poder
influyen en la economía, y viceversa. Esta disciplina busca entender cómo se
distribuyen y utilizan los recursos escasos en una sociedad y cómo se toman
las decisiones sobre la producción, distribución y consumo de bienes y
servicios.
La economía política se fundamenta en la idea de que la economía y la
política están intrínsecamente entrelazadas y se influyen mutuamente. Esto
significa que las políticas gubernamentales, las leyes, las regulaciones y las
acciones de los actores políticos pueden tener un impacto significativo en la
actividad económica de una nación. Por otro lado, las fuerzas económicas,
como la distribución de la riqueza, los niveles de empleo y los sistemas
productivos, también pueden afectar la toma de decisiones políticas y el
diseño de políticas públicas.

Dentro de la economía política, se exploran diversas teorías e ideologías que

intentan explicar cómo funciona esta interacción entre lo económico y lo
político. Entre las corrientes más importantes se encuentran el liberalismo
económico, el keynesianismo, el marxismo y otras perspectivas críticas. Cada
una de estas corrientes ofrece diferentes enfoques y propuestas sobre cómo
abordar los desafíos económicos y cómo deberían organizarse las
sociedades para lograr un desarrollo equitativo y sostenible.

Además de las teorías económicas, la economía política también analiza

cómo se establecen las relaciones internacionales y cómo las decisiones
políticas en el ámbito internacional afectan la economía global y viceversa. Se
exploran temas como el comercio internacional, la cooperación económica
entre países, los organismos internacionales y la geopolítica económica.

En resumen, la economía política es una disciplina que se ocupa de analizar

y comprender las complejas interacciones entre lo económico y lo político en
una sociedad. Su objetivo es proporcionar un marco teórico y analítico que
permita entender cómo las decisiones políticas y económicas influyen en la
vida de las personas, las comunidades y las naciones, y cómo se pueden
mejorar las condiciones de bienestar y desarrollo para el conjunto de la
sociedad. Al estudiar la economía política, se busca construir una visión
crítica y reflexiva que contribuya al diseño de políticas más efectivas y justas
para el beneficio colectivo.

Ejemplos:

Políticas fiscales y presupuestarias: Cuando un gobierno decide aumentar

los impuestos a las grandes empresas y a las personas de altos ingresos
para financiar programas sociales, como la educación o la salud, estamos
viendo una interacción entre lo político y lo económico.
Esta decisión está basada en consideraciones económicas (necesidad de
recursos para financiar programas) y políticas (prioridades y distribución del
gasto público).

Política monetaria y control de la inflación: Cuando un banco central

establece tasas de interés para controlar la inflación y promover el
crecimiento económico, se evidencia la conexión entre la economía y la
política. La decisión de aumentar o reducir las tasas de interés se toma con
base en análisis económicos, pero también implica consideraciones políticas
relacionadas con los efectos en el empleo y el bienestar de los ciudadanos.

Acuerdos comerciales internacionales: Las decisiones políticas

relacionadas con la firma de acuerdos comerciales entre países son un claro
ejemplo de cómo se entrelazan lo económico y lo político. Los gobiernos
negocian términos y condiciones que afectarán la economía nacional,
considerando tanto los intereses económicos del país como las presiones
políticas internas y las relaciones diplomáticas con otras naciones.

Concepto de política económica:

La política económica es un conjunto de estrategias, medidas y acciones que

los gobiernos y las autoridades económicas adoptan con el objetivo de influir
en la actividad económica de una nación o región. Esta área de la economía
se enfoca en el diseño y aplicación de políticas con el fin de lograr objetivos
específicos, como el crecimiento económico, la estabilidad de precios, el
pleno empleo, la equidad en la distribución del ingreso y el desarrollo
sostenible.

La política económica abarca diferentes aspectos, como la política fiscal, la

política monetaria y la política de regulación. En primer lugar, la política fiscal
se refiere a las decisiones relacionadas con los ingresos y gastos del
gobierno. Esto incluye la recaudación de impuestos y la asignación de
recursos para programas y servicios públicos, así como el manejo de la
deuda pública. A través de la política fiscal, el gobierno busca estimular la
demanda agregada o controlar la inflación, dependiendo de la situación
económica.

