Sentencia 816 de 2006 Audiencia Provincial de España
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https://supremo.vlex.es/vid/alzamiento-bienes-va-24300293
SENTENCIA
En los recursos de casación por infracción de Ley que ante Nos penden, interpuestos por
Matías, María Inmaculada y Eva, por Auto de 19 de septiembre de 2005 , se tiene por
desistido del presente recurso de casación a Canta SA. (Acusación Particular), contra
sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Alicante, Sección Tercera, que condenó a
los acusados, por un delito de alzamiento de bienes; los componentes de la Sala Segunda
del Tribunal Supremo que al margen se expresan se han constituido para la deliberación y
Fallo, bajo la Presidencia del Primero de los indicados y Ponencia del Excmo. Sr. D. Juan
Ramón Berdugo Gómez de la Torre, siendo también parte el Ministerio Fiscal y como parte
recurrida Jesús Carlos y Aurelio, representados por la Procuradora Sra. Otero García, y
dichos recurrentes representados por la Procuradora Sra. Otero Gracia
ANTECEDENTES
Primero
PRIMERO
El día 20-09-77 se constituyó la sociedad Transformaciones Mabesa S.A. que fue inscrita
en el Registro Mercantil de Toledo el 26 de julio de 1978. Esta empresa tenía por objeto la
fabricación, manufactura, transformación, comercialización y distribución de materiales y
prefabricados para la construcción, siendo administrador único el acusado rebelde Diego y
socios accionistas el resto de acusados, todos menores de edad, excepto Eva, casada con
aquel.
SEGUNDO
Por mediación de D. Camilo Enrique Devesa y desde el año 1990, los acusados Aurelio,
Matías y Jesús Carlos contrataron con la mercantil Canta S.A. el suministro de materiales
de construcción para las obras que estos ejecutaban, llegando a abonarse a Canta S.A. por
estos suministros una cantidad superior a los doscientos millones de pesetas. A finales de
1991 y durante el año 1992, las empresas de los acusados, que construían y promovían
edificaciones contando con financiación externa y garantías personales comenzaron a tener
dificultades económicas y problemas de solvencia, que les llevaron, primeramente, a tener
que renovar algunos pagarés que ya habían sido librados a Canta S.A., y posteriormente, a
una situación de impago del material servido por Canta S.A. por una cantidad que no consta
suficientemente determinada.
TERCERO
El acusado Matías, actuando en concierto con las acusadas María Inmaculada y Eva, visto
el estado de insolvencia sobrevenida en el que se encontraban las empresas de las que
eran accionistas, transfirió los días 11-06-92 y 03-07-92 los vehículos matrículas A-0406-BT
y A-9793BT titularidad de Mabesa S.A. a las acusadas en un claro intento de eludir el pago
de lo que adeudaban.
Segundo
FALLO: FALLAMOS: 1º) Que debemos absolver y ABSOLVEMOS a Jesús Carlos, Aurelio,
Matías, María Inmaculada, Y Eva, del delito de ESTAFA por el que venían siendo acusados,
declarando de oficio las siete décimas parte de las costas causadas por este delito.
Reclámese del Juzgado Instructor -previa formación, en su caso, por el mismo- la pieza de
responsabilidad civil de esta causa penal.
Tercero
Cuarto
Las representaciones de los procesados, basan sus recursos en los siguientes MOTIVOS
DE CASACION.
Recurso de Matías
PRIMERO
Al amparo del art. 849.2 LECrim . por error en la apreciación de la prueba derivado de
documentos.
PRIMERO
Al amparo del art. 849.1 LECrim . por indebida aplicación del art. 519 CP. 1973
SEGUNDO
Al amparo del art. 849.º LECrim . por indebida aplicación del art. 519 CP. 1973 .
Quinto
Sexto
Hecho el señalamiento se celebró la deliberación prevenida el día doce de julio de dos mil
seis.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
Se aduce que en los hechos probados se consigna que el acusado Matías, actuando en
concierto con María Inmaculada y Eva, transfirió en días 11.6 y 3.7.92... y señala como
documento que demuestra error de la Sala, el folio 1051 de las actuaciones en el que obra
certificación del Registro mercantil de Toledo, donde expresamente se hace constar que la
representación de la sociedad Mabesa SA. recae en un administrador único, Diego - padre
del recurrente y en situación de rebeldía en la causa-, condición de administrador único de
Diego que se reconoce expresamente en el hecho primero de la sentencia como hecho
probado, siendo igualmente apoderado de la misma Carlos Jesús.
