Trabajo Final NarrPop

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Introducción (a modo de explicaciones para uno mismo)

“Las practicas y subjetividades cotidianas pueden ser vistas como la maravilla del
parto social, el resumidero anónimo y gris de la rutina, las graciosas, simples o
rebuscadas formas que dan estilo al vivir, la esperanza de proyectos
emancipadores […] Se trata de la iluminación del riesgo, la potencialidad de lo
nuevo, el descubrimiento y la entrega al desafío de nacer y hacer nacer una
experiencia fundamental de vida, distinta a la que se funda por lo establecido, la
certeza, la necesidad de equilibrio y la justificación de las normas y deberes
legitimados.

Desde esta mirilla, las dinámicas cotidianas implican un estado en que “la vida
personal y social se desarrolla dentro de las instituciones y en sintonía con ellas”,
lo que significa la habituación y, por tanto, la baja intensidad vital y la necesidad de
permanecer dentro de los márgenes de lo que es y deber ser: cerrazón de lo social
en la existencia privada” (LEON VEGA, E. 1999:117,118)

El presente trabajo escrito es, como mucho, un casi digno intento de


explorar nuevas aproximaciones hacia los cuentos y las narrativas en general.
Ávido lector de los primeros, llegar a los textos que propone la bibliografía del
Seminario fue, a pesar de la dificultad de abordaje de algunos o, lisa y llanamente,
la total ininteligibilidad de otros, un hallazgo.

Hallazgo de nuevas improntas que me despertaron preguntas de mas


índole antropológica que psicológica; mas culturales que científicas. Y fue también
una puesta en palabras de discusiones que nunca pude explicitar: lo oral y lo
escrito, la cultura y la no cultura, lo local y lo ajeno, hegemonías foráneas y
localismos silenciados.

Estos atisbos de nuevas líneas de fuga me hicieron pensar en una sola y


única cuestión, que casi obsesivamente rumiaba mi cabeza: “¿Por qué me habrá
sugerido la directora de la carrera de Especialización que realice este seminario y
no otro? ¿Qué tendrá que ver esto con lo que me propongo investigar?”. La
verdad es, sin pudores, que no fue hasta que a posteriori me “amigue” con la
bibliografía, que empecé a casi intuir ese por que, esa conexión.

Agnes Heller fue la llave de tal nexo: lo cotidiano, las objetivaciones para si
a partir de la experiencia, la doxa como fase gnoseológica que si bien no responde
a la condición de la episteme en tanto no puede crear su propio lenguaje para
decir lo que su experiencia le dicta, no deja de generar verdades para los
individuos que experiencian, que vivencian situaciones, que perciben, que sienten
y que piensan, parafraseando a la autora.
Mis trabajos de investigación y de prácticas profesionales se centran en un
hogar para niñas de una pequeña localidad de la provincia de Santa Fe. Allí, como
en el resto del mundo casi, al interior de las organizaciones se yuxtaponen
diversas instituciones que, por esa misma condición de mixtura, pierden sus
bordes, sus fronteras y también su identidad/especificidad. Y estas instituciones (la
familia, la educación, la salud, la justicia) se expresan a través de individuos que,
haciendo uso de los discursos que portan tales instituciones, se encuentran
muchas veces “perdidos” o aturdidos en el maremágnum de situaciones de
compleja resolución que propone la cotidianeidad de ese establecimiento en
particular. Y a mí me intereso siempre poder darle entidad de “prueba” (¡captado
yo también por el discurso jurídico allí!) a los dichos de estas personas, como
fuentes de saber y a la vez como balizas de sus fundamentos particulares,
históricos culturales para el hacer, allende lo formal legal. El rescate de lo oral en
tanto fuente de conocimiento excentrado de los modos positivos de obtenerlo es, a
partir de esta experiencia, una nueva herramienta para transitar los espacios por
los cuales trabajo y me desenvuelvo como profesional.

