Sentencia Constitucional 1487 - 2005

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 1487/2005-R

Sucre, 22 de noviembre de 2005

Expediente: 2005-11533-24-RAC
Distrito: La Paz
Magistrado Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

En revisión la Resolución 9/05, de 27 de abril de 2005, cursante de fs. 97 a 98, pronunciada por la
Sala Social y Administrativa Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro del
recurso de amparo constitucional interpuesto por Teresa Silva Garnica y Eugenia Silva Garnica
contra Armando Pinilla Butrón y Dora Villarroel de Lira, vocales de la Sala Penal Segunda de la
Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, José Luis Rivero Aliaga y Raúl Gastón Huaylla Rivera,
Presidente y Juez Técnico del Tribunal Primero de Sentencia y Roberto C. Mérida Viscarra,
Secretario Abogado de ese Tribunal, alegando la vulneración de sus derechos a la defensa y al
debido proceso, consagrados en el art. 16.II y IV de la Constitución Política del Estado (CPE).

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido del recurso

I.1.1. Hechos que motivan el recurso

Por memoriales presentados el 13 y 19 de abril de 2005, (fs. 18 a 20 vta. y 68 a 69 vta.) las


recurrentes Teresa Silva Garnica y Eugenia Silva Garnica expresaron que en el juicio oral que les
inició el Ministerio Público y Alejandra Toque Vda. de Chipana, plantearon excepciones con
abundante prueba documental que fue valorada positivamente por el Tribunal de Sentencia
Primero, cuyos miembros hoy son corecurridos, al declarar por voto unánime, probada la extinción
de la acción penal por prescripción mediante Resolución 9/05, de 9 de febrero de 2005, que fue
apelada por la parte querellante, y con su respuesta el Tribunal mencionado determinó mediante
providencia de 21 de febrero de 2005 que por secretaría se remitan “actuados pertinentes a la R.
Corte (…)” sic. Lamentablemente, los actuados pertinentes como son también las pruebas que
originaron y fundaron la extinción jamás se remitieron, causándoles tal omisión manifiesta
incalificables daños y perjuicios con el indebido proceso y la vulneración del art. 405 del Código de
procedimiento penal (CPP).

Radicado el caso ante la Sala Penal Segunda, sin que la apelante hubiera ofrecido prueba ni
fundamentación en audiencia, los vocales recurridos pasaron directamente a emitir la Resolución
de 9 de marzo de 2005 que revocó la decisión del Tribunal inferior señalando en las conclusiones
numeral 1.- que los documentos en que se basa el Tribunal Primero de Sentencia para declarar la
extinción penal por prescripción no cursan en el cuaderno de apelación. Ante esa situación, la
pregunta obligada es por qué los vocales recurridos no conminaron bajo sanción al Tribunal de
origen para que remita dichas documentales y en su caso, por qué no devolvieron obrados para
que se cumpla tal aspecto para luego recién valorando la prueba y previo nuevo sorteo, resolver el
caso específico como se dio en casos análogos en resguardo de la seguridad jurídica. Es más,
cuando solicitaron la complementación y aclaración sobre cuál era el medio para solicitar los
antecedentes, la misma fue absuelta sin la fundamentación que exige el art. 124 del CPP y sin
aclarar nada, al margen que tampoco existe en el cuaderno de apelación providencia alguna que
respalde la versión de los vocales recurridos. Asimismo, en ese memorial expresaron que el olvido,
la negligencia o irresponsabilidad de los operadores de justicia no se les puede imputar a ellas,
toda vez que en este caso se ocultaron arbitrariamente las pruebas provocando una consecuencia
que les es desfavorable y afecta sus derechos ya que produjeron prueba en el juicio en forma
oportuna. En consecuencia, los vocales corecurridos también incurrieron en omisiones indebidas
que las dejaron en completa indefensión en segunda instancia, pues actuaron en forma ultra
petita, toda vez que por disposición del art. 406 del CPP el Tribunal de alzada únicamente podrá
valorar la prueba aportada en segunda instancia y no la prueba que ya fue valorada por el a quo.

En consecuencia, al no existir otro recurso y haberse violado sus derechos fundamentales plantean
el presente recurso.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

Señalan como vulnerados sus derechos a la defensa y al debido proceso, consagrados en el art.
16.II y IV de la CPE.