De ahí considera el motivo que es imposible que el recurrente Matías transfiriese los dos
vehículos a favor de su madre y hermana, por cuando siendo los mismos propiedad de la
empresa Mabesa, las únicas personas que tenían facultades para realizar dicha transmisión
serian el administrador único Diego o, en su caso, el apoderado de la misma, Carlos Jesús.
La jurisprudencia exige para que el motivo basado en error de hecho del art. 849.2 LECrim
. pueda prosperar los siguientes requisitos:
El delito de alzamiento de bienes sólo puede ser cometido por aquellas personas que tengan
o adquieren la condición de deudor, bien directa o subsidiariamente. Se extiende también a
las personas jurídicas, si bien su responsabilidad solo puede concretarse en las personas
físicas que ostenten cargos de dirección y responsabilidad en las sociedades, aún cuando
no concurran en ellas las condiciones, cualidades o relaciones que constituyen la esencia
de la relación jurídica protegida por el tipo penal.
Este articulo, dice la STS. 3.7.92 , "no contiene una hipótesis que permita responsabilizar a
una persona física por la acción de otras, por ejemplo, la acción del empleado, órganos o
representantes de una sociedad mercantil que hubieran actuado en nombre de la entidad.
El supuesto previsto por el art. 15 bis, implica necesariamente la ejecución de una acción
típica de una manera directa o indirecta (en los casos en los que resulte posible la autoria
mediata). Se trata de una disposición que no compensa la falta de una acción, sino la
ausencia de las características típicas de la autoria en la persona del autor. Por lo tanto, solo
es aplicable para tener por acreditadas estas características cuando, en todo caso, el autor
ha realizado la acción típica".
SEGUNDO
En el caso presente, como con acierto destaca el Ministerio Fiscal en su impugnación del
motivo, una cosa es la titularidad formal de administrador que se recoje en el apartado
primero de los hechos probados, al establecer que el administrador de Mabesa SA. era el
acusado rebelde Diego, siendo el recurrente Everardo socio de la referida entidad, lo que
determinaría que efectivamente la firma ultima de la transferencia de los vehículos se
hubiera de efectuar por alguno de los representantes legales de la persona jurídica y otra
muy distinta que la Sala de instancia llegue a la convicción que en la actividad concreta de
cambio de titularidad y, en definitiva, de ocultación de los vehículos participó de modo real
el acusado Matías, y así lo expresa en el Fundamento Jurídico décimo, al recoger que "
Matías asumió ante el Tribunal que fue quien se ocupó de todo lo relacionado con esta
operación, transferencias e ingresos....".
En efecto por administradores "de derecho" se entiende en cada sociedad los que
administran en virtud de un titulo jurídicamente válido y en la sociedad anónima los
nombrados por la Junta General ( art. 123 LSA ) o, en general, los que pertenezcan al órgano
de administración de la Sociedad inscrita en el Registro Mercantil. Los "de hecho" serán
todos los demás que hayan ejercido tales funciones en nombre de la sociedad, siempre que
esto se acredite, o los que ofrezcan alguna irregularidad en su situación jurídica, por
nombramiento defectuoso no aceptado, no inscrito o caducado; o prescindiendo de
conceptos extra-penales, se entenderá por administrador de hecho a toda persona que por
si sola o conjuntamente con otras, adopta e impone las decisiones de la gestión de una
sociedad, y concretamente los expresados en los tipos penales, quien de hecho manda o
gobierna desde la sombra.
Tal situación acaece en el caso que analizamos en el que la actividad real del recurrente
actuando en nombre de la persona jurídica Mabesa con independencia de la titularidad
formal del administrador Diego, e interviniendo en la operación de cambio de titularidad de
los vehículos, no es un hecho aislado, sino que como se refleja en el apartado segundo de
los hechos probados se extendió a otras actuaciones como contratar, junto con Aurelio y
Jesús Carlos, con la mercantil Canta SA. el suministro de materiales de construcción para
las obras que estos ejecutaban, llegando a abonarse a Canta SA. por estos suministros una
cantidad superior a los 200.000.000 ptas.
Consecuentemente, el documento invocado no evidencia el error denunciado, al estar
acreditada la participación real del recurrente en nombre de la sociedad en la transferencia
de los vehículos - aunque esta formalmente precisara de la firma de un tercero,
administrador de derecho o apoderado de la sociedad.
TERCERO
El motivo primero del recurso común a los tres acusados, Matías, María Inmaculada y Eva,
se formula al amparo de lo dispuesto en el art. 849.1 LECrim ., por aplicación indebida el art.
