La Lepra
La Lepra
La Lepra
bacteria Mycobacterium leprae.
Afecta principalmente a la piel y los nervios periféricos. Si no se trata,
puede causar discapacidad progresiva y permanente.
Las bacterias se transmiten por las gotículas expulsadas por la boca y
la nariz cuando hay un contacto estrecho y frecuente con una persona
infectada que no haya recibido tratamiento.
La lepra se puede curar asociando varios fármacos en el tratamiento.
Se han notificado casos de lepra en las seis regiones de la OMS. El
grueso de los nuevos casos detectados anualmente se concentra en
Asia Sudoriental.
Descripción general
La lepra es una enfermedad ancestral, descrita ya en textos de las civilizaciones
de la antigüedad. Se trata de una enfermedad infecciosa crónica, causada por una
bacteria llamada Mycobacterium leprae, que afecta principalmente a la piel, los
nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos. Se
puede curar y el tratamiento en las fases iniciales puede evitar la discapacidad.
Además de las deformaciones físicas, los afectados sufren también
estigmatización y discriminación.
Transmisión
La lepra se transmite a través de las gotículas expulsadas por boca y nariz. Para
contraerla hay que mantener durante meses un contacto estrecho y prolongado
con una persona afectada que no reciba tratamiento. En cambio, no se propaga
por los contactos ocasionales con una persona con lepra que tienen lugar, por
ejemplo, al darle la mano o abrazarla, compartir comida o sentarse junto a ella.
Además, el paciente deja de transmitir la enfermedad cuando comienza a recibir
tratamiento.
Diagnóstico
El diagnóstico de lepra reposa en los signos clínicos. En los casos en los que sea
difícil establecer un diagnóstico, quizá haya que recurrir a servicios de laboratorio.
Caso paucibacilar: caso con una a cinco lesiones cutáneas, sin presencia
demostrada de bacilos en un frotis cutáneo.
Caso multibacilar: caso con más de cinco lesiones cutáneas; o con afectación
nerviosa (neuritis pura o neuritis más cualquier número de lesiones cutáneas); o
con presencia demostrada de bacilos en un frotis por raspado de incisión cutánea,
independientemente del número de lesiones cutáneas.
Tratamiento
La lepra es una enfermedad curable. El esquema terapéutico actualmente
recomendado reúne tres fármacos: dapsona, rifampicina y clofazimina, cuya
administración combinada se conoce como tratamiento multimedicamentoso o
politerapia. Su duración es de seis meses, en los casos paucibacilares, y de 12
meses en los multibacilares. La politerapia mata al patógeno y cura al paciente. Un
pronto diagnóstico y tratamiento puede ayudar a prevenir discapacidades. La OMS
ha venido facilitando esta politerapia de forma gratuita; al principio, lo sufragaba la
Nippon Foundation, pero desde 2000 se dona gracias a un acuerdo con los
laboratorios Novartis.
Prevención
Se ha comprobado que la detección y el tratamiento de los casos con politerapia,
por sí solos, no bastan para interrumpir la transmisión. Para prevenir mejor la
enfermedad, la OMS recomienda que, con el consentimiento del caso inicial, se
rastreen sus contactos domésticos, vecinales y sociales y se les administre una
dosis única de rifampicina como tratamiento quimioprofiláctico.
Respuesta de la OMS
La OMS presta apoyo técnico a los Estados Miembros en materia de prevención y
control de la lepra. Cada año, reúne los datos epidemiológicos sobre esta
enfermedad que le comunican todos sus Estados Miembros y publica, en el parte
epidemiológico semanal (Weekly Epidemiological Record), un informe
recapitulativo en francés e inglés con los datos correspondientes al año civil
anterior facilitados por los países.