Sin embargo, en el escrito que sigue, nada de esta impronta aparece como
parte del análisis. Sera en un punto por la frescura de tal encuentro, será también
por otro lado por la inabarcabilidad de posibilidades que se me abren desde la
bibliografía; será por último, por el corto tiempo de asimilación de conceptos para
realizar una análisis un poco más profundo y hermenéutico de un relato. Aun
sobrevolando, solo pocas líneas de amarre he podido asir de esta especie de
barrilete conceptual teórico. Es mi deseo profundizar la lectura y poder, desde ella,
objetivar lo que me interesa para mis investigaciones: las palabras de las
personas.
Análisis de un cuento maravilloso: “El sueño del pongo”.

Se intentara hacer un análisis formalista estructural, siguiendo la línea de


Vladimir Propp en su libro “Morfología del cuento”, de un cuento de J. M.
Arguedas, entitulado “El sueño del pongo”.

En primer lugar, y siguiendo a este autor, se determinara la secuencia del


cuento. Luego, las funciones que están en juego en el mismo.

A continuación se hará una breve reseña de los recursos estilísticos


puestos en juego en el cuento seleccionado.

-“El sueño del pongo”:

Narra la historia de un hombre pequeño que llega a una hacienda para


ponerse al servicio de su patrón, quien al verlo, lo hace blanco de sucesivas
humillaciones; humillaciones que este hombrecito tolera en el más absoluto
silencio, hasta que un día pide permiso para hablar y le narra un sueño que los
incluye a ambos, dando así un final abierto al cuento, en tanto nada se sigue luego
del relato del mismo.

Este cuento clasifica como “cuento maravilloso” desde un punto de vista


morfológico, siguiendo los lineamientos de Vladimir Propp, puesto que “partiendo
de una fechoría o de una carencia y pasando por las funciones intermediarias culmina en
el matrimonio o en otras funciones utilizadas como desenlace […] A este desarrollo le
llamamos una secuencia.” (PROPP. 1971:107)

Por función debe entenderse “la acción de un personaje definida desde el punto
de vista de su significación en el desarrollo de la intriga” (PROPP.1971:33) .Hay, según
Propp, treinta y un funciones (31) posibles de ser agrupadas en esferas, que
corresponden a los personajes que realizan estas funciones. Son, estas, esferas
de acción. Y si se hace un detalle de las mismas, se extrae que en los cuentos
maravillosos existen siete (7) personajes. Cito:

“1. La esfera de acción del AGRESOR (o del malvado) que comprende: la fechoría, el
combate y las otras formas de lucha contra el héroe y la persecución.

2. La esfera de acción del DONANTE (o proveedor) que incluye: la preparación de la


transmisión del objeto mágico, y el paso del objeto a disposición del héroe.

3. La esfera del AUXILIAR que incluye: el desplazamiento del héroe en el espacio, la


reparación de la fechoría o de la carencia, el socorro durante la persecución, la
transfiguración del héroe.

4. La esfera de acción de la PRINCESA (del personaje buscado) y de su PADRE que


incluye: la petición de realizar tareas difíciles, la imposición de una marca, el
descubrimiento del falso héroe, el reconocimiento del héroe verdadero, el castigo del
segundo agresor y el matrimonio (…).5. La esfera de acción del MANDATARIO, que solo
incluye el envío del héroe (…).

6. La esfera de acción del HEROE que incluye: la partida para efectuar la búsqueda, la
reacción ante las exigencias del donante, el matrimonio. La primera función caracteriza al
héroe-buscador, y el héroe-victima rellena las otras.

7. La esfera de acción del FALSO-HEROE que comprende también la partida para


efectuar la búsqueda, la reacción ante las exigencias del donante, siempre negativa y en
tanto que función especifica las pretensiones engañosas.” (PROPP. 1971:91,92)

Entonces, en un cuento y en su análisis, lo importante son las funciones


(que según Propp son limitadas) y no los personajes, que pueden ser ilimitados o
caen dentro de la esfera de la libertad del narrador. También es posible que, en
algunos casos, tanto la esfera de acción se corresponda en su totalidad con el
personaje, o que uno de ellos realice u ocupe varias esferas de acción; o bien, que
una única esfera de acción se divida entre varios personajes.