519 LECrim . -quiere decir, obviamente Código Penal-.
Razonamiento de la Sala que debe ser compartido pues como decíamos en la sentencia
1317/2004 de 16.11 "si bien es cierto que aunque no recae sobre el acusado la carga de
acreditar su inocencia y que el mismo tiene derecho a no declarar y a no declararse culpable,
sin que ese silencia pueda interpretarse en su contra, la jurisprudencia (SS. 9.1.99 y
17.11.2000 ), ha señalado que la valoración de la manifiesta inverosimilitud de las
manifestaciones exculpatorias del acusado no implica invertir la carga de la prueba, sin
vulnerar el principio "nemo tenetur", cuando existen otros indicios relevantes de cargo que,
por si mismos, permitan deducir racionalmente su intervención en los hechos. En estos
casos se trata únicamente de constatar que existiendo prueba directa de los elementos
objetivos del delito o una prueba indiciaria constitucionalmente valida, suficiente y
convincente, acerca de la participación en el hecho del acusado, a dicha prueba no se le
contrapone una explicación racional y mínimamente verosímil, sino por el contrario las
manifestaciones del acusado por su total ausencia de explicación alternativa plausible,
refuerzan la convicción racionalmente deducida de la prueba practicada (STS. 29.10.2001
).
Así se destacó por la S. 15.3.2002 al decir "es cierto que no recae sobre el acusado la carga
de probar su inocencia, pero cuando existen pruebas de cargo serias de la realización de un
acto delictivo.... la ausencia de una explicación alternativa por parte del acusado, explicación
"reclamada" por la prueba de cargo y que solamente ésta se encuentra en condiciones de
proporcionar, puede permitir obtener la conclusión por un simple razonamiento de sentido
común, de que no existe explicación alternativa alguna".
En el caso presente afirmado por las acusaciones que la transferencia de las vehículos a
favor de María Rosario fue un mero cambio de titularidad sin contraprestación alguna, en un
claro intento de eludir el pago de las deudas de las empresas, le hubiera sido sumamente
fácil acreditar a los acusados que aquel ingreso de 6.000.000 ptas. procedía de la cuenta
corriente de Eva.
Respecto a la segunda queja del motivo, esto es, que esos 6.000.000 ptas. se destinaron al
pago de otros acreedores, conducta ésta que de acuerdo con la doctrina de esta Sala no
permitiría hablar de alzamiento de bienes, puesto que faltaría el animo defraudatorio general,
es decir, el elemento subjetivo del tipo que excluiría su tipificación dentro del ámbito del
Derecho penal, y ello debido a que en ningún caso la figura delictiva reseñada protege las
normas de prelación de créditos ( STS. 853/2005 de 30.6 ), siendo la conducta de selección
prioritaria de deudas contraídas que hace que unos acreedores cobren con preferencia a
otros, se trata de un supuesto atípico, puesto que el pago de parte de las deudas, otorgando
preferencia a unos sobre otros, impide apreciar el ánimo defraudatorio general, que es lo
que da vida al tipo penal de alzamiento (STS. 474/2001 de 26.3 ), tal doctrina no es de
aplicación al caso presente. En primer lugar porque la sentencia de instancia no recoge en
el relato fáctico -cuyo escrupuloso respeto exige la vía del art. 849.1 LECrim ., la realidad
del pago de esas deudas y así lo razona y explícita en el ultimo párrafo del Fundamento
Jurídico décimo: y en segundo lugar, porque la Sala se plantea aquellos pagos como una
mera hipótesis pues si no estimó acreditada la procedencia de los 6.000.000 ptas. como
pago por parte de Eva de los coches, resulta irrelevante cual fuera el destino de este dinero
ingresado en la cuenta.
CUARTO
La condición de comerciante formaba parte de un subtipo agravado del art. 519 CP. 1073 ,
como elemento que debía concurrir en el autor principal, pero no en el cooperador necesario
(STS. 1143/2005 de 11.10 ).
En efecto el art. 519 del CP . derogado establecía una pena mínima de arresto mayor para
el supuesto de alzamiento de bienes que pudiéramos denominar básico, es decir, el
cometido por cualquier deudor en perjuicio de sus acreedores. Paralelamente contemplaba
una pena de prisión menor, cuando el hecho fuera realizado por un comerciante, matriculado
o no. El vigente Código Penal dispone en el art. 257.1.1 que comete este delito el que se
alce con sus bienes en perjuicio de sus acreedores, sin hacer especificaciones o matices en
función de la condición de comerciante del sujeto activo, si bien esta circunstancia podrá
tenerse en cuenta, cuando fuera relevante, a la hora de individualizar la pena.