I.1.3. Autoridades recurridas y petitorio

Con esos antecedentes plantean recurso de amparo constitucional contra Armando Pinilla Butrón
y Dora Villarroel de Lira, bocales de la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial
de La Paz, José Luis Rivero Aliaga y Raúl Gastón Huaylla Rivera, Presidente y Juez Técnico del
Tribunal de Sentencia Primero y Roberto C. Mérida Viscarra, Secretario Abogado de ese Tribunal,
pidiendo se declare procedente, por ende, se disponga la nulidad de la Resolución 60/05 y que el
Tribunal Primero de Sentencia remita todos los actuados, y se imponga a los recurridos daños,
perjuicios y costas con las formalidades de rigor.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de amparo constitucional

La audiencia se realizó el 27 de abril de 2005 (fs. 92 a 96) en ausencia del Ministerio Público,
ocurriendo lo siguiente:

I.2.1. Ratificación y ampliación del recurso

El recurrente a través de su abogado ratificó íntegramente su recurso, aclarando que presentada


la prueba de su parte que justificó plenamente la excepción opuesta, el Tribunal Primero de
Sentencia recurrido la declaró probada y extinguida la acción penal por prescripción, lo que dio
lugar a que la querellante recurra de apelación incidental a la que respondieron, disponiendo el
Tribunal mencionado la remisión de actuados pertinentes a la Corte Superior del Distrito Judicial.
Lamentablemente ni el Secretario ni el Tribunal a quo corecurrido velaron por la remisión de esos
antecedentes según el art. 405 del CPP, por lo que llegó a la Sala Penal Segunda cuyos vocales
también fueron corecurridos, y directamente pronunciaron resolución. Así, violaron sus derechos
a la defensa y al debido proceso al revocar la Resolución del inferior, al margen que les rechazaron
la complementación y enmienda sin la necesaria fundamentación, cuando era su deber velar por
el respeto de los principios procesales así como la igualdad jurídica de las partes, y aunque en la
Resolución se menciona que solicitaron la remisión del cuaderno correspondiente existe un
certificado de esa Sala donde se dice “que no se remitió todo por no haber segunda instancia”
(sic), certificación que respalda las omisiones indebidas en ambas instancias.
I.2.2.Informe de las autoridades recurridas

Los vocales recurridos informaron por escrito a fs. 87 y vta. que el proceso penal seguido por el
Ministerio Público a querella de Alejandra Toque Canaza vda. de Chipana contra las recurrentes,
por los delitos de falsedad material y uso de instrumento falsificado, lo conocieron en apelación
incidental de la Resolución 09/2005, de 9 de febrero que rechazó la excepción de falta de acción y
declaró probada la excepción de extinción de acción penal por prescripción planteada por las
nombradas imputadas y ahora recurrentes. Cumplidos los trámites procedimentales pronunciaron
el Auto de Vista 60/2005, de 8 de marzo mediante el cual revocaron la Resolución apelada por
inconsistente, falta de prueba y fundamentación, circunscribiéndose a lo que prevé el art. 398 del
CPP, de ahí que después de revisar la Resolución cuestionada, compulsar los antecedentes
cursantes en el cuaderno de apelación, en la ratio decidendi establecieron que para extinguir la
acción penal por prescripción el Tribunal a quo refiere la existencia de un testimonio de la notario
081 así como una minuta de 29 de diciembre de 1980, empero tales documentos no cursan en el
cuaderno de apelación y que tuvieron el cuidado de solicitar el cuaderno correspondiente al
proceso penal caratulado Ministerio Público c/ Silva y otra por el delito de falsedad material y en
su contenido tampoco existía el referido testimonio por lo que concluyeron que el Tribunal inferior
dictó la Resolución cuestionada sin el respaldo probatorio exigido por ley, extremo que les inhibió
de ingresar al análisis de fondo. Solicitada la complementación y enmienda por las recurrentes,
declararon no ha lugar a la misma al considerar que la Resolución 60/2005, de 8 de marzo no
contiene expresión, omisión o error material alguno que requiera explicación, complementación y
enmienda. No es evidente que hubieran cometido una omisión ilegal que viole los derechos a
defensa y al debido proceso de las actoras porque de lo explicado se infiere que en el punto 1 de la
ratio decidendi del Auto de Vista, tuvieron el cuidado no sólo de revisar el cuaderno de apelación
sino de pedir al Tribunal de la causa el expediente original, concluyendo que las pruebas que
sustentaban la Resolución apelada no cursaban en las mismas, pidiendo en definitiva la
improcedencia del recurso.