También es posible que haya más de una secuencia en un cuento, o que


estas se superpongan, se continúen en serie unas a otras o que se bifurquen para
lograr cuentos dentro de cuentos. También es posible que varias secuencias
culminen en un mismo final, o que un cuento contenga dos fechorías o carencias
al comienzo. El punto fuerte de la tesis de este autor es que en líneas generales y
más allá de las variantes que puedan existir, un cuento se estructura e implica una
fechoría o carencia, fases intermedias y un desenlace.

Teniendo en cuenta estos lineamientos, se intentara ahora hacer un análisis


morfológico, de descomposición de sus partes siguiendo el ejemplo que el autor
tomado como referencia expone en el capítulo 9 “El cuento como totalidad” de su
libro.

Siguiendo la propuesta de este autor, lo primero a determinar es la


secuencia de este cuento, que sería la siguiente:

Introducción: Llega el HEROE (hombre pequeño) a la hacienda a trabajar de


pongo.

Secuencia 1:

El HEROE es humillado por el AGRESOR (el dueño de la hacienda - fechoría de


abuso de autoridad).

El HEROE se enfrenta al AGRESOR (relato del sueño, prueba del PADRE, San
Francisco y papel de los ángeles como AUXILIARES) y vence (el AGRESOR-
FALSO HEROE es humillado frente a su hacienda y se reconoce al verdadero
HEROE).

Se realizara ahora un análisis para determinar las funciones que están puestas en
juego en el cuento seleccionado, así como también el desglose de sus otras
partes que, siguiendo también a este autor, consisten en las siguientes: los
elementos de unión, las motivaciones, las formas en que irrumpen los personajes
en escena y otros accesorios atributivos.

Un hombrecito se encamino a la casa- Situación inicial.