Por otro lado, la política monetaria se centra en el control y la regulación de la

oferta monetaria y las tasas de interés. El banco central es el principal
responsable de la implementación de la política monetaria.
Sus decisiones sobre tasas de interés y la emisión de dinero tienen un
impacto directo en el nivel de actividad económica, la inversión, el consumo y
el crédito. El objetivo principal de la política monetaria es mantener la
estabilidad de precios y controlar la inflación, pero también puede utilizarse
para estimular el crecimiento económico y fomentar el empleo.

Además de la política fiscal y monetaria, la política económica también abarca

la regulación y supervisión de los mercados y las actividades económicas.
Esto implica establecer normativas para proteger a los consumidores,
garantizar la competencia justa, promover la inversión y prevenir prácticas
desleales o abusivas por parte de las empresas. La regulación económica
tiene como objetivo asegurar el funcionamiento eficiente y equitativo de los
mercados y promover el bienestar general.

La política económica es una herramienta poderosa para los gobiernos, ya

que puede influir en la dirección y el desempeño de la economía. Sin
embargo, su implementación implica desafíos y dilemas complejos. Por
ejemplo, algunas medidas pueden generar beneficios en el corto plazo pero
tener consecuencias no deseadas a largo plazo. Asimismo, las decisiones
políticas pueden estar influenciadas por intereses políticos, ideológicos y
presiones externas, lo que puede dificultar la consecución de objetivos
económicos óptimos.

En resumen, la política económica es una disciplina fundamental en la gestión

de la economía de un país o región. A través de la implementación de
diversas políticas, los gobiernos buscan promover un crecimiento económico
sostenible, reducir la pobreza, asegurar la estabilidad de precios y mejorar el
bienestar de la población. Sin embargo, su éxito depende de una
comprensión profunda de los retos económicos, de la capacidad para
adaptarse a situaciones cambiantes y de la voluntad política para tomar
decisiones informadas y responsables.

Ejemplos:

Estímulo fiscal durante una recesión: Cuando una economía enfrenta una
recesión y la demanda agregada disminuye, el gobierno puede implementar
una política fiscal expansionista. Por ejemplo, podría aumentar el gasto
público en infraestructuras, programas sociales o incentivos para la inversión
privada. Esta medida tiene como objetivo estimular la actividad económica,
crear empleo y reactivar el crecimiento.
Política monetaria para controlar la inflación: Si una economía
experimenta una alta inflación, el banco central podría llevar a cabo una
política monetaria restrictiva. Esto implicaría aumentar las tasas de interés
para desincentivar el consumo y la inversión, reduciendo así la demanda y, en
teoría, frenando el aumento de precios.

Política comercial y proteccionismo: Los gobiernos pueden utilizar políticas

comerciales para proteger a los sectores productivos nacionales. Por ejemplo,
podrían establecer aranceles o barreras no arancelarias a la importación de
ciertos bienes, con el objetivo de favorecer a las empresas locales y estimular
la producción y el empleo internos.

Diferencia entre una y otra:

La economía política y la política económica son dos conceptos relacionados

pero distintos en el campo de las ciencias sociales y la economía. La
economía política se enfoca en el estudio de la interacción entre lo económico
y lo político, analizando cómo las decisiones políticas y las instituciones
gubernamentales influyen en la economía, así como cómo las fuerzas
económicas impactan en las decisiones políticas. Esta disciplina es
interdisciplinaria, integrando conceptos de la economía, la ciencia política y la
sociología. Además, examina diferentes teorías e ideologías económicas y
políticas para entender cómo influyen en la formulación de políticas y en la
configuración de las estructuras económicas y políticas. También pone
énfasis en el análisis del poder y las relaciones de poder en la sociedad.

Por otro lado, la política económica se refiere a las medidas y acciones

concretas implementadas por los gobiernos y las autoridades económicas
para influir en la actividad económica y lograr objetivos específicos. Estos
objetivos pueden incluir el crecimiento económico, la estabilidad de precios, el
pleno empleo y la equidad en la distribución del ingreso. La política
económica utiliza instrumentos de intervención, como la política fiscal, la
política monetaria y la regulación económica. Su enfoque está en la
aplicación práctica de políticas para abordar desafíos económicos
específicos. Los líderes políticos y las instituciones gubernamentales tienen
un papel central en la formulación y ejecución de las políticas económicas.
En resumen, mientras que la economía política estudia las interacciones entre
lo económico y lo político, analizando teorías, ideologías y el poder en la
sociedad, la política económica se enfoca en la implementación práctica de
medidas para lograr objetivos económicos específicos a través de
instrumentos de intervención gubernamental.