Los jueces técnicos del Tribunal Primero de Sentencia corecurridos, informaron de fs. 81 a 82 que
dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y la parte querellante contra las
recurrentes por la supuesta comisión de los delitos de falsedad material y uso de instrumento
falsificado, iniciado el juicio oral y público las imputadas y hoy actoras interpusieron las
excepciones de falta de acción y de extinción de la acción penal, presentando prueba en audiencia,
lo que dio lugar a que dicten la Resolución 9/2005 rechazando la excepción de falta de acción y
declarando probada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción, disponiendo en
consecuencia el archivo de obrados. La prueba aportada por la defensa previo debate fue
analizada y valorada por todos y cada uno de los miembros del Tribunal al que pertenecen, es
decir por dos jueces técnicos y tres ciudadanos, habiendo concluido que del Testimonio 42/1980
de la notaría 081 y del informe documentológico expedido por la Policía Técnica Judicial (PTJ) se
establece que desde el momento de la consumación del delito de falsedad material hasta la fecha
de la denuncia en la PTJ transcurrieron veintidós años y seis meses, igualmente desde la fecha del
uso del instrumento falsificado pasaron ocho años, habiéndose en ambos casos superado los cinco
años previstos por ley para la prescripción de la acción penal. Apelada la Resolución 9/2005 fue
revocada por el Tribunal de alzada mediante la Resolución 60/2005, por falta de pruebas,
aclarando al respecto que las pruebas producidas en juicio oral no cursan en el cuaderno de
actuaciones procesales sino en otro cuaderno y están archivadas en la sala de evidencias donde
existen también pruebas materiales toda vez que el sistema procesal boliviano vigente no
reconoce la segunda instancia, por ello es que a los señores vocales no les está permitido valorar
nuevamente una prueba que ya fue valorada por los jueces técnicos y ciudadanos por cuanto
dicha prueba no fue producida al principio “ante sus sentidos, ni se cumplió con los principios de
inmediación, igualdad, concentración y contradicción” (sic). Si a pesar de eso se quiso cotejar las
pruebas, el tribunal de alzada debió como en otros casos, solicitar al Tribunal en forma escrita,
como se hizo alguna vez por parte de otras salas. Por último, señalaron que la apelación debe
circunscribirse a los errores de derecho tal como señala la doctrina aplicable de los autos
supremos del más alto tribunal, que rechaza el excesivo rigorismo formal como en el presente
caso al no exigir las pruebas extrañadas, dejando sin la tutela judicial efectiva a una de las partes.

Finalmente, Roberto C. Mérida Viscarra, Secretario-Abogado del Tribunal Primero de Sentencia de


la ciudad de La Paz, informó de fs. 83 a 84 que en la audiencia de juicio oral y público de 9 de
febrero del año en curso, la parte imputada interpuso excepciones de falta de acción y extinción
de la acción penal, a lo cual los Jueces técnicos y ciudadanos deliberaron en sesión reservada y
dictaron la Resolución 09/2005, de 9 de febrero rechazando la excepción de falta de acción y
declarando probada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción, disponiendo el
archivo de obrados. Presentado el recurso de apelación incidental por la querellante, se remitieron
las piezas pertinentes, habiendo la Sala Penal Segunda resuelto el mismo a través de la Resolución
60/2005, de 8 de marzo, que revocó la Resolución 09/2005 por inconsistente, falta de prueba y
fundamentación. Concluyó señalando que las pruebas extrañadas se encontraban y se encuentran
en la “sala de evidencias y de pruebas” (sic) de ese Tribunal , las mismas que fueron solicitadas en
forma verbal por el vocal Armando Pinilla Butrón, habiéndolas enviado, empero la auxiliatura de la
referida Sala Penal no las quiso recibir alegando órdenes superiores.