hacienda de su patrón. Como era siervo
iba a cumplir el turno de pongo, de
sirviente en la gran residencia
Era pequeño, de cuerpo miserable, de Presentación y retrato del héroe.
ánimo débil, todo lamentable; sus ropas
viejas.
“? Eres gente u otra cosa? ¡A ver! –dijo Anuncio de la fechoría. Irrupción del
el patrón- por lo menos sabrá lavar agresor (altanero y procaz).
ollas, siquiera podrá manejar la escoba,
con esas manos que parece que no son
nada. ¡Llévate esta inmundicia! –
ordeno al mandón de la hacienda.
Todo cuanto le ordenaban hacer lo Héroe-victima. Atributo: sufrimiento,
hacía bien. Pero había un poco de espanto.
espanto en su rostro;
Quizás a causa de tener cierta Motivación de la fechoría. Abuso de
expresión de espanto, y por su ropa autoridad
haraposa y acaso, también, porque no
quería hablar, el patrón sintió un
especial desprecio por el hombrecito.
Al anochecer, cuando los siervos se Elemento de unión. Descripción
reunían para rezar el Ave María, en el situación donde el agresor comete su
corredor de la casa-hacienda, a esa fechoría.
hora, el patrón matirizaba siempre al Exposición de la fechoría
pongo delante de toda la servidumbre;
lo sacudía como a un trozo de pellejo.
(pormenorizada sucesión de Descripción de la fechoría y respuesta
humillaciones por parte del patrón al del héroe: abnegación.
pongo)
Pero…una tarde, a la hora del Ave Unión. Formula que introduce el
María, cuando el corredor estaba desenlace.
colmado de toda la gente de la Descripción situación donde el héroe
hacienda, cuando el patrón empezó a enfrenta a su agresor.
mirar al pongo con sus densos ojos, Atributo del agresor y atributo del
ese, ese hombrecito, hablo muy héroe.
claramente. Su rostro seguía como un
poco espantado.
(breve diálogo entre el pongo y el Unión. Medición de fuerzas por parte
patrón). del héroe y el agresor.
-Padre mío, señor mío, corazón mío – Presentación de la situación donde se
empezó a hablar el hombrecito-. Soñé libra la batalla entre ambos: el sueño.
anoche que habíamos muerto los dos Igualación de condiciones ante la
juntos, juntos habíamos muerto. prueba.
Viéndonos muertos, desnudos, juntos, Irrupción del padre (San Francisco).
nuestros gran Padre San Francisco nos Atributos del padre: su mirada.
examino con sus ojos que alcanzan y Introducción de la prueba.
miden no sabemos hasta que distancia.
A ti y a mí nos examinaba, pesando,
creo, el corazón de cada uno y lo que
éramos y lo que somos.
-Como hombre rico y grande, tú Respuesta positiva del héroe ante la
enfrentabas esos ojos, padre mío. prueba: humildad.
- ¿Y tú?
-No puedo saber cómo estuve, gran
señor. Yo no puedo saber lo que valgo.
-Entonces, después, nuestro Padre dijo Irrupción de los auxiliares. Atributos de
con su boca: “De todos los ángeles, el los auxiliares.
más hermoso, que venga. A ese Introducción de los elementos mágicos
incomparable que lo acompañe otro que transfiguraran al agresor-falso
ángel pequeño, que sea también el más héroe.
hermoso. Que el ángel pequeño traiga
una copa de oro, y la copa de oro llena
de miel de chanchaca mas
transparente”.
“Ángel mayor: cubre a este caballero Inicio descubrimiento del falso héroe
(patrón) con la miel que está en la copa por parte del padre, merced el
de oro; que tus manos sean como quehacer de los auxiliares.
plumas cuando pasen sobre el cuerpo
del hombre”, diciendo, ordeno nuestro
gran Padre. Y así el ángel excelso,
levantando la miel con sus manos,
enlució tu cuerpecito, todo, desde la
cabeza hasta las uñas de los pies. Y te
erguiste, solo; en el resplandor del cielo Primera respuesta negativa del
la luz de tu cuerpo sobresalía, como si agresor-falso héroe ante la prueba:
estuviera hecho de oro, transparente. orgullo, insolencia y pedantería.
-Así tenía que ser- dijo el patrón, y
luego pregunto-: ¿Y a ti?
Un ángel que ya no valía, viejo, de Irrupción auxiliar. Atributos negativos.
patas escamosas, al que no le Elementos magicos que servirán para
alcanzaban las fuerzas para mantener la transfiguración del héroe y su
las alas en su sitio, llego ante nuestro reconocimiento.
gran Padre; llego bien cansado, con las
alas chorreadas, trayendo en las manos
un tarro grande.
“Oye, viejo –ordeno nuestro gran Padre Prueba difícil para el héroe.
a ese pobre ángel-, embadurna el
cuerpo de este hombrecito con el
excremento que hay en esa lata que Peyorativizacion de elementos y
has traído; todo el cuerpo, de cualquier método. (excremento, lata, como
manera; cúbrelo como puedas. puedas) Contraste con la prueba para
¡Rápido!”. Entonces, con sus manos con el falso héroe (miel, copa de oro,
nudosas, el ángel viejo, sacando el toque como plumas).
excremento de la lata, me cubrió,
desigual, el cuerpo, así como se echa
barro en la pared de una casa ordinaria,
sin cuidado. Y aparecí avergonzado, en
Segunda respuesta negativa del
la luz del cielo, apestando…
agresor-falso héroe.
-Así mismo tenía que ser – afirmo el
Anticipación desenlace.
patrón-. ¡Continua! ¿O todo concluye
allí?
-No, padrecito mío, señor mío. Cuando
nuevamente, aunque ya de otro modo, Transfiguración de los personajes del
nos vimos juntos, los dos, ante nuestro héroe y del agresor: descubrimiento del
gran Padre San Francisco, el volvió a falso héroe y reconocimiento del héroe
mirarnos, también nuevamente, ya a ti por parte del padre.
ya a mí, largo rato. Con sus ojos que
colmaban el cielo, no sé hasta que Atributos del padre: su mirada.
honduras nos alcanzo, juntando la
noche con el día, el olvido con la Resolución de la batalla. Victoria del
memoria. Y luego dijo: “Todo cuanto los héroe.
ángeles debían hacer con ustedes ya
está hecho. Ahora ¡lámanse el uno al
otro! Despacio, por mucho tiempo”. El Metamorfosis del auxiliar. Atributos
viejo ángel rejuveneció a esa misma positivos.
hora; sus alas recuperaron su color
negro, su gran fuerza. Nuestro gran
Padre le encomendó vigilar que su
voluntad se cumpliera.