Esta doctrina se ha recogido en varias sentencias de esta Sala entre las que podemos citar
la de 16 de junio de 2000 y 26 de Junio de 1.992 que, al contemplar ésta ultima, un supuesto
de coparticipación en un delito de alzamiento de bienes, declara que los cuatro
cooperadores necesarios se hacen acreedores a la condena, al igual que los otros dos
coautores por participación directa. Ahora bien, la doctrina de esta Sala ha declarado que
no puede hacerse extensivo el carácter de comerciante a todos los que hayan coparticipado
en los hechos, sino solamente a los que ostentan el "status" de comerciante, que es a los
que se les puede reprochar un plus de culpabilidad, por existir una mayor exigencia en el
cumplimiento de sus obligaciones.
La causa, por tanto, se contrae ahora al carácter de comerciante que le es aplicado, a los
tres recurrentes cuando realmente, según el motivo, carecían de tal condición, conforme a
la legalidad aplicable.
Para apreciar tal nota personal en los autores de un delito de alzamiento es preciso integrar
el concepto de comerciantes con el art. 1º.1 del Código de Comercio , que reputa tales, "a
los que teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dedican a él habitualmente".
A las recurrentes Eva e María Inmaculada les asiste la razón, si partimos, como exige la
naturaleza del motivo, del más absoluto respeto a la resultancia probatoria. En ninguna parte
del "factum", ni en la fundamentación jurídica, se atribuye a estas la dedicación habitual al
comercio.
En el relato histórico, solo se hace constar que María Inmaculada y Eva eran socias
accionistas de Mabesa SA. sociedad inscrita en el Registro Mercantil de Toledo, limitándose
su conducta a la adquisición meramente formal de dos vehículos, el matricula E-.... ( Eva el
11.6.2002, y el matricula U-.... XL ( María Inmaculada el 3.7.02, propiedad de Mabesa,
evitando que dichos vehículos respondieran de las obligaciones contraídas por dicha
sociedad.
Situación que no debe aplicarse al otro recurrente Matías, dado que en el relato fáctico
expresamente se señala que desde el año 1990 este recurrente, junto con Aurelio y Jesús
Carlos, "contrataron con la mercantil Canta SA., el suministro de materiales de construcción
para las obras que estos ejecutaban, llegando a abonarle a Canta SA. por estos suministros
una cantidad superior a los doscientos millones de pesetas.
QUINTO
Estimándose parcialmente el recurso, las costas se declaran de oficio.
III.
FALLO
Que debemos declarar y declaramos haber lugar al recurso de casación, interpuesto por
Matías, María Inmaculada y Eva, con estimación parcial respecto a estas dos últimas del
motivo segundo por infracción de Ley y desestimación de los restantes, contra sentencia de
13 de abril de 2005, dictada por la Audiencia Provincial de Alicante, Sección Tercera , en
causa seguida contra los mismos por delitos de estafa y alzamiento de bienes, y en su virtud
casamos y anulamos la referida sentencia, dictándose a continuación nueva sentencia, más
conforme a derecho, con declaración de oficio de las costas del recurso.
SEGUNDA SENTENCIA
En la causa incoada por la Audiencia Provincial de Alicante, Sección 3ª, por delito de estafa
y alzamiento de bienes, contra Matías, con DNI. NUM000, hijo de José Luis y Mª Paz, nacido
el 2.8.62, natural de Barcelona, sin antecedentes penales, de ignorada solvencia, María
Inmaculada, con DNI. NUM001, hija de José Luis y de Mª Paz, nacida el 16.6.66, natural de
Santa Cruz de Tenerife y vecina de Benidorm, sin antecedentes penales, de ignorada
solvencia y en libertad provisional por esta causa; y Eva, con DNI. NUM002, hija de Manuel
e Isabel, nacida el 27.3.39, natural de Almería y vecina de Benidorm, sin antecedentes
penales, de ignorada solvencia; la Sala Segunda del Tribunal Supremo, integrada por los
Excmos. Sres. expresados al margen y bajo la Ponencia del Excmo. Sr. D. Juan Ramón
Berdugo Gómez de la Torre, hace constar lo siguiente:
Se aceptan y se dan por reproducidos los de la sentencia recurrida, tal y como han sido
incorporados a nuestra sentencia precedente.
Primero
Segundo
En orden a la individualización de la pena, el art. 519 antes referido prevé la de arresto mayor
para el que no fuere comerciante, concurriendo la atenuante analógica 10ª del art. 9 CP .
1973, por la existencia de dilaciones indebidas, conforme lo dispuesto en el art. 61.1 y 5,
deberá ser impuesta en su extensión mínima esto es, 1 mes y 1 día de arresto mayor.
PUBLICACIÓN.- Leidas y publicadas han sido las anteriores sentencias por el Magistrado
Ponente Excmo. Sr. D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre, mientras se celebraba
audiencia pública en el día de su fecha la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de lo que
como Secretario certifico.