I.2.3. Intervención del tercero interesado

El abogado de la querellante relacionando los antecedentes, expresó que en el juicio ante el


Tribunal a quo no se dio importancia ni se hizo un examen minucioso de las pruebas presentadas
por las recurrentes, quienes mostraron un estudio grafológico que no tenía el Fiscal ni las pruebas,
lo que dio lugar a que su cliente apele solicitando una audiencia de fundamentación que no les fue
concedida, llegando a anularse la Sentencia ilegal e incorrecta dictada por el Tribunal Primero de
Sentencia, por lo que solicitó declarar improcedente el recurso a objeto de que se haga justicia.

I.2.4. Resolución

La Sentencia de 27 de abril de 2005 (fs. 97 a 98), declaró procedente el recurso respecto al


Secretario Abogado del Tribunal Primero de Sentencia, Roberto Mérida Viscarra, imponiéndole la
multa de Bs200.- e improcedente contra los jueces del Tribunal Primero de Sentencia y contra los
vocales de la Sala Penal Segunda, por consiguiente, dejó sin efecto legal la Resolución 60/05, de 8
de marzo de 2005 y Auto complementario de 23 del mismo mes y año dictados por la Sala Penal
Segunda, debiendo elevarse en el plazo de veinticuatro horas los antecedentes y las pruebas
extrañadas ante la misma Sala Penal para nuevo pronunciamiento. Por Auto complementario de la
misma fecha se impuso costas procesales en la suma de Bs500.- a ser cancelados por el Secretario
Abogado. El fallo tiene los siguientes fundamentos:

a)En el trámite de apelación incidental de la Resolución 9/2005 de 9 de febrero expedida por el


Tribunal Primero de Sentencia se vulneró el derecho a la defensa y al debido proceso de las
recurrentes al no haberse adjuntando ni remitido en antecedentes procesales la prueba
documental, lo que dio lugar a la Resolución impugnada 60/2005, de 8 de marzo dictada por la
Sala Penal Segunda.
b)No obstante la providencia de 21 de febrero de 2005 emitida por el Tribunal Primero de
Sentencia, ordenando al remisión de actuados pertinentes a la Corte Superior así como la
disposición verbal del vocal Armando Pinilla requiriendo la remisión de toda la prueba, el
Secretario Abogado del Tribunal a quo, Roberto C. Mérida Viscarra incumplió con la orden y
solicitud señalados, refiriendo que la auxiliatura de la Sala Penal Segunda negó su recepción, tal
como se evidencia del certificado de 4 de abril de 2005. Antecedente que hace viable la tutela
solicitada.

II. CONCLUSIONES

Del análisis del expediente y de las pruebas aportadas, se concluye lo siguiente:

II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y parte querellante contra Eugenia
Silva Garnica y Teresa Silva Garnica, hoy recurrentes, por supuesta comisión de los delitos de
falsedad material y uso de instrumento falsificado, el Tribunal Primero de Sentencia pronunció la
Resolución 9/2005, de 9 de febrero, mediante la cual rechazó la excepción de falta de acción y
declaró probada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción planteada por las
actoras, disponiendo el archivo de obrados y el levantamiento de las medidas cautelares. Esta
decisión la adoptó en base a las pruebas consistentes en el testimonio de la notaría 081 y del
informe documentológico de la PTJ.

II.2.La parte querellante interpuso recurso de apelación (fs. 3 a 4), que respondida (fs. 5 y vta.),
mereció el decreto de 21 de febrero de 2005, por el que los jueces técnicos del Tribunal Primero
de Sentencia de la ciudad de La Paz, corecurridos, dispusieron que por Secretaría se remitan
actuados pertinentes a la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz (fs. 6).

II.3.Mediante Auto de Vista 60/2005, de 8 de marzo (fs. 7 y vta.), los vocales recurridos revocaron
la Resolución 09/05, de 9 de febrero, por inconsistente, falta de prueba y fundamentación
señalando en el último considerando punto 1 que los documentos en que se basa la Resolución del
inferior no cursan en obrados por lo que se solicitó el cuaderno original, determinándose que en
su contenido tampoco existe el referido testimonio, concluyéndose que el inferior dictó
Resolución sin el respaldo probatorio exigido por ley.