Se puede ver que, como bien plantea Propp, en este cuento aparecen
superpuestas funciones diversas en un mismo personaje. Por ejemplo, el agresor
se transforma en falso héroe una vez que el padre predispone todo para la
resolución. Así, el padre a la vez que personaje buscado, es a la vez el proveedor,
es decir, el donante que ayuda al héroe a vencer en la lid.
Llama la atención que esta lucha se da en un plano onírico, y no en el plano
real. Esta, la realidad, es subvertida en la ruptura del silencio por parte del héroe
ante la situación, hartas veces repetidas, de humillación diaria. Es interesante
destacar que esta ruptura abre una especie de relato dentro del relato, el sueño,
donde ambos adversarios igualados en condiciones por el padre, quedan
expuestos a su arbitrio. Se desdibuja así la realidad, y la contienda se resuelve en
el plano de la palabra. El final del cuento, abrupto, indica que la diferencia entre
sueño y vigilia queda cancelada desde el mismo momento en que el primero es
introducido.

El final recuerda a aquellas moralejas de Lafontaine, en donde a posteriori


del relato, se hace un cierre explicando lo sucedido al tamiz de juicios sociales
culturales que propenden a la integración. Aquí, sin ser una moraleja, sino un
relato oral, pueden extraerse conclusiones de esta índole, teniendo presente la
perspectiva del concepto andino de tinku, es decir, el encuentro de contrarios, en
donde “lo que está en juego no es la superioridad de uno de los opuestos sobre el otro,
sino que el juntarse en combate es una igualación” (TERRON de BELLOMO, H. 2008:
48,49); y el de imaginario social citado por esta autora, perteneciente a Walter
Mignolo, el cual “consiste en todos los modos en que una cultura percibe y concibe al
mundo”(TERRON de BELLOMO, H. 2010: 98):

El bien y el mal están en eterna lucha, y por lo mismo, la resolución de la


contienda es infinita. Cualquier personaje puede ser bueno o malo, allende su
condición social económica. La idea es que las personas cambian, y el sentido
último es abrir una reflexión, sustentada en la experiencia de generaciones, acerca
del orgullo, la vanidad, el abuso de la autoridad y la justicia “divina” que todo lo
juzga y ordena. Apoyándonos en Herminia Terrón de Bellomo, “la oralidad actualiza
aquellos sentidos todavía necesarios para una determinada comunidad, pero olvida
aquellos que ya no cumplen alguna función en la relación de las comunidades con lo
moderno-escriturario” (TERRON de BELLOMO, H. 2010:97) . Se entiende a la memoria
como un proceso que se reconfigura y representa-presenta rupturas de tránsito
entre los sentidos originarios hacia los sentidos modernos, y proceso que a su vez,
justifica los olvidos.

Realizando un análisis desde una impronta lingüística, es posible rastrear


en el cuento seleccionado varios recursos estilísticos propios del folclore. Este
rastreo no será exhaustivo, sino que interesa señalar algunos de ellos. Para ello
se tendrá en cuenta el listado sumario trabajado en las clases del Seminario.