II.4.En la complementación y enmienda solicitada por las recurrentes (fs. 9 y vta.) pidieron que los
vocales corecurridos aclaren a qué instancia o autoridad solicitaron el cuaderno correspondiente
al evidenciar que no cursaban las pruebas en el cuaderno de apelación, al margen que también
podían conminar al inferior para la remisión de originales, debiendo haber anulado y no revocado
por esa presunta falta de pruebas que no les son atribuibles.

II.5.Por Auto de 23 de marzo de 2005 (fs. 10), los vocales corecurridos dispusieron que no había
lugar a la complementación y enmienda dado que la Resolución 60/2005 no contiene expresión
oscura, omisión o error material que requiera aclaración, explicación, complementación y
enmienda.

II.6.La certificación de 4 de abril de 2005 emitida por el Secretario Abogado del Tribunal Primero
de Sentencia (fs. 14) acreditó que en los casos de apelación se remite el cuaderno de actuaciones
procesales no el cuaderno de pruebas por cuanto en la Corte Superior del Distrito Judicial no hay
segunda instancia, en consecuencia, no se puede valorar pruebas ya analizadas y valoradas por el
Tribunal inferior por el principio procesal de inmediación, aclarando que a solicitud verbal del
vocal Armando Pinilla Butrón se envió lo solicitado pero no se quiso recibir en auxiliatura de la Sala
Penal Segunda, remarcando que todas las pruebas de los diferentes procesos penales se hallan en
la sala de evidencias y pruebas del Tribunal Primero de Sentencia.

II.7.En un caso análogo al presente, la Sala Penal Tercera de la Corte Superior del Distrito de La Paz
al considerar las piezas remitidas eran insuficientes para considerar la apelación incidental,
dispuso la devolución de los antecedentes al juzgado de origen para que remita las piezas
pertinentes más las pruebas presentadas a objeto de considerar el recurso; asimismo, dejó sin
efecto el sorteo, disponiendo se proceda a uno nuevo. Finalmente, por esa omisión sancionó al
Juez y al Secretario Abogado del juzgado de origen (fs. 11).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Las recurrentes alegan la vulneración de sus derechos a la defensa y al debido proceso por parte
de las autoridades recurridas, ya que ordenada la remisión de antecedentes a fin de que se
resuelva por los vocales corecurridos la apelación presentada por la parte querellante, ni los
jueces técnicos ni el secretario abogado co-recurridos velaron porque se envíe toda la
documentación necesaria menos la prueba en que se sustentó la Resolución del Tribunal Primero
de Sentencia al que pertenecen; de igual manera, los vocales corecurridos en vez de conminar o
en su caso devolver obrados para que se remitan los antecedentes y las pruebas pertinentes,
resolvieron en forma ilegal la apelación revocándola por falta de las pruebas que sustentaban la
decisión del Tribunal a quo, causándoles con ello perjuicio. Consiguientemente, corresponde
analizar si los hechos reclamados se encuentran dentro del ámbito de protección que otorga el art.
19 de la CPE.

III.1. En los casos de apelación incidental, la remisión de los antecedentes y de las pruebas
pertinentes, está a cargo del juez o tribunal de sentencia que conoce la causa, quienes están en la
obligación de revisar la documentación recabada para su envío al tribunal de alzada por su directo
colaborador que es el secretario Abogado del juzgado o tribunal, para garantizar que la apelación
se tramite conforme a las reglas del debido proceso, a la igualdad de las partes y a la seguridad
jurídica que debe respaldar toda actuación jurisdiccional.

Ahora bien, en caso de que el a quo y su personal no hubieran cumplido con esa obligación que
deben realizarla de oficio, aún cuando no fuera reclamada por las partes, será el tribunal de alzada
el que advirtiendo esa omisión, a fin de resolver la apelación conforme a derecho y en base a
todas las pruebas presentadas y citadas por el inferior en la Resolución impugnada, en aras del
respeto al debido proceso, está en la obligación de conminar al inferior para que remita en el día
la documentación pertinente y las pruebas que respaldan su decisión e incluso de devolver
obrados al juez o tribunal de sentencia que conoce la causa para que remita toda la
documentación y pruebas necesarias a fin de garantizar un fallo de segunda instancia justo y de
acuerdo a los datos del proceso.