Entonces, en el cuento “El sueño del pongo” encontramos:

Fórmulas de inflexión del relato: “Pero…una tarde, a la hora del Ave María…”.
Uso de comparaciones: “lo sacudía como a un trozo de pellejo”; “…despacio,
como viento interior en el corazón”; “…apareció un angel, brillando, alto como el
sol”; “…que tus manos sean como plumas…”.

Uso de metáforas: “Huérfano de huérfanos; hijo del viento de la luna debe ser el
frio de sus ojos, el corazón pura tristeza”; “como viento interior en el corazón”.

Uso de descripciones de espacios de desarrollo de los hechos: “…el patrón


derribaba al hombrecito sobre el piso de ladrillo del corredor”.

Uso de descripciones de objetos: “…la copa de oro llena de miel de chanchaca”;


“…traiga en un tarro de gasolina excremento humano”.

Uso de descripciones de personajes: “…marchaba otro pequeño, bello, de luz


suave…”; “Un ángel que ya no valía, viejo, de patas escamosas, al que no le
alcanzaban las fuerzas para mantener las alas en su sitio…”; “…con sus manos
nudosas, el ángel viejo…”.

Uso de redundancias: “Tu licencia padrecito, para hablarte. Es a ti a quien quiero


hablarte…”; “Cuando nuevamente, aunque ya de otro modo, nos vimos juntos, los
dos, ante nuestro gran Padre San Francisco, el volvió a mirarnos, también
nuevamente, ya a ti ya a mí”.

Uso de diminutivos: “…el pongo imitaba exactamente la figura de esos animalitos”;


“…ese, ese hombrecito…”; “…enlució tu cuerpecito…”.

Uso de expresiones: “!Vete, pancita!”.

Uso de paréntesis, vinculados a modalidades de organización social y económica:


“Un hombrecito se encamino a la casa-hacienda de su patrón.”; “Y así, todos los
días, el patrón hacia revolcarse a su nuevo pongo, delante de la servidumbre. Lo
obligaba a reírse, a fingir llanto. Lo entrego a la mofa de sus iguales, los colonos”.

Uso de paréntesis vinculados a creencias: “…ante nuestro gran Padre San


Francisco”.

Uso de asimilaciones de acciones humanas a las de los animales: “El hombrecito


sabia correr imitando a los perros pequeños de la puna”; “…el pongo imitaba
exactamente la figura de uno de esos animalitos, cuando permanecen quietos,
como orando sobre las rocas”.

Uso de metamorfosis: “El viejo ángel rejuveneció a esa misma hora; sus alas
recuperaron su color negro, su gran fuerza”.
Bibliografía:

ARGUEDAS, J. M. (1986) Los ríos profundos. Cuentos escogidos. Hyspamerica


Editorial. Buenos Aires.

HELLER, A. (1987) Sociología de la vida cotidiana. Ediciones Península.


Barcelona.

LEON VEGA, E. (1999) Usos y discursos teóricos sobre la vida cotidiana.


Anthropos. México.

PROPP, V. (1971) Morfología de los cuentos maravillosos. Ediciones


Fundamentos. Madrid.

TERRON de BELLOMO, H. (2008) El saber de los relatos. Ferreyra


Editor.Cordoba.

TERRON de BELLOMO, H. (2010) Imaginario-Imaginarios, en ¿Los otros como


nosotros? Interculturalidad y derechos humanos en la escuela. Reflexiones desde
América Latina. Tomo II. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales.
Universidad Nacional de Jujuy. Jujuy.
Universidad Nacional de Rosario
Facultad de Psicología
Secretaría Estudios de Posgrado

Carrera Posgrado Especialización en Psicología En Educación


-Cat C Res. Nº 141/07 CONEAU, Ministerio de ECyT

Seminario acreditable en Estudios de Posgrado

Seminario
Narrativas populares y colectivos sociales

Docente a cargo
Dra. Rubinelli, Maria Luisa

Título de la monografía: Análisis de un cuento maravilloso: “El sueño del pongo”.

Autor: Ps. Mariano Uzin

Fecha de entrega: 01 de Diciembre de 2014

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