El no proceder de la forma descrita, indudablemente que se vulnera el debido proceso, la


seguridad jurídica y la igualdad de las partes así como el derecho de defensa ya que no se estaría
tomando en cuenta las pruebas aportadas oportunamente por las partes, para fallar en
consecuencia, en congruencia con la expresión de agravios del recurso.

III.2. En el caso concreto, los jueces técnicos del Tribunal Primero de Sentencia corecurridos, junto
con los jueces ciudadanos, pronunciaron la Resolución 9/2005, de 9 de febrero que rechazó la
excepción de falta de acción y declaró probada la excepción de extinción de la acción penal por
prescripción planteada por las actoras, disponiendo el archivo de obrados y el levantamiento de
las medidas cautelares, en base a las pruebas consistentes en el testimonio de la notaría 081 y en
el informe documentológico de la PTJ.

La parte querellante interpuso recurso de apelación incidental contra la mencionada Resolución


9/2005, dando lugar a que los jueces técnicos corecurridos ordenen la remisión de los
antecedentes a la Corte Superior para su Resolución. Sin embargo, tanto el corecurrido Secretario
Abogado de dicho Tribunal como los jueces mencionados, omitieron hacer una revisión prolija de
los antecedentes y pruebas a enviarse, remitiendo al Tribunal de alzada antecedentes incompletos
y ninguna de las pruebas en que se sustentó la Resolución apelada 9/2005; y que previsiblemente
debía ser analizada por el Tribunal de alzada, dada la naturaleza de la cuestión planteada.

Por otra parte, los vocales corecurridos cuando procedieron a resolver la apelación incidental y al
percatarse de la notoria falta de las pruebas mencionadas y que sustentaron la Resolución del
Tribunal a quo, en vez de dar una orden verbal para que se remita el expediente original, que
según el informe del Secretario Abogado del Tribunal Primero de Sentencia no pudo ser cumplida,
debió conminar al citado Tribunal de primera instancia dándole un plazo perentorio para que
remita los antecedentes y pruebas correspondientes al caso, e incluso debió devolver obrados con
ese fin, para que con todos los antecedentes y pruebas en su conocimiento, emitir resolución.
Empero, los vocales corecurridos no procedieron así sino que haciendo constar la insuficiente
orden verbal en el cuerpo de la Resolución, directamente pronunciaron el Auto de Vista 60/2005,
de 8 de marzo revocando la Resolución 09/2005, de 9 de febrero, por inconsistente, falta de
prueba y fundamentación señalando que los documentos en que se basa no cursan en obrados ni
en el cuaderno original, concluyendo, que la misma fue dictada sin el respaldo probatorio exigido
por ley, rechazando la complementación y enmienda solicitada por las hoy recurrentes.

Con las actuaciones descritas las autoridades judiciales corecurridas, así como el Secretario
Abogado del Juzgado Primero de Sentencia también corecurrido, cometieron omisiones indebidas
que vulneraron flagrantemente el derecho al debido proceso de las recurrentes y dentro de ello,
su derecho a defensa, correspondiendo otorgar la tutela solicitada por las actoras.

Por consiguiente, el Tribunal de amparo al haber declarado improcedente el recurso respecto a


ambos tribunales corecurridos y procedente únicamente respecto al Secretario Abogado
corecurrido, no ha hecho una correcta evaluación del caso en análisis ni de los alcances del art. 19
de la CPE.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 19.IV y
120.7ª de la CPE; arts. 7 inc. 8) y 102.V de la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), resuelve:
REVOCAR EN PARTE la Resolución revisada y CONCEDER el amparo solicitado con relación a todos
corecurridos, condenándoles al pago a prorrata de daños y perjuicios a favor de las actoras, que
será calculado por el Tribunal de amparo de conformidad con el art. 102.IV de la LTC.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.

No intervienen el Magistrado, Dr. José Antonio Rivera Santivañez, por encontrarse en vacación
anual.

Fdo. Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE

Fdo. Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


DECANA

Fdo. Dra. Martha Rojas Álvarez


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Artemio Arias Romano


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Silvia Salame Farjat


MAGISTRADA

FUENTE: TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

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